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Profesora: Integrantes:
Janeth caña Ruseliz Aponte
C.I: 28.408.948
Octubre de 2023
Índice:
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………pág. 03
CONCLUSIÓN………………………………………………………………………..pág.
Introducción
Los honorarios, básicamente son el legítimo derecho que tiene una persona, a una
compensación económica adecuada por los servicios prestados. Tal y como lo afirma Apitz,
etimológicamente, la palabra, ‘honorarios’ tiene su origen de la voz culta moderna (siglo
XVIII) del francés honoraries, que es también voz culta tomada del latín jurídico
honorarium-honorarii que, en Vitruvio y Ulpiano, ya significaba “derechos de las diferentes
profesiones liberales”. El maestro uruguayo Couture define a los honorarios como “el
estipendio, retribución, forma de pago de los servicios que prestan los profesionales
universitarios o personas cuya actividad, preferentemente intelectual las hace acreedoras a
especial distinción”. Osorio sostiene que los honorarios son “la retribución que recibe por
su trabajo quien ejerce o práctica una profesión o arte liberal. Lleva implícito el concepto
de una retribución que se da y recibe como honor, dada la jerarquía de quien realiza la tarea
específica que debe ser remunerada”. En criterio de Bello Tabares, los honorarios pueden
definirse como la remuneración, estipendio o pago que recibe el profesional del derecho por
las actuaciones que realice en nombre de otra, sea persona natural o jurídica, las cuales
pueden ser judiciales o extrajudiciales. El maestro Cuenca5 nos enseña, de manera sencilla
y didáctica que los honorarios son la remuneración económica a que tienen derecho los
abogados y procuradores por sus servicios profesionales. Como podemos observar de los
conceptos anteriormente citados, el abogado, como profesional, tiene derecho a percibir una
justa y adecuada compensación económica acorde a los servicios prestados a su cliente,
patrocinado o representado, bien como parte de su ejercicio profesional o en el desempeño
de la función pública. La cuantía de dichos honorarios será convenida entre el cliente y el
abogado, tomando en consideración lo dispuesto en el Reglamento de Honorarios Mínimos
Profesionales, así como el tiempo dedicado, el interés económico del asunto, los límites
temporales impuestos a la tarea del abogado, y la dificultad del caso, tomando en
consideración los hechos, personas, documentación, complejidad y especialidad jurídica.
Los honorarios profesionales se podrán adoptar de diversas formas, pudiendo ser
materializados por retribución fija, periódico o por horas, según sea el acuerdo que exista
entre el cliente y el abogado, excluyendo del mismo a la cuota litis, punto que trataremos
con mayor profundidad en el desarrollo del presente tema. Es significativo destacar que el
abogado en ningún caso adquirirá intereses personales en el asunto, en consecuencia, no
podrá pagar, exigir ni aceptar comisión u otra compensación de otro abogado o de cualquier
otra persona, por haberle facilitado o recomendado un cliente. También es importante dejar
claro, que no se pueden confundir los honorarios con las costas ni con las litis expensas.
Las costas son aquellos gastos que se realizan desde el inicio del proceso hasta su
conclusión, y son condenados a cancelarlas la parte que resultare totalmente vencida en un
proceso o en una incidencia, debiendo en consecuencia, resarcir al vencedor de todos los
gastos ocasionados por el proceso, por lo tanto, es una condena accesoria que impone el
juzgador a quien resulte vencido totalmente en un proceso o en una incidencia. Por otra
parte, las litis expensas son aquellos gastos a los cuales está obligado a sufragar el cliente
en el proceso, y que no se encuentran comprendidos dentro de los honorarios profesionales
a los que tiene derecho el abogado; entre esos gastos, tenemos, por ejemplo, los honorarios
a expertos, fotocopias, viáticos, publicación de carteles, etc. El Código de Procedimiento
Civil. señala en su artículo 172: “Las partes deben suministrar a sus apoderados lo
suficiente para expensas. Si no lo hicieren, no podrán exigir responsabilidad del apoderado
que hubiere dejado de hacer algo que ocasione gastos”
Tema 8: Reglamento de honorarios profesionales.
Mucha gente que necesita ayuda legal es reacia a ver un abogado porque tiene miedo que
los servicios legales sean muy caros. Actualmente, en muchos casos, honorarios son
moderados en comparación con los beneficios ganados o las perdidas evitadas. El espíritu
de lucro es ajeno a la profesión.
El abogado tiene derecho a defender la digna retribución de su trabajo, pero debe tener
presente que el provecho es solo un accesorio del fin esencial de la profesión y no puede
constituir decorosamente el móvil determinante de su ejercicio. El abogado debe reducir su
publicidad y papelería a indicar la dirección de su estudio, títulos científicos y horas de
atención al público. Tal publicidad debe ser moderada y seria. Toda publicidad provocada
directa o indirectamente por el abogado con fines de lucro o en elogio de sí mismo,
menoscaba la tradicional dignidad de la profesión.
Lo mejor para el abogado y el cliente es tener un acuerdo claro acerca de los honorarios por
los servicios del abogado por adelantado de modo que no exista ningún malentendido en el
futuro. Hay tres tipos básicos de honorarios por servicios legales. En algunos casos,
particularmente en casos litigios civiles y situaciones domesticas no-acordadas, el abogado
cobrará un honorario por hora. El abogado mantendrá registros exactos con descripción del
tiempo que ha ocupado en su caso. En otros casos, abogados cobran un honorario
contingente, el cual se firma un acuerdo con el cliente dándole al abogado, como honorario,
un porcentaje del monto recuperado después que ciertos gastos hayan sido pagados. En este
caso, el abogado es recompensado solo si el cliente gana el caso. En la mayoría de casos, el
cliente será responsable por los costos a pesar de la decisión del tribunal. Esto es
comúnmente visto en casos de lesiones personales. Finalmente, hay un honorario fijo en el
cual el abogado cobra un monto fijo por el servicio legal, a pesar del tiempo que se tome el
caso.
Los honorarios Judiciales y extrajudiciales establecen consideraciones:
Dicha disposición se aplica a toda reclamación de honorarios ejercida por el abogado, bien
a su cliente por actuaciones contenciosas, o como medio de ejecución de los honorarios
profesionales de abogados incluidos en la noción de costas contra el vencido en la litis, ya
sea ésta ejercida por la parte vencedora o por apoderado, abogado asistente o defensor
adlitem, mediante la incidencia que consagra el Articulo 23 ejusdem.
Ahora bien, respecto a este último aspecto, el Artículo 286 del Código de Procedimiento
Civil, establece lo siguiente:
“Las costas que debe pagar la parte vencida por honorarios del apoderado de la parte
contraria estarán sujetos a retasa. En ningún caso estos honorarios excederán del 30% del
valor de lo litigado.
Cuando intervengan varios abogados, la parte vencida solamente estará obligada a pagar
los honorarios por el importe de lo que percibiría uno solo, sin perjuicio del derecho de
retasa.”
En dicha disposición legal se establece el límite al quantum de las costas a las que, por
honorarios profesionales, puede ser condenada a pagar la parte vencida, la cual comporta
una obligación de orden público y por tanto de obligatorio cumplimiento. A tales efectos, el
Articulo 24 de la Ley de Abogados, establece la potestad del abogado de estampar en sus
diligencias y escritos el valor que estime a las actuaciones profesionales que realice, o bien
puede hacerlo en diligencia o escrito dirigido al Tribunal, que deberá anexarse al
expediente.
Ahora bien, como lo expresan dichas normas, ambas disposiciones van dirigidas al caso
específico de la intimación de Honorarios Profesionales a la parte vencida en juicio y
condenada en costas en la dispositiva del fallo definitivamente firme.
No sucede así cuando la intimación la ejerce el abogado contra el propio cliente, si éste no
resultó vencido, ni condenado en costas, como sucedió en la causa principal del presente
caso, donde los abogados intiman sus honorarios a la que fuere su cliente en dicha causa,
quien, por sentencia definitivamente firme, resultó vencedora en la litis.
En este caso, la Ley no establece un límite específico para estimación de los honorarios
profesionales, por lo que, en atención a lo anteriormente expuestos, dichas normas
transcritas no son aplicable al caso concreto.
El citado artículo, establece el espíritu de ética que debe tener o considerar el abogado al
momento de estimar sus honorarios profesionales. Asimismo, el Articulo 40 eiusdem,
establece una serie de criterios o circunstancias que deben ser tomadas en cuenta para la
determinación de los honorarios profesionales y que, a los efectos de la presente retasa de
honorarios, serán tomadas como parámetros para su determinación. Dichas circunstancias
son entre otras:
La importancia de los servicios.
La cuantía del asunto.
El éxito obtenido y la importancia del caso.
Su especialidad, experiencia y reputación profesional.
El tiempo requerido en el patrocinio.
El grado de participación del abogado en el estudio, planteamiento y desarrollo del
asunto.
Si el abogado ha procedido como consejero del patrocinado o como su apoderado.
El Abogado deberá celebrar con su cliente el contrato por escrito en el cual se especificarán
las condiciones de los servicios y todo lo relativo al pago de los honorarios y gastos, y se
firmará por el Abogado y el cliente, conservando cada parte un ejemplar del mismo.
El empresario es quién pacta la iguala con el abogado, debe ser observado en el sueldo
mínimo (ello es debido a presiones de sindicatos y convenios colectivos), una vez que se
integra en la plantilla es un trabajador cualquiera (sobre todo en grandes empresas que
puedan permitírselo), tienen incluso vacaciones como el resto de plantilla. El propio
empresario, por ello descarta la opción de contrato laboral por lo general.
El Abogado deberá celebrar con su cliente el contrato por escrito en el cual se especificarán
las condiciones de los servicios y todo lo relativo al pago de los honorarios y gastos, y se
firmará por el Abogado y el cliente, conservando cada parte un ejemplar del mismo.
El Abogado debe siempre reclamar a su cliente, una provisión para los gastos
indispensables de procedimiento, pero esa entrega no debe ser considerada como imputable
a los honorarios ni el Abogado puede conceptuar que ella le pertenece como propia.
El Abogado deberá dar recibo a su cliente por las entregas de dinero que le hiciere como
anticipo o cancelación de honorarios, o bien como gastos.
Procedimiento para la estimación, intimación y retasas de honorarios
“El ejercicio de la profesión da derecko al abogado a percibir konorarios por los trabajos
judiciales y extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en las Leyes. Cuando
exista inconformidad entre el abogado y su cliente en cuanto al monto de konorarios por
servicios profesionales extrajudiciales, la controversia se resolverá por la vía del juicio
breve y ante el Tribunal Civil competente por la cuantía. La parte demandada podrá
acogerse al derecko de retasa en el acto de la contestación de la demanda. La reclamación
que surja en juicio contencioso acerca del derecko a cobrar konorarios por parte del
abogado, será sustanciada y decidida de conformidad con lo establecido en el artículo 386
del Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere, no excederá
de diez audiencias”.
Ante esta clara expresión del legislador, es innegable que los abogados tienen derecho a
percibir honorarios profesionales por los trabajos que realicen, sean éstos de naturaleza
judicial o extrajudicial, ya que se trata de un contrato de prestación de servicios
profesionales. Razón por la cual debe tenerse como premisa que el cliente siempre está
obligado a pagar honorarios profesionales, pues la actuación que el abogado cumple
obedece al hecho que alguien lo contrató a tales fines. En efecto, independientemente de la
naturaleza jurídica de la relación del abogado con su cliente, lo cierto es que el abogado
despliega su actividad y conocimientos porque un cliente (persona natural o jurídica)
requirió sus servicios, a cambio de una justa remuneración. (Sentencia del 04 noviembre de
2007. Tribunal Supremo de Justicia. Sala Constitucional. Magistrado Ponente: Jesús
Eduardo Cabrera R.)
“Las costas pertenecen a la parte, quién pagará los honorarios a sus apoderados,
asistentes o defensores. Sin embargo, el Abogado podrá estimar sus honorarios y pedir la
intimación al respectivo obligado, sin oras formalidades que las establecidas en esta Ley.”
La reclamación que surja en juicios contenciosos acerca del derecho a cobrar honorarios
por parte del abogado, será sustanciada y decidida de conformidad con lo establecido en el
artículo 386 del Código de Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere,
no excederá de diez audiencias”.
La primera es demostrar el derecho al cobro de honorarios profesionales por aquél quien los
exige. Esta fase se desarrolla en forma incidental en el propio expediente donde se
realizaron las actuaciones judiciales generadoras del precitado derecho, o en el Tribunal
competente según lo indicado anteriormente.
En el caso que no pueda intentarse en el mismo Expediente, por las razones expuestas
anteriormente, debemos acudir necesariamente al Procedimiento de la Intimación previsto
en el Código de Procedimiento Civil.
“El juicio por intimación de honorarios, como lo ha señalado este máximo Tribunal, es un
procedimiento autónomo, el cual debe tramitarse mediante la aplicación del Código de
Procedimiento Civil, aunque su conocimiento y resolución pueda corresponder, en virtud
de la competencia funcional, “Omissis”. (SCP-TSJ. 22-l0-2002).
El objetivo del procedimiento por intimación está regulado en el artículo 640 del Código
de Procedimiento Civil, que textualmente señala:
“Artículo 640: Cuando la pretensión del demandante persiga el pago de una suma líquida y
exigible de dinero o la entrega de cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble
determinada, el Juez, a solicitud del demandante, decretará la intimación del deudor, para
que pague o entregue la cosa dentro de diez días apercibiéndole de ejecución. El
demandante podrá optar entre el procedimiento ordinario y el presente procedimiento, pero
éste no será aplicable cuando el deudor no esté presente en la República y no haya dejado
apoderado a quien pueda intimarse, o si el apoderado que hubiere dejado se negare a
representarlo”.
En estos términos fue concebido por el legislador el procedimiento por intimación previsto
en los artículos 640 y 651 del Código de Procedimiento Civil. Conviene destacar que este
último artículo dispone:
“...El intimado debe formular su oposición dentro de los diez días siguientes a su
notificación personal practicada en la forma prevista en el artículo 649 a cualquier hora de
las fijadas en la tablilla a que se refiere el artículo l92.
En el caso del artículo anterior, el defensor deberá formular su oposición dentro de los diez
días siguientes a su intimación, en cualquiera de las horas anteriormente indicadas.
DE LA RETASA
Venezolano, en donde nuestro legislador impone que, para la determinación del monto de
los Honorarios, el abogado deberá basar sus consideraciones en las siguientes
circunstancias:
2. La cuantía del asunto. (Tal como lo establece el Artículo 286 del Vigente
Código de Procedimiento Civil Venezolano, el tope para la determinación de los
Honorarios Profesionales no debe pasar del treinta (30) por ciento del monto de
la demanda)
“ahora bien, considera la Sala que la tesis sustentada por la recurrida esta ajustada a
derecho ya que, como lo expresa con acierto el sentenciador, la facultad para estimar el
valor económico de las actuaciones que haya realizado en un proceso judicial es un derecho
personal que únicamente el abogado puede ejercer y en el cual el mandante no puede
subrogarse aduciendo simplemente su condición de acreedor al pago de las costas
procesales”.
En la fase estimativa del Procedimiento por intimación, el demandado es intimado para que
dentro de los 10 días siguientes se oponga al procedimiento monitorio o se acoja al derecho
de retasa en este especial procedimiento, con el apercibimiento que, de no hacerlo, quedará
firme el decreto intimatorio o las sumas estimadas por el Abogado según sea el caso.
“…Los jueces deben analizar y juzgar toda cuanta prueba se hayan producido, aún aquellas
que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de convicción, expresándose
siempre cual sea el criterio del Juez respecto de ellas”.
“Las costas que deba pagar la parte vencida por honorarios del apoderado de la parte
contraria estarán sujetas a retasa. En ningún caso estos honorarios excederán del treinta por
ciento (30%) del valor de los litigado”
i) El tiempo requerido.
Los documentos que contengan varios negocios jurídicos, los honorarios se causarán
tomando en consideración la operación de mayor valor.
BASE EN $ HONORARIOS
DE 250 $ A 1000 $ 100 $
DE 1.001 $ A 2.000 $ 300$
DE 2.001 $ A 3.000$ 500$
DE 3.001 $ A 4.000$ 700 $
DE 4.001 $ EN ADELANTE 1.000$
ARTÍCULO 8: CONSULTAS
a) Las consultas presenciales dentro de aquellas horas que el abogado tenga fijadas
para despacho causará honorarios mínimos fijos de 20 $, por hora y la fracción
tendrá un costo mínimo de 5 $, o su equivalente en Bolívares al cambio de
referencia del Banco Central de Venezuela, vigente al momento del pago.
b) Las consultas presenciales fuera del recinto del despacho o de las horas que el
abogado tiene fijadas para el mismo, causarán honorarios mínimos de 30 $. por hora
y la fracción hora equivalente al literal anterior.
PARÁGRAFO PRIMERO: Si las gestiones se efectuaren fuera del lugar del domicilio del
abogado, los honorarios serán incrementados en 50 % y el cliente deberá, sufragar los
gastos de las fotocopias, viáticos, el transporte, alojamiento y alimentación que serán
elegidos por el abogado.
INTERPRETACIÓN:
REGLAMENTO INTERNO NACIONAL DE HONORARIOS MÍNIMOS.
El Consejo Superior de la Federación de Colegios de Abogados, de la República
Bolivariana de Venezuela, reunidos el día 13 de noviembre, en Consejo Superior virtual
dada la pandemia que vive el país a causa del COVID 19,como máximo representante de la
abogacía venezolana e integrante del sistema de justicia de conformidad con lo establecido
en el artículo 253 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en ejercicio
de la facultad que le confieren los artículos 1, 8, 11, ordinales 5 y 12 del artículo 46 y 50 de
la Ley de Abogados, en concordancia con los artículos 1 y 19 del Reglamento de la referida
ley y artículos 1 y 40 del Código de Ética Profesional del Abogado Venezolano, procede a
dictar el presente reglamento de honorarios mínimos:
En éste orden de ideas, debemos tomar en cuenta varios conceptos: el primero, moneda de
curso legal y moneda de curso forzoso. Moneda de curso legal es " aquella que en un
determinado país, al ser emitida, tiene en principio poder liberatorio de obligaciones
legales, y salvo pacto en contrario, es moneda que tiene que ser aceptada por el acreedor de
toda obligación pecuniaria" (Planchart Pedro Luis, "CONTROL DE CAMBIO Y
OBLIGACIONES EN MONEDA EXTRANJERA". Caracas, 2006, pg. 5). Moneda de
curso forzoso es aquella que es la única que puede utilizarse para el pago de obligaciones
dinerarias, cuando el estado establece que la única moneda de aceptación obligatoria para
los pagos y el intercambio de bienes y servicios es la moneda nacional. En Venezuela, la
moneda de curso legal es el bolívar, de conformidad con lo establecido en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley del Banco Central de Venezuela, pero
no es de curso forzoso por cuánto el artículo 128 de la ley del Banco Central de Venezuela
expresa que, las obligaciones pactadas en moneda extranjera se cumplen con la entrega de
lo equivalente en moneda de curso legal al tipo de cambio corriente en el lugar de la fecha
de pago, a menos que exista convención especial que establezca lo contrario. También
debemos tener en consideración los conceptos de moneda de cuenta y moneda de pago.
Según la doctrina, la moneda de cuenta se usa para expresar el valor de las obligaciones y
los precios, es la unidad en la cual se representan los valores de las cosas. La moneda de
pago es la moneda con la que se ha de pagar una deuda u obligación.
El ARTÍCULO 74. Del código de ética dice que las correcciones disciplinarias a que alude
este Código se impondrán sin perjuicio de las responsabilidades penales y. civiles en que
haya incurrido el profesional del derecho.
También nos dice en su ARTÍCULO 75. Que las correcciones disciplinarias aplicables por
los actos y omisiones en este Código son las siguientes:
Amonestación
Inhabilitación temporal
Inhabilitación perpetua
También nos dices en su ARTÍCULO 76 Que Cuando las sanciones disciplinarias se
enuncian en forma alternativa, queda al prudente arbitrio el Tribunal Disciplinario elegir la
que estime más conveniente.
Procedimiento de la acción disciplinaria:
El régimen de la acción disciplinario es un procedimiento especial que establece los
principios, deberes y obligaciones éticas del abogado, cuando el abogado comete faltas
disciplinarias, tales como, pactar convenio contentivo de pago de honorarios menores a los
fijados por la ley o aceptar mandato o continuar proceso comenzados por otros.
La apelación
Es un recurso procesal a través del cual se busca que un tribunal superior enmiende
conforme a derecho la resolución del inferior.
Sólo podrá ser ejercida después que los tribunales hayan estatuidos sobre la acción pública.
El recurso de apelación procede únicamente contra las siguientes decisiones:
La que niega la práctica de pruebas solicitadas
En los descargos,
La decisión de archivo
Y el fallo de primera instancia.
Suspensión por 1 o dos meses, casos de aplicación. En el caso de que infieren a sus colegas
por la radio la prensa u otro medio de publicidad.
Si se negaren a devolver dentro del término fijado al efecto y sin razón justificada,
documento o expedientes entregados por las autoridades judiciales para la práctica de
alguna diligencia.