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Exfoliar las manos de manera habitual es una tarea estética necesaria para conservar la
belleza y la salud de la piel de esta parte del cuerpo. Las manos se encuentran diariamente
expuestas al contacto con infinidad de superficies y materiales, por lo que es normal que
su dermis sufra más que la de otras zonas y presenten callosidades, durezas, sequedad,
arrugas prematuras, etc.
Con la exfoliación, consigues eliminar todas las células muertas acumuladas
permitiendo así que la piel se vaya renovando y oxigenando correctamente, lo que da
como resultado unas manos mucho más suaves al tacto y hermosas. Además, es una
excelente opción para quienes presentan manchas o marcas antiestéticas, ya que también
ayuda a atenuarlas y disimularlas.
Pero esto no es todo, cuando unas manos están bien exfoliadas, las cremas hidratantes
y humectantes que se apliquen posteriormente podrán penetrar bien en las capas internas
de la dermis y actuar muchísimo mejor. De esta forma, evitas la aparición de durezas,
callosidades y resequedad.
¿Cuántas veces puedo exfoliar mis manos?
Una vez por semana
Exfoliar primero puede eliminar los residuos, las células muertas y la suciedad de la
superficie cutánea. El siguiente paso es utilizar un limpiador para ayudar a eliminar las
partículas o células muertas que quedan en la superficie de la piel después de exfoliar.
1. MECÁNICO/FÍSICO
Los exfoliantes mecánicos o físicos suelen trabajar en las capas más
superficiales de la piel y se aplican mediante un masaje suave y circular siempre
con la piel húmeda. Contienen gránulos o micropartículas que, mediante su efecto
mecánico en la piel, eliminan las células muertas y suciedad acumulada sobre ella.
Este tipo de exfoliantes está recomendado para pieles normales o mixtas/grasas,
pero si tienes algún tipo de erupción o herida o incluso la piel muy sensible,
puede ser contraproducente.
2. QUÍMICO
Los exfoliantes químicos suelen ser más agresivos por los componentes que usan,
ácidos: glicólico, mandélico, azelaico, láctico, etc. Penetran en las capas más
profundas de la piel y con ello no solo consiguen eliminar las células muertas, sino
también hidratar, estimular la producción de colágeno y actuar como
antioxidante.
Consejos para evitar efectos adversos:
Las pieles sensibles deben fijarse en que las concentraciones no sean muy altas,
aunque recomendamos más los exfoliantes enzimáticos. Nuestra propuesta
de exfoliante químico:
3. ENZIMÁTICO
Tratamiento
Mezcla 1 cucharada de copos de avena
molidos con tu crema de hidratante de manos habitual y aplícala sobre las manos
frotando con suavidad. Deja que actúe durante al menos unos 3 minutos y luego retira
con abundante agua tibia o fría. Rápidamente notarás la diferencia en la suavidad de la
piel.
Este cereal es también ideal para hacer diversas mascarillas para la cara con las que
podrás lucir un cutis perfecto, descubre todas las recetas en el artículo Cómo hacer
mascarillas faciales de avena.