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Boletín de
monumentos
históricos
43
BOLETÍN DE MONUMENTOS HISTÓRICOS
Tercera época, núm. 43 | mayo-agosto de 2018
Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, por cualquier medio o procedimien-
to, sin contar previamente con la autorización de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor, y en su caso, de los
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ISSN: 0188-4638
D.R. © INAH, Córdoba 45, Col. Roma, Primera época: 1978-1982 (núms. 1 al 8)
C.P. 06700, México, D.F. Nueva época: 1989-1991 (núms. 9 al 15)
Tercera época: 2004-
Boletín de Monumentos Históricos, tercera época, núm. 43, mayo-agosto de 2018, es una publicación editada por el Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Secretaría de Cultura. Editor responsable: Benigno Casas de la Torre. Reservas de Derechos al uso exclusivo: 04-
2008-012114371500-102, ISSN: 0188-4638, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título
y Contenido: 16123, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Domi-
cilio de la publicación: Hamburgo 135, Mezzanine, Col. Juárez, C.P. 06600, Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. Imprenta: Taller de
impresión del inah, Av. Tláhuac 3428, Culhuacán, C.P. 09840, Alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México. Distribuidor: Coordinación Nacional
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minó de imprimir el 19 de julio de 2019 con un tiraje de 1 500 ejemplares. Revista indexada en clase y Latindex.
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Índice
3 Editorial
artículos
6 Una pintura del mulato Tomás de Sosa en España. San Antonio de Padua
y el milagro de la mula: su hallazgo en una colección privada | gabriela sánchez
reyes / andrés santillán medina / guillermo arce
reseñas
noticias
E
l número que el lector tiene en sus manos es un mosaico temático de resulta-
dos de investigaciones acerca de patrimonio cultural mueble e inmueble. Una
buena oportunidad para ampliar horizontes y adentrarse en muy diversos y
novedosos hallazgos, así como en la continuación de otros que se han trabaja-
do desde varias perspectivas.
Tres son los temas que aborda el artículo “Una pintura del mulato Tomás de Sosa en Es-
paña. San Antonio de Padua y el milagro de la mula: su hallazgo en una colección privada”, de
|3
Gabriela Sánchez Reyes, Andrés Santillán Medina y Guillermo Arce; uno, la circulación de los
objetos artísticos en los territorios de la Monarquía hispana; dos, el diálogo entre coleccio-
nistas y académicos en la estructuración de nuevas formas de investigación, y retomo del
texto la frase “la presencia de personajes afrodescendientes en la pintura novohispana no
resulta ser tan común”, que es el tercer asunto a tratar.
El recuento que se hace de las fortificaciones remite a pensar en la geografía del siglo
xvi, tan distinta a la que hoy conocemos, tanto en territorios no urbanos como en las inci-
pientes ciudades, así como en la necesidad de protegerse del otro, el recién llegado, res-
guardándose y al mismo tiempo haciendo obras de maravilla arquitectónica. El artículo
de Sergio A. Vargas Matías, “En busca de los enigmáticos vigilantes de la montaña y el so-
tavento: nuevos hallazgos, hipótesis y preguntas en torno del patrimonio fortificado de
Veracruz”, analiza la arquitectura fortificada, desde la que se construyó con fines de comu-
nicación, como el telefre, hasta las atalayas u otras construcciones, edificadas en pleno si-
glo xix, todas como testimonio y vínculo de la historia veracruzana y nacional en constante
trabajo por su defensa.
Hacer recorridos virtuales se ha vuelto una práctica cada vez más cotidiana; ahora bien,
estudiar y comprender cada uno de los elementos ornamentales que se representan grá-
ficamente en un inmueble es una labor que, en “Aproximación a un discurso gráfico en el
antiguo convento agustino de Santa María Magdalena en Cuitzeo del Porvenir, municipio
editorial
de Cuitzeo, Michoacán de Ocampo, México”, de Ma- en la práctica agrícola, porque los diputados no esta-
ría Lizbeth Aguilera Garibay, se disfruta por la mi- ban en esa misma sincronía.
nuciosidad en los detalles que se observan al hacer Un inmueble icónico de la representación del
la lectura y la visita imaginada, apoyados en su des- periodo virreinal en México es el Museo Nacional
cripción y en las fotografías del actual museo. del Virreinato. Tres artículos dan cuenta de su his-
El nombre de los lugares se va convirtiendo en toria. El primero de ellos, “Pedro de Medina Picazo,
una costumbre, y nos referimos a ellos de una ma- insigne benefactor”, de Verónica Zaragoza, aborda
nera determinada, aunque muchas veces el uso de un apasionante capítulo en la construcción del be-
un edificio nunca haya sido el referido por tal nom- llo y famoso templo de San Francisco Javier por el
bre. En “Colegio de Nuestra Señora de Covadonga, P. J. Pedro de Medina Picazo, integrante de una de
Ciudad de México: siglos xviii al xx. Historia de una las familias de la nobleza novohispana. Como bien
institución escolar que quedó en intento”, de Ali- se sabe, las construcciones no se hacen en periodos
cia Bazarte Martínez, Leopoldo Rodríguez Morales cortos; además de un diseño debe aportarse y garan-
y Alma Alicia Benítez Pérez, se relata la propuesta tizarse el monto económico para llevar a cabo la obra
para la realización de un proyecto con el que se crea- que trascenderá al benefactor. En este caso, además
ría el Colegio de Nuestra Señora de Covadonga y su se consiguió hacer otra obra arquitectónica, la Casa
descripción arquitectónica, junto con los diferentes de Loreto. El padre Pedro, como se le conoció, fue
usos que tuvo desde el siglo xviii hasta la más recien- sin duda un personaje en Tepotzotlán. En el texto se
te intervención, iniciada en 2004. La documentación menciona incluso que aprendió otomí en ese lugar,
archivística consultada muestra tanto las negativas actividad que le mereció ser operario de indios para
que enfrentó para su funcionamiento como colegio, enseñar gramática en San Gregorio, Ciudad de Mé-
4|
como las aprobaciones para que lo fuera, aunque no xico. De importancia también es el documento que
llegó a concretarse. cierra este artículo: sin duda generará nuevas inves-
El siglo xix fue el escenario de la transformación tigaciones por ser una fuente primaria de estudio.
de la Ciudad de México. Un magnífico ejemplo se El objeto central del segundo artículo de esta tria-
analiza en el artículo “El edificio de la Antigua Escuela da lo constituye el inmueble hoy reconocido como
Nacional de Agricultura y Veterinaria ‘San Jacinto’: templo de San Francisco Javier; al igual que nos
una historia a través de sus etapas constructivas”, de interesa saber quién fue el patrocinador de la obra
Yunuen Maldonado Dorantes. Con una narración di- arquitectónica, las nuevas investigaciones in situ nos
ligente y sólida, la autora nos lleva a través de las aclaran su construcción, como en el caso de “Etapas
transformaciones arquitectónicas que tuvo el hospi- constructivas del templo de San Francisco Javier de
cio dominico de San Jacinto, hasta una novedosa es- Tepotzotlán (1670-1764)”, de Ricardo Uriel Peza Al-
cuela propuesta por el Ministerio de Instrucción, la varado. Las cronologías son una herramienta meto-
Escuela de Agricultura y Veterinaria, proyecto arqui- dológica para estructurar con nuevas perspectivas
tectónico a cargo del ingeniero-arquitecto José Luis los procesos históricos de un inmueble a estudiar.
Collazo. La asignación de presupuesto destinado a El autor comparte atinadamente diversas fuentes de
la educación es un asunto no resuelto en la historia investigación, documentales y testimoniales encon-
y que aún padecemos. La adquisición de un inmue- tradas en los trabajos de intervención arquitectónica
ble, o como fue el caso de la hacienda de la Ascen- que realizó. A las distintas cronologías existentes
sión, no garantizaba a los alumnos su adiestramiento ahora podemos agregar las evidencias de restos ar-
editorial
Gabriela Sánchez reyeS* / andréS Santillán Medina** / GuillerMo arce***
El estudio de la producción plástica de un artista está sujeto al registro de su obra, de tal forma que cualquier hallazgo ofre-
ce una oportunidad para ampliar o corregir la información que se tiene sobre él. Entre el gremio de pintores novohispa-
nos se tienen pocas noticias de miembros que se identificaran como mulatos o mulatos libres. Tal fue el caso de Tomás
de Sosa, cuyo nombre apenas estaba registrado y de quien hace una década se dio a conocer la localización de tres de sus
pinturas en distintos sitios. Sin embargo, a partir de que un particular en España informó acerca de una nueva pintura fir-
mada por Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, ha sido posible replantear la datación de su vida y su obra, así
como sus posibles vínculos con el también pintor mulato Juan Correa.
Palabras clave: Tomás de Sosa, pintor mulato, mulato libre, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, pintura novohis-
pana, gremio de pintores novohispanos, Juan Correa.
Studying an artist’s visual production is constrained by the known corpus of his artwork, making the discovery of any
6| new painting an opportunity to expand or correct what is known about him. In the painters’ guild in New Spain, scant in-
formation is available on members who identified themselves as mulattos. This was the case of Tomás de Sosa, who was
known solely by references to his name until a decade ago, when three of his paintings were located in different collec-
tions. More recently, the appearance of another painting signed by Sosa in a private collection in Spain, Saint Anthony
of Padua and the Miracle of the Mule, has made it been possible to reconsider the dating of his life and work, as well as his
possible connections to Juan Correa, another mulatto painter.
Keywords: Tomás de Sosa, mulatto painter, free mulatto, Saint Anthony of Padua and the Miracle of the Mule, painting in
New Spain, painters’ guild in New Spain, Juan Correa.
L
a circulación de obras novohispanas, ya sea por razones comerciales, dona-
ciones o como adquisición para el ajuar doméstico en los territorios europeo
y americano, ha sido identificada en diversos acervos, así como en coleccio-
nes públicas y privadas.1
Es posible que en algunos casos sea más fácil identificarlas por las técni-
cas americanas, tales como los enconchados, el arte plumaria o la escultura de caña de
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
8|
Figura 3. Tomás de Sosa, Santos jesuitas y retratos civiles, óleo sobre tela, 223 × 300.5 cm, Museo Nacional de Arte, inba. Fotografía de Nazzar Jalili.
nocer los objetos de devoción y las obras artísticas Bernardo, en la catedral de Cuernavaca, Morelos; Vir-
que podrían ser analizadas. Tal es el caso del recien- gen de Guadalupe con san Joaquín y señora santa Ana, en
te hallazgo en España de la pintura San Antonio de la capilla de San Simón y San Judas Tadeo, Azcapot-
Padua y el milagro de la mula, firmada por el pintor zalco, Ciudad de México, y Santos jesuitas y retratos ci-
mulato Tomás de Sosa, que forma parte de una co- viles, en el Museo Nacional de Arte (Munal) (figuras
lección privada desde la segunda mitad del siglo xix, 1, 2 y 3). Por tal razón, resulta lógico pensar que la
aproximadamente, y de la que se desconocen deta- aparición de una nueva pintura de Sosa en el extran-
lles sobre su adquisición. jero permitirá enriquecer y ampliar el conocimiento
Por fortuna, el propietario actual de la pieza se in- sobre el quehacer artístico de este pintor mulato.
teresó en conocer más sobre la vida y obra del autor. A partir de las tres pinturas localizadas, los años
Con esta intención revisó un artículo publicado hace de vida de Tomás de Sosa habían sido fechados en-
una década, donde se presentaron los datos más re- tre 1655 y 1712. Sin embargo, un nuevo dato ha per-
levantes sobre Sosa, de quien sólo se conocen tres mitido modificar este corte cronológico, como se
pinturas localizadas en México: La lactación de san verá a continuación. En este sentido, es importante
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
10 | Figura 4. Tomás de Sosa, Santos jesuitas y retratos civiles, óleo sobre tela, 223 × 300.5 cm. Museo Nacional de Arte, inba. Detalle del rostro de un joven con rasgos
afrodescendientes. Fotografía de Mirsa Islas Orozco.
gremiales o como parte del servicio doméstico. En La cercanía de sus fechas de vida y la similitud
este sentido, resulta curioso el cuidado que Tomás que existe entre algunas de sus obras permiten pro-
de Sosa ponía en sus obras para pintar de un color poner la existencia de un lazo maestro-discípulo en
más oscuro la piel de algunos personajes, así como el taller de Juan Correa.
la forma rizada de su cabello. Al respecto, cabe re- De las tres obras realizadas por Tomás de Sosa, en
cordar que Sosa fue contemporáneo del también Santos jesuitas y retratos civiles, de la colección del Mu-
pintor mulato Juan Correa, quien incorporó niños nal, san Ignacio de Loyola, san Francisco de Borja, san
y angelitos que Elisa Vargaslugo identificó “de color Luis Gonzaga, san Francisco Javier y san Estanislao de
quebrado”; es decir, que muestran la piel con Kotska aparecen como los protagonistas del cuadro (fi-
gura 3). Sin embargo, entre los 16 rostros pintados des-
[…] varios tonos de moreno medio, si bien en algunas taca el de dos jóvenes con un color de piel más oscuro
ocasiones es francamente oscuro, sin duda queriendo (figura 4). Algo parecido sucede en La lactación de san
dejar registro de los varios tonos de la piel de los mu- Bernardo, donde los ángeles y el Niño Jesús también
latos […] cuyo mérito no está en su belleza sino en el están pintados con un color de piel más oscuro (figura 5).
hecho de querer un rostro novohispano.17 Esta misma situación se observa en San Antonio de
Padua y el milagro de la mula, donde el color de piel
17 E. Vargaslugo de Bosch et al., op. cit., vol. iv, pp. 41-42, 55-60. de algunos de los personajes también es más oscuro.
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
12 | Figura 7. Joseph Heintz, el Joven, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, Basílica de Juan y Pablo, Venecia, Italia. Fotografía de la Web Gallery of Art.
[…] yo encerraré mi mula por espacio de tres días, sin mando criatura irracional, que llegues a reverenciar y
darle en todo este tiempo comida ni bebida, y des- adorar a tu criador”.23 Entonces ocurrió el prodigio re-
pués en el puesto que señalares y quisieres tener esa presentado en la pintura de Tomás de Sosa:
hostia la traeré hambrienta, y le pondré al lado la co-
mida, y si veo que no haciendo caso de ella, hace mi- ¡Raro prodigio! Apenas había Antonio bien pronuncia-
lagrosa reverencia y obsequio a la hostia que dices do estas palabras, cuando el bruto, despreciando la co-
está consagrada, creeré que es verdad infalible que mida, sin hacer caso de las instancias con que su amo
está en ella Cristo real y verdaderamente22 (figura 6). a ella le convidaba e instigaba su natural apetito, se
llegó al santo y postradas las rodillas, con pasmo y ad-
Finalmente, san Antonio de Padua aceptó el desa- miración de todos los circundantes, adoró reverente a
fío, así que, habiendo llegado el día acordado, celebró Cristo sacramentado.24
misa y salió en procesión con la hostia en sus manos,
dirigiéndose al sitio donde se hallaba la mula. Al llegar, El portento no sólo hizo que Guialdo se convir-
pusieron la comida delante de la bestia. Sin embargo, el tiera, sino que además lo motivó a construir un tem-
franciscano le dijo al animal: “En virtud, y nombre de plo dedicado al apóstol san Pedro, haciendo que en
Jesucristo, que indignamente tengo en mis manos, te
23 Ibidem, p. 47.
22 Idem. 24 Idem.
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
14 |
Figura 9. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, 1723, col. privada.
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
16 |
Figura 12. Juan Correa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, parroquia de la Inmaculada Concepción, Ozumba, Estado de México. Fotografía
de Guillermo Arce.
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
18 |
Figura 14. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula (detalle), 1723, col. privada.
Por supuesto, hay un problema para aceptar plena- El hallazgo de una nueva pintura firmada por To-
mente la segunda posibilidad: Tomás de Sosa ten- más de Sosa en 1723 amplía su periodo de actividad
dría que haber viajado a Ozumba para copiar la obra casi una década más; es decir, entre 1655 y 1723,
de Correa, o conocerla mientras era realizada en el por lo que se deduce que fue un pintor longevo. En
taller. Asimismo, Correa ejecutó su versión de San este sentido, es posible que San Antonio de Padua y
Antonio de Padua y el milagro de la mula no pocos el milagro de la mula sea una de las últimas pintu-
años antes de que Sosa ejecutara la suya —como ya ras que realizó el pintor mulato y que su aparición
se dijo, Correa murió el 3 de noviembre de 1716, en en una colección privada en España se deba al co-
tanto que Sosa pintó su versión en 1723—. Sin em- mercio de obras suntuarias que se dio ininterrum-
bargo, debemos considerar la posibilidad de que Co- pidamente en la Nueva España entre los siglos xvii
rrea haya realizado otras versiones del milagro para y xviii.33 Otro detalle que caracteriza su obra es la in-
algunos de los templos de la capital del virreinato,
las cuales pudieron haber sido más asequibles para 33 Gustavo Curiel, “Consideraciones sobre el comercio de obras
Sosa. La existencia de ambos lienzos nos permite suntuarias en la Nueva España de los siglos xvii y xviii”, en Regio-
nalización en el arte. Teoría y praxis. Coloquio Internacional de His-
afirmar una intensa circulación de grabados y pintu- toria del Arte, México, Gobierno del Estado de Sinaloa/iie-unam,
ras entre los pintores novohispanos y europeos. 1992, pp. 127-160.
Figura 15. Tomás de Sosa, San Antonio de Padua y el milagro de la mula, 1723, col. privada. Detalle del rostro del personaje con piel más oscura.
tención de pintar más oscuro el color de la piel de tura novohispana, y en especial del quehacer de
algunos de sus personajes, un poco parda; en dos Sosa, de quien aún queda por analizar su obra con
casos los personajes se ocultan entre un grupo, des- detalle en su contexto pictórico. Sin duda existe un
tacando simuladamente las facciones afrodescen- acervo importante custodiado en colecciones pri-
dientes, como en la pintura de San Antonio de Padua vadas; por ello es fundamental continuar el diálo-
y el milagro de la mula (figura 15). go entre coleccionistas y académicos, para delinear
Sea este hallazgo un motivo para la reflexión nuevas perspectivas del quehacer de los pintores
acerca de la producción y la circulación de la pin- novohispanos.
Una pintUra del mUlato tomás de sosa en españa. San antonio de Padua y el milagro de la mula…
Sergio A. VArgAS MAtíAS*
Desde la llegada de los españoles a las playas del Golfo de México, y hasta las primeras décadas del siglo xx, las costas y ca-
minos del actual estado de Veracruz fueron los ejes que condicionaron tanto las políticas y proyectos de defensa de la Co-
rona española y el gobierno nacional, como los planes de ataque de las potencias que, a lo largo del siglo xix, pretendieron
hacerse del dominio de nuestro país. En consecuencia, hoy en día pervive en tierras veracruzanas un vasto y heterogé-
neo conglomerado de fortificaciones, edificios militares y vestigios que, a diferencia de lo que sucede en otras entidades,
abarca casi todas las fases de conformación del Estado mexicano, cualidad que le da un carácter único e irrepetible
y explica la indiscutible relevancia histórica y cultural del patrimonio fortificado de Veracruz.
Palabras clave: camino real, Veracruz, fortificaciones, arquitectura militar.
From the arrival of the Spaniards to the shores of the Gulf of Mexico to the first decades of the twentieth century, the
coasts and roads of the modern-day state of Veracruz were the main factors that conditioned the Spanish Crown’s defense
policies and projects and the national government, as well as the attack plans of the powers that tried to take control of
Mexico throughout the nineteenth century. As a result, a vast and heterogeneous conglomerate of fortifications, military
20 | buildings and vestiges has survived in Veracruz in contrast to the situation in other states. The fact that these defensive
constructions span virtually all phases of the Mexican state’s formation makes them unique and explains the undeniable
historical and cultural significance of fortified patrimony in Veracruz.
Keywords: Camino Real (Royal Road), Veracruz, fortifications, military architecture.
D
urante mucho tiempo, las grandes fortalezas de San Juan de Ulúa y San
Carlos de Perote acapararon el interés de la mayor parte de los investiga-
dores dedicados al patrimonio fortificado de Veracruz, “por lo que, salvo
algunas excepciones —como el baluarte de Santiago—”, el resto de los in-
muebles permaneció en el olvido.1
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
a lo largo de sus páginas: la primera, fundamental- a los recintos construidos a lo largo del periodo co-
mente historiográfica, y la segunda, principalmen- lonial, de los cuales no queda rastro alguno o que se
te analítica, con base en algunos casos que ilustran ubican fuera del área de estudio.
las confusiones e interrogantes relacionadas con es-
tos inmuebles y la presentación de algunas hipóte- Primera etapa: las fortificaciones
sis explicativas, para lo cual el texto se divide en una del periodo colonial
serie de “etapas”, atendiendo, más que a los procesos
y acontecimientos históricos, a las características de Desde su llegada a las playas del actual Veracruz, las
las fortificaciones erigidas durante el periodo, como huestes comandadas por Hernán Cortés se vieron
ocurre con las de la guerra de Independencia, que obligadas a construir bastiones que no sólo los pro-
se han considerado aparte de las erigidas hasta fina- tegieran de las inclemencias del clima, sino de los
les del siglo xviii debido a sus particularidades técni- ataques de la población nativa, funciones a las que
cas y tipológicas. poco después se agregaría otra de carácter simbóli-
Finalmente, tal como se indica en el título, el in- co, pero sin lugar a dudas mucho más significativa:
terés de este trabajo se centra en el conjunto de in- la de representar el poder y la jurisdicción hispana
muebles que permanece en pie y, sobre todo, en en los territorios que paulatinamente iban quedan-
aquellos edificios que son apenas conocidos, por lo do bajo el control de la Corona.
que resultan escasas las referencias a la obra de au- A medida que penetraban en el espacio meso-
tores “clásicos” como Calderón Quijano8 y Gorbea americano, los expedicionarios fueron erigiendo
Trueba,9 o a la de destacados investigadores como numerosas edificaciones en las que todavía se apre-
Arnal Simón,10 Moncada Maya,11 Ojeda Victoria,12 ciaba la impronta de la arquitectura militar de la
22 |
González Aragón,13 Cejudo Collera14 y otros cuya época medieval; tal fue el caso de la casafuerte le-
labor se enfoca en los tratados de fortificación y los vantada por Cortés en 1519 en las cercanías de Quia-
aspectos técnico-constructivos relativos a las fortale- huiztlán, como parte del asentamiento hispano de
zas, la vida y obra de los ingenieros militares, o bien, Villa Rica,15 y las primeras instalaciones (figura 1)
levantadas en el islote de San Juan de Ulúa, núcleo
8 José Calderón Quijano, Historia de las fortificaciones en Nue- primigenio de lo que siglos más tarde sería el ma-
va España, Madrid, Gobierno del Estado de Veracruz/eeha-csic,
1984 [1953].
jestuoso fuerte del mismo nombre, cuya edificación
9 José Gorbea Trueba, “La arquitectura militar en la Nueva Es- abarcó casi todo el periodo colonial.
paña”, Estudios de Historia Novohispana, vol. 2, 1968, pp. 1-29. Una vez consumada la derrota del Imperio mexi-
10 Luis Arnal Simón, El presidio en México en el siglo xvi, México,
fa-unam, 1995.
ca y asegurado el dominio español sobre la mayor
11 Omar Moncada Maya, Ingenieros militares en Nueva España. parte del territorio antaño controlado por los az-
Inventario de su labor científica y espacial. Siglos xvi a xviii, Méxi-
tecas, los conquistadores se dieron a la tarea de
co, iG-unam, 1993.
12 Jorge Ojeda Victoria, Las torres de vigía en Yucatán: una ma- construir múltiples recintos fortificados y edificios
nifestación histórica de la proyección hispana a ultramar, Madrid, logísticos y estratégicos, primero en las costas y las
ihcn-Ministerio de Defensa, 2007.
13 Jorge González Aragón et al., Corpus urbanístico. Fortifica-
poblaciones inmediatas y después tierra adentro,
ciones costeras de México en los archivos españoles. Arquitectura
militar, México, uam/inah-Conaculta/Embajada de España en
México, 2009. 15 Jaime Cortés Hernández, “La Villa Rica de la Veracruz, espa-
14 Mónica Cejudo Collera, La influencia del tratado de Lupicini en cio y tiempo”, Centenarios. Revoluciones Sociales en Veracruz, año
la arquitectura militar en la Nueva España, México, Trillas, 2014. 2, núm. 10, mayo-junio de 2009, p. 13.
Figura 1. Cristóbal de Eraso, San Juan de Ulúa, 1570. Fotografía de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, G4414.V46:2C3 1570.C7.
cuya morfología respondía a una variada tipología manera prolija los principios de la poliorcética16 y
constructiva de acuerdo con los propósitos de uso la areotectónica,17 a partir de los paradigmas de las
y las condiciones del terreno, pero, sobre todo, se- principales escuelas europeas de fortificación “mo-
gún la importancia económica y estratégica de la derna” o abaluartada.
demarcación que resguardaban. Esta discordancia no era superflua, ya que obe-
Lo anterior explica la marcada diferencia en- decía al temor de los Habsburgo de sufrir un em-
tre las fortificaciones del septentrión novohispano,
conocidas como presidios, y las levantadas en las 16 “Arte de sitiar, atacar y defender las plazas fuertes”. Alfredo
costas del Atlántico: mientras que en el norte del Vera Botí, “La arquitectura militar del Renacimiento a través de
los tratadistas de los siglos xv y xvi”, tesis de doctorado, upv, 2001.
virreinato la gran mayoría de los inmuebles milita- 17 “Término de fortificación, que comprende la parte de la arqui-
res se erigieron a partir de un diseño en el que se tectura militar que mira a los ataques y combates”. Esteban de
hallaba ausente cualquier indicio de sofisticación, Terreros y Pando, Diccionario castellano con las voces de ciencias
y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e
en los reductos de las costas del Golfo de México y italiana, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y Com-
las playas contiguas al mar Caribe se utilizaron de pañía, t. i, 1786, p. 144.
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
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Figura 2. a) Baluarte de Santiago, Veracruz. Fotografía de Sergio Vargas. b) Tomás López, Plano de la plaza de Veracruz y castillo de San Juan de Ulúa, 1786.
Fotografía de la Biblioteca Nacional de España (bne), 0000036045. c) Las atarazanas, Veracruz. Fotografía de Sergio Vargas.
bate por parte de aquellas potencias que, como los principales puertos y localidades adyacentes, en
Inglaterra, Francia y los Países Bajos, ambicionaban un intento por disuadir o por lo menos reducir las
las riquezas usufructuadas por españoles y portu- probabilidades de éxito de los ataques piráticos, pro-
gueses en América y que, ante la imposibilidad de pósito que se cumplió a medias por las dificultades
realizar un ataque en forma directa, recurrieron a la que entrañaba proteger de modo adecuado cada
piratería y el corso con el objetivo de apropiarse por uno de los numerosos enclaves hispanos ubicados
la fuerza de los tesoros que los ibéricos obtenían en en el extenso litoral americano.
el Nuevo Mundo. Fue así que desde mediados del siglo xvii y has-
Ante tal escenario, durante las décadas siguien- ta el primer tercio del xviii, ciudades como Campe-
tes el Imperio español se abocó a la fortificación de che y Veracruz sufrieron en repetidas ocasiones la
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
26 |
Figura 3. a) Cuartel de Dragones de Perote. b) Casamata I en Francisco I. Madero. c) Casamata II en Francisco I. Madero. d) Cuerpo de Guardia en Francisco I.
Madero. Fotografías de Sergio Vargas.
cómo debía conformarse el sistema defensivo de un plementarias en las costas del Caribe novohispano y
espacio tan vasto y complejo, en la que, además de las del Pacífico. Sin embargo, dada la importancia del
la necesidad de erigir fortificaciones, estaban pre- puerto de Veracruz y su hinterland, fue esta área la
sentes otras cuestiones relevantes, como la impor- que concentró la atención de los funcionarios reales,
tancia estratégica de los caminos, la disponibilidad por lo que se diseñaron múltiples proyectos para la
de recursos para el aprovisionamiento de las tropas construcción de bastiones e instalaciones logísticas y
y las condiciones climáticas y topográficas de la re- estratégicas en distintos ubicaciones del litoral a bar-
gión, así como el carácter y la disposición de sus ha- lovento y sotavento, así como en las dos rutas —por
bitantes para la guerra. Orizaba y Xalapa— del Camino Real.
Durante las décadas siguientes, las autoridades Entre los más significativos destacan los planes
virreinales elaboraron diversos planes para hacer para la edificación de una maestranza de artillería
frente a un hipotético desembarco inglés, al tiempo y la instalación de cuarteles y hospitales castrenses
que se construían numerosos bastiones y obras com- en Orizaba —que no se realizaron—, y la construc-
ción del complejo militar emplazado en la circuns- la ciudad e impedir así el cuantioso contrabando que
cripción de Perote, ideado para funcionar como una hacían sus habitantes.20
segunda línea de contención en caso de que el ene- Ya a finales del siglo xviii y principios del xix, la
migo lograra superar las defensas costeras. Este dis- atención de la Corona española se centró en Europa,
positivo estuvo conformado por la fortaleza de San donde se vio envuelta en continuas guerras contra
Carlos, construida en el periodo 1770-1776, el cuar- Inglaterra (1796-1802 y 1804-1809), Portugal (1801)
tel de Dragones que se localiza en la actual cabecera y Francia (1793-1795 y 1808-1814), por lo que el res-
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municipal (figura 3a), y las casamatas (figuras 3b y guardo de los territorios americanos pasó a un segundo
3c) y el Cuerpo de Guardia, ubicados en la cercana plano; empero, durante la construcción de la vía Xa-
localidad de Francisco I. Madero (figura 3d). lapa-Veracruz se erigieron algunos campamentos y
En cuanto al puerto de Veracruz, hay que decir presidios para albergar a los “forzados”, destinados a
que, a pesar de su muy reiterada importancia como los trabajos, y las tropas que los vigilaban en localida-
“llave” de entrada al virreinato, en realidad fue poco des intermedias como La Joya, Plan del Río y El Ór-
lo que se hizo para su protección, salvo por ciertas gano (figura 5a). Además, se edificó un cuartel en La
reparaciones menores en el fuerte de San Juan de Antigua (figura 5b) para los lanceros, que patrullaban
Ulúa y la edificación del hospital militar de San Car- las playas de los alrededores, como medida preventi-
los (figura 4a).19 En todo caso, la acción más relevante va de cara a una posible incursión enemiga.
de este periodo fue la sustitución de la vieja mura-
lla de estacas que circundaba la plaza por un muro de Segunda etapa: la guerra de Independencia
mampostería (figura 4b), obra que, contrario a lo que en la provincia de Veracruz
se cree, no fue realizada con propósitos militares, sino
para reforzar las instalaciones del resguardo fiscal de Pese a la enconada rivalidad entre España e Inglaterra,
el tan anunciado desembarco británico jamás se pro-
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 5. a) Supuestos restos del presidio de El Órgano, Palo Gacho. Fotografía de Jorge Pérez Quintos. b) Cuartel de Lanceros de La Antigua. Fotografía de Sergio Vargas.
dujo, por lo que la capacidad de las defensas del virrei- nato al experimentado militar Félix María Calleja,
nato nunca fue puesta a prueba; por lo tanto, fue un quien debió hacer frente no sólo a los innumerables
enemigo interno el que, contra todos los pronósticos, contingentes de alzados que ya para entonces se en-
finalmente desafió esa estructura militar: con el esta- señoreaban en todo el territorio novohispano, sino a
llido de la guerra de Independencia (1810), gran par- la apatía de sus tropas y, sobre todo, a la casi absolu-
te del espacio colonial se vio inmerso en una vorágine ta falta de recursos humanos, materiales y económi-
que trastocó para siempre las rígidas estructuras políti- cos para encarar la sublevación.
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cas, sociales y económicas que durante casi tres siglos Gracias a su febril actividad y pericia, en poco
habían mantenido cohesionada la heterogénea y com- tiempo Calleja revirtió la situación, aprovechándose
pleja sociedad novohispana. de la escasa preparación militar de la mayoría de los
Apenas unos meses después de iniciado el le- jefes insurgentes, quienes cometieron graves errores
vantamiento en El Bajío, la provincia de Veracruz tácticos en muchos de sus enfrentamientos contra los
se convirtió en uno de los principales escenarios realistas, lo cual, aunado al rigor —y en ocasiones lla-
del cruento enfrentamiento entre los insurgentes y na crueldad— de las disposiciones tomadas por Calle-
el ejército del rey, principalmente en los distintos ja, fueron debilitando la rebelión, que tras la captura
segmentos del Camino Real y la región del sotaven- de Hidalgo, Allende y Aldama —ocurrida en marzo de
to, ante la sorpresa de unas autoridades coloniales 1811— carecía de un liderazgo visible.
que, rebasadas por la virulencia de la rebelión, fue- No obstante, con la aparición de José María Mo-
ron incapaces de enfrentar de manera atinada a relos, la insurrección cobró nuevos bríos que le per-
las partidas de rebeldes que entre 1812 y 1813 in- mitió alcanzar resonantes victorias frente a las tropas
terrumpieron en repetidas ocasiones la comunica- del rey, que vieron con asombro cómo las masas in-
ción entre las principales ciudades de la provincia disciplinadas y desorganizadas que habían constituido
—Veracruz, Xalapa, Orizaba y Córdoba—, y entre és- las fuerzas de Hidalgo durante la fase inicial del alza-
tas y la capital de la Nueva España. miento se transformaban rápidamente en un ejército
Frente al escenario de una inminente derrota, bien estructurado bajo el mando de un estratega na-
el gobierno español designó como cabeza del virrei- tural, como lo fue el cura de Carácuaro.
El camino militar de la ruta Xalapa-Veracruz Armée, Calleja retomó la ofensiva en tierras veracru-
zanas, donde fue especialmente notable la actuación
Ante la imposibilidad de vencer a Morelos, el go- del brigadier Fernando Miyares y Mancebo, quien al
bierno virreinal cambió su estrategia, replegando fin logró poner en operación el camino militar Xalapa-
sus contingentes a las principales ciudades y organi- Veracruz, edificando para ello varias fortificaciones
zando cuerpos de patriotas en los pueblos y hacien- como el fortín de Órdenes Militares de Plan del Río
das. Asimismo, el mando realista trató en repetidas (figura 6a) —posiblemente el único tipo Montalem-
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ocasiones de instrumentar un “camino militar” en bert en el virreinato—,21 la atalaya de La Concepción
la ruta Xalapa-Veracruz, a fin de romper el control (figura 6b) —posición arrebatada a los insurgentes en
que los rebeldes tenían de esta vía, lo cual les per- las cercanías del Puente del Rey— y el bastión de Fer-
mitía disponer de pingües ingresos gracias al cobro nando VII, situado a escasa distancia de la anterior.
de “peajes” a los comerciantes y arrieros que que- Tras ser expulsados del itinerario Xalapa-Veracruz,
rían transitar por el Camino Real. los rebeldes, encabezados por Guadalupe Victoria,
En un primer momento, tales intentos no fruc- buscaron refugio en los cerros adyacentes a la ruta
tificaron debido a la falta de efectivos para cubrir Orizaba-Córdoba-Veracruz, donde construyeron varios
todos los puestos de vigilancia y, además, por la reductos como los de Palmillas y Monte Blanco. Con
oposición del gobernador de Veracruz, que temía esto los insurgentes lograron controlar el tránsito
que las poblaciones más importantes de la provin- entre los pueblos de la comarca e incluso pudieron
cia quedaran a merced de los alzados si se enviaba asestar fuertes descalabros a las huestes realistas co-
a las tropas a vigilar el camino; por tanto, la situa- mandadas por José Ruiz, en quien Miyares había de-
ción se mantuvo en un statu quo hasta el arribo de legado el mando de la demarcación.
los cuerpos expedicionarios enviados desde España
por Fernando VII (1815), una vez conseguida la ex- 21 Este inmueble fue restaurado en 2007 por un equipo de académi-
pulsión de los franceses de la península. cos y alumnos de la Universidad Veracruzana, encabezados por Alfon-
so García y García, Sergio Vázquez Zárate y Jorge Pérez Quintos, labor
Gracias a estas unidades —fogueadas en las cam-
reconocida en 2008 con el Premio Nacional Francisco de la Maza al
pañas contra la Convención—, Inglaterra y la Grande mejor trabajo de conservación del patrimonio, otorgado por el inah.
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Figura 7. a) Hacienda de Monte Blanco, Santa Lucía. b) Fortín de la barranca de Villegas, El Sumidero. Fotografías de Sergio Vargas.
Esta situación causó un profundo malestar entre rranca de Metlac, para que sirviera como base para
los integrantes del cabildo de Córdoba, quienes solían las operaciones entre las dos villas.23
quejarse con el virrey de la poca capacidad de Ruiz
para arrojar a los rebeldes de sus posiciones, lo que Caso 1. Dudas en torno del fortín de la barranca
obligó al jefe realista a tratar de contrarrestar el do- de Metlac
minio de los alzados; así, en junio de 1816 desalojó a
los insurgentes de la hacienda de Monte Blanco (figu- Aun cuando este reducto es mencionado en varios
30 |
ra 7a), donde éstos pretendían acuartelarse, y meses textos decimonónicos,24 hoy en día existen algunas
después ordenó que se erigiera un fortín (figura 7b) confusiones respecto de su autoría y ubicación: por
en la barranca de Villegas, a medio camino entre Cór- ejemplo, Muñoz Espejo afirma: “Sobre el cañón del
doba y Orizaba. Además, dispuso que se fortificara la Río Atoyac para guarnecer el paso de Orizaba a Cór-
garita22 del puente de San Miguel, inmediato a la ba- doba se construye el Fortín de Villegas en honor al
nombre del capitán que lo mandó construir”,25 en
22 En el ámbito militar, este vocablo se refiere a una “pequeña
obra accesoria fabricada con piedras labradas […] compuesta por
tres partes: la cúpula, rematada con una piña o bola; el cuerpo 23 Sergio A. Vargas Matías, “Del camino del mar al bastión de la
principal, donde tiene aspilleras alternas […] y la base, termina- montaña. El sistema fortificado de defensa, resguardo fiscal y
da con una ménsula y una bola”; sin embargo, durante el perio- caminería de la ruta por Orizaba del camino México-Veracruz,
do colonial el término también se usó para designar a aquellas 1760-1825”, tesis de doctorado, uaa, 2016, pp. 328-329.
“[…] construcciones diseñadas primordialmente como vivien- 24 José Domingo Isassi, Memorias de lo acontecido en Córdoba en
das [y] oficinas para llevar a cabo la revisión y el registro de las tiempos de la revolución, para la historia de la independencia mexi-
mercancías [y] el depósito temporal de los objetos que se deja- cana, Xalapa, Imprenta del Gobierno, 1827, p. 29; Carlos Ma-
ban en prenda como garantía del pago del impuesto”, por lo que, ría Bustamante, Resumen histórico de la revolución de los Estados
para evitar confusiones, en estas páginas se usa el término Unidos Mexicanos; sacado del “Cuadro histórico”, que en forma de
“garitón” cuando se habla de las pequeñas torres de vigilancia cartas escribió el Lic. D. Carlos María Bustamante, Londres, R. Ac-
adosadas a fortificaciones y murallas. Tamara Blanes, Fortifica- kermann, 1828, p. 263; Enrique Herrera Moreno, El cantón de
ciones del Caribe, La Habana, Letras Cubanas, 2001, p. 224; Gua- Córdoba. Apuntes de geografía, estadística, historia, etc., Córdoba,
dalupe de la Torre Villalpando, Los muros de agua. El resguardo de Tipografía La Prensa de R. Valdesilla y Comp., 1892, p. 230.
la Ciudad de México. Siglo xviii, México, inah-Conaculta/Gobierno 25 Francisco Muñoz Espejo, “Camino Real de Veracruz-México.
del Distrito Federal/Consejo del Centro Histórico de la Ciudad de Por las veredas de la historia”, en Itinerarios culturales y rutas del
México, 1999, pp. 52-53. patrimonio, México, Conaculta, 2006, p. 222; Francisco Muñoz
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
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Figura 8. Fortín de Paso del Macho. Fotografía de Sergio Vargas.
por sus condiciones, la vía orizabeña era poco apta Caso 2. El fortín de Paso del Macho
para la circulación de grandes contingentes, de modo
que la edificación de los bastiones realistas en este Tal como sucede con varias de las fortificaciones
trayecto respondió más bien a las necesidades del que se abordan en este artículo, la falta de datos fi-
momento y no a un plan concebido de antemano. dedignos acerca del bastión de Paso del Macho hizo
Fue hasta 1817 cuando el virrey Apodaca dio su que académicos y cronistas locales formularan di-
anuencia para establecer un camino militar en esta versas hipótesis para explicar su origen, en tanto
dirección, como parte de su estrategia de pacifica- que la sabiduría popular afirmaba que el inmueble
ción basada en la formación de pueblos de “indul- había sido edificado por el ejército francés durante
tados”; es decir, ex guerrilleros que, a cambio del la Intervención.34
perdón, eran obligados a radicar con sus familias en
34
colonias militares bajo la atenta mirada de los co- La teoría del origen “francés” de este inmueble puede descar-
tarse gracias al testimonio de un soldado galo que, durante su es-
mandantes realistas. Como resultado de esta políti-
tancia en Paso del Macho, escribió: “En el centro del villorrio y
ca se construyeron varios reductos, entre ellos el de a la derecha del camino se veía una torre antigua convertida en
Paso del Macho (figura 8).33 atalaya desde la ocupación de aquel punto […] es una construc-
ción española muy sólida que data del tiempo de la conquista”.
Ángel de los Dolores Tiscareño, “De Veracruz a México. Por un
33 S. A. Vargas Matías, op. cit., pp. 347-349. zuavo”, en El Colegio de Guadalupe desde su fundación hasta nues-
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 9. a) Croquis del fuerte de Palmillas (fragmento), 1817. Archivo General Militar de Madrid (agmm), España, Mex-4-5. b) Supuestos restos de la fortificación del
cerro de Monte Blanco. Fotografía de Sergio Vargas.
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Figura 10. a) Telefre de Miradores. b) Telefre de Corral Falso. c) Telefre de Cerro Gordo. Fotografías de Sergio Vargas.
Caso 3. ¿Atalayas, telefres o fortines? nes y Ordoñez Valenzuela los vestigios del telefre de
Cerro Gordo corresponden a un fortín que aparece
En cuanto a los telefres (figura 11), hay que decir mencionado en un mapa de 1801, obra de Manuel
que hasta hace poco su verdadera naturaleza era José de Árboles,42 del que lamentablemente no se
desconocida,40 por lo que durante mucho tiempo tienen más datos.
se les consideró fortines o atalayas;41 así, para Bla- Cabe señalar que, a su llegada a la Nueva Es-
paña, el virrey Apodaca pensó en edificar varios
40 José Emilio Vázquez, “Telegrafía óptica en México y los tele-
fres”, s. l., s. e., 2011.
41 S. Sanz Molina et al., op. cit., cs. 58 y 59; M. Ordoñez Valenzue- 42 T. Blanes, op. cit., p. 190; M. Ordoñez Valenzuela, op. cit.,
la, op. cit., pp. 172-175, 178-179. p. 172.
Figura 11. Antonio Hurtado, Plano, perfil y elevación de la torre de Cádiz para la colocación del telégrafo, 1806, Archivo General Militar de Segovia, España,
carpeta 50, plano 535, 3ª sección, 3ª división, leg. 1027.
reductos en distintas localidades de la ruta Xalapa- como sucedió con muchas de las obras diseñadas
Veracruz —entre ellas Cerro Gordo— para apuntalar por los ingenieros del rey durante ese periodo.
el camino militar puesto en operación por Miyares; Para intentar responder estas interrogantes es
por lo tanto, resulta válido inferir que ya para enton- preciso mencionar que en Cerro Gordo existen dos
ces el “bastión de Árboles” había desaparecido, o in- elevaciones que durante el siglo xix fueron conoci-
cluso que haya sido un proyecto que no se concretó, das por orónimos que resultan muy ilustrativos: “La
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Figura 12. a) Plano de las posiciones de México y los Estados Unidos en la batalla de Cerro Gordo el 18 de abril de 1847 (detalle), 1847, Mapoteca Orozco y Berra
(mob), 1324-CGE-7245-A. b) Battle Of Cerro Gordo General Plan (detalle). Fuente: Justin H. Smith, The War With Mexico, Nueva York, The Macmillan Company, 1919.
Atalaya” y el “Cerro del Telégrafo”,43 como se aprecia con referencia del plano de Árboles ni se sabe si el
en muchos de los planos hechos por los estadouniden- bastión sugerido por Apodaca fue construido,46 sólo
ses a su paso por la zona (figura 12), lo cual puede nos queda elucubrar a partir del testimonio de Tosta,
considerarse como un indicio de la existencia de más quien a principios de 1820 le informó al virrey del
de un recinto fortificado en este paraje y, por con- avance en los trabajos para la colocación de los telé-
36 |
siguiente, de la posibilidad de que el telefre de Tosta grafos en Corral Falso y Cerro Gordo.47
haya sido erigido cerca del fortín de Árboles, o bien, Algo similar ocurre con una torre que existió en la
del propuesto por Apodaca en 1816.44 cima del cerro de Macuiltépetl, que algunos investi-
Esta teoría resulta plausible si recordamos que, gadores aficionados han identificado —erróneamen-
en opinión del virrey, lo mejor era que las torres se te— como un telefre, cuya autoría se adjudica —de
colocaran “siempre en uno de los puntos fortificados, manera igualmente equivocada— a Miyares,48 pues
o tan inmediato a ellos que no corran riesgo de ser fue Tosta y no aquél quien instaló un telégrafo en ese
tomados por los rebeldes”, tal como se hizo con el te- lugar,49 en una “casita” fabricada ex profeso, ya que
lefre de El Encero, erigido a corta distancia del fortín por la altura del cerro, no se requería de un telefre.50
homónimo;45 sin embargo, puesto que no se cuenta
46 No obstante, hay una evidencia que apunta a que el fortín de
43 Carlos María de Bustamante, El nuevo Bernal Díaz del Castillo o Cerro Gordo sí se construyó: el Plano geográfico de una parte de la
sea Historia de la invasión de los angloamericanos en México, Méxi- provincia de Veracruz hasta Perote, correspondiente a la de Puebla,
co, Imprenta de Vicente García Torres, t. i, 1847, p. 164. obra de Manuel Varela y Ulloa, hecho en 1816, indica la existen-
44 S. A. Vargas Matías, “Una senda de plata y sangre. El camino cia de un bastión en este punto. Real Academia de la Historia
militar de la vía por Xalapa del Camino Real de Veracruz, 1811- (rah), RAH20101000135.
1816”, artículo en preparación. Una versión preliminar de este 47 S. A. Vargas Matías, “Señales…”, op. cit.
texto fue presentada en el Seminario La Guerra de Independen- 48 Recuperado de: <https://efacico.wordpress.com/2016/02/
cia: Una Perspectiva Regional, Morelia, iih-umsnh, 2018. 19/historia-de-plan-del-rio-y-su-fortin-de-ordenes-militares/>.
45 S. A. Vargas Matías, “Señales en el tiempo. El sistema de te- 49 S. A. Vargas Matías, “Señales…”, op. cit.
legrafía óptica de Bonifacio de Tosta en el trayecto Xalapa-Vera- 50 Al parecer, fue esta “casita” la que describió un famoso aventu-
cruz del Camino Real”, artículo en preparación. rero y militar inglés, quien al subir al cerro de Macuiltépetl dijo:
Por lo tanto, es probable que la atalaya de Macuilté- sostener su posición ante el asedio del Ejército Tri-
petl haya sido edificada como parte de las proteccio- garante, se retiraron al fuerte de San Juan de Ulúa,
nes levantadas por los austriacos en ese sitio durante donde permanecerían hasta 1825, lo cual prologó el
la Intervención (véase infra el caso 7).51 conflicto y alimentó los temores de una incursión
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hispana para recuperar el virreinato.
Tercera etapa: las defensas Ante este escenario, el gobierno mexicano estu-
del México independiente dió la posibilidad de erigir una gran línea de defensa
en la provincia de Veracruz que iba desde Río Blanco
Una vez sellados los acuerdos entre Agustín de Itur- hasta Alvarado, a modo de cortar el paso del enemi-
bide y Juan O’Donojú, en la mayor parte del país se go en caso de un ataque. El proyecto, diseñado por
celebró la Independencia luego de casi tres siglos el ingeniero Constantino Malchesqui, contemplaba
de dominación española; empero, en el puerto de la construcción de un gran complejo fortificado con-
Veracruz la situación era crítica, ya que los coman- formado por baterías, baluartes, reductos y cuarte-
dantes realistas se negaron a acatar los convenios les, con capacidad para albergar hasta 600 hombres
suscritos por O’Donojú y, ante la imposibilidad de (figura 13). Afortunadamente, los problemas inter-
nos y la falta de recursos impidieron que Fernando
“[…] llegamos a un pequeño mirador en la cima, desde donde VII intentara la reconquista de su antigua colonia.
se obtiene una vista panorámica soberbia del campo circundan- Conseguida la expulsión de la guarnición espa-
te”. George Francis Lyon, “Residencia en México, 1826. Diario de
ñola de San Juan de Ulúa (1825), México debió en-
una gira con estancia en la República de México”, en Cien viaje-
ros en Veracruz, t. iii, México, Gobierno del Estado de Veracruz, carar el peligro que representaban las potencias
1986-1992, p. 258. europeas, que prácticamente desde su nacimien-
51 William Boone y Carmen Boone, “Caminos gemelos en espi-
ral al cráter de un volcán”, Contrapunto, vol. 4, año. 4, núm. 12, to buscaron intervenir —cuando no apropiarse—
septiembre-diciembre de 2009, pp. 42-51. de los destinos de la nueva nación, aprovechando
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
la debilidad del ejército mexicano, cuyo estado era de Veracruz como por la profundidad de sus aguas,
tan calamitoso que, en opinión del coronel Ignacio que la hacían un fondeadero apto incluso para la en-
de Mora y Villamil, bastaría con una fuerza de 6 000 trada de grandes embarcaciones.
para vencerlo.52 En cuanto al reducto, hasta el momento no exis-
Tras la fallida intentona de España (1829) para te un consenso claro respecto de su autoría, si bien
recuperar el dominio de la más importante de sus muchos investigadores coinciden en que fue erigi-
posesiones, México se vio frente a la animadversión do durante el periodo colonial, opinión que resulta
de Estados Unidos, que codiciaba los territorios al lógica a la vista de los numerosos proyectos elabora-
norte del río Bravo, y el interés de Francia e Ingla- dos por los ingenieros del rey para el resguardo de
terra, que querían aprovechar el “vacío” dejado por este enclave. Para Muñoz Espejo, la fortificación fue
los ibéricos para hacer de América “su” esfera de hecha por “un ingeniero de apellido Lizardo en un
influencia y dominio comercial. La delicada situa- año por definir”, en tanto que Cano Anzures,56 Ortiz
ción de nuestro país se agravó en 1836 con la Inde- Lanz57 y Blanes58 sostienen que el edificio fue cons-
pendencia de Texas —auspiciada por los vecinos del truido en algún momento del siglo xviii.
norte—, por lo que, ante la posibilidad de un ataque, Sin embargo, existen razones para cuestionar estas
el gobierno mexicano ordenó fortificar Tuxpan, Mo- hipótesis; en primer término, no hay evidencias de la
cambo, Coatzacoalcos,53 la isla de Sacrificios, Antón participación de un “ingeniero Lizardo” en las obras
Lizardo54 y Alvarado.55 de fortificación llevadas a cabo en esta ubicación, por
lo que, como en el caso del fortín de Villegas, es plau-
Caso 4. El reducto de Antón Lizardo, ¿fortaleza sible suponer que Muñoz dedujo la autoría del reduc-
colonial o decimonónica? to por la toponimia del lugar. Al respecto, hay que
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señalar que Antón Lizardo no fue un ingeniero mi-
Si bien no hay constancia de lo realizado, existe en litar, sino un marino o propietario de embarcaciones
Antón Lizardo una enorme fortaleza de forma irre- que en la primera mitad del siglo xvi realizó diversos
gular que, en conjunto con los restos de un cuerpo viajes entre Veracruz y Sevilla, y que en 1532 encalló
de guardia (figura 14) ubicado a unos cuantos pa- en la punta que lleva su apelativo.59
sos, dan cuenta de la importancia estratégica de este Por otra parte, no existe mención alguna del edi-
emplazamiento, tanto por su cercanía con el puerto ficio en los numerosos recuentos de fortificaciones y
recintos militares de la región elaborados por Segis-
52 Ignacio de Mora y Villamil, Las defensas de México en 1824, Mi- mundo Font (1776), Miguel del Corral (1783 y 1786),
chael Mathes (transc. y notas), Monterrey, uanl (Capilla Alfon-
sina/Biblioteca Universitaria), 1983, p. 19. Juan Camargo (1807 y 1815) e Ignacio de Mora y
53 ahsdn, exp. 1263, ff. 53-54, “De Antonio de Castro al ministro Villamil (1824); tampoco en los diversos reconoci-
de la Guerra, Veracruz, 15 de marzo de 1837”.
54 Ibidem, f. 30, “De Antonio de Castro al ministro de la Guerra,
mientos geográficos llevados a cabo por Manuel de
Veracruz, 13 de abril de 1837”.
55 Ibidem, f. 17, “De Guadalupe Victoria al ministro de la Gue- 56 I. Cano Anzures, op. cit., pp. 26-27.
rra y Marina, Veracruz, 29 de mayo de 1837”. En cuanto a las 57 J. E. Ortiz Lanz, op. cit., pp. 194-195.
obras de defensas de esta población, existe constancia de que en 58 T. Blanes, op. cit., pp. 187-188.
1847 la barra de Alvarado estaba defendida por cinco bastiones, 59 Cfr. Francisco Muñoz Espejo, “La valoración universal de la for-
nombrados “Santa Teresa”, “Santa Bárbara”, “Del Rosario”, “De la tificación y las fortificaciones virreinales en México”, Apuntes.
Unión” y “De la punta del Sur”, de los cuales sólo era funcional Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural, vol. 17, núms. 1-2,
el primero. ahsdn, exp. 2326, ff. 2-3, “Informe del gral. Juan Ló- 2004, p. 83; José Peña Fentanes, La verdad sobre Antón Niçardo,
pez, 15 de enero de 1847”. Veracruz, s. e., 1957, pp. 13-16.
Santistevan (1769), Corral (1771, 1779) y Diego Panes […] los gastos que erogaban estos aprestos eran tan cre-
y Abellán (1779). cidos, que sólo la reposición de Ulúa se calculó su pre-
Así, las únicas alusiones a la existencia de una supuesto […] en un millón quinientos treinta y seis mil
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gran fortaleza en Antón Lizardo durante el periodo pesos; y la fortificación de Antón Lizardo, en un millón
colonial aparecen en las obras de Lerdo de Tejada doscientos cincuenta mil seiscientos cincuenta y cinco
y Rivera Cambas, quienes afirman que el inmue- pesos. El gobierno no debe perder de vista estas anéc-
ble se edificó tras la llegada del mariscal de Rubí dotas que acaso alguno tendrá por inútiles y de mera
al virreinato,60 invirtiéndose en su construcción curiosidad; pero que yo las estimo necesarias para ha-
1 250 665 pesos.61 cer uso de ellas: puedo predecir que llegará día en que
Al respecto, vale la pena citar al padre Andrés estas luces guíen al gobierno, y que aprovechándose
Cavo, quien, al referirse a los planes para el remo- de los conocimientos de los mas sabios ingenieros es-
zamiento de Ulúa y la custodia de la punta de An- pañoles, sepa asegurar aquellos puntos que debe mi-
tón Lizardo, dijo: rar como la llave de esta república con respecto a las
invasiones que puedan hacerse del Norte.62
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
el texto de aquél, tomando como un hecho lo que to estadounidense, que, tras vencer los denodados
en realidad fue sólo un proyecto. Más allá de lo an- esfuerzos de las armas nacionales, penetró hasta la
terior, la única evidencia de la presencia de una for- capital del país, gracias a la ingente cantidad de re-
tificación en esta zona es un plano de Juan Alfaro cursos empleados en la invasión, la torpeza de Santa
que no tiene fecha, pero que probablemente fue di- Anna y la escasez de elementos materiales y hu-
bujado a principios del xix, pues refiere el proyecto manos en nuestras tropas, pero sobre todo por la
de 1799 de García Conde para la construcción del profunda —y al parecer eterna— división de la so-
camino de México a Veracruz.63 ciedad mexicana.
Ahora bien, es posible que el inmueble señalado
por Alfaro haya sido una de las tantas baterías que México frente a la Intervención tripartita
se construyeron —y desaparecieron—64 en distin-
tos momentos en el litoral veracruzano, pues resul- Tras la derrota, México cayó en una etapa de pro-
ta inverosímil que un reducto con las dimensiones funda degradación, no sólo materializada en la pér-
del que nos ocupa haya pasado inadvertido en los re- dida de la mitad de su territorio, sino por la casi total
cuentos antes mencionados, pero sobre todo porque ausencia de las mínimas estructuras de gestión del
la ausencia de fortificaciones en esta área parece co- Estado, lo cual acentuó su debilidad, impidiéndole
rroborarse con lo asentado por Mora y Villamil, quien entre otras cosas cumplir con los compromisos con-
en 1824 inspeccionó el estado de las defensas en las traídos con otras naciones, que vieron en esta situa-
costas del Golfo de México y dijo: ción una inmejorable oportunidad para intervenir
en la política interna del país, profundamente con-
El fondeadero de Antón Lizardo es el punto más in- mocionado por el prolongado enfrentamiento entre
40 |
teresante que tenemos en el seno: para resguardar el liberales y conservadores.
puerto y ponerlo a cubierto de todo insulto se hace Durante los años siguientes, España, Inglaterra
necesario establecer un fuerte en la costa en el terre- y Francia exigieron el pago de varias deudas, mu-
no más capaz, entre la punta de Antón Lizardo y el chas de ellas evidentemente injustas, por lo que
río salado chico, un sistema de baterías que defien- el gobierno mexicano rechazó sus demandas, ofre-
dan todo este espacio y se defiendan mutuamente.65 ciéndoles en cambio analizar los montos requeridos
y liquidar los adeudos bajo un esquema adecuado a
Conjeturas aparte, una década más tarde el apa- las capacidades del país.
rato defensivo montado por el gobierno mexicano Esto no satisfizo las expectativas de los euro-
fue insuficiente para detener la marcha del ejérci- peos, quienes suscribieron un pacto por el que se
comprometían a presentar sus reclamaciones de
63 “Mapa que comprende las dos provincias de Xalapa y Córdo-
manera conjunta para, en caso de una negativa, ac-
ba y los caminos que bajan por ellas de México a Veracruz y los
proyectos que en varios tiempos se han hecho”, Juan Alfaro, s. tuar en consecuencia.
f. moyB, 2058-OYB-7261. Ante las objeciones de México para atender sus
64 Lo que ocurrió con muchas de las fortificaciones de tipo “pro-
demandas tal y como estaban formuladas, los alia-
visional” emplazadas en varios puntos de la costa veracruzana,
entre ellos Antón Lizardo, como puede deducirse de un proyec- dos enviaron una flotilla conformada por navíos de
to para la construcción de una batería hecha de “fagina y tierra”. las tres naciones para obligar a Juárez a resolver la
aGmm, Mex-13-7, “Plano de una batería que se proyecto en la pun-
ta de Antón Lizardo”, Pedro Ponce, 1793. situación. En enero de 1862, la escuadra fondeó en
65 I. Mora y Villamil y M. Mathes, op. cit., p. 28. Veracruz, ocupando el castillo de San Juan de Ulúa
sin hallar resistencia, ya que las tropas mexicanas bres del intenso calor del puerto veracruzano, las
se replegaron al interior. potencias invasoras enviaron a buena parte de sus
Para impedir el avance de los enemigos tierra tropas a algunos pueblos de los alrededores, como
adentro, Juárez ordenó que se fortificaran las po- Medellín, San Juan, Santa Fe y Tejería.68
siciones de El Chiquihuite (figura 15), Puente Na-
cional, Cerro Gordo y Corral Falso,66 así como la Caso 5. La atalaya de Tejería y el complejo militar
construcción de diversas instalaciones militares en de Soledad de Doblado
La Soledad, donde quedó establecido el cuartel ge-
neral de las armas nacionales,67 a la espera de un En la actualidad existe una torre en Tejería (figura
ataque que, se pensaba, ocurriría en cualquier mo- 16) cuyo origen se desconoce; según Blanes, el in-
mento. Mientras tanto, a efecto de librar a sus hom- mueble pudo ser edificado a mediados del siglo xvii
por el ingeniero Marcos Lucio; para Muñoz Espe-
66 Manuel Ortuño Martínez, El general Prim y la intervención tri- jo, la atalaya fue parte de las obras para la protec-
partita en México. Octubre de 1861-mayo de 1862, Puebla, Edicio-
nes de Educación y Cultura/Buap, 2001, pp. 300, 310.
67 Ibidem, p. 314. 68 Ibidem, pp. 209-2011, 234-235, 275, 309.
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
la de los torreones construidos por los franceses
en la zona de Perote—, el recinto haya sido fabrica-
do por alguno de los ejércitos aliados que ocuparon
Veracruz en 1862.
Por otra parte, en Soledad de Doblado perma-
necen en pie al menos dos elementos del aparen-
temente vasto conglomerado de fortificaciones71
que existió en esta demarcación: el fortincillo de El
Cerrito (figura 17a), inmueble situado literalmente
encima de un templo católico y que, gracias a algu-
nos textos72 y evidencias fotográficas (figura 17c), se
sabe que era parte de un blocao de mayor tamaño,
y lo que al parecer fue un puesto de vigilancia (fi-
gura 17b), ubicado en el centro de la villa, del cual
sobreviven algunos paredones cuyas troneras re-
cuerdan a las que tenía una gran fortaleza o cuar-
tel que, según los lugareños,73 existió en la colonia
Vista Alegre de esa misma localidad.
Figura 16. Atalaya de Tejería. Fotografía de Sergio Vargas. 71 De acuerdo con Vicente Garrido Lagunes, cronista de la loca-
lidad, en una vivienda de la población hay restos de otro recinto
42 |
ción del trayecto Veracruz-Córdoba.69 Incluso una militar, lo que hasta el momento no ha sido posible constatar de-
bido a la oposición del propietario del inmueble. Entrevista rea-
asociación de exploradores y promotores culturales lizada el 30 de junio de 2017.
sostiene que el edificio es un molino de trigo del si- 72 A. de los D. Tiscareño, op. cit., p. 133.
73 Luz María Cortés Morales, directora de la Casa de Cultura de
glo xviii que funcionó como tal hasta principios del
Soledad, afirma que el recinto era de planta rectangular, hecho
siglo xix, el cual fue fortificado por los estadouniden- de piedras sin labrar, con “mirillas cuadradas para disparar” en
ses en 1846 y reutilizado por los franceses en el pe- sus muros y un gran portón frontal de madera de pirul, el cual
fue destruido mucho antes de la demolición de la fortaleza, ocu-
riodo 1862-1867.70
rrida a mediados del siglo pasado. En el interior había tres caño-
Este colectivo acredita su versión con un mapa nes y algunas balas que “los chiquillos apenas podíamos mover,
de 1748 —del cual no da mayores referencias— en el porque eran muy pesadas”, las cuales desaparecieron sin dejar
rastro. En el centro de la edificación existía una torre de vigilan-
que supuestamente se indica la presencia del moli-
cia, alta y angosta, equipada con una escalera de madera. Al lado
no, lo cual no comprueba per se que éste y la atalaya había un túnel que, según se decía, conducía a la zona de Remo-
sean el mismo edificio ni que ambos hayan estado jadas. De acuerdo con los vecinos, en su etapa final el inmueble
permaneció abandonado, por lo que muchas veces era utiliza-
en la misma ubicación. En todo caso, sin pretender do para actividades ilícitas. El último elemento subsistente de
dar una respuesta definitiva, hay que considerar la la fortificación fue la atalaya, que permaneció en pie durante al-
posibilidad de que, por su morfología —similar a gún tiempo hasta que finalmente fue derribada cuando se frac-
cionó el terreno. Cabe señalar que el recuerdo de este edificio
en ocasiones se confunde con el de otro, posiblemente un aljibe
69 Cfr. T. Blanes, op. cit., p. 191; F. Muñoz Espejo, “Fortificacio- o contenedor de agua de ladrillos construido a escasa distancia,
nes…”, op. cit., p. 42. que en su momento fue demolido para colocar en su lugar un
70 Grupo “Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz- enorme tanque que colapsó hace pocos años. Entrevistas reali-
México”. zadas el 30 de junio de 2017.
Figura 17. a) Fortincillo de El Cerrito. Fotografía de Sergio Vargas b) Puesto de vigilancia de Soledad de Doblado. Fotografía de Sergio Vargas. c) Fortaleza de La
Soledad. Fotografía de la Fototeca Nacional del inah, 460524.
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—reforzado además con abultados contingentes de
tropas austriacas, belgas y húngaras—, pero que a pe-
sar de su poderío fue incapaz de vencer a las fuerzas
republicanas, que recurrieron a la táctica de la “guerra
de guerrillas” para mantenerse en la pelea, hasta que
la cada vez más belicosa actitud de Estados Unidos
y la inminencia de una guerra contra Prusia obliga-
ron al emperador francés a retirar sus tropas, permi-
tiéndole a Juárez recobrar la iniciativa, logrando en
poco tiempo arrinconar en Querétaro a los restos del
ejército imperial, cuya derrota se consumó con el fu-
silamiento de Maximiliano en 1867.
Figura 19. a) Trincheras de Atoyac. Fotografía de Andrés Fernández. b) Cuartel de Orizaba. c) Fortín del cerro del Borrego. d) Bastión de Fortín Viejo. Fotografías
de Sergio Vargas.
tificaciones y edificios militares pasaron a manos de los por el porfirismo, el pleno reconocimiento del Estado
ayuntamientos e incluso de algunos particulares, quie- mexicano en el concierto internacional y los avances
nes en los casos más afortunados las adaptaron para en tecnología militar hicieron obsoletos los recintos for-
nuevos usos, pero que en otros las abandonaron de- tificados que, salvo contadas excepciones, quedaron re-
bido a la onerosa inversión que se requería para su legados, considerados vestigios de un pasado que quiso
mantenimiento.77 sepultarse bajo las vías del desarrollo:
Así, la destrucción de la muralla de Veracruz en
1880 (figuras 20a y 20b) marcó el fin de una época y el […] el aumento adquirido por el comercio porteño
inicio de otra, caracterizada por las ideas de moderni- con motivo del ferrocarril, demandaba el crecimiento
dad, orden y progreso. La estabilidad interna impuesta de la ciudad, para lo cual se hacía necesario derrum-
bar esa triste y lóbrega muralla, muro anacrónico que
77 Como ocurrió, por ejemplo, con los edificios militares ubica- impedía ese crecimiento y que ya carecía de objeto.78
dos a los pies del cerro de Macuiltépetl, en Xalapa, demolidos
a principios del siglo xix para construir en su lugar un lazareto
para los enfermos de escarlatina. Archivo Histórico Municipal 78Manuel B. Trens, Historia de la H. ciudad de Veracruz y de su
de Xalapa (ahmx), c. 74, exp. 7. Ayuntamiento, México, aGn, 1955, p. 152.
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
Figura 20. a) Vera Cruz. Fuente: E. Leroy, Quelques vues du Mexique, 1867. b) Adherido a los muros del baluarte de Santiago se halla lo que supuestamente es uno
de los dos últimos segmentos de la muralla que permanecen en pie. Fotografía de Sergio Vargas.
Epílogo: el siglo xx zona,79 los cuales una década más tarde serían reutili-
zados por el general Arnulfo R. Gómez y sus partida-
La relativa calma de la etapa porfirista se vio abrup- rios en su lucha contra el ejército federal (1927).80
46 |
tamente interrumpida en 1910 con la proclamación
del Plan de San Luis, que si bien en pocos meses Inmuebles civiles con elementos propios
dio fin a la dictadura de Díaz, marcó el inicio de una de la arquitectura militar
nueva fase de inestabilidad y violencia entre los dife-
rentes bandos que durante el primer tercio del siglo Como parte de este recorrido, hay que mencionar
xx buscaron hacerse del control político y militar del que, además del vasto conjunto de fortificaciones e in-
país. Esto devino una serie de movimientos arma- muebles militares reseñado, hay numerosas edifica-
dos y asonadas que hoy en día se han “encuadrado” ciones que, sin ser netamente castrenses, cuentan con
de manera genérica en la que historiográficamente elementos propios de la arquitectura militar, como
se ha denominado como Revolución Mexicana. un silencioso recordatorio del impacto que tuvieron
Fue de esta manera como durante este periodo los numerosos conflictos bélicos y disturbios sociales
se erigieron las que probablemente hayan sido las acaecidos en la región, y de la manera en que tales su-
últimas fortificaciones levantadas en el estado de Ve- cesos trastocaron la vida de las comunidades.
racruz y tal vez en todo México, tanto en el área de Esto resulta evidente en la comarca de Perote,
Paso de Ovejas, donde Félix Díaz proclamó el Plan donde se levantan varios edificios que ostentan diver-
de Tierra Colorada (1916), como en Ayahualulco y
79 Víctor Cuauhtémoc Aguilar Fernández, Ayahualulco, “El co-
la vecina ranchería de El Triunfo, donde por las mis-
razón de las montañas”, Xalapa, Industria Gráfica Internacional,
mas fechas el líder agrarista Valerio Ruiz constru- 2010, p. 25.
yó varios torreones (figura 21) para la custodia de la 80 Ibidem, pp. 55-58.
sos elementos fortificados, como garitones, medios- Algo similar ocurre en el centro histórico de Xa-
garitones e incluso enormes torreones, que le dan a lapa, donde subsisten al menos dos garitones (figu-
estos edificios (figuras 22a, 22b y 22c) una figura que ras 23a y 23b) erigidos a principios del siglo xix, tal
nos remite a la de los presidios del septentrión novo- vez con la idea de avistar con antelación la llegada
hispano. Si bien en algunos casos se cuenta con cier- del enemigo, o bien, según la interpretación de al-
tos indicios81 que explican el porqué de la colocación gunos investigadores, para servir como observato-
de dichos componentes, en otros no se dispone de rios astronómicos.82
dato alguno, por lo que las razones de su edificación En fechas más recientes, estos elementos inspi-
—y la antigüedad misma de los recintos— permane- raron la construcción de otros parecidos que tuvie-
cen en el misterio. ron una función meramente decorativa, pero que
por su forma han sido equiparados con los primeros,
81 Tal es el caso del “fortín” de Cerro del León, inmueble que posi-
de manera que se les ha atribuido una antigüedad
blemente fue habilitado como cuartel por el general Manuel Rin-
cón en 1828, en el curso de su campaña contra Santa Anna, luego —y en consecuencia un valor histórico— con la que
de que éste proclamó el Plan de Perote. Manuel Rincón, El gene- no cuenta.
ral Manuel Rincón justificado a los ojos de los mexicanos imparciales
de las imputaciones calumniosas y gratuitas que el excelentísimo se-
ñor general don Manuel Gómez Pedraza le hace en su manifiesto pu- 82 Juan José Ramírez Anaya, Centro histórico de la ciudad de Xa-
blicado en Nueva Orleans el 17 de marzo de 1831, México, Oficina lapa de Enríquez, Veracruz, Xalapa, inah/Ayuntamiento de Xala-
de Alejandro Valdés, 1831, pp. 23. pa, 1986-1988, p. 41.
En busca dE los Enigmáticos vigilantEs dE la montaña y El sotavEnto: nuEvos hallazgos, hipótEsis y prEguntas…
A los anteriores podrían agregarse otros edificios racruz-Orizaba y Veracruz-Xalapa en los siglos xviii
que se localizan en los trayectos Perote-Puebla y y xix; lamentablemente, tal como sucede con otros
Orizaba-Puebla, que tal vez funcionaron como pues- inmuebles ubicados en la zona de Perote (figuras
tos de vigilancia, casas de guardia o incluso garitas 24a y 24b), hasta el momento se carece de informa-
de recaudación fiscal, similares a las que hubo en ción sustantiva que nos permita esclarecer su fun-
muchas poblaciones a lo largo de los itinerarios Ve- ción precisa.
48 |
Figura 22. a) Hacienda de San Antonio, Limón Totalco. b) “Fortín” de Cerro del León. c) Hacienda de Tenextepec. Fotografías de Sergio Vargas.
Figura 24. a) Recinto fortificado de La Gloria. b) Hacienda de Cuautotolopan. Fotografías de Sergio Vargas.
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Conclusiones Lo anterior no sólo explica el carácter único de
este patrimonio, sino que permite entender su sig-
A diferencia de entidades como Puebla, Campeche, nificativa importancia histórica y cultural y los va-
Tamaulipas, Sinaloa, Morelos y Guerrero, cuyas forti- lores —técnicos, estilísticos, paisajísticos, sociales y
ficaciones por lo general corresponden a un periodo educativos— inherentes a los elementos que lo in-
específico de la historia nacional, el patrimonio forti- tegran y, por lo tanto, la necesidad de revalorar un
ficado de Veracruz engloba prácticamente todas las conjunto de inmuebles que por su trascendencia
distintas etapas de la trayectoria de México como Es- debe ser estudiado, difundido y resguardado. Al res-
tado-nación, en un periplo que va desde la casafuerte pecto, es pertinente recordar las palabras de Díaz
de Quiahuiztlán, edificada por Cortés en los albores Capmany cuando, en relación con la fortificación
de la Colonia, hasta la atalaya de Ayahualulco, cons- abaluartada, escribe:
truida en plena Revolución Mexicana, pasando por
las grandes fortalezas de San Juan de Ulúa y San Car- […] merece ser conocida, no sólo por sus indiscuti-
los de Perote, levantadas en el esplendor del dominio bles valores arquitectónicos, sino también porque, li-
español, y los fortines edificados por realistas e in- gada íntimamente a los acontecimientos políticos y
surgentes en el transcurso de la guerra de Indepen- sociales de su época, constituye un irremplazable tes-
dencia, así como por las pequeñas obras de campaña timonio del nacimiento y consolidación de los Esta-
erigidas durante la Intervención francesa. dos modernos.83
50 |
El antiguo conjunto conventual agustino del siglo xvi con advocación a santa María Magdalena ubicado en Cuitzeo del Por-
venir, conserva diversos elementos en su estructura arquitectónica que permiten leer un discurso representado en ele-
mentos gráficos labrados en piedra, tallados en madera y pintados en los paramentos de los muros, los cuales datan de los
siglos xvi al xx, así como reconocer algunos símbolos propios de la regla de la Orden de San Agustín y su panteón de san-
tos. Destacan el Sacramento de Penitencia con su advocación, que representa pasajes bíblicos de la pasión, muerte y resu-
rrección de Jesús, y sobre todo conserva cuatro extraordinarios ejemplos: el frontispicio plateresco y los murales El Juicio
Final, Tipo de religión y Calvario.
Palabras clave: Cuitzeo, convento, san Agustín, símbolo, pintura mural, claustro.
The former sixteenth-century Augustinian convent complex dedicated to St. Mary Magdalene in Cuitzeo preserves a
number of architectural elements that permit a reading of a discourse in graphic elements carved in stone and wood,
painted on walls (dating to the sixteenth to twentieth century), and recognition of symbols of the rule of the Order of St.
Augustine and his pantheon of saints. Key features are the Sacrament of Penitence with its invocation, which represents
biblical passages of the Passion, death, and resurrection of Jesus, and four remarkable examples that have been preserved: | 51
the Plateresque facade, and the murals The Last Judgment, Type of Religion, and Calvary.
Keywords: Cuitzeo, convent, St. Augustine, symbol, mural painting, cloister.
U
no de los recursos con que contamos para preservar el patrimonio cultural
de nuestro país reside en el conocimiento que tenemos sobre la gran diver-
sidad de bienes que proliferan en nuestro territorio nacional con excepcio-
nal y singular valía. Es el caso de las estructuras conventuales edificadas en
el siglo xvi en el que otrora fue el territorio de la Nueva España, y que ofre-
cen, sin lugar a dudas, una extraordinaria oportunidad para acercarnos al pasado histórico de
la época virreinal. Entre las numerosas obras que construyeron las órdenes religiosas men-
dicantes en el territorio que hoy en día ocupa el estado de Michoacán de Ocampo —princi-
palmente franciscanas y agustinas— se encuentra el conjunto religioso fundado en Cuitzeo
del Porvenir.
Cuitzeo se ubica a una distancia aproximada de 36 kilómetros de la ciudad de More-
lia, conduciendo por la Carretera Federal 43 en dirección a Salamanca, Guanajuato. En
tiempos remotos respondió al nombre de “Cuiseo de la Laguna”; la toponimia es de origen
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
52 |
purépecha: Cuis-, “tina” o “tinaja” y O-, “lugar”, “Lugar dra que tiene una longitud de “3 705 metros por 9
| 53
de tinajas”,1 en alusión al manto acuífero próximo a metros y 34 centímetros de ancho,”4 inaugurada el
su emplazamiento.2 La relevancia de su contexto se 5 de febrero de 1882 (figura 3).
consigna en numerosas investigaciones3 que indican Los estudios previamente realizados indican
que en la laguna yacen importantes restos de mega- que, al imponerse el dominio español, la adminis-
fauna pleistocénica y numerosos bienes culturales tración de Cuitzeo pasó a ser una encomienda a car-
que son testimonio de asentamientos prehispánicos go de Gonzalo López, y para 1579, según confirma
(figuras 1 y 2). Pedro Gutiérrez Cuevas en la “Relación de Cuiseo”,
El antiguo camino a esta población cruza la lagu- el sitio estuvo bajo su mando.
na a través de una calzada de mampostería de pie- Respecto a la vida evangélica, la región estuvo
administrada en sus inicios por los franciscanos,
1 José Fabián Ruiz y Fernando Ramírez Aguilar, Toponimia mi- en manos de fray Juan de San Miguel. En octubre
choacana, Morelia, Casa de San Nicolás, 1992, p. 23.
2 Se puede consultar información sobre el contexto natural, his-
de 1550 fue transferida a los agustinos —en adelan-
tórico y cultural en José Corona Núñez, Cuitzeo, México, Go- te ofsa, por sus siglas en latín: Ordo Fratum Sanc-
bierno del Estado de Michoacán (Monografías Municipales)/ ti Agustini— por petición expresa que el entonces
Talleres de Imprenta Madero, 1979.
3 Idem; Román Piña Chán, Acerca del viejo Cuitzeo, México, inah-sep/
provincial de la ofsa, fray Alonso de la Veracruz, for-
Centro Regional México-Michoacán, 1978; Francisca Franco y Ange-
lina Macías, “Metalurgia tarasca en cuenca de Cuitzeo”, Anales 4 Gerardo Sánchez Díaz, “El proceso de construcción de la calza-
del Museo Michoacano, 3ª época, núm. 4, 1992, pp. 11-28; Angelina da de Cuitzeo, 1828-1882”, en Juan de la Torre, Inauguración de
Macías Goytia, “Investigaciones arqueológicas en un ecosistema: Cuit- la calzada construida en el lago de Cuitzeo, Morelia, iie/umsnh/Go-
zeo”, Anales del Museo Michoacano, 3ª época, núm. 3, 1991, pp. 99-141. bierno de Michoacán/Morevallado, 2010, p. xxxvi.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
muló al ilustrísimo Vasco de Quiroga, obispo de Mi- Copándaro, Huandacareo, Santa Ana Maya y Xéro-
choacán. El provincial nombró como primer prior y co (Jéruco),8 donde hoy se encuentran templos que
fundador de Cuitzeo al padre fray Francisco de Vi- continúan abiertos al culto católico.
llafuerte, quien señaló: De los usos posteriores se tiene noticia que en
1865 se utilizó como fuerte militar, para resguardar a
Luego que tuvo ya Cristianos a todos los moradores de familias hacendadas de la región del azote de un co-
la Gran Laguna, dio principio al Gran Convento e Igle- nocido bandolero de esa época, Inés Chávez García.
sia de Cuitzeo […] el día primero de noviembre, día Otro cambio de uso se consolidó en 1965, cuando
de todos los Santos, año de mil quinientos cincuen- se le otorgó la custodia parcial del recinto al Institu-
ta, puso la primera piedra y quiso se denominase así to Nacional de Antropología e Historia (inah) y que-
el pueblo, como el Convento de Santa María Magda- daron bajo resguardo institucional el claustro y una
lena, dechado de Penitentes, a quien tenía especial parte del que originalmente fue el huerto. En 1974
devoción […] Todo el Pueblo se llenó de cruces, re- el inah estableció el Museo de la Estampa, nombre
cuerdo de Nuestra Redención, y en cada barrio fabri- que recibió en atención a la colección gráfica que fue
có una Capilla […] e inmediato al convento fabricó un proporcionada por el Gobierno del Estado de Mi-
Hospital.5 choacán de Ocampo con la finalidad de crear una
exposición permanente denominada El grabado en
La actividad constructiva del recinto registrada México. Esta colección ya no se encuentra en exhi-
durante los siglos xvi y xvii tuvo cuatro épocas: 1550- bición9 y hoy sólo existe una exposición permanen-
1560, 1590-1600, 1600-1610 y 1610-1620.6 George te integrada con pintura de caballete y esculturas de
Kubler señala que fue característico de la ofsa, y par- madera, que se referirán en el recorrido.
54 |
ticularmente en la región de Michoacán,7 que los pe- El atrio, el jardín norte y parte del huerto que-
riodos de construcción fueran largos y que las obras daron bajo el resguardo de la autoridad municipal y
no quedaran concluidas en una sola campaña. Esto no el templo se mantuvo abierto al culto católico bajo
fue una excepción durante los siglos posteriores en la tutela de la arquidiócesis de Morelia, y mantiene
que se continuaron la obras de edificación, las cuales funciones de parroquia desde 1729.
no son materia de estas líneas. Para abordar la descripción de los espacios que se
La primera historia del convento incluye desde conservan de este antiguo convento, establezco un
su fundación hasta 1729, periodo en que fue sede de recorrido en el que refiero las figuras y los discursos
27 capítulos provinciales, en los que se establecie- más o menos legibles que las diversas épocas han de-
ron las estrategias misionales de los prioratos agus- jado visibles al espectador, ya que una lectura integral
tinos, así como la formación de vocaciones. De la resulta imposible de lograr debido a que el recinto se
vida administrativa de este convento dependieron ha modificado y se han suprimido diversos elemen-
cinco pueblos de visita: Capamacutiro (Capacho), tos durante las diversas ocupaciones e intervencio-
nes realizadas en este lugar (figuras 4-6).
5 Fray Matías de Escobar, Americana Thebaida. Crónica de la
Provincia Agustiniana de Michoacán, Morelia, Balsal, 1970, pp. 8 María de los Ángeles Zambrano, Capillas de visita agustinas en
265-366. Michoacán (1537-1770), Morelia, umsnh, 1999, p. 100.
6 George Kubler, Arquitectura mexicana del siglo xvi, México, fce, 9 El recorrido por el museo se describe en la Miniguía del ex con-
1984, p. 68. vento agustino de Santa María Magdalena en Cuitzeo, Michoacán,
7 Ibidem, p. 131. México, inah, s. f.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
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Figura 7. Croquis de la planta baja del convento. Dibujo de Karina Montaño. Fuente: Carlos Salomón et al., Archivo bac, Bienal Panamericana de
Arquitectura de Quito, 2012, recuperado de: <www.arquitecturapanamericana.com/restauracion-antiguo-convento-de-santa-maria-magadalena-en-
cuitzeo-y-su-entorno/nggalerie/page/3>, consultada el 2 de septiembre de 2018.
El conjunto conventual plo, coro bajo o sotacoro (c),11 nave (d), presbite-
rio (e), bautisterio/espadaña (f), capillas (G y h),
Este conjunto conventual es ejemplo del núcleo bá- sacristía (i), portal de peregrinos (J), capilla abierta
sico de organización de las órdenes mendicantes en (K), portería (l), claustro bajo, corredores (m), patio
la entonces Nueva España, y conserva los siguien- (n), refectorio (o), sala de profundis (p), cubo de es-
tes elementos. En la planta baja (figura 7): atrio (a),
barda atrial con elementos del vía crucis (B),10 tem- na noroeste, una en el muro norte, una en el muro sur y una en
la esquina sureste.
11 “Sotacoro. El lugar debaxo del Coro de una Iglesia.” Fernando
10 Vía crucis, del latín “camino de la cruz”. Se conservan seis de García Salinero, Léxico de alarifes de los siglos de oro, Madrid, Real
las 14 estaciones: dos en la fachada del templo, una en la esqui- Academia Española, 1968, p. 212.
calera (Q), patio “de novicios” (r), áreas de servicios conjunto conventual es de 14 023.53 m2, de los cua-
—cocina, bodegas, almacenes y graneros, establos y les el templo se extiende 1 757.96 m2 y el claustro
caballerizas— (s) y huerto (t). ocupa 2 889.50 m2 ; este último se desarrolla en tor-
En la planta o claustro alto (figura 8) se encuen- no a un gran patio de 365.35 metros cuadrados.12
tran los siguientes espacios: sala capitular (u), La autoría del proyecto de Cuitzeo y del con-
deambulatorio (v), celdas (W), comunes (x), celda vento de Copándaro se le atribuye al “mismo ofi-
con comunicación al presbiterio (W1), terraza (y),
coro alto y sillería (Z), escaleras secundarias (Q1).
12 Intervenciones de restauración en el convento de Santa María
Con base en los datos aportados en la última res- Magdalena en Cuitzeo, Morelia, Adopte una Obra de Arte/Archi-
tauración de este recinto, la superficie estimada del vo del Centro inah Michoacán, 2007.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 9. Vista del atrio. Fotografía cortesía de Leonardo Ramos. Fotografía Figura 10. Vista del atrio. Fotografía cortesía de Leonardo Ramos.
de la autora.
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Figura 11. Otra vista del atrio. Fotografía de la autora. Figura 12. Cruz atrial. Fotografía cortesía de Lorenzo Reyna.
Figura 13. Cruz colapsada. Fotografía de la autora. Figura 14. Acceso principal en la barda atrial (véase figura 7-a1). Fotografía
de la autora.
cial de México”.13 Al considerar los largos periodos complementaba con la cruz atrial y un camposanto,
constructivos, no se puede imputar la obra íntegra ahora inexistentes (figuras 15 y 16):
a un autor; empero, se le acredita a fray Gerónimo
de Magdalena y, principalmente, a fray Francisco de En el medio de este cementerio, que es muy dilatado,
Villafuerte (figuras 9-11).14 todo almenado, y con cuatro capillas en sus esquinas,
El atrio alcanzaba el área que hoy ocupa la gran se eleva una Cruz de piedra, cuya peaña es una bóveda
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explanada destinada para actos cívicos y celebracio- debajo de la cual hay asientos para los niños de la doc-
nes locales; ahora se delimita con una barda de cali- trina […] En Cuitzeo […] el patio contaba no sólo con
canto con remates en forma de arcos invertidos. El una capilla abierta en la portería, y con capillas posas
acceso al atrio puede realizarse desde tres lugares: en las esquinas del atrio almenado, sino también, al
el de mayor escala y jerarquía se ubica axialmente centro, con una alta cruz de piedra sobre una cámara
con el eje longitudinal este-oeste del templo (figura abovedada.15
7-a1); la cruz que se eleva sobre el arco de acceso
es de manufactura del siglo xx y se instaló para susti- El discurso gráfico del frontispicio16
tuir la que colapsó en 1990. Los accesos secundarios
se ubican en las esquinas ochavadas (a2 y a3) de El discurso gráfico que se representa en este recin-
la barda. En el interior hay senderos con trazos que to religioso recuerda, mediante símbolos y leyendas
permiten recorrer el atrio y confluyen en un pozo en latín, la regla de la ofsa,17 el ciclo de la pasión,
(a4) (figuras 12-14). muerte y resurrección de Jesucristo, y particular-
Los elementos del vía crucis (B) y la capilla abier-
15 G. Kubler, op. cit., pp. 375-376.
ta (K) forman parte del repertorio litúrgico, que se 16 “Frontispicio: la fachada u delantera de un edificio”. F. García
Salinero, op. cit., p. 121.
13 Diego de Basalenque, Historia de la Provincia de San Nicolás 17 María Lízbeth Aguilera Garibay, “Capítulo 4. Orden de San
Tolentino de Michoacán de la Orden de San Agustín, México, Jus, Agustín o agustinos”, en Arquitectura del clero regular en Vallado-
1963; G. Kubler, op. cit., p. 129. lid, Michoacán, siglo xvii, México, División de Estudios de Posgra-
14 Idem; fr. M. de Escobar, op. cit., p. 356. do-unam, 1998.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
mente la vida de penitencia representada a través la segunda en el acceso al deambulatorio doméstico
de la advocación a santa María Magdalena —o Ma- en el claustro alto (V).
ría de Magdala—,18 a quien se considera ejemplo de En la sobria composición del conjunto desta-
esa virtud. ca una magnífica fachada que por su delicadeza
María Magdalena19 es una mujer que apare- se ajusta a una manufactura plateresca,23 que fue
ce en los textos del Nuevo Testamento, se enuncia diseñada en tres cuerpos y sobre la cual se seña-
con nombre propio y tiene un papel fundamental ló (figura 17):
en el ciclo de la vida, pasión y muerte de Jesucris-
to. Su participación refiere la transformación de su La tendencia general del plateresco a extender el área
vida personal a penitente, y el papel que desempe- de la decoración queda evidente en las fachadas de
ña en el relato bíblico la promueve como un per- Yuriria […] derivadas de Acolman […] De la misma for-
sonaje muy activo para la devoción popular en el ma, en Cuitzeo […] la decoración se ha simplificado y
proceso de evangelización de la Nueva España. Su vuelto más atrevida. Por su composición […] parece
presencia fue relatada por los evangelistas Mateo ser una fachada vertical y central que hubiera sido to-
(Mt) 16:1-8, 27:55-56 y 27:61; Marcos (Mc) 6:9, 15:47 mada de la fachada principal de Yuriria. Una significa-
y 16:1-8; Lucas (Lc) 7:36-50, 8:2, y Juan (Jn) 19:25, tiva adición al repertorio de Acolman son los triglifos
20:1 y 20:11-18.20 de la cornisa sobre la puerta, lo que indica cierto cono-
Según la hipótesis de san Gregorio Magno, basa- cimiento de la literatura arquitectónica.24
do en Lc 10:38-42 y Jn 11:1-2 y 12:1-3, se relacionó
a María Magdalena con María de Betania, hermana Antes de iniciar la descripción de la fachada es
de Marta y de Lázaro; asimismo, con la mujer que importante conocer los símbolos emblemáticos de
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llora a los pies de Jesús cuando éste se presenta en la ofsa, la Santa Sede, el cardenalicio, el escudo ar-
casa de Simón el Fariseo y se relata en Lc 7:36-50; morial de Cuitzeo y la Casa de Habsburgo.
sin embargo, los exégetas contemporáneos no validan El emblema agustino25 se distingue con un co-
esta síntesis de personajes.21 Las representaciones razón atravesado con flechas, que en este recinto
de María Magdalena en el convento de Cuitzeo se
23
reconocen como “la unción”, cuando aparece sos- La fachada ha sido aludida por Manuel González Galván, Arte
virreinal en Michoacán, México, Frente de Afirmación Hispanista,
teniendo su atributo: un vaso de perfumes, o bien 1978, pp. 68-74.; Carlos Chanfón, Historia de la arquitectura del siglo
“de arrepentimiento”, cuando se acompaña de un xvi, División de Estudios Superiores-Escuela Nacional de Arquitec-
cráneo.22 Como veremos, la primera aparece en la tura-unam, 1978; Manuel Toussaint, Arte colonial en México, México,
unam, 1990, p. 48; R. Piña Chan, op. cit.; J. Corona, op. cit.; Miniguía
fachada y en el retablo principal del templo (E); de Cuitzeo, op. cit.; Estado de Michoacán, México. Guía Turística, ineGi-
Sectur, 1995, pp. 47-48; Michoacán. Guía de arquitectura y paisaje,
18 Magdala fue su lugar de origen, Mateo (Mt.) 15: 39. Morelia/Sevilla, Gobierno de Michoacán/Consejería de Obra Pú-
19 El fervor a la Magdalena se incrementó durante la época de la blica y de Transporte, 2007, pp. 202-205.
Contrarreforma como símbolo de penitencia, y se le represen- 24 G. Kubler, op. cit., pp. 521-522.
tó como una mujer joven, con larga cabellera dorada, portando 25 “El escudo, que será nuestro símbolo, muestra un libro abier-
como atributos velas, un cráneo que simboliza lo pasajero o un to, sobre el que se encuentra un corazón atravesado por el dardo
espejo que alude a la reflexión. de la caridad. El hábito, signo de nuestra consagración, confec-
20 Citas de la Biblia rv (1960), recuperado de: <http://www. cionado de la forma acostumbrada, consta de túnica y capilla,
amen-amen.net/RV1960/>, consultada el 7 de mayo de 2018. de color blanco o negro, y que se ciñe con una correa de piel
21 Louis Réau, Iconografía del arte cristiano, t. 2, vol. 4, Barcelona, negro”, Constituciones de la Orden de San Agustín, recuperado
Ediciones del Serbal, 1997, p. 293. de: <https://agustinos.es/wp-content/uploads/PDF/const07_es.
22 Ibidem, p. 297. pdf>, consultada el 7 de mayo de 2018.
Figura 17. Dibujo y vista de la fachada. Dibujo de Carlos Chanfón, Historia de la arquitectura del siglo xvi, México, División de Estudios Superiores-Escuela Nacional
de Arquitectura-unam, 1978.
están dispuestas en forma de “X”; algunas fuentes flamígero— atravesado por una flecha que evoca
señalan que el corazón alude al lema de la orden: una conocida frase de san Agustín: Fecisti nos, Do-
Anima una et cor unum in Deum, es decir: “Un solo mine, ad Te et inquietum est cor nostrum, donec re-
corazón y una sola alma en Dios”. Asimismo, a la quiescat in Te: “Nos creaste, Señor, para Ti, y nuestro
finalidad establecida para la ofsa: “Os habéis reuni- corazón está inquieto hasta que descansa en Ti”.
do para vivir en la casa unánimes y tener una sola Lo cierto es que san Agustín, en sus Confesiones,
alma y un solo corazón orientado hacia Dios”. En los describe en la vivencia que experimentó en su
otros casos se advierte un corazón —en ocasiones alma sobre el amor divino a partir de su conversión:
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Tú, Señor […], habías traspasado mi amor con los dar- Los escudos del pueblo se encuentran en la fachada del
dos de tu caridad; tenía yo clavadas tus palabras en mis templo, cuyas vasijas derraman agua esculpida al estilo
entrañas; en el dónde de mis pensamientos, inflamán- códice. En los cuarteles de ellos hay jarrones derraman-
dome y alejando de mi todo asomo de indolencia o de do agua, representada a la manera de códices prehispá-
tibieza […] Como si cantando los salmos graduales estu- nicos, que representan una laguna, y están pareados con
viese subiendo la cuesta de este valle de lágrimas, con pelícanos alimentándose con peces […] escudos de Cuit-
las agudas flechas de tu amor me animabas y con el fue- zeo […] coronados de plumas a la manera indígena.27
go abrasador de tu caridad me recalentabas el alma.26
Respecto al blasón de la Casa de Habsburgo, se
Por otra parte, el emblema de la Santa Sede se puede reconocer con un águila bicéfala, que en este
identifica con la tiara pontificia, con tres coronas caso tiene en el pecho el símbolo de la ofsa.
que representan las atribuciones papales como “pas- En el primer cuerpo de la fachada (figura 17), el
tor”, “maestro” y “supremo sacerdote” de la Iglesia acceso está enmarcado con arcos de medio punto
católica, el báculo y, bajo éstos, dos llaves entrecru- con relieves florales, la insignia agustina y queru-
zadas —cuando aparecen en color, se diferencia una bines (1), y en las jambas se intercalan pares flo-
de tonalidad plata, apuntando a la diestra, y la otra reados y el emblema agustino. En cada extremo
en color oro, apuntando a la siniestra—, unidas con un hay dos columnas candelabro sobre pedestales. En
cordón de gules o azur. Las llaves son una alusión el tercio bajo de las columnas sobresale el emble-
directa a san Pedro, primer representante de Cristo ma agustino blasonado dentro del pecho de un ave
ante su Iglesia: y guirnaldas de vid, y sobre los capiteles corre un
entablamento con un arquitrabe ornamentado con
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Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta querubines alternados con triglifos.
roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no En los extremos del entablamento, colgados de un
prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del cordón, penden dos cartelas y una cornucopia; una
reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra tiene la leyenda “venit Maria Magdalene” (2); es decir,
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la “vino María Magdalena”, y en la otra se puede leer:
tierra será desatado en los cielos [Mateo 16:18-19]. “crF Mtl Me Fecit” (3), que los estudiosos han inter-
pretado como “Francisco Juan Metl me hizo”.28
Los estudiosos aseguran que a este pasaje de En el segundo cuerpo (II), flanqueado con co-
san Mateo le antecede una referencia en el libro lumnas, bajo una cornisa y friso con relieves florales,
de Isaías 22:22: “Y pondré la llave de la casa de Da-
vid sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; ce- 27 “Cuitzeo, Estado de Michoacán”, en Enciclopedia de municipios
nes de cada lado. En tanto, el escudo de armas de la Calderón en Espíritus puros y bestias: lo alto y lo bajo en las gárgolas
del convento agustino de Cuitzeo, Michoacán (siglo xvi), relaciones.
población incorpora los siguientes elementos: Estudios de Historia y Sociedad, 142, invierno de 2015, p. 53, recupe-
rado de: <http://www.scielo.org.mx/pdf/rz/v36n142/0185-3929-
rz-36-142-00049.pdf>, consultada el 20 de septiembre de 2018.
26 Santiago de la Vorágine, La leyenda dorada, 2, Madrid, Alian- “[…] si aceptamos la versión de Diego Angulo, podría leerse…”,
za, 1987, p. 535. quien a su vez cita a Manuel Toussaint, op. cit., p. 48.
se talló una leyenda en latín: “sagita veras tu done cor gura patronal (10) con los escudos de armoriales de
MeuM caritate tua” (4); es decir, “has traspasado mi Cuitzeo (11) en ambos extremos.
amor con los dardos de tu caridad”, retomado del li- Sobre la cornisa del tercer cuerpo se observa
bro Confesiones de san Agustín. Asimismo, resalta el el escudo de armas de la Casa de Habsburgo con el
relieve del emblema agustino enmarcado con relie- blasón agustino (12), y sobre éste, el emblema papal
ves de follajes (5). (13). La portada remata con frontón.30
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La ventana del coro se flanquea con dos esbeltas Al norte de la fachada, sobre un sólido volumen,
columnas muy ornamentadas (6). Tiene un cerra- sobresale la espadaña, en tanto que en el extremo
miento abocinado y ornamentado, al igual que en sur se observa una torrecilla con reloj y un campa-
las enjutas, con follajes en relieve (7), así como que- nil (figuras 18 y 19).
rubines en las impostas. En el vitral se reconoce la
figura de María Magdalena en la escena de “la un- Elementos iconográficos del templo
ción”. Este cuerpo remata con arquitrabe con follaje,
friso y cornisa, y sobre esta última, a la altura de cada Se suben seis escalones para llegar al acceso que
columna, un jarrón alude al emblema de la localidad recibe al visitante en un vestíbulo acotado entre el
(8). En el friso se lee la inscripción “laudate doMinuM portón31 y el cancel. El portón tiene dos hojas con
decet is” (9), tomada del Salmo 92:1; es decir: “Bueno diseño de tableros con relieves tallados que repre-
es alabarte”.29 sentan, en los postigos,32 diversos símbolos: masca-
En el tercer cuerpo (III) hay dos columnas sobre rones, el emblema agustino y el emblema local; en
pedestales que en el tercio alto del fuste tiene un
cordón; en el capitel se observan relieves con hojas, 30 “Frontón. La coronación triangular […] con que se remata una
volutas y una flor, y un entablamento. Esta compo- fachada”. F. García, op. cit., p. 121.
31 “Portón. Puerta que separa el zaguán del resto de la casa”. A.
sición enmarca una hornacina que resguarda la fi-
Serra, op. cit., t. ii, p. 788.
32 “Postigo. Puertecilla pequeña incorporada a otra grande, o a
29 Biblia, op. cit. una ventana”. Idem.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 20. Portón. Fotografía de la autora. Figura 21. Cancel. Fotografía de la autora.
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Figura 22. Nave del templo (D). Fotografía de la autora. Figura 23. Detalle del muro sur, cala (D). Fotografía de la autora.
la parte superior de las hojas se representan mas- el blasón de la ofsa como remate. Las dos puertas late-
carones, una iglesia —atributo de san Agustín—, el rales tienen tallas con relieves florales y querubines.
emblema papal, el cardenalicio y el de Cuitzeo (fi- Una placa de metal inscribe que fue “trabajo hecho
guras 20 y 21). por/ e. silva v./ 1952/ Chapala Pte. No. 327 Col. Ventu-
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 25. Vista del confesionario desde la nave del templo (D1). Fotografía Figura 26. Vista de la ventana desde el claustro (M-norte). Fotografía de la
de la autora. autora.
En el muro sur se enmarca el espacio del confe- coro y la pintura del claustro, obra de fray Matías Pa-
sionario (D1), que en su origen tuvo comunicación lacios, pertenecen al siglo xvii.39
con el claustro bajo (M-norte) (figuras 25 y 26).
La gran nave del templo tiene hoy un piso de Se conservan cuatro colaterales40 que datan del
mosaico que sustituyó el piso de madera original, siglo xix y resguardan esculturas y pinturas de caba-
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como el que aún se preserva en la capilla de la llete que, con excepción de las últimas y las figuras
Virgen de los Dolores (H); a un costado de ésta se principales, cambian constantemente de ubicación
aprecia un púlpito de madera con escalera y torna- a discreción del párroco del templo.
voz, y a la altura del altar se encuentra el acceso a En el colateral del muro norte se conservan (figu-
la sacristía (I). ra 7-D2) un santo entierro, la figura de santa María de
El retablo y altares laterales —o colaterales— tie- Guadalupe y una escultura de Santiago el Mayor. En
nen un lenguaje neoclásico; conservan esculturas y el colateral (D3) se resguarda una escultura de san
pinturas de caballete de diversas épocas. En el coro Charbel dentro de un nicho, una pintura de caballete
destaca la sillería y un órgano (Z). Sobre los orna- con la figura de la Coronación de María, acompaña-
mentos del templo las fuentes señalan: da con la Santísima Trinidad —en su representación
previa al Concilio de Trento—, y en la parte superior,
El trabajo del santuario, desarrollado entre 1602-1605, un cuadro de la Virgen María con el Niño Jesús en
quizá sólo se relaciona con la decoración pictórica y brazos, acompañados de la Santísima Trinidad y, al
escultórica. De cualquier manera, Escobar informa pie, un medallón de san José con el niño Jesús.
que Robledo realizó tres retablos en Cuitzeo […] Ba- En el colateral (D4) hay esculturas de san Nico-
salenque produce una confusión al afirmar que fray lás Tolentino y santa Ana con la Virgen María niña;
Diego Soto construyó la bóveda de la iglesia […] La
39G. Kubler, op. cit., pp. 613-614.
pintura y el dorado de la iglesia, realizados por fray
40“Colateral. Lo que está a los lados de la mayor.” F. García Sali-
Francisco Santillana, así como las sillas de caoba del nero, op. cit., p. 83.
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El discurso gráfico en los muros del claustro
cio alto, un friso ornamentado con grutescos. Cabe parte superior, la Iglesia triunfante, seguida de la
señalar que la pintura mural, al igual que el inmue- Iglesia militante y, en la parte baja, de la Iglesia pur-
ble, tiene diversas etapas de integración e inter- gante, con la embocadura al averno.
vención, y como parte de los criterios de la última La figura central, envuelta en un óvalo, es Jesu-
intervención se dejaron visibles diversas etapas con cristo en postura sedente y con los brazos extendi-
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el objetivo de dar testimonio de éstas (figura 31). dos hacia el cielo; la cabeza resplandeciente, a sus
Un ejemplo de este criterio se advierte en el pies, y sobre él se dibujan nubes. En la parte inferior
muro sur del portal de peregrinos (K), que mues- emergen un par de ángeles que hacen sonar trom-
tra parcialmente tres épocas de pintura mural, que petas. En la parte superior se aprecia la paloma que
han dejado a la vista una representación de La Glo- simboliza al Espíritu Santo, y sobre ésta se asoma el
ria celestial, donde se reconoce a Dios Padre, a la de- Padre Eterno, contemplando la escena, rodeado de
recha del observador, una paloma que simboliza al nubes y de coros angélicos en ambos extremos.
Espíritu Santo y querubines que sostienen un listón En la parte media milita, al lado derecho del ob-
con una leyenda en latín, que resulta ilegible por las servador, la comunión de los santos varones, y en el
áreas faltantes. lado opuesto, las santas mujeres. En el tercio bajo se
En el muro norte de este mismo espacio se dis- representa el Purgatorio, con las almas inmersas en
tingue la representación de El Juicio Final, en tanto él esperando la redención, en tanto que otras son
que en el muro oriente se aprecian fragmentos de la rescatadas por ángeles. Esta escena cambia de fondo
pintura de época a la altura de los arcos primero, se- y se oscurece para mostrar las almas perdidas en el
gundo, tercero, quinto y sexto (figura 32). “fuego eterno”, sumidas en la oscuridad y próximas
La pintura mural en el muro norte tiene una a la boca del dragón (demonio) que anuncia la en-
magnífica representación de El Juicio Final, donde trada al infierno.
se representa a Cristo en majestad y se advierte una A la altura del primer arco sólo se han conserva-
organización tripartita en la que se simboliza, en la do segmentos del trazo de arcos similares a los que
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
se dibujan a la altura del quinto y sexto arco, y un
ángel en la enjuta. El resto es una gran laguna.44 Se
argumentó que podría tratarse del patrono y la fun-
dadora de la orden femenina de la ofsa, hipótesis
que no fue confirmada durante la última interven-
ción, así que los especialistas optaron por dejar ese
gran vacío.45
A la altura del segundo arco, sobre el acceso,
se reconoce la representación del Padre Eterno; a
la izquierda del observador, la escena de La creación
de Eva (Gen, 2:21-25), y a la derecha, La tentación de
Adán y Eva (Gen, 3:1-7) (figura 33).
A la altura del tercer arco se representa el Pa-
tronazgo de san Agustín, que despliega su capa para
proteger bajo ella a los miembros de su religión. En-
tre estos últimos se muestra a san Bernardo de Cler-
bó, de pie sobre una columna —la columna de la
orden—. Esta representación aparece de nuevo en
la sala capitular (U) (figura 34).
A la altura del quinto y sexto arcos del por-
tal se dibujan sobre un zoclo cuatro arcos lobulados
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y separados con columnas; en las enjutas se repre-
Figura 33. Acceso al claustro (J). Fotografía de la autora.
sentan tríadas angélicas sosteniendo un palio con el
que, según la tradición, auxilian a las almas para salir
del Purgatorio. Dentro de estos arcos se observa una
venera (concha), que alude a la labor evangelizadora
realizada por la ofsa a través del sacramento del bau-
tismo; asimismo hay peanas para cuatro figuras, so-
bre las cuales se plantea la hipótesis de que podría
tratarse de los cuatro doctores de la Iglesia: san Am-
brosio de Milán, san Jerónimo de Estridón, san Agus-
tín de Hipona y san Gregorio Magno (figura 35).
Al sur del portal de peregrinos se alza un cuer-
po con dos niveles, en el cual se abrieron ventanas
en la planta baja y alta. Esta última, con arco cono-
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El claustro bajo
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 37. Conjunto desde el jardín sur (T). Fotografía de la autora.
atribuye al franciscano san Bernardino de Siena. El 4. “María asunta al cielo”, representada acompa-
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monograma de la ofsa, ya referido previamente. El mo- ñada de san Antonio —joven con amplia ton-
nograma de María (mvr) es un símbolo mariano que sura, viste la túnica de la orden y sostiene una
superpone las letras en latín María, Mater, Virgine et flor blanca en su mano derecha—, y san Lo-
Regina, que significa: “María, Madre, Virgen y Rei- renzo, joven que viste con túnica blanca, dal-
na”, y por este último atributo lleva una corona. mática verde y oro, y sostiene en su mano
Desde el vestíbulo se inicia la visita por las crujías, izquierda una parrilla —instrumento de su
que comienzan con la actual área administrativa del martirio—. Al pie de la Virgen yacen las ánimas
museo, en un espacio con una ornamentación tardía, en el Purgatorio.
dada su colorida selección cromática en los muros y 5. “La Fe”, representada con una mujer parada
el cielo raso. El recorrido sigue de modo lineal en di- sobre un pedestal, viste túnica, tiene los ojos
rección a la exposición permanente, integrada con vendados y sostiene la cruz en su mano de-
nueve pinturas de caballete y tres esculturas que re- recha y el copón con una hostia en la mano
presentan estas escenas y personajes: izquierda.
6. “San Agustín”, con la indumentaria de la or-
1. “El martirio de ‘Santa Eulalia de Barcelona’”. den; en la mesa se observan la mitra y el bácu-
2. “La Inmaculada Concepción”. lo de obispo, los libros, el tintero y la pluma de
3. “Rey de Burlas”, vestido con túnica roja ter- sus escritos; sostiene un corazón flamígero en
ciada, flagelado, con las manos atadas, soste- la mano derecha y observa la luz que lo ilumi-
niendo una vara y coronado con espinas. na, donde se inscribe la leyenda “inde lucet”.
7. “La flagelación”, donde se representa a Cristo Se continúa para llegar a un pórtico, delimitado
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en postura sedente, vistiendo palio blanco, con con tres arcos con columnas dóricas sobre pedesta-
flagelo en mano, atadura en el cuello y corona- les, que comunica con el área ajardinada.
do con espinas. Desde este pórtico se puede ingresar a la sala de
8. “La maternidad de María”, donde se represen- profundis (P), donde se conserva un aguamanil be-
ta a la Virgen María vistiendo túnica rosa y llamente labrado y una cenefa que corre en el tercio
manto azul, con un pecho descubierto, coro- alto del muro dibujando motivos florales y medallo-
nada con 12 estrellas y sosteniendo al niño nes que contienen los anagramas de la ofsa, maria-
Jesús en brazos. Toda la escena está rodeada no e ihs.
con flores que sobresalen del fondo oscuro. Esta cenefa continúa en el refectorio (O), donde
9. “La inmaculada Concepción de María”, en la además se integra, sobre las bancas de piedra ubica-
que ésta viste túnica blanca y manto azul; tie- das perimetralmente, un guardapolvos con diseño
ne cabellera larga y un resplandor, y está ro- similar al del claustro bajo.
deada de ángeles y querubines. A partir del refectorio se pueden recorrer los es-
10. Las tallas de madera representan a san Juan pacios que albergan las exposiciones temporales del
Evangelista, ataviado con túnica verde y manto museo, antiguas áreas de servicios (S), el patio “de
rojo; a “san Agustín”, con el hábito de la orden, y novicios” (R) y el patio secundario (R1).
a santa Mónica, madre de san Agustín, que viste El acceso ubicado al sur del refectorio conduce a
como viuda, de negro, con toca y un pañuelo en los jardines, y el ubicado al norte desemboca en el
las manos en posición de plegaria. corredor del claustro bajo (M) (figura 37).
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Los corredores del claustro bajo to con diseños florales que enmarca medallones con
la representación de santos, y en la parte superior,
El claustro tiene un patio (N) de planta cuadrangular una serie de líneas dispuestas en una composición
en la que destacan el mismo número de contrafuer- que asemeja un entablamento. Los elementos flora-
tes en dos niveles y un doble ritmo de vanos en el les, según la tradición, tienen un atributo mariano,
claustro alto, que fue incorporado hacia 1590. El cor- en tanto que la vid simboliza la sangre derramada
te de los vigorosos contrafuertes mantiene el modelo por Cristo.
de planta cuadrangular con remate aguzado, que es A partir del corredor sur se puede recorrer el
similar al claustro de Yuriria (figura 38).46 claustro bajo para admirar los ornamentos de los mu-
Bajo la cornisa de remate destacan las gárgo- ros en el tercio alto, una cenefa con grutescos inte-
las de diferentes figuras que sirven para arrojar el grada con granadas que se consideran símbolo de
agua de la lluvia de las cubiertas al aljibe construi- abundancia y del amor divino, flores con pistilos
do bajo el patio. Y sobre la cornisa hay remates de que se asumen como un símbolo mariano, y también
piedra distribuidos simétricamente, relojes solares se reconoce el emblema agustino sobre una cartela
y una campana que marcaba el horario canónico: flanqueada con dos quimeras.
laudes, prima, tercia, sexta, nona, vísperas, comple- El visitante reconocerá algunas de las figuras que
tas y maitines. aparecen en los medallones de la cenefa, iniciando
Los corredores del claustro están cubiertos con el recorrido en el paramento sur, en el sentido de
bóvedas de cañón, divididas en tramos por arcos en las manecillas del reloj, con la representación de los
cantería moldurada que se desplantan sobre impos- apóstoles, seis en cada muro. Para reconocerlos, re-
tas labradas y tienen la pieza clave resaltada con un sulta pertinente considerar el “Llamamiento de los
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relieve floral. Los corredores se intersecan en las apóstoles”,48 que señala sus nombres:
esquinas, formando rincones de claustro con nerva-
duras molduradas y un pinjante con relieve floral. Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano;
La pintura ornamental en los rincones de claustro Santiago49, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
son motivos florales que armonizan con los relie- Felipe y Bartolomé;
ves pétreos. Tomás y Mateo, el publicano;
En todo el claustro se dibujó un guardapolvo con Santiago, el hijo de Alfeo y Simón, el cananeo;
diseño geométrico y una cenefa de color almagre Judas Tadeo, hermano de Santiago; y,
con cornucopias de las que brotan diseños florales Judas Iscariote, que fue el traidor.
que rematan con quimeras. Este diseño está firma-
do en el corredor norte por el fraile Cosme de Dios, A los apóstoles se les representa, según la tradi-
fechado el 10 de noviembre de 1623.47 ción, reflejando su edad en el color del cabello. To-
En el tercio alto de los muros del claustro desta- dos, con excepción de Juan, usan barba; tienen una
ca una cenefa policromada con tonos sepia que se aureola de trazo circular que refiere su santidad; vis-
compone de tres elementos en forma ascendente: el- ten túnica talar y manto terciado. Quienes escribie-
primero tiene diseños de follaje; lo sigue un elemen-
48 En Mt, 4:18, 4:21 y 20:20; Mc, 3:16 y 6:30; Lc, 6:13-14; Jn, 6:67
46 G. Kubler, op. cit., p. 413. y 6:70-71; Hechos, 1:13.
47 M. del C. Gaxiola, op. cit. 49 También nombrado como “Jacobo” y “James”.
ron evangelios sostienen un libro, y algunos tienen 1. En el primer medallón, dos figuras de perfil,
atributos que permiten identificarlos individual- poco legibles, que visten el hábito de la ofsa.
mente; por ejemplo: san Pedro sostiene unas lla- 2. En el segundo, un varón barbado con amplia
ves; san Andrés, la cruz de su martirio en forma de tonsura viste el hábito agustino.
“X”; san Juan sostiene una copa de la cual emerge 3. En el tercero, un religioso arrodillado que vis-
un reptil (demonio); santo Tomás carga en el hom- te dalmática y sujeta en la mano derecha un
bro izquierdo una escuadra; Santiago el Mayor, una crucifijo y en la izquierda, un cráneo.
concha en el manto a la altura del cuello, y sostie- 4. San Nicolás Tolentino, joven, con amplia ton-
ne un bastón. sura, barbado y con aureola, viste indumenta-
Continuando el recorrido, en el muro norte las ria agustina y sostiene un plato.
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figuras son las siguientes: 5. San Lorenzo, representado joven, con amplia
tonsura y aureola, viste dalmática de diácono
1. Santo Tomás de Villanueva, quien viste indu- y sostiene sus atributos, la palma del martirio
mentaria de obispo y es representado en acti- y una parrilla.
tud de oración. 6. San Juan de Sahagún, con amplia tonsura y
2. Santa Rita de Casia, quien viste el hábito de la aureola, viste el hábito agustino y sostiene
ofsa, tiene una espina clavada en la frente una custodia.
como alusión a que comparte el martirio de
Jesucristo y está en oración ante un crucifijo. Los rincones de claustro
3. Joven fraile con amplia tonsura, viste hábito
agustino y tiene frente a él un crucifijo. En los rincones del claustro hay cuatro nichos. En
4. En el cuarto medallón la figura está perdida. la esquina noroeste está representado Nicolás de To-
5. El quinto es un varón barbado, que viste túni- lentino (muro oeste), y en la esquina sureste, san
ca y manto. Agustín (muro sur). En los otros espacios las figuras
6. El sexto medallón tiene grandes lagunas que no son legibles (figuras 39 y 40).
impiden hacer una identificación. Ahora bien, en el tímpano de los rincones del
claustro que se aprecian como remate visual de los
En el corredor oriente aparecen los siguientes corredores se representan diversas escenas de la pa-
elementos: sión y muerte de Jesucristo, acompañadas en los
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
extremos con representaciones de pasajes del Anti- El cubo de la escalera
guo Testamento y del Nuevo Testamento.
En la esquina norteoeste aparece “La agonía del El acceso a este espacio se enmarca con jambas y
Getsemaní”, referida en Mt, 26:36-57; Mc, 14:32-53; platabanda molduradas, y un entablamento con fri-
Lc, 22:39-54 y Jn, 18:1-13; y “Jesús ante Anás y Caifas”, so con relieves florales y triglifos. Se trata de un mag-
descrita en Mt, 26:57-66; Mc, 14:53, 14:66-64; Lc, 22:54, nífico espacio desarrollado en una planta de forma
22:67-71 y Jn, 18:13-24. A la derecha del observador, cuadrangular y cubierto con una bóveda de arista
“Jesús ante Pilatos”, que describen Mt, 27, 2 y 11-26; (figura 41).
Mc, 15:1-15; Lc, 23:1-7, 13-25 y Jn, 18:28-40 y 19:1-15, y En el cielo del cerramiento están dibujadas las
a la izquierda de la escena, “La flagelación”, que se pue- nervaduras de una bóveda de arista y elementos flo-
de leer en Mt, 27; Mc, 14:15-20 y Jn, 19:1-5. rales, un friso con follaje y querubines al lado de un
En la esquina noreste se representa una escena de medallón con un rostro femenino. En el muro oeste,
“Las tres caídas de Jesús”, mencionada en la Biblia en algo desdibujada, se observa la figura de María Mag-
Mt, 27:32; Mc, 15:21-27; Lc, 23:26-34, 38 y Jn, 19:17-24. dalena exaltando el sacramento de la penitencia.
Y en la esquina sureste, la “Crucifixión”, que descri- En el muro este, un mural que ocupa una super-
ben todos los evangelistas, Mt, 27:34-38; Mc, 14:23-39; ficie aproximada de 3 por 5 m representa la regla
Lc, 23:33-34 y Jn, 19:18-24. agustina con recomendaciones de citas bíblicas, es-
En esquina sureste hay una figura central con el critas en latín y retomadas de la Vulgata (figura 42).
“Descenso de la Cruz”, pasaje bíblico que se refie- La escena se titula “typus veri religiosi” (1), que
re en Mt, 27:34-38; Mc, 14:23-39; Lc, 23:33-34, y Jn, significa “tipo de religión”, y se enmarca con cor-
19:18-24. A la diestra de la figura se representa “La tinajes en los extremos que contienen leyendas
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resurrección de Lázaro”, relatada en Jn, 11:1, y a (2 y 3). La inscripción (2) la transcribo literalmen-
la siniestra, un pasaje del Antiguo Testamento, “Jo- te; no obstante, no pude identificar su fuente ni su
nás y la ballena”, narrado en Jn, 2:1-10. significado:
En la esquina suroeste se representan “Las apari-
ciones de Jesús resucitado”, según Mt, 18; Mc, 16:9-18 (2) inoMnibvs cxhibcaMvsnos Me tipsos sicvt dei Ministros in-
y Jn, 20:11-18, y “La ascensión del Señor”, menciona- Mvlia patientiaint riblationebvs in nessecitatitbus in agus-
da en Mc, 16:19-20; Lc, 24:50-53 y Hechos, 1:3-14. Al lus plaga incarceribus in sedvionibvs in labribus in vigiliis in
pie de esta última se distinguen fragmentos de una icvniis in castitate in scientia in longaniMitatein svavitate
leyenda en latín. Las escenas referidas forman parte in spritvs ctot in charitate none icta in verbo verittatis in
de los Misterios Dolorosos: “La oración de Nuestro virtute dei per / dei per.
Señor en el huerto”, “La flagelación del Señor”, “La
coronación de espinas”, “El camino del Monte Calva- (3)
rio”, “La crucifixión y muerte de Nuestro Señor”, así 2 cor 6: 7-10
como de tres sucesos de los Misterios Gloriosos: “La 6:7 in verbo veritatis, in virtute dei, per arMa justitiæ a
resurrección del Señor” y “La ascensión del Señor”, dextris et a sinistris,
que se rezan en el Santo Rosario.50 6:8 per gloriaM, et ignobilitateM, per inFaMiaM, et bonaM Fa-
MaM: ut seductores, et veraces, sicut qui ignoti, et cogniti:
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Figura 42. Croquis y vista (Q) del mural del cubo de escalera. Dibujo de Karina Montaño.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
6:10 quasi tristes, seMper auteM gaudentes: sicut egentes, cho un ave (5); tiene los brazos extendidos y las ma-
Multos auteM locupletantes: taMquaM nihil habentes, et nos clavadas sobre una cruz, que a la vez sujetan dos
oMnia possidentes.51 cartelas ovaladas con textos ilegibles (6). En el bra-
zo izquierdo de la cruz pende un flagelo (7), en tanto
(3) que la cartela sobre el tronco de la cruz tiene un con-
2 Cor 6: 7-10 tenido velado (8). A los pies del fraile agustino hay un
6:7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas elemento esférico que contiene un esqueleto y una
de justicia a diestra y a siniestra; leyenda ilegible (9), y como base una predela. En los
6:8 por honra y por deshonra, por mala fama y por costados se distinguen leyendas enmarcadas como
buena fama; como engañadores, pero veraces; esquelas, a la izquierda del observador (10, 11, y 12)
6:9 como desconocidos, pero bien conocidos; como y a la derecha (13, 14 y 15), y se refieren a los votos
moribundos, más he aquí vivimos; como castigados, de obediencia, pobreza y castidad, y otras virtudes:
mas no muertos;
6:10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como (10)
pobres, más enriqueciendo a muchos; como no te- obedientia
niendo nada, más poseyéndolo todo. heb, 13:17 “obedite præpositis vestris, et subjacete eis. ipsi
eniM pervigilant quasi rationeM pro aniMabus vestris reddi-
En la cartela central, en sentido descendente turi, ut cuM gaudio hoc Faciant, et non geMentes: hoc
(4) (10)
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gal 6, 14 “Mihi auteM absit gloriari, nisi in cruce doMini oBediencia
nostri jesu christi: per queM Mihi Mundus cruciFixus est, et Heb, 13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
ego Mundo”.52 a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como
quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con ale-
(4) gría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.
Gal, 6:14 “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo (11)
me es crucificado a mí, y yo al mundo”.53 pauperia
luc, 14:33 “sic ergo oMnis ex vobis, qui non renuntiat oMni-
Protagoniza la escena una figura de san Nicolás de bus quæ possidet, non potest Meus esse discipulus”.56
(12) (14)
castidad (ilegible) cuidar la lenGua
2 donuM bonuM tribuaM vobis: P Salm 118:37 “Averte oculos meos, ne videant vanitatem;
legeM MeaM ne derelinquatis. in via tua vivifica me”.61
3 naM et ego Filius Fui patris Mei,…
5 posside sapientiaM, posside prudentiaM: (15)
ne obliviscaris, neque declines a verbis oris Mei. cuidar los oJos
7 principiuM sapientiæ: posside sapientiaM, Salmo 119:37 “Aparta mis ojos, que no vean la vani-
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et in oMni possessione tua acquire prudentiaM. dad; avívame en tu camino”.62
11 viaM sapientiæ Monstrabo tibi;
ducaM te per seMitas æquitatis:…”57 Claustro alto
Los corredores del claustro alto
(13)
Fragmento ilegible, se lee Prov, 4 A partir del acceso a la escalera —esquina sureste del
4:1 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad aten- claustro alto (figura 8)—, la pintura mural en los tím-
tos, para que conozcáis cordura. panos de los rincones del claustro muestra escenas
4:2 Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis del Nuevo Testamento, referidas al espíritu de servi-
mi ley. cio que reafirma la vida sacerdotal. Tienen la siguien-
4:3 Porque yo también fui hijo de mi padre,… te disposición, y a excepción del primero recuerdan
4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te ol- los Misterios Gozosos del Santo Rosario:63
vides ni te apartes de las razones de mi boca;
58 Biblia rv, op. cit.
4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre to-
59 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/
das tus posesiones adquiere inteligencia.
vul/psa140.htm#009>.
60 Biblia rv, op. cit.
61 Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/
vul/psa118.htm>.
57Ibidem, recuperado de: <http://www.sacred-texts.com/bib/ 62 Biblia rv, op, cit.
vul/pro004.htm>. 63 Santo Rosario, op. cit.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
Figura 43. Sala capitular (U). Fotografía de la autora.
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Tantum ergo
Tantum ergo sacramentum
Veneremur cernui:
Et antiquum documentum
Novo cedat ritui:
Praestet fides supplementum
Sensuum defectui.
Genitori, genitoque
Laus et iubilatio,
Salus, honor vitus quoque
Sit et benedictio:
Procedenti ab utroque Figura 44. Vista y dibujo de la bóveda en la sala capitular (U). Dibujo de
Sebastiano Serlio.
Compar sit laudatio.
Amen. del Pentecostés, a la que le sigue una colorida esce-
na con el Espíritu Santo en el capialzado —con al-
Tan augusto (sublime) gunas lagunas— y el “Patronazgo de Santa Mónica”.
Tan augusto (sublime) Sacramento En el muro norte se representa a san Agustín y
veneremos de hinojos; santo Tomás de Aquino, ambos de rodillas, en acti-
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La antigua figura (del Antiguo Testamento) tud de recogimiento y oración.
ceda el puesto al nuevo rito: En el muro oriente, el “Patronazgo de San Agus-
la fe supla la incapacidad tín”; “Jesús Ninño”, abrazando la cruz y flanqueado
de los sentidos por ángeles sobre el acceso secundario; la represen-
Al Engedrador (el Padre) y al Engedrado (el Hijo) tación de “La última cena”, relatada en Mt, 26:20-29;
sean dadas alabanzas y júbilo; Mc, 14, 17-18:25, y Lc, 22:14-18.65 A la altura de la
Gloria, honor, ventana, una figura con el Espíritu Santo iluminan-
poder y bendiciones. do a dos religiosos hace alusión al “Pentecostés”, re-
Al que de uno y de otro procede (el Espíritu Santo) latado en Hechos, 2:1-14.66
una gloria igual sea dada. La bóveda que cubre este espacio se ornamenta
Amén. con dibujos geométricos policromados que recuer-
dan el tratado de Serlio, interpretado por la mano
Las representaciones que se recuperaron parcial- local (figura 44).67
mente las enuncio a partir del acceso en el sentido
65 Biblia rv, op. cit.
de las manecillas del reloj, iniciando con la escena 66 Idem.
67 “Another manner of sieling. The fourth book. The twelve
Chapter. Fol. 69”, en Sebastiano Serlio 1475-1554, The Five books
64 Catolicidad, 2009. Tantum ergo, recuperado de: <http://www. of Architecture, Nueva York, Dover, 1982; “De la Orden Compues-
catolicidad.com/2009/06/tan-augusto-sacramento-tantum-ergo. ta, libro quarto, lxxv”, en S. Serlio, Tercero y cuarto libro de arqui-
html>, consultada del 14 de marzo de 2018. tectura, Barcelona, Alta Fulla (Arte y Arquitectura, 6), 1990.
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
El ambulatorio doméstico
Colofón
AproximAción A un discurso gráfico en el Antiguo convento Agustino de sAntA mAríA mAgdAlenA en cuitzeo del porvenir…
AliciA BAzArte MArtínez* / leopoldo rodríguez MorAles** / AlMA AliciA Benítez pérez*
En la calle de Belisario Domínguez, antigua de San Lorenzo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se instaló el edi-
ficio que hasta la fecha se conoce con el nombre de Colegio de Nuestra Señora de Covadonga, gracias al patrocinio del ba-
chiller Vicente Antonio de Soto, presbítero originario de Asturias. Desde 1770, él dedicó su capital y esfuerzo a erigir una
gran residencia destinada a ser un asilo para albergar a niñas descendientes de españoles, quienes se alojarían en el claus-
tro principal de la casa. Sin embargo, el inmueble nunca funcionó como colegio, hospicio ni beaterio; con el paso del tiem-
po se transformó en vivienda y en 2004 fue restaurado para ser destinado como condominio.
Palabras clave: colegio, hospicio, congregación Covadonga, arquitectura, restauración.
The building known as the Colegio de Nuestra Señora de Covadonga was established on the street of Belisario Domín-
guez, formerly known as San Lorenzo, in the Historic Center of Mexico City, thanks to the sponsorship of Vicente Anto-
nio de Soto, a priest originally from Asturias. In 1770 he dedicated his capital and efforts to building a sizeable residence
intended to be an asylum to house girls of Spanish descent, who lived in the main cloister of the house. However, the
building never served as a school, hospice, or residence for lay women; with time it became housing and in 2004 it was
84 | restored to be used as a condominium.
Keywords: school, colegio, hospice, Covadonga congregation, architecture, restoration.
El piadoso presbítero Don Vicente Soto, uno de los primeros promovedores [sic] del culto de nuestra
Señora de Covadonga en esta Nueva España y digno de inmortalizar su nombre en la memoria de
los asturianos: deseoso de que la devoción a esta Reina celestial se radicase en los corazones ameri-
canos, de sus mismos bienes dejó establecido en esta Capital para Niñas Españolas, un hospicio con
el título de nuestra Señora de Covadonga.1
E
ste trabajo se divide en dos partes: en la primera se destaca la historia del edi-
ficio cuyo proyecto sería el Colegio de Nuestra Señora de Covadonga; en la
segunda se presenta la descripción arquitectónica del inmueble, que va des-
de el siglo xviii hasta la intervención más reciente, en 2004, que fue cuan-
do se destinó a 37 viviendas colectivas, además de algunos comercios que
dan a la fachada. En esta investigación se usaron La mayoría de las fundaciones religiosas laicas,
fuentes de primera mano que no se habían publica- y en especial las cofradías, dedicaron gran parte de
do antes, como sermones, cédulas reales y la forma sus capitales a solventar las necesidades de la pobla-
en que se remató o vendió un inmueble en el si- ción desprotegida, instituyendo las llamadas obras
glo xix, el cual se salvó de la expropiación de las Le- piadosas o pías para promover la erección de cole-
yes de Reforma, así como planos del siglo xviii y del gios de huérfanas, hospicios, casas de recogimiento,
| 85
proyecto de restauración. Existen varias tesis sobre hospitales, etc., convirtiéndose en establecimientos
el tema;2 sin embargo, todas repiten lo mismo que dedicados al culto divino y a la beneficencia públi-
en su momento escribió Josefina Muriel,3 pasando ca. La Real Congregación de Nuestra Señora de Co-
siempre por los mismos errores. En este texto apor- vadonga no podía ser la excepción, de modo que
tamos al estado de la cuestión. El edificio nunca fue dedicó todo su esfuerzo al amparo de un colegio, el
usado como colegio, según las fuentes documenta- cual nunca funcionó como tal, y que llegaría a ser
les, pues en 1804 ya era una ruina y en 1814 estaba
ocupado por inquilinos. […] asilo seguro a la inocencia y virginidad: será la de-
fensa y amparo de la juventud del bello sexo, de esa por-
2 Albert González Avellaneda, “Proyecto de restauración del re- ción delicada e interesante a la sociedad, donde con los
cogimiento de mujeres de nuestra señora de Covadonga, ubi- puros sentimientos de la religión recibirán las jóvenes
cado en la calle de Belisario Domínguez Nos. 44-50”, tesis de
los mejores conocimientos en cuantos ramos pueden
maestría en restauración de monumentos, México, unam, 1995;
Francisco Romero Pérez, “Casa Covadonga, para la creación y perfeccionarlas y hacerlas verdaderamente útiles.4
rehabilitación de su uso: vivienda”, tesis de licenciatura en ar-
quitectura, México, Facultad de Arquitectura (fa)-unam, 2006; Ar-
Así, en la antigua calle de San Lorenzo —actual-
mando Hernández Rodríguez, “Rediseñar la preexistencia de
un edificio del siglo xviii (casa de nuestra Señora de Covadonga) mente Belisario Domínguez (figura 1)—, en el Cen-
para una adecuación de uso mixto en el Centro Histórico”, tesis tro Histórico de la Ciudad de México, se edificó la
de licenciatura en arquitectura, México, fa-unam, 2007.
3 Josefina Muriel, La sociedad novohispana y sus colegios de niñas,
t. ii: “Fundaciones de los siglos xvii y xviii”, México, iih-unam, 2004. 4 Ibidem, pp. 38-39.
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
86 |
Figura 2. Fachada y patio principal, ahora con tres niveles. Fotografía de Google Earth, consultada en junio de 2108.
vivienda que hasta la fecha se conoce con los nom- dicó su capital y esfuerzo a edificar un vasto edifi-
bres de “asilo, colegio o beaterio de Covadonga”, cio destinado a ser un asilo para albergar “a niñas
gracias al presbítero y bachiller Vicente Antonio descendientes de españoles y que voluntariamen-
de Soto,5 originario de Asturias, quien desde 1770 de- te quisieran recogerse allí para vivir a expensas de
sus labores”; éstas se alojarían en el edificio y claustro
5 El presbítero Vicente Soto, como se le conoció en el si- principal de la casa, y la parte restante se dispuso para
glo xviii, fue un asturiano de la época, quien se distinguió por que vivieran los dependientes del hospicio, como el
colaborar con la Universidad de México; por ejemplo, cuan-
do en 1728 se dio la jubilación de prima de leyes al doctor capellán, la matrona y la maestra (figura 2).6
Juan José de la Mota. Se dio cuenta con la ausencia del con-
siliario teólogo con licencia y se pretendió designar sustituto, eli- fue muy importante, puesto que a él se debe que, a partir de
giéndose al bachiller don Vicente Antonio de Soto, pleno en 1732, se empezaran a solemnizar los cultos a la Virgen Titular el
la misma fecha, para ver la resolución del virrey para que día del patrocinio en el templo y convento de religiosas de Bal-
se cumpliera la Cédula Real sobre jubilaciones y dudas en vanera de la Ciudad de México, siendo él el capellán del mis-
el Consejo de Indias. Recuperado de: <http://www.históricas. mo. Constituciones de la congregación de nuestra señora con el
unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/efemerides.uni título de Covadonga defensora y restauradora de la libertad espa-
versida>; aGn, Instituciones Coloniales/Regio Patronato India- ñola…, op. cit., p. 2.
no/Universidad (114), vol. 21. exp. 323, 9 de julio de 1728, f. 66, 6 Archivo General de la Nación (aGn), Indiferente Virreinal, Rea-
“México. Acta del claustro celebrado el 7 de septiembre, en que les Cédulas, exp. 34, c. 6014, f. 1, 1782. Parte de esta cédula es
se elige consiliario al bachiller Vicente Antonio de Soto”. Su presen- mencionada por Manuel Rivera y Cambas, México pintoresco, ar-
cia en la Real Congregación de Nuestra Señora de Covadonga tístico y monumental, t. 2, México, Editora Nacional, 1947, p. 47.
En 1775 murió el benefactor, dejando como sus quedara bajo su real protección, lo cual les fue otor-
únicas y universales herederas, sin calidad ni gra- gado el 24 de marzo de 1782.9 No obstante, pasarían
vamen alguno, a doña Josepha Gertrudis de San nueve años más para que se aprobaran las constitu-
Christoval Collazo y a doña Rosa Josepha de Castro, ciones del Colegio de Niñas Doncellas de Santa Ma-
vecinas de la Ciudad de México, para que ellas se en- ría de Covadonga de México, autorizadas por Real
cargaran de fundar el mencionado hospicio. Con este Cédula del 20 de abril de 179110 (figura 3).
fin se otorgó escritura testamentaria el 18 de marzo La fundación de Vicente Soto no escapó a los
de 1777, ratificada el 4 de junio de 1778.7 Ambas res- acontecimientos de finales del siglo xviii y princi-
ponsables se enfrentaron a mil vicisitudes, como en pios del xix. De acuerdo con la documentación que
1779, cuando el arzobispo de México Alonso Núñez
de Haro y Peralta les negó la fundación;8 por lo tanto, 9 Ibidem, f. 4.
10
en 1780 enviaron una carta al rey de España, pidien- Joseph Ignacio Heredia Sarmiento, Sermón panegírico, op. cit.,
p. 38. Existe otra referencia en el aGn, donde se dice que el cole-
do que dicho hospicio se transformara en colegio y
gio se aprobó 4 de enero de 1793; sin embargo, es una única hoja
y el expediente no existe. aGn, Indiferente General Colegios, exp.
8, c. 3524, f. 1, 1793. En ocasiones, otras referencias nos remiten
7 Ibidem, f. 2. a las constituciones; desgraciadamente, en este caso sólo existe
8 aGn, Indiferente Virreinal, Correspondencia de Virreyes, exp. la primera página y hasta la fecha no hemos podido encontrar
6, c. 5124, 1779. esta reglamentación manuscrita ni impresa.
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
88 |
hemos localizado, el hospicio estaba prácticamente único medio para su subsistencia. Los congregantes
arruinado desde 1804, fecha en que se llevó a cabo inmediatamente convocaron a una “junta de sus-
la consolidación de vales reales,11 y qué mejor oca- criptores” y todos respondieron de modo favorable
sión para recurrir a la Real Congregación de Nuestra en nombre de su fe y por la devoción a su ima-
Señora de Covadonga, a la que perteneció su patro- gen titular. La lista de ellos, en número de 192, se en-
no, para pedir auxilio y solicitar su protección como cuentra en el anexo 1; en ésta encontramos a varios
fundadores de la Real Congregación, cuya gran ma-
11 En noviembre de 1808, el gobierno español promulgó “la Con- yoría eran distinguidos vecinos de la Ciudad de Mé-
solidación de Vales reales que consistió en la recaudación del
xico. También se convocó a todos los asturianos de
circulante de la Iglesia para ofrecerlo a la Corona en un présta-
mo forzoso. En el caso de la Nueva España, se levantó una ola otras ciudades del reino de la Nueva España, quienes
de protestas de los sectores diversos de la sociedad contra la apli- de seguro también colaboraron en el rescate de tan
cación de esta medida”, p. 287, recuperado de: <https://books.
importante colegio, si bien no contamos con la nómi-
google.com.mx/books?id=9N7pZ5ilLp0C&pg=PA287&lpg=P
A287&dq>, consultada en febrero de 2018. Con el dinero recau- na de estos últimos (figura 4).
dado de los obispados novohispanos, las cofradías y sus obras Infortunadamente, y a pesar de los esfuerzos
pías acudieron a las necesidades del reino, que pretendía finan-
ciar las guerras contra Francia; esta medida fue sin duda el prin- que hicieron los asturianos, nunca pudieron habili-
cipal detonante de la guerra de Independencia. tar el inmueble como colegio, pues ya estaba ocupa-
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
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Figura 6. Fuente: Archivo General de la Nación (agn), Indiferente Virreinal, Figura 7. Fuente: agn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, c.
Cofradías y Archicofradías, c. 5442/10521/11/, exp. 11, s. f. 5442/10521/11/, exp. 11, s. f.
Aun así, la Tesorería General siguió solicitando la He llamado al cobrador, y le he encargado que en
liquidación de tal adeudo y la Real Congregación, a todo el presente mes cobre cuanto le sea posible, con
pesar de sus lamentaciones, no pudo evadir su obli- el fin de hacer el entero de lo correspondiente a los
gación (figura 6). dos tercios que se deben de cumplir el presente mes,
Los cobros de los arrendamientos de las casas y lo que aviso a Ud. en contestación de su oficio de 27
accesorias pertenecientes a la Real Congregación de del próximo pasado julio. Dios que a vuestra señoría
Nuestra Señora de Covadonga se hallaban en una muy señor a México, agosto 2 de 1815. Juan Antonio
evidente decadencia, y mucho más el 5% que debe- de Covián rúbrica.14
rían pagar los inquilinos que vivían en accesorias y
cuartos pequeños; por cuyo motivo se había entre- A pesar de la defensa que los asturianos hicieron
gado a esa dirección lo correspondiente a los seis alegando la ruina de sus fincas, fue inútil, y ya para
meses primeros de aquel año (1816). el 8 de enero de 1819 la Real Congregación se libe-
ró de tal carga.
desde el 6 del mismo diciembre hasta el 26 de marzo de 1817.
Los dueños deben satisfacer íntegramente el 10% según lo dis-
pone el art. 3 del bando de aquella fecha sin admitirse huecos de 14 aGn, Indiferente Virreinal, Cofradías y Archicofradías, exp. 11,
casas, ni drogas de inquilinos”. c. 5442/10521/11/, s. f.
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Así, “la expresada corporación no ha podido me- propiedad del padre Antonio Vicente Soto, uno de
nos que ver con gusto en esa suprema disposición ellos ubicado en la calle de San Lorenzo y el otro,
una prueba de haber merecido la aprobación”. Des- en la parte posterior del predio, el cual daba a la
de luego, no se envió ningún dinero a España y se calle de la Misericordia20 (véase el plano de 1777, p. 95).
ratificó la obligación de sostener en México nuevas Este fundador dejó edificado gran parte del que se-
obras de beneficencia, en la imposibilidad de esta- ría el hospicio, el cual fue concluido por Gertrudis
blecer el pretendido “colegio” por “tan fuertes des- de San Christóbal Collazo y Josepha de Castro. En el
engaños” que habían sufrido los congregantes.18 proyecto, del cual desconocemos al autor, quedaron
En cuanto al inmueble, continuó como vecindad; las habitaciones para las doncellas, para la patrona,
nunca se le volvió a llamar colegio y, por fortuna, maestras y capellán; además se hicieron locutorios,
hacia la fecha de su venta escapó a las reformas de salas de labor (véase el plano de 1789, p. 96) y una ca-
enajenación de bienes de la iglesia de 1856 y a las Le- pilla con su coro; dicha iglesia tenía el coro bajo con
yes de Reforma. A finales del siglo xix fue adquirido rejas, “como todas las instituciones femeninas”.21
por la Fundación Rafael Dondé. Fue cuando Manuel Sin embargo, como señalamos arriba, dicho colegio
Rivera Cambas hizo la siguiente descripción: nunca llegó a funcionar.
El llamado hospicio, colegio o beaterio, llegó has-
La Casa del Beaterio, costumbres mexicanas: En efec- ta nuestros días como uno de los pocos edificios que
to, esa casa se llama todavía hoy “El Beaterio”, y sirve subsistieron como vecindades y se convirtió en tes-
para que habiten considerable cantidad de vecinos, timonio arquitectónico de las viviendas colectivas,
por ser muchas las viviendas y cuartos que contiene por lo que fue rehabilitado a su forma original:
[…] está hoy desconocida, parece un pueblo donde to-
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dos se quieren y todos se critican; no pueden las veci- […] uno de los ejes del proyecto de rescate del Centro
nas soportar los orgullos de fulana, pero todos los días Histórico era la regeneración habitacional y el repo-
la saludan y no pierden ocasión de charlar un rato con blamiento de la zona. En el año 2004 el Gobierno del
ella para informarse si tiene o no apuros y molestias Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo
y dar pábulo a los comentarios; los vecinos están al Urbano y Vivienda, en convenio con la Junta de An-
tanto de lo que a cada uno de ellos ocurre y siempre dalucía, convocaron a un concurso para el proyecto de
gustan recibir favores unos de otros; préstanse todo: li- rehabilitación de la Casa de Covadonga; el objetivo era
bros, ropa, la vara de medir, los trastos y aún dinero, y lograr un proyecto emblemático, que demostrara la fac-
así, entre pleitos y amistades, entre odios y cariños, tibilidad técnica y financiera de recuperación de edifi-
van pasando la vida lo menos mal posible.19 cios de valor patrimonial para la vivienda social.22
Arquitectura del Colegio de Nuestra Señora El ganador del concurso fue el arquitecto Alejan-
de Covadonga dro E. Suárez Pareyón, quien en diciembre de 2003
entregó el proyecto ejecutivo al inah. Básicamente se
El terreno que sería del Colegio de Nuestra Seño- liberó al inmueble de los añadidos hechos en los si-
ra de Covadonga correspondió antes a los solares
20 J. Muriel, op. cit., p. 339.
21 Idem.
18 Ibidem, fs. 122, 123v. 22 Recuperado de: <https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_la_
19 M. Rivera Cambas, op. cit., p. 47. Covadonga>.
Figura 9. Patio principal en proceso de restauración, ahora con tres niveles, 2004. Fuente: ahje-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50.
glos xix y xx, con lo que se recuperaron la arquería del La Casa Covadonga es un edificio que posible-
enorme patio y su fuente. Para los departamentos se mente fue construido en el siglo xvii con un solo
ideó una disposición que le permitiera a la mayoría nivel; en el siglo xviii le fue agregado un segun-
disfrutar de vista al patio. Se construyeron escaleras do piso. Por nuestra parte, incluimos un plano de
y se consolidaron la estructura y la fachada (figura 9). 1753, ubicado en el Archivo General de la Nación
En el expediente del proyecto presentado por el (aGn), “cuidadosamente delineado con sus edificios
arquitecto Suárez Pareyón, “Propuesta de rehabilita- realzados y en color rojo”.24
ción de la casa de la Covadonga, memoria descripti- Junto al número 23 —calle San Lorenzo, hoy Be-
va”, el cual se halla en el archivo de la Coordinación lisario Domínguez— está la casa, y aparece con dos
Nacional de Monumentos Históricos (cnmh),23 en el niveles y un solo patio únicamente, la ampliación
numeral “1. Análisis histórico y arquitectónico del edi- no había llegado aún hasta la calle posterior —ca-
ficio” se incluyen varios datos históricos a considerar. lle de la Misericordia—, señalada con el número 22.
23 Archivo Histórico Jorge Enciso (ahJe)-cnmh-inah, exp. Belisa- 24Eduardo Báez Macías, “Planos y censos de la ciudad de Méxi-
rio Domínguez, núms. 44-50, colonia Centro, delegación Cuau- co, 1753”, Boletín del Archivo General de la Nación, 2ª serie, t. vii,
htémoc, Ciudad de México. núms. 1-2, 1966, p. 412.
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Localizamos dos planos en el Archivo General
de Indias (aGi); el primero, de 1777, coincide con lo
afirmado por dicho notario, en relación con las me-
didas y colindancias. Aunque no sabemos quién lo
realizó —arquitecto o valuador—, contiene valiosa
información. El plano tiene dos solares, indepen-
dientes uno de otro: el primero con las siguientes
medidas: calle de San Lorenzo Sur, 54 varas y media
(45.78 m); por el oeste, 50 varas (42 m); por el este,
94 varas y media (76 m). Incluye los dos solares. El
claustro mide 44 varas de largo (34 m) por 30 de an-
cho (25 m).
El segundo solar, por la calle de la Misericordia,
tiene 64 varas y media (54 m), y por el oeste 44 va-
ras y media (34 m). En el texto del solar descrito, en
la parte superior derecha se lee:
Figura 11. Planta del Colegio de Niñas de Nuestra Señora de Covadonga de México, 1777. Fuente: agi, mp-México, 649, Portal
de Archivos Españoles (Pares), recuperado de: <http://pares.mcu.es/>.
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Figura 12. “Planta baja del Colegio de Niñas educadas de Nuestra Señora de Covadonga de México”, 1789. Fuente: agi, mp-México, 650, Pares,
recuperado de: <http://pares.mcu.es/>.
bujados en rojo o rosa son los agregados nuevos cados con cantera labrada y jambas; la planta alta
propuestos. Al patio principal le añadieron por sus tiene balcones con barandales de hierro forjado. El
cuatro lados una arcada, con lo cual quedaron cu- interior está compuesto por un patio rectangular,
biertos los pasillos, a la manera de un claustro. Apa-
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recen dos escaleras: una en el cuerpo principal, conformado por cuatro crujías de dos niveles de pa-
entrando a la izquierda, y la otra al fondo a la de- ramentos aplanados; en planta baja se observan una
recha.27 En la siguiente tabla se presentan del lado serie de pilares de tabique de sección cuadrada, so-
izquierdo los locales existentes, y del lado derecho portando una losa de concreto que forma un pasillo
aparecen los nuevos espacios del proyecto (tabla 1). perimetral en la parte superior, con barandal de hie-
Como señalamos en páginas anteriores, el inmue- rro con emplomados (figura 13).28
ble nunca funcionó como colegio o beaterio.
Por otro lado, existen varios proyectos de restau- Para 1995, el edificio estaba ocupado por comer-
ración de este edificio, los cuales fueron presenta- cios y viviendas, las cuales habían favorecido los
dos como tesis de maestría. Una de éstas muestra agregados y cambios en el partido original, que oca-
las condiciones en las cuales se encontraba el in- sionaron diversos deterioros; por ejemplo, el co-
mueble en 1995. En la descripción se manifiesta lapso de cubiertas, cambios de piso, ausencia de la
que el edificio se compone de dos niveles, con su escalera principal, invasión de patios, falta de puer-
fachada recubierta con sillares de tezontle y un ro- tas y ventanas y alteración de vanos.29
dapié de cantera; los vanos en fachada están enmar- La situación de deterioro descrita cambió con la
aprobación del proyecto de restauración que pre-
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Figura 13. Corte longitudinal y transversal del colegio, según el levantamiento realizado en 1995, donde se observan dos niveles. Fuente: Albert González
Avellaneda, op. cit., p. 44.
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Figura 14. A la izquierda, el patio principal (dos niveles) como estaba antes de la intervención del edificio; a la derecha, el mismo patio en 2004, luego de los trabajos
para hacer las viviendas en tres niveles. Se recuperaron los arcos y apareció el pasillo. Fuente: ahje-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, núms. 44-50.
sentó el arquitecto Alejandro Suárez Pareyón en niveles, la cual fue restaurada y continúa de esa ma-
diciembre de 2003, cuando el inmueble fue interve- nera (figura 14).
nido en su totalidad para convertirlo en vivienda co- El proyecto entregado por el arquitecto Alejandro
lectiva, el cual fue inaugurado en 2005. Suárez Pareyón a la cnmh del inah incluyó varios planos
Los cambios principales fueron los siguientes: se arquitectónicos, tanto de los levantamientos —es decir,
agregó un nivel más al patio principal, para quedar del estado en que encontró el edificio— como de las
en tres, y se aumentaron viviendas nuevas; la facha- modificaciones que propuso en su proyecto. Las plan-
da principal (primera crujía) permaneció con dos tas arquitectónicas del levantamiento muestran el
Figura 15. El edificio en proceso de restauración: a la izquierda, el patio principal; a la derecha, una sección del mismo. Fotografías de Jorge Rodríguez, 2004.
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Figura 16. Planta baja. Levantamiento. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.
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Figura 17. Planta baja. Propuesta de intervención. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.
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Figura 19. Primer nivel. Propuesta de modificación. Diciembre de 2003. Arquitecto Alejandro Suárez Pareyón. ahje-cnmh-inah.
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Figura 20. Aspecto actual del edificio: a la izquierda, la entrada que conduce al patio principal (derecha). Fotografías de Leopoldo Rodríguez Morales, 2018.
Anexo 1
Congregantes fundadores del Beaterio
de Nuestra Señora de Covadonga
A
Figura 21. Placa conmemorativa localizada en el patio principal.
D. Agustín Álvarez Villa
Capitán D. Agustín González Campillo
Entre 1930 y el año 2000 el edificio continuó de- D. Alexandro Castrillón
teriorándose, hasta que fue rescatado por la propia Dr. y Mtro. D. Alexandro García Jove, cura de la parro-
congregación para quedar destinado a vivienda en quia del Salto del Agua y rector de la Real Universidad.
condominio. Fue entonces cuando se llevó a cabo un D. Alexandro Domingo de Noriega.
proyecto integral, entregado en diciembre de 2003. El Dr. D. Alonso García Jove.
edificio fue inaugurado en 2005, para dar cabida a 37 D. Alonso Gûergo.
viviendas y a seis comercios en la fachada.31 D. Alonso Huerta.
D. Andrés Fernández Otero.
31 ahJe-cnmh-inah, exp. Belisario Domínguez, op. cit.. D. Andrés Villaverde.
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J D. Joseph Díaz Calvillo.
Sr. Dr. D. Juan de Mier y Villar, arcediano de esta San- D. Joseph Dosal y Piedras.
ta Iglesia, inquisidor jubilado y consejero honorario del D. Joseph Fernández de Celis.
Consejo de la Suprema. D. Joseph Joaquín Gavito, presbítero.
D. Juan de Alles. D. Joseph María González Calderón.
Teniente capitán D. Juan de Bulnes. D. Joseph Antonio Guerra.
D. Juan Cantero de la Fuente. D. Joseph Gutiérrez.
Sr. Lic. D. Juan Cienfuegos, prebendado de esta San- Dr. D. Joseph Ignacio Heredia.
ta Iglesia. D. Joseph López Trelles.
Subteniente D. Juan Antonio Covián Álvarez. D. Joseph Merodio.
D. Juan Covián del Rivero. D. Joseph de Jesús Noriega.
Dr. D. Juan Díaz Calvillo. Lic. D. Joseph Noriega y Escandón.
D. Juan Fernández. D. Joseph Noriega y Robledo.
D. Juan García González. Lic. D. Joseph Mariano Olmedo.
D. Juan Ignacio González Vértiz, cónsul del Real Tribu- D. Joseph Potón Quintana.
nal del Consulado. D. Joseph Rodríguez Álvarez.
D. Juan de Noriega Robledo, sargento mayor de esta D. Joseph Roxo.
plaza. D. Joseph Sobrino Ibáñez.
D. Juan Antonio Nuño, presbítero. D. Joseph Solares Palacios.
D. Juan Antonio del Río. D. Joseph Sotomayor.
D. Juan del Río y Gallo. D. Joseph Tamez.
104 |
D. Juan Sánchez del Río. D. Joseph Tarno Sordo.
Capitán D. Joaquín Cortina González. D. Joseph Miguel de la Vega, presbítero del Oratorio de
D. Joaquín Fernández. S. Felipe Neri.
D. Joaquín Heredia.
D. Joaquín Samoano Alonso. L
D. Joseph María Abrego. D. Laureano González.
D. Joseph María Aranda. D. Leonardo de Mier y Mestas.
D. Joseph Balmori. D. Lorenzo García González.
D. Joseph Borbolla y Estrada. D. Lorenzo Sordo.
D. Joseph Antonio Burillo. D. Luis Rodríguez Aguilar.
D. Joseph Bustos. D. Luis del Valle.
D. Joseph Antonio Camblor, ministro honorario de la
Real Casa de Moneda. M
Fr. Joseph del Carmen, belemnita. D. Manuel Álvarez.
D. Joseph Caso. D. Manuel Ardines.
D. Joseph Crespo Sordo. D. Manuel Calderón y Samoano.
D. Joseph de la Cuétara. D. Manuel de Caso.
N T
D. Nicolás Arias. D. Teodoro de la Fuente.
D. Nicolás Fernández Solares. Capitán retirado, D. Tomás de Olarria.
D. Nicolás González de Candamo. D. Tomás Raíz Quesada.
D. Nicolás Noriega.
notas
P primera:
si faltase en la anterior lista algún subscriptor, atri-
D. Pablo Llonin. búyase precisamente a natural olvido.
Cap. retirado, D. Pablo Martínez segunda: cuando se haya concluido la lista que se está
Colegio de Nuestra señora de CovadoNga, Ciudad de MéxiCo: siglos xviii al xx. Historia de uNa iNstituCióN esColar que quedó eN iNteNto
Anexo 2 nes están comprendidos en la nacionalización decreta-
Diario del Gobierno de la República Mexicana da en 12 de julio de 1859 […]
México, sábado 14 de febrero de 1863, La congregación de Nuestra Señora de Cova-
t. i, núm. 7, pp. 1-3 (figura 22). donga, aprobada por Real Cédula de 3 de julio de
1784, se estableció con diversos fines, pero nunca
Ministerio de Justicia, Fomento e Instrucción Pública. tuvo por objeto ejercer actos de beneficencia públi-
[…] C. Ministro de Justicia. Después de examinados con ca, ni atender a la instrucción de la niñez desvalida.
toda detención los antecedentes que existen en este mi- Aunque sus miembros acordaron a la vez la extinción
nisterio relativos a los bienes que administró la extingui- y la formación de una sociedad de beneficencia astu-
da congregación de Nuestra Señora de Covadonga, riana, ni la una pudo tener lugar, ni la otra respetarse,
paso a consignar algunos fundamentos que hacen más en razón de que ambas recibieron su sanción del po-
palpable la justicia en que descansa la resolución supre- der usurpador que dominó en esta capital durante la
ma de 18 de agosto último, que declaró que esos bie- época de la reacción.
106 |
Figura 22. Fuente: agn, Indiferente Virreinal, c.-exp. 6014-034, Reales Cédulas Originales y Duplicados, 1782.
En 1853, Antonio López de Santa Anna decretó la creación de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, con sede
en el Hospicio de San Jacinto y provista de extensos terrenos, en la calzada Tacuba. Sin embargo, la historia de la insti-
tución y del inmueble no resultó fácil, pues se realizaron adecuaciones, se construyeron otros edificios y, sobre todo, se
enfrentaron intentos de clausura. A finales del siglo xix se inició la construcción de un nuevo edificio, el cual no logró
concluirse y siempre mantuvo una simbiosis con el antiguo hospicio. En este artículo se estudian las etapas constructivas
del nuevo inmueble, su relación con el antiguo hospicio y las vastas propiedades, que con el transcurso del tiempo fue-
ron dando paso a otras construcciones y a la expansión urbana.
Palabras clave: Hospicio San Jacinto, Tacuba, José Luis Collazo, etapas constructivas, propiedades.
In 1853 Antonio López de Santa Anna decreed the creation of the National School of Agriculture and Veterinary Medi-
cine in the Hospicio de San Jacinto and its sprawling lands on Calzada Tacuba. However, the history of the school and
the building was not simple, as it underwent renovations, other structures were added to the property, and the school | 107
faced attempts to close it down. By the late nineteenth century, construction began on a new building, which was nev-
er finished and that always remained in symbiosis with the former hospice. This paper examines the construction stages
of this new building and its relationship with the former hospice and the vast properties, which gave rise to other struc-
tures and urban expansion.
Keywords: Hospice San Jacinto, Tacuba, José Luis Collazo, construction stages, properties.
Hoy se está construyendo un nuevo edificio […] y todo indica que el vetusto edificio en que se posaban los
misioneros dominicos que iban para Filipinas o venían de aquellas islas, va á cambiar completamente.1
C
on estas líneas Manuel Rivera Cambas dejó constancia, en 1882, del inicio de
la construcción del nuevo edificio que albergaría la Escuela Nacional de Agri-
cultura y Veterinaria (enav), en los que fueron los límites de la Ciudad de Mé-
xico en el siglo xix. El inmueble se ubica en la calzada México Tacuba, esquina
con la calle Maestro Rural, en la alcaldía Miguel Hidalgo. La construcción
forma parte del entorno cotidiano, paso obligado de estudiantes de secundaria, bachillera-
to y nivel superior; su apariencia denota cierto grado de abandono, como revela su fachada
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 1. Fachada principal de la Antigua Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria “San Jacinto”, calzada México Tacuba. Fotografía de Yunuen Maldonado, 2017.
con grafitis y sus nichos convertidos en tiraderos de largo, marcado por constantes dificultades, como el
basura. El inmueble da la sensación de estar incom- traslado de la dependencia y la clausura de las clases
pleto, apretujado entre vialidades que amenazan con en diversos momentos, hasta que logró asentarse en
estrangularlo, al margen de la gente que tiene que el Hospicio de San Jacinto, antigua propiedad de la
hacer equilibrio para no bajarse de la angosta ban- Orden de Predicadores Dominicos, en la zona de Ta-
queta que separa al edificio de esta concurrida ave- cuba. Las celdas y los corredores del vetusto edificio
nida (figura 1). se adecuaron y se levantaron otras construcciones
La enav y su edificio sede forman parte de una con el objetivo de cubrir las necesidades básicas que
misma historia, cuya creación se debió al esfuerzo de demandaban ambas disciplinas; sin embargo, esto
un grupo de personas convencidas de la necesidad no fue suficiente pues se requerían nuevas instala-
de instaurar instituciones de educación científica y ciones, para lo cual se propuso diseñar y construir
laica durante el siglo xix.2 Dicha labor fue un proceso un nuevo edificio. El encargado del proyecto fue el
ingeniero y arquitecto José Luis Collazo, quien asi-
2Es importante puntualizar que el uso aquí de las palabras “es- mismo dirigió parte de la construcción.
cuela”, “institución” y “dependencia” se refiere a las carreras de Con el paso de los años el establecimiento ha fun-
agricultura y veterinaria, mientras que “edificio”, “construcción”
cionado como escuela de agricultura, cuartel militar,
e “inmueble” se refiere al conjunto arquitectónico que albergó
ambas disciplinas. internado de profesores, secundaria, y hoy en día es
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
tro de agua y vías de comunicación; era indispensa- El proyecto contempló desde un inicio que la es-
ble que el lugar se localizara en las proximidades de cuela se estableciera en una zona que conjuntara
la capital, con lo cual la sociedad se beneficiaría de una vasta extensión de tierras y un adecuado apro-
los conocimientos generados en el plantel. visionamiento de agua, así como su cercanía con la
Las primeras clases de agricultura se impartieron en capital. De ahí el interés en adquirir propiedades y
el antiguo Hospicio de Santo Tomás en 1833, con las cá- terrenos en la villa de Tacuba, zona donde se ubica-
tedras de Botánica y Agricultura práctica. En 1843, An- ban distintas huertas pertenecientes a conventos y
tonio López de Santa Anna decretó la creación de la hospicios, además de ranchos y haciendas, cuyos
Escuela de Agricultura y Oficios pero, debido a la inesta- terrenos se veían beneficiados por el riego prove-
bilidad política del país, esta acción no se concretó. Dos niente de los ríos de Los Remedios, Chico, Popotla
años después el proyecto fue retomado por Lucas Ala- y Hondo, así como por la existencia de manantiales,9
mán, cuando era director de Industria, y nombró a Mel- lo cual era beneficioso para la producción agrícola y,
chor Ocampo como director de dicha dependencia, el por ende, para el suministro de diversos productos
cual tuvo que enfrentar la misma situación de inestabili- a la capital.
dad política y económica de los años anteriores.6 Del conjunto de propiedades que existían en la
El interés en establecer una institución enfocada villa, el Hospicio de San Jacinto y la hacienda de
en la enseñanza agrícola siguió y su impulso se debió La Ascensión atrajeron el interés de las autoridades,
a las gestiones de Joaquín Velásquez de León y José al poseer los inmuebles necesarios para instalarse,
Urbano Fonseca, quienes en 1850 establecieron en el suficientes terrenos para las actividades agrícolas
Colegio de San Gregorio actividades de siembra, riego y ganaderas, además del suministro necesario de
y labores agrícolas.7 Además de los jardines del cole- agua para el riego. Su proximidad a la capital repre-
110 |
gio, se tenía la hacienda de San José, en Acolman, para sentaba una ventaja por contar con vías de comuni-
las prácticas agrícolas, aunque su ubicación alejada de cación adecuadas. Con el paso del tiempo, ambos
la capital dificultaba ese tipo de instrucción. Las acti- conjuntos se convirtieron en el núcleo donde se de-
vidades desarrolladas en dicho establecimiento favo- sarrolló la escuela, razón por la cual es necesario ha-
recieron que Santa Anna decretara, el 17 de agosto de cer un paréntesis para explicar de modo abreviado
1853, la creación del Colegio Nacional de Agricultura, el origen de ambos lugares.
el cual disfrutó como nueva sede el antiguo Hospicio La fundación del Hospicio de San Jacinto se debió
de San Jacinto. Uno de los objetivos de la dependencia a la necesidad de la Orden Dominica de contar con
recién creada consistió en “educar científicamente a la un lugar que acogiera a los misioneros provenientes
clase media e inclusive a la más acomodada”.8 de España en su viaje rumbo a Filipinas y al Extre-
mo Oriente. Los primeros esfuerzos por adquirir una
6 Mílada Bazant, “La enseñanza agrícola en México: prioridad
casa en Nueva España se debieron a fray Miguel de
gubernamental e indiferencia social (1853-1910)”, Historia Mexi-
cana, vol. 32, núm. 3, enero-marzo de 1983, p. 349; Marco Anto- Benavides, quien gestionó ante el gobierno virreinal
nio Anaya Pérez y Adolfo Rodríguez Canto, Ciento cincuenta años
de una mirada. Historia gráfica de la Escuela Nacional de Agricul- creación de una escuela de veterinaria. Blanca Irais Uribe Men-
tura-Universidad Autónoma Chapingo, México, Universidad Autó- doza, “La profesionalización de la medicina veterinaria a través
noma Chapingo, 2004, pp. 17-18. de los trabajos y los días de José de la Luz Gómez”, tesis de licen-
7 M. A. Anaya Pérez y A. Rodríguez Canto, op. cit. ciatura en historia, ffyl-unam, 2008, pp. 43-44.
8 M. Bazant, op. cit., p. 350; El Siglo Diez y Nueve, 7 de septiembre 9 Emma Pérez-Rocha, La tierra y el hombre en la villa de Tacuba
de 1853. El médico veterinario francés Eugenio Bergeyre, res- durante la época colonial, 2ª ed., México, inah (Científica, 115),
ponsable de las caballerizas de Santa Anna, le sugirió a éste la 2015, pp. 80-83.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Entre la adversidad al asentamiento en que se apoyaban en vistosos canes”.21 Hacia el no-
San Jacinto (1854-1880) roeste se ubicaba un patio más amplio que posible-
mente correspondía a una huerta. Otros espacios
El establecimiento de la enav en el antiguo Hospicio que tenía el hospicio eran las celdas de los frailes,
de San Jacinto se debió a la gestión, en 1853, del en- las cuales fueron habilitadas como dormitorios para
tonces ministro de Fomento, Joaquín Velásquez de los estudiantes; la capilla se localizaba cerca de la igle-
León, quien mandó “reparar el edificio de San Ja- sia y uno de los muros colindaba con la calzada Tacu-
cinto y comprar los terrenos anexos, adecuándolos ba; contaba con “una longitud de aproximadamente
a la enseñanza agrícola”.16 sesenta metros y cuya altura era proporcional a su
A partir del plano elaborado en 1858 por Manuel primitivo destino”;22 otros espacios debieron ser la
Couto y Couto se aprecia cuáles eran las construccio- sala de profundis y la cocina.
nes que conformaban el inmueble y los terrenos con Debido a que el inmueble que recibieron los direc-
su nombre (figura 2).17 También se observa la plan- tivos funcionaba para el ámbito religioso, éste tuvo que
ta del hospicio, el cual se distribuía a partir de tres ser adecuado para albergar a los estudiantes y poder
claustros; dos de ellos son mencionados en docu- impartir las distintas asignaturas de ambas carreras.
mentos de la época como “el colegio grande” y “el co- Si bien mi objetivo no es estudiar el desarrollo acadé-
legio chico”;18 las paredes eran de mampostería y los mico de ambas disciplinas, es importante mencionar
techos eran de vigas;19 los corredores “eran som- que durante este periodo los planes de estudio fueron
bríos, angulosos, estrechos, con escalones para pa- modificados en cuatro ocasiones. No obstante se man-
sar de uno a otro”.20 El acceso principal posiblemente tuvieron las cátedras de dibujo anatómico o natural, fí-
se realizaba por la calzada Tacuba, donde de acuer- sica, química, distintos idiomas, además de la práctica
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do con el plano se aprecia un espacio abierto, tal vez clínica en diversos ramos; de ahí el interés por parte
un atrio, ya que a un costado del mismo se situaba la de las autoridades de adecuar determinados espacios.
iglesia “de Oriente a Poniente y la puerta principal La documentación de 1856 y 1857 registra de ma-
daba al camino real de Tacuba”. nera general algunos de los trabajos realizados, así
A decir de Manuel Rivera Cambas, quien cono- como los materiales empleados dentro del antiguo
ció el inmueble hacia 1882, esta construcción era inmueble, además de la construcción de otras edifi-
“amplia, de alto techo […] cubierta de vigas de cedro caciones. En esos años fue necesario reparar la facha-
da del hospicio, las cercas de las huertas, los espacios
que funcionaban como dirección y los salones de quí-
16 Breve noticia de los establecimientos de instrucción dependientes mica, física y dibujo. Se nivelaron algunos pisos, se
de la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción enlosó el piso de los comedores y en la sala de pro-
Pública, México, Tipografía y Litografía La Europea de J. Aguilar
fundis se colocó una gradería. Algunos muros fueron
Vera y Cia. (S. en C.), 1900, p. 12.
17 Acervo Histórico de la Antigua Escuela de Veterinaria “San Ja- revocados y otros aplanados para recibir “plancha”,
cinto”, Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, México 1858. como sucedió en la capilla; para este procedimiento
Manuel Couto y Couto. Agradezco a Rodrigo Merino por facilitar-
tal vez se utilizó piedra o láminas delgadas de metal.
me una copia de la imagen.
18 Ignacio Alvarado, Reseña histórica de la Escuela de Agricultura,
que el director se la dirige a la comisión de presupuestos del Congreso 21 Ibidem, p. 348.
de la Unión, México, Imprenta del Gobierno, 1871, p. 10. 22 Juan Pablo de los Ríos, Breves observaciones sobre el estado que
19 Bna-aaea, vol. 276, f. 56. guardan en la actualidad algunos establecimientos públicos de ins-
20 M. Rivera Cambas, op. cit., p. 349. trucción, México, Imprenta Políglota, 1879, p. 70.
Figura 2. Manuel Couto y Couto, Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, México, 1858. Fuente: Acervo Histórico de la Antigua Escuela de Veterinaria “San Jacinto”.
Al ser una escuela-dormitorio fue indispensa- vantó un muro de tepetate. También fue necesario
ble adecuar los dormitorios y trabajar en la insta- realizar nuevas construcciones como la biblioteca,
lación de los sanitarios y el drenaje, para lo cual se el observatorio,25 el boliche26 y el anfiteatro.
utilizó tabique en los barriles de los inodoros y alba- Ante la necesidad de mayores terrenos, éstos
ñales. Además se compraron los accesorios para el se adquirieron con el paso del tiempo, los prime-
alumbrado y se construyeron estanques y un gasó- ros en 1855: la hacienda de San Jacinto y el ran-
metro.23 En otros espacios se colocó una armadura cho de San José.27 En sólo tres años las propiedades
para el tejado, se hicieron mejoras en las viviendas
y se construyeron otros cuartos en la hacienda y en 25 Desde el establecimiento de la institución, ésta realizaba re-
los terrenos de Santa Rosa y El Relox. Lo mismo su- gistros del medio ambiente que eran enviados al Observatorio
Meteorológico Central, dependencia con la cual mantuvo una
cedió con las escaleras y el picadero,24 donde se le-
estrecha relación.
26 El boliche puede ser un horno pequeño para hacer carbón de
leña o un horno de dos plazas para fundir minerales de plomo.
23 Bna-aaea, vol. 272, ff. 442-443; vol. 276, f. 38. Véase Mario Camacho Cardona, Diccionario de arquitectura y ur-
24 El picadero es una construcción destinada al adiestramien- banismo, 2ª ed., México, Trillas, 2007.
to de caballos. 27 Bna-aaea, vol. 276, f. 60.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
de la institución aumentaron considerablemente. la se quedaría con un producto anual.30 Quizá esta
Un avalúo de 1857, elaborado por Vicente Here- transacción no se realizó, ya que hasta el momento
dia y Juan M. de Bustillos,28 informa que el edificio no he localizado referencia alguna; otra posibilidad
donde se impartían las clases tenía una superficie de es que la institución adquiriera nuevamente la pro-
14 790.66 varas cuadradas; los terrenos de siembra piedad, pues está registrada en el plano de 1883.
eran el de Guadalupe, de Santa Rosa, de San Anto- Dadas las circunstancias que generaba el conflicto
nio, de San José, del Rosario, de la Cruz, del Pan- armado, cada una de las mejoras emprendidas en
teón, del Chapitel, la Ladrillera, además de una el edificio arriba mencionadas no fueron disfruta-
huerta y un potrero que “medían un millón 21 011 das por estudiantes ni profesores, ya que entre 1857
varas cuadradas (716 750 m2)”, además de dos casas: y 1860 “el local de San Jacinto fue transformado en
una “era la hacienda vieja” y la otra el rancho de cuartel y los alumnos fueron trasladados a los cole-
Santa Rosa.29 Cada una de las construcciones se gios de San Ildefonso y de Letrán”.31
pueden ubicar en el plano de Manuel Couto con los El regreso de los estudiantes a las instalaciones
números 1, 3 y 13, al igual que los terrenos de siem- no duró mucho y el conflicto francés los orilló a sus-
bra. Con el paso del tiempo, la superficie de los te- pender las clases una vez más en mayo de 1863. De
rrenos se vio disminuida. esta manera, el edificio fue ocupado de nuevo por el
A partir de 1857 las actividades de la escuela no ejército, hasta el fusilamiento de Maximiliano. Du-
resultaron fáciles. Debido a la inestabilidad política rante uno de los enfrentamientos, el ejército francés
y económica que imperaba en el país —las Leyes de acuartelado en el hospicio fue sitiado por los repu-
Reforma, el conflicto entre liberales y conservado- blicanos, ocasionando que el inmueble de la escue-
res y el gobierno de Maximiliano—, la dependencia la resultara afectado por el bombardeo, además del
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enfrentó una merma en sus recursos económicos, saqueo de los gabinetes, la biblioteca y las instalacio-
lo cual repercutió en la clausura de clases, la pérdi- nes. Una descripción de la época menciona haber vis-
da de terrenos y el deterioro del inmueble. Esta si- to “derrumbarse, al estruendo del cañón, los muros
tuación no excluyó a la dependencia de pagar sus de un plantel que se había levantado a costa de tan-
contribuciones ante Hacienda. Debido a la falta de tos sacrificios”.32
recursos, era inminente liquidar la deuda con los te- Una vez restaurada la República, las actividades
rrenos que poseía. Sin embargo, el ministro de Fo- se retomaron en la sede de San Jacinto; sin embar-
mento gestionó que únicamente se vendiera la tabla go, el edificio había quedado seriamente dañado
del Rosario. Así, se propuso distribuir el terreno “en por los constantes enfrentamientos.33 Ignacio Alva-
24 lotes […] para vender cada lote al mejor precio
posible”, con lo cual se pagaría la deuda y la escue- 30 Ibidem, ff. 61-62, 207, 209.
31 Leticia Mayer y Larissa Lomnitz, La nueva clase: desarrollo de
una profesión en México, México, Facultad de Medicina Veterina-
ria y Zootecnia-unam, 1988, p. 20.
28 En el año del avalúo, ambos arquitectos impartían clases en la 32 J. P. de los Ríos, op. cit., p. 61.
enav. Heredia impartía la cátedra de Geometría y sus aplicacio- 33 M. Bazant, op. cit., pp. 357-360. Paulina Deschamps Ramírez,
nes, y Juan Bustillos, la de construcciones propias del ingenie- “Los estudios de física y sus instrumentos en la Escuela Nacio-
ro. Cfr. Leopoldo Río de la Loza, “La agricultura y la veterinaria nal de Agricultura y Veterinaria, siglo xix”, tesis de licenciatura
en la nación mexicana”, en Juan Manuel Noriega (comp.), Es- en historia, ffyl-unam, 2010, p. 11. Durante este periodo se llevó
critos de Leopoldo Río de la Loza, México, Imprenta de Ignacio Es- a cabo la reestructuración del plan de estudio, dirigida a una lí-
calante, 1911, p. 324. nea teórico-práctica, se crearon estaciones experimentales y se
29 Bna-aaea, vol. 276, f. 56. implementó la visita a haciendas con la finalidad de comparar
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 3. Detalle del plano sección de San Antonio Las Huertas N 122, ca. 1879. Fuente: Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
clausura. Ante esto, Ignacio Alvarado argumentó que y de una Escuela con todas sus cátedras, se harían
tales acciones darían al traste con los esfuerzos que se con menos de cien mil pesos? [y] ¿en cuánto tiem-
venían haciendo desde décadas atrás para la crea- po se podrían realizar estas mejoras?”.41
ción y fortalecimiento de esta escuela; también se La intercesión por parte del director, y quizá del
afectarían las actividades que realizaban los alum- secretario de Fomento en turno, debió surtir efec-
nos en su ciclo escolar. Además, ante el ofrecimien- to, ya que las clases se mantuvieron en las inmedia-
to de ubicarlos en otro espacio similar, señalaba una ciones de San Jacinto, donde se realizaron nuevas
serie de inconvenientes, entre los cuales mencio- mejoras en el plantel y se construyeron nuevos es-
naba el elevado costo que implicaba comprar los pacios en los años subsecuentes. Entre los arreglos
nuevos terrenos y la construcción de las nuevas edi- destacan los emprendidos en la capilla, espacio donde
ficaciones. Por otra parte, al ubicarse en la lejanía tras los enfrentamientos sólo quedaban los muros.
de la capital, los profesores tendrían que cobrar un En esa época se estaba “formando una galería a la
sueldo mayor y la población no se vería beneficiada mitad de la altura de los altos muros” para colocar
con los servicios públicos que otorgaba la escuela. la biblioteca en el área superior; la parte baja esta-
Y preguntaba lo siguiente: “¿la construcción de un
edificio para hacienda-modelo con todos sus anexos, 41 I. Alvarado, op. cit., pp. 22-23.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Figura 4. Dibujo de la fachada de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, tomado de Adolfo Barreiro, Reseña histórica de la enseñanza agrícola y veterinaria
en México, México, Libro del Comercio, 1906. Fuente: Biblioteca Nacional, Fondo Reservado.
En este contexto de bonanza económica y de me- En noviembre de 1880, Gustavo Ruiz Sandoval,
joras académicas surgió el interés en la construcción entonces director de la escuela —y cuya iniciativa
de un nuevo edificio. Debido a esto, y a pesar de las fue el puntal para el nuevo edificio—, publicó en la
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mejoras emprendidas por la dirección, los espacios y Gaceta Agrícola-Veterinaria un texto donde exponía
las condiciones en que se encontraba la antigua sede la necesidad de establecer un centro oficial que im-
resultaron insuficientes. Quizá por eso las autorida- pulsara el desarrollo de la agricultura en México. A
des gestionaron la construcción de un nuevo edifi- decir de Ruiz, en las cámaras federales se estaba dis-
cio y, aunque no hay referencia de la convocatoria cutiendo el modo de “dar un impulso nuevo y vigo-
al respecto, de acuerdo con un informe de años pos- roso al movimiento agrícola de nuestra patria”,51 y
teriores se habían presentado diversas propuestas, ponía en contexto las acciones que otros países ha-
los cuales habían sido estudiados por el gobierno, se- bían tomado para establecer una institución donde
leccionando el de José Luis Collazo.50 Posiblemente el se generaran estudios y avances que podían ser de
concurso se realizó a finales de la década de 1870, ayuda a la producción y exportación de los produc-
tal como lo consigna el dibujo de Collazo, de 1878 (fi- tos. En el caso mexicano, indicaba que la Escuela
gura 4). Sin embargo, poner en marcha el proyecto Nacional de Agricultura se esforzaba en dar a cono-
no resultó fácil, ya que se tuvieron que sortear las opi- cer los nuevos avances científicos y tecnológicos, así
niones adversas que se tenían de la institución, y de como en resolver las dudas que se le presentaban.
seguro hasta la aprobación del presupuesto. Estaba consciente de que la dependencia carecía de
tes químicos en México (1843-1914)”, ffyl-unam, 2005; B. I. Uribe 51Gustavo Ruiz Sandoval, “Algunas reflexiones sobre la necesi-
Mendoza, op. cit. dad de un centro oficial que dé impulso a la agricultura nacio-
50 Breve noticia…, op. cit., p. 14. nal”, Gaceta Agrícola-Veterinaria, t. iii, 1880, p. 137.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
de apuntar que Collazo fue el responsable en tres
ocasiones diferentes: la primera abarcó de 1880 a
1885, cuando, a finales de ese año, solicitó licencia
sin goce de sueldo por tres meses debido a su de-
licado estado de salud, tras los cual se reincorporó
en enero de 1886.62
A su regreso, las actividades en la obra debie-
ron continuar su cauce; no obstante, el ingeniero
se involucró al mismo tiempo en otras tareas, algu-
nas de las cuales quizá eran ajenas a la Escuela de
Agricultura. Se puede mencionar su participación
en el concurso de la Escuela Nacional de Bellas Ar-
tes, donde obtuvo el premio por su proyecto “Una
casa de campo”.63 En la misma institución se postu-
ló en los concursos de las cátedras de Geometría y
Estereotomía en 1886 y 1887, procedimientos que
no concluyó.64 A finales de 1887, en colaboración con
Leopoldo Blanco, subcontrató la construcción de la
aduana en Paso del Norte.65
Mientras Collazo participaba en los distintos con-
cursos, “la Hacienda-Escuela [de la Ascensión] fue
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Figura 5. Detalle de dos planos. Arriba: Directorio telefónico de la Ciudad de clausurada en 1887”, aunque el informe del estado
México, año de 1891, México, Centro de Estudios de Historia de México, 1991.
Abajo: Plano de la Escuela de Agricultura, 1883. Imagen tomada del Acervo
menciona que se desconocen “las razones que mo-
Histórico del Palacio de Minería, Facultad de Ingeniería-unam. Fotografía de tivaron ese paso”.66 Por otras fuentes se sabe que los
Héctor Pineda. El plano original pertenece a la Mapoteca Manuel Orozco y Berra.
terrenos se vendieron a Ignacio de la Torre por un
ción, se aprobó la expedición de su título el 14 de oc- monto de 81 000 pesos,67 con lo cual la escuela su-
tubre de 1883.61 frió una pérdida considerable de su patrimonio. Años
En los años subsecuentes las obras estuvieron a después el propio Collazo sería el encargado, en cola-
cargo de varias personas, lo cual debió de ocasio- boración con Leopoldo Blanco, de proyectar el trazo
nar modificaciones al proyecto original, un retraso de la colonia Santa Julia en dichos terrenos.68
en las obras y el dispendio de los recursos. Se pue- Hacia 1888 el ingeniero participó en el concurso
para la construcción del rastro general de la Ciudad
61 Ibidem, f. 4v. Posiblemente el retraso en el proceso de titula-
ción se debió a tres circunstancias que tuvo que enfrentar. La
primera fueron las correciones que realizó al proyecto; la segun- 62 aGn, Instrucción Pública y Bellas Artes, c. 201, exp. 34, f. 17; c.
da, el seguimiento que tuvo que dar al proyecto del monumento 209, exp. 33. En el puesto lo sustituyó José Duvallón.
a Miguel Hidalgo, presentado junto con Vicente Reyes en 1863; 63 Eduardo Báez Macías, Guía del archivo de la Antigua Academia
finalmente, su participación en el Observatorio Meteorológico de San Carlos (1867-1907), vol. 1, México, iie-unam, 1993, p. 263.
Central. En octubre de ese mismo año se unió en matrimonio 64 Ibidem, pp. 295, 312.
con Josefa Terroba Anza en la parroquia de San Miguel Arcán- 65 The Two Republics, 21 de octubre de 1887.
gel. Recuperado de: <https://gw.geneanet.org/sanchiz?lang= 66 Breve noticia…, op. cit., p. 13.
es&n=collazo+villanueva&oc=0&p=jose+luis>, consultada 67 M. del C. Reyna, op. cit., p. 125.
el 21 de febrero de 2018. 68 La Voz de México, 23 de agosto de 1889.
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Figura 6. Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, 1898. Fuente: Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos de Sigüenza y Góngora”.
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Figura 7. Plano de la Escuela Nacional de Agricultura, ca. 1906-1907. Fuente: Archivo Histórico de la Ciudad de México “Carlos de Sigüenza y Góngora”.
no, Rafael Barba, había logrado obtener, “mediante A partir de ese momento los trabajos quedaron
el apoyo de la Secretaría de Justicia, una subven- a cargo de Carlos Herrera, y aunque no hay escri-
ción [con la cual] se esfuerza por llevarla a su fin [la tos que den cuenta de su labor, sí quedó evidencia
construcción del edificio] y por fortuna se encuen- de esto en un plano de principios del siglo xx. Es
tra notablemente adelantada”.87 posible identificar que se concluyeron o ampliaron
los espacios del lado sureste, y se levantó una nue-
87 Breve noticia…, op. cit., p. 14. va construcción a espaldas del mismo; para esto fue
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figuras 8 y 9. Alberto J. Pani. “Informe relativo a las condiciones en que se encuentran los edificios de la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria desde el punto
de vista de la higiene escolar”, 1911, Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, t. x, vol. 1, 1913.
Los arreglos fueron insuficientes y la dirección En 1910, previo a las festividades por la Inde-
tuvo que construir dos edificios nuevos. El prime- pendencia, el gobierno invirtió en nuevas cons-
ro era de mampostería, bautizado como “la Fronte- trucciones. Tales espacios correspondieron a un
ra”, que después sirvió como enfermería y que en establo modelo, un pabellón de dormitorio fabrica-
el informe elaborado por Alberto J. Pani en 1911 se do “con muros de tabique delgado y techos de teja
ubicaba en el tercer piso, arriba de los dormitorios catalana”,94 lugar que de acuerdo con Alberto J. Pani
marcados con los números 2 y 4. satisfacía “bastante bien, en su disposición general,
La segunda construcción era de “una sola nave a las necesidades de salubridad” de la época.95 Tam-
que se levantó frente al jardín interior, en ángulo bién se erigió un galerón “en forma de charamusca
recto con el galerón del comedor”, y apodada “la
Cuna”,93 que también quedó registrada en el plano 94 Ibidem, p. 137.
de 1911 con el número 9, el cual se conserva hasta 95 Alberto J. Pani, “Informe relativo a las condiciones en que se
la fecha (figuras 8 y 9). encuentran los edificios de la Escuela Nacional de Agricultura y
Veterinaria desde el punto de vista de la higiene escolar”, Anales
de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, t. xx, vol. 1,
93 Ibidem, pp. 110-111. 1913, p. 24.
retorcida que a[l] poco [tiempo] fue conocido con el Para la feria ganadera también fue necesario pavi-
nombre de la Jota”.96 mentar “la calzada interior de la Escuela Nacional de
Diversas fotografías aéreas y de las fachadas de Agricultura que conducirá de la calzada de la Tlaxpa-
estas obras dan cuenta de su distribución, las cuales na a los pabellones de la exposición ganadera”.97 Tras
sobrevivieron hasta mediados del siglo xx; la única diversas modificaciones al proyecto, el contrato fue
que permanece en pie es el edificio que ocuparon celebrado entre el director de Obras Públicas del Dis-
como dormitorios, el cual alojó las oficinas de la Di- trito Federal, el ingeniero Guillermo Beltrán y Puga,
rección de Zootecnia, posteriormente Dirección de y Gabriel Ortiz, lo cual no impidió que los trabajos se
Agricultura y Ganadería, que hoy en día funciona realizaran antes de la firma, de modo que la obra es-
como Secundaria 120 “Rosario Castellanos” (figura tuviera presentable para la inauguración. En el con-
10). Los espacios que albergarían la exposición se venio quedó asentado que el método empleado en
proyectaron con estructuras de madera y cubiertas el trabajo sería el “Mac Adam”, con una longitud
de láminas, que generaron diversos corredores, donde de 300 m y latitud de 8 m, incluida la construcción de
se exhibieron los productos, evento registrado en banquetas, terracería y colocación de guarniciones.98
una secuencia fotográfica.
97 ahdf, Obras Públicas y Contratos, vol. 1216, exp. 552, f. 1.
96 M. R. Gómez, op. cit., pp. 46, 137. 98 Ibidem, ff. 9, 19.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
Sin embargo, días después de celebrada la exposi- para impartir algunas clases, la cocina y sus depen-
ción, Olegario Molina, secretario de Agricultura en dencias, y los comedores; de seguro también se si-
turno, informó que “la calzada de la Escuela no quedó tuaban las oficinas administrativas.102 En tal área
terminada tal vez por la premura del tiempo”, provo- había problemas en los espacios marcados con los
cando que se destruyera rápidamente lo avanzado. números del 22 al 24, donde se localizaba un brase-
Por lo tanto, solicitó que el contratista concluyera ro metálico “instalado en el fondo de un pasillo obs-
su trabajo99 —desconozco los acuerdos a los cuales curo y sin ventilación [así como] lo inadecuado de
se llegó. los pisos de madera para los fregaderos” (figuras 8 y
En 1911, el inmueble que albergaba la institu- 9).103 Ambos edificios tenían dificultades con el su-
ción continuaba siendo insuficiente y no contaba ministro del agua, en las instalaciones sanitarias y
con las condiciones de salubridad adecuadas; por por el reducido número de escaleras para acceder a
lo mismo, y ante la huelga emprendida por los los dormitorios.
alumnos,100 se comisionó al ingeniero Alberto J. Las conclusiones expuestas por Pani indican que
Pani para efectuar una inspección del inmueble a fin no consideraba viable la “adaptación de la parte vie-
de proponer las modificaciones y obras que considera- ja del Edificio, porque, además de ser ésta demasia-
ra necesarias para su buen funcionamiento. El infor- do costosa, no podría corregir […] todos los defectos
me de Pani describe una construcción conformada de que adolece”. Su propuesta consistía en derribar
por dos edificios de distinta época y cuya proble- el antiguo hospicio y reedificar “según el plan ar-
mática también era diferente. En el antiguo hospicio quitectónico iniciado en la parte nueva —con las
estaban destinados los dormitorios, algunas clases, modificaciones y ampliaciones necesarias— a fin
los mingitorios, los lavabos, los Wc, el gimnasio, las de destinar el edificio completo resultante a clases,
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caballerizas de animales enfermos y la enfermería. dirección, secretaría”.104 Para el resto de los servicios
El área que tenía más problemas era la sección de escolares y sanitarios se sugería construir nuevos edi-
dormitorios marcados con el número 19, los cuales ficios. De no ser posible lo antes planteado, propuso
se localizaban arriba de las caballerizas de los ani- realizar mejoras inmediatas como la ampliación de
males enfermos, y sólo los separaba un piso de due- ventanas en dormitorios, pintar algunos locales, ade-
las “en detestable estado de conservación, clavadas más de mejorar el suministro de agua y las instalacio-
directamente sobre vigas de madera” (figuras 8 y 9).101 nes sanitarias.
En el edificio nuevo, considerado como una Ante la inestabilidad política que vivía el país, la
“construcción más moderna y dispuesta, por lo tan- escuela tuvo que cerrar sus instalaciones en 1915 y
to, de manera mucho más adecuada al objeto que varios de sus alumnos y profesores se enlistaron en
se destina”, se localizaban la biblioteca, los salones los ejércitos revolucionarios. Esto posiblemente oca-
sionó que fueran pocos los cambios implementados
99 Ibidem, f. 45. después de la inspección de Pani.
100 Además de protestar por las condiciones de sanidad, los alum- Al año siguiente, el edificio fue ocupado por el
nos se quejaban “por la mala calidad de la alimentación, por las
primer Instituto Militar, tal como se registra en las
exigencias del sistema impuesto en vigor para calificarnos, por la
mala calidad de nuestros uniformes […] por el rigor de los domin-
gos de arresto que se nos aplicaban”. Marte R. Gómez, Anecdota-
rio de San Jacinto, México, Librería de Manuel Porrúa, 1958, pp. 102 Ibidem, p. 22.
103, 107. 103 Ibidem, p. 41.
101 A. J. Pani, op. cit., p. 25. 104 Ibidem, pp. 42-43.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 11. En el detalle de la imagen se observa que la fachada del edificio correspondiente al hospicio fue demolida. Fuente: Escuela Normal de Maestros, volado
en 1950, núm. de control FAO_01_007094, Fondo Aerofotográfico, Acervo Histórico Fundación ica, A. C.
dificó los espacios y la circulación en el interior del brinda constancia de la demolición y de la recolo-
inmueble. Si comparamos uno de los salones que cación de la fachada, ya que en la esquina del pór-
aparece en una fotografía de principios del siglo xx tico de ambos niveles se dejaron, como evidencias
con el estado que guarda en la actualidad, la imagen de este recorte, una pilastras y una columna parea-
muestra un estancia amplia cuyas paredes presenta- da, aspecto innecesario para mantener el equilibrio
ban pintura con diseños de marcos acodados, frisos con los otros elementos arquitectónicos (figura 13).
con conchas y guirnaldas, así como un piso de due- Las transformaciones emprendidas en la fachada
la y cubiertas de plafón, todo bien iluminado por una fueron cuidadosas; al momento de colocar de nue-
sucesión de ventanas a través de las que ingresaba vo la cantera, se respetó el diseño original de la fa-
abundante luz. Con la intervención se redujo este sa- chada, tal como se constata con imágenes de antes
lón a un corredor estrecho y mal iluminado que co- y después del proceso. Por otra parte, la supresión
municaba con otros salones (figuras 11 y 12). de los vanos de la fachada sur transformó el aspecto
Para identificar las modificaciones formales y es- del espacio donde se eliminó parte de la pintura, se
paciales del inmueble, la evidencia que aportan las modificó el piso y la cubierta, además de hacerlo más
fotografías y los planos de distintas épocas resulta estrecho y con poca iluminación. En cuanto a la cir-
fundamental. En este caso, el edificio del siglo xix culación en el interior del inmueble, ésta también
Figura 12. Pavimentación de la ampliación calzada México-Tacuba, octubre de 1939. Fuente: Museo Archivo de la Fotografía.
se alteró. El plano elaborado por Alberto J. Pani regis- Con el paso de los años, los terrenos que restaban
tra comunicación entre los salones de los torreones de la escuela fueron empleados para la construc-
y el salón central; aunque esto se mantuvo, años ción de nuevos edificios, algunos de ellos destinados
después fue necesario abrir un vano de acceso en a las instalaciones para exposiciones agrícola-gana-
el muro noroeste, que hasta nuestros días comuni- deras y el trazo de nuevas colonias, pero principal-
ca en forma directa con el patio central (figura 8). mente para la educación; por ejemplo, la Unidad
Respecto al hospicio, se demolió el espacio que en Profesional Lázaro Cárdenas, la Secundaria 15 “Al-
origen correspondía a la antigua capilla y que en el si- bert Einstein”, la Benemérita Escuela Normal Supe-
glo xix albergó la biblioteca. Esto debió de ocasionar rior de Maestros y una serie de escuelas primarias
inestabilidad en el interior del claustro. Para solucio- aledañas a esta última que fungieron como lugares
nar la situación se sustituyeron los arcos mixtilíneos de práctica.
con soportes que abarcaron la altura de los dos nive- Entre las actividades practicadas en los terrenos
les y el entrepiso de mampostería por uno de material de la enav desde finales del siglo xix estuvieron las ex-
más ligero. Todas estas modificaciones posiblemente posiciones agrícola-ganaderas, de las cuales destaca la
se concluyeron en 1950, dejando el espacio listo para inaugurada por Porfirio Díaz en 1910, cuyas construc-
su inauguración por el presidente Miguel Alemán. ciones se habían levantado en parte de los terrenos
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 13 Detalles de colocación de pilastras pareadas en la planta alta y de columna en planta baja. Fotografías de Yunuen Maldonado,
2017 y 2018.
el proyecto del Instituto Politécnico Nacional (ipn), a tos marcados con los números 5, 6 y 7 en el plano
cargo de los ingenieros Juan de Dios Bátiz y Wilfrido de Alberto J. Pani ya habían sido derribados. La si-
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Massieu. Esta situación conllevó a la ampliación de guiente afectación que sufrió el conjunto arquitec-
las edificaciones existentes y al empleo de los terre- tónico fue la demolición del inmueble novohispano
nos que correspondían a la paleta de San José, unidad del Hospicio de San Jacinto, en diciembre de 1956,
educativa que a la postre sería coloquialmente cono- como consta en una fotografía aérea de esa fecha
cida como Casco de Santo Tomás. (figura 14). Al parecer este espacio no sería utiliza-
Otra de las edificaciones que se proyectaron en do hasta 1969, con la construcción de uno de los in-
la zona fue la Escuela Normal para Señoritas, en 1924, gresos de la estación Colegio Militar, de la línea 2
en los terrenos conocidos como las tablas de San del Metro.
Antonio y de Santa Rosa.110 El edificio, diseñado De 1966 a 2010 las instalaciones albergaron la Se-
por el arquitecto Federico Méndez Riveras, seguía cundaria Técnica 96 “Dr. Enrique Herrera Moreno”,
el cauce de la calzada Tacuba y la entonces calle época en la cual el edificio acaso sufrió la mayor
Santo Tomás, hoy avenida de Los Maestros. Con las cantidad de transformaciones, entre las que desta-
nuevas ideas de modernidad y la introducción de can la edificación de la alberca, las gradas, un fron-
los edificios funcionalistas, en 1946 se comisionó a tón, una caseta de vigilancia y escaleras de fierro en
Mario J. Pani la construcción de un nuevo edificio, la parte exterior de la fachada este.
110Óscar Molina Palestina (coord.), Breve historia y relación del 111 Alejandro Jiménez y Joel Ramírez, “Monumento Antigua Es-
patrimonio tangible de la delegación Miguel Hidalgo, México, Dele- cuela Nacional de Veterinaria: propuesta de restauración”, infor-
gación Miguel Hidalgo, 2012, p. 20. me técnico, encrym-inah, 2005, pp. 11-13.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
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Figura 14. Detalle donde se registra la demolición del hospicio. Fuente: ipn, Casco de Santo Tomás, volado en 1956, núm. de control FAO_01_013002, Fondo
Aerofotográfico, Acervo Histórico Fundación ica, A. C.
Por otra parte, en la fachada principal se tapia- torio, que a principios del siglo xx funcionaba como
ron dos vanos que antes funcionaban como accesos comedor.
al edificio, y en su lugar se dispuso el ingreso por En el torreón ubicado en la esquina suroeste se
el costado sur, correspondiente a la avenida Maes- construyó una escalera de concreto. Para dar cabida
tro Rural, aunque actualmente la admisión tiene lu- a ésta fue necesario reducir el salón que antes existía
gar por la calle José Parres. Se levantaron muros en ahí. Gracias a las calas practicadas recientemente se
los cuartos que aún quedaban para crear un mayor puede identificar la zona que marca la continuidad
número de salones en distintos espacios, como los del entrepiso. Aquí vale la pena traer a colación la ins-
marcados con los números 9 y 13. pección efectuada por Pani en 1911, quien hizo notar
En la planta alta se erigieron nuevas construc- “el reducidísimo número de puntos de acceso al piso
ciones, una de ellas localizada en la parte suroeste alto”,112 tal como quedó asentado en sus planos, don-
del edificio. Además, se cambiaron pisos de made- de sólo consigna escaleras en los espacios aledaños
ra por cemento y mosaico. La mayor parte de los a los números 2 y 15 de la planta baja, y próximos a
entrepisos y las cubiertas se sustituyeron por losa los espacios 1, 2 y 17 de la planta alta (figuras 8 y 9).
de concreto armado. También se adecuaron espa-
cios como los destinados a los sanitarios o el audi- 112 A. J. Pani, op. cit., p. 23.
El Edificio dE la antigua EscuEla nacional dE agricultura y VEtErinaria “san Jacinto”: una historia a traVés dE sus Etapas constructiVas
tensión fue utilizada para cubrir las necesidades cios arquitectónicos y los terrenos que la circundaban
educativas, como el ipn y la Benemérita Escuela estaba profundamente ligada. La compra-venta de
Normal Superior de Maestros, cumpliendo así la tierras y la limitación en el suministro de agua mar-
función primigenia de la zona. caron un declive paulatino del proyecto educativo y,
El proyecto educativo que dio origen al inmueble por ende, del proceso constructivo del inmueble,
de Collazo requirió sin duda de otras construccio- aunque resulta innegable que hubo momentos de
nes —cuyo estudio aún hace falta—, de amplias ex- estabilidad y crecimiento. Por otra parte, las extensio-
tensiones de tierra y del aprovisionamiento de agua nes de los terrenos propiedad de la escuela fueron la
para formar a los alumnos en las prácticas agrícolas base para establecer una zona escolar que hasta la fe-
y veterinarias. Por lo tanto, la relación entre los espa- cha abarca distintos niveles educativos.
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En la historiografía del templo de San Francisco Javier en Tepotzotlán es reiterativa la mención del padre Pedro de Medina
Picazo y su familia como los benefactores que costearon la construcción del templo en el último tercio del siglo xvii; sin em-
bargo, poco se conoce sobre la vida de este jesuita. Además, en el presente artículo se analiza un documento localizado en
el Archivo Histórico de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, que permite profundizar en su vida y su trabajo
al interior de la Compañía, y que ayuda a contextualizar la obra que patrocinó.
Palabras clave: Pedro de Medina Picazo, templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán, Casa de Loreto, Compañía de Je-
sús, jesuita.
In the historiography of the church of San Francisco Javier in Tepotzotlán, Father Pedro de Medina Picazo and his family
were repeatedly mentioned as the benefactors who paid for the church construction in the final third of the seventeenth
century; however, little is known of this Jesuit’s life. This article analyzes a document from the Historical Archive of the
Mexican Province of the Society of Jesus that makes it possible to explore his life and work within the Society to contex-
tualize his contributions.
Keywords: Pedro de Medina Picazo, church of San Francisco Javier, Tepotzotlán, Loreto House, Society of Jesus, Jesuit.
L
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a figura del padre Pedro de Medina Picazo resulta esencial para la historia del
Colegio y Casa de Probación de Tepotzotlán, pues su nombre y el de su fami-
lia están ligados a la construcción del templo de San Francisco Javier, al ha-
ber gastado 24 000 pesos en su fábrica. La Compañía de Jesús reconoció su
patronato y dejó constancia de esto en una lápida con la siguiente inscripción
(figura 1): “Doña Isabel Picazo matrona ilustre a quien sus herederos reconoce[n] en su pa-
tronato este templo que cedió y renunció el Pe. Pedro de Medina Picazo su hijo con apro-
bación de N. P. General Juan Pablo Oliva. Dedicóse a 8 de septiembre de 1682 años”.
Por su parte, Francisco Javier Alegre escribió que, en el templo del colegio de Tepotzotlán:
“Resplandece, hasta hoy, la cristiana piedad y magnificencia de la nobilísima señora doña
Isabel Picazo y de su hijo, el Padre Pedro de Medina, que asignó, para la fábrica, una gran par-
te de su opulento patrimonio y renunció el derecho de patronato en su virtuosa madre, que
había tanto concurrido, de su parte, a la perfección del edificio”.2
Una muestra más de reconocimiento por parte de la Compañía fue que, a su muerte,
se escribió una carta edificante o “breve relación de las religiosas virtudes del Padre Pedro”
gio de San Andrés, Pedro Zorrilla, escribió la carta el sa, Isabel Picazo de Hinojosa e Isabel Picazo de Hinojosa Hurta-
do de Peñalosa.
23 de mayo de 1726 y la envió al rector del Colegio 8 Gonzalo Obregón, La capilla de los Medina Picazo en la iglesia de
de Guadalajara, Pedro de Ocampo. En las misivas Regina Coeli, México, inah (Departamento de Monumentos Co-
edificantes se narraban las “religiosas virtudes” del loniales, 24), 1971, p. 7.
9 Los autores difieren sobre el número de hijos que tuvo este
difunto para que sirvieran de ejemplo a otros padres matrimonio: Ricardo Ortega y Pérez Gallardo informa que fueron
y hermanos de la Compañía. En el caso de la carta don Antonio de Medina Picazo y Francisco Antonio de Medina Pi-
que comentamos, esta idea se refuerza con una nota al cazo; Gonzalo Obregón apunta que fueron Francisco Antonio de
Medina Picazo, Isabel de Medina Picazo, Pedro León Medina Pi-
margen que dice: “Passe en la mejor forma, que se pu- cazo y Buenaventura Medina Picazo; por su parte, María Cristi-
diere a las Missiones”;4 es decir, sería enviada a las mi- na Montoya Rivero dice que fueron Francisco Antonio Medina
Picazo, Isabel Medina Picazo, Pedro León Medina Picazo, Anto-
siones jesuíticas para que fuera leída y se conociera la
nio Medina Picazo, Josefa Medina Picazo, Juan de Dios Medina
vida del padre Pedro. Picazo y Buenaventura Medina Picazo, y en la página web Ge-
neanet se informa que fueron Francisco Antonio Medina Picazo
3 “Correspondencia”, en Charles E. O’Neill y Joaquín María Do- y Antonio Medina Picazo.
mínguez (dirs.), Diccionario histórico de la Compañía de Jesús: 10 Algunos autores confunden al padre Pedro de Medina Picazo
biográfico-temático, Roma, Instituto Histórico S. J./Madrid, Uni- (1653-1726) con el también jesuita Pedro León de Medina (1682-
versidad Pontificia de Comillas, 1991. 1745), su sobrino e hijo de Antonio Medina Picazo. Francisco
4 “Carta edificante sobre el P. Pedro de Medina”, Archivo Históri- Zambrano y José Gutiérrez Casillas, Diccionario bio-bibliográfico
co de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (ahpmcJ), de la Compañía de Jesús en México, t. xvi: “Siglo xviii, L-Z”, México,
sección iii, Documentos Antiguos, c. 19, doc. 744, 1726, f. 202. Tradición, 1977, p. 125.
[…] donde con facilidad se amoldó a la Vida religio- En esa misiva también pedía que el padre Pedro
sa, y observancia puntual de nuestras Constituciones siguiera las órdenes de sus superiores en cuanto a la
dije con facilidad porque tenía mucho andado para “legítima” o herencia que había entregado a la Com-
vivir con edificasion dentro de los claustros de la re- pañía: “[…] Vuestra Reverencia siga el consejo de sus
ligión el que, hasi por su buena crianza; como por su superiores como lo sigue en el modo de aplicar su le-
buen natural, apasible condición avía ya vivido ajus- gítima; en dilatar un poco la ida no se pierde tiempo,
tado en el siglo.13 por la razón, que he insinuado”.17 Es decir, en 1678
11 “Carta edificante…”, op. cit., f. 202. 14 Los votos del bienio “son los que emiten los novicios de la Com-
12 Francisco de Florencia, Sermón en la solemne dedicación del pañía de Jesús al concluir sus dos años de probación”. E. Olivares,
templo que costeó y erigió el P. Pedro de Medina Picazo de la Com- “Votos públicos, de incorporación a la C. J.”, en C. E. O’Neill y
pañía de Jesús en el Colegio y Casa de Probación del Pueblo de Te- J. M. Domínguez, op. cit.
potzotlán a 9 de septiembre de este año de 1682, México, Francisco 15 J. S. Arcilla, “San Vítores, Diego Luis”, en idem.
Rodríguez Lupercio, 1682. 16 Archivum Romanum Societatis Iesu (arsi), Mex. 03, f. 117.
13 “Carta edificante…”, op. cit., ff. 202-202v. 17 Idem.
45
queña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un
El retablo tuvo un costo de 4 500 pesos y sería entregado en
11 meses. G. Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Javier sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuan-
de Tepotzotlán: eco de la vida artística de la Ciudad de México do Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo “Za-
en los siglos xvii y xviii”, en Museo Nacional del Virreinato. Tepot-
queo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede yo
zotlán. La vida y la obra en la Nueva España, México, Instituto
Mexiquense de Cultura-Gobierno del Estado de México/Museo en tu casa”. Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Nacional del Virreinato/Asociación de Amigos del Museo Na- Al verlo, todos murmuraban diciendo: “Ha ido a hospe-
cional del Virreinato/BBva Bancomer/inah, 2003, pp. 111-112.
46 F. de Florencia, op. cit., f. 4v. darse a casa de un hombre pecador”. Zaqueo, puesto en
47 Ibidem, f. 10. Las cursivas son mías. pie, dijo al Señor: “Daré, Señor, la mitad de mis bienes a
Alcalde ordinario y Diputado de la Archicofradía de la Veracruz 65 “Luego en siendo entregado algún Colegio a la Compañía,
y de la del Santísimo Sacramento, con que se demostraba su el Prepósito General avise a todas partes della universalmen-
hidalguía”, Guillermo Lohmann Villena, Los americanos en las te, para que cada Sacerdote diga 3 Misas por el fundador vivien-
órdenes nobiliarias, t. i, Madrid, Consejo Superior de Investigacio- te y bienhechores, para que Dios nuestro Señor, teniéndolos de
nes Científicas (Biblioteca de Historia de América), 1993, p. 255. su mano, los augmente en su servicio; y después que los llevare
59 F. de Florencia, Sermón…, op. cit., ff. 11r-11v. desta vida a la otra, en sabiéndolo el Prepósito General advier-
60 Ibidem, f. 12v. ta a los mesmos para que digan 3 otras Missas por su ánima.”
61 Ibidem, f. 13. “Constituciones”, op. cit., p. 532.
Dicha congregación recibió el nombre de Nues- Cuando Juan Bautista Zappa erigió la Casa de
tra Señora de Loreto, según el acta de fundación Loreto, estableció
firmada por el general Tirso González en 1688, y es-
taba integrada por “jesuitas y seculares españoles, y […] que los Domingos se rezasse devotamente el Ro-
indios”.77 sario, que siempre coronaba con el canto de las Leta-
Como prefecto de la congregación, el padre Pe- nias Lauretanas; a estas seguía una fervorosa Platica
dro siguió impulsando la devoción a la Casa de con algún exemplo moral, que sirviesse para alentar
Loreto en Tepotzotlán y sus alrededores, ya que a los presentes a la devoción de Maria, y a mejorarles
predicaba en sus costumbres.80
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[…] todos los Domingos del Mes. Parte del sermón en Así, el padre Pedro continuó con estas devotas
lengua castellana; y parte en Mexicana, para vien y prácticas:
provecho espiritual del auditorio, que se componía
no solamente de Españoles vecinos de el Pueblo; sino […] todos los sávados cantaba en ella su missa y con
también de Yndios, e yndias naturales o sircumbesi- frequencia hacía breves pláticas en que exortaba a
nos de tepotzotlan.78 el Pueblo a el amor y devossión de la gran Señora,
a que se allega que apenas havía huésped o pasage-
También dotó a la Santa Casa de diversos objetos ro a quien luego no llevase por sí mismo con grandes
para su uso y servicio, promoviendo su culto y feste- muestras de su tierno afecto a venerar la Santa Cas-
jando el 8 de septiembre la fiesta principal, así como sa y a enseñarles una por una las alajas de su ador-
proporcionando dote a indígenas huérfanas: no y culto.81
Todo el tiempo que su Reverencia vivió en Tepotzo- A su labor como operario de indios y prefecto de
tlán se esmeró en alajar la Capilla de Nuestra Señora la congregación lauretana se sumó, hacia 1708, el
de Loreto y en promover continuamente sus cultos, y nombramiento de rector del Seminario de San Mar-
84 Ibidem, f. 203v.
[…] se executó todo a medida de el deseo de la no-
85 G. Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Javier…”, op.
ble parentela del Padre Pedro de Medina acredora de
cit.
86 Javier Cuesta Hernández, “Lo que dejaron atrás los expulsos:
edificios de Tepotzotlán en 1767. Temas y problemas”, en Jesui-
82 arsi, Mex. 06, f. 168. tas. Su expresión mística y profana en la Nueva España, México,
83 “Carta edificante…”, op. cit., ff. 202v-203. Las cursivas son Gobierno del Estado de México/inah, 2011, pp. 378-379.
mías. 87 “Carta edificante…”, op. cit., f. 204r.
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La construcción del templo de San Francisco Javier, perteneciente al Colegio Jesuita de Tepotzotlán, se llevó a cabo des-
de 1670 y se concluyó a expensas del patronazgo de Pedro de Medina Picazo y su madre, Isabel Picazo Hinojosa, a par-
tir de 1679 y hasta 1682, año en que fue dedicado. Renovado a lo largo del siglo xviii, el templo ha tenido diversas etapas
constructivas y ornamentales. A la luz de nuevas evidencias obtenidas in situ y a un minucioso análisis comparativo a ni-
vel documental, ha sido posible comprender de mejor forma la historia de este complejo jesuita.
Palabras clave: Tepotzotlán, intervención, templo/iglesia, arquitectura, historia.
The construction of the church of San Francisco Javier, part of the former Jesuit school of Tepotzotlán, began in 1670
and was concluded with the support of Pedro de Medina Picazo and his mother, Isabel Picazo Hinojosa from 1679 to its
dedication in 1682. Renovated throughout the eighteenth century, this church underwent diverse construction and or-
namental stages. Recent evidence obtained in situ and a thorough comparative analysis of documents shed light on the
history of this Jesuit complex.
Keywords: Tepotzotlán, restoration, church, architecture, history, Jesuit, colegio.
154 |
A
partir de los hallazgos efectuados durante los trabajos de restauración del
camarín de la Virgen de Loreto en 2016, este artículo revisa y replantea las
etapas constructivas del templo de San Francisco Javier de Tepotzotlán. Si
bien diversos investigadores se han dado a la tarea de estudiar el proceso
constructivo del templo basados en fuentes bibliográficas y documentales
—lo cual ha servido como pauta para este trabajo—, a partir de las diversas observaciones rea-
lizadas in situ a lo largo de varios años, y principalmente a través de la información obtenida
en dicha restauración, ha sido posible identificar cuando menos cuatro etapas constructivas
y ornamentales que dan cuenta de la transformación del templo desde su proyecto original,
cuya construcción se inició en 1670, los cambios llevados a cabo para su dedicación en 1682 y el
proceso de renovación, que concluyó en 1762. Esta información se ha vertido de modo gráfico
en planos que permiten apreciar la evolución del templo en un periodo de 80 años.
La construcción del templo de San Francisco Javier fue una de las facetas del largo pro-
ceso constructivo del colegio, que abarcó un periodo que parte desde sus modestos orí-
genes, a finales de 1580, hasta las últimas obras ejecutadas alrededor de 1764; es decir, el
complejo arquitectónico fue construido paulatinamente durante 180 años (tabla 1).
1 Félix Zubillaga, Monumenta mexicana (1590-1592), t. iv, Roma, 9 Gerard Decorme, La obra de los jesuitas mexicanos durante la
Institutum Historicum Societatis Iesu, 1971, p. 50. época colonial, 1572-1767, t. i: Fundaciones y obras, México, Anti-
2 El herido de molino es la cantidad de agua necesaria para el gua Librería Robredo de José Porrúa e Hijos, 1941, p. 94.
funcionamiento de un molino y no necesariamente hace refe- 10 Concepción Peza Puga, Tepotzotlán: historia, arte y leyenda, Mé-
rencia al inmueble como tal. xico, Porrúa, 1978, p.107.
3 F. Zubillaga, op. cit., p. 661; Francisco Javier Alegre, S. J., Historia 11 Rafael Heliodoro Valle, El convento de Tepotzotlán, México, ed.
de la provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, Ernest J. facs. de la de 1924 preparada por Mario Colín, 1975, p. 57.
Burrus, S.J., y Félix Zubillaga, S.J. (nueva ed.), t. i, Roma, Instititum 12 Guillermo Tovar de Teresa, “La iglesia de San Francisco Ja-
Historicum S. J., 1954, p. 297. vier de Tepotzotlán: eco de la vida artística de la Ciudad de Mé-
4 F. Zubillaga, op. cit., p. 175. xico en los siglos xvii y xviii”, Cuadernos de Arquitectura Virreinal,
5 F. J. Alegre, op.cit., p. 544. núm. 9, 1990, pp. 35-36.
6 F. Zubillaga, op.cit., t. vii, p. 630. 13 Se acabó el 19 de septiembre de 1699, según se lee en la placa
7 F. J. Alegre, op.cit., p. 122. conmemorativa ubicada en el respaldo de la capilla.
8 Andrés Pérez de Ribas, Crónica y historia religiosa de la provincia 14 Gracias al donativo de Caballero y Ocio; sin embargo, se desco-
de la Compañía de Jesús de México en la Nueva España, t. i: Fun- noce la fecha exacta, a excepción de 1708, que se encuentra en la
daciones y obras, México, Imprenta del Sagrado Corazón de Je- pila del claustro “de los naranjos”. Cfr. Pablo C. de Gante, Tepotzo-
sús, 1898, p. 170. tlán. Su historia y sus secretos artísticos, México, Porrúa, 1958, p. 67.
Figura 1. Reconstrucción hipotética del proyecto original del templo en 1670. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
como la bóveda que sirve de entrepiso a la tribuna, lo alterno desde el exterior y que, además, al presen-
cual da cabida a la casa y a sus dos corredores. tar restos de pintura mural similares a lo que se en-
En los trabajos de intervención de 2016 se de- cuentran en otras áreas del patio, es claro que se
tectó un vano tapiado que daba salida al patio de mantuvo en uso hasta la primera reforma que tuvo
servicio por el extremo norte del corredor este de esta capilla en el siglo xviii (figuras 2 y 3).
la réplica de la santa casa, el cual se localizó por Desde el corredor oeste se accedía a la sacristía
detrás del contrafuerte ubicado por el exterior del de la Casa de Loreto,38 ya que para esta época la ca-
muro noreste. El hallazgo permitió inferir que para
esa época la Casa de Loreto disponía de un acceso 38 Hoy en día, este espacio es ocupado por el relicario de san José.
Figura 5. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1682. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
las bóvedas “que tiene dicha Yglesia, como con efec- pintar y ripiar por afuera toda la Yglesia; hacer dos to-
to las hizo y acabó con toda perfección”.43 rres a los lados.44
En este nuevo contrato, se estipuló que Durán
El plazo para efectuar estas actividades fue de
[…] haga todo lo que falta de dicha Yglesia, como es ocho meses. En el documento queda claro que la
blanquear y asentar el nicho de los patrones y echar iglesia estaba casi concluida; sin embargo, faltaba le-
senefa a toda la Yglesia; hacer la bóveda del entierro; vantar distintos espacios, como la sacristía y su an-
hacer anti-Sacristía y Sacristía, pretiles de la iglesia y tesacristía, que sirve de vestíbulo a la escalera que
43 Ibidem, p. 273. 44 Idem.
daba acceso al claustro de novicios, que también es- esquinas se decorarían con “cantería fingida”,46
taba pendiente de construir. en toda su extensión. Pese a que sería necesario prac-
Así pues, como se ve en la reconstrucción hipoté- ticar calas para identificar tal decoración, es pro-
tica de 1682 (figura 5), en la parte norte de la nave del bable que estos elementos se hayan perdido tras
templo ya es posible ver la configuración inicial de la la restauración del inmueble para su apertura
capilla de la Casa de Loreto con su sacristía y los co- como museo en 1964; sin embargo, ha sido posible
rredores a sus costados. reconocer, en fotografías previas a tal intervención, | 161
Con base en la descripción estipulada en el con- rastros de los patrones del diseño de estos elemen-
trato es posible darse una idea de las características tos, así como evidencias del enlucido aplicado a la
del templo para su estreno, el 9 de septiembre de cantera de la portada sur, la cual ha permanecido
1682; en primer lugar, la ornamentación interior sin alteraciones.
de esta primera etapa era bastante sobria, a diferen- Algunos elementos de la primera etapa cons-
cia de lo que se aprecia en la actualidad; los elementos tructiva que subsisten, pero que fueron parcialmen-
de cantera tales como las pilastras y los arcos que te rebajados para la colocación de los retablos en el
soportan la bóveda estaban enlucidos con “color de siglo xviii, corresponden a la fachada de la que fue
cantería”;45 los muros se encontraban blanqueados la primera capilla de San José con su tribuna (figu-
en su totalidad y decorados con una “cenefa” en la ra 8), y el nicho de los patrones identificado en 2016
parte baja, cuyo trazo estaba delimitado por esgra- en el muro sur del presbiterio (figura 9). Es posible
fiados y de la cual se han detectado diversos vesti- que de este sitio se haya retirado, en la década de
gios bajo las capas de pintura aplicadas a lo largo del 1960, la lápida que reconoce el patronato del templo
tiempo (figuras 6 y 7). que actualmente se resguarda en la nave (figura 10).
De igual manera, en el documento se men- Otro remanente de la fisonomía original del in-
ciona que aún habían de construirse los pretiles, mueble que aún está visible, además de la sobria por-
que debía aplanarse toda la iglesia y que todas las tada de la fachada sur, es una de las “dos torres de dos
45 Idem. 46 Ibidem, p. 273.
162 |
Figura 12. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1733. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
cuerpos con su media naranja, cuadradas”,47 ubica- nes hechas al inmueble hasta la navidad de 1733,
da en la parte norte de fachada principal (figura 11). fecha en que, de acuerdo con la Gazeta de México, se
celebró una segunda dedicación de la Casa de Lore-
Tercera etapa (1733-1738): remodelación de to, en ocasión de haber construido el camarín en la
la Casa de Loreto y construcción del camarín parte norte de la capilla existente, como se aprecia en
de la Virgen y el relicario de San José la reconstrucción hipotética correspondiente a 1733
(figura 12).
Posterior a la dedicación del templo, en septiem- Este espacio de planta octagonal posee la carac-
bre de 1682, se carece de registro de las modificacio- terística más destacable del conjunto: se trata de la
bóveda que remata el espacio, soportada por arcos
47 Ibidem, p. 274. entrecruzados, en cuya intersección descansa una
164 |
Figura 15. Vista del interior de la Santa Casa; se observa la cubierta de cañón Figura 16. Ventana sur, detectada durante los trabajos de restauración del
corrido con su cúpula. Fotografía de Ricardo Peza, 2016. camarín. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
Figura 20. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1738. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
Mejor conocida como relicario de San José, esta el relicario, y posiblemente también el retablo de fus-
capilla se ubica en el espacio que ocupaba la sacris- tes losángicos ubicado en el muro norte.
tía de la Casa de Loreto, la cual es de suponer que Durante los trabajos de restauración del cama-
dejó de requerir tanto espacio al haberse construi- rín, en 2016, también se detectó en la fachada norte
do el camarín apenas tres años atrás, por lo que ésta del relicario un vano octagonal tapiado (figura 21).
se reubicó en el espacio que antes fungía como an- Esta información es de suma importancia para la
tesacristía, clausurando la puerta que comunicaba comprensión de la evolución de este espacio, pues
ambos espacios, tal como se aprecia en la recons- debido a la descripción que se proporciona en la Ga-
trucción hipotética de 1738 (figura 20). zeta de 1738 es común que se deduzca el hecho de
De esta época también datan los estucos policro- que el relicario se construyó en su totalidad para el
mados, las tres pinturas de medio punto que decoran año en que se dedica. Sin embargo, la aparición de
Figura 23. Sección longitudinal del camarín y la Casa de Loreto después de 1762. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
la bóveda —posiblemente construida en 1733— y re- su fisonomía actual, con el acceso a través de una lo-
forzándola con el muro que hoy le sirve de soporte al gia, sobre la cual se edificaron tres aposentos con ven-
cubo superior, a fin de dar cabida a la escalera, que tana que miran hacia el oeste. La construcción de este
ahora también comunicaba hacia el jovenado. Asi- inmueble, pese a su gran volumetría, que se iguala
mismo se construyó la nueva hospedería en el límite en altura a su contraparte del antiguo noviciado y
oeste del patio de servicio52 (figura 26). la ampliación del jovenado, respeta la apertura de las
Como se ve en la reconstrucción hipotética de la dé- ventanas del camarín permitiendo el paso de la luz
cada de 1750 (figura 27), el patio de servicio adquirió natural hacia el interior (figura 28).
Este periodo se caracterizó por su gran actividad
52 Idem. artística, concentrada en la ornamentación interior
170 |
Figura 26. Vista general de la hospedería “nueva”, construida hacia 1750 (a la izquierdo), y la antigua, construida en 1650 (a la derecha). Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
Figura 27. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1755. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
del templo de San Francisco Javier, pues durante puesto que éste se encontraba en el muro norte del
esta década se construyeron los 10 retablos dorados presbiterio. Esta puerta quedó clausurada y poco
que aún se mantienen y que cubren en su totalidad después se disimuló con una alacena. La nueva en-
cada uno de los tramos de la nave, ocultando las eta- trada se reubicó en el crucero norte, con lo que se
pas decorativas anteriores. creó un acceso directo hacia la nave y no hacia el
En 1755,53 la colocación del retablo mayor (figura presbiterio (figura 30).
29) dedicado a san Francisco Javier, así como de sus Asimismo, la colocación de estos retablos ocultó
colaterales, consagrados a san Estanislao de Kostka y detrás de ellos la portada policromada de dicho ac-
san Francisco de Borja, modificó el acceso a la nave, ceso al presbiterio, el nicho policromado de los be-
nefactores, así como la gran hornacina en la que de
53 P. C. de Gante, op. cit., p. 86. seguro se ubicaba el primer retablo del testero.
172 |
Figura 34. Vista general del sistema constructivo del envigado colocado en el
siglo xviii, después de su estabilización; se observa el piso colocado en el sigo
xvii. Fotografía cortesía de Josefina Gasca, 2015. Figura 35. Vista general del cancel sur. Fotografía de Ricardo Peza, 2016.
Figura 36. Reconstrucción hipotética del templo y capillas en 1762. Dibujo de Ricardo Peza, 2017.
lo comunica hacia uno de los pasillos laterales de la 1761.54 En ambos casos la fecha resulta plausible,
Casa de Loreto, sin que se conozca el uso que tuvo pues Miguel Cabrera, autor de todos los retablos,
posteriormente. incluidos los del camarín, seguía trabajando en Te-
Como parte de esta renovación también se co- potzotlán, ya que poco antes de 1763 se hallaba
locaron, en el interior del camarín, los ocho reta- pintando los 11 lienzos de la sacristía55 (figura 33),
blos dorados que aún se conservan; sin embargo, no colocados como parte de la renovación de ese es-
se conoce con precisión la fecha de su colocación; pacio, al cual se le puso su “embigado”, cubriendo
la única referencia que alude a lo que pudo ser una las losetas de barro y piedra arenisca que databan
tercera dedicación del camarín es proporcionada
por Rafael Heliodoro Valle, quien indica que posi- 54 R. Heliodoro Valle, op. cit., p. 31.
blemente se llevó a cabo en diciembre de 1759 o de 55 V. Zaragoza, op. cit., p. 405.
Conclusión
Figura 37. Templo de San Francisco Javier. Fotografía de Ricardo Peza.
de 168056 (figura 34), y se colocaron nuevas cajone- Los distintos hallazgos efectuados a partir de una in-
ras. Durante este mismo periodo se colocó el can- tervención integral, como la que se llevó a cabo en
cel de la portada sur (figura 35). el camarín de Tepotzotlán entre agosto de 2016 y
Una de las últimas modificaciones hechas al marzo de 2017, permiten complementar las hipó-
templo ha sido la más imponente de todas, ya que tesis formuladas en torno a las etapas constructivas
cambió drásticamente su fisonomía exterior: planteadas a través de la investigación documental
que existe acerca del colegio de Tepotzotlán.
El mismo Prefecto de la provincia,57 el 4º kalendas de Mediante la revisión de las distintas fuentes do-
| 175
diciembre,58 puso devotamente con toda ceremonia la cumentales disponibles y su cotejo con la evidencia
primera piedra como fundamento de la torre. Finalmen- material —principal testimonio de dicha evolución
te, la fachada amplísima de este templo, comenzada con constructiva y ornamental—, fue posible datar con
piedra pulida. Se concluyó lo mismo que la torre en el mayor precisión los distintos espacios del inmueble y
año de 1762, en las vísperas de las kalendas de agosto,59 sus componentes ornamentales. Y en esta compren-
festividad en la iglesia de San Ignacio de Loyola.60 sión radica la aportación principal de este trabajo.
A partir de los vestigios de pintura mural encontrados en el Proyecto de Restauración del Camarín de la Virgen de Loreto,
se llevó a cabo la recuperación del discurso pictórico de este inmueble. La justificación y procedimiento se establecieron
con base en el análisis de los vestigios y las pruebas de reintegración. La recuperación del color y la forma en el exterior
del camarín busca reintegrarle al inmueble la protección, lectura y vista que tenía en el siglo xviii, cuando la Compañía de
Jesús lo concibió como parte del discurso de capillas de la Casa de Loreto.
Palabras clave: camarín, pintura mural, vestigios, reintegración.
The recovery of the pictorial discourse of the building was carried out based on mural painting found during the Restora-
tion Project of the Chapel known as the Camarín de la Virgen de Loreto. The justification and procedure arose through
analysis of the vestiges and reintegration tests. The recovery of colors and forms on the outside of the side chapel sought
to reinstate the protection, reading and appearance it had in the eighteenth century, when the Society of Jesus regarded
176 | it as part of the discourse of House of Loreto chapels.
Keywords: chapel, mural painting, vestiges, reintegration.
E
n todas las épocas y en todas las culturas el arte ha actuado como un podero-
so factor de comunicación y de intercambio cultural. En el arte, el color ha sido
un factor primordial en los códigos sociales de todas las culturas y civilizaciones.
Repleto de significado dentro de la memoria colectiva, podemos considerarlo
como un instrumento eficaz de expresión del pensamiento dentro del discurso
visual. Su alto grado representativo en la arquitectura es a través de postas2 de pintura mural.
1
La pintura mural, descrita como la forma y color sobre la superficie del monumento,
por lo general en muros o bóvedas del interior y el exterior del edificio, constituye la “piel”
del inmueble, y como tal posee una doble función: la protección de la fábrica del edificio y
la caracterización ornamental-operativa de cada una de sus partes.
Función y mensaje de la pintura mural 3 Alejandra Alonso Olvera, “Agregados de morteros y conglome-
rados de cal”, en Luis Barba Pingarrón e Isabel Villaseñor Alonso
(eds.), La cal. Historia, propiedades y usos, México, iia-unam/Aso-
Para describir el sistema constructivo de los in- ciación de Fabricantes de Cal, 2013, p. 77.
4 Abelardo Carrillo y Gariel, Técnica de la pintura de Nueva Espa-
muebles históricos en la Nueva España, el recubri-
ña, México, unam, 1983, p. 67.
miento de la mampostería, también conocido como 5 Ana Portillo Gómez, “La importancia del color en la arquitectura
aplanado, se colocaba en capas. La colocación pue- pública romana. Testimonios del empleo de ‘marmora’ y pintu-
de variar de grosor y cantidad; por lo regular hay ra en algunos templos de la Bética”, Cuadernos de Arqueología de la
Universidad de Navarra, vol. 24, pp. 21-48, recuperado de: <http://
un aplanado grueso, nombre que se retoma de la www.unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/cuadernos-de-
mezcla de la cal y la carga con granulometría grue- arqueologia/article/view/3625>, consultada en marzo de 2016.
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
caso del recinto cultual de la calle Claudio Marcelo,
cuya edificación principal es un templo relacionado
con el culto imperial, el cual tenía un gran colorido,
desde la pavimentación con “breccia di Peñaflor” —des-
tacándola como uno de los mármoles hispánicos de co-
lor verde o gris— hasta los fustes de las columnas de
los pórticos que circundaban ese espacio, un mármol
de vetas verdes conocido como “cipollino de Almadén”,
que aportaría gran vivacidad al complejo.
Después del análisis material y simbólico del es-
pacio, Portillo concluye que el efecto debió ser en
verdad excepcional, incrementando su espectacula- Figura 1. Vista general del conjunto de capillas de Loreto, 2006. Fotografía
del Archivo del Museo Nacional del Virreinato (mnv).
ridad con el carácter escenográfico del complejo ar-
quitectónico, considerando que el propio color de la la Compañía de Jesús partes articuladas de un solo
plaza pudiera haber funcionado como un elemen- proyecto establecido por su fundador, san Ignacio
to diferenciador entre el espacio sacro y el profano. de Loyola: la espiritualidad.8
La experiencia de estudiar un inmueble lleno de Como menciona Alfonso Alfaro, la Compañía de Je-
color deja a la investigadora con la propuesta de que sús quedó marcada por su tiempo y por su origen de
la comprensión total del inmueble es a partir del es- creación, al nacer en una universidad y en un momen-
tudio del color.6 A partir de esta línea de análisis, es to de plenitud del humanismo renacentista.9 La misión
posible afirmar que la pintura mural en un inmue- impuesta por san Ignacio de Loyola en cuanto a educar
178 |
ble es poseedora de una función triple: protección, hacía que los jesuitas hicieran uso de los recursos necesa-
señalización y mensaje. rios para llegar con mayor precisión a la mayor cantidad
de personas. Se esforzaban en convertir la interrup-
Pistas del mensaje pintado por la Compañía ción del proceso cognoscitivo en una fuente de creativi-
de Jesús en Tepotzotlán dad. De ahí el uso innovador de las artes visuales como
instrumento de educación y espiritualidad.10
El complejo inmueble del colegio de Tepotzotlán, El arte que ellos promovieron sin duda se vive
construido entre 1604 y 17607 con dos periodos en el inmueble del ex colegio jesuita, cuyo enten-
de ocupación de la Compañía de Jesús —desde su dimiento, como lo narra Mónica Marti,11 no sólo se
construcción hasta la expulsión en 1767 y de 1880 a basa en las experiencias estéticas, sino en el desa-
1914—, cuenta con mensajes velados en la pintura
8 Heinrich Pfeiffer, S. J., “Los jesuitas, arte y espiritualidad”, Ar-
mural que aún muestra en varias secciones de sus
tes de México, núm. 58: “Los colegios jesuitas en la Nueva Espa-
muros y bóvedas. ña”, 2001, p. 37.
9 Alfonso Alfaro, “La teórica de la experiencia”, Artes de Méxi-
La enseñanza y la formación, así como las reglas
co, núm. 82: “Los jesuitas y la ciencia: los límites de la razón”,
de convivencia y normas constructivas, eran para
2007, p. 59.
10 Ibidem, p. 71.
6 Ibidem, p. 33. 11 Mónica Martí, “Arquitectura jesuita para la formación: noviciado y
7 Ricardo Peza, “Contexto histórico”, en Informe de trabajo del pro- juniorado en el Colegio de Tepotzotlán”, en Jesuitas, su expresión mís-
yecto: Restauración del Camarín de la Virgen, México, disar-mnv- tica y profana en la Nueva España, México, inah/Gobierno del Esta-
inah, 2017, p. 27. do de México (Biblioteca Mexiquense del Bicentenario), 2011, p. 333.
rrollo de actividades que cada uno de los espacios Por su parte, la pintura mural del exterior es más
tenía en función del uso. escasa. Los restos o vestigios de la misma se enlistan
El estudio pictórico en relación con el uso de en la tabla 1, señalando la ubicación, la descripción
espacios en el colegio de Tepotzotlán está poco es- formal u ornamental y la técnica de manufactura
tudiado; uno de los factores que influyen en su com- con que se realizó.
prensión es que la mayor parte de la pintura mural Aunque sean pocos los vestigios de la pintura
está bajo un encalado que recibe un lienzo blanco mural en el inmueble, es posible determinar que
| 179
con un guardapolvo rojo en todo el inmueble. el uso de la pintura a la cal era una opción bastante
La lectura bicolor de los muros en el interior del común para decorar los muros al exterior; la paleta
inmueble se estableció como criterio para la adapta- cromática que aún se observa está formada por rojo
ción del inmueble histórico como Museo Nacional (óxido de hierro), negro (probablemente hecho con
del Virreinato (mnv) en 1964 (figura 1). negro de humo), ocre (realizado con tierras) y blan-
La pintura mural que se observa expuesta y la co (hecho con la propia cal) (figura 2).
que se ha podido identificar a partir de calas explo- Los motivos que aún se distiguen corresponden
ratorias permite tener una aproximación a la técni- a elementos arquitectónicos como sillares, pilares y
ca pictórica del inmueble. Identificando pintura a dovelas, además de ornamentación de flores y ho-
la cal en la mayoría de los casos, pintura al tem- jas, y policromado de esculturas o relieves.
ple y pintura al óleo en escasos ejemplos, los moti-
vos de la pintura mural en el interior del complejo Geometría y color: vestigios de pintura mural
se representan como frisos, guardapolvos, cenefas, en el exterior del camarín de la Virgen
exaltación de elementos arquitectónicos y represen-
taciones de escenas o imágenes.12 Los ejemplos que aún se conservan de pintura mu-
ral en el exterior del inmueble son muy escasos. El
mensaje que pudo transmitir el edificio para los vi-
12 El estudio de la pintura mural en el interior del inmueble se
está desarrollando con base en su uso espacial, por parte de dife- sitantes que llegaran ante sus muros quedó oculto
rentes especialistas del Museo Nacional del Vireinato. o borrado. Los pocos vestigios que perduran hoy en
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
180 |
Figura 2. Detalle de pintura mural de sillares en el patio de la hospedería, Figura 3. Vista general del muro este, en proceso de eliminación de aplanado,
2015. Fotografía de Xochipilli Rossell. 2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.
día deben ser registrados y estudiados a modo de fin de retirar con delicadeza y en pequeñas hojuelas
completar las pistas para entender el mensaje. las capas, aparte de efectuar una limpieza con hiso-
Por lo anterior, el Proyecto de Restauración del Ca- po rodado de las capas que se superponían a los res-
marín de la Virgen de Loreto se dio a la tarea de im- tos pictóricos y aplanados originales.
plementar una revisión y registro minucioso de los La decisión de remover los estratos que no co-
restos de pintura mural que aún existían en los me- rrespondían a los originales posibilitó la apreciación
tros cuadrados de extensión de este inmueble. visual íntegra de cada uno de los vestigios, pero dejó
El proceso técnico de búsqueda y liberación de un camarín casi desnudo (figura 3). El descubri-
elementos técnicos de la pintura mural consistió en miento de los restos de pintura y aplanados fue el
retirar las capas de aplanados, pintura o impermea- punto de partida para conocer y comprender la or-
bilizante que se encontraban sobre el aplanado ori- namentación del inmueble.
ginal. La liberación se realizó en forma mecánica, Los aplanados se encontraban en muy mal esta-
con cincel y mazo, en áreas extensas o en zonas en do de conservación, disgregados y con muchos fal-
que las capas a retirar tenían cemento. Cerca del tantes. En este punto, los datos que buscábamos con
aplanado original se utilizaron espátulas y bisturí, a mayor deseo para completar el rompecabezas fue-
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Tabla 2. Esgrafiados, vestigios de pintura y restos de pintura mural*
Imagen Descripción Ubicación
1. Esgrafiados para formar sillares Muro este
10. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color ocre Tercer nivel de la cúpula,
muro sur
11. Esgrafiados en cornisa con vestigios de color rojo Tercer nivel de la cúpula,
muro noreste
* Las imágenes de la tabla fueron tomadas en 2016 por el equipo Disar. Arquitectura y Diseño durante los trabajos en el Proyecto de Res-
tauración del Camarín de la Virgen de Loreto.
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Tabla 2 (continuación)
Imagen Descripción Ubicación
24. Vestigios de color en delineado rojo Segundo nivel de la cúpula,
muro norte
25. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro oeste
26. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro noroeste
27. Vestigios de colores rojo y negro bajo cornisa Tercer nivel de la cúpula,
muro norte
184 | 29. Restos de pintura mural con formas orgánicas Muro oeste
en colores rojo y ocre
37. Restos de pintura mural con figuras de flores Primer nivel de la cúpula,
y geométricas muro sureste
38. Restos de pintura mural con figuras fitomorfas Primer nivel de la cúpula,
y una línea roja de delimitación muro sureste
| 185
39. Restos de pintura mural con figuras fitomorfas Primer nivel de la cúpula,
muro sureste
42. Restos de pintura mural en cornisa en color rojo Primer nivel de la cúpula,
y lienzo de muro con figuras fitomorfas en colores muro sureste
rojo, ocre y negro
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
camiento a las pinturas, de la calidad de este registro A razón de esto, se ha reconocido que en la res-
depende mucho cualquier investigación, las medi- tauración existe un proceso de interpretación del pa-
das de conservación y la propuesta de intervención”.16 trimonio que en principio busca reconocer en los
El tema del registro tiene que ver con un proce- objetos sus valores inherentes;17 sin embargo, al in-
so de comprensión y de percepción; tratar de exa- tervenir una pieza el restaurador no sólo interfiere
minar la pintura mural y traducirla a un soporte en la transformación de los materiales, sino que tam-
fotográfico o dibujo es difícil, sobre todo si se busca bién participa en los cambios que experimenta su
que la idea quede plasmada de tal forma que un ter- significado y su valoración.18 Algunas veces, esta eva-
cero lea tal cual el mensaje que se escribió. luación de los bienes culturales se lleva a cabo con
En conservación se han probado numerosas téc- poco rigor y modifica el objeto,19 aun en las interven-
nicas de registro, como calcar sobre el muro, fotogra- ciones menos invasivas.
fías, dibujos y escáner 3D. Sin embargo, en cualquiera En esta paradoja, el restaurador debe evaluar el
de éstas el inicio es la observación minuciosa, selecti- objetivo de su intervención: ¿a qué se quiere llegar
va y crítica, guardando puntualmente los recursos vi- con la restauración? ¿Qué valores se verán afecta-
suales que se muestran, en particular sobre la técnica dos? ¿Cuánto ganará la obra? Una estimación de
y en general sobre un conjunto de muestras. este tipo debe darse en dos ejes: la conservación del
Con estos datos y la mesa llena de registros de pin- bien y la ganancia en información. El punto exacto
tura, la secuencia técnica y el mapa de vestigios, el de la intersección requiere de una decisión.
equipo de restauración del camarín se dio a la tarea de Elegir la mejor alternativa para la conservación
evaluar las evidencias, diseñar y discutir las propues- del camarín de la Virgen durante el proyecto de
tas, y por último determinar la propuesta final de recu- 2016 fue tarea de todo el equipo, encabezado por
186 |
peración de la pintura mural al exterior (figura 5). los supervisores,20 quienes estudiaron una larga lis-
Los canales de comunicación se establecieron en ta de requerimientos para determinar el nivel de
diferentes niveles de información. Conforme a los da- intervención en forma, técnica, material, textura,
tos que se generaban o que se requerían durante la acabado y color. La toma de decisiones colegiadas
intervención, tenían lugar diferentes tipos de reunio-
17
nes. La comunicación se llevó a cabo por medio de Mauricio Jiménez y Mariana Sainz, “¿Quién hace el patrimo-
nio? Su valor y uso desde perspectiva del campo de poder”, In-
seminarios entre el equipo de trabajo, además de la tervención. Revista Internacional de Conservación, Restauración y
supervisión diaria y semanal de las coordinaciones Museología, año 2, núm 3 , enero-junio de 2011, pp.15-18.
18 Ibidem, p. 14.
nacionales, y reuniones con especialistas.
19 Ibidem, p. 17.
Las aportaciones en datos concretos, producto de 20 Los supervisores y encargados del proyecto —responsables
las discusiones y análisis del equipo, se vertían en la de la toma de decisión en la estabilización y recuperación de la
pintura mural— fueron Ana Paula García Flores, líder del fren-
bitácora diaria de trabajo, como una interpretación
te de pintura mural; Sonia de León Romero, residente de restau-
de la evidencia que se descubría, registraba y analiza- ración; Ricardo Peza Alvarado, director de Disar. Arquitectura y
ba. En esta fase de interpretación, aunque colegiada, Diseño; Xochipilli Rossell Pedraza, supervisora técnica del mnv;
Dora Maviael Méndez Sánchez, subdirectora de Conservación
se presentó la mayor cantidad de hipótesis.
en Talleres e Investigación de Bienes Culturales de la Coordina-
ción Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (cncpc);
16 Valerie Magar, “Para un acercamiento metodológico en el y Alejandro Machuca Martínez y Guillermo Fuentes Maldo-
estudio y la conservación de pinturas rupestres. El caso de la nado, arquitectos peritos, así como Antonio Mondragón Lugo,
cueva de El Ratón, Baja California Sur”, en Historia del arte y res- subdirector de Supervisión de Proyectos y Obras Externas de la
tauración, México, iie-unam, 2000, p. 106. Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (cnmh).
Crestería de palmetas,
primer nivel
Pináculo este,
pretil del camarín
Vano de ventana,
muro noroeste
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
contribuyó a determinar el nivel de intervención
con base en los alcances, criterios, lineamientos y
formas de comunicación, enmarcados por los fun-
damentos de las diferentes disciplinas que partici-
paban en el proyecto (figura 6).
Los principios y criterios que se aplicaron duran-
te la intervención se establecieron para mantener a
la obra, tanto inmueble como mueble por destino,
con los valores culturales: social, histórico, tecnoló-
gico y artístico, que hoy reconocemos en el espacio
Figura 6. Detalle del proceso de recuperación de la pintura mural en el primer
a intervenir. Los criterios utilizados en la interven-
nivel de la cúpula. ción de la pintura mural respondieron a lo siguiente:
Ladrillo rojo
Enlucido de 5 cm de espesor
Enlucido de 5 cm de espesor
Repellado de 1 cm de espesor
Vestigios de esgrafiado
Figura 7. Esquema de procedimiento constructivo y técnica de manufactura de la pintura mural, 2016. Dibujo de Disar. Arquitectura y Diseño.
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
Figura 9. Proceso de reintegración de color, 2016. Fotografía de Disar. Arquitectura y Diseño.
Posta de color y tiemPo. la recuPeración de la Pintura mural exterior en el camarín de la Virgen de loreto
RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS RESEÑAS RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS
H
ay muchas maneras cionados con la vida y el itine- el origen de la palabra “longa-
de tratar las misio- rario del misionero franciscano. niza”, procedente de un embu-
192 |
nes de fray Junípero En 25 breves pero sustancio- tido originario de la región sur
Serra, el admirable francisca- sos capítulos, como los platillos de Roma, Lucania, de donde sa-
no que, pese a la llaga en uno que reseña, don José Luis hace lió el término, “luganiza”, y más
de sus pies, causada en su ca- un delicioso recorrido sobre los tarde nuestra actual “longani-
mino a México desde Veracruz, guisados que gustaban en los lu- za”. Los embutidos con diver-
recorrió el territorio mexicano gares en que vivió y por los que sos componentes fueron una
y la Alta California, como po- pasó fray Junípero, ahora san- parte sustanciosa de la comida
cos lo han hecho. El ingenie- to, desde su tierra natal, en Pe- mallorquina que disfrutó fray
ro y maestro José Luis Curiel tra de Mallorca, hasta la misión Junípero en su infancia. Otros
Monteagudo escogió una de las San Carlos, en la Alta California, ingredientes de esa cocina, pro-
formas más originales de tratar donde entregó su alma al Señor. cedentes del mundo árabe, fue-
este tema: con sus singulares Los dos primeros capítulos ron las recetas para dulces y
conocimientos culinarios, nos se refieren a la infancia y ju- panes para el desayuno. Del
ofrece en este interesante libro ventud del misionero francis- anecdotario de las “florecillas de
los más exquisitos platillos rela- cano. En ellos encontramos los San Francisco”, don José Luis
guisos de su tierra natal, con no ofrece su receta para el plati-
* Centro de Estudios Franciscanos en agradables sorpresas, como llo que él llama “pierna de cer-
Humanidades “Fray Bernardino de Sa-
hagún”, Biblioteca Franciscana, Cholu-
las relacionadas con los gusti- do horneada a la Júnipero” —se
la, Puebla llos mexicanos; por ejemplo, entiende el compañero de San
Francisco de Asís—. Espero que fray Isidro Félix de Espinosa, en rras. Introdujeron también nue-
los lectores lo saboreen con el su Crónica, libro v, capítulo 32. vos alimentos, como la carne y
mismo gusto que la lectura de Para gusto de los paladares de su tratamiento para hacer ceci-
este libro. los lectores, a propósito del viaje na. Así, por ejemplo, en la parte
Los capítulos 3 al 7 hacen desde Veracruz hasta México, en alta de la Sierra Gorda se siguen
un recorrido por la vida de fray ese trayecto nuestro fraile probó viendo sobre las azoteas de las
Junípero desde que sale de su por primera vez un tamal. El li- casas los tendederos con cecinas
tierra natal hasta su llegada al bro ofrece la receta del “tamal de para secar. De esas experiencias
Colegio de Propaganda Fide en fray Junípero”, o para paladares se aprovecha el autor para ofre-
San Fernando de México. Re- más exquisitos encontramos, en cer a los lectores los platillos que
sultan muy interesantes los da- el capítulo 7, la reproducción de se pueden preparar con los in-
tos que ofrece Curiel sobre las algunos manjares de la antigua gredientes propios de esas regio-
distancias que separan los luga- cocina de San Fernando: la “fri- nes; por ejemplo, de la zona de
res que, a partir de su llegada a cacé francés”, la “torta del cielo”, la Sierra Gorda, el chivo tapeado,
San Fernando, recorrió el frai- los “huevos espirituales”, según la cecina serrana o el “atole de
le misionero, las cuales dejan los presenta el ya mencionado maíz de teja”. Y también el “zaca-
| 193
asombrado al lector que intenta- fray Jerónimo de San Pelayo, o, hui”, tamal gigante típico de la
ra recorrer esos mismos lugares. para gustos más mexicanos, la Huasteca. De la corta experien-
Igual de relevante es la informa- “capirotada” de San Fernando. cia de fray Junípero en las misio-
ción que ofrece sobre el libro de Los capítulos 8 al 12 están de- nes de Baja California, el autor
cocina de uno de los frailes co- dicados a las experiencias misio- recoge un significativo ejemplo
cineros de San Fernando, fray neras en tres lugares bastante de las provisiones que llevaban
Jerónimo de San Pelayo, publi- separados, geográfica y cultural- los navíos en las expediciones
cado por el Consejo Nacional mente, en los que fray Junípe- misioneras, así como algunos de
para la Cultura y las Artes ro trabajó los primeros 20 años los alimentos que ya se cultiva-
(Conaculta) en el año 2000, aun- de su estancia en la Nueva Espa- ban en la zona gracias a la pre-
que desafortunadamente el autor ña: la Sierra Gorda, la Huasteca sencia misionera de los jesuitas y
se deja influir por la introducción veracruzana y la Baja California. a los cultivos locales, propios de
de este libro, en la que se rela- Fray Junípero y sus compañeros la cocina del desierto, y bebidas
ciona al cacique de Querétaro, misioneros no sólo llevaron la fe como los “mezcales tatemados”
Fernando de Tapia, con el nom- a los habitantes de esas regiones, provenientes de las piñas de ma-
bre del Colegio de Propagan- sino también diversos aparejos, guey, cocidas en hornos de tierra
da Fide de México. Información como la yunta para trabajar el (metl: “maguey”; ixcalli: “cocido”).
más precisa sobre este nombre campo y aprovechar con mayor Los capítulos restantes (13
la trae el cronista de los colegios, beneficio los frutos de sus tie- al 25) están dedicados a la gran
reseñas
RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS RESEÑAS RESEÑASRESEÑASRESEÑASRESEÑAS
obra misionera de fray Junípe- plantitas que adornan jardines de las fiestas que se celebraban,
ro en la Alta California. Siguien- domésticos. y el índice general de fray Je-
do muy de cerca los datos de su El tema de la cocina apare- rónimo de los diversos platillos
primer biógrafo, fray Francisco ce relacionado con la ubicación que trae el libro de cocina del
Palou, el autor introduce al lec- de las misiones californianas. Colegio de San Fernando. En
tor en los recorridos del santo Así, con motivo de la fundación el mismo capítulo, aportación
por esa desértica región, la fun- de la misión San Antonio de Pa- de nuestro autor, nos presenta
dación de misiones y su organi- dua en la cañada del río San la preparación de la receta del
zación. Comenzando desde el Antonio, terreno abundante en “queso franciscano”, y para ce-
accidentado viaje de Villacatá a pinos y encinos, con diferen- rrar estos recetarios, con moti-
San Diego y luego a Monterey, tes clases de piñones y bellotas, vo de la fundación de la misión
el lector no familiarizado con la el autor ofrece cuatro delicio- de San Francisco, en la bahía de
vida de fray Junípero se asom- sas recetas: atole de bellota, ta- su nombre, ofrece una deliciosa
brará por sus recorridos por las mal de piñón, pinole de piñón receta de mariscos.
actuales ciudades de San Fran- y un plato de ardilla en caldo. Fray Junípero Serra, canoni-
cisco, Santa Clara, San Luis Rey, Refiriéndose al camino hacia la zado por el papa Francisco el 23
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San Juan Capistrano y San Die- fundación de San Luis Obispo, de septiembre de 2015, ha sido
go, en las que fundó misiones donde merodeaba en ese tiem- objeto de numerosos actos con-
de las que surgieron las ciuda- po una gran cantidad de osos, memorativos y de libros de no-
des que ahora conocemos. Sus se presenta el delicioso platillo table investigación histórica. El
viajes misioneros quedan com- de “guiso de oso”, y a propósito maestro José Luis Curiel Mon-
pletados con las descripciones del viaje de fray Junípero al Co- teagudo se une a estos actos con
geográficas que con maestría legio de San Fernando de Mé- el presente libro. Aprovechan-
profesional maneja don José xico para defender su política do los lugares que nuestro in-
Luis Curiel. Así es posible ex- sobre las misiones, se reprodu- cansable misionero recorrió, el
plicarse el actual florecimiento ce la receta del refectolero fray autor nos introduce tanto en el
de los viñedos de las Califor- Jerónimo de San Pelayo para el modo de vida franciscano de
nias, gracias a los datos sobre las delicioso dulce “ante de vino”, nuestro santo misionero, como
parras silvestres que en el ca- así llamado porque se usaba en el sabor de recetas culinarias,
mino a San Diego describe el como aperitivo en las grandes históricas y contemporáneas re-
biógrafo del santo, fray Francis- fiestas. Se ofrece también un in- lacionadas con los lugares que
co Palou, y que el autor recoge teresante resumen de los dife- san Junípero Serra recorrió. Este
en este libro. Entendemos ade- rentes platillos que se servían libro se convierte así en una ape-
más de dónde sale el nombre en el convento de acuerdo con titosa lectura, tanto espiritual
de “juníperos”: de las hermosas los días del año y la solemnidad como gastronómica.
D
el 13 al 17 de marzo to: Arqueología, cr conservación de cada una de éstas se suma-
de 2018 se llevó a cabo y Restauración, Conversaciones ron los comentarios de inves-
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el Primer encuen- con…, Gaceta de Museos, Dimen- tigadores y colaboradores, así
tro: Las revistas académicas del sión Antropológica, Con-tem- como de la coordinadora Na-
inah. Balance y perspectivas. poránea, Revista de Estudios de cional de Difusión, la licenciada
La sede fue el magnífico edifi- Antropología Sexual, Interven- Adriana Konzevik, y del subdi-
cio de la antigua Casa de Mone- ción, Diario de Campo, Rutas de rector de Publicaciones Perió-
da, hoy Museo Nacional de las Campo, Boletín de Monumentos dicas, maestro Benigno Casas,
Culturas del Mundo, que entre Históricos, Nueva Antropología, responsable de la coordinación
1866 y 1964 albergó al Museo Vita Brevis, Historias, Alquimia, editorial de todas ellas.
Nacional de Arqueología, Histo- Arqueología Mexicana, Hereditas, El Boletín de Monumentos His-
ria y Etnografía, uno de los an- Antropología. Revista Interdisci- tóricos, en su tercera época, fue
tecedentes directos del inah. plinaria del inah y Cuicuilco.1 presentado el jueves 15 des-
En una semana de martes a A la intervención de quie- pués del mediodía. Comenzó la
sábado se sucedieron las expo- nes encabezan la tarea editorial exposición el doctor Leopoldo
siciones de los editores y miem- Rodríguez, con un balance his-
1 Arqueología Mexicana es una coedición
bros de los comités editoriales tórico del interés por conservar
del inah con la Editorial Raíces, la cual
de las más importantes revistas se ha publicado desde abril de 1993. En e investigar el patrimonio cons-
académicas que edita el institu- total participaron 19 revistas, coordina- truido en México. Siguió la his-
das desde la Subdirección de Publica-
* Coordinación Nacional de Monumen- ciones Periódicas de la Coordinación toriadora Ana Eugenia Reyes
tos Históricos, inah. Nacional de Difusión del inah. y Cabañas, editora de la terce-
noticias
NOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIASNOTICIAS
ra época del boletín, narrando el ámbito internacional. Algunos participantes apuntaron a la ma-
precisamente las diferentes eta- puntos de reflexión repetidos a lo yor dificultad que enfrentan las
pas editoriales desde 1978 hasta largo del encuentro, además de revistas académicas en México:
la fecha; ella y la maestra María la larga tradición editorial de algu- el presupuesto. La mayoría no
del Carmen Olvera Calvo fueron nos títulos, fueron los retos pre- cuentan con recursos suficien-
responsables de echar a andar sentes y futuros de cada revista, tes para solventar a sus colabora-
esta tercera época, que ha llega- a partir de la aparición de la digi- dores y dictaminadores, quienes
do a sus primeros 40 números. talización, la visibilidad en redes, ofrecen sus artículos y dictáme-
Cerró la presentación la maes- la puesta en valor de números nes sólo a condición de obtener
tra Julieta García, subdirectora atrasados, la indexación, los siste- constancias que generen punta-
de Investigación de la Coordina- mas de evaluación y la valoración jes para acceder a becas o estí-
ción Nacional de Monumentos en el Consejo Nacional de Cien- mulos en los sistemas de apoyo
Históricos (cnmh), quien habló cia y Tecnología, entre otros. para investigadores. Por otro
de los logros y los reconocimien- La última actividad fue el lado, el bajo presupuesto tampo-
tos académicos más allá del inah, conversatorio “Las revistas cul- co permite cumplir con todos los
mostrando la consolidación que turales y académicas de Méxi- requerimientos de instalaciones
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ha logrado esta publicación en el co: su circunstancia y sus retos”, adecuadas, personal capacitado,
ámbito especializado del estudio, en el que participaron Guiller- programas y equipos de cómpu-
la conservación, la intervención mo Chávez Sánchez de la Direc- to para acceder oportunamente
y la difusión de los monumen- ción General de Publicaciones a las plataformas electrónicas e
tos históricos y arqueológicos del y Fomento Editorial de la Uni- índices especializados.
país y su reconocimiento en el versidad Nacional Autónoma Lo más interesante del con-
ámbito internacional. de México (dGpfe-unam), Víctor versatorio fue que entre los
El principal objetivo de este Hugo López Mohedano de la Di- ponentes y los asistentes se re-
primer encuentro de revistas rección de Publicaciones de la flexionó sobre los desafíos que
académicas consistió en abrir un Universidad Iberoamericana (dp- enfrentan hoy los editores y los
espacio de reflexión sobre los lo- uia), Reyna Ponce Navarrete y consejos académicos frente al
gros y perspectivas de las publi- Jesús Francisco Conde de Arria- creciente y veloz desarrollo de
caciones periódicas del instituto. ga de la Dirección de Publicacio- las tecnologías de la comunica-
Como principal resultado se ob- nes y Promoción Editorial de la ción, y se formuló una legítima
tuvo una visión del conjunto y Universidad Autónoma Metropo- preocupación ante la pregun-
de la diversidad de publicacio- litana (dppe-uam), moderado por ta: ¿cómo aprovechar las herra-
nes periódicas del inah, así como Benigno Casas de la Torre, sub- mientas que ofrecen internet y
de sus aportaciones a las cien- director de Publicaciones Perió- los sistemas informáticos con
cias histórico-antropológicas en dicas del inah. En la sesión, los los presupuestos disponibles?
1. La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del inah, 9. En el caso de artículos publicados en libros, deberán citarse
a través de la Subdirección de Investigación, invita a todos los de la siguiente manera:
investigadores en antropología, historia, arquitectura y ciencias
afines a colaborar en el Boletín de Monumentos Históricos, ter- a) nombre y apellidos del autor; b) título del artículo entre-
cera época, con el resultado de investigaciones recientes que comillado; c) título del libro en letras cursivas, anteponiendo
contribuyan al conocimiento, preservación, conservación, res- la preposición “en”; d) tomo y volumen; e) lugar de edición;
tauración y difusión de los monumentos históricos, muebles e f) editorial; g) año de la edición; h) página(s) citada(s).
inmuebles de interés para el país, así como con noticias, reseñas
bibliográficas, documentos inéditos, avances de proyectos, de- 10. En el caso de archivos, deberán citarse de la siguiente manera:
cretos, declaratorias de zonas y monumentos históricos.
a) nombre completo del archivo y, entre paréntesis, las siglas
2. El autor deberá entregar su colaboración en original impreso, que se utilizarán en adelante; b) ramo, nombre del notario
con su respectivo respaldo en disco compacto (cd), usb o vía u otro que indique la clasificación del documento; c) legajo,
correo electrónico con su nombre, título de la colaboración y caja o volumen; d) expediente; e) fojas.
programa de captura utilizado. Deberá incluir un resumen no
mayor de 10 renglones, un abstract, así como cinco palabras cla- 11. Las locuciones latinas se usarán en cursivas, del siguiente modo:
ve y keywords, que no sean más de tres de las que contiene el
título del artículo. op. cit. = obra citada; ibidem = misma obra, diferente pági-
na; idem = misma obra, misma página; cfr. = compárese;
3. El paquete de entrega deberá incluir una hoja en la que se et al. = y otros.
indiquen: nombre del autor, dirección, número telefónico,
celular y correo electrónico, institución en la que labora, ho- Las abreviaturas se utilizarán de la siguiente manera: p. o
rarios en los que se le pueda localizar e información adicional pp. = página o páginas; t. o tt. = tomo o tomos; vol. o vols. =
que considere pertinente. volumen o volúmenes; trad. = traductor; f. o fs. = foja o fo-
jas; núm. = número.
4. Las colaboraciones no deberán exceder de 40 cuartillas, incluyendo
ilustraciones, fotos, figuras, cuadros, notas y anexos (1 cuartilla = 12. Los cuadros, tablas, gráficos e ilustraciones deberán ir per-
1 800 caracteres; 40 cuartillas = 72 000 caracteres). El texto debe- fectamente ubicados en el corpus del trabajo, con los textos
rá presentarse en forma pulcra, en hojas bond carta y en archivo precisos en los encabezados o pies, con la palabra “figura” y
Word (plataforma pc o Macintosh), a 12 puntos y a 10 las citas, en su número, y se incluirán en el cd o en el envío por correo
altas y bajas (mayúsculas y minúsculas), a espacio y medio. Las ci- electrónico, en archivo aparte. El texto no deberá presentar
tas que rebasen las cinco líneas de texto, irán a bando (sangradas) diseño editorial.
y en tipo menor, sin comillas iniciales ni terminales.
13. Las colaboraciones serán sometidas a un dictaminador espe-
5. Los documentos presentados como apéndice deberán ser cialista en la materia.
inéditos, y queda a criterio del autor modernizar la ortografía
de los mismos, lo que deberá aclarar con nota al pie. 14. Las sugerencias hechas por el dictaminador o por el correc-
tor de estilo serán sometidas a la consideración y aprobación
6. Las ilustraciones digitalizadas deberán entregarse a un tamaño del autor.
de 30 cm de ancho, en formato jpg o tiff con una resolución de
300 dpi (pixeles por pulgada cuadrada) y deberán incluir pie 15. Sobre las colaboraciones aceptadas para su publicación, la
de foto con autor o fuente. Coordinación Editorial conservará los originales; en caso con-
trario, de ser negativo el dictamen, el autor podrá apelar y soli-
7. La bibliografía deberá incluirse como notas a pie de página; la citar un segundo dictamen, cuyo resultado será inapelable. En
primera vez que se cite la fuente consultada se incluirá la refe- estos casos, el texto será devuelto al autor.
rencia completa. Los datos a consignar deberán ir separados
por comas: 16. Cada autor recibirá cinco ejemplares del número del Bole-
tín de Monumentos Históricos en el que haya aparecido su
a) nombre y apellidos del autor; b) título de la obra en letras colaboración.
cursivas; c) tomo y volumen; d) lugar de edición; e) nombre
* * *
de la editorial; f) año de la edición; g) página(s) citada(s).
Las colaboraciones deberán enviarse o entregarse en la Subdi-
8. Las citas de artículos de publicaciones periódicas deberán rección de Investigación de la Coordinación Nacional de Monu-
contener: mentos Históricos del inah, en la calle de Correo Mayor núm. 11,
Centro Histórico, México, D.F., C.P. 06060, tel. 4166 07 80 al 84,
a) nombre y apellidos del autor; b) título del artículo entrecomi- ext. 413016.
llado; c) nombre de la publicación en letras cursivas; d) número
y volumen; e) lugar de edición; f) fecha y página(s) citada(s). correo electrónico: boletin.cnmh@gmail.com
Índice
Ø Una pintura del mulato Tomás de Sosa Ø Colegio de Nuestra Señora de Covadonga,
en España. San Antonio de Padua Ciudad de México: siglos xviii al xx.
y el milagro de la mula: su hallazgo Historia de una institución escolar
en una colección privada | gabriela que quedó en intento | alicia bazarte
sánchez reyes / andrés santillán martínez / leopoldo rodríguez morales /
medina / guillermo arce alma alicia benítez pérez
C o o r d i n aC i ó n n aC i o n a l de M o n u M e n to s H i s t ó r i C o s