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Curso Especial de Derechos Humanos y Salud

Escuela de Derechos Humanos de PDDH

Chalatenango, Chalatenango

Programa: Formación de Derechos Humanos

Tema: Ensayo sobre obra Mínimum Vital

Nombre: César Alberto Rivera Torres

Chalatenango, Chalatenango, 21 de noviembre de 2022


El Mínimum Vital

El Mínimum Vital es un ensayo socio-político escrito por el maestro, filósofo, periodista,


ensayista, poeta y político salvadoreño Alberto Masferrer en el año de 1929, en la cual
demanda y da a conocer las necesidades del pueblo salvadoreño, es una discusión entre la
pobreza y la riqueza, entre lo bueno y lo malo, pero no solamente se limita a criticar la
situación del país, sino que también propone soluciones para que esas necesidades no sean
un obstáculo para la población.

El ensayo parte de la idea de que el Estado tiene que garantizar las necesidades básicas a la
población, principalmente a la clase trabajadora ofreciéndoles educación, vivienda, salud,
alimento, justicia entre otras cosas.

El Mínimum Vital sostiene que las personas, al trabajar entregan horas de sus vidas
mientras realizan sus labores, lo que se traduce en entregar una parte de sus vidas para el
mantenimiento de sus familiar y lograr hacer realidad el bien común, del cual todos salimos
favorecidos indistintamente del trabajo que cada quien realice ya que de alguna manera
todos nos encontramos interrelacionados y no podemos depender únicamente de nosotros
mismos, si no es con la labor que cumplimos cada uno en la comunidad.

La obra también expone que los adinerados o ricos deberían tener un límite para poder
adquirir bienes y que no se aprovechen del esfuerzo y la dedicación del trabajador que
puede desembocar en la insalubridad, el hambre o la miseria de este último.

En la actualidad el Mínimum Vital sique en vigencia, ya que parece que estas demandas o
necesidades que tanto han aquejado a nuestro pueblo no han sido satisfechas en su totalidad
o son cumplidas parcialmente. Muchos políticos han utilizado las soluciones propuestas
para atraer simpatizantes que depositan su confianza en ellos, pero que al cabo de un
tiempo, estos simpatizantes, se dan cuentan que esas promesas nunca se cumplieron, y es
que al gobierno no les conviene que las personas se eduquen, para poder seguir
engañándolos y así adueñarse de los recursos y de su capital, dejando de lado el bienestar
de cada individuo.
El Mínimum Vital reconoce a la Salud como una las necesidades primordiales que debe ser
salvaguardada por el Estado, ya que sin ella no se podría tener el pleno disfrute de todos los
beneficios a cumplir. En el momento que fue escrita la obra, las personas trabajadoras no
tenían acceso a la salud, ni a la gratuidad de la misma a pesar de que ya existían
instituciones sanitarias en aquella época, pero no obligaban al empleador a ofrecer dicho
bienestar.

Irónicamente en 1923 (5 años antes que Alberto Masferrer iniciara el Mínimum Vital),
representantes de varios países latinoamericanos se reunieron en la capital estadounidense
para analizar asuntos continentales, y entre otros se mencionó la creación de los Institutos
de Seguridad Social al más corto plazo. El Salvador fue firmante de este acuerdo. Tuvieron
que pasar 22 años para poder introducir una norma en el artículo 57 de la constitución de
1886 que decía: “UNA LEY ESTABLECERÁ EL SEGURO SOCIAL CON EL
CONCURSO DEL ESTADO, DE LOS PATRONOS Y DE LOS TRABAJADORES”, y
tres años más, en 1948, el gobierno designó una comisión que se encargó de elaborar el
Proyecto de Ley del Seguro Social. Esta Comisión, meses más tarde, se llamó Consejo
Nacional de Planificación de Seguridad Social.

El 28 de septiembre de 1949 se decretó la primera Ley del Seguro Social (decreto 329).
Luego, el 23 de diciembre del mismo año fue creado definitivamente el Instituto
Salvadoreño del Seguro Social. Actualmente se ofrece una cobertura médica al beneficiario
que incluye a su grupo familiar (esposa o compañera de vida e hijos).

A demás el acceso a la salud es totalmente gratuito para la población en general sin “cuotas
voluntarias” en las diferentes Unidades de Salud repartidas en todo el territorio
salvadoreño.

Todo El Estado, a través de sus instituciones deben cumplir con su deber de respeto y
garantía de los derechos humanos de la sociedad, por lo tanto El Salvador es un país donde
sus instituciones respetan y garantizan los Derechos Humanos.

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