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Amén.
Así sea.
SEGUNDO DÍA
Amén.
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a
los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios,
alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y ejemplo de que
dichosamente gozaron. Te ruego, Señora, me asistas con especial
protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer
su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis
culpas y llorarlas para saber como debo comportarme a fin de
servirle con toda perfección; y para que mi trato y conversación sean
siempre para su mayor honra y gloria y edificación de mis prójimos.
Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo La Salve.
Así sea.
TERCER DÍA
Amén.
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con
singular amor el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos
los mortales fueron los primeros que en tu honor edificaron un
templo en el Monte Carmelo, donde concurrían fervorosos a darte
culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances sea mi alma templo
vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes, donde
El habite siempre amado, adorado y alabado por mi, sin que jamás
le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno. Así,
Señora, te lo suplico humildemente, diciendo La Salve.
Así sea.
CUARTO DÍA
Amén.
Así sea.
QUINTO DÍA
Amén.
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los
Carmelitas, tus hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada
Religión del Carmen, mostrando siempre el amor y singular
predilección con que los amparas, mandaste al Sumo Pontífice,
Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto,
dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu divino Hijo,
la repentina muerte de dos que especialmente la contradecían. Te
ruego, Señora, me defiendas de todos mis enemigos de alma y
cuerpo, para que con quietud y paz viva siempre en el santo servicio
de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo La
Salve.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Así sea.
SEXTO DÍA
Amén.
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los
Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la
singular prenda del santo escapulario, vinculando en él tantas
gracias y favores para con los que devotamente lo visten y
cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que
imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego,
Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero
cristiano y cofrade amante del santo escapulario, a fin de que
merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te
lo suplico humildemente, diciendo La Salve.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Así sea.
SÉPTIMO DÍA
Amén.
Así sea.
OCTAVO DÍA
Amén.
Así sea.
NOVENO DÍA
Amén.
Así sea.