Conclusión

Una vez realizadas las encuestas sobre los videojuegos del presente proyecto, con la
información que se cuenta gracias a ellas, nos podemos percatar que aunque nos que
permite tener una idea sobre las personas que nos rodean respecto a la adicción por
los videojuegos, estamos muy lejos de la realidad que se vive; se conoce y se vive
que hay niño que no alcanzan ni los 15 años de edad y pasan más de la mitad de su
tiempo libre jugando videojuegos, su ciclo del sueño no solo se ve alterado por la luz
azul que desprenden los aparatos que utilizan para jugar sino que también usan gran
parte de la noche jugando y terminando durmiendo menos de 5 horas.

Los datos que nos arrojan las gráficas de los resultados de la encuesta más que
tranquilizar, alarma debido a que es bien conocido que uno de los principales
síntomas de padecer una adicción es no reconocerla, en muchas de las preguntas se
logra apreciar que los datos que nos dan resultan incongruentes.

El 42. 1% de la muestra indica que “algunas veces” a tenido discusiones fuertes lo

cual deja mucho que cuestionar. Por otro lado el 28. 9% de la muestra da a conocer
que los juegos les ayudan a aliviar temporalmente una emoción negativa y el 23.7%
de la muestra solo menciona que tal vez lo haga, analizando estos datos nos indica de
que hay jóvenes que no están al tanto de si realmente les ayuda o no los videojuegos a
contrarrestar sus emociones lo que nos lleva a considerar que tampoco están al tanto
del grado de apego que tienen a los videojuegos.

A su vez en los resultados arrojado de la pregunta siete (¿Fallas cuando intentas dejar
de jugar videojuegos?) son de gran importancia debida que unos de los síntomas
notorios y más conocidos es la imposibilidad de reconocer la afectación, explicada a
más detalle con la frase “cuando yo quiera lo dejo” lo que nos lleva a reflexionar más
sobre las repuestas, aún y cuando parezcan “buenas” puesto que el 86.8% de la
muestra asegura que les resulta “fácil” dejar los videojuegos, además de que 73.7 %
asegura no haber perdido ningún aspecto importante de su vida por los videojuegos,
lo cual aumenta la hipótesis sobre la imposibilidad de reconocer la afectación.

Lo que nos lleva a la conclusión de que para descubrir si realmente hay una adicción
por lo videojuegos o riegos a tenerla se requiere de un análisis a mayor profundidad,
ya que estos datos nos dejan con más cuestionamientos y angustias sobre lo
propensos que pueden llegar a ser los jóvenes en la actualidad y sus razones.