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E.E.

S N° 32 Pilar
Curso: 3° 1°
Ciclo lectivo: 2023
Profesora: Vallory, Ofelia
Alumno/a:

Actividades de integración - Primer cuatrimestre


Prácticas del Lenguaje

Contenidos:
✔ Género realista, compresión lectora;
✔ Clases de palabras, 1er grupo a modo de repaso;
✔ El texto y sus propiedades, la coherencia y la cohesión.

1) Género realista
Realismo

Las obras realistas son aquellas que sin dejar de ser ficción tienen un amplio parecido con la realidad. Por
eso cuando un cuento o una novela reflejan situaciones creíbles, que en verdad podrían suceder, estamos
en presencia de este tipo de obras.
Como movimiento artístico, el realismo surgió en Europa, en la segunda mitad del siglo XX. Su literatura
se basa en la narración de las costumbres de los grupos sociales de la época, con la mayor fidelidad
posible.

Los elementos de la narración


Los cuentos y las novelas son textos narrativos. En este caso, tanto el narrador como los hechos narrados
son ficticios, creaciones de un autor. En toda narración literaria encontraremos:

Un narrador: es una figura ficcional (no lo confundan con el autor), que puede coincidir o no con un
personaje, y se expresa en primera persona o tercera.
Una trama narrativa: está formada por la serie de hechos que se van vinculando y que se desarrollan en
un eje temporal o a través de relaciones de causa y consecuencia.
Una estructura: está constituida por la situación inicial, el conflicto o nudo y la situación final.
Una ubicación espacio-temporal.
Personajes: principales y secundarios que llevan a cabo las acciones.

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La descripción realista
En los textos literarios la descripción del paisaje ayuda a dar forma al mundo representado y a crear el
efecto de realismo. Con esta apariencia de realidad se logra la verosimilitud en las narraciones realistas, es
decir que los personajes y las situaciones resultan creíbles para el lector. Cada género (fantástico, policial,
etc.) crea su propio verosímil.
Entonces, mediante la descripción de lugares, objetos y personajes se logra la credibilidad del lector. Las
descripciones pueden seguir un orden espacial (arriba, a la derecha), un orden temporal (a la mañana, más
tarde) o ningún orden determinado, focalizando en un aspecto en particular.

❖ Una vez leída la información anterior acerca del género realista leer el siguiente texto y luego resolver
las consignas que aparecen abajo:

A la deriva

El hombre pisó algo blanduzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse
con un juramento vio una yararacusú que arrollada sobre sí misma esperaba otro ataque.
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y
sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su
espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló. Un
dolor agudo nacía de los dos puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie. Apresuradamente se
ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho.
El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o
tres fulgurantes puntadas que como relámpagos habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la
pantorrilla. Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante,
le arrancó un nuevo juramento.
Llegó por fin al rancho, y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violetas
desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de
ceder, de tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca. La
sed lo devoraba.
—¡Dorotea! —alcanzó a lanzar en un estertor—. ¡Dame caña!
Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto
alguno.
—¡Te pedí caña, no agua! —rugió de nuevo. ¡Dame caña!
—¡Pero es caña, Paulino! —protestó la mujer espantada.
—¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo!
La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no
sintió nada en la garganta.
—Bueno; esto se pone feo —murmuró entonces, mirando su pie lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre
la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla.

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Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos relampagueos, y llegaban ahora a la ingle. La atroz
sequedad de garganta que el aliento parecía caldear más, aumentaba a la par. Cuando pretendió
incorporarse, un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda de palo.
Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la costa subió a su canoa.
Sentóse en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná. Allí la corriente del río, que en las
inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.
El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos
dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito —de sangre esta vez—dirigió una
mirada al sol que ya trasponía el monte.
La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El
hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con
grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso. El hombre pensó que no podría jamás llegar él solo a
Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves, aunque hacía mucho tiempo que
estaban disgustados.
La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se
arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho.
—¡Alves! —gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.
—¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! —clamó de nuevo, alzando la
cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar
hasta su canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva.
El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan
fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro
también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se
precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de
muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.
El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío.
Y de pronto, con asombro, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor. La pierna le dolía apenas, la
sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración.
El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la
mano, contaba con la caída del rocío para reponerse del todo.
Calculó que antes de tres horas estaría en Tacurú-Pucú.
El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni
en el vientre. ¿Viviría aún su compadre Gaona en TacurúPucú? Acaso viera también a su ex patrón mister
Dougald, y al recibidor del obraje.
¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en pantalla de oro, y el río se había coloreado
también. Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura
crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto
y en silencio hacia el Paraguay.
Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el
borbollón de un remolino. El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el
tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos
años y nueve meses?
Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente.
De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho. ¿Qué sería? Y la respiración también...
Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza un
viernes santo... ¿Viernes? Sí, o jueves . . .
El hombre estiró lentamente los dedos de la mano.
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—Un jueves...
Y cesó de respirar.
Horacio Quiroga
El almohadón de plumas y otros cuentos,
Buenos Aires, Alfaguara, 2008.

ACTIVIDADES

a. ¿Qué significa que alguien esté a la deriva? ¿Cuál es el sentido que se le da en este cuento?
b. ¿Por qué el protagonista confunde la caña con agua? ¿En qué otra situación se lo nota “confuso”?
c. Explica el final ¿En qué piensa el protagonista? ¿Cuáles son sus sensaciones ante la muerte?
d. Busca en el texto y transcribí en tu carpeta:
1. Referencias a las manifestaciones físicas de la picadura y sus efectos.
2. Manifestaciones de los estados de ánimo del personaje.
3. Referencias al lugar donde transcurre la acción.
e. En la descripción del río Paraná puede percibirse una comparación con un cajón funerario. Subraya
las palabras o expresiones que le reflejan:

El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan
fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque,
negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río
arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en
él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad
única.

f. Explica con tus palabras por qué se puede decir que este cuento pertenece al género realista.

2) Clasificación de palabras (repaso)

Resumen de clases de palabras

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NIVEL MORFOLÓGICO
CLASES DE PALABRAS
PALABRAS VARIABLES

Clases de palabras Definición Ejemplos

SUSTANTIVOS Los nombres o sustantivos sirven para designar ventana, niño, león, roble, amor, revolución...
elementos de la realidad: seres vivos, objetos, ideas,
sentimientos o acontecimientos.

ADJETIVOS Sirven para expresar una cualidad del sustantivo al que verde, guapo, inteligente, difícil, agradable...
acompañan. Pueden estar en grado positivo, comparativo
(de igualdad, superioridad e inferioridad) y superlativo
(relativo y absoluto).

ARTÍCULOS Son palabras que acompañan a un sustantivo o nombre, Los artículos se clasifican en:
con el que concuerdan en género y/o número. ● Determinados (hacen referencia a elementos que ya
han aparecido en el discurso: el, la, los, las, lo).
● Indeterminados (presentan elementos nuevos en el
discurso: un, una, unos, unas).

PRONOMBRES Los pronombres son palabras variables (poseen género, ● PERSONALES: yo, tú, él, me, conmigo, le, la, los, las…
número y persona) y, aunque siempre se ha dicho que ● POSESIVOS: mi, tu, su, con sus femeninos y plurales.
sustituyen a un nombre, en realidad no lo sustituyen sino ● DEMOSTRATIVOS: este, ese, aquel (con sus femeninos y
plurales)
que lo señalan.
● CUANTIFICADORES: uno, dos, tres…; algunos, muchos,
demasiados…
● INTERROGATIVOS / EXCLAMATIVOS: quién, qué, cuál,
cuánto…
● RELATIVOS: que, quien, el cual, el que (y sus
variantes de género y número).

ACTIVIDADES

Resolvemos las siguientes actividades en base a lo visto en el cuadro

PLATERO Y YO
Juan R. Jiménez

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva
huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

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Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas
rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que
parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos
morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra...
Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo,
vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo.

1- Señala los adjetivos que dependen de los siguientes sustantivos:


Platero: pequeño Cascabeleo:
Espejos: Naranjas:
Cristal: Uvas:
Florecillas: Higos:
Trotecillo: Gotita:
Callejas: Hombres:

2- Clasificar las palabras en color amarillo, es decir, señalar que tipo de pronombre son. Ejemplo:
Sus = Pronombre posesivo.
3- Encierra con un color todos los artículos que encuentres en el texto y luego clasifícalos en un cuadro
como el siguiente:

Definidos Indefinidos

……………………………………. ……………………………………
…………………………. ……………………………

3) El texto y sus propiedades

Un texto oral o escrito es un mensaje que trata sobre un tema y tiene información comunicativa
determinada (informar, ordenar, explicar, advertir, etc.). Para que un texto sea considerado como tal,
además de adecuación (debe ser apropiado a la situación comunicativa) debe poseer coherencia. Esto
significa que la información debe estar relacionada con el tema en general del texto y presentarse de
manera ordenada, por ejemplo, con una introducción, un desarrollo y un cierre. En los textos escritos ese

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orden se suele manifestar en la forma en la que cada párrafo se relaciona con el anterior y, a la vez, agrega
información nueva.
En un texto coherente, las informaciones están ligadas entre sí, tienen el mismo fin o intención
comunicativa, y se relacionan con el tema global o general sin cambios bruscos, inesperados o
injustificados. Además, de la conexión entre las ideas, en un texto coherente existe una relación entre las
palabras que le dan forma. Este aspecto se conoce como cohesión textual; para evitar repeticiones
innecesarias o excesivas en un texto se utilizan diversos recursos (la referencia, la sustitución, la elipsis,
etc.).

Algunos de los recursos de la coherencia son:

Adecuación: Un texto apropiado al contexto

Progresión temática: Todo texto se desarrolla de manera gradual temas, subtemas, variaciones y digresiones
que hacen que la información inicial progrese, es decir, se enriquezca, se amplíe y se profundice.

Algunos de los recursos de la cohesión textual son:

La referencia: Consiste en reemplazar una palabra o una frase por un pronombre. Por ejemplo: Por ejemplo,
si se ha mencionado muchas veces a un personaje llamado Juan, puede reemplazarse por el pronombre
personal “él”.

La sustitución: Consiste en cambiar una palabra o una frase por otras palabras o frases de significado
equivalente. La sustitución se puede dar por:

⮚ Sinonimia: Sustitución por palabras o expresiones sinónimas. Por ej.: risa= carcajada; escuela=

institución educativa, colegio, etc.

⮚ Hiperónimos: Relaciona palabras generales (hiperónimos) con palabras particulares (hipónimos). Ej.:

las palabras Marte, Saturno, Plutón son el hipónimo de la frase Los planetas del sistema solar
(hiperónimo).

La elipsis: Consiste en omitir una palabra o frase del texto cuando se considera que está sobrentendida. Por
ejemplo: Por ejemplo: en la frase “Las chicas traen comida y los chicos, bebida” se ha omitido el verbo
“traen”, porque se sobreentiende que los chicos “traen” comida.

Conectores: Se emplean para relacionar oraciones, frases o palabras dentro del texto. Son conjunciones,
adverbios y otras expresiones o construcciones que permiten establecer distintos tipos de relaciones. Por

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ejemplo: ya que, sin embargo, además, también, entonces, del mismo modo, porque, en conclusión, en
primer lugar, si bien, no obstante, en otras palabras, en general, etc. Algunos de los conectores pueden ser:

ACTIVIDADES

1. En los siguientes ejemplos analicen qué palabras se omitieron por elipsis:


a. La señorita Jane lloraba con desconsuelo. Hablaba con dificultad, con frases
entrecortadas e incomprensibles.
b. En la comitiva, los primeros camiones iban cargados de trigo y avena; los últimos, de
ganado.
c. Las pistas habían quedado resueltas por el investigador. Solo faltaba que las uniera para
resolver el caso.
d. A él le regalaron libros; a ella, lápices.

2. En la carpeta, reescriban estos fragmentos corrigiendo los errores de cohesión y


manteniendo el número de oraciones. Utilicen los recursos indicados entre paréntesis y
tengan en cuenta que puede haber más de un error en cada caso.

a. Pareciera que la risa es una forma de comunicación que nos enseña a socializar.
Posiblemente la risa sea la forma de comunicación más genuina de aprobación social
(Referencia y sinonimia)

b. Robert Provine estudió la risa en diferentes culturas y especies. Robert Provine mostró que
estudiar la risa puede proporcionar información sobre nuestro comportamiento. (Elipsis y
sinonimia)

3. Enumera ordenadamente del 1 al 6 estas oraciones para formar un texto y luego copien el
texto que formaron en sus carpetas organizando la información en dos párrafos.

___ Un cementerio, una casa abandonada, un castillo, un laboratorio siniestro o un bosque sombrío
son sólo algunos de los ejemplos.
___ Estos personajes se mueven en la sombra de la noche, en ámbitos que ya han pasado a ser
“lugares comunes”.
____ Además, estos espacios se resaltan por el uso particular de la iluminación, que se caracteriza
por el claroscuro y los contrastes.

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___ Las películas de terror tienen como fuentes la literatura y las supersticiones y leyendas
tradicionales.
___ Por último, la banda sonora sugerente y los efectos de sonido completan un conjunto
escalofriante.
___ Entre los personajes de terror hay vampiros, hombres lobo, monstruos, fantasmas y zombis

4. El siguiente texto presenta errores en su redacción. Localiza los errores de coherencia y cohesión.
Subráyalos y reescribe el texto para que cumpla con los elementos necesarios de un texto:
adecuación, coherencia y cohesión.

a. La mosca Tsé habita en Senegal. La mosca es el peor enemigo de los indígenas. El ataque de la
mosca es indoloro. La mosca pica con la trompa. La picadura provoca una comezón irritante en
la zona picada. Ataca a los animales y hombres. Es el vehículo de un parásito. El parásito
transmite la enfermedad del sueño. La primera etapa trae fiebre y sueño. La segunda etapa
provoca dolores abdominales, vómitos y el sueño dura toda la noche. En la tercera etapa el sueño
es interminable. El enfermo cae en coma profundo. El enfermo se llena de úlceras y ya no se
levanta más el enfermo.

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