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El verbo es una parte esencial del lenguaje y una categoría gramatical que desempeña un papel
fundamental en la comunicación. Se utiliza para representar acciones, estados, procesos o
situaciones en el discurso. Los verbos permiten expresar lo que alguien hace, lo que le sucede, lo
que desea o lo que piensa, lo que les otorga un papel central en la construcción de oraciones y en
la transmisión de significado.
Ejemplos:
La morfología del verbo se refiere a cómo cambia su forma en función de diversos elementos
gramaticales, como el tiempo, el modo, el aspecto, la persona, el número y el género. La forma
más básica de un verbo se conoce como el "infinitivo".
Ejemplos:
Formas reflexivas
Las formas flexivas de un verbo son las diversas variaciones que asume para adaptarse a diferentes
contextos verbales. Estas formas flexivas abarcan conjugaciones que indican diferentes tiempos,
modos, aspectos, personas, números y géneros. Son esenciales para comunicar cuándo ocurrió o
ocurrirá una acción, quién la lleva a cabo, y en qué circunstancias.
La morfología de las formas flexivas implica la modificación de la raíz del verbo y la adición de
sufijos o desinencias para indicar las variaciones mencionadas anteriormente. Los cambios en la
forma del verbo son la clave para comunicar la acción en un contexto específico y adaptarla a las
necesidades de la comunicación.
Ejemplo:
Infinitivo: Cantar
Presente: Yo canto
Futuro: Yo cantaré
Participio: Cantado
Los verbos se conjugan en varios modos verbales, y cada uno de estos modos tiene sus propias
formas flexivas que se aplican de acuerdo con el propósito de la oración. A continuación, se
describen algunos de los modos verbales más comunes y sus funciones:
MODO INDICATIVO
El modo indicativo se utiliza para expresar hechos reales y acciones concretas. Es el modo que se
emplea para hacer afirmaciones, negaciones, preguntas y descripciones de situaciones objetivas.
Ejemplos:
Ella no va al cine.
MODO SUBJUNTIVO
El modo subjuntivo se utiliza para expresar deseos, dudas, suposiciones y situaciones hipotéticas.
Es un modo que a menudo se emplea en contextos que involucran incertidumbre y subjetividad.
Ejemplos:
MODO IMPERATIVO
El modo imperativo se emplea para dar órdenes, hacer peticiones, expresar consejos o dar
instrucciones directas. En este modo, el verbo se utiliza de forma muy directa y se dirige
generalmente a la segunda persona.
Ejemplos:
Siéntate y escucha.
Las formas flexivas de los verbos tienen como función principal permitir que la acción se exprese
en diferentes tiempos (presente, pasado, futuro), números (singular, plural) y personas (primera,
segunda, tercera). Esto es esencial para adaptar el verbo al contexto específico de la comunicación
y para indicar quién está llevando a cabo la acción, cuándo y bajo qué circunstancias.
Ejemplo:
Las formas no personales del verbo son las tres formas verbales que no admiten conjugación, es
decir, no expresan las características propias del verbo (tiempo, modo, número y persona). Las
formas no personales del verbo, también llamadas «verboides» son tres: infinitivo (amar),
gerundio (amando), y participio (amado).
En una oración, no funcionan como verbos sino que toman el rol los adverbios (el
gerundio), sustantivos (el infinitivo) o adjetivos (el participio).
Las formas personales del verbo, en cambio, son todos los verbos conjugados, es decir, los que
tienen morfema de persona y número e informan sobre el sujeto y el tiempo de la acción. Por
ejemplo: corren, corremos.
Infinitivo. Es la forma elemental del verbo, que le da su nombre. Los infinitivos terminan
en -ar, -er o -ir. Dentro de la oración, funcionan como un sustantivo o como un auxiliar en
frases verbales. Por ejemplo: Caminar hace bien. También funcionan como auxiliar en
frases verbales. Por ejemplo: Quiero comer pescado.
Participio. Muestra la acción una vez terminada. Los participios terminan en -ado o -ido.
Dentro de la oración, funcionan como un adjetivo. Por ejemplo: La camisa lavada quedó
muy bien. También funcionan como auxiliares en frases verbales. Por
ejemplo: Estoy cansado.
CLASES DE VERBOS
Según su infinitivo
Los verbos en infinitivo son la forma no personal de un verbo, lo que significa que es la forma
básica que tiene un verbo sin estar conjugado ni hacer referencia a ningún modo, tiempo o
persona.
Por ejemplo: comer, hablar, perder, etc.
Estos son algunos ejemplos de verbo en infinitivo que podemos encontrar en castellano. En
nuestra lengua, los verbos en infinitivo pueden tener tres terminaciones diferentes:
-ar: Por ejemplo: actuar, bajar, copiar, dibujar, durar, etc.
-er: Por ejemplo: acceder, beber, caber, defender, querer, etc.
-ir: Por ejemplo: abrir, convertir, esparcir, dormir, freír, etc.
Verbos transitivos
Son verbos en los que la acción transita del sujeto al objeto, es decir, precisan de un complemento
directo para dar sentido a la frase. Por ejemplo:
Ana hace velas perfumadas.
Jorge come una manzana.
Nos compramos los zapatos para la boda.
Verbos intransitivos
Los verbos intransitivos tienen significado pleno y no necesitan un complemento directo. Por
ejemplo:
Ustedes gritan demasiado.
Mañana viene Daniel a casa.
Siempre lloro con esa escena.
Verbos regulares
Los verbos regulares son aquellos que al conjugarse no sufren muchas modificaciones, de hecho,
sus raíces no se ven alteradas. Mira el siguiente ejemplo con el verbo "amar", al conjugarlo con
varios pronombres quedaría así:
Yo amo
Tú amas
Ella ama
Nosotros amamos
En este caso, la raíz del verbo siempre se mantiene, solamente cambian las letras finales de
acuerdo al pronombre.
Verbos irregulares
Por otro lado, los verbos irregulares son aquellos que al conjugarse cambian un montón y
básicamente no conservan su raíz. Hagamos una prueba con el verbo "decir", al conjugarlo con
varios pronombres quedaría así:
Yo digo
Tú dices
Ella dice
Nosotros decimos
Ellos dicen
Al eliminar el infinitivo del verbo "decir", solo queda la raíz "dec". Sin embargo, si te das cuenta en
la conjugación el "dec" se ve alterado, no se mantiene en muchas de estas opciones. En pocas
palabras, la raíz cambia.
Verbos pronominales
Los verbos pronominales son aquellos verbos que llevan un pronombre reflexivo que se refiere al
sujeto de la oración. Estos pronombres reflexivos son "me", "te", "se", "nos" y "se" (en tercera
persona).
Los verbos pronominales se utilizan para expresar una acción que el sujeto realiza sobre sí mismo o
para indicar una acción en la que el sujeto está involucrado de manera directa.
Por ejemplo: en la oración "me lavo las manos", el verbo pronominal "lavarse" indica que el sujeto
(yo) está ejecutando la acción de lavarse a sí mismo.
Otro ejemplo es "se peina el pelo", donde el verbo pronominal "peinarse" indica que el sujeto (él o
ella) está peinando su propio cabello.
Verbos copulativos
Son verbos que no contienen una acción definida, sino que sirven para relacionar el sujeto con su
atributo. Por ejemplo:
Los ciclistas son muy competitivos.
Laura parece buena chica.
Estoy ocupada todo el fin de semana.
Verbos auxiliares
Los verbos auxiliares son un tipo de verbos que sirven para agregar datos que tienen que ver con
el modo, el tiempo, la voz o el número.
Por sí solos, los verbos auxiliares no transmiten información sobre la acción que está ejecutando
el sujeto. Por el contrario, su función es complementar al verbo «auxiliado», que es el que cumple
la función de aportar valor semántico a la oración. Por ejemplo:
Ramón estaba distraído en la clase de inglés, no sé qué le pasaba.
¿Podrías dejar de comer? Es una falta de respeto.
No hay que darse por vencido, todavía no está todo dicho.
Verbos impersonales
También llamados verbos defectivos o incompletos, Los verbos defectivos son aquellos que no se
conjugan en todas las personas gramaticales. Pueden ser impersonales, como los verbos
relacionados con fenómenos atmosféricos, o unipersonales, que suelen conjugarse en tercera
persona. Por ejemplo:
Ocurrió durante la madrugada del domingo.
Hay pan caliente todo el día.
Amanece a las seis y media.
Verbos personales
Los verbos personales son aquellos que se pueden conjugar en todas las personas gramaticales
tanto en singular como en plural.
Las personas gramaticales son:
la voz pasiva es una construcción gramatical que expresa que la acción del verbo es realizada sobre
el sujeto. En otras palabras, el sujeto de la oración pasiva recibe la acción del verbo, en lugar de
realizarla.
La voz pasiva se forma con el verbo ser en el tiempo verbal correspondiente, seguido del participio
del verbo principal. El participio concuerda en género y número con el sujeto.
Por ejemplo:
La voz pasiva con se es una construcción gramatical que expresa que la acción del verbo es
realizada de forma impersonal o indeterminada. En otras palabras, el sujeto de la acción no es
importante o no se conoce.
La voz pasiva con se se forma con el pronombre se + verbo conjugado en tercera persona singular
o plural, según el sujeto. El participio del verbo principal concuerda en género y número con el
objeto directo de la oración activa.
En la voz pasiva con se, el sujeto de la oración activa se convierte en el objeto directo de la oración
pasiva.
Por ejemplo:
Pronombre se.
Las perífrasis verbales son construcciones sintácticas de dos o más verbos que se forman con un
verbo auxiliar conjugado y un verbo principal en forma no personal (infinitivo, gerundio o
participio). El verbo auxiliar aporta la información gramatical (persona, número, tiempo y modo),
generalmente concuerda con el sujeto y determina si la perífrasis es modal, aspectual o temporal.
Según el significado:
Perífrasis de infinitivo.
Perífrasis de gerundio.
Perífrasis de participio.
Perífrasis modales:
Perífrasis aspectuales:
Las perífrasis de infinitivo son construcciones sintácticas de dos o más verbos que se forman con
un verbo auxiliar conjugado y un verbo principal en infinitivo. El verbo auxiliar aporta la
información gramatical (persona, número, tiempo y modo), generalmente concuerda con el sujeto
y determina si la perífrasis es modal, aspectual o temporal.
Según el significado:
Perífrasis modales:
Perífrasis aspectuales:
Poner(se) a + infinitivo: Expresa inicio de la acción.
Para expresar matices de significado que no podemos expresar con las formas verbales simples.
Resumen:
Las perífrasis de infinitivo son construcciones sintácticas que se forman con un verbo auxiliar
conjugado y un verbo principal en infinitivo. Se pueden clasificar según el significado (modales o
aspectuales) y según la forma no personal del verbo principal (infinitivo). Se utilizan para expresar
matices de significado que no podemos expresar con las formas verbales simples, para dar mayor
expresividad a la oración y para agilizar el discurso.
Ejemplos:
Perífrasis modales:
Poder + infinitivo: Puedo ir al cine.
Perífrasis aspectuales:
LA PERIFRASIS DE GERUNDIO
Las perífrasis de gerundio son construcciones sintácticas de dos o más verbos que se forman con
un verbo auxiliar conjugado y un verbo principal en gerundio. El verbo auxiliar aporta la
información gramatical (persona, número, tiempo y modo), generalmente concuerda con el sujeto
y determina si la perífrasis es modal, aspectual o temporal.
Según el significado:
Perífrasis modales:
Perífrasis aspectuales:
Para expresar matices de significado que no podemos expresar con las formas verbales simples.
Resumen:
Las perífrasis de gerundio son construcciones sintácticas que se forman con un verbo auxiliar
conjugado y un verbo principal en gerundio. Se pueden clasificar según el significado (modales o
aspectuales) y según la forma no personal del verbo principal (gerundio). Se utilizan para expresar
matices de significado que no podemos expresar con las formas verbales simples, para dar mayor
expresividad a la oración y para agilizar el discurso.
Ejemplos:
Perífrasis modales:
Perífrasis aspectuales:
Estoy estudiando. (Acción en curso o desarrollo)
Las perífrasis de gerundio modales expresan la actitud del hablante ante la acción verbal.