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Santiago, once de noviembre de dos mil catorce.

Vistos:
En estos autos RIT T-47-2013 del Juzgado de Letras del Trabajo
de San Miguel, don Jorge Rodrigo Rojel Valenzuela deduce demanda en
procedimiento de tutela de derechos fundamentales y auto despido en
contra de Roberto Garcés Vial y Compañía Limitada, representada por
don Roberto Garcés Vial, a fin que se condene al demandado a pagar
tratamiento médico siquiátrico y medicamentos, además de las
cantidades que indica por concepto de indemnización sustitutiva del
aviso previo, por años de servicios con su incremento, adicional del
inciso tercero del artículo 489 del Código del Trabajo, por daño moral.
Más reajustes, intereses y costas. En subsidio, interpone demanda de
auto despido, solicitando el pago de las indemnizaciones inherentes a
dicha acción, más reajustes, intereses y costas.
El demandado, al contestar, alegó la incompatibilidad de la tutela
laboral con el auto despido y negó los hechos afirmados en la demanda,
solicitando su rechazo, con costas. Además, argumentó la
improcedencia de la indemnización por daño moral, como, asimismo, y
respecto de la petición subsidiaria, sostuvo la inexistencia de los hechos
en que se sustenta el despido indirecto, reconociendo adeudar 23 días
de feriado y rechazando el cobro de comisiones por no adeudarlas.
En sentencia de veinticuatro de septiembre de dos mil trece, el
tribunal de la instancia acogió parcialmente la demanda y declaró que la
demandada incurrió durante la relación laboral y con ocasión del término
de la misma, decidida por el actor, en actos que han significado una
vulneración de la garantía a la integridad síquica del trabajador y de la
garantía de indemnidad y, en consecuencia, la condenó a pagar los
montos que indica por concepto de indemnización sustitutiva del aviso
previo; por concepto de indemnización prevista en el inciso tercero del
artículo 489 del Código del Trabajo; indemnización por años de servicios
con su incremento legal del 50% y compensación de feriado legal.
Asimismo, rechazó en lo demás pedido la demanda e impuso reajustes e
intereses, eximiendo a la demandada de las costas por no haber sido
totalmente vencida.
En contra de la referida sentencia, el demandado interpuso
recurso de nulidad, el que fundó en la causal del artículo 477 del Código
del Trabajo, la que vinculó con los artículos 489, 485 y 171 del mismo
Código y 20 del Código Civil y la del artículo 478 letra b) también del
Estatuto del ramo.
La Corte de Apelaciones de San Miguel, conociendo del recurso de
nulidad reseñado, en sentencia de quince de enero del año en curso, lo
rechazó.
En contra de la resolución que falla el recurso de nulidad, el
demandado deduce recurso de unificación de jurisprudencia solicitando
que esta Corte lo acoja, deje sin efecto la sentencia impugnada de la
Corte de Apelaciones de San Miguel y, en consecuencia, se dicte la
sentencia de nulidad que anule el fallo de única instancia del Tribunal
del Trabajo y dicte sentencia de reemplazo, por la que se rechace la
acción de tutela interpuesta conjuntamente con la acción de despido
indirecto y cobro de indemnizaciones, rechazando la demanda
íntegramente. Con costas.
Se ordenó traer estos autos en relación.
Considerando:
Primero: Que el recurrente circunscribe la materia de derecho
objeto de la sentencia y de las distintas interpretaciones
jurisprudenciales, a determinar si son compatibles la acción o pretensión
de tutela de derechos fundamentales prevista en el artículo 489 del
Código del Trabajo, con el término de la relación laboral en virtud del
artículo 171 del mismo Código, esto es, el término de contrato decidido
por el trabajador y sus consiguientes indemnizaciones.
Afirma el recurrente que en la sentencia impugnada se sostiene
que sí, aunque se razona contradictoriamente en que el tribunal inferior
habría infringido el artículo 489, inciso tercero, al hacer compatibles
ambas indemnizaciones. Ordena pagar 7 remuneraciones por tutela y 2
remuneraciones por años de servicios.
Luego señala que esta Corte ha tenido una interpretación distinta
de la sostenida en la sentencia recurrida, esto es, la incompatibilidad de
ambas acciones, a cuyo respecto hace valer las sentencias dictadas en
las causas Nos. 2.202-12, caratulada “García con Telepizza”, de 18 de
enero de 2013 y 3.689-13, caratulada “Acuña con Diprotec”, de 28 de
agosto de 2013, las que contienen idéntica doctrina y por eso las trata
conjuntamente, refiriendo la postura jurisprudencial adoptada en ambas
sobre el tema que trae a esta sede.
Segundo: Que atendido lo anotado en el motivo que precede,
corresponde determinar, antes de entrar al examen del asunto o
materia respecto de la cual se intenta se unifique la jurisprudencia, la
procedencia del presente arbitrio, en la medida en que en la sentencia
recurrida, en el fundamento noveno -que transcribe la demandada-
sobre el tema se dice: “Que, si bien es cierto que el tribunal habría
infringido el artículo 489 inciso tercero del Código del Trabajo, al
conceder la indemnización adicional en un caso en que no correspondía,
y retomando lo dicho en el considerando tercero de esta sentencia,
dicho error no tiene influencia en lo dispositivo del fallo, lo que conlleva
el rechazo de esta primera causal, ya que la sentenciadora, al tener por
acreditado el daño padecido por el trabajador, según se consignó
expresamente en la sentencia, de todas formas debía de conceder una
indemnización al trabajador por los perjuicios causados, cuyo monto
hubiese sido exactamente el mismo al otorgado por la otra vía, puesto
que la sentenciadora, junto con dar por acreditado el perjuicio sufrido,
declaró expresamente en el considerando 21°, que ''respecto al daño
moral demandado, atendido lo ya referido y que con la indemnización
adicional se resarce el perjuicio causado, y que los hechos señalados por
el denunciante como fundamento del daño moral son los mismos
considerados para la alegación de la vulneración de garantía
constitucional y que la prueba aportada también es la misma,
habiéndose producido ya el resarcimiento de tal vulneración mediante la
indemnización adicional en su máximum, sin que se hayan expresado ni
probado otras circunstancias que podrían justificar tal pretensión, se
rechazará la misma”.
Tercero: Que al respecto es dable señalar que, a la pretensión
consistente en que los diversos dictámenes emitidos en torno a una
misma cuestión de derecho sean uniformados por este Tribunal, el
legislador ha otorgado el calificativo de “recurso”, de modo que debe
entenderse inmerso en el sistema de impugnación de una resolución, en
el caso, de la sentencia que se pronuncia sobre el recurso de nulidad
que se haya interpuesto en contra del fallo definitivo pronunciado por el
juzgado del trabajo pertinente y debe reunir los restantes requisitos que
esta Corte reiteradamente ya ha plasmado en decisiones emitidas en
este tipo de arbitrios.
Cuarto: Que, por consiguiente y considerando que quien se
ampara en el sistema de impugnación que la ley le otorga, lo hace
basado en los agravios que la decisión le ha causado y ellos
efectivamente existen -ya que no es dable entender que se recurra en
contra de una decisión que resulta favorable a las pretensiones del
solicitante-, corresponde por lo consiguiente exigir como requisito de
procedencia tanto del presente recurso como del arbitrio de nulidad que
se deduzca en contra de la sentencia definitiva pronunciada por el
juzgado del trabajo, el agravio sustancial correspondiente, es decir, la
resolución contraria a los intereses o peticiones de quien recurre.
Quinto: Que, en esa línea de deducciones, ha de destacarse,
como ya se dijo, que en la sentencia cuestionada se desestima el
recurso de nulidad de la demandada en relación con la incompatibilidad
de las acciones ejercidas por el actor, sobre la base de sostener que el
vicio advertido carece de influencia sustancial en lo dispositivo del fallo,
es decir, aun cuando se entendiera cometido nada distinto pudo
decidirse, porque la indemnización pertinente habría de concederse o
por la vía del inciso tercero del artículo 489 del Código del Trabajo o a
título de indemnización por daño moral, esto es, igualmente la
demandada habría recibido la condena resarcitoria contra la que
reclama.
Sexto: Que, además y también como ya se anotó al transcribir el
fundamento noveno de la sentencia impugnada en el motivo segundo
que antecede, resulta que la Corte de Apelaciones de San Miguel
considera que se otorgó la indemnización adicional en un caso en que no
correspondía. En otros términos, comparte la línea jurisprudencial hecha
valer por el recurrente, de modo que, atento a las argumentaciones
formuladas en el fallo cuestionado –que hubo error en conceder la
indemnización adicional del artículo 489, inciso tercero, del Código del
Trabajo y que dicho yerro carece de influencia sustancial- sólo es dable
concluir en definitiva la falta de agravio para el demandado, porque, por
una parte, se comparte por la Corte de Apelaciones su postura ante la
materia de derecho cuya uniformidad pretende y, por la otra,
igualmente habría sido condenado a pagar el monto de la indemnización
de que se trata por la vía del resarcimiento del supuesto daño moral
causado al trabajador.
Séptimo: Que, por último, se hace necesario consignar que al
haberse razonado en la forma en que se hizo en la sentencia impugnada
–conforme a su motivo noveno, ya reproducido- el recurrente debió
invocar fallos comparativos en la misma línea, esto es, en que el error
de derecho advertido careciera de influencia sustancial en lo dispositivo
del fallo, lo que tampoco hizo, por cuanto las sentencias comparativas
emiten pronunciamiento derechamente sobre la incompatibilidad de las
acciones que se han ventilado en este proceso.
Octavo: Que en tales condiciones no cabe sino concluir que el
arbitrio de uniformidad interpuesto por la demandada, no puede en este
caso prosperar, por carecer ésta del carácter de ser parte agraviada por
la sentencia de nulidad pronunciada por la Corte de Apelaciones de San
Miguel y por no cumplir con el requisito de procedencia de este recurso
de invocar fallos comparativos en que se sostenga una interpretación
disímil o diversa de la realizada en aquél que se cuestiona por esta vía.
Por estas consideraciones y en conformidad, además, con lo
dispuesto en los artículos 483 y siguientes del Código del Trabajo, se
rechaza el recurso de unificación de jurisprudencia interpuesto por
la demandada contra la sentencia de quince de enero del año en curso,
dictada por la Corte de Apelaciones de San Miguel, en estos autos RIT T-
47-2013, caratulados “Rojel con Roberto Garcés Vial y Compañía
Limitada” del Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel.
Se previene que la Ministra señora Muñoz, no comparte el motivo
séptimo de esta sentencia.
Redacción a cargo del abogado integrante señor Arturo Prado Puga
y la prevención, su autora.
Regístrese y devuélvanse, con sus agregados.
Nº 4.301-2014.

Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los


Ministros señores Ricardo Blanco H., Carlos Aránguiz Z., señora Andrea
Muñoz S., señor Carlos Cerda F., y el Abogado Integrante señor Arturo
Prado P. No firma los Ministros señor Blanco y señora Muñoz, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar
ambos en comisión de servicios. Santiago, once de noviembre de dos
mil catorce.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a once de noviembre de dos mil catorce, notifiqué en


Secretaria por el Estado Diario la resolución precedente.

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