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Presupuesto de aplicación de las medidas de seguridad

El artículo 80 del código


penal declara que no se
tomaran medidas de seguridad
sin perjuicio a la disposición
legal que las autorice o fuera
de los casos que la ley
determine las medidas.
El artículo 80 del código
penal declara que no se
tomaran medidas de seguridad
sin perjuicio a la disposición
legal que las autorice o fuera
de los casos que la ley
determine las medidas.
El artículo 80 del código
penal declara que no se
tomaran medidas de seguridad
sin perjuicio a la disposición
legal que las autorice o fuera
de los casos que la ley
determine las medidas.
Para poder aplicar una medida de seguridad es necesario constatar, como ya se
ha señalado, la concurrencia de los dos que son, la comisión previa de un hecho
tipificado como delito y la existencia de peligrosidad criminal.
1) Comisión previa de un delito
La exigencia de comisión previa de un delito supone la materialización
del principio de legalidad que informa expresamente la legislación penal en
materia de medidas de seguridad a partir de 1995 y que cumple dos
funciones fundamentales. Por un lado, destierra del ordenamiento penal las
medidas de seguridad, mientras que por otro, permite su uso sólo en los
ataques graves y muy graves de bienes jurídicos al impedir la aplicación de
una medida en los casos de comisión de faltas.

2) Peligrosidad criminal

La peligrosidad criminal mostrada mediante la comisión de un delito


constituye el fundamento de las medidas de seguridad según se dispone en
los artículos. Parece existir acuerdo en la doctrina al entender por
peligrosidad criminal un pronóstico de comportamiento futuro que revele la
probabilidad de comisión de nuevos delitos. Aun así, la interpretación del
término de peligrosidad y su constatación es probablemente una de las
tareas más complicadas en el proceso de aplicación de una medida de
seguridad debido a que su presupuesto, a diferencia de lo que ocurre con el
de las penas, se sitúa en el futuro. Por lo que se refiere a los elementos que
debe utilizar el Juez o Tribunal para analizar tanto la existencia de
peligrosidad criminal como su intensidad, remite únicamente al hecho y a
las circunstancias personales del autor.

Presupuestos de aplicación

Para el establecimiento de las medidas de seguridad se tiene en cuenta la


peligrosidad del sujeto en la comisión del delito. De acuerdo con las medidas de
seguridad no se fundamentan en el principio de culpabilidad sino en la
peligrosidad del autor del hecho punible, y en la probabilidad de que pueda
cometer nuevos delitos. La regulación para las medidas de seguridad privativa de
libertad se realiza en los artículos 101, 102 y 103 del código Penal. Su contenido
esta constituido por tres tipos de internamiento: en centro psiquiátrico, de
deshabituación o desintoxicación y en centro educativo especial.
Después de cumplir la pena todavía se considera peligroso al infractor del
sordomudo o que parezca de anormalidad mental sean internado en un
establecimiento o en tratamiento especial.
La coacción de buena fe consiste en la garantía personal hipotecaria presentada a
disposición del Juez de que el sujeto no volverá a perpetuar nuevos hechos
punibles y que este cumplirá las normas interpuestas en el periodo de prueba el
cual no será menor de 1 año ni mayor a 5 años. Cualquier persona.
1. Comisión de un hecho previsto como delito. No cabe imponer una medida
de seguridad si el sujeto peligroso no ha cometido «un hecho previsto como
delito». Según la doctrina mayoritaria, dicha expresión debe entenderse como la
realización de una conducta típica y antijurídica, descartándose la posibilidad de
imponer una medida de seguridad ante un hecho atípico o justificado (por ejemplo,
por obrar en legítima defensa.
Se entienda como se entienda dicho concepto, hay que alabar la opción del
legislador de eliminar las medidas de seguridad. Y ello es así porque la exigencia
de la comisión de un delito previo tiene una triple función garantizadora: refuerza
las exigencias básicas del principio de la imposición de medidas de seguridad con
anticipación a la punición de la conducta penal, pues, [contraria] al principio de
legalidad penal, ya que no cabe otra condena y la medida de seguridad lo es que
la que recaiga sobre quien haya sido declarado culpable de la comisión de un
ilícito penal, permite afirmar con mayor certeza la peligrosidad criminal del sujeto,
y establece límites claros a la función preventiva del Derecho Penal.
Medidas de seguridad post delictuales
Solo se pueden imponer medidas de seguridad post delictuales, puesto que, si
bien su fundamento radica en la peligrosidad criminal del sujeto sobre el que
recaen, esta se ha de exteriorizar en la comisión, por parte del mismo, de un
hecho previsto como delito.
Ello garantiza, a su vez, la seguridad jurídica porque el hecho previsto como delito,
al ser un comportamiento externo regulado en la ley, puede ser objeto de
constatación y prueba. Si la respuesta penal consistente en la medida de
seguridad pudiera prescindir de tal conexión objetiva y externa (de la conducta, del
hecho), su presupuesto legitimador carecería de la más elemental determinación y
la prueba o constancia de este no ofrecería garantía alguna.

Bibliografía

https://www.studocu.com/latam/document/universidad-tecnologica-de-honduras/derecho-
procesal-penal/senores-uth-nota-7/951603

https://www.oas.org/dil/esp/codigo_penal_honduras.pdf

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