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INTEGRANTES

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► Goicochea Zapata Prixylia Selene
► Huacchillo Tocto Rita
► Ojeda Gallo Jeannine Lilliam Suetlana
TEORIA DE FREUD
DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD
La teoría de la personalidad de Freud se caracteriza por ser
estructural. Los modelos que explicamos a continuación no han
de tomarse como una verdad absoluta.
Sin embargo, son herramientas de gran utilidad para poder
comprender la dinámica de la psique humana, todos están
relacionados entre sí.
Este modelo lo desarrolló Freud en su segunda tópica, publicado
en 1923 en su libro The ego and the id, destacando la separación
de la mente en tres instancias. Cada una tiene funciones diferentes
que actúan en distintos niveles de la mente, pero de manera
conjunta para formar así una estructura única de personalidad.
El Ello:
Es la parte primitiva e innata de la personalidad,
cuyo único propósito es satisfacer los impulsos
de la persona.
Representa las necesidades y los deseos más
elementales, el placer y las pulsiones.
El Yo:
Evoluciona según la edad y actúa como un
intermediario entre el Ello y el Superyó.
Representa la forma de enfrentar la realidad y sus
funciones se mueven en un registro consciente,
preconsciente e inconsciente.
El Superyó:
Representa los pensamientos morales y éticos
recibidos de la cultura, es decir, la ley y la
norma. Al igual que el Yo, el Superyó está
presente en el consciente, preconsciente e
inconsciente.
► La terminología del ELLO, EL YO y SUPER-YO :

Freud adoptó el término latinizado id (en su origen el pronombre


alemán das es que significa “ello” para referirse a la naturaleza
impersonal de esta parte de la mente) de Georg Groddeck (1922), un
médico que se había interesado en el psicoanálisis.
Los traductores de Freud convirtieron la terminología a equivalentes del
latín para conservar en la traducción al inglés el sabor técnico de los
términos.
De manera similar, los traductores de Freud convirtieron los otros
pronombres alemanes a equivalentes en latín, de modo que el alemán
simple para “yo” (Ich) se convirtió en el latín ego y el alemán para
“superyó” se convirtió en superego.

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