Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
APRENDER A VENDER
ES APRENDER
A CONOCERSE
TÉCNICAS AVANZADAS PARA
LA VENTA
CONTENIDO
Prólogo 6
6 ¿Qué es vender? 25
8 Ciclo del Yo 31
9 Un primer acercamiento 37
10 El arte de la escucha 39
Free eBook on
Learning & Development
By the Chief Learning Officer of McKinsey
Download Now
12 Las Preguntas 53
12.1 Pregunta cerrada: 58
12.2 Pregunta abierta: 62
12.3 ¿Preguntamos «por qué» o no preguntamos «por qué»? 62
12.4 Cómo formular las preguntas 63
13 Resumiendo 67
Sobre el autor 68
Mi filosofía 70
Mi sistema 71
PRÓLOGO
Todos aquellos que nos dedicamos a la venta, en algún momento, durante alguna conversación,
hemos pensado en la posibilidad de encontrar una fórmula mágica que nos permita llevar
a buen puerto nuestro deseo de vender.
A pesar de ello, he querido hacer de alquimista y crear una, ponerla en práctica y mostrar los
resultados… Curiosamente, los ingredientes aportados no son nuevos… pero sí reciclados.
También resulta divertido pensar que esas ideas maravillosas, o esas frases estupendas, o
ese gesto, comportamiento o tono de voz que podía haber balanceado el equilibrio de la
conversación hacia nuestro favor, se nos ocurre casi siempre en nuestra casa, en la tranquilidad
de nuestro retiro, cuando somos capaces de relajarnos lo suficiente como para llegar al fondo
de nuestros pensamientos y sacar de ellos nuestro aprendizaje genético.
¿Qué es vender?
Si tienes dudas sobre cómo realizar alguno de los procesos, escríbeme y si quieres podremos
mantener conversaciones o realizar sesiones sobre el tema en concreto que quieras trabajar
www.aptitudespersonales.com
www.blog.aptitudespersonales.com
www.facebook.com/aptitudespersonales
www.facebook.com/MendezCoach
www.linkedin.com/in/joseignaciomendez
www.twitter.com/Joseimendezg
www.instagram.com/joseignaciomendezg
plus.google.com/+AptitudespersonalesAsturias
www.youtube.com/c/AptitudespersonalesAsturias
Existen muchos temores hoy en día en el mundo, debido a las gestiones empresariales; la
situación económica ha cambiado mucho y aquellos miedos más arraigados en la población
han resurgido… Incluso me atrevería decir que en otros tiempos y épocas es muy probable
que rozáramos un proceso bélico… qué barbaridades se pasan por la cabeza!
No pretendo buscar culpables, ni un por qué, del lugar al que hemos sido arrastrados, sin
embargo, sí que busco cambiar algunas actitudes, porque las Aptitudes sé que están latentes
en algún lugar del interior de los ciudadanos y de los empresarios.
Desde el punto de vista de un empresario, estos momentos que vivimos son malos tiempos,
pues los ciudadanos no quieren gastar su dinero debido al miedo que genera la incertidumbre
de un futuro incierto.
Desde el punto de vista de un empresario estamos en crisis, pues los ciudadanos no quieren
gastar su dinero en sus productos, por culpa de los temores lógicos «a qué ocurrirá mañana».
Sin embargo, debo comentar algunas cosas que hoy en día veo en las calles y, que como
poco, no deja de sorprenderme:
Voy paseando relajadamente pensando en mis cosas y observo a las personas, a las situaciones
y a las empresas, dándome cuenta que las terrazas de los bares durante el día están llenas,
que las personas siguen fumando a pesar de pagar una barbaridad por cada cajetilla de
tabaco, que hay personas apoyadas en la barra de los bares durante horas al día (y no sólo
con un vino…), y muchas de ellas con las bolsas de la compra de ropa, calzado y demás
abalorios… y no todos son de las tiendas orientales; si salgo a disfrutar del fresco nocturno,
me encuentro con lo mismo, pero metamorfoseando el público y cambiando los vinos por
otro tipo de bebida más «consistente» y acompañado siempre del cigarro de rigor.
Si busco casas rurales para pasar unos días en verano, hoteles, viajes en avión o bien, otros
medios vacacionales, me encuentro en muchos casos con falta de plazas en los mismos…y
en navidad, semana santa y puentes también…es algo curioso en lo que merece la pena
pensar unos momentos.
Es de dominio público que estamos en tiempos de crisis, sin embargo, el dinero se sigue
gastando. Estoy completamente de acuerdo en que las ventas de ese tipo de «gastos» han
disminuido, sin embargo, también estarán de acuerdo conmigo en que esos «gastos» se siguen
realizando, aunque sea en menos medida, pero no se renuncian a ellos en muchos casos.
Eso significa claramente, que los ciudadanos se gastan el dinero en lo que quieren…
(¡vaya deducción!)
Basándonos en esta «deducción», quizá si un empresario pensara que debe cambiar su enfoque
de negocio hacia aquello que sea más atractivo para sus clientes y que le incluyeran en la
lista de lo que «sí se quiere gastar», las cosas cambiarían. Y a eso sumarle, que los ciudadanos
necesitan escuchar otro tipo de palabras en sus argumentos de ventas…
No estoy ofreciendo una solución milagrosa, pero sí una invitación a reflexionar, a evitar el
estancamiento, a EVOLUCIONAR, a saber, cuándo es el momento de tomar las riendas
del negocio y plantear una nueva estrategia.
Si en una batalla, el ejército defensor se queda quieto esperando a que el atacante llegue a
sus filas, es muy probable que la derrota sea segura… ¿no sería mejor replantear la estrategia
de defensa ante un enemigo cada vez más cercano?
Hay sistemas para conseguirlo, y si un empresario no sabe cómo hacerlo, sólo debe solicitar
orientación para una correcta gestión en tiempos de crisis.
Hay que intentar todas las opciones, antes de poder decir que no hay solución, pues en la
mayoría de los casos, si la hay.
A veces tuve pocas responsabilidades laborales y a veces tuve más, pero siempre estuve ahí,
empujando codo con codo, apoyando a mi empresa y confiando en que el futuro será bueno
para todos, si trabajamos juntos. No importa en qué escalón del organigrama empresarial
nos hubiéramos encontrado en cada momento de nuestra vida, lo único que importaba era
la alegría de trabajar para una empresa que nos apoyaba y que crecía con nosotros.
De todo aquello, hace muchos años, o quizá no tantos… sin embargo, lo que sí puedo
afirmar, es que hay épocas de la vida que parecen eternas, épocas en las que no sabes si
tirar la toalla, épocas en las que seguir adelante es mera cuestión de inercia o quizá de
supervivencia…
¿Qué ha pasado con las empresas y con los empresarios? si alguien ha leído algún artículo
de mi blog, sabrá lo que opino de la crisis, aun así, voy a ser comprensivo en este caso.
• ¿miedo? claro
• ¿incertidumbre? Por supuesto
• ¿dudas? todas
• ¿errores? todos
• ¿futuro? como no preguntemos a algún adivino de confianza …
Y ante esta carga de interrogantes, más otros muchos que no escribo por no aburrir… ¿cuál
ha sido la acción genérica de un porcentaje altísimo de empresarios?
hacer el avestruz, hacer el caracol, hacer la tortuga… ¿se os ocurre alguno más?
Seguro que sí, pero en definitiva la acción es la misma: buscar dónde esconderse y esperar
a que pase la tormenta.
No critico estas acciones, ya que el ser humano, por definición, ante la primera imagen de
peligro, busca instintivamente una forma rápida y segura de protegerse; estas reacciones son
normales y que tire la primera piedra el que esté libre de pecado.
Lo que sí critico, es la actitud de quedarse escondido y esperar a ver qué ocurre con el resto del
mundo, eso ya no es supervivencia, es un suicidio.
Ese empresario y su empresa (con todo lo que hay dentro) se convierte en una ciudad
asediada, que puede resistir un tiempo debido a sus propios recursos… los cuales están
condenados a finalizar más pronto que tarde. El problema comienza cuando esos recursos se
acaban, y entonces quieren reaccionar… y ya no queda absolutamente nada en las arcas para
desoxidar la maquinaria y ponerla en marcha… en ese momento ya no valen las ideas, en
ese momento ya no valen las lamentaciones, lo que queda en ese momento, por desgracia,
se traduce en concursos de acreedores, eres y cierres…
Muchos me han acusado de irreverente, de loco y de poco conservador, pero algunos también
me han acusado de innovador, motivador y creador de lo que yo llamo EVOLUCION. El
resultado es que he vivido 30 años de crecimiento laboral, he pasado por muchas fases de
los mercados y de las empresas, y hoy por hoy las cosas han cambiado, y mucho.
El público objetivo de todas las empresas ha cambiado, la forma de dirigirse a ese público
ha cambiado, la forma de tratar al personal laboral ha cambiado, la forma de tratar a los
proveedores ha cambiado, los sistemas de producción han cambiado, los procesos financieros
han cambiado…
Si todo eso ha cambiado y evolucionado… ¿podría alguien decirme, por qué hay tantos
empresarios que NO han cambiado y evolucionado?
el Futuro
¿A nadie le ha dado por pensar que las situaciones económicas en todos los países generan
cambios «genéticos» que acaban transformando culturas y costumbres?
Por suerte, hoy en día, estoy conociendo empresas que favorecen esa evolución en los
emprendedores, vuelvo a encontrar personas felices anímicamente como hace años, pero sé
que hay muchas otras personas, trabajadores y empresarios que necesitan ayuda…
www.sylvania.com
We do not reinvent
the wheel we reinvent
light.
Fascinating lighting offers an infinite spectrum of
possibilities: Innovative technologies and new
markets provide both opportunities and challenges.
An environment in which your expertise is in high
demand. Enjoy the supportive working atmosphere
within our global group and benefit from international
career paths. Implement sustainable ideas in close
cooperation with other specialists and contribute to
influencing our future. Come and join us in reinventing
light every day.
Light is OSRAM
Alguna vez se ha tocado este tema, pero creo que no recuerdo haber hablado largo y tendido
sobre ello, y eso que puede ser muy largo y tendido, incluso quizá salga otro libro de todos
estos pensamientos, y que, como título horrorosamente comercial, lo podríamos llamar
Y no importa qué tipo de vendedor seas o qué tipo de producto vendas, si eres hombre o
mujer, de tienda o de calle, de puerta fría o de visitas concertadas, de ciudad o viajante… La
soledad es algo que ataca con toda su ciclónica fuerza, realizando más estragos en nuestras
mentes de vendedores que cualquier ciclón verdadero.
Seguro que todos recordamos esos momentos, y cuando en la actualidad vemos a alguno
de esos grupos, enseguida detectamos en los gestos y las miradas para quién es su primera
vez, o quién tiene experiencia, y no podemos evitar sonreír, mientras evocamos aquellos
tiempos en los que nosotros también estábamos en esa situación…
Cuando estamos dentro de ese grupo, la fuerza que emanamos es increíble, imparable,
y el primer día que salimos a la calle suele ser el mejor de todos, con acuerdos exitosos
casi asegurados…
Si ese primer día suele ser tan maravilloso para todo el mundo, ¿por qué las empresas
no buscan que sea así más a menudo?
¿Se podría repetir ese primer día una y otra vez, como una película?
Pero las empresas, o una gran mayoría de ellas han perdido el enfoque fundamental del
trabajo en equipo, han perdido la esencia de los días de formación; consideran que con
realizar semejantes acciones una vez en la vida de sus vendedores es más que suficiente…
y, poco tiempo después, achacan el fracaso de las ventas a esos mismos vendedores que el
primer día salieron y triunfaron…
¿Hasta qué punto hemos llegado en este mundo, que tantos empresarios consideran que, si
no se obtiene «dinero» en el primer momento, no es rentable?
Hay mucho que aprender y estudiar, hay mucho que evolucionar, hay mucho que reconocer
y hay mucho que crecer.
Yo sólo voy a hablar en voz alta, a describir mi opinión, a contar lo que la soledad es capaz
de hacer en una mente y a contar también las acciones que se podrían tomar para que
siempre fuera como esa primera vez, en la que todos nos sentimos dioses, y que más de
uno debería recordar…
No va a ser difícil comprender el final de todo este pensamiento, si recordamos el «por qué».
En todas las conferencias que he impartido, casi siempre, de una forma o de otra, aparece
el sistema para averiguar el origen de los problemas (si es que existe tal problema); la única
respuesta válida es preguntar siempre «por qué».
Y si posteriormente nos preguntamos cuál es el «por qué» de ese «por qué», y así sucesivamente,
nos daremos cuenta de lo fácil que ha sido llegar al comienzo de toda la historia, a la raíz
del problema.
Dicho así, parece un proceso realmente fácil, pero no lo es en absoluto; es necesaria una
buena dosis de humildad, aceptación, frialdad y objetividad, y como seres humanos que
somos, ese tipo de cualidades no las llevamos de serie, con lo cual, a partir de ahí, ya
debemos crear un proceso de aprendizaje, aunque eso corresponde a otro capítulo, donde
el vendedor también será importante.
Saltando hacia atrás en nuestra historia, nos situamos en el momento en el que cruzamos
por primera vez la puerta de la sala de formación…
Cuántas preguntas se disparan en ese momento… ¿sabrán más que yo?, ¿por qué me miran
de esa forma?, ¿se conocerán entre ellos? y la lista de preguntas podría extenderse varios
párrafos más abajo.
Conocemos a nuestros formadores y comienzan las clases, es increíble cómo estas personas
saben todo y de todo, con qué seguridad explican y responden a nuestras preguntas, y cómo
son capaces de transmitir conceptos que ya sabíamos, pero que nunca nos habíamos parado
en valorar adecuadamente.
Durante el curso de formación, que suele durar varios días (en empresas normales), el
sentimiento de camaradería se acrecienta día a día, los compañeros se van conociendo, las
dudas se van discutiendo entre todos ellos, para luego otorgar la resolución final al formador.
Los miedos a la empresa, a los superiores, al tipo de contrato… todo eso une cada día más
a los participantes del curso, hasta que un día, uno de ellos tiene la feliz idea de crear un
grupo de WhatsApp (antiguamente eran grupos en el bar y, un poco menos antiguamente,
intercambio de llamadas); en ese momento es como si esa alianza se sellara con un compromiso
escrito; qué sensación la de tener a esa personas que tienen tus mismos miedos y dudas tan
cerca, a cualquier hora del día, y poder discutir o preguntar cualquier tema; es más, alguna
amistad seria, comienza ya a fraguarse en el calor del desarrollo del curso.
El ser humano, como siempre he dicho en todos mis cursos, es el elemento más débil de
la naturaleza, no tiene garras, ni velocidad, ni fuerza, no sabe nadar bien y mucho menos
volar, una simple hoja de papel nos puede hacer sangrar….
Sólo tenemos un cerebro que nos distingue del resto de los animales (y a veces tampoco
vale para mucho), y es ese cerebro el que nos ha convertido en «sociales»; necesitamos tener
un grupo a nuestro alrededor, como se ha demostrado desde nuestros orígenes cavernarios;
el grupo nos da la fuerza, el grupo nos empuja, cuando un elemento se convierte en débil,
el grupo lo levanta y se centra en él, no lo abandona.
Un ejemplo claro, que todo vendedor sabe, y que a muchos lectores no les va a gustar, es el
sistema militar concebido como «equipo de fuego»; con una variable de 5 a 10 soldados con
un responsable a la cabeza, que son capaces de disponer formaciones de combate, tanto de
ataque como de defensa, y cuyos éxitos están prácticamente garantizados debido a su unión
y a su trabajo en conjunto en el día a día, a sus entrenamientos y sus apoyos constantes
entre ellos….son una pequeña familia que se apoyan entre todos.
Cuando llega la hora de realizar las prácticas de lo aprendido entre todos ellos, esos famosos
«teatrillos» de venta, a pesar de la vergüenza y el miedo al ridículo, se apoyan entre todos,
se corrigen con buena voluntad, se aplauden y elevan unos a otros posteriormente.
Y en ese momento es cuando alguno ya piensa en voz alta y dice: «ojalá estuviéramos
siempre juntos»
Esa frase rompe parte de la magia, al recordar la realidad de una certeza absoluta: Los van
a separar y tendrán que lidiar, probablemente, solos, ante los objetivos que su empresa
les marque.
Esto que estoy escribiendo, no es nada nuevo; si todos sabemos que esto ocurre, ¿por qué
las empresas no previenen los miedos que se generan y proyectan sistemas de trabajos más
productivos?
Cuando el curso acaba, las empresas rompen la «familia», la disgregan, y buscan una supuesta
rentabilidad ramificando a cada miembro por diferentes rutas… y cuando llega la hora de
rendir cuentas…
Jamás debemos olvidar que la persona a la que nos dirigimos para ofrecer un servicio, o
simplemente para intentar conocerla, es un completo desconocido; no tenemos datos sobre
sus gustos, preferencias ni aspiraciones; no sabemos qué puede gustarle en menor o mayor
medida; probablemente no sabremos ni su nombre, así que tan sólo disponemos de la mejor
arma de todas: nuestras ganas de comunicarnos, porque ganas tenemos ¿verdad?
Pues para comunicarnos lo principal es recordar que tenemos ante nosotros a una persona,
y que debemos tratarle como a nosotros nos gustaría que nos tratasen, es decir, usar esos
valores tradicionales que a veces se olvidan, que se llaman respeto, educación y claridad.
Y nada de interrogatorios violentos al principio de la conversación, ya que probablemente
resulten intimidatorios, y la persona que tenemos enfrente, tomará la decisión de no querer
compartir ningún café con nosotros. Siempre hay que tantear a esa persona con afirmaciones
comunes y realizar preguntas generales que, a primera vista, seguramente parezcan inservibles,
pero que pueden dar mucho juego e información, y, sobre todo, lo más importante es que
de esas preguntas obtendremos una respuesta.
Ya estamos hablando de sistemas de comunicación tocando algunos conceptos que son más
importantes de lo que mucha gente cree: Las preguntas, las respuestas, la claridad en la
conversación, el tanteo inicial, la comprensión y la famosa empatía.
Todos estos conceptos podrán aplicarse a nuestras vidas diaria, conociendo personas o
hablando con las que ya forman parte de nuestro círculo, o bien, a nivel empresarial, tanto
ejerciendo el rol de vendedor como de negociador en una mesa. Sea cual sea el uso que
le demos, jamás debemos olvidar que nuestro estilo propio es el que marca la diferencia.
Siempre debemos ser distintos a los demás, pero sin perder nuestra personalidad.
El deseo de querer ser distintos al resto de las personas que nos rodean, es muchas veces
un deseo constante en muchos círculos. Conseguir ser distinto es fácil, realmente sería
suficiente con teñirnos el pelo de un color estrafalario o vestir con ropa realmente llamativa;
sin embargo, esa ansia desmedida de querer destacar sobre los demás a veces nos hace
comportarnos de formas muy alejadas a nuestra verdadera naturaleza.
Evidentemente, el resultado de ese tipo de intento de integración, es algo grotesco que acaba
generando en el sujeto más dolor que el existente originalmente. Ese tipo de personas no
necesita cambiar su forma de vestir, hablar o su forma de enfrentarse a sus semejantes, tan
sólo necesita descubrir su verdadera naturaleza, su verdadero yo y aceptarlo tal como es; el
sentimiento de seguridad que generaría ese descubrimiento sería suficiente para que la luz
interior de esa persona atrajera a todas las polillas de unos cuantos metros a la redonda.
Pero, ¿por qué no trabaja esos aspectos?
Para que una persona por si sola, sea capaz de descubrir cuál es el elemento de su entorno
que le va a ayudar a salir del ostracismo, tan sólo debe fijarse en dicho entorno, captar las
señales que se están emitiendo constantemente y traducirlas con el código correcto. Esto
marcará el camino a seguir; y no es nada fácil. Después de haber encontrado ese camino,
viene otra parte aún más difícil si cabe, atreverse a seguirlo; aquí entraríamos ya a hablar
de los miedos y sus consecuencias.
360°
thinking .
360°
thinking . 360°
thinking .
Discover the truth at www.deloitte.ca/careers Dis
Discover the truth at www.deloitte.ca/careers © Deloitte & Touche LLP and affiliated entities.
Discoverfree
Download theeBooks
truth atatbookboon.com
www.deloitte.ca/careers
Click on the ad to read more
24
APRENDER A VENDER ES
APRENDER A CONOCERSE ¿Qué es vender?
6 ¿QUÉ ES VENDER?
A pesar de todo lo que se ha dicho hasta la fecha, la venta es uno de los conceptos más
intangibles que hoy en día pueblan nuestra sociedad.
Tal como dice la definición, vender es obtener un beneficio a cambio de un precio, y dicho
precio puede ser monetario o en servicios. Esto es correcto, realmente define lo que hasta
la fecha se ha enseñado con relación a este tema.
Sin embargo, la venta es mucho más, es la esencia de cada persona, es un concepto, que
visto desde otra perspectiva, nos explica la personalidad de cada individuo, mostrándonos
facetas que probablemente estuvieran ocultas hasta ese momento.
Si extrapolamos este concepto, nos encontramos con una realidad un tanto confusa: el
conocimiento de un producto no es determinante para obtener la venta de dicho producto;
lo importante y definitivo es la capacidad de cada vendedor para poder encontrar una
armonía que construya las mismas «ondas» que su interlocutor.
Esas similitudes de «ondas» son las que crearán una conexión lo suficientemente sólida como
para que el cliente potencial comprenda las ideas que le queremos transmitir.
Siguiendo con la misma teoría, basaremos todo el proceso de la venta en una argumentación
correcta.
Un argumento es, según su definición literal: una prueba o razón para justificar algo como
verdad o como acción razonable; es decir, lucharemos por una explicación (razón) cuando,
por lógica, pueda demostrarse que la verdad está con nosotros.
Resumiendo, obtendríamos que, vender es demostrar a nuestro cliente, con razonamientos lógicos,
que nuestro producto o servicio cubrirá una o más facetas de su vida de forma satisfactoria.
Dando esto como válido, el resultado es que aquellas perspectivas que debemos trabajar,
son las que nos permitan encontrar una «sintonía» y denominadores comunes con nuestros
clientes; debemos encontrar la forma de «conquistar» a nuestro interlocutor y ello nos llevará
a una conversación abierta, amena, interesante y que colocará a nuestro cliente con una
predisposición muy positiva para escuchar todas nuestras explicaciones.
Por lo tanto, y de forma lógica, podemos afirmar que lo que es bueno para nuestra vida
privada, es bueno para la venta, y por lo tanto si mejoramos nuestras facetas personales,
mejoraremos considerablemente nuestros éxitos en la venta.
La venta también necesita esa preparación mental previa, que nos ayudará a estar relajados
y con las ideas claras, exactamente igual que antes de ir a una reunión de amigos, en la
que podemos plantearnos quién irá, qué cosas dirá, qué ropa o qué peinado hacernos, etc.
No vamos a profundizar en todas las técnicas mentales ya que sería interminable, sin
embargo, vamos a hablar de unos pocos sistemas que nos permitirán enfocar adecuadamente
la situación.
Evidentemente la perfección no existe dentro de todo lo que tenga relación con la venta,
ya que todo son técnicas y tácticas tan subjetivas que resulta complicado valorarlas con
criterios propios; es decir, lo que es bueno para uno no tiene que ser bueno para otro, es
más, probablemente sea desastroso para otro; a pesar de ello siempre existe un listón al
que queremos llegar, una meta para alcanzar, unas virtudes que nos permitirán mejorar en
nuestras facetas.
Como herramientas y dones básicos del ser humano que deberíamos trabajar y perfeccionar
tendríamos: el intelecto, la voluntad, la emoción, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y
humildad, que si las convertimos en aptitudes para la venta se llamarían: comprensión,
energía, autocontrol, aceptación, resistencia, aprendizaje, empatía y autoconocimiento.
Es más, los teólogos también identifican algunas cualidades necesarias en el ser humano,
como pueden ser: Fe, esperanza, caridad, prudencia, fortaleza, templanza y justicia; una vez
más las convertiremos en aptitudes para la venta y quedaría así: Creer en si mismo, fuerza,
comprensión, cálculo, energía, paciencia y resolución.
Es muy difícil tener todas esas virtudes o dones, por no decir imposible, sin embargo, lo
que sí es posible, es detectar cuál de ellas no la tenemos lo suficientemente evolucionada y,
por lo tanto, la que necesita de nuestra especial atención.
Un ejemplo práctico sería una persona que siempre piensa que tiene razón en todo; es lógico
pensar que, si esa persona fuera capaz de pensar en sí misma y en su relación con los demás,
se daría cuenta que su falta de humildad puede ocasionarle problemas en sociedad, por lo
tanto, si quiere evolucionar en dicha sociedad, debería corregir (en la medida de lo posible)
esa falta de humildad, compensándola con más comprensión y paciencia.
En la venta nos encontramos con el mismo sistema de análisis. Por ejemplo: un vendedor
que nunca deje hablar a su cliente, jamás podrá obtener la información que necesita
para comprender la necesidad que puede tener ese cliente para comprar su producto, y
probablemente ello se traducirá en un fracaso absoluto en el proceso de la venta. Por lo
tanto, deberá trabajar su capacidad de paciencia, escucha y comprensión.
Ambas facetas parten del mismo error, la falta de humildad. Por lo tanto, si en cualquiera de
esos momentos (de venta o de vida personal) trabajamos sobre una característica que pueda
afectarnos negativamente, como consecuencia lógica, la otra se verá reforzada automáticamente,
obteniendo resultados positivos.
Si profundizamos aún más en lo que No se debe hacer, los mismos teólogos que nos hablan
de las virtudes nos hablan también de los defectos; quién no ha escuchado alguna teoría
sobre los pecados capitales, los pecados que el ser humano no debe cometer, ya que ellos
impedirán que su desarrollo como persona sea completo: Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza,
Ira, Envidia y Soberbia. Por supuesto, estos mismos conceptos de lo que No se debe hacer
también pueden aplicarse a los sistemas de venta, quedando de la siguiente forma: Posesión,
Exceso, Impaciencia, Incapacidad, Caos, Rencor y Orgullo.
Evidentemente, si debemos mejorar esos «defectos» que nos pueden afectar como persona,
también deberemos mejorar esos «defectos» que pueden afectarnos en el proceso de la venta.
La primera fase de una buena venta, es igual a la primera fase de una buena relación social:
conocernos lo suficiente a nosotros mismos como para poder desarrollar todo nuestro potencial.
8 CICLO DEL YO
En otro libro, llamado «Aprender a conocerte», ya hice referencia a este ciclo, pero considero
que es tan importante, que merece la pena volver a resumirlo; además que es la base de
mi trabajo, pues es un diseño de evolución, que me ha llevado bastante tiempo desarrollar:
Fase 1. YO
Algo simple en apariencia, pero complicado de realizar cuando llega el momento: tomarnos el
tiempo necesario para pensar en nosotros mismos, en cómo hemos crecido y evolucionado a
lo largo de los años; cómo hemos llegado hasta donde estamos. Recordar aquellos momentos
felices y aquellos que no lo fueron tanto. Ello nos dará una visión global del por qué estamos
ahora en el lugar que estamos y qué camino hemos recorrido para conseguirlo.
Fase 2. ME ACEPTO
Para bien, o para mal, hemos sido nosotros mismos los que hemos construido nuestro
camino; estamos donde estamos gracias a nuestras decisiones y ahora mismo no se puede
cambiar nada de lo que hemos hecho; por lo tanto, debemos aceptarnos tal y como somos,
ya que nos hemos convertido en el resultado de un proceso de aprendizaje que ha durado
toda nuestra vida.
Fase 3. ME VALORO
Las responsables directas de los logros de nuestra vida, son las virtudes que poseemos, aquellas
que nos han dado esa inspiración necesaria para alcanzar a veces la satisfacción. Y como
han sido buenas para nosotros, debemos conservarlas y luchar por seguir manteniéndolas.
Fase 4. ME CULPO
En algunos momentos de nuestra vida, no hemos tomado el camino correcto, y esas malas
decisiones son las causantes de algunos problemas que nos han surgido. Esas malas decisiones
son la consecuencia de habernos dejado dominar por algunos defectos, y simplemente
debemos reconocer ese «error».
Fase 6. ME ORDENO
Todo en esta vida debe desarrollarse con un orden; en ese caso hablamos de priorizar aquellas
cosas que son más importantes que otras. El que seamos capaces de pensar en muchas
cosas a la vez, no quiere decir que, físicamente, seamos capaces también de hacer muchas
cosas a la vez. Por lo tanto, debemos valorar cuáles son aquellas cosas que precisan nuestra
atención inmediata y cuáles son aquellas que pueden esperar un poquito más. Con ello
conseguiremos centrar nuestros esfuerzos en resolver situaciones de forma completa y definitiva,
sin dispersarnos en acciones que no tienen relación directa con nuestro momento actual.
Do you like cars? Would you like to be a part of a successful brand? Send us your CV on
We will appreciate and reward both your enthusiasm and talent. www.employerforlife.com
Send us your CV. You will be surprised where it can take you.
Fase 7. ME CORRIJO
Ya tenemos claro que no existen problemas, sino situaciones que deben plantearse de forma
distinta; por lo tanto, trabajaremos con aquellos puntos de nuestra forma de actuar que
pueden resultar negativos en algunas ocasiones. Debemos también valorar, que nuestros
«defectos» no son como tal un defecto, sino parte de nuestro carácter, y realmente cambiarlos
radicalmente supondría un cambio de personalidad radical, lo cual no es positivo. Simplemente
hay que buscar una adaptación progresiva a las situaciones en las que debemos valorar y
pensar antes de actuar.
9 UN PRIMER ACERCAMIENTO
Ahora vamos a transformar todo lo que hemos hablado hasta el momento en dos sistemas
simples que son efectivos con un poco de autocontrol y paciencia.
Imaginemos una conversación en la que las ideas sobre un tema en concreto surjan
constantemente, llevadas desde un enfoque tranquilo, sosegado, donde se escuche atentamente
las palabras del cliente dejando que él sea el protagonista, pero a la vez interviniendo en
los momentos adecuados para redirigir la conversación a conveniencia del vendedor; donde
estemos tan seguros de lo que estamos ofreciendo y de su validez en el entorno de ese cliente,
que podremos dejarle exponer sus objeciones con total libertad, sabiendo de antemano que
no habrá nada que nos pueda hacer perder el control.
Si estamos seguros de nosotros mismos y tenemos la fuerza suficiente como para desarrollar
nuestro perfil comercial (o personal), esta pequeña técnica nos servirá como guion preestablecido
de las actitudes que deberemos tomar durante el proceso de la entrevista de ventas.
Estamos hablando de lo que podemos llamar la «Técnica CHEDE», donde cada letra significa
lo siguiente: Creatividad, Humildad, Empatía, Descaro, Ego.
Varias de las palabras que componen esta técnica, podrían llegar a considerarse defectos,
como un Ego más desarrollado de lo normal, o un descaro fuera de lugar. Sin embargo, en
su justa medida, puede ser un ingrediente tan maravilloso para una conversación como el
más maravilloso de los ingredientes culinarios, el cual, aportado en exceso, puede desmerecer
o estropear el plato. En el caso de la venta, o de las relaciones personales es exactamente
igual. Todo en su justa medida, y seremos nosotros mismos los que iremos tomando la
medida a esos «defectos» como para convertirlos en virtudes, tal como haría un maestro
Chef para desarrollar un plato maravilloso, probando qué ingredientes le sobran o le faltan
para obtener el sabor y la presencia adecuados.
Es posible que a veces esta técnica no sea la adecuada para usar, ya que quizá el tipo de cliente
no sea el más adecuado; entonces podemos probar esta otra, la que llamaríamos: Sistema
PIECE, donde cada letra significa: Personalidad, Imaginación, Escucha, Comprensión, Empuje
En este estilo de conversación nuestro magnetismo personal es la piedra angular del éxito,
el cual desprenderemos sin miramientos, aportando comentarios interesantes, de lógica
aplastante, donde demostraremos nuestra experiencia escuchando atentamente al cliente y
entregándole soluciones inmediatas y aplastantes a sus dudas.
También podemos tener preparado nuestro guión mental, donde sabremos qué ingrediente
nos falta o de cuál ya hemos aportado lo suficiente.
Ambos sistemas persiguen el mismo final, es decir, el éxito tanto en la vida social como en
la venta; ambos están basados en el desarrollo de la seguridad que la persona puede irradiar
en su entorno y cómo esa seguridad puede influir en las personas que le rodean.
Todos estos elementos, formarán parte, al final, del desarrollo de las 10 claves para obtener
el éxito en la venta.
10 EL ARTE DE LA ESCUCHA
Una vez más nos encontramos con muchas definiciones que pueden explicarnos qué significa
escuchar, sin embargo, todas ellas nos llevan al denominador común que crea el concepto
que debemos tratar: Comprensión.
Escuchar atentamente las palabras de la persona que las transmite, realizando el trabajo
mental de colocarlas en su sitio, intentar poner en los huecos en blanco, esas palabras que
no han sido dichas, estudiar el conjunto y responder en consecuencia con el mismo código
lingüístico para que nos puedan entender.
Escuchar siguiendo estas pautas, nos permitirá comprender correctamente el mensaje que nos
quieren transmitir, y una vez comprendido, tan sólo nos quedará actuar en consecuencia,
lo que nos dará nuevamente el éxito en esa situación.
Sin embargo, escuchar no es una labor fácil, es un arte que requiere esfuerzo y práctica y
un control mental más fuerte que lo que se nos muestra en apariencia.
Hay muchas veces que creemos que estamos escuchando atentamente y, sin embargo, el
resultado no es el deseado. Debemos estudiarnos a nosotros mismo y descubrir cuáles son
las barreras que nos impiden realizar correctamente esa escucha, como, por ejemplo:
• La indiferencia. A veces creemos que las palabras o comentarios que en ese momento
nos está transmitiendo el cliente no son importantes e inconscientemente dejamos
de escuchar y damos prioridad a otros pensamientos que surgen en nuestra mente,
mientras permitimos que el cliente siga hablando. Con esta actitud, nos encontramos
con dos posibles problemas: El cliente puede decir algo realmente importante mientras
estamos distraídos y, en segundo lugar, nos convertiremos poco a poco en escuchas
pasivos y este hábito puede ser difícil de cambiar más adelante. La indiferencia al
escuchar no tiene excusa; significa que somos indiferentes a la venta o a la persona
que tenemos delante y, de ser así, estamos en el lugar equivocado.
• La impaciencia Es uno de los fallos más comunes, aunque también uno de los
más comprensibles, pero, aun así, no deja de ser un problema igualmente grave.
Un cliente lento o uno dicharachero pueden conseguir que nuestros pensamientos
surjan como por arte de magia y se adelanten a la conversación. Lamentablemente,
no podemos arriesgarnos a ignorar ninguna señal de venta, por lo tanto, debemos
ser fuertes y disciplinados mientras nos concentramos en las palabras del cliente,
aunque sea una situación que se nos haga interminable.
Estos son los motivos que pueden evitar una escucha correcta y por lo tanto un fracaso en
nuestras conversaciones, el ejercicio mental para controlar este proceso debe ser continuo.
Sin embargo, con unos pequeños hábitos podemos acostumbrarnos a realizar una escucha
correcta; estos hábitos son:
Las palabras escogidas y meditadas son imprescindibles para la obtención de esa confianza,
pero también lo es nuestra actitud y la imagen que la persona con la que estamos hablando
pueda percibir de nosotros.
AXA Global
Graduate Program
Find out more and apply
La lógica de estas palabras nos lleva a pensar entonces que: Un vendedor lo primero que
debe hacer es venderse a si mismo, de la misma forma que en nuestra vida privada siempre
intentamos agradar y dar lo mejor de nosotros mismos para causar una buena primera
impresión, un vendedor debe tomar la misma actitud.
Desde este punto de vista, el concepto de la relación entre vendedor y cliente cambia por
completo, y va a ser el que desarrollaremos a continuación.
Transmitir correctamente las ideas que están en nuestra mente no es labor fácil para nadie,
y existe una probabilidad muy alta que esa persona con la que estamos hablando no tenga
la habilidad de expresar a la perfección sus pensamientos, utilizando unas palabras o un
tono de voz adecuado; por ello nuestra actitud debe basarse en ser curiosos, preguntándonos
por qué habla de tal forma o por qué usa tal expresión; indagaremos mentalmente sobre
sus tonos de voz y buscaremos una explicación para sus reacciones, pero siempre de forma
constructiva, curiosa y aportando soluciones.
Nunca debemos olvidar que somos nosotros los que deseamos establecer una comunicación,
por ello debemos intentar corregir una actitud muy común en el ser humano, la de estar
siempre con «el escudo levantado», ya que, si iniciamos una conversación con desconfianza,
agresividad o descontento, la persona que tenemos enfrente inmediatamente captará las señales
de negatividad que transmitimos y como resultado lógico, esa persona también «levantará
su escudo». Desde siempre y en todas las culturas, cuando dos partes se enfrentan con el
escudo levantado, se origina una guerra.
Nuestra actitud debería ser de entrega ante el enfrentamiento, dejando al descubierto nuestro
interior, dando lo mejor de nosotros mismo, sin tener en cuenta que probablemente nuestro
interlocutor esté a la defensiva y dispuesto a no escucharnos. Si mantenemos la sonrisa
sincera, las buenas intenciones, la transparencia en nuestro vocabulario, la persona que
tenemos enfrente empezará poco a poco a «bajar su escudo» ya que lentamente comprenderá
que no somos una amenaza ni para él ni para su entorno, y llegará un momento en el cual
su actitud será tan transparente como la nuestra.
Normalmente una persona que recibe a un vendedor ya está prejuzgando sobre las intenciones
de dicho vendedor e inconscientemente tiende a rechazar toda argumentación, no dejando
en la mayoría de las veces que el vendedor realice una presentación correcta.
Un enfrentamiento origina una guerra, es decir, un fracaso para ambas partes. La paz siempre
genera paz, y en un ambiente de paz existe comprensión y comunicación, es decir, un éxito.
Pensemos en nuestros amigos, vamos a recordar el por qué son nuestros amigos; pensemos
en cómo los conocimos, cómo esa amistad se fue afianzando con el tiempo y qué tipo de
relación tenemos actualmente con ellos. Si consideramos a alguien como amigo, es porque
tenemos muchas cosas en común, sean del tipo que sean, pero son las suficientes como para
poder compartir pensamientos y momentos a su lado.
Si nos imaginamos la teoría matemática que nos habla sobre la intersección de conjuntos,
tendremos que el conjunto A (nosotros) y el conjunto B (un amigo) se juntan lo suficiente
como para crear una intersección entre ambos. En esa intersección, que podemos denominar
C (Común), nos encontramos, matemáticamente hablando, que en él, se encuentran todos
los elementos de A que también están en B. Dicho de otra forma, son aquellos elementos
en común que tenemos nosotros con nuestros amigos.
Afinando aún más este pensamiento, nos daremos cuenta que cuanto más grande es el
conjunto C, es decir, cuanto mayor superposición exista entre los conjuntos A y B, existen
entonces mayores puntos en común y, en consecuencia, nuestra amistad es mucho mayor.
Esto mismo es lo que debemos desarrollar y conseguir durante una conversación de ventas
o de conocimiento de una persona, que dos conjuntos totalmente independientes como
serían en este caso, A (nosotros) y B (el cliente) se acerquen lo suficiente como para crear
poco a poco una intersección denominada C (puntos en común). Si logramos el objetivo
de esa intersección, nuestro proceso de comunicación habrá sido completo y por lo tanto
habremos obtenido el éxito.
Para reconocer qué puntos en común se tienen con un desconocido, es necesario buscarlos y
para ello, deberemos fijarnos en aquellos detalles importantes que pueden aportarnos pistas
sobre el camino a seguir.
Con esas pequeñas referencias deberemos intentar acercarnos lo más posible a sus pensamientos,
usando para ello los temas más comunes que pueden compartir el ser humano, como son
la vida laboral y la vida privada; dentro de cada uno de ellos las clasificaciones podrían ser
infinitas, pero preguntas abiertas relacionadas con viajes, la oficina, actividades en común,
estudios, hobbies, mascotas o lugares comunes para ambos, podrán crear el principio de
una buena intersección C.
En el siguiente capítulo estudiaremos el tipo de preguntas que debemos usar para obtener
aquella información que necesitamos.
Hasta ahora hemos dado pequeñas pinceladas de lo que es necesario para ganar la confianza
del cliente. Después de estas explicaciones vamos a resumirlo:
La confianza es un plato que se sirve a temperatura ambiente, donde quiera que estemos,
ya sea a nivel social o laboral, crear confianza con nuestro entorno es fundamental para
el éxito de nuestras relaciones, y el clima debe ser el adecuado para que la «cocción» de
nuestro plato sea la correcta.
En nuestra mesa de preparación de ingredientes para crear nuestro plato, necesitamos los
seis que nos aportarán el sabor correcto:
6. Atrevimiento: Como en toda partida de ajedrez, cada jugador realiza sus movimientos,
por turno, esperando pacientemente a que su contrincante haga el suyo; y en un
momento de la partida, uno de ellos ve claro cómo debe jugar para ganar, sólo le
queda realizar un par de movimientos para centrar la jugada final. Evidentemente
es imposible tener todas las probabilidades cubiertas, pero llega un momento en el
que hay que arriesgar para ganar. En una conversación ocurre lo mismo, una vez
hablado todo lo necesario, más conversación sobre el mismo tema sería superfluo;
ha llegado el momento de enfocar el final de la conversación para que ambas partes
obtengan beneficio, y hay que ser valientes en ese momento y no dudar.
7. Seguridad: Es la base, es el secreto, es la guía que lleva a buen puerto cualquier
conversación; si transmitimos seguridad, transmitiremos certeza en nuestras palabras
y ello hará que la persona que tenemos enfrente nos escuche con atención, sabiendo
que hablamos con la autoridad suficiente como para resolver cualquier duda que
tenga sobre la materia. Con seguridad podremos aplicar los otros 5 ingredientes sin
demasiadas complicaciones. Es el ingrediente principal de nuestro plato.
8.
No es sencillo aplicar todos estos ingredientes durante una conversación, y hasta que tengamos
práctica en ello, es muy probable que nos olvidemos de alguno; por ello propongo que,
en cada conversación, se lleve un pequeño guion escrito, hasta que se tenga la suficiente
práctica como para elaborarlo mentalmente.
El proceso se basa en que cada conversación que realicemos debe llevar los seis ingredientes,
por lo tanto, en el momento que detectemos que ya hemos aportado uno de ellos, marquemos
en nuestro guion el ingrediente correspondiente. Al final de la conversación, deberíamos
tener todas las cruces marcadas, y si no es así, sabremos qué hemos hecho bien y qué hemos
hecho mal, ya que aquellos ingredientes que no hayan sido marcados, es muy probable que
sean los responsables de no haber obtenido el éxito en la conversación.
Si realizamos este ejercicio con todas nuestras conversaciones durante una semana y después
lo analizamos; podremos observar a nivel global cuáles son aquellos ingredientes que menos
marcas han tenido, y por lo tanto podremos descubrir, como si fuera una autoevaluación,
qué debemos mejorar y reforzar de nuestro sistema de conversación.
Por otro lado, también podremos valorar que aquellas conversaciones que hayan aportado
un éxito para nosotros, serán las que mayor número de marcas tendrán.
Ya sólo nos queda saber cómo debemos formular nuestras preguntas para poder obtener esas
respuestas que necesitamos para que podamos aportar nuestros ingredientes con tranquilidad.
12 LAS PREGUNTAS
Al no conocer a nuestro cliente y no tener prácticamente ninguna referencia sobre él, el
proceso de la venta puede convertirse en una situación violenta si no enfocamos correctamente
el ritmo de la conversación.
La única forma de aprender aquello que necesitamos, la única forma de saber lo que no
sabemos y la única forma de conseguir esa información necesaria para el proceso de la venta
es: preguntando.
Además, si las preguntas formuladas son correctas, estableceremos una comunicación positiva
con nuestro cliente que nos ayudará a finalizar la venta de una forma segura y eficaz.
Las buenas preguntas originan una curiosidad que lleva a nuestro interlocutor a escuchar
con más atención y a seguir el camino marcado por nosotros cuando dirigimos el proceso
de venta.
1. Preguntas Cerradas
2. Preguntas Abiertas
Veamos qué significa cada una de ellas y cómo más se podrían dividir, ya que ambos tipos
de preguntas son muy útiles y efectivas si son usadas con corrección.
�e Graduate Programme
I joined MITAS because for Engineers and Geoscientists
I wanted real responsibili� www.discovermitas.com
Maersk.com/Mitas �e G
I joined MITAS because for Engine
I wanted real responsibili� Ma
Month 16
I was a construction Mo
supervisor ina const
I was
the North Sea super
advising and the No
Real work he
helping foremen advis
International
al opportunities
Internationa
�ree wo
work
or placements ssolve problems
Real work he
helping fo
International
Internationaal opportunities
�ree wo
work
or placements ssolve pr
1. Preguntas Cerradas
Este tipo de preguntas tan sólo deben admitir como respuesta un «si» o un «no».
Es decir, las usaremos para obtener una conformidad, ya sea positiva o negativa, según
nos convenga.
• Uno de los usos podría ser para garantizar que nuestro cliente ha entendido bien
el mensaje que le hemos querido transmitir.
Por ejemplo: «Según sus palabras, si le cubre en ese tipo de accidente, sería muy útil para
Vd., ¿es correcto?»
En este ejemplo que acabamos de poner, hemos usado las palabras que previamente
nos ha transmitido el cliente para encabezar nuestra pregunta cerrada; a este tipo de
encabezamiento o reflexión, podemos llamarlo pregunta espejo.
• Dentro de las preguntas cerradas, podemos también jugar con el interés propio para
llevar la conversación hasta el punto donde más nos conviene, es decir el «si» o el
«no», y para ello forzamos la respuesta según nuestra decisión:
Por ejemplo: ¿le importa el futuro de su familia verdad? Estoy seguro que sí, pero ¿tanto
como para invertir en un producto que les aporte esa seguridad?
Con estas preguntas intentamos que nuestro cliente tenga sentimientos de culpa o
similares y tome conciencia de la necesidad de solucionar ese sentimiento. Realmente
un producto en concreto no suele satisfacer plenamente esa necesidad de seguridad que
hemos implementado en el cliente, pero a nosotros nos conviene que así sea. A este tipo
de preguntas cerradas, podemos llamarlo pregunta de efecto.
Por ejemplo: ¿No es cierto que Vd. quiere obtener la máxima seguridad para Vd. y
su familia?, ¿no está de acuerdo en que hoy en día la seguridad es fundamental para
nuestra vida?
A este tipo juego de palabras para formular una pregunta podemos llamarlo pregunta
negativa.
• Otra forma de enfocar una pregunta cerrada, es realizar una afirmación, de la cual
esperamos una respuesta por parte de nuestro cliente; sin embargo, esa respuesta,
que siempre será afirmativa, no siempre llega, ya que en muchas ocasiones el silencio
del cliente lo podemos considerar como una afirmación. Es como conseguir que la
respuesta sea tan obvia, que intentar contestar otra cosa distinta cause un bloqueo
que impide la respuesta.
Por ejemplo: «es obvio que Vd. quiere lo mejor para su familia», «evidentemente, los miles
de clientes que tenemos no pueden equivocarse», «¿no es cierto que más vale prevenir
que lamentar?»
Este tipo de preguntas nos permiten continuar la conversación por el camino que nosotros
mismos nos hemos marcado y pueden denominarse como pregunta real.
Por ejemplo: ¿qué cree que le puede aportar alguna garantía de liquidez económica? ¿Un
seguro de desempleo?
Estas preguntas están ya contestadas por nosotros, pero a pesar de ello buscamos la
complicidad y afirmación del cliente y podemos denominarlas pregunta contestada.
• Y ya por último podemos realizar una pregunta de forma que para que el cliente
la conteste, deba aceptar una condición que, en apariencia, permanecerá oculta.
Por ejemplo: ¿qué prefiere que ocurra en un supuesto accidente: estar completamente
desprotegido o bien estar tranquilo porque sabe que detrás hay una compañía que le
respalda y le va a ayudar cuando lo necesite?; otro ejemplo podría ser: ¿comprende Vd.
completamente por qué nuestro producto le va a dar esa seguridad que Vd. necesita?
!
imagen nº. 40 tiempo de respuesta
En el primer ejemplo, como es lógico, la elección será la de una compañía que le respalde,
que por supuesto será la nuestra; en el segundo ejemplo, al decir completamente, le estamos
sugiriendo una aceptación total y absoluta hacia las ventajas de nuestro producto.
Resumiendo, las distintas clasificaciones que nos podemos encontrar dentro de las preguntas
cerradas son las siguientes:
2. Preguntas Abiertas Este tipo de preguntas son las que realmente nos van a transmitir
el conocimiento que necesitamos y gracias a ellas se nos abrirá nuestro camino
dentro de una conversación ya que generan una reflexión en nuestro cliente antes
que nos las conteste. Generalmente al comienzo de estas preguntas se usan siempre
las mismas fórmulas:
¿Cómo …
¿Qué …
¿Dónde …
¿Cuándo …
¿Cuál …
¿Quién …
Como denominador común en este tipo de preguntas (bien formuladas), encontramos que
no se pueden contestar con un simple monosílabo (como el Si o el No). Las respuestas
serán siempre amplias e informativas y nos darán una visión general de ese tema por el
cual mostremos interés.
• Al igual que en las preguntas cerradas, también tenemos varias formas de plantear
o de formular esta búsqueda de información.
Una de las formas en las que podemos enfocar la pregunta, es para obtener por parte de
nuestro cliente, una respuesta específica que nos lleve invariablemente a la verdad, de tal
forma que nuestro interlocutor tenga campo abierto para transmitirnos lo que realmente
nos quiere decir y que para nosotros como vendedores nos sea fácil comprenderlo.
• Por otra parte, y en algunas ocasiones, podemos hacer una variación del tipo de
pregunta anteriormente descrito, y usarla para lograr que el cliente conteste lo que
nosotros queremos que nos conteste; es decir, dirigir la conversación por el camino
que nosotros hemos marcado.
Las preguntas dirigidas, las cuales siempre están basadas en la búsqueda de la respuesta que
nosotros como vendedores queremos escuchar, podemos también estructurarlas de varias
formas según el estilo del planteamiento:
Por ejemplo: «teniendo en cuenta el aumento de los accidentes en la calle que han tenido
graves consecuencias para los peatones… ¿qué opina Vd. sobre el crecimiento de los seguros
que nos protegen frente a esos sucesos tan desastrosos?»; otra variante podría ser: «nuestras
estadísticas demuestran que los accidentes de los peatones han superado con creces a los
accidentes de circulación… ¿qué le parece el hecho de que, por fin, exista un seguro que
nos cubra frente a cualquier suceso?
A esta forma de formular las preguntas abiertas, se le puede denominar pregunta de ajuste.
○○ En otras ocasiones podemos plantear una situación hipotética para que el cliente nos
la responda; previamente deberemos tener claro que las necesidades del interlocutor
van en sintonía con nuestro producto, con lo cual podríamos considerar que esta
pregunta sería la antesala al cierre.
Por ejemplo: ¿Qué cree Vd. que debería tener un seguro que cubriera las posibles
eventualidades de las que me ha hablado?
○○ En algunas ocasiones, nuestro cliente nos puede plantear una negativa basándose
en que está satisfecho con su actual producto y que por lo tanto no va a cambiar.
Es evidente que necesitamos saber qué le convence de dicho producto para poder
conocer esos puntos que considera importantes, y, por lo tanto, sabremos si podemos
ofrecerle una cobertura adecuada a sus necesidades según la información que nos
ha facilitado.
Por ejemplo: ¿qué tiene su actual seguro para que Vd. se sienta tan satisfecho con él?
Resumiendo, las distintas clasificaciones que nos podemos encontrar dentro de las preguntas
abiertas son las siguientes:
Debemos saber que, una pregunta encabezada con esa fórmula, es la menos efectiva para vender.
Cuando preguntamos a alguien ¿por qué…?, su respuesta tan sólo puede ir dirigida a dos
vertientes:
Un ejemplo podría ser: ¿Por qué ha comprado ese seguro a esa compañía?, y las posibles
respuestas serían, por ejemplo:
Si nos fijamos, en ambas respuestas, tenemos como denominador común, que el contenido
simplemente es una justificación a una acción, y realmente no nos da una información útil
con la que podamos desarrollar una estrategia durante la conversación.
Podemos realizar las mismas preguntas, pero reformuladas con las palabras correctas, y
el resultado se traducirá en colaboración; por ejemplo, y continuando con la pregunta
anteriormente hecha, vamos a reformularla:
Y con relación a las preguntas, nunca debemos olvidar, que preguntamos para saber cosas
que nos interesan, relacionadas con el proceso de la venta, lo que significa que en cuanto
tengamos la información necesaria sobre nuestro cliente, o que ya esté dirigido hacia nuestro
destino final, debemos parar de formular preguntas; a nadie le gusta que le sometan a
un interrogatorio y si no paramos a tiempo de enviar preguntas, conseguiremos el efecto
contrario de lo que estamos buscando.
Una avalancha de preguntas generará siempre una respuesta agresiva por parte del cliente,
por lo que es recomendable intercalar comentarios generales entre las preguntas a realizar,
de modo que todo forme parte de una conversación.
EL 93%
DE LOS ALUMNOS DEL MIM ESTÁN
TRABAJANDO EN SU SECTOR
C
A LOS 3 MESES DE GRADUARSE
M
MASTER IN MANAGEMENT
CM
MY
O bien «avisando» al cliente sobre las preguntas que le vamos a hacer, para conseguir que
esté más atento y receptivo, como, por ejemplo:
Pongamos un ejemplo y formulemos la siguiente frase en cada uno de los 3 tonos distintos:
Con este ejemplo se puede fácilmente comprobar cómo una simple frase puede cambiar por
completo el sentido de una conversación si no usamos el tono adecuado en cada momento
de la comunicación.
Muchas veces, se puede perder credibilidad y resulta imposible generar confianza en el cliente,
y ello, entre otras causas, puede ser debido a un mal uso de los tonos de voz.
Por otro lado, debemos evitar el error, muy frecuente por desgracia, de realizar muchas
preguntas a la vez (preguntas múltiples); por mucho que queramos aclarar algún tema de la
conversación o cualquier otro motivo, jamás debemos hacer más de una pregunta a la vez.
Si formulamos más de una pregunta a la vez confundiremos al cliente, y cuando nos conteste,
no sabremos con exactitud a qué pregunta nos ha contestado, lo que va a originar una
situación extraña que hará perder el ritmo de la conversación.
Como norma podríamos decir que nunca se debe formular una pregunta sin haber obtenido una
respuesta a la pregunta anterior.
Es decir, debemos realizar la pregunta que nos convenga en ese momento, y esperar la
respuesta; esa respuesta debe ser dada por el cliente y no por nosotros, aunque sepamos
la contestación.
Posteriormente, podremos seguir con la siguiente pregunta que también será respondida por
el cliente, y así sucesivamente.
Es importante que busquemos ejemplos, a modo de ejercicio, de todos los casos expuestos
en este capítulo dedicado a las preguntas; ello nos dará fluidez de pensamientos y rapidez
a la hora de reaccionar antes las diversas situaciones que nos pueden surgir durante una
conversación de ventas.
13 RESUMIENDO
Todo lo que hemos visto hasta ahora, creará muchas horas de ejercicios y prácticas, tanto en
el aula como en la calle; recordemos que es un manual para aquellas personas que ya están
iniciadas en el mundo de la venta, pues muchas de esas sensaciones, serían complicadas de
comprender por personas que nunca han tenido que enfrentarse a un reto similar.
Para otro libro, voy a dejar la parte final, donde hablaremos de otras cualidades o aptitudes,
que generarán el proceso completo para llegar al éxito en nuestro empeño. Y que conformarán
«las 10 claves para la venta»
Nunca olvidemos que un vendedor debe regenerarse, renacer, y, sobre todo, darse valor a si
mismo y a su empresa; es una de las profesiones más difíciles y más incomprendidas; nunca
permitamos que la menosprecien.
SOBRE EL AUTOR
Estudiando desde muy pequeño con el sistema estricto que aportaban los estudios religiosos,
y continuando con la línea de mi familia, estuve en varios colegios hasta completar mi
formación básica.
Desde ese momento y durante 15 años, los cursos complementarios fueron parte de mi vida,
siempre he querido ampliar mis conocimientos básicos sobre el mundo empresarial, pero
también descubrí mi pasión por el estudio del comportamiento humano y su aplicación a
dichas empresas.
En 1999 nació mi hijo, el cual ha sido el motor de vida y de mis decisiones y todo lo que
he hecho y todo lo que planifico en mi vida está pensado por y para él.
La vida se ha encargado de aportarme conocimientos de todo tipo, unos más duros que
otros, pero es una parte del aprendizaje que tanto ansío.
He tenido que vivir en varias ciudades a lo largo de mi vida, siguiendo la costumbre familiar
y buscando un mejor futuro para mi hijo, y desde el 2012 vivo en Asturias, actualmente
en Gijón.
Soy el creador del método denominado «Desarrollo de Aptitudes Personales», el cual está
registrado al igual que mi marca y que, a través de 10 fases, aporta un nuevo punto de vista
al concepto Evolución y Desarrollo Personal.
MI FILOSOFÍA
Todos hemos pedido alguna vez consejo a nuestros familiares y amigos, y, aun así, después
de escucharlos, muchas veces no acabamos de encontrar la decisión correcta a tomar, y
un buen día sin querer, hablamos con un desconocido…y nos aporta esa visión final que
necesitamos para escoger el camino adecuado.
Yo soy ese desconocido, soy esa persona que no está contaminada por tu situación y que, con
objetividad, es capaz de aportar un punto de vista distinto entre los que ya tienes para
ayudarte a orientar tu camino.
Sólo quiero conseguir esa paz y esa felicidad tan ansiada por todos y con los años he
aprendido que existen muchas formas, pequeñas todas ellas, que cuando se suman nos
ayudan a conseguir ese estado de sonrisa y de pensamiento positivo en el que podemos
decir en voz alta «todo está bien»
A la vez que busco dicho denominador, potencio los puntos fuertes de cada persona y
le enseño a diferenciar aquellos otros puntos que necesitan más atención por su parte.
MI SISTEMA
Y para conseguir todo esto, he desarrollado un sistema personal de consecución; ponerlo en
práctica es fundamental y que el alumno esté preparado para recibir dicho sistema también
lo es. El trato que ofrezco a mis oyentes es de cercanía y jovialidad, ayudándoles a captar
los conceptos y ayudándoles a que ellos mismos detecten dónde están esos posibles fallos
que ralentizan sus objetivos; aunque me adapto siempre a la política de cada empresa a la
hora del trato con los empleados, o a la filosofía y cultura personal de cada persona. Llegar
hasta aquí, y poder ejecutar esta labor no ha sido fácil.
Conferencias y sesiones
Transmitir una idea concreta, hacer entender un concepto necesario para un momento
determinado, establecer unas pautas de actuación…
Una conferencia sobre un tema concreto de una o dos horas de duración es una forma
fresca y audaz de transmitir conceptos desde una perspectiva ajena al pensamiento de cada
persona o a la dirección de la empresa.
Convertir un proceso de aprendizaje en una pequeña reunión aportará, sin duda, más
beneficios al proceso de evolución ante los nuevos tiempos que se nos presentan
Cursos y monográficos
Trataré cualquier aspecto relacionado con el personal, de forma que materias, contenidos,
conceptos e ideas queden perfectamente implementadas para su uso posterior.
Son sistemas de trabajo mano a mano con las personas afectadas o con los empleados
necesitados, con una duración entre 3 y 9 horas, en los cuales nos centraremos en un
sólo tema.
Nota
Todas las imágenes son de libre circulación o bien son de propiedad de José Ignacio Méndez
(Desarrollo de Aptitudes Personales®)
Bibliografía
• Schiffman, León (2005). Comportamiento del consumidor (8ª edición). Pearson
Educación. p. 688. ISBN 970-26-0596-2.
• Cortina, Adela (2002). Por una ética de consumo (1ª edición). Taurus. p. 349.
ISBN 84-306-0485-5.
• Kotler, Philip (2003). Fundamentos de Marketing (6ª edición). Pearson Educación
de México, S.A. de C.V. p. 712. ISBN 970-26-0400-1.
• Muñiz, Rafael (2008). Marketing en el siglo XXI (2ª edición). Centro de Estudios
Financieros, S.A. p. 424. ISBN 978-84-454-1403-3.
• Picon, Adrian (2004). El Marketing en la vida diaria (6ª edición). Mc Graw
Hill. p. 449.
• Kolter, Philip (2005). Los 10 pecados capitales del marketing: indicios y
soluciones. Ediciones gestión 2000. p. 155. ISBN 9788496426290.
• Juan Carlos Alcaide, Sergio Bernués, Esmeralda Díaz-Aroca, Roberto Espinosa,
Rafael Muñiz, Christopher Smith (2013). Marketing y Pymes (1ª edición).
p. 132. ISBN 978-84-695-7487-4.
• Plana, J.R. (1999) Los sueños venden más, el viaje de incentivo, una bomba del
marketing en Bayón, F. (Ed.) 50 años del turismo español, un análisis histórico
y estructural, (pp. 686-692), Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces. ISBN
84-8004-372-5.
• Villaseca, David (2014). Innovación y Marketing de Servicios en la Era Digital.
ESIC Editorial. ISBN 978-8415986508.
• Delgado, Juan Jose (2015). El nuevo consumidor Digital: El cubo Noriso.
Círculo Rojo Editorial. ISBN 978-8490958919.