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SECRETARÍA DE ESTADO DE HACIENDA


DIRECCIÓN GENERAL DE TRIBUTOS
Consultas Vinculantes

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Nº de V0012-06
consulta

Órgano SG de Impuestos sobre el Consumo

Fecha salida 11/01/2006

Normativa Ley 37/1992 art. 20-uno-20º

Descripción La entidad consultante va a ceder determinados terrenos calificados como suelo urbanizable
de hechos sectorizado. La cesión de parte de dichos terrenos (10%) se efectúa para determinado
ayuntamiento, y el exceso sobre dicho diez por ciento a una sociedad municipal participada al cien
por cien por aquél.

Cuestión - Sujeción. - Exención.


planteada

Contestación 1.- En relación con las cesiones obligatorias de terrenos a los Ayuntamientos hay que tener en
completa cuenta la Resolución 2/2000, de 22 de diciembre (BOE del 6 de enero de 2001), de esta Dirección
General, que establece lo siguiente:
“La cesión gratuita de terrenos a los Ayuntamientos prevista en los artículos 14 y 18 de la Ley
6/1998, de 13 de abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones (Boletín Oficial del Estado de 14 de
abril) y en las normas que la precedieron, ha sido objeto de diversas consultas a este Centro
Directivo dirigidas a aclarar las dudas sobre el tratamiento de estas operaciones en el Impuesto
sobre el Valor Añadido. Actualmente, la doctrina mayoritaria más reciente en materia de derecho
urbanístico mantiene que, con ocasión del desarrollo del proceso urbanizador, no se produce, en
sentido estricto, una cesión de aprovechamientos urbanísticos a la Administración, sino un reparto
de los citados aprovechamientos entre los titulares de los terrenos sobre los que se desarrolla el
citado proceso y aquélla. En consecuencia, cabe inferir que la citada cesión obligatoria no supone
ninguna entrega o transmisión sujeta al impuesto, criterio que sustituye al que figuraba en anteriores
pronunciamientos de esta Dirección General.
A la par, conviene aclarar el derecho a la deducción de las cuotas soportadas por los citados
propietarios, tanto las correspondientes a la ejecución de las obras de urbanización del conjunto de
los terrenos objeto de la actuación, como del resto de cuotas soportadas relativas a la misma, sin
perjuicio de la aplicación de los demás requisitos relativos al derecho a la deducción regulados en el
Capítulo I del Título VIII de la citada Ley 37/1992.
Por último, la presente resolución se refiere a la transmisión por parte de los Ayuntamientos de los
terrenos resultantes del proceso de urbanización. Esta transmisión está, en todo caso, sujeta al
Impuesto sobre el Valor Añadido, por tratarse de terrenos que forman parte de un patrimonio
empresarial, considerando la actuación de los mismos como una actuación efectuada en el
desarrollo de una actividad empresarial dirigida a la intervención en el mercado y al objeto de evitar
las graves distorsiones de la competencia que la posible no sujeción de las mismas puede implicar.
En consecuencia con todo lo anterior, esta Dirección General considera ajustada a derecho la
siguiente resolución:
Primero. Las cesiones obligatorias de terrenos a los Ayuntamientos que se efectúen en virtud de lo
dispuesto por la Ley 6/1998, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, no constituyen entregas de
bienes ni prestaciones de servicios a los efectos del Impuesto sobre el Valor Añadido, no existiendo
por tanto ninguna operación sujeta al citado tributo por dicha cesión.
Segundo. Los propietarios de terrenos que efectúen las referidas cesiones tienen derecho a la
deducción de las cuotas soportadas por la urbanización de los terrenos incluidos en las unidades de
ejecución correspondientes, siempre que concurran las condiciones y requisitos generales que
regulan el derecho a la deducción, sin que el hecho de que efectúen las cesiones gratuitas de
terrenos a las que se refiere el número anterior perjudique en modo alguno su derecho a la
deducción.
Tercero. Los terrenos que se incorporan al patrimonio municipal en virtud de la citada cesión
obligatoria forman parte, en todo caso y sin excepción, de un patrimonio empresarial, por lo que la
posterior transmisión de los mismos habrá de considerarse efectuada por parte del Ayuntamiento
transmitente en el desarrollo de una actividad empresarial, quedando sujeta al Impuesto sobre el
Valor Añadido sin excepción.
Cuarto. Las transmisiones a que se refiere el número anterior, en cuanto tengan por objeto terrenos
edificables, bien sea por tener la condición de solares, bien por disponer de la correspondiente
licencia administrativa de edificación, quedan fuera de la exención que se regula en el artículo
20.uno.20º de la Ley 37/1992, siendo, por tanto, preceptiva la repercusión del citado tributo.
Quinto. El tipo impositivo del Impuesto sobre el Valor Añadido aplicable a las operaciones sujetas a
las que se refiere esta resolución es, sin excepción, el general del Impuesto, es decir, el 16 por
ciento.”
A este respecto, ha de tenerse en cuenta lo dispuesto por la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre
régimen del suelo y valoraciones. Así, el artículo 14, relativo a los deberes de los propietarios de
suelo urbano, señala en su apartado 2, letra c) lo siguiente:
"2. Los propietarios de terrenos de suelo urbano que carezcan de urbanización consolidada deberán
asumir los siguientes deberes:
(…)
c) Ceder obligatoria y gratuitamente a la Administración actuante el suelo correspondiente al 10 por
100 del aprovechamiento del correspondiente ámbito; este porcentaje, que tiene carácter de
máximo, podrá ser reducido por la legislación urbanística. Asimismo, esta legislación podrá reducir
la participación de la Administración actuante en las cargas de urbanización que correspondan a
dicho suelo".
A su vez, el artículo 18 de la misma Ley, relativo a los deberes de los propietarios de suelo
urbanizable , establece en su apartado 4 lo siguiente:
"4. Ceder obligatoria y gratuitamente a la Administración actuante el suelo correspondiente al 10 por
100 del aprovechamiento del sector o ámbito correspondiente; este porcentaje, que tiene carácter
de máximo, podrá ser reducido por la legislación urbanística. Asimismo, esta legislación podrá
reducir la participación de la Administración actuante en las cargas de urbanización que
correspondan a dicho suelo".
En consecuencia, las cesiones obligatorias de terrenos efectuadas por la entidad consultante a
determinado ayuntamiento, relativas al 10 por 100 del aprovechamiento del correspondiente ámbito,
que se efectúen en virtud de lo dispuesto por la Ley 6/1998, sobre Régimen del Suelo y
Valoraciones, no constituyen entregas de bienes ni prestaciones de servicios a los efectos del
Impuesto sobre el Valor Añadido, no existiendo por tanto ninguna operación sujeta al citado tributo
por dicha cesión.
Sin embargo, las cesiones de terrenos efectuadas por la entidad consultante a determinado
ayuntamiento, o a una entidad mercantil municipal participada al cien por cien por aquél, en un
porcentaje superior al 10 por 100 del aprovechamiento del correspondiente ámbito, sí que
constituye una entrega de bienes sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido.
2.- El artículo 20, apartado uno, número 20º de la Ley del Impuesto establece la exención en
operaciones interiores de las siguientes entregas:
“Las entregas de terrenos rústicos y demás que no tengan la condición de edificables, incluidas las
construcciones de cualquier naturaleza en ellos enclavadas, que sean indispensables para el
desarrollo de una explotación agraria, y los destinados exclusivamente a parques y jardines públicos
o a superficies viales de uso público.
A estos efectos, se consideran edificables los terrenos calificados como solares por la Ley sobre el
Régimen del Suelo y Ordenación Urbana y demás normas urbanísticas, así como los demás
terrenos aptos para la edificación por haber sido ésta autorizada por la correspondiente licencia
administrativa.
La exención no se extiende a las entregas de los siguientes terrenos aunque no tengan la condición
de edificables:
a) Las de terrenos urbanizados o en curso de urbanización, realizadas por el promotor de la
urbanización, excepto los destinados exclusivamente a parques y jardines públicos o a superficies
viales de uso público.
(…)”.
A estos efectos y conforme a reiterada doctrina de esta Dirección General (por todas, contestación
de 17-06-2005, Nº V1175-05) se estima que un terreno está urbanizado cuando los servicios de
urbanización se han llevado a cabo en el mismo y han sido finalizados, habiendo de considerarse el
proceso de urbanización de un terreno como aquel que comprende todas las actuaciones que se
realizan para dotar a dicho terreno de los elementos previstos por la legislación urbanística, como
acceso rodado, abastecimiento y evacuación de agua, suministro de energía eléctrica, etc., para
servir a la edificación que sobre ellos exista o vaya a existir, ya sea para viviendas, otros locales o
edificaciones de carácter industrial.
Por ello, el concepto de urbanización excluye todos aquellos estadios previos que, si bien son
necesarios para llevar a cabo las labores de urbanización, no responden estrictamente a la
definición indicada: no se considera en curso de urbanización un terreno respecto del que se han
realizado estudios o trámites administrativos, en tanto a dicho terreno no se le empiece a dotar de
los elementos que lo convierten en urbanizado.
Conforme a todo lo indicado, esta Dirección General viene considerando que un terreno no estará
en curso de urbanización a efectos del Impuesto sobre el Valor Añadido hasta que se haya iniciado
sobre el mismo la ejecución de las obras de urbanización, es decir, hasta que comience la última de
las fases señaladas.
Este mismo criterio es el que establece el Tribunal Supremo en sentencias de fechas 11 de octubre
y 8 de noviembre de 2004. Esta última señala, en su Fundamento de derecho tercero, lo siguiente:
“(…) Es verdad, por tanto, que la cuestión giraba entonces y ahora entorno a la interpretación y
aplicación del artículo 8.1.20 a) LIVA, pero el debate no se plantea en los términos que se deducen
del motivo de casación analizado. No se trata, como entiende la recurrente, de determinar el
concepto de promotor de la urbanización a los efectos de dicho precepto. O, dicho de otra forma,
aunque en la resolución del TEAC se hace referencia a que la entidad transmitente “Investdorm,
S.A.” no tenía la condición de promotor ya que no quedaba acreditado que hubiera efectuado obra
alguna conducente a la producción de suelo edificable, es lo cierto que la sentencia objeto del
presente recurso de casación no parte de la existencia de unos terrenos urbanizados o en curso de
urbanización debiendo determinarse si quien realiza ésta merece o no la consideración de promotor,
a los efectos de la sujeción o exención al I.V.A. de la transmisión del terreno sino que el Tribunal a
quo atiende más bien al dato fáctico, que considera probado, consistente en que “en dichos terrenos
[los objeto de la transmisión] en el momento de la compra por Jahara, S.A. no había edificación
alguna”.
Así planteada la cuestión, ha de tenerse en cuenta que el referido precepto no contiene una
interpretación auténtica, ni siquiera por remisión, de lo que, a efectos de la exención del I.V.A., ha de
entenderse por “terrenos urbanizados o en curso de urbanización”. Pero sí existe una noción o
interpretación judicial de los mismos, reiterada en pronunciamientos de instancia y acogida por esta
Sala, según la cual se trata de expresiones con sentido diferente al estrictamente jurídico, de
manera que sólo merecen tal consideración aquellos terrenos en los que existen operaciones
materiales de transformación física de los terrenos.”
En consecuencia, considerando que en el escrito de consulta se informa de que los terrenos objeto
de cesión están en la actualidad calificados como suelo urbanizable sectorizado, parte de los
cuales son objeto de cesión por la entidad consultante superando el porcentaje del 10 por ciento
obligatorio, ha de concluirse que la entrega de aquellos constituirá una operación sujeta al Impuesto
al realizarse por un empresario o profesional y, en su caso, exenta del mismo, conforme a lo
dispuesto por el artículo 20.uno, número 20º de la Ley 37/1992, de concurrir las circunstancias
expuestas en los párrafos precedentes de esta contestación.
3.- Lo que comunico a Vd. con efectos vinculantes, conforme a lo dispuesto en el apartado 1 del
artículo 89 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria.

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