Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sólo falta hacer que la Alúmina reaparezca en forma sólida; su obtención se consigue
por precipitación, de la misma manera que los copos de nieve se forman a partir del
vapor de agua. Se conjuntan los cristales de Alúmina, y se le quita la humedad a muy
alta temperatura obteniendo un polvo blanco parecido a la sal de cocina. Ya tenemos
la Alúmina calcinada.
“LA ELECTRÓLISIS”.
La reacción tiene lugar en unas cubas especiales, debido a las altas temperaturas que
se alcanzan en las mismas; como información la temperatura de fusión de la alúmina
pura es de 1800 ºC.
Por ello se mezcla la Alúmina con fluoruro de sodio (Criolita), que actúa de fúndente
con lo cual las temperaturas de fusión de esta mezcla alcanzan entre los 950 y
1000ºC.
Sirvan como ejemplo, las siguientes cantidades para comprender la magnitud de esta
industria.
Para producir una tonelada de aluminio se necesitan cinco toneladas de Bauxita, que
nos darán dos toneladas de Alúmina, las cuales mediante la electrólisis nos darán una
tonelada de aluminio, pero con un consumo de 13.000 Kw/h.
Estas aleaciones se pueden presentar en lingotes para fundición, tocho para extrusión
de perfiles, placas para laminación, etc. Estos productos resultantes están sometidos a
unos controles muy complejos de análisis micro-gráficos y sondeo por ultrasonidos,
antes de ser entregados a las industrias de transformación.
Por otra parte, el ahorro de energía es una realidad ha hecho necesarias las
investigaciones tendientes a su reducción; en menos de 20 años está ha sido
importante: la energía necesaria para producir 1 Kg. de aluminio era de 25 Kw. En
1965, ahora no llega a los 13 Kw.
Si nos remitimos a 1886 podemos constatar que la actual electrólisis tiene un consumo
eléctrico más reducido que supone la sexta parte del que tuvo que precisar Héroult en
su primer intento de fabricar aluminio.
Particularmente los tochos de extrusión y las planchas para laminación constituyen los
materiales de partida de conformados por deformación y su producción se realiza
mediante la tecnología de base, colada contínua en agua. (ESQUEMA 1.1.)
A diferencia del material primario, obtenido por vía electrolítica, el metal secundario o
de segunda fusión, se obtiene por fusión de diversos tipos de trozos procedentes de la
elaboración primaria del aluminio (chatarras) y de la recuperación del aluminio de
materiales que lo contienen y que han sido desechados.
Actualmente el término secundario no se considera limitativo a efectos de calidad, pero
fundamentalmente tiene un significado de origen, porque en muchos casos la
tecnología del refinado, o sea de la producción del metal de segunda fusión, permite
obtener metal de elevada pureza; igualmente el material bruto también se utiliza en la
producción de aleaciones con tolerancias químicas muy amplias utilizadas
exclusivamente en la industria de fundición y especialmente en la fundición a presión.