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All content following this page was uploaded by Rosita Andrea Pantoja Barco on 14 February 2022.
ISBN: 978-958-5569-18-8
189.5
P198s
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina
publicaciones@ut.edu.co
rapantojab@ut.edu.co
Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio,
sin permiso expreso del autor.
Contenido
Introducción.....................................................................................9
Capítulo 1
Soy sabia… un lenguaje salido de la sierra............................... 15
Capítulo 2
María Sabina o el encuentro del ticiotl
y el filósofo..................................................................................... 25
Capítulo 3
Hongos como flor y canto: la palabra hermosa, el libro........ 71
Capítulo 4
El cuerpo que se cede, los trabajos desde dentro.................... 89
Bibliografía................................................................................... 147
Resumen
7
Fuente: Freepik.es
INTRODUCCIÓN
9
El Todo (o el Absoluto) es lo único
que vive; cada individuo sólo vive en
proporción a su proximidad al Todo,
esto es, en la medida en que una ek-
stasis lo arrebata de su individualidad.
Franz von Baader
E
l lector encontrará a continuación bajo la forma genérica del
ensayo científico, una serie de pequeños textos que utilizando
datos obtenidos de un proceso de investigación científica,
y que tratados bajo criterios de orden narrativo intentan aproximarse
desde aristas distintas a los cantos de María Sabina para vincularlos con
la noción de acontecimiento, estableciendo como método de trabajo
para lograr el vínculo, la estructura –la forma- de la experiencia mística, el
trazado de una “vía mística”. La lectura que se ofrece en estos apartes no
pretende enmarcarse dentro de lo que podría llamarse una etnografía de
corte antropológico, y tampoco se trata de un texto de erudición sobre
el chamanismo en Meso y Norte América, práctica que bien pudiera
pensarse es central en este texto, en tanto María Sabina ocupa el centro
de la reflexión; por el contrario, el texto se centra en la intuición y ensayo
de conexiones entre el canto, el acontecimiento y sus resultados místicos.
Así pues, los textos que se presentan son una lectura producto de
la construcción de un entramado de conexiones entre ideas de distintas
tradiciones, pero que en un momento se encuentran. Son apartes
intuitivos, incluso vivenciales; no obstante, un componente teórico
permitirá enlazar dichas intuiciones con el tema central, la relación
mística-acontecimiento. 11
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina El interés general del texto es el de mostrar algunos de los elementos
del sistema místico de María Sabina, por ello consideraciones del llamado
chamanismo no han sido tenidas como imprescindibles para este trabajo,
entre otras razones, porque considero que nos aleja del problema central:
mística-acontecimiento (al menos por el tono que tiene la relación que
establecemos entre estos), seguimos en ese sentido las características dadas
al fenómeno místico en autores como Underhill, James, Otto, De Certeau, y
vemos cómo María Sabina se acerca y distancia de tales consideraciones, el
ejercicio es interesante pero no está completo, debo manifestar que es un
acercamiento inicial que no intenta concluir nada en absoluto, sino ofrecer
una lectura de la experiencia del canto y del modo como este canto tiene
el poder para obrar.
Ahora bien, para que el lector se haga una idea de lo que encontrará,
presentaré brevemente el contenido de cada uno de los apartes.
12
En el primero, que he llamado “Soy sabia… un lenguaje salido de la
Introducción
Sierra”, presento los elementos más destacables de la vida de María Sabina.
En el segundo, “De la magia de la naturaleza, de la invocación divina y de
las formas del lenguaje: la estructura del sistema de la sabiduría mágica”, se
intenta a partir de una revisión de la figura del tlamatine, mostrar la relación
entre éste y las prácticas de María Sabina, sobre la hipótesis de que en ella
perviven tanto el prestigio como el saber práctico que caracterizaban a
éste. El tercero, “Hongos como flor y canto: la palabra hermosa, el Libro”,
explora justamente el problema de la escritura y la lectura, el problema del
conocimiento en María Sabina, el modo como éste ha sido logrado. En el
cuarto, “El cuerpo que se cede, los trabajos desde dentro”, nos enfocamos en
el problema del cuerpo como ámbito para el conocimiento, en las técnicas
de conocimiento que en María Sabina tienen unas muy complejas técnicas
corporales con mediación de los hongos sagrados. El último, “El canto de los
trece cielos, hacer de la palabra hacer el acontecimiento: de las posibilidades
para pensar la cartografía de una experiencia”, es el más experimental de
los apartes, en éste, se intenta establecer un acercamiento a los significados
y las relaciones que los distintos momentos del canto sagrado de María
Sabina manifiestan, para luego vincularlos con la cosmovisión ancestral
nahuatl, con la vía mística occidental y con algunos símbolos y arquetipos.
Por último presentamos unas consideraciones finales.
13
Fuente: Freepik.es
Capítulo 1
15
Hay un mundo más allá del
nuestro, un mundo que está lejos,
también cercano e invisible. Ahí es
donde vive Dios, donde vive el muerto
y los santos. Un mundo donde todo ha
pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo
habla. Tiene un idioma propio. Yo
informo lo que dice. El hongo sagrado
me toma de la mano y me lleva al
mundo donde se sabe todo. Allí están
los hongos sagrados, que hablan en
cierto modo que puedo entender. Les
pregunto y me contestan. Cuando
vuelvo del viaje que he tomado con
ellos, digo lo que me han dicho y lo que
me han mostrado.
María Sabina.
M
aría Sabina, cuyo nombre es María Sabina Magdalena
García, nace el 22 de julio de 1894 en Huautla de Jiménez,
Sierra Mazateca estado de Oaxaca, México1. Nace en el
seno de una familia de médicos tradicionales, que usaba plantas y hongos
para sus curaciones, esto implica que pudo haber recibido desde temprana
edad conocimiento sobre el uso tradicional de las plantas, pero lo claro
es que existía una cercanía con ellas. Hija de María Concepción y Crisanto
Feliciano queda huérfana de padre a los tres años, tras lo cual se va con
1 Todos los datos biográficos están basados en el Texto de Álvaro Estrada (1977). Vida de María
Sabina. La sabia de los hongos.
17
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina su madre –que no se casa nuevamente– y hermana a vivir a Cerro Fortín,
muy cerca del Nindó Tocoxho (Cerro de Adoración, lugar de habitación
del Chicón Nindó) con sus abuelos maternos: Manuel Cosme y María
Estefanía, que se dedicaban a la cría del gusano de seda, al pastoreo y a
la agricultura tradicional de maíz (zea mays) y fríjol (phaseolus vulgaris)
(Estrada, 1977) Según cuenta María Sabina en la biografía realizada por
Álvaro Estrada (1977), los años de infancia fueron duros debido a las
condiciones económicas de la familia, pero fue justamente esta condición
material de vida la que permitió su primer encuentro con los hongos; un día
mientras cuidaba las gallinas de su abuela junto a su hermana María Ana,
cuenta María Sabina que sintió tanta hambre que consumió los hongos
que vio en el campo, asumiendo por lo que conocía de los hongos que
no le causarían ningún daño –ya que estos habían curado a su tío Emilio
Cristino–, administrados por el sabio Juan Manuel en una velada a la que
asistió (Ibíd.). En varias ocasiones ocurrió esta ingesta de hongos, en una
de esas ocasiones cuenta María Sabina, debieron ser llevadas en brazos
hasta la casa por encontrarse junto a su hermana en un estado de “realidad
diferenciada”. (Ibíd.)
Durante los años de viudez María Sabina tendrá ocasión para consumir
hongos y usarlos con propósitos médicos administrados por ella misma.
Cuenta María Sabina que enfermando María Ana su hermana, de dolores
agudos en el vientre y viendo que los curanderos contratados para aliviarla
no surtían efecto, decide tomar los niños santos, pues sabía que ellos
tenían el poder para curarla, en efecto así lo hace, consume muchos para
obtener un “poder inmenso”, cerca de 30 pares de los llamados “derrumbe”
(psilocybe caerulescens) y le da tres pares a su hermana enferma. (Ibíd.)
Los hechos de la velada son narrados por ella en la entrevista a Estrada,
fundamentalmente describe la manera cómo actúan los hongos, la visión
de los Seres Principales, la entrega del Libro de la sabiduría y el poder
del Lenguaje, la visión del Chicón Nindó, el baile, los cantos, el chiflido y
los aplausos hasta su “retorno al mundo humano” y la constatación de
que su hermana había sido curada. A partir de esa curación dice María
Sabina tuvo fe en los niños santos, y al darse cuenta la gente de la terrible
enfermedad de María Ana y de cómo había sido sanada por María Sabina,
muchos llegaban de cerca y de lejos para ser curados por el Lenguaje de los
niños santos. (Ibíd.)
Por estos años, su fama como sabia traerá a su casa a gran número de
personas a quienes curará a través de los hongos, por esta actividad no
recibe retribución monetaria, su sostenimiento material seguirá anclado
a su actividad de la venta de comida en su casa, de la venta de velas y pan
en san Miguel y Tenango y de la ayuda de su hijo Catarino. El negocio de la
venta de comida y aguardiente traerá sin embargo algunos contratiempos,
20 en una ocasión, cuenta María Sabina a Estrada, un visitante de nombre
Crescencio la hirió con arma de fuego en un ataque en el que María Sabina
23
Fuente: Freepik.es
Capítulo 2
MARÍA SABINA O EL
ENCUENTRO DEL TICIOTL
Y EL FILÓSOFO
25
En verdad, yo nací con mi destino.
Ser sabia. Ser hija de los niños santos.
María Sabina
M
aría Sabina se declara, se autodenomina “Sabia”, y es esta
afirmación la que ocupa el papel central en este apartado.
La sabiduría de la que habla María Sabina le viene, si nos
atenemos a lo expresado en su biografía, de sus antepasados, quienes
eran sabios con el poder de curar, no olvidemos que la sabiduría de la
que se hace heredera María Sabina se aparta del tipo de saber requerido
en el curanderismo y la brujería, prácticas de las que ella se aparta
categóricamente. Ahora bien, siendo este el interés, conviene también
mencionar el punto de partida: la intuición. Si María Sabina se llama a sí
misma Sabia y lo reitera en varios pasajes de su biografía, y si su sabiduría
se ha prolongado por generaciones en su familia (abuelos, tíos), por qué
no intentar conectar este saber con un sistema mayor (en el sentido de
amplitud) de conocimiento. Estamos refiriéndonos a los vínculos que
pueden existir entre el sentido de las prácticas -místicas- materiales de
María Sabina (su canto con poder sanador) y las consideraciones filosóficas
que sobre el canto se construyen en la filosofía náhuatl, a través del
personaje más cercano a la función de María Sabina, el tlamatine y en la
“ciencia nahutl”, el ticiotl. A esto le agregaremos dos vínculos más, por un
lado, con la magia, tal como la concibe Giordano Bruno, para hablar del
poder, de la voluntad para obrar que es en efecto el poder del canto de 27
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina María Sabina y por el otro con la vía mística o fases de la mística cristiana:
purgativa, iluminativa, unitiva y los procesos que se dan en cada una de
ellas.
Para hablar del Sabio, así como de cualquier otro personaje o tema, es
necesario detenerse en el sentido de la palabra misma: sentidos plurales
del término, como diversos tipos de sabios. Giordano Bruno (2007) nos
menciona una amplia posibilidad al respecto: sabios como los Hermes
Trismegisto, druidas, gimnosofistas, cabalistas, magos, agregaríamos
nosotros al tlamatini y el ticiotl, así como el the wala, el jaibaná o el tsembua,
entre otros. Por otro lado, el término sabio (en sentido general, pues el
término se especifica en cada tradición y contexto cultural de modos
concretos y bajo reglas sociales singulares) se usa para designar al que posee
sabiduría, o un tipo de conocimiento especializado según criterios sociales
en contextos particulares que determinan los grados o intensidades en los
saberes o de lo que puede ser considerado de ese modo. De igual manera,
28 hablamos de sabio para indicar una cierta praxis, un modo de estar que por
lo general se expresa en términos distintos al de las operaciones cotidianas.
2 Así por ejemplo, hay entre mucho otros, según la tipología planteada por Giordano Bruno
(2007), un tipo de hombres y mujeres de conocimiento o sabedores vinculados al manejo de las
propiedades simpáticas y antipáticas de las cosas y los seres. Sabios numerólogos que dominan la
magia matemática en la cual por medio de palabras, formulas, relaciones numéricas, imágenes,
caracteres, ideogramas se explica el mundo, estos sabios son quizá filósofos de lo oculto. Sabios
oradores, magos que invocan mediante ruegos e invocaciones a las potencias o seres superiores,
29
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina de prácticas médicas, por ejemplo, son muchas las especialidades y por
lo tanto, diversas también las maneras de llamar a los hombres y mujeres
que las ponen en práctica. En algunos contextos al hombre y la mujer
especialista en el arte de curar se le conoce como curandero o curandera,
sin que evidentemente la palabra “curandero” dé cuenta de la variabilidad
de posibilidades de consideración y tratamiento de la enfermedad, de
las técnicas empleadas para restablecer el equilibrio del binomio salud-
enfermedad, y de las funciones sociales que estos actores cumplen en
cada uno de sus contextos. No obstante, para los curanderos y sabedores
en el campo de la salud, el oficio se aprende principalmente a través de
la práctica empírica, básicamente a partir de la observación de este tipo
de prácticas en el entorno familiar, esto no excluye la posibilidad de que
algunos curanderos, sabedores y sanadores adquieran su conocimiento a
través de formas como los sueños, el estudio y el pago por el aprendizaje
con un curandero o sabio de mayor edad. O en casos específicos a través
de la ingestión de enteógenos (hongos Psylocybe o las semillas de Turbina
corymbosa entre los mazatecas y mixes de Oaxaca) como sería el caso de
María Sabina, quien además refiere ser parte de una tradición de hombres
y mujeres de conocimiento y que reiteradamente establece diferencias
entre su arte de curar y el del curandero que usa huevos de guajolote y
el hechicero que daña. Heim (1958) documentó la existencia de “que
curanderos mazatecas de ambos sexos, así como mixes y chinantecos,
utilizan el Psylocybe o la Turbina corymbosa para asistirse en la posibilidad
de “llegar” a la obtención del diagnóstico correcto, o para prescribir
tratamientos eficientes” (Heim, R. y Wasson, R.G., 1958)
encargados de las consagraciones, los ritos y los sacrificios dedicados a los dioses, demonios y
héroes, su interés es lograr que los seres superiores tomen posesión de él y mediante este acto
de posesión, actúen como su instrumento a favor de los interesados; sabiduría y magia teúrgica,
también llamada metafísica o trans-natural. Sabios necromanticos y pitónicos que inspirados por
espíritus superiores, de difuntos, objetos o granos de maíz, revelan el por venir. Sabios y magos que
usando objetos realizan conjuros para provocar efectos maléficos o benéficos. Sabios vinculados
30 con potencias adivinatorias, aquí encontramos augures, haruspices, geománticos, profetas, entre
otros.
y sólo en ocasiones especiales, es decir, con una compleja ritualización
Entre los mixes, por ejemplo, la figura del curandero que usa hongos
(a quienes llaman “nuestros señores”) se ve reforzada por el hecho de
que los curanderos usan con frecuencia plegarias de clarividencia y
ofrecimientos (como los sacrificios animales), con lo cual la población los
percibe como individuos “diferentes” del resto de la comunidad, por lo
tanto, gozan de mayor prestigio y poder que otros de sus colegas (Lipp,
1991). Pero es este papel diferenciado del hombre de conocimiento el
que también complejiza su relación con la comunidad y el modo cómo
su saber es considerado por los otros, así, el acceso a lo sobrenatural que
tiene el sabedor o sabedora hace de ellos sujetos ambivalentes a los ojos
de la sociedad, pues por un lado son vistos como fuente de sabiduría, con
la capacidad para controlar lo sobrenatural, sobre todo lo maligno que
causa la enfermedad, pero por otro lado, “el rol social del curandero es
precario debido a que históricamente se le ha considerado responsable
por enfermedades atribuidas a la brujería”3 (Ibíd.). Estas creencias no sólo
existen entre los indígenas, sino también en las poblaciones no-indígenas
de Oaxaca. La brujería tiene vínculos fuertes con sentimientos como la
envidia y/o con relaciones poco amistosas entre el paciente y personas de
su entorno, a tal punto, que es susceptible que se le inflija un mal (Ibíd.),
en algunos casos sobre el curandero recae la violencia de la comunidad,
bien porque esta atribuye a su trabajo un daño o cuando por omisión el
daño se presenta. (Nahmad Sitton, 1965).
3 Hechicería y brujería son dos formas diferentes de comportamiento social, pero generalmente son
consideradas en una misma categoría, esto hace que el entendimiento de los sistemas médicos
indígenas en algunas zonas de México sea compleja y/o dificultosa.
31
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina sido construida en un sentido peyorativo, atravesada además por juicios
axiológicos y posiciones etnocentristas, pero ésta asociación no le resta
ni el poder ni el prestigio (y tampoco el temor que puede generar) del
que gozó -y gozan- estos individuos en otras sociedades y tiempos, en
los cuales ocupó una posición privilegiada, llegando inclusive a ser él o
ella quien detenta el poder político y la toma de decisiones. Uno de estos
casos, entre la enorme diversidad de expresiones y acciones de este tipo
de actor social, al menos en las sociedades prehispánicas -meso y norte
americanas-, es el ticitl – ticiotl (sistema médico) (médico=ticitl)– en sus
diferentes especialidades, principalmente bajo el nombre de Chotá-a
Tchi-né, también lo es en la figura de tlamatini; el primero que vincula su
sabiduría a la medicina y todas las artes que curan, el segundo al manejo
y conocimiento de los hongos y el tercero al pensamiento metafísico,
los tres en el mundo náhuatl, vinculados pero con grandes diferencias
en cuanto al tipo de conocimiento, las técnicas curativas empleadas,
los nombres según las distintas configuraciones sociales, los roles y
significados sociales de su presencia. En este texto me interesa lo que de
común tienen estas tres expresiones de ese saber, pues lo que se desea es
mostrar el modo como el hombre y la mujer de conocimiento mazateco
se relacionan con otras formas ancestrales de saber, sobre todo con lo que
de tlamatine sobrevive en sus prácticas. Ahora, el uso del término sabio
en este texto, no debe entenderse como una generalización, sino como
una manera “relativa” para llamar a cierto tipo de acciones. Nos parece
que es preciso y conveniente, asumir en este texto al sabio como aquel
que aliado del saber tiene un poder para obrar. En el caso de María Sabina
el poder tendría que ver con el decir del canto y su poder curativo, en
tanto lo que el canto dice, describe un momento especial de revelación
de lo sagrado, una hierofania.
Considero pues a María Sabina como una sabia, sabia ticitl, Chotá-a
Tchi-née y tlamatini; y así lo expresa –ser sabia- ella misma en la biografía
realizada por Álvaro Estrada, pero como sabia que es, su sabiduría debe
ser explicitada, asentada en una reflexión que tenga en consideración
eso que se manifiesta como “poder para obrar” a partir de su contexto
cultural concreto. Entiendo además que en María Sabina el saber tiene
que ver con su participación en un sistema de conocimiento vinculado
con la mística. Una mística que se expresa en un conjunto de prácticas de
32 triple configuración: de la naturaleza, del orden de lo divino y, geométrica
o de las conjunciones (Bruno, 2007). La primera como una experiencia de
El ticiotl tiene toda una serie de especialidades (ver tabla 1.), recursos
diferenciados y técnicas específicas, del mismo modo, cumple papeles
benéficos o maléficos para el grupo social. Sahagún aplicó a estos médicos
36 la escala de valores de Occidente, por lo cual, quedaron clasificados o bien
como buenos o como malos, lo cual trae como consecuencia la separación
Especialidad Actividad
Médico. Conoce y domina las propiedades misteriosas de
Tepatiani
las plantas
Texoxotla Zurujano
Teitzminqui Sangrador
Texoxqui Chocarrero
Cojo hipnotizador
Tecotzquani
Inspira miedo y reverencia
Médicos naguales
Nahualli
Capaces de dirigirse a las divinidades
39
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Tabla 2. Enfermedades y padecimientos5.
Enfermedades de frío o
humedad
Gota
Tullimiento
Envaramiento del pescuezo
Encogimiento de algún Abuso del pulque Tlaloc
miembro
Pararse yerto
Desviación de la boca
Temblor generalizado
Fluxión de los ojos
Apostemas
Sarna Xipe totec
Enfermedades oculares
Pobreza y miseria
Quebrantamiento del ayuno
Enfermedades contagiosas e Titlacahuan
por relaciones sexuales
incurables
Almorranas
Podredumbre del miembro
secreto Macuilxochitl
Diviesos
Encordios
Sarna
Bubas contagiosas e Xochiquetzal
incurables
42
María Sabina o el encuentro del ticiotl y el filósofo
Sacerdotes, yo os pregunto:
¿De dónde vienen las flores que embriagan?
¿De dónde vienen los cantos que embriagan?
Imagen 2. Nanacatl. Codice Florentino. Libro XI, fol 142. Tomado de https://
www.wdl.org/es/item/10622/view/1/286/
45
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina
48
Tabla 3. Enteógenos de uso en la Mazateca6
Planta serpiente
Don Diego de día
Semillas de la Virgen o Santo
Contiene alcaloides parecidos
Rosario Turbina corymbosa Asociadas a la virgen de Guadalupe u Control de hemorragias pos
al ergot del cornezuelo del
Ipomea vioalcea otras advocaciones de la virgen. parto
centeno, produce efectos
Ololiuhqui
parecidos a los causados por
el LSD
6 Construida con información tomada de Villanueva Hernández, 2007; Schultes y Hofmann, 2000; Flórez Morales, 2003
49
50
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina
Ska pastora
Ska María pastora
Salvia divinorum epl.
Hojas de la pastora Planta María
Y jat
Componente activo salvorina
AyB
Elaboración de amuletos
Cataplasmas
Copal
Fumado
Mascado
Purificar
Quita el aire
Protección en viajes
Tabaco San Pedro Untado en las piernas ayuda
Nicotina rustica
Picietl con el cansancio
Cura picaduras de víboras y
otros animales venenosos
Aplaca dolor y quita hinchazón
Cura escalofríos, fiebres,
convulsiones, enfermedades de
los ojos. Trastornos intestinales
y nerviosos, enfermedades de la
piel, vías urinarias entre otras.
Justo Juez Sin información
Sobre este asunto, el “chamanismo” en la sierra Mazateca, resulta
Como dueños de los territorios donde hay cuevas, pedir permiso para
entrar en estos territorios es una práctica recurrente entre los mazatecos.
Además de cuidar el territorio, estos seres regulan las actividades diarias de
la comunidad. Hay al mismo tiempo una relación concreta con deidades
celestes como el sol y la luna, con personalidad propia y estatus divino.
Toda deidad, todo ser sobrenatural, toda persona y ser viviente se sitúa en
un espacio determinado con orientaciones específicas: este-oeste, norte-
sur, arriba-abajo, interior-exterior, atrás-adelante. (Ibíd.: XX). La orientación
establece una regla ritual, esencialmente con la disposición del altar en las
ceremonias de curación.
O bien, “Señor, mira a estos hijos tuyos, diosito, protégelos, son buenos,
son jóvenes, están aquí, límpialos. Jesucristo, son jóvenes, viene de lejos, los
honguitos les ayudaran…” (Filogonio García, Huautla, 2012)
¿A dónde iremos?
Sólo a nacer venimos.
Que allá es nuestra casa:
donde es el lugar de los descarnados.
63
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Sufro: nunca llegó a mí alegría, dicha.
¿Aquí he venido sólo a obrar en vano?
No es ésta la región donde se hacen las cosas.
Ciertamente nada verdea aquí:
abre sus flores la desdicha. (Cantares Mexicanos fol. 4; v. AP I,3. En
Ibíd.: 59)
1. El sabio: una luz, una tea, una gruesa tea que no ahúma.
2. Un espejo horadado, un espejo agujereado por ambos lados.
3. Suya es la tinta negra y roja, de él son los códices, de él son los
códices.
4. El mismo es escritura y sabiduría.
5. Es camino, guía veraz para otros.
6. Conduce a las personas
7. El sabio verdadero es cuidadoso (como un médico) y girada la
tradición.
65
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina 8. Suya es la sabiduría transmitida, él es quien la enseña, sigue la
verdad.
9. Maestro de la verdad, no deja de amonestar.
10. Hace sabios los rostros ajenos, hace a los rostros tomar una cara
(una personalidad), los hace desarrollarla.
11. Les abre los oídos, los ilumina.
12. Es maestro de guías, les da su camino,
13. de él uno depende.
14. Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos;
hace que en ellos aparezca una cara (una personalidad)
15. Se fija en las cosas, regula su camino, dispone y ordena.
16. Aplica su luz sobre el mundo
17. Conoce lo (que está) sobre nosotros (y), la región de los muertos.
18. (Es hombre serio).
19. Cualquiera es confortado por él, es corregido, es enseñado
20. Gracias a él la gente humaniza su querer y recibe una estricta
enseñanza.
21. Conforta el corazón, conforta a la gente, ayuda, remedia, a todos
cura (Códice Matritense, vol. VIII, fol 118r y 118v.; AP I, 8. En Ibíd.:
65)
Como se verá más adelante en los cantos de María Sabina, así como en
muchos de los pasajes de su vida referidos en este escrito, estas cualidades,
sumamente valoradas por ella, serán reiterativamente manifestadas -y en
efecto, el nivel alcanzado por María Sabina en el dominio de las técnicas,
si así quiere decirse, para utilizar una expresión de Eliade, del éxtasis-,
mostrando que si no fuera por este carácter del sabio, la relación entre
el consumo de hongos y la discursividad extática de la sabia mazateca
sería imposible, una extrema fuerza intelectiva y afectiva se necesita para
sobrevolar los terrenos complejos del océano interior al que empuja la
experiencia de lo sagrado.
Los que están mirando (leyendo), los que cuentan (o refieren lo que
leen)
Los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices.
Los que tienen en su poder la tinta negra y roja (la sabiduría) y lo
pintado,
ellos nos llevan, nos guían, nos dicen el camino.
Líneas 17-19. –Los que están mirando (leyendo), los que cuentan (o
refieren los que leen). Los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices.
Los que tiene en su poder la tinta negra y roja (la sabiduría) y lo pintado.
Se alude aquí a otra de las ocupaciones principales de los tlamatinime
o sabios nahuas: leen y comentan la doctrina contenida en los códices. 67
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Con una viveza y realismo maravillosos, se los muestra “volviendo
ruidosamente las hojas de los códices”, cosa inevitable ya que siendo
éstos largas tiras de papel hechas con cortezas de amate (ficus petiolaris)
secas y endurecidas, al irse desdoblando necesariamente producían un
ruido característico que evocaba la figura del sabio. (Ibíd.: 78)
llevan consigo
la tinta negra y roja,
los códices y pinturas,
la sabiduría (tlamatiliztli).
Llevan todo consigo:
Los libros de canto y la música de flautas. (Códice Matritense. vol.
VIII, fol. 192, r., AP I, 12. En Ibíd.: 81)
68
Médico, “sabio” o sabedor: Chjota Chjine, se vinculan en el hacer, en el
1. “Y se refiere, se dice
2. que Quetzalcóatl, invocaba, hacia su dios a algo (que está) en el
interior del cielo.
3. a la del faldellín de estrellas, al que hace lucir las cosas;
4. Señora de nuestra carne, Señor de nuestra carne;
5. la que está vestida de negro, el que está vestido de rojo;
6. la que ofrece suelo (o sostiene en pie) a la tierra, el que la cubre
de algodón.
7. Y hacia allá dirigía sus voces, así se sabía, hacia el lugar de la
Dualidad, el de los nueve travesaños con que consiste el Cielo…”
(Anales de Cuauhtitlán, AP I, 15. En Ibíd.: 90)
70
Fuente: Freepik.es
Capítulo 3
71
Más tarde, en completa oscuridad,
hablaba, hablaba y hablaba. Su
lenguaje era muy bonito. A mí me
gustó. Por momentos el sabio cantaba,
cantaba y cantaba. No comprendía
exactamente sus palabras pero a mí
me agradaba. Era un lenguaje diferente
al que nosotros hablamos en el día. Era
un lenguaje que sin comprenderlo, me
atraía. Era un lenguaje que hablaba de
estrellas, de animales y de otras cosas
desconocidas para mí.
María Sabina
E
n la biografía de María Sabina, una proposición se reitera: “soy
sabia”, a la que siguen afirmaciones como “el libro de la sabiduría”,
“la lengua de dios”, “lenguaje bonito”, “me transformo en dios”,
estas expresiones lejos están de ser meros enunciados; por el contrario,
podría pensarse que se trata de flujos de devenir, afirmaciones que jalan
el lenguaje en los dos sentidos –un lenguaje sagrado de naturaleza dual-.
Se trata de un lenguaje que deviene y en su devenir tiene el poder para
obrar, en María Sabina el lenguaje escaparía del régimen del significante,
instauraría por contra un flujo de afectos por el cual el mundo toma forma
en la lengua de los niños santos.
Relata María Sabina que una vez viuda, toma la decisión de volver a
tomar hongos, cosa que no había hecho mientras permaneció casada,
dado que María Sabina considera contraproducente tomar hongos y
mantener una vida sexual activa. Es interesante que la ocasión para volver a 75
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina establecer el encuentro con los hongos se deba a la enfermedad que padecía
su hermana María Ana, enfermedad que no había sido posible curar, aun
recurriendo a curanderos poderosos. Pero lo que nos interesa resaltar es la
relación que María Sabina va estableciendo entre la ingestión de los niños
santos y el lenguaje. “Poco a poco sentí que podía hablar cada vez con
mayor facilidad” (Ibíd.: 55), dice María Sabina, habla que más adelante se
vinculará al canto, “hablaba y cantaba. Sentía que cantaba bonito” (Ibíd.),
dice ella. Seguido a esto cuenta haber recordado una visión: “Aparecieron
unos personajes que me inspiraban respeto. Yo sabía que eran los Seres
Principales de que hablaban mis ascendientes [ancestros]. Ellos estaban
sentados detrás de una mesa sobre la que había muchos papeles escritos
[Entre los mixes, a los curanderos indígenas más especializados y de mayor
prestigio se llamaba “abogados.”] Yo sabía que eran papeles importantes.”
(Ibíd.).
7 Gordon Wason en la introducción a la biografía de María Sabina realizada por Estrada y la cual
se constituye en nuestra fuente principal, califica a María Sabina como “sabia octogenaria y
ágrafa", interesante contrasentido, considerando esta potente imagen del libro que no solo parece
muy temprano en su relato, sino que se mantendrá a lo largo del mismo. En efecto, es ágrafa,
pero lectora virtuosa de un libro escrito en caracteres prodigiosos sólo accesible en su devenir
teonanacatl.
77
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina será confirmada/investida como sabia. Como tradición que es, el libro en
cuanto tal implica la idea de retorno, el libro como regreso al fundamento,
al Ometeolt, a la madre, a la propia casa, a la raíz de todo cuanto puede
decirse.
(…)
Suya es la tinta negra y roja, de él son los códices, de él son los códices.
El mismo es escritura y sabiduría.
(…)
Conoce lo (que está) sobre nosotros (y), la región de los muertos.
(Es hombre serio).
(…) (Códice Matritense, vol. VIII, fol. 118r y 118 v.; AP I, 8. En León
Portilla, 1974: 65) 79
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Sabio y serio en el conocimiento de lo escrito y en ese sentido,
conocedor de lo perdurable, la región de los muertos, realidad última
imperecedera más allá de los soles. De tinta negra y roja es su sabiduría,
de los dioses procede, rojo y negro como combinación que marca el
conocimiento de lo oscuro, de lo que permanece en las brumas, más allá
de nuestro entendimiento, ocaso y nacimiento, tiempo circular. Dueño
de los códices, de las formas de decir lo incognoscible. María Sabina se
reclama entonces escritura y sabiduría como los tlamatinime lo fueron
en otros tiempos. El códice y su actualización como libro blanco de gran
tamaño donde se escribe la memoria toda del saber-hacer-conocimiento.
“El sabio como poseedor de los códices: Amoxtli, los viejos libros nahuas
hechos de tiras de “papel” de amate (ficus petiolares), (…)” (Ibíd.: 66). Y
sobre esta fibra, sobre la invisibilidad del libro blanco, la tinta negra y roja
ahora de transparencias insólitas, nos remiten al fundamento mismo del
mundo, al dios de la dualidad, Señor y Señora de nuestra carne, dicen los
códices, la que se viste de rojo y negro, la que está vestida con el color de la
sangre, señora y señor del día y la noche, claridad y bruma, simultaneidad.
Acontecimiento. “Tlilli Tlapalli, a la letra significa que el sabio es tinta
negra y roja. Pero como la yuxtaposición de dichos colores (…) significa
la representación y el saber de las cosas de difícil comprensión y del más
allá, hemos creído conveniente dar aquí este su obvio sentido metafórico:
escritura y sabiduría.” (Ibíd.: 67), incluso allá en la región de los muertos, en
el topan, en el mictlan, en aquello que nos sobrepasa, orden “sobrenatural”
del conocimiento, noúmenon. Rojo y negro, señor y señora, día y noche,
presencia e invisibilidad, los dos sentidos a la vez, devenir que en María
Sabina se revelará en la velada con hongos:
Sabia del libro blanco, sabia que lee en la escritura imposible de los ojos
que no deben ver nada para que luego entonces se abran al conocimiento.
Tener los ojos cerrados y abiertos a la vez, estar ante lo invisible, lo blanco
y sin embargo leer los caracteres de lo escrito para otra forma de los ojos,
la visión de lo transparente. Tinta aérea y sonora que no se ve, pero que se
lee de un modo inimaginable. “La que está vestida de negro: tecolliquenqui;
el que está vestido de rojo: yeztlaquenqui.” (León Portilla, 1974: 91). Acto de
leer que pone en juego la potencia mágica del descifrar lo impalpable. De
dar forma a lo etéreo. Invisibilidad que se hace visible en su no verse, leíble
y legible en su ausencia.
17. Los que están mirando (leyendo), los que cuentan (o refieren lo
que leen).
18. Los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices.
19. Los que tienen en su poder la tinta negra y roja (la sabiduría) y
lo pintado. (Colloquios y Doctrina Christiana, 1949, pp: 96-97; AP I,
10. En Ibíd.: 76)
Los que cantan como ella, con la voz prestada de las profundidades
del Ometéotl, lo prodigioso, “Solo Ometéotl, (…) está en pie por sí mismo.”
(Ibíd.: 98). Voces de las que procede un canto de respiración que se
corta y avanza, de pausaciones, de conversaciones contemplativas con
lo numinoso. Lengua hecha con los tonos producidos por el toque de lo
sagrado. El cuerpo palpita, la voz como corolario reproduce los saltos.
Cantora de la palabra de los mismos dioses, canto que está en el Ometéotl
mismo, sabia que cura con lenguaje, sabia de la palabra que da vida, en esa
medida María Sabina asume el rol de ser
Libro blanco, libro que “no tiene objeto ni sujeto, está hecho de materias
diversamente formadas, de fechas y de velocidades muy diferentes.”
(Deleuze & Guattari, 2000: 9), de tiempos otros, y caracteres que por ser
invisibles pueden verse con “los otros ojos”, los de otro cuerpo existente.
En este libro, lo que se lee no son textos, palabras, voces, sino “líneas de
articulación o de segmentaridad, estratos, territorialidades; pero también
líneas de fuga, movimientos de desterritorialización y de desestratificación.”
(Ibíd.: 9-10), juegos que fundan la posibilidad de los devenires. El carácter
concreto del devenir imposible. La dualidad tomando cuerpo, la forma de
María Sabina.
Se trata del canto como extractor de Dios, y de los niños santos como
liras de esta Sabia órfica. Comer, alimentarse de los hongos es disponer
el cuerpo a la contemplación de lo sagrado, lo sagrado es aquello que
tiene poder para obrar. Su sistema de perceptos implica la magia, pero
que la magia sea mágica implica a su vez que sea conocimiento. “Los
hongos tienen poder porque es carne de Dios.” (Estrada, 1977: 65), dice
María Sabina, y en efecto, los hongos son devenires, singularidades, por
años desclasificados, y por años sin clasificar, salvo para decir reino fungi,
afirmación de su excepcionalidad que no los define, sin embargo. Carne de
Dios, teonanácatl, presencia que toma cuerpo y hace cantar los cuerpos.
Teonanácatl designa aquello que es divino, maravilloso y sobrecogedor, de
modo que tomarlos es hundirse en la espesura de lo maravilloso, de ahí que
los cantos, las palabras, y la danza provengan de un cuerpo que ha hallado
el umbral para decirse de otro modo: Cuerpo. Numen. Y sólo en cuanto
tal, adquiere el poder para obrar. “Mis palabras obligan la maldad a salir.”
(Ibíd.), dice la sabia. “Los hongos me dan el poder de la contemplación
universal. Que puedo ver desde el origen. Y puedo llegar hasta donde nace
el mundo” (Ibíd.: 66), por eso, en tanto comer los hongos tiene que ver con
la vertiginosa caída del cuerpo -su vértigo-, le es posible decir “Curo con
Lenguaje.” (Ibíd.)
88
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Capítulo 4
89
N
o cabe duda de que en la velada con hongos, así como
en la biografía, es evidente que María Sabina pone en
cuestión su corporalidad, el hecho de que su técnica para
el conocimiento místico sea la ingesta de hongos así lo demuestra. En
cada velada con hongos, lo que se somete es el cuerpo a un devenir, para
luego producir desde ese otro lado del espejo, actos de curación, la Sabia
mazateca nos muestra que la sabiduría de la que estamos hablando, es la
magia: el poder para obrar afecta a los cuerpos. En esta sección del texto
nos ocuparemos en explorar el modo como el cuerpo deviene en el canto
–chamánico- y como el cuerpo es cedido para que, desde él, la potencia
decidora del lenguaje haga. Este aparte gira sobre la siguiente afirmación:
el cuerpo de María Sabina en el canto debe ser leído como voluntad de
poder: devenir que afecta los cuerpos.
Los hongos: una técnica, lira para la extracción del delirio. Y como
Orfeo, debe hundirse en lo profundo y usando la lengua del Otro, de lo
infinitamente Otro, cantar lo imposible en su peculiar posibilidad. Curar es
sólo una prolongación del poder que reside en el canto. Canto:
El canto producido por los niños santos, nos acerca a aquella idea de
los antiguos sabios en la que se manifestaba que se accedía a ““embriagarse
con vino de hongos”, para tratar de olvidar que: “en un día nos vamos, en
una noche baja uno a la región del misterio…”” (Cantares mexicanos, fol.
25, v; AP I, 22, citado en León-Portilla, 1974: 140), al olvido, o bien donde
todo es memoria, pero no entendamos esto desde ningún punto de vista
como algo negativo en la proposición, por el contrario, la embriaguez
sagrada saca al cuerpo de la línea de tiempo, del conteo regresivo hacia los
94 muertos, lo que hace es ubicarlo en el lugar de la desmemoria (que no es
olvido, no ha olvidado, por lo tanto no tiene que recordar), de aquello que
Sacerdotes, yo os pregunto:
¿De dónde provienen las flores que embriagan al hombre?
¿el canto que embriaga, el hermoso canto?
(Cantares mexicanos, fol. 34, r; AP I, 27,
citado en León Portilla, 1974: 144)
Oigo que dice, –dice; expresa la boca de María Sabina-, alguien, otro,
un inmensamente otro habla por su boca, en su boca, habla como ella
misma siendo otra. Un canto compartido, hecho al fragor de un encuentro.
El canto como la técnica de un método que es el cuerpo. Poseer el canto,
la habilidad para este canto nocturno, canto que nombra las cosas,
implica que el canto tiene poder para obrar y como tal, que está siempre
referido a la magia. En el canto María Sabina se hace poseedora y poseída
por el conocimiento de los seres y las cosas, de sus múltiples esencias, de
sus infinitos modos de decirse el mundo, del acontecimiento que está
implícito en decir el Ometéotl, el reino de las simultaneidades, de decir a
aquel/aquella que es noche y día, faldellín de estrellas y claridad, tinta roja
y negra, canto y silencio que se canta.
Y prosigue:
100
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Capítulo 5
101
El pensamiento como juego del
mundo, el texto como fragmento.
Blanchot
E
l lector se encontrará en este aparte una tentativa de
acercamiento a aquello que el título indica: una cartografía de
la experiencia, como hemos venido refiriendo, de la experiencia
de lo sagrado o experiencia mística en los cantos de María Sabina. ¿Por qué
decimos tentativa?, por el hecho de que lejos el texto podría dar cuenta con
certeza, en el sentido más cientificista, de este tipo de experiencia, sabemos
que siempre algo queda afuera, hay niveles no de inaprehensibilidad sino
espacios que prefieren decirse con susurros, con dobles sentidos, éste es
por ejemplo el caso que nos atañe en líneas siguientes, a propósito de los
cantos de María Sabina -los de la velada a la que en 1957 asistió Gordon
Wasson (y de la cual existe el audio y la transcripción y traducción, y con la
cual hemos venido trabajando)-. Considerar estos cantos ha sido complejo
y problemático, toda vez que la lengua, el mazateco no ha sido de fácil
entrada, por otra parte nos basamos en la traducción que se realizó de
estos cantos, lo que de algún modo ya implica una especie de “traición”, ¿o
de otro canto?, sin embargo, hay muchos elementos de la traducción que
nos dejan ver la intensidad de la experiencia cantada, y además, la existencia
de la grabación sonora -hoy remasterizada- aporta datos valiosos sobre el
tono, el ritmo, los juegos de la lengua, la voz y las voces, las interrupciones
y pausas –se siente, se intuye aún no conociendo la lengua-. Para poder 103
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina asumir el reto de entrar en sus cantos, he creído necesario crear una especie
de plano en tres niveles.
Ahora bien, hemos otorgado a este aparte el título “El canto de los
13 cielos”, la justificación tiene que ver con un aspecto central en la
filosofía y cosmovisión náhuatl, el universo se encuentra cartografiado a
partir de la existencia de la dimensión a que corresponde el mundo, lugar
donde habitan los hombres; el cielo como unidad en la que 13 cielos se
superponen, en la base está el cielo que nos es visible a los ojos, el cielo
dominado por la luna y culmina en el Cielo 13 u Omeyocam, lugar donde
vive la dualidad el principio llamado Ometéotl, y; el inframundo -con sus
trece escalones-, lugar de las oscuridades de la muerte (se asciende para
descender, el cosmos hace espiral, retorna). Hemos considerado que sería
productivo intentar relacionar el modo como la experiencia de lo sagrado
se vincula con esta forma de entender el universo, el canto como posibilidad
de construcción territorial que tendría justamente esa forma, ampliada,
enriquecida, complejizada por la presencia arrobadora y envolvente de
lo sagrado. Veamos el canto para posteriormente seguir mediante una
estructura la cartografía del acontecimiento que construye el canto o que
el canto mismo “es-tá(r) -siendo”.
8 Quisiéramos pensar y hacer una gráfica que contenga, un tubo central y que ésta cavidad sea
formada por una espiral que se va expandiendo hacia arriba, pero como espiral no es del todo
vertical en la distribución de fuerzas. La espiral debe tener 13 peldaños. Sobre la espiral deben
104 ensamblarse cuatro líneas, cuatro cuadrantes de expansión de la espiral relacionada con las 4
direcciones, 4 dioses principales, 4 elementos.
Cantos Chamánicos de María Sabina9
9 Traducción de los cantos grabados por Wasson y Pavlovna en 1957: Mushroom ceremony of
the Mazatec indians of México, recorded by V.P. & R.G. Wasson at Huautla de Jimenez, Oaxaca.
Folkways records and service corporation, NYC. FR 8975. Traducción del mazateco al inglés por
Eunice V. Pike y Sarah C. Gudschinsky. Traducción al español realizada por Álvaro Estrada.
105
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Nuestra mujer espíritu, dice
Nuestra mujer que da luz, dice
Soy mujer espíritu, dice
Soy mujer de luz, dice
Soy mujer espíritu, dice
Soy mujer de luz, dice
Soy mujer día, dice
Soy mujer limpia, dice
Soy mujer águila dueña, dice
Ah, nuestro Jesucristo, dice
Soy mujer sagrada, dice
Soy mujer importante, dice
Soy mujer de luz, dice
Soy mujer espíritu, dice
Ah, nuestro Jesucristo, dice
Soy la mujer que viste bien, dice
Soy la mujer altiva, dice
Ah, nuestro Jesucristo
Soy mujer remolino, dice
Ah, nuestro Jesucristo
Es la mujer reloj, dice
Es la mujer limpia, dice
Ah, es Jesucristo, dice
Es la mujer limpia, dice
Es la mujer arreglada, dice
Es amanecer limpio, dice
Es amanecer arreglado, dice
Es amanecer arreglado, dice
Es amanecer arreglado, dice
Es amanecer arreglado, dice
Ah, es Jesucristo, dice
Ah, es Jesús, dice
Ah, es Jesucristo, dice
Ah, es Jesús, dice
Tú, nuestro Padre Santísimo, dice
Tú eres el santo, dice
Tú eres la santa, dice
106 A-jum, jum, jum, jum [ritmo], dice
Santo, dice
Mujer, deixis personal que marca esta etapa inicial de arranque, juego
de afirmaciones: Soy mujer que…verbo de todos los verbos, mujer como
acto.
Soy mujer que… adjetivo que califica un modo del estar haciendo
Soy mujer de… sustantivo que nombra la naturaleza del estar haciendo
la hechura de la separación inicial.
Tu eres la madre, Madre fresca y tierna, madre con pechos, madre que
crece, madre que nos alimenta, mama, mamá: largura de la cualidad del
110 vientre…mamamamamama
Soy, dice, tu eres, dice, formas envolventes, repetitivas, ritornelos
Pléyades.
***
“la tercera región de los cielos, era el cielo del sol (Ilhuícatl Tonatiuh) ya
que por él avanza Tonatiuh en su diaria carrera desde el país de la luz, hasta
su casa de occidente” (León Portilla, 1974: 115-116)
Es padre, dice
Es santo, dice
Es santa, dice
Es santo, dice
Es santa, dice
Ah, qué caro es, dice
Ah, qué hombre es, dice
Porque miro hacia adentro, dice
Porque examino, dice
Mi libro limpio, dice
Mi libro arreglado, dice
Mi Dios limpio, dice
Mi Dios bien hecho, dice
Mi ave limpia, dice
Mi ave arreglada, dice
114 Ah, qué caro es, dice
Es padre, dice
Ilumina, hace resplandecer las cosas, las alumbra con sus rayos.
Padre
Papi
Humildad (ante él)
Águila
Trueno, tronar, hacer tronar, truena
Águila-fuego
Príncipe
Ilumina
Resplandece
Alumbra
Rayos
Caliente
Quema
Sudar
Morenos los rostros
Ennegrecer
Humo
Por otra parte, estas cualidades son propias del tlamatine, según
lo referido por los informantes de Sahagún. Las cualidades señaladas
muestran el carácter transformante de la acción solar, del mismo modo el
sabio náhuatl trasforma, hace “aparecer el rostro” tiene poder para obrar,
es este el aspecto mágico del sabio; es magia la acción solar que llena el
mundo de vida. Un solo rayo descorre las tinieblas de los mundos.
****
*****
Así como todos los santos, así como todas las santas
Dame padre [Indescifrable]
¡Dame! [Indescifrable]
Así como todos los santos, así como todas las santas
Así como todos los santos, así como todas las santas
Todos los santos y todas las santas
¡Dame!
Prepararé trece águilas dueñas
Prepararé trece tlacuaches dueños
Prepararé trece [Indescifrable] dueños
Prepararé trece señores San Pedro
Señores San Pablo Pedro Mara
Pedro Martínez (Estrada, 1977: 147-150)
******
“El sexto y el séptimo son dos cielos en que se ven tan solo los colores
verde y azul, o según otra versión, negro (yayauhco) y azul (xoxohco): los
cielos de la noche y el día.” (León-Portilla, 1974: 116)
*****
–Ahora sí, gracias... [Cayetano dice estas palabras con una expresión de
satisfacción] (Estrada, 1977:152-159)
Tempestad, voz indirecta del agua, eco ontológico del agua, tempestad
134 espejo convexo de las voces.
La tempestad oscurece, hace perder el rastro, pierde, pero ese perderse
****
Tú santo, tú Cristo
Tú eres el Santo Niño de atocha
Tú San Isidro
Padre labrador, padre rico
Padre fresco, padre tierno
Santo, santa, santo
Todavía hay santos, todavía hay santas
Tú eres mujer luna
Mujer estrella grande, mujer estrella cruz
Mujer estrella Dios
(y repite)
Tú eres Luna
Tú eres mujer estrella grande
Mujer estrella Dios
Mujer estrella cruz
Madre Guadalupe, madre Concesa
Madre patrona, madre Natividad
Madre Concepción...
Soy mujer águila dueña, dice
Soy mujer tlacuache dueña, dice 135
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Soy mujer que examina, dice
Es Jesucristo, dice
Soy mujer limpia, dice
Mujer que truena, dice
Mujer que es arrancada, dice
Soy mujer Ustandí debajo de agua, dice
Soy mujer Ustandí debajo de lo sagrado, dice
Soy mujer aerolito, dice
Soy mujer Labó...dice [?] (Estrada, 1977:159- 160)
Amarillo: Mictlan. Región del frío y los muertos. Habrá que estar muerto
para transitar esta zona, zona parecida al Hades, casa que guarda a Eurídice.
El rostro amarillo pálido, baja temperatura de los cuerpos. Los niños santos,
niños cantos diciendo con voz de cuchillo, desde el margen donde la vida
se cede a la muerte. Décimo escaño
***
Dualidad
Ometecuhtli-Omecíhuatl
Cielo bicéfalo
Oxímoron
Vive en el centro del mundo.
Lugar del Dios viejo: reino de las turquesas, dios viejo, fuego, dios-
fuego con quien todo inicia. En el centro el fuego, bajo éste el agua celeste,
lugar del dios con cabeza de cántaro, risa de aguas profundas. En el centro:
ombligo de aguas color de pájaro azul.
Dios viejo: Señor del fuego y del año. Día-noche, Señor y señora de
nuestra carne, Rojo-negro. Unidad, Masculino-Femenino.
En el inicio del canto los hongos son fríos, pero en lo frío se retorna a lo
caliente: hacia los hilos fríos del fuego mismo.
137
Fuente: Freepik.es
CONSIDERACIONES
FINALES
139
Es de noche: a esta hora hablan
más fuerte todos los manantiales. Y
también mi alma es un manantial.
F. Nietzsche
El canto de la Noche
Así Habló Zarathustra
D
el plano anterior, o quizá se pueda decir, de los elementos
mencionados, es posible determinar la trayectoria del
método que el canto de María Sabina describe para llegar al
lugar de la enfermedad, dirigiéndose al inframundo o, para conocer a Dios,
transitando por los trece escaños del cielo. Bien pudiera pensarse que lo
que está en el fondo del canto es el trazado de una trayectoria vertical, sin
embargo por la manera como el canto mismo se da, podemos poner en
duda la orientación vertical del canto, me parece más bien que la forma
es helicoidal, sin principio o fin, pero sí con un centro que gira, y en el acto
de girar va abriendo las posibilidades de moverse por los cuatro rumbos,
siendo el centro el quinto rumbo, la casa del dios viejo, el principio dual,
Ometeotl. Hay en esta forma algo azaroso, a veces el vector es ascendente,
pero también desciende, entonces parece un erizo volviéndose sobre sí
mismo, otras, parece moverse hacia arriba y luego cambiar a la izquierda
o a la derecha, o en otras, parece construir un movimiento parabólico. Por
otro lado, la amplitud de las espirales de esta forma se ensancha y estrecha
fortuitamente. 141
Soy sabia, hija de los niños santos: mística y conocimiento en María Sabina Pero este es el orden desordenado del acontecimiento, la posibilidad
de los dos sentidos a la vez, o de todos los sentidos. Lo interesante son
los sentidos, las imágenes que nos llegan, las invocaciones que toman
cuerpo, las figuras concretas reveladas como en el fondo de una botella,
las sobreexposiciones, las salidas hacia la superficie, las sombras, los
aparecimientos, la incorporeidad de lo sublime en el canto. Ahora bien,
sobre esta suerte de organización de la experiencia del canto, es posible
mencionar algunas imágenes que recogen las acciones en esta experiencia
de lo sagrado, tal como aparecen en el canto, pero también como María
Sabina parece entenderlas, explicarlas, nombrarlas.
Consideraciones Finales
afirmaciones, pero en este caso, como mujer que mira hacia adentro.
En este mirarse, el trabajo desde dentro, los atributos son del orden
atmosférico: luz, trueno, estrella grande, estrella dios, estrella cruz, luna, del
cielo. El canto va in crescendo; del tono atmosférico, el canto pasa por la
misma configuración del aire a las fuerzas telúricas, reiteradas, insistentes,
inevitables, impostergables. Mujer que sabe nadar en lo sagrado, frase que
por un lado nos da una idea de lo sagrado y por otro, nos indica el tipo
de acción para entender lo sagrado, o a María Sabina en el espacio de lo
sagrado. Lo sagrado es acuoso, líquido, quizás coloidal, tiene la consistencia
de lo fluido, de ahí que podía pensarse en lo sagrado a partir de la idea
de vórtice. Como se trata del agua, el canto que es agua, es una reflexión
corpórea sobre el lenguaje, sobre aquello que la palabra puede, sobre el
cuerpo capaz de decir esa palabra, de esa palabra soportada, sustentada
en un cuerpo que la resiste.
Consideraciones Finales
o susurro. Multiplicidad indefinible, inconmensurable e incorporal. Hace
al cuerpo, la risa se hace en la urgencia de cuerpo, desde la urgencia de
cuerpo, en la fiesta que es el cuerpo mismo. Danza de jarabe mazateco,
danza que atrae, arrastra la presencia entre visiones de los Principales. En
la risa los dioses fijan la posibilidad de un cuerpo, se hacen a un cuerpo, el
riente es payaso y como payaso, paradoja del sentido de lo sagrado. Los
dos sentidos a la vez: risa-llanto, payasa-sagrada. Risa y danza: presencia
del Libro, libro mismo que en él se puede leer, lo que leer se puede es risa y
danza: acontecimiento.
145
Fuente: Freepik.es
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