HISTORIA – TERCER AÑO – PROF.

SILVIA BARÓN - 1
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INICIOS DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN LA REGIÓN DEL RÍO DE LA PLATA.

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PROYECTOS POLÍTICO-ECONÓMICOS DE ORGANIZACIÓN DEL PAÍS: UNITARIOS Y FEDERALES.

Una vez declarada la independencia, las Provincias Unidas del Río de la Plata tuvieron que decidir cómo se iban a
gobernar. Buenos Aires tenía el puerto y la aduana, además de ganado para intercambiar con otros países, especialmente
europeos, de los que traía todo lo necesario, sobre todo productos elaborados. Su ubicación geográfica, sus recursos
naturales, su control del comercio exterior y de la navegación de los ríos Paraná y Uruguay, colocaron a Bs.As. en una
posición de predominio sobre otras provincias que, en su mayoría tenían pocas probabilidades de adecuarse al sistema
económico porteño o no estaban de acuerdo con él. Bs.As. trataba de dirigir todo el país y las provincias no lo aceptaban.

Surgieron dos posiciones o proyectos político-económicos: los centralistas, más tarde llamados unitarios, y los federales.
Estas dos tendencias tenían partidarios en Bs.As. y en el Interior.

Los centralistas o unitarios defendían la organización de un poder centralizado, ejercido desde Bs.As., y desde allí
pretendían nombrar a las autoridades provinciales sin tener en cuenta su opinión. De esta manera no se respetaba la
autonomía de las provincias (facultad de decidir por sí mismas sus autoridades y leyes), porque los centralistas pensaban
que autonomía significaba desorden. Querían seguir haciendo el libre comercio con el exterior y mantener el predominio
del Puerto y la Aduana de Bs.As. En lo sociocultural buscaban transformar la sociedad según el modelo europeo y difundir
la educación tomando también modelos extranjeros, tratando de dejar de lado la influencia de la Iglesia en la educación
y la cultura.

Los federales (surgieron en el Litoral y se extendieron por el interior) defendían la idea de que cada provincia debía elegir
su propio gobierno, que defendiese sus intereses, y que el gobierno nacional se encargara de coordinar y atender los
intereses generales. De esta manera las provincias aspiraban a conservar su autonomía política y económica. En este
último aspecto proponían una protección para sus industrias nacionales, el reparto de los derechos de aduana que
quedaban en Bs.As. y la habilitación de otros puertos para el comercio con el exterior. En lo sociocultural se trató de
mantener las tradiciones y costumbres heredadas de España, las formas criollas de vida, respetar el catolicismo,
oponiéndose a la europeización.

Estas ideas crearon rivalidades y llevaron a muchos enfrentamientos armados. Estos conflictos impidieron que la Argentina
se constituyera en una nación organizada entre 1815 y 1852, y las provincias se organizaron a sí mismas como estados
autónomos.
ROSAS, GOBERNADOR DE BUENOS AIRES
Buenos Aires trató de imponer su autoridad al resto de las provincias a través de un gobernador, Juan Manuel de Rosas,
un hacendado bonaerense, quien había obtenido que ellas dejaran en sus manos el manejo de las relaciones exteriores,
es decir representarlas ante el extranjero. Rosas fue gobernador de Bs. As. entre 1829-1832 y por segunda vez en 1835-
1852. En su primer mandato la Legislatura le otorgó facultades extraordinarias en el segundo, la suma del poder público.
Durante su largo gobierno Rosas enfrentó varios conflictos internos e internacionales. En esas circunstancias reprimió
duramente a sus enemigos. También ejerció un severo control de las actividades artísticas y culturales de su provincia y
fomentó el culto a su persona. En sus luchas contra las intervenciones armadas anglo-francesas se mostró como un
decidido defensor de nuestra integridad territorial.
Si bien se proclamó federal porque en teoría reconocía las autonomías provinciales, no era partidario de organizar el
país por una Constitución, pues decía que no era el momento adecuado por las luchas internas que había; consideraba
que primero había que establecer la paz y el orden y unir a las provincias por pactos. Desde el punto de vista económico,
trató de fomentar y proteger la producción agrícola, ganadera e industrial del país, incentivando la producción nacional.
El puerto de Buenos Aires seguía siendo el único habilitado para comerciar con el exterior y Rosas cerró el comercio
exterior por los ríos Paraná y Uruguay por lo que las provincias del Litoral se vieron perjudicadas. En ellas surgió la reacción
contra el Gobierno de Rosas.