En el Día de Muertos, la Catrina viene a mirar,

en el panteón la Parca danza, sin cesar,

nuestra escuela "Vasconcelos" también se une a festejar,
con rimas consonantes, esta historia va a cantar

A la maestra de español, en silencio recordamos,

partió sin despedirse, en sus libros soñamos.
La Parca la llevó, hacia su morada final,
pero en nuestras memorias, su voz sigue igual.

En el aula vacía, su ausencia se siente,

pero su amor por las letras, en nosotros persiste.
El maestro de matemáticas, números sin final,
no entiendo sus ecuaciones, enredado sin cesar.
La Parca me susurra, con misterio y verdad,
"Comprende los números, en la vida y en la eternidad."

En el aula del más allá, donde la muerte es la lección,

El profe de química, nos guía en la oscuridad sin razón.
La Parca y la Catrina, aprenden con pasión,
Que el conocimiento es eterno, incluso en la última estación

En aula de informatica, en el rincón virtual,

La Catrina y la Parca, en su clase especial,
Descubren que el conocimiento, es inmortal,
Y el maestro de tecnología, un guía sin igual.

La maestra en su celular, sus clases no presentará,

en las redes sumida, su atención ya no hallarás.
Maestra si no se pone las pilas, la Parca se la llevará,
con el reloj en mano, su tiempo no esperará.

La orientadora enojona, a su lado cuidará,

nuestro camino en "Vasconcelos", con firmeza trazará.
La Catrina la observa, su temperamento templará,
en la senda del aprendizaje, con rigor nos guiará.

En el Día de Muertos, en esta escuela peculiar,

la Catrina sonríe, alegre nos vendrá a visitar,
y en versos sencillos, nuestra historia singular,
celebramos en la "Vasconcelos", sin parar de rimar.