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RECOPILACION TEORICA
LECCION No. 2
SITUACION DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO EN EL
ORDENAMIENTO JURIDICO
SUMARIO:
Fundamento del D.I.P. Posturas Doctrinales.
Diferencias entre el D.I.P. y el Derecho Interno.
LECCION No 3
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
SUMARIO:
Generalidades.
Doctrinas al respecto.
Diversas clasificaciones de las fuentes.
Derecho Positivo internacional al respecto.
Estudio sistematizado de las fuentes del D.I.P.
LECCION No 4
SUJETOS DEL DERECHOINTERNACIONAL PÚBLICO
SUMARIO:
Generalidades.
Concepto de Sujeto Internacional.
Diversas clasificaciones de Sujeto Internacional.
LECCION No 5
EL ESTADO COMO SUJETO DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
SUMARIO:
Elementos constitutivos del Estado.
Clasificación de los Estados como sujetos Internacionales
La soberanía como atributo del Estado.
Principios fundamentales del Estado.
Derechos Fundamentales del Estado.
Generalidades de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los
Estados.
LECCION No.6
OTROS SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
SUMARIO:
Generalidades.
Las Organizaciones Internacionales.
La Organización de las Naciones Unidas.
La Organización de Estados Americanos.
El Individuo en el D.I.P.
El Sistema Internacional de Protección de los Derechos Humanos.
Entidades con Status especial.
LECCIÓN No. 7
EL RECONOCIMIENTO EN EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
SUMARIO:
Generalidades
Diversos tipos de reconocimiento.
Modalidades de reconocimiento.
Doctrinas Latinoamericanas sobre la materia.
LECCION No. 8
ORGANOS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DEL ESTADO
SUMARIO:
Generalidades.
Órganos centrales: A). -El Jefe de Estado.
B). -El Ministro de Relaciones Exteriores.
Órganos Exteriores: A). -Agentes Diplomáticos.
B). - Agentes Consulares.
Generalidades sobre el Asilo.
Legislación Hondureña.
LECCION No.9
MEDIOS DE SOLUCION PACIFICA DE CONTROVERSIAS
INTERNACIONALES
DESARROLLO
LECCIÓN No. 1
CONCEPTO DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
Necesario es iniciar este curso definiendo el objeto de estudio del mismo como
el Derecho Internacional Público, diferentes conceptos que sobre el mismo
nos han legado diversos autores e instrumentos internacionales, asimismo,
atendiendo los diversos momentos históricos evolutivos de esta disciplina,
como atendiendo exposiciones ideológicas en que se sustentan diversos
sistemas políticos, económicos y sociales; atendiendo sus destinatarios, el
carácter internacional de las materias que regulan e incluso, atendiendo la
técnica de creación de las normas.
Desde el punto de vista del Derecho Natural:
"Es la manifestación de Justicia en las relaciones interestatales o
internacionales."
El Derecho Natural predominante en los siglos XVI y XVIII, ejerció una poderosa
influencia en la génesis y desarrollo del D.I.P.- Para el caso, los teólogos españoles del
siglo XVI, entre ellos Francisco Vitoria y Francisco de Suárez, entre otros temas,
profundizaron en el conocimiento de la sociedad internacional, concibieron como
fundamento de ésta, LA NATURALEZA SOCIAL DEL HOMBRE, explicando que así
como la naturaleza social del hombre impele a las personas a complementarse
prestándose ayuda mutua, así también impulsa a los Estados a una colaboración
constante entre ellos, que les permite cumplir a cabalidad su misión natural, que
es el bienestar común de sus ciudadanos.
Para este tratadista, y respetando la técnica expositiva que sobre el tema utiliza
el Jurista Hondureño Edgardo Paz Barnica en su obra "Lecciones de Derecho
Internacional Público", -Obra que alimenta este material-, el concepto transcrito
entraña la consideración de cuatro aspectos principales, a saber:
Cabe destacar que los sujetos internacionales se encuentran ligados siempre por el
derecho general, universal o son por normas particulares de mayor o menor
extensión espacial, según el número de sujetos que participan en su formación.
Otras definiciones:
Es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones de los Estados,
establecen los derechos y deberes de los Estados en la Comunidad Internacional·
determina las competencias de cada Estado y reglamenta las instituciones de
carácter internacional."
La ciencia que tiende a regular las relaciones entre los sujetos de derecho
internacional, a través de Tratados, convenios y principios de derecho
internacional, buscando el desarrollo del conjunto social y económico de la
comunidad internacional y la convivencia pacífica y armoniosa entre estos."
Así encontramos, en esas épocas remotas, el inicio de lo que actualmente se conoce como
“tratados”; para lo cual referiremos algunos de sus antecedentes:
Aprovechando la crisis por la que pasaba el emirato de Al-Ándalus, en 801 su hijo Luis,
el rey de Aquitania, tomó la ciudad de Barcelona y ocupó una estrecha franja de terreno
al sur de los Pirineos desde el mediterráneo hasta la parte más oriental de los territorios
vascos. Esta parte era conocida como Navarra, mientras que el resto se convirtió en
la marca hispánica, que fue dividida en pequeños condados: Aragón (con capital en
Jaca), Sobrarbe (con capital en Ainsa), Ribagorza, Pallars (con capital en Tremp) Urgel
(con capital en La Seo), Cerdaña (con capital en Prada), Rosellón (con capital en
Perpiñán), Ampurias, Ausona (con capital en Vic) Gerona y Barcelona. Algunos de
ellos estuvieron gobernados por nativos, como el de Aragón, mientras que otros
dependían de nobles francos, como Sobrarbe, Ribagorza y Pallars, que dependían del
conde Guillermo de Tolosa, o Urgel y Ausona, que dependían del conde Borrell.
La Emperatriz Irene planeó reconstruir la unidad de Imperio mediante una boda con
Carlomagno. Se iniciaron negociaciones con el emperador franco, pero los militares,
desde siempre opuestos a Irene, consideraron que la reacción adecuada ante la
usurpación del título imperial por parte del monarca franco no era una boda sino una
guerra. Por ello las negociaciones se interrumpieron cuando una conspiración de
generales bien organizada secuestró a Irene y la recluyó en un convento en la isla de
Lesbos (donde murió al año siguiente), al tiempo que era nombrado emperador el que
había sido su tesorero, Nicéforo I. Inicialmente tuvo que complacer a los generales que
le habían puesto en el trono y declarar la guerra a Carlomagno, pero se las arregló
para terminar la guerra cuanto antes. No le fue difícil, pues Carlomagno tampoco
estaba interesado en la guerra. En 803 ambas partes firmaron una paz en la que
Carlomagno reconocía el dominio bizantino sobre el sur de Italia y la costa de Iliria, así
como sobre la ciudad de Venecia, que estaba totalmente rodeada por territorio franco,
pero cuyos habitantes habían preferido mantenerse fieles a Constantinopla.
Tratado de Verdún fue el tratado acordado en Verdún en el año 843 entre los tres hijos
de Ludovico Pío (por tanto, nietos de Carlomagno) Lotario I, Luis el Germánico y Carlos
el Calvo. Como consecuencia, se desmembró el imperio carolingio, que ya llevaba
años sometido a las luchas internas a las que la debilidad del poder central no podía
poner fin. Previamente, Carlos y Luis se habían comprometido a ayudarse mutuamente
contra Lotario en los Juramentos de Estrasburgo (842).
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Nicolaísmo. Se refiere en la Iglesia católica al matrimonio o amancebamiento de clérigos. Esta práctica fue
prohibida por el Papa Nicolás II (de ahí el término nicolaísmo) en un sínodo celebrado en Letrán en el año 1059,
en el que además de ordenar la excomunión de los sacerdotes casados que no repudiasen a sus esposas,
prohibía a los laicos participar en misas celebradas por ellos. En el I Concilio de Letrán (1123), Cánones 3 y 11,
se vuelve a condenar el matrimonio de los sacerdotes, diáconos, subdiáconos, y monjes. También les prohíbe
mantener concubinas y la permanencia en sus casas de cualquier mujer diferente a las admitidas por los
antiguos cánones. Los matrimonios en vigor de los clérigos son nulos de pleno derecho, y los que los hubiesen
oficiado son declarados pecadores y obligados a Confesión. Tenían hijos y pretendían que éstos heredasen sus
cargos eclesiásticos.
muchos de los cuales se ciñeron exclusivamente a confirmar decretos de concilios
anteriores, en los que legisló sobre las siguientes cuestiones:
Ratificación del Concordato de Worms que puso fin a la querella de las investiduras.
Mantenimiento de la tregua de Dios, instituida en el año 987.
Una de las decisiones más importantes y que marcará la distribución eclesiástica y la
vida monarcal, es la decisión que prohíbe el matrimonio a los miembros vinculados con
la Iglesia.
Condena de la simonía.
Los Consejos de Letrán son cinco concilios ecuménicos de la Iglesia Católica Romana,
que se celebraron en el Palacio de Letrán, de Roma.
El quinto consejo fue convocado por el Papa Julio II en 1512 y continuó por el Papa
León X, que termina en 1517. Se aprobó el concordato entre León X y Francisco I, rey
de Francia, que derogó las libertades de la iglesia francesa.
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La simonía es, en el cristianismo, la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales. Incluye cargos
eclesiásticos, sacramentos, reliquias, promesas de oración, la gracia, la jurisdicción eclesiástica, la excomunión, etc. El papa
Gregorio VII (1020-1085), antes monje cluniacense Hildebrando de Soana, acabó con la venta de cargos eclesiásticos
durante la llamada Querella de las Investiduras. La palabra simonía deriva de un personaje de los Hechos de los Apóstoles
llamado Simón el Mago, quien quiso comprarle al apóstol Simón Pedro su poder para hacer milagros y conferir, como ellos,
el poder del Espíritu Santo, lo que le supuso la reprobación del Apóstol: «¡Que tu dinero desaparezca contigo, dado que
has creído que el don de Dios se adquiere a precio de oro!»
le pone es fin al conflicto existente entre la iglesia que representaba el Poder espiritual
y el emperador, que representaba el Poder Temporal, a este conflicto se le denominó
la guerra de las dos espadas o querella de las investiduras, donde cada uno de
estos poderes requería para sí la potestad de investir a los Obispos de la autoridad
que representan sus cargos en razón de que les era cedida una jurisdicción territorial
para ejercer sus funciones, alegando el emperador que si el territorio le pertenecía, le
correspondía a él investirlos de autoridad. (El conflicto surge en 1073 cuando el Papa
Gregorio VII prohíbe a los señores conferir investiduras de dignidades eclesiásticas).
Esto dio lugar a una persecución tenaz contra la iglesia, sus autoridades, sus
miembros, y sus bienes, que en el año 1112 da lugar a la excomunión de Enrique V
por parte de la iglesia.
Holanda: La intención inicial del emperador era incluir a España en la Paz, pero las
presiones de Francia lograron su neutralidad en la guerra entre ambas naciones
pirenaicas. A pesar de los esfuerzos de Francia por aislar a España, ésta firmó la paz
con las Provincias Unidas de los Países Bajos en junio de 1648, reconociendo su
independencia. Esta independencia era un hecho desde que en 1609, durante el
reinado de Felipe III, se firmara la Tregua de los Doce Años.
Suecia: Suecia consiguió una posición hegemónica en el Mar Báltico que mantuvo
durante décadas. Obtuvo casi toda Pomerania, Wismar, Bremen y Verden, lo que le
permitió participar en la Dieta Imperial.
En las colonias del sur (Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia) se
había organizado un sistema esclavista (con unos 500.000 esclavos negros) que
explotaban plantaciones de tabaco, algodón y azúcar. De este modo, la población
estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios y esclavos.
La causa inmediata de este conflicto fue el injusto trato que Gran Bretaña infligía a los
colonos, pues éstos aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli pero no tenían los
medios para decidir sobre dichos impuestos, por lo que se sentían marginados y no
representados.
Las tensiones entre los colonos y los británicos durante las décadas de 1760 y 1770
condujeron a la Guerra de Independencia, que se extendió desde 1775 hasta 1781. El
14 de junio de 1775, el Congreso Continental, reunido en Filadelfia, estableció un
Ejército Continental bajo el mando de George Washington. Proclamando que «todos
los hombres nacen iguales» y dotados de «ciertos derechos inalienables», el Congreso
aprobó la Declaración de Independencia, redactada en gran parte por Thomas
Jefferson, el 4 de julio de 1776. Anualmente, en esta fecha se celebra el Día de la
Independencia de los Estados Unidos. En 1777, los artículos de la Confederación
establecieron un débil gobierno confederal, que operó hasta 1789.
Como acontecimiento importante en la independencia de Estados Unidos, como se ha
dicho, es el Tratado de Versalles de 1783. Debe su denominación a que el mismo se
celebró en Versalles, capital del departamento de Yvelines, Francia. Se firmó el 3 de
septiembre de 1783 entre Reino de Gran Bretaña y Estados Unidos y puso fin a la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El cansancio de los participantes y
la evidencia de que la distribución de fuerzas, con el predominio inglés en el mar, hacía
imposible un desenlace militar, que condujo al cese de las hostilidades.
El tratado fue firmado por David Hartley, miembro del Parlamento del Reino Unido que
representaba al rey Jorge III, John Adams, Benjamín Franklin y John Jay,
representantes de los Estados Unidos. El tratado fue ratificado por el Congreso de la
Confederación el 14 de enero de 1784, y por los británicos el 9 de abril de 1784.
La Toma de la Bastilla.
El 11 de julio de 1789, el rey Luis XVI, actuando bajo la influencia de los nobles
conservadores al igual que la de su hermano, el Conde D'Artois, despidió al ministro
Necker y ordenó la reconstrucción del Ministerio de Finanzas. Gran parte del pueblo
de París interpretó esta medida como un auto-golpe de la realeza, y se lanzó a la calle
en abierta rebelión. Algunos de los militares se mantuvieron neutrales, pero otros se
unieron al pueblo.
El 14 de julio el pueblo de París respaldó en las calles a sus representantes y, ante el
temor de que las tropas reales los detuvieran, asaltaron la fortaleza de la Bastilla,
símbolo del absolutismo monárquico, pero también punto estratégico del plan de
represión de Luis XVI, pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros. Tras cuatro
horas de combate, los insurgentes tomaron la prisión, matando a su gobernador, el
Marqués Bernard de Launay. Si bien sólo cuatro presos fueron liberados, la Bastilla se
convirtió en un potente símbolo de todo lo que resultaba despreciable en el Antiguo
Régimen. Retornando al Ayuntamiento, la multitud acusó al alcalde Jacques de
Flesselles de traición, quien recibió un balazo que lo mató. Su cabeza fue cortada y
exhibida en la ciudad clavada en una pica, naciendo desde entonces la costumbre de
pasear en una pica las cabezas de los decapitados, lo que se volvió muy común
durante la Revolución.
11. Tratado de Viena de 1725.
Viena, Capital de Austria. Fue el tratado firmado en Viena el 30 de abril de 1725 por
los representantes de Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico y de Felipe V
de España, por el que el primero renunciaba definitivamente a sus aspiraciones al trono
de la Monarquía de España mantenidas tras la firma de los Tratados de Utrecht-Rastatt
de 1713-1714 que pusieron fin a Guerra de Sucesión Española, mientras que Felipe V
reconocía la soberanía de Carlos VI sobre los territorios de Italia y de los Países Bajos
que antes de la guerra habían pertenecido a la Monarquía Hispánica.
Felipe V, su segunda esposa Isabel de Farnesio y el ministro Julio Alberoni pusieron
en práctica una política exterior agresiva respecto a Italia que pretendía "revisar" el
Tratado de Utrecht —intentando recuperar los Estados italianos que formaban parte
de la Monarquía Católica antes de 1700— y asegurar el trono de los ducados de
Parma, de Piacenza y de Toscana para el recién nacido infante don Carlos. Así en julio
de 1717 tuvo lugar la conquista española de Cerdeña y en el verano del año siguiente
una nueva expedición mucho mayor conquistó el reino de Sicilia.
Estas conquistas provocaron la Guerra de la Cuádruple Alianza en la que Felipe V salió
derrotado por las cuatro potencias garantes del status quo surgido de la Paz de Utrecht:
el Reino de Gran Bretaña, el reino de Francia, el Imperio Austríaco y las Provincias
Unidas. Felipe V, que se deshizo de su ministro Giulio Alberoni, se vio obligado a firmar
en La Haya en febrero de 1720 la retirada de las tropas de Cerdeña y de Sicilia, la
renuncia a cualquier derecho sobre los antiguos Países Bajos españoles, ahora bajo
soberanía del emperador Carlos VI, y a reiterar su renuncia a la Corona de Francia. Lo
único que obtuvo Felipe V a cambio fue la promesa de que la sucesión al ducado de
Parma, el ducado de Piacenza y el ducado de Toscana recaería en el infante Carlos,
el primer hijo que había tenido con Isabel de Farnesio.
Para concretar los acuerdos del Tratado de La Haya se reunió el Congreso de Cambrai
(1721-1724) que supuso un nuevo fracaso para Felipe V porque no alcanzó su gran
objetivo –que los ducados de Parma y de Toscana pasaran a su hijo Carlos -y tampoco
que Gibraltar volviera a soberanía española, porque Felipe V rechazó la oferta británica
de intercambiarlo por una parte de Santo Domingo o de Florida. Tampoco el
acercamiento que había iniciado con la Monarquía de Francia fructificó porque
finalmente ésta dio marcha atrás en el matrimonio concertado entre el futuro Luis XV y
la hija de Felipe V e Isabel de Farnesio, la infanta Mariana Victoria de Borbón.[ Sin
embargo, sí se celebró el matrimonio concertado entre el Príncipe de Asturias Luis y
Luisa Isabel de Orleans, hija del duque de Orleans, regente de Francia hasta la
mayoría de edad de Luis XV.
Las cláusulas del tratado incluían:
La ratificación de los acuerdos establecidos en el tratado de Londres de 1718;
Renuncia de Carlos VI y sus herederos a la corona española y sus posesiones,
otorgadas a Felipe V según el tratado de Utrecht de 1713;
Carlos VI reconocía la soberanía de Felipe V y se comprometía a no intentar nada
contra ésta ni contra sus herederos, en la península Ibérica y colonias;
Faltando los reyes de España, la sucesión española pasaría a la Casa de Saboya
(en aquella fecha encabezada por el rey de Cerdeña Víctor Amadeo);
Renuncia de Felipe V sobre los territorios en Italia y los Países Bajos pertenecientes
a Carlos VI;
Carlos se comprometía a otorgar a los hijos de la reina de España los ducados de
Parma, Placencia y Toscana en caso de que el gobierno de éstos quedara vacante
por falta de descendencia masculina en la línea sucesoria del emperador;
Felipe entregaba a su hijo Carlos la plaza de Porto Longone, cercana a la isla de
Elba, y renunciaba a sus derechos de posesión sobre cualquiera de los ducados
antes citados;
Liorna quedaría por siempre como puerto franco;
Renuncia de Felipe V al derecho de reversión del reino de Sicilia a la corona de
España, establecido según el acta de cesión de 10 de junio de 1713;
Defensa recíproca de ambos reinos;
Olvido de las ofensas y daños sufridos por ambas partes durante la guerra de
sucesión;
Restitución del duque de Parma a la situación establecida en el tratado de Londres
de 1718;
Cada una de las partes firmantes se comprometía a respetar y defender la sucesión
de la parte contraria;
Restitución por parte de Felipe V de las dotes de las infantas alemanas María y
Margarita;
Pago de las deudas contraídas por Carlos VI en Cataluña, y por Felipe V en
Flandes, Milán, Nápoles y Sicilia.
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El Imperio otomano, también conocido como Imperio turco otomano fue un Estado multiétnico y
multiconfesional gobernado por la dinastía Osmanlí. Era conocido como el Imperio turco o Turquía por sus
contemporáneos. Este Imperio comenzó siendo uno más de los pequeños estados turcos que surgieron en Asia
Menor durante la decadencia del Imperio selyúcida. Los turcos otomanos fueron controlando paulatinamente a
los demás estados turcos y bajo el reinado de Mehmed II (1451-1481) acabaron con lo que quedaba de la
dinastía selyúcida. La primera fase de la expansión otomana tuvo lugar bajo el gobierno de Osmán I y siguió en
los reinados de Orkhan, Murad I y Beyazid I, a expensas de los territorios del Imperio bizantino, Bulgaria y Serbia.
Bursa cayó bajo su dominio en 1326 y Adrianópolis en 1361. Las victorias otomanas en los Balcanes alertaron
a Europa occidental sobre el peligro que este Imperio representaba y fueron el motivo central de la organización
de la Cruzada de Seguismundo de Hungría. El sitio que pusieron los otomanos a Constantinopla fue roto gracias
a Tamerlán, líder de los mongoles, quien tomó prisionero a Beyazid en 1402, pero el control mongol sobre los
otomanos duró muy poco. Finalmente, el Imperio otomano logró conquistar Constantinopla en 1453. En su
máximo esplendor, entre los siglos XVI y XVII se expandía por tres continentes, controlando una vasta parte del
Sureste Europeo, el Medio Oriente y el norte de África, limitando al oeste con Marruecos, al este con el mar
Caspio y al sur con Sudán, Eritrea, Somalía y Arabia. El Imperio otomano poseía 29 provincias, y Moldavia,
Transilvania y Valaquia eran Estados vasallos.El imperio estuvo en el centro de las interacciones entre el Este
y el Oeste por seis siglos. Con Constantinopla como su capital y el territorio que se conquistó bajo Solimán el
Magnífico -correspondiente a las tierras gobernadas por Justiniano el Grande mil años antes-, el Imperio
otomano era, en muchos aspectos, el sucesor islámico de los antiguos imperios clásicos. Numerosos rasgos y
tradiciones culturales de éstos (en campos como la arquitectura, la cocina, el ocio y el gobierno) fueron
adoptados por los otomanos, que los elaboraron en nuevas formas. Estos rasgos culturales más tarde se
mezclaron con las características de los grupos étnicos y religiosos que vivían dentro de los territorios otomanos,
creando una nueva y particular identidad cultural otomana.
Durante el siglo XIX, diversos territorios del Imperio otomano comenzaron a alcanzar su independencia,
principalmente en Europa. Las sucesivas derrotas en guerras y el auge de los nacionalismos dentro del territorio
llevarían al decaimiento del poder del imperio. Su participación en la Primera Guerra Mundial y el surgimiento
de movimientos revolucionarios dentro de Turquía le darían el golpe mortal. El imperio bajo la dirección de un
sultán fue abolido el 1 de noviembre de 1922, mientras el califato lo fue un año después. La República de Turquía
fue fundada en su reemplazo, el 23 de octubre de 1923.
13. La Revolución Rusa de 1917.
El término Revolución rusa agrupa todos los sucesos que condujeron al derrocamiento
del régimen zarista y a la instauración preparada de otro, leninista, a continuación,
entre febrero y octubre de 1917. En gran medida inducida por la Primera Guerra
Mundial, la Revolución rusa fue un acontecimiento decisivo y fundador del "corto siglo
XX" abierto por el estallido del macro conflicto europeo en 1914 y cerrado en 1991 con
la disolución de la Unión Soviética.
Las sucesivas derrotas rusas en la Primera Guerra Mundial fueron una de las causas
de la Revolución de Febrero. En el momento de entrada en la guerra, todos los partidos
políticos se mostraron favorables a la participación en la contienda, con la excepción
del Partido Obrero Socialdemócrata, el único partido europeo junto al Partido Socialista
del Reino de Serbia que se negó a votar los créditos de guerra, pero advirtió que no
trataría de sabotear los esfuerzos provocados por la guerra. Tras el comienzo del
conflicto y después de algunos éxitos iniciales, el Ejército ruso tuvo que soportar
severas derrotas (en Prusia Oriental, en particular). Las fábricas no se mostraron lo
suficientemente productivas, la red ferroviaria era ineficiente y el suministro de armas
y alimentos al Ejército fallaba. En el Ejército, los partes batían todos los récords:
1.700.000 muertos y 5.950.000 heridos, estallando disturbios y decayendo la moral de
los soldados. Estos soportaban mes a mes la incapacidad de sus oficiales, hasta el
punto de suministrar a unidades de combate munición no correspondiente con el
calibre de su arma y la intimidación y los castigos corporales utilizados en la misma.
La hambruna se extendió y las mercancías comenzaron a escasear. La economía rusa,
que antes de la guerra contaba con la tasa de crecimiento más alta de Europa,[ se
encontraba aislada del mercado europeo. El Parlamento ruso (la Duma), constituida
por liberales y progresistas, advirtió al zar Nicolás II de estas amenazas contra la
estabilidad del Imperio y del régimen, aconsejándole formar un nuevo gobierno
constitucional. El zar no tuvo en cuenta esta advertencia y perdió el liderazgo y el
contacto con la realidad del país. La impopularidad de su esposa, la emperatriz
Alejandra, de origen alemán, aumentó el descrédito del régimen, hecho confirmado en
diciembre de 1916 con el asesinato de Rasputín, asesor oculto de la emperatriz, por
parte del príncipe Félix Yusúpov, un joven noble.
Desde 1915-1916, proliferaron diversos comités que se hicieron cargo de todo aquello
que el deficiente Estado ya no asumía (abastecimiento, encargos, intercambios
comerciales). Junto a las cooperativas o los sindicatos, estos comités se convirtieron
en órganos de poder paralelos. El régimen ya no controlaba el "país real".
El mes de febrero de 1917 reunió todas las características necesarias para una
revuelta popular: invierno duro, escasez de alimentos, hastío hacia la guerra... Se inició
con la huelga espontánea de los trabajadores de las fábricas de la capital, Petrogrado,
a principios de dicho mes. El 23 de febrero (8 de marzo según el calendario
gregoriano), Día Internacional de la Mujer, las mujeres de Petrogrado se manifestaron
para exigir pan. Recibieron el apoyo de los obreros, encontrando estos una razón para
prolongar su huelga. Ese día, pese a que se produjeron algunos enfrentamientos con
la policía, no hubo ninguna víctima.
Los días siguientes, las huelgas se generalizaron por todo Petrogrado y la tensión fue
en aumento. Las consignas, hasta el momento más discretas. En esta ocasión, los
enfrentamientos con la policía se saldaron con víctimas para ambas partes. Los
manifestantes se armaron sustrayendo armas de los puestos de policía. Tras tres días
de manifestaciones, el zar ordenó la movilización de la guarnición militar de la ciudad
para sofocar la rebelión. Los soldados resistieron las primeras tentativas de
confraternización y mataron a muchos manifestantes. Sin embargo, durante la noche,
parte de la compañía se sumó progresivamente a los insurgentes, que pudieron de
esta forma armarse más convenientemente. Entre tanto, el zar, sin medios para
gobernar, ordenó disolver la Duma y nombrar un comité interino.
Todos los regimientos de la guarnición de Petrogrado se unieron a la revuelta. Fue el
triunfo de la revolución. Bajo la presión del Estado Mayor, el zar Nicolás II abdicó el 2
de marzo: "Se deshizo del imperio como un comandante de un escuadrón de
caballería.". Su hermano, el gran duque Miguel Aleksándrovich, rechazó al día
siguiente la corona. Fue el fin del zarismo y se produjeron las primeras elecciones al
sóviet de los trabajadores de la capital, el Sóviet de Petrogrado. El primer episodio de
la revolución se había saldado con más de un centenar de víctimas, principalmente
manifestantes, más la caída rápida e inesperada del régimen, con unas pérdidas
humanas relativamente pequeñas, suscitó en el país una ola de entusiasmo y
liberación.
14. Tratado de Versalles de 1919.
El tratado de Versalles fue un tratado de paz firmado al final de la Primera Guerra
Mundial que oficialmente puso fin al estado de guerra entre Alemania y los Países
Aliados. Fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de
Versalles, exactamente cinco años después del asesinato del archiduque Francisco
Fernando, uno de los principales acontecimientos que habían desencadenado la
guerra. A pesar de que el armisticio fue firmado meses antes (11 de noviembre de
1918) para poner fin a los combates en el campo de batalla, se necesitaron seis meses
de negociaciones en la Conferencia de Paz de París para concluir el tratado de paz. El
Tratado de Versalles entró en vigor el 10 de enero de 1920.
De las muchas disposiciones del tratado, una de las más importantes y controvertidas
estipulaba que Alemania y sus aliados aceptasen toda la responsabilidad moral y
material de haber causado la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248,
deberían desarmarse, realizar importantes concesiones territoriales a los vencedores
y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos. El
Tratado de Versalles fue socavado tempranamente por acontecimientos posteriores a
partir de 1922 y fue ampliamente violado en Alemania en los años treinta con la llegada
al poder de Adolf Hitler.
Alemania liquidó el pago de las reparaciones de guerra en 1983, pero todavía quedaba
pendiente el abono de los intereses generados desde la aprobación del tratado, que
ascendían a 125 millones de euros (cambio de 2010). Dichos intereses no podían ser
abonados hasta que Alemania no estuviese reunificada, dándosele para ello 20 años
a partir de ese momento. Por aquellos días se creía que nunca iban a ser abonados,
pero, tras procederse a la reunificación del país, se fijó el 3 de octubre como fecha de
inicio de esos 20 años. Finalmente, Alemania liquidó totalmente las reparaciones de
guerra el 3 de octubre de 2010.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial y declararse el armisticio, los Aliados (Francia,
el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y Estados Unidos, así como representantes
de sus aliados durante la guerra) se reunieron en la Conferencia de Paz de París para
acordar los términos de la paz con Alemania, el desaparecido Imperio austrohúngaro
(entonces ya dividido en la República de Austria, el Reino de Hungría y
Checoslovaquia, así como perdidas territoriales a favor del Reino de Rumanía, Reino
de Italia, y las nuevas Polonia y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos), el
decadente Imperio otomano y el Reino de Bulgaria. Los Aliados redactaron y firmaron
tratados por cada una de las potencias vencidas; el Tratado de Versalles fue el que se
le impuso al Imperio Alemán.
Las discusiones de los términos de la paz empezaron el 18 de enero de 1919, y fue
presentado ante Alemania en mayo siguiente como única alternativa; su rechazo
habría implicado la reanudación de las hostilidades. El día después de la aceptación
del Tratado, el 23 de junio de 1919, fue día de luto en Alemania, considerado como la
primera gran derrota del parlamentarismo y el "pecado original" de la recién formada
República de Weimar.
Tanto la delegación alemana como el gobierno alemán consideraron el Tratado de
Versalles como un dictado (Diktat) impuesto a la fuerza sin un mecanismo de consulta
o participación. De hecho, el conde Ulrich Brockdorff von Rantzau (quien dirigió la
delegación alemana) vio imposibilidad de negociación en la conferencia.
Particularmente molesto fue el precepto, incorporado en el Tratado, de la culpa y
responsabilidad de Alemania en la iniciación de la guerra. Esto se convirtió en un
elemento de tensión en la política interna en Alemania entre la derecha y los grupos
nacionalistas —que rechazaban de plano todo el Tratado, siendo partidarios de su
revocación—, y el centro liberal y los socialdemócratas —que trataban de suavizar las
cláusulas más perjudiciales contra Alemania y otros países.
El tratado estableció la creación de la Sociedad de Naciones (SDN), un objetivo
prioritario del presidente de los Estados Unidos. El propósito de esta organización era
mediar como árbitro en los conflictos entre las naciones para prevenir que se llegara a
un enfrentamiento bélico. Se prohibió el ingreso a Alemania.
Según Alberto Lettieri, (2008). En su obra La civilización en debate en el capítulo 13,»
(en español), editada por Prometeo editorial. En sus páginas 186 – 187 afirma que
«Los acuerdos que se firmaron en Versalles no respetaron el espíritu de las
negociaciones secretas realizadas entre Rusia y Alemania en el Tratado de Brest-
Litovsk, ya que a Alemania se le expropiaron todas sus posesiones territoriales en el
exterior, los territorios de Alsacia y Lorena, se le prohibió tener aviación y se limitó el
número de hombres de sus fuerzas armadas a 100.000 y además se planteó una suma
indeterminada en concepto de resarcimiento por daños de guerra, que podría ser
pagada no sólo en metálico, sino también en producción industrial.»
Otros requerimientos exigían a Alemania la pérdida de la soberanía sobre sus colonias
(administrativa) y otros territorios.
Las duras condiciones impuestas a Alemania fueron utilizadas por el nazismo para
alcanzar el poder y como pretexto para su política expansionista posterior.
A causa del tratado, Alemania redujo considerablemente su territorio europeo de
540.766 km² (1910) antes de la guerra, a 468.787 km² (1925) después de la guerra.
Además fue obligada a ceder todo su imperio colonial, que fue repartido entre las
naciones vencedoras (principalmente entre Reino Unido y Francia).
Las consecuencias militares que se le impusieron a Alemania, conllevaba la entrega
de material militar y de la flota de guerra, la Ocupación de la orilla izquierda del Rin y
desmilitarización de Renania, la reducción del ejército a 100.000 hombres y 4.000
oficiales, sin artillería pesada, submarinos ni aviación, la Prohibición de fabricar
material de guerra, la disolución del Estado Mayor del Ejército, la supresión del servicio
militar obligatorio en Alemania, la Internacionalización del canal de Kiel.
Dentro de las consecuencias para Alemania en las cláusulas morales y políticas, se
reconocía que Alemania y sus aliados fueron los únicos responsables de la guerra,
prohibiéndosele el ingreso de Alemania en la Sociedad de Naciones.
Las consecuencias económicas para Alemania, conforme el tratado, se establecía la
creación de la Comisión de Reparaciones de Guerra (REPKO), cuyo monto quedaba
por definir, Entrega de todos los barcos mercantes alemanes de más de 1.400 Tm de
desplazamiento y cesión anual de 200.000 Tm de nuevos barcos, para restituir toda la
flota mercante perdida por los aliados durante el conflicto, entrega anual de 44 millones
de Tm de carbón, 371.000 cabezas de ganado, la mitad de la producción química y
farmacéutica, la totalidad de cables submarinos, etc., durante cinco años, expropiación
de la propiedad privada alemana en los territorios y colonias perdidas, lo que equivale
aproximadamente a $442.000 millones de dólares estadounidenses a fecha del 2012,
una suma que Alemania no podía pagar y que muchos economistas en el momento
consideraron excesiva, ya que significaba más que las reservas internacionales de
Alemania, que según muchos autores causó la posterior hiperinflación.
Con este acontecimiento nacen algunos organismos como:
La Corte Permanente de Justicia Internacional con sede en La Haya, Holanda;
La Liga de Naciones o Sociedad de Naciones con sede en Ginebra, Suiza;
La Oficina Internacional del Trabajo, con sede en Ginebra, Suiza.
En Roma existieron tratados de alianza, paz, amistad y alianza (foedera aequa) y los que eran
ventajosos para el imperio (foedera non aequa).
Posteriormente, los entendimientos entre imperios y de éstos con sus colonias, no siempre
se desarrollaron por escrito sino que se otorgó particular importancia a la palabra empeñada
o la costumbre, cuya observancia reiterada fue el antecedente para lo que se conoce como
derecho consuetudinario.
A finales de la segunda década del siglo XX, en el año 1928, durante el transcurso de la Sexta
Conferencia Internacional Americana, se adoptó La Convención de La Habana sobre
Tratados.
A inicios de la segunda mitad del mismo siglo, en 1969, se aprobó un instrumento multilateral
que constituye un auténtico Código en materia de tratados, tal documento, es la Convención
de Viena sobre Derecho de los Tratados, la misma que desde su vigencia internacional es un
valioso “vademécum” para quienes se interesan en esta importante materia.
TRES CAMBIOS EXTRUCTURALES EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES QUE
ESTAN AFECTANDO LOS METODOS Y PRINCIPIOS DEL D. I. P. CONTEMPORANEO