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Nombre:

Frainy leferty calderón

Matricula:

15-mpss-1-424

Docente:

LISSE MORALES PINALES

Sección:

1238E
SANTO DOMINGO, D.N

Fecha
21-07-2023
Los diferentes recursos para trabajar problema de aprendizaje.
La discalculia es un tipo de dificultad de aprendizaje relacionado con las
matemáticas, por el cual los estudiantes manifiestan dificultades para realizar cálculos
matemáticos y comprenderlos. Esta recopilación de recursos puede llevarse a la
práctica no sólo en la escuela sino también en casa. La información que incluye este
espacio trata aspectos como los referidos al sentido numérico y los signos de alerta que
informan sobre los problemas de aprendizaje relacionados con las matemáticas.
También habla de cómo se puede llevar a cabo el diagnóstico de
la discalculia y de algunos de los tratamientos desarrollados.

Ejercicios de reparto, cadenas numéricas y partición de números. Estas son las


actividades que desarrolla este recurso, que también explica en qué consiste la
discalculia y cómo afecta a los niños a la hora de estudiar matemáticas, así como
algunos de los síntomas que manifiestan: confunden números por su forma o por su
sonido, cometen fallos al realizar una serie numérica, repitiendo u omitiendo cifras, el
signo + es confundido.

Bajo el subtítulo “Dificultades e intervención en la primera etapa de la adquisición se


las competencias matemáticas”, este documento de la Consejería de Educación de la
Xunta de Galicia habla de criterios diagnósticos, habilidades que pueden verse
afectadas y puntos que hay que tener en cuenta en su evaluación. Además, indica
algunos de sus signos iniciales y las dificultades que implica para un alumno más
adelante como, por ejemplo, su dificultad para realizar estimaciones, aprender las
tablas de multiplicar, manejo de unidades de peso, tiempo, volumen o longitud… Para
intervenir, sus creadores hablan de la necesidad de emplear referentes visuales
manipulativos como objetos, plastilinas, ábacos; hojas cuadriculadas que ayuden al
estudiante a mejorar el alineamiento de los cálculos; practicar problemas sencillos; o
poner en marcha un taller de matemáticas, entre otras muchas posibilidades. Además,
indica algunos de sus signos iniciales y las dificultades que implica para un alumno más
adelante como, por ejemplo, su dificultad para realizar estimaciones, aprender las
tablas de multiplicar, manejo de unidades de peso,
tiempo, volumen o longitud… Para intervenir, sus
creadores hablan de la necesidad de emplear referentes
visuales manipulativos como objetos, plastilinas, ábacos;
hojas cuadriculadas que ayuden al estudiante a mejorar
el alineamiento de los cálculos; practicar problemas
sencillos; o poner en marcha un taller de matemáticas,
entre otras muchas posibilidades.

Repartos equitativos

Esta actividad consiste en realizar ejercicios de cálculo sencillos. Por ejemplo, se pide al
niño o niña que entregue a cada persona participante en la actividad cantidades de
algún objeto (lápices, caramelos…), con todas las posibilidades existentes de reparto. Si
hay 6 caramelos y 2 personas, que efectúe todas las combinaciones posibles; 6-0, 5-1,
2-4 y así sucesivamente.

¿Cómo afecta la discalculia al cerebro?

La discalculia se presenta como una disfunción neuronal en el surco interparietal del


cerebro. A raíz de esta disfunción se desarrolla un patrón de deterioro cognitivo, la
psicopatología de la discalculia y el insomnio infantil comparte algunos mecanismos
neurobiológicos. La discalculia suele identificarse con déficits en habilidades como: La
psicopatología del TDAH y la regulación del ciclo vigilia – sueño comparten mecanismos
neurobiológicos.

Atención focalizada (concentración): Habilidad relacionada con el patrón de deterioro


cognitivo implicado en la dislexia. El déficit estructural en esta red de conexiones
neuronales está relacionado, también, con la inhibición, afecta negativamente a la
agilidad con la que el niño se desenvuelve en las tareas matemáticas.

Atención dividida: Esta habilidad es importante ya que permite atender a dos


estímulos al mismo tiempo. Los niños con discalculia presentan problemas para
responder ágilmente a un determinado estímulo porque no son capaces de focalizar, se
despistan con estímulos irrelevantes, y se cansan fácilmente.

Memoria de trabajo: Esta habilidad cognitiva se refiere al almacenamiento temporal y


a la capacidad de manipular información para realizar tareas complejas. Las dificultades
atienden a problemas para seguir instrucciones, olvidan instrucciones y tareas,
presentan bajo nivel de motivación, recuerdos incompletos, alto nivel de distracción,
no recuerda los números y aritmética mental retardada, entre otras.

Memoria a corto plazo: Es la capacidad de poder retener en el cerebro una pequeña


cantidad de información durante un periodo breve de tiempo. Este déficit cerebral
explica la incapacidad para realizar tareas aritméticas. Las dificultades que encuentran
a la hora de ejecutar un cálculo o problemas matemáticos- Esta habilidad cognitiva está
relacionada también con la incapacidad para recordar números o tablas de multiplicar.

Habilidad de denominación: Implica la capacidad de recuperar una palabra o número


de nuestro léxico y posteriormente expresarla. Los niños con discalculia suelen tener
problemas para recordar los números porque su cerebro puede mostrar dificultades
añadidas a la hora de procesar la información y denominar conceptos.

Planificación: Bajos niveles en esta habilidad cognitiva implican dificultades a la hora


de comprender el planteamiento y dar sentido numérico al ejercicio. Esta incapacidad
de anticipación impide ejecutar la tarea de forma correcta.

Velocidad de procesamiento: Se corresponde con el tiempo que tarda nuestro cerebro


en recibir una información (un número, una operación matemática, un problema…),
entenderla y responder a ella. Los niños sin dificultades de aprendizaje realizan este
proceso de forma rápida y automática, en cambio los niños con discalculia necesitan
más tiempo y esfuerzo para procesar la información y estímulos.

Juegos y ejercicios para niños con discalculia en familia


La discalculia no es fácil de diagnosticar, la mayoría de las escuelas no tienen
implementado ningún sistema de detección precoz que permita identificar el trastorno
en el aula y ayudar a los niños con las herramientas necesarias. Por eso, muchas veces
el peso recae sobre las propias familias, que deben estar alerta, identificar los primeros
síntomas de la patología y acudir a un especialista para un diagnóstico.

Una vez que tengamos el diagnóstico, es importante motivar a los niños y mostrarles
que tienen aptitudes para otras materias y que la práctica les llevará al éxito con
paciencia y esfuerzo. Por eso es importante que trabajemos con ellos en casa, cuando
los niños tienen edad escolar se debe ayudar a visualizar las tareas de matemáticas y
darles el tiempo necesario para que acaben entendiendo el ejercicio. Aquí os
proponemos algunas actividades y juegos divertidos para que disfrutéis en familia
mientras superáis en casa la discalculia:

Cocinar juntos: Revisar con el pequeño la receta que vais a preparar y pedirle que se
encargue de preparar los ingredientes necesarios para cocinarla. Por ejemplo,
necesitamos 1/5 kg de lentejas, 3 zanahorias, 2 cebollas, 6 rodajas de chorizo…
Tenemos que trocear las verduras en 5 trozos.

Jugar con el reloj: Pedir al niño que se encargue de avisarte a una determinada hora,
celebrar juntos lo bien que lo ha hecho y lo responsable y “mayor” que es.

Ir al supermercado: Que te ayude a hacer la compra, podéis jugar a que sea


responsable de identificar el número de cosas que tenéis que comprar, identificar los
productos y cantidades en el lineal y que las introduzca él mismo en el carrito.

Consultar con él dudas sobre los precios: Si queremos ahorrar, ¿qué yogures
deberíamos coger, los que cuestan 1.00€, o estos otros que cuestan 1.30€? celebra con
él la compra tan excelente que habéis realizado juntos y lo que te ha ayudado.

Jugar a adivinar montones: Se hacen montoncitos de piedras, legumbres, o monedas y


tenéis que jugar a acertar en qué montón habrá más o menos. También podéis tratar
de adivinar cuantas piedras hay en un montón. Las contáis juntos, y quien diga el
número más aproximado gana.
Jugar a contar: Contad, por ejemplo, todos los coches rojos que veáis, contad a las
personas que os encontréis con zapatillas blancas, contad las escaleras o peldaños que
subáis.

Encontrar números: Mientras paseáis, puedes jugar con el pequeño a encontrar


números, proponle que encuentre, por ejemplo, el número “7” y lo buscáis entre los
números de las calles, en las matrículas de los coches.

Jugar a recordar teléfonos: Por ejemplo, tenéis que llamar a la abuela, pídele que se
acuerde de las tres primeras cifras y tú te encargas de recordar el resto. Llamáis juntos,
y si lo ha hecho bien lo celebráis.

Que te ayude a repartir cantidades: Si en casa somos 4, ¿cómo podemos repartir un


trozo de pastel en partes iguales?

Jugar a poner la mesa: Repartir los platos, cubiertos, vasos, servilletas y pan… Que
entienda que es importante que a cada uno le corresponda un set completo.

Jugar a las tiendas: Imaginad que el niño es el dependiente de una tienda, que elija de
entre todos los productos que tenéis en casa las cosas que él va a vender en “su
tienda” que asigne a cada una un precio y las ponéis una etiqueta. Luego, tú te haces
pasar por cliente. Con este juego, repasaréis cantidades, realizando sumas, restas,
incluso podéis manejar dinero. Es una fórmula muy divertida para pasar momentos
geniales en familia y aprender jugando.

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