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para la perdición de las almas.


ORACIONES Amén.
VEN, ESPÍRITU DIVINO
Ven, Espíritu divino, ORACIÓN A SAN JOSÉ
manda tu luz desde el cielo. ¡San José, Custodio amante
Padre amoroso del pobre, de Jesús y de María,
don, en tus dones espléndido, enséñame a vivir siempre
luz que penetra las almas, en tan dulce compañía!
fuente del mayor consuelo. Sé mi maestro y mi guía
Ven, dulce huésped del alma, en la vida de oración;
descanso de nuestro esfuerzo, dame paciencia, alegría
tregua en el duro trabajo, y humildad de corazón.
brisa en las horas de fuego, No me falte en este día
gozo que enjuga las lágrimas tu amorosa protección,
y reconforta en los duelos. ni en mi última agonía
Entra hasta el fondo del alma, tu piadosa intercesión.
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, SALMOS DE LA ALEGRÍA
si tú le faltas por dentro; Que se alegren los que se acogen a Ti con júbilo
mira el poder del pecado, eterno; protégelos, para que se llenen de gozo los que
cuando no envías tu aliento. aman tu Nombre. Porque tú, Señor, bendices al justo,
Riega la tierra en sequía, y como un escudo lo cubre tu favor (5,12-13).
sana el corazón enfermo, Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha
lava las manchas, infunde no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se
calor de vida en el hielo, gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena:
doma el espíritu indómito, porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu
guía al que tuerce el sendero. fiel conocer la corrupción. Me enseñarás el sendero
Reparte tus siete dones, de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de
según la fe de tus siervos; alegría perpetua a tu derecha (15,8-11).
por tu bondad y gracia, Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio
dale al esfuerzo su mérito; y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su
salva al que busca salvarse santo nombre confiamos (32,20-21).
y danos tu gozo eterno. Amén. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame:
quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo
ORACIÓN A SAN MIGUEL y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados
Arcángel San Miguel, (50,9-10).
defiéndenos en la batalla. Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma
Sé nuestro amparo hacia Ti; porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
contra la perversidad rico en misericordia con los que te invocan (85,4-5).
y las asechanzas del demonio. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira
Reprímale Dios, y rico en clemencia. No nos trata como merecen
pedimos suplicantes. nuestros pecados, ni nos paga según nuestras
Y tú, Príncipe de la celestial milicia, culpas. Como un padre siente ternura por sus hijos,
lanza al infierno, siente el Señor ternuna por sus fieles; porque Él
con el divino poder, conoce nuestra masa, se acuerda de que somos
a Satanás barro (102, 8.10.13-14).
y a los otros malignos espíritus
que discurren por el mundo
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PETICIONES DE SAN AGUSTÍN tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
Señor mío Jesucristo, conózcame a mí y que te y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
conozca a Ti. Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
Nada desee fuera de Ti. Aborrézcame a mí y que te que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi Señor!
ame a Ti. Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
Haga todas las cosas por Ti. Humílleme a mí y que te y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor!
ensalce a Ti. y por la hermana tierra, que es toda bendición,
Nada piense fuera de Ti. la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
Mortifiqueme a mí y viva en Ti. Reciba todo lo que las hierbas y los frutos y flores de color,
venga como de Ti. y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Persígame a mí y siempre anhele seguirte a Ti. Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
Huya de mí y que te tema a Ti. los males corporales y la tribulación:
Desconfíe de mí y confíe en Ti. ¡felices los que sufren en paz con el dolor,
Quiera obedecer por Ti. porque les llega el tiempo de la consolación!
A nada me apegue sino a Ti, y sea pobre por Ti. y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!
Mírame para que te ame. Ningún viviente escapa de su persecución;
Llámame para que te vea. ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
Y para que eternamente te goce. Amén. ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!
¡No probarán la muerte de la condenación!
ORACIÓN DE SAN PATRICIO Servidle con ternura y humilde corazón.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo tras de Agradeced sus dones, cantad su creación.
mí. Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.
Cristo en lo más profundo de mí, Cristo por sobre de
mí. ALMA DE CRISTO, SANTIFÍCAME
Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda. Alma de Cristo santifícame
Cristo en la fortaleza, Cristo en la debilidad. Cuerpo de Cristo sálvame
Cristo en el asiento del carro, Sangre de Cristo embriágame
Cristo en la popa del navío, Agua del costado de Cristo lávame
Cristo en el corazón de todo hombre que piense en Pasión de Cristo confórtame
mí, Oh mi buen Jesús óyeme
Cristo en los labios de todo hombre que hable Dentro de tus llagas escóndeme
conmigo. Y mándame ir a ti
Cristo en todo ojo que me vea, Para que con tus santos y ángeles
Cristo en todo oído que me oiga. Te alabe y te bendiga eternamente. Amén.
Cristo en todo. Amén
ACTO DE DESAGRAVIO ANTE EL SANTÍSIMO
CÁNTICO DE LAS CRIATURAS (SAN FRANCISCO SACRAMENTO
DE ASÍS) Señor Jesús, nos arrodillamos ante ti, reconociendo
Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor, tu presencia real en el Santísimo Sacramento. Te
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor; agradecemos inmensamente tu permanencia con
tan sólo tú eres digno de toda bendición, nosotros, y la fe que nos has dado.
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención. Con profundo dolor sentimos que tantos hombres,
Loado seas por toda criatura, mi Señor, redimidos por ti, te olviden y ofendan; que en tantos
y en especial loado por el hermano sol, sagrarios estés solitario y en tantos hogares no seas
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor, invitado.
y lleva por los cielos noticia de su autor. Nosotros, arrepentidos de nuestros pecados,
Y por la hermana luna, de blanca luz menor, queremos en la medida de nuestras fuerzas hacerte
y las estrellas claras, que tu poder creó, compañía por cuantos te abandonan, y dedicarte
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completamente nuestra vida, como ofrenda y defienda. Te ofrezco, Señor, mis pensamientos,
desagravio a tu Corazón pleno de amor hacia ayúdame a pensar en ti; te ofrezco mis palabras,
nosotros. ayúdame a hablar de ti; te ofrezco mis obras,
Santa María, Madre nuestra, confiamos en tu ayúdame a cumplir tu voluntad; te ofrezco mis penas,
Inmaculado Corazón que nos alcances gracias para ayúdame a sufrir por ti. Todo aquello que quieres tú,
perseverar en la fe, animarnos por la esperanza y vivir Señor, lo quiero yo, precisamente porque lo quieres
la caridad, como satisfacción por todos nuestros tú, como tú lo quieras y durante todo el tiempo que lo
pecados y para la salvación del mundo. quieras. Te pido, Señor, que ilumines mi
Por todas las blasfemias, sacrilegios, profanación de entendimiento, que fortalezcas mi voluntad, que
fiestas, que se cometen contra el nombre de Dios y purifiques mi corazón y santifiques mi espíritu. Hazme
contra sus templos. llorar, Señor, mis pecados, rechazar las tentaciones,
-Perdón, Señor, perdón. vencer mis inclinaciones al mal y cultivar las virtudes.
Por todos los ataques a la Iglesia, persecuciones y Dame tu gracia, Señor, para amarte y olvidarme de
propagandas de ateísmo. mí, para buscar el bien de mi prójimo sin tenerle
Por los apóstatas, los que desprecian el Magisterio de miedo al mundo. Dame tu gracia para ser obediente
los Papas y todos los falsos profetas. con mis superiores, comprensivo con mis inferiores,
Por todas las opresiones de gobierno, de esclavitud, solícito con mis amigos y generoso con mis enemigos.
de delincuencia; y todas las injusticias laborales, Ayúdame, Señor, a superar con austeridad el placer,
familiares, sociales. con generosidad la avaricia, con amabilidad la ira, con
Por todos los actos inhumanos de violencia, fervor la tibieza. Que sepa yo tener prudencia, Señor,
asesinatos, torturas, malos tratos; robos, estafas, al aconsejar, valor en los peligros, paciencia en las
extorsiones. dificultades, sencillez en los éxitos. Concédeme,
Por toda la inmoralidad y corrupción: en el trabajo Señor, atención al orar, sobriedad al comer,
profesional, en las relaciones, espectáculos, responsabilidad en mi trabajo y firmeza en mis
diversiones, modas, lecturas, bebidas, drogas. propósitos. Ayúdame a conservar la pureza de alma,
Por todos los pecados de escándalo y de respeto a ser modesto en mis actitudes, ejemplar en mi trato
humano. con el prójimo y verdaderamente cristiano en mi
Por todos los pecados contra la santidad de la familia conducta. Concédeme tu ayuda para dominar mis
y contra el amor fraterno. instintos, para fomentar en mí tu vida de gracia, para
Por los sacerdotes indignos, por los políticos cumplir tus mandamientos y obtener mi salvación.
ambiciosos, por todos los abusos de autoridad. Enséñame, Señor, a comprender la pequeñez de lo
Cristo Jesús, pedimos en especial a tu Corazón que terreno, la grandeza de lo divino, la brevedad de esta
concedas gracias abundantes a los más necesitados; vida y la eternidad de la futura. Concédeme, Señor,
y que nunca permitas nos apartemos de Ti; sino que una buena preparación para la muerte y un santo
aprendiendo en tu Corazón nuestros sentimientos y temor al juicio, para librarme del infierno y obtener tu
juicios cada día nos parezcamos más a Ti. Amén. gloria. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN UNIVERSAL DEL PAPA CLEMENTE XI ORACIONES DE SAN BERNARDO


Creo en ti, Señor, pero ayúdame a creer con firmeza; ¡Ah! ¿Cómo tan pronto te has hastiado de Cristo?…
espero en ti, pero ayúdame a esperar sin Ciertamente, aún no has saboreado a Cristo… O es
desconfianza; te amo, Señor, pero ayúdame a que no tienes el paladar sano, pues Él mismo dice
demostrarte que te quiero; estoy arrepentido, pero claramente: «Los que de mí comen, tienen siempre
ayúdame a no volver a ofenderte. Te adoro, Señor, hambre de mí; y los que de mí beben, tienen siempre
porque eres mi Creador y te anhelo porque eres mi sed de mí». Pero ¿cómo podrá tener hambre y sed de
fin; te alabo, porque no te cansas de hacerme el bien, Cristo el que cada día se harta de bellotas, manjar de
y me refugio en ti, porque eres mi protector. Que tu cerdos? «No es posible beber a la vez el cáliz del
sabiduría, Señor, me dirija y tu justicia me reprima; Señor y el cáliz de los demonios» (1Cor 10,21). Cáliz
que tu misericordia me consuele y tu poder me de los demonios es la soberbia, la calumnia y envidia,
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la crápula y la embriaguez. Si tu vientre y tu mente capacidad para hacer el bien. Que sea defensa
están repletos del vino de esos cálices, no habrá en inexpugnable contra todos mis enemigos, visibles e
ellos lugar alguno para Cristo. invisibles, y guía de todos mis impulsos y deseos. Que
–Hambre y sed de Cristo. Virgen María, bendito es el me una más íntimamente a ti, el único y verdadero
fruto de tu vientre. Dios, y me conduzca con seguridad al banquete del
Bendito en su perfume, sabor y hermosura… Uno que cielo, donde tú, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres
había gustado del sabor de este fruto, cantaba: luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo perdurable
«gustad y ved qué bueno es el Señor» (Sal 34,9)» y felicidad perfecta. Por Cristo, nuestro Señor. Amén”
«Una vez que se han gustado las cosas espirituales,
fácilmente se menosprecian las carnales. Para el que PREPARACIÓN A LA MISA Y LA COMUNIÓN
siente hambre del cielo, mal gusto han de tener las “Dios eterno y todopoderoso, me acerco al
mezquindades de la tierra. Al que le devora la sed de sacramento de tu Hijo unigénito, nuestro Señor
lo eterno, ha de causarle fastidio lo efímero y Jesucristo, como se acerca al médico el enfermo, el
transitorio» (Cta. 111,3). pecador a la fuente de misericordia, el ciego al
«Yo quiero con toda la fuerza de mi alma seguir al resplandor de la luz eterna y el pobre e indigente al
humilde Jesús. Ansío con toda la vehemencia de mi Dios del cielo y de la tierra. Muéstrame, Señor, tu
corazón amar a quien me amó hasta entregarse a la bondad infinita v cura mis debilidades, borra las
muerte por mí, y abrazarle muy estrechamente con manchas de mis pecados, ilumina mi ceguera,
los brazos de mi caridad; pero eso no basta: es enriquece mi indigencia y viste mi desnudez, a fin de
preciso todavía que coma el Cordero pascual, pues si que pueda yo recibir, en el Pan de los ángeles, al Rey
no como su carne ni bebo su sangre, no tendré la vida de los reyes y Señor de los señores, con toda la
en mí… Su carne es verdadera comida, y su sangre humildad y la reverencia, el arrepentimiento y el amor,
verdadera bebida. Es el pan de Dios mismo, que ha la pureza, la fe y el deseo que son necesarios para la
descendido del cielo y da vida al mundo» (Contra P. salvación de mi alma. Haz, Señor, que no sólo reciba
Abelardo 9,25). yo el sacramento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
«El Sacramento del cuerpo del Señor y de su sangre sino también la fuerza que otorga el Sacramento, y
preciosa obra dos efectos en nosotros: disminuye la que con tal amor reciba yo el Cuerpo que tu Hijo,
concupiscencia en las tentaciones leves y evita nuestro Señor Jesucristo, recibió de la Virgen María,
enteramente el consentimiento en las graves. Si que quede yo incorporado a su Cuerpo místico y
alguno de vosotros ya no siente tantas veces, o no pueda ser contado como uno de sus miembros.
con tanta fuerza, los movimientos de la ira, envidia, Concédeme, Padre lleno de amor, llegar a contemplar
lujuria y demás pasiones, dé las gracias al cuerpo y al término de esta vida, cara a cara y para siempre, a
sangre del Señor, porque la virtud del Sacramento tu amado Hijo, Jesucristo, a quien voy a recibir hoy,
obra en él, y alégrese de que la úlcera pésima se va oculto en este sacramento. Por el mismo Cristo
sanando» (Cena Señor 1,3). nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los
siglos. Amén”.
ORACIÓN DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
“Te doy gracias, Señor, Padre santo, Dios TOMAD, SEÑOR, Y RECIBID (SAN IGNACIO DE
todopoderoso y eterno, porque, aunque soy un siervo LOYOLA)
pecador y sin mérito alguno, has querido alimentarme Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria,
misericordiosamente con el Cuerpo y la Sangre de tu mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y
Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que esta sagrada mi poseer; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno;
comunión no vaya a ser para mí ocasión de castigo, todo es vuestro, disponed de ello conforme a vuestra
sino causa de perdón y salvación. Que sea para mí voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me
armadura de fe, escudo de buena voluntad; que me basta.
libre de todos mis vicios y me ayude a superar mis
pasiones desordenadas; que aumente mi caridad y mi
paciencia, mi obediencia y mi humildad y mi
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VUESTRA SOY, PARA VOS NACÍ (SANTA si me mandáis trabajar,


TERESA DE JESÚS) morir quiero trabajando.
Vuestra soy, para Vos nací, Decid, dónde, cómo y cuándo;
¿Qué mandáis hacer de mí? Decid, dulce Amor, decid.
Soberana Majestad, ¿Qué mandáis hacer de mí?
Eterna Sabiduría, Esté callado o hablando,
Bondad buena al alma mía, haga fruto o no le haga;
Dios, alteza, un ser, bondad, muéstreme la Ley mi llaga,
la gran vileza mirad goce de Evangelio blando;
que hoy os canta amor así: esté penando o gozando,
¿Qué mandáis hacer de mí? sólo Vos en mi vivid.
¿Qué mandáis, pues, buen Señor, ¿Qué mandáis hacer de mí?
que haga tan vil criado? Vuestra soy, para Vos nací.
¿Cuál oficio le habéis dado ¿Qué mandáis hacer de mí?
a este esclavo pecador?
Veísme aquí mi dulce Amor; OFRECIMIENTO DIARIO POR EL MUNDO
Amor dulce, veisme aquí. Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las
¿Qué mandáis hacer de mí? ansias redentoras del Corazón de Cristo,
Veis aquí mi corazón. para que ofrezcamos de veras nuestras personas y
yo le pongo en vuestra palma, obras, en unión con Él, por la redención del mundo.
mi cuerpo, mi vida y ama, Señor mío y Dios mío Jesucristo:
mis entrañas y afición; Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a
dulce Esposo y redención, tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre en tu santo
pues por vuestra me ofrecí, sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo,
¿Qué mandáis hacer de mí? sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de
Dadme muerte, dadme vida, nuestros pecados y para que venga a nosotros tu
dad salud o enfermedad, Reino.
honra o deshonra me dad, Te pido en especial por el Papa y sus intenciones; por
dadme guerra o paz cumplida. nuestro Obispo y sus intenciones; por nuestro
flaqueza o fuerza a mi vida, Párroco y sus intenciones.
que a todo diré que sí.
¿Qué mandáis hacer de mí? ACTO DE CONFIANZA (SAN CLAUDIO LA
Si queréis, dadme oración, COLOMBIÈRE)
si no, dadme sequedad, Esta admirable fórmula del Acto de confianza es
si abundancia y devoción. propiamente parte de un sermón del Santo sobre el
y, sino, esterilidad. amor de Dios: Oeuvres, IV, 215. Cf. carta XCVI.
Soberana Majestad, Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre
sólo hallo paz aquí. todos los que esperan en Ti, y de que no puede faltar
¿Qué mandáis hacer de mí? cosa alguna a quien aguarda de Ti todas las cosas,
Dadme, pues, sabiduría, que he determinado vivir de ahora en adelante sin
o por amor ignorancia; ningún cuidado, descargando en Ti todas mis
dadme años de abundancia solicitudes: «en paz me duermo y al punto descanso,
o de hambre y carestía; porque tú, Señor, me has afirmado singularmente en
dad tiniebla o claro día, la esperanza» (Sal 4,10). Despójenme, en buena
revolvedme aqui o allí. hora, los hombres de los bienes y de la honra,
¿Qué mandáis hacer de mí? prívenme las enfermedades de las fuerzas e
Si queréis que esté holgando, instrumentos de serviros; pierda yo por mí mismo
quiero por amor holgar; vuestra gracia pecando, que no por eso perderé la
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esperanza; antes la conservaré hasta el último Sacramento tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; por
suspiro de mi vida y serán vanos los esfuerzos de haberme concedido como abogada a tu Santísima
todos los demonios del infierno por arrancármela: en Madre la Virgen María y por haberme llamado a que
paz me duermo y al punto descanso. te visite en este lugar santo.
Que otros esperen la dicha de sus riquezas o de sus Adoro tu Corazón lleno de amor, en agradecimiento a
talentos: que descansen otros en la inocencia de su tan maravilloso regalo; y para desagraviarte de tantos
vida, o en la aspereza de su penitencia, o en la ultrajes como recibes en todos los sagrarios del
multitud de sus buenas obras, o en el fervor de sus mundo donde estás olvidado.
oraciones; en cuanto a mí toda mi confianza se funda Señor Jesús, te amo con todo mi corazón; me pesa
en mi misma confianza: «Tú, Señor, me has afirmado haber ofendido tantas veces a tu infinita bondad, y
singularmente en la esperanza» (Sal 4,10). Confianza propongo enmendarme con ayuda de tu gracia. Yo,
semejante jamás salió fallida a nadie: «Nadie esperó pecador, me consagro todo a Ti, y en tus manos
en el Señor y quedó confundido» (Sir 2,11). Así que pongo mi voluntad, mis afectos, mis deseos, y todo
seguro estoy de ser eternamente bienaventurado, cuanto soy y puedo. Todo lo uno a tu Corazón lleno
porque espero firmemente serlo, y porque eres Tú, de amor, y así lo ofrezco al Padre Eterno, y le pido,
Dios mío, de quien lo espero: «en Ti, Señor, he en tu Nombre y por el amor que te tiene, lo acepte
esperado; no quedaré avergonzado jamás» (Sal 30,2; benignamente. Amén.
70,1).
Conocer, demasiado conozco que por mí soy frágil y ¿QUÉ TENGO YO, QUE MI AMISTAD PROCURAS?
mudable; sé cuánto pueden las tentaciones contra las (LOPE DE VEGA)
virtudes más robustas; he visto caer las estrellas del ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
cielo y las columnas del firmamento; pero nada de eso ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
logra acobardarme. Mientras yo espere, estoy a salvo que a mi puerta, cubierto de rocío,
de toda desgracia; y de que esperaré siempre estoy pasas las noches del invierno oscuras?
cierto, porque espero también esta esperanza ¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras, pues no te
invariable. abrí!
En fin, para mí es seguro que nunca será demasiado Qué extraño desvarío, si de mi ingratitud el hielo frío
lo que espere de Ti, y que nunca tendré menos de lo secó las llagas de tus plantas puras!
que hubiere esperado. Por tanto, espero que me Cuantas veces el ángel me decía:
sostendrás firme en los riesgos más inminentes y me «¡Alma, asómate ahora a la ventana;
defenderás en medio de los ataques más furiosos, y verás con cuánto amor llamar porfía!»
harás que mi flaqueza triunfe de los más espantosos y ¡cuántas, hermosura soberana,
enemigos. Espero que Tú me amarás a mí siempre y «mañana le abriremos», respondía,
que te amaré a Ti sin intermisión, y para llegar de un para lo mismo responder mañana!
solo vuelo con la esperanza hasta donde puede
llegarse, espero a Ti mismo, de Ti mismo, oh Criador ORACIÓN POR LA PAZ
mío, para el tiempo y para la eternidad. Amén. Esta oración, atribuida a San Francisco de Asís, fue
compuesta por el sacerdote Esther Auguste
VISITA AL SANTÍSIMO (SAN ALFONSO MARÍA DE Bouquerel, y se publicó por primera vez en 1912 en la
LIGORIO) revista francesa La Clochette (la campanilla), boletín
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres mensual de la Liga de la Santa Misa.
permaneces, lleno de amor, en este Sacramento, de Señor, haz de nosotros un instrumento de tu paz.
día y de noche, esperando, llamando y recibiendo a Donde existe el odio, que nosotros pongamos el
cuantos vienen a visitarte. Creo que estás presente amor.
en el Santísimo Sacramento del altar. Te adoro desde Donde existe la ofensa, que nosotros pongamos el
el abismo de mi nada. perdón.
Te doy gracias por todos los beneficios que me has Donde existe la desesperación, que nosotros
hecho, especialmente por haberme dado en este pongamos la esperanza.
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Donde existe la duda, que nosotros pongamos la fe. ORACIÓN DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
Donde existen las tinieblas, que nosotros pongamos Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres
la luz. estáis noche y día en este sacramento, lleno de
Donde existe la tristeza, que nosotros pongamos la piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo
alegría. a cuantos vienen a visitaros: creo que estáis presente
Haz, Señor, que busquemos: en el sacramento del altar. Os adoro desde el abismo
saciar más que ser saciados, de mi nada y os doy gracias por todas las mercedes
comprender más que se comprendidos, que me habéis hecho, y especialmente por haberos
amar más que ser amados. dado vos mismo en este sacramento, por haberme
Porque es dando como se recibe, concedido por mi abogada a vuestra amantísima
es perdonando como se es perdonado, Madre y haberme llamado a visitaros en esta iglesia.
es muriendo uno a sí mismo como se nace a la vida Adoro ahora a vuestro Santísimo Corazón y deseo
eterna. adorarlo por tres fines: el primero, en acción de
gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar,
ORACIÓN DE SAN BUENAVENTURA para resarciros de todas las injurias que recibís de
Acción de gracias por la Misa y la Comunión vuestros enemigos en este sacramento; y, finalmente,
Traspasa, dulcísimo Jesús y Señor mío, la médula de deseando adoraros con esta visita en todos los
mi alma con el suavísimo y saludabilísimo dardo de tu lugares de la tierra donde estáis sacramentado con
amor; con la verdadera, pura y santísima caridad menos culto y más abandono. Me pesa de haber
apostólica, a fin de que mi alma desfallezca y se ofendido tantas veces a vuestra divina bondad en mi
derrita siempre sólo en amarte y en deseo de vida pasada. Propongo, con vuestra gracia, no
poseerte: que por ti suspire, y desfallezca por hallarse ofenderos más en adelante, y ahora, por más
en los atrios de tu Casa; anhele ser desligada del miserable que sea, me consagro enteramente a vos,
cuerpo para unirse contigo. Haz que mi alma tenga renuncio a mi voluntad y os la entrego por completo,
hambre de ti, Pan de los ángeles, alimento de las con mis afectos, deseos y todas mis cosas. De hoy en
almas santas, Pan nuestro de cada día, lleno de adelante haced de mí, Señor, todo lo que os agrade.
fuerza, de toda dulzura y sabor, y de todo suave Yo solamente quiero y os pido vuestro santo amor, la
deleite. Oh Jesús, en quien desean mirar los ángeles: perseverancia final y el perfecto cumplimiento de
tenga siempre mi corazón hambre de ti, y el interior vuestra santa voluntad. Os recomiendo las almas del
de mi alma rebose con la dulzura de tu saber; tenga purgatorio, especialmente las más devotas del
siempre sed de ti, fuente de vida, manantial de Santísimo Sacramento y de María Santísima. Os
sabiduría y de ciencia, río de luz eterna, torrente de recomiendo también todos los pobres pecadores.
delicias, abundancia de la Casa de Dios: que te Finalmente, amadísimo Salvador mío, uno todos mis
desee, te busque, te halle; que a ti vaya y a ti llegue; afectos y deseos a los de vuestro Corazón
en ti piense, de ti hable, y todas mis acciones amorosísimo, y así unidos los ofrezco a vuestro
encamine a honra y gloria de tu nombre, con humildad eterno Padre y le suplico, en nombre vuestro, que, por
y discreción, con amor y deleite, con facilidad y afecto, vuestro amor, los acepte y escuche. Así sea.
con perseverancia hasta el fin; para que tú solo seas
siempre mi esperanza, toda mi confianza, mi riqueza, ORACIÓN DE SAN AMBROSIO DE MILÁN
mi deleite, mi contento, mi gozo, mi descanso y mi Señor mío Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de
tranquilidad, mi paz, mi suavidad, mi perfume, mi temor por mis pecados, pero también lleno de
dulzura, mi comida, mi alimento, mi refugio, mi auxilio, confianza, porque estoy seguro de tu misericordia.
mi sabiduría, mi herencia, mi posesión, mi tesoro, en Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y
el cual esté siempre fija y firme e inconmoviblemente de que no he sabido dominar mi corazón y mi lengua.
arraigada mi alma y mi corazón. Amén. Por eso, Señor de bondad y de poder, con miserias y
temores me acerco a ti, fuente de misericordia y de
perdón; vengo a refugiarme en ti, que has dado la vida
por salvarme, antes de que llegues como juez a
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pedirme cuentas. Señor, no me da vergüenza Pureza, y por esto exiges y quieres tanta pureza en el
descubrirte mis llagas. Me dan miedo mis pecados, alma que te recibe en este dulcísimo sacramento,
cuyo número y magnitud sólo tú conoces; pero confío que, si fuese posible que la naturaleza angélica se
en tu infinita misericordia. Señor mío Jesucristo, rey purificase (no tiene ciertamente esta necesidad),
eterno, Dios y hombre verdadero, mírame con amor, debería purificarse para acercarse a tan gran misterio.
pues quisiste hacerte hombre para morir por nosotros. ¿Y cómo se purifica el alma? En el fuego de tu caridad
Escúchame, pues espero en ti. Ten compasión de mis y lavando su cara en la sangre de tu Hijo unigénito.
pecados y miserias, tú que eres fuente inagotable de ¡Oh miserable alma mía! ¿Cómo te acercas a tan gran
amor. Te adoro, Señor, porque diste tu vida en la cruz misterio sin esta purificación? Avergüénzate, digna de
y te ofreciste en ella como redentor por todos los habitar con las bestias y con los demonios, porque tus
hombres y por mí. Adoro, Señor, la sangre preciosa obras han sido siempre obras de bestias y has
que brotó de tus heridas y ha purificado al mundo de seguido la voluntad del demonio… ¿Qué haré,
sus pecados. Mira, Señor, a este pobre pecador, pues?… Me despojaré de mi fétido vestido y con la
creado y redimido por ti. Me arrepiento de mis luz de la santísima fe me miraré en ti y me vestiré de
pecados y propongo corregir sus consecuencias. tu eterna voluntad. Con esta luz conoceré que tú,
Purifícame de todas mis maldades para que pueda Trinidad Eterna, nos eres mesa, comida y servidor.
celebrar dignamente este santo Sacrificio. Que tu Tú, Padre Eterno, eres la mesa, que nos da la comida
Cuerpo y Sangre me ayuden, Señor, a obtener de ti del Cordero de tu unigénito Hijo. Él es para nosotros
el perdón de mis pecados y la satisfacción de mis manjar suavísimo, tanto por su doctrina, que nos nutre
culpas; me libren de mis malos pensamientos, de su voluntad, como por el Sacramento que
renueven en mí los sentimientos santos, me impulsen recibimos en la sagrada comunión, el cual nos
a cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de alimenta y conforta mientras somos peregrinos y
alma y cuerpo. Amén. caminantes en esta vida. Y el Espíritu Santo es, con
toda razón, el servidor, porque nos administra esta
ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO doctrina, iluminando con ella los ojos de nuestra
Miradme, oh mi amado y buen Jesús, postrado en inteligencia e inspirándonos que la sigamos. Nos
vuestra santísima presencia. Os ruego, con el mayor muestra también la caridad del prójimo y el hambre
fervor, que imprimáis en mi corazón vivos del manjar de las almas y de la salud del mundo
sentimientos de fe, esperanza y caridad, dolor de mis entero para honra de ti, Padre. De aquí vemos que las
pecados y verdadero propósito de jamás ofenderos; almas iluminadas en ti, Luz verdadera, no dejan pasar
mientras que yo, con todo mi amor y compasión, voy un momento sin que coman este suave manjar para
considerando vuestras cinco llagas, teniendo honra tuya. ¡Oh Trinidad Eterna, mi dulce Amor! Tú,
presente aquello que dijo de vos, Dios mío, el santo que eres Luz, danos luz. Tú, suma Fortaleza,
profeta David: «Han taladrado mis manos y mis pies fortalécenos. Que se disipe hoy, Dios Eterno, la nube
y se pueden contar todos mis huesos» (Sal 21,17). que nos oscurece, para que perfectamente
conozcamos y sigamos tu verdad con un corazón
ORACIÓN DE SANTA CATALINA DE SIENA limpio y sencillo. Dios, ven en nuestra ayuda. Señor,
¡Oh Deidad Eterna, oh alta y eterna Deidad! iOh sumo apresúrate a socorrernos. Amén.
y eterno Padre, oh Fuego que siempre ardes! Tú ,
Padre Eterno, alta y eterna Trinidad, eres fuego
inestimable de caridad. iOh Deidad, Deidad! ¿Qué
revelan tu bondad y tu grandeza? El don que has
dado al hombre. Y ¿qué don le has dado? Todo tú,
Dios, Trinidad Eterna…. Tú, suma y eterna Pureza, te
has unido con el barro de nuestra humanidad obligado
por el fuego de tu caridad. Y con este fuego, tú mismo
te has dado para nosotros en manjar. Y ¿qué manjar
es éste? Manjar de los ángeles, suma y eterna
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OTRAS ORACIONES DEVOCIONALES mi modelo. Atráeme a ti y dame la gracia de imitarte,


especialmente en la virtud que más necesito.
CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS
¡Oh Corazón adorable de Jesús, el más dulce, el más ACTO DE CARIDAD
amable y el más generoso de todos los corazones, Jesús Maestro, tú me dices: «Yo soy la vida»; «el que
que te consumes de amor en este altar, rodeado de come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna».
los ángeles que temblando te adoran! Lleno de En los sacramentos del Bautismo y de la
reconocimiento y de dolor, a la vista de tus beneficios Reconciliación me has comunicado esta vida, y en la
y de la ingratitud de los hombres, vengo a Eucaristía la alimentas haciéndote mi comida. Toma
consagrarme a Ti sin reserva y para siempre, como mi corazón; libéralo de los bienes, placeres y
una víctima cargada con mis pecados y los de mis vanidades de la tierra. Te amo con todo el corazón y
hermanos, y en particular los que tienen por objeto las sobre todas las cosas, porque eres bien infinito y mi
injurias con que has sido agraviado en el Sacramento felicidad eterna.
de tu amor. Quiero expiarlos con mi penitencia y mi ACTO DE ADORACIÓN
fervor, a fin de satisfacer a tu amor ofendido y reparar Te adoro presente en la Eucaristía, Palabra
tu gloria. Quiero emplear mi vida en propagar tu culto, encarnada, Hijo unigénito e imagen del Padre, nacido
y en ganar, si pudiese, todos los corazones en de María. En unión con María te ofrezco al
obsequio de tu amor. De aquí en adelante serás mi Padre:contigo, por ti y en ti, sea por siempre la
refugio en mis penas, mi luz, mi esperanza, mi alabanza, la acción de gracias y la súplica por la paz
fortaleza, mi consuelo y mi todo. A Ti solo ofreceré de los hombres. Ilumina mi mente, hazme discípulo
mis acciones, mis oraciones y mis lágrimas: tus fiel de la Iglesia; que yo viva de fe; que comprenda tu
sentimientos y deseos serán la regla de mi conducta. Palabra; que sea un auténtico apóstol. Haz, Maestro
Siguiéndolos caminaré siempre por las sendas de la divino, que la luz de tu Evangelio llegue hasta los
justicia y de la paz. Recibe mi corazón, Jesús mío, o últimos confines del mundo.
mejor dicho tómalo tu mismo; cámbialo, para hacerlo
digno de Ti; hazlo humilde, dulce y generoso como el ACTO DE PETICIÓN
tuyo, abrasándolo en tu amor. Escóndelo en tu Te amo, Jesús, mi vida, mi alegría y fuente de todo
Corazón, uniéndolo al Corazón Inmaculado de María, bien. Quiero amarte cada día más, a ti y a los hombres
para que nunca vuelva a tomarlo. Antes morir que redimidos con tu sangre. Tú eres la vid y yo el
volver a ofender ni disgustar tu Corazón adorable. sarmiento: quiero estar siempre unido a ti para dar
Quiero en la vida, en la muerte y en la eternidad ser frutos abundantes. Tú eres la fuente: dame gracia
todo de tu amor. Amén. cada vez más abundante para mi santificación. Tú
ACTO DE FE eres la cabeza; yo, uno de tus miembros:
Jesús, verdad eterna, creo que estás realmente comunícame tu Espíritu Santo con todos sus dones.
presente en la Eucaristía, con tu cuerpo, sangre, alma Venga a nosotros tu Reino, por María. Conforta y
y divinidad. Oigo tu invitación: «Yo soy el pan vivo salva a las personas que amo. Acoge en tu Reino a
bajado del cielo». «Tomad y comed; esto es mi los difuntos. Multiplica y santifica a los llamados al
Cuerpo». Creo, Señor y Maestro, pero aumenta mi apostolado. Bebemos en el cáliz de la santidad.
débil fe. Líbranos por siempre del mal. Recibiremos con
reverencia tu Cuerpo santísimo, nos saciaremos de tu
ACTO DE ESPERANZA dulzura, Señor. Nos has dado el pan del cielo: el
Jesús, único camino de salvación; tú me invitas hombre ha comido el pan de los ángeles. Amémonos
diciéndome: «Aprended de mí» … y, sin embargo, los unos a los otros, porque Dios es caridad. El que
¡qué poco me asemejo a ti! Señor, no soy digno de ama a su hermano ha nacido de Dios y lo contempla,
que entres en mi casa; pero una palabra tuya bastará en él es perfecta la caridad. Padre santo, da paz a los
para sanarme. Tú, Jesús, complaciste al Padre; eres sacerdotes, que reparten el Cuerpo de Cristo; da la
paz a los gobernantes y al pueblo, que reciben el
Cuerpo de Cristo. Amén.
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ANIMA CHRISTI
Alma de Cristo, santifícame, Cuerpo de Cristo,
sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del
costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo,
confórtame. Oh buen Jesús, óyeme. Dentro de tus
llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti.
Del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi
muerte, llámame y mándame ir a ti, para que con tus
santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén.

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