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HISTORIA DE LA LITERATURA Y LAS ARTES

DOCENTE: GUSTAVO CAMPOS


INTRODUCCIÓN A LA ASIGNATURA

La literatura y las artes son una expresión fundamental de la elevación del espíritu humano en
todo el mundo occidental, ya que a través de ellas el hombre se ha reflejado a sí mismo y a la
percepción que ha tenido del mundo que le rodea, el cual ha interpretado a través del tiempo y en
base a sus propias creaciones dando forma a una imagen que ha transcurrido en un universo que
existe sólo en el interior del mismo ser humano. Esta forma de espejismo se inició desde que los
primeros homínidos dibujaron sobre piedra, escenas de su vida cotidiana, alcanzando una
comprensión mucho más compleja del mundo en que vivía. Junto con ello surgieron la estética, la
belleza y la creación, forjando la manera en que los humanos se lograron compenetrar en su
propio mundo, en su propio universo.

Sin embargo, en la literatura y en las artes también se evidencian otros aspectos de la vida
humana; como son sus profundos miedos, sus ideales, sus fracasos, su ira y todos los
sentimientos que de alguna medida logran comunicar a través de las creaciones que se han
desarrollado en el tiempo. Por ello, es necesario comprender antes que nada el contexto en el cual
emergen las artes y la literatura, ya que el mundo exterior y sus distintos procesos y
conformaciones dan al literato y al artista las herramientas fundamentales para la creación de sus
mundos, ya que el ser humano es en parte lo que logra captar o entender y a partir de ello es que
logra trascender por sobre todos los elementos que le guían o determinen.

Para ello, es necesario enfocar nuestra mirada de la literatura y las artes a través de los
diversos prismas que ofrece la historia, ya que sus métodos y planteamientos nos permitirán
lograr una comprensión más compleja de los procesos de creación humana y los escenarios en los
cuáles ella se ha producido. La historia como tal, es capáz de explicarnos el por qué de las
realidades actuales a través de las reflexiones e interpretaciones que de ello puede hacerse,
utilizando diversas técnicas y métodos de análisis que nos otorgan una guía para una mejor
compresión del surgimiento de la literatura y las artes contemporáneas.

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OBJETIVOS GENERALES DE LA ASIGNATURA

-Identificar los principales hitos históricos de la literatura y las artes en Chile y América.

-Describir las principales obras de la literatura y arte chileno y de América.

-Relacionar la literatura y las artes a las disciplinas de la información y documentación.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Unidad I. Introducción a la Investigación Histórica

-Definir Brevemente el Objeto, Sujeto y Fin de la Historia.

-Explicar los Métodos de Investigación.

-Enumerar sus Ciencias Auxiliares y Fuentes en que se Nutre.

-Dar a Conocer las más Importantes Formas de Reseñarla.

-Explicar su División más Aceptada y Algunas de las Periodicidades más Utilizadas.

Unidad II. Historia Contemporánea de la Literatura y las Artes en Chile y América.

-Describir el proceso de Emancipación Americana y de Chile.

-Relacionar el Proceso de Emancipación con la Literatura y el Arte.

-Identificar Libros y Obras Americanas y Chilenas de los Siglos XX y XXI

-Identificar los Elementos Bibliográficos de Obras Históricas y del Arte.

-Reconocer las Relaciones entre la Historia, el Arte y la Bibliotecología en Chile.

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UNIDAD I. INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

1.-HISTORIA, DISCIPLINA, MODELOS Y PROBLEMAS


1.1. El Proceso de Investigación.
La Historia tal y como la entendemos hoy en día, tiene sus orígenes en la Grecia antigua,
específicamente en el siglo VI A.C. y emergió como una de las variantes de la evolución del
pensamiento griego que buscaba interpretar las distintas interrogantes que la conciencia se
plantea frente a la existencia humana que buscaba comprender el origen de las cosas y la
explicación de la realidad. Es decir, la historia partió dentro de los esquemas filosóficos y fue
Heródoto el primero en intentar explicar el origen de las guerras surgidas entre los griegos y los
persas. Sin embargo, Heródoto no se conformó simplemente con una forma de explicación
mitológica, la cual era la explicación general para todos los fenómenos en los cuales eran los
dioses quienes intervenían en los asuntos de los mortales. Heródoto rompió con aquellos
esquemas explicativos e intentó hacer una explicación en términos que hoy en día y bajo nuestras
estructuras cognitivas consideraríamos como “racionales y objetivos.”

Heródoto buscó entonces diversas explicaciones de los hechos que habían ocurrido entre los
griegos y lo hizo a través de distintas preguntas a los propios protagonistas, para luego dejar que
los lectores sean quienes saquen sus propias conclusiones en base a lo que se les había expuesto.
Heródoto le llamó le llamó a explicación: “ISTORÍA” que en lengua griega quiere decir
“pesquisas” o “averiguaciones.” Aplicó este método a sus investigaciones y gracias a él podemos
hoy en día saber acerca de las culturas de la antigüedad. Es por ello que en su extensa obra
llamada “Los Nueve Libros de la Historia,” Heródoto dice desde un principio que “Estas son las
historias de Heródoto de Halicarnaso.” Heródoto ha sido llamado el padre de la historia, pues
también explica cuál es la finalidad de ella, a lo que él comprendió que la historia tiene la
intención de “que no se pierdan en los tiempos los hechos memorables y dignos de ser
recordados.” Es decir, lo que se busca es dejar algún registro de situaciones que son importantes
para las personas y así poder tener algún tipo de explicación en el presente, frente a los
acontecimientos que han ocurrido en el pasado.
Con posterioridad a Heródoto, otro griego de nombre Tucídides también intentó realizar una
explicación sobre las guerras griegas, pero utilizando un método distinto, ya que él no se limitó
sólo a recopilar distintas versiones interrogando a las personas, sino que además, de la
información que logró disponer, intentó hacer él mismo una interpretación de los hechos
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descritos, de manera que así pudiese existir una versión mucho más completa y elaborada desde
el punto de vista de quién participó en dichas guerras. Así, ambos griegos, Heródoto y Tucídides,
fueron quienes iniciaron la investigación en la historia y sus textos fueron el inicio de una larga
tradición de pensadores que fueron desarrollando con el tiempo una disciplina, que también
puede ser considerada ciencia, llamada Historia.

El pensamiento griego fue también fundamental para el desarrollo del mundo romano, pues
éstos aprendieron de aquellos, la filosofía, las artes y las ciencias del mundo antiguo. Los
romanos también aprendieron a escribir la historia y entre ellos surgieron autores que
investigaron sobre los orígenes de Roma. Nombres como Vegecio, Flavio Josefo, Tito Livio o
Tácito, siguieron el viejo método griego de averiguar, investigar y documentarse acerca de los
hechos pasados de los antiguos romanos, dejando así un gran legado a la humanidad. Estos
escritos se conservaron en bibliotecas romanas y son hasta hoy en día, la gran fuente de
información de las características de la vida social del mundo antiguo.

Algunos siglos más tarde y luego de la caída del imperio romano en el siglo V, Europa
experimentó una serie de guerras internas entre los nobles que se disputaron todos los territorios
que ya no poseían la antigua administración romana, prevaleciendo el poder de los señores
feudales que consolidaban a través de las armas su autoridad territorial. En estas épocas,
denominadas como la Edad Media, la gran autoridad en el plano moral era el cristianismo, que
gracias a las vías de comunicación dejadas por el imperio romano y a la conversión de los últimos
emperadores en cristianos, se fue transformando en la única religión conocida del mundo
occidental. A su vez, los Papas, los monjes y otros sacerdotes se retiraron durante varios siglos a
vivir una vida monástica, encerrados en las abadías y monasterios. En este periodo, surgieron
algunos historiadores que buscaron contar las historias de los evangelios, profundizaron en
algunos hitos del cristianismo, de los santos y de las etapas de conformación de la iglesia
católica. En estos tiempos y hasta bien entrado el siglo XII no hubo un gran desarrollo de los
estudios históricos, pese a que en algunos lugares de Europa se habían logrado recopilar las
llamadas Sagas, que eran los relatos épicos de los grandes guerreros y sus aventuras en tierras
lejanas, bastante difundidas entre las gentes de la edad media que las relataban entre sí a manera
de cuentos infantiles.

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Ya a partir del siglo XV, el surgimiento del humanismo y la racionalización de los textos y las
escrituras, dieron origen a algunos historiadores que buscaron narrar algunos hechos propios de
los grandes imperios medievales o de las grandes familias nobles que ocupaban los tronos de
Europa. Sin embargo, el análisis históricos era sólo para los entendidos, de manera que durante
hasta el siglo XVIII, la historia estuvo bastante desaparecida.

Con la aparición de la ilustración en el siglo XVIII y bajo las propuestas filosóficas de Kant y
Hegel, surgió la expresión “nueva era,” que dio lugar a una profunda conciencia de que se estaba
en un periodo que se distanciaba de la época del cristianismo, pues ahora, la razón debía hacer
que los hombres dejaran de pensar sólo en términos religiosos y se debían guiar sólo por el
pensamiento racional, el cual puede ser demostrado a través de la comprobación. En esta época
comienzan a desarrollarse las ciencias modernas, en especial la física, la astronomía, la química y
la matemática, además de profundizarse la lógica en la articulación de los argumentos con los
cuáles se podía discutir, es decir un pensamiento racional que puede percibirse a través de los
sentidos. Además de las ciencias mencionadas, van surgiendo de manera tímida las primeras
ciencias que el pensador Wilhem Dilthey catalogó como las llamadas ciencias del espíritu, las
cuales eran principalmente el arte, la religión, la historia y el derecho. Sin embargo, la historia
como disciplina era todavía un tipo de pasatiempo para sabios que dedicaban su horas libres a
recopilar documentos y a elaborar relatos sobre los hechos pasados basándose en los historiadores
anteriores a ellos.
Si en épocas pasadas la historia no estuvo tan en boga, el siglo XIX fue denominado como “el
siglo de la historia,” pues en él surgieron varios elementos que consolidaron a la historia como
tal; la Revolución Industrial permitió que las ciencias físicas y la matemática aumentaran la
producción en las industrias, por lo que se transformaron en ciencias de utilidad universal. En
paralelo, se desarrolló el liberalismo económico que ayudó a impulsar a las ciencias que le
prestaban mayor utilidad. Por otro lado, el surgimiento del positivismo determinó que la ciencia
es el único saber válido y racional y por último, se desarrollaron las construcciones de los estados
europeos y sería a través de los nacionalismos, que surgió la necesidad de instrucción para la
población, creándose una gran cantidad de escuelas y universidades en la que las ciencias deberán
ser enseñadas. En este proceso la historia será fundamental, pues ella servirá para otorgar a los
ciudadanos conciencia de su propio pasado y la identidad o idiosincrasia que los países se
adjudicaban para sí. Es entonces en el siglo XIX que la historia emerge como un saber ya
científico, académico y especializado.
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A partir de entonces, se entenderá la historia como un estudio sobre los acontecimientos
relevantes del pasado. Los historiadores de la época creyeron que la historia debía ser una ciencia
como la matemática o la física y debía explicar la realidad y la verdad de los hechos. Para ello
debía aplicarse el método científico de la pregunta, la hipótesis, un proceso investigativo y luego
la extracción de las conclusiones que darán como resultado una explicación. Este método fue
principalmente utilizado por historiadores alemanes como Leopoldo von Ranke, Theodoro
Mommsen y otros. Estos autores consideraron que los históricos debían surgir desde una visión
general que pudiese narrar con exactitud el desarrollo de las naciones, pues sólo así se conseguía
la modernización y progreso de las sociedades, de manera que la historia debía estudiar los
procesos políticos y los conflictos que los países han tenido en su conformación. La llamada
escuela alemana tuvo fuertes seguidores en Europa y América y hasta el día de hoy, hay quienes
ven la historia como el relato de sucesos políticos y militares. La influencia de la escuela alemana
puede apreciarse en historiadores chilenos como Diego Barros Arana Benjamín Vicuña
Mackenna.
Durante el periodo europeo de entreguerras (1918-1939) historiadores franceses como Marc
Bloch y Lucien Fevbre, fundaron una revista dedicada a difundir estudios históricos, llamada Los
Annales de la Historia. En esta revista se propuso un estilo de investigación histórica distinto al
que ya habían inaugurado los alemanes y en vez de centrar los relatos en los aspectos políticos y
militares, los franceses, optaron por observar también otro tipo de realidades como la economía,
la cultura, la geografía, la música y el folclore, de manera que la explicación histórica fuese
mucho más completa que la simple enumeración de los procesos políticos. La escuela de los
Annales rompió también con el método investigativo que habían diseñado los alemanes y
utilizaron para desarrollar más ampliamente sus historias, al resto de las demás ciencias sociales
disponibles, tales como la sociología, la antropología o la psicología, llegando incluso a utilizar
los datos matemáticos y estadísticos en sus relatos, por lo que las explicaciones históricas
resultantes se volvieron cada vez más complejas y académicas, enriqueciendo aún más la
percepción de los periodos estudiados.

Pese a este importante avance disciplinar, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo
intelectual se volcó a un profundo pesimismo respecto a la vida y la muerte, lo que llevó a las
ciencias sociales a considerar que la modernización y el progreso que se había propuesto en el
siglo XIX no se había alcanzado y que las ciencias no lograron todos sus propósitos sino que sólo
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sirvieron para la construcción de armas destructivas y dominación política y económica. Esta
posición intelectual llevó el nombre de Post-Modernismo y una gran cantidad de historiadores se
plegó a dichas tendencias. Autores como Levi-Strauss, Michel Foucault, René Girard y Pierre
Bourdieu entre otros, elaboraron teorías de control y dominación, lo que permitió el desarrollo
cada vez más fuerte de otras corrientes históricas preocupadas de las relaciones de poder en las
sociedades, fortaleciéndose los estudios de la historia social y la historia de los oprimidos. El
Post-Modernismo rompió con los esquemas de verdad, certeza, objetividad y validez científica,
por lo que los historiadores tomaron sus propias estructuras de investigación, surgiendo así otras
modalidades de investigación, como la historia de las mentalidades, de los miedos, historia
cultural, de la muerte, etc.
En síntesis, debemos tener claridad de que la historia en sí, no posee una definición de carácter
estandarizada debido a que no existe una sola percepción de ella, aunque si hay un consenso de
que la historia es eminentemente un conocimiento, o una forma o tipo de conocimiento surgida
en el siglo VI A.C. y que ha tenido una constante evolución a través de los siglos. Tampoco
existe un objeto de estudio definido, aunque también existe un consenso de que la historia se
ocupa esencialmente de los hechos del pasado, pero no de todos los hechos, sino los que
adquieren cierta relevancia para la sociedad. En este sentido la historia tampoco tiene una
objetividad como la podría tener la física o la matemática, ya que la importancia de los hechos
está determinada por los historiadores o bien por las propias personas que le otorgan cierta
importancia a los hechos que han marcado quiebres o han provocado cambios importantes. Por
otro lado, la historia no sigue un método único de investigación, sino que puede variar
dependiendo de lo que pretende estudiar, pero ello no quiere decir que no pueda lograr un
conocimiento acabado de los procesos que pretende estudiar. Por último, la historia como una
ciencia dependerá de la visión de ciencia que tengamos, pues ella no es universal y no se definen
sólo por el método o el objeto que estudian, ya que existen las ciencias nomotéticas y las
ideográficas. Las primeras son aquellas que obedecen a las leyes universales lógicas y las
segundas estudian sucesos que pueden variar o cambiar.

Para el estudio de estas interrogantes se recurre a un área especializada denominada Teoría de


la Historia, en la cual se abordan las distintas interrogantes filosóficas de la disciplina, las que
también pueden ser analizadas bajo otra disciplina distinta denominada epistemología, que se
define como la reflexión o discusión acerca del conocimiento y que está presente en todas las
ciencias o disciplinas. Las grandes interrogantes en la historia son ¿Es la Historia una Ciencia?
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¿Existe la Objetividad en la Historia? ¿Cuál es el método que debe seguir la Historia? ¿Cuál es el
Rol del Historiador? Las comunidades de historiadores dedican siempre un importante espacio de
su trabajo a reflexionar sobre estas interrogantes enriqueciendo aún más el análisis disciplinar y
permitiendo el avance científico de él.

1.2. La Pregunta Problema.


Uno de los problemas más comunes en cualquier investigación histórica, es definir qué es lo
que se pretenderá investigar, ya que muchas veces se cae en generalizaciones muy difíciles de
definir. Por ejemplo, alguien podría pretender hacer una historia de la pobreza en Concepción.
Inmediatamente un historiador experimentado hará la pregunta: ¿Es en todo Concepción? ¿O sólo
en algunos sectores? ¿Qué tipo de pobreza se pretende estudiar, la material, espiritual, etc? ¿En
qué periodos se pretende hacer el estudio? ¿En un año, un siglo específico, o en 500 años? Las
llamadas pregunta-problema en historia complejizan el inicio de cualquier investigación, sin
embargo también son útiles para guiar el proceso ya que definen los temas de manera tan acotada
que finalmente no queda espacio alguno para la duda o la imprecisión. Siguiendo con nuestro
ejemplo de la pobreza, y ya despejadas las dudas, en una investigación histórica quedaría algo
como: “La Pobreza Material de los habitantes de los Barrios Periféricos de Concepción entre los
años 1880 y 1900.” Como se puede apreciar en el título, todo trabajo histórico lleva consigo los
siguientes elementos:

1-Las Categorías que Pretenden Estudiarse: Estas categorías podrían ser los pobres, las
elites, los niños desamparados, los héroes de Iquique, las formas de vida campesina, los apagones
de luz durante las protestas, etc. En historia puede estudiarse prácticamente cualquier tipo de
realidad social existente o también cualquier imaginario colectivo.

2-La Contextualización del Estudio: La cual podría ser Concepción en el siglo XIX, el
periodo de la Conquista de Chile, la ciudad de Santiago durante el terremoto de 1985, la época
medieval, el 18 de septiembre en Curicó, etc. La contextualización abarca siempre el lugar
geográfico en donde se realizará el estudio y el periodo que se pretenderá analizar, los cuales
dependerán siempre de la elección del historiador, ya que es él, quien está interesado en la
realidad que pretende estudiar. Así, y una vez que se definen a través de las preguntas problemas
los temas que se pretenden estudiar, se inicia recién el proceso investigativo y se proponen los
métodos que se van a utilizar. Para muchos historiadores, esta parte del proceso es la que requiere
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una mayor reflexión, puesto que se necesita escoger y definir de manera muy acotada el objeto de
estudio, lo cual necesita un periodo interno de análisis.

1.3. El Método
Como ya hemos mencionado anteriormente, en las investigaciones históricas no existe un
método único para una investigación, ya que a diferencia de otras disciplinas como la psicología
o la sociología, en la historia se trabaja sobre realidades que ya no existen, por lo tanto no se
puede estudiar el Imperio Romano o la Independencia de Chile desde el lugar o el momento
mismo en que éstos sucesos ocurrieron. Sin embargo, la historia puede llegar a acercarse a los
periodos que estudia a través del análisis de los documentos o los vestigios que pueden quedar en
las acciones humanas, como las cartas, las órdenes de despacho, los diarios de vida, las bitácoras
de los barcos o los documentos oficiales de los gobiernos o de las instituciones que las emitieron.
A estos documentos se les denomina fuentes y son las que guían al historiador a través de su
investigación. A esto se le llamó durante gran parte del siglo XIX; Método Histórico, que
consistía básicamente en un proceso de recopilación de los datos y los documentos (Heurística)
para una posterior interpretación de los mismos. (Hermenéutica) Sin embargo, en la actualidad se
ha demostrado que este proceso no llevará siempre al historiador a un buen análisis histórico ya
que se requiere también la capacidad de interpretación de las fuentes recopiladas, como lo iremos
viendo durante el curso.

A pesar de las profundas dificultades de establecer un método propio de investigación, algunos


historiadores han llegado a concordar que es posible utilizar el método científico de las demás
ciencias sociales para estructurar un trabajo histórico, ya que se puede cumplir con los requisitos
de realizar una interrogante, una posible hipótesis, un marco teórico que le permita al historiador
erigirse sobre una posición de observación del objetivo planteado, como también la formulación
de una explicación al problema planteado y finalmente las conclusiones que se pudieron obtener
de todo ello y su contribución al conocimiento. En historia, esto tiene una doble función ya que
por un lado se logra una cierta objetividad en la investigación y por otro lado mantienen a la
historia en una relación indisoluble con el resto de las ciencias sociales, incorporándose al mundo
académico del conocimiento y la comprensión humana de la sociedad en la que habitamos,
aportando también un saber más.

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1.4. Métodos Cuantitativos y Cualitativos.
A la hora de definir una investigación histórica, es necesario tener en cuenta cuál será el
enfoque de la investigación que se pretenderá realizar, ya que ello permitirá mantener la
coherencia de todo el proceso de investigación en historia. Por ejemplo, si el historiador se ha
centrado en estudiar la disminución de la población de Chile durante las epidemias de cólera en
1886 y 1891, deberá cuantificar las cantidades de fallecidos en aquellos periodos y compararlos
con el número de fallecidos en años normales. De ahí, su explicación final se hará de acuerdo a
los datos que haya logrado reunir. De ello se desprende que el enfoque que se ha utilizado en la
investigación fue Cuantitativo, pues se ha valido de componentes numéricos para el sustento
empírico de la investigación. Aunque los métodos cuantitativos son usados mayormente en las
investigaciones matemáticas, físicas o químicas. También son utilizados por los historiadores
para apoyar con datos las explicaciones obtenidas.

En contraparte, los enfoques Cualitativos son más utilizados en la historia ya que lo que se
pretende lograr es una explicación de una realidad que ha sido percibida a través de una
construcción lógica y desarrollada desde perspectivas intelectuales. La investigación cualitativa
en la historia siempre buscará explicaciones desde una mirada general hacia otra particular y
también puede lograrse de manera inversa, como en el caso de las historias locales que van
uniéndose a los grandes contextos nacionales e internacionales y luego de una mirada mucho
mayor, a los grandes periodos de la historia. Este enfoque investigativo no impide que también
puedan realizarse estudios históricos utilizando ambas perspectivas de manera simultánea, lo que
de por sí da un mayor soporte teórico a las investigaciones, haciéndolas mucho más ricas y
académicas. Por último, no se debe caer en simplificaciones entendiendo lo cuantitativo como la
simple visión numérica y lo cualitativo como la falta de ello. La diferencia entre ambas radica
principalmente en que una busca la explicación de un fenómeno de manera más exacta, que
pueda medirse y así generar explicaciones más lógicas y convincentes a través de datos
numéricos, mientras que la otra busca comprender los fenómenos desde las perspectivas teóricas
sobre las cuáles el objeto está construido.

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1.5. La Teoría versus la Praxis.
Pese a que algunos historiadores y aún en algunas escuelas se han buscado adaptar los
presupuestos metodológicos de las ciencias sociales a los trabajos hechos en historia, Esto no
siempre va a llevar a la definición de la investigación en sí. Es más, al adoptar esquemas rígidos
de investigación se corre el riesgo de presentar sólo algunas problemáticas pequeñas o una micro-
historia. Esto ya ha sido ampliamente discutido y criticado, especialmente por la escuela francesa
seguidora de Henri Ireneé Marrou, quien planteó que al utilizarse la historia bajo un criterio o
etiqueta de ciencia, la cual ha sido prestada de las demás ciencias sociales, la disciplina histórica
puede quedar convertida “en migajas” con lo que se perdería el grado de observación de los
problemas históricos y se terminará escribiendo sólo lo que el método de las ciencias sociales
permite hacer, resultando de ello una serie de trabajos irrelevantes. Para Marrou, la historia es
esencialmente conocimiento del pasado y por sobre todo de hechos relevantes para la sociedad y
no puede hacerse historia de cualquier cosa.

Pese a las críticas, en la práctica los métodos de las ciencias sociales y en especial el que
utiliza la sociología son ampliamente utilizados en los trabajos históricos, sobre todo en la
elaboración de las tesis de pre y posgrado que los estudiantes de historia deben elaborar en las
universidades ya que deben ceñirse a las exigencias académicas que estandarizan los distintos
programas de estudio para poder mantener un estatus de cientificidad, con lo que se llega a
constituir el denominado “monismo metodológico” que al menos resulta bastante práctico para la
psicología, antropología o sociología, pero no así para la historia, debido a que su objeto de
estudio es disperso y amplio. Pese a ello, se logran hacer diversos estudios históricos con dichas
bases metodológicas, pero ellos tienden a confundirse muchas veces con los trabajos de
sociología, el trabajo social u otras ciencias sociales, por lo que termina por difuminarse el real
alcance de la historia en el conocimiento. Por otro lado, se ponen en duda la realización de los
trabajos de historia que tienen un alcance menor en cuanto a los periodos estudiados. Por
ejemplo: una historia sobre las revueltas callejeras de la semana anterior, es un trabajo más
propio para el periodismo que para la disciplina histórica.
Otro de los elementos en los que aprecian las contradicciones y fisuras al interior de la
disciplina es la forma como se desarrollan los trabajos de historia propiamente tal. Autores como
W.W.Walsh, Paul Veyne o Collingwood, han hablado incluso que la investigación histórica tiene
un componente de artesanía, ya que en el proceso de construcción de un trabajo histórico, al no
seguirse una serie de métodos rígidos, se trabaja muchas veces sólo siguiendo la intuición y el
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razonamiento deductivo. Un ejemplo de ello es que en cualquier tipo de investigación en las
ciencias sociales, se definen el objeto que será trabajado y los límites de la investigación, así
como se fijan los objetivos específicos y la metodología que se deberá seguir, junto con la
hipótesis y luego de ello se deberán aplicará los resultados de la investigación. En la historia no
siempre se seguirá el mismo tipo de esquema, puesto que en el desarrollo de la investigación
pueden aparecer documentos o nuevos antecedentes que harán desviar el objetivo inicial del
proceso, transformando los esquemas con los que se había iniciado la investigación. Esto es
bastante común en el trabajo histórico.

Frente a estas disquisiciones nos podemos preguntar ¿Es que acaso en la Historia no se logra
alcanzar ningún grado de objetividad? Sí, se puede, pero no es la misma objetividad que se puede
observar en las ciencias matemáticas, la física o la biología, donde cualquier observador es capáz
de sacar las mismas conclusiones que pueden saltar a la vista de todos. La objetividad en la
historia se entiende cuando posee fuentes válidas que la respaldan, un cuerpo teórico que le
otorga una explicación lógica y entendible en cuanto al punto de vista que se piensa trabajar,
también cuando existe una comunidad académica que respaldará la investigación y cuando hay
una estructura comprensible de periodizaciones históricas. Es decir, los historiadores
profesionales saben distinguir a través de estos presupuestos, una investigación de profundidad
histórica y una historia que posee claros fines de instrucción o adiestramiento. La historia por un
lado busca generar conocimiento, tanto académico como también en el plano de la cultura
general, pero en la práctica, se le suele utilizar muchas veces con ciertos fines políticos
tendenciosos de adiestramiento colectivo o para establecer un tipo de control social con el cual se
pueda encausar el comportamiento de la población.

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1.6- Tipos de Teorías Utilizadas en la Historia.
Como ya hemos mencionado anteriormente, la historia no trabaja con teorías que sean propias
de la disciplina, sino que utiliza teorías elaboradas desde la filosofía o la sociología. Es necesario
detenernos aquí para explicitar que la historia utiliza dos tipos de teorías: una para elaborar las
explicaciones generales y otra para utilizar en los métodos específicos de la elaboración del
conocimiento. Las primeras se relacionan con las formas de concebir el mundo y están acordes a
la interpretación que se hace de la realidad y su movimiento. Así, en la época de los griegos, la
historia se concebía desde el Logos o el conocimiento en sí, bajo una concepción lineal del
tiempo, el cual tenía un principio y un final originados por los hechos sobrenaturales concebidos
por los dioses que podían determinar el acontecer de los hombres. Este modelo de concepción
del tiempo fue también traspasado a los romanos.

En la Edad Media, la historia estaba determinada por el cristianismo, que entendía que la
humanidad avanzaba a través del tiempo desde el génesis hasta la llegada del apocalipsis, para
finalmente lograr ascender a los cielos y conseguir así la salvación eterna. A esto se le ha
denominado bajo el nombre de Providencialismo. Ya en la Edad Moderna, con el surgimiento de
la Ilustración y la razón, la secularización del conocimiento y la concepción de modernidad unida
a los principios del liberalismo económico, el pensamiento humano se volcó hacia la idea de que
la ciencia era el único conocimiento válido y que la humanidad avanzaba a través de la
modernización hacia el progreso y la felicidad. La historia tomó también estas concepciones y se
plegó al Positivismo, centrando sus relatos en la evolución de las naciones, partiendo desde
primitivas tribus hasta la conformación del Estado y sus dificultades para lograr la estabilidad
política y económica. Al avanzar en el siglo XIX, la revolución industrial y las profundas
contradicciones que surgieron de ella en el plano social, provocaron un profundo cambio en la
filosofía, principalmente a través de la visión de Karl Marx, quien comprendió que a través de la
historia, se ha desarrollado de forma constante una lucha eterna entre quienes poseen los medios
de producción y entre quienes deben obedecer a ellos por no tener más que su fuerza de trabajo
en el proceso productivo.
La historia, al aplicar las teorías de Karl Marx, desarrolló todo un conjunto de explicaciones que
se unieron también al llamado Materialismo Histórico, en el cual se concibe que son los
fenómenos económicos los que deben estudiarse ya que son ellos los que determinan el
comportamiento social de todos los individuos y su cultura e incluso pueden moldear su propia
personalidad y carácter. Por último, al finalizar las dos guerras mundiales en el siglo XX y al
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iniciarse la llamada Guerra Fría que dividió al mundo en dos grandes bloques de poder militar e
ideológico, la filosofía y el pensamiento, conmocionados con el nivel de destrucción alcanzado
por la humanidad luego de las bombas atómicas y la carrera por las armas nucleares, cayeron en
una profunda desesperanza ante el destino de la humanidad y consideraron que la ilustración, el
positivismo y la ciencia habían llegado a fracasar en su búsqueda de la felicidad y que la excesiva
racionalización en el ámbito del pensamiento condujeron a toda una serie de desastres que
pusieron en duda todo lo que había logrado alcanzarse en los planos filosóficos. Se cuestionó
también la certeza de la ciencia, de la verdad, la objetividad, la razón, la ilustración y en general
se cuestionó todo lo que ha sido establecido en el ámbito del conocimiento, entrando en otros
modelos explicativos. A esto se le denominó con el nombre de Posmodernismo, cuyas
explicaciones rompieron todos los tradicionales modos de observar la realidad, incluida la
historia. En la actualidad nos encontramos bajo este postmodernismo, el que se ha profundizado
con el avance de la globalización, lo que nos ha hecho aún desconfiar más de los modelos
teóricos explicativos.
En síntesis, en la mayoría de las investigaciones históricas existe una incorporación a las
teorías explicativas de la realidad, las cuáles también pueden ser concebidas in situ, bajo la visión
del Paradigma de Tomas Kuhnn, quien en la década del 60 logró generar un amplio debate
filosófico a través de su libro “La Estructura de las Revoluciones Científicas,” en el cual
introduce la discusión de la finalidad de las teorías y su utilidad. De todas maneras, en la historia,
las teorías explicativas son el piso o la base sobre la cual se mueve el historiador y sobre la que
origina todo el universo en el cual se desarrollan los trabajos de investigación histórica, ya que
ellas les otorgan una mayor coherencia y una apropiada historicidad.
Desde el punto de vista de los métodos específicos para el desarrollo de la investigación, el
historiador utilizará diversas explicaciones con las cuáles genera una interpretación más precisa
de la historia que pretende estudiar. A partir de la incorporación de las ciencias sociales en la
historia, la Teoría Estructuralista es una de las más utilizadas, ya que en ellas el historiador se
mueve a través de realidades determinadas, que le son permanentes y estables en el tiempo. En
ellas, el ser humano se observa a sí mismo como un sujeto que observa y analiza el mundo desde
la objetividad y la racionalidad científica y a través de los diversos esquemas de interpretación
que ya le han sido preconcebidos. El Estructuralismo se complementa desde la llamada Teoría
Positivista de Augusto Comte y las Teorías del Psicoanálisis de Sigmund Freud, ya que el
hombre y su comportamiento están sometidos a estructuras que se mantienen en el tiempo, como
la economía, la religión o la política. En este mismo ámbito, se utilizan las Teorías
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Funcionalistas, que plantean que la sociedad se mueve en la realidad desde las distintas partes en
los distintos ámbitos, que combinados van generando un todo, de manera que la alteración de una
de aquellas partes, termina por la alteración de aquel todo. Estas teorías funcionalistas son
también complementarias con las llamadas Teorías de Sistemas, que entienden los aspectos de la
realidad como un sistema, es decir, un conjunto de interrelaciones que se mueven en el interior de
una totalidad. Por otro lado, existen también las llamadas Teorías Deterministas, que al igual
que en las ciencias físicas o matemáticas consideran que la realidad está determinada por una
realidad de causa y efecto, que a su vez, son una respuesta lógica de los determinados sucesos.
Un ejemplo de ello es cuando creemos que al existir un poder político opresor, los ciudadanos
terminarán por revelarse contra él y lo destruirán. El determinismo, si bien está lleno de fuertes
críticas desde otras teorías, tienen un uso bastante común en algunos historiadores
contemporáneos y en especial en los marxistas. Por último, debemos mencionar que existen
también otras teorías que son utilizadas en la historia, o más bien son subproductos o uniones de
otras, como por ejemplo el Constructivismo, el Conductismo, Evolucionismo o el
Modernismo. Algunas de ellas provienen de orígenes diversos como el arte y también existen
otras combinadas como el Estructural-Funcionalismo, muy utilizado en historia.

1.7- Las Escuelas Históricas


Se denominan escuelas, a las grandes líneas investigativas que los historiadores han
desarrollado a partir de las múltiples teorías utilizadas para explicar la realidad en la cual se ha
concebido la historia. En términos más prácticos, las escuelas históricas son la forma determinada
en que los historiadores conciben la historia y desde la cual obtienen todo tipo de métodos e
interpretaciones. Las escuelas históricas surgieron a partir del academicismo histórico, es decir la
configuración de la historia como una disciplina de carácter científico que puede ser enseñada en
las universidades. Las escuelas históricas están estrechamente ligadas a las distintas teorías con
las cuáles se desarrollan, de manera que en la medida en que vayamos dominando sus postulados,
nos será más fácil entender las escuelas históricas; la primera de ellas, La Escuela Positivista
Alemana, surgida con Leopoldo von Ranke en el siglo XIX, que busca interpretar los hechos tal
cual como fueron a través de un análisis científico de los procesos históricos utilizando las
fuentes y los documentos históricos como el único dato válido para construir el conocimiento
histórico. La Escuela Marxista, que busca la interpretación histórica a través de lo que
conocemos como el materialismo histórico, en el cual las estructuras económicas son las que
definen y conducen los procesos históricos. A su vez, existe la llamada Escuela Marxista
16
Británica, con exponentes como Robin Collingwood, Christopher Hill o Eric Hobsbawn, quienes
a partir del marxismo desarrollaron explicaciones en la historia no desde las altas estructuras, sino
que desde la llamada “mirada desde abajo” o desde las personas mismas, sin perder el hilo
conductor del materialismo histórico del siglo XIX. A partir de la creación de la revista Annales,
surgió la escuela que llevó su nombre. La Escuela de los Annales Francesa se ha caracterizado
por haber hecho una historia integrando todos los elementos teóricos del conocimiento humano,
así como también de las demás ciencias sociales. Desde la Escuela de los Annales surgieron
diversas formas de hacer historia, como la historia de las mentalidades, la historia cultural, la
historia de género o la microhistoria y es a la vez la que más influencia ha tenido sobre los
historiadores chilenos a partir de la década de 1950 hasta la actualidad. Actualmente, la Escuela
de los Annales sigue produciendo investigaciones históricas de relevancia.
Diversas Áreas de la Historia
Las distintas escuelas y tendencias existentes en la historia se reparten una serie de áreas de
estudio que marcan el interés investigativo de los historiadores. Existe un sinfín de diversas
clasificaciones dentro de los cuáles se cuentan miles de páginas escritas. Hemos confeccionado
un cuadro para explicitar más lo argumentado. Como puede apreciarse existen investigaciones
para todos los gustos. Esto, lejos de ser una contradicción desde el punto de vista científico o
metodológico hace aún más rica la discusión histórica, pues los prismas desde los cuales se
observa la realidad son sumamente variados. Esto hace a la historia un tipo de conocimiento muy
distinto a otros, ya que el nivel de información que se suele manejar es mucho mayor que en otras
disciplinas. Lejos de ser una simple vanidad, es bien sabido que los historiadores suelen ser
personas con un gran manejo de antecedentes y elementos de análisis. Sin embargo, se suele
confundir la historia de los almanaques o de los manuales como el trabajo de un historiador y
también se cree muchas veces que el erudito de la historia sólo sabe de datos y fechas lo que está
muy lejos de ello.

Historia Antigua Historia Medieval


Historia Moderna Historia Contemporánea
Historia Occidental Historia de América
Historia Social Historia de las Mentalidades
Historia Cultural Historia del Arte
Historia Urbana Historia Militar
Historia de Género Historia Religiosa
Teoría de la Historia Epistemología de la Historia
Metodología de la Historia Filosofía de la Historia

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Historia Oral Historia Local
Historia de la Literatura Historia de la Medicina
Historia del Tiempo Presente Microhistoria

1.8 La Escritura y sus Modalidades.


Antes de avanzar en este punto, debemos considerar dos aspectos que son esenciales para
profundizar en el conocimiento histórico. Por un lado existe la historia, que podemos entenderla
como una ciencia o una disciplina que busca interpretar hechos sociales que han ocurrido a través
del tiempo, utilizando una metodología propia, que principalmente utiliza el análisis de fuentes y
documentos y en paralelo, existe la historiografía, que se entiende como el conjunto de
investigaciones históricas que se han realizado en una determinada materia. Por ejemplo, si
decimos la historiografía colonial, quiere decir que nos estamos refiriendo a todos los estudios y
trabajos históricos que se han hecho sobre la colonia. Así mismo, también podemos hablar sobre
el conjunto de trabajos que se han hecho desde el positivismo, funcionalismo, etc. Es decir,
podemos hablar sobre la historiografía positivista, la historiografía liberal, la historiografía
católica, etc. La historiografía engloba los trabajos históricos y los clasifica para una comprensión
más amplia y compleja de la disciplina, de manera que la historiografía puede identificarse a
través de las formas de escribir la historia y las modalidades que ella utiliza, ya que todo lenguaje
disciplinar tiene diversos elementos que le son comunes al entendido o estudioso. A
continuación, veremos las distintas formas que la historiografía ha utilizado para escribir historia,
dependiendo de las distintas teorías o escuelas históricas. Obviamente, esto no es una regla
general, pero al menos permite una identificación más simple de la manera en cómo los
historiadores escriben sus obras.

Partiremos con La Escuela Positivista Alemana, que utiliza siempre una división de tipo
temporal y evolucionista, pues parte principalmente desde los orígenes de los tiempos, hasta
llegar al presente, como en el caso de la Historia de Chile de Diegos Barros Arana, que comienza
desde los primeros habitantes de América en la prehistoria y desde ahí se establece una línea de
tiempo hasta la propia actualidad. La historia positivista no posee una mayor interpretación
filosófica y menos sociológica del relato sino que se centra en ir describiendo los periodos de
acuerdo a la documentación disponible, por lo que muchas veces se le ha criticado como
simplemente un almanaque vacío de múltiples datos y fechas.

18
La Escuela Marxista se ha caracterizado por escribir acerca de los grandes procesos
económicos que se han desarrollado en las sociedades, tales como el mercantilismo, el
liberalismo o el capitalismo. En los trabajos hechos por esta escuela encontramos también formas
de escribir la historia de acuerdo a las tesis de Karl Marx y de su materialismo histórico. Un
ejemplo de ello es la Interpretación Marxista de la Historia de Chile de Luis Vitale. La historia
marxista es criticada debido a que al seguir modelos teóricos marxistas, es una historia que ya
está determinada de antemano, por lo que si se conoce el marxismo es posible advertir a las
conclusiones que llegarán los trabajos en éste ámbito. Pese a ello, es invaluable el aporte que la
escuela marxista ha realizado, principalmente a través de los estudios económicos. Tomando
también estos aspectos, la Escuela Marxista Británica ha desarrollado un método de escritura
enfocado desde los propios protagonistas, pero desde las colectividades de oprimidos, es decir,
una historia desde abajo y no desde las cúpulas de poder. Esta escuela ha dejado marcado el
método para otras líneas de investigación, como en la microhistoria, la cual interpreta los sucesos
desde realidades pequeñas. Un ejemplo de ello, es el texto de Carlo Ginzburg, La Gran Matanza
de Gatos, que a través de un suceso callejero, el autor va desarrollando distintas apreciaciones
sobre las condiciones de vida de los franceses pobres en el siglo XVIII. Por otro lado, la Escuela
de los Annales, posee unas formas de escribir la historia bastante diversos debido a que toma de
las ciencias sociales los distintos enfoques y teorías. La Escuela de los Annales ha pasado por
escribir relatos de carácter estructuralista, funcionalista, posmodernista, etc. También hay
interpretaciones en las que el centro de los relatos se basa en el espacio geográfico, como en el
libro llamado Mediterráneo, del francés Fernand Braudel. La escuela de los annales utiliza de
igual forma la modalidad del ensayo, que consiste en reflexiones históricas y no en trabajos
meramente investigativos. Curiosamente, en Chile, los mejores libros de historia han sido los
ensayos hechos bajo la modalidad de la Escuela de los Annales, como Para una Meditación de la
Conquista, de Sergio Villalobos, La Fronda Aristocrática de Alberto Edwards, El Peso de la
Noche, de Alfredo Jocelyn Holt o Para una Meditación de la Edad Media, de Luis Rojas Donat,
de manera que esta escuela ha influido de una manera notoria en este país.
En términos generales, la historia es escrita bajo un orden cronológico y encerrada entre los
límites que detentan los espacios geográficos. Además, casi siempre se inicia un relato histórico
con una introducción, de manera de contextualizar el estudio. Luego viene el desarrollo de los
capítulos del texto y posteriormente las conclusiones obtenidas. Al final, se suelen mencionar
todos los textos y la bibliografía que el autor ha consultado para lograr su trabajo. Sin embargo,
existe una diferencia fundamental entre un estudio histórico de un carácter académico y otro que
19
persigue fines distintos: El pié de página, el cual se utiliza generalmente para citar la fuente
utilizada, la posición intelectual de otros autores para sustentar las afirmaciones que ha hecho el
historiador y también se utiliza para alguna explicación adicional o bien para profundizar en
algunas de las ideas mencionadas. El pie de página rara vez está presente en los textos que no son
académicos y muchas veces acusa a quienes no son historiadores profesionales. Un ejemplo de
ello es Las Venas Abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, el cual es un texto
periodístico, pero que muchas personas consideran precisamente que es un texto de historia
colonial y lo asumen así.

La narración histórica, generalmente se realiza en la tercera persona verbal y con un tiempo


pasado, sin embargo, es común narrar desde un pasado que a la vez es un presente a través de las
inferencias que va haciendo el historiador. Un ejemplo de ello sería: “En 1812, José Miguel
Carrera realizó un golpe de Estado en contra de la Junta de Gobierno. En ese mismo instante,
Carrera ordena a sus tropas que apresen a los disidentes y se apresta a tomar el poder; decreta la
apertura comercial, crea la Biblioteca Nacional y los primeros símbolos patrios…” como puede
apreciarse, el texto ha sido redactado en una modalidad de tiempo pasado, pero a la vez, en ese
mismo pasado, el historiador se ha también situado en un presente. En distintos autores se
presentan otras modalidades. Algunos como Jaime Eyzaguirre son más rigurosos en cuanto a los
tiempos verbales y otros narran como si los tiempos fuesen un futuro incierto, como: “O´Higgins
sabría más adelante que la obtención de buques de guerra para Chile servirían para crear una
escuadra que podría defender al país de los enemigos extranjeros.” Estos tiempos verbales son
más comunes en hipótesis.
También hay autores que han narrado en primera persona. Las crónicas y algunos otros
documentos históricos están configurados de aquella forma, lo que no quita que tampoco tengan
rigurosidad histórica. Sí analizamos por ejemplo el texto de Gabriel Salazar, “Ser Niño Huacho
en la Historia de Chile” podemos apreciar que el autor se apropia de todos los personajes que
intervienen en el relato, como si fuese el mismo quien narrara la historia. En otros casos como
Sergio Villalobos, se utiliza un lenguaje de tipo formal, que es propio de los historiadores
positivistas, combinando dicho estilo con los utilizados por las ciencias sociales del siglo XX. En
general, todos los historiadores de habla hispana siguen una lógica castellana en cuanto a la
redacción de sus textos, lo que nos permite leerlos de una manera más sencilla. No así los autores
postmodernos como Michel Foucault, René Girard o Pierre Bourdieu, quienes muchas veces
utilizan unas estructuras argumentativas distintas, encriptados o explicando situaciones en un
20
párrafo y alternando con explicaciones distintas en el otro al mismo tiempo que una tercera
argumentación se encuentran en los pies de la página. Este modo de escritura ha sido bastante
criticado debido a su complejidad, pero es un sello que ha caracterizado a la literatura francesa
desde la época de Jean Paul Sartre y Albert Camus, no así a los autores anglosajones, quienes
utilizan una lógica más simple en cuanto a las argumentaciones históricas. En Chile, encontramos
historiadores que siguen distintas corrientes, dependiendo de sus áreas de formación o los
estudios de posgrado que ellos han debido realizar en el extranjero. En síntesis, la historia no
posee una sola forma de escritura ni tampoco un orden estandarizado para ello. Las únicas
excepciones son los artículos que se han publicado en las revistas especializadas y los que
pertenecen a ámbitos académicos propios de las universidades. Estos artículos son
confeccionados siguiendo las estructuras que han sido determinadas por organismos
internacionales, que sí estandarizan la forma en que deben redactarse, junto con los contenidos
del artículo, su manera de citar y el orden que debe mantener el cuerpo argumentativo. Esto le
otorga a la historia el mismo piso científico que a todas las demás áreas del conocimiento, pues
los artículos que se han de publicar en las revistas son generalmente investigaciones que son parte
de trabajos de mayor envergadura y que por lo tanto siempre conviene considerarlos y revisarlos.

2-TÉCNICAS DE ANÁLISIS Y FUENTES DE INFORMACIÓN

2.1- Críticas y Tipos de Fuente


Uno de los aspectos más importantes dentro del trabajo del historiador es la crítica que debe
realizar a las fuentes que utiliza, ya que ello derivará en la interpretación de la cual surgirá la
explicación a los fenómenos que se están trabajando. Un ejemplo de ello es que si un historiador
está investigando la ocupación alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial deberá utilizar
tanto los documentos oficiales alemanes y las órdenes militares, como también todo lo que pueda
servir para realizar apreciaciones más completas, como los diarios, las notas de la prensa, la
información obtenida de las radios, la entrevista a algunos sobrevivientes, etc. También deberá
revisar la bibliografía de consulta y los textos de otros autores para contextualizar su
investigación y así guiar su modelo explicativo. Las fuentes que el historiador utiliza se
clasificarán en dos grandes grupos de carácter general:

1-Fuentes Primarias: Son aquellas que están constituidas por los documentos que fueron
elaborados practicamente en el mismo momento en el que transcurrieron los hechos descritos y
21
que no han sufrido alteraciones ni modificaciones, de manera que son vestigios directos del
pasado. Las fuentes primarias pueden ser escritas (tales como los documentos públicos o
privados, cartas, correspondencia, prensa, memorias o diarios personales, así como también
algunos trabajos literarios o de algún tipo de carácter científico. Otras fuentes primarias pueden
también ser iconográficas como en el caso de las fotografías, los afiches, las películas, las
representaciones artísticas, etc. Otras fuentes primarias pueden ser orales, como las entrevistas,
las conversaciones, aunque estas últimas conviene utilizarlas con cuidado debido al grado de
subjetividad e imprecisión que puede surgir de ellas.

2-Fuentes Secundarias: Son todas aquellas compuestas por antecedentes que le puedan
otorgar un cuerpo teórico al historiador en cuanto a los problemas y los planteamientos iniciales
de su trabajo y la profundización de las argumentaciones esgrimidas. Las fuentes secundarias
generalmente son los libros, revistas, artículos de revistas, tesis, papers y otros trabajos
académicos. En Síntesis, las fuentes secundarias son muy importantes para darle forma a la
investigación y las primarias son importantes para el fondo de la misma.
El historiador, una vez que ha logrado completar el arduo trabajo de recopilar las fuentes con
las que piensa desarrollar su trabajo de investigación, debe ahora realizar otro proceso distinto
que consiste en reunirlas y darles cierta coherencia para comenzar a interrogarlas y así “hacerlas
hablar,” es decir, debe realizar un proceso de interpretación, lo que también se denomina como el
“Proceso Hermenéutico.” Obviamente, las conclusiones que se puedan llegar a obtener pueden
ser varias, de manera que existirán tantas interpretaciones como los historiadores que logren
hacerlo, de manera que una fuente puede ser analizada desde las distintas maneras, pero siempre
siguiendo el criterio establecido por los historiadores, lo que no quiere decir que algunas de las
fuentes puedan llegar a servir más que en otras.

Respecto al párrafo anterior, debemos hacer una pequeña reflexión acerca del carácter y la
personalidad misma del historiador, ya que al ser un sujeto cognoscente que interviene en un
relato, ya que traerá consigo toda una carga emocional y cultural que de alguna manera terminará
plasmándose en su trabajo. Un ejemplo de ello sería que al líder de alguna banda o barra de algún
equipo importante, fuese designado por hacer una historia del equipo rival, lo que obviamente de
concretarse, representaría una distorsión de la realidad, ya que el historiador no puede
desprenderse de sus emociones, intereses o rencillas si es que las hubiese. Es por ello que el
historiador debe saber que existen fuentes que pueden ser lo bastante útiles para los determinados
22
periodos de tiempo, pero si el historiador no posee una formación muy sólida en el plano cultural
o de otras índoles, sólo le dará un valor probatorio y no de un carácter más analítico. En
contraste, otro historiador podría obtener muchísima información de una fuente que no parecía
tan importante, sólo por que posee un mayor cúmulo de conocimientos en determinadas materias.
De manera que no existe solo una única forma de interpretar o interrogar a las fuentes, ya que ello
dependerá únicamente de la capacidad del historiador para poder hacerlo. Sin embargo, también
existen algunas técnicas que permiten realizar las críticas de rigor a las fuentes, tanto a las
primarias como a las secundarias. Estas técnicas, con algunas apreciaciones, deben ser siempre
utilizadas en la conformación de cualquier investigación histórica debido a su gran utilidad.

2.2. Críticas de Fuentes Primarias y Secundarias.


Una de las primeras críticas que debe hacerse a una fuente primaria es comprobar su
autenticidad, ya que si es falsa será irremediablemente refutada y la investigación quedará sin
validez alguna. Ha habido varios ejemplos de algunas investigaciones que han debido ser
descalificadas por utilizar fuentes falseadas o inventadas. De manera que para asegurar la
veracidad de una fuente que se dice histórica se puede recurrir a un análisis científico de la
misma, para someterla a pruebas químicas para comprobar si es que el papel corresponde a la
fecha en que la fuente está supuestamente datada. Otra técnica es la comprobación de la tinta con
la que la fuente está escrita, ya que a partir de ciertos periodos la elaboración de la tinta se hizo
más industrial, así como de distintas consistencias. También se suela analizar el estilo en la
redacción del documento, la caligrafía utilizada y las palabras empleadas en él, ya que bien no
podrían concordar las fechas en que el documento supuestamente ha sido elaborado y los estilos
gramaticales que se utilizaban en la fecha que ha sido expresada, de manera que ello podría ser
un indicar de falsedad o veracidad. Estas técnicas sólo se van a utilizar inicialmente para verificar
si el documento es o no una fuente de carácter histórica.

Una vez que el documento ha sido calificado como verdadero y se ha constituido como una
fuente histórica propiamente tal, el historiador deberá proceder entonces a tratar de otorgarle
algún significado a la fuente con la que trabajará. Para ello deberá interrogarla para saber qué
quiso decir el autor de la fuente, o bien que utilidad podría tener. Existen también las llamadas
técnicas de análisis de discurso, que permiten una interpretación más profunda de una fuente a
través de la identificación de los diversos elementos culturales, políticos o económicos que están
implícitamente presentes en los textos. Esta técnica es bastante compleja y requiere de un nivel
23
de abstracción mayor, por lo que no siempre es fácil de entender cuando se lee por algunos
iniciados y la lectura a veces se hace un poco tortuosa para aquellos no entendidos. Por otro lado,
la fuente puede ser también criticada cuando el mensaje que entrega ha puesto en duda las
afirmaciones hechas previamente en la introducción de la investigación y puede hacer tambalear
la viabilidad de la misma.
En cuanto a la crítica de las fuentes secundarias, estas se realizan principalmente en el proceso
de búsqueda de la bibliografía especializada que apoye la investigación histórica. Por ejemplo, si
en el trabajo se ha de considerar que debería utilizarse alguna de las obras de Nietzsche, debemos
asegurarnos que el texto que ocupemos sea de alguna de las editoriales conocidas por hacer un
buen trabajo de traducción de la obra, así como también una adecuada nota introductoria de parte
del editor que especifique el trabajo de traducción en sí, lo que obviamente no ocurre en las
ediciones de bolsillo que se suelen vender en los supermercados o en el mercado más informal.
Por otro lado, se debe evitar la utilización de los manuales o recopilaciones y se debe centrar el
trabajo en los textos originales o las obras completas, ya que sólo ahí se alcanza una comprensión
más acabada de las mismas. En el caso de los artículos académicos, se debe asegurar que éstos
sean de revistas avaladas por los círculos académicos serios y universitarios, evitando utilizar
textos con un marcado contenido ideológico o político. Para la construcción teórica de la
investigación se deben utilizar autores y obras reconocidas por el mundo intelectual, en las cuales
existe un consenso de que dichos trabajos son un aporte al mundo del conocimiento y extraerse
así la información deseada y no textos sueltos o en revistas, que no son de un ámbito académico.

Una investigación histórica, por muy buenas fuentes primarias que posee, si utiliza los textos o
las ediciones inadecuadas podría correr el riesgo de ser duramente criticada por su poca seriedad,
su poca prolijidad e incluso podría cuestionarse la capacidad intelectual del historiador, puesto
que se pondría en duda la comprensión de los textos que se está citando o utilizando. De manera
que la crítica a ambos tipos de fuentes es importante, pues además de ser un ejercicio intelectual
para el historiador permite enrielar la investigación en ciertos grados de objetividad, puesto que
todos los historiadores concuerdan en que las fuentes deberán ser bien analizadas y serán parte de
la columna vertebral de las investigaciones que se habrán de realizar en el ámbito histórico. Si
bien es cierto, la crítica que se pueda a hacer una fuente podría ser interminable, es conveniente
utilizar como modelo la crítica que se ha hecho en investigaciones anteriores, contrastando los
resultados que se puedan obtener.

24
TRABAJO PRÁCTICO GRUPAL N°1
Lean el siguiente texto
1-(CARTA DE PEDRO DE VALDIVIA AL EMPERADOR CARLOS V, 15 DE OCTUBRE DE 1550)

“Ocho días holgué allí, corriendo siempre a un cabo y a otro, tomando ganado para nos sustentar en donde
hobiésemos de asentar, e así hice levantar el campo. Torné a pasar el río de Nibequeten, e fui hacia la costa por el de
Biubíu abajo; asenté media legua dél, en un valle, cabe unas lagunas de agua dulce, para de allí buscar la mejor
comarca. Estove allí dos días mirando sitios, no descuidándome en la guarda, que la mitad velábamos la media
noche, y la otra la otra media. La segunda noche, en rendiendo la primera vela, vinieron sobre nosotros gran cantidad
de indios, que pasaban de veinte mil; acometiéronnos por la una parte, porque la laguna nos defendía de la otra, tres
escuadrones bien grandes con tan gran ímpetu y alarido, que parescían hundir la tierra, y comenzaron a pelear de tal
manera, que prometo mi fe, que ha treinta años que sirvo a V. M. y he peleado contra muchas naciones, y nunca tal
tesón de gente he visto jamás en el pelear, como estos indios tuvieron contra nosotros, que en espacio de tres horas
no podía entrar con ciento de caballo al un escuadrón, y ya que entrábamos algunas veces, era tanta la gente de armas
enastadas e mazas, que no podían los cristianos hacer a sus caballos arrostrar a los indios. Y desta manera peleamos
el tiempo que tengo dicho, e viendo que los caballos no se podían meter entre los indios, arremetían la gente de pie a
ellos. Y como fui dentro en su escuadrón y los comenzamos a herir, sintiendo entre sí las espadas, que no andaban
perezosas, e la mala obra que les hacían, se desbarataron. Hiriéronme sesenta caballos y otros tantos cristianos, de
flechazos e botes de lanza, aunque los unos e otros no podían estar mejor armados, y no murió sino sólo un caballo a
cabo de ocho días, y un soldado que disparando otro a tino un arcabuz, le mató; y en lo que quedó de la noche y otro
día no se entendió sino en curar hombres y caballos. E yo fui a mirar donde había los años pasados determinado de
poblar, que es legua e media más atrás del río grande que digo de Biubíu, en un puerto e bahía el mejor que hay en
Indias, y un río grande por un cabo que entra en la mar, de la mejor pesquería del mundo, de mucha sardina, céfalos,
tuninas, merluzas, lampreas, lenguados y otros mil géneros de pescados, y por la otra otro riachuelo pequeño, que
corre todo el año, de muy delgada e clara agua.”

RESPUESTAS:
1-¿Cuál es la principal dificultad del texto?
La Principal dificultad es la lentitud de la escritura, debido a las estructuras gramaticales propias del castellano
antiguo, que si bien, utiliza casi las mismas palabras que usamos hoy, están redactadas de una forma que nos parece
muy extraña a nuestro hablar cotidiano. En síntesis, cuesta digerir la lectura pues está escrito en una manera diferente
a cómo nos expresamos hoy en día.

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2-¿Si tuvieses que explicar en 5 líneas de qué se trata el texto, cómo lo sintetizarías?
Se trata de una carta enviada por Pedro de Valdivia al emperador Carlos V, en la cual le explica que habiendo
llegado a orillas de un río, decidió acampar en sus alrededores, siendo atacado por una cantidad desconocida de
indígenas, los cuales dieron muestras de ser tan bravos en combate que él jamás había visto en su vida soldados tan
feroces como éstos.
3-¿Qué reflexión hace Pedro de Valdivia respecto a la forma de pelear de los mapuches?
Qué él, siendo un soldado que ha peleado en distintas guerras en Europa y ha visto la muerte tan de cerca, apostaría
toda su fe a que él en su vida ha visto personas tan fieras en pelear como han sido los araucanos.
4-¿Qué descripción externa podríamos hacer del texto?
Se trata de una carta escrita en el siglo XVI, con un estilo propio del castellano antiguo, si bien se afirma que es
Pedro de Valdivia el autor, bien podría haber sido su escribiendo o su sirviente quien haya hecho las redacciones
luego que Valdivia le relatara lo sucedido, por lo que es también posible que muchas de las cosas que ahí se
mencionan hayan sido elaboradas a partir de la imaginación.
5-Enumera los espacios geográficos que menciona Valdivia en el texto.
El río Nibequeten hacia la costa
El río Biobío
Una serie de lagunas de agua dulce
Una bahía y un cabo de un río

2- CARTA DE DIEGO PORTALES A ANTONIO GARFIAS

“10 de Diciembre de 1831. Señor don Antonio Garfias. Mi don Antonio:


Dígale Ud. a todos esos culiados que creen que conmigo sólo puede haber gobierno, y orden, que yo estoy muy lejos
de pensar así y que si un día me agarré los fundillos y tomé un palo para dar tranquilidad al país, fue sólo para que
los jodidos y las putas de Santiago me dejaran trabajar en paz. Huevones y putas son los que joden al gobierno y son
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ellos los que ponen piedras al buen gobierno de éste. Nadie quiere vivir sin el apoyo del elefante blanco del Gobierno
y cuando los huevones y las putas no son satisfechos en sus caprichos, los pipiolos son unos dignos caballeros al lado
de estos cojudos. Las familias de rango de la capital, todas jodidas, beatas y malas, obran con su peso enorme para la
buena marcha de la administración. Dígales que si en mala hora se me antoja volver al Gobierno, los colgaré de un
coco a todos esos huevones y a las putas les sacaré la chucha ¡Hasta cuándo estos maricones! Y Ud., mi don
Antonio, no vuelva a escribirme cartas de empeño, si no desea una frisca que no olvidará fácilmente.
No desea escribirle más su amigo. D. Portales.”

RESPUESTAS
1-¿Qué opinión nos merece la carta de Diego Portales?
Esta respuesta es valórica, el alumno puede dar sus propias impresiones acerca del contenido la carta, pero siempre
debe dejar un argumento tal que se entienda que ha formulado una opinión respecto a lo que contiene la carta.
2-¿Por qué un hombre público, un ministro de Estado, está utilizando ese tipo de lenguaje?
Porque tiene rabia por el manejo que se ha hecho de la administración pública, al cual Portales cree que las familias
aristocráticas entorpecen con su constante accionar e influencia.
3-¿En términos prácticos, que podemos sacar en claro de lo que Portales está pensando acerca del gobierno?
En que el país debe gobernarse con fuerza y con autoridad.
4-¿Qué nos podría decir esta carta sobre la personalidad y el carácter de Diego Portales?
Que era un tipo individualista, violento, egoísta, calculador y tremendamente rencoroso de los grupos aristocráticos
de Santiago.

2.3. Técnicas de Análisis para Materiales Digitales.


El trabajo con fuentes que sólo se pueden obtener a través de los materiales digitales tiene de
por sí una serie de complicaciones, principalmente porque no existe la certeza de que aquella
fuente o documento sea verídico y podría darse el caso de que fuese una mera falsificación. Esto
fue una situación bastante común durante los inicios del internet ya que muchos documentos
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fueron subidos a la red, haciéndolos pasar como fuentes históricas sin comprobarse su
autenticidad, lo que llevó a ciertos engaños y a una serie de confusiones que se han ido
resolviendo a través del tiempo. Hoy en día, con el avance de la informática y las tecnologías, se
han digitalizado una gran cantidad de fuentes históricas que además de ser puestas a disposición
de todas las personas, sirven para la preservación de la fuente original. Sin embargo, se debe
tener sumo cuidado en las fuentes de internet, pues sólo se debe trabajar con las que pertenecen a
sitios establecidos y autorizados para la publicación de fuentes históricas, como por ejemplo, el
sitio web www.memoriachilena.cl, el cual tiene varios documentos originales que han sido
digitalizados, como cartas, informes, etc. Otro portal con documentos digitalizados es el PARES
(Portal de Archivos Españoles) que posee documentación sobre la época colonial en América
Latina. De manera que para el trabajo con archivos digítales, lo primero que debe constatarse es
que sean certificados por alguna entidad responsable. En el caso de los archivos de prensa, éstos
deben tener visible el número de folio, la fecha y el año de edición, así como también el número
de propiedad intelectual y el número de la página, ya que sólo así pueden ser citados como una
fuente histórica de verdad. En el caso de que el material digital corresponda a un documental o a
una película, se aplicarán los mismos criterios de análisis que a las fuentes primarias y
secundarias; es decir, se debiera considerar el año en que fue realizada junto con el autor, también
se deberá tener en cuenta si aquellas fuentes digitales fueron hechos con fines propagandísticos o
artísticos, si está en regla con la documentación que utilizaron, etc, todo elemento de crítica a los
medios digitales está dirigido a la autenticidad de los mismos, el nivel de coherencia, la
trascendencia y la importancia del documento en sí. En síntesis, los medios digitales son
utilizados siempre y cuando estén avalados responsablemente.

2.4. Análisis Hermenéutico: Compresión y Expresión.


En la disciplina histórica, tanto para las fuentes o para la elaboración de las teorías y las
conclusiones que puedan obtenerse de ellas, se requiere de una interpretación. Sin embargo, la
interpretación no es algo tan simple como a veces pudiese parecer, ya que para ello se requiere de
una serie de elementos cognitivos que el estudioso deberá considerar, ya que a un nivel filosófico,
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la vida misma y todo lo que creemos de ella es sólo una interpretación más acerca de la
existencia. Un filósofo, Hans George Gadamer planteó que las personas deben romper los cercos
cientificistas de la razón y abrirse a la profunda experiencia de la hermenéutica. Sin embargo,
¿En qué podemos aplicar la hermenéutica a la historia? ¿De qué manera los historiadores hacen
un análisis adecuado al interpretar? Para comenzar, el historiador no solamente interpreta las
fuentes que posee, sino que hace una interpretación de la realidad, ya que interpreta al mundo y
también se interpreta a él mismo y también se interpreta a sí mismo interpretándose a él mismo.
Puede a simple vista parecernos absurdo, pero esto nos lleva a reflexionar sobre las distintas
formas de interpretación que surgen en la historia. Un buen ejemplo de ello es el siguiente:
Supongamos que existe un libro sobre el proceso de la revolución francesa y el autor que lo
escribió utilizó todas las técnicas y los procedimientos metodológicos que ya hemos descrito
anteriormente. Sin embargo, aunque no nos percatamos de ello, al leerlo por una primera vez nos
hacemos una interpretación del texto. Al leerlo por segunda vez nos hacemos otra y así
podríamos seguir de una manera ya infinita. En base a ello nos preguntamos si es que el autor al
interpretar todas sus fuentes las repasó más de una vez o sólo plasmó lo que en primera instancia
las fuentes fueron capaces de comunicarle? Por otro lado, el resultado final de su trabajo ¿Es lo
que realmente el autor quiso o pudo interpretar? O ¿Es lo que solo quedó luego de una primera
interpretación? Es importante entonces hacernos tres preguntas básicas: ¿Qué quiere decirnos el
texto leído? ¿Qué pretendía el autor del texto decirnos? ¿Qué entiende la comunidad literaria de
lo que quiso decirnos aquí dice el texto leído? Con estas preguntas vamos recién entrando en una
problemática propia del denominado círculo hermenéutico, del cual muchas veces cuesta salir ya
que no se terminará nunca de interpretarse nada. El tema es estrictamente filosófico.

Modulo 3: Técnicas de Análisis para Materiales Visuales.

3.1 Lecturas Complementarias, Elementos y Criterios Varios.


Para trabajar en cualquier investigación, ya sea en el ámbito de la historia o del resto de las
ciencias sociales, el investigador necesita de una información con la cual pueda dar un mayor
29
soporte a su trabajo, ya sea desde un punto de vista teórico como técnico. Así, si está escribiendo
acerca de las legiones de Roma y cómo éstas llegaron a ser el mejor ejército del mundo antiguo,
no sólo deberá documentarse sobre la historia de Roma y el origen de las legiones, sino que
también deberá tener una serie de conocimientos elementales de física, mecánica y construcción,
ya que deberá comprender los complejos mecanismos que en la época romana se utilizaban en la
elaboración de los instrumentos de asedio. Siguiendo el mismo tipo de ejemplo, si quiere estudiar
la Edad Media deberá conocer el surgimiento y los principales dogmas del cristianismo, ya que es
un periodo eminentemente cristiano y es preciso que ello sea comprendido así no sólo a través de
la revisión de hitos sobre el origen o la conformación del cristianismo sino que también se debe
llegar a comprender el dogma del cristianismo. Es por ello que siempre se requiere de las
lecturas complementarias para adquirir una mayor precisión en cuanto a la descripción de todos
los fenómenos que se pretenden estudiar. Sin ello, se avanza a ciegas, en medio de una serie de
errores.

Desde el punto de vista meramente disciplinar, son lecturas complementarias básicas los
grandes sociólogos del siglo XIX y XX, tales como Augusto Comte, Talcott Parsons o Max
Weber, ya que entregan diversos marcos teóricos con los que se puede entender la realidad.
También son complementarias las grandes obras de la filosofía, principalmente las que se utilizan
en las ciencias sociales. Obviamente, como es imposible llegar a leer todo lo que se ha escrito, es
útil recurrir a algunos manuales o síntesis, elaborados por los entendidos en aquellos diversos
temas. Esto resulta bastante útil, pues se logra adquirir un conocimiento panorámico de cada
disciplina y es más fácil llegar posteriormente a los autores específicos. También son bastante
útiles todos los manuales de redacción y estructuración de textos, para ayudar a adquirir las
competencias necesarias para establecer un buen relato histórico.
Una buena investigación histórica, principalmente la que goza de aceptación y de la
credibilidad del mundo académico no sólo precisa de la utilización de las fuentes y la capacidad
de la interpretación que logre hacer el propio historiador, sino que también se puede lograr
cuando este posee la capacidad de conocer tres universos distintos: por un lado el historiador
debe conocer el mundo académico, las distintas teorías, las escuelas que las sustentan, las
publicaciones que se han realizado y los trabajos que recientemente se están llevando a cabo por
los demás especialistas de la disciplina. Por otro lado, el historiador debe tener un conocimiento
de la cultura general, las distintas ciencias que existen, de las otras disciplinas de las ciencias
sociales, también de la parasicología o los fenómenos paranormales, de conocimientos técnicos
30
sobre determinadas materias, de las grandes obras de la literatura universal, las pinturas y formas
de expresión artística que han sido un gran aporte a los saberes universales, etc. El historiador
debe manejar todos los elementos del mundo que le rodea. Por último, el historiador también
debe ser capaz de comprender toda su realidad más inmediata, la que transcurre por los lugares en
donde camina, por donde él vive, de manera que debe poder leer todas las situaciones cotidianas,
de conocer el mundo del día a día en el cual habita. Es decir, debe manejar y comprender la
cultura de la calle, de la vida bohemia, de los suburbios y las periferias, del universo del bar, la
taberna y los lugares de juego. Todo ello en virtud que así el historiador conoce más de fondo al
ser humano y puede saber interpretarlo en los distintos ambientes en que éste se desenvuelve,
sobre todo en los aspectos más cotidianos. Por ello es necesario que el investigador no sólo
conozca de historia sino que también tenga acceso a todos los ámbitos del conocimiento, ya sean
de una índole académica o no. Por ello se debe manejar la información de todo lo que se escriba;
los diarios, las revistas, las notas de texto que se escriben en las redes sociales e incluso los
rayados callejeros pues todo lo que el ser humano exterioriza a través de lo que escribe va dando
cuenta de las realidades sociales que pueden ser estudiadas en la historia. Por ello, toda las
lecturas complementarias sirven para entregar todo tipo de información adicional y se hace
estrictamente necesario que el historiador logre primero identificarlas para luego utilizarlas en el
trascurso de todo su proceso de investigación histórica.

3.2. Análisis de Pinturas y Obras de Arte.


Cuando desde la historia se debe analizar una pintura y cualquier obra de arte, una de las
primeras tareas que deberá realizar el historiador es documentarse adecuadamente acerca del
autor que piensa analizar, conocer de dónde provino, cual fue el tipo de educación que recibió,
cuáles fueron sus principales motivaciones, qué tipo de vida llevó, quienes fueron sus principales
detractores, cómo está considerado dentro del mundo artístico y cómo logró posicionarse de
aquella manera. Es por ello que es vital manejar la biografía de los artistas antes de analizarlos,
pues ello otorgará una perspectiva mucho más completa de sus obras. Una pintura de Vincent
Van Gogh, no puede criticarse históricamente sin tener en cuenta que el autor padecía de
esquizofrenia y que producto de ello tuvo innumerables problemas económicos, lo que le hacía
caer en profundas depresiones que impulsaban su trazo en la tela. Por ello es que desde el punto
de vista de la historia, debe tenerse en cuenta el contexto histórico que se vivía en la época en que
una obra fue realizada. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la posición intelectual en la
cual la obra fue realizada, pues existen etapas en el arte que se han clasificado en periodos
31
diversos, como el caso del expresionismo, el arte gótico, el románico, el arte renacentista, el arte
medieval, etc. Por ello, el historiador debe ser capáz de conocer las características de las etapas
para poder clasificar la obra con la cual está trabajando, de manera de hacer desde ahí todos los
análisis históricos que se ha propuesto ya que cada periodo histórico se une a las diversas
expresiones en el arte. Otro de los elementos que deben ser mencionados en el análisis de las
pinturas es el impacto que ella causa en su aparición, tanto en el mundo social como en el mundo
del arte mismo, pues muchas veces una obra puede generar varias consecuencias que unen el arte
con el mundo político, social o económico. Un ejemplo de ello ocurrió en Chile durante la década
de 1930 en que un dibujo realizado por el artista Jorge Délano “Coke” en la revista satírica
“Topaze”, provocó que las autoridades políticas se sintieran tan ofendidas que confiscaron la
edición de la revista de forma arbitraria, y la incineraron para que no pudiese salir a la venta. Esto
provocó un revuelo mediático que culminó con la destitución del intendente de Santiago, la
renuncia del prefecto de investigaciones y las disculpas que realizó por radio el presidente Arturo
Alessandri, quien perdió la popularidad de la mayoría de los electores. Sin embargo, el número
de lectores de la revista Topaze aumentó de manera considerable en los números posteriores, así
como la fascinación de muchas personas que a raíz de esta situación comenzaron a interesarse por
el dibujo y la caricatura, convirtiéndose luego en destacados dibujantes de historietas e
ilustradores de importantes revistas infantiles.
En otra ocasión sucedió que la revista de oposición política APSI, lanzó un número especial en
los años 80, en cuya portada aparecía un dibujo de Augusto Pinochet vestido como el rey Luis
XVI, con los atuendos propios del régimen monárquico francés. Sin embargo, tuvieron la
precaución de cubrir su cara con una máscara negra para así evitar la censura de parte del
gobierno. La revista también fue confiscada por los organismos de seguridad del régimen,
motivando que se multiplicara la edición siguiente y dejando a la figura de Pinochet en una
posición de censura que se unió a la tensión política ya existente en aquellos años. A partir de
entonces, APSI se convirtió en una de las revistas más leídas por la oposición y un órgano
noticioso serio en cuanto a las críticas hechas al gobierno.

Es por ello que las obras artísticas muchas veces pueden causar una gran conmoción en el
mundo en el cual se realizan. De hecho, tradicionalmente ha sido siempre el arte quien rompe los
esquemas que luego seguirán los intelectuales, de manera que los pormenores de cómo las obras
se realizan, junto con las características de sus propios creadores, así como el impacto que las
obras logran generar, son los principales elementos de análisis para los historiadores, dejando los
32
preceptos netamente artísticos para los críticos y los autores especializados. Por último, las
esculturas y otras expresiones artísticas son sometidas a las mismas miradas inquisitivas por el
historiador, ya que éstas han de cumplir con las mismas expectativas de análisis que pueden
hacerse de ellas, logrando así que para la historia, el arte sea una expresión más de las realidades
sociales que pueden ser estudiadas a través de ella y al revés, puede también el arte reflejar en sí
misma y a través de una sola creación, el conjunto de universos y dimensiones que la sociedad
logra establecer en todos sus ámbitos, de manera que su estudio y el análisis lleva a ampliar todo
el mundo del conocimiento.

TRABAJO PRÁCTICO GRUPAL N°2

Análisis de Pinturas Chilenas

El Niño Enfermo, Oleo de Pedro Lira.

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Responde las siguientes preguntas en una hoja aparte (5 puntos c/u)

1-¿Qué escena se está desarrollando en el cuadro? Describe.


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Una madre o hermana, está en presencia de una abuela o madre, dándole algún remedio a un niño pequeño que está
entre sus brazos. La escena transcurre en una pequeña habitación iluminada por una vela.

2- ¿A qué tipo de realidad histórica corresponde la acción que se desarrolla en el cuadro?


Corresponde a la época de la cuestión social surgida de la industrialización, en la segunda mitad del siglo XIX.

3-¿Qué condiciones sociales se observan en el interior de la habitación? Describe.


Se observa una gran pobreza material. El cuarto no tiene luz eléctrica pues está iluminado por una vela, además de
ser una sola habitación que sirve para dormir y comer. También es posible apreciar que se vivía en contacto directo
con animales, pues aparece un gato en su interior.

4-¿A qué tipo de investigación histórica podría interesarle el cuadro y porqué?


La historia social, pues este es un reflejo de lo que el artista observaba diariamente y lo que le inspiró para pintar
dicha obra.

5-¿Qué impresión te deja personalmente el cuadro?


Una profunda reflexión acerca de las condiciones sociales en las cuales debían vivir las personas, pues era una
muestra de las injusticias que se vivían en Chile producto de las industrias y sus formas de explotación salaria.

Análisis de Pinturas Latinoamericanas

“El Levantamiento” Diego Rivera

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Responde las siguientes preguntas en una hoja aparte (5 puntos c/u)

1-¿Qué escena se está desarrollando en el cuadro? Describe.


Aparecen varios soldados interrumpiendo una manifestación, intentando agredir a una persona y en medio de ellos
hay una mujer con un niño en brazos interponiéndose entre ellos, también se observa una gran multitud y personas en
el suelo.

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2- ¿A qué tipo de realidad histórica corresponde la acción que se desarrolla en el cuadro?
A los movimientos sociales que irrumpieron con fuerza en el siglo XX, reclamando sus derechos y mejoras salarias y
acceso a condiciones básicas de vida.

3-¿Qué sectores sociales están representados en el cuadro? Describe.


Por un lado los sectores populares que buscan reivindicaciones sociales y por otro lado las fuerzas de orden que
deben defender lo establecido jurídicamente.

4-¿Qué comparaciones se pueden realizar en la realidad del cuadro con la realidad chilena?
Que en Chile existieron también manifestaciones y movimientos sociales y que al igual que en el resto de
Latinoamérica, también fueron reprimidos por los gobiernos de la época e incluso con un saldo de personas muertas.

5-¿Qué impresión te deja personalmente el cuadro?


Una profunda reflexión acerca de las necesidades comunes que han tenidos los pueblos de Latinoamérica y del
mundo, debido a las injusticias que se han generado a través de los procesos de industrialización y modernización de
la economía.

3.3. Análisis de Fuentes Fotográficas.


Las Fuentes Fotográficas tienen la capacidad de expresar en una sola imagen, todo lo que
podría describirse en una o más planas de escrituras. Sin embargo, ello no quiere decir que la
fotografía por sí sola de respuestas a nuestras interrogantes históricas. Por ello debe también ser
analizada con ciertos criterios específicos. En primer lugar se debe identificar a la fotografía

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como auténtica y no como una falsificación, como suele hacerse con algunas técnicas de
laboratorio. La forma de hacerlo es a través del análisis químico del papel y del tipo de resolución
que ha logrado capturar el lente que encuadró la imagen estudiada, pues la capacidad técnica de
cada cámara va a depender de la tecnología de su construcción, por lo tanto no correspondería
una fotografía de 1914 con la calidad de la imagen que se logra con una cámara que fue
construida en 1970. Luego de ello, debe analizarse el propio encuadre de la foto, ya que
permitiría ver elementos que están dentro de él que pueden ser utilizados para una descripción
histórica, como los edificios que aparecen, el tipo de ropa que las personas utilizan, los
automóviles o los aparatos eléctricos o electrónicos. También pueden apreciarse una serie de
elementos publicitarios que darían cuenta de los elementos de consumo existentes en una
determinada época o las diversiones que las personas solían recrear. Por otro lado y ya desde una
posición del análisis del discurso, la fotografía puede mostrarnos una serie de realidades mucho
más complejas, como el abandono de niños, la proletarización de los sectores campesinos, los
abusos cometidos por algunas instituciones, los conflictos que han llegado a resolverse a través
de la vía de las armas etc. La fotografía, al igual que la pintura, hace que la realidad sea un espejo
de ella, a diferencia de que a través de los lentes, no interfiere la personalidad del autor, o bien no
directamente, pues las emociones no pueden retratarse en la fotografía de la forma en que los
pinceles lo hacen a través del trazo. Pese a ello, sí pueden identificarse las tendencias del
fotógrafo al retratar las determinadas imágenes, lo que le va otorgando una cierta personalidad.
La fotografía es importante para algunas de las corrientes históricas como por ejemplo la historia
urbana, que busca estudiar los procesos de transformación de la ciudad desde una visión material
y para ello requiere de registros visuales como la fotografía o las filmaciones caseras.

TRABAJO PRÁCTICO GRUPAL N°3

Observe la siguiente fotografía:

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RESPUESTAS
1-¿Qué tipo de escena está mostrándonos la fotografía? Descríbela.
La fotografía muestra un grupo de personas transitando por una población con casas que son ranchos o mediaguas,
por lo que se infiere que es un sector habitado por personas pobres o de escasos recursos. Además, en la calle puede
verse que no hay pavimentación ni tampoco alcantarillado, aunque si se aprecian postes de luz. En la foto un señor

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está trasladando algunos materiales, unos niños vienen del colegio y a lo lejos se pueden ver unos perros
acompañándolos.

2-¿De acuerdo a qué elementos que se muestran en la fotografía, podríamos aproximar una fecha y cuál sería?
En la foto se ven niños con uniformes escolares y luz eléctrica por lo que la fotografía aunque está en blanco y negro,
corresponde al siglo XX, además al fondo, a un costado de los pinos, pueden verse los techos de los edificios que
fueron construidos a mediados de la década de los años 60 por el gobierno de Jorge Alessandri.

3-¿En qué tipos de investigaciones históricas podría utilizarse esta fotografía?


En la historia social, la historia urbana, la historia contemporánea de Chile y también en la historia cultural.

4-¿Qué análisis de tipo socio cultural podríamos hacer en la fotografía?


La imagen corresponde a una realidad económica propia del Chile de la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad con
campamentos y poblaciones callampas, mucha pobreza y abandono. Estos sitios se encontraban por todas las
ciudades de Chile y los gobiernos debieron ir erradicándolos a través del tiempo.

5-¿Qué tipo de fuente sería esta fotografía, argumenta?


Es una fuente fotográfica, y es difícil y es secundaria ya que está inserta en una publicación periodística. Aunque
también podríamos afirmar que la fotografía también sería una fuente que nos permitiría apreciar a través de una
imagen la pobreza de los habitantes de la ciudad en el siglo XX.

FOTOGRAFÍA 2

40
Respuestas
1-¿Qué elementos propios de la modernización están presentes en la fotografía?

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Se observa el transporte público, la pavimentación, los postes de la electricidad, también es posible ver las chimeneas
de las fábricas y las personas caminando dan cuenta de la existencia de los medios de transporte, ya no se transita a
caballo.

2-¿A qué lugar, específicamente corresponde la fotografía?


Corresponde a la antigua estación de ferrocarriles de Concepción, ubicada en la calle Prat, frente a la actual Plaza
España.

3-De acuerdo a la fotografía, ¿qué elementos crees tú que aún se mantienen como parte del proceso de
modernización? Ej: Aún existe un sistema de transporte público.
También se mantiene el edificio que servía a la estación de ferrocarriles, el alumbrado público y la contaminación
atmosférica que se genera con el humo de las fábricas.

4-Como una fuente histórica, ¿Qué podríamos probar con esta fotografía si hiciésemos una investigación en
Historia?
Que en Concepción existió una importante estación de ferrocarriles en la calle Prat.

5-¿En qué año crees que transcurre la imagen de la fotografía y cuáles son tus argumentos?
Corresponde a los años 70, debido a los modelos de las micros.

3.4. Análisis de Materiales Audiovisuales


Para el análisis de los materiales audiovisuales se ocupan los criterios similares a los que
utilizamos en las fotografías, sólo que en los registros audiovisuales existe una mayor
42
probabilidad de que éste se haya montado o recreado en un cuadro de imagen debido a que la
cámara, ya sea en cine o en documental, plasma también la concepción del mundo que posee su
realizador, por lo cual, y como ya hemos hecho frente a los artistas plásticos, el primer paso es
investigar el origen del registro, sobre su autor, conocer la motivación de tal o cual registro y
principalmente hacia qué tipo de público va dirigido el registro, pues lo más probable es que haya
sido un trabajo hecho para niños, para el público general o más bien para diversos fines
propagandísticos. Joseph Goebbels, el ministro de propaganda del Tercer Reich fue un claro
ejemplo de la utilización política que puede hacerse a través de las cámaras de televisión o del
cine, como podemos apreciar en las distintas filmaciones o películas de propaganda realizadas
por los ministerios de Corea del Norte, Unión Soviética y los países totalitarios, como también se
hace de los países ultra capitalistas como Estados Unidos. La propaganda audiovisual es
considerada como una eficaz arma de control social.
Otro de los elementos que debemos tomar en cuenta es el estudio que los realizadores hayan
hecho previamente a la filmación de uno o más registros audiovisuales, pues podría tener
diversos errores de forma y fondo. Un claro ejemplo de ello son las películas que se han realizado
en el denominado género histórico, que por carecer de una documentación adecuada caen en los
errores de tipo anacrónico, como por ejemplo la película 13 guerreros, que supuestamente
muestra la Europa de la era de los vikingos y utilizan el idioma griego para comunicarse, cuando
en realidad, el idioma estándar de la Edad Media era el latín.
Desde el punto de vista hermenéutico, se puede utilizar un registro visual para comprobar un
determinado hecho o bien descubrir en ellos los diversos elementos que la historia había
olvidado. De cualquier forma, los registros audiovisuales rara vez son citados en trabajos
historiográficos y tienen una utilidad mayor en el derecho, ya sea para probar determinados
sucesos o para testimoniar hechos trascendentes. Vitales fueron las filmaciones durante la
Alemania Nazi para culpar a los condenados por crímenes contra la humanidad.

TRABAJO PRÁCTICO GRUPAL N°4


ANÁLISIS DE FUENTES CINEMATOGRÁFICAS

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PELÍCULA N°1

DESARROLLAR FICHA DE LA PELÍCULA. (10 PUNTOS)

Título de la Película: LARGO VIAJE

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Director: PATRICIO KEULEN

País: CHILE

Año: 1967

Temática: Cine Documental, muestra pobreza, costumbres ya desaparecidas, las


calles de Santiago, los barrios populares, y las diferencias sociales
existentes.

Argumento Principal: Un pequeño niño que vive un conventillo, asiste al funeral de su hermano
recién nacido, quien por ser un angelito, debe llevar alas de papel, las que se
pierden durante el funeral. El pequeño niño decide recorrer Santiago hasta
llegar al cementerio para llevar las alas. En su recorrido va encontrándose
con distintas escenas de la vida bohemia y callejera de Santiago.

Responde las siguientes preguntas. (5 puntos c/u)


1-¿Qué tipo de situación histórica nos ha mostrado la película?

La vida de los conventillos y las diferencias sociales existentes en el Chile de los años 60, la prostitución, la
vida en las calles y los niños abandonados y las costumbres campesinas que aún perduran en la vida de la

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ciudad.

2-¿Qué tipo de elementos de interés histórico se pueden probar a través de la película?

Que durante los años 60, coexistían en Santiago dos realidades distintas; por un lado una ciudad moderna y
por otro lado la miseria y la pobreza de los sectores marginales, gente pobre viviendo al lado de grandes
departamentos y mansiones.

3-¿Qué tipo de análisis histórico podríamos hacer a través de la escena del funeral?

Podemos afirmar que en los sectores populares donde vivía las personas más pobres, seguían existiendo
costumbres campesinas, propias de los campos de donde provenían las personas que habían llegado a vivir a
la ciudad.

4-¿A qué tipo de realidad correspondían el cojo y sus amigos en la película?

A los niños abandonados que vivían en las orillas del río Mapocho y que se dedicaban a robar y a cometer
hechos delictuales.

5-¿Para qué tipo de investigaciones históricas serviría esta película?

Para la historia social, la historia urbana, la historia de las personas pobres.

PELÍCULA 2

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Título de la Película: LA BATALLA DE CHILE

Director: Patricio Guzmán


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País: Chile

Año: 1975

Temática: La crisis política de 1973

Argumento Principal:
El documental muestra los últimos días del gobierno
de la Unidad Popular y las tensiones políticas que se
generan entre los distintos sectores que integran el
gobierno, así como también muestra la agresividad
que existe entre los distintos conglomerados políticos.

Responde las siguientes preguntas. (5 puntos c/u)


1-¿Qué tipo de situación histórica nos ha mostrado la película?

La profunda crisis política existente en Chile durante los últimos días del gobierno de la Unidad Popular, y las
reacciones de parte de quienes buscaron el golpe de Estado como única vía posible a las transformaciones que
se estaban llevando a cabo por el gobierno de Allende.

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2-¿Qué tipo de elementos de interés histórico se pueden probar a través de la película?

El quiebre democrático vivido en Chile durante los últimos periodos de la Unidad Popular. La intención de la
democracia cristiana de buscar salidas alternativas a los cauces democráticos.

3-¿Qué tipo de análisis histórico podríamos hacer sobre los debates de los obreros?

Que tenían una posición clara y firme respecto a la situación compleja en la que se encontraba el país y que de alguna
manera no estaban de acuerdo con resolver la situación a través de las vías democráticas

4-¿Qué tipo de acciones pretendían efectuar los obreros y cordones industriales?

Querían que el gobierno les entregase armas y un plan estratégico para continuar con la resistencia ya que
entendían que el enfrentamiento entre clases era inevitable.

5-Desde un punto de vista general, y según lo que la película interpreta, ¿cuál es la situación que se vive
en el país desde un punto de vista político?

Un quiebre de las instituciones democráticas y un estado de desconocimiento absoluto de los derechos de cada cual,
no había tampoco una intención de diálogo entre los sectores políticos.

3.5 Presupuestos Analíticos y Valoraciones.


Uno de los grandes problemas en las ciencias sociales versa sobre el análisis y todo el
conjunto de valoraciones que se haga de cualquier actividad humana, ya que muchas veces
creemos que ello representa un hecho racional que busca otorgar algún sentido a la realidad que
estamos observando o a punto de observar. Sin embargo ello también tiene algunas dificultades
que son propias del conocimiento y de cómo nos acercamos a conocer las distintas experiencias
que se nos presentan y ello es un problema de carácter filosófico, ya que en términos meramente
49
epistemológicos, no existe un análisis único de la realidad y más bien cada uno de los análisis que
se haga son aplicaciones de diversos procedimientos que pueden ser estandarizados previamente
por algún tipo de conocimiento, de disciplina o de saber o de alguna ciencia, por lo que muchas
veces existen prejuzgamientos en cuanto a la realidad que observamos. Por otro lado, toda
valoración que hagamos, ya sea del pasado, del presente o de tal o cual situación obedece
principalmente a una serie de posiciones en el ámbito de la cultura, la cual está principalmente
determinada por una formación intelectual o bien por alguna intencionalidad, ya sea académica,
política, filosófica, ideológica o puede ser también religiosa. En síntesis, es la cultura la que nos
anima a interpretar y es a través de ella que echamos a andar nuestras ideas y la imaginación que
muchas veces puede estar trastocada o ser subjetiva para otro tipo de intereses intelectuales. Sin
comprender de una manera previa estos aspectos, corremos el riesgo de valorar o analizar las
cosas desde una sola perspectiva, lo que en el ámbito del conocimiento denota una pobreza
intelectual y una simplicidad en la forma de observar la realidad. El análisis histórico serio
siempre tendrá presente este tipo de problemáticas y un historiador experimentado será bastante
cauto en cuanto a la emisión de los juicios de valores, sobre todo en lo relacionado a los hechos
pasados, ya que irremediablemente, siempre revisten de contrastes con las experiencias colectivas
o las ideas políticas que puedan surgir de aquellos hechos. En cuanto a valorar las obras artísticas,
nos encontramos con el mismo problema ya que para algunos sectores, el arte tiene ciertas
características que concuerdan con sus propios valores. El caso de Violeta Parra es un ejemplo de
ello, pues para algunos representa una posición política.

UNIDAD II: HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA LITERATURA Y LAS


ARTES EN CHILE Y AMÉRICA.
1. HISTORIA DE CHILE Y AMÉRICA, SIGLO XX Y XXI
1.1. Procesos Históricos y Sociedad: Chile y América.

La Historia de Chile y América están estrechamente unidas por el mismo proceso que surgió
mediante el descubrimiento de América en octubre de 1492. En dicho año, las naves de Cristóbal

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Colón llegaron al continente en busca de nuevas rutas comerciales hacia las indias, ignorando que
estaban frente a tierras que no habían sido descubiertas. Una vez que las autoridades españolas
comprendieron que se trataba de un nuevo continente se inició el proceso de ocupación de las
indias a través de la hueste, que estaba compuesto por varios grupos de expedicionarios
financiados por un Capitán de Conquista. Así es como se fueron descubriendo los territorios de
México, Panamá, Venezuela y el Perú. Este último país fue conquistado por Francisco Pizarro y
Diego de Almagro. Este último, en1536 y según los datos obtenidos por los indígenas del Perú,
decidió expedicionar hacia el sur, a un territorio denominado Chile, el cual estaba lleno de oro y
riquezas, al igual como lo estaba el Cuzco.

Sin embargo, la riqueza de Chile fue sólo una treta de los indígenas peruanos para alejar a
Almagro del valle del Cuzco y así poder atacara a Pizarro. La decepción de Almagro se hizo
latente al ver que el territorio de Chile no ofrecía riqueza alguna y que el país estaba enteramente
cubierto por espesos bosques, montañas, ríos e indígenas belicosos, de manera que no valía la
pena poblarlo, siendo lo más conveniente dar la vuelta y regresar hacia el Perú, como así lo
acordó con sus capitanes. Una vez en el Cuzco, Almagro sostuvo una cruente guerra con Pizarro
y fue apresado por uno de los capitanes de este; el capitán Pedro de Valdivia, quién en
recompensa por sus sacrificios recibió una importante cantidad de plata y una mina. Sin embargo,
Valdivia solicitó a Pizarro la autorización para conquistar y poblar Chile. Como le encontraron
loco por querer ir a un país tan pobre, Valdivia salió del Cuzco con apenas unos 12 hombres y
unos cuantos indios de servicio, atravesando el desierto de Atacama, llegando al valle de
Aconcagua y luego a la cuenca del río Mapocho.
Fue en estos territorios donde fundó la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo y luego de
sostener varios combates con los indígenas que se alzaron ante su presencia, decidió solicitar
refuerzos al Perú en cuyo viaje fundó la ciudad de La Serena. Una vez llegados los refuerzos y
pacificado el territorio, Valdivia decidió emprender la conquista hacia el sur, donde fundó la
ciudad de Concepción en octubre de 1550. A partir del establecimiento de esta ciudad y mientras
en toda la América española se rebozaba de oro y se iniciaba la colonización, en Chile se inició la
Guerra de Arauco, siendo el pueblo mapuche el mayor adversario que los españoles tuvieron en
todo el continente. Esto motivó una serie de quejas de parte de las autoridades españolas, pues
debían desviar parte de los recursos hacia Chile ya que se consideraba que en virtud de la torpeza
de los gobernadores, Chile no podía aún pacificarse. Luego de la muerte de Pedro de Valdivia en
la batalla de Tucapel en 1553, sus sucesores no lograron pacificar el territorio y García Hurtado
51
de Mendoza quien llegó a mediados de 1563 pudo en cierta medida controlar algunas de las
ciudades en guerra.

La situación de guerra se mantuvo inalterable hasta 1598, año en que tuvo lugar el Desastre de
Curalaba, que trajo como consecuencias la pérdida de todas las ciudades al sur del río Biobío, la
pérdida de todos los lavaderos de oro, el establecimiento de la frontera definitiva en el río Biobío
y la creación de un ejército permanente, profesional y pagado por el Estado español. Se comenzó
a enviar todos los años un auxilio en oro, armas, caballos, hombres y pertrechos, denominado
Real Situado. Con este situado se inició un extenso comercio entre Chile y el virreinato del Perú,
creándose intereses económicos por lado y lado. Además dejó a Santiago en una posición
favorecida pues sus habitantes no tuvieron que partir a la guerra, con lo que pudieron dedicarse
tranquilamente a las labores agrícolas, haciendo que la ciudad prosperara económicamente en
desmedro de Concepción. Durante todo el periodo colonial, Chile debió mantener un comercio
limitado, debido a que España determinó un Monopolio Comercial en que las colonias sólo
podían comercia con España y no con otros territorios, lo que originó una gran concentración
económica, a la vez que los contrabandistas recorrían toda América vendiendo productos y
novedades europeas.
Mientras la colonia pasaba tranquilamente sus días, en Europa se sentían los vientos de
cambio. La ilustración y las ideas liberales habían hecho que el pueblo francés iniciara una
revolución que sacó del trono al rey Luis XVI y que declarara la Primera República y una
declaración de los derechos del hombre, la cual estaba marcada por elementos liberales de
igualdad, fraternidad y solidaridad. Por otro lado, Inglaterra había perdido sus territorios más
importantes de América, debido a que varios de los estados se habían unido para hacer la guerra
al imperio británico y declarar su independencia en 1776, lo que había sido visto como un
ejemplo para los americanos de las colonias. Todas estas situaciones habían cambiado la
mentalidad de los criollos, que resentían la presencia española en América. Además, las reformas
borbónicas y la expulsión de los jesuitas causó una profunda antipatía por los llamados españoles
peninsulares, así como la desconfianza a las autoridades.

Bajo este clima de animadversión hacia los españoles, llegó en 1808 la noticia de que
Napoleón había invadido España y que había capturado al rey Fernando VII. Por su parte, el
pueblo español organizó una Junta de Gobierno en la ciudad de Cádiz y otra en Sevilla. Estas
juntas tuvieron como principal objetivo gobernar España en ausencia del rey, ya que desconocían
52
la autoridad del hermano de Napoleón, quien había sido puesto en el trono. La formación de
juntas de gobierno motivó a que en América se hiciese lo mismo, primero en Venezuela y luego
en Argentina y México. En Chile, la formación de la Junta de Gobierno se produjo el 18 de
Septiembre de 1810 y se integró con los principales miembros de la aristocracia de Santiago y
con algunos miembros de Concepción. Esta primera junta de gobierno decidió gobernar el país
sin autorización de las autoridades españolas, por lo que se considera el inicio del proceso de
independencia. A partir de 1810, se sucedieron hechos tumultuosos, pues hubo una fuerte disputa
entre los miembros de Concepción, liderados por Juan Martínez de Rozas y los vecinos de
Santiago. En medio de estas pugnas, apareció la figura de José Miguel Carrera, quien decidió
tomar el poder por sí mismo y hacerse cargo de la Junta de Gobierno. Mientras esto ocurría, el
virrey del Perú decidió poner orden en Chile, pues consideró que la formación de la junta
atentaba contra los dominios del Rey.
Se envió desde el Perú una expedición con la intención de recuperar Chile, frente a lo cual, los
chilenos debieron organizarse militarmente. Carrera había creado un ejército y los primeros
símbolos patrios como la bandera y el escudo. Luego de destituir a Martínez de Rozas, las tropas
de Carrera contaron con más soldados provenientes de Concepción, al mando de Bernardo O
´Higgins, quien había llegado hacía poco tiempo al país a recuperar la herencia que su padre le
había dejado. La llegada de la expedición desde Lima marcó el inicio de los combates de la Patria
Vieja, que se sucedieron durante todo el año de 1813 y 1814. En este periodo surgieron fuertes
roces entre los hermanos Carrera y O´higgins, debido al curso que había tomado la guerra y las
cuestionadas decisiones de ambos líderes. La situación culmine fue la derrota que sufrieron los
patriotas en Rancagua, ya que los obligó a huir a Mendoza, en donde O´Higgins se encontró con
su amigo José de San Martín, con quien decidió formar un solo ejército y expulsar a los españoles
de América. Se prepararon tres años, saliendo de Mendoza y atravesando la cordillera de los
Andes con más de 5000 hombres. Una vez llegados al territorio chileno, derrotaron a los
españoles en las cuestas de Chacabuco y luego avanzaron sobre Concepción, desde donde
iniciaron la marcha hacia el norte. Luego de sostener varios combates, logran derrotar a los
españoles en Maipú, con lo que aseguraron definitivamente el territorio en la zona central. Luego
de ello, San Martín y O´Higgins comenzaron a planear una expedición para liberar el Perú.

Sin embargo, mientras se hacían los diversos preparativos para avanzar sobre Lima, el sur de
Chile había quedado sin protección y los restos de las fuerzas realistas comenzaron a reagruparse
en pequeños grupos que comenzaron a formar grandes bandas de asaltantes y montoneras,
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cometiendo toda una serie de delitos, robos y homicidios, principalmente en la provincia de
Concepción, en donde los hermanos Pincheira, el montonero Benavides y el cura Ferrabú
causaban el terror en la población. O´Higgins envió al general Ramón Freire a detener a estas
bandas, campaña que llevó el nombre de Guerra a Muerte y que extendió desde 1818 hasta 1823
para finalmente expulsar definitivamente a los españoles, cuyo último bastión en ser combatido
fue en Chiloé, en la batalla de Bellavista en 1826.
En el intertanto de las campañas militares, la situación política en el país era inestable ya que
no había consenso alguno en cuál sería la manera en que se organizaría de manera interna el país.
Algunos propusieron un gobierno de tipo federal, como Argentina o Estados Unidos y otros un
gobierno con un carácter centralista. Los bandos en pugna se reconocían como liberales, debido a
que proponían mayores aperturas en cuanto al comercio y a la instrucción pública, alejándola de
la influencia de la iglesia católica. A este grupo político se les tildó de “pipiolos” por ser
considerados “pollos” e inexpertos. Por otro lado, existía un sector que buscaba una mayor
presencia de las instituciones armadas y el apoyo de la iglesia católica para la creación de un
orden moral que conduzca al país a la decencia y a un estado digno de dicho nombre. Este sector
era un grupo de conservadores que habían sido apodados como “pelucones” en alusión a las
pelucas que usaban los españoles, ya que se les acusaba de querer restaurar la monarquía y
proclamarse como nobles. Las pugnas entre estos grupos llegó a una violencia armada. En Lircay,
en 1830, se batieron los dos bandos en una franca y abierta guerra civil. Los liberales sufrieron
una aplastante derrota y los conservadores lograron imponerse gracias a la ayuda prestada por
Diego Portales, un comerciante estanquero que había ganado ciertas simpatías en el bando
conservador por su visión de orden y gobierno. Los conservadores, una vez en el poder, lograron
colocar a José Joaquín Prieto en la presidencia de la república, quien llamó a Diego Portales a
ocupar los cargos de Ministro del Interior, Guerra y Marina y Relaciones Exteriores. Diego
Portales inmediatamente comenzó a organizar el país y a sus habitantes, a quienes llamaba “el
peso de la noche” debido a que consideraba que Chile estaba completamente habitado por gente
floja, ignorante, llena de vicios y que no tenían intención alguna de progresar. Por ello decretó la
prohibición de todas las diversiones populares, así como los presidios ambulantes, persiguiendo a
la delincuencia. A la vez, buscaba aperturas comerciales para las empresas. La idea de orden de
Portales quedó plasmada en la Constitución de 1833, la cual determinó que Chile era un Estado
Autoritario, Fuerte y Centralizado. El orden portaliano ha predominado en Chile a lo largo de
toda nuestra historia, pues la concepción de orden institucional que el país posee fue el ideado por
Portales en 1833.
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Una vez estabilizado el gobierno. Se produjo la muerte de Diego Portales producto de las
venganzas de los grupos de políticos exaltados que se oponían a una acción militar en el Perú, ya
que Portales había enviado una expedición al mando de Manuel Blanco Encalada a destruir la
unión militar denominada Confederación Perú-Boliviana. A juicio de Portales, la existencia de
esta confederación marcaría el fin de Chile, pues ambos países juntos eran más fuertes que Chile
en cuanto a población y proyección económica y por lo tanto debían ser destruidos. Además,
Portales creía que el puerto de Valparaíso debía ser superior al puerto del Callao del Perú y por
ende debía imponerse comercial y militarmente. Pese a ello, la muerte de Diego Portales, lejos de
aumentar los sentimientos pacifistas, causó el efecto contrario e incentivó aún más los ánimos de
guerra. El gobierno de Chile envió así al general Manuel Bulnes a derrotar a las tropas peruano-
bolivianas, lo que se logró en la batalla de Yungay en 1839. Con esta batalla, Chile se aseguró
una superioridad bélica en toda el área del Pacífico Sur y además, sirvió para cohesionar a la
población en una idea de país más unitaria de la ya existía, además de consolidar a los gobiernos
conservadores, cuyo próximo presidente fue Manuel Bulnes, el general vencedor de Yungay.

Los gobiernos conservadores lograron otorgar una estabilidad institucional a Chile, lo que se
hizo a través de la creación de diversas instituciones públicas como los Tribunales de Justicia, la
implementación de un Código Civil, una Ley de Instrucción Primaria y la Ley de Prisiones,
elementos con los cuales se intentó ejercer un orden social como la base fundamental para el
engrandecimiento de los pueblos según la propia visión conservadora. También hubo críticas a
este modelo, ya que era considerado autoritario por lo liberales que veían desde Europa una serie
de aires de cambio debido a la explosión cultural que emergía en dicho continente, lo que
también repercutió en América y Chile, creándose La Sociedad de la Igualdad, cuyos objetivos
eran la libertad y la emancipación de las personas en pos del progreso. Era la época de pleno
apogeo del liberalismo, corriente política que no tardaría en echar aires en Chile, presionando a
los gobiernos conservadores a generar cambios en cuanto a la política interna, la economía y la
distribución de los derechos entre las personas.
A pesar de los diversos problemas internos de Chile, entre los que se cuentan la guerra civil
ocurrida entre Concepción y Santiago en 1851, el liberalismo triunfó en Chile bajo la presidencia
de José Joaquín Pérez. Este gobierno mantuvo intacto el modelo de un orden portaliano, pero fue
liberal en el plano económico, otorgando facilidades a las industrias y empresas sin ponerles
restricción alguna. La visión liberal concebía que la industria era una necesidad fundamental para
lograr la modernización de la sociedad y que ello daría a las personas un trabajo, el bienestar y
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finalmente la felicidad colectiva, elementos que eran indispensables para una economía dinámica
y con libre competencia. Bajo estas ideas se inició un proceso de industrialización primaria en
Chile, principalmente en el norte con el trabajo guanero y salitrero, que trajo consigo la llegada
de los ferrocarriles y los motores a vapor. En el sur, se descubrieron las minas de carbón en Lota
y Coronel, así como también se creó una industria de textiles en Tomé junto a la actividad
ballenera también en la zona del Biobío. Por otro lado, la sociedad chilena comenzaba a disfrutar
de diversos artículos de consumo que se elaboraban en el extranjero, comenzando a generarse
profundos cambios en materia cultural ya que la apertura económica chilena puso a la población
en contacto con los principales centros mundiales como París, Berlín, Nueva York o Londres. Las
elites comenzaron a vestirse a la moda parisina, cambiaron el nombre de algunas comidas con
nombres en francés como el Bisté, el Bufétte o el Canapé. Se comenzó a comer en los Restoráns
y se comenzó a beber el té a las cinco de la tarde. Además de esto, la literatura tomó la moda
francesa de las grandes novelas y epopeyas caballerescas, además de la música y el teatro que se
consolidaban como expresiones artísticas preferidas por la gente.

Sin embargo, mientras se vislumbraba todo este futuro provisorio, comenzaron a verse las
profundas contradicciones entre un sector que accedía a la riqueza y los bienes y otro que vivía
miserablemente, en condiciones precarias y en estados totalmente insanos, llenos de suciedad y
enfermedades. Miles de personas pobres aparecían en las grandes ciudades de Chile con trabajos
de carácter inestable y una miseria que los llevaba a vivir en conventillos, con familias, hijos y
pocos recursos. Se iniciaba la llamada Cuestión Social.
Desde un punto de vista político, los gobiernos liberales mantuvieron un poder absoluto en los
escaños del congreso, mediante los cuales impulsaron algunas reformas como la Ley de
Matrimonio Civil y la Ley de Cementerios Laicos, lo que les valió algunas discusiones con la
iglesia católica que también velaba por sus propios intereses espirituales. La Guerra del Pacífico
trajo consigo una ampliación de las utilidades al incorporar las salitreras de las zonas nortinas de
Tarapacá y Antofagasta y la Guerra Civil de 1891 finalizó con la muerte del presidente
Balmaceda y una prolongación del liberalismo, que luego se conoció con el nombre de
parlamentarismo. Este modelo político concentraba todo el poder en manos del congreso mientras
el presidente de la república sólo tenía un rol decorativo y ninguna potestad en el gobierno. Bajo
la república parlamentaria, la cuestión social hizo erupción a través de las huelgas, las
manifestaciones obreras y los conflictos de intereses que se generaron entre los diversos grupos
políticos. El surgimiento de las ideas de Marx junto con el Anarquismo hicieron eco en los
56
trabajadores, principalmente en los obreros salitreros, que solicitaban una serie de reformas
sociales, como una jornada laboral de 8 horas, las indemnizaciones por accidentes y el término
del sistema de fichas con las cuales se les pagaba su salario. La máxima concentración obrera se
produjo en la escuela Santa María de Iquique en 1907, donde fueron fusilados por las tropas del
ejército, pereciendo un número indeterminado de trabajadores, marcando un hito en las luchas
obreras de Chile.

Sin embargo, las organizaciones obreras habían proliferado por todo el país y en vista de que
no había ninguna voluntad política para sus reivindicaciones, decidieron por sí sólos la creación
de varias mancomunales, fondos mutuos y asociaciones de pensionados, con los cuales paliaron
de alguna forma la precariedad laboral existente en aquella época. Mientras, el gobierno caía cada
vez más en la ilegitimidad, ya que la ciudadanía no estaba conforme con el rumbo que la política
había tomado hasta entonces. Las celebraciones del centenario en 1910 dejaron tras de sí un
profundo sentimiento de desigualdad y desesperanza que comenzó a hacer eco en todos los
sectores sociales. Entre el sentimiento popular, surgió la figura de Arturo Alessandri Palma,
quien se convirtió en el candidato a la presidencia.
Las reformas propuestas por Arturo Alessandri eran bastante radicales, ya que pretendía
establecer el contrato de trabajo, fijar las horas de la jornada laboral, así como la asistencia
médica obligatoria para los obreros que se accidentaran en las jornadas laborales. Bajo estas
promesas, Alessandri ganó la elección de 1919, triunfando sobre su candidato opositor Luis
Barros Borgoño, quien era un miembro de la oligarquía. El triunfo de Alessandri marcó el
término del parlamentarismo en Chile e inició un nuevo proceso de reformas sociales, además de
poner en escena a los nuevos actores políticos, como los movimientos obreros y los profesionales
que se sumaban al gobierno. Sin embargo, este periodo de reformas no pudo concretarse debido a
la crisis del salitre luego de la Primera Guerra Mundial, que bajó los precios de las exportaciones
y las salitreras nortinas, las cuales comenzaron a cerrar sus puertas, dejando a miles de obreros
sin empleo, quienes comenzaron a emigrar a Santiago y exigieron soluciones al poder político,
las cuales no estaba en condiciones de cumplir. Esto fue el caldo de cultivo para los opositores de
Alessandri, que comenzaron a culparlo de los trastornos de las calles y los problemas del
desempleo. Además, el congreso vetó casi todos los proyectos de ley de Alessandri y le impidió
cumplir con las reformas sociales que se habían prometido. El caos en las calles y la precariedad
de las soluciones políticas hizo que en 1924 un golpe de Estado derrocara al gobierno de
Alessandri y se instalara una junta militar en el poder, presidida por Luis Altamirano quien
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decretó la disolución del congreso nacional. Posteriormente en 1925, otro golpe de estado
liderado por el Carlos Ibáñez del Campo se hizo con el poder y solicitó la vuelta de Arturo
Alessandri. Este accedió con la condición de que se dictara una constitución que debería abolir la
de 1833. La constitución de Alessandri se promulgó en 1925 y le quitó el poder al parlamento,
otorgándole mayores potestades a la figura del presidente de república, así como la modificación
del periodo de gobierno presidencial y la creación de los nuevos ministerios, entre ellos el del
trabajo. Pese a los cambios, los problemas en Chile no se eliminaron debido a la crisis mundial
por la caída del salitre y el auge de gobiernos totalitarios en la Unión Soviética, Italia y el
surgimiento del partido nacional socialista en Alemania que ya cobraba adeptos en distintas
partes del mundo. La situación en Chile se volvía cada vez más tensa y precaria.
En 1929 sucedió otro hecho internacional que terminó por sepultar la débil situación del
gobierno. La caída de la bolsa de Nueva York trajo como consecuencia una quiebra de la mayoría
de los mercados internacionales para los empresarios americanos. Los grupos económicos que
exportaban sus materias primas vieron con terror la caída de los precios en el extranjero, por lo
cual debieron disminuir su producción y despedir a gran parte de sus obreros y asalariados. Las
quiebras en el sector industrial se multiplicaron y los productos manufacturados llegaron a Chile
a precios exorbitantes y excluyentes que sólo una minoría podía pagar. Los textiles de Tomé, el
carbón en Lota y el precio de las frutas y verduras de la zona central se dispararon, a la vez que
los agricultores y los industriales se vieron en serios aprietos para cancelar sus deudas en los
bancos y casas comerciales. La crisis desatada generó una serie de movilizaciones sociales y la
década de 1930 fue para Chile un periodo de gran inestabilidad política. Por otro lado, el asenso
de Hitler al poder en 1933 puso de sobre aviso a las democracias occidentales, pues el
nacionalsocialismo se perfilaba como la única alternativa al capitalismo que todo lo devoraba y al
comunismo que todo lo empobrecía. En Chile la situación se tornó cada vez más caótica y se
evidenció en una profunda crisis social y política que terminó socavando a la sociedad con dos
hechos que fueron el golpe final a los problemas: la declaración de la Segunda Guerra Mundial
en el continente europeo y el Terremoto de Chillán en 1939. Estos hechos fueron gravísimos para
la economía del país, ya que el esfuerzo de la guerra necesitó de gran parte de las materias primas
que Chile también requería para iniciar la reconstrucción de las ciudades del sur, principalmente
en Chillán y Concepción. Esto puso en entredicho el modelo económico de exportación de
materias primas, ya que no generaba garantía alguna para un desarrollo a largo plazo y se
comenzaron a estudiar reformas para modificar dicha situación. Frente a ello, el Partido Radical
se alzó como una propuesta necesaria de progreso y desarrollo, ya que se entendió que se requería
58
de un cambio del modelo económico por otro que asegurara la permanencia del mercado interno
a través de un proceso de mayor industrialización de la producción nacional. Fue así como el
gobierno de Pedro Aguirre Cerda impulsó todos estos cambios a través del llamado Modelo de
Sustitución de Importaciones.
Bajo la política del cambio de modelo, se creó en el mismo año de 1939 la Corporación de
Fomento de la Producción (CORFO) entidad con la cual el Estado pasó a tener un rol de
empresario principal en el país. A través de la CORFO, se fundaron una serie de industrias
nacionales como IANSA, CMPC, FENSA, LAN CHILE, CAP, ENAP, CTC y otras tantas que
vinieron a generar un proceso denominado como el desarrollo desde dentro, es decir los
productos básicos manufacturados serán ahora de producción nacional y tendrán como el
principal objetivo, la satisfacción de la demanda del mercado interno. Además de ello, se
impulsaron una serie de reformas destinadas a programas sociales, así como en el ámbito de la
educación, creándose nuevas universidades y escuelas, para así absorber la mano de obra que se
destinaría al control de las maquinarias, las operaciones y el manejo de la industria.

Pese a que el cambio de modelo generó altas expectativas en el país, la situación en el


escenario mundial cambió drásticamente. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945, los
bloques de poder se balancearon entre las potencias vencedoras, Estados Unidos y la Unión
Soviética, iniciándose todo un periodo de tensiones y disputas bélicas, ideológicas y políticas
conocido como La Guerra Fría, en el cual el mundo se dividió entre el Comunismo y el
Capitalismo. América Latina no permaneció ajena a la situación internacional y Cuba logró
imponer la doctrina revolucionaria marxista al derrocar el gobierno de Fulgencio Batista en 1959,
poniendo término a un orden económico y político que por más de 50 años había mantenido a la
isla como una simple sucursal norteamericana. El ejemplo cubano, sumado a los procesos de
descolonización e independencia en el África subsahariana y al triunfo de los partidos comunistas
en el sudeste asiático y el lejano oriente, motivó a una gran parte de la población a adherirse a las
ideas del comunismo como modelo de lucha por los derechos de los trabajadores y la dictadura
del proletariado, la cual debería ser capaz de acabar con las burguesías imperantes, que sólo
pretenden los recursos económicos para sí mismas. Fue así como en países como El Salvador,
Honduras, Guatemala, Nicaragua y en Colombia se fueron sucediendo una serie de revoluciones
comunistas y guerras civiles que se unieron a las reivindicaciones de los indigenistas e incluso a
ideas religiosas.

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En Chile, los grupos de izquierda fueron proliferando durante gran parte de la década de los
años 60 y propusieron una serie de cambios radicales que causaron gran alarma en los sectores
más conservadores. La creación del MIR en Concepción y la cubanización del PC y del PS
crisparon aún más las relaciones políticas y durante el gobierno de Frei Montalba los ánimos
llevaron incluso a la violencia armada. En este contexto se inició la campaña presidencial con
miras a las elecciones de 1970, en la cual se esperaba que las fuerzas políticas se enfrentaran en
las urnas, lo que era de plano, el enfrentamiento directo de las ideas que conducirían al país por
los próximos 6 años. Existían entonces una clara división ente los grupos de izquierda y las
organizaciones políticas de la extrema derecha.

Sin embargo, y para sorpresa de los partidos de derecha, las tendencias políticas en el año
1970 se dividieron en tres fuerzas, cada una con un amplio apoyo popular. Por un lado, se
encontraba Jorge Alessandri, quién buscaba una segunda presidencia y que representaba a los
sectores más conservadores y acomodados y que buscaba profundizar las relaciones comerciales
con los países democráticos y en especial con los Estados Unidos, declarando de paso un
marcado anticomunismo, el cual era compartido por amplios sectores del país. Por otro lado, se
levantó la candidatura de Radomiro Tomic, miembro de la Democracia Cristiana que agrupaba a
los grupos más progresistas, constituidos principalmente por los profesionales, latifundistas
menores, pequeños empresarios y miembros de la clase media. La candidatura de Tomic fue un
fuerte golpe para la derecha, debido a que pensaron que la Democracia Cristiana optaría por una
alianza política en vista de su marcado discurso en contra del comunismo. Sin embargo, la DC
optó por una candidatura propia y no por unirse a los grupos de derecha. Por último, el doctor
Salvador Allende, socialista y por cuarta vez candidato a la presidencia. Allende logró contar con
el apoyo de los diversos partidos de una izquierda que se agrupaba bajo la Unidad Popular y
constituían un conglomerado que había quedado fuera de las reivindicaciones sociales de las
políticas económicas de los años 60. Muchos de ellos eran llanamente revolucionarios por lo que
el clima de tensión política aumentó, sobre todo luego del triunfo de Allende ya que ello alertó a
diversos organismos institucionales y comunicacionales a temer por su continuidad, como el
diario El Mercurio o el propio Ejército, quienes vieron con gran temor la irrupción del
comunismo en el país, facilitando la intromisión de la CÍA, debido a que en el gobierno de los
EEUU tampoco se vio con buenos ojos el triunfo del marxismo a través de elecciones de carácter
democrática, por lo que comenzaron a realizar intervenciones en Chile a través de los diversos
órganos de inteligencia e información, iniciando un boicot anticipado contra Salvador Allende.
60
Pese a ello, Allende logró triunfar con sólo el 36 % de los votos y un 64% en contra, fue
ratificado por los miembros del congreso como la primera mayoría, previa resolución del tribunal
constitucional. Es por ello que el gobierno de Allende se desarrolló con un amplio rechazo de
parte de una gran parte del parlamento que no era parte de la coalición que integraba a la Unidad
Popular. Ese fue el motivo por el cual no se le diera curso a todos los proyectos de ley que
Allende intentó impulsar. Sin embargo, la situación cambió con las elecciones de marzo de 1973,
ya que la Unidad Popular aumentó sus escaños, con lo que la intención de destituir
constitucionalmente a Allende, así como de terminar su gobierno por la vía democrática quedó
sin efecto alguno. A partir de entonces, las nuevas estrategias de los opositores de Allende será el
Golpe de Estado, para lo cual se buscó generar un clima de ingobernabilidad a través de las
protestas constantes, asonadas callejeras e incluso a través de atentados. La reforma agraria que
se llevó a cabo en los campos intensificó la violencia política a través de las organizaciones
paramilitares que impedían el traspaso de los predios a los campesinos y los trabajadores rurales.
Este clima llegó a su punto máximo cuando en junio de 1973, el coronel Roberto Souper sacó
varios tanques y vehículos blindados así como tropas de infantería a la calle, con la intención de
provocar una irrupción armada de parte del ejército. El coronel abrió fuego contra el Palacio de la
Moneda, siendo repelido por los carabineros de la guardia presidencial. La maniobra finalizó con
la interrupción de tropas leales. Sin embargo, ello fue un ensayo del golpe de septiembre, pues
permitió a los militares medir el apoyo callejero con que contaba Allende, así como analizar el
grado de poder militar que podrían tener los guerrilleros que supuestamente se formaban en
Chile.
Bajo estas circunstancias, la mañana del 11 de septiembre de 1973, un golpe militar al mando
del general Augusto Pinochet derrocó al gobierno de Allende, bombardeando el Palacio de la
Moneda y dando inicio a un gobierno militar que se extendería por 17 años. Durante este periodo
se iniciaron una serie de transformaciones estructurales en el sistema económico chileno, desde
un nuevo modelo neoliberal que se implementó con las políticas de los Chicago Boys hasta el
término de las garantías laborales que largas luchas habían costado a los sectores obreros. Bajo el
nuevo gobierno militar se terminó con los sindicatos así como también con el quiebre de las
fortalezas sindicales, precarizando el trabajo para así lograr una mayor flexibilización de la
economía interna, la cual también sufrió fuertes cambios ya que se comenzaron a vender las
empresas del Estado al mismo tiempo que se le otorgaron grandes créditos a los sectores
exportadores, abriendo la economía nacional a los mercados internacionales, los cuáles
61
aprovecharon las ventajas comparativas que ofrecía la dura política represiva del gobierno. Desde
un periodo comprendido entre los años 1973 y 1977, se agudizaron las violaciones a los derechos
humanos a través de los organismos de inteligencia como la DINA, creando una situación de
miedo emergente en la población, elementos necesarios para la implementación de la llamada
“Terapia de Shock” como se le llamó a las condiciones para la inserción de los nuevos planes
económicos. Sin embargo, esto duraría sólo algunos años más, pues las presiones internacionales
al gobierno de Chile fueron haciendo cada vez más difícil las relaciones entre la junta de
gobierno. Pese a ello, el modelo neoliberal se consagró fuertemente a través de la Constitución de
1980, aprobada en un plebiscito que hasta el día de hoy genera un cierto escepticismo entre los
opositores al gobierno de Augusto Pinochet debido a que se acusa de haber sido falseados los
votos. Aún, así la constitución fue aprobada estableciéndose entre otras cosas, una serie de líneas
respecto al rol de las fuerzas armadas, del presidente de la república y de los organismos del
Estado, así como también se otorgaron a la ciudadanía una serie de garantías de orden
constitucional establecidos en el artículo 19° que establece entre otras cosas un listado de
libertades individuales. La constitución de 1980 ha experimentado hasta hoy una serie de
modificaciones, aun cuando hay sectores que piden su completa derogación.
A partir de la constitución de 1980 se sucedieron una serie de acontecimientos que hizo que el
gobierno militar tuviese cada vez más problemas frente a una ciudadanía que luego de varios
años de silencio comenzó a manifestarse y a cuestionar el régimen imperante. La crisis
económica de 1982 repercutió de una manera feroz en la economía, sobre todo en los sectores
constituidos por los grupos de personas más pobres, quienes vieron perderse sus ahorros y sueños
en las largas colas del empleo mínimo, medidas que buscaron mitigar en algo el problema social
que ocasionaba la cesantía que llegó incluso a un 23%. Por otro lado, el gobierno intentó generar
ciertas reformas económicas, que aunque lograron algunos cambios en cuanto a las ofertas
laborales, no pudieron remediar la animadversión que los chilenos mostraron al gobierno. Las
jornadas de protestas que se iniciaron durante la década de los 80, sirvieron para re estructurar a
las organizaciones políticas que se aliaron a través de la Concertación de Partidos por la
Democracia, la cual comenzó a preparar la caída de Pinochet a través de la utilización de la
misma constitución de 1980 que había fijado un plebiscito para 1988. La organización y el nivel
de propaganda que la concertación logró concretar hicieron que triunfara la opción NO, con un
escaso margen en relación a la opción SI. Esto logró que Augusto Pinochet dejara el cargo en
1990 y traspasara el poder al presidente electo Patricio Aylwin, retornando el país a una
democracia que se comenzó a reconstruir no sin pocas dificultades. Posterior a la salida de
62
Pinochet, el periodo conocido como la transición a la democracia es el que transcurre entre los
años 1990 y 1996, ya que el país debe ajustarse de nuevo a los principios y los valores de la
democracia. El gobierno de Aylwin (1990-1994) debió esclarecer las principales informaciones
sobre las violaciones a los derechos humanos a través de la comisión Verdad y Reconciliación y
el informe Rettig, en el cual se aclararon varios de los casos de tortura, secuestro y desaparición
de personas. Por otro lado, la ciudadanía debió hacer frente a las odiosidades que generaba la
presencia de los ex comandantes en jefe como miembros permanentes del senado, según un
artículo constitucional que así los designaba. Por otro lado, a principios de los años 90 se vivió el
retorno a las actividades culturales y políticas y a también a la vuelta de los miles de exiliados
que habían vivido en el extranjero en los años duros del gobierno militar.
Luego de la presidencia de Aylwin, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz Tagle, el país
comenzó a incorporarse a las estructuras de la globalización económica a través de la firma de
numerosos tratados comerciales con distintos países del mundo, en especial los que conformaban
el bloque Asia-Pacífico, así como también se puso en ejecución toda una serie de privatizaciones
de las empresas del Estado, las cuales fueron siendo completamente desmanteladas y vendidas a
los grandes conglomerados extranjeros. Por otro lado, la baja de los aranceles en los productos
que ingresaban a Chile terminó por sacar del mercado a la industria nacional, que ya no pudo
competir con las manufacturas extranjeras, quebrando varias empresas nacionales como fueron
IRT o FENSA. Pese a ello, la extensión del crédito se fue haciendo cada vez más inclusiva a la
sociedad y las AFP especulaban con las buenas rentabilidades que deberían dejar en un tiempo
futuro. Entrando al año 2000, las entradas de dinero al país se triplicaron y los valores crediticios
siguieron aumentado, mientras el aparato del Estado también crecía cada vez más. El gobierno de
Ricardo Lagos culminó con el proceso de privatizaciones iniciadas en el gobierno anterior,
además de concesionar una gran parte de los servicios públicos, como el agua, la electricidad, la
telefonía, autopistas y los puertos. Además, en materia internacional se debieron afrontar varios
conflictos con los países vecinos, como la revisión de los tratados de límites con Argentina por la
posesión de los campos de hielo sur, y los reclamos que Perú interpuso por los diferendos
limítrofes de las líneas costeras, además de la demanda marítima que Bolivia amenazo con
interponer en contra de Chile.

A partir del gobierno de Michelle Bachellet, Chile se ha sumado cada vez más a la idea de la
aldea global, erigiéndose como una de las economías más estables de América, junto con una
serie de ventajas económicas para los sectores exportadores. Sin embargo, muchas de las
63
reivindicaciones sociales saltaron a la vista como la lucha estudiantil por educación pública y el
problema de los deudores habitacionales, traspasando aquellas deudas al gobierno de Sebastián
Piñera, quien llegó al poder en medio de los efectos del terremoto de febrero de 2010, iniciando
campañas de reconstrucción al asumir la presidencia.

TRABAJO PRÁCTICO INDIVIDUAL N°1

Realiza un esquema comparativo en el cual se muestre un proceso histórico desarrollado en Chile y a continuación el
contexto latinoamericano en el cuál dicho proceso de desenvolvía. Debes basarte en las siguientes categorías:

Conquista-Colonia-Ilustración-Independencia-Modernización-Creación del Mir- Golpe de Estado de 1973. (5 puntos


c/u)

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Proceso Histórico en Chile Contexto Latinoamericano
Conquista de Chile Se inicia con la llegada de Cristóbal Colón en 1492 y la
ocupación de los territorios de México, Panamá, Venezuela
y Perú.
Colonia Monopolio Comercial, Chile es una capitanía general y
depende de los mercados internacionales, especialmente el
virreinato del Perú.
Ilustración Re surgimiento de la racionalidad europea, en América
Latina coincidió con el periodo de las reformas borbónicas.

Independencia Proceso generado en la mayoría de las provincias debido a la


influencia de la ilustración, la revolución francesa y la
independencia de los Estados Unidos.
Modernización Corresponde a la industrialización y al liberalismo europeo
que buscaba el progreso, el orden y llegada de nuevos
mercados para el comercio.
Creación del Mir Se generó en el contexto de la incorporación de
Latinoamérica en plena guerra fría y el surgimiento de
grupos revolucionarios de izquierda.
Golpe de Estado de 1973 Influencia de la CIA y la política norteamericana en
América latina, con miras a disminuir la influencia del
comunismo en Latinoamérica.

1.2. Los Autores, los Artistas, sus obras y su Tiempo.


Desde un punto de vista histórico, los escritores y las obras de arte han sido siempre una
expresión de la cultura propia de cada periodo y a su vez, cada periodo está conformado por un
presente intelectual, una tradición de diversos saberes y una concepción estética que ha sido en
muchas ocasiones fijada por las propias escuelas artísticas. Como bien comentamos al inicio de
este curso, los primeros humanos que dibujaron su vida diaria sobre las paredes de roca, si bien
tenían una intencionalidad que afloraba intrínsecamente desde lo que se entiende hoy por espíritu
o por alma, es también claro que se dibujaron sin ningún saber o tradición artística previa y sería

65
el peso de la acumulación de los conocimientos lo que dará posteriormente un mayor sentido a
las creaciones. Así, en una época propia de chamanismo religioso, el artista también fue
concebido con alguna inspiración de origen divino, ya que se le atribuía una especie de don, un
presente otorgado por los dioses con alguna finalidad que el propio artista debía descubrir. Estas
percepciones también varían con el tiempo pues en la época de los griegos, el arte era una
expresión de sabiduría propia de los hombres de aquella época y al igual que la cosmovisión
griega de la vida, esta se logró traspasar al arte griego. En el plano de la literatura, las fábulas
griegas, las tragedias y las comedias daban cuenta de los diversos aspectos de la vida diaria, de
los miedos, los placeres, las alegrías y los quebrantos propios de la cultura griega, que buscaba
percibir las mismas emociones a través de la presencia de las obras que se exhibían en los teatros.
Estos aspectos artísticos fueron también elaborados por los romanos, quienes veían en el arte y en
los artistas un elemento propio de la civilización, lo que obviamente no poseían los pueblos
considerados bárbaros, pues se creía que no llegaban a percibir tales niveles de belleza en el
universo. En la Edad Media, el arte y los artistas se consagraron a Dios y a los santos,
principalmente a través de la lectura de los salmos y las construcciones que buscaron emular la
perfección, como en el caso de las artes góticas y sus majestuosas catedrales, las cuales se
construyeron en gran parte de la Europa central. Por otro lado, el arte medieval, si bien buscaba
alabar a Dios, también pretendía dejar ciertas enseñanzas morales a los hombres, debido a que
ellos estaban constantemente sujetos a las tentaciones del demonio para caer en el pecado.
Con la aparición del humanismo, el arte también se comenzó a secularizar, por lo que las obras
comenzaron a exponer al propio hombre como ente creador que también puede llegar a encontrar
la perfección terrenal. El arte humanista, conocido como el renacimiento, llevó aquel nombre
porque buscó elevar nuevamente el arte clásico de los pueblos grecoromanos a través de las
esculturas, las pinturas y las obras de teatro, así como también en la poesía y la literatura. La
divina comedia es una expresión de cabalismo, numerología y racionalidad combinada con
elementos cristianos, al igual que el Decamerón u otras obras renacentistas. Surgirán en el
renacimiento, nuevas fábulas, a imitación de las antiguas griegas. Sin duda que las fábulas
renacentistas se nutrieron de valores morales humanistas, relacionados con la amistad, los valores
de la familia, la lealtad y otros. El arte del renacimiento fue el punto de partida para una mayor
precisión, la objetividad y otros elementos que se harían parte de las ciencias humanas, de ahí su
gran importancia. La modernidad, la racionalización y la ilustración fueron un segundo tiempo de
aquel renacimiento. Al igual que en los periodos de los griegos, las obras artísticas fueron una

66
expresión de ideas racionales que se lograron plasmar en las diversas creaciones hechas por
literatos, pintores y escultores.

Luego de la época de la modernidad y durante la Revolución Industrial el argumento que se


transformó en central para muchos artistas fueron las profundas contradicciones que se
generaron entre la riqueza de los industriales y las condiciones de miseria de la población, las
cuales ya habían comenzado a ser denunciadas en diversos cuadros y pinturas que comenzaron a
quedar plasmados en distintas obras que se han inmortalizado, tales como los Comedores de
Patatas de Van Gogh, Oliver Twist o en películas de Chaplin como Tiempos Modernos o El Pibe.
Bajo esa misma lógica el arte del siglo XX se vuelve diverso y a la par del posmodernismo
buscando romper esquemas deterministas y excesiva racionalización que no logró los objetivos
planteados desde un principio de la modernidad. Actualmente, el arte se ha vuelto cada vez más
visual, propio de la globalización y el aumento de tecnología digital. Se advierte eso sí, que se
continúan haciendo las mismas expresiones críticas a una sociedad en que se ha profundizado la
injusticia debido al capitalismo sin regulación.

1.3. Obras Literarias y Artísticas; Su Impacto, Su Difusión.


Durante el siglo XVI, en Chile se desarrollaron los poemas épicos, como La Araucana de
Alonso de Ercilla y Arauco Domado de Pedro de Oña. Además de ello, existieron las obras de los
cronistas que dejaron testimonios del proceso de la conquista de Chile y de la llegada de los
castellanos al territorio nacional. Como ya sabemos, en la época colonial no hubo una mayor
proliferación artística de la literatura y fue en el siglo XIX donde surgieron las generaciones
completas de escritores que son hasta el día de hoy grandes referentes de la literatura americana.
En primero lugar tenemos la literatura denominada Romanticista, que ha buscado cautivar a
través de las emociones a los lectores, utilizando paisajes idílicos o sentimientos heroicos o en
defensa de ideales. En Chile el romanticismo tomó un camino Costumbrista en la generación de
1837, en las obras de Vicente Pérez Rosales (Recuerdos del Pasado) y también los artículos de
José Joaquín Vallejos (Jotabeche) o en los poemas de Mercedes Marín Del Solar. Ya en la
generación de 1848, surgió un nuevo tipo de autores románticos, bajo una etapa denominada de
Romanticismo Social, el cual se caracterizó por la utilización del pasado para generar lecciones
en el presente. Entre ellos, tenemos a José Victorino Lastarria (Historia del Descubrimiento y
Conquista de Chile, El Manuscrito del Diablo) Eusebio Lillo,(canción nacional) Guillermo Matta
y Guillermo Blest Gana (El número 13). Posteriormente, tenemos un estilo de Romanticismo
67
Realista, cuyo máximo representante es Alberto Blest Gana y su obra Martín Rivas, cuyo relato
es extremadamente realista y con un trasfondo romántico envuelto en una problemática social
típica del Chile del periodo de los gobiernos liberales. Martín Rivas ha sido llevado a la pantalla
chica en innumerables ocasiones y se ha convertido en una de las obras cumbres de la literatura
Chilena. Otros autores realistas son Daniel Barros Grez, Zorobabel Rodríguez o Eduardo de la
Barra. Las obras literarias de la corriente realista en Chile se iniciaron durante los primeros años
de la década de 1860 y se transformaron en un exponente del Chile fue cambiando luego de la
independencia y que iba dejando en el pasado sus viejas costumbres coloniales. La novela “Los
Transplantados” de Alberto Blest Gana muestra escenas típicas de un pasado colonial que era
preciso dejar atrás en pos de la modernización.
Existió también otra corriente realista, denominada naturalista cuyo máximo exponente fue
Luis Orrego Luco, quien escribió “La Casa Grande” y también “Recuerdos del Tiempo Viejo”
donde se relataban escenas de la vida cotidiana con un toque de humor y sarcasmo. Otros autores
son Baldomero Lillo, quien en sus cuentos “Sub Terra” narra las condiciones de vida de los
obreros de Lota y en “Sub Sole” las distintas peripecias de la vida en los campos o en los pueblos
pequeños. Otro autores fueron Mariano Latorre, quién a través de sus obras “Cuentos del Maule”,
“De Zorros y Hombres” y “Chile, País de Rincones,” inauguró un realismo de tipo más criollo,
menos universal y más localista. Ya al finalizar el siglo XIX, el realismo dio paso a un tipo de
novela distinta, las de bandidos y salteadores, principalmente ambientadas en la época de la
independencia o la guerra a muerte. Famosos son las obras de Salvador Sanfuentes como “El
Bandido del Sur” o las famosas “Astucias de Pancho Falcato” que se publicaron en el periódico
El Ferrocarril al término del siglo.

Llegado el siglo XX irrumpió con fuerza la lírica y la poesía asociada al vanguardismo, con
exponentes como Pedro Prado, escritor de “El Llamado del Mundo” y “Los Pájaros Errantes.”
Otro exponente nacional es Gabriela Mistral, cuyos libros “Desolación” y “Tala” le valieron
importantes nominaciones y premios, siendo el más importante el nobel de literatura obtenido en
1945. Junto con Mistral, surgió también un estilo denominado como el creacionismo, de la mano
de poetas como Vicente Huidobro, Ángel Cruchaga y Pablo de Rokha, quienes serían la antesala
de las creaciones de Pablo Neruda, cuyas obras “20 Poemas de Amor y una Canción
Desesperada” o “Canto General” le valieron el premio nobel de Literatura en 1972. La poesía
chilena siguió desarrollándose durante la década de 1930, surgiendo también la literatura infantil,
con obras de una gran profundidad como “Cuentos para Marisol” de Marta Brunet y “Papelucho”
68
de Marcela Paz, seguido de “Cuentos de mi Tío Ventura” de Ernesto Montenegro. En paralelo,
también surgió la novela social que recreaba las condiciones de vida existentes en los sectores
populares en autores como Manuel Rojas (Hijo de Ladrón) Oscar Castro (Llampo de Sangre)
José Santos González Vera (Alhué) Carlos Droguett (Eloy) Alberto Romero (La viuda del
conventillo)
Otros autores igualmente importantes dentro del género narrativo han sido Francisco Coloane
(El Último Grumete de la Baquedano) Luis Durand (Frontera) Especial atención merecen algunas
obras que han sido consideradas como grandes fenómenos editoriales, es decir que han vendido
miles de ejemplares. Curiosamente, uno de los grandes records de ventas en Chile es la Historia
de Chile escrita por Francisco Antonio Encina y resumida por Leopoldo Castedo. También
mencionamos Martín Rivas y Adiós al Séptimo de Línea, de Jorge Inostroza. La creación de la
Editorial Nascimento y posteriormente Quimantú y Zig-Zag contribuyeron a la generación de
estos fenómenos editoriales, los cuales fueron siendo sustituidos por los best-sellers
norteamericanos y europeos. Hoy en día el tiraje editorial es bastante mínimo debido al internet y
a la proliferación del papel digital y también se debe al alto costo de los libros en Chile.

En la segunda mitad del siglo XIX apareció la llamada Generación del 50, un grupo de
escritores que rompió con los conceptos tradicionalistas y costumbristas de sus antecesores y
escribieron una serie de libros y cuentos basados en situaciones urbanas propias de su época.
Entre ellos se cuentan Enrique Lafourcade (Palomita Blanca) Claudio Giaconi (La Difícil
Juventud) José Donoso (Coronación) Francisco Coloane (El Último Grumete de la Baquedano)
María Luis Bombal (La Última Niebla) Carlos Droguett (Eloy) Esta generación causó varias
polémicas debido a los contenidos de sus obras, principalmente el destape de escándalos
encubiertos de grandes familias, lo que muestra que reflejaron los periodos de decadencia moral
de las familias chilenas en la segunda mitad del siglo XX.
Con posterioridad a la generación de los años 50, surgieron autores con gustos literarios
repartidos entre franceses y norteamericanos. Esta generación del 60, se inició con Juan Agustín
Palazuelos (Según el Orden del Tiempo) al tiempo que en México se publicó “Cuentos Pánicos”,
de Alejandro Jodorowski. Otros escritores de esta generación fueron Antonio Avaría, Carlos
Morand y Cristián Huneeus (Cuentos de Cámara) Carlos Ruiz Tagle ( El Joven Laurel.)
Pertenecen también a esta generación, Isabel Allende (La Casa de los Espíritus) y Antonio
Skármeta, autor de la premiada obra “Ardiente Paciencia.”

69
Luego de la dictadura militar, surgió una nueva corriente de escritores, entre los cuáles se
cuentan Jaime Collyer con su libro “Todo el Poder para Nosotros,” “Los Años Perdidos” y “El
Infiltrado.” De este mismo movimiento literario aparece Adolfo Couve, quien publicó “Los
Desórdenes de Junio.” El exilio y la tortura fue uno de los grandes temas tratados por la literatura
chilena de los años 80 como “Morir en Berlín” de Carlos Cerda o el “Círculo Vicioso” del autor
Germán Martín. Estos escritores fueron en su época, denominados como los novísimos, para
separarlos de la generación anterior. Podemos también nombrar a otros autores como son
Gonzalo Contreras, Diamela Eltit y Marco Antonio de la Parra, Arturo Fontaine, Carlos Franz,
entre otros que han continuado con la senda de las letras en Chile.

Ya en un periodo más contemporáneo encontramos a los llamados “Nuevos Novísimos” como


Alberto Fuguet y su novela “Mala Onda” y a Roberto Bolaño, cuyas obras han sido más
reconocidas en otros países y no en Chile propiamente tal. La literatura actual se ha visto
disminuida principalmente por el impacto causado por la pirotecnia de tipo digital y es bastante
difícil que logre el sitial que tuvo durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo,
actualmente se siguen escribiendo todo tipo de novelas y ensayos, principalmente las de corte
histórico, como la última novela de Isabel Allende, “Inés del Alma Mía” que en sus primeras
semanas registro un elevado volumen de ventas en las tiendas del retail. Por último, debemos
mencionar que resulta extremadamente difícil hacer un catastro de cada obra que se han escrito
en la literatura, pero al menos hemos intentando enunciar las más relevantes. Falta eso sí, a modo
general en la historia del arte chileno, un catastro completo de las obras literarias, ya que hasta
ahora, la crítica académica sólo se ha centrado en los periodos que corresponden a cada una de
ellas, haciendo un mayor énfasis en algunos por sobre otros. Además, la difusión que se ha dado
a la literatura también ha tendido a irse difuminando debido a las presiones que ejerce el mercado
y el consumo. La desaparición del programa “El Show de los Libros” de Antonio Skármeta
significó un duro golpe para la difusión de las letras chilenas, manteniéndose con vida sólo la
Revista de Libros del Diario El Mercurio. Aún así, las plumas seguirán desarrollándose pero ya
sin audiencia.
En cuanto a la literatura latinoamericana, sus orígenes pueden encontrarse en las obras que
dejaron escritas las antiguas culturas prehispánicas, como el Popol Vuh de los Mayas. Luego de
la llegada de los castellanos, las primeras letras escritas en América se realizaron por los mismos
españoles que llegaron al continente, como en el caso de Alonso de Ercilla, quien escribió el

70
clásico “La Araucana,” las primeras crónicas del Inca Garcilaso de la Vega y Sor Juana Inés de la
Cruz, quién también entraría en los cronistas de la conquista.

Si bien el periodo colonial no fue tan fructífero para las letras hispanoamericanas, si lo fue el
proceso de la independencia, ya que los ideales de libertad se plasmaron en una serie de cuentos y
novelas que tenían como principal temática la redención y la independencia. Una de estas obras,
es el poema argentino Martín Fierro, arquetipo del americano libre que busca en sus raíces
indígenas la plenitud que no encuentra en la civilización generada por los europeos. Se debe tener
en cuenta que estos sentimientos son propios de un periodo de conformación nacional de los
estados americanos. Entre medio de estas temáticas surgió con gran fuerza el Modernismo, de la
mano de autores como Rubén Darío, Carlos Pezoa Veliz, Ricardo Gil o Amado Nervo. Este estilo
se caracterizó principalmente en la poesía a través de un leve refinamiento del lenguaje, así como
a través de una estética y una métrica más ordenada, es decir es una prosa y rima elegante, hecho
por las elites. Este movimiento surgió principalmente en la segunda mitad del siglo XIX. Otra
expresión latinoamericana fue el Vanguardismo, que surgió en la primera mitad del siglo XX y
cuyos autores usaban una manera libre de escribir y no a través de pautas métricas establecidas de
antemano. Los principales exponentes a nivel hispanoamericano fueron Vicente Huidobro, Pablo
Neruda, César Vallejo, Federico García Lorca o Carlos Oquendo de Amat. Durante el siglo XIX,
surgió el Indigenismo, que buscó alcanzar la comprensión y la valoración de las sociedades
precolombinas o bien mirar hacia el mundo occidental con prismas indígenas y no con los
europeos. Ejemplos son Clorinda Matto de Turner, Miguel Ángel Asturias, Diego Rivera o José
María Arguedes. Se debe dejar en claro, que el movimiento literario indigenista se generó
principalmente en los países con una gran concentración de población indígena.
Otra corriente bastante leída y apreciada por los lectores latinoamericanos es el llamado
Realismo Mágico, surgido a principios del siglo XX y cultivada inicialmente de la mano de
autores como Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez o Miguel Ángel Asturias. En Chile sus
principales exponentes son Laura Esquivel e Isabel Allende. Se caracteriza por todo tipo de
relatos fantásticos, pero que han sido percibidos como normales por todos sus protagonistas,
existiendo una clara presencia de los sentimientos y los aspectos sensoriales en la narración.
Existe siempre una conciencia, una inconsciencia y una subconsciencia en los personajes. Por
otro lado, se extiende el tipo de literatura fantástica, con autores como Amparo Dávila, Adolfo
Bioy Casares o Enrique Barrios, que narran hechos sobrenaturales fuera de la realidad de los
propios autores. También podemos mencionar la Poesía Social, la cual tiene dos máximas
71
fundamentales: El compromiso del autor con la realidad que lo rodea y la capacidad de las
personas para transformar el mundo en el que habitan. Esta expresión ha surgido principalmente a
través de la irrupción del comunismo y el auge de los gobiernos totalitarios en Europa. Sus
principales exponentes son César Vallejo, Mario Benedetti, Roque Dalton y Eduardo Galeano y
han tenido un mayor foco de creación y un eco de expresión durante el transcurso de los periodos
de las dictaduras latinoamericanas.

Paralelamente a la difusión de las distintas corrientes, existió también un fenómeno que ha


sido denominado como el Boom Latinoamericano y que corresponde al auge que han tenido las
letras latinoamericanas durante las décadas de 1960 y 1970, la mayoría de tintes de estilos
modernistas o bien entrecruzando las distintas realidades urbanas y rurales del campo y de la
ciudad latinoamericana. En Argentina, los principales exponentes del Boom fueron Julio Cortázar
(Modelo para Armar) Jorge Luis Borges (El Aleph) y Ernesto Sábato. (El Túnel) En Chile, José
Donoso. (Coronación) En Colombia, Gabriel García Márquez, (El Coronel No Tiene Quien le
Escriba) en Perú, Mario Vargas Llosa, (La Ciudad y los Perros) en México Juan Rulfo. (Pedro
Páramo) Este fenómeno literario ha trascendido a varias de las generaciones de latinoamericanos
que se han identificado con las distintas secuencias y personajes presentes en cada una de las
obras, debido a su carácter universal y cosmopolita.
En lo que respecta a las artes visuales en Chile, en el siglo XIX se produjo una gran apertura
de las expresiones artísticas y en especial de la pintura y de un estilo iniciado en Alemania
denominado Modernismo, el cual buscó la expresión de movilidad, la sensación de vitalidad,
utilizándose las líneas curvas especialmente los vegetales. Exponentes del modernismo en Chile
fueron Juan Francisco González (Carretelas de la Vega) y Alberto Valenzuela Llanos
(Arbrisseaux en fleurs). Otra de las vertientes fue el Expresionismo, el cual busca la expresión
apasionada de los sentimientos, con imágenes deformadas, casi caricaturescas. En este estilo ha
logrado predominar el sentimiento subjetivo por encima de las observaciones objetivas.
Representantes nacionales son Ximena Cristi y Totila Albert. Otra corriente del siglo XIX fue el
Romanticismo en la cual se muestra el sentimiento y la emoción que generan los paisajes y los
estilos de vida del campo. Figuras principales de este estilo en Chile son Antonio Smith, Onofre
Jarpa y José Manuel Ramírez.
También tenemos el Arte Abstracto que suele pintar figuras irreales y sin ningún tipo de
relación entre sí, dejando al espectador una plena libertad de interpretación. En Chile, sus
principales exponentes son Ana Cortés, Inés Puyó, Luis Vargas Rosas y Enrique Zañartu.
72
También se conoce el Realismo, que busca reflejar las condiciones del tiempo y ambientales,
busca mostrar la naturaleza tal cual es. Autores exponentes son Pedro Lira, Alfredo Valenzuela
Puelma y Pedro Subercaseaux. El impresionismo, busca espacios en los lugares cerrados,
principalmente en los cabarés, cafés y lugares de vicio y ocio. En términos visuales, no utiliza
mayormente las definiciones minuciosas, sino que las sugiere a través de los colores primarios.
Posteriormente surge el Neo impresionismo, considerado el retorno a la sistematización
impresionista. Es una posición extrema del impresionismo que aplica más rigurosamente que este
las teorías sobre el color. Por último, tenemos el Post impresionismo, el cual es una extensión
del impresionismo anterior y un rechazo a todas sus limitaciones. Los postimpresionistas
continuaron utilizando los colores vivos y una aplicación compacta de la pintura, pinceladas
distinguibles y trataron de pintar temas de la vida real, pero intentaron llevar más emoción y
expresión a su pintura. Las corrientes postimpresionistas en Chile se desarrollaron principalmente
entre los años 20 y 30.

TRABAJO PRÁCTICO INDIVIDUAL N°2


Diseña un cuadro esquemático con los principales estilos artísticos, tanto en Chile como en Latinoamérica dividiendo
la literatura de la pintura y sus principales exponente. Puedes basarte en los contenidos vistos en clases o bien
obtener información desde internet. La confección del cuadro será de libre elección, pero debe contener la
información requerida.
Pauta de Confección
Categorías Puntos
El cuadro tiene todos los elementos solicitados 5
73
Dividió adecuadamente las categorías 5
Utilizó la información vista en clases 5
Menciona al menos 5 exponentes de cada estilo 5
El trabajo fue entregado en la fecha requerida 5
Existió orden en la confección del cuadro 5

1.4. Los Premios en la Literatura y en las Artes, Nacional, Regional y Mundial


Los premios o las gratificaciones que se entregan a los artistas, son un reconocimiento a las
labores realizadas, a la innovación o al mejoramiento de un determinado estilo o bien un aporte a
la disciplina. En Chile existen varios tipos de premios dedicados a las artes, los cuales van desde
los más humildes que son aquellos entregados por concursos pequeños o reconocimiento de
algunas pequeñas municipalidades, como también hay premios de una mayor trascendencia como
lo es el Premio Nacional, el cual se comenzó a otorgar en 1942 y que premia tanto la literatura
como las artes en general.
74
Figura 1: Premios Nacionales de Literatura en Chile
Año Autor Año Autor
1942 Augusto D´Halmar 1981 No se concedió
1943 Joaquín Edwards Bello 1982 Marcela Paz
1944 Mariano Latorre 1983 No se concedió
1945 Pablo Neruda 1984 Braulio Arenas
1946 Eduardo Barros 1985 No se concedió
1947 Samuel Lillo 1986 Enrique Campos Menéndez
1948 Ángel Cruchaga Santa María 1987 No se concedió
1949 Pedro Prado 1988 Eduardo Anguita
1950 José Santos González Vera 1989 No se concedió
1951 Gabriela Mistral 1990 José Donoso
1952 Fernando Santiván 1991 No se concedió
1953 Daniel de la Vega 1992 Gonzalo Rojas
1954 Víctor Domingo Silva 1993 No se concedió
1955 Francisco Antonio Encina 1994 Jorge Edwards
1956 Max Jara 1995 No se concedió
1957 Manuel Rojas 1996 Miguel Arteche
1958 Diego Dublé Urrutia 1997 No se concedió
1959 Hernán Díaz Arrieta 1998 Alfonso Calderón
1960 Julio Barrenechea 1999 No se concedió
1961 Marta Brunet 2000 Raúl Zurita
1962 Juan Guzmán Cruchaga 2001 No se concedió
1963 Benjamín Subercaseaux 2002 Volodia Teitelboim
1964 Francisco Coloane 2003 No se concedió
1965 Pablo de Rokha 2004 Armando Uribe
1966 Juvencio Valle 2005 No se concedió
1967 Salvador Reyes Figueroa 2006 José Miguel Varas
1968 Hernán del Solar 2007 No se concedió
1969 Nicanor Parra 2008 Efraín Barquero
1970 Carlos Droguett 2009 No se concedió
1971 Humberto Díaz Casanueva 2010 Isabel Allende
1972 Edgardo Garrido 2011 No se concedió
1973 No se concedió 2012 Oscar Hahn
1974 Sady Zañartu 2013 No se concedió
1975 No se concedió 2014 Antonio Skármeta.
1976 Arturo Aldunate Phillips 2015

1977 No se concedió

1978 Rodolfo Oroz

1979 No se concedió

1980 Roque Esteban Escarpa

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Figura 2: Premios Nacionales de Arte
1944 Pablo Burchard Eggeling 1968 Alfonso Letelier (Música)
(Pintura)
1945 Pedro Humberto Allende 1969 Ana González ((Teatro)
(Música)
1946 Alejandro Flores Pinaud (Teatro) 1970 Marta Colvin (Escultura)
1947 Pedro Reszka Moreau (Pintura) 1971 Gustavo Becerra (Música)
1948 Enrique Soro Barriga (Música) 1972 Agustín Siré (Teatro)
1949 Rafael Frontarua de la Fuente 1973 No se otorgó
(Teatro)
1950 Camilo Mori Serrano (Pintura) 1974 Ana Cortés Jullian (Pintura)
1951 Domingo Santa Cruz (Música) 1975 No se otorgó
1952 Pedro de la Barra (Teatro) 1976 Jorge Urrutia Blondel (Música)
1953 José Perotti Ronzoni (Escultura) 1977 No se otorgó
1954 Próspero Bisquertt Prado 1978 Pedro Montheiru Salgado(Teatro)
(Música)
1955 Américo Vargas Vergara (Teatro) 1979 Carlos Pedraza Olguín (Pintura)
1956 José Caracci Vergara (Pintura) 1980 Víctor Tevah Tellias (Música)
1957 Alfonso Leng (Música) 1981 Fernando Debesa Marín (Teatro)
1958 Jorge Quevedo Troncoso (Teatro) 1982 Mario Carreño Morales (Pintura)
1959 Benito Rebolledo Correa (Pintura) 1983 Claudio Arrau (Música)
1960 Acario Cotapos Baeza (Música) 1984 Ernesto Uthoff Biefand (Ballet)
1961 José Rojas Ibarra (Teatro) 1985 Israel Roja Villagra (Pintura)
1962 No se concedió 1986 Federico Henlein (Música)
1963 No se concedió 1987 No se concedió
1964 Samuel Román Rojas (Escultura) 1988 Silvia Piñeiro (Teatro)
76
1965 Carlos Isamitt Alarcón (Música) 1989 No se concedió
1966 Pedro Sienna (Teatro) 1990 Roberto Matta (Pintura)
1967 Laureano Ladrón de Guevara 1991 No se concedió
(Pintura)

Figura 3: Premios Nacionales de Artes Plásticas.


1993 Sergio Montecinos Montalva
1995 Lily Garafulic Yankovic
1997 Sergio Castillo Mandiola
1999 José Balmes Parramón
2001 Rodolfo Opazo Bernales
2003 Gonzalo Díaz Cuevas
2005 Eugenio Dittborn Santa Cruz
2007 Guillermo Núñez Henríquez
2009 Federico Assler Brown
2011 Gracia Barros
2013 Alfredo Jarr
2015 Roser Bru

Figura 4: Hispanoamericanos Ganadores del Premio Nobel de Literatura


Año Autor País
1904 José Echegaray España
1922 Jacinto Benavente España
1945 Gabriela Mistral Chile
1956 Juan Ramón Jiménez España
1967 Miguel Ángel Asturias Guatemala
1971 Pable Neruda Chile
1977 Vicente Aleixandre España
1989 Camilo José Cela España
1990 Octavio Paz México
2010 Mario Vargas Llosa Perú

TRABAJO PRÁCTICO INDIVIDUAL N°3

77
Diseña un cuadro esquemático con los principales exponentes regionales tanto de arte como literatura. Deben ser al
menos 15 por cada una de las categorías. (15 puntos.)

Pintura Literatura
1 Luis Guzmán 1 Nicanor Parra
2 Saúl Riquelme Riffo 2 Manuel Jesús Ortíz
3 Yasna Obrere Guirriman 3 Volodia Teitelboim
4 Rubén Fernández Silva 4 Alfonso Alcalde
5 Natalia Gajardo Flores 5 Nelson Álvarez
6 Leo Bello González 6 Fernando Santiván
7 Lorena Villablanca 7 Mariano Latorre
8 Ricardo Sepúlveda Quiroz 8 Marta Brunet
9 Sara Luna Alarcón 9 Gonzalo Rojas
10 Yuridia Vera Fuentes 10 Baldomero Lillo
11 Iván Contreras Rodríguez 11 Fernando Campos Harriet
12 Adriana Larraín 12 Armando Cartes Montory
13 Cristian Fuica 13 Oscar Sanzana
14 Katherine Garrido 14 Andrés Rodríguez Aranís
15 Sergio Moncada 15 Sergio Neira

2. LA LITERATURA Y LAS ARTES EN LOS TIEMPOS VIRTUALES

2.1. El internet, los autores, los artistas: sus obras


A partir de la década de 1990, cuando el internet comenzó a masificarse y dejó de tener una
utilidad meramente militar, se hizo también latente que el mundo del arte también experimentó

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cambios drásticos, ya que dejó de ser exhibido sólo en galerías especializadas. Por otro lado, la
literatura comenzó a ser traspasada al paper digital, abaratando todos los costos que hasta le fecha
mantenían los libros. Ahora se podía obtenerlos en cantidades inimaginables y a un bajo precio,
así como también los archivos digitales permitían guardar las bibliotecas enteras en un par de
archivos. Sin embargo, y pese a las protestas de las distintas editoriales, galerías o los museos, el
arte siguió su normal curso de trascendencia y estuvo constantemente en movimiento, por lo que
las expresiones literarias y artísticas se fueron traspasando al mundo digital y en especial al
internet, incluso surgiendo un nuevo concepto como el net.art

A pesar que hay opiniones contrapuestas, el internet ha servido para comunicar artistas de todo
el mundo y ha expandido los dominios de la literatura a través de las redes sociales. Se desconoce
aún si esto tiene un alcance real o sólo es parte de un conocimiento superficial de la expresión
artística. Pese a ello, los artistas a través de internet han discutido y analizado las diversas
tendencias dominantes, a criticar las actuales y a difundir algunos trabajos. Eran épocas en que el
internet aún no se masificaba y no eran propiedad de las grandes compañías multinacionales, por
ende, no había mayor control que el que hacían los mismos artistas en sus propias comunidades
virtuales. Sin embargo, la masificación de las comunicaciones no dejó del todo fuera a las
expresiones artísticas y tanto la industria del cine como de los videojuegos recurrieron al arte para
sus distintas creaciones. Se formaron así, diversas compañías que prestaron asesorías artísticas a
las empresas que copaban los mercados del internet, lo que generó un mercado que tuvo sus altos
y bajos pero que no ha podido resistir frente a la circulación libre de obras de arte e incluso de
muchas de ellas que se difunden abiertamente como piratería consciente.

2.2. Las Nuevas Formas de Escribir.


Cuando Gutenberg creó la imprenta, no logró precisamente que se fabricaran libros, ya que
ello se venía haciendo desde hacía ya varios siglos. Lo que hizo Gutenberg fue hacer que los
libros fuesen más accesibles a las personas, es decir, que pudiesen leer más. En su momento, las
personas debieron aprender a vérselas con un libro impreso,el cual no sabían ni siquiera como
79
utilizar ya que muchas personas y en realidad,las pocas que sabían leer sólo lo habían hecho a
través de los rollos de papel y no sabían cómo direccionar un libro compaginado. Sin embargo
debieron aprender y por más de cinco siglos el mundo entero leyó libros para la satisfacción del
conocimiento, la fantasía, la historia y las escrituras.

Hoy, en pleno siglo XXI el proceso tiende a repetirse sólo que en vez de los libros, hay un
formato digital que está haciendo que la literatura sea accesible a una mayor cantidad de
personas. Pero también se está desarrollando un nuevo modelo de escritura, ya que no sólo se
escribe siguiendo las reglas ortográficas y gramaticales sino que también es necesario aprender el
lenguaje digital de pegar, copiar, generar imágenes, producir videos, etc. Es decir, junto con la
escritura convencional, se debe manejar también una serie de elementos multimediales que hacen
de la comprensión un proceso cognitivo igual de complejo que leer una novela e imaginarse los
personajes en las acciones descritas. Las tecnologías digitales se llenan de aplicaciones que antes
no existían. Hoy en día un lector de algún tipo de literatura puede compartirla si así lo desea y si
quiere, puede seguir investigando sobre el mismo tema, pues existen una infinidad de
aplicaciones que lo permiten. Las nuevas maneras de escribir son también un aliciente para los
niños pequeños que pueden contar con los recursos digitales. Aunque también existen visiones
críticas a la masificación de la lectura y la escritura, ello obedece más bien al temor de una
vulgarización de las mismas, lo que también pone en cuestión el carácter sacro que algunos
pretenden otorgarle al mundo del conocimiento y principalmente a la ciencia. Hoy por hoy, todo
el conocimiento parece estar colgado en la red y los antiguos dioses de la antigüedad están
compitiendo hoy en día con los Blogs, las Fan Page, las redes sociales en general y a contramano
del siglo XXI.

2.3. Las Nuevas Obras Digitales.


Como ya hemos mencionado en los inicios del curso, el arte no surge sin el contexto histórico
que lo impulsa, lo estimula y lo despierta. Hoy en día, la actividad artística no se ha separado de
los contextos digitales del mundo contemporáneo y se ha transformado en una actividad de
múltiples experiencias sensoriales, las cuáles traspasan la imaginación del artista. La diferencia
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con la antigüedad es que el arte ha dejado de ser una actividad sólo para entendidos y se ha vuelto
una actividad común para muchas personas. Gracias a la existencia de dispositivos, plataformas,
aplicaciones y servicios, es normal que quién quiera hacerlo, pueda grabar música en su propia
casa, diseñar sus propios dibujos, afiches y una multiplicidad de expresiones que están bastante
alejadas de los antiguos talleres artísticos y para quien quiera desarrollar el arte desde una
perspectiva digital, cuenta con una gran cantidad de recursos, como las armonías cromáticas
aleatorias, el audfit y otras aplicaciones que sirven para otorgar un sinfín de posibilidades de
expresión al artista digital.

Actualmente, es posible distinguir tres categorías en el arte digital, la primera de ellas es la


Actividad Digital Pasiva, cuyo mensaje espera ser transmitido sin la intervención de quien lo
recibe, quedando este último en una posición de espectador o testigo del arte en cuestión, por otro
lado existe una Actividad Interactiva, la cual invita al espectador a unirse a la expresión artística
en cuestión y por último, existe la llamada Actividad Artística Participativa, que busca la
intervención de una o más personas que pasan a involucrarse en la acción artística que se está
desarrollando o se está por desarrollar. Este tipo de arte se ha sumado a otras expresiones
artísticas digitales, como la creación artística en los videojuegos, en los objetos 3D, la realidad
virtual en el arte y recientemente el estilo denominado Vjing, Proyección Visual en Tiempo Real.
Incluso la empresa multinacional Prix Ars Electrónica, ha concedido el premio Golden Nica,
para el fomento y desarrollo de las artes digitales. Las categorías que son premiadas por el
Golden Nica son la Animación Asistida por Computador, Arte Interactivo, Comunidades
Digitales, el Arte Estilo Híbrido o también llamado como Arte Transdisciplinario y el Arte
Sonoro y Musical.

2.4. Las Generaciones Digitales versus las Tradicionales.


Se han hecho innumerables críticas respecto a que las escuelas de arte y principalmente las de
carácter más académico no han sido capaces de apreciar el arte digital y que apenas han logrado
levantar la mirada solamente en torno a la fotografía y al video e incluso hay quienes han
afirmado que el arte digital se ha colado de contrabando en las expresiones del arte
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contemporáneo y que el arte no sólo requiere de la aplicación de tecnologías sino que también
requiere de pensamiento y creación. Sin embargo hay quienes también afirman que dichas
posturas obedecen a la fala de información respecto al estado actual del arte y digital y otros
simplemente a que se trata de respuestas conservadoras arrogantes sobre una de las corrientes
artísticas modernas que se ha fusionado con la globalización y la era digital de la cual no pueden
abstraerse. Existen también opiniones menos agresivas, que buscando algún punto de objetividad
han expresado que las técnicas digitales han impulsado el desarrollo de ciertas versiones
mejoradas de programas y aplicaciones que son capaces de emular las más complejas
coloraciones y los instrumentos de dibujo y pinturas más comunes y los más difíciles de
conseguir, como también de emular los fondos sobre los cuales se va a recrear algún tipo de
creación, ya sea tela, papel, cartón, madera, etc.

La discusión entre lo nuevo y lo tradicional es tan antigua como discutir los orígenes del
pensamiento, debido a que hay en ello un componente de continuidad de las sociedades del
mundo occidental, el cual es la noción o conciencia de cambio, continuidad, decadencia o
ruptura. La visión del presente que rompe el esquema de lo tradicional es lo que desde el propio
mundo del arte se denominó como modernidad, ya que dejaba atrás el pasado que ya no puede
sostenerse frente a los avances del progreso. De cualquier forma, siempre ha habido detractores
de los grandes cambios y prefieren quedarse dentro de los parámetros de lo establecido. El
mundo del arte no escapa a aquellas discusiones y es posible que dichas pugnas sigan existiendo
mientras exista la reflexión y la crítica sobre la misma disciplina, ya que el día que ello se termine
será el fin de las expresiones artísticas, pues no habrá ya un motor que las pueda dirigir. De esta
forma, se piensa que el arte será siempre eterno.

TRABAJO PRÁCTICO INDIVIDUAL N°4


Observa el siguiente dibujo de Quino.

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Responde las siguientes preguntas (5 puntos c/u)
1-¿Qué relación existe entre el dibujo de Quino y las discusiones que se dan dentro del arte?
En que el arte tiene la tendencia a romper los esquemas que ya se han establecido y siempre encuentra resistencias a
los cambios y a las modificaciones
2-¿Qué representarían para el Arte, todos los cuadrados que se pueden apreciar en el dibujo?
Representan las estructuras estáticas, que impiden que el arte pueda avanzar a través de los tiempos, representan el
conservadurismo y la estática que se da siempre en el mundo de las ciencias, las artes y el conocimiento en general.
3¿Qué impresión final te deja el dibujo en relación a tus propias experiencias?
Que en general, siempre estamos limitados por quienes creen que el mundo es tal cual se representa en las distintas
realidades que cada persona es capáz de interpretar.

BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA

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Latinoamericana, Buenos Aires, Argentina.

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