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JURISPRUDENCIA DE LOS DRYVERS

La jurisprudencia es contradictoria en la relación laboral de los drivers tal como


a continuación
El Tribunal Británico reconoce la existencia de una relación laboral de un grupo
de trabajadores que prestaban servicios para Uber. El fallo se fundamentó en la
calificación de un conjunto de indicios que apuntaban a la existencia de una
relación laboral entre ambas partes. Así, quedaba claro que Uber reclutaba a
los conductores, inducía a que aceptaran las carreras, determinaba las rutas de
los conductores, controlaba la información de los clientes; entre otros
fundamentos
La sentencia del Juzgado N° 39 de lo Social de Madrid, Sentecia N°
284/2018, declaró la inexistencia de una prestación subordinada de labores
entre la trabajadora y Glovo, considerando que la demandante no se
encontraba sujeta a una jornada laboral ni contaba con horario; la empresa no
tenía dominio completo de la actividad de la trabajadora; las herramientas de
trabajo (moto y teléfono móvil) eran de propiedad del trabajador; la retribución
que percibía por los servicios dependía directamente de la cantidad de recados
que este haga; entre otros fundamentos. De tal manera que en uno de sus
considerados prescribió: La prestación de servicios desarrollada se acomoda a
las características descritas, pues no tenía trabajadores a su servicio, no
ejecutaba su actividad de forma indiferenciada con otros trabajadores por
cuenta ajena de la demandada, disponía de la infraestructura y material
necesarios para el ejercicio de su actividad (moto y teléfono móvil),
desarrollaba su actividad con criterios organizativos propios (escogiendo la
franja horaria, los servicios a realizar, la ruta a seguir, y los periodos de
descanso, sin tener que justificar sus ausencias), recibía ciertas indicaciones
técnicas de la demandada (como las relacionadas con la zona geográfica de
trabajo, la utilización de la APP de la Empresa, o la forma de realizar compras a
los clientes, utilizando una tarjeta de GLOVO), y percibía una contraprestación
económica en función del resultado de su actividad, asumiendo el riesgo y
ventura de aquélla.
En el Caso PedidosYa, El Tribunal del Trabajo de la ciudad de Concepción en
Chile confirmó que un repartidor (colaborador) de la app PedidosYa es en
realidad un trabajador y debe ser reconocido como tal. Y precisó que el
repartidor (rider) no organiza por su cuenta la actividad productiva, ni mucho
menos negocia el precio o las condiciones, ni tampoco recibe de los clientes
finales la retribución; por tanto, carece de autonomía .
En el Caso Deliveroo, en España, el Juzgado de lo Social N° 6 de Valencia de
fecha 1 junio del 2018, estableció judicialmente que los riders (repartidores)
tienen una relación laboral como asalariados en mérito: la empresa es la dueña
de la plataforma digital; geolocaliza en todo momento al colaborador (rider),
lleva un control de tiempos en los repartos, recurre a la tecnología como
instrumento de fiscalización laboral; asimismo, instruye los tiempos, fija las
tarifas, establece condiciones con los restaurantes adheridos. Por tanto, los
riders (colaboradores) son falsos autónomos, debido a que la empresa es quien
dirige y controla la actividad laboral.
La sentencia emitida por la Corte del Distrito Norte de California (caso Douglas
O’Connorcontra Uber Technologies Inc.), la rentabilidad del negocio de las
plataformas va más allá de la administración y/o suministro del aplicativo, los
principales ingresos de la plataforma (en este caso de Uber) no provienen tanto
de la distribución del software, sino de la generación de los viajes por los
conductores y, en definitiva, la actividad de la plataforma no sería viable sin el
trabajo prestado por los conductores. Por eso es que las plataformas, para
tener el control de la situación realizan las siguientes acciones:
i) Establecen unilateralmente las condiciones y términos del servicio, como si
de un contrato de adhesión se tratara (su contenido no se negocia, lo que
refleja el carácter asimétrico de la relación).
ii) Evalúan la calidad del trabajo prestado por choferes y repartidores
(indirectamente, a través de los usuarios del servicio).
iii) Pueden, sin explicación alguna, desconectarlos de la plataforma.
En relación con la presunción de laboralidad la Corte Suprema de California
en el año 2018: estableció el denominado Test ABC. En el caso Dynamex, la
Corte estableció que un prestador será independiente sólo si la contraparte a la
que se imputa la calidad de empleador demuestra que el trabajador realiza las
siguientes actividades:
a) Está libre de control y dirección sobre la forma en que se presta el servicio.
b) Realiza una actividad que está fuera del giro usual de la empresa.
c) Se dedica habitualmente de forma independiente a un oficio, ocupación o
negocio de la misma naturaleza que el trabajo realizado para la entidad.
Como se aprecia, el indicado test parte también de la base de una presunción
de laboralidad que puede ser desvirtuada, pero establece unos hechos
concretos que debe probar la parte demandada si quiere desacreditar la
naturaleza laboral de los servicios. Se distancia así de la presunción de
laboralidad de nuestra legislación, la cual sólo exige al demandante acreditar el
carácter personal de los servicios realizados para que se presuma la existencia
de una relación laboral y, más allá de trasladar la carga de la prueba de la
inexistencia de la relación laboral al demandado, no le impone a este una forma
concreta de materializar dicho ejercicio probatorio.
El Tribunal Supremo español en setiembre del 2020 (Sentencia Nº 805/2020).
Concluyo que, a partir de nuevos indicios de laboralidad, Glovo no es una
simple intermediaria entre los clientes y los riders. De forma similar al caso de
Uber, el Tribunal español justificó su decisión en los siguientes fundamentos:
a) La fijación unilateral de la remuneración y forma de pago.
b) La ajenidad de la información.
c) La ajenidad de la marca.
d) La fiscalización de los repartidores mediante GPS.
e) Las instrucciones sobre cómo prestar el servicio.
f) Los sistemas de evaluación.
La Sentencia del Tribunal Constitucional, Exp. N° 03917-2012-PA/TC, señala
que para determinar si existió una relación de trabajo encubierta entre las
partes mediante un contrato civil, este Tribunal debe evaluar si en los hechos
se presentó, en forma alternativa y no concurrente, alguno de los siguientes
rasgos de laboralidad:
a) Control sobre la prestación o la forma en que esta se ejecuta.
b) Integración de la demandante en la estructura organizacional de la
emplazada. c) Prestación ejecutada dentro de un horario determinado.
d) Prestación de cierta duración y continuidad.
f) Suministro de herramientas y materiales a la demandante para la prestación
del servicio.
g) Pago de remuneración a la demandante.
h) Reconocimiento de derechos laborales, tales como las vacaciones anuales,
las gratificaciones y los descuentos para los sistemas de pensiones de salud.
En suma, la jurisprudencia comparada y la doctrina han ido identificando un
conjunto de indicios que reflejan:
a) La unilateralidad o asimetría de la relación contractual (las condiciones y el
precio del servicio, al igual que las retribuciones de los encargos o tareas
realizados los fija la plataforma.
b) La organización y administración del negocio recae exclusivamente en la
plataforma (la marca es de la plataforma, el uso de distintivos por parte de los
repartidores y conductores para el posicionamiento de la marca, la información
de los clientes de la plataforma, o la inserción de los repartidores y conductores
en la organización de la empresa, porque sencillamente sin su trabajo no
tendría viabilidad el negocio).
c) La herramienta principal de trabajo la proporciona la plataforma (el acceso y
uso de la plataforma misma)
d) Formas de control de la actividad (sistemas de geolocalización, valoración
del servicio prestado por los clientes y elaboración de rankings a partir de ella).
e) Régimen disciplinario respecto de la misma (asignación de encargo y de
franjas horarias en función de los rankings, posibilidad de dar de baja a la
cuenta sin justificación alguna.
Todo lo dicho, en definitiva, son manifestaciones de una relación contractual de
naturaleza laboral. En consecuencia, la presencia de estos nuevos indicios de
laboralidad permitirá al juez, en un caso concreto, reconocer en el trabajo
realizado en una plataforma digital la existencia de una verdadera relación
subordinada y, como tal, amparada por el derecho del trabajo. Sin perjuicio de
ello, existen otras herramientas procesales que coadyuvan a la tutela de esta
nueva forma de trabajo como son, las cargas probatorias dinámicas y el
principio de primacía de la realidad.
BIBLIOGRAFIA
- BOZA PRÓ Guillermo. BRIONES ZEGARRA, Joaquín. (2021). Nuevas
Formas De Trabajo E Indicios De Laboralidad. A Propósito Del Trabajo
Personal Prestado A Través De Las plataformas Digitales Revista
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https://www.spdtss.org.pe/wp-content/uploads/2021/09/Laborem24-
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- TORRES CADILLO, Rosa Isabel. (2021) El Repartidor Y Una App De
Delivery: Argumentos De Una Relación Laboral. Revista de Derecho
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https://revistas.pj.gob.pe/revista/index.php/rdpt/article/download/352/513/
- Lora Álvarez German. (2020) Los Servicios por Aplicativo y el Derecho
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https://agnitio.pe/articulo/los-servicios-por-aplicativo-y-el-derecho-laboral/

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