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LA REGULACIÓN DEL RIESGO DE LAS MERCADERÍAS

1. EL RIESGO DE LAS MERCADERÍAS EN LA CONVENCIÓN

La Convención aborda el riesgo material, que se relaciona con el daño o la pérdida de


mercancías, en contraste con el riesgo contractual, que se refiere a la posibilidad de
incumplimiento y la insatisfacción del interés del acreedor.

En el ámbito más estricto del concepto de riesgo, se distinguen tres categorías: el


riesgo de la cosa (que afecta al propietario), el riesgo de la prestación (relacionado con
daños o pérdidas de mercancías desde la celebración del contrato hasta su entrega), y
el riesgo de la contraprestación (vinculado a la pérdida o daño accidental de las
mercancías después de que el riesgo se haya transferido al comprador en términos de
la obligación de pagar el precio). La Convención aborda específicamente el riesgo de la
contraprestación, mientras que las regulaciones generales se ocupan del riesgo de la
prestación.

2. EL RIESGO DE LA CONTRAPRESTACIÓN EN LA CONVENCIÓN DE VIENA

Contextualizando, producido una pérdida o deterioro de las mercancías después de


haber entregado las mercancías en un punto establecido anteriormente mencionado,
se procede a transmitirse el riesgo del vendedor al comprador, y por lo tanto este último
está obligado a pagar el precio de las mercaderías o por caso contrario podría negarse
a pagar, ejerciendo alguno de las cláusulas por “incumplimiento del vendedor”.

Según el artículo 66 de la Convención de Viena, desde que se transmite el riesgo del


vendedor al comprador y si sucede algún imprevisto que ponga en riesgo a la
mercadería, el único responsable será el comprador, dado que la transmisión del riesgo
o la entrega de la mercadería en un punto determinado es el cumplimiento de la
obligación del vendedor.

Pérdida o deterioro de mercancías: No solo debemos entender a pérdida como la


desaparición de los productos o a deterioro como un desgaste con respecto a las
mercancías, sino que también se debe tomar en cuenta a algunos hechos que eviten
que se puedan recibir las mercancías o que no se halle conformidad (deterioro) con
respecto a la recepción de mercaderías ya planteadas con anterioridad en el contrato.
Por ejemplo, realizar una compra de zapatillas originales y que al recibirlas sean
replicas A1.

Carácter accidental de la pérdida o deterioro: Siempre y cuando la pérdida o deterioro


sea “accidental”, es decir no sea causada por un agente perteneciente al vendedor y
luego de haber transmitido el riesgo al vendedor, este último tendrá de igual forma la
responsabilidad de realizar el pago por las mercancías. Para la Convención es
suficiente que se demuestre la conexión causal entre pérdida o deterioro para evitar
responsabilidades, es decir para tratar de evitar pagar por unas mercancías que no son
conformes, el comprador tendrá que investigar y comprobar que la mercadería se
encuentra así por negligencia del vendedor, de esta forma si resulta todo correcto, se
evitará el pago.

En conclusión, una vez transmitido el riesgo de mercaderías por parte del vendedor, el
comprador no se liberará de su deber de pagar el precio, a menos que demuestre que
la pérdida o deterioro fue culpa del vendedor, en cuyo caso podrá negarse a pagar el
precio y ejercer los medios jurídicos, ya sea por falta de cumplimiento (perdida) o
cumplimiento defectuoso (deterioro).

3. EL RIESGO DE LA PRESTACIÓN DEL VENDEDOR EN LA CONVENCIÓN

3.1. Definición del problema


El texto analiza la cuestión del riesgo asociado a la prestación del vendedor en el
marco de La Convención de Viena sobre Compraventa Internacional de
Mercaderías(CVCIM). Se distingue entre el riesgo de pérdida o deterioro de los
productos antes de su transferencia al comprador. Dado que la CVCIM no ofrece
soluciones específicas para esta situación, se aplican las reglas generales sobre
cumplimiento contractual. En este contexto, el vendedor sigue siendo responsable de
entregar los productos conforme al contrato inicial. Si se produce pérdida o deterioro, el
vendedor debe afrontar las consecuencias del incumplimiento. En caso contrario, el
comprador tiene derechos que varían desde la reducción del precio hasta la rescisión
del contrato, con derecho a recibir indemnización por daños, a menos que el vendedor
demuestre una causa de exoneración.
3.2. Solución jurídica al problema del "riesgo de la prestación" en la CVCIM
Los artículos 66 a 70 de la CVCIM no tratan el riesgo de la prestación antes de la
transmisión al comprador. Esta cuestión se remite a las normas generales sobre el
cumplimiento del contrato y las implicancias legales en caso de pérdida o deterioro de
las mercaderías. Para abordar este problema, es necesario distinguir entre
mercaderías específicas y fungibles. Es importante tener en cuenta que la CVCIM, a
diferencia del sistema de derecho civil, considera las mercaderías como fungibles en su
régimen jurídico normal.

3.2.1. Mercadería Específicas

En el caso de mercancías específicas en una transacción de compra y


venta, que es una situación poco común en el comercio internacional, si la
pérdida o el deterioro de las mercancías se debe a un obstáculo que está
más allá del control del vendedor, este no solo queda exento de
responsabilidad por daños, sino que también se libera de manera
definitiva de su obligación tan pronto como se compruebe que las
consecuencias del obstáculo son insuperables de manera razonable y
definitiva. Si no es así, el comprador puede exigir indemnización por
daños y otros remedios, excepto el cumplimiento específico.

3.2.2. Mercadería Fungibles

En el caso de mercancías fungibles en transacciones de compra y venta,


que es la situación más común en el comercio internacional, si estas
mercancías se pierden o se dañan, en el mejor de los casos, esto resulta
en la exoneración de responsabilidad por parte del vendedor por el retraso
en la entrega, siempre que persistan las consecuencias del impedimento
que exime de responsabilidad.

La regla general aquí es que el vendedor no queda liberado de su


obligación de suministrar las mercancías según lo acordado en el
contrato, sino que se le impone la obligación adicional de buscar un
reemplazo comercialmente razonable para las mercancías perdidas o de
reparar o reemplazar las que estén dañadas. Sin embargo, esta regla se
anula cuando, a pesar de que es objetivamente posible cumplir
específicamente con la obligación de entregar, esta posibilidad se vuelve
definitivamente insuperable según el principio de la razonabilidad.

3.3. Regulación de la identificación de las mercaderías en la CVCIM.

En la Convención de Viena sobre Compraventa Internacional de Mercaderías (CVCIM),


se destaca que la identificación de las mercaderías es crucial para determinar cuándo
se transfiere el riesgo entre el vendedor y el comprador, según los artículos 67(2) y
69(3). A diferencia de la Ley Uniforme de Compraventa Internacional (LUCI), la CVCIM
no hace distinciones entre tipos de mercaderías, requiriendo la identificación en todos
los casos.

La identificación busca aclarar cuáles mercaderías específicas están destinadas al


cumplimiento del contrato, evitando fraudes y facilitando la contratación de seguros por
parte del comprador. Hasta que las mercaderías estén identificadas, obtener un seguro
para protegerlas durante el transporte resulta difícil.
En comparación con la LUCI, donde la identificación se regula específicamente para
mercaderías genéricas, la CVCIM establece este requisito de manera general y flexible
en el artículo 67(2). La identificación es un acto unilateral del vendedor y puede
realizarse de diversas maneras, como a través de documentos de expedición o marcas
en las mercaderías, sin necesidad de aprobación por parte del comprador.

Este enfoque busca claridad y eficiencia en las transacciones internacionales,


permitiendo adaptarse a diferentes circunstancias contractuales.

3.3.1 Pérdida, o deterioro de las mercaderías identificadas anteriormente a la


transmisión del riesgo.
Se aborda la pérdida o daño de mercancías antes de que el riesgo pase al comprador
en una transacción comercial. Destaca que la identificación previa de las mercancías
no cambia su naturaleza, y el vendedor sigue siendo responsable si se pierden o dañan
antes de la transferencia del riesgo. El vendedor debe reemplazar o reparar las
mercancías independientemente de si se identificaron previamente, ya que la
identificación es una acción unilateral del vendedor.
Sin embargo, si las partes han contratado sobre mercancías fungibles y limitan la
obligación del vendedor, este solo debe entregarlas bajo ciertas condiciones
específicas, asumiendo que estas condiciones existen.

INTEGRANTES:
● López Ayala, Ana V.
● Huamán Barrera, Xiomara Iris
● Lopez Montalvo, Dayanira Brenda
● Jara Castillejo, Crhistian
● Guzman Barbarán, Eduardo Daniel
● Jara Chirinos Michael Alonso
● Jacobo Pastor, Sebastian Alexis

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