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Historia de Trujillo
Trujillo - Perú
2022
Dedicatoria
Reconocimiento
Historia de Trujillo
Época prehispánica
En lo que hoy en día es Trujillo, estuvieron emplazadas diversas culturas prehispánicas como, por ejemplo:
Cupisnique, Salinar, Virú, Moche, Huari, Chimú e Inca. Todas ellas en su determinado momento, llegaron
a ser grandes civilizaciones y de las cuales, muy lamentablemente, hoy no queda casi nada. Actualmente en
nuestra ciudad los pocos restos arqueológicos son los siguientes:
Todos ellos, con presencia de las culturas Moche y Chimú, principalmente; son testimonios del gran legado
del periodo prehispánico, que deberían estar en una constante puesta en valor, las cuales consolidarían
nuestra identidad como peruanos, liberteños y trujillanos.
En relación a la Huaca La Esmeralda, diferenciándose de las demás, es la única que tiene una campaña de
puesta en valor, llevada a cabo por el Ministerio de Cultura. Este resto arqueológico ubicado en la
urbanización La Esmeralda, de allí su nombre, pertenece a la cultura Chimú, estaba vinculado a la ciudadela
de Chan Chan. La edificación tiene base rectangular (65 m. de largo y 41 m. de ancho) y dos plataformas
con rampas centrales. Las paredes de adobe están decoradas con altorrelieves con motivos zoomorfos y
geométricos.
✓ Importante:
Huaca la Esmeralda fue descubierta científicamente en el año 1925 y restaurada en 1960. De acuerdo
con los respectivos estudios arqueológicos realizados, in situ, se cree que pudo ser un importante
centro ceremonial de los chimú.
La invasión española
A finales de 1534, los invasores españoles llegaron al valle del Chimo, para fundar una villa, siendo
nombrado Diego de Almagro, el encargado de llevar a cabo todo el preparativo; el cual delegó a la vez, a
Martín de Estete para que se encargase de la diagramación de la traza urbana, lo que hoy sería el centro
histórico de la ciudad. El trazo fue hecho a cordel, las manzanas eran de trazo largo, llegando a medir,
aproximadamente, entre 130 y 150 metros por lado. Basándose en la usanza ibérica, estas se organizaron en
una trama a damero teniendo como punto central, la Plaza Mayor.
Así, el 5 de marzo de 1535, Francisco Pizarro lleva a cabo la fundación de la “Villa de Truxillo” con la
instalación del Cabildo, nombrando a sus primeros alcaldes, don Rodrigo Lozano (alcalde de primer voto)
y don Blas de Atienza (alcalde de segundo voto); y se repartieron los solares y las primeras encomiendas.
Martín de Estete fue nombrado teniente gobernador y como regidores a Alonso de Alvarado, García de
Contreras, Diego Verdejo, Pedro Mato y Pedro de Villafranca; quedando así instalado el primer cabildo de
la ciudad.
Guiándonos por el testimonio del escribano Andrés de Obregón, fueron 31 los primeros vecinos de nuestra
ciudad; sin embargo, en la Monografía de la Diócesis de Trujillo, se hacen figurar a 80, pero es probable
que los fundadores sean los 31 y después, poco a poco, fueron aumentando hasta llegar a los 80; y estos
fueron los siguientes:
Rodrigo Lozano
Blas de Atienza
Martín de Estete
Alonso de Alvarado
Vitores de Alvarado
Gómez de Alvarado
García de Contreras
Mosquera
Melchor Verdugo
Lorenzo de Ulloa
Anton de Pero-Mato
Cristobal de Barrientos
Aguilera
Diego de Vega
Vargas
Andrés Varo
Anton Quadrado
Valdés
Diego Verdejo
Vicente de Bejar
Garci Holguín
Diego de Mora
Miguel de la Serna
Pedro Gonzalez
Juan de Osorno
Juan Roldan
Trujillo
Hernando de Chaves
Pedro de Villafranca
Miguel Perez
Primeros solares de la villa de Trujillo, con algunos vecinos establecidos en dicho lugar.
Posteriormente el 23 de noviembre de 1537, el rey Carlos V de España, mediante una real cédula, le confirió
a Trujillo, el título de ciudad; y con otra cédula, del 7 de diciembre del mismo año, le otorgó su escudo de
armas, el cual estaba conformado por: un grifo, la corona de España, las columnas de Hércules, la Cruz de
Borgoña, la letra K (por la inicial del nombre del rey español, Karolus o Carlos V) y las olas del mar, que
representan al Océano Pacífico. En relación a este último acontecimiento, la original real cédula que otorga
a nuestra ciudad su escudo de armas, se encuentra bajo custodia de la entidad bancaria BBVA - Continental
y una copia ampliada, está en exposición en la Casa de la Emancipación.
Real Cedula dada por el rey Carlos V, otorgando el escudo de armas a la ciudad de Trujillo.
(Valladolid, 7 de diciembre de 1537).
Fotografía de Wilfredo Martín Rodríguez Rodríguez (1998).
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“En agora e de qui adelante la dicha ciudad de trujillo tenga por sus armas conocidas un
escudo dentro del qual esten dos columnas sobre aguas azules y blancas y encima de ellas
una corona del rey de oro cercada de perlas y piedras preciosas con dos blasones que
abracen las dichas dos columnas y salgan arriba por dentro de dicha corona y en medio de
las dichas columnas este una ca de oro. K. q’ es la primera letra del nombre propio de mi el
Rey. En campo azul y por timbre encima del escudo un grifo que mire a la mano derecha y
abrace el dicho escudo según que aquí van figuradas y pintadas las quales dhas armas valla
a la dicha ciudad de trugillo por sus armas…”
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Años después, el mismo rey de España, le otorga al escudo de Trujillo, seis roeles de oro, las cuales están
colocadas en el centro de las columnas y representan el linaje e importancia, entre todas las nuevas ciudades
fundadas en las colonias españolas.
Actual escudo de la ciudad de Trujillo con los roeles de oro en las columnas.
Según la Municipalidad Provincial de Trujillo (1998).
Luego de recibir el rango de ciudad, Trujillo fue designada capital administrativa de toda esta zona; aquí se
estableció una caja real, cuya competencia abarcaba las provincias de lo que actualmente son las regiones
de Cajamarca, Ancash, Lambayeque, Amazonas y La Libertad.
Con el establecimiento de las encomiendas, Trujillo se convirtió en el lugar de residencia de los
encomenderos del Norte del virreinato. Hacia el año 1544, Trujillo contaba con 300 casas y
aproximadamente 1,000 habitantes; y la economía se basaba en actividades agropecuarias como el cultivo
de la caña de azúcar, el trigo, los cultivos de pan llevar y la crianza de ganado.
En el aspecto religioso, la primera iglesia establecida en nuestra ciudad fue la Catedral, denominada
inicialmente como Iglesia Matriz; y hoy en día, tiene el rango de Basílica Menor. Desde la fundación de la
ciudad, hasta nuestros días, han llegado diversas órdenes religiosas, siendo la primera de todas, la orden de
los padres mercedarios. Por el año 1577 se creó el obispado de Trujillo, mediante una bula papal emitida
por el papa Gregorio XIII.
Catedral de Trujillo.
El 14 de febrero de 1619, aproximadamente por las 11:30 a.m., nuestra ciudad fue el epicentro de un violento
terremoto, que ocasionó la muerte de 400 personas y la destrucción de todo Trujillo. En el mar, las olas eran
enormes y se dañaron todas las embarcaciones de aquel entonces.
Posteriormente, en 1627, una vez pasado tan amarga experiencia, el cabildo civil trujillano y el eclesiástico,
establecieron nombrar a San Valentín, Patrón de Trujillo; porque fue en su día santoral que ocurrió el nefasto
terremoto y para que, desde este momento, dicho santo proteja a nuestra ciudad, de todo desastre natural.
Así nació la veneración al santo, cuyas dos únicas imágenes se encuentran en la Catedral de Trujillo, una de
ella ubicada en el altar mayor y la otra en exposición en el Museo Catedralicio.
Luego, vino el largo proceso de reconstrucción de toda la ciudad: así la arquitectura sufrió importantes
cambios, dejándose de lado el estilo gótico de los primeros años, dando lugar a nuevas influencias europeas,
las cuales podemos observar hoy en día.
El 4 de noviembre de 1625 el señor obispo de Trujillo, el Ilmo. Carlos Marcelo Corne, funda el Seminario
de San Carlos y San Marcelo, considerado como el primer centro de formación sacerdotal del Perú y de
América. En este recinto sagrado, se formaron diversas personalidades de la historia del Perú, como Toribio
Rodríguez de Mendoza, José Faustino Sánchez Carrión, Luis José de Orbegoso, entre otros; los cuales dieron
ejemplo de amor a la patria.
La muralla de Trujillo
Por la ubicación geográfica de nuestra ciudad y principalmente por su cercanía al mar, existía el peligro
constante, del ataque de los piratas o corsarios; es así que se establece la construcción de una muralla que
rodeara todo Trujillo. Esto aconteció durante el gobierno del virrey Melchor de Navarra y Rocafull; siendo
alcaldes Bartolomé Martínez de Jarabeitia y Fernando Ramírez de Orellana.
Dicha obra fue levantada por el arquitecto italiano Joseph Formento, entre 1687 y 1689; teniendo como base
un diseño realizado por Leonardo Da Vinci, para la ciudad italiana de Florencia. La muralla fue hecha en
forma elíptica para ahorrar costos en su construcción, alcanzaba un perímetro de 5,5 km y se usó más de
100,000 adobes. Dicha obra estaba compuesta por 15 baluartes, 15 cortinas y 5 portadas.
Las puertas principales fueron 3, las cuales fueron: la de Paita, ubicada al Norte, por donde entraban los
virreyes; la de la Sierra, ubicada al Este, llamada así por el camino que conducía a esta región; y la de Lima,
ubicada al Sur, que conducía a la capital del virreinato.
En la actualidad solo quedan dos partes de la antigua muralla, el baluarte de don Juan de Herrera y Valverde
y una cortina; todo lo demás es la avenida España, que rodea la zona denominada como el centro histórico
de Trujillo.
Nuestra ciudad, tuvo una buena organización territorial y urbanística, teniendo en cuenta los patrones
arquitectónicos de la época, según el modelo europeo. Trujillo tenía más de 50 manzanas, considerando la
Plaza de Armas, iglesias, conventos, un seminario y un hospital; así como también tres estanques de agua.
Y todo estaba rodeado por una muralla con sus respectivas puertas y baluartes. Esta información se pudo
obtener gracias al plano de la ciudad elaborado por Joseph Formento en 1687.
Basándose en el plano elaborado por José Formento en 1687, nuestra ciudad estuvo conformada de la
siguiente manera:
* Iglesia Belén.
Esto es comprobable en la “Planta de la civdad de Truxillo” elaborado por Joseph Formento en el año 1687,
considerado como el primer mapa de nuestra ciudad y un valioso documento histórico, que nos da grandes
luces de Trujillo, durante en la etapa virreinal.
Otro registro muy interesante de la antigua ciudad de Trujillo, es el plano que se encuentra en el Codex
Trujillo del Perú, hecho en el año 1786 por disposición del obispo de la diócesis, el Ilmo. Baltasar Jaime
Martínez de Compagnon. Aquí también se muestra a la ciudad amurallada y se observan los 15 baluartes,
sus puertas y las principales instituciones religiosas, de aquel entonces. Esta obra es importante porque
registró a la ciudad, tal como fue en realidad, a finales del siglo XVIII.
Plano de Trujillo colonial con su muralla y baluartes, tomado del Codex Trujillo del Perú.
Acuarela de la crónica del obispo Baltazar Jaime Martínez de Compagnon y Bujanda.
Un hecho trascendental ocurrió en el año 1784, al crearse la intendencia de Trujillo, manteniendo la misma
área geográfica que el corregimiento de Trujillo; posteriormente en el año 1789, se amplió el territorio de la
intendencia que llegó a tener nueve partidos, los cuales fueron: Trujillo, Lambayeque, Piura, Cajamarca,
Huamachuco, Chota, Moyobamba, Chachapoyas, Jaén y Maynas, es decir todo el Norte del Perú; su primer
intendente fue don Fernando Saavedra y el último fue José Bernardo de Tagle y Portocarrero, quien
proclamo la independencia en 1820. Hacia mediados del ciclo en mención, se calculó que en Trujillo había
una población de 9,200 personas.
Mapa del virreinato del Perú, durante los inicios del siglo XIX.
Nótese la demarcación territorial de las intendencias, las cuales sirvieron de base la creación de las
actuales regiones políticas del Perú.
La independencia de Trujillo
Una vez, llegada las Nuevas Ideas de la Ilustración, muchos peruanos y especialmente trujillanos, consolidan
el ambiente favorable para luchar y lograr la tan anhelada independencia, del dominio español.
Estando don José de San Martín en territorio peruano (setiembre de 1820) el intendente de la ciudad José
Bernardo de Tagle y Portocarrero, estableció una comunicación constante con el general argentino, a favor
de la causa emancipadora. Así Trujillo fue la primera ciudad del Perú en completar el proceso de
independencia de España, cumpliendo con los tres actos necesarios para tal objetivo.
El 24 de diciembre de 1820, mediante un cabildo abierto y por unanimidad la población de la ciudad declaró
la independencia de Trujillo y tomó el acuerdo de proclamarla en los días siguientes; para esto un grupo de
ilustres damas trujillanas, como doña Micaela Muños Cañete de Merino y doña Jacoba Lacomba,
confeccionaron la primera bandera del Perú; la misma que fue velada por estudiantes del Seminario de San
Carlos y San Marcelo, quienes formaron una guardia de honor, la noche del 28 de diciembre de 1820.
El inolvidable jueves 29 de diciembre de 1820, en la sede del cabildo, que era presidido por don José Cavero
y Muñoz, se firmó el acta de independencia de Trujillo, seguidamente, ante un cabildo abierto reunido en la
Plaza de Armas de nuestra ciudad, don José Bernardo de Tagle y Portocarrero, proclamó la independencia
de Trujillo, pronunciando lo siguiente:
Posteriormente se procedió a arriar la bandera española e izar por primera vez, la flamante bandera del Perú.
Después de la ceremonia, Torre Tagle envió emisarios a todos los partidos de la intendencia con
instrucciones de hacer lo mismo. Lambayeque declaró oficialmente su independencia el 31 de diciembre y
Según el ilustre historiador Nicolás Rebaza Cueto, en su obra cumbre “Anales del Departamento de La
Libertad en la Guerra de la Independencia” se establece que don José de San Martín manifestó:
Seguidamente con el Reglamento Provisional dado por don José de San Martín en el año 1821, se creó el
departamento de Trujillo, sobre la base de la intendencia del mismo nombre, que posteriormente fue
reafirmada por la primera Constitución Política de Perú de 1823. Así nuestro departamento llegó a sobresalir
por su gran desarrollo político-económico, entre los años 1821 y 1825; convirtiéndose en el único territorio
estable y ordenado, de la naciente república peruana. Trujillo paso a ser uno de los departamentos más
importantes del Perú.
Con el pasar de los años, Trujillo se convirtió en una urbe muy próspera y segura, la cual, por sus esfuerzos
a favor de la independencia nacional, el 31 de enero de 1822 recibió por un decreto supremo del protector
San Martín el título de “Ciudad Benemérita y Fidelísima a la Patria”, y su municipalidad, entonces llamada
Cabildo, el título de “Honorable”.
Riva Agüero estuvo en Trujillo desde junio de 1823, junto con sus ministros y parte de los diputados; y ya
establecido su gobierno, procedió a disolver el congreso y creó un senado de 10 miembros, que es conocido
como “el Senado de los Diez”.
En el Callao estalló la discordia entre el Congreso y Riva Agüero. El Congreso estableció que se trasladasen
a Trujillo los poderes Ejecutivo y Legislativo; creó además un poder militar que confió al general venezolano
Antonio José de Sucre (que había llegado al Perú, en mayo de dicho año), y acreditó una delegación para
solicitar la colaboración personal de Simón Bolívar en la guerra contra los españoles (19 de junio de 1823).
Enseguida, el mismo Congreso concedió a Sucre facultades iguales a las de un presidente de la república
mientras durara la crisis, y el día 23 de junio dispuso que Riva Agüero quedara exonerado del mando
supremo. Pero Riva Agüero no acató dicha disposición.
Durante el breve periodo de Riva Agüero, se formó tropas militares y se intentó reforzarlas con los restos
de las tropas de la Segunda Campaña de Intermedios.
Finalmente, Riva Agüero empezó a negociar una tregua con los españoles con el fin de oponerse a la
autoridad de Torre Tagle que estaba gobernando en Lima, así como también a Bolívar y Sucre. Como no
parecía estar dispuesto a lograr un entendimiento con el resto de los patriotas, fue necesario recurrir a la
fuerza. Riva Agüero fue apresado por sus propios oficiales encabezados por el coronel Antonio Gutiérrez
de la Fuente (25 de noviembre de 1823) quien, desobedeciendo la orden de fusilarlo, lo envió a un destierro
político a Guayaquil. Riva Agüero gobernó hasta el 6 de agosto de 1823.
En 1824, nuestra ciudad recibió al ejército libertador de don Simón Bolívar, quien asumió el gobierno del
Perú y se estableció en Trujillo, convirtiéndola en la sede de su gobierno. Así, por un decreto supremo del
26 de marzo de 1824, Trujillo fue designada como capital de la república, mientras Lima fuera liberada del
dominio español. Por aquel entonces, Trujillo abarcaba los actuales territorios de las regiones de La Libertad,
Cajamarca, Piura, Lambayeque y Amazonas.
Don Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco
La casona trujillana, designada para que sea la sede institucional del gobierno de Simón Bolívar, fue la Casa
Urquiaga o Casa Calonge, considerada desde la etapa virreinal como una de las casonas más lujosa de
América.
En 1824 se estableció en nuestra ciudad, la primera Corte Superior de Justicia que tuvo la república peruana,
siendo el máximo tribunal de justicia, con atribuciones de una Corte Suprema, bajo la denominación de
Corte Superior del Norte.
La base de esta institución judicial fue Cámara de Apelaciones establecida por don José de San Martín
mediante un decreto supremo del 12 de febrero de 1821, con jurisdicción en los actuales territorios de
Tumbes, Cajamarca, Piura, Lambayeque, Amazonas y toda La Libertad; considerada como el primer
tribunal de justicia del Perú, con sede en la ciudad de Trujillo, con el objetivo de reemplazar a la Real
Audiencia de Lima.
La instalación de la flamante corte, aconteció el 30 de abril de 1824 e inició sus funciones el 4 de mayo de
1824, siendo presidida por Manuel Lorenzo de Vidaurre y Encalada. El local institucional designada para
dicha institución, fue el antiguo convento de los padres mercedarios, ubicado en la cuadra 5 del jirón Pizarro,
lo que hoy es su local central.
Posteriormente, en honor al gran aporte de Trujillo a la causa patriota, por una ley del 9 de marzo de 1825,
se dispuso denominar al departamento de Trujillo como “Departamento de La Libertad” y se nombró a su
ciudad capital Trujillo como la “Ciudad Bolívar”. Esta última denominación estuvo vigente hasta mediados
del año 1827, volviendo la denominación de ciudad de Trujillo.
En relación a la denominación de departamento de La Libertad, esta fue cambiada por región La Libertad,
en el 2002, durante el gobierno de Alejandro Toledo, con la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales.
Uno de los hechos más trascendentales para nuestra ciudad fue la creación e instalación de la Universidad
Nacional de Trujillo, denominada inicialmente como Universidad de Santo Tomas y Santa Rosa y
considerada como la primera universidad de la república.
En relación a la creación de dicha institución, esta aconteció el 10 de mayo de 1824, mediante la
promulgación de un decreto supremo de Simón Bolívar en su cuartel general en Huamachuco.
Posteriormente la instalación aconteció en el año 1831 (siete años después de su creación) en la capilla del
Seminario de San Carlos y San Marcelo.
Con el aumento del alumnado, el Estado peruano determinó que la universidad ocupara el antiguo convento
e iglesia de la Compañía de Jesús, ubicada en la intersección de los jirones Independencia y Diego de
Almagro, lo que hoy es su local central y el auditorio Cesar Vallejo.
Ante el aumento de la población trujillana y por consiguiente de la juventud de la ciudad, así como también
de todo el Norte del Perú; el obispo de la diócesis Trujillo, el Ilmo. Agustín Guillermo Charún, gestionó
ante el Estado peruano la creación de un colegio para laicos. Así el presidente de la república, el Gral. Rufino
Echenique promulgó un decreto supremo el 18 de mayo de 1854, creando el Colegio Nacional de San Juan,
considerado el primer colegio de la ciudad de Trujillo.
Hoy denominada como institución educativa emblemática, fue participe de varios momentos de la historia
del Perú, como en la Guerra del Guano y del Salitre y la Revolución Aprista de Trujillo. Por sus aulas han
pasado personajes de la talla de César Vallejo, Ciro Alegría, Walter Alva Alva, José Watanabe, entre otros,
todos los cuales han dejado un legado grandioso a la patria.
La instalación y apertura, aconteció el 23 de agosto de 1854, en medio de un ambiente festivo para toda la
ciudad y el Norte del Perú.
En uno de los momentos más críticos de nuestra historia nacional, la Guerra del Guano y del Salitre,
acontecida entre los años 1879 y 1883, Trujillo brindó un gran apoyo y tropas para la defensa nacional.
En ese contexto nuestra ciudad también padeció la ocupación de las tropas chilenas, con la nefasta
Expedición Lynch, las crónicas de la época hacen referencia de saqueos y destrucciones de las industrias
azucareras de la zona; todo lo cual estuvo dirigido por el general chileno Patricio Lynch, de allí el nombre
de la expedición.
Pero aparte de todo lo negativo, sobresalieron actos llenos de heroísmo y de amor a la patria, como la
conformación del Batallón Nº 2, el cual estuvo integrado por docentes y estudiantes del Colegio Nacional
de San Juan, dirigido por el gran maestro y catedrático, el Dr. José María Checa.
Así en Trujillo se hizo una presencia militar, en medio de un caos a nivel nacional, cuya finalidad primordial
era mantener el orden civil en toda la ciudad.
También es digno de recordar y resaltar la participación de dos grandes e ilustres personalidades de aquel
entonces, quienes no dudaron en entregar su fortuna personal, para pagar el cupo establecido por los
chilenos, a cambio de no destruir y saquear la ciudad. Por ello es digno recordar al hacendado don Luis G.
Albrecht y al alcalde de la ciudad, don Cecilio Cox Doray, los cuales han sido considerados por la
Municipalidad Provincial de Trujillo como los “Salvadores de Trujillo”. Mediante estas líneas hacemos un
reclamo a todas las autoridades de nuestra ciudad, para que se reconozca constantemente el valioso aporte
hecho por estos dos grandes hombres, a la ciudad de Trujillo. Honor y gloria a ellos…
“Dio su fortuna, junto con Cecilio Cox Doray, para salvar a la ciudad
de Trujillo, durante la invasión chilena a territorio peruano”
El Monumento a la Libertad
Monumento a la Libertad.
El ultimo hecho histórico de Trujillo, aconteció en julio de 1932, durante el desarrollo del Tercer
Militarismo, cuando presidente de la república, el comandante Luis Miguel Sánchez Cero, quien al pretender
establecer un gobierno dictatorial, el Partido Aprista de nuestra ciudad, llevó a cabo la revolución de Trujillo
de 1932, uno de los más trascendentales episodios de la historia republicana del Perú, que costó la vida de
muchos ciudadanos; por lo que se conoce a este año, como el “año de la barbarie”. Pero este hecho también
marcaría la identidad política de la ciudad durante la segunda mitad del siglo XX.
Los fusilamientos de Chan Chan - Óleo de Felipe Cossío del Pomar (1938).
En recuero de los 44 apristas condenados a muerte por la Corte Marcial instalada en Trujillo.
La ejecución ocurrió el 27 de julio de 1932, antes ya habían sufrido esa pena, centenas de combatientes.
Ilustres trujillanos
En la siguiente sección, ponemos en manos de toda la comunidad trujillana, a los principales hijos
ilustres de nuestra ciudad, con la única finalidad de conocerlos, valorarlos y difundirlos, y en especial para
que estas nuevas generaciones puedan forjar su identidad local, que tanta falta hace hoy en día.
Referencia Bibliográfica.