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10. (Continuación)
Lecturas: Pagès, Introducción a la historia, p.p. 141-149.
No se puede explicar el surgimiento del pensamiento historiográfico del siglo XVIII sin entender el
momento histórico. Surgió en Francia, caracterizándose por el predominio de la razón sobre los
sentimientos. Muchos son los historiadores formaron parte de la corriente francesa de los ilustrados, quienes
se caracterizaron por su pensamiento antimonárquico y anticlerical.
En este resumen, me gustaría tratar a dos autores importantes a fin de entender el pensamiento
historiográfico en Francia de la ilustración: a Voltaire cuyo verdadero nombre era François-Marie Arouet;
y el barón de La Bredè, Charles-Louis de Secondat conocido como Montesquieu, “heredado de su tío en
unión de una Magistratura. Aristócrata acomodado, cochero de vinos de Burdeos. Era considerado hombre
de gran bagaje cultural, aficionado a las ciencias y a la literatura”. 1 Se formó en leyes, lo que le permitió
posteriormente dedicarse al ensayo al político e histórico.
Voltaire
Nació en 1694, de padres burgueses, vivió los once años que produjeron la Revolución Francesa
(1789). Utilizó la sátira para “ridiculizar a los aristócratas y funcionarios pomposos”. Como consecuencia
de sus sátiras fue enviado a la Bastilla y luego desterrado a Inglaterra, donde vivió tres años. Su pensamiento
fue anticlerical y condenaba la tiranía política. Voltaire fue celebre como defensor de la libertad individual
libertad —de la palabra y opinión— .2 Por esta concepción de pensamiento fue un personaje más odiado en
su tiempo.
La historia es la narración de los hechos considerados como verdaderos; contrariamente a la fábula, que es
la narración de los hechos considerados como falsos. Existe la historia de las opiniones, que no mucho más
que compendio de los errores humanos; la historia de las artes, quizá la más útil de todas cuando une al
conocimiento de la invención y del progreso de las artes, la descripción de su mecanismo; la historia natural,
impropiamente llamada historia y que es un parte esencial de la Física. La historia de los acontecimientos se
divide en sagrada y profana. La historia sagrada es una secuencia de las operaciones divinas y milagrosas, a
través de las cuales ha placido a Dios conducir en el pasado a la nación judía, y poner a prueba en el presente
nuestra fe.4
Con aquella definición Voltaire hace una clara distinción entre la historia entre la fábula, y la historia
profana que es su verdadero interés. Continúa el autor diciendo:
La historia profana no debe “limitarse” a decir en que día se dio una batalla, ni a describir, la pompa de una
coronación, la ceremonia de la imposición de un birrete e incluso la entrada de un embajador [...] solo de
aprender acontecimientos, pues, después de haber leído [...] mil descripciones de batallas y contenido de
varios centenares de tratados, encontré que en fondo ha estaba mejor informado que antes´.5
Asimismo, resalta la importancia de las Artes de las sociedades humanas. ¿Qué es la historia para
Voltaire? En la Enciclopedia escribió que: “La historia tratará de averiguar cuáles han sido el vicio radical
y la virtud dominante de una nación; por qué ha sido poderosa o débil en el mar, cómo y hasta que punto
se ha enriqueció desde hace un siglo”. Para ello, el autor propone “el estudio de los registros de las
exportaciones; cómo se han establecido las artes, las manufacturas: las seguirá en su paso y en su vuelta de
un país a otro. En fin, los cambios en las costumbres y en las leyes... se sabría así las historias de los hombres
en conocer una pequeña parte de la historia de los reyes y de las cortes”.6
De esa manera, la historia será “útil a la sociedad, y sobre todo para los combates políticos del
presente”. Por esta razón, le interesó la “historia moderna” y no la “historia antigua”. Pues a la primera la
comparó con la “viejas monedas, que solo solo puede servir para las fabulas, y están en las vitrinas de los
guardan una relación entre la organización y el desarrollo económico [...] Sabe que el conocimiento es una
herramienta para crear conciencia para modificar la propia realidad social a transformar el mundo. Esta visión
de la historia [se basa] en la evolución del espíritu humano corresponde una concepción política como
instrumento de modificación de su conciencia que es la ilustración de los hombres que es la transformación
del mundo.10
Montesquieu
Escuela escocesa
Existen varios autores de la escuela escocesa, para ilustrar sólo se verá el aporte sobre la teoría de
la historia de Adam Smith (11723-1790), quien como los teóricos de su época, concibió la historia como
progreso económico. Smith, fue profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Glasgow, si bien el autor
ha sido calificado como teórico de la económica política, con su obra la Investigación sobre la naturaleza
y causas de las riquezas de las naciones (1776), según Pages es difícil “catalogar sólo como teoría
económica”. Tal como se observa en su obra Riqueza de las naciones, donde escribió sobre los cuatro
estadios o modos de subsistencia, “por los que la humanidad ha pasado: caza, pastoreo, agricultura y el
comercio, que es la misma concepción que la de Montesquieu.15
En conclusión, se puede decir que la aportación teórica de los pensadores de la ilustración francesa
y la escuela escocesa, son el espejo de la estructura socio-política y cultural, elaborados como arma de
combate ligadas a la idea del progreso de sociedades de aquella época y su fin era político.