Está en la página 1de 22

“AÑO DE LA PAZ, LA UNIDAD Y

EL DESARROLLO”
JOSE MARIA ARGUEDA ALTAMIRANO

“EL MACHISMO CÁNCER DEL PERÚ Y EL MUNDO”


Apellidos y nombres:
Guerrero Ramírez ,Geyner Duberly
Inga Berru, Carlos Augusto
Grado y sección: 5º B
Área: Comunicación
Docente:
Herrera Garboza, Pamela

Villa batanes, 08 de septiembre del 2023


DEDICATORIA
La presente monografía se la dedico a mis compañeras de
escuela para que evitemos y podamos detener el avance del
machismo y así ponerle fin a este comportamiento egoísta de
la sociedad.
Introducción
El machismo se toma como una conducta agresiva o violencia que afecta a las mujeres, según
muchas personas existe la ideología de que los hombres son superiores a las mujeres tanto
socialmente, así como físicamente y no hace mucho políticamente también, lo cual ha afectado la
convivencia social de las personas aún más las mujeres que se ven limitadas por esta ideología. Sin
embargo, aunque la sociedad sea consciente esta problemática no han hecho nada para frenarla o
hacer algo al respecto, ya pensando que esto es algo normal de tomar y que no es malo, no obstante,
los daños que ocasiona han sido desastrosos, como consecuencia de ello son los feminicidios y la
violencia que muchas mujeres y niñas sufren no solo en el país si no en todo el mundo, debido a una
ideología de superioridad.

Esta ideología perjudica a mujeres que tienen el espíritu emprendedor el cual poseen, pero el
impedimento de su pareja y el hecho de vivir en una sociedad machista impide el desarrollo de su
potencial, aunque esta realidad no afecta o no tienen mucha influencia en ciertos lugares como mi
localidad debido a que las mujeres realizan activadas de los hombres y viceversa.

Este trabajo lo realizo con la finalidad de no solo de disminuir el machismo en la sociedad si también
de desaparecerlo de la ideología de todos y el comportamiento, así como la creencia de que los
hombres pueden hacer esto y las mujeres no, así como solo las mujeres realizan aquello y los
hombres no, en los único en lo cual hace diferente tanos al hambre como a la mujer es el hecho de
traer un niño al mundo, es lo único lo cual hace diferente al hombre y la mujer.

Esta monografía tiene la finalidad de remover de los pensamientos y actitudes de la sociedad de solo
delimitar a las mujeres a ciertas cosas o tareas, que según el pensamiento solo la mujer serve para
lavar, cocinar, barrer, ser amada de casa etc. Lo cual ha afectado directamente o indirectamente a
millones de mujeres, por lo cual queremos deshacernos del cáncer de la sociedad llamado
“MACHISMO” y quitar esa ideología que desde hace mucho fue creencia.

Teniendo en cuenta que la presente monografía tendrá de 2 a 3 capítulos en el 1º trataremos que es


el machismo definición, como este se promueve, su causa que lo generan, donde se presenta más
machismo, mientras se analiza deferentes aspectos, en el 2º ver si hay Instituciones que protejan a
las víctimas de machismo, leyes que se ejercen al agresor, y como podríamos actuar, el posibles 3º
dar soluciones a ello, prevención, y las represalias que toma el gobierno o alguna institución tomadas
al agresor.
MACHISMO ENTRE LOS ESTUDIANTES DE MEDICINA PERUANOS:
FACTORES SOCIO-EDUCATIVOS RELACIONADOS EN 12 UNIVERSIDADES
PERUANAS
El sexismo siempre ha estado presente a lo largo de la historia, manifestándose con
actitudes despectivas hacia los derechos y roles de ciertos grupos, sobre todo en perjuicio
de las mujeres, que han sido ignoradas en ciertos aspectos y pasajes a lo largo de la
historia.
En América Latina, el machismo se considera una forma de sexismo, que se refiere a
creencias y expectativas con respecto al rol del varón en la sociedad y puede adoptar
actitudes extremas como los feminicidios, cuya incidencia se ha incrementado en los últimos
años, especialmente en zonas rurales. También se ha reportado este tipo de actitudes
machistas también entre estudiantes universitarios. Un estudio realizado en la Universidad
Nacional Autónoma de México informó que el 100% de las mujeres encuestadas habían
afirmado que había discriminación de género en su universidad.
Se han encontrado diversos factores que influyen en el machismo y lo intensifican; algunos
de ellos son movimientos religiosos que suelen silenciar, discriminar e «invisibilizar» a las
mujeres. Como ejemplo de ello, se ha reportado un elevado índice de machismo entre los
alumnos de colegios parroquiales, así como una fuerte asociación entre el compromiso
religioso y las actitudes negativas hacia los varones homosexuales.
Si bien se han publicado estudios en países similares a Perú, que demuestran que ser
mujer, tener una orientación homosexual y concebir ciertas creencias religiosas son factores
asociados directamente con el machismo, no se ha estudiado este tema entre los
estudiantes de Medicina peruanos, cuando es importante conocer los factores que
predisponen a esta actitud, ya que en un futuro la relación médico-paciente puede verse
afectada. Por ello el objetivo es determinar los factores asociados con el machismo entre los
estudiantes de Medicina de 12 universidades peruanas.
Variable machismo
La variable principal fue «ser machista», que se obtuvo según la escala de machismo sexual
elaborada por Díaz Rodríguez et al., la cual cuenta con un léxico entendible para toda la
población latinoamericana, además de referir un factor que explica el 98% de la varianza en
el análisis factorial confirmatorio y un cociente alfa de Cronbach de 0,91. El test consiste en
12 preguntas, con un máximo de 60 y un mínimo de 12 puntos, con el número más alto que
denota la tendencia al machismo. La alternativa fue una escala de tipo Likert del 1 al 5
(desde muy de acuerdo a muy en desacuerdo). Para generar la parte analítica, se comparó
el tercil superior (que indica un mayor grado de machismo y se tomó como indicador de
machismo) con la suma de los 2 terciles inferiores.
Religiosidad y otras variables:
El grado de religiosidad se midió con la escala breve de Francis. Dicha escala cuenta con
una estructura de dimensión única y una variable que explica el 74% de la varianza; los
datos demuestran su confiabilidad y valores correctos de consistencia interna. El test
utilizado consta de 5 preguntas que tratan de medir ciertas acciones ante divinidades
religiosas (como Dios o Jesús). La escala de Francis también dispone respuestas de tipo
Likert, similares a las ya explicadas. Aquí también se categorizó la suma de las respuestas y
la categoría de interés era la que mostraba la menor religiosidad (frente a los valores
mayores + los intermedios). La variable universidad se categorizó en: Universidad San
Martín de Porres (USMP) (con sus 2 sedes: Lima y Chiclayo), Universidad Nacional Pedro
Ruiz Gallo (UNPRG) en Chiclayo, Universidad Nacional de Piura (UNP) en Piura,
Universidad Nacional San Luis Gonzaga (UNSLG) en Ica, Universidad Peruana Cayetano
Heredia (UPCH) en Lima, Universidad Ricardo Palma (URP) en Lima, Universidad Nacional
José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC) en Huacho, Universidad Nacional San Cristóbal
de Huamanga (UNSCH) en Ayacucho, Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) en
Huancayo, Universidad Nacional de Hermilio Valdizán (UNHEVAL) en Huánuco y
Universidad Peruana Los Andes (UPLA) en Huancayo. Asimismo, otras variables analizadas
fueron el sexo y la edad (en años cumplidos).
Procedimientos
En 1º.er lugar se recolectó la lista de alumnos de 1.o a 6.o curso de las 12 facultades de
Medicina. Se seleccionó a los participantes mediante muestreo aleatorio y se procedió con
la obtención de los datos mediante una encuesta virtual realizada en la plataforma de
Google Docs.®. Para el contacto con los participantes, los autores se comunicaron con cada
uno de los seleccionados vía telefónica y por medios virtuales (correo electrónico y
Facebook®). La recolección de datos se inició entre julio y diciembre de 2016.
Análisis de los datos
En 2º.do lugar los resultados se procesaron y se tabuló los datos en el programa Microsoft
Excel (versión 2013 para Windows). Posteriormente se importó las variables escogidas de la
base primaria al programa estadístico Stata versión 11,1 (StataCorp LP; College Station,
Texas, Estados Unidos), mediante el cual se realizó los diferentes análisis estadísticos.
Primero se efectuó un análisis descriptivo de las variables categóricas, para mostrar la
frecuencia y el porcentaje de cada respuesta, pese a saberse que dichas respuestas por
separado tienen menos peso que la puntuación total, pues serviría para hacerse una idea de
la percepción de cada ítem. En el análisis variable y multivariable, se empleó los modelos
lineales generalizados, usando la familia Poisson, la función de enlace log y los modelos
robustos, y se obtuvo razones de prevalencias (RP), los intervalos de confianza del 95%
(IC95%) y los valores de p. Se consideró p < 0,05 como límite de la significación estadística.
Población del estudio
Aquellos que formaron parte de la encuesta fueron los estudiantes de las facultades de
Medicina de 12 universidades peruanas. Se incluyó las respuestas de los estudiantes de la
carrera médica que se encontraban matriculados en el semestre 2016-I, cursaban del 1.er al
6.o año de estudio y accedieron a participar voluntariamente en el estudio. Se excluyó a los
estudiantes de otras carreras y también a quienes no respondieron a las preguntas
principales del test de machismo (exclusión < 5%).
Resultados
Según la investigación de los 902 estudiantes de medicina encuestados, el 51,8% (468)
eran mujeres y el 13% (118) del total de encuestados pertenecían a la universidad nacional
de Huacho, ubicada en la región costa del país. Además, se encontró que el 29,5% (262) de
los estudiantes son machistas y el 47,2% (340), no creyentes. El 1,3 y el 6,7% de los
estudiantes están, respectivamente, muy de acuerdo y de acuerdo con la afirmación de
«que un hombre tenga su primera relación sexual con una persona que no es su pareja». El
2,1 y el 4,2% están muy de acuerdo y de acuerdo con la afirmación de «que solamente el
hombre tenga sexo antes del matrimonio» y el 1,4 y el 4,7% están muy de acuerdo y de
acuerdo con que «el hombre debe iniciar su vida sexual en la adolescencia» (tabla 1).
En el análisis variable de las preguntas de religiosidad y sexo, ser machista tuvo relación
directa con ser no creyente (RP = 1,88; IC95%, 1,48-2,40); asimismo ser mujer se asoció
negativamente con el machismo (RP = 0,34; IC95%, 0,27-0,43) (tabla 2).
En el análisis multivariable se encontró asociación entre ser machista y ser poco religioso
(RP = 1,88; IC95%, 1,47-2,40), así como ser mujer (RP = 0,35; IC95%, 0,27-0,46). De las 12
universidades evaluadas, la menos machista fue la USMP de Lima; usando esta universidad
como categoría de comparación, las universidades estadísticamente más machistas fueron
una privada de Chiclayo (= 3,63; p < 0,001), seguida de una particular en Huancayo (= 3,20;
p = 0,001), la nacional de Huancayo (= 2,79; p < 0,001) y la pública de Ica (= 2,32; p =
0,006); para todos estos cruces de variables se hizo ajuste por edad (tabla 3)
El machismo entre los estudiantes de Medicina fue de alrededor de un 30%. El enunciado
que mayor porcentaje obtuvo en la escala de machismo fue que un hombre tenga su
primera relación sexual con una persona que no es su pareja. Esto concuerda con los
resultados de un análisis sociológico hecho en España, que demuestra que al menos el 22%
de los varones han mantenido relaciones sexuales con alguien que no es su pareja.
También coincide con una investigación realizada en Colombia, que confirma que la mayoría
de los adolescentes inician su vida sexual motivados por «presión social de la
masculinidad». Ello podría explicarse por el concepto que tiene la sociedad sobre el hombre,
que lo considera como un «animal» al que se puede justificar ciertas acciones por su
«naturaleza», percepción inculcada tanto en varones como en mujeres de muchas
sociedades. Este tipo de actitudes promueve que se desarrollen y establezcan ideas
machistas, tanto en América Latina como en el Oriente, donde las actitudes machistas
incluso se normalizan. Esto lleva a cuestionar los mitos sobre la sexualidad masculina, los
cuales impulsan el fortalecimiento de una cultura machista que podría tener relación con la
violencia sexual existente, que incluso crea en las víctimas un sentido de culpa que se da
por la inadecuada justificación de ciertos actos vistos como normales por la sociedad
machista.

Bibliografía:

1. Rosenthal L, Levy SR, Militano M. Polyculturalism and sexist attitudes: Believing cultures are
dynamic relates to lower sexism. Psychol Women Q. 2014; 38:519–34.

2. Condemning violence without rejecting sexism? Exploring how young men understand intimate
partner violence in Ecuador [Internet]. Disponible en:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3380270/. Consultado 20 Nov 2017.


ACTITUDES HACIA EL MACHISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CRIANZA DE LOS
HIJOS EN VARONES Y MUJERES DE LA SIERRA
En el Perú, en la actualidad, la sociedad tradicional considera al hombre como alguien
superior a la mujer, mostrando históricamente un país donde existen actitudes machistas
arraigadas en su sociedad, su cultura y en el entorno familiar (Caballero et al, 2009, como se
citó en Arévalo, 2019). Es por ello que Bustamante (1990, como se citó en Arévalo, 2019)
define al machismo como las actitudes del hombre, donde la agrupación de leyes, normas y
características que provienen del ámbito cultural desde hace cientos de años; y tiene como
objetivo, directa o indirectamente, someter a la mujer en todos los niveles, ya sea social,
económico, laboral o afectivo. Sé añade lo encontrado por el Instituto de la Opinión Pública
de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2014). En su estudio acerca de los valores
familiares de crianza, encontró que, en un 67% de las familias peruanas, aún predominan
los valores tradicionales como la aprobación del autoritarismo de la figura paterna en las
decisiones familiares. Por lo expuesto, es necesario determinar la influencia de las actitudes
hacia el machismo en la crianza de los hijos de mujeres y varones, de 18 años a más, de
diferentes departamentos de la sierra del Perú, debido a que ambas variables tienen una
relación de causalidad, ya que se considera a la familia como el lugar donde se adquiere la
primera información del entorno, el lugar donde se inician las primeras relaciones afectivas y
donde se adquieren normas fundamentales para la vida en sociedad (Rodríguez, 2012
como se citó en Izquierdo, 2019).
Planteamiento del problema
A nivel mundial, nacional y local, las actitudes machistas están presentes en nuestra
sociedad y en nuestro entorno familiar. Se considera que el machismo incluye las actitudes
del hombre, donde las leyes, normas y características que proceden del ámbito cultural
tienen como objetivo producir, conservar y subsistir el someter a la mujer en todos los
niveles, social, laboral. afectivo (Bustamante, 1990, como se citó en Izquierdo, 2019). A
partir de lo descrito se puede decir que las actitudes machistas forman parte de un problema
psicosocial crítico, producto de un sistema patriarcal, que a lo largo de los años las formas
de manifestarse, aunque se han ido modificando, mantienen sus características principales.
La Organización de Naciones Unidas (ONU, 2020) señaló que, a pesar de los años, el
progreso en cuanto a la igualdad de género, aún mantiene una marcada diferencia tanto en
la esfera jurídica como en la social es decir que, en la actualidad, aún perduran las actitudes
machistas, siendo una de las causas de la violencia de género.
Como se va describiendo en la problemática las actitudes machistas aún perduran en el
ámbito familiar y social, es por ello la importancia de identificar las consecuencias que deja
en la persona, familia y sociedad. Según letona (2014) nos manifiesta algunas
consecuencias. Primero a nivel personal, genera un bajo autoestima, ya que logra que
pierdas la confianza y aumenten tus inseguridades acerca del valor que tienes como
persona. A nivel familiar, genera una desintegración familiar, generado por la ausencia del
padre o madre dentro del hogar, también se produce cuando los padres evitan los vínculos
afectivos con los hijos, muchos padres machistas se rehúsan a tener actos de afecto con
sus hijos del mismo género; genera la pobreza, el machismo afecta directamente en la
economía, debido a que los hombres se sienten autosuficientes para mantener el hogar, y
no valoran que las mujeres representan una buena fuerza de trabajo, que el machismo se
niega a ver por sus sentimientos de superioridad y las mismas mujeres son las primeras en
pensar que no son capaces de asumir ciertas obligaciones, y son las inseguridades y la
dependencia de la mujer que afecta a toda la familia y no logra sobresalir; distorsión de la
realidad, se manifiesta por la comparación que realiza la madre con sus hijos, donde
endiosa a su hijo y a la hija le menciona que es un ser débil, sin tomar en cuenta la
verdadera realidad. Otra de las consecuencias a nivel familiar es la violencia ejercida por los
esposos hacia sus mujeres, con el fin de mantener su dominancia en la familia. A nivel
social, se tiene como consecuencia el subdesarrollo, ya que se considera al machismo como
algo primitivo que no permite avanzar ni ser productivos; la delincuencia, es como una
respuesta al desacuerdo de los hijos, así también puede optar por sumarse a grupos
delictivos; y, por último, a la accesibilidad laboral, el acceso a un trabajo es más limitado en
las mujeres, que si encuentran un trabajo reciben una remuneración mínima a comparación
de los hombres. De acuerdo a lo menciona, la consecuencia más preocupante de las
actitudes machistas es la violencia, es por ello que se resalta el estudio de Oblitas (2009),
donde encontró que la violencia contra la mujer está asociada estrechamente al sistema
patriarcal o sistema machista, y eso explica el dominio, presión y represión hacia la mujer,
basada en una cultura de roles de genero establecidos por este tipo de sociedad que
justifica, imita y tolera practicas asumidas por hombres y mujeres, permitiendo la
discriminación y desigualdad que termina afectando la vida doméstica de la mujer en el
ámbito afectivo, crianza y salud, en el cumplimiento de sus roles. Según el Instituto Nacional
de Estadística e Informática (INEI, 2019) se encontró que, por parte del esposo o pareja, el
63,2% de las mujeres de 15 a 49 años sufrió de violencia familiar y el 58,9% sufrió de
violencia psicológica. La violencia psicológica en el machismo doméstico, se presenta con
más frecuencia por el control de la mujer, por ejemplo, el esposo o pareja que
constantemente humilla y maltrata a la mujer sea en el ámbito público, en privado o en
ambos.
Esta problemática tiene antecedentes en las ideas sociales y culturales de las personas. La
problemática se agrava más por los patrones culturales impartidos en la familia, y una forma
de manifestarse es mediante actitudes machistas, las cuales son aprendidas como modelos
desde la infancia (Gómez, 2017, como se citó en Huerta et al., 2021). A pesar de que
algunas sociedades han logrado superar esta problemática social, en nuestro país, en la
actualidad, aún está presente, y más si nos situamos en comunidades andinas ubicadas en
los departamentos de la sierra del Perú. En los datos del libro Los feminicidios y la violencia
contra la mujer Perú 2015 – 2018 (CEIC, 2019), se encontró que el 68,5% de mujeres en la
sierra sufrieron de violencia psicológica y /o verbal, y fueron víctimas alguna vez en su vida.
Para detener este fenómeno social, el conflicto en las familias peruanas, se vienen
realizando diversas actividades. Pero a pesar de los esfuerzos de cambios para lograr una
sociedad más equitativa, falta mucho por hacer. Es necesario, por ejemplo, la
descentralización de la información. En las regiones más alejadas de las ciudades, por falta
de accesibilidad, no se cuenta con información que ayude a sensibilizar a la población
acerca de lo equitativo que deben ser los roles masculinos y femenino. Al ser criados por
padres con actitudes machistas se genera un modelo negativo en los hijos, determinando
así, a futuro, un sistema repetido de generación en generación. Contrariamente, el generar
un cambio en la forma de criar a los hijos, por imitación, sería un avance significativo.
De allí la importancia de enfocarnos en la crianza de los hijos y el rol que cumplen los
padres. Si se sigue imitando las actitudes machistas desde la infancia, nunca se logrará
eliminar del sistema social. Para entender la importancia de la crianza Acero (2015, como se
citó en Burgos y García, 2020) caracteriza principalmente el resultado de una transmisión
transgeneracional en las formas de cuidar y educar a los hijos e hijas basada en normas y
hábitos. Específicamente, para saber criar a los hijos adecuadamente, los padres asumen
cierta presión que se vive a diario ya que, es responsabilidad de cada padre el poder
construir un ambiente sano, así como dar una buena formación a sus hijos (González, 2017
como se citó en Burgos y García, 2020). Del mismo modo, el optar por un buen estilo
crianza ayudará a los padres a inculcar buenas reglas y valores culturales a sus hijos. Las
actitudes machistas se consideran a las actitudes del hombre, donde las leyes y normas que
proceden del ámbito cultural tienen como objetivo, directa o indirectamente, producir,
conservar y subsistir el someter a la mujer en todos los niveles, social, laboral, afectivo y
procreativo (Bustamante, 1990 como se citó en Izquierdo, 2019). Es por ello la importancia
del estudio de abordar este tema debido a que las actitudes machistas están presentes en la
sociedad, siendo considerada como una causa de violencia de género (ONU, 2020).
Características del machismo
El machismo busca defender y justificar la superioridad y el dominio del hombre sobre la
mujer. Así también se toma en cuenta al contexto cultural que juega un papel importante, ya
que existen normas donde resalta la autoridad del hombre en la familia y como proveedor.
se considera a la mujer como la encargada del cuidado de su esposo y de la crianza de sus
hijos (Moral y Ramos, 2016). Las características presentes en el machismo son: la
agresividad, dominancia, valentía, promiscuidad, virilidad, sexismo, autonomía, fortaleza,
papel proveedor y restricción en la expresión emocional (Duque y Montoya, 2010, como se
citó en Uresti et al., 2017). Por otro lado, los siguientes autores explican algunas
características que determinan el machismo.
Lewis (como se citó en Arévalo, 2019) refiere que la agresividad es una de las
características más resaltantes del machismo debido a que el hombre demuestra su
masculinidad en la superioridad física, idea reforzada por la mujer que afirma sentirse más
segura con su protección. Además, el hombre se limita a manifestar sus emociones y
sentimientos. Asimismo, Duque y Montoya (2010, como se citó en Urresti et al., 2017),
mencionan que la educación y formación realizada por sociedades patriarcales influyeron en
las actitudes de dominancia y predominio del sexo masculino.
Características de la mujer en el machismo son las siguientes:
Bifani (1988, como se citó en Baldera, 2020), caracteriza que las mujeres deben ser dulces,
afectivas, intuitivas, impulsivas, frágiles, sumisas, dependientes, cobardes, tímidas,
maternales, coquetas, inseguras, sacrificadas. Y en cuanto a la moral sexual monógama
tiene que ser virgen y fiel.
Características del varón en el machismo son las siguientes:
Bifani (1988, como se citó en Baldera, 2020) añade que el varón debe ser duro, rudo, frío,
intelectual, racional, planificador, fuerte, dominante, autoritario, independiente, valiente,
protector, agresivo, paternal, estable y, en cuanto a su moral, debe ser sexual polígamo y
experto infiel. Aspectos relacionados al machismo. De acuerdo a los autores De la Cruz y
Morales (2015) consideran que el machismo presenta las siguientes características:
a) Prejuicio y machismo
Para ello los autores tomaron las ideas de Morris y Maisto (2009) quienes consideran que
los prejuicios se presentan cuando las personas comparten ciertas cualidades negativas,
opiniones desfavorables y rígidas, generando que sean incapaces de tomar en cuenta a
otras personas en su mismo nivel, y desconocen información que contradice sus creencias,
ya que les cuesta cambiar de parecer. Así también consideraron las ideas de Allport (s/f) en
la cual explica que los prejuicios presentes en el machismo toman en cuenta la teoría de la
frustración el cual puede generar enojo y hostilidad y suele pasar que las personas
oprimidas y explotadas desfogan su enojo y hostilidad con las personas más vulnerables o
con una posición baja, mediante actitudes prejuiciosas y conductas discriminatorias.
b) Sexismo
Para el sexismo también se consideraron las ideas de Sau (2000) quien expone que, en un
hogar donde está presente el patriarcado, se emplean métodos para poder mantener una
situación de inferioridad, subordinación y explotación de la mujer. Por ello, se considera al
machismo como un comportamiento y al sexismo como una estrategia.
Así también refieren a Harris y Hoffman (s/f) para considerar que el sexismo, la
discriminación y la violencia, en la actitud de los hombres hacia las mujeres. El sexismo se
basa en la discriminación de género donde los hombres dominan a las mujeres. Esta idea es
trasmitida por las familias y sociedades patriarcales que se enfocan en justificar, al interior
de la organización social, que los hombres tienen poder sobre las mujeres.
c) Estereotipos
En cuanto a los estereotipos los autores mencionan que se ejerce más fuerza dependiendo
de la cantidad de personas que los comparten, convirtiéndose en ideas difíciles de refutar, y
que pueden ser corregidas con la educación dentro del hogar. Así también basados en
López y Andrade (s/f) agregan que la condición de ser hombre conlleva a una constante
lucha por la exigencia de asumir conductas riesgosas. En la misma condición, se añade que
el hombre tiene que probar, cuando lo requiera la sociedad, ser físicamente fuerte, agresivo
y dominante. Si no cumple con las exigencias puede afectar su autoestima y entrar a un
cuadro depresivo.
Los mismos autores explican que las mujeres aceptan ser dominadas por el varón. En la
actualidad subsiste la idea tradicional de que el hombre siempre será el jefe familiar y por
otro lado, se asume que la mujer será la encargada de cuidar el hogar.
d) Relaciones de poder y género
En cuanto a las relaciones de poder se toma las ideas de Expósito y Moya (s/f) quienes
refieren que la violencia de género es un problema que se debe abordar partiendo de las
diferencias tradicionales que caracterizan a los hombres y mujeres, especialmente donde se
considera que los hombres “tienen” que dominar a las mujeres.
e) Violencia de género
Asimismo, tomaron lo propuesto por González (2009) quien manifiesta que la violencia de
género es un mecanismo de defensa del machismo, ya que se presenta cuando la
superioridad del hombre se siente amenazada o cuando la mujer se cansa de una situación
de dependencia y reacciona.
Factores que intervienen en la crianza de los hijos Es básico tener conocimiento de los
estilos parentales y su impacto en los hijos ya que los hijos están expuestos a influencias.
Para ello se consideraron algunos factores según Pacussich (2016).
Comunicación
La comunicación es necesaria en las relaciones familiares, los mensajes que se transmiten y
la forma en la que se realiza impacta directamente en los padres y en el desarrollo de sus
hijos. Si existe buena comunicación entre padres e hijos, sus relaciones también serán
buenas. Mantener la buena calidad de comunicación de padres a hijos es mantener una
buena comprensión entre padres, llevando sus actividades comunes con naturalidad y
solidaridad. Es ahí donde se fortalecen los canales de comunicación con los hijos. Pero, si la
comunicación entre los esposos se deteriora, puede generar percepciones equivocadas de
los hijos acerca de sí mismos ya que, al no sentirse escuchados, pueden sentirse
incomprendidos y terminar desconfiando del apoyo que le dan sus padres.
Para mantener una adecuada comunicación, se debe tener en cuenta el dónde, el cuándo,
el por qué y el cómo saber en qué tono hablar, qué palabras usar y de qué forma llegar al
tema. Si se cumplen estas condiciones, se habrá cumplido las actividades necesarias para
que todos los involucrados de la familia se sientan aceptados en la comunicación. Se debe
añadir que, para tener una excelente comunicación en la familia, es necesario que exista
confianza, asertividad, empatía, aceptación, comprensión y cariño entre sus integrantes.
CITA: Artazcoz, L., Garrido, A., Juárez, O., Otero, I., Pasarín, M., Pérez, K., ... & Salvador, M. (2019).
Violencia machista en el ámbito de la pareja desde una perspectiva de salud pública: marco
conceptual. Barcelona Soc, 21, 1-17.

LA ACTITUD MACHISTA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS ENTRE LOS AÑOS 2010 Y 2020


El machismo es una problemática de carácter mundial, muchas veces éste se ve reflejado
en nuestro día, a través de medios de comunicación, amigos, familia, trabajo y centros
educativos, siendo este, muchas veces propiciador de violencia que afecta tanto a las
mujeres como a los hombres, asignando roles de acuerdo a la percepción social. El objetivo
fue revisar investigaciones que se vienen dando acerca de la actitud machista y violencia a
la mujer en los últimos 10 años, tomando en cuenta 7 bases de datos. Se hizo uso de una
revisión sistemática (RS), para conocer acerca de estas investigaciones que se viene dando
a nivel mundial, A partir de este estudio, se encontró al inicio un total de 741 investigaciones
las cuales luego de aplicar los respectivos filtros se llegó a solo obtener un total de 148
investigaciones. Las principales conclusiones fueron que muchos de los estudios que se
vienen danto acerca del tema, son de naturaleza cualitativa, a través de encuestas, grupos
focales y entrevistas, y la mayoría de las investigaciones no contemplan la actitud machista
como eje central de la violencia, sino se ve a través de violencia de género, desigualdad,
violencia en la pareja y acoso sexual.
CITA: Sernaque Velásquez, F. Y. F. (2020). Violencia contra la mujer y la actitud machista
en estudiantes universitarios entre los años 2010 y 2020.

Educación en igualdad de género para prevenir la violencia machista


Estudiantes universitarios entre los años 2010 y 2020: una revisión de la literatura científica.
La violencia contra las mujeres es un fenómeno universal e histórico que afecta a las
mujeres y niñas de todas las clases sociales, tratándose de una manifestación de
desigualdad entre las mujeres y los hombres. Uno de los ámbitos privilegiados y
especialmente importantes desde donde se puede y debe prevenir es la educación.
Disponemos de un buen marco conceptual para comprender la complejidad del fenómeno,
de datos que indican la gravedad y magnitud del problema y de una normativa de obligado
cumplimiento en todos los niveles educativos, porque la igualdad también se aprende y, a
pesar de los importantes retos que tiene planteados, la coeducación deviene necesaria para
poder erradicar la violencia machista.
CITA: Moriana Mateo, G. (2017). Educación en igualdad de género para prevenir la violencia
machista. Cuestiones de género, 2017, vol. 12, num. 12, p. 167-186-186.

VIOLENCIA MACHISTA EN EL ÁMBITO DE LA PAREJA DESDE UNA PERSPECTIVA DE SALUD


PÚBLICA
El objetivo es proponer un marco conceptual para comprender la violencia machista en el
ámbito de la pareja (VMAP) y su impacto en la salud, basado en un contexto estructural que
determina normas y jerarquías de género, así como la intersección entre varios ejes de
desigualdad. La prevención de la VMAP exige un trabajo intersectorial en el que se disponga
de un marco conceptual compartido por todos los sectores implicados. Este es el primer
paso para tener una visión clara de los mecanismos mediante los que las intervenciones de
prevención primaria pueden tener éxito.
Hay varias razones para poner el foco en la VMAP. En primer lugar, es la forma de violencia
machista sobre la que hay más investigación, lo que facilita la comprensión del problema.
Desde el punto de vista de la prevención de la violencia machista, prevenir la VMAP es un
punto de partida estratégico para prevenir la violencia de manera más amplia, porque la
familia, donde se producen la gran mayoría de los actos violentos, es también uno de los
entornos donde se
configuran los hábitos y los comportamientos de las sucesivas generaciones. Además, la
VMAP comparte una serie de determinantes sociales con otros tipos de violencia machista,
especialmente en cuanto a normas y respuestas institucionales. Finalmente, la VMAP es la
forma más común de violencia machista. En términos poblacionales, supera con creces la
frecuencia de todas las otras formas de violencia en la vida de las mujeres. Centrarse en la
VMAP, pues, crea una base sólida y necesaria para prevenir otras formas de violencia
machista (Heise, 2012).
Definición de la VMAP
La VMAP se define como la violencia física, psicológica, sexual o económica ejercida contra
una mujer y perpetrada por el hombre que es o ha sido su cónyuge o por la persona que
tiene o ha tenido relaciones similares de afectividad (“Llei 5/2008 del dret de les dones a
erradicar la violencia machista” 2008). En la UE-28, las formas más comunes de violencia
física son empujar, abofetear y agarrar o tirar del pelo; las más frecuentes de violencia
psicológica consisten en el desprecio o humillación de una mujer en privado por parte su
pareja y su insistencia en saber dónde se encuentra como una forma de control (Europea
Unión Agency for Fundamental Rights - FRA, 2014).
Los marcos conceptuales en la salud pública
Hasta ahora, se ha dedicado poca atención a la prevención primaria de la VMAP, porque la
mayor parte de los recursos se destinan a la prevención secundaria (detección precoz) o
terciaria (una vez que se ha producido la agresión) (ONU mujeres, 2015). Este capítulo
adopta una perspectiva de salud pública y, por lo tanto, se centra en la prevención primaria
de la VMAP, es decir, en tratar de evitar que ocurra. El elemento fundamental de una
estrategia de prevención de la violencia machista en salud pública es identificar los
mecanismos sociales subyacentes, en lugar de centrarse en los síntomas más visibles. Esto
permite elaborar y poner a prueba enfoques eficaces que respondan a las causas originales
y, de este modo, mejoren la salud (Organización Mundial de la Salud y Escuela de Higiene y
Medicina Tropical de Londres, 2011). Así, el primer paso para la implementación de políticas
y programas de prevención de la VMAP es la formulación de un marco conceptual
compartido por todos los sectores implicados para tener una visión clara y compartida de los
mecanismos mediante los que las intervenciones de prevención primaria pueden tener éxito
(Organización Mundial de la Salud y Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres,
2011). Estos marcos, a través de representaciones gráficas, son cruciales para teorizar,
describir y explicar la distribución de las desigualdades en la salud de la población. Por lo
tanto, pueden ser extraordinariamente útiles en el abordaje de la prevención primaria de la
VMAP (Krieger, 2008).
Modelo de los determinantes sociales de la VMAP
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen,
crecen, viven, trabajan y envejecen. Estas circunstancias son el resultado de la distribución
del dinero, el poder y los recursos a escala mundial, nacional y local, que dependen
finalmente de las políticas adoptadas. Los determinantes sociales de la salud explican la
mayor parte de las desigualdades en la salud, es decir, las diferencias sistemáticas en el
estado de salud entre diferentes grupos socioeconómicos (Whitehead, 1992). En el
esquema 1 se presenta el marco conceptual de la VMAP propuesto en este capítulo, basado
en el modelo de desigualdades sociales en la salud (Ministerio de Sanidad Servicios
Sociales e Igualdad. Comisión para reducir las desigualdades sociales en salud en España,
2015) y adaptado al abordaje de la VMAP.
Patriarcado
El concepto de patriarcado se refiere a una forma de organización social, política,
económica y religiosa que se basa en la autoridad del hombre y en la dominación masculina
sobre la mujer. Implica, entre otras cosas, las estructuras de desigualdad de género en las
esferas pública y privada de la vida, y en los derechos y recursos, sustentados por
trayectorias impulsadas por el mercado, el Estado y el marco legal (Walby, 2004).
Contexto socioeconómico y político
El contexto incluye todos los mecanismos sociales y políticos que generan, configuran y
mantienen jerarquías sociales: las políticas macroeconómicas; las políticas de protección
social; el mercado de trabajo y la familia; y el marco legal y el sistema judicial. Estos factores
estructurales definen la posición socioeconómica individual dentro de jerarquías de poder,
prestigio, acceso a los recursos y discriminación.
Factores psicosociales
Relación de pareja. La VMAP es más frecuente en las relaciones de pareja con un grado
bajo de satisfacción, desacuerdos continuos y conflictos (Morrison, Ellsberg, & Bott, 2007).
Las formas de conflictos especialmente susceptibles de estar asociadas con la VMAP
derivan con frecuencia de la transgresión por parte de las mujeres de los roles de género
tradicionales o los desafíos al privilegio masculino, así como de asuntos económicos
(Jewkes, 2002). La VMAP se convierte en una forma de gestionar un conflicto o de resolver
un desacuerdo (Organización Mundial de la Salud y Escuela de Higiene y Medicina Tropical
de Londres, 2011).
Factores conductuales
Consumo de alcohol. Varios estudios han documentado la relación entre el consumo
abusivo de alcohol y la VMAP. No obstante, estos resultados deben interpretarse con
cautela, ya que las pruebas de una asociación causal entre el consumo perjudicial de
alcohol y la violencia son débiles.
Consumo de drogas ilegales. Hay evidencia de la relación entre el consumo de drogas
ilegales y la VMAP, Sin embargo, igual que con el alcohol, la relación causal no es clara. A
la complejidad de la asociación entre la adicción a sustancias y la victimización por VMAP se
suman las diferencias según las sustancias de elección, el alcance del consumo y los
riesgos adicionales que presenta el uso de múltiples sustancias (McKee & Hilton, 2017).
Violencia machista en el ámbito de la pareja Como se ha comentado antes, la VMAP es la
forma más frecuente de violencia machista. De acuerdo con una definición de violencia
machista a partir de comportamientos, en el 2011, en España, la prevalencia de violencia
machista durante el último año por parte del cónyuge o pareja actual entre mujeres de 18
años o más, convivieran o no en un mismo hogar, era de un 8,6%, mientras que un 1,1% de
las mujeres sufrieron violencia por parte de su excónyuge o expareja durante el mismo
periodo de tiempo. Entre las mujeres que sufrieron violencia por parte de su pareja actual, la
forma más habitual era la violencia psicológica de desvalorización, que afectaba a un 8 % de
las mujeres maltratadas, seguida de la violencia sexual (4,1%) de la violencia psíquica de
control, que afectaba a un 3,8% de las mujeres en pareja, La violencia física era la forma de
maltrato menos extendida (2,1%) y, particularmente, las formas más lesivas en las que hay
daño físico (1%). Hay que tener en cuenta que muchas mujeres sufrían varios tipos de
violencia.
Salud y desigualdades sociales en la salud
En 1996, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la VMAP como un problema
prioritario de salud pública (Organización Panamericana de la Salud, 2003). La VMAP se
asocia con varios problemas de salud a corto y largo plazo. La muerte por homicidio o
suicidio es la consecuencia más grave. En el 2018, 47 mujeres murieron en España como
consecuencia de la VMAP (Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e
Igualdad, 2019). Las mujeres que sufren VMAP tienen peor estado de salud general y de
salud mental (Blanco, Pilar, Ruiz Jarabo, García de Vinuesa, & Martín-García, 2004). El
estrés crónico que genera la VMAP favorece la aparición de enfermedades crónicas y
empeora las existentes, aumenta el riesgo de fracturas y golpes, de síndrome de dolor
crónico, fibromialgia, trastornos digestivos, abuso de alcohol y de otras drogas, depresión y
ansiedad, baja autoestima, estrés postraumático, inactividad física y alteraciones de la salud
sexual y reproductiva como disfunciones sexuales, enfermedades de transmisión sexual,
embarazos no deseados, complicaciones en el embarazo y trastornos del cérvix (Raya
Ortega et al., 2004).
CITA: Artazcoz, L., Garrido, A., Juárez, O., Otero, I., Pasarín, M., Pérez, K., ... & Salvador,
M. (2019). Violencia machista en el ámbito de la pareja desde una perspectiva de salud
pública: marco conceptual. Barcelona Soc, 21, 1-17.
Los Efectos del Machismo en El Desarrollo de Los Trastornos de Salud Mental
de Las Mujeres en México

Las mujeres en México viven en una sociedad patriarcal donde no tienen voz ni coraje para
hablar en contra del tratamiento abusivo en parte de los hombres en su vida. A lo largo de la
historia, las mujeres han estado asociadas con ser domésticas en una sociedad dominada
por el patriarcado. Sus responsabilidades normalmente incluyen cuidar a los niños,
quedarse en la casa, obedecer a sus maridos, sentirse atrapados y no poder escapar del
estilo de vida tradicional. En la historia de México, el machismo es el termino clásico cuando
referimos a los hombres en una sociedad que es patriarcal. Según Debra Castillo, “One
reaction to the pressures of dominant social forcé is silence” (37). Esta cita destaca la
esencia de la manera en que las mujeres manejan la opresión. Esta opresión incluye los
abusos físico y emocional. Debido al silencio, este silencio en realidad, los afecta tanto
emocional y físicamente. Específicamente, la evidencia muestra que para las mujeres que
no hablan abiertamente sobre el abuso que soportan, es más probable que desarrollen
enfermedades mentales. Estas enfermedades mentales incluyen ansiedad e incluso
depresión. Las normas culturales en México expresan resistencia a aceptar estas ideas de
que estas enfermedades mentales existen y son causadas por la violencia doméstica. Por lo
tanto, el estigma que existe en México con la negativa a aceptar que existan problemas de
salud mental, lleva a estas mujeres a vivir en opresión durante muchos años además de no
poder hablar. Este ensayo se enfoca en La Genara escrito por Rosina Conde. Este
maltratamiento y el silencio llevan a muchas mujeres a seguir enfermedades psicológicas.
El Silencio
Una respuesta es el silencio. En Talking Back, Debra Castillo cita a Octavio Paz: “how can
we agree to let her express herself when our whole way of life is a mask designed to hide our
own feelings”? (38). Esta pregunta revela exactamente lo que una mujer en México
experimenta bajo el estilo de vida machista. No se le permite hablar de cómo se siente
realmente, sino que obedece y está atrapada. La investigación sugiere que cuando un
hombre mexicano busca por chicas, generalmente buscan mujeres mexicanas que vienen
de familias tradicionales porque “traditional Mexican women will act submissively and will not
challenge the macho role” (Villereal and Cavazos 35). Esto demuestra cómo una mujer es
incapaz de ofrecer sus opiniones, o ser en contra de un hombre porque simplemente no es
como las mujeres tradicionales se componen. Esto añade al punto de que todo lo que un
hombre hace siempre es correcto y sus acciones siempre estarán justificadas. Esto
contribuye al punto de que las mujeres en esta sociedad son víctimas de abusos y opresión
donde son silenciados por el patriarcado.
Enfermedades Mentales en México
En La Genara, Rosina Conde alude a la idea que una causa posible de la anorexia y los
problemas psicológicos de Luisa es la violencia doméstica (que incluye abuso físico y
emocional) que ella sufre de su marido. Entre el 10-73% de las mujeres de México
experimentan violencia doméstica donde cerca de 38% experimentan violencia psicológica
(Orezco, Nievar and Middlemiss 751). En este estudio de 2012, investigaron el papel de la
violencia doméstica en México desde la perspectiva de los consejeros mexicanos.
Descubrieron que la violencia doméstica estaba relacionada con “in the family of origin,
religion, family values, socioeconomic status, family and government support, psychological
treatment, economic and emotional dependence, psychological effects, alcohol abuse,
cultural patterns and protection from family of origin” (764). En relación con la novela, ellos
encontraron que las mujeres más religiosas o que vinieron de familias religiosas tenían más
probabilidades de soportar la violencia porque no creían en el divorcio. Aunque Luisa en
última instancia se divorcia de su marido, su familia no creyó en el concepto de divorcio y
dejó de toda comunicación con ella. Descubrieron que la mayoría de estas víctimas carecían
de apoyo de sus familias. Lo que es más interesante es que estos investigadores
encontraron que muchas mujeres en México que experimentan violencia doméstica tienen
una visión distorsionada de la violencia (762). En particular, las mujeres creen que los
hombres que exhiben la actitud machista, se supone que abusar físicamente. Estas mujeres
demuestran que a pesar de ser insultados continuamente por sus parejas, seguirán
amándolos. Esto contribuye al desarrollo de trastornos psicológicos. El papel de la violencia
doméstica tiene efectos psicológicos en estas mujeres como “low self-esteem, depression,
insecurity, anxiety, frustration, blame, anger and introversion” (761).
Resumiendo lo mencionado una familia que vive en una sociedad patriarcal en México que,
en última instancia, contribuye al desarrollo de trastornos mentales en estas mujeres. Se
percibe que las mujeres en la sociedad mexicana viva bajo el control de los hombres. Esta
naturaleza controladora que se ve en la mayoría de estos hombres les permite hacer lo que
quieran sin sufrir ninguna consecuencia. Debido a que el machismo domina la sociedad
mexicana, estas mujeres son incapaces de decir su verdad.
En última instancia, este silencio afecta su bienestar donde se desarrolla la anorexia y es
incapaz de manejar su sufrimiento debido a que ella no es capaz de hablar libremente sobre
su situación. Estos factores no sólo contribuyen al desarrollo de los trastornos mentales,
sino que el estigma inherente que existe en México con respecto a la existencia de estos
trastornos mentales es muy aparente. Varios estudios demuestran cómo los ideales de una
sociedad machista causan la prevalencia de maltrato emocional y físico de estos hombres
hacia estas mujeres. La negación de la realidad que un hombre es la causa del sufrimiento
emocional lleva a estas mujeres a permanecer en estas situaciones infelices donde no hay
apoyo de los miembros de la familia. Como resultado, los miembros de la familia deciden no
mirar el bienestar de sus hijos, sino forzar los ideales del patriarcado.
CITA: George, T. (2018). Los Efectos del Machismo en El Desarrollo de Los Trastornos de
Salud Mental de Las Mujeres en México.
PONLE UN ALTO A AL MACHISMO

MACHISMO: TÚ TAMBIÉN PUEDES AYUDAR A COMBATIRLO SIGUIENDO ESTOS CONSEJOS


Ya sabemos cómo el machismo puede ocultarse en las situaciones que vivimos día a día
¿Qué podemos hacer para empezar a ponerle un alto? Pon en práctica estas pautas.
Lamentablemente los casos de violencia contra la mujer, como el ocurrido con Lorena
Álvarez o Micaela de Osma, se han vuelto una constante que nos recuerda innegablemente
cómo el machismo se ha escondido entre nosotros como la raíz invisible del problema.
Ya sabemos cómo el machismo puede camuflarse a nuestros ojos en las situaciones que
vivimos todos los días. Ahora nos toca ver cómo podemos combatir el machismo en nuestra
sociedad. Una tarea que, aunque es difícil, ciertamente no es imposible y es absolutamente
necesaria.
Así es cómo puedes ayudar tú a cambiar la situación. Presta atención y sigue estos
consejos para que no dejes pasar el machismo:
1. ¿Vas a decir algo y no puedes estar seguro de si aquello se podrá interpretar como
un comentario machista? Haz este rápido ejercicio mental: piensa que se lo dices a un
hombre y vé si tiene sentido. Si no lo tiene, es obvia la razón por la que no deberías decirlo.
2. Presta atención a las palabras que utilizas. Muchas veces en determinadas
combinaciones se esconde una agresión machista ¿Has pensado, por ejemplo, por qué
algunos optan por llamar ‘chica’ o ‘niña’ a una mujer cuando no lo es? ¿Qué quieren dar a
entender?
3. Evita esos lugares comunes: ¿Un niño debe comer para ser “fuerte como su padre”?
¿Una mujer se puede vestir “provocadora”? ¿Algunas mujeres “se tardan” en ser madres?
Tal vez nunca pensaste que esas frases pudieran herir a alguien: la clave está en levantarse
día a día con una mente crítica.
Tampoco olvidemos esos ‘chistes’ que han sido repetidos tantas veces que muchos hemos
dejado de verlos como lo que en verdad son: agresiones machistas ¿Crees que para una
mujer el aspecto lo es todo? ¿Que las mujeres nacen para cocinar? ¿Que no están hechas
para conducir?
4. No siempre la mejor defensa es el ataque: Si alguien te pide explicaciones porque cree
que dijiste un comentario machista no lo tomes como un ataque directo a tu persona. Casi
siempre duele admitir que estamos en un error, pero reflexionar y aprender de ellos vale la
pena.
En mi opinión “El machismo” es una variante de violencia, el cual ha afectado tanto políticamente,
socialmente y económicamente a la sociedad, no obstante, la pare mas perjudicada ha sido la parte
femenina la cual por la ideología y el pensamiento machista se vio delimitada y obstaculizada para
que llegue a un desarrollo pleno de sus capacidades.

En definitiva, con respecto a esto la mujer siempre se vio delimitad a se ama de casa, de acuerdo, con
las investigaciones en casa se pudo vivir una situación de machismo lo que genera que los niños
crezcan con mentalidades diferentes, las niñas con mentalidad de inferioridad hacia los hombres, y
los niños con una mentalidad de superioridad ante las mujeres.

En fin, la mujer tiene el potencial de lograr grandes cambios en la sociedad para un mejor desarrollo,
según una investigación las mujeres son mejores cirujanas que los hombres,

También podría gustarte