Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA 1
GESTIÓN DE LA PRODUCCIÓN - BIENES Y SERVUCCIÓN – SERVICIOS
No obstante esto y del progreso en el rubro de las artesanías, los primeros indicios
de industrialización se remontan a la antigua China del emperador Qin (260aC-210aC). Allí se
desarrolló un proceso de fabricación de ballestas de militares donde el producto estaba
compuesto por piezas intercambiables de bronce.
Si bien el surgimiento del Arsenal se remonta al año 1320 (lugar que empleaba cerca de 16000
personas para ensamblaje y mantenimiento) no fue hasta esta época que se desarrolló un
sistema de construcción innovador que mantenía un rito de fabricación de un barco por día.
Este hecho pudo ser logrado al aplicar uno de los primeros principios de lean, que consistía en
construir la base del barco sobre la cual luego se ensamblaba el resto de la nave.
Entre el siglo XIV y los inicios del XIX solo transcurrieron algunos casos puntuales de
industrialización. Puntualmente en la industria militar. Un ejemplo puede ser el diseño de
piezas intercambiables para determinadas armas.
Luego a fines del siglo XIX los estudios sobre métodos y tiempos desarrollados por Taylor
dieron lugar al surgimiento formal. En consecuencia surge la administración científica cuya
filosofía se basaba en:
1- Las leyes científicas gobiernan cuanto puede producir un trabajador por día.
2- Es función de la gerencia descubrir y utilizar estas leyes en la operación de sistemas
productivos.
3- Es función del trabajador cumplir los deseos de la gerencia sin cuestionarlos.
La filosofía de Taylor no fue recibida con entusiasmo por todos sus contemporáneos. Un claro
ejemplo que refleja esto es la película “tiempos modernos” de Charles Chaplin. Algunos
sindicatos sentían recelos o temor frente a la administración científica.
Otros contemporáneos como Frank y Lilian Gilbreth y Henry Gantt no basaron sus estudios en
la toma de tiempo. Ellos centraron su investigación en la eliminación de los movimientos
innecesarios. Esta luego resultó ser piedra angular del análisis y la mejora de procesos.
Antes de que se introdujera la línea de ensamble en agosto de 1913, cada chasis de auto era
ensamblado por un obrero en aproximadamente doce horas y media. Ocho meses después el
tiempo de mano de obra promedio por unidad era de 93 minutos. Esto se logró con la línea
donde cada obrero realizaba una pequeña unidad de trabajo mientras el chasis se movía.
Mientras las innovaciones de Ford llegaban a su apogeo en Estados unidos, en Japón un tal
Sakichi Toyoda se inspira en los legendarios karakuri. Estos son robots de principios de siglo,
de alta complejidad mecánica que movían marionetas. Como resultado funda su propia
empresa dedicada a la construcción de máquinas para el sector textil.
Los primeros años de Toyota fueron muy difíciles debido a la crisis de la posguerra. Muchas de
sus instalaciones quedaron destruidas por los bombarderos o estaban tomadas por las milicias.
La reinvención de Toyota
Aun así y luego de una fuerte restructuración de la compañía, se lanzó un nuevo proyecto de
modernización de las instalaciones. También se decidió adquirir know how de los procesos de
fabricación automotriz.
Para esto Toyota conformó un grupo de especialistas. Este era liderado por Taichi Ohno, quien
atravesó un proceso de capacitación y aprendizaje en las instalaciones de Ford. Luego se
desarrollaron un conjunto de innovaciones que repercutieron globalmente.
Es en este momento donde se dan cuenta que Ford funcionaba en Norteamérica debido a que
el mercado era lo suficientemente grande como para absorber una gran cantidad de coches
del mismo modelo. En cambio el mercado japonés era tan reducido que para poder ser
competitivo, una compañía debería poder ofrecer varios modelos de un producto. Con lo cual,
la flexibilidad tomó un rol clave en este nuevo modelo que luego sería bautizado como el
sistema de producción Toyota (TPS).
Ya transitando 1970 y luego de haberse afianzado este modelo productivo, Toyota comenzó a
incorporar nuevas técnicas inducidas por E. Deming y J. Juran en el campo de la gestión de la
calidad. No fue hasta 1980 que las herramientas de mejoras de la calidad combinadas con las
de la mejora continua pasaron a ser mundialmente indiscutibles. Desde allí, muchas otras
empresa de diversos rubros comenzaron a copiar el modelo y lanzar sus propios programas
(uno de los más conocidos es el proyecto “Six Sigma” de la empresa Motorola).
Ya finalizando la década de los 80, en las oficinas del Instituto tecnológico de Massachusetts,
los ingenieros james Womack y John Krafcik buscaban una manera de desvincular a la filosofía
de la mejora continua del sector automovilístico, con el objetivo de abrir el camino de
inclusión de otros rubros industriales a la aplicación de esta metodología. Como consecuencia
de esto decidieron re bautizaron al modelo Toyota como “Lean management”.
Ya hoy en día, la filosofía Lean se hace presente en todos los sectores y se expandió
magníficamente llegando a procesos de gestión de la información, servicios y desarrollos de
nuevos productos.
Todo este desarrollo histórico no solo nos ilustra cómo ha ido evolucionando la filosofía de la
mejora continua, sino que además nos deja cada vez más en claro en función de los hechos su
implementación es el único camino para que una organización sobreviva a las constantes
mutaciones del contexto, los mercados y las innovaciones tecnológicas.
Pilares clave para desarrollarla son la planificación, el conocimiento del proceso productivo y la
cuantificación de sus pérdidas, con el fin de mejorar y así obtener un producto o servicio en el
tiempo esperado, en el costo estimado y según los requerimientos del cliente.
Para realizar esto, podemos basarnos en la metodología Lean Management. La idea central de
este enfoque es maximizar el valor del cliente y reducir al mínimo los desperdicios. En lenguaje
simple, LEAN significa generar más valor para los clientes con menos recursos
Para lograrlo, LEAN cambia el enfoque tradicional de gestión, caracterizada por los esfuerzos
en la optimización de tecnologías, procesos y áreas operacionales en forma aislada. LEAN
busca optimizar el flujo de valor en toda la cadena, trabajando sobre los distintos procesos por
donde fluyen los productos y servicios hasta llegar a los clientes.
La eliminación de los desperdicios a lo largo de toda la cadena de valor, crea procesos que
requieren menor esfuerzo humano, menor espacio, menor capital y menor tiempo, a un costo
menor y con menos defectos en comparación con los sistemas empresariales
tradicionales. Esto permite que las empresas LEAN estén en condiciones de responder mucho
mejor a los cambiantes deseos de los clientes y con una alta calidad, bajo costo y tiempos de
ejecución bajos. Además, la gestión de la información se vuelve mucho más sencilla y precisa.
Para poder adoptar el enfoque LEAN es fundamental el desarrollo en forma equilibrada de tres
grandes ítems dentro de la organización, los que corresponden a conocer la filosofía detrás de
esta forma de gestionar la producción, realizar el cambio cultural con el fin de potenciar la
metodología, y aplicar herramientas necesarias para la optimización del proceso.
El concepto de servucción aporta una visión particular de la gestión de las empresas, que se
contempla como el sistema de producción del servicio, es decir, la parte visible de la
organización en la que se produce, distribuye y consumen los servicios.
No existe en español una palabra que permita designar el proceso creativo de un servicio, por
lo que los autores han optado por el neologismo servucción.
El gran aporte de este enfoque es poner el énfasis en la calidad de los servicios como
resultante del sistema de servucción, característica diferencial cada vez más importante para
la supervivencia de las empresas.
Una función específica de la producción toma en cuenta que de las técnicas disponibles, las
escogidas son las adecuadas al nivel de producción de la empresa. Nuevos descubrimientos
tecnológicos que permitirán a la empresa producir más que antes a de terminados niveles de
insumos de recursos desplazan o cambian la función de la producción.
Puede usted, si desea, usar un cubo de agua, trapos y bastante trabajo. Puede usted reducir su
esfuerzo si añade detergente al agua. El insumo de trabajo puede disminuir aún más si utiliza
una manguera en lugar de un cubo y una esponja para quitar el detergente antes de usar la
gamuza. Y el insumo de trabajo puede reducirse aún más si aumenta el insumo de capital
llevando el automóvil a una estación de servicio para que se lo laven.
En la mayoría de los procesos de producción la mano de obra puede ser substituida por el
capital; una clase de capital puede substituir a otra; y una clase de mano de obra puede
substituir a otra.
La posibilidad de substituir unos recursos por otros en los procesos de la producción ofrece
aún otra posibilidad. Mayores cantidades de un recurso usadas con cantidades constantes de
otros aumentarán la producción de una empresa hasta cierto punto.
En este Sentido es importante realizar una comparación de los elementos básicos entre la
fabricación de productos y la fabricación de servicios:
Además, existen otras diferencias, usualmente, los servicios están más sujetos a
reglamentaciones y normativas oficiales; tienden a diferenciarse de la competencia; muchos
servicios demandan estricta confidencialidad; el proceso de compra de los servicios demanda
más tiempo y esfuerzo; habitualmente demandan el uso de un lenguaje exclusivo.
Cualquiera que haya ido a McDonald’s o cadenas similares, observa como tienen un refinado
proceso de captura de pedidos-cobro-limpieza de mesas, etc., de hecho los responsables de la
desaparición de empleados en las gasolineras para el suministro práctico de combustible y el
cobro automático por las noches, fueron los creadores de esta técnica y, aunque en este caso
hemos salido perdiendo los consumidores, por lo general, aseguran la prestación correcta del
servicio, ni un milímetro más de los que el Cliente aprecia y está pensando para asegurar la
satisfacción de los Clientes sin despilfarros, ¡vamos!, como un proceso de producción material.
Así que, si pedimos a una empresa de servicios (una consultora, por ejemplo) que les entregue
el manual de procedimientos del servicio (cómo presta su servicio, a qué posicionamiento
obedece, cómo tiene estructurado el logro de su satisfacción) y no se lo entrega, el
resultado del servicio, en caso de ser el adecuado, tendrá un carácter totalmente aleatorio
producido por empleados inteligentes o por la interacción con usted.
Modelo tayloriano,
Modelo woollardiano,
Modelo fordiano,
Modelo sloaniano,
Modelo toyotiano y
Modelo hondiano.
Un aporte fundamental de esta investigación es que pone en duda la pertinencia analitica de la
caracterización más tipica de la historia reciente del capitalismo industrial (y en particular, de
la industria automotriz), que lo describe como la sucesión de tres grandes paradigmas
organizativos: la "producción artesanal", la "producción masiva" y la "producción justa". Esta
clasificación surgiría entonces de una serie de "… amalgamas históricas y confusiones
conceptuales".
En efecto, permite identificar los factores esenciales que pueden garantizar la rentabilidad de
las empresas, así como delimitar los márgenes de maniobra que los actores dentro de la
empresa tienen para inventar formas de organización productiva aceptables a todos ellos.