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Boletín de

monumentos
históricos
43
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS
Tercera época, núm. 43 | mayo-agosto de 2018

SECRETARÍA DE CULTURA CONSEJO EDITORIAL


Julieta García García, inah
ALEJANDRA FRAUSTO GUERRERO Nuria Salazar Simarro, inah
Secretaria Concepción Amerlinck de Corsi, inah
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Leopoldo Rodríguez Morales, inah
Luis Alberto Martos López, inah
DIEGO PRIETO HERNÁNDEZ Guillermo Boils Morales, unam
Director General Jorge Zavala Carrillo, inah
Luis Fernando Guerrero Baca, uam
AÍDA CASTILLEJA GONZÁLEZ
Gustavo Becerril Montero, inah
Secretaria Técnica
José Omar Moncada Maya, unam
PEDRO VELÁZQUEZ BELTRÁN
Secretario Administrativo CONSEJO DE ASESORES
Eduardo Báez Macías, unam
VALERIA VALERO PIÉ Clara Bargellini Cioni, unam
Coordinadora Nacional de Monumentos Históricos Amaya Larrucea Gárritz, unam
Rogelio Ruiz Gomar, unam
REBECA DÍAZ COLUNGA
Constantino Reyes Valerio (†)
Encargada de la Coordinación Nacional de Difusión
Lourdes Aburto Osnaya, ueesge
ANTONIO MONDRAGÓN LUGO Guillermo Tovar y de Teresa (†)
Director de Apoyo Técnico, cnmh Rafael Fierro Gossman, ui
Pablo Chico Ponce de León, uay
JULIETA GARCÍA GARCÍA Carlos Navarrete Cáceres, unam
Subdirectora de Investigación, cnmh Luis Arnal Simón, unam
JAIME JARAMILLO Antonio Rubial García, unam
Encargado de la Dirección de Publicaciones, cnd Olga Orive Bellinger, unam

BENIGNO CASAS COORDINACIÓN EDITORIAL


Subdirector de Publicaciones Periódicas, cnd Ana Eugenia Reyes y Cabañas
Portada: Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro Leopoldo Rodríguez Morales
de la mula, 1723, col. privada.
contraportada: Vista general del convento agustino Benigno Casas | Producción editorial
de Santa María Magdalena en Cuitzeo del Porvenir. Javier Rojas | Cuidado de la edición
Fotografía cortesía de Raymundo Ramos. Raccorta | Formación y cubierta

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, por cualquier medio o procedimien-
to, sin contar previamente con la autorización de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor, y en su caso, de los
tratados internacionales aplicables. La persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones legales correspondientes.
La reproducción, uso y aprovechamiento por cualquier medio, de las imágenes pertenecientes al patrimonio cultural de la nación mexi-
cana, contenidas en esta obra, está limitada conforme a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos,
y a la Ley Federal del Derecho de Autor. Su reproducción debe ser autorizada previamente por el inah y por el titular del derecho de autor.
ISSN: 0188-4638
D.R. © INAH, Córdoba 45, Col. Roma, Primera época: 1978-1982 (núms. 1 al 8)
C.P. 06700, México, D.F. Nueva época: 1989-1991 (núms. 9 al 15)
Tercera época: 2004-
Boletín de Monumentos Históricos, tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018, es una publicación editada por el Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Secretaría de Cultura. Editor responsable: Benigno Casas de la Torre. Reservas de Derechos al uso exclusivo: 04-
2008-012114371500-102, ISSN: 0188-4638, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título
y Contenido: 16123, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domi-
cilio de la publicación: Hamburgo 135, Mezzanine, Col. Juárez, C.P. 06600, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. Imprenta: Taller de
impresión del inah, Av. Tláhuac 3428, Culhuacán, C.P. 09840, Alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México. Distribuidor: Coordinación Nacional
de Difusión del inah, Hamburgo 135, Mezzanine, Col. Juárez, C.P. 06600, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. Este número se ter-
minó de imprimir el 19 de julio de 2019 con un tiraje de 1 500 ejemplares. Revista indexada en clase y Latindex.
https://revistas.inah.gob.mx/indexphp/boletinmonumentos
http://difusion.inah.gob.mx/images/revistas/MonumentosHistoricos/43/Html/index.html
Índice

3 Editorial

artículos

6 Una pintura del mulato Tomás de Sosa en España. San Antonio de Padua
y el milagro de la mula: su hallazgo en una colección privada | gabriela sánchez
reyes / andrés santillán medina / guillermo arce

20 En busca de los enigmáticos vigilantes de la montaña y el sotavento:


nuevos hallazgos, hipótesis y preguntas en torno del patrimonio
fortificado de Veracruz | sergio a. vargas matías

51 Aproximación a un discurso gráfico en el antiguo convento agustino


de Santa María Magdalena en Cuitzeo del Porvenir, municipio de Cuitzeo,
Michoacán de Ocampo, México | maría lizbeth aguilera garibay

84 Colegio de Nuestra Señora de Covadonga, Ciudad de México: siglos xviii


al xx. Historia de una institución escolar que quedó en intento | alicia
bazarte martínez / leopoldo rodríguez morales / alma alicia benítez pérez

107 El edificio de la Antigua Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria


“San Jacinto”: una historia a través de sus etapas constructivas | yunuen l.
maldonado dorantes

137 Pedro de Medina Picazo S. J., insigne benefactor | verónica zaragoza

154 Etapas constructivas del templo de San Francisco Javier de Tepotzotlán


(1670-1764) | ricardo uriel peza alvarado
176 Posta de color y tiempo. La recuperación de la pintura mural exterior
en el camarín de la Virgen de Loreto | karina xochipilli rossell

reseñas

192 José Luis Curiel Monteagudo, La cocina en la ruta de las misiones


de fray Junípero Serra, México, Porrúa, 2017 | francisco morales valerio o. f. m.

noticias

195 Primer encuentro: Las revistas académicas del inah. Balance


y perspectivas, 13-17 de marzo de 2018 | maría del carmen león garcía
Editorial

E
l número que el lector tiene en sus manos es un mosaico temático de resulta-
dos de investigaciones acerca de patrimonio cultural mueble e inmueble. Una
buena oportunidad para ampliar horizontes y adentrarse en muy diversos y
novedosos hallazgos, así como en la continuación de otros que se han trabaja-
do desde varias perspectivas.
Tres son los temas que aborda el artículo “Una pintura del mulato Tomás de Sosa en Es-
paña. San Antonio de Padua y el milagro de la mula: su hallazgo en una colección privada”, de
|3
Gabriela Sánchez Reyes, Andrés Santillán Medina y Guillermo Arce; uno, la circulación de los
objetos artísticos en los territorios de la Monarquía hispana; dos, el diálogo entre coleccio-
nistas y académicos en la estructuración de nuevas formas de investigación, y retomo del
texto la frase “la presencia de personajes afrodescendientes en la pintura novohispana no
resulta ser tan común”, que es el tercer asunto a tratar.
El recuento que se hace de las fortificaciones remite a pensar en la geografía del siglo
xvi, tan distinta a la que hoy conocemos, tanto en territorios no urbanos como en las inci-

pientes ciudades, así como en la necesidad de protegerse del otro, el recién llegado, res-
guardándose y al mismo tiempo haciendo obras de maravilla arquitectónica. El artículo
de Sergio A. Vargas Matías, “En busca de los enigmáticos vigilantes de la montaña y el so-
tavento: nuevos hallazgos, hipótesis y preguntas en torno del patrimonio fortificado de
Veracruz”, analiza la arquitectura fortificada, desde la que se construyó con fines de comu-
nicación, como el telefre, hasta las atalayas u otras construcciones, edificadas en pleno si-
glo xix, todas como testimonio y vínculo de la historia veracruzana y nacional en constante
trabajo por su defensa.
Hacer recorridos virtuales se ha vuelto una práctica cada vez más cotidiana; ahora bien,
estudiar y comprender cada uno de los elementos ornamentales que se representan grá-
ficamente en un inmueble es una labor que, en “Aproximación a un discurso gráfico en el
antiguo convento agustino de Santa María Magdalena en Cuitzeo del Porvenir, municipio

editorial
de Cuitzeo, Michoacán de Ocampo, México”, de Ma- en la práctica agrícola, porque los diputados no esta-
ría Lizbeth Aguilera Garibay, se disfruta por la mi- ban en esa misma sincronía.
nuciosidad en los detalles que se observan al hacer Un inmueble icónico de la representación del
la lectura y la visita imaginada, apoyados en su des- periodo virreinal en México es el Museo Nacional
cripción y en las fotografías del actual museo. del Virreinato. Tres artículos dan cuenta de su his-
El nombre de los lugares se va convirtiendo en toria. El primero de ellos, “Pedro de Medina Picazo,
una costumbre, y nos referimos a ellos de una ma- insigne benefactor”, de Verónica Zaragoza, aborda
nera determinada, aunque muchas veces el uso de un apasionante capítulo en la construcción del be-
un edificio nunca haya sido el referido por tal nom- llo y famoso templo de San Francisco Javier por el
bre. En “Colegio de Nuestra Señora de Covadonga, P. J. Pedro de Medina Picazo, integrante de una de
Ciudad de México: siglos xviii al xx. Historia de una las familias de la nobleza novohispana. Como bien
institución escolar que quedó en intento”, de Ali- se sabe, las construcciones no se hacen en periodos
cia Bazarte Martínez, Leopoldo Rodríguez Morales cortos; además de un diseño debe aportarse y garan-
y Alma Alicia Benítez Pérez, se relata la propuesta tizarse el monto económico para llevar a cabo la obra
para la realización de un proyecto con el que se crea- que trascenderá al benefactor. En este caso, además
ría el Colegio de Nuestra Señora de Covadonga y su se consiguió hacer otra obra arquitectónica, la Casa
descripción arquitectónica, junto con los diferentes de Loreto. El padre Pedro, como se le conoció, fue
usos que tuvo desde el siglo xviii hasta la más recien- sin duda un personaje en Tepotzotlán. En el texto se
te intervención, iniciada en 2004. La documentación menciona incluso que aprendió otomí en ese lugar,
archivística consultada muestra tanto las negativas actividad que le mereció ser operario de indios para
que enfrentó para su funcionamiento como colegio, enseñar gramática en San Gregorio, Ciudad de Mé-
4|
como las aprobaciones para que lo fuera, aunque no xico. De importancia también es el documento que
llegó a concretarse. cierra este artículo: sin duda generará nuevas inves-
El siglo xix fue el escenario de la transformación tigaciones por ser una fuente primaria de estudio.
de la Ciudad de México. Un magnífico ejemplo se El objeto central del segundo artículo de esta tria-
analiza en el artículo “El edificio de la Antigua Escuela da lo constituye el inmueble hoy reconocido como
Nacional de Agricultura y Veterinaria ‘San Jacinto’: templo de San Francisco Javier; al igual que nos
una historia a través de sus etapas constructivas”, de interesa saber quién fue el patrocinador de la obra
Yunuen Maldonado Dorantes. Con una narración di- arquitectónica, las nuevas investigaciones in situ nos
ligente y sólida, la autora nos lleva a través de las aclaran su construcción, como en el caso de “Etapas
transformaciones arquitectónicas que tuvo el hospi- constructivas del templo de San Francisco Javier de
cio dominico de San Jacinto, hasta una novedosa es- Tepotzotlán (1670-1764)”, de Ricardo Uriel Peza Al-
cuela propuesta por el Ministerio de Instrucción, la varado. Las cronologías son una herramienta meto-
Escuela de Agricultura y Veterinaria, proyecto arqui- dológica para estructurar con nuevas perspectivas
tectónico a cargo del ingeniero-arquitecto José Luis los procesos históricos de un inmueble a estudiar.
Collazo. La asignación de presupuesto destinado a El autor comparte atinadamente diversas fuentes de
la educación es un asunto no resuelto en la historia investigación, documentales y testimoniales encon-
y que aún padecemos. La adquisición de un inmue- tradas en los trabajos de intervención arquitectónica
ble, o como fue el caso de la hacienda de la Ascen- que realizó. A las distintas cronologías existentes
sión, no garantizaba a los alumnos su adiestramiento ahora podemos agregar las evidencias de restos ar-

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


queológicos que, contrastados con los documentos técnicas de registro, como calcar sobre el muro, foto-
gráficos y escritos, esclarecen la vida de este impor- grafías, dibujos y escáner 3D. Sin embargo, en cual-
tante inmueble jesuita. Identificar los diferentes es- quiera de estas técnicas el inicio es la observación
pacios arquitectónicos, sus modificaciones y los que minuciosa, selectiva y crítica”, a modo de llegar, por
permanecen intactos hasta la actualidad es la base medio de un proceso interdisciplinario, a la toma de
para nuevos trabajos, y este texto servirá como fuen- decisiones para la reintegración cromática tanto en el
te primaria de información. interior como en el exterior, a partir de los vestigios
Para concluir la tercia dedicada al Museo Nacio- que se van encontrando.
nal del Virreinato, presentamos un magnífico artícu- Una estupenda reseña escrita por Francisco Mo-
lo, “Posta de color y tiempo. La recuperación de la rales invita a leer el libro de José Luis Ignacio Curiel
pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de Monteagudo, La cocina en la ruta de las misiones de
Loreto”, donde Karina Xochipilli Rossell escribe a pro- fray Junípero Serra, publicado por Porrúa en 2017, y
pósito de la intervención arquitectónica que se hizo complementa la exquisitez que este número del Bole-
en ese espacio en 2016. La luz es el factor que mues- tín de Monumentos Históricos integra en esta ocasión.
tra las formas, y éstas construyen el discurso a partir Para cerrar esta edición, María del Carmen León
del cual se proponen nuevos análisis e interpretacio- García cuenta acerca del evento de reflexión y aná-
nes para el estudio de la Compañía de Jesús. Algunos lisis que se generó con el Primer encuentro: Las re-
procesos de intervención para adecuar los inmuebles vistas académicas del inah. Balance y perspectivas,
hacen que éstos parezcan homogéneos, como en el organizado por el Instituto Nacional de Antropo-
caso de la adaptación del conjunto arquitectónico a logía e Historia en marzo de 2018. Su importancia
museo, que lo dejó con paredes blancas y guardapol- radica en que se hizo una valoración de las perspec-
|5
vos rojos. Criterios de una época que, por fortuna, los tivas a futuro de las publicaciones periódicas que el
avances en el estudio de la luz, el color y, por lo tan- instituto pone en circulación editorial, como este
to, de la forma y el discurso, nos permiten hacer lec- Boletín de Monumentos Históricos.
turas más enriquecedoras. Retomo las palabras de la
autora: “En conservación se han probado numerosas Julieta García García

editorial
Gabriela Sánchez reyeS* / andréS Santillán Medina** / GuillerMo arce***

Una pintura del mulato Tomás de


Sosa en España. San Antonio
de Padua y el milagro de la mula:
su hallazgo en una colección privada
Fecha de recepción: 30 de octubre de 2018.
Fecha de aceptación: 27 de noviembre de 2018.

El estudio de la producción plástica de un artista está sujeto al registro de su obra, de tal forma que cualquier hallazgo ofre-
ce una oportunidad para ampliar o corregir la información que se tiene sobre él. Entre el gremio de pintores novohispa-
nos se tienen pocas noticias de miembros que se identificaran como mulatos o mulatos libres. Tal fue el caso de Tomás
de Sosa, cuyo nombre apenas estaba registrado y de quien hace una década se dio a conocer la localización de tres de sus
pinturas en distintos sitios. Sin embargo, a partir de que un particular en España informó acerca de una nueva pintura fir-
mada por Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, ha sido posible replantear la datación de su vida y su obra, así
como sus posibles vínculos con el también pintor mulato Juan Correa.
Palabras clave: Tomás de Sosa, pintor mulato, mulato libre, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, pintura novohis-
pana, gremio de pintores novohispanos, Juan Correa.

Studying an artist’s visual production is constrained by the known corpus of his artwork, making the discovery of any
6| new painting an opportunity to expand or correct what is known about him. In the painters’ guild in New Spain, scant in-
formation is available on members who identified themselves as mulattos. This was the case of Tomás de Sosa, who was
known solely by references to his name until a decade ago, when three of his paintings were located in different collec-
tions. More recently, the appearance of another painting signed by Sosa in a private collection in Spain, Saint Anthony
of Padua and the Miracle of the Mule, has made it been possible to reconsider the dating of his life and work, as well as his
possible connections to Juan Correa, another mulatto painter.
Keywords: Tomás de Sosa, mulatto painter, free mulatto, Saint Anthony of Padua and the Miracle of the Mule, painting in
New Spain, painters’ guild in New Spain, Juan Correa.

L
a circulación de obras novohispanas, ya sea por razones comerciales, dona-
ciones o como adquisición para el ajuar doméstico en los territorios europeo
y americano, ha sido identificada en diversos acervos, así como en coleccio-
nes públicas y privadas.1
Es posible que en algunos casos sea más fácil identificarlas por las técni-
cas americanas, tales como los enconchados, el arte plumaria o la escultura de caña de

* Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, inah.


** El Colegio de Michoacán.
*** Universidad Nacional Autónoma de México.
1María Luisa Sabau García (dir.), México en el mundo de las colecciones de arte: Nueva España, vols. 1 y 2, Méxi-
co, Azabache, 1994.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Figura 2. Tomás de Sosa, Virgen de Guadalupe con san Joaquín y señora
santa Ana, capilla de San Simón y San Judas Tadeo, Azcapotzalco, Ciudad
de México, ca. 1680-ca. 1723. Fotografía de Martha Ghiliazza.

Figura 1. Tomás de Sosa, La lactación de san Bernardo, catedral de Cuernavaca, |7


México, ca. 1680-ca. 1723. Fotografía del Centro inah Morelos. plos. Incluso se han localizado obras firmadas por
los pintores Antonio Sánchez y José de Páez en las
maíz.2 En este sentido, el trabajo de orfebrería tam- islas Canarias,4 y por Antonio de Torres en el con-
bién ha circulado en ambas direcciones del océano vento de la Encarnación de Granada.5
Atlántico, ya que se tiene noticia de que algunos in- Lo anterior demuestra que continúan estrechán-
migrantes canarios lo colocaban en sus templos de dose los vínculos entre los coleccionistas y los aca-
origen.3 En cuanto a las obras pictóricas existen te- démicos, permitiendo a estos últimos el ingreso a
máticas específicas como temas históricos sobre la los conventos, monasterios y residencias para co-
Conquista, la pintura de castas y la devoción a la Vir-
gen de Guadalupe, por mencionar algunos ejem- 4 Pablo F. Amador Marrero, “Dos cobres del pintor novohispa-
no Antonio Sánchez en Canarias”, Anales del Instituto de Investi-
gaciones Estéticas, vol. xxviii, núm. 88, 2006, pp. 205-212; Carlos
2 Pablo F. Amador Marrero, “De Oaxaca a Canarias: devociones Rodríguez Morales, “Nueva pintura de José de Páez en las Is-
y ‘traiciones’”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. las Canarias”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol.
xxxiv, núm. 101, 2012, pp. 39-79. XXX, núm. 92, 2008, pp. 223-227; Domingo Martínez de la Peña,
3 Cristina Esteras Martín, “Orfebrería poblana en la parro- “Pinturas mejicanas del siglo xviii”, Tenerife. Anuario de Estudios
quia extremeña de Salvatierra de los Barros”, Revista de Indias, Atlánticos, núm. 23, 1977.
núms. 163-164, 1981, pp. 269-279; Jesús Pérez Morera, “Excon- 5 Lázaro Gila Medina, “Aproximación a la vida y obra del pintor
vento de Santo Domingo (San Cristóbal de La Laguna)”, en novohispano Antonio de Torres (1667-1731) y estudio de una se-
Arte, devoción y fortuna. Platería americana en las Canarias oc- rie inédita mariana del convento de la Encarnación de Granada
cidentales, Canarias, Viceconsejería de Cultura y Deportes- de franciscanas clarisas”, Anales del Museo de América, núm. 23,
Gobierno de Canarias, 2010. 2015, pp. 82-113.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
8|

Figura 3. Tomás de Sosa, Santos jesuitas y retratos civiles, óleo sobre tela, 223 × 300.5 cm, Museo Nacional de Arte, inba. Fotografía de Nazzar Jalili.

nocer los objetos de devoción y las obras artísticas Bernardo, en la catedral de Cuernavaca, Morelos; Vir-
que podrían ser analizadas. Tal es el caso del recien- gen de Guadalupe con san Joaquín y señora santa Ana, en
te hallazgo en España de la pintura San Antonio de la capilla de San Simón y San Judas Tadeo, Azcapot-
Padua y el milagro de la mula, firmada por el pintor zalco, Ciudad de México, y Santos jesuitas y retratos ci-
mulato Tomás de Sosa, que forma parte de una co- viles, en el Museo Nacional de Arte (Munal) (figuras
lección privada desde la segunda mitad del siglo xix, 1, 2 y 3). Por tal razón, resulta lógico pensar que la
aproximadamente, y de la que se desconocen deta- aparición de una nueva pintura de Sosa en el extran-
lles sobre su adquisición. jero permitirá enriquecer y ampliar el conocimiento
Por fortuna, el propietario actual de la pieza se in- sobre el quehacer artístico de este pintor mulato.
teresó en conocer más sobre la vida y obra del autor. A partir de las tres pinturas localizadas, los años
Con esta intención revisó un artículo publicado hace de vida de Tomás de Sosa habían sido fechados en-
una década, donde se presentaron los datos más re- tre 1655 y 1712. Sin embargo, un nuevo dato ha per-
levantes sobre Sosa, de quien sólo se conocen tres mitido modificar este corte cronológico, como se
pinturas localizadas en México: La lactación de san verá a continuación. En este sentido, es importante

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


resaltar que Sosa se identificó asimismo como pin- De igual forma se conoce la obra del pintor pardo
tor mulato libre.6 Ahora, gracias al hallazgo de la habanero Vicente Escobar de Flores, especialista
pintura San Antonio de Padua y el milagro de la mula, en la ejecución de retratos a finales del siglo xviii.10
se sabe que el pintor mulato aún ejercía su oficio en Otro estudio sobre este tema es el dedicado a José
1723, ya que el lienzo está firmado en ese año. Gil de Castro, mejor conocido como el Mulato Gil, y
José Bernardo, ambos maestros mulatos peruanos
Presencia de pintores mulatos radicados en Chile y activos durante el siglo xix.11
en el Imperio español En el caso particular de México, existen trabajos
que analizan o mencionan la vida y obra de algu-
Sobre la presencia de mulatos en el gremio de pinto- nos pintores mulatos, como Juan Correa,12 Juan de
res se tienen cada vez más noticias documentales.7 Cardona,13 José de Ibarra,14 Tomás de Sosa15 y el
Entre los más conocidos y estudiados se encuentra pardo José Joaquín Magón.16
Sebastián Gómez, llamado el Mulato de Murillo por Al parecer, la presencia de personajes afrodes-
haber servido y aprendido de Bartolomé Esteban cendientes en la pintura novohispana no fue tan
Murillo, quien destacó por el “buen gusto de color, mu- común. Es posible que la pintura de castas sea el
cho empaste en los lienzos y bastante exactitud de género pictórico donde aparezcan con mayor fre-
dibujo”.8 Por otro lado, Diego Velázquez contó con la cuencia, ya que tenían la función de mostrar rasgos
ayuda de Juan de Pareja, un esclavo morisco que se físicos, gestos y actitudes en escenarios que refle-
encargaba de moler los colores y preparar los lienzos. jan estereotipos de la vida cotidiana, de actividades
En la historiografía latinoamericana, reciente-
mente se han publicado estudios sobre pintores Crítica Socio-Cultural Contemporánea, 7 de noviembre de 2011,
recuperado de: <http://revistacruce.com/artes/item/1932-resis
|9
afrodescendientes, como el dedicado al pintor mu-
tencia-y-desafio-de-un-pintor-mulato-en-el-siglo-xviii>, consultada
lato José Campeche y Jordán, que da cuenta de la el 19 de septiembre de 2018.
identidad afropuertorriqueña durante el siglo xviii.9 10 Archivo General de Indias (aGi), Galería de Retratos de los Go-
bernadores y Capitanes Generales de Cuba (1771-1893), “Retrato
de Felipe Fonsdeviela, marqués de la Torre”, ES.41091.AGI/22//
6 Gabriela Sánchez Reyes, “El gremio de pintores y los mula- RETRATOSGCG_CUBA,1., RETRATOSGCG_CUBA,5, ES.41091.
tos: el caso del pintor Tomás de Sosa. 1680 ca.-1712 ca.”, Boletín AGI/22//RETRATOSGCG_CUBA,3; Consuelo Naranjo Orovio,
de Monumentos Históricos, 3ª época, núm. 13, mayo-agosto de Historia de Cuba, vol. 1, Consejo Superior de Investigaciones
2008, pp. 4-16. Científicas/Doce Calles, p. 461.
7 En fechas recientes se han publicado estudios sobre la presencia 11 Federico Eisner Sagüés, “Josephus Gil y José Bernardo. Dos
de mulatos en otros gremios; sin embargo, aquí nos centraremos maestros mulatos peruanos en Chile”, Estudios Avanzados,
en los pintores. Cfr. Yunuen Lizu Maldonado Dorantes, “Victorino núm. 24, 2015, recuperado de: <http://www.redalyc.org/jats-
Sánchez: un escultor mulato en la cañada oaxaqueña”, tesis de Repo/4355/435543383008/html/index.html>, consultada el 19
licenciatura en historia, México, unam, 2008; Moisés Guzmán de septiembre de 2018.
Pérez, “Los Durán. Una familia de arquitectos mulatos de Va- 12 Elisa Vargaslugo de Bosch et al., Juan Correa: su vida y su obra,
lladolid. Siglos xvii-xviii”, en María Guadalupe Chávez Carbajal vols. i, iv, México, unam, 1985.
(coord.), El rostro colectivo de la nación mexicana. Encuentros 1, 13 G. Sánchez Reyes, op. cit., p. 15.
Morelia, iih-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidal- 14 Paula Mues Orts, “El pintor novohispano José de Ibarra: imá-
go, 1997, pp. 235-252. genes retóricas y discursos pintados”, tesis de doctorado en his-
8 Juan Agustín Céan Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilus- toria del arte, México, ffl-unam, 2009.
tres profesores de las bellas artes en España, t. ii, Real Academia de No- 15 G. Sánchez Reyes, op. cit.; P. Mues Orts, La libertad del pincel:
bles Artes de San Fernando/Viuda de Ibarra, 1800; Alfonso E. Pérez los discursos sobre la nobleza de la pintura en Nueva España, Méxi-
Sánchez, Pintura barroca en España, 1600-1750, Madrid, Cátedra, 1992. co, Departamento de Arte-uia, 2008, pp. 312, 393.
9 María Elba Torres Muñoz, “Resistencia y desafío de un pintor 16 Alejandro Andrade, El pincel de Elías. José Joaquín Magón y la
mulato en el siglo xviii: mar en la pintura de Campeche”, Cruce. orden de Nuestra Señora del Carmen, Puebla, Buap, 2015.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
10 | Figura 4. Tomás de Sosa, Santos jesuitas y retratos civiles, óleo sobre tela, 223 × 300.5 cm. Museo Nacional de Arte, inba. Detalle del rostro de un joven con rasgos
afrodescendientes. Fotografía de Mirsa Islas Orozco.

gremiales o como parte del servicio doméstico. En La cercanía de sus fechas de vida y la similitud
este sentido, resulta curioso el cuidado que Tomás que existe entre algunas de sus obras permiten pro-
de Sosa ponía en sus obras para pintar de un color poner la existencia de un lazo maestro-discípulo en
más oscuro la piel de algunos personajes, así como el taller de Juan Correa.
la forma rizada de su cabello. Al respecto, cabe re- De las tres obras realizadas por Tomás de Sosa, en
cordar que Sosa fue contemporáneo del también Santos jesuitas y retratos civiles, de la colección del Mu-
pintor mulato Juan Correa, quien incorporó niños nal, san Ignacio de Loyola, san Francisco de Borja, san
y angelitos que Elisa Vargaslugo identificó “de color Luis Gonzaga, san Francisco Javier y san Estanislao de
quebrado”; es decir, que muestran la piel con Kotska aparecen como los protagonistas del cuadro (fi-
gura 3). Sin embargo, entre los 16 rostros pintados des-
[…] varios tonos de moreno medio, si bien en algunas taca el de dos jóvenes con un color de piel más oscuro
ocasiones es francamente oscuro, sin duda queriendo (figura 4). Algo parecido sucede en La lactación de san
dejar registro de los varios tonos de la piel de los mu- Bernardo, donde los ángeles y el Niño Jesús también
latos […] cuyo mérito no está en su belleza sino en el están pintados con un color de piel más oscuro (figura 5).
hecho de querer un rostro novohispano.17 Esta misma situación se observa en San Antonio de
Padua y el milagro de la mula, donde el color de piel
17 E. Vargaslugo de Bosch et al., op. cit., vol. iv, pp. 41-42, 55-60. de algunos de los personajes también es más oscuro.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Figura 5. Tomás de Sosa, La lactación de san Bernardo, catedral de
Cuernavaca, México, ca. 1680-ca. 1723. Detalle del Niño Jesús. Fotografía
del Centro inah Morelos.

La versión de Tomás de Sosa sobre San Antonio


de Padua y el milagro de la mula
| 11

Este lienzo representa uno de los pasajes más conoci-


dos en la vida de san Antonio de Padua: “el milagro de Figura 6. Fray Miguel Mestre, Vida y milagros del glorioso san Antonio de
la mula que adora el Santísimo Sacramento”, también Padua…, 1688 (edición de 1791).

identificada como El milagro eucarístico de san Antonio.


Este suceso es relatado en distintas vidas del san- empleados estudios, peroró un largo rato”.19 El san-
to franciscano. Por ejemplo, en la Vida y milagros to franciscano escuchó pacientemente a su adver-
del glorioso san Antonio de Padua (1688), de fray sario y después “tomó la mano y refutó sus errores
Miguel Mestre. Según este autor, en Tolosa vivía con tanta copia de las sagradas letras”.20 El hereje no
un hereje y “dogmatizante muy célebre”, llamado pudo rebatir los argumentos del santo, por lo que
Guialdo, quien era “bien inteligente en lengua he- “apeló a los milagros”.21 En otras palabras, Guialdo
brea y fogoso y atrevido en las disputas”.18 El hereje exigió ser testigo de un hecho prodigioso. Incluso
sostuvo una discusión pública con san Antonio. dijo que deseaba ver un milagro que demostrara la
Guialdo habló, “y con vana ostentación de sus mal presencia de Cristo en la Eucaristía, señalando qué
prodigio deseaba ver:
18 Miguel Mestre, Vida y milagros del glorioso san Antonio de Pa-
dua. Sol brillante de la Iglesia, lustre de la Religión Seráfica, Gloria
de Portugal, Honor de España, Tesoro de Italia, Terror del Infierno, 19 Idem.
Martillo perpetuo de la herejía, entre los Santos por Excelencia el Mi- 20 Idem.
lagrero, Barcelona, Martin Gelabert, 1688, p. 45. 21 Ibidem, p. 46.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
12 | Figura 7. Joseph Heintz, el Joven, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, Basílica de Juan y Pablo, Venecia, Italia. Fotografía de la Web Gallery of Art.

[…] yo encerraré mi mula por espacio de tres días, sin mando criatura irracional, que llegues a reverenciar y
darle en todo este tiempo comida ni bebida, y des- adorar a tu criador”.23 Entonces ocurrió el prodigio re-
pués en el puesto que señalares y quisieres tener esa presentado en la pintura de Tomás de Sosa:
hostia la traeré hambrienta, y le pondré al lado la co-
mida, y si veo que no haciendo caso de ella, hace mi- ¡Raro prodigio! Apenas había Antonio bien pronuncia-
lagrosa reverencia y obsequio a la hostia que dices do estas palabras, cuando el bruto, despreciando la co-
está consagrada, creeré que es verdad infalible que mida, sin hacer caso de las instancias con que su amo
está en ella Cristo real y verdaderamente22 (figura 6). a ella le convidaba e instigaba su natural apetito, se
llegó al santo y postradas las rodillas, con pasmo y ad-
Finalmente, san Antonio de Padua aceptó el desa- miración de todos los circundantes, adoró reverente a
fío, así que, habiendo llegado el día acordado, celebró Cristo sacramentado.24
misa y salió en procesión con la hostia en sus manos,
dirigiéndose al sitio donde se hallaba la mula. Al llegar, El portento no sólo hizo que Guialdo se convir-
pusieron la comida delante de la bestia. Sin embargo, el tiera, sino que además lo motivó a construir un tem-
franciscano le dijo al animal: “En virtud, y nombre de plo dedicado al apóstol san Pedro, haciendo que en
Jesucristo, que indignamente tengo en mis manos, te
23 Ibidem, p. 47.
22 Idem. 24 Idem.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


el dintel de la puerta se esculpiera una representa-
ción del prodigio.
El pasaje anterior ha sido representado desde el
siglo xv. Por ejemplo, entre 1446 y 1450, Donatello
realizó cuatro relieves en bronce para un altar de la
basílica de San Antonio, uno de los cuales está dedi-
cado a San Antonio de Padua y el milagro de la mula.
De igual forma, Anton Van Dyck (1599-1641), autor
flamenco, pintó su versión en 1627.25 Desde luego,
hay varias versiones de este pasaje. Una de ellas es
la de Joseph Heintz, el Joven (ca. 1600-1678) (figu-
ra 7), obra localizada en la basílica Santi Giovanni e
Paolo, Italia, donde el milagro se representó en un
ambiente urbano. Una versión más sencilla es la del
grabado de fray Miguel Mestre, en la que sólo se
dibujaron un par de arcadas que aluden a una ciudad
(figura 6). Otro caso es el grabado de 1796 producido
en el taller de los hermanos Klauber, que represen-
ta el milagro entre elementos arquitectónicos, como
una columna y edificios (figura 8). Este detalle es fun-
damental, ya que la versión de Tomás de Sosa respon-
| 13
de a esta tradición metropolitana.26
El reciente hallazgo de la pintura San Antonio de
Padua y el milagro de la mula que realizó Tomás
de Sosa sirve para reafirmar la propuesta planteada
por Jonathan Brown, quien hace hincapié en “mirar Figura 8. Taller de los hermanos Klauber, San Antonio de Padua y el milagro
la pintura novohispana como un fenómeno artístico de la mula, en Der Paduanische Wundersmann, 1796.

universal: la transmisión de ideas y prácticas de un


lugar a otro, con todas las adaptaciones y transfor- mos el momento en que la mula se postra ante la
maciones correspondientes”.27 En esta pintura ve- Eucaristía; por tal razón, Padua sostiene entre sus
manos una custodia con la hostia consagrada (figu-
25 Louis Réau, Iconografía del arte cristiano. De la A a la F, t. 2, ra 9). Entre la mula y el santo se observa una tinaja con
vol. 3, Madrid, Ediciones del Serbal, 1997, p. 129. El Museo del
agua, la cual ha sido despreciada por el animal. Asi-
Prado cuenta con otra versión del tema. Cfr. José Juan Pérez
Preciado, “El milagro de san Antonio de Padua”, conferencia, 5 mismo, hay un individuo que porta un platón que
de noviembre de 2017, recuperado de: <https://www.youtube. al parecer contiene semillas, alimento que también
com/watch?v=5We9RUNbObQ&t=448s>, consultada el 23 de
ha sido rechazado. Además, en la escena hay diver-
agosto de 2018.
26 Recuperado de: <https://www.wga.hu/html/h/heintz/joseph_ sos personajes, como el propio Guialdo, quien se ha
y/miracle.html>, consultada el 25 de octubre de 2018. llevado la mano al pecho, expresando así asombro
27 Jonathan Brown, “De la pintura española a la pintura novohis-
pana, 1550-1700”, en Luisa Elena Alcalá y J. Brown (eds.), Pintura y arrepentimiento; cuatro frailes que sostienen un
en Hispanoamérica, 1550-1820, Madrid, El Viso, 2014, p. 103. palio —uno de los cuales porta una vela encendi-

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
14 |

Figura 9. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, 1723, col. privada.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Figura 10. San Antonio de Padua y el milagro de la mula (detalle). Firma de Tomás de Sosa, fechada en 1723. Col. privada. Tomada del original. Dibujo de Myriam
Velázquez, Unidad de Informática, cnmh-inah.

Como es lógico, otros pintores novohispanos tam-


bién plasmaron sobre el lienzo el pasaje de San Antonio
de Padua y el milagro de la mula.28
Sin embargo, llama la atención un cuadro que
aborda este pasaje y que se conserva en el retablo
dedicado a san Antonio de Padua en el templo fran-
ciscano de Ozumba, Estado de México (figura 11). Di-
cho retablo tiene tres lienzos que fueron ejecutados
por el pintor mulato Juan Correa, artista que murió
el 3 de noviembre de 1716,29 y de quien se sabe que
también realizó algunas pinturas que se conservan
en colecciones públicas y particulares de Estados
| 15
Unidos.30
El lienzo firmado por Correa, donde recreó el mi-
lagro de la mula, se ubica en el remate del retablo.31
Las semejanzas entre la tela pintada por Tomás de
Sosa y la ejecutada por Correa son evidentes, aun-

28 Algunas obras con este tema son de autores no identificados:


San Antonio de Padua y sus milagros, en el Museo Nacional del Vi-
rreinato, Tepotzotlán, Estado de México; El milagro de la mula. Re-
tablo de san Antonio de Padua, en el templo y ex convento de San
Bernardino de Siena, Sisal, Valladolid, Yucatán, y El milagro eu-
carístico de san Antonio de Padua, en el templo de San Francisco,
Guadalajara, Jalisco, así como la pintura del retablo lateral en el
Figura 11. Retablo de San Antonio de Padua (óleos anteriores al 3 de
noviembre de 1716). Parroquia de la Inmaculada Concepción, Ozumba,
templo de Santo Tomás, en Ixtlán de Juárez, Oaxaca (agradezco a
Estado de México. Fotografía de Guillermo Arce. Tacho Juárez Herrera por compartir estas referencias).
29 E. Vargaslugo, “Juan Correa”, en María del Consuelo Maquí-
var (coord.), El arte en tiempos de Juan Correa. Memoria del colo-
da—, así como algunos seglares que presencian el
quio, México, inah, 1994, p. 175.
milagro. Resulta curioso el lugar que eligió Tomás 30 E. Vargaslugo de Bosch et al., op. cit., t. i, p. 11.
31 Cabe señalar que las pinturas del retablo de san Antonio de Padua
de Sosa para plasmar su firma, ya que muy cerca
no fueron incluidas en el último tomo, recientemente publicado y
de los pies del santo franciscano se lee: “Thomas de dedicado a Juan Correa; de ahí la relevancia de dar a conocer este
Sosa fecit Año de 1723” (figura 10). retablo, que además tiene relación con Tomás de Sosa. Cfr. idem.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
16 |

Figura 12. Juan Correa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, parroquia de la Inmaculada Concepción, Ozumba, Estado de México. Fotografía
de Guillermo Arce.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


que también hay diferencias. Como en la pintura de
Sosa, el palio es portado por religiosos de la Orden
de Frailes Menores. En la pintura de Correa, el pro-
tagonismo de Guialdo es mayor, quien extiende los
brazos, asombrado ante el portento. El número de
personajes civiles en la pintura del retablo del tem-
plo franciscano es menor, reduciéndose al propio
hereje y a un sujeto del sexo masculino que se haya
detrás de él (figura 12).
En este sentido, resulta evidente que Sosa aña-
dió otros personajes en su pintura, en total 11 indivi-
duos, a diferencia de Correa, que sólo incluyó nueve.
Por su parte, Sosa detalló sus rasgos, su elegante
vestimenta y su singular color de piel; por ejemplo,
en el par de individuos ubicados en la parte inferior
izquierda agregó unas encarrujadas gorgueras, ele-
mentos que acentúan el contraste entre sencillez de
los hábitos religiosos y los coloridos trajes civiles (figu-
ras 13 y 14). Otro detalle que llama la atención es la
dedicación que puso en la custodia al ornamentar
la base, el astil y el sol con rayos. Al centro, protegido
| 17
por el viril, tenuemente dibujó la Eucaristía, que es
el Sacrificio Místico del Calvario, por lo que la hostia
lo tiene grabado aludiendo a esa metáfora espiritual.
Si bien las diferencias son notorias, las simi-
Figura 13. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula
litudes nos obligan a plantear alguna explicación. (detalle), 1723, col. privada.
Una de ellas es la posible utilización de un mismo
grabado, quizá primero por Juan Correa, al que pos- cientemente se ha señalado que Francisco Antonio
teriormente tuvo acceso Tomás de Sosa. Por otro Vallejo (1722-1785), para realizar La apoteosis de la
lado, aunque no fue posible localizar la fuente gra- Eucaristía del templo carmelitano de San Luis Poto-
bada que pudo servir a ambos pintores para ejecu- sí, se basó en una obra de formato oval realizada por
tar sus obras, se pudo ubicar un grabado posterior a Juan Rodríguez Juárez —firmada en 1723— para el
las firmas de ambos lienzos, de los hermanos Klau- retablo principal del templo del monasterio feme-
ber, que representa la consolidación de dicha icono- nino de Corpus Christi de la Ciudad de México.32
grafía (figura 8).
32 Así ha sido señalado recientemente tanto por Ilona Katzew,
La segunda posibilidad es que una pintura haya
“La irradiación de la imagen. La movilidad de la pintura novo-
sido el modelo de otra. Entonces, cabría pensar que hispana en el siglo xviii”, en Pintado en México, 1700-1790: Pinxit
la versión primigenia fue la de Correa, un pincel Mexici, México, Los Angeles County Museum of Art/Fomento
Cultural Banamex, p. 98, como por Jaime Cuadriello, “Juan Ro-
prestigioso. Ésta era una práctica frecuente entre dríguez Juárez (México, 1675-1728). Apoteosis de la Eucaristía,
los pintores de la Nueva España. Por ejemplo, re- 1723”, en ibidem, p. 174.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
18 |

Figura 14. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula (detalle), 1723, col. privada.

Por supuesto, hay un problema para aceptar plena- El hallazgo de una nueva pintura firmada por To-
mente la segunda posibilidad: Tomás de Sosa ten- más de Sosa en 1723 amplía su periodo de actividad
dría que haber viajado a Ozumba para copiar la obra casi una década más; es decir, entre 1655 y 1723,
de Correa, o conocerla mientras era realizada en el por lo que se deduce que fue un pintor longevo. En
taller. Asimismo, Correa ejecutó su versión de San este sentido, es posible que San Antonio de Padua y
Antonio de Padua y el milagro de la mula no pocos el milagro de la mula sea una de las últimas pintu-
años antes de que Sosa ejecutara la suya —como ya ras que realizó el pintor mulato y que su aparición
se dijo, Correa murió el 3 de noviembre de 1716, en en una colección privada en España se deba al co-
tanto que Sosa pintó su versión en 1723—. Sin em- mercio de obras suntuarias que se dio ininterrum-
bargo, debemos considerar la posibilidad de que Co- pidamente en la Nueva España entre los siglos xvii
rrea haya realizado otras versiones del milagro para y xviii.33 Otro detalle que caracteriza su obra es la in-
algunos de los templos de la capital del virreinato,
las cuales pudieron haber sido más asequibles para 33 Gustavo Curiel, “Consideraciones sobre el comercio de obras
Sosa. La existencia de ambos lienzos nos permite suntuarias en la Nueva España de los siglos xvii y xviii”, en Regio-
nalización en el arte. Teoría y praxis. Coloquio Internacional de His-
afirmar una intensa circulación de grabados y pintu- toria del Arte, México, Gobierno del Estado de Sinaloa/iie-unam,
ras entre los pintores novohispanos y europeos. 1992, pp. 127-160.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Figura 15. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, 1723, col. privada. Detalle del rostro del personaje con piel más oscura.

tención de pintar más oscuro el color de la piel de tura novohispana, y en especial del quehacer de
algunos de sus personajes, un poco parda; en dos Sosa, de quien aún queda por analizar su obra con
casos los personajes se ocultan entre un grupo, des- detalle en su contexto pictórico. Sin duda existe un
tacando simuladamente las facciones afrodescen- acervo importante custodiado en colecciones pri-
dientes, como en la pintura de San Antonio de Padua vadas; por ello es fundamental continuar el diálo-
y el milagro de la mula (figura 15). go entre coleccionistas y académicos, para delinear
Sea este hallazgo un motivo para la reflexión nuevas perspectivas del quehacer de los pintores
acerca de la producción y la circulación de la pin- novohispanos.

Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
Sergio A. VArgAS MAtíAS*

En busca de los enigmáticos vigilantes


de la montaña y el sotavento: nuevos hallazgos,
hipótesis y preguntas en torno del patrimonio
fortificado de Veracruz

Fecha de recepción: 31 de julio de 2018.


Fecha de aceptación: 25 de septiembre de 2018.

Desde la llegada de los españoles a las playas del Golfo de México, y hasta las primeras décadas del siglo xx, las costas y ca-
minos del actual estado de Veracruz fueron los ejes que condicionaron tanto las políticas y proyectos de defensa de la Co-
rona española y el gobierno nacional, como los planes de ataque de las potencias que, a lo largo del siglo xix, pretendieron
hacerse del dominio de nuestro país. En consecuencia, hoy en día pervive en tierras veracruzanas un vasto y heterogé-
neo conglomerado de fortificaciones, edificios militares y vestigios que, a diferencia de lo que sucede en otras entidades,
abarca casi todas las fases de conformación del Estado mexicano, cualidad que le da un carácter único e irrepetible
y explica la indiscutible relevancia histórica y cultural del patrimonio fortificado de Veracruz.
Palabras clave: camino real, Veracruz, fortificaciones, arquitectura militar.

From the arrival of the Spaniards to the shores of the Gulf of Mexico to the first decades of the twentieth century, the
coasts and roads of the modern-day state of Veracruz were the main factors that conditioned the Spanish Crown’s defense
policies and projects and the national government, as well as the attack plans of the powers that tried to take control of
Mexico throughout the nineteenth century. As a result, a vast and heterogeneous conglomerate of fortifications, military
20 | buildings and vestiges has survived in Veracruz in contrast to the situation in other states. The fact that these defensive
constructions span virtually all phases of the Mexican state’s formation makes them unique and explains the undeniable
historical and cultural significance of fortified patrimony in Veracruz.
Keywords: Camino Real (Royal Road), Veracruz, fortifications, military architecture.

D
urante mucho tiempo, las grandes fortalezas de San Juan de Ulúa y San
Carlos de Perote acapararon el interés de la mayor parte de los investiga-
dores dedicados al patrimonio fortificado de Veracruz, “por lo que, salvo
algunas excepciones —como el baluarte de Santiago—”, el resto de los in-
muebles permaneció en el olvido.1

* Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.


1 Ortiz Lanz registra la existencia de sólo cuatro fortificaciones en la entidad veracruzana. José Enrique Ortiz Lanz,
Arquitectura militar de México, México, Sedena, 1993. Sobre San Juan de Ulúa, véanse Francisco Santiago Cruz, San
Juan de Ulúa. Biografía de un presidio, México, Jus, 1966; Leonardo Pasquel, San Juan de Ulúa: fortaleza, presidio, re-
sidencia presidencial, México, Citlaltépetl, 1969; Pablo Montero Soria (coord.), “Colección Historias de San Juan de
Ulúa en la historia”, 6 vols., Veracruz, ica/inah-Conaculta, 1996-2006; Sara Sanz Molina, “Tres fortificaciones en Nueva
España. Estudio arquitectónico-constructivo”, tesis de doctorado, upc, 2002. Sobre San Carlos de Perote, véanse Mi-
guel Sánchez Lamego, El castillo de San Carlos de Perote, México, Citlaltépetl, 1971; Jaime Ladrón de Guevara, “La
fortaleza de San Carlos: restauración y propuesta de nuevo uso”, tesis de maestría, Xalapa, uv, 2004; Jairo Jiménez
Sotero, “La fortaleza de San Carlos; ícono de poder colonial. Siglo xviii”, tesis de licenciatura, Xalapa, uv, 2013; Hugo
Rojas Castelán, “San Carlos de Perote. El arsenal de la Nueva España, 1770-1777”, tesis de licenciatura, Xalapa, uv,
2014; Paola Roldán Torres, “La fortaleza de San Carlos, Perote: de prisión a patrimonio cultural”, tesis de licencia-

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Por fortuna, en fechas recientes varios acadé- ubicados en el trayecto entre Orizaba y el puerto de
micos —sobre todo arqueólogos, arquitectos restau- Veracruz —itinerario casi inédito—,6 y los existentes
radores e historiadores del arte— han dirigido su en la zona Veracruz-Alvarado, que en conjunto con
mirada a estos recintos, enfocando su atención prin- los del corredor Perote-Xalapa-Veracruz7 representan
cipalmente en los numerosos edificios ubicados a lo un legado de incalculable valor histórico-cultural aún
largo de la antigua ruta por Xalapa del Camino Real2 no debidamente aquilatado.
y algunas de las fortificaciones e instalaciones mili- Por lo tanto, este trabajo pretende contribuir al
tares construidas en el puerto de Veracruz3 y las pla- conocimiento y difusión de un patrimonio hasta el
yas circunvecinas.4 momento poco estudiado y solventar, a partir de la
Lo anterior ha tenido como resultado la publica- información hallada en diversos repositorios nacio-
ción de múltiples libros y artículos académicos y de nales y del extranjero, algunas de las imprecisiones
divulgación, tesis y ponencias, que han venido a cu- existentes en varios de los textos que integran el esta-
brir el “vacío” bibliográfico existente en relación con do del arte, así como describir en forma sucinta los
esta temática; no obstante, pese a la relevancia de es- procesos y acontecimientos político-sociales que
tas aportaciones, persisten ciertas omisiones en cuan- motivaron la edificación de estos recintos, testimo-
to a estos monumentos,5 en especial respecto de los nio irrepetible del arte y la técnica de la arquitectu-
ra militar y de las distintas etapas de conformación
tura, Xalapa, uv, 2015; Abraham Broca Castillo, La fortaleza de San del Estado mexicano.
Carlos, Xalapa, Editora de Gobierno del Estado de Veracruz, 2017. Desde esta perspectiva, el artículo se estructura
Acerca del baluarte de Santiago, véanse Laura Román Abascal,
“El baluarte de Santiago, un ejemplo del arte de la fortificación en
a partir de dos vertientes que discurren en paralelo
Veracruz”, tesis de maestría, México, unam, 1999; Valeria Valero
Pié y Antonio Mondragón, “El baluarte de Santiago: un ejemplo el recuerdo”. Jacques Le Goff, El orden de la memoria, Barcelona,
| 21
de arquitectura militar del siglo xvii construido ‘a regla de arte’”, Paidós, 1991, p. 227.
en Jessica Ramírez et al., Tecnología por barrido láser. Aplicada al 6 Salvo por lo dicho por ciertos autores decimonónicos (Busta-
estudio protección, conservación restauración y difusión del patrimo- mante, Orozco y Berra, Arroniz, Isassi, Naredo y Herrera) y al-
nio cultural en México, México, encrym, 2018. gunos cronistas locales contemporáneos (Anaya, Rosas), son
2 Daniel Molina Feal, “El fortín de órdenes militares en Plan del escasas las referencias a las fortificaciones existentes en la ruta
Río”, en Trabajos de Investigación en Monumentos Históricos, Vera- por Orizaba del Camino Real/Nacional.
cruz, Centro Regional Veracruz-inah, 1985; Alfonso García Gar- 7 Entre los trabajos enfocados en el estudio del patrimonio for-
cía, “Proyecto de restauración y propuesta de uso del fortín de tificado de la ruta por Xalapa del camino México-Veracruz, des-
órdenes militares de Plan del Río, municipio de Emiliano Zapa- tacan Sara Sanz Molina et al., Itinerario cultural. Camino Real de
ta, Ver.”, tesis de maestría, Xalapa, uv, 2006; Raúl Martínez Váz- Veracruz a Perote, Veracruz, Gobierno del Estado de Veracruz/
quez, “Puente Nacional en el siglo xix: un ensayo de arqueología uv/Ivec/H. Ayuntamiento de Perote/H. Ayuntamiento de Ve-
histórica”, tesis de licenciatura, Xalapa, uv, 2004. racruz, 2007; Maura Ordoñez Valenzuela, “Construcciones
3 Sara Sanz Molina, “La ciudad de Veracruz (México) en 1765: estu- militares y de acompañamiento en el Camino Real: tramo Vera-
dio constructivo de los proyectos para su fortificación”, en III Con- cruz-Perote”, tesis de doctorado, México, enah, 2008; Esther Her-
greso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 2000; Romeo nández Palacios y Alberto Tovalín Ahumada (coords.), Fortalezas
Cruz Velázquez, “El derribo de la muralla, un proyecto urbano de históricas de Veracruz, México, Secretaría de Educación-Gobier-
modernidad (1868-1880)”, en VI Congreso Internacional “Zona Me- no del Estado de Veracruz, 2010; Dolores Pineda Campos, “The
tropolitana, Ciudad y Región Contemporánea”, Veracruz, 2015. Rescue and Conservation of Cultural Itinerary Military Archi-
4 Israel Cano Anzures, “Restauración y revitalización del empla- tecture of Veracruz, México Route-Xalapa”, en Milagros Flores
zamiento de Antón Lizardo”, tesis de maestría, México, encrym, Román y Dolores Pineda Campos (coords.), Las fortificaciones
2014; Martha Hernández Velasco, “La percepción social sobre americanas: investigación, preservación, gestoría, San Juan, 2015,
Boquilla de Piedras, Antón Lizardo y Santa Teresa como sitios pp. 191-202; Clío Capitanachi y Sergio Vázquez, “Caminos reales
patrimoniales”, tesis de maestría, Xalapa, uv, 2016. de Veracruz: acceso al entorno natural y cultural de los centros
5 Para Le Goff, “el monumento, si se remonta a los orígenes filo- urbanos”, en Manuel Criado de Val (coord.), Actas del III Congre-
sóficos, es todo lo que puede hacer volver al pasado, perpetuar so de Caminería Hispánica, Morelia, 1996, pp. 55-74.

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
a lo largo de sus páginas: la primera, fundamental- a los recintos construidos a lo largo del periodo co-
mente historiográfica, y la segunda, principalmen- lonial, de los cuales no queda rastro alguno o que se
te analítica, con base en algunos casos que ilustran ubican fuera del área de estudio.
las confusiones e interrogantes relacionadas con es-
tos inmuebles y la presentación de algunas hipóte- Primera etapa: las fortificaciones
sis explicativas, para lo cual el texto se divide en una del periodo colonial
serie de “etapas”, atendiendo, más que a los procesos
y acontecimientos históricos, a las características de Desde su llegada a las playas del actual Veracruz, las
las fortificaciones erigidas durante el periodo, como huestes comandadas por Hernán Cortés se vieron
ocurre con las de la guerra de Independencia, que obligadas a construir bastiones que no sólo los pro-
se han considerado aparte de las erigidas hasta fina- tegieran de las inclemencias del clima, sino de los
les del siglo xviii debido a sus particularidades técni- ataques de la población nativa, funciones a las que
cas y tipológicas. poco después se agregaría otra de carácter simbóli-
Finalmente, tal como se indica en el título, el in- co, pero sin lugar a dudas mucho más significativa:
terés de este trabajo se centra en el conjunto de in- la de representar el poder y la jurisdicción hispana
muebles que permanece en pie y, sobre todo, en en los territorios que paulatinamente iban quedan-
aquellos edificios que son apenas conocidos, por lo do bajo el control de la Corona.
que resultan escasas las referencias a la obra de au- A medida que penetraban en el espacio meso-
tores “clásicos” como Calderón Quijano8 y Gorbea americano, los expedicionarios fueron erigiendo
Trueba,9 o a la de destacados investigadores como numerosas edificaciones en las que todavía se apre-
Arnal Simón,10 Moncada Maya,11 Ojeda Victoria,12 ciaba la impronta de la arquitectura militar de la
22 |
González Aragón,13 Cejudo Collera14 y otros cuya época medieval; tal fue el caso de la casafuerte le-
labor se enfoca en los tratados de fortificación y los vantada por Cortés en 1519 en las cercanías de Quia-
aspectos técnico-constructivos relativos a las fortale- huiztlán, como parte del asentamiento hispano de
zas, la vida y obra de los ingenieros militares, o bien, Villa Rica,15 y las primeras instalaciones (figura 1)
levantadas en el islote de San Juan de Ulúa, núcleo
8 José Calderón Quijano, Historia de las fortificaciones en Nue- primigenio de lo que siglos más tarde sería el ma-
va España, Madrid, Gobierno del Estado de Veracruz/eeha-csic,
1984 [1953].
jestuoso fuerte del mismo nombre, cuya edificación
9 José Gorbea Trueba, “La arquitectura militar en la Nueva Es- abarcó casi todo el periodo colonial.
paña”, Estudios de Historia Novohispana, vol. 2, 1968, pp. 1-29. Una vez consumada la derrota del Imperio mexi-
10 Luis Arnal Simón, El presidio en México en el siglo xvi, México,

fa-unam, 1995.
ca y asegurado el dominio español sobre la mayor
11 Omar Moncada Maya, Ingenieros militares en Nueva España. parte del territorio antaño controlado por los az-
Inventario de su labor científica y espacial. Siglos xvi a xviii, Méxi-
tecas, los conquistadores se dieron a la tarea de
co, iG-unam, 1993.
12 Jorge Ojeda Victoria, Las torres de vigía en Yucatán: una ma- construir múltiples recintos fortificados y edificios
nifestación histórica de la proyección hispana a ultramar, Madrid, logísticos y estratégicos, primero en las costas y las
ihcn-Ministerio de Defensa, 2007.
13 Jorge González Aragón et al., Corpus urbanístico. Fortifica-
poblaciones inmediatas y después tierra adentro,
ciones costeras de México en los archivos españoles. Arquitectura
militar, México, uam/inah-Conaculta/Embajada de España en
México, 2009. 15 Jaime Cortés Hernández, “La Villa Rica de la Veracruz, espa-
14 Mónica Cejudo Collera, La influencia del tratado de Lupicini en cio y tiempo”, Centenarios. Revoluciones Sociales en Veracruz, año
la arquitectura militar en la Nueva España, México, Trillas, 2014. 2, núm. 10, mayo-junio de 2009, p. 13.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Figura 1. Cristóbal de Eraso, San Juan de Ulúa, 1570. Fotografía de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, G4414.V46:2C3 1570.C7.

cuya morfología respondía a una variada tipología manera prolija los principios de la poliorcética16 y
constructiva de acuerdo con los propósitos de uso la areotectónica,17 a partir de los paradigmas de las
y las condiciones del terreno, pero, sobre todo, se- principales escuelas europeas de fortificación “mo-
gún la importancia económica y estratégica de la derna” o abaluartada.
demarcación que resguardaban. Esta discordancia no era superflua, ya que obe-
Lo anterior explica la marcada diferencia en- decía al temor de los Habsburgo de sufrir un em-
tre las fortificaciones del septentrión novohispano,
conocidas como presidios, y las levantadas en las 16 “Arte de sitiar, atacar y defender las plazas fuertes”. Alfredo
costas del Atlántico: mientras que en el norte del Vera Botí, “La arquitectura militar del Renacimiento a través de
los tratadistas de los siglos xv y xvi”, tesis de doctorado, upv, 2001.
virreinato la gran mayoría de los inmuebles milita- 17 “Término de fortificación, que comprende la parte de la arqui-
res se erigieron a partir de un diseño en el que se tectura militar que mira a los ataques y combates”. Esteban de
hallaba ausente cualquier indicio de sofisticación, Terreros y Pando, Diccionario castellano con las voces de ciencias
y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e
en los reductos de las costas del Golfo de México y italiana, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y Com-
las playas contiguas al mar Caribe se utilizaron de pañía, t. i, 1786, p. 144.

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Figura 2. a) Baluarte de Santiago, Veracruz. Fotografía de Sergio Vargas. b) Tomás López, Plano de la plaza de Veracruz y castillo de San Juan de Ulúa, 1786.
Fotografía de la Biblioteca Nacional de España (bne), 0000036045. c) Las atarazanas, Veracruz. Fotografía de Sergio Vargas.

bate por parte de aquellas potencias que, como los principales puertos y localidades adyacentes, en
Inglaterra, Francia y los Países Bajos, ambicionaban un intento por disuadir o por lo menos reducir las
las riquezas usufructuadas por españoles y portu- probabilidades de éxito de los ataques piráticos, pro-
gueses en América y que, ante la imposibilidad de pósito que se cumplió a medias por las dificultades
realizar un ataque en forma directa, recurrieron a la que entrañaba proteger de modo adecuado cada
piratería y el corso con el objetivo de apropiarse por uno de los numerosos enclaves hispanos ubicados
la fuerza de los tesoros que los ibéricos obtenían en en el extenso litoral americano.
el Nuevo Mundo. Fue así que desde mediados del siglo xvii y has-
Ante tal escenario, durante las décadas siguien- ta el primer tercio del xviii, ciudades como Campe-
tes el Imperio español se abocó a la fortificación de che y Veracruz sufrieron en repetidas ocasiones la

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furia de los piratas y corsarios ingleses, franceses y que derivaron en sucesivos enfrentamientos entre
holandeses que constantemente merodeaban en ingleses, españoles y franceses, primero en el Cari-
mares novohispanos, y que tras sus violentas incur- be y Sudamérica y después en la parte septentrional
siones dejaban una estela de saqueos, destrucción y del continente, los cuales tuvieron consecuencias de-
muerte, lo que finalmente obligó a las autoridades sastrosas para Francia, que perdió todas sus posesio-
coloniales a buscar la manera de reforzar las exiguas nes en tierra firme (Canadá), y España, derrotada por
defensas de los asentamientos costeros. los británicos en La Habana y Manila (1762), por lo
En consecuencia, durante esta etapa los inge- que, al finalizar la guerra de los Siete Años, Inglate-
nieros del rey bosquejaron múltiples y ambiciosos rra quedó como dueña de los mares y en una inme-
proyectos para la construcción de fortalezas e insta- jorable posición para hacerse del dominio de todo el
laciones militares que en su mayoría sólo existieron Nuevo Mundo.
en el papel, si bien hasta nuestros días han llegado Tras recuperar La Habana y Manila por la Paz de
unos cuantos ejemplos de lo que sí se hizo, como París, Carlos III se propuso reposicionar a España
el baluarte de Santiago (figura 2a), único remanen- como una gran potencia, para lo cual intentó reor-
te del conjunto de ocho baluartes y una batería ado- ganizar las relaciones entre la metrópoli y las élites
sados a las murallas que hasta los últimos años del americanas mediante la instrumentación de una se-
xix custodiaron al puerto de Veracruz (figura 2b); y rie de innovaciones de corte fiscal y administrativo
las atarazanas o almacenes reales donde se guarda- —las reformas borbónicas— con el doble propósi-
ban las maderas para la construcción y reparación to de incrementar los beneficios económicos que la
de navíos, edificadas entre 1727 y 1779 (figura 2c).18 Corona obtenía de sus colonias y reforzar el pode-
Con todo, a partir de la segunda mitad del siglo río bélico del Imperio, a efecto de dotar a las armas
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xviii el peligro que representaban el corso y la pira- españolas de la capacidad suficiente para, en unión
tería quedó eclipsado ante el poder de Inglaterra, un con Francia, derrotar a los ingleses en caso de un
enemigo mucho más temible que, gracias a la efi- nuevo enfrentamiento.
cacia de su sistema comercial y las ventajas de una Con estas miras, al poco tiempo llegaron a Amé-
estructura político-social de avanzada, gozaba de rica numerosos funcionarios, estrategas e inge-
una evidente superioridad militar sobre España y nieros con el objetivo de poner en operación las
Francia, monarquías “absolutistas” que, ante la pre- reformas ideadas en Madrid, entre los que cabe des-
eminencia de los británicos, se vieron obligadas a tacar al experimentado militar Juan de Villalba y
establecer una serie de alianzas —los pactos de fa- Angulo, quien entre otras comisiones tenía la res-
milia— para competir cuando menos en igualdad de ponsabilidad de reconfigurar la estructura defensiva
circunstancias con aquéllos. del virreinato mexicano, en particular en la provin-
De esta manera, el siglo xviii se convirtió en el cia de Veracruz, cuyas costas eran, para todo efec-
escenario de sangrientas disputas entre las principa- to práctico, el punto neurálgico del que dependía la
les coronas de Europa, como resultado del acelerado protección de toda la Nueva España.
proceso de cambios ideológicos de la época y las com- Con Villalba arribaron otros personajes que poco
plejas dinámicas geopolíticas del mundo atlántico, tiempo después cobrarían notoriedad, como el ma-
riscal Antonio de Ricardos y el ingeniero Miguel del
18 Judith Hernández Aranda, “Las atarazanas de Veracruz”, Arqueo- Corral, quienes, a diferencia de sus predecesores,
logía Mexicana, vol. 8, núm. 46, noviembre-diciembre de 2000, p. 36. poseían una concepción más amplia e integral de

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Figura 3. a) Cuartel de Dragones de Perote. b) Casamata I en Francisco I. Madero. c) Casamata II en Francisco I. Madero. d) Cuerpo de Guardia en Francisco I.
Madero. Fotografías de Sergio Vargas.

cómo debía conformarse el sistema defensivo de un plementarias en las costas del Caribe novohispano y
espacio tan vasto y complejo, en la que, además de las del Pacífico. Sin embargo, dada la importancia del
la necesidad de erigir fortificaciones, estaban pre- puerto de Veracruz y su hinterland, fue esta área la
sentes otras cuestiones relevantes, como la impor- que concentró la atención de los funcionarios reales,
tancia estratégica de los caminos, la disponibilidad por lo que se diseñaron múltiples proyectos para la
de recursos para el aprovisionamiento de las tropas construcción de bastiones e instalaciones logísticas y
y las condiciones climáticas y topográficas de la re- estratégicas en distintos ubicaciones del litoral a bar-
gión, así como el carácter y la disposición de sus ha- lovento y sotavento, así como en las dos rutas —por
bitantes para la guerra. Orizaba y Xalapa— del Camino Real.
Durante las décadas siguientes, las autoridades Entre los más significativos destacan los planes
virreinales elaboraron diversos planes para hacer para la edificación de una maestranza de artillería
frente a un hipotético desembarco inglés, al tiempo y la instalación de cuarteles y hospitales castrenses
que se construían numerosos bastiones y obras com- en Orizaba —que no se realizaron—, y la construc-

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Figura 4. a) Hospital Militar de San Carlos, Veracruz. b) Segmento de la muralla de Veracruz. Fotografías de Sergio Vargas.

ción del complejo militar emplazado en la circuns- la ciudad e impedir así el cuantioso contrabando que
cripción de Perote, ideado para funcionar como una hacían sus habitantes.20
segunda línea de contención en caso de que el ene- Ya a finales del siglo xviii y principios del xix, la
migo lograra superar las defensas costeras. Este dis- atención de la Corona española se centró en Europa,
positivo estuvo conformado por la fortaleza de San donde se vio envuelta en continuas guerras contra
Carlos, construida en el periodo 1770-1776, el cuar- Inglaterra (1796-1802 y 1804-1809), Portugal (1801)
tel de Dragones que se localiza en la actual cabecera y Francia (1793-1795 y 1808-1814), por lo que el res-
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municipal (figura 3a), y las casamatas (figuras 3b y guardo de los territorios americanos pasó a un segundo
3c) y el Cuerpo de Guardia, ubicados en la cercana plano; empero, durante la construcción de la vía Xa-
localidad de Francisco I. Madero (figura 3d). lapa-Veracruz se erigieron algunos campamentos y
En cuanto al puerto de Veracruz, hay que decir presidios para albergar a los “forzados”, destinados a
que, a pesar de su muy reiterada importancia como los trabajos, y las tropas que los vigilaban en localida-
“llave” de entrada al virreinato, en realidad fue poco des intermedias como La Joya, Plan del Río y El Ór-
lo que se hizo para su protección, salvo por ciertas gano (figura 5a). Además, se edificó un cuartel en La
reparaciones menores en el fuerte de San Juan de Antigua (figura 5b) para los lanceros, que patrullaban
Ulúa y la edificación del hospital militar de San Car- las playas de los alrededores, como medida preventi-
los (figura 4a).19 En todo caso, la acción más relevante va de cara a una posible incursión enemiga.
de este periodo fue la sustitución de la vieja mura-
lla de estacas que circundaba la plaza por un muro de Segunda etapa: la guerra de Independencia
mampostería (figura 4b), obra que, contrario a lo que en la provincia de Veracruz
se cree, no fue realizada con propósitos militares, sino
para reforzar las instalaciones del resguardo fiscal de Pese a la enconada rivalidad entre España e Inglaterra,
el tan anunciado desembarco británico jamás se pro-

19 Josefina Muriel, Hospitales de la Nueva España. Fundaciones


de los siglos xvii y xviii, t. ii, México, iih-unam/Cruz Roja Mexica- 20 Archivo General de Indias (aGi), México, 1531, “Informe del vi-
na, 1991, p. 259. rrey conde de Revillagigedo, 31 de agosto de 1789”.

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Figura 5. a) Supuestos restos del presidio de El Órgano, Palo Gacho. Fotografía de Jorge Pérez Quintos. b) Cuartel de Lanceros de La Antigua. Fotografía de Sergio Vargas.

dujo, por lo que la capacidad de las defensas del virrei- nato al experimentado militar Félix María Calleja,
nato nunca fue puesta a prueba; por lo tanto, fue un quien debió hacer frente no sólo a los innumerables
enemigo interno el que, contra todos los pronósticos, contingentes de alzados que ya para entonces se en-
finalmente desafió esa estructura militar: con el esta- señoreaban en todo el territorio novohispano, sino a
llido de la guerra de Independencia (1810), gran par- la apatía de sus tropas y, sobre todo, a la casi absolu-
te del espacio colonial se vio inmerso en una vorágine ta falta de recursos humanos, materiales y económi-
que trastocó para siempre las rígidas estructuras políti- cos para encarar la sublevación.
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cas, sociales y económicas que durante casi tres siglos Gracias a su febril actividad y pericia, en poco
habían mantenido cohesionada la heterogénea y com- tiempo Calleja revirtió la situación, aprovechándose
pleja sociedad novohispana. de la escasa preparación militar de la mayoría de los
Apenas unos meses después de iniciado el le- jefes insurgentes, quienes cometieron graves errores
vantamiento en El Bajío, la provincia de Veracruz tácticos en muchos de sus enfrentamientos contra los
se convirtió en uno de los principales escenarios realistas, lo cual, aunado al rigor —y en ocasiones lla-
del cruento enfrentamiento entre los insurgentes y na crueldad— de las disposiciones tomadas por Calle-
el ejército del rey, principalmente en los distintos ja, fueron debilitando la rebelión, que tras la captura
segmentos del Camino Real y la región del sotaven- de Hidalgo, Allende y Aldama —ocurrida en marzo de
to, ante la sorpresa de unas autoridades coloniales 1811— carecía de un liderazgo visible.
que, rebasadas por la virulencia de la rebelión, fue- No obstante, con la aparición de José María Mo-
ron incapaces de enfrentar de manera atinada a relos, la insurrección cobró nuevos bríos que le per-
las partidas de rebeldes que entre 1812 y 1813 in- mitió alcanzar resonantes victorias frente a las tropas
terrumpieron en repetidas ocasiones la comunica- del rey, que vieron con asombro cómo las masas in-
ción entre las principales ciudades de la provincia disciplinadas y desorganizadas que habían constituido
—Veracruz, Xalapa, Orizaba y Córdoba—, y entre és- las fuerzas de Hidalgo durante la fase inicial del alza-
tas y la capital de la Nueva España. miento se transformaban rápidamente en un ejército
Frente al escenario de una inminente derrota, bien estructurado bajo el mando de un estratega na-
el gobierno español designó como cabeza del virrei- tural, como lo fue el cura de Carácuaro.

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Figura 6. a) Fortín de Órdenes Militares de Plan del Río. b) Atalaya (batería) de La Concepción, Puente Nacional. Fotografías de Sergio Vargas.

El camino militar de la ruta Xalapa-Veracruz Armée, Calleja retomó la ofensiva en tierras veracru-
zanas, donde fue especialmente notable la actuación
Ante la imposibilidad de vencer a Morelos, el go- del brigadier Fernando Miyares y Mancebo, quien al
bierno virreinal cambió su estrategia, replegando fin logró poner en operación el camino militar Xalapa-
sus contingentes a las principales ciudades y organi- Veracruz, edificando para ello varias fortificaciones
zando cuerpos de patriotas en los pueblos y hacien- como el fortín de Órdenes Militares de Plan del Río
das. Asimismo, el mando realista trató en repetidas (figura 6a) —posiblemente el único tipo Montalem-
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ocasiones de instrumentar un “camino militar” en bert en el virreinato—,21 la atalaya de La Concepción
la ruta Xalapa-Veracruz, a fin de romper el control (figura 6b) —posición arrebatada a los insurgentes en
que los rebeldes tenían de esta vía, lo cual les per- las cercanías del Puente del Rey— y el bastión de Fer-
mitía disponer de pingües ingresos gracias al cobro nando VII, situado a escasa distancia de la anterior.
de “peajes” a los comerciantes y arrieros que que- Tras ser expulsados del itinerario Xalapa-Veracruz,
rían transitar por el Camino Real. los rebeldes, encabezados por Guadalupe Victoria,
En un primer momento, tales intentos no fruc- buscaron refugio en los cerros adyacentes a la ruta
tificaron debido a la falta de efectivos para cubrir Orizaba-Córdoba-Veracruz, donde construyeron varios
todos los puestos de vigilancia y, además, por la reductos como los de Palmillas y Monte Blanco. Con
oposición del gobernador de Veracruz, que temía esto los insurgentes lograron controlar el tránsito
que las poblaciones más importantes de la provin- entre los pueblos de la comarca e incluso pudieron
cia quedaran a merced de los alzados si se enviaba asestar fuertes descalabros a las huestes realistas co-
a las tropas a vigilar el camino; por tanto, la situa- mandadas por José Ruiz, en quien Miyares había de-
ción se mantuvo en un statu quo hasta el arribo de legado el mando de la demarcación.
los cuerpos expedicionarios enviados desde España
por Fernando VII (1815), una vez conseguida la ex- 21 Este inmueble fue restaurado en 2007 por un equipo de académi-
pulsión de los franceses de la península. cos y alumnos de la Universidad Veracruzana, encabezados por Alfon-
so García y García, Sergio Vázquez Zárate y Jorge Pérez Quintos, labor
Gracias a estas unidades —fogueadas en las cam-
reconocida en 2008 con el Premio Nacional Francisco de la Maza al
pañas contra la Convención—, Inglaterra y la Grande mejor trabajo de conservación del patrimonio, otorgado por el inah.

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Figura 7. a) Hacienda de Monte Blanco, Santa Lucía. b) Fortín de la barranca de Villegas, El Sumidero. Fotografías de Sergio Vargas.

Esta situación causó un profundo malestar entre rranca de Metlac, para que sirviera como base para
los integrantes del cabildo de Córdoba, quienes solían las operaciones entre las dos villas.23
quejarse con el virrey de la poca capacidad de Ruiz
para arrojar a los rebeldes de sus posiciones, lo que Caso 1. Dudas en torno del fortín de la barranca
obligó al jefe realista a tratar de contrarrestar el do- de Metlac
minio de los alzados; así, en junio de 1816 desalojó a
los insurgentes de la hacienda de Monte Blanco (figu- Aun cuando este reducto es mencionado en varios
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ra 7a), donde éstos pretendían acuartelarse, y meses textos decimonónicos,24 hoy en día existen algunas
después ordenó que se erigiera un fortín (figura 7b) confusiones respecto de su autoría y ubicación: por
en la barranca de Villegas, a medio camino entre Cór- ejemplo, Muñoz Espejo afirma: “Sobre el cañón del
doba y Orizaba. Además, dispuso que se fortificara la Río Atoyac para guarnecer el paso de Orizaba a Cór-
garita22 del puente de San Miguel, inmediato a la ba- doba se construye el Fortín de Villegas en honor al
nombre del capitán que lo mandó construir”,25 en
22 En el ámbito militar, este vocablo se refiere a una “pequeña
obra accesoria fabricada con piedras labradas […] compuesta por
tres partes: la cúpula, rematada con una piña o bola; el cuerpo 23 Sergio A. Vargas Matías, “Del camino del mar al bastión de la
principal, donde tiene aspilleras alternas […] y la base, termina- montaña. El sistema fortificado de defensa, resguardo fiscal y
da con una ménsula y una bola”; sin embargo, durante el perio- caminería de la ruta por Orizaba del camino México-Veracruz,
do colonial el término también se usó para designar a aquellas 1760-1825”, tesis de doctorado, uaa, 2016, pp. 328-329.
“[…] construcciones diseñadas primordialmente como vivien- 24 José Domingo Isassi, Memorias de lo acontecido en Córdoba en
das [y] oficinas para llevar a cabo la revisión y el registro de las tiempos de la revolución, para la historia de la independencia mexi-
mercancías [y] el depósito temporal de los objetos que se deja- cana, Xalapa, Imprenta del Gobierno, 1827, p. 29; Carlos Ma-
ban en prenda como garantía del pago del impuesto”, por lo que, ría Bustamante, Resumen histórico de la revolución de los Estados
para evitar confusiones, en estas páginas se usa el término Unidos Mexicanos; sacado del “Cuadro histórico”, que en forma de
“garitón” cuando se habla de las pequeñas torres de vigilancia cartas escribió el Lic. D. Carlos María Bustamante, Londres, R. Ac-
adosadas a fortificaciones y murallas. Tamara Blanes, Fortifica- kermann, 1828, p. 263; Enrique Herrera Moreno, El cantón de
ciones del Caribe, La Habana, Letras Cubanas, 2001, p. 224; Gua- Córdoba. Apuntes de geografía, estadística, historia, etc., Córdoba,
dalupe de la Torre Villalpando, Los muros de agua. El resguardo de Tipografía La Prensa de R. Valdesilla y Comp., 1892, p. 230.
la Ciudad de México. Siglo xviii, México, inah-Conaculta/Gobierno 25 Francisco Muñoz Espejo, “Camino Real de Veracruz-México.
del Distrito Federal/Consejo del Centro Histórico de la Ciudad de Por las veredas de la historia”, en Itinerarios culturales y rutas del
México, 1999, pp. 52-53. patrimonio, México, Conaculta, 2006, p. 222; Francisco Muñoz

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tanto que algunos exploradores y aficionados a la imposibilidad de que un militar veterano como Ruiz
investigación histórica han creído encontrar los res- situara una fortaleza en una posición tan vulnera-
tos de la edificación en el fondo de la barranca, a un ble al enemigo desde las alturas; en todo caso, bas-
lado del afluente.26 ta comparar los restos del bastión fabricado por el
Sin embargo, gracias a la lectura de algunas obras comandante español con los del “encontrado” en
poco conocidas de ciertos cronistas de la zona27 y la el fondo del barranco, sin duda pertenecientes al
documentación original hallada en el curso de esta casco de una antigua hacienda.
investigación, es posible afirmar que tales aseveracio- A lo anterior cabe agregar las dudas en torno al
nes son incorrectas, como se desprende de un infor- origen y la toponimia del municipio de Fortín, los
me enviado por Ruiz al gobernador de Veracruz, José cuales se atribuyen en algunos textos —incluso “ofi-
Dávila, en el que dice: ciales”— a la existencia de una fortificación cons-
truida “en el antiguo camino del río Metlac” a finales
Quedó establecido en Metlac, junto a la barranca de del siglo xviii,31 en tanto que otras versiones “ligan”
Villegas, que es el punto céntrico entre Orizaba y ambas cuestiones con el reducto erigido por Ruiz.32
Córdoba, aquí estoy construyendo un fortín, y esta Sin pretender resolver en unas líneas un asunto
operación facilitará aprovisionar las dos villas, prote- que por sí mismo requeriría de una investigación a
ger las siembras de tabacos y el paso de los convo- fondo, nos limitaremos a señalar que tales afirmacio-
yes, obstruir sus correrías, evitar los contrabandos y nes resultan cuestionables por dos motivos: prime-
establecer un punto de apoyo para las operaciones ro, porque el recinto levantado por Ruiz se localiza
ulteriores.28 en el vecino municipio de Ixtaczoquitlán, no en el
de Fortín, y además por la presencia de una forti-
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Por lo tanto, es probable que la idea de que el ficación en el área de “Fortín viejo” —a la que nos
inmueble fue edificado por un “capitán Villegas” le referiremos más adelante—, a escasos metros del
fuera sugerida a Muñoz por el apelativo de la ba- centro de Fortín de las Flores, precisamente por
rranca, el cual se debe a un ranchero de la región donde discurría el antiguo Camino Real/Nacional,
llamado Julián Villegas, quien poseía un terreno a por lo que cabe preguntarse cuál de estos edificios le
orillas de la misma.29 En cuanto a los “vestigios” ha- dio nombre al municipio.
llados a orillas del río,30 no hay más que señalar la
El camino militar de la ruta Orizaba-Veracruz

Espejo, “Las fortificaciones de Veracruz”, en E. Hernández y A.


Tovalín (coords.), op. cit., p. 42. Volviendo al tema que nos ocupa, resulta oportuno
26 Desde Fortín de las Flores, recuperado de: <https://www.fa- aclarar que durante la mayor parte del conflicto, el
cebook.com/photo.php?fbid=10152477925345975&set=pcb.10
itinerario Orizaba-Veracruz careció de una estructu-
152477944480975&type=3&theater>, consultada el 1 de abril
de 2018. ra de vigilancia como la de la ruta por Xalapa, ya que
27 Teófilo Rosas, Documentos para la historia de Fortín de las Flo-
res, Orizaba, Consejo Ciudadano, 2009, p. 31.
28 Archivo General de la Nación (aGn), Operaciones de Guerra, 31 H. Ayuntamiento Constitucional de Fortín, Plan Municipal de
vol. 260, exp. 33, f. 273, “De José Ruiz a José Dávila, Orizaba, 8 Desarrollo 2014-2017, Fortín de las Flores, H. Ayuntamiento de
de septiembre de 1816”. Fortín, 2014, p. 18.
29 Manuel B. Trens, Historia de Veracruz, t. ii, Xalapa, Gobierno 32 El fortín de Monte Blanco, recuperado de: <https://efacico.
del Estado, 1947, p. 236. wordpress.com/2017/01/10/el-fortin-de-monte-blanco>, consul-
30 Desde Fortín de las Flores, op. cit. tada el 24 de marzo de 2018.

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Figura 8. Fortín de Paso del Macho. Fotografía de Sergio Vargas.

por sus condiciones, la vía orizabeña era poco apta Caso 2. El fortín de Paso del Macho
para la circulación de grandes contingentes, de modo
que la edificación de los bastiones realistas en este Tal como sucede con varias de las fortificaciones
trayecto respondió más bien a las necesidades del que se abordan en este artículo, la falta de datos fi-
momento y no a un plan concebido de antemano. dedignos acerca del bastión de Paso del Macho hizo
Fue hasta 1817 cuando el virrey Apodaca dio su que académicos y cronistas locales formularan di-
anuencia para establecer un camino militar en esta versas hipótesis para explicar su origen, en tanto
dirección, como parte de su estrategia de pacifica- que la sabiduría popular afirmaba que el inmueble
ción basada en la formación de pueblos de “indul- había sido edificado por el ejército francés durante
tados”; es decir, ex guerrilleros que, a cambio del la Intervención.34
perdón, eran obligados a radicar con sus familias en
34
colonias militares bajo la atenta mirada de los co- La teoría del origen “francés” de este inmueble puede descar-
tarse gracias al testimonio de un soldado galo que, durante su es-
mandantes realistas. Como resultado de esta políti-
tancia en Paso del Macho, escribió: “En el centro del villorrio y
ca se construyeron varios reductos, entre ellos el de a la derecha del camino se veía una torre antigua convertida en
Paso del Macho (figura 8).33 atalaya desde la ocupación de aquel punto […] es una construc-
ción española muy sólida que data del tiempo de la conquista”.
Ángel de los Dolores Tiscareño, “De Veracruz a México. Por un
33 S. A. Vargas Matías, op. cit., pp. 347-349. zuavo”, en El Colegio de Guadalupe desde su fundación hasta nues-

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Así, Muñoz Espejo sostiene: “En un periodo pos- ron la insurrección, pues cada facción actuaba por
terior se construyó el Puente del Río [sic] Paso del su cuenta sin pedir ni dar auxilio a las demás, re-
Macho, y el Fortín [sic] de Paso del Macho construi- plegándose a sus fortalezas ante el incesante aco-
do entre 1884 y 1886 con mampostería de piedra ca- so de las tropas del rey. Esto facilitó la labor de los
liza, en tres niveles, de planta octagonal”, 35 si bien españoles, quienes, gracias a las divergencias entre
en otra publicación anota: “Las obras de vigilancia y los insurgentes, pudieron reunir poderosos contin-
defensa del Camino Real a Córdoba fueron los forti- gentes para sitiar sus enclaves, tomándolos uno por
nes de la Villa de Tejería, Soledad de Doblado —con uno.39 En la provincia de Veracruz dicha estrategia
su garita de acceso al poblado— y Paso del Macho, les permitió desalojar a los americanos de sus po-
construido entre 1836 y 1837”.36 siciones en Huatusco, Atoyac y El Chiquihuite, así
Por su parte, Anaya Barrán dice que el “[…] fuerte como conquistar los hasta entonces inexpugnables
se construyó al mando del capitán ingeniero Car- reductos de Palmillas (figura 9a) y Monte Blanco
los Pazos en el año de 1836-37, con 16 hombres (figura 9b).
para defender el paso por la reciente construcción Mientras tanto, en la ruta por Xalapa se realiza-
del puente”. Desafortunadamente, no ha sido posi- ban los trabajos pertinentes para la operación de
ble corroborar lo dicho por éste, ya que los legajos una línea de telegrafía óptica diseñada por Bonifa-
citados37 remiten a otras cuestiones, quizá por al- cio de Tosta, experto en las comunicaciones maríti-
gún cambio en el sistema de clasificación en el acer- mas y terrestres, para lo cual se instaló un telégrafo
vo referido. En todo caso, es posible que se trate de en el cerro de Macuiltépetl y se erigieron torres o
dos edificios diferentes, o bien que los expedientes telefres para colocar otros en El Encero, Pajaritos
mencionados aludan en realidad a ciertas repara- y Miradores (figura 10a), Corral Falso (figura 10b) y
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ciones en el inmueble erigido por los realistas en Cerro Gordo (figura 10c); no obstante, dado que
1818.38 para entonces se pensaba que la insurgencia había
sido derrotada, el proyecto fue abandonado.
Las últimas fortificaciones del periodo insurgente Al respecto, cabe señalar que, desde los prime-
ros años de la guerra, Ciriaco de Llano había con-
Ya en la parte final de la guerra, los distintos jefes siderado la posibilidad de instalar esta tecnología
rebeldes mantenían notables desacuerdos entre para mantener la comunicación entre Xalapa y Ve-
sí, lo cual se reflejó en acres disputas que debilita- racruz, intentos que no fructificaron hasta la llegada
de Miyares, quien, con el apoyo de Tosta, se abocó a
tros días o Memorias de los acontecimientos contemporáneos que con la realización de dicha tarea; sin embargo, la tentati-
él se relacionan, presenciados unos y recogidos otros de documen- va quedó en eso, ya que el venezolano tuvo que re-
tos oficiales y auténticos para servir a la historia de dicho estableci-
gresar a España a causa de una grave lesión sufrida
miento, t. iv, Zacatecas, Tipografía de El Ilustrador Católico, 1909,
p. 146. Este texto es la traducción de Les bivouacs de Veracruz en el curso de un enfrentamiento contra los insur-
a Mexico, París/Leipzig, Jung Treuttel Libraire, 1865, pp. 66-67. gentes. En consecuencia, fue Tosta quien continuó
35 F. Muñoz Espejo, “Camino…”, op. cit., p. 221.
36 F. Muñoz Espejo, “Fortificaciones…”, op. cit., p. 42.
con el proyecto gracias al apoyo del virrey Apodaca.
37 Archivo Histórico de la Sedena (ahsdn), exps. D/481-3 (1839)
y D/481-3; Óscar Anaya Barrán, Paso del Macho: ¿olvidado por la
historia o mudo testigo?, Paso del Macho, s. e., pp. 9-10. 39 Lucas Alamán, Historia de México desde los primeros movimien-
38 aGn, Obras Públicas, c. 5167, f. 1, “Proveeduría de las villas, tos que prepararon su independencia en el año de 1808 hasta la épo-
Córdoba, 24 de septiembre de 1818”. ca presente, t. iv, Imprenta de J. M. Lara, 1849, p. 396.

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 9. a) Croquis del fuerte de Palmillas (fragmento), 1817. Archivo General Militar de Madrid (agmm), España, Mex-4-5. b) Supuestos restos de la fortificación del
cerro de Monte Blanco. Fotografía de Sergio Vargas.

34 |

Figura 10. a) Telefre de Miradores. b) Telefre de Corral Falso. c) Telefre de Cerro Gordo. Fotografías de Sergio Vargas.

Caso 3. ¿Atalayas, telefres o fortines? nes y Ordoñez Valenzuela los vestigios del telefre de
Cerro Gordo corresponden a un fortín que aparece
En cuanto a los telefres (figura 11), hay que decir mencionado en un mapa de 1801, obra de Manuel
que hasta hace poco su verdadera naturaleza era José de Árboles,42 del que lamentablemente no se
desconocida,40 por lo que durante mucho tiempo tienen más datos.
se les consideró fortines o atalayas;41 así, para Bla- Cabe señalar que, a su llegada a la Nueva Es-
paña, el virrey Apodaca pensó en edificar varios
40 José Emilio Vázquez, “Telegrafía óptica en México y los tele-
fres”, s. l., s. e., 2011.
41 S. Sanz Molina et al., op. cit., cs. 58 y 59; M. Ordoñez Valenzue- 42 T. Blanes, op. cit., p. 190; M. Ordoñez Valenzuela, op. cit.,
la, op. cit., pp. 172-175, 178-179. p. 172.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Figura 11. Antonio Hurtado, Plano, perfil y elevación de la torre de Cádiz para la colocación del telégrafo, 1806, Archivo General Militar de Segovia, España,
carpeta 50, plano 535, 3ª sección, 3ª división, leg. 1027.

reductos en distintas localidades de la ruta Xalapa- como sucedió con muchas de las obras diseñadas
Veracruz —entre ellas Cerro Gordo— para apuntalar por los ingenieros del rey durante ese periodo.
el camino militar puesto en operación por Miyares; Para intentar responder estas interrogantes es
por lo tanto, resulta válido inferir que ya para enton- preciso mencionar que en Cerro Gordo existen dos
ces el “bastión de Árboles” había desaparecido, o in- elevaciones que durante el siglo xix fueron conoci-
cluso que haya sido un proyecto que no se concretó, das por orónimos que resultan muy ilustrativos: “La

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 12. a) Plano de las posiciones de México y los Estados Unidos en la batalla de Cerro Gordo el 18 de abril de 1847 (detalle), 1847, Mapoteca Orozco y Berra
(mob), 1324-CGE-7245-A. b) Battle Of Cerro Gordo General Plan (detalle). Fuente: Justin H. Smith, The War With Mexico, Nueva York, The Macmillan Company, 1919.

Atalaya” y el “Cerro del Telégrafo”,43 como se aprecia con referencia del plano de Árboles ni se sabe si el
en muchos de los planos hechos por los estadouniden- bastión sugerido por Apodaca fue construido,46 sólo
ses a su paso por la zona (figura 12), lo cual puede nos queda elucubrar a partir del testimonio de Tosta,
considerarse como un indicio de la existencia de más quien a principios de 1820 le informó al virrey del
de un recinto fortificado en este paraje y, por con- avance en los trabajos para la colocación de los telé-
36 |
siguiente, de la posibilidad de que el telefre de Tosta grafos en Corral Falso y Cerro Gordo.47
haya sido erigido cerca del fortín de Árboles, o bien, Algo similar ocurre con una torre que existió en la
del propuesto por Apodaca en 1816.44 cima del cerro de Macuiltépetl, que algunos investi-
Esta teoría resulta plausible si recordamos que, gadores aficionados han identificado —erróneamen-
en opinión del virrey, lo mejor era que las torres se te— como un telefre, cuya autoría se adjudica —de
colocaran “siempre en uno de los puntos fortificados, manera igualmente equivocada— a Miyares,48 pues
o tan inmediato a ellos que no corran riesgo de ser fue Tosta y no aquél quien instaló un telégrafo en ese
tomados por los rebeldes”, tal como se hizo con el te- lugar,49 en una “casita” fabricada ex profeso, ya que
lefre de El Encero, erigido a corta distancia del fortín por la altura del cerro, no se requería de un telefre.50
homónimo;45 sin embargo, puesto que no se cuenta
46 No obstante, hay una evidencia que apunta a que el fortín de
43 Carlos María de Bustamante, El nuevo Bernal Díaz del Castillo o Cerro Gordo sí se construyó: el Plano geográfico de una parte de la
sea Historia de la invasión de los angloamericanos en México, Méxi- provincia de Veracruz hasta Perote, correspondiente a la de Puebla,
co, Imprenta de Vicente García Torres, t. i, 1847, p. 164. obra de Manuel Varela y Ulloa, hecho en 1816, indica la existen-
44 S. A. Vargas Matías, “Una senda de plata y sangre. El camino cia de un bastión en este punto. Real Academia de la Historia
militar de la vía por Xalapa del Camino Real de Veracruz, 1811- (rah), RAH20101000135.
1816”, artículo en preparación. Una versión preliminar de este 47 S. A. Vargas Matías, “Señales…”, op. cit.
texto fue presentada en el Seminario La Guerra de Independen- 48 Recuperado de: <https://efacico.wordpress.com/2016/02/
cia: Una Perspectiva Regional, Morelia, iih-umsnh, 2018. 19/historia-de-plan-del-rio-y-su-fortin-de-ordenes-militares/>.
45 S. A. Vargas Matías, “Señales en el tiempo. El sistema de te- 49 S. A. Vargas Matías, “Señales…”, op. cit.
legrafía óptica de Bonifacio de Tosta en el trayecto Xalapa-Vera- 50 Al parecer, fue esta “casita” la que describió un famoso aventu-
cruz del Camino Real”, artículo en preparación. rero y militar inglés, quien al subir al cerro de Macuiltépetl dijo:

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Figura 13. Constantino Malchesqui, Proyecto de fortificación desde Río Blanco al puerto de Alvarado (detalle), siglo xix, mob, 1561-OYB-7261-A.

Por lo tanto, es probable que la atalaya de Macuilté- sostener su posición ante el asedio del Ejército Tri-
petl haya sido edificada como parte de las proteccio- garante, se retiraron al fuerte de San Juan de Ulúa,
nes levantadas por los austriacos en ese sitio durante donde permanecerían hasta 1825, lo cual prologó el
la Intervención (véase infra el caso 7).51 conflicto y alimentó los temores de una incursión
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hispana para recuperar el virreinato.
Tercera etapa: las defensas Ante este escenario, el gobierno mexicano estu-
del México independiente dió la posibilidad de erigir una gran línea de defensa
en la provincia de Veracruz que iba desde Río Blanco
Una vez sellados los acuerdos entre Agustín de Itur- hasta Alvarado, a modo de cortar el paso del enemi-
bide y Juan O’Donojú, en la mayor parte del país se go en caso de un ataque. El proyecto, diseñado por
celebró la Independencia luego de casi tres siglos el ingeniero Constantino Malchesqui, contemplaba
de dominación española; empero, en el puerto de la construcción de un gran complejo fortificado con-
Veracruz la situación era crítica, ya que los coman- formado por baterías, baluartes, reductos y cuarte-
dantes realistas se negaron a acatar los convenios les, con capacidad para albergar hasta 600 hombres
suscritos por O’Donojú y, ante la imposibilidad de (figura 13). Afortunadamente, los problemas inter-
nos y la falta de recursos impidieron que Fernando
“[…] llegamos a un pequeño mirador en la cima, desde donde VII intentara la reconquista de su antigua colonia.
se obtiene una vista panorámica soberbia del campo circundan- Conseguida la expulsión de la guarnición espa-
te”. George Francis Lyon, “Residencia en México, 1826. Diario de
ñola de San Juan de Ulúa (1825), México debió en-
una gira con estancia en la República de México”, en Cien viaje-
ros en Veracruz, t. iii, México, Gobierno del Estado de Veracruz, carar el peligro que representaban las potencias
1986-1992, p. 258. europeas, que prácticamente desde su nacimien-
51 William Boone y Carmen Boone, “Caminos gemelos en espi-
ral al cráter de un volcán”, Contrapunto, vol. 4, año. 4, núm. 12, to buscaron intervenir —cuando no apropiarse—
septiembre-diciembre de 2009, pp. 42-51. de los destinos de la nueva nación, aprovechando

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la debilidad del ejército mexicano, cuyo estado era de Veracruz como por la profundidad de sus aguas,
tan calamitoso que, en opinión del coronel Ignacio que la hacían un fondeadero apto incluso para la en-
de Mora y Villamil, bastaría con una fuerza de 6 000 trada de grandes embarcaciones.
para vencerlo.52 En cuanto al reducto, hasta el momento no exis-
Tras la fallida intentona de España (1829) para te un consenso claro respecto de su autoría, si bien
recuperar el dominio de la más importante de sus muchos investigadores coinciden en que fue erigi-
posesiones, México se vio frente a la animadversión do durante el periodo colonial, opinión que resulta
de Estados Unidos, que codiciaba los territorios al lógica a la vista de los numerosos proyectos elabora-
norte del río Bravo, y el interés de Francia e Ingla- dos por los ingenieros del rey para el resguardo de
terra, que querían aprovechar el “vacío” dejado por este enclave. Para Muñoz Espejo, la fortificación fue
los ibéricos para hacer de América “su” esfera de hecha por “un ingeniero de apellido Lizardo en un
influencia y dominio comercial. La delicada situa- año por definir”, en tanto que Cano Anzures,56 Ortiz
ción de nuestro país se agravó en 1836 con la Inde- Lanz57 y Blanes58 sostienen que el edificio fue cons-
pendencia de Texas —auspiciada por los vecinos del truido en algún momento del siglo xviii.
norte—, por lo que, ante la posibilidad de un ataque, Sin embargo, existen razones para cuestionar estas
el gobierno mexicano ordenó fortificar Tuxpan, Mo- hipótesis; en primer término, no hay evidencias de la
cambo, Coatzacoalcos,53 la isla de Sacrificios, Antón participación de un “ingeniero Lizardo” en las obras
Lizardo54 y Alvarado.55 de fortificación llevadas a cabo en esta ubicación, por
lo que, como en el caso del fortín de Villegas, es plau-
Caso 4. El reducto de Antón Lizardo, ¿fortaleza sible suponer que Muñoz dedujo la autoría del reduc-
colonial o decimonónica? to por la toponimia del lugar. Al respecto, hay que
38 |
señalar que Antón Lizardo no fue un ingeniero mi-
Si bien no hay constancia de lo realizado, existe en litar, sino un marino o propietario de embarcaciones
Antón Lizardo una enorme fortaleza de forma irre- que en la primera mitad del siglo xvi realizó diversos
gular que, en conjunto con los restos de un cuerpo viajes entre Veracruz y Sevilla, y que en 1532 encalló
de guardia (figura 14) ubicado a unos cuantos pa- en la punta que lleva su apelativo.59
sos, dan cuenta de la importancia estratégica de este Por otra parte, no existe mención alguna del edi-
emplazamiento, tanto por su cercanía con el puerto ficio en los numerosos recuentos de fortificaciones y
recintos militares de la región elaborados por Segis-
52 Ignacio de Mora y Villamil, Las defensas de México en 1824, Mi- mundo Font (1776), Miguel del Corral (1783 y 1786),
chael Mathes (transc. y notas), Monterrey, uanl (Capilla Alfon-
sina/Biblioteca Universitaria), 1983, p. 19. Juan Camargo (1807 y 1815) e Ignacio de Mora y
53 ahsdn, exp. 1263, ff. 53-54, “De Antonio de Castro al ministro Villamil (1824); tampoco en los diversos reconoci-
de la Guerra, Veracruz, 15 de marzo de 1837”.
54 Ibidem, f. 30, “De Antonio de Castro al ministro de la Guerra,
mientos geográficos llevados a cabo por Manuel de
Veracruz, 13 de abril de 1837”.
55 Ibidem, f. 17, “De Guadalupe Victoria al ministro de la Gue- 56 I. Cano Anzures, op. cit., pp. 26-27.
rra y Marina, Veracruz, 29 de mayo de 1837”. En cuanto a las 57 J. E. Ortiz Lanz, op. cit., pp. 194-195.
obras de defensas de esta población, existe constancia de que en 58 T. Blanes, op. cit., pp. 187-188.
1847 la barra de Alvarado estaba defendida por cinco bastiones, 59 Cfr. Francisco Muñoz Espejo, “La valoración universal de la for-
nombrados “Santa Teresa”, “Santa Bárbara”, “Del Rosario”, “De la tificación y las fortificaciones virreinales en México”, Apuntes.
Unión” y “De la punta del Sur”, de los cuales sólo era funcional Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural, vol. 17, núms. 1-2,
el primero. ahsdn, exp. 2326, ff. 2-3, “Informe del gral. Juan Ló- 2004, p. 83; José Peña Fentanes, La verdad sobre Antón Niçardo,
pez, 15 de enero de 1847”. Veracruz, s. e., 1957, pp. 13-16.

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Figura 14. a) Reducto de Antón Lizardo. b) Vestigios de la casa de guardia de Antón Lizardo. Fotografías de Sergio Vargas.

Santistevan (1769), Corral (1771, 1779) y Diego Panes […] los gastos que erogaban estos aprestos eran tan cre-
y Abellán (1779). cidos, que sólo la reposición de Ulúa se calculó su pre-
Así, las únicas alusiones a la existencia de una supuesto […] en un millón quinientos treinta y seis mil
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gran fortaleza en Antón Lizardo durante el periodo pesos; y la fortificación de Antón Lizardo, en un millón
colonial aparecen en las obras de Lerdo de Tejada doscientos cincuenta mil seiscientos cincuenta y cinco
y Rivera Cambas, quienes afirman que el inmue- pesos. El gobierno no debe perder de vista estas anéc-
ble se edificó tras la llegada del mariscal de Rubí dotas que acaso alguno tendrá por inútiles y de mera
al virreinato,60 invirtiéndose en su construcción curiosidad; pero que yo las estimo necesarias para ha-
1 250 665 pesos.61 cer uso de ellas: puedo predecir que llegará día en que
Al respecto, vale la pena citar al padre Andrés estas luces guíen al gobierno, y que aprovechándose
Cavo, quien, al referirse a los planes para el remo- de los conocimientos de los mas sabios ingenieros es-
zamiento de Ulúa y la custodia de la punta de An- pañoles, sepa asegurar aquellos puntos que debe mi-
tón Lizardo, dijo: rar como la llave de esta república con respecto a las
invasiones que puedan hacerse del Norte.62

60 Manuel Rivera Cambas, Historia antigua y moderna de Jalapa y


de las revoluciones del estado de Veracruz, México, Imprenta de Ig- Dado que el sacerdote escribió su obra mucho an-
nacio Cumplido, vol. 1, 1869, p. 141. tes de que Rivera y Lerdo publicaran las suyas, es po-
61 Miguel Lerdo de Tejada, Apuntes históricos de la heroica ciudad
sible que ambos autores basaran sus afirmaciones en
de Veracruz, precedidos de una noticia de los descubrimientos he-
chos en las islas y en el continente americano, y de las providencias
dictadas por los reyes de España para el gobierno de sus nuevas po- 62 Andrés Cavo y Carlos María de Bustamante (eds.), Suplemento
sesiones, desde el primer viaje de don Cristóbal Colón, hasta que se a la historia de los tres siglos de México durante el gobierno español,
emprendió la conquista de México, México, Imp. de Vicente Gar- México, Imprenta de la Testamentaria de D. Alejandro Valdés,
cía Torres, vol. 2, 1857, p. 331. t. iii, 1836, p. 6.

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
el texto de aquél, tomando como un hecho lo que to estadounidense, que, tras vencer los denodados
en realidad fue sólo un proyecto. Más allá de lo an- esfuerzos de las armas nacionales, penetró hasta la
terior, la única evidencia de la presencia de una for- capital del país, gracias a la ingente cantidad de re-
tificación en esta zona es un plano de Juan Alfaro cursos empleados en la invasión, la torpeza de Santa
que no tiene fecha, pero que probablemente fue di- Anna y la escasez de elementos materiales y hu-
bujado a principios del xix, pues refiere el proyecto manos en nuestras tropas, pero sobre todo por la
de 1799 de García Conde para la construcción del profunda —y al parecer eterna— división de la so-
camino de México a Veracruz.63 ciedad mexicana.
Ahora bien, es posible que el inmueble señalado
por Alfaro haya sido una de las tantas baterías que México frente a la Intervención tripartita
se construyeron —y desaparecieron—64 en distin-
tos momentos en el litoral veracruzano, pues resul- Tras la derrota, México cayó en una etapa de pro-
ta inverosímil que un reducto con las dimensiones funda degradación, no sólo materializada en la pér-
del que nos ocupa haya pasado inadvertido en los re- dida de la mitad de su territorio, sino por la casi total
cuentos antes mencionados, pero sobre todo porque ausencia de las mínimas estructuras de gestión del
la ausencia de fortificaciones en esta área parece co- Estado, lo cual acentuó su debilidad, impidiéndole
rroborarse con lo asentado por Mora y Villamil, quien entre otras cosas cumplir con los compromisos con-
en 1824 inspeccionó el estado de las defensas en las traídos con otras naciones, que vieron en esta situa-
costas del Golfo de México y dijo: ción una inmejorable oportunidad para intervenir
en la política interna del país, profundamente con-
El fondeadero de Antón Lizardo es el punto más in- mocionado por el prolongado enfrentamiento entre
40 |
teresante que tenemos en el seno: para resguardar el liberales y conservadores.
puerto y ponerlo a cubierto de todo insulto se hace Durante los años siguientes, España, Inglaterra
necesario establecer un fuerte en la costa en el terre- y Francia exigieron el pago de varias deudas, mu-
no más capaz, entre la punta de Antón Lizardo y el chas de ellas evidentemente injustas, por lo que
río salado chico, un sistema de baterías que defien- el gobierno mexicano rechazó sus demandas, ofre-
dan todo este espacio y se defiendan mutuamente.65 ciéndoles en cambio analizar los montos requeridos
y liquidar los adeudos bajo un esquema adecuado a
Conjeturas aparte, una década más tarde el apa- las capacidades del país.
rato defensivo montado por el gobierno mexicano Esto no satisfizo las expectativas de los euro-
fue insuficiente para detener la marcha del ejérci- peos, quienes suscribieron un pacto por el que se
comprometían a presentar sus reclamaciones de
63 “Mapa que comprende las dos provincias de Xalapa y Córdo-
manera conjunta para, en caso de una negativa, ac-
ba y los caminos que bajan por ellas de México a Veracruz y los
proyectos que en varios tiempos se han hecho”, Juan Alfaro, s. tuar en consecuencia.
f. moyB, 2058-OYB-7261. Ante las objeciones de México para atender sus
64 Lo que ocurrió con muchas de las fortificaciones de tipo “pro-
demandas tal y como estaban formuladas, los alia-
visional” emplazadas en varios puntos de la costa veracruzana,
entre ellos Antón Lizardo, como puede deducirse de un proyec- dos enviaron una flotilla conformada por navíos de
to para la construcción de una batería hecha de “fagina y tierra”. las tres naciones para obligar a Juárez a resolver la
aGmm, Mex-13-7, “Plano de una batería que se proyecto en la pun-
ta de Antón Lizardo”, Pedro Ponce, 1793. situación. En enero de 1862, la escuadra fondeó en
65 I. Mora y Villamil y M. Mathes, op. cit., p. 28. Veracruz, ocupando el castillo de San Juan de Ulúa

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Figura 15. Parapeto de El Chiquihuite. Fotografía de Sergio Vargas.

sin hallar resistencia, ya que las tropas mexicanas bres del intenso calor del puerto veracruzano, las
se replegaron al interior. potencias invasoras enviaron a buena parte de sus
Para impedir el avance de los enemigos tierra tropas a algunos pueblos de los alrededores, como
adentro, Juárez ordenó que se fortificaran las po- Medellín, San Juan, Santa Fe y Tejería.68
siciones de El Chiquihuite (figura 15), Puente Na-
cional, Cerro Gordo y Corral Falso,66 así como la Caso 5. La atalaya de Tejería y el complejo militar
construcción de diversas instalaciones militares en de Soledad de Doblado
La Soledad, donde quedó establecido el cuartel ge-
neral de las armas nacionales,67 a la espera de un En la actualidad existe una torre en Tejería (figura
ataque que, se pensaba, ocurriría en cualquier mo- 16) cuyo origen se desconoce; según Blanes, el in-
mento. Mientras tanto, a efecto de librar a sus hom- mueble pudo ser edificado a mediados del siglo xvii
por el ingeniero Marcos Lucio; para Muñoz Espe-
66 Manuel Ortuño Martínez, El general Prim y la intervención tri- jo, la atalaya fue parte de las obras para la protec-
partita en México. Octubre de 1861-mayo de 1862, Puebla, Edicio-
nes de Educación y Cultura/Buap, 2001, pp. 300, 310.
67 Ibidem, p. 314. 68 Ibidem, pp. 209-2011, 234-235, 275, 309.

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
la de los torreones construidos por los franceses
en la zona de Perote—, el recinto haya sido fabrica-
do por alguno de los ejércitos aliados que ocuparon
Veracruz en 1862.
Por otra parte, en Soledad de Doblado perma-
necen en pie al menos dos elementos del aparen-
temente vasto conglomerado de fortificaciones71
que existió en esta demarcación: el fortincillo de El
Cerrito (figura 17a), inmueble situado literalmente
encima de un templo católico y que, gracias a algu-
nos textos72 y evidencias fotográficas (figura 17c), se
sabe que era parte de un blocao de mayor tamaño,
y lo que al parecer fue un puesto de vigilancia (fi-
gura 17b), ubicado en el centro de la villa, del cual
sobreviven algunos paredones cuyas troneras re-
cuerdan a las que tenía una gran fortaleza o cuar-
tel que, según los lugareños,73 existió en la colonia
Vista Alegre de esa misma localidad.

Figura 16. Atalaya de Tejería. Fotografía de Sergio Vargas. 71 De acuerdo con Vicente Garrido Lagunes, cronista de la loca-
lidad, en una vivienda de la población hay restos de otro recinto
42 |
ción del trayecto Veracruz-Córdoba.69 Incluso una militar, lo que hasta el momento no ha sido posible constatar de-
bido a la oposición del propietario del inmueble. Entrevista rea-
asociación de exploradores y promotores culturales lizada el 30 de junio de 2017.
sostiene que el edificio es un molino de trigo del si- 72 A. de los D. Tiscareño, op. cit., p. 133.
73 Luz María Cortés Morales, directora de la Casa de Cultura de
glo xviii que funcionó como tal hasta principios del
Soledad, afirma que el recinto era de planta rectangular, hecho
siglo xix, el cual fue fortificado por los estadouniden- de piedras sin labrar, con “mirillas cuadradas para disparar” en
ses en 1846 y reutilizado por los franceses en el pe- sus muros y un gran portón frontal de madera de pirul, el cual
fue destruido mucho antes de la demolición de la fortaleza, ocu-
riodo 1862-1867.70
rrida a mediados del siglo pasado. En el interior había tres caño-
Este colectivo acredita su versión con un mapa nes y algunas balas que “los chiquillos apenas podíamos mover,
de 1748 —del cual no da mayores referencias— en el porque eran muy pesadas”, las cuales desaparecieron sin dejar
rastro. En el centro de la edificación existía una torre de vigilan-
que supuestamente se indica la presencia del moli-
cia, alta y angosta, equipada con una escalera de madera. Al lado
no, lo cual no comprueba per se que éste y la atalaya había un túnel que, según se decía, conducía a la zona de Remo-
sean el mismo edificio ni que ambos hayan estado jadas. De acuerdo con los vecinos, en su etapa final el inmueble
permaneció abandonado, por lo que muchas veces era utiliza-
en la misma ubicación. En todo caso, sin pretender do para actividades ilícitas. El último elemento subsistente de
dar una respuesta definitiva, hay que considerar la la fortificación fue la atalaya, que permaneció en pie durante al-
posibilidad de que, por su morfología —similar a gún tiempo hasta que finalmente fue derribada cuando se frac-
cionó el terreno. Cabe señalar que el recuerdo de este edificio
en ocasiones se confunde con el de otro, posiblemente un aljibe
69 Cfr. T. Blanes, op. cit., p. 191; F. Muñoz Espejo, “Fortificacio- o contenedor de agua de ladrillos construido a escasa distancia,
nes…”, op. cit., p. 42. que en su momento fue demolido para colocar en su lugar un
70 Grupo “Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz- enorme tanque que colapsó hace pocos años. Entrevistas reali-
México”. zadas el 30 de junio de 2017.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Figura 17. a) Fortincillo de El Cerrito. Fotografía de Sergio Vargas b) Puesto de vigilancia de Soledad de Doblado. Fotografía de Sergio Vargas. c) Fortaleza de La
Soledad. Fotografía de la Fototeca Nacional del inah, 460524.

De la intervención tripartita a la Intervención francesa El desenlace de la historia es de sobra conocido:


tras llegar a un acuerdo con el gobierno mexicano, es-
Pese a la gravedad de la situación y lo complicado pañoles e ingleses abandonaron el país, no así Fran-
de las negociaciones, durante las siguientes sema- cia, que, gobernada por Napoleón III —quien deseaba
nas los contendientes mantuvieron la calma, por emular los proyectos imperiales de su tío y pretendía
lo que, a petición de los negociadores de la alianza, extender su influencia en América—, inició una inva-
que temían que el clima de Veracruz acabara con sión total del territorio, aprovechándose de la debili-
sus tropas, Juárez permitió que los extranjeros se dad del gobierno mexicano, la complicidad de ciertos
desplazaran a Córdoba, Orizaba y Tehuacán, con la sectores conservadores y, sobre todo, de que Estados
condición de que, en caso de un rompimiento, re- Unidos se hallaba en plena guerra civil, lo cual le im-
gresaran a sus posiciones iniciales.74 pedía responder adecuadamente a sus acciones.
Así, durante los años siguientes México enfrentó
74 M. Ortuño Martínez, op. cit., pp. 323-324. a un enemigo técnica y logísticamente muy superior

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
—reforzado además con abultados contingentes de
tropas austriacas, belgas y húngaras—, pero que a pe-
sar de su poderío fue incapaz de vencer a las fuerzas
republicanas, que recurrieron a la táctica de la “guerra
de guerrillas” para mantenerse en la pelea, hasta que
la cada vez más belicosa actitud de Estados Unidos
y la inminencia de una guerra contra Prusia obliga-
ron al emperador francés a retirar sus tropas, permi-
tiéndole a Juárez recobrar la iniciativa, logrando en
poco tiempo arrinconar en Querétaro a los restos del
ejército imperial, cuya derrota se consumó con el fu-
silamiento de Maximiliano en 1867.

Caso 7. Las fortificaciones francesas y mexicanas


de la Intervención

En la actualidad, a lo largo y ancho de las dos rutas


del viejo Camino Nacional existen múltiples edificios
que dan cuenta de la heroica lucha del pueblo mexi-
cano para conservar su independencia: en la zona de
Figura 18. Garitón de Macuiltépetl, Xalapa. Fotografía de Sergio Vargas.
Perote se encuentran las haciendas de San José de los
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Molinos y Tenextepec, usadas como cuarteles por en esta misma ciudad—, donde los mexicanos sufrie-
los franceses;75 y en Xalapa, el garitón del cerro de ron una dura derrota en junio de 1862. A éstos cabría
Macuiltépetl (figura 18), único remanente de las agregar los remanentes del ¿cuartel? ubicado en el
obras de defensa levantadas por los austriacos en este área de “Fortín viejo”, que hoy en día forman parte de
punto, las cuales incluían otros garitones y una torre una estancia particular (figura 19d). Si bien no se sabe
que al parecer fue derribada “durante el segundo quién o en qué fecha lo construyó, es posible deducir,
periodo gubernamental del general Adalberto Tejeda por su morfología, que fue edificado en las décadas fi-
[…] para erigir el Mausoleo de los Agraristas”.76 nales del siglo xix, o bien a principios del xx.
No obstante, en el itinerario Orizaba-Veracruz se
halla la mayoría de los inmuebles correspondientes El ocaso de la arquitectura militar en México
a este episodio, como las trincheras en la circunscrip-
ción de Atoyac (figura 19a) y los remanentes del bas- Concluida la aventura francesa, el país continuó in-
tión ocupado por los galos en Orizaba (figura 19b), así merso en una dinámica de inestabilidad que sólo
como las ruinas de un fortín (figura 19c) erigido por amainó con la llegada de Porfirio Díaz al poder,
el ejército nacional en el cerro del Borrego —situado cuyo dilatado gobierno representó un periodo de re-
lativa tranquilidad, si bien no exento de numerosos
episodios que dejaban ver la naturaleza autocrática
75 Genaro García, La intervención francesa en México según el ar-
chivo del mariscal Bazaine, México, Porrúa, 1973, p. 57. —y en demasiadas ocasiones brutal— del régimen.
76 W. Boone y C. Boone, op. cit., pp. 48-51. En consecuencia, durante esta etapa muchas de las for-

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Figura 19. a) Trincheras de Atoyac. Fotografía de Andrés Fernández. b) Cuartel de Orizaba. c) Fortín del cerro del Borrego. d) Bastión de Fortín Viejo. Fotografías
de Sergio Vargas.

tificaciones y edificios militares pasaron a manos de los por el porfirismo, el pleno reconocimiento del Estado
ayuntamientos e incluso de algunos particulares, quie- mexicano en el concierto internacional y los avances
nes en los casos más afortunados las adaptaron para en tecnología militar hicieron obsoletos los recintos for-
nuevos usos, pero que en otros las abandonaron de- tificados que, salvo contadas excepciones, quedaron re-
bido a la onerosa inversión que se requería para su legados, considerados vestigios de un pasado que quiso
mantenimiento.77 sepultarse bajo las vías del desarrollo:
Así, la destrucción de la muralla de Veracruz en
1880 (figuras 20a y 20b) marcó el fin de una época y el […] el aumento adquirido por el comercio porteño
inicio de otra, caracterizada por las ideas de moderni- con motivo del ferrocarril, demandaba el crecimiento
dad, orden y progreso. La estabilidad interna impuesta de la ciudad, para lo cual se hacía necesario derrum-
bar esa triste y lóbrega muralla, muro anacrónico que
77 Como ocurrió, por ejemplo, con los edificios militares ubica- impedía ese crecimiento y que ya carecía de objeto.78
dos a los pies del cerro de Macuiltépetl, en Xalapa, demolidos
a principios del siglo xix para construir en su lugar un lazareto
para los enfermos de escarlatina. Archivo Histórico Municipal 78Manuel B. Trens, Historia de la H. ciudad de Veracruz y de su
de Xalapa (ahmx), c. 74, exp. 7. Ayuntamiento, México, aGn, 1955, p. 152.

En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 20. a) Vera Cruz. Fuente: E. Leroy, Quelques vues du Mexique, 1867. b) Adherido a los muros del baluarte de Santiago se halla lo que supuestamente es uno
de los dos últimos segmentos de la muralla que permanecen en pie. Fotografía de Sergio Vargas.

Epílogo: el siglo xx zona,79 los cuales una década más tarde serían reutili-
zados por el general Arnulfo R. Gómez y sus partida-
La relativa calma de la etapa porfirista se vio abrup- rios en su lucha contra el ejército federal (1927).80
46 |
tamente interrumpida en 1910 con la proclamación
del Plan de San Luis, que si bien en pocos meses Inmuebles civiles con elementos propios
dio fin a la dictadura de Díaz, marcó el inicio de una de la arquitectura militar
nueva fase de inestabilidad y violencia entre los dife-
rentes bandos que durante el primer tercio del siglo Como parte de este recorrido, hay que mencionar
xx buscaron hacerse del control político y militar del que, además del vasto conjunto de fortificaciones e in-
país. Esto devino una serie de movimientos arma- muebles militares reseñado, hay numerosas edifica-
dos y asonadas que hoy en día se han “encuadrado” ciones que, sin ser netamente castrenses, cuentan con
de manera genérica en la que historiográficamente elementos propios de la arquitectura militar, como
se ha denominado como Revolución Mexicana. un silencioso recordatorio del impacto que tuvieron
Fue de esta manera como durante este periodo los numerosos conflictos bélicos y disturbios sociales
se erigieron las que probablemente hayan sido las acaecidos en la región, y de la manera en que tales su-
últimas fortificaciones levantadas en el estado de Ve- cesos trastocaron la vida de las comunidades.
racruz y tal vez en todo México, tanto en el área de Esto resulta evidente en la comarca de Perote,
Paso de Ovejas, donde Félix Díaz proclamó el Plan donde se levantan varios edificios que ostentan diver-
de Tierra Colorada (1916), como en Ayahualulco y
79 Víctor Cuauhtémoc Aguilar Fernández, Ayahualulco, “El co-
la vecina ranchería de El Triunfo, donde por las mis-
razón de las montañas”, Xalapa, Industria Gráfica Internacional,
mas fechas el líder agrarista Valerio Ruiz constru- 2010, p. 25.
yó varios torreones (figura 21) para la custodia de la 80 Ibidem, pp. 55-58.

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Figura 21. Torreón de Ayahualulco. Fotografía de Sergio Vargas.

sos elementos fortificados, como garitones, medios- Algo similar ocurre en el centro histórico de Xa-
garitones e incluso enormes torreones, que le dan a lapa, donde subsisten al menos dos garitones (figu-
estos edificios (figuras 22a, 22b y 22c) una figura que ras 23a y 23b) erigidos a principios del siglo xix, tal
nos remite a la de los presidios del septentrión novo- vez con la idea de avistar con antelación la llegada
hispano. Si bien en algunos casos se cuenta con cier- del enemigo, o bien, según la interpretación de al-
tos indicios81 que explican el porqué de la colocación gunos investigadores, para servir como observato-
de dichos componentes, en otros no se dispone de rios astronómicos.82
dato alguno, por lo que las razones de su edificación En fechas más recientes, estos elementos inspi-
—y la antigüedad misma de los recintos— permane- raron la construcción de otros parecidos que tuvie-
cen en el misterio. ron una función meramente decorativa, pero que
por su forma han sido equiparados con los primeros,
81 Tal es el caso del “fortín” de Cerro del León, inmueble que posi-
de manera que se les ha atribuido una antigüedad
blemente fue habilitado como cuartel por el general Manuel Rin-
cón en 1828, en el curso de su campaña contra Santa Anna, luego —y en consecuencia un valor histórico— con la que
de que éste proclamó el Plan de Perote. Manuel Rincón, El gene- no cuenta.
ral Manuel Rincón justificado a los ojos de los mexicanos imparciales
de las imputaciones calumniosas y gratuitas que el excelentísimo se-
ñor general don Manuel Gómez Pedraza le hace en su manifiesto pu- 82 Juan José Ramírez Anaya, Centro histórico de la ciudad de Xa-
blicado en Nueva Orleans el 17 de marzo de 1831, México, Oficina lapa de Enríquez, Veracruz, Xalapa, inah/Ayuntamiento de Xala-
de Alejandro Valdés, 1831, pp. 23. pa, 1986-1988, p. 41.

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A los anteriores podrían agregarse otros edificios racruz-Orizaba y Veracruz-Xalapa en los siglos xviii
que se localizan en los trayectos Perote-Puebla y y xix; lamentablemente, tal como sucede con otros
Orizaba-Puebla, que tal vez funcionaron como pues- inmuebles ubicados en la zona de Perote (figuras
tos de vigilancia, casas de guardia o incluso garitas 24a y 24b), hasta el momento se carece de informa-
de recaudación fiscal, similares a las que hubo en ción sustantiva que nos permita esclarecer su fun-
muchas poblaciones a lo largo de los itinerarios Ve- ción precisa.

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Figura 22. a) Hacienda de San Antonio, Limón Totalco. b) “Fortín” de Cerro del León. c) Hacienda de Tenextepec. Fotografías de Sergio Vargas.

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Figura 23. a) Garitón I, Xalapa. b) Garitón II, Xalapa. Fotografías de Sergio Vargas.
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Figura 24. a) Recinto fortificado de La Gloria. b) Hacienda de Cuautotolopan. Fotografías de Sergio Vargas.

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Conclusiones Lo anterior no sólo explica el carácter único de
este patrimonio, sino que permite entender su sig-
A diferencia de entidades como Puebla, Campeche, nificativa importancia histórica y cultural y los va-
Tamaulipas, Sinaloa, Morelos y Guerrero, cuyas forti- lores —técnicos, estilísticos, paisajísticos, sociales y
ficaciones por lo general corresponden a un periodo educativos— inherentes a los elementos que lo in-
específico de la historia nacional, el patrimonio forti- tegran y, por lo tanto, la necesidad de revalorar un
ficado de Veracruz engloba prácticamente todas las conjunto de inmuebles que por su trascendencia
distintas etapas de la trayectoria de México como Es- debe ser estudiado, difundido y resguardado. Al res-
tado-nación, en un periplo que va desde la casafuerte pecto, es pertinente recordar las palabras de Díaz
de Quiahuiztlán, edificada por Cortés en los albores Capmany cuando, en relación con la fortificación
de la Colonia, hasta la atalaya de Ayahualulco, cons- abaluartada, escribe:
truida en plena Revolución Mexicana, pasando por
las grandes fortalezas de San Juan de Ulúa y San Car- […] merece ser conocida, no sólo por sus indiscuti-
los de Perote, levantadas en el esplendor del dominio bles valores arquitectónicos, sino también porque, li-
español, y los fortines edificados por realistas e in- gada íntimamente a los acontecimientos políticos y
surgentes en el transcurso de la guerra de Indepen- sociales de su época, constituye un irremplazable tes-
dencia, así como por las pequeñas obras de campaña timonio del nacimiento y consolidación de los Esta-
erigidas durante la Intervención francesa. dos modernos.83

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83 Carlos Díaz Capmany, La fortificación abaluartada. Una arquitec-


tura militar y política, Madrid, Ministerio de Defensa, 2004, p. 15.

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María Lizbeth aguiLera garibay*

Aproximación a un discurso gráfico en el antiguo


convento agustino de Santa María Magdalena
en Cuitzeo del Porvenir, municipio de Cuitzeo,
Michoacán de Ocampo, México

Fecha de recepción: 26 de junio de 2018.


Fecha de aceptación: 25 de septiembre de 2018.

El antiguo conjunto conventual agustino del siglo xvi con advocación a santa María Magdalena ubicado en Cuitzeo del Por-
venir, conserva diversos elementos en su estructura arquitectónica que permiten leer un discurso representado en ele-
mentos gráficos labrados en piedra, tallados en madera y pintados en los paramentos de los muros, los cuales datan de los
siglos xvi al xx, así como reconocer algunos símbolos propios de la regla de la Orden de San Agustín y su panteón de san-
tos. Destacan el Sacramento de Penitencia con su advocación, que representa pasajes bíblicos de la pasión, muerte y resu-
rrección de Jesús, y sobre todo conserva cuatro extraordinarios ejemplos: el frontispicio plateresco y los murales El Juicio
Final, Tipo de religión y Calvario.
Palabras clave: Cuitzeo, convento, san Agustín, símbolo, pintura mural, claustro.

The former sixteenth-century Augustinian convent complex dedicated to St. Mary Magdalene in Cuitzeo preserves a
number of architectural elements that permit a reading of a discourse in graphic elements carved in stone and wood,
painted on walls (dating to the sixteenth to twentieth century), and recognition of symbols of the rule of the Order of St.
Augustine and his pantheon of saints. Key features are the Sacrament of Penitence with its invocation, which represents
biblical passages of the Passion, death, and resurrection of Jesus, and four remarkable examples that have been preserved: | 51
the Plateresque facade, and the murals The Last Judgment, Type of Religion, and Calvary.
Keywords: Cuitzeo, convent, St. Augustine, symbol, mural painting, cloister.

U
no de los recursos con que contamos para preservar el patrimonio cultural
de nuestro país reside en el conocimiento que tenemos sobre la gran diver-
sidad de bienes que proliferan en nuestro territorio nacional con excepcio-
nal y singular valía. Es el caso de las estructuras conventuales edificadas en
el siglo xvi en el que otrora fue el territorio de la Nueva España, y que ofre-
cen, sin lugar a dudas, una extraordinaria oportunidad para acercarnos al pasado histórico de
la época virreinal. Entre las numerosas obras que construyeron las órdenes religiosas men-
dicantes en el territorio que hoy en día ocupa el estado de Michoacán de Ocampo —princi-
palmente franciscanas y agustinas— se encuentra el conjunto religioso fundado en Cuitzeo
del Porvenir.
Cuitzeo se ubica a una distancia aproximada de 36 kilómetros de la ciudad de More-
lia, conduciendo por la Carretera Federal 43 en dirección a Salamanca, Guanajuato. En
tiempos remotos respondió al nombre de “Cuiseo de la Laguna”; la toponimia es de origen

* Centro inah Michoacán.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
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Figuras 1 y 2. Vistas de la calzada. Fotografías cortesía de Lorenzo Reyna.

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Figura 3. Croquis de localización del antiguo convento. Dibujo de Cuayautitlali Montero.

purépecha: Cuis-, “tina” o “tinaja” y O-, “lugar”, “Lugar dra que tiene una longitud de “3 705 metros por 9
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de tinajas”,1 en alusión al manto acuífero próximo a metros y 34 centímetros de ancho,”4 inaugurada el
su emplazamiento.2 La relevancia de su contexto se 5 de febrero de 1882 (figura 3).
consigna en numerosas investigaciones3 que indican Los estudios previamente realizados indican
que en la laguna yacen importantes restos de mega- que, al imponerse el dominio español, la adminis-
fauna pleistocénica y numerosos bienes culturales tración de Cuitzeo pasó a ser una encomienda a car-
que son testimonio de asentamientos prehispánicos go de Gonzalo López, y para 1579, según confirma
(figuras 1 y 2). Pedro Gutiérrez Cuevas en la “Relación de Cuiseo”,
El antiguo camino a esta población cruza la lagu- el sitio estuvo bajo su mando.
na a través de una calzada de mampostería de pie- Respecto a la vida evangélica, la región estuvo
administrada en sus inicios por los franciscanos,
1 José Fabián Ruiz y Fernando Ramírez Aguilar, Toponimia mi- en manos de fray Juan de San Miguel. En octubre
choacana, Morelia, Casa de San Nicolás, 1992, p. 23.
2 Se puede consultar información sobre el contexto natural, his-
de 1550 fue transferida a los agustinos —en adelan-
tórico y cultural en José Corona Núñez, Cuitzeo, México, Go- te ofsa, por sus siglas en latín: Ordo Fratum Sanc-
bierno del Estado de Michoacán (Monografías Municipales)/ ti Agustini— por petición expresa que el entonces
Talleres de Imprenta Madero, 1979.
3 Idem; Román Piña Chán, Acerca del viejo Cuitzeo, México, inah-sep/
provincial de la ofsa, fray Alonso de la Veracruz, for-
Centro Regional México-Michoacán, 1978; Francisca Franco y Ange-
lina Macías, “Metalurgia tarasca en cuenca de Cuitzeo”, Anales 4 Gerardo Sánchez Díaz, “El proceso de construcción de la calza-
del Museo Michoacano, 3ª época, núm. 4, 1992, pp. 11-28; Angelina da de Cuitzeo, 1828-1882”, en Juan de la Torre, Inauguración de
Macías Goytia, “Investigaciones arqueológicas en un ecosistema: Cuit- la calzada construida en el lago de Cuitzeo, Morelia, iie/umsnh/Go-
zeo”, Anales del Museo Michoacano, 3ª época, núm. 3, 1991, pp. 99-141. bierno de Michoacán/Morevallado, 2010, p. xxxvi.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
muló al ilustrísimo Vasco de Quiroga, obispo de Mi- Copándaro, Huandacareo, Santa Ana Maya y Xéro-
choacán. El provincial nombró como primer prior y co (Jéruco),8 donde hoy se encuentran templos que
fundador de Cuitzeo al padre fray Francisco de Vi- continúan abiertos al culto católico.
llafuerte, quien señaló: De los usos posteriores se tiene noticia que en
1865 se utilizó como fuerte militar, para resguardar a
Luego que tuvo ya Cristianos a todos los moradores de familias hacendadas de la región del azote de un co-
la Gran Laguna, dio principio al Gran Convento e Igle- nocido bandolero de esa época, Inés Chávez García.
sia de Cuitzeo […] el día primero de noviembre, día Otro cambio de uso se consolidó en 1965, cuando
de todos los Santos, año de mil quinientos cincuen- se le otorgó la custodia parcial del recinto al Institu-
ta, puso la primera piedra y quiso se denominase así to Nacional de Antropología e Historia (inah) y que-
el pueblo, como el Convento de Santa María Magda- daron bajo resguardo institucional el claustro y una
lena, dechado de Penitentes, a quien tenía especial parte del que originalmente fue el huerto. En 1974
devoción […] Todo el Pueblo se llenó de cruces, re- el inah estableció el Museo de la Estampa, nombre
cuerdo de Nuestra Redención, y en cada barrio fabri- que recibió en atención a la colección gráfica que fue
có una Capilla […] e inmediato al convento fabricó un proporcionada por el Gobierno del Estado de Mi-
Hospital.5 choacán de Ocampo con la finalidad de crear una
exposición permanente denominada El grabado en
La actividad constructiva del recinto registrada México. Esta colección ya no se encuentra en exhi-
durante los siglos xvi y xvii tuvo cuatro épocas: 1550- bición9 y hoy sólo existe una exposición permanen-
1560, 1590-1600, 1600-1610 y 1610-1620.6 George te integrada con pintura de caballete y esculturas de
Kubler señala que fue característico de la ofsa, y par- madera, que se referirán en el recorrido.
54 |
ticularmente en la región de Michoacán,7 que los pe- El atrio, el jardín norte y parte del huerto que-
riodos de construcción fueran largos y que las obras daron bajo el resguardo de la autoridad municipal y
no quedaran concluidas en una sola campaña. Esto no el templo se mantuvo abierto al culto católico bajo
fue una excepción durante los siglos posteriores en la tutela de la arquidiócesis de Morelia, y mantiene
que se continuaron la obras de edificación, las cuales funciones de parroquia desde 1729.
no son materia de estas líneas. Para abordar la descripción de los espacios que se
La primera historia del convento incluye desde conservan de este antiguo convento, establezco un
su fundación hasta 1729, periodo en que fue sede de recorrido en el que refiero las figuras y los discursos
27 capítulos provinciales, en los que se establecie- más o menos legibles que las diversas épocas han de-
ron las estrategias misionales de los prioratos agus- jado visibles al espectador, ya que una lectura integral
tinos, así como la formación de vocaciones. De la resulta imposible de lograr debido a que el recinto se
vida administrativa de este convento dependieron ha modificado y se han suprimido diversos elemen-
cinco pueblos de visita: Capamacutiro (Capacho), tos durante las diversas ocupaciones e intervencio-
nes realizadas en este lugar (figuras 4-6).
5 Fray Matías de Escobar, Americana Thebaida. Crónica de la
Provincia Agustiniana de Michoacán, Morelia, Balsal, 1970, pp. 8 María de los Ángeles Zambrano, Capillas de visita agustinas en
265-366. Michoacán (1537-1770), Morelia, umsnh, 1999, p. 100.
6 George Kubler, Arquitectura mexicana del siglo xvi, México, fce, 9 El recorrido por el museo se describe en la Miniguía del ex con-
1984, p. 68. vento agustino de Santa María Magdalena en Cuitzeo, Michoacán,
7 Ibidem, p. 131. México, inah, s. f.

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Figura 4. Vista general del conjunto. Fotografía de la autora.

Figuras 5 y 6. Vistas generales del conjunto. Fotografías cortesía de Raymundo Ramos.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
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Figura 7. Croquis de la planta baja del convento. Dibujo de Karina Montaño. Fuente: Carlos Salomón et al., Archivo bac, Bienal Panamericana de
Arquitectura de Quito, 2012, recuperado de: <www.arquitecturapanamericana.com/restauracion-antiguo-convento-de-santa-maria-magadalena-en-
cuitzeo-y-su-entorno/nggalerie/page/3>, consultada el 2 de septiembre de 2018.

El conjunto conventual plo, coro bajo o sotacoro (c),11 nave (d), presbite-
rio (e), bautisterio/espadaña (f), capillas (G y h),
Este conjunto conventual es ejemplo del núcleo bá- sacristía (i), portal de peregrinos (J), capilla abierta
sico de organización de las órdenes mendicantes en (K), portería (l), claustro bajo, corredores (m), patio
la entonces Nueva España, y conserva los siguien- (n), refectorio (o), sala de profundis (p), cubo de es-
tes elementos. En la planta baja (figura 7): atrio (a),
barda atrial con elementos del vía crucis (B),10 tem- na noroeste, una en el muro norte, una en el muro sur y una en
la esquina sureste.
11 “Sotacoro. El lugar debaxo del Coro de una Iglesia.” Fernando
10 Vía crucis, del latín “camino de la cruz”. Se conservan seis de García Salinero, Léxico de alarifes de los siglos de oro, Madrid, Real
las 14 estaciones: dos en la fachada del templo, una en la esqui- Academia Española, 1968, p. 212.

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Figura 8. Croquis de la planta alta del convento. Dibujo de Karina Montaño.

calera (Q), patio “de novicios” (r), áreas de servicios conjunto conventual es de 14 023.53 m2, de los cua-
—cocina, bodegas, almacenes y graneros, establos y les el templo se extiende 1 757.96 m2 y el claustro
caballerizas— (s) y huerto (t). ocupa 2 889.50 m2 ; este último se desarrolla en tor-
En la planta o claustro alto (figura 8) se encuen- no a un gran patio de 365.35 metros cuadrados.12
tran los siguientes espacios: sala capitular (u), La autoría del proyecto de Cuitzeo y del con-
deambulatorio (v), celdas (W), comunes (x), celda vento de Copándaro se le atribuye al “mismo ofi-
con comunicación al presbiterio (W1), terraza (y),
coro alto y sillería (Z), escaleras secundarias (Q1).
12 Intervenciones de restauración en el convento de Santa María
Con base en los datos aportados en la última res- Magdalena en Cuitzeo, Morelia, Adopte una Obra de Arte/Archi-
tauración de este recinto, la superficie estimada del vo del Centro inah Michoacán, 2007.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 9. Vista del atrio. Fotografía cortesía de Leonardo Ramos. Fotografía Figura 10. Vista del atrio. Fotografía cortesía de Leonardo Ramos.
de la autora.

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Figura 11. Otra vista del atrio. Fotografía de la autora. Figura 12. Cruz atrial. Fotografía cortesía de Lorenzo Reyna.

Figura 13. Cruz colapsada. Fotografía de la autora. Figura 14. Acceso principal en la barda atrial (véase figura 7-a1). Fotografía
de la autora.

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Figura 15. Estación del vía crucis (b-norte). Fotografía de la autora. Figura 16. Estación del vía crucis (b-sur). Fotografía de la autora.

cial de México”.13 Al considerar los largos periodos complementaba con la cruz atrial y un camposanto,
constructivos, no se puede imputar la obra íntegra ahora inexistentes (figuras 15 y 16):
a un autor; empero, se le acredita a fray Gerónimo
de Magdalena y, principalmente, a fray Francisco de En el medio de este cementerio, que es muy dilatado,
Villafuerte (figuras 9-11).14 todo almenado, y con cuatro capillas en sus esquinas,
El atrio alcanzaba el área que hoy ocupa la gran se eleva una Cruz de piedra, cuya peaña es una bóveda
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explanada destinada para actos cívicos y celebracio- debajo de la cual hay asientos para los niños de la doc-
nes locales; ahora se delimita con una barda de cali- trina […] En Cuitzeo […] el patio contaba no sólo con
canto con remates en forma de arcos invertidos. El una capilla abierta en la portería, y con capillas posas
acceso al atrio puede realizarse desde tres lugares: en las esquinas del atrio almenado, sino también, al
el de mayor escala y jerarquía se ubica axialmente centro, con una alta cruz de piedra sobre una cámara
con el eje longitudinal este-oeste del templo (figura abovedada.15
7-a1); la cruz que se eleva sobre el arco de acceso
es de manufactura del siglo xx y se instaló para susti- El discurso gráfico del frontispicio16
tuir la que colapsó en 1990. Los accesos secundarios
se ubican en las esquinas ochavadas (a2 y a3) de El discurso gráfico que se representa en este recin-
la barda. En el interior hay senderos con trazos que to religioso recuerda, mediante símbolos y leyendas
permiten recorrer el atrio y confluyen en un pozo en latín, la regla de la ofsa,17 el ciclo de la pasión,
(a4) (figuras 12-14). muerte y resurrección de Jesucristo, y particular-
Los elementos del vía crucis (B) y la capilla abier-
15 G. Kubler, op. cit., pp. 375-376.
ta (K) forman parte del repertorio litúrgico, que se 16 “Frontispicio: la fachada u delantera de un edificio”. F. García
Salinero, op. cit., p. 121.
13 Diego de Basalenque, Historia de la Provincia de San Nicolás 17 María Lízbeth Aguilera Garibay, “Capítulo 4. Orden de San
Tolentino de Michoacán de la Orden de San Agustín, México, Jus, Agustín o agustinos”, en Arquitectura del clero regular en Vallado-
1963; G. Kubler, op. cit., p. 129. lid, Michoacán, siglo xvii, México, División de Estudios de Posgra-
14 Idem; fr. M. de Escobar, op. cit., p. 356. do-unam, 1998.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
mente la vida de penitencia representada a través la segunda en el acceso al deambulatorio doméstico
de la advocación a santa María Magdalena —o Ma- en el claustro alto (V).
ría de Magdala—,18 a quien se considera ejemplo de En la sobria composición del conjunto desta-
esa virtud. ca una magnífica fachada que por su delicadeza
María Magdalena19 es una mujer que apare- se ajusta a una manufactura plateresca,23 que fue
ce en los textos del Nuevo Testamento, se enuncia diseñada en tres cuerpos y sobre la cual se seña-
con nombre propio y tiene un papel fundamental ló (figura 17):
en el ciclo de la vida, pasión y muerte de Jesucris-
to. Su participación refiere la transformación de su La tendencia general del plateresco a extender el área
vida personal a penitente, y el papel que desempe- de la decoración queda evidente en las fachadas de
ña en el relato bíblico la promueve como un per- Yuriria […] derivadas de Acolman […] De la misma for-
sonaje muy activo para la devoción popular en el ma, en Cuitzeo […] la decoración se ha simplificado y
proceso de evangelización de la Nueva España. Su vuelto más atrevida. Por su composición […] parece
presencia fue relatada por los evangelistas Mateo ser una fachada vertical y central que hubiera sido to-
(Mt) 16:1-8, 27:55-56 y 27:61; Marcos (Mc) 6:9, 15:47 mada de la fachada principal de Yuriria. Una significa-
y 16:1-8; Lucas (Lc) 7:36-50, 8:2, y Juan (Jn) 19:25, tiva adición al repertorio de Acolman son los triglifos
20:1 y 20:11-18.20 de la cornisa sobre la puerta, lo que indica cierto cono-
Según la hipótesis de san Gregorio Magno, basa- cimiento de la literatura arquitectónica.24
do en Lc 10:38-42 y Jn 11:1-2 y 12:1-3, se relacionó
a María Magdalena con María de Betania, hermana Antes de iniciar la descripción de la fachada es
de Marta y de Lázaro; asimismo, con la mujer que importante conocer los símbolos emblemáticos de
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llora a los pies de Jesús cuando éste se presenta en la ofsa, la Santa Sede, el cardenalicio, el escudo ar-
casa de Simón el Fariseo y se relata en Lc 7:36-50; morial de Cuitzeo y la Casa de Habsburgo.
sin embargo, los exégetas contemporáneos no validan El emblema agustino25 se distingue con un co-
esta síntesis de personajes.21 Las representaciones razón atravesado con flechas, que en este recinto
de María Magdalena en el convento de Cuitzeo se
23
reconocen como “la unción”, cuando aparece sos- La fachada ha sido aludida por Manuel González Galván, Arte
virreinal en Michoacán, México, Frente de Afirmación Hispanista,
teniendo su atributo: un vaso de perfumes, o bien 1978, pp. 68-74.; Carlos Chanfón, Historia de la arquitectura del siglo
“de arrepentimiento”, cuando se acompaña de un xvi, División de Estudios Superiores-Escuela Nacional de Arquitec-

cráneo.22 Como veremos, la primera aparece en la tura-unam, 1978; Manuel Toussaint, Arte colonial en México, México,
unam, 1990, p. 48; R. Piña Chan, op. cit.; J. Corona, op. cit.; Miniguía
fachada y en el retablo principal del templo (E); de Cuitzeo, op. cit.; Estado de Michoacán, México. Guía Turística, ineGi-
Sectur, 1995, pp. 47-48; Michoacán. Guía de arquitectura y paisaje,
18 Magdala fue su lugar de origen, Mateo (Mt.) 15: 39. Morelia/Sevilla, Gobierno de Michoacán/Consejería de Obra Pú-
19 El fervor a la Magdalena se incrementó durante la época de la blica y de Transporte, 2007, pp. 202-205.
Contrarreforma como símbolo de penitencia, y se le represen- 24 G. Kubler, op. cit., pp. 521-522.
tó como una mujer joven, con larga cabellera dorada, portando 25 “El escudo, que será nuestro símbolo, muestra un libro abier-
como atributos velas, un cráneo que simboliza lo pasajero o un to, sobre el que se encuentra un corazón atravesado por el dardo
espejo que alude a la reflexión. de la caridad. El hábito, signo de nuestra consagración, confec-
20 Citas de la Biblia rv (1960), recuperado de: <http://www. cionado de la forma acostumbrada, consta de túnica y capilla,
amen-amen.net/RV1960/>, consultada el 7 de mayo de 2018. de color blanco o negro, y que se ciñe con una correa de piel
21 Louis Réau, Iconografía del arte cristiano, t. 2, vol. 4, Barcelona, negro”, Constituciones de la Orden de San Agustín, recuperado
Ediciones del Serbal, 1997, p. 293. de: <https://agustinos.es/wp-content/uploads/PDF/const07_es.
22 Ibidem, p. 297. pdf>, consultada el 7 de mayo de 2018.

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Figura 17. Dibujo y vista de la fachada. Dibujo de Carlos Chanfón, Historia de la arquitectura del siglo xvi, México, División de Estudios Superiores-Escuela Nacional
de Arquitectura-unam, 1978.

están dispuestas en forma de “X”; algunas fuentes flamígero— atravesado por una flecha que evoca
señalan que el corazón alude al lema de la orden: una conocida frase de san Agustín: Fecisti nos, Do-
Anima una et cor unum in Deum, es decir: “Un solo mine, ad Te et inquietum est cor nostrum, donec re-
corazón y una sola alma en Dios”. Asimismo, a la quiescat in Te: “Nos creaste, Señor, para Ti, y nuestro
finalidad establecida para la ofsa: “Os habéis reuni- corazón está inquieto hasta que descansa en Ti”.
do para vivir en la casa unánimes y tener una sola Lo cierto es que san Agustín, en sus Confesiones,
alma y un solo corazón orientado hacia Dios”. En los describe en la vivencia que experimentó en su
otros casos se advierte un corazón —en ocasiones alma sobre el amor divino a partir de su conversión:

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Tú, Señor […], habías traspasado mi amor con los dar- Los escudos del pueblo se encuentran en la fachada del
dos de tu caridad; tenía yo clavadas tus palabras en mis templo, cuyas vasijas derraman agua esculpida al estilo
entrañas; en el dónde de mis pensamientos, inflamán- códice. En los cuarteles de ellos hay jarrones derraman-
dome y alejando de mi todo asomo de indolencia o de do agua, representada a la manera de códices prehispá-
tibieza […] Como si cantando los salmos graduales estu- nicos, que representan una laguna, y están pareados con
viese subiendo la cuesta de este valle de lágrimas, con pelícanos alimentándose con peces […] escudos de Cuit-
las agudas flechas de tu amor me animabas y con el fue- zeo […] coronados de plumas a la manera indígena.27
go abrasador de tu caridad me recalentabas el alma.26
Respecto al blasón de la Casa de Habsburgo, se
Por otra parte, el emblema de la Santa Sede se puede reconocer con un águila bicéfala, que en este
identifica con la tiara pontificia, con tres coronas caso tiene en el pecho el símbolo de la ofsa.
que representan las atribuciones papales como “pas- En el primer cuerpo de la fachada (figura 17), el
tor”, “maestro” y “supremo sacerdote” de la Iglesia acceso está enmarcado con arcos de medio punto
católica, el báculo y, bajo éstos, dos llaves entrecru- con relieves florales, la insignia agustina y queru-
zadas —cuando aparecen en color, se diferencia una bines (1), y en las jambas se intercalan pares flo-
de tonalidad plata, apuntando a la diestra, y la otra reados y el emblema agustino. En cada extremo
en color oro, apuntando a la siniestra—, unidas con un hay dos columnas candelabro sobre pedestales. En
cordón de gules o azur. Las llaves son una alusión el tercio bajo de las columnas sobresale el emble-
directa a san Pedro, primer representante de Cristo ma agustino blasonado dentro del pecho de un ave
ante su Iglesia: y guirnaldas de vid, y sobre los capiteles corre un
entablamento con un arquitrabe ornamentado con
62 |
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta querubines alternados con triglifos.
roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no En los extremos del entablamento, colgados de un
prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del cordón, penden dos cartelas y una cornucopia; una
reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra tiene la leyenda “venit Maria Magdalene” (2); es decir,
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la “vino María Magdalena”, y en la otra se puede leer:
tierra será desatado en los cielos [Mateo 16:18-19]. “crF Mtl Me Fecit” (3), que los estudiosos han inter-
pretado como “Francisco Juan Metl me hizo”.28
Los estudiosos aseguran que a este pasaje de En el segundo cuerpo (II), flanqueado con co-
san Mateo le antecede una referencia en el libro lumnas, bajo una cornisa y friso con relieves florales,
de Isaías 22:22: “Y pondré la llave de la casa de Da-
vid sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; ce- 27 “Cuitzeo, Estado de Michoacán”, en Enciclopedia de municipios

rrará, y nadie abrirá”. y delegaciones de México, recuperado de: <http://inafed.gob.mx/


work/enciclopedia/EMM16michoacan/municipios/16020a.
El emblema cardenalicio se representa con un html>, consultada el 14 de marzo de 2018.
sombrero del cual penden 15 borlas en cinco órde- 28 M. González, op. cit., p. 70. Así también lo refiere Javier Ayala

nes de cada lado. En tanto, el escudo de armas de la Calderón en Espíritus puros y bestias: lo alto y lo bajo en las gárgolas
del convento agustino de Cuitzeo, Michoacán (siglo xvi), relaciones.
población incorpora los siguientes elementos: Estudios de Historia y Sociedad, 142, invierno de 2015, p. 53, recupe-
rado de: <http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v36n142/0185-3929-
rz-36-142-00049.pdf>, consultada el 20 de septiembre de 2018.
26 Santiago de la Vorágine, La leyenda dorada, 2, Madrid, Alian- “[…] si aceptamos la versión de Diego Angulo, podría leerse…”,
za, 1987, p. 535. quien a su vez cita a Manuel Toussaint, op. cit., p. 48.

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Figura 18. Paramento norte del templo. Fotografía de la autora. Figura 19. Detalle de la espadaña, paramento norte. Fotografía de la autora.

se talló una leyenda en latín: “sagita veras tu done cor gura patronal (10) con los escudos de armoriales de
MeuM caritate tua” (4); es decir, “has traspasado mi Cuitzeo (11) en ambos extremos.
amor con los dardos de tu caridad”, retomado del li- Sobre la cornisa del tercer cuerpo se observa
bro Confesiones de san Agustín. Asimismo, resalta el el escudo de armas de la Casa de Habsburgo con el
relieve del emblema agustino enmarcado con relie- blasón agustino (12), y sobre éste, el emblema papal
ves de follajes (5). (13). La portada remata con frontón.30
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La ventana del coro se flanquea con dos esbeltas Al norte de la fachada, sobre un sólido volumen,
columnas muy ornamentadas (6). Tiene un cerra- sobresale la espadaña, en tanto que en el extremo
miento abocinado y ornamentado, al igual que en sur se observa una torrecilla con reloj y un campa-
las enjutas, con follajes en relieve (7), así como que- nil (figuras 18 y 19).
rubines en las impostas. En el vitral se reconoce la
figura de María Magdalena en la escena de “la un- Elementos iconográficos del templo
ción”. Este cuerpo remata con arquitrabe con follaje,
friso y cornisa, y sobre esta última, a la altura de cada Se suben seis escalones para llegar al acceso que
columna, un jarrón alude al emblema de la localidad recibe al visitante en un vestíbulo acotado entre el
(8). En el friso se lee la inscripción “laudate doMinuM portón31 y el cancel. El portón tiene dos hojas con
decet is” (9), tomada del Salmo 92:1; es decir: “Bueno diseño de tableros con relieves tallados que repre-
es alabarte”.29 sentan, en los postigos,32 diversos símbolos: masca-
En el tercer cuerpo (III) hay dos columnas sobre rones, el emblema agustino y el emblema local; en
pedestales que en el tercio alto del fuste tiene un
cordón; en el capitel se observan relieves con hojas, 30 “Frontón. La coronación triangular […] con que se remata una
volutas y una flor, y un entablamento. Esta compo- fachada”. F. García, op. cit., p. 121.
31 “Portón. Puerta que separa el zaguán del resto de la casa”. A.
sición enmarca una hornacina que resguarda la fi-
Serra, op. cit., t. ii, p. 788.
32 “Postigo. Puertecilla pequeña incorporada a otra grande, o a
29 Biblia, op. cit. una ventana”. Idem.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 20. Portón. Fotografía de la autora. Figura 21. Cancel. Fotografía de la autora.

64 |

Figura 22. Nave del templo (D). Fotografía de la autora. Figura 23. Detalle del muro sur, cala (D). Fotografía de la autora.

la parte superior de las hojas se representan mas- el blasón de la ofsa como remate. Las dos puertas late-
carones, una iglesia —atributo de san Agustín—, el rales tienen tallas con relieves florales y querubines.
emblema papal, el cardenalicio y el de Cuitzeo (fi- Una placa de metal inscribe que fue “trabajo hecho
guras 20 y 21). por/ e. silva v./ 1952/ Chapala Pte. No. 327 Col. Ventu-

El cancel se integra con cuatro elementos: una ra Puente/ Morelia, Mich.”.


puerta con dos hojas centrales y dos puertas laterales. El templo tiene una planta de forma rectangu-
Las hojas centrales tienen vitrales que representan a lar con un eje longitudinal trazado en dirección este-
san Pedro y san Pablo, pilares de la Iglesia católica, y oeste (figura 22). El sentido de trazo obedece a una
una talla de la insignia de la Casa de Habsburgo con antigua tradición que se refleja en las Constituciones

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apostólicas, para mirar en dirección “a la aparición de
la luz”.33 Las dimensiones de la nave (D) del templo
mantienen una proporción de 1:4.67, resultante de
una longitud aproximada de 70 m y 15 m de ancho.
Esta proporción se aproxima a la relación de 1:5 reco-
mendada por el tratadista Rodrigo Gil de Hontañón,
quien consideraba que ofrecía a las estructuras “un
volumen con carácter de túnel de gran longitud”.34
La techumbre original de madera fue sustituida
en una fecha cercana a 159035 por una bóveda de
cañón corrido desde la fachada hasta el arco triunfal,36
que se desplanta sobre los gruesos muros perimetra-
les y contrarresta los empujes con contrafuertes (figura
18). El sistema de cubierta cambia de morfología en el
Figura 24. Capilla de la Virgen del Tránsito (G). Fotografía de la autora.
presbiterio (E) (figura 23).37
Al norte del sotacoro se ubica el bautisterio Al sur del coro bajo (C) se encuentra el acceso a
(F), con una pila y una pintura de Juan el Bautis- la capilla de la Virgen del Tránsito (G), donde se pue-
ta bautizando a Jesús, y con los muros y la bóve- de advertir el grosor de los muros del templo. Esta
da ornamentados con motivos florales que datan Virgen se encuentra en un altar decimonónico; yace
del siglo xx. en un lecho, amortajada, y es una representación del
En los paramentos interiores de la nave se distin- dogma de fe establecido por Pío XVII el 1 de noviem-
| 65
gue una cenefa, y en las ventanas, vitrales incorpo- bre de 1950, el cual tiene como antecedente más re-
rados en el siglo xx que representan a san Agustín moto el siguiente (figura 24):
obispo predicando, a la Virgen con el Niño y a san
Agustín como doctor de la Iglesia. A lo largo del so- Prácticamente desde el siglo vii la asunción de María
tacoro (C) y de la nave (D) se distribuyen las 14 es- en cuerpo y alma al cielo ha sido creída […] Ya en el si-
taciones del vía crucis. glo vi se introdujo la fiesta del Tránsito, Dormición o
Asunción de María, o su “diez natalis” […] En torno al
33 Jean Hani, El simbolismo del templo cristiano, Barcelona, So- año 650 se introdujo en Occidente la fiesta de la Dor-
phia Perennis, 2002, p. 41. mición o Pausatio (reposo en la tumba) de María. Se
34 Ibidem, pp. 254-255.
35 Ibidem, p. 184. Véase J. Corona, Cuitzeo, op. cit., p.127, quien celebraba también el 15 de agosto como un “diez na-
cita datos de Manuel Toussaint publicados en la revista Arquitec- talis”; desde Roma la fiesta se extendió a Inglaterra y
tura, núm. 6, 1940.
36 “Arco […] triunfal. El que da acceso al presbiterio a la nave
Francia con el nombre de Depositio, Navidad o Pausatio;
principal.” Juana Inés Fernández et al., Vocabulario eclesiástico pero a partir de los papas Adriano I (+795) y Pascual I
novohispano, México, Seminario de Historia de la Mentalidades- (+824) la fiesta se denominó Assumptio. Según las tres
inah, 2015, p. 39.
37 En relación con el ábside, señala Kubler, op. cit., pp. 258-259:
primeras denominaciones, el objetivo de la fiesta sería
“La escasez de ábsides en México [Cuitzeo] se ajusta a la prácti- la muerte de María; según la última, su glorificación.38
ca contemporánea en España. La hipertrofia del retablo en las
iglesias españolas condujo, en el siglo xvi, a la gradual disminu-
ción del ábside en las pequeñas iglesias […] proliferó el presbite- 38 José Cristo Rey García Paredes, Mariología, Madrid, Biblioteca
rio rectangular o poligonal”. de Autores Cristianos (Manuales de Teología), 1995, pp. 264-265.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 25. Vista del confesionario desde la nave del templo (D1). Fotografía Figura 26. Vista de la ventana desde el claustro (M-norte). Fotografía de la
de la autora. autora.

En el muro sur se enmarca el espacio del confe- coro y la pintura del claustro, obra de fray Matías Pa-
sionario (D1), que en su origen tuvo comunicación lacios, pertenecen al siglo xvii.39
con el claustro bajo (M-norte) (figuras 25 y 26).
La gran nave del templo tiene hoy un piso de Se conservan cuatro colaterales40 que datan del
mosaico que sustituyó el piso de madera original, siglo xix y resguardan esculturas y pinturas de caba-
66 |
como el que aún se preserva en la capilla de la llete que, con excepción de las últimas y las figuras
Virgen de los Dolores (H); a un costado de ésta se principales, cambian constantemente de ubicación
aprecia un púlpito de madera con escalera y torna- a discreción del párroco del templo.
voz, y a la altura del altar se encuentra el acceso a En el colateral del muro norte se conservan (figu-
la sacristía (I). ra 7-D2) un santo entierro, la figura de santa María de
El retablo y altares laterales —o colaterales— tie- Guadalupe y una escultura de Santiago el Mayor. En
nen un lenguaje neoclásico; conservan esculturas y el colateral (D3) se resguarda una escultura de san
pinturas de caballete de diversas épocas. En el coro Charbel dentro de un nicho, una pintura de caballete
destaca la sillería y un órgano (Z). Sobre los orna- con la figura de la Coronación de María, acompaña-
mentos del templo las fuentes señalan: da con la Santísima Trinidad —en su representación
previa al Concilio de Trento—, y en la parte superior,
El trabajo del santuario, desarrollado entre 1602-1605, un cuadro de la Virgen María con el Niño Jesús en
quizá sólo se relaciona con la decoración pictórica y brazos, acompañados de la Santísima Trinidad y, al
escultórica. De cualquier manera, Escobar informa pie, un medallón de san José con el niño Jesús.
que Robledo realizó tres retablos en Cuitzeo […] Ba- En el colateral (D4) hay esculturas de san Nico-
salenque produce una confusión al afirmar que fray lás Tolentino y santa Ana con la Virgen María niña;
Diego Soto construyó la bóveda de la iglesia […] La
39G. Kubler, op. cit., pp. 613-614.
pintura y el dorado de la iglesia, realizados por fray
40“Colateral. Lo que está a los lados de la mayor.” F. García Sali-
Francisco Santillana, así como las sillas de caoba del nero, op. cit., p. 83.

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Figura 27. altar principal (E). Fotografía de la autora. Figura 28. Detalle del sistema de cubierta del presbiterio (E). Fotografía
de la autora.

en el (D5) se conserva una escultura de devociones


de manufactura más reciente, como el Sagrado Co-
razón de Jesús y san Judas Tadeo.
En los colaterales, en el muro sur, se resguardan
la Virgen de la Soledad, la Inmaculada Concepción,
| 67
santa Rita, una escultura con palio y torso desnudo
(D6); en el (D7), Jesús en la cruz, san Antonio de
Padua y una pintura de caballete, cuadro que repre-
senta a san Francisco en éxtasis.
En el colateral (D8) se encuentran la escultu-
ra de la Virgen del Carmen y en el nicho superior,
santa Teresa de Ávila; en el (D9) hay esculturas de san
José, la Inmaculada Concepción, la Sagrada Fami-
lia y san Miguel Arcángel.
Figura 29. Capilla de la Virgen de los Dolores (H). Fotografía de la autora.
El área del presbiterio (E), delimitada por un
arco triunfal,41 se desplanta en columnas sobre pe- y en la parte superior, la escultura de santa María
destales. En este espacio se reconoce un comulgato- Magdalena (figuras 27 y 28).
rio, el altar y el retablo principal con las esculturas En la capilla dedicada a la Virgen de los Dolores
de san Agustín y santa Mónica flanqueando la figu- (H) se aprecia un retablo con ornamentación neo-
ra de la Virgen con el Niño —que no se encontraba gótica. Es importante reiterar que las esculturas son
en su sitio cuando se realizó el registro del altar—, removidas en diversas festividades litúrgicas a dis-
posición de la autoridad eclesiástica, motivo por el
41 “Arco triunfal. El que se levanta en las iglesias entre la nave y cual podrían encontrarse en un lugar distinto al que
el presbiterio.” A. Serra, op. cit, t. i, p. 105. he descrito (figura 29).

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
El discurso gráfico en los muros del claustro

Resulta notable el discurso gráfico en la pintura mu-


ral, que desde que recibe al visitante en el portal de
peregrinos refiere ideas relacionadas con el aposto-
lado, la penitencia y la redención que predica la re-
ligión católica. Sobre la información de las etapas en
que fueron integradas las obras, destaca la siguiente
referencia:

Se construyó primero la iglesia, inspirada en el pro-


yecto de Yuriria, aunque se omitió el transepto. Ba-
salenque sugiere que este proyecto como el de Yuriria
se debió a un “oficial de México”, quizá el enigmático
Pedro del Toro, que colaboró con Diego de Chávez en Figura 30. Portal de peregrinos (J). Fotografía de la autora.

Yuriria. En los primeros años la población fue tan nu-


merosa que la misa se celebraba en la portería, cuyo eje de la tercera a la sexta pilastra sirvió para ordenar
nicho y altar actuales, describió Escobar en 1759, el las ventanas de las celdas que se distinguen al fon-
establecimiento fue descrito como una “cosa suntuo- do de la terraza con cerramientos de arco conopial
sa” de cal y piedra: todo de bóveda, alto y bajo; es cosa y cornisa de tapa, en tanto que en el extremo nor-
muy fuerte. te de este paramento se ubica un acceso con arco de
68 |
Basalenque anota además que, hacia 1590, fray medio punto sobre jambas molduradas. En este para-
Gerónimo de Morante, considerando que los techos mento sobresalen seis gárgolas distribuidas en forma
de madera del convento debían ser sustituidos cada equidistante (figura 30).
veinte años, recubrió todo con bóvedas, incluyendo Sobre el muro de fondo del portal se advierte, a
los establos.42 la altura del primer arco, una ventana que ilumi-
na la capilla de la Virgen del Tránsito (G); a la altu-
El portal de peregrinos ra del segundo arco destaca el acceso al claustro y se
distingue el emblema agustino bajo el entablamen-
El portal de peregrinos (J) se alza sobre una platafor- to. La puerta de acceso es de madera con dos hojas
ma a la que se accede mediante cinco escalones, que con postigo.
se dispone con una arquería integrada con seis ar- A la altura del cuarto arco destaca la capilla abier-
cos de medio punto desplantados sobre columnas ta (K), enmarcada con arcos desplantados sobre pe-
dóricas con altos pedestales y tiene como remate un destales y cubierta con bóveda con nervaduras con
entablamento. En el eje de cada arco sobresalen gár- relieves florales. En el eje de la sexta pilastra exis-
golas —amorfas con excepción de una— que desfo- te una ventana abierta en una segunda época. En el
gan el agua de la cubierta del portal.43 Asimismo, el muro sur del portal se dejó registro del acceso que
comunicaba con la crujía adyacente.
42 G. Kubler, op. cit., pp. 613-614; fr. M. de Escobar, op. cit. En relación con la ornamentación del portal, se
43 Sobre las gárgolas, véase J. Ayala Calderón, op. cit. advierte un guardapolvo color almagre y, en el ter-

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Figura 31. Muro sur del portal (J), La Gloria celestial. Fotografía de la autora. Figura 32. Muro norte del portal (J), El Juicio Final. Fotografía de la autora.

cio alto, un friso ornamentado con grutescos. Cabe parte superior, la Iglesia triunfante, seguida de la
señalar que la pintura mural, al igual que el inmue- Iglesia militante y, en la parte baja, de la Iglesia pur-
ble, tiene diversas etapas de integración e inter- gante, con la embocadura al averno.
vención, y como parte de los criterios de la última La figura central, envuelta en un óvalo, es Jesu-
intervención se dejaron visibles diversas etapas con cristo en postura sedente y con los brazos extendi-
| 69
el objetivo de dar testimonio de éstas (figura 31). dos hacia el cielo; la cabeza resplandeciente, a sus
Un ejemplo de este criterio se advierte en el pies, y sobre él se dibujan nubes. En la parte inferior
muro sur del portal de peregrinos (K), que mues- emergen un par de ángeles que hacen sonar trom-
tra parcialmente tres épocas de pintura mural, que petas. En la parte superior se aprecia la paloma que
han dejado a la vista una representación de La Glo- simboliza al Espíritu Santo, y sobre ésta se asoma el
ria celestial, donde se reconoce a Dios Padre, a la de- Padre Eterno, contemplando la escena, rodeado de
recha del observador, una paloma que simboliza al nubes y de coros angélicos en ambos extremos.
Espíritu Santo y querubines que sostienen un listón En la parte media milita, al lado derecho del ob-
con una leyenda en latín, que resulta ilegible por las servador, la comunión de los santos varones, y en el
áreas faltantes. lado opuesto, las santas mujeres. En el tercio bajo se
En el muro norte de este mismo espacio se dis- representa el Purgatorio, con las almas inmersas en
tingue la representación de El Juicio Final, en tanto él esperando la redención, en tanto que otras son
que en el muro oriente se aprecian fragmentos de la rescatadas por ángeles. Esta escena cambia de fondo
pintura de época a la altura de los arcos primero, se- y se oscurece para mostrar las almas perdidas en el
gundo, tercero, quinto y sexto (figura 32). “fuego eterno”, sumidas en la oscuridad y próximas
La pintura mural en el muro norte tiene una a la boca del dragón (demonio) que anuncia la en-
magnífica representación de El Juicio Final, donde trada al infierno.
se representa a Cristo en majestad y se advierte una A la altura del primer arco sólo se han conserva-
organización tripartita en la que se simboliza, en la do segmentos del trazo de arcos similares a los que

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
se dibujan a la altura del quinto y sexto arco, y un
ángel en la enjuta. El resto es una gran laguna.44 Se
argumentó que podría tratarse del patrono y la fun-
dadora de la orden femenina de la ofsa, hipótesis
que no fue confirmada durante la última interven-
ción, así que los especialistas optaron por dejar ese
gran vacío.45
A la altura del segundo arco, sobre el acceso,
se reconoce la representación del Padre Eterno; a
la izquierda del observador, la escena de La creación
de Eva (Gen, 2:21-25), y a la derecha, La tentación de
Adán y Eva (Gen, 3:1-7) (figura 33).
A la altura del tercer arco se representa el Pa-
tronazgo de san Agustín, que despliega su capa para
proteger bajo ella a los miembros de su religión. En-
tre estos últimos se muestra a san Bernardo de Cler-
bó, de pie sobre una columna —la columna de la
orden—. Esta representación aparece de nuevo en
la sala capitular (U) (figura 34).
A la altura del quinto y sexto arcos del por-
tal se dibujan sobre un zoclo cuatro arcos lobulados
70 |
y separados con columnas; en las enjutas se repre-
Figura 33. Acceso al claustro (J). Fotografía de la autora.
sentan tríadas angélicas sosteniendo un palio con el
que, según la tradición, auxilian a las almas para salir
del Purgatorio. Dentro de estos arcos se observa una
venera (concha), que alude a la labor evangelizadora
realizada por la ofsa a través del sacramento del bau-
tismo; asimismo hay peanas para cuatro figuras, so-
bre las cuales se plantea la hipótesis de que podría
tratarse de los cuatro doctores de la Iglesia: san Am-
brosio de Milán, san Jerónimo de Estridón, san Agus-
tín de Hipona y san Gregorio Magno (figura 35).
Al sur del portal de peregrinos se alza un cuer-
po con dos niveles, en el cual se abrieron ventanas
en la planta baja y alta. Esta última, con arco cono-

44 G. Kubler, op. cit., p. 466, consigna ya la ausencia de pintura,


al referir: “Escobar nos habla de ejemplos perdidos en las porte-
rías de Cuitzeo”.
Figura 34. Pintura mural a la altura del tercer arco del portal (J). Fotografía 45 María del Carmen Gaxiola Moraila, “La iconografía de Santa
de la autora. María Magdalena, Cuitzeo”, Archivo del Centro inah Michoacán.

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Figura 35. Pintura mural a la altura del quinto y sexto arcos del portal (J). Fotografía de la autora.

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El claustro bajo

En el vestíbulo del claustro se advierte un agradable


cambio de temperatura ambiental, derivado de los
anchos muros de cal y canto, de los materiales uti-
lizados para los pisos de acabado, del sistema de cu-
bierta y de las dimensiones de los espacios.
Por otra parte, como ornamentación resalta un
guardapolvo color almagre diseñado con motivos
geométricos y, en el tercio alto, una cenefa del mis-
mo color con guías florales entrelazadas que rodean
los medallones con los siguientes monogramas (figu-
ra 36), que se reconocerán en el resto del claustro:
El monograma ihs, que refiere en latín con la le-
Figura 36. Detalle de la cenefa en el vestíbulo (L). Fotografía de la autora.
tra “I” el nombre Iesous Cristos, Jesucristo, con la letra
pial, se ubica a la altura del deambulatorio domésti- “H” el término hominum, que se traduce como “de
co (V). Cabe señalar que el nivel en planta tiene un los hombres” y la letra “S” de Salvador; es decir: “Jesu-
remate almenado que le da al recinto el aspecto de cristo salvador de los hombres”. Las fuentes refieren
fortaleza tan característico de esta arquitectura. el primer uso de este monograma en 1444, y se le

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 37. Conjunto desde el jardín sur (T). Fotografía de la autora.

atribuye al franciscano san Bernardino de Siena. El 4. “María asunta al cielo”, representada acompa-
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monograma de la ofsa, ya referido previamente. El mo- ñada de san Antonio —joven con amplia ton-
nograma de María (mvr) es un símbolo mariano que sura, viste la túnica de la orden y sostiene una
superpone las letras en latín María, Mater, Virgine et flor blanca en su mano derecha—, y san Lo-
Regina, que significa: “María, Madre, Virgen y Rei- renzo, joven que viste con túnica blanca, dal-
na”, y por este último atributo lleva una corona. mática verde y oro, y sostiene en su mano
Desde el vestíbulo se inicia la visita por las crujías, izquierda una parrilla —instrumento de su
que comienzan con la actual área administrativa del martirio—. Al pie de la Virgen yacen las ánimas
museo, en un espacio con una ornamentación tardía, en el Purgatorio.
dada su colorida selección cromática en los muros y 5. “La Fe”, representada con una mujer parada
el cielo raso. El recorrido sigue de modo lineal en di- sobre un pedestal, viste túnica, tiene los ojos
rección a la exposición permanente, integrada con vendados y sostiene la cruz en su mano de-
nueve pinturas de caballete y tres esculturas que re- recha y el copón con una hostia en la mano
presentan estas escenas y personajes: izquierda.
6. “San Agustín”, con la indumentaria de la or-
1. “El martirio de ‘Santa Eulalia de Barcelona’”. den; en la mesa se observan la mitra y el bácu-
2. “La Inmaculada Concepción”. lo de obispo, los libros, el tintero y la pluma de
3. “Rey de Burlas”, vestido con túnica roja ter- sus escritos; sostiene un corazón flamígero en
ciada, flagelado, con las manos atadas, soste- la mano derecha y observa la luz que lo ilumi-
niendo una vara y coronado con espinas. na, donde se inscribe la leyenda “inde lucet”.

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Figura 38. Claustro. Fotografía de la autora.

7. “La flagelación”, donde se representa a Cristo Se continúa para llegar a un pórtico, delimitado
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en postura sedente, vistiendo palio blanco, con con tres arcos con columnas dóricas sobre pedesta-
flagelo en mano, atadura en el cuello y corona- les, que comunica con el área ajardinada.
do con espinas. Desde este pórtico se puede ingresar a la sala de
8. “La maternidad de María”, donde se represen- profundis (P), donde se conserva un aguamanil be-
ta a la Virgen María vistiendo túnica rosa y llamente labrado y una cenefa que corre en el tercio
manto azul, con un pecho descubierto, coro- alto del muro dibujando motivos florales y medallo-
nada con 12 estrellas y sosteniendo al niño nes que contienen los anagramas de la ofsa, maria-
Jesús en brazos. Toda la escena está rodeada no e ihs.
con flores que sobresalen del fondo oscuro. Esta cenefa continúa en el refectorio (O), donde
9. “La inmaculada Concepción de María”, en la además se integra, sobre las bancas de piedra ubica-
que ésta viste túnica blanca y manto azul; tie- das perimetralmente, un guardapolvos con diseño
ne cabellera larga y un resplandor, y está ro- similar al del claustro bajo.
deada de ángeles y querubines. A partir del refectorio se pueden recorrer los es-
10. Las tallas de madera representan a san Juan pacios que albergan las exposiciones temporales del
Evangelista, ataviado con túnica verde y manto museo, antiguas áreas de servicios (S), el patio “de
rojo; a “san Agustín”, con el hábito de la orden, y novicios” (R) y el patio secundario (R1).
a santa Mónica, madre de san Agustín, que viste El acceso ubicado al sur del refectorio conduce a
como viuda, de negro, con toca y un pañuelo en los jardines, y el ubicado al norte desemboca en el
las manos en posición de plegaria. corredor del claustro bajo (M) (figura 37).

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Los corredores del claustro bajo to con diseños florales que enmarca medallones con
la representación de santos, y en la parte superior,
El claustro tiene un patio (N) de planta cuadrangular una serie de líneas dispuestas en una composición
en la que destacan el mismo número de contrafuer- que asemeja un entablamento. Los elementos flora-
tes en dos niveles y un doble ritmo de vanos en el les, según la tradición, tienen un atributo mariano,
claustro alto, que fue incorporado hacia 1590. El cor- en tanto que la vid simboliza la sangre derramada
te de los vigorosos contrafuertes mantiene el modelo por Cristo.
de planta cuadrangular con remate aguzado, que es A partir del corredor sur se puede recorrer el
similar al claustro de Yuriria (figura 38).46 claustro bajo para admirar los ornamentos de los mu-
Bajo la cornisa de remate destacan las gárgo- ros en el tercio alto, una cenefa con grutescos inte-
las de diferentes figuras que sirven para arrojar el grada con granadas que se consideran símbolo de
agua de la lluvia de las cubiertas al aljibe construi- abundancia y del amor divino, flores con pistilos
do bajo el patio. Y sobre la cornisa hay remates de que se asumen como un símbolo mariano, y también
piedra distribuidos simétricamente, relojes solares se reconoce el emblema agustino sobre una cartela
y una campana que marcaba el horario canónico: flanqueada con dos quimeras.
laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas, comple- El visitante reconocerá algunas de las figuras que
tas y maitines. aparecen en los medallones de la cenefa, iniciando
Los corredores del claustro están cubiertos con el recorrido en el paramento sur, en el sentido de
bóvedas de cañón, divididas en tramos por arcos en las manecillas del reloj, con la representación de los
cantería moldurada que se desplantan sobre impos- apóstoles, seis en cada muro. Para reconocerlos, re-
tas labradas y tienen la pieza clave resaltada con un sulta pertinente considerar el “Llamamiento de los
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relieve floral. Los corredores se intersecan en las apóstoles”,48 que señala sus nombres:
esquinas, formando rincones de claustro con nerva-
duras molduradas y un pinjante con relieve floral. Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano;
La pintura ornamental en los rincones de claustro Santiago49, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
son motivos florales que armonizan con los relie- Felipe y Bartolomé;
ves pétreos. Tomás y Mateo, el publicano;
En todo el claustro se dibujó un guardapolvo con Santiago, el hijo de Alfeo y Simón, el cananeo;
diseño geométrico y una cenefa de color almagre Judas Tadeo, hermano de Santiago; y,
con cornucopias de las que brotan diseños florales Judas Iscariote, que fue el traidor.
que rematan con quimeras. Este diseño está firma-
do en el corredor norte por el fraile Cosme de Dios, A los apóstoles se les representa, según la tradi-
fechado el 10 de noviembre de 1623.47 ción, reflejando su edad en el color del cabello. To-
En el tercio alto de los muros del claustro desta- dos, con excepción de Juan, usan barba; tienen una
ca una cenefa policromada con tonos sepia que se aureola de trazo circular que refiere su santidad; vis-
compone de tres elementos en forma ascendente: el- ten túnica talar y manto terciado. Quienes escribie-
primero tiene diseños de follaje; lo sigue un elemen-

48 En Mt, 4:18, 4:21 y 20:20; Mc, 3:16 y 6:30; Lc, 6:13-14; Jn, 6:67
46 G. Kubler, op. cit., p. 413. y 6:70-71; Hechos, 1:13.
47 M. del C. Gaxiola, op. cit. 49 También nombrado como “Jacobo” y “James”.

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Figura 39. Detalle del rincón de claustro bajo. Fotografía de la autora. Figura 40. Detalle del rincón de claustro alto. Fotografía de la autora.

ron evangelios sostienen un libro, y algunos tienen 1. En el primer medallón, dos figuras de perfil,
atributos que permiten identificarlos individual- poco legibles, que visten el hábito de la ofsa.
mente; por ejemplo: san Pedro sostiene unas lla- 2. En el segundo, un varón barbado con amplia
ves; san Andrés, la cruz de su martirio en forma de tonsura viste el hábito agustino.
“X”; san Juan sostiene una copa de la cual emerge 3. En el tercero, un religioso arrodillado que vis-
un reptil (demonio); santo Tomás carga en el hom- te dalmática y sujeta en la mano derecha un
bro izquierdo una escuadra; Santiago el Mayor, una crucifijo y en la izquierda, un cráneo.
concha en el manto a la altura del cuello, y sostie- 4. San Nicolás Tolentino, joven, con amplia ton-
ne un bastón. sura, barbado y con aureola, viste indumenta-
Continuando el recorrido, en el muro norte las ria agustina y sostiene un plato.
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figuras son las siguientes: 5. San Lorenzo, representado joven, con amplia
tonsura y aureola, viste dalmática de diácono
1. Santo Tomás de Villanueva, quien viste indu- y sostiene sus atributos, la palma del martirio
mentaria de obispo y es representado en acti- y una parrilla.
tud de oración. 6. San Juan de Sahagún, con amplia tonsura y
2. Santa Rita de Casia, quien viste el hábito de la aureola, viste el hábito agustino y sostiene
ofsa, tiene una espina clavada en la frente una custodia.
como alusión a que comparte el martirio de
Jesucristo y está en oración ante un crucifijo. Los rincones de claustro
3. Joven fraile con amplia tonsura, viste hábito
agustino y tiene frente a él un crucifijo. En los rincones del claustro hay cuatro nichos. En
4. En el cuarto medallón la figura está perdida. la esquina noroeste está representado Nicolás de To-
5. El quinto es un varón barbado, que viste túni- lentino (muro oeste), y en la esquina sureste, san
ca y manto. Agustín (muro sur). En los otros espacios las figuras
6. El sexto medallón tiene grandes lagunas que no son legibles (figuras 39 y 40).
impiden hacer una identificación. Ahora bien, en el tímpano de los rincones del
claustro que se aprecian como remate visual de los
En el corredor oriente aparecen los siguientes corredores se representan diversas escenas de la pa-
elementos: sión y muerte de Jesucristo, acompañadas en los

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
extremos con representaciones de pasajes del Anti- El cubo de la escalera
guo Testamento y del Nuevo Testamento.
En la esquina norteoeste aparece “La agonía del El acceso a este espacio se enmarca con jambas y
Getsemaní”, referida en Mt, 26:36-57; Mc, 14:32-53; platabanda molduradas, y un entablamento con fri-
Lc, 22:39-54 y Jn, 18:1-13; y “Jesús ante Anás y Caifas”, so con relieves florales y triglifos. Se trata de un mag-
descrita en Mt, 26:57-66; Mc, 14:53, 14:66-64; Lc, 22:54, nífico espacio desarrollado en una planta de forma
22:67-71 y Jn, 18:13-24. A la derecha del observador, cuadrangular y cubierto con una bóveda de arista
“Jesús ante Pilatos”, que describen Mt, 27, 2 y 11-26; (figura 41).
Mc, 15:1-15; Lc, 23:1-7, 13-25 y Jn, 18:28-40 y 19:1-15, y En el cielo del cerramiento están dibujadas las
a la izquierda de la escena, “La flagelación”, que se pue- nervaduras de una bóveda de arista y elementos flo-
de leer en Mt, 27; Mc, 14:15-20 y Jn, 19:1-5. rales, un friso con follaje y querubines al lado de un
En la esquina noreste se representa una escena de medallón con un rostro femenino. En el muro oeste,
“Las tres caídas de Jesús”, mencionada en la Biblia en algo desdibujada, se observa la figura de María Mag-
Mt, 27:32; Mc, 15:21-27; Lc, 23:26-34, 38 y Jn, 19:17-24. dalena exaltando el sacramento de la penitencia.
Y en la esquina sureste, la “Crucifixión”, que descri- En el muro este, un mural que ocupa una super-
ben todos los evangelistas, Mt, 27:34-38; Mc, 14:23-39; ficie aproximada de 3 por 5 m representa la regla
Lc, 23:33-34 y Jn, 19:18-24. agustina con recomendaciones de citas bíblicas, es-
En esquina sureste hay una figura central con el critas en latín y retomadas de la Vulgata (figura 42).
“Descenso de la Cruz”, pasaje bíblico que se refie- La escena se titula “typus veri religiosi” (1), que
re en Mt, 27:34-38; Mc, 14:23-39; Lc, 23:33-34, y Jn, significa “tipo de religión”, y se enmarca con cor-
19:18-24. A la diestra de la figura se representa “La tinajes en los extremos que contienen leyendas
76 |
resurrección de Lázaro”, relatada en Jn, 11:1, y a (2 y 3). La inscripción (2) la transcribo literalmen-
la siniestra, un pasaje del Antiguo Testamento, “Jo- te; no obstante, no pude identificar su fuente ni su
nás y la ballena”, narrado en Jn, 2:1-10. significado:
En la esquina suroeste se representan “Las apari-
ciones de Jesús resucitado”, según Mt, 18; Mc, 16:9-18 (2) inoMnibvs cxhibcaMvsnos Me tipsos sicvt dei Ministros in-
y Jn, 20:11-18, y “La ascensión del Señor”, menciona- Mvlia patientiaint riblationebvs in nessecitatitbus in agus-

da en Mc, 16:19-20; Lc, 24:50-53 y Hechos, 1:3-14. Al lus plaga incarceribus in sedvionibvs in labribus in vigiliis in

pie de esta última se distinguen fragmentos de una icvniis in castitate in scientia in longaniMitatein svavitate

leyenda en latín. Las escenas referidas forman parte in spritvs ctot in charitate none icta in verbo verittatis in

de los Misterios Dolorosos: “La oración de Nuestro virtute dei per / dei per.
Señor en el huerto”, “La flagelación del Señor”, “La
coronación de espinas”, “El camino del Monte Calva- (3)
rio”, “La crucifixión y muerte de Nuestro Señor”, así 2 cor 6: 7-10
como de tres sucesos de los Misterios Gloriosos: “La 6:7 in verbo veritatis, in virtute dei, per arMa justitiæ a
resurrección del Señor” y “La ascensión del Señor”, dextris et a sinistris,

que se rezan en el Santo Rosario.50 6:8 per gloriaM, et ignobilitateM, per inFaMiaM, et bonaM Fa-
MaM: ut seductores, et veraces, sicut qui ignoti, et cogniti:

50 Santo Rosario, recuperado de: <http://www.devocionario.com/


6:9 quasi Morientes, et ecce viviMus: ut castigati, et non
maria/rosario_1.html>, consultada el 14 de abril de 2018. MortiFicati:

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Figura 41. Detalle en acceso al cubo de escalera (Q). Fotografía de la autora.

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Figura 42. Croquis y vista (Q) del mural del cubo de escalera. Dibujo de Karina Montaño.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
6:10 quasi tristes, seMper auteM gaudentes: sicut egentes, cho un ave (5); tiene los brazos extendidos y las ma-
Multos auteM locupletantes: taMquaM nihil habentes, et nos clavadas sobre una cruz, que a la vez sujetan dos
oMnia possidentes.51 cartelas ovaladas con textos ilegibles (6). En el bra-
zo izquierdo de la cruz pende un flagelo (7), en tanto
(3) que la cartela sobre el tronco de la cruz tiene un con-
2 Cor 6: 7-10 tenido velado (8). A los pies del fraile agustino hay un
6:7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas elemento esférico que contiene un esqueleto y una
de justicia a diestra y a siniestra; leyenda ilegible (9), y como base una predela. En los
6:8 por honra y por deshonra, por mala fama y por costados se distinguen leyendas enmarcadas como
buena fama; como engañadores, pero veraces; esquelas, a la izquierda del observador (10, 11, y 12)
6:9 como desconocidos, pero bien conocidos; como y a la derecha (13, 14 y 15), y se refieren a los votos
moribundos, más he aquí vivimos; como castigados, de obediencia, pobreza y castidad, y otras virtudes:
mas no muertos;
6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como (10)
pobres, más enriqueciendo a muchos; como no te- obedientia

niendo nada, más poseyéndolo todo. heb, 13:17 “obedite præpositis vestris, et subjacete eis. ipsi
eniM pervigilant quasi rationeM pro aniMabus vestris reddi-

En la cartela central, en sentido descendente turi, ut cuM gaudio hoc Faciant, et non geMentes: hoc

aparece una leyenda (4): eniM non expedit vobis”.55

(4) (10)
78 |
gal 6, 14 “Mihi auteM absit gloriari, nisi in cruce doMini oBediencia

nostri jesu christi: per queM Mihi Mundus cruciFixus est, et Heb, 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
ego Mundo”.52 a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como
quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con ale-
(4) gría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.
Gal, 6:14 “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo (11)
me es crucificado a mí, y yo al mundo”.53 pauperia

luc, 14:33 “sic ergo oMnis ex vobis, qui non renuntiat oMni-

Protagoniza la escena una figura de san Nicolás de bus quæ possidet, non potest Meus esse discipulus”.56

Tolentino,54 reconocible porque se dibuja en su pe-

del Purgatorio. El “Pan de san Nicolás” cura enfermos, alivia a


51 Internet Sacred Text Archive (ista), Vulgate (latin), recuperado las mujeres en el trabajo de parto, calma tempestades y apaga
de: <http://www.sacred-texts.com/bib/vul/co2006.htm>, con- incendios. Viste el hábito negro ajustado con cinturón de cuero,
sultada el 14 de abril de 2018. y uno de sus atributos es una perdiz. “En España se contaba que
52 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/vul/ durante la peste de 1602, Cristo se había desprendido de un cruci-
gal006.htm#001>. fijo para abrazar la figura de san Nicolás”, L. Reau, op. cit., p. 443.
53 Biblia rv, op. cit., recuperado de: <http://www.amen-amen. 55 ista, op. cit., recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/
net/RV1960/>. bib/vul/heb013.htm>.
54 Santo predicador y taumaturgo (1249-1305), canonizado en 56 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/
1445, se le considera patrón de los agonizantes y de las almas vul/luk014.htm>.

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(11) 4:11 Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
poBreZa y por veredas derechas te he hecho andar.”58
Lc, 14:33 “Así, pues, cualquiera de vosotros que no re-
nuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”. (14)
cvstodiaM lincae

(12) p salM 140:3 “pone, doMine, custodiaM ori Meo, et ostiuM


castitateM (ilegible) circuMstantiæ labiis Meis.”59

(12) (14)
castidad (ilegible) cuidar la lenGua

Salmo 140:3 “Aguzaron su lengua como la serpiente;


(13) veneno de áspid hay debajo de sus labios”.60
Fragmento ilegible, se lee prov, 4
1 audite, Filii, disciplinaM patris, (15)
et attendite ut sciatis prudentiaM. custodia ocvlor

2 donuM bonuM tribuaM vobis: P Salm 118:37 “Averte oculos meos, ne videant vanitatem;
legeM MeaM ne derelinquatis. in via tua vivifica me”.61
3 naM et ego Filius Fui patris Mei,…
5 posside sapientiaM, posside prudentiaM: (15)
ne obliviscaris, neque declines a verbis oris Mei. cuidar los oJos

7 principiuM sapientiæ: posside sapientiaM, Salmo 119:37 “Aparta mis ojos, que no vean la vani-
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et in oMni possessione tua acquire prudentiaM. dad; avívame en tu camino”.62
11 viaM sapientiæ Monstrabo tibi;
ducaM te per seMitas æquitatis:…”57 Claustro alto
Los corredores del claustro alto
(13)
Fragmento ilegible, se lee Prov, 4 A partir del acceso a la escalera —esquina sureste del
4:1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad aten- claustro alto (figura 8)—, la pintura mural en los tím-
tos, para que conozcáis cordura. panos de los rincones del claustro muestra escenas
4:2 Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis del Nuevo Testamento, referidas al espíritu de servi-
mi ley. cio que reafirma la vida sacerdotal. Tienen la siguien-
4:3 Porque yo también fui hijo de mi padre,… te disposición, y a excepción del primero recuerdan
4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te ol- los Misterios Gozosos del Santo Rosario:63
vides ni te apartes de las razones de mi boca;
58 Biblia rv, op. cit.
4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre to-
59 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/
das tus posesiones adquiere inteligencia.
vul/psa140.htm#009>.
60 Biblia rv, op. cit.
61 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/
vul/psa118.htm>.
57Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/ 62 Biblia rv, op, cit.
vul/pro004.htm>. 63 Santo Rosario, op. cit.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 43. Sala capitular (U). Fotografía de la autora.
80 |

1. Muro este, esquina sur: “San Antonio Abad”. La sala capitular


2. Muro sur, esquina este: “La Encarnación del
Hijo de Dios” (Lc, 1:26-38). La sala capitular (U) tiene un acceso enmarcado con
3. Muro sur, esquina oeste: “La Visitación” (Lc, arco de medio punto y sobre la pieza clave, en el
1:39-56). muro, está pintada una cruz con un palio colgado. En
4. Muro oeste, esquina sur: “De Nazaret a Belén” este lugar se dieron cita los capítulos de la entonces
(Lc, 2:1-7). provincia de Nicolás de Tolentino. Posteriormente al-
5. Muro oeste, esquina norte: “Herodes y la ma- bergó el acervo documental del convento, y en 2010
tanza de los Inocentes” (Mt, 2:7-16). fue reubicado dentro del mismo recinto, después de
6. Muro norte, esquina oeste: “La Epifanía de los su clasificación y restauración (figura 43).
Reyes” (Mt, 1:1-2 y 9-12). En el lecho inferior del capialzado del acceso se
7. Muro norte, esquina este: “La Purificación de dibujan grutescos, al igual que las cenefas del tercio
la Virgen María” (Lc, 2:22-39)- alto del muro, y donde se lee un texto en latín que
8. Muro este, esquina norte: tiene grandes lagu- cita estrofas del himno Tantum ergo, compuesto por
nas y resulta ilegible; empero, por orden ico- santo Tomás de Aquino en 1264 a petición del papa
nográfico pudo ser: “El Niño Jesús perdido y Urbano IV para celebrar la institución de la solemni-
encontrado en el templo” o “Jesús entre los dad de Corpus Christi. Para esa misma celebración se
Doctores” (Lc, 2:41-50). le solicitó que compusiera también el oficio litúrgico

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propio. Tantum ergo es parte del himno Pange Lingua,
que compone las últimas dos de seis estrofas.64

Tantum ergo
Tantum ergo sacramentum
Veneremur cernui:
Et antiquum documentum
Novo cedat ritui:
Praestet fides supplementum
Sensuum defectui.
Genitori, genitoque
Laus et iubilatio,
Salus, honor vitus quoque
Sit et benedictio:
Procedenti ab utroque Figura 44. Vista y dibujo de la bóveda en la sala capitular (U). Dibujo de
Sebastiano Serlio.
Compar sit laudatio.
Amen. del Pentecostés, a la que le sigue una colorida esce-
na con el Espíritu Santo en el capialzado —con al-
Tan augusto (sublime) gunas lagunas— y el “Patronazgo de Santa Mónica”.
Tan augusto (sublime) Sacramento En el muro norte se representa a san Agustín y
veneremos de hinojos; santo Tomás de Aquino, ambos de rodillas, en acti-
| 81
La antigua figura (del Antiguo Testamento) tud de recogimiento y oración.
ceda el puesto al nuevo rito: En el muro oriente, el “Patronazgo de San Agus-
la fe supla la incapacidad tín”; “Jesús Ninño”, abrazando la cruz y flanqueado
de los sentidos por ángeles sobre el acceso secundario; la represen-
Al Engedrador (el Padre) y al Engedrado (el Hijo) tación de “La última cena”, relatada en Mt, 26:20-29;
sean dadas alabanzas y júbilo; Mc, 14, 17-18:25, y Lc, 22:14-18.65 A la altura de la
Gloria, honor, ventana, una figura con el Espíritu Santo iluminan-
poder y bendiciones. do a dos religiosos hace alusión al “Pentecostés”, re-
Al que de uno y de otro procede (el Espíritu Santo) latado en Hechos, 2:1-14.66
una gloria igual sea dada. La bóveda que cubre este espacio se ornamenta
Amén. con dibujos geométricos policromados que recuer-
dan el tratado de Serlio, interpretado por la mano
Las representaciones que se recuperaron parcial- local (figura 44).67
mente las enuncio a partir del acceso en el sentido
65 Biblia rv, op. cit.
de las manecillas del reloj, iniciando con la escena 66 Idem.
67 “Another manner of sieling. The fourth book. The twelve
Chapter. Fol. 69”, en Sebastiano Serlio 1475-1554, The Five books
64 Catolicidad, 2009. Tantum ergo, recuperado de: <http://www. of Architecture, Nueva York, Dover, 1982; “De la Orden Compues-
catolicidad.com/2009/06/tan-augusto-sacramento-tantum-ergo. ta, libro quarto, lxxv”, en S. Serlio, Tercero y cuarto libro de arqui-
html>, consultada del 14 de marzo de 2018. tectura, Barcelona, Alta Fulla (Arte y Arquitectura, 6), 1990.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
El ambulatorio doméstico

El acceso a este espacio (V) se ubica en el corredor sur


del claustro alto y el recorrido se desarrolla en for-
ma de “U” al sur, este y oeste, para generar la comu-
nicación con las celdas. Como remate visual de este
acceso, un mural recibe al visitante, el cual representa
la escena del lugar de la ejecución de Jesús, “el Calva-
rio” (o “el Gólgota”), referido por Mt, 27:33; Mc, 15:22;
Lc, 23:33, y Jn, 19: 16-17, asimismo descrito previamente
por Jeremías, 31:39.
En este lugar Jesús fue crucificado y lo acompañan,
a la izquierda del observador, la Virgen María68 y santa
María Magdalena, arrodillada a los pies de la cruz, y a la
derecha, san Juan Evangelista, como él mismo descri- Figura 45. El “Calvario” en el ambulatorio doméstico (V-sur). Fotografía de la
autora.
be en Jn, 19:25-30. En la escena se distingue un cráneo
que alude al ya referido sitio, “el lugar de la calavera o Sobre los accesos a las celdas fueron recuperadas
calavernario”, y también remite, según la tradición, a algunas figuras: de este a oeste se puede ver a “Je-
que se reconoce a Jesús como “el segundo Adán”, en sús Niño cargando la Cruz”; “Jesús Niño”; “Santa Ceci-
tanto que vino a redimir la condición que este último lia”, patrona de los músicos; un fraile agustino; frailes
generó al ser expulsado del Paraíso. agustinos en comunión; “San Lorenzo” mártir; “San
82 |
Los muros del ambulatorio se ornamentan en el Juan” evangelista, y “La Santísima Trinidad”.
tercio alto con grutescos y canastas que contienen En el interior de algunas celdas ubicadas al sur,
vides que recuerdan la maternidad de María, de la como parte de los criterios de intervención, se de-
que brotó Jesús para ofrecerse en sacrificio por la re- jaron ventanas de la ornamentación realizada en
dención de los hombres (figura 45).69 diversas épocas, en las que se advierten símbolos
En la bóveda que cubre estos pasillos del deam- marianos —por ejemplo, las flores, alegorías que
bulatorio doméstico se identifican el emblema de la sintetizan el sacrificio de Cristo— como la vid y atri-
ofsa, los anagramas ihs, mvr y xps, el sol y la luna. El butos personales de algunos santos agustinos, como
anagrama xps (también ihc) responde a las iniciales la perdiz de san Nicolás de Tolentino.
de la traducción en griego: “En nombre de Jesús”. En la última celda del corredor este, pasando el
El sol y la luna, según la tradición, simbolizan a área de los comunes (X), se representa en los muros
Jesús —porque tiene una luz propia y la compar- una cruz con el palio colgado en los brazos y el letre-
te para iluminar a sus fieles— y a María, respectiva- ro con las siglas inri, que corresponden a la frase en
mente, dado que ella ilumina, reflejada en la luz de latín “iesvs nazarenvs rex ivdaeorvM”; es decir, “Jesús
Jesucristo (figura 46). de Nazaret, rey de los judíos”.
Se cierra así el recorrido al llegar a una terraza
68 Sobre esta escena existe una catequesis de Juan Pablo II, “Ma-
(Y) que comunica al este con la sala capitular (U) y
ría al pie de la cruz”, que se puede consultar en: <http://fran-
ciscanos.org/jpabloII/jpiicalvario.html>. al norte con una celda (W1) que tiene una ventana
69 M. del C. Gaxiola, op. cit. a la altura del presbiterio del templo (E) (figura 47).

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Figura 46. Pintura mural de la bóveda en el ambulatorio doméstico (V). Fotografía de la autora.

Colofón

En términos técnicos, el recinto muestra la diestra


conducción de los alarifes, así como las hábiles ma-
nos de los constructores locales, que dieron como
resultado una magnífica y bien ornamentada estruc-
tura, que ante los cambios de usos y criterios en las
| 83
intervenciones realizadas en el siglo xx dejaron su-
perposiciones, lagunas y ventanas gráficas en las que
apreciamos la historia en figuras que, aunque trun-
cada e incompleta, ofrece vestigios del mensaje sim-
bólico plasmado en el recinto, el cual nos recuerda la
misión y el objetivo de la ofsa en Michoacán.
El antiguo convento en Cuitzeo es una exquisi- Figura 47. Pintura mural de la celda norte-oriente (W1). Fotografía de la
autora.
ta muestra de manifestaciones gráficas talladas en
piedra, labradas en madera y pintadas en los para- santa María Magdalena, quien es ejemplo para abrir
mentos de los muros y las bóvedas, que relatan el caminos que acercan a una vida de virtud, a través
mensaje de esta orden mendicante agustiniana, que de la conversión, del arrepentimiento y de la peni-
reiteró a sus ocupantes la regla que los regía, como tencia, que llevarán al cristiano a alcanzar la gloria
un recuento cotidiano para reafirmar su fe, su voca- eterna, haciendo posible redimir las culpas para evi-
ción y su entrega a la religión. tar el castigo en el averno.
En el discurso piadoso se muestra el ciclo de la Asimismo se hace el recuento de escenas que re-
pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, que es cuerdan los conceptos de la vida cristiana, una vida
esencia del ejemplo del sacrificio, de una entrega terrenal en la que se debe vivir con apego a los dog-
absoluta para la redención del hombre. Y particular- mas de fe y de quienes tienen ejemplos virtuosos
mente resalta la presencia de la figura patronal en en los apóstoles, mártires, santos y santas.

AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
AliciA BAzArte MArtínez* / leopoldo rodríguez MorAles** / AlMA AliciA Benítez pérez*

Colegio de Nuestra Señora de Covadonga,


Ciudad de México: siglos xviii al xx.
Historia de una institución escolar
que quedó en intento

Fecha de recepción: 28 de agosto de 2018.


Fecha de aceptación: 25 de septiembre de 2018.

En la calle de Belisario Domínguez, antigua de San Lorenzo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se instaló el edi-
ficio que hasta la fecha se conoce con el nombre de Colegio de Nuestra Señora de Covadonga, gracias al patrocinio del ba-
chiller Vicente Antonio de Soto, presbítero originario de Asturias. Desde 1770, él dedicó su capital y esfuerzo a erigir una
gran residencia destinada a ser un asilo para albergar a niñas descendientes de españoles, quienes se alojarían en el claus-
tro principal de la casa. Sin embargo, el inmueble nunca funcionó como colegio, hospicio ni beaterio; con el paso del tiem-
po se transformó en vivienda y en 2004 fue restaurado para ser destinado como condominio.
Palabras clave: colegio, hospicio, congregación Covadonga, arquitectura, restauración.

The building known as the Colegio de Nuestra Señora de Covadonga was established on the street of Belisario Domín-
guez, formerly known as San Lorenzo, in the Historic Center of Mexico City, thanks to the sponsorship of Vicente Anto-
nio de Soto, a priest originally from Asturias. In 1770 he dedicated his capital and efforts to building a sizeable residence
intended to be an asylum to house girls of Spanish descent, who lived in the main cloister of the house. However, the
building never served as a school, hospice, or residence for lay women; with time it became housing and in 2004 it was
84 | restored to be used as a condominium.
Keywords: school, colegio, hospice, Covadonga congregation, architecture, restoration.

El piadoso presbítero Don Vicente Soto, uno de los primeros promovedores [sic] del culto de nuestra
Señora de Covadonga en esta Nueva España y digno de inmortalizar su nombre en la memoria de
los asturianos: deseoso de que la devoción a esta Reina celestial se radicase en los corazones ameri-
canos, de sus mismos bienes dejó establecido en esta Capital para Niñas Españolas, un hospicio con
el título de nuestra Señora de Covadonga.1

E
ste trabajo se divide en dos partes: en la primera se destaca la historia del edi-
ficio cuyo proyecto sería el Colegio de Nuestra Señora de Covadonga; en la
segunda se presenta la descripción arquitectónica del inmueble, que va des-
de el siglo xviii hasta la intervención más reciente, en 2004, que fue cuan-
do se destinó a 37 viviendas colectivas, además de algunos comercios que

* Instituto Politécnico Nacional.


** Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, inah.
1 Joseph Ignacio Heredia Sarmiento, Sermón panegírico de Nuestra Señora de Covadonga, que en la solemne función que
le hace anualmente la Real Congregación de los naturales y originarios del principado de Asturias y obispado de Oviedo, en
la iglesia del Imperial convento de Santo Domingo de México, México, Oficina de D. Mariano de Zúñiga y Ontiveros, 1807.

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Figura 1. Calle de Belisario Domínguez, antes San Lorenzo. Al fondo, el edificio de Covadonga. Fotografía de Alicia Bazarte, 2018.

dan a la fachada. En esta investigación se usaron La mayoría de las fundaciones religiosas laicas,
fuentes de primera mano que no se habían publica- y en especial las cofradías, dedicaron gran parte de
do antes, como sermones, cédulas reales y la forma sus capitales a solventar las necesidades de la pobla-
en que se remató o vendió un inmueble en el si- ción desprotegida, instituyendo las llamadas obras
glo xix, el cual se salvó de la expropiación de las Le- piadosas o pías para promover la erección de cole-
yes de Reforma, así como planos del siglo xviii y del gios de huérfanas, hospicios, casas de recogimiento,
| 85
proyecto de restauración. Existen varias tesis sobre hospitales, etc., convirtiéndose en establecimientos
el tema;2 sin embargo, todas repiten lo mismo que dedicados al culto divino y a la beneficencia públi-
en su momento escribió Josefina Muriel,3 pasando ca. La Real Congregación de Nuestra Señora de Co-
siempre por los mismos errores. En este texto apor- vadonga no podía ser la excepción, de modo que
tamos al estado de la cuestión. El edificio nunca fue dedicó todo su esfuerzo al amparo de un colegio, el
usado como colegio, según las fuentes documenta- cual nunca funcionó como tal, y que llegaría a ser
les, pues en 1804 ya era una ruina y en 1814 estaba
ocupado por inquilinos. […] asilo seguro a la inocencia y virginidad: será la de-
fensa y amparo de la juventud del bello sexo, de esa por-
2 Albert González Avellaneda, “Proyecto de restauración del re- ción delicada e interesante a la sociedad, donde con los
cogimiento de mujeres de nuestra señora de Covadonga, ubi- puros sentimientos de la religión recibirán las jóvenes
cado en la calle de Belisario Domínguez Nos. 44-50”, tesis de
los mejores conocimientos en cuantos ramos pueden
maestría en restauración de monumentos, México, unam, 1995;
Francisco Romero Pérez, “Casa Covadonga, para la creación y perfeccionarlas y hacerlas verdaderamente útiles.4
rehabilitación de su uso: vivienda”, tesis de licenciatura en ar-
quitectura, México, Facultad de Arquitectura (fa)-unam, 2006; Ar-
Así, en la antigua calle de San Lorenzo —actual-
mando Hernández Rodríguez, “Rediseñar la preexistencia de
un edificio del siglo xviii (casa de nuestra Señora de Covadonga) mente Belisario Domínguez (figura 1)—, en el Cen-
para una adecuación de uso mixto en el Centro Histórico”, tesis tro Histórico de la Ciudad de México, se edificó la
de licenciatura en arquitectura, México, fa-unam, 2007.
3 Josefina Muriel, La sociedad novohispana y sus colegios de niñas,
t. ii: “Fundaciones de los siglos xvii y xviii”, México, iih-unam, 2004. 4 Ibidem, pp. 38-39.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
86 |
Figura 2. Fachada y patio principal, ahora con tres niveles. Fotografía de Google Earth, consultada en junio de 2108.

vivienda que hasta la fecha se conoce con los nom- dicó su capital y esfuerzo a edificar un vasto edifi-
bres de “asilo, colegio o beaterio de Covadonga”, cio destinado a ser un asilo para albergar “a niñas
gracias al presbítero y bachiller Vicente Antonio descendientes de españoles y que voluntariamen-
de Soto,5 originario de Asturias, quien desde 1770 de- te quisieran recogerse allí para vivir a expensas de
sus labores”; éstas se alojarían en el edificio y claustro
5 El presbítero Vicente Soto, como se le conoció en el si- principal de la casa, y la parte restante se dispuso para
glo xviii, fue un asturiano de la época, quien se distinguió por que vivieran los dependientes del hospicio, como el
colaborar con la Universidad de México; por ejemplo, cuan-
do en 1728 se dio la jubilación de prima de leyes al doctor capellán, la matrona y la maestra (figura 2).6
Juan José de la Mota. Se dio cuenta con la ausencia del con-
siliario teólogo con licencia y se pretendió designar sustituto, eli- fue muy importante, puesto que a él se debe que, a partir de
giéndose al bachiller don Vicente Antonio de Soto, pleno en 1732, se empezaran a solemnizar los cultos a la Virgen Titular el
la misma fecha, para ver la resolución del virrey para que día del patrocinio en el templo y convento de religiosas de Bal-
se cumpliera la Cédula Real sobre jubilaciones y dudas en vanera de la Ciudad de México, siendo él el capellán del mis-
el Consejo de Indias. Recuperado de: <http://www.históricas. mo. Constituciones de la congregación de nuestra señora con el
unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/efemerides.uni título de Covadonga defensora y restauradora de la libertad espa-
versida>; aGn, Instituciones Coloniales/Regio Patronato India- ñola…, op. cit., p. 2.
no/Universidad (114), vol. 21. exp. 323, 9 de julio de 1728, f. 66, 6 Archivo General de la Nación (aGn), Indiferente Virreinal, Rea-
“México. Acta del claustro celebrado el 7 de septiembre, en que les Cédulas, exp. 34, c. 6014, f. 1, 1782. Parte de esta cédula es
se elige consiliario al bachiller Vicente Antonio de Soto”. Su presen- mencionada por Manuel Rivera y Cambas, México pintoresco, ar-
cia en la Real Congregación de Nuestra Señora de Covadonga tístico y monumental, t. 2, México, Editora Nacional, 1947, p. 47.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


| 87
Figura 3. Fachada principal del edificio. Fotografía de Alicia Bazarte Martínez, 2018.

En 1775 murió el benefactor, dejando como sus quedara bajo su real protección, lo cual les fue otor-
únicas y universales herederas, sin calidad ni gra- gado el 24 de marzo de 1782.9 No obstante, pasarían
vamen alguno, a doña Josepha Gertrudis de San nueve años más para que se aprobaran las constitu-
Christoval Collazo y a doña Rosa Josepha de Castro, ciones del Colegio de Niñas Doncellas de Santa Ma-
vecinas de la Ciudad de México, para que ellas se en- ría de Covadonga de México, autorizadas por Real
cargaran de fundar el mencionado hospicio. Con este Cédula del 20 de abril de 179110 (figura 3).
fin se otorgó escritura testamentaria el 18 de marzo La fundación de Vicente Soto no escapó a los
de 1777, ratificada el 4 de junio de 1778.7 Ambas res- acontecimientos de finales del siglo xviii y princi-
ponsables se enfrentaron a mil vicisitudes, como en pios del xix. De acuerdo con la documentación que
1779, cuando el arzobispo de México Alonso Núñez
de Haro y Peralta les negó la fundación;8 por lo tanto, 9 Ibidem, f. 4.
10
en 1780 enviaron una carta al rey de España, pidien- Joseph Ignacio Heredia Sarmiento, Sermón panegírico, op. cit.,
p. 38. Existe otra referencia en el aGn, donde se dice que el cole-
do que dicho hospicio se transformara en colegio y
gio se aprobó 4 de enero de 1793; sin embargo, es una única hoja
y el expediente no existe. aGn, Indiferente General Colegios, exp.
8, c. 3524, f. 1, 1793. En ocasiones, otras referencias nos remiten
7 Ibidem, f. 2. a las constituciones; desgraciadamente, en este caso sólo existe
8 aGn, Indiferente Virreinal, Correspondencia de Virreyes, exp. la primera página y hasta la fecha no hemos podido encontrar
6, c. 5124, 1779. esta reglamentación manuscrita ni impresa.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
88 |

Figura 4. Fuente: Armando Hernández Rodríguez, op. cit., p. 41.

hemos localizado, el hospicio estaba prácticamente único medio para su subsistencia. Los congregantes
arruinado desde 1804, fecha en que se llevó a cabo inmediatamente convocaron a una “junta de sus-
la consolidación de vales reales,11 y qué mejor oca- criptores” y todos respondieron de modo favorable
sión para recurrir a la Real Congregación de Nuestra en nombre de su fe y por la devoción a su ima-
Señora de Covadonga, a la que perteneció su patro- gen titular. La lista de ellos, en número de 192, se en-
no, para pedir auxilio y solicitar su protección como cuentra en el anexo 1; en ésta encontramos a varios
fundadores de la Real Congregación, cuya gran ma-
11 En noviembre de 1808, el gobierno español promulgó “la Con- yoría eran distinguidos vecinos de la Ciudad de Mé-
solidación de Vales reales que consistió en la recaudación del
xico. También se convocó a todos los asturianos de
circulante de la Iglesia para ofrecerlo a la Corona en un présta-
mo forzoso. En el caso de la Nueva España, se levantó una ola otras ciudades del reino de la Nueva España, quienes
de protestas de los sectores diversos de la sociedad contra la apli- de seguro también colaboraron en el rescate de tan
cación de esta medida”, p. 287, recuperado de: <https://books.
importante colegio, si bien no contamos con la nómi-
google.com.mx/books?id=9N7pZ5ilLp0C&pg=PA287&lpg=P
A287&dq>, consultada en febrero de 2018. Con el dinero recau- na de estos últimos (figura 4).
dado de los obispados novohispanos, las cofradías y sus obras Infortunadamente, y a pesar de los esfuerzos
pías acudieron a las necesidades del reino, que pretendía finan-
ciar las guerras contra Francia; esta medida fue sin duda el prin- que hicieron los asturianos, nunca pudieron habili-
cipal detonante de la guerra de Independencia. tar el inmueble como colegio, pues ya estaba ocupa-

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


do por múltiples personas, en su mayoría mujeres
que se dedicaban a promover la devoción de diver-
sas imágenes, llevándolas de visitas a casas y comer-
cios para allegarse de algunas entradas monetarias.
En otros casos se dedicaban a cumplir con los rezos
y promesas que otras personas hacían, por lo cual
eran recompensadas con objetos o limosnas; de ahí
que recibiera el nombre de “beaterio”, que predomi-
nó desde los primeros años del siglo xix: “Siendo
urgente la colecta de caudales de esta oficina para
auxiliar a la Tesorería General. 22 de junio de 1814”
(figura 5).12
Las dos primeras décadas decimonónicas fueron
de luchas intestinas entre conservadores y liberales
para lograr la independencia del país. Todas las ins-
tituciones religiosas se vieron afectadas al tener que
colaborar con sus capitales para una u otra causa.
La Real Congregación sufrió fuertemente en sus fi-
nanzas, y poca o ninguna fue la ayuda que se prestó
al edificio del “colegio”. Prueba de esto son los jui-
cios que se hicieron para que la Real Hacienda re- | 89
Figura 5. la fachada con su aplanado, el cual le fue retirado y hoy luce
cuperara los adeudos, que importaban la cantidad con sus sillares de tezontle. Fotografía del archivo Histórico Jorge enciso
de 256 pesos; dos y medio reales correspondían a la (ahje)-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50, fotografía s. f.
(ca. 1920).
pensión de 10% de inquilinos y propietarios que por
bandos había solicitado la Tesorería General desde un peso de arrendamiento, y casi ha sucedido lo mis-
1816 y hasta 1818. Las accesorias y viviendas del mo con las habitaciones interiores que caen a la calle
edificio, llamado desde entonces “Colegio Covadon- de San Lorenzo, y por lo mismo no es de extrañar que no
ga”, estaban ocupadas por inquilinos que no paga- corresponda la pensión a la del tiempo en que se for-
ban el alquiler a la Real Congregación, la cual se maron los padrones, ni creo que esté la Real Congre-
quejaba amargamente y pedía que se le condona- gación en la obligación de enterar en esa oficina del
ran los adeudos, ya que, cargo pues no alcanzan hoy para cubrir las pensiones
que tienen sobre si las fincas y llegará el caso de te-
[…] con los temblores y fábrica material de medio co- ner que abandonarlas si se ha de obligar a la Real Con-
legio que estaba hecho, han padecido de cuatro años a gregación a que pague mayor pensión que la que les
esta parte una ruina de mucha consideración, en tér- corresponde.13
minos, que las casas y accesorias de la calle de la Mi-
13 Desde 1814, la congregación había tenido que satisfacer lo re-
sericordia no han producido en todo este tiempo ni
clamado por la Tesorería: “El cargo anual de dichas fincas se sa-
tisfizo hasta diciembre de 1815, con sujeción al primer bando de
12 aGn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, exp. 11, 24 de febrero de 1815, esto es, entregando el dueño el 5% de pro-
c. 5442, s. f. piedades y lo que pudo cobrar al dicho 5% de inquilinato; pero

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
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Figura 6. Fuente: Archivo General de la Nación (agn), Indiferente Virreinal, Figura 7. Fuente: agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, c.
Cofradías y Archicofradías, c. 5442/10521/11/, exp. 11, s. f. 5442/10521/11/, exp. 11, s. f.

Aun así, la Tesorería General siguió solicitando la He llamado al cobrador, y le he encargado que en
liquidación de tal adeudo y la Real Congregación, a todo el presente mes cobre cuanto le sea posible, con
pesar de sus lamentaciones, no pudo evadir su obli- el fin de hacer el entero de lo correspondiente a los
gación (figura 6). dos tercios que se deben de cumplir el presente mes,
Los cobros de los arrendamientos de las casas y lo que aviso a Ud. en contestación de su oficio de 27
accesorias pertenecientes a la Real Congregación de del próximo pasado julio. Dios que a vuestra señoría
Nuestra Señora de Covadonga se hallaban en una muy señor a México, agosto 2 de 1815. Juan Antonio
evidente decadencia, y mucho más el 5% que debe- de Covián rúbrica.14
rían pagar los inquilinos que vivían en accesorias y
cuartos pequeños; por cuyo motivo se había entre- A pesar de la defensa que los asturianos hicieron
gado a esa dirección lo correspondiente a los seis alegando la ruina de sus fincas, fue inútil, y ya para
meses primeros de aquel año (1816). el 8 de enero de 1819 la Real Congregación se libe-
ró de tal carga.
desde el 6 del mismo diciembre hasta el 26 de marzo de 1817.
Los dueños deben satisfacer íntegramente el 10% según lo dis-
pone el art. 3 del bando de aquella fecha sin admitirse huecos de 14 aGn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, exp. 11,
casas, ni drogas de inquilinos”. c. 5442/10521/11/, s. f.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


se dejaron de percibir entradas, y fue la situación
que persistiría hasta 1853 cuando la Real Congrega-
ción decidió vender el inmueble (figura 8).

El Consejo ha tenido a bien aprobar el dictamen que


sigue: Posee la Archicofradía de Ntra. Sra. De Cova-
donga en la calle de San Lorenzo de esta Ciudad de
México unas fincas con el nombre de El Beaterio. Los
cofrades que competen la mesa de gobierno de la ex-
presada corporación trataron de enajenar las dichas
fincas, considerando que el conservarlas, como hasta
aquí las han conservado y administrado sus fondos, no
les producían utilidad alguna, y antes bien les ocasiona-
ron pérdidas que tal vez causaría la pérdida total, resol-
viéndose por lo mismo a la enajenación que juzgaron
necesaria y útil aprovechando la buena oportunidad
de celebrar una venta cuyo precio impuesto en canti-
dad de 60 000 pesos produjesen más de tres mil pesos
anuales después de pagar el de dos capellanías que se
reconocen.16
| 91
Figura 8. Fuente: agn, Justicia Eclesiástica, vol. 19, f. 116.
Esta decisión dividió a los congregantes: algunos
estaban a favor de la venta y otros se opusieron ro-
Señor Contador General de Arbitrios: Remito a Ud. tundamente. Incluso, los primeros decidieron que
doscientos cincuenta y seis pesos dos y medio reales una parte del dinero de la venta se enviaría a Astu-
que importa la pensión de lo cobrado de las Casas de rias para fundar el colegio que nunca se pudo erigir
Covadonga, y lo que se ha podido recaudar de sus in- en la Ciudad de México. Después de un largo juicio,
quilinos desde 1º de enero de 1816 hasta la fecha de aun ante el supremo gobierno, el presidente de la
hoy, de cuya partida se servirá Vuestra merced Re- República autorizó su venta y que la Real Congrega-
mitirme la correspondiente certificación. Dios que a ción dispusiera del capital:
Vuestra Merced —México, 30 de diciembre de 1818
(figura 7).15 Se faculta a la junta para que pueda vender en todo o
en parte las casas de la Congregación recabando las li-
Años aciagos continuaron para la cofradía, la cencias necesarias de las autoridades correspondien-
cual nunca pudo recuperar la propiedad ni las pocas tes y también acordaron darles cuantas facultades
rentas que se podrían recibir de ella al estar conver- sean necesarias para proceder a la venta. 25 de no-
tida en vecindad; incluso durante un largo periodo viembre de 1852.17

16 aGn, Justicia Eclesiástica, vol. 19, f. 116.


15 Idem. 17 Ibidem, f. 120.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Así, “la expresada corporación no ha podido me- propiedad del padre Antonio Vicente Soto, uno de
nos que ver con gusto en esa suprema disposición ellos ubicado en la calle de San Lorenzo y el otro,
una prueba de haber merecido la aprobación”. Des- en la parte posterior del predio, el cual daba a la
de luego, no se envió ningún dinero a España y se calle de la Misericordia20 (véase el plano de 1777, p. 95).
ratificó la obligación de sostener en México nuevas Este fundador dejó edificado gran parte del que se-
obras de beneficencia, en la imposibilidad de esta- ría el hospicio, el cual fue concluido por Gertrudis
blecer el pretendido “colegio” por “tan fuertes des- de San Christóbal Collazo y Josepha de Castro. En el
engaños” que habían sufrido los congregantes.18 proyecto, del cual desconocemos al autor, quedaron
En cuanto al inmueble, continuó como vecindad; las habitaciones para las doncellas, para la patrona,
nunca se le volvió a llamar colegio y, por fortuna, maestras y capellán; además se hicieron locutorios,
hacia la fecha de su venta escapó a las reformas de salas de labor (véase el plano de 1789, p. 96) y una ca-
enajenación de bienes de la iglesia de 1856 y a las Le- pilla con su coro; dicha iglesia tenía el coro bajo con
yes de Reforma. A finales del siglo xix fue adquirido rejas, “como todas las instituciones femeninas”.21
por la Fundación Rafael Dondé. Fue cuando Manuel Sin embargo, como señalamos arriba, dicho colegio
Rivera Cambas hizo la siguiente descripción: nunca llegó a funcionar.
El llamado hospicio, colegio o beaterio, llegó has-
La Casa del Beaterio, costumbres mexicanas: En efec- ta nuestros días como uno de los pocos edificios que
to, esa casa se llama todavía hoy “El Beaterio”, y sirve subsistieron como vecindades y se convirtió en tes-
para que habiten considerable cantidad de vecinos, timonio arquitectónico de las viviendas colectivas,
por ser muchas las viviendas y cuartos que contiene por lo que fue rehabilitado a su forma original:
[…] está hoy desconocida, parece un pueblo donde to-
92 |
dos se quieren y todos se critican; no pueden las veci- […] uno de los ejes del proyecto de rescate del Centro
nas soportar los orgullos de fulana, pero todos los días Histórico era la regeneración habitacional y el repo-
la saludan y no pierden ocasión de charlar un rato con blamiento de la zona. En el año 2004 el Gobierno del
ella para informarse si tiene o no apuros y molestias Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo
y dar pábulo a los comentarios; los vecinos están al Urbano y Vivienda, en convenio con la Junta de An-
tanto de lo que a cada uno de ellos ocurre y siempre dalucía, convocaron a un concurso para el proyecto de
gustan recibir favores unos de otros; préstanse todo: li- rehabilitación de la Casa de Covadonga; el objetivo era
bros, ropa, la vara de medir, los trastos y aún dinero, y lograr un proyecto emblemático, que demostrara la fac-
así, entre pleitos y amistades, entre odios y cariños, tibilidad técnica y financiera de recuperación de edifi-
van pasando la vida lo menos mal posible.19 cios de valor patrimonial para la vivienda social.22

Arquitectura del Colegio de Nuestra Señora El ganador del concurso fue el arquitecto Alejan-
de Covadonga dro E. Suárez Pareyón, quien en diciembre de 2003
entregó el proyecto ejecutivo al inah. Básicamente se
El terreno que sería del Colegio de Nuestra Seño- liberó al inmueble de los añadidos hechos en los si-
ra de Covadonga correspondió antes a los solares
20 J. Muriel, op. cit., p. 339.
21 Idem.
18 Ibidem, fs. 122, 123v. 22 Recuperado de: <https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_la_
19 M. Rivera Cambas, op. cit., p. 47. Covadonga>.

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Figura 9. Patio principal en proceso de restauración, ahora con tres niveles, 2004. Fuente: ahje-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50.

glos xix y xx, con lo que se recuperaron la arquería del La Casa Covadonga es un edificio que posible-
enorme patio y su fuente. Para los departamentos se mente fue construido en el siglo xvii con un solo
ideó una disposición que le permitiera a la mayoría nivel; en el siglo xviii le fue agregado un segun-
disfrutar de vista al patio. Se construyeron escaleras do piso. Por nuestra parte, incluimos un plano de
y se consolidaron la estructura y la fachada (figura 9). 1753, ubicado en el Archivo General de la Nación
En el expediente del proyecto presentado por el (aGn), “cuidadosamente delineado con sus edificios
arquitecto Suárez Pareyón, “Propuesta de rehabilita- realzados y en color rojo”.24
ción de la casa de la Covadonga, memoria descripti- Junto al número 23 —calle San Lorenzo, hoy Be-
va”, el cual se halla en el archivo de la Coordinación lisario Domínguez— está la casa, y aparece con dos
Nacional de Monumentos Históricos (cnmh),23 en el niveles y un solo patio únicamente, la ampliación
numeral “1. Análisis histórico y arquitectónico del edi- no había llegado aún hasta la calle posterior —ca-
ficio” se incluyen varios datos históricos a considerar. lle de la Misericordia—, señalada con el número 22.

23 Archivo Histórico Jorge Enciso (ahJe)-cnmh-inah, exp. Belisa- 24Eduardo Báez Macías, “Planos y censos de la ciudad de Méxi-
rio Domínguez, núms. 44-50, colonia Centro, delegación Cuau- co, 1753”, Boletín del Archivo General de la Nación, 2ª serie, t. vii,
htémoc, Ciudad de México. núms. 1-2, 1966, p. 412.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Localizamos dos planos en el Archivo General
de Indias (aGi); el primero, de 1777, coincide con lo
afirmado por dicho notario, en relación con las me-
didas y colindancias. Aunque no sabemos quién lo
realizó —arquitecto o valuador—, contiene valiosa
información. El plano tiene dos solares, indepen-
dientes uno de otro: el primero con las siguientes
medidas: calle de San Lorenzo Sur, 54 varas y media
(45.78 m); por el oeste, 50 varas (42 m); por el este,
94 varas y media (76 m). Incluye los dos solares. El
claustro mide 44 varas de largo (34 m) por 30 de an-
cho (25 m).
El segundo solar, por la calle de la Misericordia,
tiene 64 varas y media (54 m), y por el oeste 44 va-
ras y media (34 m). En el texto del solar descrito, en
la parte superior derecha se lee:

La entrada principal se advierte con la letra A. La vi-


Figura 10. Detalle del plano de 1753 de Francisco Orozco Manrique de Lara. vienda del Pe. Cappn. con la B. Las seis accesorias con
Fuente: Sonia Lombardo de Ruiz y Yolanda Terán Trillo, Atlas histórico de la
Ciudad de México, t. i, México, inah-Conaculta, p 63. la C. La vivienda de en medio con la D. La vivienda
tercera con la letra E. Los cuartos para las niñas con la
94 |
Marcado con el número 24 se aprecia el templo de F. que son todos los que circundan el patio. Los cuar-
San Lorenzo Mártir, con su bóveda cubierta todavía tos de este solar con la G. Los del primero solar con
con planchas de plomo (figura 10). la H. Anteoratorio con la Y. Esto es todo lo que consta
En el Archivo Histórico de Notarias, Suárez Pare- del plano de esta fábrica.26
yón localizó el expediente que contiene la escritura
pública del edificio, de los años 1777 y 1778, donde En la entrada principal se observan seis acceso-
el notario Antonio de la Torre destaca las medidas y rias, una entrada principal y dos accesos que condu-
colindancias del inmueble: cen a la segunda planta (figura 11).
El segundo plano, de 1789, 12 años después del
En la acera del mediodía, que tiene de frente 55 varas plano de 1777, es un proyecto de reedificación del
y su fondo penetra a grueso de la cuadra hasta ha- edificio. Encontramos que los dos solares se hallan
cer frente a la calle de la iglesia de la Misericordia; por unidos —de la calle de San Lorenzo a la calle de la
donde tiene 74 varas, linda por la parte Oriente con las Misericordia— y forman el conjunto del colegio (fi-
casas del convento de Santo Domingo y Mesón que lla- gura 12). En este proyecto aparecen los muros en
man de San Vicente; y por las del poniente con casas gris, como la construcción antigua, y los muros di-
de Nuestra Señora de la Merced y con otras de los he-
26 Archivo General de Indias (aGi), “Planta del Colegio de Ni-
rederos de San Agustín del Pinal.25
ñas de Nuestra Señora de Covadonga de México”, 1777, mp-Mé-
xico, 649, Portal de Archivos Españoles (Pares), recuperado de:
25 ahJe-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50, op. cit. <www.pares.es>.

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Figura 11. Planta del Colegio de Niñas de Nuestra Señora de Covadonga de México, 1777. Fuente: agi, mp-México, 649, Portal
de Archivos Españoles (Pares), recuperado de: <http://pares.mcu.es/>.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
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Figura 12. “Planta baja del Colegio de Niñas educadas de Nuestra Señora de Covadonga de México”, 1789. Fuente: agi, mp-México, 650, Pares,
recuperado de: <http://pares.mcu.es/>.

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Tabla 1
Explicación de la viejo Explicación de la nuevo
A. Accesorias de la fachada principal 1. Escaleras
B. Puerta principal 2. Claustros o corredores
C. Portal 3. Cuartos nuevos
D. Cuarto de colegialas 4. Comedor
E. Cocina 5. Cocina
F. Jardín 6. Despensas
G. Capilla 7. Patios
H. Pieza de paso 8. Paso al comedor
I. Patio 9. Oratorio
J. Gallinero
L . Corrales de vecindad que se comunican por la calle de la
Misericordia
M. Cuartos de vecindad
N. Accesorias de la calle de la Misericordia
O. Zaguanes para entrar a los corrales (L)

bujados en rojo o rosa son los agregados nuevos cados con cantera labrada y jambas; la planta alta
propuestos. Al patio principal le añadieron por sus tiene balcones con barandales de hierro forjado. El
cuatro lados una arcada, con lo cual quedaron cu- interior está compuesto por un patio rectangular,
biertos los pasillos, a la manera de un claustro. Apa-
| 97
recen dos escaleras: una en el cuerpo principal, conformado por cuatro crujías de dos niveles de pa-
entrando a la izquierda, y la otra al fondo a la de- ramentos aplanados; en planta baja se observan una
recha.27 En la siguiente tabla se presentan del lado serie de pilares de tabique de sección cuadrada, so-
izquierdo los locales existentes, y del lado derecho portando una losa de concreto que forma un pasillo
aparecen los nuevos espacios del proyecto (tabla 1). perimetral en la parte superior, con barandal de hie-
Como señalamos en páginas anteriores, el inmue- rro con emplomados (figura 13).28
ble nunca funcionó como colegio o beaterio.
Por otro lado, existen varios proyectos de restau- Para 1995, el edificio estaba ocupado por comer-
ración de este edificio, los cuales fueron presenta- cios y viviendas, las cuales habían favorecido los
dos como tesis de maestría. Una de éstas muestra agregados y cambios en el partido original, que oca-
las condiciones en las cuales se encontraba el in- sionaron diversos deterioros; por ejemplo, el co-
mueble en 1995. En la descripción se manifiesta lapso de cubiertas, cambios de piso, ausencia de la
que el edificio se compone de dos niveles, con su escalera principal, invasión de patios, falta de puer-
fachada recubierta con sillares de tezontle y un ro- tas y ventanas y alteración de vanos.29
dapié de cantera; los vanos en fachada están enmar- La situación de deterioro descrita cambió con la
aprobación del proyecto de restauración que pre-

27 aGi, “Planta baja del Colegio de Niñas educadas de Nuestra Se-


ñora de Covadonga de México”, 1789, mp-México, 650, Pares, re- 28 A. González Avellaneda, op. cit., p. 44.
cuperado de: <www.pares.es>. 29 Idem.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Figura 13. Corte longitudinal y transversal del colegio, según el levantamiento realizado en 1995, donde se observan dos niveles. Fuente: Albert González
Avellaneda, op. cit., p. 44.

98 |

Figura 14. A la izquierda, el patio principal (dos niveles) como estaba antes de la intervención del edificio; a la derecha, el mismo patio en 2004, luego de los trabajos
para hacer las viviendas en tres niveles. Se recuperaron los arcos y apareció el pasillo. Fuente: ahje-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50.

sentó el arquitecto Alejandro Suárez Pareyón en niveles, la cual fue restaurada y continúa de esa ma-
diciembre de 2003, cuando el inmueble fue interve- nera (figura 14).
nido en su totalidad para convertirlo en vivienda co- El proyecto entregado por el arquitecto Alejandro
lectiva, el cual fue inaugurado en 2005. Suárez Pareyón a la cnmh del inah incluyó varios planos
Los cambios principales fueron los siguientes: se arquitectónicos, tanto de los levantamientos —es decir,
agregó un nivel más al patio principal, para quedar del estado en que encontró el edificio— como de las
en tres, y se aumentaron viviendas nuevas; la facha- modificaciones que propuso en su proyecto. Las plan-
da principal (primera crujía) permaneció con dos tas arquitectónicas del levantamiento muestran el

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Figura 15. El edificio en proceso de restauración: a la izquierda, el patio principal; a la derecha, una sección del mismo. Fotografías de Jorge Rodríguez, 2004.

estado del inmueble (figura 15). En los entrepisos, las Conclusiones


tres primeras crujías correspondientes al primer piso
que dan al patio, que son las más antiguas, están cons- La Real Congregación de Nuestra Señora de Covadon-
truidas con vigas de madera; también se tenían refuer- ga dedicó sus esfuerzos para crear un colegio para ni-
zos de vigas de hierro colocadas por los propios vecinos; ñas que hasta la fecha se conoce con los nombres de
en otra intervención se puso un pasillo perimetral de “asilo, colegio o beaterio de Covadonga”; sin embargo,
concreto armado en el segundo nivel. En algunos es- este edificio nunca pudo funcionar con tales usos, y
pacios después de la entrada principal del inmueble fue destinado como vivienda desde entonces y hasta
se observaban bóvedas catalanas sobre la viguería con los siglos xix y xx. En 1930 el edificio de la Covadon-
refuerzos de concreto armado (figuras 16-19).30 En to- ga fue declarado monumento. En 1934 fue objeto de
tal fueron 37 las viviendas construidas: 12 en la plan- una gran intervención, la cual pretendió recuperar
ta baja, 18 en el primer nivel y 7 en el segundo (figura algunos elementos de su arquitectura original, pero
20); las accesorias comerciales, ubicadas en la fachada, ahora destinado a vivienda multifamiliar. En ese año
fueron seis. se le agregaron lozas de concreto armado en los corre-
dores de la planta alta; se le hicieron cubos en las azo-
30 ahJe-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, op. cit. teas para iluminación y ventilación.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Figura 16. Planta baja. Levantamiento. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.

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Figura 17. Planta baja. Propuesta de intervención. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.

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Figura 18. Primer nivel. Levantamiento. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.

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Figura 19. Primer nivel. Propuesta de modificación. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.

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Figura 20. Aspecto actual del edificio: a la izquierda, la entrada que conduce al patio principal (derecha). Fotografías de Leopoldo Rodríguez Morales, 2018.

Podríamos concluir este artículo diciendo que


tanto la Real Congregación como el “Beaterio de
Covadonga” son el mejor ejemplo de que las obras
materiales y espirituales, cuando se afianzan con
102 |
sólidos cimientos, son capaces de vencer el tiem-
po (figura 21).

Anexo 1
Congregantes fundadores del Beaterio
de Nuestra Señora de Covadonga

A
Figura 21. Placa conmemorativa localizada en el patio principal.
D. Agustín Álvarez Villa
Capitán D. Agustín González Campillo
Entre 1930 y el año 2000 el edificio continuó de- D. Alexandro Castrillón
teriorándose, hasta que fue rescatado por la propia Dr. y Mtro. D. Alexandro García Jove, cura de la parro-
congregación para quedar destinado a vivienda en quia del Salto del Agua y rector de la Real Universidad.
condominio. Fue entonces cuando se llevó a cabo un D. Alexandro Domingo de Noriega.
proyecto integral, entregado en diciembre de 2003. El Dr. D. Alonso García Jove.
edificio fue inaugurado en 2005, para dar cabida a 37 D. Alonso Gûergo.
viviendas y a seis comercios en la fachada.31 D. Alonso Huerta.
D. Andrés Fernández Otero.
31 ahJe-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, op. cit.. D. Andrés Villaverde.

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D. Ángel Borbolla. E
D. Anselmo Roxo. D. Emeterio Bulnes.
D. Antonio Aranda. Capitán D. Esteban Para y Campillo.
D. Antonio Gumaño. D. Eustaquio Reyes y Colla.
D. Antonio Esquivel.
D. Antonio Ibáñez. F
D. Antonio Morán. D. Feliz de Dosal y Piedras.
D. Antonio Pando. D. Fernando Martínez.
D. Antonio Rodríguez. D. Fernanda Mones.
D. Antonio Sánchez Guerra D. Fernando Pérez del Toral.
D. Antonio del Torno. C. Fernando Sánchez Gavito.
D. Francisco Algara.
ByV D. Francisco Alles.
D. Bartolomé Carrera D. Francisco Álvarez Mazo.
D. Benito Álvares Matía. D. Francisco Blanco.
D. Benito Fernández Solares. D. Francisco Cantero.
D. Benito García. D. Francisco Capellán.
D. Benito González Escalante. D. Francisco Cortina Borbolla.
Capit. D. Benito Menéndez D. Francisco Cortina González.
D. Benito Solares Covián. D. Francisco Covián.
D. Bernardo Crespo D. Francisco Estrada.
| 103
D. Bernardo Solares. D. Francisco Fernández de Amieva.
C. Vicente Ramón de Hoyos, rector del Colegio de San Dr. D. Francisco García Catarines.
Gregorio. D. Francisco González del Rivero.
D. Vicente Martínez. D. Francisco Guanes Fernández.
D. Victorio Bulnes. D. Francisco de Junco.
D. Francisco Mestas.
C Lic. D. Francisco Noriega.
C. Cosme Bustamante. D. Francisco Noriega
D. Francisco Alonso Ordóñez.
D D. Francisco de la Rivera.
D. Diego Bulnes. D. Francisco Somoano Gaguera.
D. Diego Candamo. D. Francisco del Valle.
C. Diego Posada. D. Francisco Villamil.
D. Diego Suárez Ibáñez. D. Fulgencio Díaz.
D. Domingo Algara.
D. Domingo Borbolla. G
D. Domingo Sánchez. D. Gabriel Álvarez Montes.
D. Genaro Noriega.

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J D. Joseph Díaz Calvillo.
Sr. Dr. D. Juan de Mier y Villar, arcediano de esta San- D. Joseph Dosal y Piedras.
ta Iglesia, inquisidor jubilado y consejero honorario del D. Joseph Fernández de Celis.
Consejo de la Suprema. D. Joseph Joaquín Gavito, presbítero.
D. Juan de Alles. D. Joseph María González Calderón.
Teniente capitán D. Juan de Bulnes. D. Joseph Antonio Guerra.
D. Juan Cantero de la Fuente. D. Joseph Gutiérrez.
Sr. Lic. D. Juan Cienfuegos, prebendado de esta San- Dr. D. Joseph Ignacio Heredia.
ta Iglesia. D. Joseph López Trelles.
Subteniente D. Juan Antonio Covián Álvarez. D. Joseph Merodio.
D. Juan Covián del Rivero. D. Joseph de Jesús Noriega.
Dr. D. Juan Díaz Calvillo. Lic. D. Joseph Noriega y Escandón.
D. Juan Fernández. D. Joseph Noriega y Robledo.
D. Juan García González. Lic. D. Joseph Mariano Olmedo.
D. Juan Ignacio González Vértiz, cónsul del Real Tribu- D. Joseph Potón Quintana.
nal del Consulado. D. Joseph Rodríguez Álvarez.
D. Juan de Noriega Robledo, sargento mayor de esta D. Joseph Roxo.
plaza. D. Joseph Sobrino Ibáñez.
D. Juan Antonio Nuño, presbítero. D. Joseph Solares Palacios.
D. Juan Antonio del Río. D. Joseph Sotomayor.
D. Juan del Río y Gallo. D. Joseph Tamez.
104 |
D. Juan Sánchez del Río. D. Joseph Tarno Sordo.
Capitán D. Joaquín Cortina González. D. Joseph Miguel de la Vega, presbítero del Oratorio de
D. Joaquín Fernández. S. Felipe Neri.
D. Joaquín Heredia.
D. Joaquín Samoano Alonso. L
D. Joseph María Abrego. D. Laureano González.
D. Joseph María Aranda. D. Leonardo de Mier y Mestas.
D. Joseph Balmori. D. Lorenzo García González.
D. Joseph Borbolla y Estrada. D. Lorenzo Sordo.
D. Joseph Antonio Burillo. D. Luis Rodríguez Aguilar.
D. Joseph Bustos. D. Luis del Valle.
D. Joseph Antonio Camblor, ministro honorario de la
Real Casa de Moneda. M
Fr. Joseph del Carmen, belemnita. D. Manuel Álvarez.
D. Joseph Caso. D. Manuel Ardines.
D. Joseph Crespo Sordo. D. Manuel Calderón y Samoano.
D. Joseph de la Cuétara. D. Manuel de Caso.

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D. Manuel Gutiérrez Inguanzo. Sr. D. Pedro González de Noriega, alcalde ordinario
D. Manuel Noceda. de esta N. C.
D. Manuel Noriega Cortina. D. Pedro Haces.
D. Manuel Noriega y Otero. D. Pedro Noriega Alonso.
D. Manuel Ordiera. D. Pedro del Valle.
D. Manuel Pendas. D. Pedro Villa y Santa Fe.
Capitán D. Manuel Rodríguez Olay, habilitado de las D. Pelayo Suárez y Posada.
Provincias Internas. D. Plácido Noriega.
D. Manuel Valdés.
Teniente de Granaderos, D. Manuel del Valle. R
D. Manuel del Valle Algarín. D. Rafael Caso y Noriega.
D. Manuel Vitorero. D. Ramón Alonso Ordóñez.
D. Mateo Nieto. D. Ramón de la Borbolla.
Sr. D. Matías Faez de Miranda, oidor de la Real Audien- D. Ramón Fernández Solares.
cia de Manila. D. Ramón Mayor y Valle.
D. Melchor de la Fuente, presbítero del Oratorio de S. D. Ramón Quintana.
Felipe Neri. D. Ramón del Río.
D. Miguel Álvaro Díaz. D. Ramón Solares.
D. Miguel Ardines. D. Rodrigo Solares Covián.
D. Miguel Fernández de Lloreda. D. Rosendo Noriega.
D. Miguel González Alonso.
| 105
D. Miguel González Calderón. S
D. Miguel Herrero González. D. Santos Alonso Guerra.
Capitán D. Miguel de la Vega. D. Simón de la Cuadra.

N T
D. Nicolás Arias. D. Teodoro de la Fuente.
D. Nicolás Fernández Solares. Capitán retirado, D. Tomás de Olarria.
D. Nicolás González de Candamo. D. Tomás Raíz Quesada.
D. Nicolás Noriega.
notas

P primera:
si faltase en la anterior lista algún subscriptor, atri-
D. Pablo Llonin. búyase precisamente a natural olvido.
Cap. retirado, D. Pablo Martínez segunda: cuando se haya concluido la lista que se está

D. Pedro Abrego y Flores. formando de los subscriptores de fuera de México, tam-


D. Pedro Barbón. bién se dará a luz oportunamente.
D. Pedro Cortina González. Recuperado de: <http://bibliotecadigital.aecid.es/biblio-
D. Pedro Estrada. dig/es/consulta/registro.cmd?id=242>.
Dr. D. Pedro García Jove.

Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Anexo 2 nes están comprendidos en la nacionalización decreta-
Diario del Gobierno de la República Mexicana da en 12 de julio de 1859 […]
México, sábado 14 de febrero de 1863, La congregación de Nuestra Señora de Cova-
t. i, núm. 7, pp. 1-3 (figura 22). donga, aprobada por Real Cédula de 3 de julio de
1784, se estableció con diversos fines, pero nunca
Ministerio de Justicia, Fomento e Instrucción Pública. tuvo por objeto ejercer actos de beneficencia públi-
[…] C. Ministro de Justicia. Después de examinados con ca, ni atender a la instrucción de la niñez desvalida.
toda detención los antecedentes que existen en este mi- Aunque sus miembros acordaron a la vez la extinción
nisterio relativos a los bienes que administró la extingui- y la formación de una sociedad de beneficencia astu-
da congregación de Nuestra Señora de Covadonga, riana, ni la una pudo tener lugar, ni la otra respetarse,
paso a consignar algunos fundamentos que hacen más en razón de que ambas recibieron su sanción del po-
palpable la justicia en que descansa la resolución supre- der usurpador que dominó en esta capital durante la
ma de 18 de agosto último, que declaró que esos bie- época de la reacción.

106 |

Figura 22. Fuente: agn, Indiferente Virreinal, c.-exp. 6014-034, Reales Cédulas Originales y Duplicados, 1782.

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Yunuen L. MaLdonado dorantes*

El edificio de la Antigua Escuela


Nacional de Agricultura y Veterinaria
“San Jacinto”: una historia a través
de sus etapas constructivas
Fecha de recepción: 25 de septiembre de 2018.
Fecha de aceptación: 30 de octubre de 2018.

En 1853, Antonio López de Santa Anna decretó la creación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, con sede
en el Hospicio de San Jacinto y provista de extensos terrenos, en la calzada Tacuba. Sin embargo, la historia de la insti-
tución y del inmueble no resultó fácil, pues se realizaron adecuaciones, se construyeron otros edificios y, sobre todo, se
enfrentaron intentos de clausura. A finales del siglo xix se inició la construcción de un nuevo edificio, el cual no logró
concluirse y siempre mantuvo una simbiosis con el antiguo hospicio. En este artículo se estudian las etapas constructivas
del nuevo inmueble, su relación con el antiguo hospicio y las vastas propiedades, que con el transcurso del tiempo fue-
ron dando paso a otras construcciones y a la expansión urbana.
Palabras clave: Hospicio San Jacinto, Tacuba, José Luis Collazo, etapas constructivas, propiedades.

In 1853 Antonio López de Santa Anna decreed the creation of the National School of Agriculture and Veterinary Medi-
cine in the Hospicio de San Jacinto and its sprawling lands on Calzada Tacuba. However, the history of the school and
the building was not simple, as it underwent renovations, other structures were added to the property, and the school | 107
faced attempts to close it down. By the late nineteenth century, construction began on a new building, which was nev-
er finished and that always remained in symbiosis with the former hospice. This paper examines the construction stages
of this new building and its relationship with the former hospice and the vast properties, which gave rise to other struc-
tures and urban expansion.
Keywords: Hospice San Jacinto, Tacuba, José Luis Collazo, construction stages, properties.

Hoy se está construyendo un nuevo edificio […] y todo indica que el vetusto edificio en que se posaban los
misioneros dominicos que iban para Filipinas o venían de aquellas islas, va á cambiar completamente.1

C
on estas líneas Manuel Rivera Cambas dejó constancia, en 1882, del inicio de
la construcción del nuevo edificio que albergaría la Escuela Nacional de Agri-
cultura y Veterinaria (enav), en los que fueron los límites de la Ciudad de Mé-
xico en el siglo xix. El inmueble se ubica en la calzada México Tacuba, esquina
con la calle Maestro Rural, en la alcaldía Miguel Hidalgo. La construcción
forma parte del entorno cotidiano, paso obligado de estudiantes de secundaria, bachillera-
to y nivel superior; su apariencia denota cierto grado de abandono, como revela su fachada

* Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, inah.


1 Manuel Rivera Cambas, México pintoresco, artístico y monumental, México, Valle de México, 2000, p. 349.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
108 |
Figura 1. Fachada principal de la Antigua Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria “San Jacinto”, calzada México Tacuba. Fotografía de Yunuen Maldonado, 2017.

con grafitis y sus nichos convertidos en tiraderos de largo, marcado por constantes dificultades, como el
basura. El inmueble da la sensación de estar incom- traslado de la dependencia y la clausura de las clases
pleto, apretujado entre vialidades que amenazan con en diversos momentos, hasta que logró asentarse en
estrangularlo, al margen de la gente que tiene que el Hospicio de San Jacinto, antigua propiedad de la
hacer equilibrio para no bajarse de la angosta ban- Orden de Predicadores Dominicos, en la zona de Ta-
queta que separa al edificio de esta concurrida ave- cuba. Las celdas y los corredores del vetusto edificio
nida (figura 1). se adecuaron y se levantaron otras construcciones
La enav y su edificio sede forman parte de una con el objetivo de cubrir las necesidades básicas que
misma historia, cuya creación se debió al esfuerzo de demandaban ambas disciplinas; sin embargo, esto
un grupo de personas convencidas de la necesidad no fue suficiente pues se requerían nuevas instala-
de instaurar instituciones de educación científica y ciones, para lo cual se propuso diseñar y construir
laica durante el siglo xix.2 Dicha labor fue un proceso un nuevo edificio. El encargado del proyecto fue el
ingeniero y arquitecto José Luis Collazo, quien asi-
2Es importante puntualizar que el uso aquí de las palabras “es- mismo dirigió parte de la construcción.
cuela”, “institución” y “dependencia” se refiere a las carreras de Con el paso de los años el establecimiento ha fun-
agricultura y veterinaria, mientras que “edificio”, “construcción”
cionado como escuela de agricultura, cuartel militar,
e “inmueble” se refiere al conjunto arquitectónico que albergó
ambas disciplinas. internado de profesores, secundaria, y hoy en día es

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la sede de la Fundación Antigua Escuela de Medici- La educación científica como base
na Veterinaria, A. C., “San Jacinto”, dependiente de del desarrollo nacional (1833-1854)
la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la
Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Durante la primera mitad del siglo xix, pese a la
En las siguientes líneas me propongo explicar, a inestabilidad política que imperaba en el país, los
partir de diversos documentos, planos y fotografías, distintos gobiernos emprendieron diversos esfuer-
cómo se fue transformando la construcción que al- zos para reorganizar la instrucción pública. La pro-
bergó la enav. Parto del antiguo hospicio, y tomo en puesta de Manuel Baranda, entre 1842 y 1846, y la
cuenta algunas de las modificaciones, así como las de Teodosio Lares, en 1853, sentaron las bases en
obras que se fueron incorporando de modo paulatino. la organización de los distintos niveles educativos.3 Si
Para entender el devenir de la construcción, di- bien aún falta por estudiar con mayor profundi-
vido el texto en cinco apartados que me permiten dad ambas propuestas y saber si tuvieron repercu-
explicar los momentos cruciales de su origen y de- sión en la enseñanza agraria, llama la atención que
sarrollo. El primero corresponde al lapso entre 1833 la de Lares incorporó la carrera de agricultura. En
y 1854, años que marcaron el inicio de los esfuerzos ese contexto, las distintas facciones políticas com-
para decretar en forma oficial ambas disciplinas y, prendieron la necesidad primordial de establecer una
como consecuencia, la adquisición de los terrenos escuela de agricultura con base en una política cientí-
más idóneos. El siguiente periodo abarca de 1854 a fica, encargada de formar especialistas en las técnicas
1880, cuando la escuela se estableció en el Hospicio agrícolas y veterinarias modernas. Los miembros de
de San Jacinto, por lo que fue necesario adecuar los la corriente liberal buscaron “programas de enseñan-
espacios varias veces debido a la inestabilidad políti- za de las ciencias en toda su extensión […] el estudio
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ca del país, ya que eran tiempos críticos para la con- del territorio y de los recursos naturales y humanos
tinuidad del proyecto. El tercer apartado abarca de para su conocimiento y mejor explotación”.4 Por
1880 a 1897, y comprende dos momentos: el prime- su parte, los conservadores promovían el uso de la
ro se caracterizó por un fuerte apoyo gubernamen- ciencia y la tecnología “para el establecimiento de em-
tal, con la compra de tierras y la construcción del presas industriales y agrícolas modernas”.5
nuevo edificio, y en el segundo se inició un declive, Ambas propuestas incluían la enseñanza prácti-
marcado por la venta de terrenos, la disminución ca, para lo cual era necesario buscar una zona que
del apoyo económico y el deceso del arquitecto. En conjuntara ciertas características, como la de tener
el periodo que abarca el cuarto apartado, de 1898 a una construcción, vastos terrenos, un buen suminis-
1924, se continuó la venta de propiedades, se per-
dió el derecho al suministro de agua y disminuyó el 3 Rosalina Ríos Zúñiga y Cristian M. Rosas Íñiguez “La reforma
educativa de Manuel Baranda: legislación, aplicación y resulta-
interés por culminar el edificio. El último periodo,
dos, México 1842-1846”, en Ciencia y Academia. IX Congreso In-
comprendido entre 1924 y 2018, tras la separación ternacional de Historia de las Universidades Hispánicas, vol. II,
de las disciplinas y su reubicación en diferentes sedes, Valencia, Universitat de Valéncia, 2008, pp. 419-433; “¿Nuevas
instituciones, nuevos saberes? Los estudios en los primeros insti-
marcó el declive del proyecto educativo empren-
tutos literarios (1826-1854)”, en Historia y Universidad. Homenaje
dido en el siglo xix: se vendieron o adjudicaron los a Lorenzo Mario Luna Díaz, México, cesu-unam, 1996, pp. 595-628.
4 Juan José Saldaña, Ciudad de México. Metrópoli científica. Una
terrenos que aún quedaban y el inmueble sufrió
historia de la ciencia en situación, México, Amatl/Instituto de
modificaciones para adecuarlo a los diferentes usos Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, 2012, p. 350.
que se le asignaron. 5 Ibidem, p. 351.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
tro de agua y vías de comunicación; era indispensa- El proyecto contempló desde un inicio que la es-
ble que el lugar se localizara en las proximidades de cuela se estableciera en una zona que conjuntara
la capital, con lo cual la sociedad se beneficiaría de una vasta extensión de tierras y un adecuado apro-
los conocimientos generados en el plantel. visionamiento de agua, así como su cercanía con la
Las primeras clases de agricultura se impartieron en capital. De ahí el interés en adquirir propiedades y
el antiguo Hospicio de Santo Tomás en 1833, con las cá- terrenos en la villa de Tacuba, zona donde se ubica-
tedras de Botánica y Agricultura práctica. En 1843, An- ban distintas huertas pertenecientes a conventos y
tonio López de Santa Anna decretó la creación de la hospicios, además de ranchos y haciendas, cuyos
Escuela de Agricultura y Oficios pero, debido a la inesta- terrenos se veían beneficiados por el riego prove-
bilidad política del país, esta acción no se concretó. Dos niente de los ríos de Los Remedios, Chico, Popotla
años después el proyecto fue retomado por Lucas Ala- y Hondo, así como por la existencia de manantiales,9
mán, cuando era director de Industria, y nombró a Mel- lo cual era beneficioso para la producción agrícola y,
chor Ocampo como director de dicha dependencia, el por ende, para el suministro de diversos productos
cual tuvo que enfrentar la misma situación de inestabili- a la capital.
dad política y económica de los años anteriores.6 Del conjunto de propiedades que existían en la
El interés en establecer una institución enfocada villa, el Hospicio de San Jacinto y la hacienda de
en la enseñanza agrícola siguió y su impulso se debió La Ascensión atrajeron el interés de las autoridades,
a las gestiones de Joaquín Velásquez de León y José al poseer los inmuebles necesarios para instalarse,
Urbano Fonseca, quienes en 1850 establecieron en el suficientes terrenos para las actividades agrícolas
Colegio de San Gregorio actividades de siembra, riego y ganaderas, además del suministro necesario de
y labores agrícolas.7 Además de los jardines del cole- agua para el riego. Su proximidad a la capital repre-
110 |
gio, se tenía la hacienda de San José, en Acolman, para sentaba una ventaja por contar con vías de comuni-
las prácticas agrícolas, aunque su ubicación alejada de cación adecuadas. Con el paso del tiempo, ambos
la capital dificultaba ese tipo de instrucción. Las acti- conjuntos se convirtieron en el núcleo donde se de-
vidades desarrolladas en dicho establecimiento favo- sarrolló la escuela, razón por la cual es necesario ha-
recieron que Santa Anna decretara, el 17 de agosto de cer un paréntesis para explicar de modo abreviado
1853, la creación del Colegio Nacional de Agricultura, el origen de ambos lugares.
el cual disfrutó como nueva sede el antiguo Hospicio La fundación del Hospicio de San Jacinto se debió
de San Jacinto. Uno de los objetivos de la dependencia a la necesidad de la Orden Dominica de contar con
recién creada consistió en “educar científicamente a la un lugar que acogiera a los misioneros provenientes
clase media e inclusive a la más acomodada”.8 de España en su viaje rumbo a Filipinas y al Extre-
mo Oriente. Los primeros esfuerzos por adquirir una
6 Mílada Bazant, “La enseñanza agrícola en México: prioridad
casa en Nueva España se debieron a fray Miguel de
gubernamental e indiferencia social (1853-1910)”, Historia Mexi-
cana, vol. 32, núm. 3, enero-marzo de 1983, p. 349; Marco Anto- Benavides, quien gestionó ante el gobierno virreinal
nio Anaya Pérez y Adolfo Rodríguez Canto, Ciento cincuenta años
de una mirada. Historia gráfica de la Escuela Nacional de Agricul- creación de una escuela de veterinaria. Blanca Irais Uribe Men-
tura-Universidad Autónoma Chapingo, México, Universidad Autó- doza, “La profesionalización de la medicina veterinaria a través
noma Chapingo, 2004, pp. 17-18. de los trabajos y los días de José de la Luz Gómez”, tesis de licen-
7 M. A. Anaya Pérez y A. Rodríguez Canto, op. cit. ciatura en historia, ffyl-unam, 2008, pp. 43-44.
8 M. Bazant, op. cit., p. 350; El Siglo Diez y Nueve, 7 de septiembre 9 Emma Pérez-Rocha, La tierra y el hombre en la villa de Tacuba
de 1853. El médico veterinario francés Eugenio Bergeyre, res- durante la época colonial, 2ª ed., México, inah (Científica, 115),
ponsable de las caballerizas de Santa Anna, le sugirió a éste la 2015, pp. 80-83.

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el permiso para establecer una hospedería; sin em- piedades entre los representantes dominicos y el
bargo, esta acción enfrentó algunas dificultades, sin gobierno. En 1834 el gobierno puso en venta el in-
concretarse la compra. Por su parte, fray Domingo de mueble y los terrenos; éstos se arrendaron a diver-
Soria, procurador general de las islas Filipinas, hizo sas personas, quienes al transcurrir el tiempo no
trámites ante el rey Felipe II y obtuvo la licencia real realizaron el mantenimiento adecuado. El 21 de
el 15 de febrero de 1601 “para que puedan tener igle- marzo de 1846, la Dirección General de Industria
sia y campana, y tres o cuatro altares para decir misa logró adquirir el edificio correspondiente al hospi-
y celebrar los diversos oficios”.10 cio y las tierras.13
A partir de ese momento, las actividades y el em- Respecto a la hacienda de La Ascensión son po-
peño impulsado por los dominicos permitió un rá- cos los datos que se conocen, aunque no dejan de
pido ascenso económico en San Jacinto, con el cual ser interesantes. En 1628, Juan de Sabalsa vendió un
se logró adquirir más propiedades, convirtiendo el pedazo considerable de tierra a Andrés de la Torre; a
hospicio “en un complejo de haciendas, ranchos y partir de ese momento se subdividieron en propie-
posesiones de diversa índole”.11 La información que dades más pequeñas que tuvieron varios dueños.
se tiene al respecto consigna la obtención de huer- Una de esas extensiones fue La Ascensión. En el
tas y terrenos; algunos lotes eran las huertas de San- siglo xviii la hacienda enfrentó problemas por una mala
to Domingo, Santa Rosa y San Jacinto, adquiridas administración, recurriendo a hipotecar el patrimonio
entre 1618 y 1742. De acuerdo con fray Miguel Me- que la conformaba. En 1798, Juan Bautista Fagoaga
dina, el periodo de crecimiento patrimonial se dio compró las tierras y posteriormente las repartió a sus
entre 1750 y 1758 con la adquisición del cuatro hijas. En el caso de La Ascensión, las herederas
fueron Faustina y Julia Fagoaga, en 1837.14
| 111
[…] molino blanco y chico nombrado San Antonio […] En 1845, Lucas Alamán, como director de Indus-
con todas sus tierras y aguas, en que se incluye: un tria, proyectó la compra de la hacienda La Ascen-
rancho nombrado ‘El Olivar’, dos cirios y siete caba- sión para establecer, en conjunto con el Hospicio
llerías de tierra de monte en que están fundados dos de San Jacinto, la Escuela de Agricultura.15 Sin em-
ranchitos, nombrándose el uno ‘El Pedregal’ y el otro bargo, no logró cubrirse el pago acordado con las
‘De la cruz blanca’ […] así como la hacienda de San hermanas Fagoaga, por lo que la hacienda les fue
Antonio con su monte y astillero.12 devuelta y posteriormente donada a dos herman-
dades de beneficencia que en los años subsecuentes
Los primeros intentos por parte del gobierno de se encargaron de hipotecar las tierras y descuidar la
adquirir el Hospicio de San Jacinto y sus propieda- producción. Esa situación trajo como consecuencia
des se remontan a 1820, sin lograr el cometido y que la hacienda se pusiera a la venta y fuera adqui-
generando en los siguientes 13 años una serie de rida por distintos propietarios, hasta su compra por
documentación respecto a la posesión de las pro- parte del gobierno años más tarde.

10 Archivo General de la Nación (aGn), Filipinas, t. 32, f. 345.


11 Fr. Miguel A. Medina O. P., “San Jacinto de México entre Es- 13 Biblioteca Nacional de Antropología-Archivo de la Antigua Es-
paña y Filipinas”, en Los dominicos y el Nuevo Mundo, siglos xix- cuela de Agricultura (Bna-aaea), vol. 276, f. 60.
xx. Actas del V Congreso Internacional, Salamanca, San Esteban, 14 María del Carmen Reyna, Tacuba y sus alrededores, siglos xvi al
1995, p. 118. xix, México, inah (Divulgación), 1995, pp. 111-125.
12 Ibidem, p. 119. 15 Ibidem, p. 122.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Entre la adversidad al asentamiento en que se apoyaban en vistosos canes”.21 Hacia el no-
San Jacinto (1854-1880) roeste se ubicaba un patio más amplio que posible-
mente correspondía a una huerta. Otros espacios
El establecimiento de la enav en el antiguo Hospicio que tenía el hospicio eran las celdas de los frailes,
de San Jacinto se debió a la gestión, en 1853, del en- las cuales fueron habilitadas como dormitorios para
tonces ministro de Fomento, Joaquín Velásquez de los estudiantes; la capilla se localizaba cerca de la igle-
León, quien mandó “reparar el edificio de San Ja- sia y uno de los muros colindaba con la calzada Tacu-
cinto y comprar los terrenos anexos, adecuándolos ba; contaba con “una longitud de aproximadamente
a la enseñanza agrícola”.16 sesenta metros y cuya altura era proporcional a su
A partir del plano elaborado en 1858 por Manuel primitivo destino”;22 otros espacios debieron ser la
Couto y Couto se aprecia cuáles eran las construccio- sala de profundis y la cocina.
nes que conformaban el inmueble y los terrenos con Debido a que el inmueble que recibieron los direc-
su nombre (figura 2).17 También se observa la plan- tivos funcionaba para el ámbito religioso, éste tuvo que
ta del hospicio, el cual se distribuía a partir de tres ser adecuado para albergar a los estudiantes y poder
claustros; dos de ellos son mencionados en docu- impartir las distintas asignaturas de ambas carreras.
mentos de la época como “el colegio grande” y “el co- Si bien mi objetivo no es estudiar el desarrollo acadé-
legio chico”;18 las paredes eran de mampostería y los mico de ambas disciplinas, es importante mencionar
techos eran de vigas;19 los corredores “eran som- que durante este periodo los planes de estudio fueron
bríos, angulosos, estrechos, con escalones para pa- modificados en cuatro ocasiones. No obstante se man-
sar de uno a otro”.20 El acceso principal posiblemente tuvieron las cátedras de dibujo anatómico o natural, fí-
se realizaba por la calzada Tacuba, donde de acuer- sica, química, distintos idiomas, además de la práctica
112 |
do con el plano se aprecia un espacio abierto, tal vez clínica en diversos ramos; de ahí el interés por parte
un atrio, ya que a un costado del mismo se situaba la de las autoridades de adecuar determinados espacios.
iglesia “de Oriente a Poniente y la puerta principal La documentación de 1856 y 1857 registra de ma-
daba al camino real de Tacuba”. nera general algunos de los trabajos realizados, así
A decir de Manuel Rivera Cambas, quien cono- como los materiales empleados dentro del antiguo
ció el inmueble hacia 1882, esta construcción era inmueble, además de la construcción de otras edifi-
“amplia, de alto techo […] cubierta de vigas de cedro caciones. En esos años fue necesario reparar la facha-
da del hospicio, las cercas de las huertas, los espacios
que funcionaban como dirección y los salones de quí-
16 Breve noticia de los establecimientos de instrucción dependientes mica, física y dibujo. Se nivelaron algunos pisos, se
de la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción enlosó el piso de los comedores y en la sala de pro-
Pública, México, Tipografía y Litografía La Europea de J. Aguilar
fundis se colocó una gradería. Algunos muros fueron
Vera y Cia. (S. en C.), 1900, p. 12.
17 Acervo Histórico de la Antigua Escuela de Veterinaria “San Ja- revocados y otros aplanados para recibir “plancha”,
cinto”, Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, México 1858. como sucedió en la capilla; para este procedimiento
Manuel Couto y Couto. Agradezco a Rodrigo Merino por facilitar-
tal vez se utilizó piedra o láminas delgadas de metal.
me una copia de la imagen.
18 Ignacio Alvarado, Reseña histórica de la Escuela de Agricultura,
que el director se la dirige a la comisión de presupuestos del Congreso 21 Ibidem, p. 348.
de la Unión, México, Imprenta del Gobierno, 1871, p. 10. 22 Juan Pablo de los Ríos, Breves observaciones sobre el estado que
19 Bna-aaea, vol. 276, f. 56. guardan en la actualidad algunos establecimientos públicos de ins-
20 M. Rivera Cambas, op. cit., p. 349. trucción, México, Imprenta Políglota, 1879, p. 70.

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Figura 2. Manuel Couto y Couto, Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, México, 1858. Fuente: Acervo Histórico de la Antigua Escuela de Veterinaria “San Jacinto”.

Al ser una escuela-dormitorio fue indispensa- vantó un muro de tepetate. También fue necesario
ble adecuar los dormitorios y trabajar en la insta- realizar nuevas construcciones como la biblioteca,
lación de los sanitarios y el drenaje, para lo cual se el observatorio,25 el boliche26 y el anfiteatro.
utilizó tabique en los barriles de los inodoros y alba- Ante la necesidad de mayores terrenos, éstos
ñales. Además se compraron los accesorios para el se adquirieron con el paso del tiempo, los prime-
alumbrado y se construyeron estanques y un gasó- ros en 1855: la hacienda de San Jacinto y el ran-
metro.23 En otros espacios se colocó una armadura cho de San José.27 En sólo tres años las propiedades
para el tejado, se hicieron mejoras en las viviendas
y se construyeron otros cuartos en la hacienda y en 25 Desde el establecimiento de la institución, ésta realizaba re-
los terrenos de Santa Rosa y El Relox. Lo mismo su- gistros del medio ambiente que eran enviados al Observatorio
Meteorológico Central, dependencia con la cual mantuvo una
cedió con las escaleras y el picadero,24 donde se le-
estrecha relación.
26 El boliche puede ser un horno pequeño para hacer carbón de
leña o un horno de dos plazas para fundir minerales de plomo.
23 Bna-aaea, vol. 272, ff. 442-443; vol. 276, f. 38. Véase Mario Camacho Cardona, Diccionario de arquitectura y ur-
24 El picadero es una construcción destinada al adiestramien- banismo, 2ª ed., México, Trillas, 2007.
to de caballos. 27 Bna-aaea, vol. 276, f. 60.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
de la institución aumentaron considerablemente. la se quedaría con un producto anual.30 Quizá esta
Un avalúo de 1857, elaborado por Vicente Here- transacción no se realizó, ya que hasta el momento
dia y Juan M. de Bustillos,28 informa que el edificio no he localizado referencia alguna; otra posibilidad
donde se impartían las clases tenía una superficie de es que la institución adquiriera nuevamente la pro-
14 790.66 varas cuadradas; los terrenos de siembra piedad, pues está registrada en el plano de 1883.
eran el de Guadalupe, de Santa Rosa, de San Anto- Dadas las circunstancias que generaba el conflicto
nio, de San José, del Rosario, de la Cruz, del Pan- armado, cada una de las mejoras emprendidas en
teón, del Chapitel, la Ladrillera, además de una el edificio arriba mencionadas no fueron disfruta-
huerta y un potrero que “medían un millón 21 011 das por estudiantes ni profesores, ya que entre 1857
varas cuadradas (716 750 m2)”, además de dos casas: y 1860 “el local de San Jacinto fue transformado en
una “era la hacienda vieja” y la otra el rancho de cuartel y los alumnos fueron trasladados a los cole-
Santa Rosa.29 Cada una de las construcciones se gios de San Ildefonso y de Letrán”.31
pueden ubicar en el plano de Manuel Couto con los El regreso de los estudiantes a las instalaciones
números 1, 3 y 13, al igual que los terrenos de siem- no duró mucho y el conflicto francés los orilló a sus-
bra. Con el paso del tiempo, la superficie de los te- pender las clases una vez más en mayo de 1863. De
rrenos se vio disminuida. esta manera, el edificio fue ocupado de nuevo por el
A partir de 1857 las actividades de la escuela no ejército, hasta el fusilamiento de Maximiliano. Du-
resultaron fáciles. Debido a la inestabilidad política rante uno de los enfrentamientos, el ejército francés
y económica que imperaba en el país —las Leyes de acuartelado en el hospicio fue sitiado por los repu-
Reforma, el conflicto entre liberales y conservado- blicanos, ocasionando que el inmueble de la escue-
res y el gobierno de Maximiliano—, la dependencia la resultara afectado por el bombardeo, además del
114 |
enfrentó una merma en sus recursos económicos, saqueo de los gabinetes, la biblioteca y las instalacio-
lo cual repercutió en la clausura de clases, la pérdi- nes. Una descripción de la época menciona haber vis-
da de terrenos y el deterioro del inmueble. Esta si- to “derrumbarse, al estruendo del cañón, los muros
tuación no excluyó a la dependencia de pagar sus de un plantel que se había levantado a costa de tan-
contribuciones ante Hacienda. Debido a la falta de tos sacrificios”.32
recursos, era inminente liquidar la deuda con los te- Una vez restaurada la República, las actividades
rrenos que poseía. Sin embargo, el ministro de Fo- se retomaron en la sede de San Jacinto; sin embar-
mento gestionó que únicamente se vendiera la tabla go, el edificio había quedado seriamente dañado
del Rosario. Así, se propuso distribuir el terreno “en por los constantes enfrentamientos.33 Ignacio Alva-
24 lotes […] para vender cada lote al mejor precio
posible”, con lo cual se pagaría la deuda y la escue- 30 Ibidem, ff. 61-62, 207, 209.
31 Leticia Mayer y Larissa Lomnitz, La nueva clase: desarrollo de
una profesión en México, México, Facultad de Medicina Veterina-
ria y Zootecnia-unam, 1988, p. 20.
28 En el año del avalúo, ambos arquitectos impartían clases en la 32 J. P. de los Ríos, op. cit., p. 61.

enav. Heredia impartía la cátedra de Geometría y sus aplicacio- 33 M. Bazant, op. cit., pp. 357-360. Paulina Deschamps Ramírez,
nes, y Juan Bustillos, la de construcciones propias del ingenie- “Los estudios de física y sus instrumentos en la Escuela Nacio-
ro. Cfr. Leopoldo Río de la Loza, “La agricultura y la veterinaria nal de Agricultura y Veterinaria, siglo xix”, tesis de licenciatura
en la nación mexicana”, en Juan Manuel Noriega (comp.), Es- en historia, ffyl-unam, 2010, p. 11. Durante este periodo se llevó
critos de Leopoldo Río de la Loza, México, Imprenta de Ignacio Es- a cabo la reestructuración del plan de estudio, dirigida a una lí-
calante, 1911, p. 324. nea teórico-práctica, se crearon estaciones experimentales y se
29 Bna-aaea, vol. 276, f. 56. implementó la visita a haciendas con la finalidad de comparar

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rado, su director en ese momento, describió que re- otra para la práctica de la mariscalería”36; el último
cibió las instalaciones en un estado ruinoso: espacio era un gavillero para colocar la maquina-
ria agrícola.37
[…] estaban destruidas casi en su totalidad las tapias Estas construcciones quedaron registradas en
exteriores, las paredes de la enfermería, de la direc- un plano de la zona correspondiente a la sección de
ción, de la sala de estudios […] de la secretaría, biblio- San Antonio de las Huertas, donde se aprecia la in-
teca, refectorio y cocina; algunos dormitorios y la sala corporación de cinco construcciones: tres en la zona
de dibujo y capilla […] la cátedra de Química y el ob- noreste del edificio, una al sur, junto al claustro de
servatorio completamente en ruinas, habiendo sido menores dimensiones, y una más anexa al claustro
preciso apuntalarlas antes de emprender la compos- de forma rectangular (figura 3),38 las cuales no apa-
tura general. Había muy pocas puertas y de éstas una recen en el plano de Couto. Incluso se hicieron
que otra útil, faltando en ellas, así como en las venta- mejoras en la hacienda anexa; se construyó un gra-
nas, toda clase de herrajes. Los vidrios rotos en su to- nero, establos y caballerizas, así como un invernade-
talidad, y las numerosas cañerías de plomo para el ro, al cual sólo faltaba colocarle los vidrios.39
agua, y de fierro para el gas […] faltaban completa- Los nuevos espacios posiblemente se ubicaron en
mente, así como los techos de plomo y zinc que cu- los terrenos de la hacienda, aspecto que no incluye el
brían algunos pasadizos.34 plano mencionado, si bien considero que correspon-
de a las propiedades y construcciones que sí registra
A la par de esta situación, la institución afrontó el plano de Couto con los números 3 y 8. Otro aspec-
los intentos de clausurarla, para así “apoderarse de to que menciona Alvarado fue la limpieza constante
las propiedades materiales”,35 situación que encaró de los ríos que atravesaban la escuela, ya que varias
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e impidió Alvarado. veces los terrenos se anegaban, sobre todo en época
Antes de reconstruir el edificio, y como muestra de lluvias, tal como se registró en un mapa de 1865,
de interés, Benito Juárez hizo un recorrido por las donde se indicaba la necesidad de hacer limpieza al
instalaciones del plantel, y posteriormente destinó río Chico porque provocaba el crecimiento del río y el
recursos para iniciar los trabajos de reconstrucción. nacimiento de plantas acuáticas.40
Entre 1867 y 1871 se efectuaron reparaciones gene- A pesar de los trabajos realizados en las repara-
rales del mismo. Así, se repuso el techo donde se ciones, la adecuación, el mantenimiento y la cons-
impartía la clase de Historia natural y se edificaron trucción de cada una de las propiedades, hacia 1871
tres nuevos espacios: el anfiteatro, el cual “se cons- la institución enfrentó una vez más una disminu-
truyó desde los cimientos” y donde se impartían las ción en los recursos otorgados, así como el riesgo
clases de Anatomía veterinaria y Fisiología; la enfer- de ser trasladados a otro edificio o hasta su posible
mería veterinaria, que se dividía en tres secciones: una
estaba destinada a atender a “diez y seis enfermos, la 36 La mariscalería es el estudio de los caballos.
37 I. Alvarado, op. cit., pp. 16, 22.
38 La ficha técnica del plano no especifica el año de elaboración,
pero lo ubica en el siglo xx, datación con la cual difiero pues,
los terrenos, la forma de cultivo y las máquinas. Además, el pre- como se verá en este texto, fue elaborado antes de la construc-
supuesto anual de la escuela se vio favorecido con un monto de ción del nuevo edificio de la Escuela de Agricultura.
18 694 438 pesos. 39 I. Alvarado, op. cit., pp. 10, 16, 22.
34 I. Alvarado, op. cit., pp. 8-9. 40 aGn, Mapas, Planos e Ilustraciones, La Merced, San Jacinto,
35 J. P. de los Ríos, op. cit., p. 61. Popotla, 1865. Elaborado por Benito León Acosta.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 3. Detalle del plano sección de San Antonio Las Huertas N 122, ca. 1879. Fuente: Mapoteca Manuel Orozco y Berra.

clausura. Ante esto, Ignacio Alvarado argumentó que y de una Escuela con todas sus cátedras, se harían
tales acciones darían al traste con los esfuerzos que se con menos de cien mil pesos? [y] ¿en cuánto tiem-
venían haciendo desde décadas atrás para la crea- po se podrían realizar estas mejoras?”.41
ción y fortalecimiento de esta escuela; también se La intercesión por parte del director, y quizá del
afectarían las actividades que realizaban los alum- secretario de Fomento en turno, debió surtir efec-
nos en su ciclo escolar. Además, ante el ofrecimien- to, ya que las clases se mantuvieron en las inmedia-
to de ubicarlos en otro espacio similar, señalaba una ciones de San Jacinto, donde se realizaron nuevas
serie de inconvenientes, entre los cuales mencio- mejoras en el plantel y se construyeron nuevos es-
naba el elevado costo que implicaba comprar los pacios en los años subsecuentes. Entre los arreglos
nuevos terrenos y la construcción de las nuevas edi- destacan los emprendidos en la capilla, espacio donde
ficaciones. Por otra parte, al ubicarse en la lejanía tras los enfrentamientos sólo quedaban los muros.
de la capital, los profesores tendrían que cobrar un En esa época se estaba “formando una galería a la
sueldo mayor y la población no se vería beneficiada mitad de la altura de los altos muros” para colocar
con los servicios públicos que otorgaba la escuela. la biblioteca en el área superior; la parte baja esta-
Y preguntaba lo siguiente: “¿la construcción de un
edificio para hacienda-modelo con todos sus anexos, 41 I. Alvarado, op. cit., pp. 22-23.

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ba destinada para el arsenal, lugar donde se coloca- nacional saldría de su letargo y aumentaría su
rían “maquinas y utensilios que posee la escuela […] productividad”.45 Por tal motivo, la dependencia re-
que servirá para dar a conocer a los alumnos los cibió un fuerte impulso consistente en aumentar
diversos útiles de labranza, los adelantos de la me- las becas que se otorgaban a jóvenes provenientes
cánica agrícola”.42 de haciendas, fincas y de las capitales de los esta-
En los terrenos de la hacienda se levantaba “un dos. Se realizaron prácticas en los terrenos de la es-
nuevo edificio bajo un plan sólido y duradero”, y cuela, cuyos productos fueron redituables para la
estaban por concluirse la troje y el establo.43 Tam- institución, y se fundó la primera escuela regional
bién quedaba por finalizar la edificación de los en Acapatzingo, Morelos. También se emitieron dos
gabinetes de física, geografía y el observatorio; se publicaciones: el periódico La Escuela de Agricultu-
había construido un espacio destinado para las cla- ra, dedicado a la difusión entre los campesinos, y la
ses de Anatomía y Fisiología. La construcción se Gaceta Agrícola-Veterinaria, enfocada en un público
dividía en tres piezas: una para la autopsia, “de for- más especializado.46
ma circular, con puertas y ventanas en todas las Con el aumento del presupuesto, que en 1881
paredes [la cual] disfruta de una abundante venti- ascendía a 99 000 pesos,47 la escuela completó el
lación”, con una gradería y plancha “sólidamente proyecto largamente acariciado: comprar la hacien-
construida” para colocar a los animales; la siguien- da de La Ascensión, en la cual los alumnos harían
te estaba destinada al preparador, trabajo que con- sus prácticas. Durante esta época, la escuela “adqui-
sistía en armar esqueletos, y la última se reservaba rió el doble carácter de centro educativo y de una
para un museo mixto.44 Ese espacio quedó registra- institución de investigación, difusión y apoyo a los
do en un plano de la época y aparecería en planos agricultores del país”.48 A pesar de este impulso,
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subsecuentes hasta después de 1956, cuando fue siempre estuvieron latentes los intentos por parte
demolido (figura 3). En las fotografías aéreas de la de la Cámara de Diputados de cerrarla, argumen-
zona de mediados del siglo xx se observa la cons- tando la falta de alumnos.
trucción, así como las ventanas y los accesos en Asimismo se replantearon los planes de estudios,
cada una de sus caras (figura 11). incorporando las materias de Zootecnia, Zoología,
Botánica y Fisiología, clases enfocadas en mejorar el
Una estabilidad pasajera. La construcción del conocimiento de las estructuras, las funciones y
nuevo edificio y el inicio de la expropiación el aprovechamiento en la producción de mercancías
de terrenos (1880-1897) agrícolas y animales. También se incrementaron las
materias vinculadas con la clínica veterinaria, como
Con la llegada de Porfirio Díaz al gobierno, la en- Obstetricia y Operaciones.49
señanza agrícola fue considerada como prioridad
del Estado. Se pensó que, al educar a los agriculto- 45 Mílada Bazant, Historia de la educación durante el Porfiriato, 2ª
res a partir de un enfoque científico, “la agricultura reimp., México, El Colegio de México, 2006, p. 249.
46 M. Bazant, “La enseñanza agrícola…”, op. cit., pp. 362-365.
47 En ese año, Agricultura obtuvo un presupuesto mayor que
42 J. P. de los Ríos, op. cit., pp. 69-70. El texto menciona que la ca- la Escuela de Jurisprudencia, a la cual se le habían destinado
pilla podría tener “unos sesenta metros de longitud, y cuya altu- 25 780 pesos.
ra es proporcionada a su primitivo destino”. 48 M. Bazant, Historia de la educación…, op. cit., p. 249.
43 Ibidem, pp. 76-77. 49 Los planes de estudio de ambas disciplinas se pueden consul-
44 Ibidem, pp. 82-83. tar en la tesis de Guadalupe Areli Urbán Martínez, “Fertilizan-

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Figura 4. Dibujo de la fachada de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, tomado de Adolfo Barreiro, Reseña histórica de la enseñanza agrícola y veterinaria
en México, México, Libro del Comercio, 1906. Fuente: Biblioteca Nacional, Fondo Reservado.

En este contexto de bonanza económica y de me- En noviembre de 1880, Gustavo Ruiz Sandoval,
joras académicas surgió el interés en la construcción entonces director de la escuela —y cuya iniciativa
de un nuevo edificio. Debido a esto, y a pesar de las fue el puntal para el nuevo edificio—, publicó en la
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mejoras emprendidas por la dirección, los espacios y Gaceta Agrícola-Veterinaria un texto donde exponía
las condiciones en que se encontraba la antigua sede la necesidad de establecer un centro oficial que im-
resultaron insuficientes. Quizá por eso las autorida- pulsara el desarrollo de la agricultura en México. A
des gestionaron la construcción de un nuevo edifi- decir de Ruiz, en las cámaras federales se estaba dis-
cio y, aunque no hay referencia de la convocatoria cutiendo el modo de “dar un impulso nuevo y vigo-
al respecto, de acuerdo con un informe de años pos- roso al movimiento agrícola de nuestra patria”,51 y
teriores se habían presentado diversas propuestas, ponía en contexto las acciones que otros países ha-
los cuales habían sido estudiados por el gobierno, se- bían tomado para establecer una institución donde
leccionando el de José Luis Collazo.50 Posiblemente el se generaran estudios y avances que podían ser de
concurso se realizó a finales de la década de 1870, ayuda a la producción y exportación de los produc-
tal como lo consigna el dibujo de Collazo, de 1878 (fi- tos. En el caso mexicano, indicaba que la Escuela
gura 4). Sin embargo, poner en marcha el proyecto Nacional de Agricultura se esforzaba en dar a cono-
no resultó fácil, ya que se tuvieron que sortear las opi- cer los nuevos avances científicos y tecnológicos, así
niones adversas que se tenían de la institución, y de como en resolver las dudas que se le presentaban.
seguro hasta la aprobación del presupuesto. Estaba consciente de que la dependencia carecía de

tes químicos en México (1843-1914)”, ffyl-unam, 2005; B. I. Uribe 51Gustavo Ruiz Sandoval, “Algunas reflexiones sobre la necesi-
Mendoza, op. cit. dad de un centro oficial que dé impulso a la agricultura nacio-
50 Breve noticia…, op. cit., p. 14. nal”, Gaceta Agrícola-Veterinaria, t. iii, 1880, p. 137.

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los recursos necesarios y, por ende, que tampoco po- igualmente, uno de los salones se habilitó como co-
día “atender como quisiera a estas labores en el es- medor. Otras instalaciones con que contaba el recin-
tado actual de su organización”; hacia hincapié en la to era un invernáculo, dos pozos brotantes, así como
“necesidad de formar un centro agrícola oficial que, los observatorios meteorológico y astronómico. Duran-
uniformando el movimiento de enseñanza y de pro- te ese año se fundó una hacienda modelo en los terre-
paganda, pueda satisfacer las justas exigencias del nos de La Ascensión, cuya finalidad consistía en tener
país”.52 Quizá esta preocupación, además de las ges- un lugar donde los alumnos adquirieran “los conoci-
tiones emprendidas por Ruiz,53 favorecieron que el mientos indispensables de la ciencia agronómica”,58 si
gobierno aportara los recursos destinados a la cons- bien también serviría para las prácticas veterinarias, tal
trucción del nuevo edificio. como lo hizo Rómulo Escobar para su tesis.59
Las acciones emprendidas por José Luis Colla- Lo primero que se debió demoler fue la iglesia,
zo comenzaron en 1880, con la demolición paulati- cuya fachada se localizaba en la calzada Tacuba;
na del antiguo Hospicio de San Jacinto, así como el también se desmantelaron parte de los corredores
acarreo de materiales; sin embargo, de manera ofi- que conformaban el claustro anexo al templo, de-
cial su nombramiento al frente de la cátedra Cons- jando sólo el corredor este. En la esquina de Tacu-
trucciones rurales, topografía, drenaje e irrigación, y ba y la calzada interna de la escuela —hoy conocida
de “todos los trabajos de reconstrucción de la Escue- como Maestro Rural— se localizaba una fuente, la
la”, fue firmado el 18 abril de 1882.54 Una nota en la cual se eliminó (figura 3).
prensa indicaba que el proyecto estaba “concebido Estas modificaciones se observan en el plano de
según un plan grandioso, conciliando las exigencias 1883 elaborado por los alumnos de la Escuela de In-
científicas con el más puro sentimiento artístico”.55 genieros (figura 5). Si bien no se ha localizado infor-
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En esa época Manuel Rivera Cambas escribió que mación que dé cuenta del desarrollo constructivo
“se está construyendo un nuevo edificio” al lado de los del edificio, es posible proponer, a partir de las refe-
antiguos,56 y que tuvieron que adecuarse nuevos espa- rencias antes expuestas, que la construcción del edi-
cios durante estos trabajos, uno de los cuales fue en la ficio comenzó en 1882.
capilla, “transformada en húmedo y frío refectorio”;57 Sin embargo, la actividad de Collazo en la insti-
tución estuvo marcada por algunos contratiempos
52 Ibidem, p. 152.
administrativos y de salud, que afectaron la direc-
53 Rodrigo Merino Barba, “José L. Collazo, artífice del proyecto ción en la construcción del nuevo edificio. Un pri-
constructivo de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria mer obstáculo que tuvo que resolver consistió en
en 1880”, recuperado de: <http://expresionesveterinarias.blogspot.
mx/2017/02/jose-l-collazo-artifice-del-proyecto.html>,consultada presentar la documentación que lo acreditara como
el 13 de marzo de 2017. ingeniero-arquitecto. Para esto, en 1883 solicitó a la
54 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 201, exp. 34, f. 7. El
Junta Directiva de Instrucción Publica que se le ex-
sueldo que cobró fue de 1 500 pesos. El documento oficial se re-
trazó debido a que Collazo no había presentado los papeles que tendiera dicho documento, y presentó una copia del
lo acreditaran y se le extiendió un plazo de dos meses. Para cu- acta de examen.60 Una vez cotejada la documenta-
brir el requisito tuvo que solicitar a la Escuela de Bellas Artes
que emitiera copia de su título. Aunque la Escuela de Agricultu-
ra había elaborado el oficio el 2 de julio de 1883, Collazo presen- 58 Breve noticia…, op. cit., p. 13.
tó sus documentos en enero de 1884. 59 Rómulo Escobar, “Castración de la vaca por el procedimiento va-
55 Revista Científica Mexicana, t. i, núm. 4, 1 de marzo de 1880. ginal”, tesis de médico veterinario, Gaceta Agrícola Veterinaria de la
56 M. Rivera Cambas, op. cit., p. 349. Sociedad Ignacio Alvarado, t. iii, núm. 46, 1881, p. 370.
57 Idem. 60 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 201, exp. 34, f. 4.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
de apuntar que Collazo fue el responsable en tres
ocasiones diferentes: la primera abarcó de 1880 a
1885, cuando, a finales de ese año, solicitó licencia
sin goce de sueldo por tres meses debido a su de-
licado estado de salud, tras los cual se reincorporó
en enero de 1886.62
A su regreso, las actividades en la obra debie-
ron continuar su cauce; no obstante, el ingeniero
se involucró al mismo tiempo en otras tareas, algu-
nas de las cuales quizá eran ajenas a la Escuela de
Agricultura. Se puede mencionar su participación
en el concurso de la Escuela Nacional de Bellas Ar-
tes, donde obtuvo el premio por su proyecto “Una
casa de campo”.63 En la misma institución se postu-
ló en los concursos de las cátedras de Geometría y
Estereotomía en 1886 y 1887, procedimientos que
no concluyó.64 A finales de 1887, en colaboración con
Leopoldo Blanco, subcontrató la construcción de la
aduana en Paso del Norte.65
Mientras Collazo participaba en los distintos con-
cursos, “la Hacienda-Escuela [de la Ascensión] fue
120 |
Figura 5. Detalle de dos planos. Arriba: Directorio telefónico de la Ciudad de clausurada en 1887”, aunque el informe del estado
México, año de 1891, México, Centro de Estudios de Historia de México, 1991.
Abajo: Plano de la Escuela de Agricultura, 1883. Imagen tomada del Acervo
menciona que se desconocen “las razones que mo-
Histórico del Palacio de Minería, Facultad de Ingeniería-unam. Fotografía de tivaron ese paso”.66 Por otras fuentes se sabe que los
Héctor Pineda. El plano original pertenece a la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
terrenos se vendieron a Ignacio de la Torre por un
ción, se aprobó la expedición de su título el 14 de oc- monto de 81 000 pesos,67 con lo cual la escuela su-
tubre de 1883.61 frió una pérdida considerable de su patrimonio. Años
En los años subsecuentes las obras estuvieron a después el propio Collazo sería el encargado, en cola-
cargo de varias personas, lo cual debió de ocasio- boración con Leopoldo Blanco, de proyectar el trazo
nar modificaciones al proyecto original, un retraso de la colonia Santa Julia en dichos terrenos.68
en las obras y el dispendio de los recursos. Se pue- Hacia 1888 el ingeniero participó en el concurso
para la construcción del rastro general de la Ciudad
61 Ibidem, f. 4v. Posiblemente el retraso en el proceso de titula-
ción se debió a tres circunstancias que tuvo que enfrentar. La
primera fueron las correciones que realizó al proyecto; la segun- 62 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 201, exp. 34, f. 17; c.
da, el seguimiento que tuvo que dar al proyecto del monumento 209, exp. 33. En el puesto lo sustituyó José Duvallón.
a Miguel Hidalgo, presentado junto con Vicente Reyes en 1863; 63 Eduardo Báez Macías, Guía del archivo de la Antigua Academia
finalmente, su participación en el Observatorio Meteorológico de San Carlos (1867-1907), vol. 1, México, iie-unam, 1993, p. 263.
Central. En octubre de ese mismo año se unió en matrimonio 64 Ibidem, pp. 295, 312.
con Josefa Terroba Anza en la parroquia de San Miguel Arcán- 65 The Two Republics, 21 de octubre de 1887.
gel. Recuperado de: <https://gw.geneanet.org/sanchiz?lang= 66 Breve noticia…, op. cit., p. 13.
es&n=collazo+villanueva&oc=0&p=jose+luis>, consultada 67 M. del C. Reyna, op. cit., p. 125.
el 21 de febrero de 2018. 68 La Voz de México, 23 de agosto de 1889.

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de México,69 motivo por el cual solicitó, en septiem- Tras su salida de la Escuela de Agricultura, Co-
bre de 1891, licencia por tres meses para atender el llazo realizó diversas actividades, una de las cuales
mal estado de su salud.70 Antes de su salida, Collazo de seguro consistió en estar al frente de la sociedad
había sido designado para integrarse a la comisión que había establecido con Leopoldo Blanco, Adol-
de la Exposición Internacional de París, en 1889, a fin de fo Barreiro e Ignacio Ochoa, en 1891, la cual ofrecía
realizar “el levantamiento de los planos de edificios servicios como
que elegían como tipos”.71 Al término del periodo
de licencia, solicitó un mes más de permiso;72 sin […] proyectos y ejecución de todo género de construccio-
embargo, a partir de esta fecha dejó la docencia y la nes, ferrocarriles, puentes, canales de navegación, esta-
dirección de las obras del nuevo edificio. En 1892 blecimiento de toda clase de maquinaria, levantamiento
las asumió Francisco Vera, al ser nombrado profe- de planos topográficos, fraccionamiento y deslinde de
sor sustituto de Construcciones rurales. Al parecer, terrenos […] avalúos de fincas rústicas y urbanas, presas
el avance en la erección del edificio hasta ese año y distribución de aguas para riegos, informes especiales
consistió en levantar los muros correspondientes a sobre terrenos, análisis de tierras, estudios climatológi-
los espacios del lado este, tal como quedó constan- cos y demás condiciones para la introducción e implan-
cia en un plano elaborado en 1891 (figura 5). tación de nuevos cultivos en el país.75
Durante esta época el gobierno federal reestruc-
turó la educación superior e implementó un recor- Asimismo se dedicó a trabajar y obtener la pa-
te presupuestal a diversas escuelas profesionales, una tente de su “seismógrafo”: “un aparato que marca
de las cuales fue la de Agricultura, donde se dejaron de con toda exactitud la duración de un temblor y la
impartir las clases de nivel medio superior, se dismi- dirección en que se verifique cualquier movimien-
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nuyó el sueldo de los profesores y se reorganizaron to seismico”.76
los planes de estudio de ambas carreras.73 Collazo Años después Collazo pidió al secretario de Ins-
no fue considerado para ocupar la cátedra debido a trucción Pública su incorporación a la cátedra, in-
su delicado estado de salud, y con estas modificacio- dicando que había concluido la comisión referente
nes administrativas las actividades relativas al curso a estudios de la propia Escuela de Agricultura, ac-
recayeron en el ingeniero agrónomo Ignacio Ochoa tividad que le había sido encomendada por la Se-
Villagómez.74 cretaría de Fomento, además de encargarse de “las
obras [del nuevo edificio] para seguirlas conforme a
69 El Siglo Diez y Nueve, 8 de septiembre de 1888. El 15 de noviem-
los planos”.77 Su llegada en 1896 coincidió con la li-
bre del mismo año, el periódico El Tiempo informó de la muerte
de la señora Guadalupe Villanueva, madre del arquitecto Collazo. cencia solicitada por Ochoa. El director en turno,
70 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 201, exp. 34, f. 17; c.
209, exp. 33. En la solicitud de licencia de 1891 sólo indica que nización de los planes de estudios se eliminaron las clases de
debe atender el mal estado de su salud. preparatoria, las cuales serían impartidas en la Escuela Nacional
71 aGn, Exposiciones Internacionales, c. 2, exp. 17. Preparatoria, concretándose “la enseñanza a las materias técni-
72 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 209, exp. 53. Lo sus- cas de la profesión o profesiones a que está destinada cada es-
tituyó Francisco Vera. cuela”. Reorganización de la Escuela…, op. cit.
73 Reorganización de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterina- 75 El Siglo Diez y Nueve, 22 de mayo de 1891. La sociedad nom-
ria, México, Imprenta del Gobierno Federal, 1893. El sueldo anual brada “Collazo, Barreiro, Blanco y Ochoa” tenía su despacho en
que percibían algunos profesores en 1882, entre ellos Collazo, era el número 11 de la primera calle de la Independencia.
de 1 500 pesos; con el recorte de ese año quedó en 1 200.85 pesos. 76 La Voz de México, 7 de diciembre de 1894; El Siglo Diez y Nue-
74 Adolfo Barreiro, Reseña histórica de la educación agrícola en ve, 9 de enero de 1895.
México, México, Libro del Comercio, 1906, p. 37. En la reorga- 77 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 211, exp. 47, f. 1.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 6. Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, 1898. Fuente: Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos de Sigüenza y Góngora”.

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José C. Segura, consideró conveniente su reincor- merma en el abasto de agua y la pérdida progresiva
poración tanto en la cátedra como en las obras, ya de sus terrenos.
que sólo él conocía el proyecto a plenitud.78 En 1896, el Ayuntamiento inició negociaciones
Aunque Collazo asumió de nuevo la cátedra y para “adquirir las aguas que vienen a la taza repar-
la dirección en los trabajos del edificio79 en mayo de tidora del río Hondo”;82 ante esto, las autoridades de
1896, no logró realizar grandes avances en la construc- la Escuela de Agricultura mostraron su descontento
ción debido a que falleció el 25 de febrero de 1897,80 por no ser considerados en los tratos, y argumenta-
y de manera casi inmediata se nombró al arquitecto ron que el vital líquido era indispensable para las “la-
Carlos Herrera al frente de ambas actividades.81 bores vinculadas con la enseñanza de los alumnos”.83
Hasta ese momento se habían construido los Después de diversas pláticas y de la emisión de
corredores sur y sureste junto con el pórtico, para un decreto por parte de Porfirio Díaz, a finales de 1899
lo cual se requirió demoler dos estructuras más: la comisión conformada por personal de Hacienda
una correspondía al último corredor este del primer y de un síndico del Ayuntamiento aprobó “adquirir
claustro del hospicio, así como la construcción ubi- los derechos que la Escuela Nacional de Agricultura
cada en la zona sur; tales avances quedaron registra- tiene a las tandas en dos días y medio de la semana”,
dos en dos planos, uno levantado entre 1892 y 1897, y en su lugar disfrutar “del agua que pueden producir
y otro de 1898, este último trazado por los alumnos algunos pozos artesianos que se perforen en sus te-
de la propia escuela durante sus prácticas de topo- rrenos, que seguir recibiendo de una manera irregu-
grafía (figura 6). A partir de esa época los trabajos lar e intermitente las aguas del río Hondo”.84
para continuar la construcción del inmueble diseña- De esta manera, el Ayuntamiento se comprome-
do por Collazo cesaron y se dio paso a las adecuacio- tió a construir por su cuenta seis pozos artesianos,
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nes de los espacios ya existentes, así como a levantar con una profundidad de 150 m, en los lugares que el
nuevos inmuebles de menores dimensiones para director de la institución indicara.85 No obstante, los
cubrir otras necesidades. trabajos presentaron diversos problemas, como la
reducción en la cantidad de pozos construidos —de
Qué lejos me pintaba el porvenir (1897-1924) seis a cuatro—, además de los desperfectos ocasio-
nados por los vecinos de Tacuba y Popotla, quie-
A finales del siglo xix, la expansión urbana de la Ciu- nes en 1901 habían “destruido el acueducto desde el
dad de México orilló al gobierno a buscar los me- crucero del Ferrocarril Mexicano hasta la Merced de
dios para abastecer el suministro de los servicios las Huertas, fabricando en la mencionada zanja los
básicos como agua y drenaje, avenidas amplias e cimientos de las casas”.86
iluminación. Esto afectó en forma directa el proyec- En cuanto a los esfuerzos por continuar la obra
to educativo que representaba la enav, así como sus del edificio proyectado por Collazo, un informe de
propiedades. La construcción del nuevo edificio en- principios de siglo menciona que el director en tur-
frentó la falta de recursos económicos, así como una
82 Archivo Histórico del Distrito Federal (ahdf), Aguas, Propie-
78 Ibidem, f. 10. dad, vol. 318, exp. 7, f. 1.
79 Ibidem, ff. 16-17. 83 Ibidem, f. 1v.
80 Ibidem, c. 211 bis, exp. 6, f. 1. A su muerte se tramitó el pago 84 Ibidem, ff. 7-7v.
de marcha a su viuda Josefa Torreba Anza. 85 Ibidem, f. 12.
81 Ibidem, ff. 5-6, 10. 86 Ibidem, f. 34.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 7. Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, ca. 1906-1907. Fuente: Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos de Sigüenza y Góngora”.

no, Rafael Barba, había logrado obtener, “mediante A partir de ese momento los trabajos quedaron
el apoyo de la Secretaría de Justicia, una subven- a cargo de Carlos Herrera, y aunque no hay escri-
ción [con la cual] se esfuerza por llevarla a su fin [la tos que den cuenta de su labor, sí quedó evidencia
construcción del edificio] y por fortuna se encuen- de esto en un plano de principios del siglo xx. Es
tra notablemente adelantada”.87 posible identificar que se concluyeron o ampliaron
los espacios del lado sureste, y se levantó una nue-
87 Breve noticia…, op. cit., p. 14. va construcción a espaldas del mismo; para esto fue

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necesario demoler la fábrica ubicada de manera dose en años subsecuentes. Con la proyección de
perpendicular al corredor sureste (figura 7). las líneas férreas, una parte de los terrenos al este
Por otra parte, en las memorias escritas por Mar- de la paleta del Rosario fueron vendidos o expropia-
te R. Gómez años después, como ex alumno de la dos para permitir el cruce del tren, como quedó re-
institución,88 menciona una fachada inconclusa gistrado en el plano de 1898 (figura 6).
cuyas columnas conservaban las marcas de los es- Con la creación de la Secretaría de Instrucción
calonamientos que habían hecho los estudiantes Pública y Bellas Artes, en 1905, la escuela pasó a de-
durante las horas de juego.89 A pesar de las trabas pender de esa dependencia, entre cuyas funciones
para proseguir con los trabajos del que fue el pro- estaba la de crear “establecimientos de instrucción
yecto de Collazo, los amplios terrenos con que aún pública […] en el Distrito y territorios Federales”.91
contaba la dependencia continuaron aprovechán- Quizá con esto se crearon las bases para que en
dose. Ahí se tenía un invernadero y tres estancias años posteriores el gobierno federal utilizara parte
—avícola, apícola y piscícola—, además de que en la de las propiedades de la escuela en la edificación de
hacienda de San Jacinto se había establecido un ar- nuevos centros de enseñanza. Un año después, en
senal agrícola dotado de maquinaria diversa. Tam- lo que quedaba de los terrenos de la paleta del Ro-
bién se construyeron nuevos cobertizos y corrales, sario y en vísperas de la conmemoración por el
y estaba en vísperas de adecuarse “un sistema eco- centenario de la Independencia, se emprendió la
nómico de irrigación en la Hacienda”, además de construcción del edificio que alojaría la Escuela
un nuevo establo y la formación de un bosque en Normal de Profesores, actual Colegio Militar. Este
los terrenos de la tabla del Rosario.90 proceso se inició con la publicación de la convoca-
A pesar de las actividades emprendidas en las in- toria en 1906 y concluyó en 1910 con la inaugura-
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mediaciones y en sus propiedades, no se logró evi- ción del nuevo edificio, despojándola de los terrenos
tar que con el transcurso de los años los terrenos donde antes se había colocado un establo y se ha-
fueran cedidos en forma paulatina al crecimiento bían plantado árboles.
urbano, y con esto a la construcción de nuevos edi- Por otra parte, la institución enfrentó a partir de ese
ficios, el trazo de vías férreas y de nuevas colonias. momento la falta de dormitorios con las condiciones
Esta pérdida comenzó en 1887 con la hacienda de apropiadas. De acuerdo con Marte R. Gómez, se refor-
La Ascensión, donde se delineó la colonia Santa Ju- maron diversos espacios del hospicio, como la capilla o
lia, y cuya venta de terrenos seguía promocionán- el salón de actos. Este último estaba destinado a la cla-
se de Mineralogía y Geología. En el corredor oeste del
88 Marte Rodolfo Gómez Segura nació en Ciudad Reynosa, Ta- claustro, próximo a la capilla, se colocaron “grandes ar-
maulipas; ingresó a la carrera de ingeniero agrónomo en la Es- mazones de madera con los que fueron cerrados los ar-
cuela Nacional de Agricultura antes de su traslado a la hacienda
cos”; posteriormente se instalaron “unos vidrieros
de Chapingo; en el ámbito político ocupó diversos cargos, en-
tre los que destacan los de diputado, senador y gobernador provistos de masilla” y en los costados se pusieron
de Tamaulipas, además de que fue el secretario de Agricultu- dos canceles de madera. De esta manera se improvisó
ra y Fomento en dos ocasiones. Recuperado de: <http://www.
un nuevo dormitorio apodado “el Palacio de Cristal”.92
anech-chapingo.org.mx/Docs/PDF/Semblanzas/Marte_R_Go-
mez_Segura.pdf>, consultada el 13 de mayo de 2018.
89 Marte R. Gómez, Episodios de la vida de la Escuela Nacional de 91 Documentos relativos a la creación de la Secretaría de Estado y del
Agricultura, México, Colegio de Posgraduados, 1976, p. 111. despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes, abril de 1905, p. 658.
90 “Mejoras recientes en la Escuela Nacional de Agricultura de Mé- Agradezco a Pedro Paz por facilitarme una copia del documento.
xico”, El Agricultor Mexicano, t. x, núm. 1, julio de 1900, pp. 14-15. 92 M. R. Gómez, op. cit., pp. 109-110.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figuras 8 y 9. Alberto J. Pani. “Informe relativo a las condiciones en que se encuentran los edificios de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria desde el punto
de vista de la higiene escolar”, 1911, Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, t. x, vol. 1, 1913.

Los arreglos fueron insuficientes y la dirección En 1910, previo a las festividades por la Inde-
tuvo que construir dos edificios nuevos. El prime- pendencia, el gobierno invirtió en nuevas cons-
ro era de mampostería, bautizado como “la Fronte- trucciones. Tales espacios correspondieron a un
ra”, que después sirvió como enfermería y que en establo modelo, un pabellón de dormitorio fabrica-
el informe elaborado por Alberto J. Pani en 1911 se do “con muros de tabique delgado y techos de teja
ubicaba en el tercer piso, arriba de los dormitorios catalana”,94 lugar que de acuerdo con Alberto J. Pani
marcados con los números 2 y 4. satisfacía “bastante bien, en su disposición general,
La segunda construcción era de “una sola nave a las necesidades de salubridad” de la época.95 Tam-
que se levantó frente al jardín interior, en ángulo bién se erigió un galerón “en forma de charamusca
recto con el galerón del comedor”, y apodada “la
Cuna”,93 que también quedó registrada en el plano 94 Ibidem, p. 137.
de 1911 con el número 9, el cual se conserva hasta 95 Alberto J. Pani, “Informe relativo a las condiciones en que se
la fecha (figuras 8 y 9). encuentran los edificios de la Escuela Nacional de Agricultura y
Veterinaria desde el punto de vista de la higiene escolar”, Anales
de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, t. xx, vol. 1,
93 Ibidem, pp. 110-111. 1913, p. 24.

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Figura 10. Edificio que albergó los dormitorios, hoy en día Secundaria 120 “Rosario Castellanos”. Fotografía de Yunuen Maldonado, 2017.

retorcida que a[l] poco [tiempo] fue conocido con el Para la feria ganadera también fue necesario pavi-
nombre de la Jota”.96 mentar “la calzada interior de la Escuela Nacional de
Diversas fotografías aéreas y de las fachadas de Agricultura que conducirá de la calzada de la Tlaxpa-
estas obras dan cuenta de su distribución, las cuales na a los pabellones de la exposición ganadera”.97 Tras
sobrevivieron hasta mediados del siglo xx; la única diversas modificaciones al proyecto, el contrato fue
que permanece en pie es el edificio que ocuparon celebrado entre el director de Obras Públicas del Dis-
como dormitorios, el cual alojó las oficinas de la Di- trito Federal, el ingeniero Guillermo Beltrán y Puga,
rección de Zootecnia, posteriormente Dirección de y Gabriel Ortiz, lo cual no impidió que los trabajos se
Agricultura y Ganadería, que hoy en día funciona realizaran antes de la firma, de modo que la obra es-
como Secundaria 120 “Rosario Castellanos” (figura tuviera presentable para la inauguración. En el con-
10). Los espacios que albergarían la exposición se venio quedó asentado que el método empleado en
proyectaron con estructuras de madera y cubiertas el trabajo sería el “Mac Adam”, con una longitud
de láminas, que generaron diversos corredores, donde de 300 m y latitud de 8 m, incluida la construcción de
se exhibieron los productos, evento registrado en banquetas, terracería y colocación de guarniciones.98
una secuencia fotográfica.
97 ahdf, Obras Públicas y Contratos, vol. 1216, exp. 552, f. 1.
96 M. R. Gómez, op. cit., pp. 46, 137. 98 Ibidem, ff. 9, 19.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Sin embargo, días después de celebrada la exposi- para impartir algunas clases, la cocina y sus depen-
ción, Olegario Molina, secretario de Agricultura en dencias, y los comedores; de seguro también se si-
turno, informó que “la calzada de la Escuela no quedó tuaban las oficinas administrativas.102 En tal área
terminada tal vez por la premura del tiempo”, provo- había problemas en los espacios marcados con los
cando que se destruyera rápidamente lo avanzado. números del 22 al 24, donde se localizaba un brase-
Por lo tanto, solicitó que el contratista concluyera ro metálico “instalado en el fondo de un pasillo obs-
su trabajo99 —desconozco los acuerdos a los cuales curo y sin ventilación [así como] lo inadecuado de
se llegó. los pisos de madera para los fregaderos” (figuras 8 y
En 1911, el inmueble que albergaba la institu- 9).103 Ambos edificios tenían dificultades con el su-
ción continuaba siendo insuficiente y no contaba ministro del agua, en las instalaciones sanitarias y
con las condiciones de salubridad adecuadas; por por el reducido número de escaleras para acceder a
lo mismo, y ante la huelga emprendida por los los dormitorios.
alumnos,100 se comisionó al ingeniero Alberto J. Las conclusiones expuestas por Pani indican que
Pani para efectuar una inspección del inmueble a fin no consideraba viable la “adaptación de la parte vie-
de proponer las modificaciones y obras que considera- ja del Edificio, porque, además de ser ésta demasia-
ra necesarias para su buen funcionamiento. El infor- do costosa, no podría corregir […] todos los defectos
me de Pani describe una construcción conformada de que adolece”. Su propuesta consistía en derribar
por dos edificios de distinta época y cuya proble- el antiguo hospicio y reedificar “según el plan ar-
mática también era diferente. En el antiguo hospicio quitectónico iniciado en la parte nueva —con las
estaban destinados los dormitorios, algunas clases, modificaciones y ampliaciones necesarias— a fin
los mingitorios, los lavabos, los Wc, el gimnasio, las de destinar el edificio completo resultante a clases,
128 |
caballerizas de animales enfermos y la enfermería. dirección, secretaría”.104 Para el resto de los servicios
El área que tenía más problemas era la sección de escolares y sanitarios se sugería construir nuevos edi-
dormitorios marcados con el número 19, los cuales ficios. De no ser posible lo antes planteado, propuso
se localizaban arriba de las caballerizas de los ani- realizar mejoras inmediatas como la ampliación de
males enfermos, y sólo los separaba un piso de due- ventanas en dormitorios, pintar algunos locales, ade-
las “en detestable estado de conservación, clavadas más de mejorar el suministro de agua y las instalacio-
directamente sobre vigas de madera” (figuras 8 y 9).101 nes sanitarias.
En el edificio nuevo, considerado como una Ante la inestabilidad política que vivía el país, la
“construcción más moderna y dispuesta, por lo tan- escuela tuvo que cerrar sus instalaciones en 1915 y
to, de manera mucho más adecuada al objeto que varios de sus alumnos y profesores se enlistaron en
se destina”, se localizaban la biblioteca, los salones los ejércitos revolucionarios. Esto posiblemente oca-
sionó que fueran pocos los cambios implementados
99 Ibidem, f. 45. después de la inspección de Pani.
100 Además de protestar por las condiciones de sanidad, los alum- Al año siguiente, el edificio fue ocupado por el
nos se quejaban “por la mala calidad de la alimentación, por las
primer Instituto Militar, tal como se registra en las
exigencias del sistema impuesto en vigor para calificarnos, por la
mala calidad de nuestros uniformes […] por el rigor de los domin-
gos de arresto que se nos aplicaban”. Marte R. Gómez, Anecdota-
rio de San Jacinto, México, Librería de Manuel Porrúa, 1958, pp. 102 Ibidem, p. 22.
103, 107. 103 Ibidem, p. 41.
101 A. J. Pani, op. cit., p. 25. 104 Ibidem, pp. 42-43.

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dos placas que se conservan en el exterior del in- tuviera las extensiones de tierra y el abastecimiento
mueble. Ese mismo año, y por mandato de Venustia- de agua que requería, siendo su destino, un año des-
no Carranza, se decretó la separación de la Escuela pués, la hacienda de Chapingo, en Texcoco.
Nacional de Veterinaria, independiente a la de Agri-
cultura.105 A partir de ese momento cada disciplina El declive de un proyecto educativo
se condujo por caminos diferentes; a veces se sus- y el auge de otro (1924-2018)
pendieron clases y en otras ocasiones se trasladaron
a diferentes establecimientos. Si bien los edificios y Con el regreso de la estabilidad política en el país se
las tierras continuaron sirviendo para ambas carre- dio continuidad a la ampliación de la infraestructu-
ras, el gobierno se percató de la amplitud de los te- ra y al crecimiento urbano de la ciudad, situación
rrenos y paulatinamente se hizo uso de ellos para que generó interés en los terrenos y en los inmue-
establecer dependencias educativas. La primera fue bles que habían sido propiedad de la enav.
la Escuela Técnica de Ferrocarrileros, en 1921; a de- Entre 1938 y 1955, la Escuela de Veterinaria reto-
cir de la recién creada Secretaría de Educación Pú- mó actividades en el edificio diseñado por Collazo;
blica, la Escuela de Agricultura había cedido “un sin embargo, la parte correspondiente al hospicio se
terreno que ocupa una zona de 80 metros de profun- destinó para instalar el jardín de niños “Lauro Agui-
didad, y con extensión de toda la calle de Santo To- rre”, el cual estuvo activo por algunos años. Fue con
más”, lugar denominado como El Chapitel.106 la ampliación de la calzada Tacuba cuando el conjun-
En 1923, al asumir la dirección de la Escuela to arquitectónico se vio afectado de manera definiti-
Nacional de Agricultura, Marte R. Gómez veía con va, con la intervención de su fachada suroeste, para
tristeza las condiciones en que recibía el lugar: un dar mayor espacio al transito vehicular.
| 129
inmueble reducido a “un montón de ruinas que era En los planos elaborados en 1934 se propuso de-
cuanto quedaba del viejo Convento de San Jacinto moler una parte del hospicio y recorrer la fachada
y de los edificios que fueron nuevos en 1913, por- del edificio de Collazo.109 Los trabajos debieron de
que diez años después parecían ya decrépitos”.107 Al comenzar hacia 1940, pues una fotografía de ese
mismo tiempo, el avance de la mancha urbana ha- año, resguardada en el Museo Archivo de la Foto-
bía dejado a la institución paulatinamente sin tierras grafía, registra la presencia de material de construc-
y con escasez en el suministro del agua. Esta zona ción y la instalación de andamiaje sobre la calzada
había sido considerada por los distintos gobiernos Tacuba, además del apuntalamiento de una venta-
“una y otra vez como sitio para hacer edificios, sin na de la fachada sur.
tener que comprar terrenos donde edificarlos”.108 En cuanto a los trabajos realizados, se sabe que
La situación orilló a Gómez a participar en las ges- se desmontó la fachada del inmueble del siglo xix, a
tiones para trasladar la institución a un lugar que fin de demoler el tramo correspondiente a dos vanos
de la planta baja y dos ventanas de la planta alta de la
105 El Constitucionalista, 12 de mayo de 1916, 3ª época, núm. 158, fachada sur. Una vez cumplidas estas labores, se vol-
recuperado de: <http://www.fmvz.unam.mx/sanjacinto/Decre-
vió a colocar la cantera de la fachada. La acción mo-
to_Carranza_1916.pdf>, consultada el 5 de febrero de 2018.
106 Max Calvillo Velasco y Abraham O. Valencia Flores, El cua-
drilátero: recinto histórico. La formación de un ícono de identidad del 109 El 28 de febrero de 2018 me reuní con el biólogo Rodrigo Me-
Instituto Politécnico Nacional (1922-2014), México, ipn, 2015, p. 32. rino, encargado del edifico de este estudio, quien me enseñó los
107 M. R. Gómez, Episodios…, op. cit., p. 237. planos elaborados en 1934 para este proceso, así como los que se
108 Ibidem, p. 61. hicieron en 1944, ya con la ampliación de la calzada.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 11. En el detalle de la imagen se observa que la fachada del edificio correspondiente al hospicio fue demolida. Fuente: Escuela Normal de Maestros, volado
en 1950, núm. de control FAO_01_007094, Fondo Aerofotográfico, Acervo Histórico Fundación ica, A. C.

dificó los espacios y la circulación en el interior del brinda constancia de la demolición y de la recolo-
inmueble. Si comparamos uno de los salones que cación de la fachada, ya que en la esquina del pór-
aparece en una fotografía de principios del siglo xx tico de ambos niveles se dejaron, como evidencias
con el estado que guarda en la actualidad, la imagen de este recorte, una pilastras y una columna parea-
muestra un estancia amplia cuyas paredes presenta- da, aspecto innecesario para mantener el equilibrio
ban pintura con diseños de marcos acodados, frisos con los otros elementos arquitectónicos (figura 13).
con conchas y guirnaldas, así como un piso de due- Las transformaciones emprendidas en la fachada
la y cubiertas de plafón, todo bien iluminado por una fueron cuidadosas; al momento de colocar de nue-
sucesión de ventanas a través de las que ingresaba vo la cantera, se respetó el diseño original de la fa-
abundante luz. Con la intervención se redujo este sa- chada, tal como se constata con imágenes de antes
lón a un corredor estrecho y mal iluminado que co- y después del proceso. Por otra parte, la supresión
municaba con otros salones (figuras 11 y 12). de los vanos de la fachada sur transformó el aspecto
Para identificar las modificaciones formales y es- del espacio donde se eliminó parte de la pintura, se
paciales del inmueble, la evidencia que aportan las modificó el piso y la cubierta, además de hacerlo más
fotografías y los planos de distintas épocas resulta estrecho y con poca iluminación. En cuanto a la cir-
fundamental. En este caso, el edificio del siglo xix culación en el interior del inmueble, ésta también

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Figura 12. Pavimentación de la ampliación calzada México-Tacuba, octubre de 1939. Fuente: Museo Archivo de la Fotografía.

se alteró. El plano elaborado por Alberto J. Pani regis- Con el paso de los años, los terrenos que restaban
tra comunicación entre los salones de los torreones de la escuela fueron empleados para la construc-
y el salón central; aunque esto se mantuvo, años ción de nuevos edificios, algunos de ellos destinados
después fue necesario abrir un vano de acceso en a las instalaciones para exposiciones agrícola-gana-
el muro noroeste, que hasta nuestros días comuni- deras y el trazo de nuevas colonias, pero principal-
ca en forma directa con el patio central (figura 8). mente para la educación; por ejemplo, la Unidad
Respecto al hospicio, se demolió el espacio que en Profesional Lázaro Cárdenas, la Secundaria 15 “Al-
origen correspondía a la antigua capilla y que en el si- bert Einstein”, la Benemérita Escuela Normal Supe-
glo xix albergó la biblioteca. Esto debió de ocasionar rior de Maestros y una serie de escuelas primarias
inestabilidad en el interior del claustro. Para solucio- aledañas a esta última que fungieron como lugares
nar la situación se sustituyeron los arcos mixtilíneos de práctica.
con soportes que abarcaron la altura de los dos nive- Entre las actividades practicadas en los terrenos
les y el entrepiso de mampostería por uno de material de la enav desde finales del siglo xix estuvieron las ex-
más ligero. Todas estas modificaciones posiblemente posiciones agrícola-ganaderas, de las cuales destaca la
se concluyeron en 1950, dejando el espacio listo para inaugurada por Porfirio Díaz en 1910, cuyas construc-
su inauguración por el presidente Miguel Alemán. ciones se habían levantado en parte de los terrenos

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 13 Detalles de colocación de pilastras pareadas en la planta alta y de columna en planta baja. Fotografías de Yunuen Maldonado,
2017 y 2018.

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de la tabla de San Antonio, entre la actual Secundaria quien mantuvo la estructura de “V” de la antigua
120 y la Normal de Maestros. Resulta factible pensar sede.
que estas estructuras se reutilizaron o fueron el mo- Entre las necesidades de la Benemérita Escue-
delo a seguir para los pabellones construidos en 1932 la Normal Superior de Maestros estaba la cons-
y destinados para el mismo fin. Dicha actividad quizá trucción de escuelas donde los alumnos realizaran
se mantuvo hasta 1956, cuando el predio fue absorbi- practicas profesionales; por lo tanto, se mandó edi-
do por la ampliación de la Normal de Maestros. ficar escuelas primarias anexas a la Normal en las
Como ya se mencionó, en 1921 se destinó el pre- áreas donde se localizaban los pabellones de la ex-
dio conocido como El Chapitel para construir la Es- posición ganadera. Aledaño al edificio del antiguo
cuela Técnica de Ferrocarrileros; este proyecto creció hospicio se levantó, hacia 1947, la Secundaria 15 “Al-
de manera paulatina y con el tiempo resultó insufi- bert Einstein”, obra del arquitecto Vladímir Kaspé.
ciente, por lo que fue indispensable proveerlo de más Años después la sep edificó, en el costado este, la es-
terreno. En 1926 cambió de nombre por el de Institu- cuela primaria Rafael Ángel de la Peña.111
to Técnico Industrial y amplió sus instalaciones con Los distintos usos que han tenido el inmueble y
nuevas construcciones, llegando a colindar con los te- las extensas tierras ocasionaron que se demolieran
rrenos que años atrás habían sido los campos de culti- algunas construcciones, además de sufrir una serie
vo de la Escuela de Agricultura. de modificaciones en su distribución. En una foto-
Hacia 1935 se registró un nuevo giro en la pla- grafía aérea de 1947, perteneciente a la Fundación
neación de estos espacios educativos, al concebirse ica, quedó constancia de que para ese año los cuar-

el proyecto del Instituto Politécnico Nacional (ipn), a tos marcados con los números 5, 6 y 7 en el plano
cargo de los ingenieros Juan de Dios Bátiz y Wilfrido de Alberto J. Pani ya habían sido derribados. La si-
| 133
Massieu. Esta situación conllevó a la ampliación de guiente afectación que sufrió el conjunto arquitec-
las edificaciones existentes y al empleo de los terre- tónico fue la demolición del inmueble novohispano
nos que correspondían a la paleta de San José, unidad del Hospicio de San Jacinto, en diciembre de 1956,
educativa que a la postre sería coloquialmente cono- como consta en una fotografía aérea de esa fecha
cida como Casco de Santo Tomás. (figura 14). Al parecer este espacio no sería utiliza-
Otra de las edificaciones que se proyectaron en do hasta 1969, con la construcción de uno de los in-
la zona fue la Escuela Normal para Señoritas, en 1924, gresos de la estación Colegio Militar, de la línea 2
en los terrenos conocidos como las tablas de San del Metro.
Antonio y de Santa Rosa.110 El edificio, diseñado De 1966 a 2010 las instalaciones albergaron la Se-
por el arquitecto Federico Méndez Riveras, seguía cundaria Técnica 96 “Dr. Enrique Herrera Moreno”,
el cauce de la calzada Tacuba y la entonces calle época en la cual el edificio acaso sufrió la mayor
Santo Tomás, hoy avenida de Los Maestros. Con las cantidad de transformaciones, entre las que desta-
nuevas ideas de modernidad y la introducción de can la edificación de la alberca, las gradas, un fron-
los edificios funcionalistas, en 1946 se comisionó a tón, una caseta de vigilancia y escaleras de fierro en
Mario J. Pani la construcción de un nuevo edificio, la parte exterior de la fachada este.

110Óscar Molina Palestina (coord.), Breve historia y relación del 111 Alejandro Jiménez y Joel Ramírez, “Monumento Antigua Es-
patrimonio tangible de la delegación Miguel Hidalgo, México, Dele- cuela Nacional de Veterinaria: propuesta de restauración”, infor-
gación Miguel Hidalgo, 2012, p. 20. me técnico, encrym-inah, 2005, pp. 11-13.

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 14. Detalle donde se registra la demolición del hospicio. Fuente: ipn, Casco de Santo Tomás, volado en 1956, núm. de control FAO_01_013002, Fondo
Aerofotográfico, Acervo Histórico Fundación ica, A. C.

Por otra parte, en la fachada principal se tapia- torio, que a principios del siglo xx funcionaba como
ron dos vanos que antes funcionaban como accesos comedor.
al edificio, y en su lugar se dispuso el ingreso por En el torreón ubicado en la esquina suroeste se
el costado sur, correspondiente a la avenida Maes- construyó una escalera de concreto. Para dar cabida
tro Rural, aunque actualmente la admisión tiene lu- a ésta fue necesario reducir el salón que antes existía
gar por la calle José Parres. Se levantaron muros en ahí. Gracias a las calas practicadas recientemente se
los cuartos que aún quedaban para crear un mayor puede identificar la zona que marca la continuidad
número de salones en distintos espacios, como los del entrepiso. Aquí vale la pena traer a colación la ins-
marcados con los números 9 y 13. pección efectuada por Pani en 1911, quien hizo notar
En la planta alta se erigieron nuevas construc- “el reducidísimo número de puntos de acceso al piso
ciones, una de ellas localizada en la parte suroeste alto”,112 tal como quedó asentado en sus planos, don-
del edificio. Además, se cambiaron pisos de made- de sólo consigna escaleras en los espacios aledaños
ra por cemento y mosaico. La mayor parte de los a los números 2 y 15 de la planta baja, y próximos a
entrepisos y las cubiertas se sustituyeron por losa los espacios 1, 2 y 17 de la planta alta (figuras 8 y 9).
de concreto armado. También se adecuaron espa-
cios como los destinados a los sanitarios o el audi- 112 A. J. Pani, op. cit., p. 23.

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Dadas las actividades que en esa época se tenían y e instalación eléctrica; en la planta baja se renova-
la cantidad de alumnos y docentes, construir una ron las puertas de madera de la sala de juntas. Los
escalera en tal espacio favoreció una circulación muros de los sanitarios se recubrieron con azulejos
más holgada y, por ende, puntos de evacuación. y vidrios. Vale la pena mencionar que existe eviden-
Al parecer, todas las mejoras y adecuaciones em- cia de vanos tapiados en algunos de los muros. Res-
prendidas en el inmueble no fueron suficientes, pecto a las fachadas, éstas han sido encaladas en las
pues en 1976 la directora del plantel solicitó al Insti- áreas donde no existen elementos de cantera. La re-
tuto Nacional de Antropología e Historia (inah) una utilización del edificio en actividades académicas es
inspección a las instalaciones. El responsable de la un primer paso para revalorar el lugar que fue la
visita fue el arquitecto Ignacio Ángulo Villaseñor, de cuna del establecimiento de dos importantes disci-
la Dirección de Monumentos Históricos, quien reco- plinas: la agricultura y la veterinaria.
mendó “su restauración ya que algunos elementos
interiores se encuentran en muy mal estado, pero Consideraciones finales
nunca su demolición parcial o total”,113 con lo cual
se evitó su pérdida. El edificio que albergó la enav es evidencia de un
A partir de 2010, el inmueble se incorporó al pa- proyecto educativo amplio que se vislumbró desde
trimonio de la Universidad Nacional Autónoma de mediados del siglo xix, cuya construcción jamás se
México (unam) y posteriormente se establecieron en concluyó, acaso por la falta de recursos, la disminu-
el lugar la Fundación Antigua Escuela de Medicina ción del interés gubernamental o por los vaivenes
Veterinaria A. C. “San Jacinto” y cinco asociaciones laborales de José Luis Collazo, el ingeniero-arquitec-
de medicina veterinaria.114 Bajo la tutela de la unam to que la diseñó. La dirección de las obras por parte
| 135
se ha iniciado un proceso paulatino de adecuación, de otros ingenieros, así como la muerte prematura de
mantenimiento y conservación del edificio, el cual Collazo, conllevó a que el proyecto careciera de un
se ha centrado en los espacios del costado sur de la ente rector que buscara los medios que permitieran
planta baja, correspondientes a los números 21, 23 su conclusión.
y 26 del plano de Pani, destinados a sanitarios, ofici- Asimismo, el proceso constructivo de la nueva
nas y sala de juntas, respectivamente. edificación tuvo que convivir por más de medio si-
En la planta alta se han adecuado los espacio a glo con el antiguo hospicio dominico, ya que éste
un costado del número 24, así como los construidos no fue demolido de tajo y, al transcurrir el tiempo,
a mediados del siglo xx en el costado suroeste, y que sus espacios se adecuaron para las distintas cátedras
funcionan como oficinas y sala de juntas. Se pinta- y los dormitorios; de tal suerte, el inmueble que al-
ron los muros y entrepisos, se colocó piso laminado bergó la institución estuvo conformado por dos edi-
ficios de distinta época que dieron cabida a ambas
113 Archivo Histórico Jorge Enciso-cnmh-inah, “Documento que disciplinas. Al tener un edificio inconcluso, la ope-
dirige el Arq. Ignacio Ángulo Villaseñor al Arq. Jorge Castro, ratividad de la escuela dependía en gran medida de
jefe de la oficina de obras públicas de la Coordinación de Monu-
la permanencia del hospicio.
mentos Históricos. Oficio 401-22-1359, 4 de noviembre de 1976”.
114 En 2013, la administración del inmueble recayó en la Facul- De los terrenos que conformaban el plantea-
tad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Véase el documento miento inicial de la escuela queda poco. Con el
recuperado de: <http://www.fmvz.unam.mx/sanjacinto/Linea-
mientos.pdf>. Asimismo, agradezco a Rodrigo Merino Barba las desarrollo urbano éstos fueron dispuestos para la
facilidades otorgadas para recorrer y fotografiar el edificio. creación de nuevas colonias, si bien una buena ex-

El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
tensión fue utilizada para cubrir las necesidades cios arquitectónicos y los terrenos que la circundaban
educativas, como el ipn y la Benemérita Escuela estaba profundamente ligada. La compra-venta de
Normal Superior de Maestros, cumpliendo así la tierras y la limitación en el suministro de agua mar-
función primigenia de la zona. caron un declive paulatino del proyecto educativo y,
El proyecto educativo que dio origen al inmueble por ende, del proceso constructivo del inmueble,
de Collazo requirió sin duda de otras construccio- aunque resulta innegable que hubo momentos de
nes —cuyo estudio aún hace falta—, de amplias ex- estabilidad y crecimiento. Por otra parte, las extensio-
tensiones de tierra y del aprovisionamiento de agua nes de los terrenos propiedad de la escuela fueron la
para formar a los alumnos en las prácticas agrícolas base para establecer una zona escolar que hasta la fe-
y veterinarias. Por lo tanto, la relación entre los espa- cha abarca distintos niveles educativos.

136 |

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Verónica ZaragoZa*

Pedro de Medina Picazo S. J.,


insigne benefactor1
Fecha de recepción: 24 de abril de 2018.
Fecha de aceptación: 27 de agosto de 2018.

En la historiografía del templo de San Francisco Javier en Tepotzotlán es reiterativa la mención del padre Pedro de Medina
Picazo y su familia como los benefactores que costearon la construcción del templo en el último tercio del siglo xvii; sin em-
bargo, poco se conoce sobre la vida de este jesuita. Además, en el presente artículo se analiza un documento localizado en
el Archivo Histórico de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, que permite profundizar en su vida y su trabajo
al interior de la Compañía, y que ayuda a contextualizar la obra que patrocinó.
Palabras clave: Pedro de Medina Picazo, templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Casa de Loreto, Compañía de Je-
sús, jesuita.

In the historiography of the church of San Francisco Javier in Tepotzotlán, Father Pedro de Medina Picazo and his family
were repeatedly mentioned as the benefactors who paid for the church construction in the final third of the seventeenth
century; however, little is known of this Jesuit’s life. This article analyzes a document from the Historical Archive of the
Mexican Province of the Society of Jesus that makes it possible to explore his life and work within the Society to contex-
tualize his contributions.
Keywords: Pedro de Medina Picazo, church of San Francisco Javier, Tepotzotlán, Loreto House, Society of Jesus, Jesuit.

L
| 137
a figura del padre Pedro de Medina Picazo resulta esencial para la historia del
Colegio y Casa de Probación de Tepotzotlán, pues su nombre y el de su fami-
lia están ligados a la construcción del templo de San Francisco Javier, al ha-
ber gastado 24 000 pesos en su fábrica. La Compañía de Jesús reconoció su
patronato y dejó constancia de esto en una lápida con la siguiente inscripción
(figura 1): “Doña Isabel Picazo matrona ilustre a quien sus herederos reconoce[n] en su pa-
tronato este templo que cedió y renunció el Pe. Pedro de Medina Picazo su hijo con apro-
bación de N. P. General Juan Pablo Oliva. Dedicóse a 8 de septiembre de 1682 años”.
Por su parte, Francisco Javier Alegre escribió que, en el templo del colegio de Tepotzotlán:
“Resplandece, hasta hoy, la cristiana piedad y magnificencia de la nobilísima señora doña
Isabel Picazo y de su hijo, el Padre Pedro de Medina, que asignó, para la fábrica, una gran par-
te de su opulento patrimonio y renunció el derecho de patronato en su virtuosa madre, que
había tanto concurrido, de su parte, a la perfección del edificio”.2
Una muestra más de reconocimiento por parte de la Compañía fue que, a su muerte,
se escribió una carta edificante o “breve relación de las religiosas virtudes del Padre Pedro”

* Museo Nacional del Virreinato, inah.


1 Agradezco al padre Arturo Reynoso S. J., la lectura y valiosas sugerencias al presente texto.
2 Francisco Javier Alegre S. J., Historia de la provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, t. iii, Ernest J. Bu-
rrus, S. J., y Félix Zubillaga, S. J. (nueva ed.), Roma, Institutum Historicum S. J., 1959, p. 302.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


Familia y religión

El padre Pedro nació el 29 de junio de 1653 en la Ciu-


dad de México.5 Sus progenitores fueron don Juan
Vázquez de Medina (1594-¿?)6 y doña Isabel Picazo de
Hinojosa (1620-¿?).7 Según la carta, eran “igualmen-
te nobles y ricos y lo que principal es notoriamente
piadosos, y exemplares por sus muchas christianas
virtudes”. Ambos provenían de reconocidas fami-
lias asentadas en Nueva España desde el siglo xvi y
Figura 1. Lápida dedicada a la familia Medina Picazo. Templo de San que habían reunido considerables bienes. Habitaban
Francisco Javier, Tepotzotlán, Estado de México. Fotografía de Ricardo Peza.
una casa en el centro de la ciudad que “era tan am-
en la que se reitera su patronato, se dan noticias so- plia y magnífica que dio su nombre a la calle, que
bre su vida, se informa de la “ternísima devoción” ya desde mediados del siglo xvii se conoció por ‘ca-
que tenía a Nuestra Señora de Loreto y de su trabajo lle de los Medinas’”,8 y tuvieron una importante
en el Seminario de San Martín. Por eso me pareció descendencia.9
pertinente publicar y comentar este documento, ya En el bautismo recibió “el nombre sagrado de Pe-
que permite ahondar en la figura de este bienhe- dro” por haber nacido el día de su santo,10 circuns-
chor y en las obras que patrocinó. tancia que —apunta Zorrilla— lo llevó a ingresar a
Siguiendo las instrucciones de la Formula Scri- la Compañía de Jesús y, posteriormente, a “deter-
bendi, que pedía a los rectores de los colegios que
138 | 5 Idem.
informaran a sus superiores acerca de la muer-
6 También identificado como Juan de Medina Vázquez.
te de alguno “de los nuestros”,3 el rector del Cole- 7 Identificada como Ysabel de Picazo, Isabel Picazo de Hinestro-

gio de San Andrés, Pedro Zorrilla, escribió la carta el sa, Isabel Picazo de Hinojosa e Isabel Picazo de Hinojosa Hurta-
do de Peñalosa.
23 de mayo de 1726 y la envió al rector del Colegio 8 Gonzalo Obregón, La capilla de los Medina Picazo en la iglesia de
de Guadalajara, Pedro de Ocampo. En las misivas Regina Coeli, México, inah (Departamento de Monumentos Co-
edificantes se narraban las “religiosas virtudes” del loniales, 24), 1971, p. 7.
9 Los autores difieren sobre el número de hijos que tuvo este
difunto para que sirvieran de ejemplo a otros padres matrimonio: Ricardo Ortega y Pérez Gallardo informa que fueron
y hermanos de la Compañía. En el caso de la carta don Antonio de Medina Picazo y Francisco Antonio de Medina Pi-
que comentamos, esta idea se refuerza con una nota al cazo; Gonzalo Obregón apunta que fueron Francisco Antonio de
Medina Picazo, Isabel de Medina Picazo, Pedro León Medina Pi-
margen que dice: “Passe en la mejor forma, que se pu- cazo y Buenaventura Medina Picazo; por su parte, María Cristi-
diere a las Missiones”;4 es decir, sería enviada a las mi- na Montoya Rivero dice que fueron Francisco Antonio Medina
Picazo, Isabel Medina Picazo, Pedro León Medina Picazo, Anto-
siones jesuíticas para que fuera leída y se conociera la
nio Medina Picazo, Josefa Medina Picazo, Juan de Dios Medina
vida del padre Pedro. Picazo y Buenaventura Medina Picazo, y en la página web Ge-
neanet se informa que fueron Francisco Antonio Medina Picazo
3 “Correspondencia”, en Charles E. O’Neill y Joaquín María Do- y Antonio Medina Picazo.
mínguez (dirs.), Diccionario histórico de la Compañía de Jesús: 10 Algunos autores confunden al padre Pedro de Medina Picazo
biográfico-temático, Roma, Instituto Histórico S. J./Madrid, Uni- (1653-1726) con el también jesuita Pedro León de Medina (1682-
versidad Pontificia de Comillas, 1991. 1745), su sobrino e hijo de Antonio Medina Picazo. Francisco
4 “Carta edificante sobre el P. Pedro de Medina”, Archivo Históri- Zambrano y José Gutiérrez Casillas, Diccionario bio-bibliográfico
co de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (ahpmcJ), de la Compañía de Jesús en México, t. xvi: “Siglo xviii, L-Z”, México,
sección iii, Documentos Antiguos, c. 19, doc. 744, 1726, f. 202. Tradición, 1977, p. 125.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


minar con generosa resolución aplicar su grueso Después de los dos años de noviciado “meresió
patrimonio a fin de que se labrase la grande, y her- con su edificativo proceder le diesen los Votos Vie-
mosa Yglezia, que oi gosa Nuestro Noviciado de Te- nios con gran consuelo de espíritu”, que recibió en
potzotlan”. Y añade: 1676.14 Hacia 1678 regresó al Colegio Máximo para
completar el curso de Teología y entabló comunica-
Ni podía ser menos, pues de otra suerte no hubiera co- ción con el padre José Vidal, prefecto de misiones
rrespondido dignamente el Padre Pedro a las altas obli- y procurador de las islas Marianas, a quien expre-
gaciones de su nombre que tenía siendo, el mismo, que só su deseo de ir a esa región de Filipinas. Los je-
fue ympuesto la ves primera allá en la primitiva Com- suitas habían iniciado su evangelización en 1668 y
pañía de Jesús a el Prinsipe de los Apostoles, quando el joven Pedro debió de querer unirse a la labor de
le escoxió Nuestro Divino Salvador, para Piedra funda- aquellos misioneros, como lo fue Diego Luis de San
mental de toda la Iglesia.11 Vítores (1627-1672), quien en fechas recientes ha-
bía sido mártir en esa tierra.15 Vidal comunicó esta
Esta comparación con el santo fue reiterativa a petición al padre general Juan Pablo Oliva; sin em-
fin de explicar el patronato del templo de San Fran- bargo, en una carta fechada el 30 de marzo de 1679,
cisco Javier.12 éste respondió que era preferible que siguiera con
Pasados los años de la niñez y la juventud, y ha- sus estudios:
biendo estudiado “el curso de Artes, y después bue-
na parte de la teología” en el prestigioso Colegio Ya me informó el P. Josef Vidal de la Vocación de Vues-
Máximo de San Pedro y San Pablo, decidió ingresar tra Reverencia y de los grandes desseos que tiene de
a la Compañía de Jesús. A los 21 años, y “abando- ir a las Islas Marianas, y que en orden a este fin le han
| 139
nando las grandes y seguras esperanzas de valer en mandado los superiores que se ordenasse, como lo ha
el Mundo que le dava su sangre y su riqueza”, fue executado. Alabo la obediencia y buen zelo de Vues-
recibido el 21 de julio de 1674 en el noviciado de Te- tra Reverencia y prosiga sus estudios mientras no hay
potzotlán. Según la carta, no tuvo problemas para comodidad de pasar a aquellas islas, porque assí se
adaptarse a su nueva vida, hará más apto ministro ya convertir aquellos indios.16

[…] donde con facilidad se amoldó a la Vida religio- En esa misiva también pedía que el padre Pedro
sa, y observancia puntual de nuestras Constituciones siguiera las órdenes de sus superiores en cuanto a la
dije con facilidad porque tenía mucho andado para “legítima” o herencia que había entregado a la Com-
vivir con edificasion dentro de los claustros de la re- pañía: “[…] Vuestra Reverencia siga el consejo de sus
ligión el que, hasi por su buena crianza; como por su superiores como lo sigue en el modo de aplicar su le-
buen natural, apasible condición avía ya vivido ajus- gítima; en dilatar un poco la ida no se pierde tiempo,
tado en el siglo.13 por la razón, que he insinuado”.17 Es decir, en 1678

11 “Carta edificante…”, op. cit., f. 202. 14 Los votos del bienio “son los que emiten los novicios de la Com-
12 Francisco de Florencia, Sermón en la solemne dedicación del pañía de Jesús al concluir sus dos años de probación”. E. Olivares,
templo que costeó y erigió el P. Pedro de Medina Picazo de la Com- “Votos públicos, de incorporación a la C. J.”, en C. E. O’Neill y
pañía de Jesús en el Colegio y Casa de Probación del Pueblo de Te- J. M. Domínguez, op. cit.
potzotlán a 9 de septiembre de este año de 1682, México, Francisco 15 J. S. Arcilla, “San Vítores, Diego Luis”, en idem.
Rodríguez Lupercio, 1682. 16 Archivum Romanum Societatis Iesu (arsi), Mex. 03, f. 117.
13 “Carta edificante…”, op. cit., ff. 202-202v. 17 Idem.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


Pedro de Medina Picazo ya había decidido renunciar de “arquitectura y albañilería” Diego de la Sierra (ca.
a su herencia y dar “millares de pesos” al Colegio de 1656-1711).22 Según el documento publicado por
México “para quitar los muchos censos” que tenía.18 Guillermo Tovar de Teresa, el joven arquitecto sevilla-
El provincial Tomás Altamirano, “otras personas pru- no fue contratado para trabajar “corporalmente en
dentes y doctas” y el padre general aceptaron esta la obra de la fábrica de la Iglesia del Colegio que di-
donación, así como 16 000 pesos “para la fábrica de cha Compañía de Jesús tiene en dicho Pueblo [de
la iglesia del Noviciado de Tepotzotlán, cediendo el Tepotzotlán]”.23 Asimismo, estipulaba que la obra
Patronato della en su Madre y Hermanos con obliga- debía acabarse a “la mayor brevedad” y con “toda
ción, que hayan de acabar la fábrica de dicha Iglesia”.19 perfección, según la planta que se le entregare”;24
De este modo, a los 26 años inició el patrocinio del es decir, existía un diseño previo del templo al que
templo de San Francisco Javier de Tepotzotlán. De la Sierra debía ajustarse. No se sabe quién fue el
autor de dicha planta aunque, según un decreto de
El patrocinio la Segunda Congregación General (1565), los pro-
yectos de “edificios de importancia” de la Compañía
Según el Libro protocolo del colegio de Tepotzotlán, debían ser enviados a Roma para aprobación del ge-
la primera piedra del templo de San Francisco Ja- neral antes de su ejecución,25 por lo que debió ser
vier se puso el 26 de mayo de 1670, y “su fábrica co- realizado y aprobado antes de 1670.
rrió por cuenta del P. Antonio Díaz, quien solicitó No se conocen los motivos por los que, 10 me-
sus Limosnas”.20 El padre Díaz era oriundo de Te- ses después de firmar el contrato, De la Sierra fue
potzotlán y en ese año se desempeñaba como ope- sustituido por el arquitecto José Durán. Sin embar-
rario de indios en el colegio,21 mientras que el joven go, en ese periodo se realizó una importante mo-
140 |
Pedro tenía 17 años y aún no ingresaba a la Compa- dificación al proyecto original: la edificación de la
ñía. De este modo, las obras del templo debieron de Casa de Loreto. Según una carta annua, “tambien
iniciarse en esa fecha, pero no avanzaron con la su- la Virgen Santissima ha querido tener parte en esta
ficiente rapidez, acaso por la falta de capital, que lle- iglesia, disponiendo, que en él se fabricara su San-
gó a subsanar el padre Pedro nueve años después. ta Casa de Loreto”, por lo que “se colocó la prime-
El padre general Oliva sabía que la edificación esta- ra piedra, con toda solemnidad a ocho de Setiembre
ba inconclusa, por lo cual pidió a los nuevos patro- del año 1679”;26 es decir, tres semanas después de la
nos “acabar la fábrica de dicha Iglesia”. contratación de De la Sierra. La nueva capilla obli-
El 17 de agosto de 1679 el padre Pedro firmó, en
el colegio donde residía, un contrato con el maestro 22 Martha Fernández, Retrato hablado. Diego de la Sierra, un ar-
quitecto barroco en la Nueva España, México, unam (Monografías
18 Ibidem, f. 130. de arte, 14), 1986.
19 Idem. Las cursivas son mías. 23 Guillermo Tovar de Teresa, Bibliografía novohispana de arte,
20 Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (Bnah), Libro primera parte: “Impresos mexicanos relativos al arte de los si-
Protocolo, s. f. Sin embargo, en la placa de plomo fundida en el glos xvi y xvii”, México, fce, 1988, p. 269. Las cursivas son mías.
siglo xviii y colocada en la parte posterior del remate de la facha- 24 Ibidem, p. 271.
da se lee que el templo “[…] se comenzó el 26 de junio de 1670; el 25 Jean Vallery-Radot, Le recueil de plans d’édifices de la Compag-
cual día (siguiente al de la fiesta de Pentecostés), el Padre Pedro nie de Jésus conservé a la Bibliotheque Nationale de Paris, Roma,
de Valencia aquel tiempo Prepósito Provincial, colocó la primera Institutm Historicum S. I., 1960, p. 6.
piedra en los cimientos, siendo Rector del Colegio el Padre Am- 26 “Carta Annua del Collegio, y Casa de Probación de Tepozotlan
brosio de Andrada”. de los años de 1678, 1679, 1680”, Archivo General de la Nación
21 arsi, Mex. 05, f. 199v. (aGn), Misiones, vol. 26, exp. 56, fs. 2-2v.

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gó a tomar “la decisión de no cerrar el muro norte y
construir un arco de carga en su lugar”27 para abrir
una portada de ingreso (figura 2). No obstante, estos
cambios no habrían sido posibles sin la aprobación
del padre Pedro, que costeaba la iglesia.
La construcción de la Santa Casa en Tepotzo-
tlán fue promovida por el jesuita italiano Juan Bau-
tista Zappa (1651-1694), quien llegó a Nueva España
en 1675 e ingresó al Colegio Máximo de San Pedro
y San Pablo para estudiar teología, donde coincidió
con el padre Pedro en los cursos de 1678.28 Acaso en
ese tiempo Zappa comunicó al joven patrono sus de-
seos de promover la devoción a la Virgen de Loreto
y a su Santa Casa. Al terminar sus estudios, en 1679,
el provincial Tomás Altamirano envió a Zappa como
ministro a Tepotzotlán, donde inició la fábrica de la
Casa de Loreto. Según el padre Venegas, “varios Ofi-
ciales trahidos de Mexico, que havian trabajado en la
Santa Casa” del Seminario de San Gregorio prome-
tieron al italiano “concurrir con parte de su salario
ganado entre semana, y cediendo enteros los de los
Figura 2. Vista del muro norte modificado para abrir la portada de ingreso | 141
días de fiesta, si lo aprobava el Señor Cura”.29 Así, es a la Casa de Loreto. Templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Estado de
posible imaginar dos cuadrillas de “oficiales y peo- México. Fotografía de Ricardo Peza.

nes” trabajando al mismo tiempo en el templo y en


de dicha Iglesia que hoy se halla cimbrada” por la
la Casa de Loreto entre 1679 y 1680.
cantidad de 170 pesos de oro común en reales. En el
El 19 de junio de 1680, Joseph Durán de Almedra-
documento se estipula que “acabada la dicha bóveda
rejo (1655-1707)30 fue contratado por el padre Pedro
[…] proseguirá en la que le acompaña a hacer y aca-
para “asistir a hacer una de las bóvedas del crucero
barla […] por la misma cantidad y precio”. Si las dos
bóvedas quedaban
27 Karina Xochipilli Rossell y Ricardo Peza, “Detalle, armonía
y descubrimiento: el ornamento como discurso arquitectónico
en el camarín de la Virgen”, en Mónica Martí Cotarelo (coord. […] a toda satisfacción y contento del dicho Padre Pedro
acad.), Museo Nacional del Virreinato. Esplendor de Tepotzotlán. El de Medina y tuviere voluntad que el dicho Maestro prosi-
camarín de la Virgen de Loreto, México, Secul/Secretaría de Edu-
cacóin del Gobierno del Estado de México/inah, 2018. ga en la fábrica del cimborrio y demás bóvedas del cuer-
28 arsi, Mex. 08, f. 301v. po de dicha Iglesia, las hará por las cantidades y precios
29 Miguel Venegas, Vida, y virtudes del V. P. Juan Bautista Zappa de
en que se concertaren y con las condiciones que asenta-
la Compañía de Jesús, sacada de la que escrivio el Padre Miguel Ve-
negas de la misma Compañía y ordenada por otro padre de la mis- ren y que firmarán en un papel [y] si se hubiere de
ma Sagrada Religión de la Provincia de México, Barcelona, Pablo hacer otras algunas paredes u obras en dicha Iglesia, asis-
Nadal Impressor, 1754.
30 Glorinela González Franco, “El arquitecto Ildefonso de Inies- tirá este otorgante [José Durán] a maestrearlas.31
ta Vejarano y Durán y su familia”, Boletín de Monumentos Históri-
cos, 3ª época, núm. 4, mayo-agosto de 2005, p. 62. 31 G. Tovar de Teresa, op. cit., p. 272.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


porque, de acuerdo con las Constituciones, los pro-
fesos de cuatro votos deben cumplir con el voto de
pobreza y se obligan a no tener posesión alguna ni
a recibir herencia,

[…] porque mejor se conserve la puridad de la pobre-


za y la quietud que consigo trae, no solamente no se-
rán capaces de herencia los particulares Professos o
Coadjutores formados, pero ni aun las Casas o iglesias
o Colegios por razón dellos.35

Figura 3. Como parte de la decoración del templo, se pintaron cuatro santos


Sin embargo, el padre Pedro sólo había emitido
en las pechinas. Templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Estado de los votos del bienio, lo cual le permitía su incorpora-
México. Fotografía de Ricardo Peza.
ción condicionada a la Compañía de Jesús; es decir,
Mientras las obras continuaban, el padre gene- seguía “en estado de prueba”, pues aún faltaban va-
ral Oliva escribió al provincial que estaba al tanto de rios años para que concluyera su periodo de forma-
que el padre Pedro “ha querido renunciar, y desha- ción y le dieran la incorporación definitiva con los
cerse luego de todos los bienes temporales, y la ma- últimos votos.36 En conclusión, al ser un padre con
yor parte dellos, o casi toda aplicarla a la Compañía votos del bienio no estaba obligado a renunciar a su
en beneficio de essa Provincia [de México].”32 Oli- herencia ni a ceder el patronato a su familia, por lo
va mostraba que estos actos fueron reconocidos y aplaudidos por
142 |
sus superiores.
[…] agradecimiento y estimación [por su] renuncia- En 1680 el padre Pedro concluyó sus estudios de
ción, especialmente los diez y seis mil pesos, que ha teología y regresó a Tepotzotlán. La carta annua
dexado para la fábrica de la Iglesia del Noviciado de de ese año informa sobre este hecho: “En este último
Tepotzotlán, cediendo el Patronato della con aproba- año, sea añadido a este Collegio un Sacerdote de más,
ción de Vuestra Reverencia a sus parientes, obligán- y es el que adelanta a su costa, y cuida juntamente
doles a que den todo el dinero, que demás de los 16 de la obra de la iglesia”.37 Allí se reencontró con su
mil pesos fuere necessario para perficionar dicha antiguo condiscípulo, el padre Zappa, y juntos misio-
fábrica.33 naron en Tepotzotlán, Huehuetoca y la hacienda de
Xalpa.38
Por último, pedía que se le informara si los sufra- En 1681 el jesuita italiano regresó al Colegio Máxi-
gios se harían antes o después de la muerte del pa- mo para su tercera probación y el padre Pedro con-
dre Pedro para así disponerlos y ordenarlos.34 trató una vez más a Durán para hacer “todo lo que
Aquí cabe destacar el insistente agradecimiento
35 “Constituciones, P. VI, c.2°” [572], en San Ignacio de Loyo-
del padre general a un padre escolar. Esto se explica
la, Obras, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1997, p. 585.
36 E. Olivares, op. cit.
37 “Carta Annua…”, op. cit., f. 1.
32 arsi, Mex. 03, f. 135. 38 M. Venegas, op. cit., pp. 76-77. La hacienda de Xalpa perte-
33 Idem. necía al colegio de Tepotzotlán y se ubicaba en el municipio de
34 Ibidem, f. 135v. Huehuetoca, en el actual Estado de México.

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falta de dicha Yglesia”.39 Aunque las obras iban muy
avanzadas, aún faltaba “blanquear y asentar el nicho
de los Patrones y echar senefa a toda la Yglesia; hacer
la boveda del Entierro; hacer anti-Sacristia y Sacristia,
pretiles de Yglesia y pintar y ripiar por afuera toda la
Yglesia; hacer dos torres a los lados”, entre otros as-
pectos (figura 3). El arquitecto se comprometió a rea-
lizar estos trabajos en un periodo de ocho meses por
la cantidad de 3 000 pesos de oro común.40
Cabe destacar que en el contrato se detalla que
“el nicho de los Patrones [debía] asentarlo y dado de Figura 4. Interior de la cripta o “entierro de los Patronos” con ventana que da
a la calle. Templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Estado de México.
cantería”. En 2016, el arquitecto Ricardo Peza loca- Fotografía de Ricardo Peza.
lizó restos de este nicho policromado detrás del re-
tablo dedicado a san Estanislao de Kostka.41 A los
“pies” del mismo retablo se encontró, en 1964, la lá-
pida que da constancia del patronato de la familia
Medina Picazo.42 En el nicho se colocó una escul-
tura orante, acaso parecida a la de Buenaventura de
Medina Picazo en la capilla que su familia tenía en
el templo de Regina Coeli.43 Otro dato relevante son
las indicaciones que se dieron para construir la crip-
| 143
ta o “entierro para los patrones” que actualmente se
conserva (figuras 4 y 5):

Ytem que se obliga a hacer el Entierro para los Patro-


nes, la bóveda de medio cañón, que coja todo el Pres-
biterio con su ventana que cae a la Calle y su puerta
con su escalera para bajar a dicha bóveda y blanquea-
da toda ella y terraplenarla acabada, así mismo, en
perfección, con sus pesebrera o payo para poner las
cajas de los difuntos. Figura 5. Puerta de entrada a la cripta. Templo de San Francisco Javier,
Tepotzotlán, Estado de México. Fotografía de Ricardo Peza.

Finalmente se indica que se asentarían “las ar-


39 El contrato se firmó el 28 de junio de 1681 en Tepotzotlán. G. mas [de los patronos] en la puerta del costado y la di-
Tovar de Teresa, op. cit., p. 273. cha puerta se ha de dar del color de cantería”,44 en
40 Idem.
41 Véase Ricardo Peza, “Etapas constructivas del templo de San
referencia a la portada lateral del templo. Desafortu-
Francisco Javier de Tepotzotlán (1670-1764)”, publicado en este nadamente, el escudo de armas de la familia Medi-
mismo número del Boletín de Monumentos Históricos. na Picazo fue eliminado, posiblemente después de
42 Carlos Flores Marini, Restauración de la iglesia y del Colegio de
Tepotzotlán, México, inah, 1964.
43 G. Obregón, op. cit. 44 G. Tovar de Teresa, op. cit., p. 273.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767 (figu-
ras 6 y 7).
Mientras se llevaban a cabo estas obras, el 21 de
julio de 1681 doña Isabel Picazo de Hinojosa contrató
al ensamblador y arquitecto Juan Montero para rea-
lizar el retablo mayor y a Andrés de Fuentes para do-
rarlo.45 En 1682 los trabajos habían terminado y era
posible observar un templo “capaz, lucido, vistoso,
desahogado, de linda traza, proporción y tamaño”, con
un “Retablo, y Sagrario (que es muy buen taber-
náculo) de todo arte, de singular esmero, de ricos
aliños”,46 compuesto por pinturas y esculturas. Fue
cuando se decidió la fecha de dedicación, que tuvo
que cambiarse varias veces:

Determinóse primero para el día de la visitación de Ma-


ría a Santa Ysabel y a su Casa y era muy propria de esse
dia, por ser esta fiesta visita del cielo a Isabel, y a los de
su casa. Trasladose despuess, al dia de S. Buenaventura:
de este dia al de la traslación del cuerpo Santo de San
Xavier, que por ser titular de esta Yglesia la pedia de jus-
144 |
ticia: trasladose de este dia al de Santa Rosa Patrona de
Figura 6. Portada lateral del templo donde se ubicaba el escudo de armas de
nuestra America; de su dia a su Octava: de su Octava al la familia Medina Picazo. Templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Estado
de México. Fotografía de Ricardo Peza.
dia de la Natividad de nuestra Señora, que fue ayer; de
ayer, la trasladó Dios a oy, para que concurriese con el ra 8). El tema elegido por el orador es un pasaje del
dia, y mes del templo de Salomon.47 Nuevo Testamento que refiere el hospedaje de Je-
sús en casa de Zaqueo:
Finalmente, la celebración se llevó a cabo el 9 de
septiembre de 1682 y Francisco de Florencia predi- Habiendo entrado [Jesús] en Jericó, atravesaba la ciu-
có el Sermón, en la solemne dedicación del templo, que dad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe
costeó, y erigió el P. Pedro de Medina Picazo… (figu- de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús,
pero no podía a causa de la gente, porque era de pe-

45
queña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un
El retablo tuvo un costo de 4 500 pesos y sería entregado en
11 meses. G. Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Javier sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuan-
de Tepotzotlán: eco de la vida artística de la Ciudad de México do Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo “Za-
en los siglos xvii y xviii”, en Museo Nacional del Virreinato. Tepot-
queo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede yo
zotlán. La vida y la obra en la Nueva España, México, Instituto
Mexiquense de Cultura-Gobierno del Estado de México/Museo en tu casa”. Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Nacional del Virreinato/Asociación de Amigos del Museo Na- Al verlo, todos murmuraban diciendo: “Ha ido a hospe-
cional del Virreinato/BBva Bancomer/inah, 2003, pp. 111-112.
46 F. de Florencia, op. cit., f. 4v. darse a casa de un hombre pecador”. Zaqueo, puesto en
47 Ibidem, f. 10. Las cursivas son mías. pie, dijo al Señor: “Daré, Señor, la mitad de mis bienes a

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


| 145
Figura 8. Portada del sermón predicado en la dedicación del templo costeado
por Pedro de Medina Picazo. Francisco de Florencia, Sermón…, op. cit.
Fotografía de Gliserio Castañeda García.

Dos son, aunque vnos en el assumpto, los que oy le de-


dican Casa: Zaqueo en el Evangelio empleando la mi-
Figura 7. Escudo de armas de la familia Medina Picazo. Francisco de
Florencia, Sermón en la solemne dedicación del templo, 1682. Biblioteca tad de sus bienes […] para hazer digno Templo de Dios
Eusebio F. Kino de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. Fotografía su Casa […] Y el que imitando la fee, y devoción de Za-
de Gliserio Castañeda García.
queo ha gastado gran parte de su patrimonio en hazerle
los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré vn Templo digno de su grandeza; para los de su Casa.49
el cuádruplo”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación
a esta casa, porque también este es hijo de Abraham, De este modo, el templo recién construido era
pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo un símil de la casa donde Zaqueo recibió a Jesús. A
que estaba perdido” (Lucas, 19:1-10).48 continuación apunta que Dios escogió al apóstol Pe-
dro para que le “edifique Yglesia” y a Zaqueo para
A partir de estos versículos, De Florencia compa- que le “dedique Casa”. Para fundamentar la primera
ra a Zaqueo con el padre Pedro: afirmación recurre a la historia de la Casa de Lore-
to, en particular al libro del jesuita poblano Juan de
48 “Hodie in domo tva oportet me manere. Hodie huic domui salus â
Deo facta est. Lucae 19.” Las cursivas son mías. 49 F. de Florencia, op. cit., f. 1v.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


Burgos,50 en el que explica cómo Pedro fue elegido Nuestra Señora de Loreto,54 58 tomos de “Historias
por Dios para edificar la primera iglesia en la Santa de Nuestra Señora de Loreto del padre Juan de Burgos”
Casa de Nazaret, identificada posteriormente como y “Una lámina que se abrió en Madrid, de Nuestra Seño-
la Casa de Loreto. Así, De Florencia integra a su dis- ra de Loreto”. A Puebla envío 17 tomos de “Historias de
curso la réplica de la Santa Casa, que dos años antes Nuestra Señora de Loreto del padre Juan de Burgos” y 22
se había erigido junto al templo: tomos de la Historia de Nuestra Señora de Loreto.55
En este viaje también conoció a los jóvenes je-
[…] esta Santa Casa, trasladada por ministerio de los suitas Juan Bautista Zappa y Juan María de Sal-
Ángeles de Palestina a Italia, se llama oy la Santa Casa vatierra, quienes más tarde llegarían a territorio
de Loreto, de que se copió el trasunto, q está en aque- novohispano. Tradicionalmente se ha adjudicado a
lla Capilla, y oy se dedica, y que observadas las medi- estos dos italianos la difusión de la devoción laure-
das de su proporción, y tamaño, salió tan parecida a tana; sin embargo, no hay que olvidar el impulso
su original, que a quien ha estado en ella le baña de que los padres Burgos y De Florencia dieron a este
ternura los ojos, y de sentimiento el alma la viva me- culto.56 Finalmente, en 1689 el predicador publicó
moria de aquel Santuario.51 otra historia de la Casa de Loreto, titulada La casa
peregrina…57
A lo largo del sermón hace numerosas referen- En el sermón, la figura de la Santísima Madre de
cias a la Casa de Loreto y llega a afirmar que la de- Jesús es equiparada con la “Religiosa Madre” del be-
dicación del templo debió realizarse el día anterior, nefactor —es decir, con doña Isabel Picazo de Hinojo-
8 de septiembre, en que se celebraba la natividad de sa—, mientras que las traslaciones de la Casa de Loreto
la Virgen y la fiesta de Loreto. Como ya se comentó, son utilizadas para abordar la “traslación” del patronato
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la Santa Casa no estaba contemplada en el proyec- que el padre Pedro hizo a su madre y hermanos: “O!
to arquitectónico original, por lo que el padre Pedro traslaciones ambas, la del patronato de aquella casa,
debió dar su consentimiento para erigirla, convir- que haze Jesus en su Madre, y la que haze del Patro-
tiéndose en su ferviente devoto. nato de este templo en su Madre vno de la Compañía
Por otra parte, De Florencia conocía bien el cul- […]”. Debido a esta “traslación”, el sermón estuvo dedi-
to lauretano, pues como procurador de provincia cado al sargento mayor capitán don Francisco Anto-
había visitado la Casa Loreto en Italia y celebra- nio de Medina Picazo,58 patrón del templo:
do ahí “dos vezes Missa con no poca confusión, y
54 Las estampas serían repartidas de la siguiente manera: 400
ternura”.52 Durante su estancia en Europa se im-
para el padre Burgos y 200 “para repartir en la provincia.” F.
primió el libro del padre Burgos, y desde Sevilla y Zambrano y J. Gutiérrez Casillas, op. cit., t. vi, p. 735.
Cádiz envió a Nueva España 103 tomos de la “Histo- 55 Ibidem, pp. 717-728.
56 Sara Gabriela Baz Sánchez, Mónica Martí Cotarelo y Verónica
ria de Nuestra Señora de Loreto”,53 600 estampas de
Zaragoza, “Un cielo en miniatura”, en Museo Nacional del Virrei-
nato. Esplendor…, op. cit.
50 Juan de Burgos, Discursos historiales panegyricos de las glorias 57 F. de Florencia, La casa peregrina, solar ilustre, en qve nacio la
de la Serenissima Reyna de los angeles en sv sagrada Casa de Lore- Reyna de los Ángeles, albergue soberano, en que se hospedo el Rey
to…, Madrid, Joseph Fernandez de Buendia, 1671. Eterno hecho hombre en tiempo, Imprenta de Antuerpia de los
51 Ibidem, f. 5. Herederos de la Viuda de Bernardo Calderón, 1689.
52 F. de Florencia, op. cit., f. 5v. 58 Don Francisco Antonio de Medina Picazo “nació en México,
53 Acaso se refiere a la obra de Orazio Torsellino titulada Historia lau- hacia 1645; a la sazón había alcanzado el grado de Capitán y Sar-
retana en que se cuentan las translaciones, milagros, y sucessos de la santa gento Mayor del Batallón de esa ciudad; ocupaba en propiedad
Casa de N. Señora de Loreto, Madrid, Casa de P. Madrigal, 1636. el cargo de Tesorero de la Casa de Moneda de Nueva España; fue

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Pero el que labró este templo, quando había de tomar letras circulares para que en toda la Compañía vniver-
possession del en la ceremonia santa de la antorcha sal digan todos los Sacerdotes de ella tres Missas por lo
encendida que ha ofrecido oy este Religioso Colegio menos, y los que no son Sacerdotes tres Rosarios por
en reconocimiento del patronato la ha cedido en su el Patron, o Patronos de el; y luego que fallezcan (Dios
hermano mayor [Francisco Antonio de Medina Pica- les de mucha vida.) otras tres Missas, y tres Rosarios,
zo] por cuya mano hace cession, y traslación de todo conque multiplicando las seis Missas, por 100 Sacer-
el derecho, que tiene en su ilustre Madre.59 dotes, que por lo menos ai en 40 Provincias, que tiene
la Compañía, y por cinco mil Hermanos le caben
Florencia explica que lo que el padre Pedro “ce- sesenta mil Missas, y treinta mil Rosarios. Fuera de
día y trasladaba” a su familia era un “cúmulo de bie- esto, cada semana, dizen los de el Colegio una Missa,
nes espirituales”; es decir, “las Missas, los sufragios, otra cada mes y otra cada año por el, que todas suman
y oraciones que se han de hazer, y dezir, cada año, y seiscientas y cinquenta Missas, y dos mil y seiscientos
todos los años en este templo, y el valor casi immen- Rosarios, perpetuamente.62
so de todas ellas: pues de todas, y en todas ha de te-
ner su Señoreaje el Patrón”.60 La Compañía de Jesús Florencia no se equivocaba, pues cuatro meses
—apunta— distinguía después, el 2 de enero de 1683, el nuevo general
Carlos de Noyelle escribió al padre Pedro que,
[…] tres géneros de bienhechores [los] que le hacen al-
gún bien, aunque sea pequeño [los] insignes Benefac- […] saviendo tan bien como se ha acavado ya essa Iglesia
tores [que eran] los que le han hecho algún beneficio […] he juzgado que no se devía dilatar nuestra demos-
más relevante [y] otros, que no siendo Fundadores de tración y reconocimiento a tan insignes Bienhechores,
| 147
alguna Casa, o Colegio, se han socorrido con lo que y assí he ordenado que en toda la Compañía cada Padre
basta, o excede a una fundación; y a estos los estima, les diga tres missas y cada hermano tres coronas63 que
y reputa la Compañía por Fundadores en quanto a los es lo mismo que se haze con los fundadores.64
sufragios, que por ellos se haze.61
De este modo seguía las disposiciones de las
A este último pertenecía el padre Pedro y su fa- Constituciones sobre “la memoria de los fundadores
milia, por haber “costeado, y ayudado a costear este y bienhechores de los Colegios”.65 Asimismo, No-
templo, en que ha empleado mucho más de lo que es
menester para la fundación de un Colegio”. Y añade:
62 Idem.
63 “Corona. Se llama también el rosario de siete dieces, que se
Conque luego que llegue a Roma a N. P. General la no- reza a la Virgen Santíssima Nuestra Señora.” Real Academia Es-
pañola, Diccionario de autoridades, t. ii, 1729, recuperado de:
ticia de su erección: embiara su Paternidad M. R. sus
<http://web.frl.es/DA.html>.
64 arsi, Mex. 03, f. 188.

Alcalde ordinario y Diputado de la Archicofradía de la Veracruz 65 “Luego en siendo entregado algún Colegio a la Compañía,
y de la del Santísimo Sacramento, con que se demostraba su el Prepósito General avise a todas partes della universalmen-
hidalguía”, Guillermo Lohmann Villena, Los americanos en las te, para que cada Sacerdote diga 3 Misas por el fundador vivien-
órdenes nobiliarias, t. i, Madrid, Consejo Superior de Investigacio- te y bienhechores, para que Dios nuestro Señor, teniéndolos de
nes Científicas (Biblioteca de Historia de América), 1993, p. 255. su mano, los augmente en su servicio; y después que los llevare
59 F. de Florencia, Sermón…, op. cit., ff. 11r-11v. desta vida a la otra, en sabiéndolo el Prepósito General advier-
60 Ibidem, f. 12v. ta a los mesmos para que digan 3 otras Missas por su ánima.”
61 Ibidem, f. 13. “Constituciones”, op. cit., p. 532.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


yelle informaba que había recibido la “planta y dis- de sabiduría promedio, con alguna experiencia, de
seno” del templo y había “aplicado 10 missas y 30 complexión sanguínea y de talento para servir en
coronas” por el alma de su difunta hermana, doña las misiones.70 Ese año fue enviado al Seminario de
Josefa de Medina Picazo.66 Indios de San Gregorio, en la Ciudad de México,71
El general también ordenó que el padre Pedro donde volvió a coincidir con el padre Zappa, que
no fuera a las islas Marianas y se quedara en la Pro- era el rector. Durante los años que vivió allí “se apli-
vincia Mexicana, “pues cesaron los motivos que le có a aprender la lengua Mexicana para haserze yns-
obligaron a pedir el passar a las Marianas, ni su sa- trumento apto de la salvación de las almas de los
lud es para aquella Missión”;67 sin embargo, daba su pobres yndios, que fueron siempre el blanco de
autorización para que los cursos de Artes y Teología su cariño, o por mejor desir el centro de su selo y
que había estudiado antes de ingresar a la Compa- caridad”,72 y se desempeñó como operario de len-
ñía fueran aceptados en su currículum, a fin de ob- guas indígenas.
tener la profesión de cuatro votos: El 2 de febrero de 1689 hizo la profesión solem-
ne de cuatro votos, y hacia 1693 regresó a Tepotzotlán
Digo que sí que con mucho gusto se lo concedo y que como operario de lenguas indígenas y prefecto de la
olgaré que tenga la aprobación necesaria para la Pro- Congregación de Loreto,73 fundada por el padre Giu-
fession de 4 votos: y sino se le dará la de 3 votos como seppe Stassi en 1684.
se la avía ofrecido Nuestro Padre Oliva. Y advierto que se Stassi era un jesuita originario de la provincia de
atenderá también el título de la Lengua Otomí que Sicilia que llegó a Nueva España con Francesco Ma-
dize Vuestra Reverencia aprende en Tepozotlán por- ria Piccolo y Orazio Pollisi en febrero de ese año.74
que deseamos que se le haga toda la gracia possible.68 Un mes después fue enviado a Tepotzotlán como
148 |
operario de indios y para enseñar gramática.75
Para 1683, el padre Pedro llevaba nueve años en El 13 de junio escribió una carta al general Noye-
la Compañía y sólo tenía los votos del bienio. No lle donde narraba su viaje y le informaba de sus acti-
obstante, debido a su magnificencia sus superiores vidades con los indios de Tepotzotlán, entre éstas la
propusieron que tomara la profesión de cuatro vo- fundación de una congregación en el Seminario de
tos, o por lo menos la de tres votos, aunque esta últi- San Martín.
ma se hacía “raras veces y por causas particulares de Noyelle respondió lo siguiente:
momento”,69 por lo que estaban reuniendo los requi-
sitos para realizarla. Dize Vuestra Reverencia que va fundando una Con-
gregación de Españoles y Indios Caziques en la Ca-
Otras obras pilla de ese Seminario, y pide la agregación a esta
primaria de Roma. Con mucho gusto embiara yo
En 1684, el padre Pedro tenía 31 años y era calificado con esta Carta la patente de Agregación, si Vuestra
por sus superiores como de ingenio y juicio bueno,
70 arsi, Mex. 05, fol. 352v.
66 arsi, Mex. 03, f. 188. 71 Ibidem, f. 330.
67 Desconocemos cuáles fueron los motivos que el padre Pedro 72 “Carta edificante…”, op. cit., f. 202.
dio para esta solicitud, pues la correspondencia se perdió. 73 arsi, Mex. 06, f. 53.
68 arsi, Mex. 03, ff. 196v-197. 74 Ibidem, Mex. 05, f. 372v.
69 E. Olivares, op. cit. 75 Ibidem, f. 331.

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Reverencia nos hubiera avisado qué titulo o advo- devoción era la Santa Casa como el centro de sus deli-
cación ha de tener: porque siempre se toma por ti- cias y la fiesta de la Natividad de Nuestra Señora su ti-
tular un Misterio de Nuestra Señora. Digo pues que tular era, el deshaogo de su devoción hacíala con toda
desde luego por medio desta Carta doy a essa fun- aquella solemnidad que permite la cortedad de aquel
dación por agregada a esta Romana y le comunico Pueblo, y para hazerla mas plausible determinó su in-
sus gracias y privilegios: y Vuestra Reverencia con genioso zelo en dicha festividad saliessen huérfanas
la primera ocasión me avise del misterio o fiesta de algunas pobresitas indias consignándoles dote propor-
Nuestra Señora que ubiesen elegido por Advocación sionado a su calidad para que por este medio pudies-
para que se les embie dicha patente en la forma que sen a su tiempo más fácilmente tomar el estado del
se suele.76 santo matrimonio.79

Dicha congregación recibió el nombre de Nues- Cuando Juan Bautista Zappa erigió la Casa de
tra Señora de Loreto, según el acta de fundación Loreto, estableció
firmada por el general Tirso González en 1688, y es-
taba integrada por “jesuitas y seculares españoles, y […] que los Domingos se rezasse devotamente el Ro-
indios”.77 sario, que siempre coronaba con el canto de las Leta-
Como prefecto de la congregación, el padre Pe- nias Lauretanas; a estas seguía una fervorosa Platica
dro siguió impulsando la devoción a la Casa de con algún exemplo moral, que sirviesse para alentar
Loreto en Tepotzotlán y sus alrededores, ya que a los presentes a la devoción de Maria, y a mejorarles
predicaba en sus costumbres.80

| 149
[…] todos los Domingos del Mes. Parte del sermón en Así, el padre Pedro continuó con estas devotas
lengua castellana; y parte en Mexicana, para vien y prácticas:
provecho espiritual del auditorio, que se componía
no solamente de Españoles vecinos de el Pueblo; sino […] todos los sávados cantaba en ella su missa y con
también de Yndios, e yndias naturales o sircumbesi- frequencia hacía breves pláticas en que exortaba a
nos de tepotzotlan.78 el Pueblo a el amor y devossión de la gran Señora,
a que se allega que apenas havía huésped o pasage-
También dotó a la Santa Casa de diversos objetos ro a quien luego no llevase por sí mismo con grandes
para su uso y servicio, promoviendo su culto y feste- muestras de su tierno afecto a venerar la Santa Cas-
jando el 8 de septiembre la fiesta principal, así como sa y a enseñarles una por una las alajas de su ador-
proporcionando dote a indígenas huérfanas: no y culto.81

Todo el tiempo que su Reverencia vivió en Tepotzo- A su labor como operario de indios y prefecto de
tlán se esmeró en alajar la Capilla de Nuestra Señora la congregación lauretana se sumó, hacia 1708, el
de Loreto y en promover continuamente sus cultos, y nombramiento de rector del Seminario de San Mar-

76 Ibidem, Mex. 03, ff. 248v-249.


77 Archivo Nacional de Chile (anc), fondo Jesuitas América, vol. 79 Ibidem, f. 202v.
279, ff. 106v-107v. 80 M. Venegas, op. cit., f. 80.
78 “Carta edificante…”, op. cit., f. 202. 81 “Carta edificante…”, op. cit., f. 202v.

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


tín.82 El general Miguel Ángel Tamburini lo nombró nuestras atenciones y afectos como tan beneméri-
rector perpetuo, ta de la Compañía […] se hiso el oficio sepulcral con
toda aquella pompa y magnificencia que cave y es
[…] dispensando las communes leyes y estilos de nues- posible.84
tro instituto […] y es que savía su Paternidad mui vien,
que no podía mostrar mejor que de essa suerte su La familia Medina Picazo, “notable por su pie-
agradecimiento y el de toda la Compañía de Jesús dad, su devoción y su munificencia”, costeó diver-
para con su hijo el Padre Pedro nuestro insigne viene- sas obras arquitectónicas a finales del siglo xvii,85
chor que con loable generosidad avia aplicado su legí- entre las que destaca el templo de San Francisco
tima como ia arriba ynsinué para la bella fábrica de la Javier.
Yglesia de Nuestro Noviciado.83 Por su parte, la Compañía de Jesús reconoció al
padre Pedro por las “virtudes que exersitó en su lar-
Como se señala en la carta, el nombramiento de ga y religiosa vida” y lo calificó “insigne benefactor
“perpetuo” era una distinción que le daba la Com- desta Provincia de Nueva España” por el patrocinio
pañía pues sólo el cargo de padre general era vi- ya señalado, por su apoyo para la edificación de la
talicio, mientras que el de rector era por “tiempo Casa de Loreto de Tepotzotlán y por su labor con los
determinado”. indígenas.
Sin embargo, hacia 1718 fue enviado al Colegio Veintisiete años después de su muerte, el padre
de San Andrés por una enfermedad que lo aquejaba Pedro Reales inició la remodelación del templo: se
y donde vivió los últimos ocho años de su vida. Se- erigieron nuevos retablos de madera tallada y do-
gún la carta, estando enfermo y en cama procuraba rada, se pintaron los muros con diversa ornamen-
150 |
“rezar a choros el Rosario después la letanía Laure- tación, se pusieron pinturas de gran formato y se
tana con el Mozo y Muchacho que le asistían cau- construyó una nueva fachada y torre.
sando ternura, y sacando las lágrimas a los ojos con Todas estas modificaciones cambiaron de mane-
oírselo rezar a los Padres y Hermanos de este Cole- ra definitiva la imagen del templo; sin embargo, la
gio.” Finalmente, murió el 7 de mayo de 1726 a las orden no olvidó el mecenazgo de la familia Medi-
seis de la mañana. na Picazo, pues sus descendientes fueron invitados
Cuando su pariente don Ventura de Medina Pica- a las celebraciones del santo tutelar,86 “el Apostol de
zo supo la noticia de su deceso, solicitó al viceprovin- las Yndias San Francisco Xavier”, en el siglo xviii, ya
cial Joseph de Arjo que el cuerpo fuera trasladado a la que el padre Pedro también se había encargado de
Casa Profesa para disponer “con toda pompa y solem- dotar su fiesta anual.87
nidad el entierro”. El superior de la Provincia Mexica-
na escuchó su petición y

84 Ibidem, f. 203v.
[…] se executó todo a medida de el deseo de la no-
85 G. Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Javier…”, op.
ble parentela del Padre Pedro de Medina acredora de
cit.
86 Javier Cuesta Hernández, “Lo que dejaron atrás los expulsos:
edificios de Tepotzotlán en 1767. Temas y problemas”, en Jesui-
82 arsi, Mex. 06, f. 168. tas. Su expresión mística y profana en la Nueva España, México,
83 “Carta edificante…”, op. cit., ff. 202v-203. Las cursivas son Gobierno del Estado de México/inah, 2011, pp. 378-379.
mías. 87 “Carta edificante…”, op. cit., f. 204r.

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Apéndice* mismo, que fue ympuesto la ves primera alla en la primi-
tiva Compañía de Jesús a el Prinsipe de los Apostoles,
[202r] quando le escoxió Nuestro Divino Salvador, para Piedra
Mi Padre Rector Pedro de Ocampo fundamental de toda la Iglesia. Corridos loablemente los
[Al margen] años de la niñés, y Jubentud hasta los 21 de edad ha-
biendo estudiado en los Patios de nuestro Collegio Maxi-
Passe en la mejor forma, que se pudiere a las Missiones mo de San Pedro y San Pablo, el curso de Artes, y des-
[Al margen] pués buena parte de la teología fue llamado de Dios
para entrase en la Compañía como lo hizo con grande
PV& edificación de esta Ciudad de [202v] Mexico abando-
Sup.la la noticia de la Muerte del Padre Pedro de Medi- nando las grandes y seguras esperansas de valer en el
na que ya habrá comunicado a Vuestra Reverencia con Mundo que le dava su sangre y riqueza. Fue resevido
la puntualidad que acostumbra el Padre Nicolás Zamu- en nuestro Noviciado el dia 21 de Julio de 1674 en
dio Ministro de la Casa Profesa y Prefecto dela Congre- donde con facilidad se amoldó a la Vida religiosa, y ob-
gación de la buena muerte: partisipo haora a Vuestra Re- servancia puntual de nuestras Constituciones dije con fa-
verencia esta breve relación de las religiosas virtudes del cilidad porque tenía mucho andado para vivir con edifi-
Padre Pedro Profeso de quatro votos de Nuestra Com- casion dentro de los claustros de la religión el que, hasi
pañía e insigne benefactor desta Provincia de Nueva Es- por su buena crianza; como por su buen natural, apasi-
paña en cuia imperial corte nació de Padres igualmente ble condición avía ya vivido ajustado en el siglo. Pasa-
nobles y ricos y lo que principal es notoriamente piado- dos los dos años de Noviciado meresio con su edificati-
sos, y exemplares por sus muchas christianas virtudes: vo proceder le diesen los Votos Vienios con gran consuelo
| 151
Llamose el Señor Su Padre Don Juan Basquez de Medi- de espíritu, perficionose después en los Estudios, y orde-
na, y la Señora Su Madre Doña Ysabel de Picazo. Na- nado ya de sacerdote fue señalado a el Collegio Semi-
ció pues el día 29 de Junio el año de 1653: sircunstan- nario de San Gregorio en donde se aplicó a aprender
cias en que parece le vinculó el sielo lograse tres la lengua Mexicana para haserze ynstrumento apto de
felicidades: la primera renazer en las aguas santas del la salvación de las almas de los pobres yndios, que fue-
Baptismo, con el nombre sagrado de Pedro la segunda ron siempre el blanco de su cariño, o por mejor desir el
a la sombra de ese nombre, y soberano patrocinio con- centro de su selo y caridad, como lo dio a conocer por
sevir a su tiempo alientos de Espíritu, para consagrarse muchos años en el Collegio de Tepotzotlan, a que paso
como viva piedra a el mistico edificio de la Religión: la su Reverencia de orden de la Obediensia: aquí tubo a
tercera determinar con generosa resolución aplicar su su cargo la Congregación de Nuestra Señora predican-
grueso patrimonio a fin de que se labrase la grande, y do todos los Domingos del Mes. Parte del sermón en len-
hermosa Yglezia, que oi gosa Nuestro Noviciado de Te- gua castellana; y parte en Mexicana, para vien y prove-
potzotlan; ni podía ser menos, pues de otra suerte no hu- cho espiritual del auditorio, que se componía no
biera Correspondido dignamente el Padre Pedro a las solamente de Españoles vecinos de el Pueblo; sino tam-
altas obligaciones de su nombre que tenía siendo, el bién de Yndios, e yndias naturales o sircumbesinos de te-
potzotlan. Tarea gloriosa que continuo gustoso el Padre
* Localizado en el Archivo Histórico de la Provincia Mexicana de
Pedro por la cordial devoción que tubo siempre a
la Compañía de Jesús, este documento profundiza en la vida y
obra del jesuita Pedro de Medina Picazo, así como contextualiza Nuestra Señora acen después que paso a ser Rector de
el templo que patrocinó. el Collegio Seminario de San Martín. En donde vivió de

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


superior como 18 años que le concedió Nuestra Seño- purgatorio en la enfermedad de continuos ynsultos para
ra con buena salud. La qual procurava emplear en ade- llevárselo a descansar como de su Misericordia espera-
lantar el número de los Colegiales de dicho Seminario, mos a el cavo de dicho número de años que vivió de en-
ocupación en que se hallaba el Padre Pedro con tan ex- fermo en este Collegio de San Andrés a 6 de Mayo a
traordinario consuelo y alegría, que notisioso Nuestro las 8 de la noche le acometió o repitió la última vez tan
Padre General de ello, acordó dispensando las commu- finamente el insulto [203v] que casi desde luego lo puso
nes leyes y estilos de nuestro instituto de embiarle paten- en agonías de muerte; aunque es verdad que a fuerza
te de perpetuo Rector del Collegio de [203r] San Mar- de dilixencias y medicamentos ordenados de los Medi-
tin, y es que savía su Paternidad mui vien, que no podía cos volvió en si de suerte que dos vezes pidió la absolu-
mostrar mejor que de essa suerte su agradecimiento y el sión; y se le consedieron muchas, assi mesmo se le con-
de toda la Compañía de Jesús para con su hijo el Padre firió el Santo Sacramento de la extremaunción con la
Pedro nuestro insigne vienechor que con loable genero- asistencia de toda la comunidad y con la misma se le
sidad avia aplicado su legítima como ia arriba ynsinué dixo la recomendasion del Alma que entregó a su cria-
para la bella fábrica de la Yglesia de Nuestro Novicia- dor como a las 6 de la mañana del dia 7 de Mayo. Mu-
do. No son de pasar en silencio las singulares demostra- rió el Padre Pedro de edad de 73 años, de religión 52.
ciones de regosijo con que resivió y celebró dicha pa- de Profesion 37 luego que el Señor Licenciado don Ben-
tente el buen Padre Pedro. Todo el tiempo que su tura de Medina su Hermano tuvo la noticia de su falleci-
Reverencia vivió en Tepotzotlán se esmeró en alajar la miento embió a uno de los señores sus sobrinos a la Cas-
Capilla de Nuestra Señora de Loreto y en promover con- sa Profesa a rogarle instantemente a el Padre Joseph de
tinuamente sus cultos, y devoción era la Santa Casa Aijo Prepósito de ella que como vice Provincial tuviese
como el centro de sus delicias y la fiesta de la Natividad avien o diesse su grata licencia para que en el silencio
152 |
de Nuestra Señora su titular era, el deshaogo de su de- de la noche immediata se passara el cuerpo difunto a la
voción hacíala con toda aquella solemnidad que permi- misma Cassa Professa en donde. Como tan capas assi
te la cortedad de aquel Pueblo, y para hazerla mas en su Sacristia, como en su Yglesia se pudiera disponer
plausible determinó su ingenioso zelo en dicha festivi- con toda pompa y solemnidad el entierro. Condesendió
dad saliessen huérfanas algunas pobresitas indias con- a estos ruegos el Padre Vice Provincial y se executó todo
signándoles dote proporsionado a su calidad para que a medida de el deseo de la noble parentela del Padre
por este medio pudiessen a su tiempo más fácilmente to- Pedro de Medina acredora de nuestras atenciones y
mar el estado del santo matrimonio. Volviendo haora afectos como tan benemérita de la Compañía. hizo el
como de nuevo a la materia dulcícima de su cordial de- entierro con la gravedad de ceremonias que acostum-
voción para con Nuestra Señora de Loreto y su Santa bra la mui Ilustre y Sagrada Comunidad de Nuestro Pa-
Cassa. Digo que todos los sávados cantaba en ella su dre Santo Domingo, tomó la Capa para oficios el Muy
missa y con frequencia hacía breves pláticas en que Reverendo Padre Fray Francisco Xavier de Sousa, Prior
exortaba a el Pueblo a el amor y devossión de la gran actual del Real convento y ex Provincial de su Santa Pro-
Señora, a que se allega que apenas havía huésped o vincia asistieron las demás Comunidades de Religiones
pasagero a quien luego no llevase por sí mismo con a responso y entierro, así mismo asistió la flor de la Ca-
grandes muestras de su tierno afecto a venerar la Santa vallería de esta Corte Mexicana en fin se hiso el oficio
Cassa y a enseñarles una por una las alajas de su ador- sepulcral con toda aquella pompa y magnificencia que
no y culto parese que la soberana Virgen María quiso cave y es posible; y aunque es Verdad que las religiosas
premiar a su Siervo y Capellán dándole casi 8 años de [204r] virtudes del Padre Pedro de Medina principal-

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mente su profundísima humildad que fue notoria a los su- cha devoción para con el santo el haverle elexido por ti-
jetos de la Provincia, y la ternísima devosión con la siem- tular de la Yglesia que su Reverencia hizo en el Collegio
pre Virgen María Nuestra Señora fue tal de manera de tepotzotlan dotándole assi mismo liberalmente su
arraigada en su piadoso Corazón que hasta los últimos anual fiesta. Vuelvo a desir que aunque me persuado
días de su vida procurava desde la cama rezar a cho- por esta y otras virtudes que exersitó en su larga y religio-
ros el Rosario después la letanía Lauretana con el Mozo sa vida que se fue a gossar del premio preparado para
y Muchacho que le asistían causando ternura, y sacan- los escoxidos de Dios. No obstante ruego a Vuestra Re-
do las lágrimas a los ojos con oírselo rezar a los Padres verencia y a su Santa Comunidad le tenga mui presen-
y Hermanos de este Colegio. Por último no es de omitir te, en sus orasiones y a mi también en sus santos sacrifi-
el singular afecto que siempre tubo el Padre Pedro a el cios Mexico y Maio 23 de 1726 años.
Apostol de las Yndias San Francisco Xavier solo con Muis siervo de Vuestra Reverencia
mentárselo se enternesía prueba manifiesta fue de su mu- Pedro Zorilla [rúbrica]

| 153

Pedro de Medina Picazo, insigne benefactor


RicaRdo URiel Peza alvaRado*

Etapas constructivas del templo


de San Francisco Javier de
Tepotzotlán (1670-1764)
Fecha de recepción: 9 de abril de 2018.
Fecha de aceptación: 27 de agosto de 2018.

La construcción del templo de San Francisco Javier, perteneciente al Colegio Jesuita de Tepotzotlán, se llevó a cabo des-
de 1670 y se concluyó a expensas del patronazgo de Pedro de Medina Picazo y su madre, Isabel Picazo Hinojosa, a par-
tir de 1679 y hasta 1682, año en que fue dedicado. Renovado a lo largo del siglo xviii, el templo ha tenido diversas etapas
constructivas y ornamentales. A la luz de nuevas evidencias obtenidas in situ y a un minucioso análisis comparativo a ni-
vel documental, ha sido posible comprender de mejor forma la historia de este complejo jesuita.
Palabras clave: Tepotzotlán, intervención, templo/iglesia, arquitectura, historia.

The construction of the church of San Francisco Javier, part of the former Jesuit school of Tepotzotlán, began in 1670
and was concluded with the support of Pedro de Medina Picazo and his mother, Isabel Picazo Hinojosa from 1679 to its
dedication in 1682. Renovated throughout the eighteenth century, this church underwent diverse construction and or-
namental stages. Recent evidence obtained in situ and a thorough comparative analysis of documents shed light on the
history of this Jesuit complex.
Keywords: Tepotzotlán, restoration, church, architecture, history, Jesuit, colegio.
154 |

A
partir de los hallazgos efectuados durante los trabajos de restauración del
camarín de la Virgen de Loreto en 2016, este artículo revisa y replantea las
etapas constructivas del templo de San Francisco Javier de Tepotzotlán. Si
bien diversos investigadores se han dado a la tarea de estudiar el proceso
constructivo del templo basados en fuentes bibliográficas y documentales
—lo cual ha servido como pauta para este trabajo—, a partir de las diversas observaciones rea-
lizadas in situ a lo largo de varios años, y principalmente a través de la información obtenida
en dicha restauración, ha sido posible identificar cuando menos cuatro etapas constructivas
y ornamentales que dan cuenta de la transformación del templo desde su proyecto original,
cuya construcción se inició en 1670, los cambios llevados a cabo para su dedicación en 1682 y el
proceso de renovación, que concluyó en 1762. Esta información se ha vertido de modo gráfico
en planos que permiten apreciar la evolución del templo en un periodo de 80 años.
La construcción del templo de San Francisco Javier fue una de las facetas del largo pro-
ceso constructivo del colegio, que abarcó un periodo que parte desde sus modestos orí-
genes, a finales de 1580, hasta las últimas obras ejecutadas alrededor de 1764; es decir, el
complejo arquitectónico fue construido paulatinamente durante 180 años (tabla 1).

* Director de Disar. Arquitectura y Diseño.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Tabla 1
Año Evento
1580 Se establece la residencia de lenguas en Tepotzotlán.1
1583-1591 Se efectúan las donaciones de los terrenos y de dos heridos de molino2 por los principales del pueblo
de Tepotzotlán, encabezados por don Martín Maldonado.3
1592 Se construye el molino en la huerta, que sirvió de sustento de los seminarios de Humanidades y de San Martín.4
1594 La residencia de Tepotzotlán se convierte en colegio.5
1600-1602 Se mejora y repara el templo parroquial de San Pedro.6
1604 Fallece Pedro Ruiz de Ahumada y en su testamento estipula una cláusula de fundación para una casa de pro-
bación o noviciado de la Compañía de Jesús.7
1620 La iglesia parroquial se “[…] fortificó, con lo que quedó como uno de los más hermosos que hay en la comar-
ca, y adornado de tan ricos y hermosos retablos en el altar mayor y en sus colaterales”.8
Ca. 1650 Se concluye la hospedería para los padres viajeros y se da comienzo a la construcción del refectorio.9
1670 Se coloca la primera piedra del templo de San Francisco Javier.10
1679-1680 Se construye y se dedica la Casa de Loreto.11
1681 Se construye el primer retablo mayor del templo de San Francisco Javier.12
1682 Se dedica el templo de San Francisco Javier.
Ca. 1699 Se construye la capilla de la huerta.13
Ca. 1708 Se construye el nuevo claustro del noviciado.14
Ca. 1727-1733 Se construye el camarín de la Virgen de Loreto.15
1738 Se dedica el relicario de San José.
1751-1755 Se construye “el departamento de Juniores con su sala de recreos, la nueva hospedería y la biblioteca”,16 ade-
más del mirador.17 | 155
1754-1758 Se construyen y se colocan los retablos del templo de San Francisco Javier.18
1757-1763 Se construye el “[…] cancel de la puerta que mira al sur, la caja del órgano”,19 y además “[…] se embigó y
adorno la sacristía con cajones nuevos y 11 lienzos, con sus marcos”.20
1759 Se da referencia de una tercera dedicación de la capilla de Loreto el 26 de diciembre, posiblemente debido a
la colocación de los retablos del camarín.21
1760-1762 Se construyen la fachada y la torre, “una y otra de cantería labrada”.22

1 Félix Zubillaga, Monumenta mexicana (1590-1592), t. iv, Roma, 9 Gerard Decorme, La obra de los jesuitas mexicanos durante la
Institutum Historicum Societatis Iesu, 1971, p. 50. época colonial, 1572-1767, t. i: Fundaciones y obras, México, Anti-
2 El herido de molino es la cantidad de agua necesaria para el gua Librería Robredo de José Porrúa e Hijos, 1941, p. 94.
funcionamiento de un molino y no necesariamente hace refe- 10 Concepción Peza Puga, Tepotzotlán: historia, arte y leyenda, Mé-
rencia al inmueble como tal. xico, Porrúa, 1978, p.107.
3 F. Zubillaga, op. cit., p. 661; Francisco Javier Alegre, S. J., Historia 11 Rafael Heliodoro Valle, El convento de Tepotzotlán, México, ed.
de la provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, Ernest J. facs. de la de 1924 preparada por Mario Colín, 1975, p. 57.
Burrus, S.J., y Félix Zubillaga, S.J. (nueva ed.), t. i, Roma, Instititum 12 Guillermo Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Ja-
Historicum S. J., 1954, p. 297. vier de Tepotzotlán: eco de la vida artística de la Ciudad de Mé-
4 F. Zubillaga, op. cit., p. 175. xico en los siglos xvii y xviii”, Cuadernos de Arquitectura Virreinal,
5 F. J. Alegre, op.cit., p. 544. núm. 9, 1990, pp. 35-36.
6 F. Zubillaga, op.cit., t. vii, p. 630. 13 Se acabó el 19 de septiembre de 1699, según se lee en la placa
7 F. J. Alegre, op.cit., p. 122. conmemorativa ubicada en el respaldo de la capilla.
8 Andrés Pérez de Ribas, Crónica y historia religiosa de la provincia 14 Gracias al donativo de Caballero y Ocio; sin embargo, se desco-
de la Compañía de Jesús de México en la Nueva España, t. i: Fun- noce la fecha exacta, a excepción de 1708, que se encuentra en la
daciones y obras, México, Imprenta del Sagrado Corazón de Je- pila del claustro “de los naranjos”. Cfr. Pablo C. de Gante, Tepotzo-
sús, 1898, p. 170. tlán. Su historia y sus secretos artísticos, México, Porrúa, 1958, p. 67.

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


La iglesia parroquial y la donación anuales, que serían el sustento del seminario de hu-
de casas y tierras manidades y el de San Martín.27
Entre 1600 y 1602 los padres del colegio infor-
En 1580 se estableció la residencia de lenguas de Te- maron que el templo parroquial28 “[…] se ha mejo-
potzotlán en la casa y la iglesia que estaba destinada rado y reparado. Adornóse con un hermoso retablo,
para el cura;23 es decir, los jesuitas iniciaron sus ac- al olio, que de alto abajo cubre el testero de la capi-
tividades espirituales en el templo que ya existía en lla mayor y toda la iglesia, que es de bóveda, se en-
el pueblo, el cual mejoraron y repararon en diver- lució y pintó costosa y galanamente”.29
sas ocasiones. En 1618 se expidió un mandato para que el cu-
En 1582 el gobernador indígena Martin de Mal- rato de Tepotzotlán quedara a cargo de la Compañía
donado, en concierto con los alcaldes y principa- de Jesús.30 Por esta razón, en 1620 la iglesia parro-
les del pueblo, hicieron la primera donación “a los quial se “[…] fortificó, con lo que quedó como uno
padres y hermanos de la Compañía de Jesús de la de los más hermosos que hay en la comarca, y ador-
cassa y güerta questá junto a la yglessia deste dicho nado de tan ricos y hermosos retablos en el altar
pueblo para que la tengan en propiedad y como cos- mayor y en sus colaterales”.31 Es decir, antes de la
sa suya”.24 Al año siguiente Maldonado efectuó otra construcción del templo de San Francisco Javier, los
donación de “unas casas vecinas a la iglesia y plaza jesuitas de Tepotzotlán utilizaron y renovaron la pa-
del pueblo, y se añadieron algunos otros cortos re- rroquia del pueblo al menos en un par de ocasiones.
tazos de tierra”25 con la finalidad de dotar la funda- Asimismo, gracias a las donaciones de Maldonado y
ción del seminario de indios de San Martín.26 los principales del pueblo obtuvieron casas y terre-
En 1591 se reunieron una vez más los principa- nos que les permitió construir más tarde el colegio,
156 |
les del pueblo a fin de efectuar otra donación, esta gracias a la fundación de Pedro Ruiz de Ahumada,
vez de una “alamedilla” denominada “Amanalco”, y más adelante, la iglesia de San Francisco Javier.
y de dos heridos de molino, para “perpetuar el es-
tablecimiento de la compañía” en Tepotzotlán. Un Primera etapa (1670-1679): el proyecto original
año después se construyó un molino de cuatro pie-
dras que se planificaba terminar para el 24 de junio, En 1670 comenzó a edificarse el templo del colegio,
el cual por sí solo produciría cerca de 3 000 pesos en el extremo sur de la propiedad que la Compañía
de Jesús había recibido como donativo de la comu-
15 Gracias al patrocinio de Manuel Tomas de la Canal y posible- nidad del pueblo de Tepotzotlán, ocupando un es-
mente con parte del caudal que dejó el doctor José Torres Verga-
ra. Cfr. R. Heliodoro Valle, op. cit., p. 24. pacio que probablemente se utilizaba como patio de
16 G. Decorme, op. cit., p. 94. servicio para la hospedería que había sido construi-
17 Ibidem, p. 430.
18 P. C. de Gante, op. cit., p. 86. Como nota adicional, la pintura
mural que decora la bóveda del presbiterio está firmada en 1755. 25 F. J. Alegre, op. cit., p. 297.
19 Ibidem, p. 191. 26 A. Pérez de Ribas, op. cit., t. i, p. 177.
20 Verónica Zaragoza, “El Colegio y Noviciado de Tepotzotlán en 27 F. Zubillaga, op. cit., p. 175.
1763”, en Jesuitas: su expresión mística y profana en la Nueva España, 28 Se refiere a la iglesia de San Pedro.
México, Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, 2011, p. 404. 29 F. Zubillaga, op. cit., t. vii, p. 630.
21 R. Heliodoro Valle, op. cit., p. 31. 30 F. J. Alegre, op. cit., p. 305.
22 V. Zaragoza, op. cit., p. 405. 31 A. Pérez de Ribas, op. cit., p. 170. Posiblemente se trate de los
23 F. Zubillaga, op. cit., t. iv, p. 50. colaterales localizados hoy en día en el templo de Santa Bárbara
24 Ibidem, p. 661. Tlacatempan. Cfr. Xavier Moyssén, “Pedro A. Prado, Un pintor

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


da en 1650.32 La hospedería fue el comienzo de la por la nave principal, con su crucero, dos capillas la-
expansión del conjunto jesuita hacia el suroeste, ce- terales y un pequeño antecoro, por el cual se tenía
rrando así un patio que posiblemente servía como acceso a la escalera en espiral que conducía al coro
interfaz entre la clausura del noviciado y las activi- y las dos tribunas que se localizaban por encima de
dades externas. Según se asienta en el “Libro de pro- ambas capillas, como se aprecia en la planta hipoté-
tocolo…”, la construcción del templo se inició en tica (figura 1).
En 1679 se celebró un contrato,35 fechado el 17 de
[…] el año de mil seissientos y setenta a veinte y seis agosto, entre el padre Pedro de Medina36 y el arquitec-
de mayo, día segundo de la pasqua de Espíritu Santo to Diego de la Sierra, en el que se obligaba a “maestrear
puso la primera piedra desta iglesia el P. Pedro de Va- la obra” según “la planta que se le entregare”, motivo
lencia Provincial de la Compañía de Jesús, desta pro- por el cual es evidente que los trabajos de seguro se en-
vincia de Nueva España, siendo rector, y Maestro de contraban con cierto grado de avance tras nueve años
Novicios, El P. Ambrosio de Adrada, y Dicha Iglesia se de trabajo y respondiendo a un diseño que no contem-
dedicó a S. Francisco Xavier, y su fábrica corrió por plaba la réplica de la Casa de Loreto.
quenta del P. Antonio Diaz, quien solicito sus limos-
nas. El Señor Virrey Marquez de Manzera a petición Segunda etapa (1679-1682): construcción
del dicho P. Provincial dio licencia para la fundación de de la Santa Casa de Loreto
dicha Iglesia en México a diez días del mes de Ju-
nio de mil seissientos setenta ante D. Joseph de la Según narra Miguel Venegas:
Cerda Moran.33
Puso el Padre Zappa la primera piedra de aquella devotis-
| 157
Es posible que el espacio donde se ubicó el nue- sima casa a ocho de setiembre de mil seiscientos, setenta
vo templo estuviera vacío, por lo que, aunado a que y nueve, dia muy proprio de la santa casa […] en menos
la topografía del terreno presenta un pequeño pro- de un año se fabricó aquella angelical capilla, su sacristía
montorio natural,34 el lugar resultaba idóneo para y el corredor, que por afuera ciñe la santa casa.37
que el nuevo templo destacara visualmente, pese a la
dificultad de tener que nivelar la construcción en el Iniciada poco después de celebrado el contrato re-
extremo este, situación que de cierto modo se aprove- ferido, la construcción de la capilla de la Casa de Lore-
chó para construir la cripta por debajo del presbiterio. to dio pie a la modificación del partido arquitectónico
Si bien no se conoce el nombre del arquitecto del templo, para ceder espacio a la construcción de
que inició los trabajos del templo en 1670, el parti- la réplica de la casa, lo cual queda de manifiesto ante la
do arquitectónico estaba conformado originalmente decisión de sustituir el muro norte de una de las capillas,
con el arco rebajado que soporta el muro superior, así
del siglo xvii”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas,
núm. 40, 1971, p. 45. da de los franciscanos, por lo que para la época en que se cons-
32 G. Decorme, op. cit., p. 94. truyó el colegio ya no existían estructuras prehispánicas visibles.
33 Libro de protocolo del colegio de la Compañía de Jesús, escrito sien- 35 Publicado en G. Tovar de Teresa, Bibliografía novohispana de
do rector y maestro de novicios el Padre Ambrosio de Andrade, Ar- arte. Segunda parte. Impresos mexicanos relativos al arte del siglo
chivo Histórico del inah, 1670. xviii, México, fce, 1988.
34 El conjunto del colegio se ubica en la cima de una loma baja, 36 Pedro de Medina Picazo y su madre Isabel Picazo de Hinojosa.
la cual también fue ocupada por el centro cívico religioso de la 37 Miguel Venegas, Vida y virtudes del V. P. Juan Bautista Zappa
época prehispánica y que probablemente fue arrasado a la llega- de la Compañía de Jesús, Barcelona, Pablo Nadal, 1754, pp. 78-81.

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


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Figura 1. Reconstrucción hipotética del proyecto original del templo en 1670. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

como la bóveda que sirve de entrepiso a la tribuna, lo alterno desde el exterior y que, además, al presen-
cual da cabida a la casa y a sus dos corredores. tar restos de pintura mural similares a lo que se en-
En los trabajos de intervención de 2016 se de- cuentran en otras áreas del patio, es claro que se
tectó un vano tapiado que daba salida al patio de mantuvo en uso hasta la primera reforma que tuvo
servicio por el extremo norte del corredor este de esta capilla en el siglo xviii (figuras 2 y 3).
la réplica de la santa casa, el cual se localizó por Desde el corredor oeste se accedía a la sacristía
detrás del contrafuerte ubicado por el exterior del de la Casa de Loreto,38 ya que para esta época la ca-
muro noreste. El hallazgo permitió inferir que para
esa época la Casa de Loreto disponía de un acceso 38 Hoy en día, este espacio es ocupado por el relicario de san José.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


pilla presentaba una fisonomía distinta a la que se
aprecia en la actualidad; además de que el cama-
rín aún no se construía, también es probable que la
“sobrecubierta” mencionada en la carta annua haya
estado construida de otro material, posiblemente
madera, pues según la descripción la bóveda sólo
existía en la sacristía: “A la santa Cassa se ha añadi-
do una sacristía muy donosa serrada con bobeda y
con unos caxones para ornamentos, una portada
de cantería muy curiossa y magnifica, y con sobre- Figura 2. Vista del interior del vano tapiado. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.

techo bien labrado que la defiende de las injurias


del cielo”39 (figura 4).
A pesar de que la obra de la capilla de la casa lau-
retana se concluyó el 26 de mayo de 1680, los trabajos
de la construcción continuaban en el templo, pues
en el mismo documento se indica que “[…] se prosi-
gue la fábrica de nuestra iglesia cuyas paredes están
ya casi todas en su total altura. Están serrados sinco
arcos con la bóveda de la capilla mayor40 y otra más
pequeña de la capilla de san Joseph”.41 Figura 3. Detalle de pintura mural localizado bajo el pasillo del coro.
Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
Dos meses después de la dedicación de la Casa de
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Loreto, el arquitecto Diego de la Sierra dejó el cargo
de los trabajos por motivos desconocidos; en julio de
ese mismo año fue puesto a prueba el maestro en ar-
quitectura José Durán, a quien se le asignó la tarea de
construir una de las bóvedas del crucero que para ese
momento ya se encontraba cimbrada,42 con la pro-
mesa de que, si realizaba a satisfacción ese trabajo, se
le comisionaría la construcción de la bóveda del otro
crucero, para después continuar con las otras bóve-
das y la cúpula del cuerpo de la nave.
Resulta claro que Durán tuvo éxito en tal enco-
mienda, pues el 28 de junio de 1681 se firmó otro
contrato, en el que se declara que construyó todas

39 “Carta annua del collegio, y cassa de probación de Tepotzo-


tlán de los años 1678, 1679,1680”, Archivo General de la Nación
(aGn), Misiones, vol. 26, exp. 56, ff. 2-2v.
40 Posiblemente haga referencia a la bóveda que sirve de soporte
a la tribuna sobre el vestíbulo de la Casa de Loreto.
41 “Carta annua…”, op. cit.
Figura 4. Vista general de la portada de la Casa de Loreto. Fotografía de
42 G. Tovar de Teresa, Bibliografía…, op. cit., p. 272. Ricardo Peza, 2016.

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


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Figura 5. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1682. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

las bóvedas “que tiene dicha Yglesia, como con efec- pintar y ripiar por afuera toda la Yglesia; hacer dos to-
to las hizo y acabó con toda perfección”.43 rres a los lados.44
En este nuevo contrato, se estipuló que Durán
El plazo para efectuar estas actividades fue de
[…] haga todo lo que falta de dicha Yglesia, como es ocho meses. En el documento queda claro que la
blanquear y asentar el nicho de los patrones y echar iglesia estaba casi concluida; sin embargo, faltaba le-
senefa a toda la Yglesia; hacer la bóveda del entierro; vantar distintos espacios, como la sacristía y su an-
hacer anti-Sacristía y Sacristía, pretiles de la iglesia y tesacristía, que sirve de vestíbulo a la escalera que
43 Ibidem, p. 273. 44 Idem.

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Figura 6. Detalle de la cenefa correspondiente a la primera etapa constructiva Figura 7. Detalle de la cenefa en el interior de la antigua capilla de San José,
del templo (1680), ubicada en la sacristía detrás de la cajonera. Fotografía antes de su intervención; se observa superpuesta una segunda etapa pictórica.
del mnv, 2015. Fotografía del mnv, 2006.

daba acceso al claustro de novicios, que también es- esquinas se decorarían con “cantería fingida”,46
taba pendiente de construir. en toda su extensión. Pese a que sería necesario prac-
Así pues, como se ve en la reconstrucción hipoté- ticar calas para identificar tal decoración, es pro-
tica de 1682 (figura 5), en la parte norte de la nave del bable que estos elementos se hayan perdido tras
templo ya es posible ver la configuración inicial de la la restauración del inmueble para su apertura
capilla de la Casa de Loreto con su sacristía y los co- como museo en 1964; sin embargo, ha sido posible
rredores a sus costados. reconocer, en fotografías previas a tal intervención, | 161
Con base en la descripción estipulada en el con- rastros de los patrones del diseño de estos elemen-
trato es posible darse una idea de las características tos, así como evidencias del enlucido aplicado a la
del templo para su estreno, el 9 de septiembre de cantera de la portada sur, la cual ha permanecido
1682; en primer lugar, la ornamentación interior sin alteraciones.
de esta primera etapa era bastante sobria, a diferen- Algunos elementos de la primera etapa cons-
cia de lo que se aprecia en la actualidad; los elementos tructiva que subsisten, pero que fueron parcialmen-
de cantera tales como las pilastras y los arcos que te rebajados para la colocación de los retablos en el
soportan la bóveda estaban enlucidos con “color de siglo xviii, corresponden a la fachada de la que fue
cantería”;45 los muros se encontraban blanqueados la primera capilla de San José con su tribuna (figu-
en su totalidad y decorados con una “cenefa” en la ra 8), y el nicho de los patrones identificado en 2016
parte baja, cuyo trazo estaba delimitado por esgra- en el muro sur del presbiterio (figura 9). Es posible
fiados y de la cual se han detectado diversos vesti- que de este sitio se haya retirado, en la década de
gios bajo las capas de pintura aplicadas a lo largo del 1960, la lápida que reconoce el patronato del templo
tiempo (figuras 6 y 7). que actualmente se resguarda en la nave (figura 10).
De igual manera, en el documento se men- Otro remanente de la fisonomía original del in-
ciona que aún habían de construirse los pretiles, mueble que aún está visible, además de la sobria por-
que debía aplanarse toda la iglesia y que todas las tada de la fachada sur, es una de las “dos torres de dos
45 Idem. 46 Ibidem, p. 273.

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


Figura 8. Detalle de los restos de fachada de la antigua capilla de San José; Figura 10. Detalle de la lápida que reconoce el patronazgo. Fotografía de
se observa el bastidor del retablo, también dedicado a San José. Fotografía Ricardo Peza 2018.
de Ricardo Peza, 2006.

162 |

Figura 11. Torre-campanario, correspondiente a la primera etapa constructiva.


Figura 9. Detalle del nicho de los patrones. Fotografía de Ricardo Peza, 2016. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Figura 12. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1733. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

cuerpos con su media naranja, cuadradas”,47 ubica- nes hechas al inmueble hasta la navidad de 1733,
da en la parte norte de fachada principal (figura 11). fecha en que, de acuerdo con la Gazeta de México, se
celebró una segunda dedicación de la Casa de Lore-
Tercera etapa (1733-1738): remodelación de to, en ocasión de haber construido el camarín en la
la Casa de Loreto y construcción del camarín parte norte de la capilla existente, como se aprecia en
de la Virgen y el relicario de San José la reconstrucción hipotética correspondiente a 1733
(figura 12).
Posterior a la dedicación del templo, en septiem- Este espacio de planta octagonal posee la carac-
bre de 1682, se carece de registro de las modificacio- terística más destacable del conjunto: se trata de la
bóveda que remata el espacio, soportada por arcos
47 Ibidem, p. 274. entrecruzados, en cuya intersección descansa una

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


Figura 13. Vista interior de la bóveda del camarín después de su restauración. Figura 14. Vista exterior de la cubierta del camarín; se observan la doble cúpula
Fotografía de Ricardo Peza, 2016. y su linternilla después de su restauración. Fotografía de Ricardo Peza, 2017.

164 |

Figura 15. Vista del interior de la Santa Casa; se observa la cubierta de cañón Figura 16. Ventana sur, detectada durante los trabajos de restauración del
corrido con su cúpula. Fotografía de Ricardo Peza, 2016. camarín. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Una de las principales reformas hechas a la casa
fue la construcción de la bóveda de cañón corrido
que cubre el espacio (figura 15), la cual queda re-
matada en su centro por una cúpula octagonal que
se asienta sobre dos estribos que permiten a la bó-
veda soportar el peso del tambor y su cúpula. Sirve
como remate de este elemento una linternilla ciega
que complementa la volumetría exterior. Para refor-
zar el muro este, a fin de soportar los empujes de las
nuevas bóvedas, fue necesario construir un contra-
fuerte, con el cual quedó clausurada la puerta que
comunicaba con el exterior.
Figura 17. Vista general del nicho, ubicado detrás del retablo norte del Al igual que la del templo, la apariencia del ca-
camarín. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
marín ha pasado por diversas intervenciones; sin
doble cúpula con linternilla que sirve como rema- embargo, existen diversos vestigios que brindan una
te para este conjunto y cuya original solución ar- idea de la apariencia de la tercera etapa del inmue-
quitectónica ha sido motivo de admiración desde su ble, uno de los cuales se detectó durante los trabajos
construcción (figuras 13 y 14). de restauración llevados a cabo en 2016 en el cama-
rín, pues se localizó una ventana octagonal por de-
Hase solemnizado con grandes muestras de magni- trás del retablo sur —colocado en el siglo xviii—, lo
ficencia, jubilo y regocijo, la dedicación de la pulida, cual sugiere que en sus inicios (1733) el camarín lu-
| 165
costosa y bien trazada casa lauretana sita en el colegio cía sus ocho ventanas, a diferencia de la actualidad,
de la Compañía de Jesús, de este lugar: el día 25 de di- en que se sólo se aprecian siete (figura 16).
ciembre del año próximo pasado de 733 […] cuya ad- Para 1733, la ornamentación del camarín con-
mirable simetría, tanto la hace famosa en lo interior sistió en la elaboración de los intrincados estucos
[…] & cuanto por lo exterior la hace lucida los vistosos policromados que recubren las pilastras y las bóve-
remates, erguida, hermosa y proporcionada cúpula, das. En el caso de los paramentos ubicados en los in-
cuya bien acompasada arquitectura, formando agra- tercolumnios, no se detectó la presencia de ningún
ciada, y corpulenta tyara […] Debese toda esta obra tipo de decoración, con la excepción de unos nichos
a la solicitud de los RR. PP. MM. Juan de Ortega é Ig- localizados en los muros norte, este y oeste (figura
nacio de Paredes, ambos prefectos de la congregación 17); por lo demás, únicamente se encontraron res-
de N. Señora.48 tos de los aplanados y evidencia del desbaste de la
cornisa de cantera que circundaba completamente
La construcción de este espacio, el cual sirve de el camarín.
complemento a la capilla, implicó una drástica mo- Hasta la fecha se desconoce la decoración utili-
dificación de la morfología del sitio, además de ge- zada para vestir el paño de estos muros; sin embar-
nerar distintos cambios hacia el exterior del templo go, es posible que estos paramentos se encontraran
por la parte norte. recubiertos por algún tipo de lienzo policromado,
de manera similar a la solución adoptada en la deco-
48 Gazeta de Mexico, núm. 75, febrero de 1734, apud ibidem, p. 388. ración de los muros del camarín de la Virgen en el

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


oratorio de San Felipe Neri de San Miguel de Allen-
de, Guanajuato, considerado como “hermano” del
camarín de Tepotzotlán49 (figura 18).
En el ámbito exterior, el patio de servicio de la hos-
pedería se modificó por segunda ocasión, esta vez con
la construcción del pasillo que conduce a la tribuna y
al coro, ya que es posible que la escalera original re-
sultara insuficiente para acceder a tales espacios; para
ello se tuvo que ampliar el cubo de la escalera hacia el
oeste, con la finalidad de generar un arco que permi-
tiera acceder al pasillo.
De esta época debe ser también la bóveda que
le sirve de cubierta a la escalera. Otro de los indi-
cios de la adecuación de este espacio para una me-
jor accesibilidad queda de manifiesto en el caso de
la ventana norte del coro del templo, la cual fue ta-
piada en respuesta a la modificación hecha a la bó-
veda de la tribuna este, la cual fue elevada para abrir
el paso que comunica la tribuna con el coro por me-
dio de las escaleras que subsisten en la actualidad
(figura 19).
166 | Figura 18. Detalle del lienzo policromado que recubre el muro posterior de uno
de los retablos del camarín de San Miguel de Allende, Guanajuato. Fotografía Para 1738 se tienen noticias de nuevo asociadas
de Ricardo Peza, 2016. con el conjunto a través de la Gazeta de México:

Dedicosse en el colegio y noviciado de la Compañía


de Jesús de este lugar el 17 del próximo mes pasado
de abril, en que se celebró su patrocinio, una sump-
tuosa capilla al Señor San Joseph, cuya costosa fabrica
se executó con las dimensiones más exactas que para
labrar una pulida pieza, pide y demanda la arquitec-
tura […] constituyéndola insigne esta magnificencia y
la conque (a espensas de algunos bien hechores, y a
esmero de los Doctos quatro jesuitas que en ella pre-
dicaron) se celebró su estreno.50

49 Ambos fueron construidos con muy poco tiempo de dife-


rencia, a expensas de Tomás Manuel de la Canal, y guardan
extraordinarias similitudes en su solución arquitectónica y
ornamental.
50 Gazeta de Mexico, núm. 126, mayo de 1738, apud G. Tovar de
Figura 19. Vista de la escalera que da acceso al coro. Fotografía de Ricardo
Peza, 2017. Teresa, Bibliografía, op.cit., p. 399.

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Figura 20. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1738. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

Mejor conocida como relicario de San José, esta el relicario, y posiblemente también el retablo de fus-
capilla se ubica en el espacio que ocupaba la sacris- tes losángicos ubicado en el muro norte.
tía de la Casa de Loreto, la cual es de suponer que Durante los trabajos de restauración del cama-
dejó de requerir tanto espacio al haberse construi- rín, en 2016, también se detectó en la fachada norte
do el camarín apenas tres años atrás, por lo que ésta del relicario un vano octagonal tapiado (figura 21).
se reubicó en el espacio que antes fungía como an- Esta información es de suma importancia para la
tesacristía, clausurando la puerta que comunicaba comprensión de la evolución de este espacio, pues
ambos espacios, tal como se aprecia en la recons- debido a la descripción que se proporciona en la Ga-
trucción hipotética de 1738 (figura 20). zeta de 1738 es común que se deduzca el hecho de
De esta época también datan los estucos policro- que el relicario se construyó en su totalidad para el
mados, las tres pinturas de medio punto que decoran año en que se dedica. Sin embargo, la aparición de

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


pacio sólo fue remozado por el interior, con los es-
tucos dorados y policromados, y al exterior con la
modificación de las dos ventanas ubicadas en el
muro oeste, las cuales posiblemente fueron amplia-
das para compensar la falta del vano tapiado, pues
las mismas son ligeramente más grandes que la
encontrada.
En lo que respecta al partido arquitectónico del
conjunto de capillas asociadas con la Casa de Lore-
to, para 1738 prácticamente había adquirido la fiso-
nomía que apreciamos hoy (figura 23).
Para el caso del templo de San Francisco Javier
Figura 21. Ventana tapiada en el muro norte del relicario de San José. es posible que, una vez concluidas las obras de reno-
Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
vación, las cuales fueron de gran carga ornamental,
fuera necesario actualizar la decoración de la pintura
mural en el interior. Si bien hasta la fecha no se co-
nocen referencias documentales que den cuenta de
ello, se tiene evidencia suficiente para proponer una
etapa más del programa pictórico del templo. Mues-
tra de lo anterior son las cenefas del guardapolvo
rematadas con motivos fitomorfos polícromos que se
168 |
observan por detrás de los retablos, en diversos
puntos del inmueble (figura 24) y en el interior de
la alacena localizada en el paso a la sacristía (figura
25). Esta decoración se aleja por mucho de la descrita
en el contrato de José Durán, pues se caracteriza por
su riqueza ornamental.

Cuarta etapa (1750-1762): renovación


del templo de San Francisco Javier

Entre 1750 y 1760, en particular durante el rectora-


do del padre Pedro Reales, el colegio atravesó por una
nueva etapa de crecimiento, en la que se construyó
el claustro para sacerdotes y juniores,51 con su capi-
Figura 22. Retablo del relicario de San José. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
lla en la planta alta del antiguo claustro del novicia-
este elemento constructivo, justo por detrás del re- do. Por este motivo, de nuevo se modificó el cubo de
tablo dedicado a San José (figura 22) —que según la escalera que comunica con el templo, recortando
el mismo documento ya se encontraba colocado en
su inauguración—, es un indicativo de que este es- 51 G. Decorme, op. cit., p. 94.

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Figura 23. Sección longitudinal del camarín y la Casa de Loreto después de 1762. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

la bóveda —posiblemente construida en 1733— y re- su fisonomía actual, con el acceso a través de una lo-
forzándola con el muro que hoy le sirve de soporte al gia, sobre la cual se edificaron tres aposentos con ven-
cubo superior, a fin de dar cabida a la escalera, que tana que miran hacia el oeste. La construcción de este
ahora también comunicaba hacia el jovenado. Asi- inmueble, pese a su gran volumetría, que se iguala
mismo se construyó la nueva hospedería en el límite en altura a su contraparte del antiguo noviciado y
oeste del patio de servicio52 (figura 26). la ampliación del jovenado, respeta la apertura de las
Como se ve en la reconstrucción hipotética de la dé- ventanas del camarín permitiendo el paso de la luz
cada de 1750 (figura 27), el patio de servicio adquirió natural hacia el interior (figura 28).
Este periodo se caracterizó por su gran actividad
52 Idem. artística, concentrada en la ornamentación interior

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Figura 24. Detalle de la segunda etapa decorativa del templo, localizada en Figura 25. Detalle de la segunda etapa decorativa del templo, localizada
el interior de la alacena. Fotografía de Ricardo Peza, 2006. cerca del friso del muro del crucero norte. Fotografía de Ricardo Peza, 2006.

170 |

Figura 26. Vista general de la hospedería “nueva”, construida hacia 1750 (a la izquierdo), y la antigua, construida en 1650 (a la derecha). Fotografía de Ricardo Peza, 2016.

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Figura 27. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1755. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

del templo de San Francisco Javier, pues durante puesto que éste se encontraba en el muro norte del
esta década se construyeron los 10 retablos dorados presbiterio. Esta puerta quedó clausurada y poco
que aún se mantienen y que cubren en su totalidad después se disimuló con una alacena. La nueva en-
cada uno de los tramos de la nave, ocultando las eta- trada se reubicó en el crucero norte, con lo que se
pas decorativas anteriores. creó un acceso directo hacia la nave y no hacia el
En 1755,53 la colocación del retablo mayor (figura presbiterio (figura 30).
29) dedicado a san Francisco Javier, así como de sus Asimismo, la colocación de estos retablos ocultó
colaterales, consagrados a san Estanislao de Kostka y detrás de ellos la portada policromada de dicho ac-
san Francisco de Borja, modificó el acceso a la nave, ceso al presbiterio, el nicho policromado de los be-
nefactores, así como la gran hornacina en la que de
53 P. C. de Gante, op. cit., p. 86. seguro se ubicaba el primer retablo del testero.

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Figura 28. Vista general del patio de la hospedería. Fotografía de Ricardo Figura 29. Vista general del conjunto de retablos en el interior del templo de
Peza, 2016. San Francisco.

172 |

Figura 30. Vista del vestíbulo; se observan el acceso original, convertido en


alacena, y el actual acceso al templo. Fotografía de Ricardo Peza, 2019. Figura 31. Retablo de San José. Fotografía de Ricardo Peza, 2017.

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Figura 33. Vista general de la sacristía. Fotografía de Ricardo Peza, 2018.

Caso similar ocurrió con el retablo de san Igna-


cio y el de la Virgen de Guadalupe, ubicados en los
extremos del crucero, colocados en 1756, detrás de
los cuales aún existe la hornacina en que se ubica-
Figura 32. Vista general del vano que daba acceso a la capilla; se observa el ron los anteriores retablos, con sus respectivos alta-
respaldo del retablo dedicado a San José. Fotografía de Ricardo Peza, 2006.
res de piedra. El de la Virgen de la Luz fue colocado
en el cuerpo de la nave en 1758. Justo al frente de
este altar se colocó, también en ese año, el reta-
| 173
blo dedicado a San José (figura 31), el cual cance-
ló el acceso a la capilla lateral dedicada al mismo
santo (figura 32). El espacio que debió ocupar di-
cha capilla se conservó, abriendo una puerta que

Figura 34. Vista general del sistema constructivo del envigado colocado en el
siglo xviii, después de su estabilización; se observa el piso colocado en el sigo
xvii. Fotografía cortesía de Josefina Gasca, 2015. Figura 35. Vista general del cancel sur. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.

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174 |

Figura 36. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1762. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.

lo comunica hacia uno de los pasillos laterales de la 1761.54 En ambos casos la fecha resulta plausible,
Casa de Loreto, sin que se conozca el uso que tuvo pues Miguel Cabrera, autor de todos los retablos,
posteriormente. incluidos los del camarín, seguía trabajando en Te-
Como parte de esta renovación también se co- potzotlán, ya que poco antes de 1763 se hallaba
locaron, en el interior del camarín, los ocho reta- pintando los 11 lienzos de la sacristía55 (figura 33),
blos dorados que aún se conservan; sin embargo, no colocados como parte de la renovación de ese es-
se conoce con precisión la fecha de su colocación; pacio, al cual se le puso su “embigado”, cubriendo
la única referencia que alude a lo que pudo ser una las losetas de barro y piedra arenisca que databan
tercera dedicación del camarín es proporcionada
por Rafael Heliodoro Valle, quien indica que posi- 54 R. Heliodoro Valle, op. cit., p. 31.
blemente se llevó a cabo en diciembre de 1759 o de 55 V. Zaragoza, op. cit., p. 405.

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Esta obra, ejecutada por Ildefonso Iniestra Be-
jarano, sustituyó la fachada original del templo,
construida en el siglo xvii, y es considerada como
la última obra de gran envergadura realizada para
el colegio de Tepotzotlán. Como se reconoce en la
planta correspondiente a 1762 (figura 36), el templo
ya se encontraba tal como lo apreciamos en la actua-
lidad, puesto que en 1767 los miembros de la Com-
pañía de Jesús fueron expulsados de los territorios
dominados por la Corona española (figura 37).

Conclusión
Figura 37. Templo de San Francisco Javier. Fotografía de Ricardo Peza.

de 168056 (figura 34), y se colocaron nuevas cajone- Los distintos hallazgos efectuados a partir de una in-
ras. Durante este mismo periodo se colocó el can- tervención integral, como la que se llevó a cabo en
cel de la portada sur (figura 35). el camarín de Tepotzotlán entre agosto de 2016 y
Una de las últimas modificaciones hechas al marzo de 2017, permiten complementar las hipó-
templo ha sido la más imponente de todas, ya que tesis formuladas en torno a las etapas constructivas
cambió drásticamente su fisonomía exterior: planteadas a través de la investigación documental
que existe acerca del colegio de Tepotzotlán.
El mismo Prefecto de la provincia,57 el 4º kalendas de Mediante la revisión de las distintas fuentes do-
| 175
diciembre,58 puso devotamente con toda ceremonia la cumentales disponibles y su cotejo con la evidencia
primera piedra como fundamento de la torre. Finalmen- material —principal testimonio de dicha evolución
te, la fachada amplísima de este templo, comenzada con constructiva y ornamental—, fue posible datar con
piedra pulida. Se concluyó lo mismo que la torre en el mayor precisión los distintos espacios del inmueble y
año de 1762, en las vísperas de las kalendas de agosto,59 sus componentes ornamentales. Y en esta compren-
festividad en la iglesia de San Ignacio de Loyola.60 sión radica la aportación principal de este trabajo.

56 Descubiertas en 2015, la arqueóloga Josefina Gasca, del Mu-


seo Nacional del Virreinato (mnv), realizó un estudio de estos
elementos.
57 El padre Pedro Reales.
58 El 28 de noviembre.
59 El 31 de julio.
60 C. Peza Puga, op. cit., p. 107.

Etapas constructivas dEl tEmplo dE san Francisco JaviEr dE tEpotzotlán (1670-1764)


Karina Xochipilli rossell*

Posta de color y tiempo.


La recuperación de la pintura
mural exterior en el camarín
de la Virgen de Loreto
Fecha de recepción: 27 de febrero de 2018.
Fecha de aceptación: 31 de agosto de 2018.

A partir de los vestigios de pintura mural encontrados en el Proyecto de Restauración del Camarín de la Virgen de Loreto,
se llevó a cabo la recuperación del discurso pictórico de este inmueble. La justificación y procedimiento se establecieron
con base en el análisis de los vestigios y las pruebas de reintegración. La recuperación del color y la forma en el exterior
del camarín busca reintegrarle al inmueble la protección, lectura y vista que tenía en el siglo xviii, cuando la Compañía de
Jesús lo concibió como parte del discurso de capillas de la Casa de Loreto.
Palabras clave: camarín, pintura mural, vestigios, reintegración.

The recovery of the pictorial discourse of the building was carried out based on mural painting found during the Restora-
tion Project of the Chapel known as the Camarín de la Virgen de Loreto. The justification and procedure arose through
analysis of the vestiges and reintegration tests. The recovery of colors and forms on the outside of the side chapel sought
to reinstate the protection, reading and appearance it had in the eighteenth century, when the Society of Jesus regarded
176 | it as part of the discourse of House of Loreto chapels.
Keywords: chapel, mural painting, vestiges, reintegration.

E
n todas las épocas y en todas las culturas el arte ha actuado como un podero-
so factor de comunicación y de intercambio cultural. En el arte, el color ha sido
un factor primordial en los códigos sociales de todas las culturas y civilizaciones.
Repleto de significado dentro de la memoria colectiva, podemos considerarlo
como un instrumento eficaz de expresión del pensamiento dentro del discurso
visual. Su alto grado representativo en la arquitectura es a través de postas2 de pintura mural.
1

La pintura mural, descrita como la forma y color sobre la superficie del monumento,
por lo general en muros o bóvedas del interior y el exterior del edificio, constituye la “piel”
del inmueble, y como tal posee una doble función: la protección de la fábrica del edificio y
la caracterización ornamental-operativa de cada una de sus partes.

* Museo Nacional del Virreinato, inah.


1 Alicia Sánchez Ortiz, “Una mirada simbólica al color. Reflexiones sobre fobias y filias en el mundo occidental”,
Ars bilduma. Revista del Departamento de Historia del Arte y Música de la Universidad del País Vasco, núm. 3, 2013,
pp. 192‐207.
2 “Posta” en arquitectura hace referencia al dibujo de ornamentación de líneas, regularmente curvas o en forma
de ondas, que asemejan una greca o diseño y se emplean en frisos o espacios de extensa longitud.

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Los inmuebles que aún visten su pintura mu- sa (entre 1.5 y 2 mm). Sobre él, en la mayoría de los
ral son escasos. Entre los edificios de uso ci- casos se colocaba un aplanado de menor espesor,
vil y religioso, los primeros muestran menos compacto, hecho con una mezcla más fina de cal y
ejemplos de pintura, sobre todo si se trata de carga de granulometría fina (de 0.5 a 1 mm).3 Estas
espacios que han modificado su función. En cuanto dos capas actúan como la hipodermis y dermis de la
a los de uso eclesiástico, pueden llegar a tener parte piel del edificio, protegen la estructura y pueden re-
de su discurso pictórico, sobre todo en el interior. Sin cibir o soportar la epidermis o capa pictórica.
embargo, ejemplos sobre la aplicación de pintura en Hasta mediados del siglo xix, en México la técni-
el exterior del inmueble son más raros de encontrar, ca de la pintura mural era el temple, fresco o pintura
debido, entre otros factores, a que la capa pictórica o a la cal.4 No existían muchas variables; en la mayo-
“epidermis” de los edificios se ve desgastada por fac- ría de los casos, el uso de la cal resultaba más popu-
tores ambientales o antropogénicos. lar para la ornamentación pictórica en edificios. La
Este desgaste o pérdida no existe para algunas ge- fortuna de la cal se debió a sus propiedades de dura-
neraciones, y ver el acomodo de sillares o piedras al bilidad y compatibilidad con el aplanado, así como
desnudo es normal en la lectura de inmuebles conside- por economía y el buen manejo en su aplicación.
rados históricos. Sin embargo, es importante recordar Si bien reconocer la caracterización de la manufac-
que el edificio funciona como un sistema y que aque- tura de la pintura mural describe la funcionalidad de
llas construcciones antiguas sin aplanado ni pintura esta capa, la técnica de la pintura es el medio para desa-
mural carecen de una parte fundamental que no sólo rrollar un programa pictórico que representa la finali-
le daba protección, sino una expresión simbólica. dad de las muestras de color y forma sobre un muro.
En este artículo se reflexiona sobre el proceso de En cuanto al color, éste formaba parte de la con-
| 177
recuperación de la pintura mural en el exterior del cepción de la belleza de las cosas, confiriéndole un
camarín de la Virgen de Loreto en Tepotzotlán, como halo de vitalidad al edificio o a la figura que lo tenía.
parte de los trabajos de restauración de este inmue- Sin embargo, no sólo era usado para embellecer las
ble en 2016. El proceso de registro, análisis y ejecu- obras, sino que también mostraba un carácter prag-
ción de la recuperación pictórica se realizó a partir de mático. Se trataba de la herramienta perfecta para
un trabajo interdisciplinario, cuya materia prima fue- resaltar ciertas zonas que, por motivos concretos, se
ron los vestigios de color y las formas que se hallaron pretendían destacar y potenciar.5
debajo de los aplanados superpuestos en diferentes Ana Portillo, en su estudio “La importancia del co-
temporadas de mantenimiento del inmueble. lor en la arquitectura pública romana…”, aborda el

Función y mensaje de la pintura mural 3 Alejandra Alonso Olvera, “Agregados de morteros y conglome-
rados de cal”, en Luis Barba Pingarrón e Isabel Villaseñor Alonso
(eds.), La cal. Historia, propiedades y usos, México, iia-unam/Aso-
Para describir el sistema constructivo de los in- ciación de Fabricantes de Cal, 2013, p. 77.
4 Abelardo Carrillo y Gariel, Técnica de la pintura de Nueva Espa-
muebles históricos en la Nueva España, el recubri-
ña, México, unam, 1983, p. 67.
miento de la mampostería, también conocido como 5 Ana Portillo Gómez, “La importancia del color en la arquitectura
aplanado, se colocaba en capas. La colocación pue- pública romana. Testimonios del empleo de ‘marmora’ y pintu-
de variar de grosor y cantidad; por lo regular hay ra en algunos templos de la Bética”, Cuadernos de Arqueología de la
Universidad de Navarra, vol. 24, pp. 21-48, recuperado de: <http://
un aplanado grueso, nombre que se retoma de la www.unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/cuadernos-de-
mezcla de la cal y la carga con granulometría grue- arqueologia/article/view/3625>, consultada en marzo de 2016.

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
caso del recinto cultual de la calle Claudio Marcelo,
cuya edificación principal es un templo relacionado
con el culto imperial, el cual tenía un gran colorido,
desde la pavimentación con “breccia di Peñaflor” —des-
tacándola como uno de los mármoles hispánicos de co-
lor verde o gris— hasta los fustes de las columnas de
los pórticos que circundaban ese espacio, un mármol
de vetas verdes conocido como “cipollino de Almadén”,
que aportaría gran vivacidad al complejo.
Después del análisis material y simbólico del es-
pacio, Portillo concluye que el efecto debió ser en
verdad excepcional, incrementando su espectacula- Figura 1. Vista general del conjunto de capillas de Loreto, 2006. Fotografía
del Archivo del Museo Nacional del Virreinato (mnv).
ridad con el carácter escenográfico del complejo ar-
quitectónico, considerando que el propio color de la la Compañía de Jesús partes articuladas de un solo
plaza pudiera haber funcionado como un elemen- proyecto establecido por su fundador, san Ignacio
to diferenciador entre el espacio sacro y el profano. de Loyola: la espiritualidad.8
La experiencia de estudiar un inmueble lleno de Como menciona Alfonso Alfaro, la Compañía de Je-
color deja a la investigadora con la propuesta de que sús quedó marcada por su tiempo y por su origen de
la comprensión total del inmueble es a partir del es- creación, al nacer en una universidad y en un momen-
tudio del color.6 A partir de esta línea de análisis, es to de plenitud del humanismo renacentista.9 La misión
posible afirmar que la pintura mural en un inmue- impuesta por san Ignacio de Loyola en cuanto a educar
178 |
ble es poseedora de una función triple: protección, hacía que los jesuitas hicieran uso de los recursos necesa-
señalización y mensaje. rios para llegar con mayor precisión a la mayor cantidad
de personas. Se esforzaban en convertir la interrup-
Pistas del mensaje pintado por la Compañía ción del proceso cognoscitivo en una fuente de creativi-
de Jesús en Tepotzotlán dad. De ahí el uso innovador de las artes visuales como
instrumento de educación y espiritualidad.10
El complejo inmueble del colegio de Tepotzotlán, El arte que ellos promovieron sin duda se vive
construido entre 1604 y 17607 con dos periodos en el inmueble del ex colegio jesuita, cuyo enten-
de ocupación de la Compañía de Jesús —desde su dimiento, como lo narra Mónica Marti,11 no sólo se
construcción hasta la expulsión en 1767 y de 1880 a basa en las experiencias estéticas, sino en el desa-
1914—, cuenta con mensajes velados en la pintura
8 Heinrich Pfeiffer, S. J., “Los jesuitas, arte y espiritualidad”, Ar-
mural que aún muestra en varias secciones de sus
tes de México, núm. 58: “Los colegios jesuitas en la Nueva Espa-
muros y bóvedas. ña”, 2001, p. 37.
9 Alfonso Alfaro, “La teórica de la experiencia”, Artes de Méxi-
La enseñanza y la formación, así como las reglas
co, núm. 82: “Los jesuitas y la ciencia: los límites de la razón”,
de convivencia y normas constructivas, eran para
2007, p. 59.
10 Ibidem, p. 71.
6 Ibidem, p. 33. 11 Mónica Martí, “Arquitectura jesuita para la formación: noviciado y
7 Ricardo Peza, “Contexto histórico”, en Informe de trabajo del pro- juniorado en el Colegio de Tepotzotlán”, en Jesuitas, su expresión mís-
yecto: Restauración del Camarín de la Virgen, México, disar-mnv- tica y profana en la Nueva España, México, inah/Gobierno del Esta-
inah, 2017, p. 27. do de México (Biblioteca Mexiquense del Bicentenario), 2011, p. 333.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Tabla 1. Pintura mural en el exterior
Ubicación Descripción Técnica pictórica*
Vanos de muros de la hospedería y Formas fitomorfas decorando los vanos Pintura a la cal en colores
del templo de San Francisco Javier negro y rojo
Esculturas en piedra en la fachada sur Restos de policromía en encarnaciones y cabello Pintura a la cal en colores
del templo de San Francisco Javier ocre claro, blanco y negro
Ajaracas y estucos del templo de San Restos de capa pictórica en los relieves de las Pintura a la cal en color rojo
Francisco Javier ajaracas
Patio de la hospedería Pintura mural imitando sillares y formas Pintura a la cal en colores
arquitectónicas negro y blanco
Patio de cocinas Pintura mural imitando sillares Pintura a la cal en colores
negro, rojo y blanco
* La técnica pictórica se describe a partir del análisis organoléptico realizado por la Sección de Conservación del mnv a lo largo de las
calas de exploración en estratos pictóricos. El estudio con técnicas analíticas podría complementar la descripción de la técnica pictó-
rica en un futuro.

rrollo de actividades que cada uno de los espacios Por su parte, la pintura mural del exterior es más
tenía en función del uso. escasa. Los restos o vestigios de la misma se enlistan
El estudio pictórico en relación con el uso de en la tabla 1, señalando la ubicación, la descripción
espacios en el colegio de Tepotzotlán está poco es- formal u ornamental y la técnica de manufactura
tudiado; uno de los factores que influyen en su com- con que se realizó.
prensión es que la mayor parte de la pintura mural Aunque sean pocos los vestigios de la pintura
está bajo un encalado que recibe un lienzo blanco mural en el inmueble, es posible determinar que
| 179
con un guardapolvo rojo en todo el inmueble. el uso de la pintura a la cal era una opción bastante
La lectura bicolor de los muros en el interior del común para decorar los muros al exterior; la paleta
inmueble se estableció como criterio para la adapta- cromática que aún se observa está formada por rojo
ción del inmueble histórico como Museo Nacional (óxido de hierro), negro (probablemente hecho con
del Virreinato (mnv) en 1964 (figura 1). negro de humo), ocre (realizado con tierras) y blan-
La pintura mural que se observa expuesta y la co (hecho con la propia cal) (figura 2).
que se ha podido identificar a partir de calas explo- Los motivos que aún se distiguen corresponden
ratorias permite tener una aproximación a la técni- a elementos arquitectónicos como sillares, pilares y
ca pictórica del inmueble. Identificando pintura a dovelas, además de ornamentación de flores y ho-
la cal en la mayoría de los casos, pintura al tem- jas, y policromado de esculturas o relieves.
ple y pintura al óleo en escasos ejemplos, los moti-
vos de la pintura mural en el interior del complejo Geometría y color: vestigios de pintura mural
se representan como frisos, guardapolvos, cenefas, en el exterior del camarín de la Virgen
exaltación de elementos arquitectónicos y represen-
taciones de escenas o imágenes.12 Los ejemplos que aún se conservan de pintura mu-
ral en el exterior del inmueble son muy escasos. El
mensaje que pudo transmitir el edificio para los vi-
12 El estudio de la pintura mural en el interior del inmueble se
está desarrollando con base en su uso espacial, por parte de dife- sitantes que llegaran ante sus muros quedó oculto
rentes especialistas del Museo Nacional del Vireinato. o borrado. Los pocos vestigios que perduran hoy en

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
180 |

Figura 2. Detalle de pintura mural de sillares en el patio de la hospedería, Figura 3. Vista general del muro este, en proceso de eliminación de aplanado,
2015. Fotografía de Xochipilli Rossell. 2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.

día deben ser registrados y estudiados a modo de fin de retirar con delicadeza y en pequeñas hojuelas
completar las pistas para entender el mensaje. las capas, aparte de efectuar una limpieza con hiso-
Por lo anterior, el Proyecto de Restauración del Ca- po rodado de las capas que se superponían a los res-
marín de la Virgen de Loreto se dio a la tarea de im- tos pictóricos y aplanados originales.
plementar una revisión y registro minucioso de los La decisión de remover los estratos que no co-
restos de pintura mural que aún existían en los me- rrespondían a los originales posibilitó la apreciación
tros cuadrados de extensión de este inmueble. visual íntegra de cada uno de los vestigios, pero dejó
El proceso técnico de búsqueda y liberación de un camarín casi desnudo (figura 3). El descubri-
elementos técnicos de la pintura mural consistió en miento de los restos de pintura y aplanados fue el
retirar las capas de aplanados, pintura o impermea- punto de partida para conocer y comprender la or-
bilizante que se encontraban sobre el aplanado ori- namentación del inmueble.
ginal. La liberación se realizó en forma mecánica, Los aplanados se encontraban en muy mal esta-
con cincel y mazo, en áreas extensas o en zonas en do de conservación, disgregados y con muchos fal-
que las capas a retirar tenían cemento. Cerca del tantes. En este punto, los datos que buscábamos con
aplanado original se utilizaron espátulas y bisturí, a mayor deseo para completar el rompecabezas fue-

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


fundir con deterioro del aplanado, por lo que fue
imprescindible el trabajo de restauradores con vi-
sión y mano especializada para encontrarlas.
El segundo elemento hallado son los pequeños
vestigios de pintura de no más de 10 cm2 en colo-
res rojo, naranja, ocre y algunos en negro. Los pocos
restos se ubicaban en diferentes zonas del camarín
y, para fortuna de nuestra tarea, se encontraron
específicamente en aristas e intersticios que mos-
traban un patrón de color sobre todo en el enmar-
camiento de las ventanas y en la ornamentación de
las palmetas.
Figura 4. Detalle del esgrafiado, 2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.
El tercer elemento fueron los fragmentos de pin-
ron esgrafiados, restos de pintura y restos de pintu- tura mural con color y diseño que, aunque escasos,
ra mural con diseño.13 resultaron de gran valor cognoscitivo para la pro-
El primer elemento para la reconstrucción de la puesta de reintegración; se localizaron en la venta-
pintura mural fueron los esgrafiados, marcas que na noroeste, la cual se liberó tras la eliminación de
entendemos como las incisiones sobre el aplana- parte del falso contrafuerte, así como en el primer
do cuando aún se encuentra fresco y que se usan cuerpo de la cúpula doble, bajo los arbotantes y en
como una plantilla o guía para desarrollar un dibujo el lado norte del segundo cuerpo en la venera de la
o pintura14 (figura 4). Así, se localizaron en diferen- ventana.
| 181
tes zonas del camarín, sobre el muro y las ventanas Los tres tipos de datos empezaron a darnos un
del lado oeste, el muro este, en el primer nivel de esbozo de la decoración en el exterior del cama-
la cúpula del muro sur y el muro este, así como en rín; sin embargo, la perspectiva del conjunto fue
los vanos del muro sur y fragmentos dispersos en imprescindible para entender la unidad y armar el
el muro norte.15 Estas incisiones son fáciles de con- mapa pictórico completo. Al respecto, en la tabla 2
se presenta una relación de la mayoría de los vesti-
13 Antes de la reintegración de aplanados y de colocar la pin-
gios encontrados, clasificados en esgrafiado, vestigios
tura, los recubrimientos originales se estabilizaron mediante la de color y restos de pintura mural.
consolidación con agua y lechada de cal. Para los vestigios de
pintura original que se hallaban expuestos a la intemperie, des-
pués de su estabilización se decidió encalar y cubrir con un apla- Uniendo puntos. Lineamientos y criterios para
nado de sacrificio. la recuperación de la pintura mural del camarín
14 El término “esgrafiado” en el Proyecto del Camarín de la Vir-
gen de Loreto se definió como un concepto general y represen-
tativo de las marcas que encontramos sobre el aplanado. Si bien Posterior al hallazgo y liberación de la pintura mu-
su definición corresponde a la intención de resaltar el color en ral, el registro fue una de las actividades precisas
una superficie —de acuerdo con la Real Academia Española
para entender el discurso pictórico y desarrollar
(rae)—, en este artículo se entiende como la acción de incidir
sobre la materia del aplanado, a modo de dejar un surco guía de una propuesta para la recuperación de color.
un diseño pictórico. Como menciona Valerie Magar acerca del estudio
15 Ana Paula García, “Pintura mural”, en Informe de trabajo del
proyecto: Restauración del Camarín de la Virgen, México, Disar. Ar- de pinturas rupestres en Baja California Sur, “el regis-
quitectura y Diseño-mnv-inah, 2017, p. 190. tro debe entenderse como el primer paso para el acer-

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Tabla 2. Esgrafiados, vestigios de pintura y restos de pintura mural*
Imagen Descripción Ubicación
1. Esgrafiados para formar sillares Muro este

2. Esgrafiados para formar motivos geométricos Muro oeste

3. Esgrafiados en abocinado de ventana Ventana del primer nivel


de la cúpula, muro este

4. Esgrafiados en cornisa Segundo nivel de la cúpula,


muro suroeste

5. Esgrafiados del marco de ventana en lienzo de Segundo nivel de la cúpula,


muro con vestigios de color rojo muro este

182 | 6. Esgrafiados del marco de ventana en lienzo de Segundo nivel de la cúpula,


muro con vestigios de color rojo muro este

7. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color rojo Segundo nivel de la cúpula,


muro noreste

8. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color ocre Tercer nivel de la cúpula,


muro suroeste

9. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color ocre Tercer nivel de la cúpula,


muro sureste

10. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color ocre Tercer nivel de la cúpula,
muro sur

11. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color rojo Tercer nivel de la cúpula,
muro noreste

* Las imágenes de la tabla fueron tomadas en 2016 por el equipo Disar. Arquitectura y Diseño durante los trabajos en el Proyecto de Res-
tauración del Camarín de la Virgen de Loreto.

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Tabla 2 (continuación)
Imagen Descripción Ubicación
12. Esgrafiados y vestigios de colores rojo y ocre Bajante, muro este
en bajante

13. Vestigios de color rojo Cornisa, muro norte

14. Vestigios de color rojo Cornisa, muro este

15. Vestigios de colores rojo y ocre Cornisa, muro este

16. Vestigios de color rojo Ventana sureste

17. Vestigios de colores rojo, negro y ocre Ventana sureste

18. Vestigios de colores rojo y negro Primer nivel de la cúpula,


| 183
muro sureste

19. Vestigios de colores rojo y negro Primer nivel de la cúpula,


muro oeste

20. Vestigios de colores ocre, negro y rojo Segundo nivel de la cúpula,


muro sureste

21. Vestigios de colores en delineado negro y rojo Segundo nivel de la cúpula,


muro oeste

22. Vestigios de colores en delineado negro y rojo Segundo nivel de la cúpula,


muro noroeste

23. Vestigios de colores negro y rojo Segundo nivel de la cúpula,


muro norte

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Tabla 2 (continuación)
Imagen Descripción Ubicación
24. Vestigios de color en delineado rojo Segundo nivel de la cúpula,
muro norte

25. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro oeste

26. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro noroeste

27. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro norte

28. Vestigios de colores rojo y ocre Pináculo, muro este

184 | 29. Restos de pintura mural con formas orgánicas Muro oeste
en colores rojo y ocre

30. Restos de pintura mural con formas orgánicas Muro oeste


en colores rojo y ocre

31. Restos de pintura mural con formas orgánicas Ventana norte


en colores rojo, ocre y negro

32. Restos de pintura mural con formas orgánicas Ventana suroeste


en colores rojo y ocre

33. Restos de pintura mural con formas orgánicas Ventana noroeste


en colores rojo, ocre y negro

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Tabla 2 (continuación)
Imagen Descripción Ubicación
34. Restos de pintura mural con formas orgánicas Ventana este
en colores rojo, ocre y negro

35. Restos de pintura mural con formas orgánicasen Ventana oeste


colores rojo, ocre y negro

36. Restos de pintura mural del delineado Primer nivel de la cúpula,


en cornisa muro norte

37. Restos de pintura mural con figuras de flores Primer nivel de la cúpula,
y geométricas muro sureste

38. Restos de pintura mural con figuras fitomorfas Primer nivel de la cúpula,
y una línea roja de delimitación muro sureste

| 185
39. Restos de pintura mural con figuras fitomorfas Primer nivel de la cúpula,
muro sureste

40. Restos de pintura mural en abocinado Primer nivel de la cúpula,


de la ventana con figuras geométricas y fitomorfas muro este
en colores rojo y ocre

41. Restos de pintura mural en abocinado Primer nivel de la cúpula,


de la ventana con figuras geométricas y fitomorfas muro sur
en colores rojo, ocre y negro

42. Restos de pintura mural en cornisa en color rojo Primer nivel de la cúpula,
y lienzo de muro con figuras fitomorfas en colores muro sureste
rojo, ocre y negro

43. Restos de pintura mural de ventana en colores Segundo nivel de la cúpula,


rojo y ocre muro sur

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
camiento a las pinturas, de la calidad de este registro A razón de esto, se ha reconocido que en la res-
depende mucho cualquier investigación, las medi- tauración existe un proceso de interpretación del pa-
das de conservación y la propuesta de intervención”.16 trimonio que en principio busca reconocer en los
El tema del registro tiene que ver con un proce- objetos sus valores inherentes;17 sin embargo, al in-
so de comprensión y de percepción; tratar de exa- tervenir una pieza el restaurador no sólo interfiere
minar la pintura mural y traducirla a un soporte en la transformación de los materiales, sino que tam-
fotográfico o dibujo es difícil, sobre todo si se busca bién participa en los cambios que experimenta su
que la idea quede plasmada de tal forma que un ter- significado y su valoración.18 Algunas veces, esta eva-
cero lea tal cual el mensaje que se escribió. luación de los bienes culturales se lleva a cabo con
En conservación se han probado numerosas téc- poco rigor y modifica el objeto,19 aun en las interven-
nicas de registro, como calcar sobre el muro, fotogra- ciones menos invasivas.
fías, dibujos y escáner 3D. Sin embargo, en cualquiera En esta paradoja, el restaurador debe evaluar el
de éstas el inicio es la observación minuciosa, selecti- objetivo de su intervención: ¿a qué se quiere llegar
va y crítica, guardando puntualmente los recursos vi- con la restauración? ¿Qué valores se verán afecta-
suales que se muestran, en particular sobre la técnica dos? ¿Cuánto ganará la obra? Una estimación de
y en general sobre un conjunto de muestras. este tipo debe darse en dos ejes: la conservación del
Con estos datos y la mesa llena de registros de pin- bien y la ganancia en información. El punto exacto
tura, la secuencia técnica y el mapa de vestigios, el de la intersección requiere de una decisión.
equipo de restauración del camarín se dio a la tarea de Elegir la mejor alternativa para la conservación
evaluar las evidencias, diseñar y discutir las propues- del camarín de la Virgen durante el proyecto de
tas, y por último determinar la propuesta final de recu- 2016 fue tarea de todo el equipo, encabezado por
186 |
peración de la pintura mural al exterior (figura 5). los supervisores,20 quienes estudiaron una larga lis-
Los canales de comunicación se establecieron en ta de requerimientos para determinar el nivel de
diferentes niveles de información. Conforme a los da- intervención en forma, técnica, material, textura,
tos que se generaban o que se requerían durante la acabado y color. La toma de decisiones colegiadas
intervención, tenían lugar diferentes tipos de reunio-
17
nes. La comunicación se llevó a cabo por medio de Mauricio Jiménez y Mariana Sainz, “¿Quién hace el patrimo-
nio? Su valor y uso desde perspectiva del campo de poder”, In-
seminarios entre el equipo de trabajo, además de la tervención. Revista Internacional de Conservación, Restauración y
supervisión diaria y semanal de las coordinaciones Museología, año 2, núm 3 , enero-junio de 2011, pp.15-18.
18 Ibidem, p. 14.
nacionales, y reuniones con especialistas.
19 Ibidem, p. 17.
Las aportaciones en datos concretos, producto de 20 Los supervisores y encargados del proyecto —responsables

las discusiones y análisis del equipo, se vertían en la de la toma de decisión en la estabilización y recuperación de la
pintura mural— fueron Ana Paula García Flores, líder del fren-
bitácora diaria de trabajo, como una interpretación
te de pintura mural; Sonia de León Romero, residente de restau-
de la evidencia que se descubría, registraba y analiza- ración; Ricardo Peza Alvarado, director de Disar. Arquitectura y
ba. En esta fase de interpretación, aunque colegiada, Diseño; Xochipilli Rossell Pedraza, supervisora técnica del mnv;
Dora Maviael Méndez Sánchez, subdirectora de Conservación
se presentó la mayor cantidad de hipótesis.
en Talleres e Investigación de Bienes Culturales de la Coordina-
ción Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (cncpc);
16 Valerie Magar, “Para un acercamiento metodológico en el y Alejandro Machuca Martínez y Guillermo Fuentes Maldo-
estudio y la conservación de pinturas rupestres. El caso de la nado, arquitectos peritos, así como Antonio Mondragón Lugo,
cueva de El Ratón, Baja California Sur”, en Historia del arte y res- subdirector de Supervisión de Proyectos y Obras Externas de la
tauración, México, iie-unam, 2000, p. 106. Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (cnmh).

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Vano sur,
segundo nivel

Desplante del muro oeste,


segundo nivel

Crestería de palmetas,
primer nivel

Vano de la ventana oeste,


| 187
primer nivel

Pináculo este,
pretil del camarín

Vano de ventana,
muro noroeste

Vano de ventana norponiente


Figura 5. Propuesta de la recuperación de pintura mural según los vestigios encontrados, 2016. Fotografía de Ricardo Peza, Disar. Arquitectura y Diseño.

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
contribuyó a determinar el nivel de intervención
con base en los alcances, criterios, lineamientos y
formas de comunicación, enmarcados por los fun-
damentos de las diferentes disciplinas que partici-
paban en el proyecto (figura 6).
Los principios y criterios que se aplicaron duran-
te la intervención se establecieron para mantener a
la obra, tanto inmueble como mueble por destino,
con los valores culturales: social, histórico, tecnoló-
gico y artístico, que hoy reconocemos en el espacio
Figura 6. Detalle del proceso de recuperación de la pintura mural en el primer
a intervenir. Los criterios utilizados en la interven-
nivel de la cúpula. ción de la pintura mural respondieron a lo siguiente:

Ladrillo rojo

Vestigios de pintura mural

Ventanas de cuadros de acero


188 | de 6/8” con vidrio de alabastro

Enlucido de 5 cm de espesor
Enlucido de 5 cm de espesor
Repellado de 1 cm de espesor

Muro de piedra de 1 cm de espesor

Vestigios de esgrafiado

Vestigios de pintura mural

Figura 7. Esquema de procedimiento constructivo y técnica de manufactura de la pintura mural, 2016. Dibujo de Disar. Arquitectura y Diseño.

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• Mínima intervención necesaria, referida a rea-
lizar diferentes procesos técnicos que permi-
tan la estabilidad material sin cambiar la forma
ni el color de lo que se estableció como origi-
nal, esgrafiados y restos de pintura mural.
• Uso de materiales compatibles a la materia
original en relación con la dureza y estabili-
dad físicoquímica, así como en apariencia en
textura y color.
• Respeto al original en la materia y lectura del
camarín de la Virgen, descrito como la aten-
ción y delimitación física para los procesos de
restauración, en particular en la eliminación Figura 8. Probetas de color sobre la jardinera ubicada en el exterior de la
explanada. Fotografía de Ana Paula García.
de material, resane y reintegración.
• Denotación de la intervención realizada a par- 1. Interpretación e integración de formas: a par-
tir de los sistemas operativo de aplicación de tir de la geometría de los esgrafiados, se tras-
color a bajo tono. ladaron los puntos a otros puntos, a modo de
generar líneas donde no existían.22 El proceso
El camarín a colores se hizo en el programa de computadora por
parte del arquitecto Ricardo Peza.
Relacionar los tres datos fue tarea de un equipo con 2. Elaboración de plantillas: para reproducir los
| 189
diferente visión, pero con un objetivo: completar el diseños fitomorfos se calcaron las formas ori-
mapa pictórico y entender el patrón figurativo del ca- ginales en una película plástica. La calca sir-
marín de la Virgen en el exterior. El método práctico vió como un patrón repetitivo que se colocó
para unirlo consistió en completar la secuencia de la en las lagunas para transferir el diseño con un
técnica pictórica del siglo xviii, al colocar los esgrafia- lápiz directamente sobre el aplanado.
dos a manera de plantilla, superponer los diseños y 3. Elaboración de pintura a la cal en colores
colorear los huecos. En esta fase del proyecto el equi- blanco, rojo, naranja, ocre y negro. La manu-
po tenía muy clara la técnica de manufactura de la factura de la pintura para la reintegración se
pintura mural, la cual se describe en el esquema de determinó a partir de diferentes pruebas de
la figura 7). materiales. Aquéllas con mejores resultados
Tal cual como se realiza en las etapas del diseño,21 de estabilidad y color fueron (figura 8):23
el proceso técnico para la recuperación de la pintu- a) Rojo núm. 3: 40 ml de pasta de cal + 20 ml
ra mural consistió en lo siguiente: de agua de cal + 2.5 ml de rojo inglés.
b) Amarillo núm. 1: 40 ml de pasta de cal + 20
ml de agua de cal + 10 ml de amarillo ocre.
21 Según Gallardo Frade, las fases del proceso del diseño corres-
ponden a observar, comprender, definir un punto de vista, idear
y escoger una solución para elaborar prototipos, hacer pruebas 22 Alberto Durero, Instrucciones de geometría, México, iiB-unam,
y, finalmente, implementar. José Antonio Gallardo Frade, El co- 1987 [1535], p. 79.
lor en el diseño industrial, México, Trillas, 2016, p. 119. 23 Ana Paula García, op. cit.

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Figura 9. Proceso de reintegración de color, 2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.

c) Naranja: 40 ml de pasta de cal + 20 ml de son casi inmediatas, iniciando su proceso de


agua de cal + 10 ml de amarillo ocre + 1 cristalización con el aplanado (figura 9).
ml de rojo inglés.
d) Negro: Azurea de Oxical® (A2C356); el tono El impacto de color en una línea de tiempo.
bajo fue el más favorable para la reintegra- Reflexiones del trabajo
ción cromática de los sillares, además de
que tiene menos pulverulencia cuando se Al final de los ejercicios espirituales la mirada debía volcar
aplica sobre la lechada. hacia el mundo exterior: experimentar (la realidad de la crea-
e) Blanco: el mejor método consistió en apli- ción) para contemplar, contemplar para alcanzar el amor.25
190 |
car una porción de cal en pasta distribui-
da sobre el muro húmedo, tratando de no El cambio contrastante del camarín de la Virgen an-
dar demasiadas pasadas con el pincel. Se tes y después del proyecto es impactante para los
ve muy transparente al principio, pero una ojos que conocían el inmueble sin color. Los comen-
vez seco cubre mejor.24 tarios de la comunidad mostraron interés en el cam-
4. Aplicación de la pintura en muros: una vez bio: preguntaban si el color que veían era el original
que el aplanado fino tuvo el dibujo preparato- y si así era antiguamente.
rio, se aplicaron las pinturas roja, ocre, naran- La paradoja entre ver el diseño antiguo pintado
ja o negra con brochas y pinceles, siguiendo de nuevo contrapone conceptos adaptados como
el patrón de color establecido. La aplicación comunidad; el enfoque occidental de la conserva-
de la pintura a la cal es homogénea, mientras ción del patrimonio histórico está profundamente
que el aplanado absorbe la pintura; una vez arraigado en las ideas de la Ilustración, el roman-
que esto pasa, el color ya no corre sobre el ticismo y la pasión por las antigüedades del siglo
aplanado; es decir, la aplicación de la pintu- xviii.26 Esta manera de pensar dedica más tiempo a

ra es de una sola intención, por lo que resulta


muy difícil corregir la trayectoria o difuminar. 25 A. Alfaro, “Los ejercicios espirituales y la actividad científica
La absorción y secado al tacto de la pintura de los jesuitas”, en Jesuitas, su expresión mística…, op. cit., p. 102.
26 Navin Piplani, “Fundamentos teóricos de la conservación en
la India”, Conversaciones… con Paul Philippot, num. 1, abril de
24 Probetas de color realizadas por Ana Paula García. 2015, p. 91.

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las evidencias del pasado y con ello hace una distin-
ción entre tiempos: lo que fue, lo que se ve y lo que
puede llegar a trascender. La idea de Ruskin sugiere
un carácter irreversible de estos eventos: el tiempo,
dejando atrás las huellas o evidencias,27 incluso las
señales de la intervención.
A diferencia de Occidente, donde se hace hin-
capié en las cualidades temporales de objetos y
eventos,28 Piplani describe que en el contexto indio
la autenticidad se asocia menos con la preservación
de monumentos históricos y a su materia original;
la autenticidad radica en las tradiciones culturales
vivas, transfiriendo este concepto desde la materia
tangible al contenido intangible.29
Mantener vivo un monumento, sea cual fuere su
función, es uno de los procesos de conservación más
eficaces para inmuebles históricos; a diferencia de
mantener un recuerdo, comprender el significado
de creación y asociarlo con el uso presente, desarro- Figura 10. Vista general del camarín, con la recuperación de pintura mural,
2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.
lla líneas complementarias para su conservación que
incluyen a la comunidad, así como al visitante nacio- tenidos en discusiones críticas sobre la forma prác-
| 191
nal y extranjero. tica de colocar el color.
Tener una postura compatible entre diferentes A pesar del esfuerzo pormenorizado para hallar
disciplinas, mantener vivo el inmueble y respetar y armar cada vestigio de pintura y esgrafiado, la re-
la historia dentro de un proyecto de intervención integración cromática del camarín de la Virgen sólo
es poco legítimo si se decide a título individual. De- completó un escaso 40% de la pintura mural que
volver, regresar o reintegrar forma y color en el ca- debió tener hacia 1764.
marín de la Virgen fue una postura debatida en Hoy en día el camarín de la Virgen de Loreto en
alcances y técnica, pues el objetivo general era cla- Tepotzotlán puede leerse también en el exterior. Su
ro: el equipo de restauración mantuvo de manera cambio ha generado expectación entre los habitan-
interdisciplinaria la idea de colocar la mayor extensión tes de Tepotzotlán y los turistas; sus colores son ya
de pintura mural que justificara y complementa- un referente de clases de pintura o ubicación local
ra una lectura vivencial del inmueble barroco. Los (figura 10). Las figuras geométricas que se perciben
criterios de restauración, los lineamientos de las en las ventanas y su relación con el octágono, el co-
diferentes profesiones y los alcances financieros, lor rojo estimulante o las formas fitomorfas que or-
respondieron a los acuerdos interdisciplinarios ob- namentan la parte de la doble cúpula y que hacen
juego con las líneas orgánicas o con el colorido de
las palmetas, ahora inician la expectativa del men-
27 Idem.
28 Idem. saje pictórico que el camarín de la Virgen de Loreto
29 Ibidem, p. 89. tiene que decirnos en el siglo xxi.

Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS RESEÑAS RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS

José Luis Curiel Monteagudo,


La cocina en la ruta de las misiones
de fray Junípero Serra, México,
Porrúa, 2017

Francisco Morales Valerio O. F. M.*

H
ay muchas maneras cionados con la vida y el itine- el origen de la palabra “longa-
de tratar las misio- rario del misionero franciscano. niza”, procedente de un embu-
192 |
nes de fray Junípero En 25 breves pero sustancio- tido originario de la región sur
Serra, el admirable francisca- sos capítulos, como los platillos de Roma, Lucania, de donde sa-
no que, pese a la llaga en uno que reseña, don José Luis hace lió el término, “luganiza”, y más
de sus pies, causada en su ca- un delicioso recorrido sobre los tarde nuestra actual “longani-
mino a México desde Veracruz, guisados que gustaban en los lu- za”. Los embutidos con diver-
recorrió el territorio mexicano gares en que vivió y por los que sos componentes fueron una
y la Alta California, como po- pasó fray Junípero, ahora san- parte sustanciosa de la comida
cos lo han hecho. El ingenie- to, desde su tierra natal, en Pe- mallorquina que disfrutó fray
ro y maestro José Luis Curiel tra de Mallorca, hasta la misión Junípero en su infancia. Otros
Monteagudo escogió una de las San Carlos, en la Alta California, ingredientes de esa cocina, pro-
formas más originales de tratar donde entregó su alma al Señor. cedentes del mundo árabe, fue-
este tema: con sus singulares Los dos primeros capítulos ron las recetas para dulces y
conocimientos culinarios, nos se refieren a la infancia y ju- panes para el desayuno. Del
ofrece en este interesante libro ventud del misionero francis- anecdotario de las “florecillas de
los más exquisitos platillos rela- cano. En ellos encontramos los San Francisco”, don José Luis
guisos de su tierra natal, con no ofrece su receta para el plati-
* Centro de Estudios Franciscanos en agradables sorpresas, como llo que él llama “pierna de cer-
Humanidades “Fray Bernardino de Sa-
hagún”, Biblioteca Franciscana, Cholu-
las relacionadas con los gusti- do horneada a la Júnipero” —se
la, Puebla llos mexicanos; por ejemplo, entiende el compañero de San

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS RESEÑAS RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS

Francisco de Asís—. Espero que fray Isidro Félix de Espinosa, en rras. Introdujeron también nue-
los lectores lo saboreen con el su Crónica, libro v, capítulo 32. vos alimentos, como la carne y
mismo gusto que la lectura de Para gusto de los paladares de su tratamiento para hacer ceci-
este libro. los lectores, a propósito del viaje na. Así, por ejemplo, en la parte
Los capítulos 3 al 7 hacen desde Veracruz hasta México, en alta de la Sierra Gorda se siguen
un recorrido por la vida de fray ese trayecto nuestro fraile probó viendo sobre las azoteas de las
Junípero desde que sale de su por primera vez un tamal. El li- casas los tendederos con cecinas
tierra natal hasta su llegada al bro ofrece la receta del “tamal de para secar. De esas experiencias
Colegio de Propaganda Fide en fray Junípero”, o para paladares se aprovecha el autor para ofre-
San Fernando de México. Re- más exquisitos encontramos, en cer a los lectores los platillos que
sultan muy interesantes los da- el capítulo 7, la reproducción de se pueden preparar con los in-
tos que ofrece Curiel sobre las algunos manjares de la antigua gredientes propios de esas regio-
distancias que separan los luga- cocina de San Fernando: la “fri- nes; por ejemplo, de la zona de
res que, a partir de su llegada a cacé francés”, la “torta del cielo”, la Sierra Gorda, el chivo tapeado,
San Fernando, recorrió el frai- los “huevos espirituales”, según la cecina serrana o el “atole de
le misionero, las cuales dejan los presenta el ya mencionado maíz de teja”. Y también el “zaca-
| 193
asombrado al lector que intenta- fray Jerónimo de San Pelayo, o, hui”, tamal gigante típico de la
ra recorrer esos mismos lugares. para gustos más mexicanos, la Huasteca. De la corta experien-
Igual de relevante es la informa- “capirotada” de San Fernando. cia de fray Junípero en las misio-
ción que ofrece sobre el libro de Los capítulos 8 al 12 están de- nes de Baja California, el autor
cocina de uno de los frailes co- dicados a las experiencias misio- recoge un significativo ejemplo
cineros de San Fernando, fray neras en tres lugares bastante de las provisiones que llevaban
Jerónimo de San Pelayo, publi- separados, geográfica y cultural- los navíos en las expediciones
cado por el Consejo Nacional mente, en los que fray Junípe- misioneras, así como algunos de
para la Cultura y las Artes ro trabajó los primeros 20 años los alimentos que ya se cultiva-
(Conaculta) en el año 2000, aun- de su estancia en la Nueva Espa- ban en la zona gracias a la pre-
que desafortunadamente el autor ña: la Sierra Gorda, la Huasteca sencia misionera de los jesuitas y
se deja influir por la introducción veracruzana y la Baja California. a los cultivos locales, propios de
de este libro, en la que se rela- Fray Junípero y sus compañeros la cocina del desierto, y bebidas
ciona al cacique de Querétaro, misioneros no sólo llevaron la fe como los “mezcales tatemados”
Fernando de Tapia, con el nom- a los habitantes de esas regiones, provenientes de las piñas de ma-
bre del Colegio de Propagan- sino también diversos aparejos, guey, cocidas en hornos de tierra
da Fide de México. Información como la yunta para trabajar el (metl: “maguey”; ixcalli: “cocido”).
más precisa sobre este nombre campo y aprovechar con mayor Los capítulos restantes (13
la trae el cronista de los colegios, beneficio los frutos de sus tie- al 25) están dedicados a la gran

reseñas
RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS RESEÑAS RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS

obra misionera de fray Junípe- plantitas que adornan jardines de las fiestas que se celebraban,
ro en la Alta California. Siguien- domésticos. y el índice general de fray Je-
do muy de cerca los datos de su El tema de la cocina apare- rónimo de los diversos platillos
primer biógrafo, fray Francisco ce relacionado con la ubicación que trae el libro de cocina del
Palou, el autor introduce al lec- de las misiones californianas. Colegio de San Fernando. En
tor en los recorridos del santo Así, con motivo de la fundación el mismo capítulo, aportación
por esa desértica región, la fun- de la misión San Antonio de Pa- de nuestro autor, nos presenta
dación de misiones y su organi- dua en la cañada del río San la preparación de la receta del
zación. Comenzando desde el Antonio, terreno abundante en “queso franciscano”, y para ce-
accidentado viaje de Villacatá a pinos y encinos, con diferen- rrar estos recetarios, con moti-
San Diego y luego a Monterey, tes clases de piñones y bellotas, vo de la fundación de la misión
el lector no familiarizado con la el autor ofrece cuatro delicio- de San Francisco, en la bahía de
vida de fray Junípero se asom- sas recetas: atole de bellota, ta- su nombre, ofrece una deliciosa
brará por sus recorridos por las mal de piñón, pinole de piñón receta de mariscos.
actuales ciudades de San Fran- y un plato de ardilla en caldo. Fray Junípero Serra, canoni-
cisco, Santa Clara, San Luis Rey, Refiriéndose al camino hacia la zado por el papa Francisco el 23
194 |
San Juan Capistrano y San Die- fundación de San Luis Obispo, de septiembre de 2015, ha sido
go, en las que fundó misiones donde merodeaba en ese tiem- objeto de numerosos actos con-
de las que surgieron las ciuda- po una gran cantidad de osos, memorativos y de libros de no-
des que ahora conocemos. Sus se presenta el delicioso platillo table investigación histórica. El
viajes misioneros quedan com- de “guiso de oso”, y a propósito maestro José Luis Curiel Mon-
pletados con las descripciones del viaje de fray Junípero al Co- teagudo se une a estos actos con
geográficas que con maestría legio de San Fernando de Mé- el presente libro. Aprovechan-
profesional maneja don José xico para defender su política do los lugares que nuestro in-
Luis Curiel. Así es posible ex- sobre las misiones, se reprodu- cansable misionero recorrió, el
plicarse el actual florecimiento ce la receta del refectolero fray autor nos introduce tanto en el
de los viñedos de las Califor- Jerónimo de San Pelayo para el modo de vida franciscano de
nias, gracias a los datos sobre las delicioso dulce “ante de vino”, nuestro santo misionero, como
parras silvestres que en el ca- así llamado porque se usaba en el sabor de recetas culinarias,
mino a San Diego describe el como aperitivo en las grandes históricas y contemporáneas re-
biógrafo del santo, fray Francis- fiestas. Se ofrece también un in- lacionadas con los lugares que
co Palou, y que el autor recoge teresante resumen de los dife- san Junípero Serra recorrió. Este
en este libro. Entendemos ade- rentes platillos que se servían libro se convierte así en una ape-
más de dónde sale el nombre en el convento de acuerdo con titosa lectura, tanto espiritual
de “juníperos”: de las hermosas los días del año y la solemnidad como gastronómica.

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


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Primer encuentro: Las revistas académicas


del inah. Balance y perspectivas,
13-17 de marzo de 2018

María del Carmen León García*

D
el 13 al 17 de marzo to: Arqueología, cr conservación de cada una de éstas se suma-
de 2018 se llevó a cabo y Restauración, Conversaciones ron los comentarios de inves-
| 195
el Primer encuen- con…, Gaceta de Museos, Dimen- tigadores y colaboradores, así
tro: Las revistas académicas del sión Antropológica, Con-tem- como de la coordinadora Na-
inah. Balance y perspectivas. poránea, Revista de Estudios de cional de Difusión, la licenciada
La sede fue el magnífico edifi- Antropología Sexual, Interven- Adriana Konzevik, y del subdi-
cio de la antigua Casa de Mone- ción, Diario de Campo, Rutas de rector de Publicaciones Perió-
da, hoy Museo Nacional de las Campo, Boletín de Monumentos dicas, maestro Benigno Casas,
Culturas del Mundo, que entre Históricos, Nueva Antropología, responsable de la coordinación
1866 y 1964 albergó al Museo Vita Brevis, Historias, Alquimia, editorial de todas ellas.
Nacional de Arqueología, Histo- Arqueología Mexicana, Hereditas, El Boletín de Monumentos His-
ria y Etnografía, uno de los an- Antropología. Revista Interdisci- tóricos, en su tercera época, fue
tecedentes directos del inah. plinaria del inah y Cuicuilco.1 presentado el jueves 15 des-
En una semana de martes a A la intervención de quie- pués del mediodía. Comenzó la
sábado se sucedieron las expo- nes encabezan la tarea editorial exposición el doctor Leopoldo
siciones de los editores y miem- Rodríguez, con un balance his-
1 Arqueología Mexicana es una coedición
bros de los comités editoriales tórico del interés por conservar
del inah con la Editorial Raíces, la cual
de las más importantes revistas se ha publicado desde abril de 1993. En e investigar el patrimonio cons-
académicas que edita el institu- total participaron 19 revistas, coordina- truido en México. Siguió la his-
das desde la Subdirección de Publica-
* Coordinación Nacional de Monumen- ciones Periódicas de la Coordinación toriadora Ana Eugenia Reyes
tos Históricos, inah. Nacional de Difusión del inah. y Cabañas, editora de la terce-

noticias
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ra época del boletín, narrando el ámbito internacional. Algunos participantes apuntaron a la ma-
precisamente las diferentes eta- puntos de reflexión repetidos a lo yor dificultad que enfrentan las
pas editoriales desde 1978 hasta largo del encuentro, además de revistas académicas en México:
la fecha; ella y la maestra María la larga tradición editorial de algu- el presupuesto. La mayoría no
del Carmen Olvera Calvo fueron nos títulos, fueron los retos pre- cuentan con recursos suficien-
responsables de echar a andar sentes y futuros de cada revista, tes para solventar a sus colabora-
esta tercera época, que ha llega- a partir de la aparición de la digi- dores y dictaminadores, quienes
do a sus primeros 40 números. talización, la visibilidad en redes, ofrecen sus artículos y dictáme-
Cerró la presentación la maes- la puesta en valor de números nes sólo a condición de obtener
tra Julieta García, subdirectora atrasados, la indexación, los siste- constancias que generen punta-
de Investigación de la Coordina- mas de evaluación y la valoración jes para acceder a becas o estí-
ción Nacional de Monumentos en el Consejo Nacional de Cien- mulos en los sistemas de apoyo
Históricos (cnmh), quien habló cia y Tecnología, entre otros. para investigadores. Por otro
de los logros y los reconocimien- La última actividad fue el lado, el bajo presupuesto tampo-
tos académicos más allá del inah, conversatorio “Las revistas cul- co permite cumplir con todos los
mostrando la consolidación que turales y académicas de Méxi- requerimientos de instalaciones
196 |
ha logrado esta publicación en el co: su circunstancia y sus retos”, adecuadas, personal capacitado,
ámbito especializado del estudio, en el que participaron Guiller- programas y equipos de cómpu-
la conservación, la intervención mo Chávez Sánchez de la Direc- to para acceder oportunamente
y la difusión de los monumen- ción General de Publicaciones a las plataformas electrónicas e
tos históricos y arqueológicos del y Fomento Editorial de la Uni- índices especializados.
país y su reconocimiento en el versidad Nacional Autónoma Lo más interesante del con-
ámbito internacional. de México (dGpfe-unam), Víctor versatorio fue que entre los
El principal objetivo de este Hugo López Mohedano de la Di- ponentes y los asistentes se re-
primer encuentro de revistas rección de Publicaciones de la flexionó sobre los desafíos que
académicas consistió en abrir un Universidad Iberoamericana (dp- enfrentan hoy los editores y los
espacio de reflexión sobre los lo- uia), Reyna Ponce Navarrete y consejos académicos frente al
gros y perspectivas de las publi- Jesús Francisco Conde de Arria- creciente y veloz desarrollo de
caciones periódicas del instituto. ga de la Dirección de Publicacio- las tecnologías de la comunica-
Como principal resultado se ob- nes y Promoción Editorial de la ción, y se formuló una legítima
tuvo una visión del conjunto y Universidad Autónoma Metropo- preocupación ante la pregun-
de la diversidad de publicacio- litana (dppe-uam), moderado por ta: ¿cómo aprovechar las herra-
nes periódicas del inah, así como Benigno Casas de la Torre, sub- mientas que ofrecen internet y
de sus aportaciones a las cien- director de Publicaciones Perió- los sistemas informáticos con
cias histórico-antropológicas en dicas del inah. En la sesión, los los presupuestos disponibles?

boletín de monumentos históricos | tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018


Boletín de Monumentos Históricos, tercera época
Normas para la entrega de originales

1. La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del inah, 9. En el caso de artículos publicados en libros, deberán citarse
a través de la Subdirección de Investigación, invita a todos los de la siguiente manera:
investigadores en antropología, historia, arquitectura y ciencias
afines a colaborar en el Boletín de Monumentos Históricos, ter- a) nombre y apellidos del autor; b) título del artículo entre-
cera época, con el resultado de investigaciones recientes que comillado; c) título del libro en letras cursivas, anteponiendo
contribuyan al conocimiento, preservación, conservación, res- la preposición “en”; d) tomo y volumen; e) lugar de edición;
tauración y difusión de los monumentos históricos, muebles e f) editorial; g) año de la edición; h) página(s) citada(s).
inmuebles de interés para el país, así como con noticias, reseñas
bibliográficas, documentos inéditos, avances de proyectos, de- 10. En el caso de archivos, deberán citarse de la siguiente manera:
cretos, declaratorias de zonas y monumentos históricos.
a) nombre completo del archivo y, entre paréntesis, las siglas
2. El autor deberá entregar su colaboración en original impreso, que se utilizarán en adelante; b) ramo, nombre del notario
con su respectivo respaldo en disco compacto (cd), usb o vía u otro que indique la clasificación del documento; c) legajo,
correo electrónico con su nombre, título de la colaboración y caja o volumen; d) expediente; e) fojas.
programa de captura utilizado. Deberá incluir un resumen no
mayor de 10 renglones, un abstract, así como cinco palabras cla- 11. Las locuciones latinas se usarán en cursivas, del siguiente modo:
ve y keywords, que no sean más de tres de las que contiene el
título del artículo. op. cit. = obra citada; ibidem = misma obra, diferente pági-
na; idem = misma obra, misma página; cfr. = compárese;
3. El paquete de entrega deberá incluir una hoja en la que se et al. = y otros.
indiquen: nombre del autor, dirección, número telefónico,
celular y correo electrónico, institución en la que labora, ho- Las abreviaturas se utilizarán de la siguiente manera: p. o
rarios en los que se le pueda localizar e información adicional pp. = página o páginas; t. o tt. = tomo o tomos; vol. o vols. =
que considere pertinente. volumen o volúmenes; trad. = traductor; f. o fs. = foja o fo-
jas; núm. = número.
4. Las colaboraciones no deberán exceder de 40 cuartillas, incluyendo
ilustraciones, fotos, figuras, cuadros, notas y anexos (1 cuartilla = 12. Los cuadros, tablas, gráficos e ilustraciones deberán ir per-
1 800 caracteres; 40 cuartillas = 72 000 caracteres). El texto debe- fectamente ubicados en el corpus del trabajo, con los textos
rá presentarse en forma pulcra, en hojas bond carta y en archivo precisos en los encabezados o pies, con la palabra “figura” y
Word (plataforma pc o Macintosh), a 12 puntos y a 10 las citas, en su número, y se incluirán en el cd o en el envío por correo
altas y bajas (mayúsculas y minúsculas), a espacio y medio. Las ci- electrónico, en archivo aparte. El texto no deberá presentar
tas que rebasen las cinco líneas de texto, irán a bando (sangradas) diseño editorial.
y en tipo menor, sin comillas iniciales ni terminales.
13. Las colaboraciones serán sometidas a un dictaminador espe-
5. Los documentos presentados como apéndice deberán ser cialista en la materia.
inéditos, y queda a criterio del autor modernizar la ortografía
de los mismos, lo que deberá aclarar con nota al pie. 14. Las sugerencias hechas por el dictaminador o por el correc-
tor de estilo serán sometidas a la consideración y aprobación
6. Las ilustraciones digitalizadas deberán entregarse a un tamaño del autor.
de 30 cm de ancho, en formato jpg o tiff con una resolución de
300 dpi (pixeles por pulgada cuadrada) y deberán incluir pie 15. Sobre las colaboraciones aceptadas para su publicación, la
de foto con autor o fuente. Coordinación Editorial conservará los originales; en caso con-
trario, de ser negativo el dictamen, el autor podrá apelar y soli-
7. La bibliografía deberá incluirse como notas a pie de página; la citar un segundo dictamen, cuyo resultado será inapelable. En
primera vez que se cite la fuente consultada se incluirá la refe- estos casos, el texto será devuelto al autor.
rencia completa. Los datos a consignar deberán ir separados
por comas: 16. Cada autor recibirá cinco ejemplares del número del Bole-
tín de Monumentos Históricos en el que haya aparecido su
a) nombre y apellidos del autor; b) título de la obra en letras colaboración.
cursivas; c) tomo y volumen; d) lugar de edición; e) nombre
* * *
de la editorial; f) año de la edición; g) página(s) citada(s).
Las colaboraciones deberán enviarse o entregarse en la Subdi-
8. Las citas de artículos de publicaciones periódicas deberán rección de Investigación de la Coordinación Nacional de Monu-
contener: mentos Históricos del inah, en la calle de Correo Mayor núm. 11,
Centro Histórico, México, D.F., C.P. 06060, tel. 4166 07 80 al 84,
a) nombre y apellidos del autor; b) título del artículo entrecomi- ext. 413016.
llado; c) nombre de la publicación en letras cursivas; d) número
y volumen; e) lugar de edición; f) fecha y página(s) citada(s). correo electrónico: boletin.cnmh@gmail.com
Índice
Ø Una pintura del mulato Tomás de Sosa Ø Colegio de Nuestra Señora de Covadonga,
en España. San Antonio de Padua Ciudad de México: siglos xviii al xx.
y el milagro de la mula: su hallazgo Historia de una institución escolar
en una colección privada | gabriela que quedó en intento | alicia bazarte
sánchez reyes / andrés santillán martínez / leopoldo rodríguez morales /
medina / guillermo arce alma alicia benítez pérez

Ø En busca de los enigmáticos vigilantes Ø El edificio de la Antigua Escuela Nacional de


de la montaña y el sotavento: nuevos Agricultura y Veterinaria “San Jacinto”: una
hallazgos, hipótesis y preguntas en torno historia a través de sus etapas constructivas
del patrimonio fortificado de Veracruz | yunuen l. maldonado dorantes
| sergio a. vargas matías
Ø Pedro de Medina Picazo S. J., insigne
Ø Aproximación a un discurso gráfico benefactor | verónica zaragoza
en el antiguo convento agustino de Santa
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