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podemos hacer es aventurar alguna hipó- desierta extensión de la tierra sin miedo a
tesis al respecto. Si se nos permite juzgar ser reconocido y molestado por el espíritu
a partir de prácticas similares comunes a de su víctima.2
muchos salvajes de nuestros días, puede
que Dios hubiese adornado a Caín con Pero si ya la comparación de Caín y
pintura roja, negra o blanca, o quizás con Smith provoca hilaridad, esperen el
una combinación armónica de esos tres final del párrafo:
colores. Por ejemplo, pudo haberle pinta-
do todo el cuerpo de rojo, como los natu- Esta explicación de la marca de Caín ofre-
rales de las islas Fidji; o de blanco, como ce la ventaja de eliminar del relato bíblico
los ngoni; o de negro, como los arunta; o un absurdo manifiesto. Porque, según la
la mitad del cuerpo roja y la otra mitad interpretación al uso, Dios puso la mar-
blanca, como los masai y los nandi. O si ca sobre Caín a fin de protegerlo frente al
prefirió concentrar sus esfuerzos artís- asalto de otros hombres, con lo cual pare-
ticos en la expresión del rostro de Caín, ce como si Dios hubiese olvidado que no
pudo haberle pintado un círculo rojo al- existía nadie que pudiese dar muerte al
rededor del ojo derecho y un circulo ne- asesino, ya que entonces solo habitaban
gro alrededor del izquierdo, como hacen la tierra él y sus padres. De aquí que al
los wagogo; o pudo embellecerle el rostro suponer que el enemigo temido por el pri-
desde la nariz a la barbilla y desde la boca mer homicida era un espíritu y no un ser
a las orejas, con un toque delicado de ber- vivo, evitamos la irreverencia que supon-
mellón, como lo hacen los indios tinneh. dría imputar a Dios un grave lapsus de
O pudo cubrirle la cabeza con barro, a la memoria, difícilmente atribuible a un ser
manera de los pima, o todo el cuerpo con omnisciente. Por consiguiente comproba-
estiércol de vaca, igual que los kavirondo. mos de nuevo que el método comparativo
O también pudo tatuarlo desde la nariz viene a ser un advocatus Dei eficaz.3
hasta las orejas, igual que los esquima-
les, o entre las cejas, como los thonga, La actualidad de la obra
para que le brotasen granos y darle así
la apariencia de un búfalo encolerizado. Quiero terminar diciendo una pala-
Adornado de ese modo, el señor Smith — bra sobre la relevancia de James Fra-
porque Caín y Smith significan lo mismo zer para los estudios bíblicos. Frazer
(herrero)— pudo haberse paseado por la fue quien enriqueció el nacimiento de
2 James G. Frazer, El folklore en el Antiguo Testamento, p. 64. Ed. Fondo de Cultura Económica,
México, 1981.
3 James G. Frazer, El folklore en el Antiguo Testamento, pp. 64-65. Ed. Fondo de Cultura
Económica, México, 1981.
las ciencias bíblicas con el aporte an- (cita con profusión la hipótesis do-
tropológico. Me explico. Durante mu- cumentaria de Wellhausen), sino de
chos siglos la Biblia se leyó como un atreverse a comparar los relatos bíbli-
texto de verdades religiosas, sin que cos antiguos con las costumbres que
se sintiera la necesidad de cuestionar se mantenían vigentes en muchas
si los textos tenían pretensiones histó- culturas en el tiempo en que Frazer
ricas, didácticas o simplemente eran escribía. Esto, aunque puede tener
guardianes de leyendas antiguas. el riesgo del anacronismo, revela en
El avance de las ciencias, particular- Frazer una convicción que fue muy
mente de las ciencias del lenguaje, polémica, pero que va terminando
fue complicando más la lectura de por reconocerse: que es propio de la
la Biblia. Uno de esos avances está humanidad el establecimiento de re-
representado por Wellhausen (1844- latos etiológicos y que en ellos se con-
1918), a quien se debe la primera pro- densa la trasmisión de ideas y valores
puesta sencilla y unitaria de cuáles que una cultura (o una religión) tiene
son las fuentes que están detrás del interés de transmitir a las siguientes
Pentateuco, así como su datación cro- generaciones.
nológica. Aunque no es el primero
que la plantea, sí es quien la consa- Contra el fundamentalismo
gró. Un resumen de la hipótesis, que
peca de simplista, sería que los seis El abandono de la lectura antigua
primeros libros de la Biblia habrían de la Escritura, espiritual y didácti-
sido compuestos a partir de cuatro ca, para —en confrontación con los
documentos previos, denominados avances de la ciencia— insistir en sus
Yahvista, Elohista, Deuteronomista aspectos literalistas, ha dado origen
y Sacerdotal (Priesterkodex) y mencio- a una enfermedad que conocemos
nados ordinariamente por las siglas J, como fundamentalismo, que revela
E, D y P. la incapacidad de distinguir en los
Este avance fue el inicio de un es- libros bíblicos los diferentes géneros
tudio serio, desde el punto de vista literarios y que se aferra a una lectura
literario y de las fuentes, que inau- que desconecta el texto de su origen:
guró, por así decirlo, la lectura críti- el ambiente en el que fue escrito, las
ca moderna de la Biblia. A este filón circunstancias históricas y culturales
de estudios literarios vino a sumarse de origen, la evolución de las ideas y
la aportación de Frazer desde la an- las intenciones de los redactores finales.
tropología cultural. Frazer tuvo la No pensemos que el fundamentalis-
osadía, no sólo de asumir algunos mo es solamente problema de alguna
de los avances literarios de la época religión en particular, como podría
pensarse del islam radical, sino que convincentes. La Biblia no está con-
es una amenaza para todas las reli- denada a ser leída siempre desde una
giones, incluyendo las más moder- perspectiva irracional. Sólo por ese
nas, que no dejan de tener su oscuro legado, vale la pena que la obra de
rincón de fundamentalismo contra el Frazer, aun después de cien años, no
cual habrá que dar una batalla ilus- caiga en el olvido.
trada y plena de argumentaciones