EL PROBLEMA DEL MAL

El abordaje del tema relativo a la presencia del “Mal” en la humanidad data desde el
inicio de ésta, debido a que se sabe, que el hombre desde épocas antiguas siempre ha carecido de
una visión clara de las causas de su existencia, lo que ha motivado a diversos autores, hayan
abordado este tema tan enigmático, cada uno desde su perspectiva, siguiendo la corriente que más
se ajusta a sus convicciones para dar una explicación al porque de su presencia, su naturaleza, así
como también su sentido, en este contexto, el Teólogo Herbert Haag, aborda el tema en su obra
“El Problema del Mal”, donde efectúa un recorrido a lo largo del pensamiento bíblico y
occidental para mostrar las diversas teorías y/o opiniones que aluden explicación, que intentan
llegar al fondo del asunto, no obstante todas no pasan del intento.

Comenzando por los Profetas del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento,
Sacerdotes, representantes de las nuevas ciencias, Teólogos, Filósofos, entre otros, proyectan su
opinión de los cuales sustraje lo más relevante para proyectar la justificación de su análisis,
basado en el hecho que tanto el bien como el mal, se encuentran en la disposición del hombre, es
decir que solo el hombre puede obrar el mal, la concepción de que una acción y un hombre son
malos si no se encuentran en consonancia con las reglas de Dios, y por lo tanto contraria a Dios,
es decir la bondad o maldad de una acción humana está determinada por el objeto y la intención
con que se realiza, (libre albedrio) por otro lado que la existencia del mal justifica la presencia del
bien, con esta misma perspectiva, uno de los grandes pensadores cristianos, Santo Tomas de
Aquino, vio en el mal no una negación, sino una confirmación del bien y, por ende de Dios,
porque es de él de donde proviene el bien. Haag realiza una seria critica al hecho que el Antiguo
Testamento asoma el hecho a que Yahveh ocasiona el mal atrayendo al hombre al pecado, apunta
a un conflicto de interpretaciones, por otro lado en el Nuevo Testamento la raíz de todo mal son
los deseos profanos (bienes materiales, sexo), la existencia de Satán.

En todo lo planteado el mal imprime sufrimiento al hombre, no obstante afirme el autor

que el tiempo final será un tiempo sin mal, es decir Dios suprimirá el mal del mundo. Siguiendo
con la temática menciona la opinión de otros críticos partidarios de la teoría de la frustración,
siendo el medio ambiente una influencia negativa sobre el hombre, mientras existe opinión en
contrario a esto, por su parte los psicoanalistas son de la opinión que tanto el bien como el mal
son partes constitutivas del hombre, haciendo énfasis que la contradicción existe en la naturaleza

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humana y que no debe alejársele de ella, solo hacerlo consciente, según la perspectiva del autor
conduce a la idea de falta de fuerza de las ciencias filosóficas para dar respuestas universalmente
validas al problema del mal.

Es importante resaltar que en todos los planteamientos hechos Haag introduce

interrogantes que terminan devastando cualquier afirmación conclusiva en torno a una respuesta
certera en torno al tema en cuestión, menciona hechos como arbitrariedades y guerras que solo
traen sufrimiento y destrucción, la venalidad, egocentrismo, son explicaciones a obras
conducidos por la humanidad como males innecesarios, advierte que existe una ineludible
inclinación al mal contra que un mortal pueda luchar con pocas perspectivas de éxito, por no
tener la idea clara contra que se adversa, cual es su real origen.

En consecuencia el Teólogo y Sacerdote Haag, bajo el recorrido de diferentes corrientes

ideológicas, las cuales no dieron clara visión de respuestas eficientes, dirige su intención a
concientizar sobre la enorme responsabilidad que tienen no solo la Iglesia, los Teólogos, sino
todos los eruditos de las distintas disciplinas, con relación al manejo de este tema, partiendo del
hecho que si bien no se ha logrado desentrañar la esencia de su origen, se alcance por lo menos
manejar la posibilidad de que el hombre pueda superarlo o encauzarlo, adoptando el mandato de
Jesús a renunciar a la violencia, conductas egoístas, tomando en consideración que parten del
hombre y por tanto se puede evitar sus males, el hecho de retomar sus mandamientos en pro de
minimizar el mal, por otro lado menciona la obligación de nuevas investigaciones de otras
disciplinas concurrentes como la Psicología, Ciencias Naturales, Ciencias Históricas que pueden
ayudar no solo a los creyentes católicos, sino también a los independientes de cualquier confesión
religiosa para que puedan alcanzar una fe mas consiente, ya que el abordaje del origen del mal, se
ha convertido en un tema importante, para toda la humanidad.

El Problema del mal, no es un asunto del pasado, sino por el contrario en la modernidad,
aun sigue vigente, y pensadores como Maritain, Kant, Haag, nos hacen volver la mirada hacia
este tema tan interesante, que a pesar de su constante análisis, aún persistirá la incógnita con
relación a su origen y aún más a encontrar la respuesta de cómo evitarlo.

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