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Universidad de Costa Rica

Curso: Derechos Humanos


Ensayo #1
Profesora: Melissa Salas Brenes
Estudiante: Helena Solís Campos (C17671)

El relativismo cultural y los DDHH

Uno de los temas relativos a los Derechos Humanos que parece que nunca tendrá fin
es el relacionado con relativismo cultural, tema con raíces antropológicas y que a modo
introductorio, debemos de hacer una relación interdisciplinaria entre nuestro tema de interés
el cual es el derecho y aún más específico, los Derechos Humanos, con la antropología, rama
de las ciencias sociales de donde surge este concepto, esto a modo de comprender las raíces
de lo que es antropológicamente entendido como relativismo cultural y analizar de manera
aún más profunda el dilema moral y las problemáticas inmersas en el relativismo cultural
respecto a la dignidad humana.
Michael Brown indica que, según aquellos que estudian el relativismo cultural
planteado por Franz Boa
Cada cultura constituye un mundo social total que se reproduce por sí mismo por
medio de la enculturación, proceso en el cual los valores, disposiciones emocionales y
comportamientos interiorizados son transmitidos de una generación a otra. Estos
valores y prácticas usualmente son percibidos por miembros de la sociedad como
exclusivamente satisfactorios y superiores a todas las demás, por eso la universalidad
del etnocentrismo.1
Este concepto aplicado a la realidad implica que cualquier valor, práctica o creencia
que tenga algún grupo cultural en particular, resulta compatible y aceptado en su estilo de
vida, por lo que todos aquellos fuera de esa esfera cultural deben de respetar y abstenerse a
interferir en sus prácticas y creencias, es por ello que entendemos el por qué los antropólogos
utilizan un método empírico de mera observación a la hora de estudiar a las comunidades y se
mantienen en un estado de neutralidad a la hora de sus investigaciones, independientemente
de que estas se consideren como “buenas” o “malas”.

1
Michael F. Brown, “Cultural Relativism 2.0”, Current Anthropology 49, No. 3 (2008):
363-83, consultado 13 de septiembre 2022, https://doi.org/10.1086/529261
Jack Donelly también brinda un concepto de relativismo cultural radical en el cual “la
cultura es la única fuente de validez de un derecho moral o regla.”2 Asimismo, Jack Donnelly
plantea que “el impacto de la cultura en la formación de individuos es sistemática y puede
llevar a la predominancia de tipos sociales distintos en diferentes culturas”3
Ahora bien, si el estudio del comportamiento humano, cultura, lengua y demás se
mantiene imparcial a la hora de observar cómo se desarrollan las prácticas de una
determinada comunidad, ¿qué sucede con ciertas prácticas que puedan interferir en el marco
legal?, ¿el derecho debería abstenerse a interferir en prácticas arraigadas o milenarias que
forman parte del ethos común de una comunidad a pesar de que estas puedan violentar
aspectos de la dignidad humana? Estas son interrogantes fundamentales para desarrollar un
tema tan complejo como lo es el relativismo cultural y los Derechos Humanos, así como es
un tema que se mantiene en constante evolución y discusión.
Antes de responder a estas interrogantes, debemos de conocer el concepto de
universalismo, que Rita Borco y Gisela Bulanikia exponen como
Defensores de los derechos humanos (...), argumentan que éstos son derechos
inherentes a todas las personas, más allá de la cultura, la raza, el sexo, la religión, el
género. Estos derechos están presumiblemente fundados en la naturaleza humana, una
concepción occidental en sí misma, y serían universales e inalienables. Para tener
derechos humanos, según esta perspectiva, basta la condición ser humano.4
Ahora bien, teniendo claro el concepto de relativismo cultural, debemos de entender
ahora el propósito de los Derechos Humanos, el porqué de su existencia, que no está más
recordar que los Derechos Humanos no surgen en el occidente, sin embargo, documentos
como la Declaración de los Derechos del Hombre, la Carta Magna de 1215 abren paso a una
sistematización más amplia de los Derechos Humanos.
Rita Boco y Gisela Bulanikia escriben “la premisa básica de los Derechos Humanos
será, desde entonces, que cada ser humano tiene derechos inalienables que no pueden ser
negados por ningún régimen, cualquiera sea su justificación”5 Entendido esto, encontramos

2
Jack Donnelly, “Cultural Relativism and Universal Human Rights”, Human Rights
Quarterly 6, no. 4 (1984): 400, consultado 13 de septiembre, https://doi.org/10.2307/762182
3
Jack Donnelly, “Cultural Relativism and Universal Human Rights”, Human Rights
Quarterly 6, no. 4 (1984): 403, https://doi.org/10.2307/762182
4
Rita Borco y Gisela Bulanikia, “Universalismo vs. relativismo cultural: una batalla por la
definición de los derechos humanos y la discriminación”, Mediações, Londrina, No. 15,
(2002): 75, consultado 13 de septiembre 2022
5
Rita Borco y Gisela Bulanikia, “Universalismo vs. relativismo cultural: una batalla por la
definición de los derechos humanos y la discriminación”, Mediações, Londrina, No. 15,
una discrepancia real con respecto al relativismo cultural, siendo estas mutuamente
exclusivas debido a que, en casos donde en una comunidad una práctica violente un derecho
humano, el Estado debe de interferir en esta práctica para resguardar el derecho humano de la
persona, por tanto, para los relativistas, se está infringiendo y violentando su cultura al
interferir con esas prácticas. Es por ello que Rita Boco y Gisela Bulanikia se refieren a que el
problema entre los Derechos Humanos y el relativismo cultural reside en que “algunos de los
derechos de la Declaración Universal no son compatibles con la diversidad de sistemas de
valores del mundo, razón por la cuál la Declaración Universal aparece como la imposición de
un sistema de valores extranjeros a las tradiciones no occidentales”.6 Esta premisa planteada
por las autoras nos genera otra contradicción debido a que si bien nos encontramos ante un
relativismo cultural que resulta peligroso debido a que justifica y perpetúa acciones que
violenten la dignidad humana de las personas, también se percibe que algunos derechos no
toman en cuenta el pluralismo jurídico de países pluriculturales, donde el ordenamiento
jurídico predominante puede diferir con las creencias y costumbre de comunidades en
particular, esto en el caso de Costa Rica con los pueblos originarios, así como otros países
latinoamericanos y muchos más en distintos continentes del globo.
Nos encontramos ante una gran interrogante, una delgada línea entre qué tanto el
marco legal de los Derechos Humanos puede interferir en aquellas comunidades con prácticas
que pueden resultar distintas e incluso inaceptables para quienes no formamos parte de esa
esfera cultural, sin embargo, las tesis relativistas ponen por encima cualquier práctica,
independientemente de lo peligrosa que esta sea o bien, ponen sus creencias que puedan
poner en desventaja a minorías, vulnerando Derechos Humanos bajo la premisa de que la
verdad ética y moral se justifica bajo la cultura misma. Si bien es un panorama complejo,
Jack Donnelly plantea que existe un acuerdo casi universal e internacional sobre que “existen
ciertas cosas que simplemente no pueden ser legítimamente hechas a los seres humanos, sin

(2002): 76-77, consultado 13 de septiembre 2022,


https://www.researchgate.net/publication/277120268_Universalismo_vs_relativismo_cultural
_una_batalla_por_la_definicion_de_los_derechos_humanos_y_la_discriminacion
6
Rita Borco y Gisela Bulanikia, “Universalismo vs. relativismo cultural: una batalla por la
definición de los derechos humanos y la discriminación”, Mediações, Londrina, No. 15,
(2002): 78, consultado 13 de septiembre 2022,
https://www.researchgate.net/publication/277120268_Universalismo_vs_relativismo_cultural
_una_batalla_por_la_definicion_de_los_derechos_humanos_y_la_discriminacion
importar las dificultades en especificar esas cosas”,7 esto hace una delimitación más grande
que sirve de gran ayuda para discernir qué es aceptable y qué es inaceptable que una
comunidad en específico pueda practicar a otros seres humanos, en tanto de que lo
inaceptable residirá en que no se viole la dignidad humana y los Derechos Humanos de estos.
A modo de entender qué puede ser aceptable y qué puede ser inaceptable, debemos de
ejemplificar para una mayor comprensión sobre el porqué las tesis relativistas demuestran un
peligro ante la justificación y la perpetración de actos y normas que atentan contra los
Derechos Humanos.
La Declaración del Cairo
La Declaración del Cairo es un documento que ratifica los Derechos Humanos en el
Islam, con el objetivo de “proteger al ser humano de la explotación y la opresión, así como
afirmar su libertad y su derecho a una vida digna de consonancia con la Sharía Islámica”.8
Según Ali Benmakhlouf la Sharía Islámica “nos remite a la labor de interpretación
denominada ijthâd. Esto es, la reflexión llevada a cabo por jurisperitos musulmanes con miras
a “traducir” los versículos coránicos en normas jurídicas”.9
Es importante resaltar el artículo vigésimo segundo de la Declaración, en los incisos
a) y c):
a) Todo ser humano tiene derecho a la libertad de expresión, siempre y cuando no
contradiga los principios de la Sharía.
c) La información es una necesidad vital de la sociedad. Se prohíbe hacer un uso
tendencioso de ella o manipularla, o que ésta se oponga a los valores sagrados [del
Islam] o a la dignidad de los Profetas. Tampoco podrá practicarse nada cuyo objeto
sea la transgresión de los valores, la disolución de las costumbres, la corrupción, el
mal o la convulsión de la fe.10

7
Jack Donnelly, “Cultural Relativism and Universal Human Rights”, Human Rights
Quarterly 6, no. 4 (1984): 404,consultado 14 de septiembre, https://doi.org/10.2307/762182.
8
19º Conferencia Islámica de Ministros de Asuntos Exteriores, “Declaración del Cairo; 05 de
agosto de 1990”, Preámbulo, consultado 14 de septiembre, 2022,
https://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=50acbf
1c2
9
Ali Benmakhlouf, “La “charía”: qué es y qué no es”, UNESCO, abril-junio de 2017,
consultado 14 de septiembre 2022,
https://es.unesco.org/courier/abril-junio-2017/charia-que-es-y-que-no-es
10
19º Conferencia Islámica de Ministros de Asuntos Exteriores, “Declaración del Cairo; 05
de agosto de 1990”, art. Vigésimo segundo, consultado 14 de septiembre, 2022,
https://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=50acbf
1c2
Tomando en cuenta este artículo y lo que se entiende por la Sharía Islámica,
podemos observar que la Declaración del Cairo está íntimamente ligada al Islam
como religión indiscutible, los artículos citados disponen de un condicionante a la
hora de ejercer sus derechos, es decir, si bien se otorga el derecho a la libertad de
expresión, siempre van a existir ciertos parámetros que limitan este derecho, creando
una alusión de un derecho que no es resguardado en todos sus posibles contextos, ya
que si el ejercicio de la libertad de expresión se opone a la interpretación del Corán a
la norma jurídica, el artículo vigésimo segundo de una Declaración que busca “la
dignidiad del ser humano en el Islam” no sería aplicable como resguardo del derecho
a la libertad de expresión.
De igual forma, el inciso c) recae en la misma problemática del inciso a),
debido a que se hace relativo a dar o disponer de información si estas se oponen a las
creencias islámicas, toda crítica al Islam llega a ser vetada de los medios de
información, violentando nuevamente el derecho a la libertad de la expresión así
como el derecho a accesos de información transparentes.
A todo esto, la Declaración de El Cairo ha sido ratificada por 57 países, los
cuales de manera conjunta justifican la restricción de ciertos derechos como los
mencionados anteriormente por medio de que las normas de la Declaración se
interpretan por medio de la Sharía Islámica, los relativistas en su tesis indicarían que
el documento de corte teocrático es completamente válido debido a que el Islam es la
religión mayoritaria, y por ende, el Occidente debe de respetar que siga la ley
conforme a la Sharía Islámica, sin embargo, ¿qué sucede con aquellos con religión
distinta, o aquellos que buscan apoyar movimientos como el de derechos para la
comunidad LGBTQ+? El relativismo cultural al justificar este tipo de ideales,
perpetúa la persecución de aquellos que suministren información contraria a la Sharía,
así como que en países como Yemen, Irán o Arabia Saudita penalicen las relaciones
entre personas del mismo sexo con cárcel, lapidación, latigazos e incluso la pena de
muerte, violentando sin precedentes los derechos humanos de aquellos con
orientación sexual diversa.
La mutilación genital femenina
La mutilación genital femenina o en su abreviatura (MGF), es una práctica
prevalente en el continente africano, sin embargo, no está de más agregar que también
se han encontrado casos de MGF en otras comunidades del mundo. Consiste en la
mutilación parcial o total del tejido externo de la zona genital femenina, calificado en
distintos tipos dependiendo de qué tan comprometida se encuentra la vulva de la
persona. Según datos recopilados por la UNFPA, la mutilación genital femenina tiene
orígenes desde antes del nacimiento del cristianismo y del Islam, con el objetivo de
reprimir a la mujer de su sexualidad, de sus cuerpos y de transicionar a las niñas a
mujeres preparándolas para el matrimonio.
Si bien es una práctica cultural en muchas comunidades del mundo, la UNFPA
aclara que respecto a si alguien tiene derecho a interferir en tradiciones culturales
ancestrales como la MFG:
Todo niño tiene derecho a ser protegido del maltrato, en todo lugar y en todo
momento. El movimiento para erradicar la MGF —que suele tener un origen local—
pretende proteger a las niñas de sufrir un daño profundo, permanente y
completamente innecesario. Las pruebas demuestran que la mayoría de las personas
de los países afectados quieren dejar de mutilar a las niñas, y que el apoyo total a la
MGF está en declive incluso en países donde la práctica es casi universal (como
Egipto y el Sudán). Erradicar la MGF requerirá de una colaboración intensa y
prolongada por parte de todos los miembros de la sociedad, incluidas las familias y las
comunidades, los líderes religiosos y de otra índole, los medios de comunicación, los
gobiernos y la comunidad internacional.11
Bajo este contexto, entendemos que el Derecho debe intervenir en esta
práctica independientemente de si esta es una práctica ancestral que lleva siglos
realizándose, esto debido a que nos encontramos a una práctica que resulta peligrosa
no solo para la vida de millones de mujeres en su esfera física, sino que en su esfera
psicológica y emocional las afectaciones realizadas a su dignidad humana por la MGF
son inimaginables.
Es por ello que las tesis relativistas que utilicen el argumento que John J.
Tilley denomina como el argumento de la poligamia, “no importa qué tan extraña
puedan parecer para algunos, son vistas como naturales por aquellos que la practican.
¿Puede alguien decir que solo algunas de estas costumbres están bien y todas ”12 La

11
UNFPA, “Preguntas frecuentes sobre la mutilación genital femenina (MGF)”, UNFPA
última actualización julio 2020, consultado 14 de septiembre 2022,
https://www.unfpa.org/es/resources/preguntas-frecuentes-sobre-la-mutilacion-genital-femenin
a-mgf#origen
12
John J. Tilley, “Cultural Relativism,” Human Rights Quarterly 22, no. 2 (2000): 530-531,
consultado 14 de septiembre, 2022, http://www.jstor.org/stable/4489287
palabra correcta a usar es que se ha naturalizado que millones de niñas en un rango de
cero a quince años sean sometidas a la mutilación en contra de sus voluntades, pero
no implica que deba ser globalmente aceptado si implica el sufrimiento físico y
psicológico, ya que no se trata de un tema de moralidad o ética, sino un tema de salud
pública que implica a las mujeres, grupo vulnerado y discriminado que aún lucha por
la reivindicación de sus derechos, así como la niñez y su desarrollo pleno.
Es necesaria la colaboración y la defensa de los Derechos Humanos de estas
mujeres, encontrando tratados como la Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Curles Inhumanos o Degradantes y la Convención de los Derechos del Niño,
así como la intervención de otras ramas del Derecho como la Constitucional para
reformas constitucionales que busquen la protección inmediata de estas comunidades
e incluso instrumentos del Derecho Penal que busquen la penalización de estas
prácticas, sin embargo, ninguna de estas figuras serán de ayuda alguna si no se busca
la educación y concientización del resultado de esas prácticas, enfatizado por la
UNFPA y la Organización Mundial de la Salud.
Los ejemplos anteriormente presentados son una pincelada de los casos en los
que las premisas relativistas pueden resultar sumamente peligrosas al permitir la
realización de prácticas que violenten los Derechos Humanos de las personas, así
como abrir las puertas a que leyes sean interpretadas bajo leyes religiosas sumamente
estrictas que puedan debilitar Derechos Humanos y habilitar penas graves hacia
aquellos que las incumplen.
El panorama es claro, el relativismo cultural permite que las prácticas que
violenten la dignidad humana sean vistas como válidas porque no piensan en lo que
está más allá de la creencia, la costumbre y la práctica de las comunidades que las
ejercen, aquellos radicales relativistas culturales niegan que los Derechos Humanos
deben de prevalecer en todas los niveles de la sociedad, ya que estas son
construcciones pensadas exclusivamente para el Occidente y que no son compatibles
con la visión de mundo de los otros, sin embargo, la premisa es falaciosa, en el tanto
de que los Derechos Humanos han existido desde antes de Cristo con el Cilindro de
Oro, así como en la oralidad con la Carta de Manden, antecedentes históricos que
comprueban que los derechos humanos verdaderamente aplican en cualquier rincón
del mundo protegiendo los derechos de libertad, niñez, libertad religiosa y de la vida,
independientemente de cuán arraigada está su cultura en su vida cotidiana, aquellas
prácticas o creencias que verdaderamente restrinjan los Derechos Humanos de otros
no pueden ser toleradas por parte de los Estados que dicen buscar la protección de los
mismos, con esto no intento que las prácticas o creencias comunidades como las de
los pueblos autoctonos o de las zonas rurales de países del continetente africano o
asiático sean prohibidas por diferir en ciertos aspectos que el Occidente pueda
considerar como diferentes, sin embargo, debe de existir un balance de la
universalidad de los Derechos Humanos, entendiendose que no puede ser aplicable
por la diversidad de sistemas culturas existentes en el planeta Tierra, pero que deben
de existir estándares que coadyuven a que la violación de los Derechos Humanos
disminuya en la medida de lo posible en prácticas o leyes donde la dignidad humana
se vea en un claro peligro.
Me remito a concluir con una frase final de Rita Borco y Gisela Bulanikia,
“debemos tratar de comprender el contexto global antes de arrojarnos a la comodidad
de dividir al mundo en buenos y malos. En el mundo de la política y el poder, no hay
malos y buenos, sino intereses en disputa y seres humanos que sufren las
consecuencias de estas luchas”.13
Bibliografía
19º Conferencia Islámica de Ministros de Asuntos Exteriores. “Declaración del Cairo; 05 de
agosto de 1990”. Consultado 14 de septiembre, 2022,
https://www.refworld.org/cgi-bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=
50acbf1c2

Benmakhlouf, Ali. “La “charía”: qué es y qué no es”. UNESCO. Abril-junio de 2017.
Consultado 14 de septiembre 2022,
https://es.unesco.org/courier/abril-junio-2017/charia-que-es-y-que-no-es

Borco Rita y Bulanikia Gisela. “Universalismo vs. relativismo cultural: una batalla por la
definición de los derechos humanos y la discriminación”. Mediações, Londrina, No.
15, (2002): 74-91. Consultado 14 de septiembre 2022,
https://www.researchgate.net/publication/277120268_Universalismo_vs_relativismo_
13
Rita Borco y Gisela Bulanikia, “Universalismo vs. relativismo cultural: una batalla por la
definición de los derechos humanos y la discriminación”, Mediações, Londrina, No. 15,
(2002): 89, consultado 14 de septiembre 2022,
https://www.researchgate.net/publication/277120268_Universalismo_vs_relativismo_cultural
_una_batalla_por_la_definicion_de_los_derechos_humanos_y_la_discriminacion
cultural_una_batalla_por_la_definicion_de_los_derechos_humanos_y_la_discriminac
ion

Brown, Michael F. “Cultural Relativism 2.0”, Current Anthropology 49, No. 3 (2008):
363-83, consultado 13 de septiembre 2022, https://doi.org/10.1086/529261

Donnelly, Jack. “Cultural Relativism and Universal Human Rights”. Human Rights Quarterly
6, no. 4 (1984): 400-419. Consultado 14 de septiembre, 2022,
https://doi.org/10.2307/762182.

Tilley, John J. . “Cultural Relativism”. Human Rights Quarterly 22, no. 2, (2000): 501-47.
Consultado 14 de septiembre 2022, http://www.jstor.org/stable/4489287

UNFPA. “Preguntas frecuentes sobre la mutilación genital femenina (MGF)”. UNFPA.


Última actualización julio 2020. Consultado 14 de septiembre 2022,
https://www.unfpa.org/es/resources/preguntas-frecuentes-sobre-la-mutilacion-genital-
femenina-mgf#origen

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