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REPORTE FINAL FRUTICULTURA

- EL CULTIVO DE VID EN MÉXICO


El origen de la vid en México se remonta a 1521 con la llegada de los
españoles al territorio mexicano. En estas embarcaciones se traían consigo las
primeras vides de cultivo al país. Estas se fueron mezclando con las vides
silvestres y proliferando en el centro del país para la obtención de vino en
ceremonias religiosas, siendo nuestro territorio el más antiguo productor de
américa, pasando a Perú, Chile y Argentina, al pasar los siglos estas se fueron
adaptando a mejores zonas con la finalidad de mejorar su producción.
Creciendo inicialmente en Puebla, pasando hacia Michoacán en 1592,
aproximadamente en este año la iglesia ya poseía viñedos en Parras, Dolores,
Celaya, San Luis y Tetela del Río. en el territorio nacional, las entidades
dedicadas a la vitivinicultura fueron San Luis Potosí, Coahuila, Baja California,
Sonora y Puebla. La independencia, en 1810, trajo consigo inestabilidad
política, social y económica. Los cultivos de vid, manejados por la iglesia,
fueron transferidos y comprados por privados y en el año 1910 con el
movimiento armado de la revolución mexicana de igual manera se ve afectada
la vid, haciendo que al final de este movimiento inicie la recuperación de una
incipiente industria vitivinícola.
El renacimiento de la industria vitivinícola inicio en Baja California y Parras,
Coahuila a fines de la década de 1920, posiblemente por la prohibición en el
consumo de bebidas alcohólicas en los Estado Unidos (1920-1932), los
viñedos de Baja California y de Coahuila se consolidaban, mientras que en
Querétaro, Aguascalientes y Zacatecas se desarrollaba esta industria. El 20 de
enero de 1948 surgió la Asociación Nacional de Vitivinicultores agrupando 15
empresas.
La producción de uva en México, desde su origen, se ha destinado a la
producción de vinos, pero a lo largo del siglo pasado se fue fomentando en el
mercado interno el consumo de uva fresca y de pasa.
Hoy en día la vid se cultiva con tres diferentes finalidades; la producción de
vinos, jugos y derivados de uso industrial, como fruta fresca de mesa y
destinado para la elaboración de uva pasa. La producción de esta se concentra
en el norte del país debido a condiciones edafoclimáticas haciendo que los
cultivos sean más prósperos.
En 2012 los viñedos de México ocuparon una superficie plantada de 28.9 mil
ha y generaron una producción de 375.3 mil toneladas, valuada en 7093
millones de pesos; 71 % de la producción de uva se destinó al mercado para
su consumo en fresco; 25 % se usó como insumo en la elaboración de vinos,
jugos y concentrados; y 4 % fue consumida como fruto seco o uva pasa
(SIACON-SIAP, 2012).
Las zonas más aptas para este cultivo en nuestro país se ubican entre los 22°
y 23° latitud norte, en el centro – norte del país, con suelos arcillosos de
mediana a poca profundidad con capacidad de retención de humedad,
constituyendo aspectos favorables para el desarrollo de las viñas. México
cuenta con una superficie de 31.5 mil hectáreas de viñas distribuidas
principalmente en las entidades de Sonora, Baja California y Zacatecas, a
estos estados también se le suman Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila,
Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México y Puebla. La
producción nacional supera las 370 mil toneladas de acuerdo con datos del
Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP 2016).
De acuerdo con el Atlas Agroalimentario 2016; en el año 2015, la producción
de uva fruta alcanzó un volumen de 282 mil 552 toneladas, lo que representó
un aumento a tasa anual del 14.5 por ciento, y superó el promedio de la
década, el cual se sitúo en 227 mil toneladas. A la producción de uva fresca de
mesa se destina una superficie estimada en 20 mil hectáreas a nivel nacional,
y el valor de producción asciende a cerca de cuatro mil 665 millones de pesos.
Alrededor del 58 por ciento es exportado a 10 países entre los que destacan El
Salvador, Costa Rica, Japón y Estados Unidos, con un valor estimado de 159
millones de dólares. (SIAP, 2016)
UVA FRESCA DE MESA:
TOP 10 EN VOLÚMEN DE PRODUCCIÓN UVA FRESCA DE MESA
(principales entidades productoras, 2021)
Rank Entidad Federativa Volumen
(toneladas)
TOTAL NACIONAL 358,790
1 SONORA 287,913
2 ZACATECAS 54,589
3 AGUASCALIENTE 7,179
S
4 BAJA CALIFORNIA 5,367
5 JALISCO 2,015
6 COAHUILA 966
7 SAN LUIS POTOSÍ 325
8 PUEBLA 239
9 GUANAJUATO 95
10 BAJA CALIFORNIA 78
SUR
OTRAS 25
ENTIDADES

En este periodo se registraba un consumo anual percapita de apenas 1,5 kg en


2015, ascendiendo a los 1.8 kg en 2021, las uvas apirena se registraban como
las más exitosas para su consumo, esto debido a la ausencia de semillas.
Ocho de cada diez toneladas de la producción de fruto se obtuvieron entre los
meses de junio y julio. En el ranking mundial ocupábamos el puesto número
29, cultivándose cinco de cada mil kilogramos de uvas para mesa disponibles
en el orbe. El 58% de la producción nacional se exportaba a 10 diferentes
países, siendo Estados Unidos el principal mercado.

UVA INDUSTRIAL
En tanto a la uva industrial, utilizada para la elaboración de jugos
concentrados, vinos de mesa y licores como el brandy, se requieren altitudes
entre los 0 a 3000 msnm, precipitaciones de 400 a 1,100 mm, temperaturas
oscilantes entre 10° a 35°C, suelos preferentemente franco – arcillosos de
mediana a poca profundidad, estos requerimientos los cumplen entidades tales
como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California, Zacatecas, Jalisco y San
Luis Potosí.
En México se cultivan
aproximadamente 80
variedades de uva; 50%
son de uso industrial,
principalmente para vino.
En la última década, el
consumo del vino
mexicano creció 20%. La
producción actual sólo
cubre 30% de la
demanda nacional.
La industria vitivinícola
nacional está compuesta por los productores de uva industrial, fruta y jugo
concentrado, vinos de mesa y de licores (brandy).
UVA PASA
Los principales estados productores de uvas pasa en México son Sonora,
produciendo en 2021 un volumen de 17,798 toneladas. Caborca, Sonora es la
región que más produce pasas en México, representando el 96% de la producción
nacional, produciendo en 2021 un total de 17,023 toneladas, seguido de la región
de San Luis Río Colorado con un volumen de 773 toneladas, y Baja California Sur,
teniendo las región productora de Mexicali con un volumen de producción de 342,
en 2012 la producción nacional de pasas fue alrededor de 13.130 toneladas con
un rendimiento promedio de 3,5 toneladas por hectárea, sin embargo, esta
aumentó hasta 18,140 toneladas en 2022. Las principales variedades de uvas
para la producción de pasa en nuestro país son Thompson Seedles, Frame
Seedless, Perlette y Fiesta, sin embargo, la producción de uva de mesa ha
desplazado tanto la producción de uva industrial como uva para producción de
pasa.
IMPORTANCIA DE LA VID EN EL MUNDO
Dentro de la producción agrícola y especialmente la frutícola, hay frutas que
poseen una mayor difusión y que por lo tanto son consumidas permanentemente a
lo largo de todo el año, mientras otras son más especiales o se reducen a la
elaboración de ciertos productos. La uva es una de las frutas que tal vez menos se
consumen como fruta en sí misma pero que sirve y es de mucha importancia en el
rubro de la producción de vinos, siendo la protagonista y parte elemental de la
misma. Más allá de esto, la uva provee de un sinfín de elementos sanos y
naturales que ayudan al cuerpo a desintoxicarse y a reducir toxinas que se pueden
ingerir por otros medios, por lo cual siempre es recomendable tener en cuenta su
consumo directo para mejorar la calidad de vida.
Por su importancia económica, cultural y religiosa, el cultivo de la uva (Vitis
vinifera) es uno de los más antiguos del mundo. Derivado de su consumo
diversificado, la uva se caracteriza por su alto valor económico, y actualmente el
31 % de la producción mundial se destina al mercado en fresco; 67 %, a la
elaboración de vinos y otras bebidas alcohólicas; y 2 % es procesada como fruta
seca (FAO, 2013; OIV, 2012).
El cultivo de la vid es uno de los frutales más cultivados en el mundo, debido a su
buena aceptación en el mercado después de la naranja, solo una pequeña porción
se consume como fruta fresca y la mayor parte es enviado a las industrias debido
a la alta concentración de glucosa y fructuoso contenido en ellos, de igual forma
las vitaminas que contiene como la B-6, es la que prevalece, seguida de B-1, B-2,
B-3 y del niacina (anónimo, 2005).
Más de la mitad de la vid plantada en el mundo se encuentra en Europa, siendo
Italia el segundo país con mayor volumen de producción, contando con 8.513.643
toneladas por año. Sin embargo, hoy en día, la sobreproducción ha provocado el
arranque de muchas viñas. Los demás continentes están experimentando una
subida de la superficie plantada. En especial Asia, que produce una gran cantidad
de uva para productos no vinificados. Dentro de Asia son Irán, con 2.032.031
toneladas anuales, Turquía con 3.933.000 e India con 2.920.000 toneladas, con
los países que más viñedo han plantado junto a China, el cual produce alrededor
de 13.494.811 toneladas de producción anual. La mayor concentración de vid en
África se encuentra en Egipto (1.759.472 toneladas anuales) y Sudáfrica
(1.901.736 toneladas anuales). La cantidad de viñedos sudamericanos sigue
aumentando en un 1,5% anuales gracias, sobre todo, a Argentina y Brasil. Chile
también aumentó la superficie dedicada a la vid, pero en menor medida.
ORÍGEN DE LA VID
La vid es originaria de Asia occidental y del Cáucaso, y se cree que su presencia
en la Tierra ya existía en la Era Terciaria. Aunque no fuera con vistas a la
producción de vino, la vid es una planta que ha jugado siempre un papel clave en
la economía de los pueblos del mundo, como alimento y como moneda de cambio.
Las primeras referencias del cultivo de la vid por parte del hombre se encuentran
en Asia Menor y Oriente Próximo, en el Neolítico. Parece probado que el origen de
la vid y el vino se localiza en el territorio de las actuales Georgia y Armenia, donde
tuvieron lugar las primeras elaboraciones alrededor del año 6.000 a.C. En los
milenios inmediatamente posteriores, tal práctica se extendió hasta las actuales
Turquía, llegando a territorio israelí y egipcio hacia el 3.000 a.C. Las costas del
Mar Negro fueron las cunas del vino y, desde allí, se extendió por oriente y por el
Mediterráneo Occidental, gracias a fenicios, griegos y romanos, auténticos
difusores de la cultura del vino. Desde aquellas primeras plantaciones que fueron
el origen de la vid y el vino hasta hoy en día, la vid ha sido objeto de estudio y
mejora genética, lo que ha dado lugar a la gran variedad de uvas que existen hoy
en día.
La vid tiene unos orígenes inciertos, aunque su antigüedad, está atestiguada por
las hojas y semillas fosilizadas aparecidas en depósitos del Paleoceno y del
Eoceno (Winkler, 1962; Galet, 1979). Existen, aproximadamente, 24.000
variedades de vid, de las que solamente, alrededor de 5.000, son variedades
claramente diferenciadas (Dry y Gregory, 1988); de éstas, únicamente, 150 se
emplean de forma generalizada, y sólo 9 variedades producen vinos clásicos
(Robinson, 1986). Sin embargo, todas las cepas corresponden al género Vitis,
clasificado dentro de la familia conocida indistintamente con los nombres de
Vitaceae, Vitidaceae o Ampelidaceae (Willis, 1973) perteneciendo, a su vez, al
orden botánico Rhamnales (Cronquist, 1981) que, también, incluye las familias
Rhamnaceae y Leeaceae. El género Vitis se divide en dos subgéneros: Euvitis (la
uva genuina) y Muscadinia (cuyo fruto recibe el nombre de muscadina).

Citations:
[1] https://carlosserres.com/origen-historia-y-evolucion-del-cultivo-de-la-vid/
[2] https://www.vinissimus.com/blog/origen-de-la-vid-y-el-vino/
[3] https://www.frutas-hortalizas.com/Frutas/Origen-produccion-Uva.html
[4] https://www.vinetur.com/2013030923035/historia-del-la-vid-y-los-vinedos.html
[5] https://www.unex.es/conoce-la-uex/centros/eia/archivos/iag/2018/2018-11-
historias-de-plantas-v-la-vid-y-el-vino-1a.pdf
[6] https://decataencata.com/los-origenes-de-la-vid/

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