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LETRA DE CAMBIO, PAGARE, CHEQUE Y TITULOS

ELECTRONICOS O DESINCORPORADOS

1. Introducción. La actividad mercantil es, en su esencia,


actividad mediadora en el desplazamiento de bienes, derechos
o servicios de un patrimonio a otro, de un titular a otro. Dicho
de otra manera, el tráfico mercantil está destinado siempre a la
circulación de valores patrimoniales. La circulación, a su turno,
puede asumir variadas formas: se presenta cuando el titular de
un bien lo transfiere definitivamente a otra persona (cambio);
cuando sólo transfiere su goce en forma temporal (crédito),
como en el supuesto de que dicho bien pase a ser gozado
conjuntamente por dos o más titulares (asociación). Como
podemos apreciar, el cambio, el crédito y la asociación son tres
manifestaciones claras del fenómeno circulatorio que
caracteriza la actividad económico-mercantil.
En la circulación destacan hoy en día dos aspectos: la
cantidad y la velocidad. Se entiende por cantidad la suma de
valores que se transfieren en un determinado tiempo. Por
velocidad, la rapidez del movimiento de la cantidad de bie- nes
en circulación. No cabe duda de que si una misma canti- dad de
bienes se moviliza más rápido, esto es, si circula con mayor
velocidad, acrecienta el rendimiento y es generadora de mayor
riqueza. Siendo esto así, la circulación, desde el punto de vista
comercial, tiene actualmente características nuevas: es masiva
y permanente, vinculando en una cadena sin fin los factores de
la producción. Por ello es que en nues- tros días se habla de
“tráfico”, es decir, que donde un acto termina empieza otro y así
sucesivamente, tejiéndose una in- mensa red de intereses.

7
8 Ricardo Sandoval
López

Corresponde al derecho comercial regular las diferentes


formas que puede revestir la circulación de los bienes o tráfi- co
mercantil, creando las figuras, estructuras o mecanismos
jurídicos que permitan lograrlo, cautelando al mismo tiempo los
intereses en juego. Básicamente, dos son los instrumentos
jurídicos que facilitan la circulación: el contrato y los títulos de
crédito. El contrato es el primer mecanismo que aparece en el
tiempo para llevar a cabo la actividad mediadora entre un
patrimonio y otro y sigue siendo uno de los más utilizados e
importantes en la actualidad.1 La función básica del contra- to,
tanto civil como comercial, es realizar jurídicamente la
circulación de los bienes, derechos o servicios. Por esta ra- zón,
las normas reguladoras de la Teoría General del Contra- to son
comunes a los contratos civiles y comerciales; por ejemplo, en
lo relativo al acuerdo de voluntades.2 Con todo, las
codificaciones mercantiles, al tratar en general de los con-
tratos comerciales, contienen reglas especiales relativas a su
forma, prueba, interpretación, efectos, etc.
El contrato como instrumento jurídico de la circulación es
una de las instituciones más permeables a las nuevas ideas y
cambios del sistema económico. La debilitación del carác- ter
individualista y liberal del derecho comercial se manifies- ta con
mayor intensidad a propósito de los contratos.
El principio de la libertad en cuanto a la forma se ha visto
afectado por el intervencionismo estatal, que obliga a realizar
un buen número de operaciones de acuerdo a fór- mulas rígidas
preestablecidas, contrariando de esta suerte la rapidez de las
transacciones mercantiles, pero destinadas a proteger el interés
de terceros y del público en general. Por otra parte, el principio
clásico de la autonomía de la volun- tad imperante en la materia,
resulta asimismo disminuido. La

1 JEAN LIMPENS, Les Contrats en Droit Comparé, Faculté


Internationale de Droit Comparé, Strasbourg, 1967, p. 5.
2 RODRIGO URÍA, Derecho Mercantil, 18ª ed., Madrid, 1992,
Derecho Comercial 9

realidad demuestra que no es frecuente en la actualidad que el


contrato sea discutido por las partes en un plano de igual- dad
y con absoluta libertad de contratar o no. En la mayoría de los
contratos comerciales la igualdad es meramente teóri- ca, por
ocupar una de las contratantes (el empresario) una posición
económica privilegiada que le permite imponer su ley a los
clientes. La rapidez misma del tráfico mercantil im- pide la
discusión minuciosa de los contratos para adecuarlos al interés
específico que puedan tener las partes contratan- tes, lo que les
lleva a establecer contratos tipos, de contenido rígido y
predeterminado que se repite en una serie intermi- nable de
contratos iguales, en los que la voluntad de las partes juega
apenas un papel visible. En el comercio banca- rio, en el bursátil,
en el de seguros, en el de transportes, por señalar algunos, los
contratos se elaboran sobre bases unifor- mes, cuyo contenido
está determinado de antemano en cláu- sulas que rara vez
sufren modificaciones por exigencias de los clientes,
prácticamente obligados a contratar en esas con- diciones
unilaterales impuestas por el empresario.3
El título de crédito, al incorporar en su contenido una
prestación que puede exigirse al obligado a su vencimiento,
constituye un vehículo privilegiado de circulación. En efecto, el
título de crédito en cuanto a su contenido puede ser:
representativo de dinero, de mercaderías o de participación
social. En el título de crédito representativo de dinero, la
prestación consiste precisamente en pagar una suma de dine-
ro a su vencimiento. Permite, en consecuencia, realizar actos de
cambio o tráfico mercantil sin moneda, llegando así, en cierta
forma, a sustituirla. Además, como la circulación se realiza con
un documento que contiene una promesa de pago diferido, se
posterga con ello la exigibilidad de la deu- da, realizándose, en
esta forma, la función de crédito. A su turno, como esta promesa
de pago diferido está contenida

3 URÍA, op. cit., p. 561.


10 Ricardo Sandoval
López

en un documento, puede circular, como la moneda, median- te


la circulación del título que la contiene. En fin, nada impi- de que
el acreedor pueda cambiar el valor futuro que representa la
promesa de pago diferido por un valor presen- te, mediante la
operación de descuento. Así, podemos apre- ciar cómo un título
de crédito representativo de dinero cumple la función de
reemplazar a la moneda, de realizar la circula- ción con pago
diferido y de servir de base al crédito en el descuento.
En el título representativo de mercaderías la prestación
contenida en el documento permite exigir al obligado la en-
trega de determinados bienes. Entre los títulos de esta clase
figuran: la carta de porte, el conocimiento de embarque, los
certificados warrants. Lo importante es que estos títulos per-
miten, mediante la transferencia del documento, transferir las
mercaderías, sin que sea necesaria la tradición material de las
mismas, sin desplazamiento físico de ellas. Esto facilita
enormemente la circulación de los bienes, dándole al tráfico
seguridad, rapidez y certeza, evitando demoras, inconvenien-
tes de la celebración de contratos y de realizar la tradición o
entrega de los bienes, en cada caso.
Los títulos de participación social son aquellos que reco-
nocen determinados derechos, ya sea de asociado o de acree-
dor, de la entidad que los emite. Mediante el título el poseedor
puede ejercer los derechos que éste le confiere, pero puede
también cederlo, con lo cual transfiere su cuota social o par- te
de interés social, su derecho de usar conjuntamente de los
bienes sociales y otras prerrogativas de orden institucional o
pecuniario que comporta la calidad de socio. De esta suerte
también se facilita, en este plano, la circulación.
Capítulo I
TEORIA GENERAL DE LOS TITULOS DE
CREDITO

Sección I
Noción de título de crédito y elementos
característicos

2. Noción de título de crédito. Los títulos de crédito son


una de las más significativas creaciones del derecho comer- cial.
Tullio Ascarelli afirma que “si nos preguntasen cuál es la
contribución del derecho comercial a la formación de la Eco-
nomía moderna, tal vez no podríamos apuntar otra que haya
influido más típicamente en esa Economía que la institución de
los títulos de crédito”.4 Ellos se han convertido en instru-
mentos de representación y movilización de la riqueza, apor-
tando la certeza, rapidez y seguridad que requiere el tráfico
mercantil de nuestros días.
La noción de título de crédito, que corresponde a la
traducción literal de la expresión alemana Wertpapiere, evoca
un documento que no sólo acredita la existencia y contenido de
un derecho, sino que lo constituye y sirve para su transfe-
rencia. Por ello es que se dice que estos documentos incorpo-
ran o materializan un derecho en su texto. A partir de esta idea
la doctrina ha elaborado mayoritariamente una noción esen-
cial de título de crédito, que consiste en un documento transfe-
rible cuya posesión es necesaria para ejercer el derecho literal
y autónomo

4 TULLIO ASCARELLI, Teoría general de los títulos de crédito,


México, 1947,
p. 3.
Derecho Comercial 12

que en él se representa. Se trata de un concepto restringido o


estricto, afirmado por la doctrina italiana5 y acogido por las
reglas del Código Civil italiano de 1942. La jurisprudencia del
Tribunal Supremo español se ha hecho eco de esta no- ción en
una sentencia de 27 de diciembre de 1987, señalan- do que al
título-valor “conviene la definición descriptiva de documento
de un derecho literal destinado a la circulación, capaz de
atribuir de modo autónomo la titularidad del dere- cho a su
propietario y que confiere suficiente legitimación al poseedor
para recabar el cumplimiento del derecho que in- corpora”.6
Sin embargo, en la doctrina alemana ha predominado una
concepción más amplia del título de crédito, que se ha recogido
en el artículo 965 del Obligationenretch suizo de 1936, según la
cual se trata de un documento que incorpora un derecho de
carácter privado de tal forma que para su ejercicio es necesaria
la posesión del documento.7
La noción amplia de título de crédito alude a los docu-
mentos cuya tenencia es necesaria para ejercer el derecho
representado en el documento, independientemente de que el
documento sea o no también necesario para la transferen- cia
de dicho derecho.8
A falta de definiciones legales de títulos de crédito, el
empleo de la noción restringida o del concepto amplio res-

5 CÉSAR VIVANTE, Trattato di Diritto Commerciale, 5ª ed.,


Milano, 1924, vol. III, p. 123.
6 JOSÉ MARÍA DE EIZAGUIRRE, “Las imposiciones a plazo
como objeto de garantía pignoraticia. Una contribución a la
dogmática de los títulos-valo- res”. Revista de Derecho Bancario
y Bursátil, España, Nº 25, enero-marzo 1987, p. 186.
7 HENRICH BRUNNER, “Die Wertpapiere”, en el Handbuch
des deutchen Han- dels -See- und Wechselretch, dir.
Endermann, Leipzing, 1882, p. 147.
8 ALFRED HUECK y CLAUS WILHELM CANARIS, Derecho de
los títulos-valor,
Editorial Ariel S.A., Barcelona, 1988, pp. 3 y ss.
Derecho Comercial 13

ponde a los fines de funcionalidad que se quieran satisfacer con


estos instrumentos.9-10

3. Evolución histórica. Los requerimientos que planteaba


el desarrollo de la actividad mercantil dieron origen a los
títulos de crédito, que aparecen justamente cuando los meca-
nismos del derecho común que se utilizaban para la circula- ción
resultaron insuficientes para llenar las necesidades de mayor
rapidez, facilidad, certeza y seguridad. La circulación de los
bienes y derechos se realizaba mediante la cesión de créditos,
cuyas características esenciales son:
a) El acreedor cedente responde sólo de la existencia y
legitimidad del crédito;
b) Para que la cesión del crédito surta efecto respecto del
deudor cedido es necesario notificarle la transferencia del
título;
c) El crédito arrastra los posibles defectos, vicios y limita-
ciones que se hayan ido acumulando en cada una de las
transferencias; en otras palabras, se acumulan las excepcio- nes,
lo que conspira en contra de la rapidez, certeza, seguri- dad que
exige la circulación.
Otra noción que se utilizó con fines circulatorios fue la
delegación. El delegante, deudor primitivo, es reemplazado por
el delegado, nuevo deudor, respecto del delegatario, que es el
acreedor de la deuda. Este mecanismo presenta dos variantes,
según que el acreedor delegatario acepte expresamente la susti-
tución del deudor, liberando al deudor primitivo de su obliga-
ción, caso en el cual estamos en presencia de la delegación
perfecta o novación; en cambio, en la delegación imperfecta, el
acreedor delegatario no libera al deudor primitivo, quedando
subsistente la obligación originaria entre ambos,
constituyéndo-

9 JOAQUÍN GARRIGUES, Tratado de Derecho Mercantil, 7ª


edición, tomo II, p. 68.
10 GUILLERMO JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Derecho Mercantil,
Derecho Comercial 14

se el deudor delegado en un nuevo deudor junto al anterior. En


el fondo, no es otra cosa que la cesión de deuda.
Tanto la cesión de crédito como la delegación no cum- plen
hoy en forma idónea las exigencias de la circulación económica,
industrial y bancaria.
Frente a las dificultades del sistema tradicional de la cir-
culación, fue necesario crear documentos que reunieran las
siguientes características:
a) Certeza, en la existencia del crédito al tiempo de la
adquisición del instrumento jurídico. A quien se le transfiere el
crédito instrumentalizado debe tener la evidencia de que el
crédito existe de acuerdo con el sistema normativo;
b) Rapidez, en las negociaciones que se suceden en la
circulación del crédito. Nuevas formas de obtenerla o racio- nal
simplificación de las ya existentes para hacer ágil y fluido el
cambio;
c) Seguridad, en la ejecución final del título. La persona que
recibe el título tiene la certidumbre de que el crédito
documentado permanece inalterable luego de las sucesivas
transferencias.
Para superar los inconvenientes de la instrumentalización
tradicional del crédito fue necesario que se elaboraran dog-
máticamente documentos que, llevando en sí el valor econó-
mico jurídico, fuera indispensable su exhibición para ejercer los
derechos que representaban. Tales exigencias han sido
satisfechas con la creación de los títulos de crédito.
El origen de la Teoría General de los Títulos de Crédito fue,
sin duda, la aplicación y desarrollo de uno de ellos; la letra de
cambio, que motivó estudios doctrinarios y elabora- ción de
normas legales. La letra de cambio conjugaba ade- cuadamente
el aspecto teórico con el aspecto práctico de su funcionamiento
en el tráfico comercial y bancario.11 Es en

11 En este sentido: GABRIEL RIOSECO ENRÍQUEZ en


Conferencia sobre Teoría de los Títulos de Crédito, Concepción,
Derecho Comercial 15

realidad Vivante el creador de la Teoría General de los Títu- los


de Crédito contenida en su Tratado de Derecho Comercial,
editado por primera vez en 1896. El insigne jusmercantilista
italiano siguió las siguientes pautas: a) extrajo los caracteres
esenciales de la letra de cambio, que eran comunes a todos los
títulos de crédito; b) separó los elementos constitutivos de la
letra de cambio como título de crédito de aquellos otros
caracteres que le daban el rango de papel de comercio;
c) distinguió de los títulos de crédito aquellos documentos que
no contaban con los caracteres esenciales y que eran
simplemente documentos probatorios, y d) describió su for- ma
de circulación según las diversas clases de títulos de crédi- to:
nominativos, a la orden o al portador.12

4. Definición y elementos del título de crédito. La doctrina


de los autores13 define los títulos de crédito señalando que son
documentos que llevan incorporado un derecho literal y au-
tónomo que se puede ejercer por el portador legítimo contra el
deudor a la fecha de su vencimiento. De acuerdo con esta
definición, es necesaria la concurrencia de una serie de ele-
mentos que configuran la esencia de la noción definida.
El documento es necesario para dar origen al derecho, para
su conservación y disposición. “Sin él no es posible ha- cer
efectivo el derecho contra el obligado, ni transmitirlo a un
tercero, ni darlo en garantía.”14 Por lo mismo, toda opera- ción
relativa al derecho deberá consignarse en el título para que
produzca sus efectos.
El derecho consignado en el título de crédito, llamado
“derecho documental”,15 no vive por sí solo, porque desde el

12 VIVANTE, Trattato de Diritto Commerciale, Milán, 5ª ed.,


1929, t. III, Nº 951.
13 URÍA, ob. cit., Nº 726; GARRIGUES, ob. cit., p. 605; FELIPE
DE J. TENA,
Títulos de crédito, Editorial Porrúa, 3a ed., México, 1956, p. 10.
14 TENA, ob. cit., Nº 3, p. 10.
15 Ibídem.
Derecho Comercial 16

momento en que se produce su consagración en el instru-


mento, irá ligado a él dondequiera que éste vaya, corriendo su
misma suerte, expuesto a las mismas contingencias y vicisi-
tudes, a tal punto que, si el documento se destruye o se pierde,
desaparece también el derecho en él incorporado, a menos que
su propietario tome algunas medidas, las que tendremos
ocasión de señalar más adelante. En consecuen- cia, la posesión
del documento decide de modo soberano la titularidad del
derecho en él consignado. “No es un juego de palabras –ha
escrito Bolaffio– decir que la posesión del título es título de
posesión.”16 La fórmula es verdadera en el senti- do de que la
posesión del instrumento titula, funda y legiti- ma la posesión
del derecho. “Poseo el derecho porque poseo el documento.” Se
trata, pues, de un derecho causado por la cosa (el título),
derecho propten rem. Es asimismo un derecho reinhaerens,
adherido a la cosa, inmanente en ella.
Queda de manifiesto entonces la absoluta preponderan-
cia que el documento ejerce sobre el derecho contenido en él.
Sin embargo, debemos dejar constancia de que antes de
plasmar el derecho en el instrumento que lo consigna, exis- tía
ya una relación fundamental a la cual se sigue la docu- mental,
pudiendo existir entre ambas una completa identidad de
contenido económico. Pero desde el instante en que el derecho
se instrumentaliza, queda dotado de una serie de atributos de
que carecía antes, algunos de naturaleza tan propia como
extraña y de efectos tan desconcertantes que justifican las
palabras del ilustre maestro de Bolonia Tulio Ascarelli17 en
orden a que esta institución “es una de las mejores
demostraciones de la capacidad creadora de la cien- cia jurídica
de los últimos siglos”.
Por otra parte, siendo el título de crédito un instrumento
destinado a la circulación, era necesario que se le sometiera

16 TENA, ob. cit., p. 11.


17 TULIO ASCARELLI, Appunti de Diritto Commerciale.
Derecho Comercial 17

a una disciplina especial, a un mismo tiempo de rigor y de


privilegio, que fundamentalmente se propusiera afianzar en
beneficio del público, aun sacrificando a veces intereses res-
petables, la más segura y rápida transmisibilidad de estos do-
cumentos.18
En consecuencia, la relación jurídica primitiva, el dere- cho
preexistente al nacimiento del título, sufre profundas
modificaciones al perder su condición estática, para adquirir
una condición dinámica distinta de la primera. Tal variación no
se advierte con la misma claridad cuando el documento
permanece en manos del primer poseedor, teniendo el deu- dor
enfrente al sujeto de la relación primitiva o fundamental, como
cuando éste entra en circulación desplegando las ca-
racterísticas que le son propias.
Messineo19 pone de manifiesto la preponderancia del do-
cumento sobre el derecho contenido en él, distinguiendo los
títulos de crédito de los títulos ordinarios o constitutivos. A su
juicio, en los títulos ordinarios, el documento es algo acce- sorio
respecto del derecho mencionado en él; de ahí que la titularidad
del crédito (derecho) decida también la perte- nencia del
documento. Pero en materia del título de crédito
–agrega–, por el contrario, lo accesorio no es ya el documen- to
sino el derecho, en el sentido de que el derecho sobre el
documento decide la pertenencia del derecho mencionado en él
y de que la posibilidad de ejercer tal derecho depende de la
conservación del mismo instrumento.
Con mayor agudeza, yendo al fondo mismo del asunto,
Rocco20 distingue tres situaciones:
a) En la mayoría de los casos el documento desempeña una
función meramente probatoria, para acreditar la existen-

18 TENA, ob. cit., Nº 6, p. 12.


19 FRANCESCO MESSINEO, I titoli di credito, Padua, 2ª
ed., 1933, t. I, pp. 7 y 8.
20 ALFREDO ROCCO, Principios de Derecho Mercantil,
traducción española, Madrid, 1930, Nº 70.
Derecho Comercial 18

cia de la relación jurídica, pero sin tener con ella ninguna


conexión necesaria. La relación existe por sí sola con inde-
pendencia del instrumento, el que, por estar destinado a
probarla, la presupone. En consecuencia, la relación jurídica
produce todos sus efectos, aun cuando falte el documento, con
tal que pueda acreditarse de otra forma.
b) En otros casos el documento desempeña una función
más importante, uniendo a su valor probatorio el carácter de
constitutivo de la relación jurídica, condición necesaria para su
existencia; lo que ocurre en los casos en los cuales la ley exige
que la voluntad se exteriorice en forma escrita. El do- cumento
no puede faltar, porque es la forma como se mani- fiesta una
voluntad generadora del derecho. El instrumento y la relación
jurídica están en estrecha conexión, pero ésta es incompleta,
porque si bien es cierto que el documento es necesario para
generarla, subsisten sin embargo como dos entidades
separadas, en el sentido de que una vez creada la relación
jurídica, ésta vive en forma independiente del docu- mento.
c) Por último, hay situaciones en las cuales la conexión
entre el documento y la relación jurídica es no sólo originaria
sino permanente. En estos casos; no sólo no nace el derecho si
la declaración de voluntad que le dio origen no se consigna en
un documento, sino que el documento y el derecho sub- sisten
compenetrados, de tal manera que el instrumento es condición
necesaria y suficiente para atribuir el derecho. De esta suerte,
quien tiene el documento tiene a la vez el dere- cho. “Los
documentos que tienen la virtud de atribuir un derecho son,
precisamente, los títulos de crédito.”21
Esa compenetración del derecho en el título, esta objeti-
vación de la relación jurídica en el papel, es el fenómeno que en
doctrina se conoce como incorporación, rasgo caracte- rístico
de los títulos de crédito.

21 ROCCO, ob. cit., Nº 70.


Derecho Comercial 19

El concepto de incorporación criticado por Vivante22 por


su esterilidad dogmática y por Bracco23 por carecer de una
elaboración adecuada a la preeminencia que se le otorga para
explicar los caracteres de los títulos de crédito, es sin embargo
ampliamente aceptado por la doctrina de otros au- tores. Felipe
de J. Tena señala que no existe el menor peligro de que alguien
tome la expresión “derecho incorporado en el título” en su
sentido natural y propio y de que sea un elemento de confusión.
“Nadie va a creer que el derecho
–elemento ideal– pueda residir en un pedazo de papel, por- que
nadie ignora que el único sujeto posible de derecho es el
hombre.” De modo que cuando hablamos de incorporación del
derecho en un título de crédito, lo que queremos signifi- car,
sencillamente, es la “relación de necesidad” de que nos habla el
propio Bracco, en virtud de la cual el que es posee- dor de un
título es, por eso mismo, titular del derecho, y para ser titular
del derecho es preciso ser poseedor del título, conforme a un
principio que apenas si sufre excepciones. Tal metáfora, por lo
demás, como algunas otras de que se vale el lenguaje de la
ciencia, nos parece feliz, ya que lejos de oscu- recer o perturbar
la exposición de las ideas, las simplifica y aclara, lo cual depende
de que los efectos propios de la lla- mada incorporación se
producen en el terreno jurídico como si realmente existiese.24
La incorporación, que consiste en el consorcio indisolu- ble
del título con el derecho que representa, es la caracterís- tica
fundamental y primera de los títulos de crédito. Como tal ha
sido acogida por algunos ordenamientos jurídicos que definen
la noción de título de crédito, como ocurre con el artículo 5º de
la ley mexicana de Títulos y Operaciones de Crédito, que señala
que “son los documentos necesarios para

22 VIVANTE, ob. cit., t. III, Nº 923.


23 BERTO BRACCO, La legge uniforme sulla cambiale. Padua,
1935, Nº 188.
24 TENA, ob. cit., Nº 8, p. 16.
Derecho Comercial 20

ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna”. Si el título


de crédito es el documento necesario para ejercitar el derecho
que en él se consigna, es porque sin el documento no existe el
derecho, el derecho fundamental, el derecho cartolare, como
diría cualquier jurista de Italia.25 Otro tanto ocurre con el
artículo 619 del Código de Comercio de Co- lombia, de 1971, que
dice que “los títulos-valores son docu- mentos necesarios para
legitimar el ejercicio del derecho literal y autónomo que en ellos
se incorpora”. En fin, el Proyecto de Ley Uniforme sobre Títulos-
Valores para América Latina, ela- borado por el Instituto para la
Integración de América Lati- na, define los títulos-valores como
“los documentos necesarios para ejercitar el derecho literal y
autónomo que en ellos se consigna”.26

5. Estructura del título de crédito. Los elementos del título


de crédito son, fundamentalmente, dos:
–El documento en cuanto soporte material (bien mue- ble),
y
–La relación obligacional en él representada que consti-
tuye su contenido económico.
Estos dos elementos al reunirse dan origen al título de
crédito, que no solamente es la suma de ambos, sino que nace a
la vida jurídica como un ente nuevo. Entre ambos elementos
existe una especialísima vinculación; en el decir de algunos
autores, se encuentran compenetrados en un consorcio indi-
soluble. Sin embargo, a pesar de esta compenetración entre el
documento y la relación obligacional en él representada, los
elementos del título de crédito son autónomos.
a) El sustrato material: el título de crédito es una cosa
mueble. No cabe duda que pertenece a la categoría jurídica de
los bienes muebles debido a su materialidad de instrumento do-

25 TENA, ob. cit., Nº 8, p. 16.


26 Proyecto de Ley Uniforme sobre Títulos-Valores para
América Latina, INTAL-
BID, 1967, p. 19.
Derecho Comercial 21

cumental (papel). Como tal puede ser objeto de relaciones


reales: tenencia, posesión, propiedad, usufructo, puede rei-
vindicarse, como lo reconoce el artículo 82 de la Ley de Quie-
bras.
Se reafirma el carácter de cosa mueble desde el punto de
vista cartular, ya que su régimen de circulación está regulado
según esa naturaleza, con las modificaciones propias que re-
sultan de los títulos de crédito. Sin embargo, este bien mueble
que es el título de crédito se sujeta a un régimen específico que
atiende a una serie de connotaciones propias de los títu- los de
crédito, entre las cuales se puede señalar que prevalece el valor
intrínseco o representativo por sobre el valor extrínse- co, que
es nulo; el intercambio mutuo de características pro- pias que
opera entre los elementos estructurales del título de crédito no
aparece en las cosas muebles por naturaleza; la simplificación
de las formalidades en la transferencia del título que habilitan
al adquirente para ejercer los derechos.
El fundamento de esta falta de identidad absoluta entre el
título de crédito cosa mueble y las cosas muebles por natu-
raleza radica en que el primero está estructurado para circu- lar,
esto es, para facilitar el desplazamiento del crédito de portador
en portador.
Desde el punto de vista material, el título de crédito es un
documento. En este instrumento escrito el sujeto firman- te ha
incorporado representativamente una declaración de voluntad
con contenido económico. Para el derecho tal ins- trumento es
considerado un documento en cuanto acredita la existencia de
un hecho que puede producir consecuencias jurídicas. De esta
suerte, el valor jurídico del documento está representado por su
aptitud probatoria. Con todo, además de esa función probatoria,
el título de crédito juega un rol constitutivo. Los derechos no
nacen si la voluntad no se ex- presa según las formas previstas
para el otorgamiento del título. Además de la función probatoria
(acreditar un he- cho), constitutiva (el documento es esencial
para que nazca la obligación), el título de crédito tiene una
función disposi-
Derecho Comercial 22

tiva, en el sentido de que el instrumento es necesario para


disponer del derecho a que él se refiere. La aptitud probato- ria
existe, pero resulta absorbida por la función constitutiva y la
dispositiva, que permiten adquirir, ejercer y disponer del
derecho representado en el documento.
b) La declaración documental. El título de crédito contiene
una declaración documental con valor económico. La decla-
ración documental puede estudiarse como fuente de obliga-
ción y como representación documental.
Desde el punto de vista de la fuente de obligación, se trata
de una declaración unilateral que da nacimiento a un vínculo
jurídico obligacional. La promesa unilateral conteni- da en el
documento tiene las siguientes características: es una
declaración documental no recepticia, en el sentido de que no
depende de la voluntad del sujeto a quien se dirige; es
incondicionada, en cuanto a que su exigibilidad no está sujeta a
contraprestación por parte de quien favorece; es irre- vocable,
ya que una vez formulada el declarante no puede revocarla; y es
vinculante, en orden a que obliga a cumplir la prestación
correspondiente. No obsta para reconocer el ca- rácter
vinculante de la declaración documental el hecho de que el
portador deba cumplir determinadas actividades, que la
doctrina denomina “cargas”, pues el cumplimiento de ta- les
diligencias no dice relación con la existencia de la obliga- ción,
sino que se refiere a ciertos resguardos instrumentales
impuestos para asegurar la fácil, rápida y segura comproba-
ción de su circulación.
La declaración documental en cuanto representación do-
cumental contiene un vínculo representado que tiene la natu-
raleza de un crédito, esto es, un derecho a exigir una prestación
con contenido económico, como: pagar una suma de dinero,
entregar ciertas mercaderías, disponer de ciertos derechos o
prerrogativas. Los elementos del derecho representado jurídi-
camente considerados son una deuda y un crédito.
El documento es una cosa representativa de un hecho, por
lo general de una declaración. El título de crédito es un
Derecho Comercial 23

documento representativo de un derecho de crédito. Tal es la


naturaleza de la declaración documental en tanto repre-
sentación documental.

6. Vinculación de los elementos de la estructura del título.


La conexión entre el sustrato material y el elemento obligacio-
nal tiene características muy particulares y, además, genera
un mutuo intercambio de rasgos y de efectos recíprocos.
El elemento material, en tanto instrumento, cuando se le
incorpora la declaración de voluntad con contenido econó-
mico, pasa a ser un documento constitutivo, toda vez que se
convierte jurídicamente en condición necesaria para la exis-
tencia y el ejercicio del derecho en él representado.
El elemento voluntario, esto es la declaración de voluntad
obligacional, cuando se representa en un documento, da ori-
gen a un derecho de naturaleza documental (diritto cartolare).
Este mutuo intercambio se ha conceptuado como una
recíproca compenetración entre el documento y el derecho, que
da nacimiento a un ente jurídico distinto: el título de crédito.
Esta vinculación de elementos estructurales se deno- mina
también “conexión permanente” o “consorcio indisolu- ble”.
Asimismo, este fenómeno jurídico de la vinculación entre el
sustrato material y el elemento voluntario se ha tratado de
explicar a través de la llamada “doctrina de la incorpora- ción”,
según la cual el derecho se incorpora o se fusiona con el
documento, idea que no compartimos, porque los elemen- tos
no obstante estar unidos mantienen su autonomía con- ceptual.

7. Autonomía conceptual de los elementos estructurales


del título. La recíproca compenetración del documento y el
derecho no debe magnificarse, pues éstos no llegan a
fusionarse de modo que pierdan su autonomía conceptual. En
otros términos, el documento y el derecho no desaparecen en
su individualidad. Sentada la premisa anterior, es preciso
explicar en qué consiste el mantenimiento de la
individualidad de los elemen-
Derecho Comercial 24

tos estructurales del título de crédito. El documento sólo pue-


de transferirse con voluntad del tradente mediante la entrega
del mismo, por lo que este traspaso siempre es a título derivati-
vo. En cambio, el derecho representado o conectado en el
documento es objeto de transferencia originaria, puesto que no
se requiere voluntad alguna para traspasarlo; el derecho nace
nuevo para cada sujeto que reciba el documento.
También se pone de manifiesto esta autonomía concep- tual
de los elementos propios del título en aquellas hipótesis legales
que autorizan desligarlos o romper el consorcio indi- soluble,
como ocurre en los casos de extravío, hurto o robo, en los cuales,
cumplidas ciertas formalidades legales, el docu- mento pierde
su contenido económico o declaración obliga- cional.

8. Concepto de legitimación. Siendo los títulos de crédito


documentos necesarios para legitimar el ejercicio del dere-
cho literal y autónomo incorporado en ellos, no basta con
adquirir su posesión de cualquier modo para hacerlos efec-
tivos, sino que es necesario obtenerla según sus propias nor-
mas de circulación, que son diferentes según se trate de títulos
nominativos, a la orden o al portador. La posesión del título
adquirida en tal forma permite al portador ejerci- tar su
derecho contra el deudor y asegura a este último su liberación
definitiva mediante el cumplimiento de la presta- ción a la fecha
de su vencimiento. Adquirida la posesión del título conforme a
sus reglas de circulación, se producen los efectos indicados
tanto a favor del portador como del deu- dor. Esta doble
función que desempeña el título de crédito adquirido
legalmente se conoce en doctrina con el nombre de
legitimación.
La legitimación consiste, por lo tanto, en “la propiedad
que tiene el título de crédito de facultar a quien lo posee, según
la ley de su circulación, para exigir del suscriptor el pago de la
prestación consignada en el título y de autorizar al segundo
para pagar válidamente su obligación, cumplién-
Derecho Comercial 25

dola en favor del primero”.27 el acreedor se legitima exhi-


biendo el título; si carece de él por cualquier causa, nada podrá
hacer para legitimarse aunque realmente sea propieta- rio del
título y aunque por otros medios pudiera demostrar
plenamente su carácter de tal y el hecho de la pérdida de la
posesión. La legitimación es, desde este punto de vista, una
carga para el acreedor, pero al mismo tiempo, y fundamen-
talmente, una gran prerrogativa, porque para justificar su
derecho y ponerse en aptitud para ejercitarlo, en una pala- bra
para quedar legitimado, le basta con exhibir el título, sin que sea
necesario demostrar que es propietario del mismo y, por
consiguiente, titular del derecho que lleva incorporado. Podrá
no serlo, en el fondo; podrá existir en su favor una apariencia, la
apariencia que resulta de haber llegado el títu- lo a sus manos
por el camino que la ley ha trazado para su circulación. Eso nada
importa. Aquí la apariencia vale más que la realidad, la
legitimación más que el derecho, y para emplear una
terminología usada por Vivante, la propiedad formal vale más
que la propiedad material. La apariencia ha sido elevada al
rango de la esencia misma.28
Como puede apreciarse, la legitimación está dominada por
el dogma de la apariencia jurídica. La posesión del título
engendra apariencia de titularidad del derecho, y con el fin de
favorecer la circulación se libera al poseedor de demos- trar que
es titular del crédito. La apariencia actúa así tanto en favor del
tenedor como respecto del obligado. A este últi- mo se le libera
de la deuda si paga en favor de quien tiene la apariencia, aunque
no sea el verdadero titular del derecho; al tenedor le exime de
demostrar su condición de acreedor y es el deudor quien tendrá
que demostrar que el poseedor no tiene derecho de recibir la
prestación para negar válidamen- te el pago. Pero sería
peligroso extender al máximo los efec-

27 TENA, ob. cit., Nº 12, p. 19.


28 Ibídem.
Derecho Comercial 26

tos de la apariencia. La buena fe juega también en esta mate- ria


un rol importante. En rigor, sólo el poseedor legítimo tiene
derecho a la prestación contenida en el título, y si el deudor sabe
que no es legítima la posesión de quien se pre- senta como
tenedor del documento, debe rehusar el pago. En definitiva, sólo
libera el pago hecho de buena fe.
No obstante, la legitimación por la posesión sobre la base de
la apariencia hace posible el ejercicio del derecho por quien
siendo titular aparente no sea en realidad titular ver- dadero.
Este es un fallo de esa construcción jurídica –señala Uría–,29
siendo las exigencias del tráfico y la rápida circula- ción las que
imponen ese eventual sacrificio del verdadero titular
(propietario del título), no poseedor, frente al posee- dor, titular
aparente. Pero ese sacrificio sólo es compatible con la buena fe
del deudor.
Messineo es, sin embargo, quien expone en forma más
profunda el contenido y los efectos de la legitimación que
caracteriza a los títulos de crédito: “Por el hecho de exone- rar
al poseedor del título de la demostración de que él es titular del
derecho que contiene, no se establecen única- mente reglas
particulares en materia de prueba; en definiti- va, se habilita
para el ejercicio del derecho aun al que eventualmente no es en
realidad titular del mismo derecho, con tal que se halle en
posesión del documento y lo exhiba. Ciertamente, puesto que el
deudor está siempre dispensado de investigar el modo con que
el presentante del título ob- tuvo su posesión y de indagar, por
lo mismo, la efectiva pertenencia del derecho, estándole más
bien prohibida se- mejante investigación; y puesto que al
poseedor del docu- mento le corresponde, sobre la base de la
exhibición, el ejercicio del derecho en él contenido, deviene
elemento del todo secundario la persona del titular del derecho,
mien- tras alcanza máximo relieve la calidad de poseedor
(presen-

29 URÍA, ob. cit., Nº 726, p. 664.


Derecho Comercial 27

tante) del título. De producir tamaños resultados, es suscep-


tible el mecanismo descrito.
Tal posibilidad convierte, pues, la exhibición del título en
medio jurídico, en virtud del cual la veste de titular efectivo del
derecho es indiferente para determinados efectos (ejerci- cio
del derecho), por cuanto se establece una ficción (iuris) (de
acuerdo o en contraste con la realidad, según el caso) de que el
que exhibe el título es titular del derecho, establecién- dose así
la ecuación: exhibición del título = posibilidad de ejercicio del
derecho; una ficción por la cual es virtualmente posible que
nunca el presentante del título sea titular del cré- dito, a pesar
de lo cual siempre logra ejercitar el derecho relativo y obtener
la prestación, como si fuese el titular. Por sí misma, la
legitimación que se obtiene mediante un título de crédito no
afirma la titularidad del derecho (más bien hace abstracción de
ella); pero siempre hace posible su ejercicio, lo cual
prácticamente basta para el fin que trata de alcanzarse.
Aquí es donde se muestra justamente la conquista reali-
zada por el mecanismo antes descrito: el significado pleno del
concepto de legitimación lo da precisamente el hecho de poder
abstraerse totalmente de la investigación sobre la per- tenencia
del derecho de crédito que pueda corresponder al que ha sido
admitido a ejercitarlo; o sea, el reconocimiento de una forma
técnica de posesión del crédito, actuada mediante la particular
eficacia conferida a la posesión del título en que el derecho se
halla incorporado”.
Y agrega más adelante: “No es que la ley se desinterese de
la posición del propietario del título y titular del derecho para
los efectos de la legitimación, pues, a condición de ser poseedor,
está en aptitud de legitimarse. Es que la ley se contenta con la
sola calidad de poseedor, que por lo común acompaña a la
calidad de propietario.
Mas si en hipótesis el propietario no es al mismo tiempo
poseedor del título, la ley, aunque sin privarlo de la titulari- dad
del derecho y aunque consintiendo en que readquiera, si lo
logra en tiempo oportuno, la posesión del título, da
Derecho Comercial 28

preferencia –para los fines de la legitimación– al poseedor del


título, aun con detrimento del propietario.
Claro se ve ahora que el concepto de legitimación (como
todo concepto) está fijado sobre la base de un contenido míni-
mo, de un contenido indispensable, pero suficiente; no sobre la
base de una hipótesis privilegiada, cual es la propiedad uni- da
a la posesión del título de crédito, hipótesis en que los requisitos
de la legitimación salen sobrando. No se dice que el propietario
no pueda legitimarse; se dice que puede legitimar- se aun el no
propietario, con tal que también sea poseedor”.30
Por último, digamos que la ley, al prescribir la forma como
se adquiere un título de crédito, establece al mismo tiempo
como se obtiene la legitimación. Tal afirmación pu- diera
parecer inexacta y contradictoria si se piensa que la
legitimación hace abstracción de la titularidad del derecho,
contentándose con la propiedad formal, con la apariencia
nacida de la regular posesión del instrumento, pero tal con-
tradicción no existe si tenemos presente que la legitimación no
muestra sus caracteres peculiares ni produce sus efectos tan
propios sino cuando el derecho incorporado en el docu- mento
se ejercita por poseedores sucesivos, distintos del pri- mero.
Unicamente entonces tienen aplicación las normas propias de
la institución, porque únicamente entonces la pro- piedad
material queda en la sombra, tan sólo vislumbrándose a través
del ropaje exterior de la posesión lograda conforme a la ley de
la circulación del título.31
Tratándose de títulos nominativos, es decir, de aquellos que
se expiden en favor de una persona determinada, la
legitimación produce sus efectos cuando el propietario los ha
adquirido mediante su ley de circulación, esto es, cum- pliendo
con el mecanismo de la cesión, ya sea contando con la
aprobación del deudor cedido o mediante su notificación.

30 MESSINEO, ob. cit., t. I, Nos 8 y 9, citado por TENA, ob. cit.,


Nº 13, p. 20.
31 TENA, ob. cit., Nº 15, p. 22.
Derecho Comercial 29

Cuando se trata de títulos a la orden, vale decir, aquellos en


los que se consigna una obligación contraída a la orden de una
persona determinada, es necesario distinguir dos si- tuaciones
para saber cómo opera la legitimación. En primer lugar, es
propietario del título, y por tanto legitimado, el beneficiario del
mismo, o sea el que como tal figura en el texto del documento,
y, en segundo lugar, se considera pro- pietaria a la persona que
justifique su derecho mediante una serie no interrumpida de
endosos, que constituyen la forma como ellos circulan. En el
primer caso el título no ha circula- do, en tanto que en el
segundo ha entrado ya en circulación. El poseedor de un título
a la orden que lo presenta a su cobro sin que haya sido
endosado, no sólo prueba que está legitimado, sino que acredita
además que es propietario del mismo. En cambio, el tenedor
que lo presenta al cobro ha- biéndolo adquirido no
directamente del suscriptor sino de algún endosante, no
demuestra con ello su derecho de pro- piedad sobre el título,
sino que acredita solamente su dere- cho a cobrar del deudor la
prestación respectiva, comprobando que es aquella persona
cuyo nombre cierra la cadena de endosos que figuran en el
documento. En consecuencia, pue- de ser falso alguno de los
endosos, puede que alguno de los endosantes haya sido incapaz,
puede haberlo adquirido por robo y aprovecharse de un endoso
en blanco contenido en él, etcétera. En ninguno de estos casos
puede decirse que el tenedor del título sea también su
propietario. Sin embargo, el suscriptor debe reputarlo dueño y
tiene derecho a hacer- lo, por cuanto si cumple la obligación
respecto de él queda definitivamente liberado. Este es el
significado pleno de la legitimación.
Tratándose de títulos al portador, es decir, aquellos docu-
mentos que, sin tener la designación del acreedor, permiten al
que los presente exigir la prestación en ellos contenida, su
cesión se hace entregando el título, con lo cual la legitima- ción
se simplifica en grado sumo. Este es el único requisito formal
para obtener la legitimación. Al igual que en el caso
Derecho Comercial 30

de los títulos a la orden, es jurídicamente irrelevante la bue- na


o mala fe del poseedor, siempre que de la mala fe no tenga
noticia el suscriptor, o siempre que teniéndola se en- cuentre en
la imposibilidad de demostrarla.
Lo normal es que la legitimación, la propiedad y la titulari-
dad sean lo mismo o que se radiquen en una misma persona.
Propiedad es un concepto de señorío, es la plenitud de las
potestades que se pueden ejercer sobre una cosa determinada.
La titularidad, en cambio, se ubica en el ámbito de las relacio-
nes personales entre acreedor y deudor. En virtud de ella el
sujeto activo tiene derecho a exigir la prestación del sujeto
pasivo. El titular es el acreedor del vínculo obligacional.
Entre ambos conceptos del derecho común se sitúa la
legitimación. Ella es una situación jurídica propia del dere- cho
cambiario, que exige sólo la investidura formal para ejer- cer los
derechos que emergen de un título de crédito. La preeminencia
del documento sobre el derecho justifica la legitimación y sus
efectos. Cuando se habla de propiedad del título se refiere a la
propiedad del derecho incorporado en el documento o cosa
nueva cuya adquisición es originaria.

9. Denominación. A estos documentos se les han dado di-


ferentes denominaciones, algunas de las cuales señalamos a
continuación:
a) Títulos-valores, nombre que resulta inapropiado toda
vez que comprende documentos que no cuentan con las tres
características esenciales comunes a los títulos que estudia-
mos; podría incluso aplicarse tanto al papel moneda como a un
título de propiedad; es demasiado amplio;
b) Títulos circulatorios; tampoco es la denominación co-
rrecta, ya que la circulación no es esencial para que exista un
documento como el que analizamos; el título que no circula no
por eso deja de ser tal;
c) Efectos o papeles de comercio; tampoco designa
apropiada- mente a estos títulos esta denominación, ya que sólo
incluye aquellos cuyo contenido es una suma de dinero;
Derecho Comercial 31

d) Títulos de crédito; parece ser el mejor nombre que pu-


diera dárseles. Con todo, es censurable en cuanto no com-
prende documentos cuyo contenido no es un derecho de
crédito.
Se justifica esta última denominación, que ha tenido con-
sagración práctica y legislativa, porque para el titular del ins-
trumento existe un crédito que permite exigir la prestación
contenida en él y para el deudor hay una conducta debida, que
en el campo de las relaciones negociables puede ser objeto de
una avaluación o estimación económica.

Sección II
Características de los títulos de crédito

10. Enumeración. Es preciso distinguir las características


esenciales y comunes de todos los títulos de crédito, que son: la
necesariedad, la literalidad y la autonomía; y las caracterís- ticas
particulares de algunos títulos de crédito, que son: la
abstracción y la formalidad.

Párrafo I
Caracteres esenciales y comunes de los títulos de crédito

11. La necesariedad. Es la característica esencial del docu-


mento, que hace imprescindible tener el título para contar y
poder disponer del derecho documental representado en él.
El fundamento de la necesariedad radica en la especial
estructura del título de crédito. Se basa en la íntima vincula-
ción funcional que existe entre los elementos que constitu- yen
tal estructura, que hace al documento jurídicamente
constitutivo y dispositivo. El hecho de que la declaración do-
cumental esté conectada indisolublemente al documento, jus-
Derecho Comercial 32

tifica esta relación de necesariedad entre ambos, de tal suer- te


que el portador debe contar con el documento para ejer- cer el
derecho.
Los efectos del carácter necesario del documento pue- den
resumirse diciendo que el derecho documental sólo puede
nacer, existir y ser ejercido por el legítimo portador del docu-
mento.
Debido al carácter necesario del documento, el acreedor no
puede suplir con otro instrumento jurídico la carencia de
posesión del título para disponer del derecho.
Es asimismo la característica necesariedad la que legitima
al deudor para negarse a cumplir la obligación si el requiren- te
no le ofrece la entrega o restitución del documento. De ahí
que es acertado afirmar que no hay derecho cambiario sin
título y que no se concibe título de crédito sin un dere- cho
individualizado en el mismo; pues donde va el título va el
derecho, y si bien el documento no lo perfecciona, pues sólo le
sirve de soporte, puede afirmarse que lo lleva consigo, debido a
que el derecho cambiario establece que el derecho sobre el
título conlleva el derecho del título.
Esta característica esencial y común a todos los títulos de
crédito tiende a cautelar los valores de certeza, rapidez y
seguridad que son propios de esta clase de títulos.

12. La literalidad. Los títulos de crédito se caracterizan,


además, por ser documentos literales, en el sentido de que su
contenido, extensión y modalidades dependen exclusivamente
del tenor del título. Es decisivo, en consecuencia, el elemen- to
objetivo de la escritura. Cualquier modificación, disminu- ción o
mutación debe resultar de los términos textuales del título.
El concepto de literalidad tiene su origen en el derecho
romano, donde se aplicaba a los llamados “contratos lite- ris”,
en los cuales la causa eficiente de la obligación consis- tía en la
literalidad, en su texto escrito. En el derecho medieval italiano,
los títulos de crédito comenzaron siendo
Derecho Comercial 33

simples documentos confesorios que sólo se distinguían de


los demás de igual naturaleza en razón de la causa que los
originaba. Tenían como origen generalmente el contrato de
cambio (ex causa cambii) o bien el contrato de mutuo (ex causa
mutui), sin que la diversidad de su causa implicara alguna
diferencia respecto de su régimen jurídico. El título confesorio
ex causa cambii era ejecutivo, por ser otorgado ante notario,
cuya función para estos efectos se equipara a la de un juez
(confessio iudicialis ante litem contestatam). En la concepción
medieval, el instrumento confesorio constituía sólo un medio
de prueba de la relación jurídica confesada, sin atribuírsele
ninguna otra función. Más tarde, gracias a una evolución
fundada en repetidas prácticas estatutarias, el documento
confesiario se convierte en documento constitu- tivo de una
nueva obligación, la cual se inscribe en la prime- ra línea, ya sea
concurriendo con la nacida de la relación jurídica confesada o
bien sustituyéndose a ésta, a la cual sólo se hace referencia
ficticia.
Lo que interesa remarcar en esta evolución del título de
crédito es el hecho de que el derecho estatutario enfrenta- do
con el derecho común con el propósito de derogar sus normas
por insuficientes hizo que los documentos que lle- vaban
incorporado un derecho perdieran su carácter mera- mente
probatorio, para transformarse en documentos constitutivos de
un derecho autónomo. Este derecho autó- nomo subsiste en
virtud exclusiva del documento, rompién- dose para siempre la
dependencia respecto del derecho confesado. Desde el
momento en que el derecho documen- tal deviene autónomo, en
cuanto a que es independiente de la relación fundamental, y
cuando el documento deja de ejercer su función simplemente
probatoria, surge una nue- va categoría de títulos. Ahora bien, si
el derecho consigna- do en el título no se origina en el derecho
subyacente, sino que nace ex novo del título en el que se
incorpora, es natu- ral que la redacción del documento da la
medida de su contenido, de su extensión y de sus modalidades,
que el
Derecho Comercial 34

tenor del título sea decisivo al respecto y que sus cláusulas sean
su única norma y disciplina.32
Este carácter literal del documento está íntimamente re-
lacionado con la característica necesariedad analizada ante-
riormente.
Si el derecho cambiario sólo vive y existe en el documen- to,
el fundamento de su carácter literal estriba en la naturale- za
documental adquirida por ese derecho al conectársele
indisolublemente al documento. El fundamento del carácter
literal es la naturaleza documental que adquiere el derecho al
ser representado en el título de crédito.33
En virtud de esta característica de literalidad, se produ- cen
los siguientes efectos:
–El acreedor no puede exigir ni percibir más de lo expre-
sado en el título;
–El deudor no puede valerse de elementos jurídicos ex-
traños que no estén literalizados en el documento;
–El carácter literal supone una carga de atención para las
personas que intervienen en el documento, pues cada cual
debe atenerse a lo escrito en el título para determinar sus
derechos y obligaciones;
–Cualquiera de los sujetos intervinientes que no cumpla
esta carga de atención verá perjudicados sus intereses, por falta
de diligencia que se exige en el sistema regulador de los
derechos y obligaciones cambiarias;
–La literalidad contribuye a dar certeza, rapidez y seguri-
dad a los títulos de crédito. Así el deudor que abona exige la
literalización de este abono en el documento;
–La literalidad adquiere su mayor expresión o significado
cuando el documento circula frente al portador de buena fe, por
el hecho de que este último sólo cuenta al recibir el título con lo
expresado literalmente en su texto. Así, el deu-

32 TENA, ob. cit., Nº 32, p. 43.


33 Ibídem.
Derecho Comercial 35

dor deberá cumplir la prestación según lo contenido en el título,


sin tener ninguna posibilidad de enervar la pretensión del
acreedor con otro documento extraño al título;
–El carácter literal no desaparece cuando el requerimiento
es entre librador o beneficiario y librado, quienes general-
mente están ligados por un negocio causal o relación funda-
mental que originó la emisión del título. El derecho documental
en el ámbito de esas relaciones podrá ser enervado por alguna
excepción basada en el mencionado negocio causal, lo que no
empece para considerar la existencia de la característica
literalidad.
Numerosas disposiciones de la Ley Nº 18.092, sobre Le- tra
de Cambio y Pagaré, consagran la característica en estu- dio: a
propósito de la emisión de la letra, de las cláusulas facultativas,
de la alteración, adulteración, aceptación, endo- so y aval de la
misma.34 La jurisprudencia también la reconoce.34bis

13. Carácter autónomo de los títulos de crédito. En el


derecho común, la circulación de los créditos entre el tradente
o ce- dente y el adquirente o cesionario implica una relación de
sucesión a título particular, que origina una transmisión deri-
vada con todos los efectos propios: acumulación de vicios,
limitaciones y excepciones. En el sistema cambiario, las inves-

34 Véase la Ley Nº 18.092, publicada en el Diario Oficial de 14 de


enero de 1982, sobre Letra de Cambio y Pagaré.
34bis Jurisprudencia:
“La letra de cambio debe interpretarse a sí misma deduciéndose de
su sola instrumentalidad los derechos que competen a su poseedor,
para lo cual debe bastar un simple examen de su materialidad” (C.
Apelaciones Departamento Pedro Aguirre Cerda, 24 de abril de 1981,
R., t. LXXVIII, 1981, sec. 4ª, p. 48).
“Literal porque debe estarse a los términos en que ha sido extendida
y su valor y eficacia se determinan de acuerdo con la redacción de la letra...”
(C. Apelaciones de Santiago, 26 de diciembre de 1983, Gaceta Jurídica
1983, Nº 33, p. 48).
Derecho Comercial 36

Principio de supletoriedad: si a un código le hace falta la regulación


de cierta materia, el otro podrá actuar en su ausencia, si este no
cuanta con lo que necesita.

Origen: El punto más importante de este derecho es la edad media,


ya que esta fue una época llena de nuevos descubrimientos
¿Cómo surge?
Este se hará presente entre los siglos XII y XIV, el cual surge gracias
a la existencia de un sujeto llamado comerciante, este será la figura
que desarrollara más tarde el derecho comercial o mejor conocido
como el derecho de clase (el cual es creado por y para los
comerciantes, con la finalidad de poder solucionar los conflicto que
se presentan entre ellos)

Como sabemos los comerciantes se encuentran totalmente


alejados de la teoría del derecho, es por dicha razón que se vinculan
fuertemente con la COSTUMBRE, la cual podrá ser aplicada desde
dos puntos:

Segundum leges: la costumbre solo constituye derecho cuando la


ley se remite a ella.

Fraiter leges: la costumbre que se aplica aun cuando la ley no


señala que se tenga que aplicar.

¿sobre qué recae? Este recae sobre cosas mueves corporales, por el
hecho de que lo que se venda o compra debe ser considerado como
mercadería
¿procede el contrato de compraventa civil en materia mercantil?
NO, ya que este pide que se cumpla con ciertas formalidades o
requisitos, los cuales no son necesarios a la otra de hablar sobre
derecho comercial, ya que este se caracteriza por ser un derecho
rápido y eficaz.

(p)Por su parte, para que este si pueda proceder en el derecho


comercial en cuanto a hecho o cato económico, debe cumplir con
ciertos requisitos para ser considerado de esta forma, estas son:
Derecho Comercial 37
1. Ánimo de lucro (aunque no este expresamente señalado por el
código de comercio) 2. Sobre que recae (un bien corporal mueble)
3. Existencia de un comerciante

Art 3 del código de comercio


Inciso 1: “son actos de comercio, ya de parte de ambos
contratantes, ya de parte de uno de ellos” (este hace referencia a
las partes o personas que puede ser partícipes de este acto de
comercio)
¿Qué es un acto de comercio?
Nuestro código no hace mención del acto de comercio, sino que se
refieren a él como una operación mercantil, es decir, los actos de
comercio serian sustancialmente los señalados en el artículo 3, tal
dispone cuales son considerados como actos de comercio.

Punto de vista histórico


Lo que caracteriza a la edad media, en sus primeros siglos es la idea
de una producción artesanal, la cual estaba controlada por los
artesanos, los que estaban agrupados en gremios, bajo estrictas
regulaciones, con la finalidad de poder cubrir las necesidades del
señor feudal y los cuidados.

Campo y ciudad:
La edad media se caracterizó, por ser una época llena de peligros y
la más segura al mismo tiempo de la historia, ya que existían
personas que vivían en el campo y otras dentro de la ciudad
amuralladas, los que estaban protegidos por el señor feudal, por su
parte, las personas que vivían a las afuera de la cuidad eran las que
más sufrían o las más afectas, ya sea por el clima u otras
situaciones.
Por su parte, su actividad económica principal, es decir, el carácter
socioeconómico que sostenía a la edad media en ese entonces era
la producción agrícola y la producción de alimentos, la cual
involucraba tanto a la ciudad y a las personas del campo.
Por otro lado, las razones históricas del carácter socioeconómico
fueron: (p)
Derecho Comercial 38
1.Son las condiciones adversarias de tipo climático para el
desarrollo de la agricultura
2. Inseguridad en las zonas rurales, alejadas de la protección del
señor feudal

COMERCIANTES: estos eran de origen rural, son personas que se


vieron forzadas a abandonar el campo por el aumento de población
y la falta de tierra, desprovistos de la formación de los artesanos, es
decir, son aquellos personas que emigraron del campo a la cuidad,
ubicándose en los lugares poblacionales de la cuidad en donde
estaban todas las personas que no tenían oficio alguno, lo cual los
llevo a vender y comprar todo tipo de cosas, convirtiéndose en
comerciantes.

Las ferias: Estos eran grandes mercados situados en zonas de


contacto entre el comercio mediterráneo y el nórdico a las cuales
acudían mercaderes de todos los lugares de Europa.
Estas no tenían un carácter permanente, pues solo se realizaban en
ciertos periodos del año, es decir, se realizaban de forma anual o
bimensual.
Las ferias que alcanzaron mayor renombre fueron las ferias de
champaña, ya que, estas estaban libre de todo tipo de impuestos y
protegidas por el señor feudal, por su parte, su situación geográfica
era perfecta, para todos los comerciantes de Europa

En simples términos las ferias se convirtieron en: (p)


a.Punto de confluencia de los polos de comercio europeo
b.Permitieron el desarrollo de los documentos negociables, como
la letra de cambio

Rutas y transportes: Para comerciar a largas distancias, los


comerciantes contaban con tres rutas
a.Terrestre (considerado como uno de los más caros y peligrosos
por los constantes robos)
b.Fluviales (los comerciantes solían preferir este)
c.Marítimas (el mas barato, pero el más lento de todos)

Por su parte, los dos polos de actividad comercial que


Derecho Comercial 39
determinaron el movimiento comercial y el surgimiento de la clase
mercantil fueron: los Flandes y Venecia. (p)

Lex mercatoria
Características generales (p)
a.Se trataba de una ley de clase
b.La ley estatal jugaba un papel irrelevante
c.La costumbre tiene un papel importante

Características de origen:
a.Creación de las urbes medievales: el derecho comercial se
caracteriza por ser un derecho de creación urbano medieval, es
decir, tiene lugar en las cuidades, lo que genera que mientras mas
grande la cuidad, más grande son los actos de comercio realizados
por los comerciantes.

b.Característica transnacional: este se entenderá como el comercio


que se realiza entre las cuidades que no necesariamente estas
ligadas en un mismo territorio o rutas.

c.Autonomía y derecho de clase: la autonomía se caracteriza por


oponerse la heteronomía, esta será entendida como una norma que
es creada por otro distinta al destinatario, esta se vera reflejada en
los propios comerciantes que crean las leyes o regulaciones
especiales para ellos mismos sin depender en este caso del estado
o la ley esto lo ver contemplado en la costumbre.

1.Regulación interna de la actividad de los gremios de comercio: los


gremios se caracterizan por ser una estructura que van a atender a
crear normas para sus asociados (en la actualidad aun preexisten)

2.Usos o costumbre mercantil: la costumbre se caracteriza por dar


pie a la creación de nuevas normas, es decir, en el fondo la
costumbre es la práctica del derecho comercial, la cual va a
generando normas y leyes que se ajustaran a los tiempos en que
dichas sean aplicadas.

d.Jurisdicción mercantil o consular: tanto los procedimientos como


Derecho Comercial 40
las resoluciones de los conflictos deben ser resueltos a la brevedad
por el hecho de que es un derecho de carácter rápido, gracias a esto,
hoy en día y derecho comercial permite que todo tipo de comercio
sea realizado de una forma mucho más flexible.
Fob: si una persona compra con esta modalidad, significa que el
vendedor chino, en lo único que se obliga es en colocar la
mercadería en el trasporte

Cif: aquí el vendedor se ve obligado no tan solo en colocar la


mercadería en el barco, sino también en pagar los seguros que
implican todo el trasporte1

Principio de especialidad:
El derecho comercial frente al derecho común no es de un carácter
general, sino que es de un carácter especial, esto lo podemos ver
reflejado en su aplicación, ya que, la especialidad de este prima por
sobre el general, por su parte, este principio se complementa con el
de supletoriedad, es por lo tanto que podemos decir:

Que existen 3 características del derecho comercial, es un derecho


autonómico, es un derecho de clase y es un derecho especial.

Contenido de la lex mercaturum para que sea especial: Es derecho


comercial es un derecho especial, el cual busca nutrirse del derecho
común, el que será utilizado como base.

Características:
a.El carácter mueble de las cosas: el negocio debe ser realizado
sobre bienes corporales muebles
b.Protección al comprador de buena fe: ya que, se entiende que
muchas veces el comprador lo hace a ciegas, sin conocer el
producto o mercadería en persona
c.Tradición simbólica: en el derecho comercial, se da mucho la
figura de la entrega simbólica de las cosas corporales muebles, en
donde los comerciantes pueden vender el producto a otro sin la
Derecho Comercial 41
necesidad de entregarlo, esta se podrá ver representada a través de
la entrega de un certificado o un título que acredite el dominio o la
existencia de las cosas corporales muebles (art 684 del CC)

d.Posesión sobre los bienes muebles: las cosas corporales muebles se


pueden poseer de dos formas distintas, a través del corpus (la cosa
material) o a través del animus (entrega simbólica)

e.Reconocimiento del valor jurídico de los acuerdos orales e


informales: el derecho le reconoce un valor jurídico a los acuerdos
orales e informales, con la finalidad de tener una mayor rapidez en
os procedimientos, en otras palabras, se permite la celebración de
forma consensual. Solo se necesitará que el acuerdo este por
escrito cuando se necesita que sirva como un medio de prueba a la
hora que se presente un conflicto entre los comerciantes.

f.Creación del derecho de quiebra: en un principio solo fue creado


para los comerciantes, pero hoy en día, todas las personas pueden
utilizarlos.

g.Creación de los títulos de créditos: estos son el gran aporte el


derecho comercial a todo el derecho.

Fuentes del derecho comercial


Fuente material: son aquellos factores que provocan y determinan
la aparición de las normas jurídicas, estos factores pueden ser de
diversa índole, como morales, políticos, religiosos, entre otros.
Causa de nacimiento de las normas jurídicas

Fuente formal: formas a través de las cuales se exterioriza el


derecho positivo, es decir, la norma jurídica emana de un acto
humano que debe exteriorizarse para ser conocido.

Nuestro código no señala expresamente cuales son las fuentes del


derecho comercial, pero se puede saber a través de los títulos
preliminares, estos son:
La ley: es la principal y as importante fuente del derecho comercial
Derecho Comercial 42
Costumbre mercantil: esta podrá ser aplicada cuando exista la
ausencia de la ley

Jerarquía y primacía de la ley sobre a costumbre


La ley se va a caracterizar por estar dividida en dos tipos de leyes,
unas del código de comercio y la otra en las leyes mercantiles
especiales, por lo cual al momento de que exista un conflicto o
dilema va a primar el derecho especial o el principio de
especialidad y supletoriedad.
a.la ley mercantil especial prima sobre el código de comercio
b.a falta de ley mercantil prima el derecho común, es decir, el CC
c.a falta de norma legal CC prima la costumbre mercantil
d.la costumbre mercantil suple el silencio de la ley

Costumbre
esta será entendida como la repetición constante publica y
uniforme de ciertas conductas realizadas de modo general en una
determinada localidad y reiterados por un largo espacio de tiempo,
bajo la convicción de que con ello se cumple una norma jurídica que
se apreciaría prudencialmente por los tribunales.

Elementos: Objetivo: repetición constante, uniforme y públicos por


un largo espacio de tiempo, de ciertos hechos. Subjetivo: la
convicción de que ello se cumple una norma jurídica, que confiere
derechos e impone obligaciones.
Tipos: de acuerdo con la existencia de su aplicación en ella
podemos distinguir:

a. Costumbre normativa: la costumbre mercantil suple el silencio de


la ley cuando los hechos que las constituyen son uniformes,
públicos, ejecutados en un lugar determinado y reiterados por un
largo tiempo que se apreciara por los juzgados de comercio. De
acuerdo con ello la costumbre mercantil que el código de comercio
regula de modo particular es la:

1.costumbre secundum leges: según la ley, no está en el CC


2.costumbre praeter leges: en ausencia o silencio de la ley
Derecho Comercial 43

¿Cómo se prueba la costumbre? (p)


a.Por un testimonio fehaciente de dos sentencias
b.Por tres escrituras públicas anteriores a los hechos que motiva J
c.Por constar su autenticidad al juez llamado a conocer del asunto
Por su parte, en materia de comercio marítimo esta deberá ser
probada, además de los señalados anteriormente, también se debe
probar a través de informe de peritos.

b.Costumbre interpretativa: las costumbres mercantiles servirán de


regla para determinar el sentido de las palabras o frases técnicas
del comercio y para interpretar los actos o convenciones
mercantiles.
Costumbre civil: secundun leges
La costumbre mercantil puede cumplir una labor: (p)
1.Derogación de la norma comercial positiva en desuso
2.Como elemento para la interpretación de los contratos
mercantiles
3.De elemento técnico para definir el sentido y alcance de los
términos y lenguaje de los comerciantes

Catálogo de los actos de comercio


Nuestro código no contiene normas procesales, es decir, no
contienen normas que se refieran a la competencia de los
tribunales de comercio, esto lo encontramos regulados en el COT
Tras la dictación del código, parte de la doctrina francesa señala
que con estas normas del código se ha orientado por una teoría
objetiva de lo que es la aplicación del derecho comercial actual.

¿Qué significa esto?


Podríamos decir que históricamente antes de la dictación de los
códigos, el derecho comercial siempre fue un derecho que
consideraba dos cosas: Una parte subjetiva (los comerciantes) y
Una parte objetiva (el comercio)

En la edad media se hizo presente este tipo de derecho comercial,


el cual señalaba que dicho, estaba hecho por y para comerciantes,
Derecho Comercial 44
es decir, antes del código existía un equilibrio entre lo objetivo y la
subjetivo, pero con la llegada de este y la implementación de esta
doctrina francesa este se ha orientado a un concepto solo de
carácter objetivo, en el sentido que lo que regula el derecho
comercial es una materia conocida como actos de comercio,
quedando en esta perspectiva los comerciantes en un segundo
plano. (el código de comercio se aplica a los actos de comercio y que
estos actos son ejecutados por los comerciantes y los no)

Lo que estaba antes en equilibrio hoy en día, gracias a la


interpretación de la doctrina sobre el código de comercio, se ha
llegado a la conclusión que existe un desbalance.

¿y cuál será este desbalance?


El orientarse por aplicación del derecho comercial a un ámbito mas
bien objetivo que son las materias en la que se aplica este de
derecho, en otras palabras, si hubiera existido un código de
comercio en la edad media, este señalaría que su aplicación seria
sobre los comerciantes respecto de sus operaciones comercial.

Por su parte, debemos tener en claro y saber diferenciar que es lo


que dice la doctrina francesa y lo que se ve reflejado en el código de
comercio,
¿Por qué?
Porque el código de comercio cuando incorporo el catálogo de los
actos de comercio, lo hizo con la finalidad de determinar el ámbito
de aplicación del comercio, de acuerdo con esta teoría surgen los
siguientes parámetros:

1)Teoría objetiva
Dice relación con la aplicación del ámbito del código de comercio
sobre LOS ACTOS DE COMERCIO

2)Principio de Legalidad
es quien dice quiénes pueden dictar normas comerciales, la cual es
la LEY
Derecho Comercial 45
3)Teoría Actos mixtos:
Dicho principio representa un problema relacionado con quien
ejecuta el acto de comercio, es decir, el acto de comercio va a poder
ser ejecutado tanto por un comerciantes como por un no
comerciante Tal problema fue tratado de solucionarse por la
jurisprudencia, creando así esta teoría de los actos mixtos o de
doble carácter, dicha teoría es una solución a un problema
planteado por la doctrina tras la interpretación del código de
comercio, producto de la inconsistencia del catálogo de los actos de
comercio.

4)Principio de lo accesorio:
Por su parte, la jurisprudencia tuvo que solucionar otro problema,
el cual dice relacion, con que el comerciante puede realizar actos
que algunos de ellos son de comercio y otros no, y viceversa, una
persona no comerciante puede realizar actos de comercios u actos
civiles
Código de comercio:
Artículo 3:
(si hay un acto mixto se genera un problema a la hora de hablar de
un conflicto, ya que no se sabría qué tribunal tendría competencia
para poder resolver el problema, relacionado con los comerciantes
y los no comerciantes)
¿Cómo se podría solucionar este problema?
Solución:
De acuerdo con lo señalado anteriormente, se puede llegar a la
conclusión que el derecho aplicado en caso de conflicto será el
derecho más especial de todos los que se presenten dentro del
problema, es decir, se privilegiara la aplicación del derecho
protector.

Ejemplo: que pasa si se presenta un conflicto entre el derecho


laboral, el derecho civil y el derecho comercial,

¿Cuál de todos prevalecerá? Jerarquía de los derechos


especialísimos: el derecho mas especial de todo el laboral o del
consumidor
Derecho Comercial 46

Por su parte, debemos tener en claro que un conflicto se puede


traer a la mesa normas comerciales a un juicio, pero con la
condición de que no sean contrarias al derecho protector que este
sobre él.
Numeral °1:
La compra y permuta de cosas muebles, hecha con ánimo de
venderlas, permutarlas o arrendarlas en la misma forma o en otra
distinta, y la venta, permuta o arrendamiento de estas mismas
cosas.
Inciso 1:
a)La compra y permuta de cosas muebles, (existirá un problema a
la hora de hablar de cosas muebles incorporales) hecha con ánimo
de venderlas, permutarlas o arrendarlas en la misma forma o en
otra distinta, (es decir, el comerciante compra una cosa
determinada y la trasforma en algo distinto para su venta, ejemplo
de ello: compra tela, pero vende ropa)

Ingreso de las cosas al patrimonio de las personas: esto se hace a


través de la tradición (la cual es un modo de adquirir) de la cosa,
este se realiza a través del supuesto del título traslaticio de
dominio, el cual será la compra y la permuta de la cosa.

b)la venta, permuta o arrendamiento de estas mismas cosas. salen


del patrimonio

¿pero que hace falta en este inciso? Esto hace referencia al ánimo
de lucro
Inciso 2:
“Sin embargo, no son actos de comercio (actos civiles) la compra o
permuta de objetos destinados a complementar accesoriamente las
operaciones principales de una industria no comercial (industrial
civil).
¿Son actos de comercio la compra o permuta de objetos destinados
a complementar accesoriamente las operaciones principales de
una industria comercial?
Derecho Comercial 47
Teoría de lo accesorio. Distingue actos de comercio per se, de actos
que pueden ser comerciales o civiles, según si se adecuan al art. 3
C. Com (art. 631 y ss. C.Com. francés). Conforme a ello habría actos
de serían comerciales por ser accesorio a un acto de comercio per
se o mercantil conforme al art. 3. (lo mismo se puede decir de los
actos civiles).
Numeral °2:
“La compra de un establecimiento de comercio.”
Cuando un comerciante quiere vender este establecimiento la
legislación no le da una alternativa regulada que sea conocida como
compraventa de establecimientos de comercio o empresa, es decir,
no existe ninguna regulación hacia este tipo de compraventa.

¿Pero cómo se realizaría en la práctica esta compra?

Esta se regirá por la conocida VENTA DE LLAVES, esta consiste que


mediante una sola compraventa (un solo título) se llega a un
acuerdo entre las partes, en donde se especifica todas las cosas que
estarán comprendidas en la venta del establecimiento comercial,
desde mercaderías muebles que lo conforman, entre otros.

Una vez dada la opción de la venta, el que vende deberá trasferir


cada una de las cosas comprendidas en la compraventa al
comprador.

¿Cómo se efectúa la trasferencia o la tradición? (esto dependerá del


tipo de cosa que se esté vendiendo)
Si son cosas corporales muebles se regirá por el art 684 del cc
Si son cosas inmuebles será regidas por el art 566 del cc

El código utiliza la expresión “La Compra de un establecimiento”


pero no se refiere a la venta del establecimiento, esto sucede, ya
que quien vende no es la persona que va a seguir desarrollando la
actividad comercial o puede que sí, sin embargo, su futuro como
comerciante es incierto, es decir, quien va a seguir desarrollando la
actividad comercial en el establecimiento es quien lo compra.
Derecho Comercial 48
•El que compra, lo hace con el supuesto de seguir desarrollando la
actividad comercial

Por su parte debemos tener en claro que la compra de un


establecimiento comercial tendrá un carácter mercantil y se regirá
por el numeral 2.
Existen ciertas disposiciones que no van a estar expresamente
consagradas en el contrato de compraventa, las cuales el código no
las considera ya que no son bienes muebles y no existe la necesidad
de individualizarla, en este caso estamos hablando de las
disposiciones como: la ubicación del establecimiento, la clientela,
los distribuidores, patente, entre otras.

○Enajenación: unidad de título (venta) y diversidad de modos de


transferencia.
○La venta de un establecimiento de comercio:

La Jurisprudencia y la mayoría sostienen que es siempre mercantil.

E. Puga: sostiene que no es comercial ni civil en sí misma. El


vendedor cesa una actividad comercial (más, cláusula de no
competir), pero quien compra lo hace para desarrollar una
actividad comercial, pero además incluye la enajenación de
diversas cosas corporales e incorporales, muebles e inmuebles.

Numeral 3:
“El arrendamiento de cosas muebles hecho con ánimo de
subarrendarlas” (y el subarriendo de esas mismas cosas).

Aquí la persona no adquiere cosas, sino que este arrienda cosas


muebles con el ánimo de subarrendarlas, pero para que salgan las
cosas subarrendadas estas deben ser también subarrendadas
Podemos considerar varias hipótesis, con respecto al
arrendamiento mercantil, considerando los numerales 1 y 3,
podemos decir:
a)En primer lugar, tenemos la hipótesis del comerciante que dedica
a comprar o permutar cosas muebles con ánimo de arrendarlas
Derecho Comercial 49
posteriormente, a que alude el numeral 1.

b)Luego, tenemos el arrendamiento de esas cosas, conforme al


mismo numeral 1.
c)En tercer lugar, tenemos la actividad de arrendar cosas muebles
con ánimo de subarrendarlas, que cabe en el numeral 3°, y
d)El subarriendo de las cosas que fueron arrendadas, que no está
señalado en el numeral 3°, pero queda comprendida igualmente
dentro de la actividad de arrendar para subarrendar

numeral 3
Cada persona que participa en la cadena va aumentando el valor
del arriendo de la cosa en cuestión, esto equivale al IVA (impuesto
del valor agregado), esto quiere decir, que mientras mas uno se
acerque al proveedor principal más barato será la cosa en cuestión.

Numeral 4
“La Comisión (especie) o mandato mercantil (genero).”
¿Qué es el mandato mercantil?
El mandato comercial es un contrato por el cual una persona
encarga la ejecución de uno o más negocios lícitos de comercio a
otra que se obliga a administrarlos gratuitamente o mediante una
retribución y a dar cuenta de su desempeño (art. 233).

Clases de mandato comercial:


La comisión:
El mandato comercial toma el nombre de comisión cuando versa
sobre una o más operaciones mercantiles individualmente
(palabra importante) determinadas. Quien desempeña el mandato
se llama comisionista.
Debemos tener presente, que, para hablar de un mandato
mercantil, ambas partes deben ser comerciantes o también se
puede dar el caso en donde al menos el comitente es comerciante y
el comisionista no lo sea, de igual forma se entenderá como una
comisión.
Principales clases de comisionistas:
a)Comisionistas para comprar, (ejemplo: el comisionista compra
Derecho Comercial 50
mercadería para el comitente)
b)Comisionistas para vender, (ejemplo: el comisionista vende
paraguas para el comitente)
c)Comisionistas de transporte por tierra, lagos, ríos o canales
navegables, y
d)Comisionistas para ejecutar operaciones de banco (ejemplo: el
comitente le pide al comisionista que realice tramites bancarios o
cualquier documento legal)

○El mandato de los factores y mancebos o dependientes.

a)El factor de comercio es el gerente de un negocio o de un


establecimiento comercial o fabril, o parte de él, que lo dirige o
administra según su prudencia por cuenta de su mandante. (las
personas que administran un negocio a nombre de otro son
conocidos como gerentes o factores de comercio)

b)Los mancebos o dependientes son los empleados subalternos


que el comerciante tiene a su lado para que le auxilien en las
diversas operaciones de su giro, obrando bajo su dirección
inmediata.

La correduría
dentro de los agentes de comercio nos encontramos con dos, los
corredores y los martilleros (según el libro primero estos son
agentes de comercio, pero no están considerados dentro de los
mandatarios de comercio) , los primero serán entendidos como
una especie de mandatario mercantil, y el mandato será conocido
como correduría, el cual consiste en hacer corretaje, es decir, este
está encargado de generar una intermediación económica, ya que
el no traspasa los bienes al patrimonio, sino que él acerca a las
partes que celebraran el contrato.

Ejemplo: corredor de bolsa y de seguro (estos están regulados en


una normativa especial que los protege)
Derecho Comercial 51
Obligaciones de los comerciantes
1)La obligación de llevar libros de contabilidad
Lo que nos va a interesar de esta obligación, será el valor
probatorio que llegan a obtener los libros de contabilidad cuando
se llevan en conformidad a la ley.

¿Por qué se crearon estos libros?


Los comerciantes crearon estos libros de contabilidad, ya que, es la
manera ordena a través de la cual ellos pueden llevar los negocios,
esto supone que todo tipo de actividad realizada por el
comerciante, como la compra, la venta, la entrega de cheques y
dineros adeudados, deberán constar por escrito dentro de este
libro.
Hoy en día cuando hablamos de contabilidad, ya no es un tema solo
asociado a los comerciantes, sino que, en la actualidad es un tema
asociado al derecho tributario, por que la legislación exige que,
para poder cumplir con las obligaciones tributarias asociadas al
pago de impuesto, renta e IVA, entre otros, se haga sobre la base de
contabilidad.

¿esto que quiere decir?


Que los libros surgieron especialmente de los comerciante, pero
hoy en día son utilizadas por todas las empresas sean o no
mercantiles para así poder cumplir con las obligaciones tributarias.

Tipos de libros: Libros de contabilidad obligatorios


esto serán los que todo comerciante debe llevar de acuerdo con lo
establecido en el código de comercio.

a)Libro diario:
Aquí se anotarán (o se asentarán) por orden cronológico y día por
día las operaciones mercantiles que ejecute el comerciante,
expresando detalladamente el carácter y circunstancias de cada
una de ellas.

b)Libro mayor o de cuentas corrientes:


En el cual se abrirán todo tipo de cuentas, es decir, se dividiera por
Derecho Comercial 52
tipo:
1.Personales: serán aquellos en donde se anotarán las operaciones
que se llevan con personas determinadas
2.Orden: se anotarán los operaciones que serán consideradas como
transitorias (eje: dejar una cosa en garantía de pago)
3.Reales: son los objetos particulares que se anotaran, los cuales
forman parte del comercio

c)Libro de balances:
Se entiende que las empresas trabajan desde el día 1ro de enero
hasta el 31 de diciembre, este periodo será conocido como
ejercicio, y lo que se espera es que el comerciante haga un balance
de cómo le fue desde el día uno hasta el final de este ejercicio.

¿Qué busca reflejar?


cuáles son los activos y pasivos de la empresa, es decir, se
caracterizará por ser la base de los estados de ganancias y pérdidas,
esto se hace con la finalidad de poder reflejar como le fue a la
empresa durante ese año o ese ejercicio.

d)Libros copiador de cartas:


En este se detallan, transcriben o copian las cartas enviadas por
una institución o administración, con el objetivo de que quede
constancia de su envío y contenido. El registro de esta
correspondencia puede realizarse por:

Inextenso: transcribiendo el contenido de cada carta en su


integridad
forma breve: detallando simplemente el destinatario, fecha y/o
tipo de contenido

Libros de contabilidad facultativos


Estos serán los libros que podrán ser utilizados de manera
voluntaria o cuando ellos lo estimen conveniente, es decir, los
comerciantes no están obligados a utilizarlos.

Al ser libros voluntarios o facultativos esto va a incidir en el valor


Derecho Comercial 53
probatorio, por el hecho de que estos no llevaran en cuenta todo lo
establecido o pedido por ley, no servirá como una herramienta de
prueba.
Ejemplo: estos en la práctica se utilizan de manera recurrente.
1.Libros de caja: se detalla cada una de las cosas que se irán
pagando en la caja 2.Libros de banco 3.Libros de gastos

Cuestiones formales de los libros


1.Estos deben estar escrito en idioma castellano
2.Deben estar timbrados
3.Deben pasar por una rubrica que la lleva acabo el Servicio de
Impuestos Internos (SII)

Debemos tener en claro que el código de comercio no establece o


señala las formalidades del libro de contabilidad, esto estará en
manos de los contadores, ya que esto se entiende que no es tema
del código.
Lo que si el C Com señala cuando debe y como debe llevarse los
libros, pero esto lo hace de una manera negativa, ya que, en vez de
señalar como deben llevarse los libros lo que hace el código es
señalar como NO deben llevarse los libros, esto se encuentra
señalado en el art 31 del C Com:
Cada comerciante lleva sus libros y en el lo que el estima
conveniente que se encuentre, es decir, se entiende el libro de
contabilidad como un espejo del comerciante en el cual se llevan
los registro de todos sus negocios y movimientos, por tanto, esto
implicara que los libros deberán ser: SECRETO, nadie podrá
acceder a ellos ni otros comerciantes o autoridades

Excepciones de esta obligación


Frente a la autoridad: existen autoridades como
a)el Servicio de Impuesto Internos (SII),
b)la Comisión de Mercados Financieros
c)la Superintendencia de Bancos,

¿A qué se refiere el código de que los libros de contabilidad son


secretos?
Derecho Comercial 54
Se supone que el comerciante no esta obligado a proporcionar su
libro de contabilidad, por lo cual se dispone y por regla general se
prohíbe investigar de oficio o apetición de partes los libros (art 42
del C. Com). Frente a esta regla señalada se hace la pregunta:
Juicio:

En juicio, ¿en qué casos se podría dar a conocer los libros de los
comerciantes? Aquí se harán presente dos excepciones:

1)En donde se le obliga al comerciante a exhibir de manera general


o completa su libro (art 42 C. Com)
“Los tribunales NO pueden ordenar de oficio, ni a instancia de
parte, la manifestación y reconocimiento general de los libros,
salvo en los casos de:

Sucesión universal:
Se podrá hacer uso de este cuando el comerciante allá muerto, es
decir, se podrá acceder de forma completa a sus libros sin ningún
tipo de limitación, este es un derecho que pueden hacer valer los
herederos

Comunidad de bienes: esta operara a favor de los copropietarios


de la comunidad

Liquidación de las sociedades legales o convencionales:


Este opera en favor de los socios de la liquidación de la sociedad,
estos tendrán el derecho de acceder a la contabilidad (sociedad que
se disolvió, ya que se dio termino a sus operaciones)
Procedimiento concursal de liquidación:
La persona del deudor es sustituida por parte de otra persona, que
es designado por la superintendencia, el cual será conocido como
el liquidador concursal, este asumirá la deuda del deudor

2)En donde se le obliga al comerciante a exhibir de manera


parcialmente su libro:

Esto se verá establecido en el art 43 del C, Com, el cual señala: “La


Derecho Comercial 55
exhibición parcial de los libros de alguno de los litigantes podrá ser
ordenada a solicitud de: parte u oficio

Verificada la exhibición, el reconocimiento y compulsa serán


ejecutados en el lugar donde los libros se llevan y a presencia del
dueño o de la persona que él comisione, y se limitarán a los asientos
que tengan una relación necesaria con la cuestión que se agitare, y
a la inspección precisa para establecer que los libros han sido
llevados con la regularidad requerida. Sólo los jueces de comercio
son competentes para verificar el reconocimiento de los libros.”

Los instrumentos privados por regla general están privados de


valor probatorio, pero pueden llegar a tenerlo de dos maneras:

1.En contra de quien lo haya redactado: esta será la regla general,


aquí los documentos privados solo tienen valor en contra de la
persona que los lleva.

2.Plena prueba: este también puede producir plena prueba a favor


de quien lo lleva o lo redacta, para que sea efectiva esta manera
deberá llevarse a cabo los siguientes:

Requisitos
a)Solo se puede llevar a cabo en juicios de carácter comercial
b)solo debe ser realizada por comerciantes
c)debe ir en conformidad o de acuerdo con la ley.
d)Solo recaerá sobre libros de carácter obligatorio

Libro de contabilidad Consensual


Como bien sabemos, todo acto de comercio tendrá un carácter
consensual, ya que hace más eficiente y rápido el proceso, lo que
significa que dicho no debe cumplir con ciertas formalidades, como
que el acto de comercio conste por ESCRITO, es decir, no está
obligado a tener solemnidades, entendiéndose esto, nos hacemos
la pregunta,

Siendo consensuales sus actos, ¿cómo se probarán en un juicio?


Derecho Comercial 56
Formalidad de vía de prueba:
La ley señala que debe constar por escrito cada compraventa que
supone que lo que se está vendiendo vale más de 2 UTM, debemos
tener en claro que esto no hace que el contrato se vuelva solemne,
sino que se entenderá como una formalidad de vía de prueba, es
decir, si se cumple con esto, se entrega la posibilidad de que esta
sea utilizada como un medio de prueba.

Sanción por el incumplimiento:


Por su parte, si esta no consta por escrito y tampoco cumple con la
formalidad, el código señalará que no tendrá derecho para optar a
la prueba testimonial

Relacion de los libros de contabilidad con la prueba testimonial:


El art 171 del CC, se pone en un supuesto en que las personas no
pusieron el contrato por escrito, por lo cual se establece una
excepción diciendo que hay un PRINCIPIO DE PRUEBA POR
ESCRITO (el cual se entiende como un acto escrito del demandado
o de su representante que haga verosímil del hecho litigioso),
procede la prueba testimonial. Cuando se presenta este principio
se entenderá como si se hubiera puesto por escrito el contrato
suscrito.

¿los libros de contabilidad pueden ser consideradas dentro de este


principio del CC?
No, ya que, estos libros personales de contabilidad (que emanan del
propio comerciante) no emanan de la contraparte
Resultado de la prueba de los libros de contabilidad
Hipótesis generales:
a)Si los libros de ambas parte están de acuerdo: (o dicen lo mismo)
producen plena prueba, ya que hacen fe en contra y a favor de cada
uno de los comerciantes. (mas que nada es teoría).

b)En caso de desacuerdo entre los libros: Como se trata de medios


probatorios igualmente fehacientes y contradictorias, se anulan, es
decir, ambos libro de contabilidad no serán validos como medios
de prueba, ya que existe una contradicción respecto a lo que señala
Derecho Comercial 57
cada uno de ellos.

Hipótesis especiales:
a)Si los libros de una parte no han sido llevados regularmente:
Cuando se ven modificados o arreglados para su beneficio, es decir,
con infracción al art 31 C. Com, estos carecen de valor probatorio a
favor del comerciante que los lleva, el infractor queda entregado a
lo que digan los libros de la contraparte si estos han sido llevados
en conformidad a la ley, salvo prueba en contrario.

b)Mala fe del comerciante: Este se hará presente cuando el


comerciante oculte al juez o los destruye o simplemente niega su
existencia señalando que él no los tiene, en tal situación se entiende
que el comerciante esta de mala fe y por tanto este quedara
entregado a lo que señalen los libros de contabilidad de la
contraparte. Además, no podrá recurrir a otros medios de prueba.

Todo lo señalado anteriormente es porque el comerciante quiere


hacer valer sus libros de contabilidad para la plena prueba a su
favor, sin embargo, cuando le comerciante lleva los libros y los hace
valer no solamente hace valer lo que le conviene sino también lo
que le puede perjudicar

Libros de contabilidad indivisibles


Es entienda cuando un comerciante hace valer los libros de prueba,
lo hace tanto a su favor como en contra, pero también se entiende
de que un comerciante tiene registro comerciales en su
contabilidad, esta no se podrá dividir, es decir, no solo se puede
hacer valer lo bueno de los libros, sino también lo malo.

Principio de los libros facultativos:


Los libros facultativos servirán de medio de prueba, cuando un
comerciante sin culpa o negligencia (ejemplo: caso fortuito) de su
parte no cuenta con los libros obligatorios podrá en este caso hacer
valer los libros facultativos como medio de prueba.

2)Obligación de inscribir ciertos documentos en el registro de


Derecho Comercial 58
comercio (art 22 y sgtes):
¿Qué cosas se deben inscribir? ¿Cuál es su finalidad?
Esta inscripción se hace para que el comerciante que quiera
comerciar con otro comerciante tenga prueba fidedigna de que es
lo que tiene en su contra o en su favor el comerciante. Art 22 del
código de comercio señala:

1.(Solo las personas que son comerciantes deben inscribir las


capitulaciones solo si son en ese momento, por su parte, este se
hace después comerciante deberá inscribirlo.)
4. (este si o si se cumple, ya que, si no se hace no se podrá formar la
sociedad)
5. (pocos comerciante los inscriben y cuando lo hacen se les olvida
mencionar la revocación del gerente la cual también debe constar
por escrito)

¿Cuánto tiempo tienen para inscribirse estos documentos?


○Numerales 1, 2, 3 y 5: plazo 15 días corridos fatales
○Numeral 4: plazo de 60 días corridos fatales

3)Obligación de pagar la patente municipal:


Todas las actividades económicas que se quieren desarrollar
dentro de una comuna deben pagar una patente municipal

4)Obligaciones de emitir factura: Esta se mirará desde 4 ángulos


distintos:

1.Como medio de prueba respecto de la compraventa de


mercaderías
2.Como título representativo de mercaderías (art 160 del C. Com)
3.Como instrumento que da cuenta del impuesto al valor agregado:
este se entenderá como el valor agregado que se le suma al total de
una venta o compra, la cual consta del 19%. Por su parte, debemos
tener en claro, que mientras mas gastos los comerciantes puedan
ser capaz de acreditar, menos IVA deberá pagar.
4.Como título de crédito:
Derecho Comercial 59
Principios cambiarios aplicables a los títulos de crédito
“Documento que lleva incorporado un derecho literal y autónomo
que se puede ejercer por su portador legítimo contra el deudor a la
fecha de su vencimiento” (Sandoval, p. 15)

Importante:
Los títulos en el derecho comercial se definen como documentos y
sin ellos no existirán los títulos de créditos

¿Qué se entiende por derecho literal?


Esto hará referencia a que todo lo que este estipulado en el contrato
es importante, por lo cual, deberá ser aplicado de la forma exacta,
es decir, lo que diga el contrato es lo que será cumplido o llevado a
cabo, ni más ni menos.
Ejemplo: si el contrato señala una cantidad de dinero determinada,
será solamente esa cantidad la que se pagará, lo mismo sucede con
las fechas de celebración, estas no podrán ser cambiadas.

Exigencias:
1)Certeza: hace referencia a la existencia de este titulo
2)Rapidez: en cuanto a su modo de circulación, es decir, de pasar a
una persona a otra.
3)Seguridad: en cuanto el documento permanece inalterable luego
de posibles sucesivas transferencias.

Tres conceptos básicos:


a) Incorporación: para que exista el titulo o documento, este tendrá
una:
○Función de carácter constitutiva:
ya que, para que exista este deberá ser redacto o darse lugar a ello,
es decir, si el documento no existe por lo tanto tampoco existirá el
derecho.
○Función probatoria:
ya que, si se quiere acreditar de que existe un título la forma que se
hace presente para probar este derecho que se tiene sobre los
títulos de créditos o dinero, será sobre el mismo documento, no se
pueden utilizar documentos externos para acreditar este derecho
Derecho Comercial 60
○Función de existencia:
el pagare o créditos solo existirá en la media que exista el código.
(la sentencia también es un título de crédito)
○Función permanente:
se entenderá que tanto el documento como el derecho están tan
unidos que se genera el llamado consorcio indisoluble

b)Autonomía: Si bien el documento (sustrato material) solo puede


transferirse con la voluntad del cedente mediante la entrega de
este, de modo derivativo; no es menos cierto que el derecho
representado o incorporado en el documento es objeto de una
transferencia originaria, naciendo un derecho nuevo para cada
sujeto que recibe el documento. (siempre la posición del
adquirente quedara condicionada a la de su antecesor, es decir, no
podrá adquirir más derecho de los que tuvo su antecesor)

Esta se entender como una tradición derivativa, ya que, se entiende


que lo que estaban en manos del tridente se deriva o pasa al
adquirente, por su parte no toda tradición será de este carácter,
sino también se harán presente las tradiciones originarias o
constitutivas, estas consisten en que el adquirente no ocupa la
posición del tridente, sino que la posesión del adquirente es una
posición nueva.

c)Legitimación:
El título de crédito, y específicamente, el documento que lo
contiene es necesario para legitimar el ejercicio del derecho literal
y autónomo incorporado en él.

El portador del título de crédito, que lo posea de acuerdo con las


normas de circulación de este, está legitimado para exigir al
suscriptor el cumplimiento de la obligación consignada en el título
y autoriza a éste para llevar a cabo el pago valido de su obligación.

A partir de estas tres ideas básicas se pueden deducir las tres


características fundamentales o esenciales que se presentaran en
todo título de crédito. Por su parte, se hacen presente los rasgos o
Derecho Comercial 61
características esenciales y comunes de todos los títulos de
créditos, como documento de crédito.

Características esenciales y comunes de los títulos de crédito


1)Necesidad: Es totalmente necesario tener el título de crédito
para contar y poder disponer del derecho documental
representado en el
Los derechos y obligaciones contenidos en los títulos de crédito
están incorporados en el documento mismo. Esto significa que el
título físico es necesario para ejercer los derechos o cumplir con las
obligaciones que se derivan de él.

2)Literalidad:

Viene dada de la idea de incorporación, en donde el contenido,


extensión y modalidad a que queda sujeto el derecho incorporado
en el documento dependen exclusivamente del tenor del título. lo
que significa que los derechos y obligaciones contenidos en el título
se derivan exclusivamente de lo que está escrito en el documento.

El fundamento es la naturaleza documental que adquiere el


derecho al ser representado en el título de crédito.

En virtud de esta característica de literalidad, se producen los


siguientes efectos:
○ El acreedor no puede exigir ni percibir más de lo expresado
en el título;
○ El deudor no puede valerse de elementos jurídicos extraños
que no estén literalizados en el documento;
○ El carácter literal supone una carga de atención para las
personas que intervienen en el documento

3)Autonomía:
Los títulos de crédito están diseñados para circular de mano en
mano, lo que facilita su transferencia y negociación entre diferentes
personas. La transferencia se realiza mediante la entrega física del
título.
Derecho Comercial 62
Los títulos de crédito son documentos autónomos, lo que significa
que los derechos y obligaciones que se derivan de ellos son
independientes de cualquier relación subyacente entre las partes
involucradas. Esto significa que un título de crédito puede circular
y transferirse sin afectar las relaciones entre los acreedores y
deudores originales.

Características particulares de algunos títulos de créditos:


a)Abstracción;
deriva de la idea básica de la prescindencia objetiva, el nacimiento
del derecho documental no significa necesariamente la extinción
de la relación fundamental o subyacente, sino que pueden coexistir
ambas relaciones jurídicas, como sucede habitualmente.

Lo que significa que son independientes de la causa o contrato


subyacente que les dio origen. Esto implica que la existencia y
validez del título de crédito no dependen de la validez o nulidad del
contrato que lo originó.
Por ejemplo: si una persona emite un cheque para pagar una
deuda, la validez del cheque no se verá afectada si el contrato
subyacente es nulo o inválido.

b)Formalidad:
Los títulos de crédito son documentos que deben cumplir con
ciertas formalidades establecidas por la ley para su validez y
eficacia. Estas formalidades pueden variar dependiendo del tipo de
título de crédito, pero generalmente incluyen elementos como la
firma del emisor, la indicación expresa de ser un título de crédito,
entre otros.

El cumplimiento de estas formalidades es fundamental para


garantizar la autenticidad y certeza del título.

Clases de títulos de crédito


a)Según el tipo de crédito contendió en el:

1.Títulos de pago, representativos de dinero o efectos de comercio:


Derecho Comercial 63
En el título de crédito representativo de dinero, la prestación
consiste precisamente en pagar una suma de dinero a su
vencimiento. Entre los efectos de comercio encontramos:
○ la letra de cambio,
○ el pagaré
○ el cheque.

b)Títulos representativos de mercaderías:


En el título representativo de mercaderías la prestación contenida
en el documento permite exigir al obligado la entrega de
determinados bienes. Entre los títulos de esta clase figuran:

•La carta de porte (emana del llamado contrato de trasporte


terrestre)
•El conocimiento de embarque, (emana de los contratos de
trasporte marítimos)
•Los certificados warrants. (estas empresas serán almacenes de
depósitos o bodegas que tienen un estatus especial, ya que están
reguladas por la ley que forma parte del sistema financiero del
país)

1.Títulos de participación social o valores mobiliarios


Se regulan principalmente en la Ley N° 18.045 sobre Mercado de
Valores y en su reglamento. Estos títulos representan una
participación en el capital de una sociedad o empresa y pueden ser
objeto de negociación en el mercado de valores

Es decir, que reconocen determinados derechos, ya sea en calidad


de asociado o de acreedor, de la entidad que los emite. Mediante el
título de poseedor puede ejercer los derechos que éste le confiere,
pero puede también cederlo, con lo cual transfiere su cuota social
o parte de interés social, En esta categoría destaca:

•Las acciones: que emanan de una sociedad anónima a cabio del


aporte que hace el accionista, este tendrá derechos económicos
(derecho de participar en las ganancias), derechos políticos (le
permite votar en la sociedad)
Derecho Comercial 64

2.Según la mayor o menor determinación del titular del crédito:


forma en que se determina el sujeto titular del crédito. Esta puede
ser muy específica o simplemente
no está totalmente determinada

1.Títulos nominativos:
En un título nominativo, el nombre del titular está expresamente
mencionado en el documento. Es decir, se conoce su nombre,
apellido, razón social, entre otros. Trasferencia a trave de la cesión
de créditos
La cual deberá ser notificada al emisor

2.Títulos a la orden:
En un título a la orden, el nombre del beneficiario está mencionado
en el documento, pero el título puede ser transferido mediante
endoso en favor de otro beneficiario.

Trasferencia a través o por medio del endose

3.Títulos al portador:
En un título al portador, no se menciona el nombre del titular en el
documento. El simple tenedor del título es considerado el titular
legítimo y tiene derecho a ejercer los derechos y obligaciones del
título.Trasferencia a través de la simple entrega física del titulo

Títulos representativos de una suma de dinero (efecto de


comercio)
Letras de cambio
Librado: emite la letra de cambio
Librador: quien acepta o no la letra de cambio (aceptante)
Beneficiario:comerciante

El librado emite la letra de cambio para que el beneficiario vaya a


cobrarlo al librador, quien podrá aceptar o no
Contenido:
Art 1 ley N°18.092, la letra de cambio contener las siguientes
Derecho Comercial 65
enunciaciones que son esenciales para que se produzca la letra de
cambio.

1)La indicación de ser letra de cambio, escrita en el mismo idioma


empleado en el título;

2)El lugar y fecha de su emisión. No obstante, si la letra no indicare


el lugar de la emisión, se considerará girada en el domicilio del
librador. (la ley permite que no sea necesario señalar el lugar, ya
que se entenderá que fue celebrado en el domicilio del librador, por
su parte, respecto a la falta de la fecha puede causar problemas si
respecto a ella se deduce el término del pago)

3)La orden, no sujeta a condición, de pagar una cantidad


determinada (esencia de la letra) (que señale el monto exacto del
dinero) o determinable de dinero (que se pueda determinar a
través de UTM u UF)

Si el importe de la letra apareciere escrito a la vez en palabras y


cifras, valdrá la suma escrita en palabras en caso de diferencia
entre unas y otras (art. 6°).

4)El nombre y apellido de la persona a que debe hacerse el pago o


a cuya orden debe efectuarse (al comerciante, ya que es quien tiene
la letra)

5)El nombre, apellido y domicilio del librado (es la persona a quien


va dirigida la orden, es decir, quien deberá pagarla o hacerse cargo
de ella) (se le conoce como librado, ya que aun no acepta la letra de
cambio, si la acepta este ser conocido como aceptante)

•Debemos tener en claro que puede existir mas de un librado, lo


cual implica, que, si le librado principal no acepta, lo deberá hacer
el siguiente y así sucesivamente hasta el cuarto librado, por su
parte, si ninguno lo acepta la letra de cambio será reclamada a
quien la hizo.
Derecho Comercial 66
•Si hubiere varios librados, deberá indicarse un domicilio único
para todos ellos.

•Si una letra se girare contra varias personas todas ellas se


considerarán librados, a menos que expresamente se hubiere
designado algún orden, en cuyo caso se entenderá como librado
sólo al que aparezca en primer lugar en el documento y los demás,
como librados subsidiarios en el orden señalado (art. 4°, Ley
18.092).

6)El lugar y la época del pago. No obstante, si la letra no indicare el


lugar del pago, éste deberá hacerse en el domicilio del librado
señalado en el documento; y si no contuviere la fecha de su
vencimiento, se considerará pagadera a la vista,

•La letra de cambio puede girarse para ser pagada en el domicilio


de un tercero, ya sea en la localidad en que el librado tenga el suyo
o en otra distinta (Art. 5°).

Desde el numeral 1 hasta el 6 van a ser colocados por el librador en


el documento, y lo único que necesitará será la firma para
entenderse realizado.

7)La firma del librador.

•Bajo la responsabilidad del librador, su firma podrá estamparse


por otros procedimientos que se autoricen en el Reglamento, en los
casos y con las formalidades que en él se establezcan.

•La letra de cambio también puede girarse a la orden a cargo del


propio librador (art. 3, Ley 18092). (lo que señala la ley, es que se
puede dar el caso en donde el librado y la persona que la emiten
sean la misma persona, es decir, será más conocida como una autor
den)

•Cuando sucede esto, la autor den debe ser si o si aceptada por el


mismo, lo que implica que la persona no sea solo librador y emisor,
Derecho Comercial 67
sino también aceptante.

El documento en que no se cumpla con las exigencias del artículo


precedente no valdrá como letra de cambio, por su parte se debe
tener en claro, que existirán algunos numerales que se podrán
rellenas o completar después.

Artículo 2:
“El documento en que no se cumpla con las exigencias del artículo
precedente no valdrá como letra de cambio.”
Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 2°, si la letra de cambio no
contiene las menciones de que trata el artículo 1°, cualquier
tenedor legítimo podrá incorporarlas antes del cobro del
documento, sujetándose en todo ello a las instrucciones que haya
recibido de los obligados al pago de la letra.

Articulo 13 (menciones facultativas)


Además de las menciones indicadas en el artículo 1°, la letra de
cambio puede contener:

2)La cláusula de ser reajustable la cantidad librada, que se


expresará mediante la palabra "reajustable" u otra igualmente
inequívoca; (se reajusta según el IPC)

•En las letras con cláusulas de reajuste, la cantidad librada se


ajustará conforme a las reglas que el documento señale. No
indicándose sistema de reajuste, se aplicará el de las operaciones
de crédito de dinero vigente a la época de la emisión de la letra. La
indicación de sistemas prohibidos por la ley se tendrá por no
escrita (art. 14, Ley 18.092).

Aval
El aval es un acto escrito y firmado en la letra de cambio, en una
hoja de prolongación adherida a ésta, o en un documento separado,
por el cual el girador, un endosante o un tercero garantiza, en todo
o en parte, el pago de ella
Derecho Comercial 68
Forma del aval
1)La sola firma en el anverso de la letra o de su hoja de
prolongación constituye aval, a menos que esa firma sea del girador
o del librado.

2)Otorgado en el dorso debe contener, además de la firma del


avalista la expresión "por aval" u otra equivalente.

3)Otorgado en documento separado debe, además de la firma del


avalista, expresar que el acto es un aval e identificar claramente la
letra a la cual concierne. Los derechos que emanan de un aval
otorgado en instrumento separado, no se transfieren por endoso.
El acto que no reúna estos requisitos no constituye aval.

Responsabilidad el avalista
Aval con limitaciones:
Este se caracterizará por ser una persona que garantiza deudas, lo
que implica que al mismo tiempo este puede establecer límites
como:

○Fijar un tiempo: señalará hasta cuándo podrá granizar deudas (ej:


la persona señalará que solo garantizará la letra hasta un plazo de
3 meses)

○Caso determinado: también podrá garantizar la letra respecto de


algún caso en particular

○Monto: podrá señalar que garantizará la letra respecto de un


monto de dinero determinado (ej: la letra es de 1 millón y el solo va
a garantizar 500 mil peso de esta)

○Persona determinada: puede garantizar la letra respecto de


determinada personas o personas (ej: la persona solo será aval del:
aceptante, librado o endosante) (si nada dice se garantizará
respecto a todos los mencionados)
Derecho Comercial 69
Aval sin limitaciones:
este no estará remitido ni el tiempo, monto, persona, o caso
determinado, sino que este responderá del todo, este tendrá una
similitud con el aceptante, se le pone en una misma posición

Endoso
Es un escrito que se encuentra contemplado en la propia letra de
cambio en el que el tenedor legitimo (el dueño de la letra) trasfiere
el dominio de esta, la entrega en cobranza o la constituye en
prenda, esta característica será utilizada para todo los títulos de
créditos.
¿Quién hace el endoso?
El dueño de la letra de cambio, es decir, el portador legitimo
¿Cuál es su finalidad?
Esta se caracterizará por tener 3 tipos finalidades:
1.Trasferir el dominio (regla general)
2.Constitución de una comisión de cobranza
3.Se constituye en prenda
Forma
○El endoso debe estamparse al dorso de la letra misma o de una
hoja de prolongación adherida a ella
○El endoso debe ser firmado por el endosante.
○El endoso debe ser puro y simple (no debe estar sujeto a
condiciones). Toda condición a la que se subordine el mismo se
reputa no escrita. El endoso parcial no produce efecto alguno (art.
19.1.).
○El endoso puede contener las menciones del (no es obligatorio,
pueden no estar)

♥Lugar (si no lo contiene, se presume hecha en el domicilio del


endosante)
♥Fecha de su otorgamiento (si no lo contiene se entenderá que fue
extendido antes de que la letra venza)
♥El nombre del endosatario (si no contiene el nombre se entenderá
que este será al portador)
♥La calidad del endoso, en su caso (si no lo contiene se entenderá
Derecho Comercial 70
que tendrá la calidad de trasferir el dominio)

Diferencias entre la cesión de crédito civil y comercial


Código Civil Código del Comercio
Diferencias de cesión de créditos Notificación: debe ser
notificado el deudo. Notificación: debe hacerse por ministro de fe
No debe hacer reserva de excepciones Debe hacer reserva de
excepciones entre deudores y terceros.

Estas dos formas solo se harán presente si descansan sobre un


crédito nominativo, en cambio si el crédito es a la orden su figura
será el endoso, este se encuentra regulado en el código del
comercio en específico en la ley 18.092 (no importa si esta es civil
o comercial)

¿Cuándo no se puede endosar para la letra de cambio o pagare?


Solo se puede no endosar cuando el texto diga que no se puede
endosar, es decir, si la letra de cambio o pagare no señala nada
respecto del endoso, como a la orden u otro equivalente o no dice
nada, también se podrá endosar, a menos que este señale que no se
puede hacer. (solo se podrá hacer uso de este cuando el documento
es nominativo)

Hipótesis
1.Páguese 500 mil pesos a “la orden” de don Juan Martínez, este
será a la orden, aquí se pueden hacer presente los 3 tipos de
endoso, dominio, cobro, etc.

2.Páguese a don Juan Martínez, este será un crédito nominativo,


que podrá ser endosado en sus 3 formas

3.Páguese a don Juan Martínez “no endosable”, este será un crédito


nominativo que no podrá ser endosable en primer momento, ya
que debemos distinguir:

○ Dominio: no se puede endosar de ninguna manera


○ Prenda: si se podrá siempre y cuando se aplique las reglas de
Derecho Comercial 71
los créditos nominativos (se deberá notificar al deudor)
○ Cobranza: este siempre se podrá endosar sin importan.

Créditos nominativos
¿son endosables o no?
Nominativo Puede ser endosable en sus 3 formas
Cobranza Siempre puede ser endosable
Prenda Podrá ser endosable siempre y cuando siga las reglas de los
créditos nominativos

¿Quién puede ser endosante (portador legitimo)?


○Sera portador legitimo siempre y cuando justifique su derecho
por una serie no interrumpida de endosos (muchas personas se
obligan solidariamente a través de una serie de firmas), aun cuando
el ultimo endose no este en blanco (ya que va la firma del
endosante, pero no el nombre beneficiario) (entrega material,
cuando no existe firma)

○Para este efecto, los endosos tachados o borrados se tienen por no


escritos. Cuando a un endoso en blanco sigue otro endoso, se
reputa que el firmante de éste ha adquirido la letra por el endoso
en blanco (art. 26).

○El portador legítimo de una letra no puede ser privado de ella,


salvo que se pruebe que la adquirió de mala fe o que no pudo menos
de conocer su origen irregular (art. 27).

¿Quién puede ser endosatario?


Solo quienes se pueden obligar pueden endosar.
1)tercero, (el beneficiario pedro, se lo pueden endosar a Constanza
que es un tercero siendo esta portadora legitima ahora)

2)librado o aceptante, (el beneficiario pedro puede endosar a


marta, siendo esta deudora y acreedor, este será conocido como
confusión, la cual se entenderá como un modo de extinguir)

3)del librador (juan como librador, se vuelve deudor solidario y


Derecho Comercial 72
acreedor, este puede terminar con la letra o seguir endosándolo, lo
único que no puede hacer es cobrarlo, ya que no se lo puede cobrar
a si mismo)

4)de cualquier otro obligado. (un aval, este podrá ser tanto deudor
como acreedor y también tiene la posibilidad de volver a
endosarlo)

clases de endoso:
a)endoso traslaticio de dominio:
El endoso que no exprese otra calidad es traslaticio de dominio y
transfiere al endosatario todos los derechos que emanan de la letra
(art. 21). El endoso traslaticio de dominio garantiza la aceptación
y pago de la letra y el o los endosantes serán solidariamente
responsables de los efectos de la falta de aceptación o pago, salvo
estipulación en contrario estampada en el dorso mismo
El endosante puede prohibir un nuevo endoso y, en tal caso, no
responde ante los endosatarios posteriores de la letra, es decir, este
no será deudor solidario de los endosos que se lleven a cabo
después.
Ejemplo: el endosante, puede señalar que los endosos 3, 4 y 5 este
no será deudor solidario, es decir, el no asume su responsabilidad
frente a ellos.

b)Endoso en cobranza:
El endoso que contenga la cláusula "valor en cobro", "en cobranza"
o cualquiera otra mención que indique un simple mandato faculta
al portador para ejercitar todos los derechos derivados de la letra
de cambio, salvo los de endosar en dominio o garantía. El endoso
practicado por el endosatario en cobro sólo produce los efectos
propios del endoso en cobranza (art. 29.1).
El endosatario en cobranza puede cobrar y percibir (, incluso
judicialmente, y tiene todas las atribuciones propias del
mandatario judicial comprendidas también aquellas que conforme
a la ley requieren mención expresa. Con todo, el mandatario sólo
puede comparecer ante los tribunales en la forma que exige la ley
Derecho Comercial 73
c)Endoso en garantía
El endoso en garantía faculta al portador para ejercer todos los
derechos emanados de la letra, cobrarla judicial y
extrajudicialmente y aplicar sin más trámite su valor al pago de su
crédito, con obligación de rendir cuenta al endosante. Sin embargo,
a menos que se establezca lo contrario, el endosante no responde
de la aceptación o pago de la letra. Mientras el endosatario
mantenga la letra en su poder, debe practicar todas las diligencias
necesarias para conservar los derechos emanados de ella (art.
30.1). El endoso hecho por el endosatario en garantía sólo vale
como endoso en cobro (art. 30.2).

La disposición del artículo 28 es aplicable al endoso en garantía art.


28, es decir, la persona demandada en virtud de una letra de
cambio no puede oponer al demandante excepciones fundadas en
relaciones personales con anteriores portadores de la letra (art.
30.3).
Protesto
El protesto de una letra de cambio es un acto solemne que tiene por
objeto dejar constancia de la falta de aceptación o de pago de una
letra de cambio, que efectúa un funcionario público que autentifica
la falta de cumplimiento de obligaciones cambiarias nacidas de la
letra de cambio.
¿para qué sirve?
Este sirve para dar a conocer a todos los obligados, de que le
librado NO pago, siempre y cuando este lo haya aceptado (las
personas que se verán en riesgos serán todos los codeudores
solidarios que serán los endosantes, el librador (quien lo emitió) y
las personas que son avales, a todos ellos se les puede demandar.

¿Por qué es importante que sea protestado?


Si no se realiza el protesto en tiempo y forma van a caducar las
acciones cambiarias que el portador puede tener en contra del
librador, el dosante, y los avalistas, es decir, el protesto sirve para
poderle cobrar el documento no solo al aceptante sino para
podérselo cobrar a todos los demás ya señalados, si este no está
protestado no podrá cobrase a estas personas.
Derecho Comercial 74

1.Acciones cambiarias
Todos los que firman una letra de cambio, como:
a. Librador(es),
b. Aceptante(s)
c. Endosante(s),
d. Avalista(s),
Quedan solidariamente obligados a:
• pagar al portador el valor de la letra,
• más los reajustes, en su caso,
• e intereses, en su caso.
A partir de la fecha del vencimiento, se devengan intereses
corrientes, a menos que se hubieren estipulado intereses
superiores. En las letras a la vista los intereses corren desde la
fecha del protesto.
Cualquier tercero extraño a la letra podrá pagarla y se subrogará
en todos los derechos del portador emanados del documento. El
portador deberá dejar constancia en la letra del nombre de la
persona que le hizo el pago (art. 87)

2.Acción cambiaria de reembolso:


Es la acción que tiene quien paga la letra para reclamar la suma
íntegra que hubiere desembolsado, reajustará y los intereses
corrientes, calculados desde la fecha del desembolso hasta la de su
reintegro.
¿Quién puede ejercerla y contra quién?
1)El endosante que paga en contra del librador, aceptante y
endosante anteriores y de sus avalistas, a su elección.

2)El avalista que paga en contra de la persona a quien él ha


garantizado y de los demás firmantes de la letra respecto de los
cuales tuviere acción cambiaria de reembolso la persona avalada.
¿Quiénes no tendrá acciones de rembolso?
El librador o el aceptante que pagare la letra no tendrán acción
cambiaria de reembolso entre sí, ni en contra de los demás
firmantes de la letra (art. 82).
Derecho Comercial 75
¿Quiénes protestan?
a)Un notario
b)Banco o sociedades financieras
Este puede ser el notario, ya que se necesita de un ministro de fe
que de cuenta de que no lo quiso aceptar o no puso la fecha o no lo
quiso pagar, etc. Por su parte, en el caso del pagare sucede lo
mismo. Mientras que, en el caso del cheque, sucede un caso
especial, ya que, solo podrá protestarlo el banco
Este se produce cuando el que tiene la letra de cambio o pagare,
tiene problemas para que le pague, esto puede producirse cuando
el librado simplemente no lo acepto o cuando lo acepto no señalo
una fecha (la cual es importante, ya que se puede saber desde
cuando se puede cobrar) o cuando se cobro el librado no lo pago.

El protesto tiene por objetivo, por tanto, en lo inmediato:


1.Dejar constancia de la falta de aceptación de una letra de cambio
por parte del librado.

2.Dejar constancia de la negativa del librado a fechar su aceptación,


respecto de la letra de cambio girada a un plazo contado desde la
vista (art. 38.3)

3.Dejar constancia de la falta de pago de una letra de cambio. (la


mas importante, esta se aplica a todos los créditos)
¿Cuánto tiempo tiene para demandar?
Prescripción extintiva: plazo
○El plazo de prescripción de las acciones cambiarias del portador
contra los obligados al pago es de 1 año, contado desde el día del
vencimiento del documento (art. 98).

○Las acciones de reembolso prescriben en el plazo de 6 meses


contados desde el día del pago cuyo reembolso se reclama (art. 99).

Interrupción de la prescripción.
a)La prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quien
se notifique la demanda judicial de cobro de la letra, o la gestión
Derecho Comercial 76
judicial necesaria o conducente para deducir dicha demanda o
preparar la ejecución.

b)Igualmente se interrumpe respecto del obligado a quien se


notifique para los efectos establecidos en los arts. 88 y 89 (extravío
de la letra de cambio).

c)Se interrumpe, también, respecto del obligado que ha reconocido


expresa o tácitamente su calidad de tal (art. 100)
En lo demás, la prescripción de las acciones provenientes de la letra
de cambio se rige por las reglas generales del Código de Comercio
(art. 101).

Reglas Generales
1)El giro, aceptación o transferencia de una letra no extinguen,
salvo pacto expreso, las relaciones jurídicas que les dieron origen
no producen novación (art. 12).

2)El pago de una letra emitida, aceptada o endosada para facilitar


el cobro de una obligación o para garantizarla, la extingue hasta la
concurrencia de lo pagado (art. 12).

3)El librador garantiza la aceptación y el pago de la letra de cambio.


Puede eximirse de la responsabilidad de la aceptación; pero toda
cláusula por la cual se exima o limite su responsabilidad por el pago
se tendrá por no escrita (art. 10) (el librador va a responder por la
falta de aceptación y siempre va a responder del pago, ya que este
crea la letra)

4)La persona demandada en virtud de una letra de cambio no


puede oponer al demandante excepciones fundadas en relaciones
personales con anteriores portadores de la letra (art. 28).

5)El pagador de una letra de cambio no está obligado a cerciorarse


de la autenticidad de los endosos; ni tiene facultad para exigir que
ésta se le compruebe; pero debe verificar la identidad de la persona
que la presente al cobro y la continuidad de los endosos, so pena de
Derecho Comercial 77
quedar responsable si paga a portador ilegítimo del documento
(art. 31).

6)Cualquier endosante que haya pagado la letra de cambio puede


tachar su endoso y los que le siguen2 (art. 84).

una de las características que presenta el derecho comercial a partir del periodo del
surgimiento de los estados modernos es que: La costumbre recupera su lugar de fuente
primordial, Evoluciona hacia un derecho de regulación heterónoma , Los gremios asumen
un rol legislativo, Todas las anteriores
la corrección de la formulación dogmática de los “actos de comercio” en el código de
comercio francés vino de parte de: El propio legislador galo, a través de leyes interpretativas
La doctrina comparada, De la jurisprudencia francesa
Derecho Comercial 78
tigaciones jurídicas lograron la derogación del principio ro-
manista de la cesión de crédito.
El carácter autónomo de un título de crédito se explica
porque el titular del mismo no adquiere en forma origina- ria,
es decir, su derecho no deriva del tradente, sino que nace nuevo
en el adquirente al recibir el documento según su ley de
circulación. El nuevo titular no es sucesor del sujeto que le
transfirió el título de crédito, sino que lo ad- quirió en forma
originaria. El portador ejerce, en conse- cuencia, un derecho
propio, distinto e independiente de las relaciones jurídicas
existentes entre los anteriores poseedo- res del título y el
deudor.
El fundamento de la autonomía reside en el principio de la
incorporación representativa del derecho en el documen- to, en
donde se encuentran unidos en conexión íntima y permanente.
Por tal razón es evidente que toda adquisición opera sin la
cooperación del tradente, es decir, que si bien es cierto éste
efectúa la tradición del título, la adquisición del derecho
documental se produce exclusivamente en virtud de que el
nuevo titular ha recibido el documento de acuerdo con su ley de
circulación. Al recibir el documento el porta- dor adquiere la
titularidad del derecho documental que se halla objetivado en
el mismo.
Siendo esto así, la autonomía del derecho cambiario ra-
dica, fundamentalmente, en la posición asumida por el legis-
lador al instituir el sistema regulador de las relaciones
cambiarias, en cuanto a que simplifica los requisitos legales de
la circulación.
En los títulos de crédito se prescinde de las relaciones jurídicas
y por aplicación del principio de la autonomía la intervención de
los sucesivos poseedores queda relegada en- tre los elementos
irrelevantes, pues se le confiere una fun- ción meramente
instrumental, puesto que el acto de transmisión que realizan
sólo sirve para vincular al deudor con el último poseedor del
título de crédito. Cualquiera sea la situación de los sujetos en la
transmisión, legítima o ilegítima ma, cumplen una función
instrumental que permite al últi- mo poseedor vincularse en
forma directa con el deudor por medio del documento. Tal es la
Derecho Comercial 79
justificación lógica de la ad- quisición originaria del derecho y
por consiguiente el funda- mento del principio de la autonomía
en los títulos de crédito.35 La consecuencia más importante del
carácter autónomo
de los títulos de crédito es que durante la circulación del
derecho incorporado no se produce la acumulación de vicios o
defectos que pudieran derivarse de cada transferencia, ori-
ginando excepciones de carácter personal. Cada sujeto que
transfiere asume una relación jurídica independiente de los
demás, por lo que se puede afirmar que la función que cum- ple,
al tiempo del vencimiento del título, es simplemente
instrumental y consiste en relacionar al deudor con el porta- dor
legítimo del documento. Por otra parte, la prescindencia
subjetiva de las situaciones jurídicas intermedias hace que la
relación portador-deudor sea objetiva e impersonal, pues no
interesa quién requiera el cumplimiento de la obligación, sino
que lo importante es que tenga la posesión del docu- mento y
que haya cumplido con la ley de circulación. En fin, recordando
que en la estructura del título de crédito existe un elemento
externo (el documento, cosa mueble) y otro elemento interno
(la declaración documental o prestación incorporada), dejamos
en claro que si bien la transferencia del título en cuanto
documento se puede considerar como tradición derivada, la
tradición que efectúa el tradente origi- na el nacimiento de un
derecho nuevo para el adquirente, que no se recibe del
antecesor, sino que, transferido el docu- mento, el derecho
incorporado en éste ingresa a su patrimo- nio como
consecuencia de ello. En otras palabras, la adquisición del
elemento externo hace adquirir la titularidad del derecho
interno o prestación incorporada. 3

3un establecimiento de comercio es: Una unidad de hecho


Una empresa de agroindustria podría ser considerada una actividad mercantil: Cuando es
desarrollada por los agricultores sustancialmente con su producción /Cuando se realiza por
empresas que provisionan sustancialmente de la producción de terceros / Cuando se trata
de la venta de productos elaborados como el queso o el vino
Derecho Comercial 80

Podría pensarse que la autonomía de los títulos de crédi- to,


esta prescindencia subjetiva de las relaciones anteriores o
intermedias, va en contra del principio que nadie puede trans-
ferir más derechos que los que tiene (nemo plus iuris in alium
transfere potest quan ipse habet), ya que el derecho pudo no
haber existido en la persona del endosante por haberse ex-
tinguido o por no haber nacido jamás, pero no ocurre así. En
efecto, entendida la autonomía en el sentido de que el derecho
del tenedor no es dependiente sino originario, naci- do nuevo
en su persona, no se vulnera el principio nemo plus iuris…
El principio de la autonomía opera en los títulos de cré- dito
desde un punto de vista activo y pasivo. Desde el punto de vista
activo significa para el titular del crédito la imposibi- lidad de
acumular excepciones personales. En sentido pasivo implica la
total y absoluta independencia de las obligaciones cambiarias
asumidas por cada uno de los sujetos firmantes del título. En los
títulos a la orden, la ley de circulación es el endoso, que es a la
vez: legitimante, traslaticio y vinculante. Analizada una cadena
de endosos desde el punto de vista activo, cada sujeto que
recibió el título de crédito adquirió un derecho autónomo, es
decir, cada endosatario tendrá un derecho originario respecto
de cada uno de los firmantes anteriores. Desde el punto de vista
pasivo, la obligación jurí- dica es independiente para cada uno
de los firmantes, quie- nes han quedado obligados al pago,
responsabilizándose cambiariamente al mismo, con
prescindencia de las demás obligaciones.
obligados, no importando que las firmas intermedias hayan sido
efectuadas por incapaces, por personas inexistentes o por
mandatarios que act 4úen fuera de su poder. Tales

4
(V) En los primeros siglos de su surgimiento el derecho comercial fue un derecho de vigencia
trasfronterizo. Pero de creación urbana
(V) En su origen, el derecho comercial fue un derecho de vigencia trasfronterizo, pero de
creación urbana
(F) La costumbre mercantil se convierte en la fuente primordial del derecho comercial durante
la codificación comercial
(V) Durante el periodo de la costumbre tuvo un rol secundario, dado que el derecho comercial
revoluciono a una regulación heterónoma, la ley tiene prioridad sobre su regulación
Derecho Comercial 81
circunstancias que afectan a uno o varios firmantes no obstan a
la validez de las firmas restantes y, por ende, a sus respectivas
obligaciones, permitiendo5 exigir su

5
(V) En el siglo XIX, el derecho mercantil tiene un carácter de derecho típicamente nacional
y los gremios pierden un rol legislativo.
•(F) nacional y los gremios recuperan su rol legislativo.
(V) la compra de mercaderías no debe ser efectuadas con ánimo conservarla para que sea
considerada un acto de comercio, conforme al art. 3 del código de comercio
(V) la corrección de la formulación dogmática de los “actos de comercio en el código de
comercio francés vino de parte de la jurisprudencia gala, a través de las teorías de los actos
de doble carácter y actos accesorios
•(F) “del propio legislador galo, a través de leyes interpretativas”
Derecho Comercial 82

cumplimiento independientemente de las demás obligacio- nes.

Párrafo II
Características particulares de algunos títulos de crédito

1. Títulos de crédito y relación subyacente. Antes de dar


una noción de títulos abstractos y causados, se requiere
explicar la vinculación existente entre los títulos de crédito y
la relación fundamental que les dio origen y que pertenece al
derecho común. En otros términos, se trata de precisar de
qué manera nace el título de crédito, a qué rela- ción debe su
creación y qué relaciones interdependientes se generan
entre el título y la relación fundamental.
En este orden de idea, dejamos constancia, en primer
término, que el título de crédito puede emitirse con motivo de
cualquier contrato, que pasa a ser su antecedente o rela- ción
fundamental o relación subyacente. El nacimiento del derecho
documental no significa necesariamente la extin- ción de la
relación fundamental, sino que ambas relaciones jurídicas
(documental y subyacente) pueden coexistir y en principio
coexisten. El libramiento de un título de crédito no origina
novación de la relación que le dio origen, a menos que se
convenga expresamente
Durante esta coexistencia se produce una serie de recí-
procos efectos jurídicos. Así, en el caso en que el deudor deba
hacer frente al pago de ambas relaciones jurídicas, como debido
al hecho de que el cumplimiento de una de ellas extingue a la
otra, tendría acción de repetición en6

6
(F) Nuestro código de comercio no exige expresamente, en su art 3 que las operaciones
mercantiles se realicen con animo de lucro, excepto cuando se trata la compra de un
establecimiento de comercio.
•(F) nuestro código de comercio exige expresamente, en su art 3 CCom, que las operaciones
mercantiles se realicen con ánimo de lucro.
(F) Las empresas periodísticas quedan comprendidas en el art 3 del C. Com, cuando ellas
entregan un ejemplar en papel físico de los diarios o revista que editan.
Derecho Comercial 83

contra del sujeto que se enriqueció sin causa exigiendo el pago


de ambas.
Otro tanto sucede cuando la acción cambiaria se encuentra
supeditada al cumplimiento de determinadas cargas o deberes
cambiarios (protesto), que en el evento de que el sujeto no las
satisfaga pierde la posibilidad de ejercer la acción causal.
Por último, esta coexistencia de relaciones origina la su-
pervivencia de la acción fundamental frente a los posibles vicios
de la acción documental.
2. La causa en los títulos de crédito. En el derecho de las
obligaciones se distingue entre causa-fuente y causa-fin. La cau-
sa-fuente es el acto por el cual una persona exterioriza su
voluntad de obligarse. Esta voluntad, elemento subjetivo, re-
sulta fuente de obligaciones cuando se exterioriza, aspecto
objetivo. Siendo así, ante la interrogante ¿por qué se obligó?,
debemos responder: porque ese acto voluntario exterioriza- do
es un hecho al cual se le atribuye por el derecho la virtud de
crear el vínculo obligacional. En cambio, en la noción de causa-
fin se considera la finalidad económica que el sujeto tiene en
cuenta o a la cual aspira mediante el acto de volun- tad
exteriorizado, que dio existencia a la obligación.
Establecida esta distinción, digamos que la causa-fin, aun-
que subjetiva e interna, es anterior a la causa-fuente, pero
jurídicamente será coetánea con esta última, por cuanto para el
derecho los actos o hechos voluntarios sólo tienen relevan- cia
cuando se exteriorizan.
En materia de títulos de crédito, el problema se plantea y se
resuelve respecto de la causa-fin.36 Diversas teorías se han
formulado acerca de la causa en los títulos de crédito, de las
cuales analizaremos las más conocidas.7

7
Alguna de las características de la lex mercantoria en el surgimiento del derecho comercial:
Se trataba de un derecho de clase, la ley estatal jugaba un papel irrelevante, la
costumbre jugaba un papel relevante
las operaciones sobre letras de cambio, pagares y cheques, son mercantiles: Si se trata de
documentos a la orden
Derecho Comercial 84

Para una primera posición doctrinaria, la causa de los


títulos de crédito es una convención ejecutiva, que permite eje-
cutar o cumplir la relación fundamental. En otros términos,
según esta teoría, entre la relación fundamental y la relación
cambiaria existe una convención ejecutiva, que resulta ser la
causa del título de crédito, toda vez que mediante la concer-
tación de esta convención, el acreedor y el deudor cumplen la
relación fundamental.
En opinión de otro sector de la doctrina, la causa de los
títulos de crédito se localiza en el negocio jurídico por el cual
se entrega o transmite el título, que se denomina “pac- tum
cambiando”.
En las dos doctrinas expuestas se distinguen tres tipos de
relaciones, a saber:
–La relación fundamental;
–La convención ejecutiva o pactum cambiando, que sirve
para cumplir la relación fundamental o para entregar o trans-
mitir el título, y
–La relación cambiaria, en virtud de la cual se contrae la
obligación cambiaria.
Esta relación abstracta reconoce su causa –aunque se ha- lla
desvinculada jurídicamente de ella– en el pactum cam- biando
o en la convención ejecutiva.
Por último, una tercera teoría postula que la causa de los
títulos de crédito se encuentra en la relación fundamental, por-
que es el presupuesto económico jurídico que justifica la
obligación documental asumida por el girador. Es una posi- ción
más precisa y evidentemente más lógica que permite dar una
solución más realista al problema de la causa en los títulos de
crédito.
Si volvemos a considerar la distinción causa-fuente y causa-
fin, en relación con la causa de los títulos de crédito, puede
afirmarse que la causa-fuente no puede faltar porque es su
propia forma de exteriorizarse, documentalmente, con virtu-
des constitutivas y dispositivas. La causa-fin es la relación
funda- mental.
Derecho Comercial 85

Establecida la conclusión que formulamos, veamos a con-


tinuación las diversas proyecciones que tiene en el ámbito de
las relaciones cambiarias.
1. Teniendo presente la vinculación de los dos elementos
que forman la estructura del título de crédito (documento y
declaración documental), hay que concluir que es el título, en
tanto instrumento que documenta la relación en él incor-
porada, el que está informado del carácter abstracto y no la
obligación, que se encuentra vinculada a una relación funda-
mental.
2. Si la causa-fuente nunca puede faltar por ser el acto
externo de voluntad, la causa-fin puede faltar y ella es la causa
del título de crédito, supuesto el caso de su emisión con fines
económicos.
3. La relación entre quienes están vinculados por la rela-
ción fundamental y quienes no lo están, tiene distinta rele-
vancia jurídico-doctrinaria. La situación entre el emisor y el
beneficiario directo no ofrece duda porque están ligados por la
relación fundamental. No ocurre lo mismo con los terce- ros
sucesores del documento. Para la legislación cambiaria el
portador legitimado es un tercero de buena fe, que no parti-
cipó en el negocio o relación fundamental, y como su volun- tad
no se tuvo en cuenta al convenirse dicha relación, es ajustado a
derecho que las consecuencias jurídicas de tal ne- gocio no le
sean oponibles.
4. Al ser así no se lesionan el rigor cambiario ni el favor de
la circulación, porque el sistema cambiario presume la
existencia de la causa del título, dando la posibilidad al suje- to
pasivo de la relación fundamental de enervar la relación
cambiaria. En tal caso, la forma de hacerlo es acreditar la
inexistencia, la ineficacia o el carácter viciado de la relación
subyacente. Sólo que se invierte el peso de la prueba, porque
éste recae en el sujeto que se excepciona.

16. Concepto de título de crédito abstracto. Puede decirse


que es aquel documento cambiario que, por estar desvinculado
Derecho Comercial 86

de su causa, no menciona la relación fundamental, y, en caso de


hacerlo, ello resulta irrelevante.
La abstracción se produce respecto de los portadores de
buena fe, pero no en relación con quienes celebraron el negocio
causal. Ello equivale a decir que no es que los títulos de crédito
carezcan de causa-fin, sino que ella se presume en el ámbito
cambiario, resultando irrelevante respecto del por- tador de
buena fe, que no intervino en la relación funda- mental.
Como no pueden existir obligaciones sin una fuente de la
cual emanen, es preciso afirmar que el ente que se en- cuentra
informado del carácter abstracto es el título de crédi- to
cambiario y no la obligación misma. Mientras la causa-fuente
nunca puede estar ausente, la causa-fin puede faltar. Siendo
irrelevante la causa-fin, ella no afecta el derecho del porta- dor
legitimado para demandar el pago del título, el que po- drá
reclamarse prescindiendo de la relación fundamental de la cual
no es parte. El deudor, por estar vinculado con el portador sólo
por la relación documental conectada al título, no tiene otras
excepciones que no sean las que emanan del propio documento.

17. Abstracción y autonomía en los títulos de crédito. La


abs- tracción cambiaria es la característica que impone al
deudor cambiario una prescindencia objetiva de la relación
fundamen- tal frente al portador del título, tercero de buena fe.
Median- te esta prescindencia objetiva, exclusiva de los títulos
abstractos, se concreta la total irrelevancia del negocio causal
en las relaciones cambiarias, que se producen entre los sujetos
vin- culados por estas últimas.
La autonomía, en cambio, es una prescindencia subjetiva, en
virtud de la cual el deudor no puede oponer al portador
excepciones basadas en las relaciones personales con anterio-
res portadores del documento. Es de esta manera porque, como
quedó dicho, de cada transferencia del documento nace un
derecho nuevo para el portador, desvinculado del
Derecho Comercial 87

derecho de quien se lo transfiere y de los demás portadores del


título.
Por la característica de la autonomía, se considera que el
actual portador se ha vinculado directamente con el deudor
primitivo, por lo que se prescinde de las relaciones subjetivas
ocurridas entre los tenedores intermedios. Mientras que en
virtud de la característica abstracción, el deudor requerido de
pago por el portador de buena fe debe prescindir objeti-
vamente del negocio fundamental que originó la creación del
título de crédito.
Gracias al carácter abstracto, como así también a las otras
características comunes, el documento es un medio de circu-
lación y cambio muy eficaz.

18. Características de formalidad de los títulos abstractos.


Los títulos de crédito abstractos son completos, en cuanto a que
las relaciones cambiarias quedan determinadas por su conte-
nido literal, sometido en algunos casos al cumplimiento de
ciertos requisitos formales (artículo 1º de la Ley Nº 18.092).37 8

8
una de las características que presenta el derecho comercial a partir del surgimiento de los
estados modernos es que: a.La costumbre pierde su lugar como fuente primordial, bClara
tendencia había un derecho heterónomo, c.Los gremios pierden un rol legislativo d.Todas las
anteriores o /pasa a ser un derecho típicamente heterónomo
en los títulos de créditos, la transferencia es: de carácter derivativa, respecto del documento
como sustrato material /de carácter originaria, con relacion al derecho incorporado al
documento
en los títulos de créditos, el documento cumple las siguientes funciones: función de carácter
constitutivas/función probatoria/ función permanente del derecho que representa, sin el
cual este no subsiste
Según señala R. Sandoval, el título de crédito contiene una declaración documental: Con
valor económico/ Es una fuente de obligaciones /Es una declaración unilateral que da
nacimiento de un vínculo obligacional/ Es una promesa unilateral no condicionada
Derecho Comercial 88

Los títulos de crédito abstractos, formales, se oponen a los


títulos de crédito causales, que son aquellos que pueden
mencionar en su texto la causa o relación subyacente que
motivó su emisión. La causa tiene relevancia en este caso, en el
campo de las relaciones cartulares, en la medida que se haga
referencia literal a ella. Si la causa no se encuentra referida en
el tenor literal del título, no puede hacerse valer en el dominio
de las relaciones cambiarias. Estos títulos se denominan “no
formales” o “incompletos”, porque en algu- na medida la
cuantía, modalidad y eficacia se encuentran complementadas
por la referencia a la relación fundamental que motivó su
libramiento. Ejemplo: los bonos o debentures hacen referencia
a la escritura de emisión y a la escritura fundacional de la
sociedad emisora.

19. Aspecto jurídico-real del título de crédito. Incorporado


el derecho en el título, se consigue la objetivación de ese dere-
cho, o, si se quiere, la objetivación del crédito, en el sentido de
que al quedar vinculado el crédito al documento material y
correr la misma suerte de éste, por una parte el documento
adquiere un valor que no tenía en sí (valor de crédito o
derecho), convirtiéndose en una cosa nueva (res nova), y, por
otra parte, permite la circulación de ese valor incorporado con
la circulación del documento.
Junto con el aspecto puramente obligacional, derecho a la
prestación, el título de crédito comporta también un as- pecto
jurídico-real muy importante. El documento funciona9

9Las ferias se convirtieron en: 1. punto de confluencia de los polos del comercio europeo, 2.
Permitieron el desarrollo de los documentos negociables, como la letra de cambio, 3. eran de
concurrencia anual o bimensual.
Entre las razones históricas de carácter socioeconómico, que explican el surgimiento de los
comerciantes en la baja edad media están:
1.La condición adversaria de tipo climática para el desarrollo de la agricultura
2.Inseguridad en las zonas rurales, alejadas de la protección del señor feudal.
Derecho Comercial 89

en el comercio como cosa que puede ser objeto de nego- cios


jurídicos y de derechos reales, recibiendo el tratamien- to
jurídico de cosas muebles. Los títulos de crédito pueden ser
objeto de compra, de venta; pueden transarse en bolsa y fuera
de ella; se transmiten y adquieren por sucesión por causa de
muerte y por donación; pueden ser objeto de de- pósito, de
prenda o de usufructo, y, en fin, ser judicialmen- te embargados
y enajenados en procedimiento de apremio. En todos los casos
indicados, la relación jurídica recae di- rectamente sobre el
título o documento como cosa en senti- do corporal, y sólo
indirectamente sobre el derecho incorporado, aunque en
verdad es éste el que da valor a aquél.38

20. Influencia de la relación obligacional sobre la relación


real. Debido al mutuo intercambio de los elementos que
integran la estructura del título de crédito, siendo el documento
cosa mueble, no se le aplican íntegramente las reglas del
derecho común que fijan el régimen de esta clase de cosas, pues
si bien puede ser objeto de relaciones reales, su valor está dado
por el derecho que representa.
El documento está regido por el derecho común en cuanto
cosa mueble, y la relación obligacional, en cuanto derecho
incorporado, está regulada por el derecho comercial. Este
último consagra un régimen de circulación propio de los títulos
de crédito, en el cual importa la propiedad formal sobre la
materia; incluso puede resultar legitimado el porta- dor de un
título robado
21. Influencia de la relación real sobre la documental.
Todas las relaciones documentales están subordinadas al
documen- to. La conexión del derecho es imposible sin el título.
En otras palabras, el derecho se cosifica en el documento. 10

10lateoría tradicional del acto de comercio reposa en los siguientes pilares fundamentales:
El acto de comercio típico y objetivo
Teoría de lo accesorio
La teoría de los actos mixtos o de doble carácter
El principio de la legalidad, en virtud del cual solo la ley puede crear actos de comercio
Derecho Comercial 90
Derecho Comercial 91

La emisión se concreta en el acto de entrega del docu-


mento; la legitimación pasiva supone la presencia del docu-
mento para exigir la prestación y esta última se cumple a
cambio de la entrega del título, para evitar que siga en circu-
lación.

22. Adquisición y extinción de los derechos sobre el título


y de los derechos emergentes del documento. Los derechos
sobre el títu- lo pueden adquirirse originalmente por
apropiación, usurpa- ción, expropiación, etc. En forma derivada,
pueden adquirirse esos derechos por cesión o endoso, lo que
supone un traden- te y un adquirente.
La relación real sobre el título puede extinguirse en forma
absoluta o relativa. Hay extinción absoluta por des- trucción
accidental del título, por destrucción voluntaria del mismo y
cuando la destrucción es coetánea con la extin- ción de la
obligación documental. La extinción es relativa en caso de
pérdida, robo o hurto o extravío, porque me- diante decreto
judicial se “desincorpora” la prestación que el documento
llevaba prendida. Esta misma extinción se origina en caso de
fraccionamiento de un título en varios otros, y en el evento de
convención de varios títulos, en un solo documento.
Los derechos emergentes del título nacen nuevos en su
integridad. Se establece una relación directa y personal entre el
portador y el deudor, aun cuando existan intermediarios en la
circulación del documento. Por tratarse de una adquisi- ción
originaria de los derechos emergentes del título, no se pueden
oponer excepciones personales al portador del do- cumento.
Nada impide que los derechos emergentes puedan ad-
quirirse en forma derivada por alguno de los modos del de-
recho común.
Los derechos conectados indisolublemente al documen- to
se extinguen por pago, novación, confusión, renuncia o remisión
y prescripción. Todos estos modos deben ir acom-
Derecho Comercial 92

pañados de la destrucción material del documento, debido a la


preeminencia que éste tiene sobre la relación documental.

Sección III
La clasificación de los títulos de crédito

23. Criterios de clasificación. Podemos clasificar los títulos


de crédito teniendo en cuenta su contenido y la forma en la cual
se han emitido. De acuerdo con el primer criterio, el contenido
normal del título de crédito lo constituyen los derechos de
crédito pecuniarios en él incorporados. Siguien- do el segundo
criterio, la forma como el título se emite de- termina con mayor
o menor precisión la persona del beneficiario del derecho
documental, al mismo tiempo que es la base para determinar su
ley de circulación y, por ende, la forma como se legitima el
poseedor del mismo.

24. Títulos de pago, representativos de mercaderías y de


partici- pación social. Atendiendo al contenido del documento,
o lo que es lo mismo al objeto de la presentación, se distinguen
tres grandes categorías de títulos de crédito:
–Títulos de pago o efectos de comercio;
–Títulos representativos de mercaderías, y
–Títulos de participación social o valores mobiliarios.
Si el título de crédito obliga al deudor a una presenta- ción
consistente en pagar una suma de dinero, recibe el nom- bre de
“título de pago” o “efecto de comercio”. Pertenecen a esta
categoría de títulos: la letra de cambio, el pagaré a la orden, el
cheque, la carta orden de crédito y la libranza.
Cuando el título de crédito incorpora el derecho de dis-
posición sobre determinadas cosas materiales, se denomina
“título representativo de mercaderías”. Forman parte de esta
especie de títulos: los certificados o vales de depósito en al-
macenes generales (warrants), las cartas de porte, los conoci-
Derecho Comercial 93

mientos de embarque, las facturas, etc. La posesión del título


equivale a la posesión de las mercaderías en él especificadas y,
en consecuencia, transfiriendo el documento se transfie- ren
también las cosas. De esta suerte, la circulación material de las
mercaderías (tradición de las mismas) se reemplaza
ventajosamente por la circulación del título, que resulta a todas
luces más rápida y más económica.
Por último, el contenido de los títulos de crédito puede no
consistir en un derecho de crédito concreto (pago de una suma
de dinero) ni en el derecho a exigir determinadas mer- caderías,
sino en un conjunto de derechos de diversa natura- leza
inherentes a la calidad de socio de la entidad que lo emite o a la
condición de acreedores de la misma. Estos son los títulos de
participación social. En ellos los caracteres del título de crédito
que hemos estudiado se encuentran un tan- to debilitados e
incluso la denominación común de títulos de crédito respecto
de ellos no es muy adecuada, por lo que se estima preferible
denominarlos “títulos-valores” o “valores mobiliarios”, como se
les llama en nuestro medio, expresión que es más amplia y
comprensiva del término “valor”. Son valores mobiliarios los
títulos emitidos por las sociedades anó- nimas: las acciones, que
confieren a su titular el carácter de asociado y un conjunto de
derechos inherentes a esta cali- dad; los bonos o debentures,
emitidos también por las socie- dades anónimas, que convierten
a su portador en acreedor de la sociedad emisora; los pagarés
emitidos por institucio- nes públicas, como los de la Tesorería
General de la Repúbli- ca, los del Banco Central de Chile, los de
la Caja Central de Ahorros y Préstamos, etcétera. Son
instrumentos muy efica- ces para la circulación de los derechos
y de la riqueza en general.

25. Títulos al portador, a la orden y nominativos. Esta


clasifi- cación se hace atendiendo a las condiciones formales
para que los títulos circulen y cumplan la función económica co-
rrespondiente. Este criterio de clasificación toma en cuenta
Derecho Comercial 94

los requisitos que deben considerarse para que los portado- res
queden legitimados y puedan ejercer los derechos docu-
mentales. En ella están involucrados los valores de certeza,
rapidez y seguridad frente a los valores genéricos de justicia y
equidad.

26. Títulos al portador. Son aquellos que se emiten sin


mencionar en su texto al beneficiario o que apareciendo éste se
les adiciona la cláusula “al portador”. Esta clase de títulos
contribuyó a la elaboración de la teoría general de los instru-
mentos de crédito; actualmente se les considera como la ex-
presión última de la propiedad mobiliaria.
Los títulos al portador son los que más se identifican con las
cosas muebles y respecto de la incorporación del derecho en el
documento, podemos señalar que ella aparece realiza- da
íntegramente. Tal identificación con las cosas muebles es el
fundamento de la circulación de los títulos al portador que debe
efectuarse por la entrega del documento. Es preci- so enfatizar,
en esta clase de títulos, la innegable preeminen- cia que existe
del documento sobre el derecho.
Por tratarse de título-cosa, la simple tradición del docu-
mento es suficiente para quedar legitimado en el ejercicio del
derecho. Los requisitos de legitimación de un título al portador
son, en consecuencia:
–Posesión del título;
–Presentación al sujeto requerido de pago.
Atendidas las características ya destacadas, los títulos al
portador no son susceptibles de reivindicación. En efecto, la
posibilidad de ejercer la acción reivindicatoria se dificulta por-
que frente al interés del que ha perdido involuntariamente la
posesión, por hurto, robo o extravío, están los derechos del
poseedor de buena fe que lo adquirió según su ley de circula-
ción. Además, hay un interés indirecto representado por la
seguridad y confianza que deben informar los negocios mer-
cantiles. Ante esta pugna de intereses se prefiere el derecho del
nuevo portador de buena fe del título y no obsta a la
Derecho Comercial 95

regularidad de su legitimación la circunstancia de que el trans-


mitente u otro anterior se apropiare indebidamente del docu-
mento, siempre que el portador actual desconozca este hecho.
Es precisamente esa ignorancia la que legitima al portador y lo
pone a salvo de la reivindicación del título. Lo complejo de la
solución radica en fijar, legislativamente, un principio general
que teniendo en cuenta los valores jurídicos y económicos de la
circulación no lesione el interés indirecto.
La doctrina se ha pronunciado por la no revindicación de
los títulos al portador, fundándose en el hecho de que no pueden
ser determinados o individualizados, exigencia fun- damental
de toda acción de dominio. Sin embargo, se reco- noce la
importancia que tiene por parte del portador el conocimiento
de la circunstancia de haber sido perdido, hur- tado o robado el
título al portador. La ley determina cuándo debe presumirse ese
conocimiento y ello ocurre cuando ha vencido el plazo de los
avisos que dan cuenta del extravío. Desde entonces el portador
pasa a ser de mala fe, pues supo o debió saber la circunstancia
de la pérdida del título, y por ende puede sufrir la reivindicación
de parte del verdadero titular. Es indudable que la publicación
de que se trata debe ser anterior a la primera negociación del
título, porque si esta última se realiza antes del primer aviso,
será válida y, por consiguiente, lo serán también las posteriores.

27. Títulos a la orden. Son los que, concebidos en forma


esencial a nombre de determinada persona, facultan a ésta, de
modo expreso o implícito, a transmitirlo sin intervención del
deudor. Es fundamental destacar el carácter facultativo que
tiene la transmisión del documento, de tal modo que, si no
circula mediante endoso, siempre sigue siendo un título de
crédito.
No existen fórmulas sacramentales para concebir esta clase
de títulos. Cuando el documento lleva las palabras “a la or- den”,
se deja constancia en forma explícita que se trata de esta clase
de títulos. En cambio, se hace constar en forma
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implícita este carácter cuando en la redacción del documen- to


se incluye una denominación que tácitamente comprende la
cláusula “a la orden”.
Los títulos a la orden circulan mediante endoso, que es una
declaración documental literalizada al dorso del instru- mento,
con la firma de quien la otorga. El endoso es traslati- cio,
legitimante y vinculatorio.
El portador de un título a la orden, para ejercer los dere-
chos documentales, debe acreditar su legitimación activa por
los siguientes actos:
–Posesión del documento;
–Exhibición del mismo al requerido;
–Cadena ininterrumpida y regular de endosos.
La referida continuidad de los endosos supone la regula-
ridad formal del sistema documental. Basta que ella sea for- mal
y externa para que el título circule válidamente y puedan
hacerse valer los derechos en él contenidos, sin que ella re- sulte
afectada por endosos en blanco o extendidos por inca- paces o
por mandatarios fuera de los límites de sus poderes.
También se exige como requisito legitimante la identifi-
cación personal del portador. Este requisito debe probarlo el
portador y si no cumple con él no puede ejercer los derechos del
título. El deudor tiene la carga pasiva de comprobar la
concurrencia de los otros requisitos para que su pago sea
liberatorio.

28. Títulos nominativos. Son los documentos que se giran a


favor de determinado sujeto y tanto su emisión como sus suce-
sivas trasmisiones deben inscribirse en el registro del emisor.
Estos títulos no son completos en su literalidad, porque no
puede prescindirse del registro del emisor. El creador del do-
cumento ha querido mantener el control del nombre del te-
nedor y con ese propósito los emite a un nombre individual.
En doctrina se les niega el carácter de títulos de crédito a los
documentos nominativos. León Bolaffio sustenta esta po- sición
fundado en los siguientes argumentos:
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a) Por estar sometido al registro, el documento no es


atributivo en cuanto a derecho documental. No puede consi-
derársele autónomo ni literal;
b) Tal registro reviste la forma de consentimiento del emi-
sor, que es imprescindible para que opere la transferencia, y
c) El emisor al estar facultado para no permitir la trans-
misión lesiona los caracteres esenciales de los títulos de cré-
dito.
Se refuta la doctrina negatoria señalando que el creador al
girar el título en esta forma asume el deber o carga de registrar
cada transferencia, por lo que jurídicamente no pue- de negarse
a ello. Vivante destaca que la inclusión de los títulos
nominativos está justificada tanto en la práctica mer- cantil
como por su naturaleza jurídica. Agrega que el que niega el
carácter de título de crédito al documento nominati- vo, porque
es necesaria la cooperación del deudor, comete el error de
buscar en todos los títulos de crédito el carácter de títulos al
portador, que circulan sin cooperación alguna y sin
conocimiento del deudor. Siendo así, debería negar tal ca- rácter
a los títulos de crédito a la orden, que deben circular con la
cooperación del deudor inmediato. Ahora bien, en el caso de que
el emisor de un título nominativo pueda oponer- se a la
transmisión, indudablemente que ese documento deja de ser
título de crédito.
Los títulos que se emiten nominativamente son las accio-
nes, los bonos o debentures. En algunos casos la carta de porte,
el conocimiento de embarque y los certificados warrants se
emiten en forma nominativa. Los requisitos de legitima- ción de
esta clase de títulos son los siguientes:
–Posesión del título;
–Presentación al deudor11

11deacuerdo con el art 2 del código comercial, a las materias que no están especialmente
resueltas por el código de comercio se aplicaran:

1. costumbre contra legem 1. Las disposiciones del código civil


2. Costumbres segundum legem 2. La legislación mercantil
3. Costumbres praeter legem 3. Costumbres praeter legem
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es una carga sustancial o una conducta debidamente funda- da


en la voluntad expresada por el emisor del título al crear- lo en
esta forma.
El transfert es un requisito para la legitimación activa del
titular. En el caso de las acciones de sociedades anónimas, que
deben emitirse en forma nominativa, siendo títulos esen-
cialmente negociables, la Ley Nº 18.046 y su reglamento con-
tienen las reglas aplicables a los traspasos, en cuanto a sus
formalidades y efectos. Asimismo se prohíbe el establecimiento
de cláusulas que limiten la libre negociabilidad de las accio- nes
en las sociedades anónimas abiertas.

Atendiendo al carácter civil o mercantil de la relación jurídica


que les da origen, los títulos de crédito pueden clasi- ficarse en
civiles o comerciales. Con todo, vale la pena seña- lar que, según
lo previsto por el artículo 3º Nº 10 del Código de Comercio, en
su texto actual fijado por la Ley Nº 18.092, las operaciones sobre
letras de cambio, pagarés, cheques y sobre documentos a la
orden son comerciales, cualesquiera sean su causa y objeto y las
personas que en ellas interven- gan. Se trata de una
mercantilidad formal que no da lugar a los actos mixtos o de
doble carácter ni a la aplicación del principio de lo accesorio. En
su nuevo texto, la disposición se extiende a toda clase de
pagarés, no sólo a los girados a la orden como antes, a las
operaciones sobre cheques y sobre documentos a la orden. Al
ser así, el campo de la comerciabilidad12

12 La empresa de electrodomésticos imahome, en su proceso de expansión de algunos de sus


productos, ha decidido contratar a las empresas sumindu Ltda. y comet Ltda. para que provean
a imahome de los materiales para los productos en expansión. Conforme al art 3 del código
de comercio y lo visto en clases, las empresas contratadas: Tienen giro comercial
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lidad formal se amplía notablemente, por lo que resulta que los


títulos de crédito civiles vendrían ahora a ser una excep- ción
frente a los comerciales.

29. Títulos unitarios y múltiples. Esta agrupación se hace


teniendo en cuenta la posibilidad de fraccionar el documen- to.
Son títulos unitarios los que no admiten fraccionamiento, y
múltiples, aquellos que sí lo posibilitan.
Finalmente, atendiendo a la forma de emisión, los títulos
pueden emitirse masiva o individualmente; ejemplos: accio- nes
y bonos, en el primer caso, y cheques, en el segundo.

30. Los efectos de comercio. Efecto de comercio es aquel


que puede jugar entre comerciantes un rol análogo al de la
moneda, tanto como ésta tiene un poder liberatorio.
Partiendo de ahí, podemos reconocer la existencia de un
efecto de comercio cuando se reúnen las características si-
guientes:
–Que se trate de un título negociable, es decir, transmisi- ble
por procedimientos rápidos de derecho comercial no so-
metidos al régimen más solemne del derecho civil;
–Que el valor en moneda corriente esté indicado en él, bajo
el beneficio de los riesgos de insolvencia, y veremos cómo la ley
se ingenia para reducir estos riesgos. Se sabe entonces lo que
ellos representan y no se tiene que suponer lo que ellos podrían
significar en caso de ser vendidos. Un cheque de $ 20.000 vale $
20.000, en tanto que un conoci- miento que da derecho a la
entrega de tal cantidad de mer- cadería, que será descargada de
un navío en tal puerto, no tiene un valor absolutamente
determinado;
–La indicación del valor en moneda no es solamente apre-
ciativa, ella es normativa; el efecto da derecho a percibir una
suma de dinero; en otros términos, él representa un crédito en
dinero;
–Por último, este crédito es pagadero a corto plazo. La
rapidez es una ley del comercio. Si bien es cierto que los
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comerciantes piden a veces créditos a mediano y largo plazo, no


es ésta la forma usual empleada para pagar sus deudas.
Sin embargo, el efecto de comercio no es moneda. Tres
diferencias lo separan por lo menos: en primer término, la
moneda, se presenta bajo la forma de cortes fijos de valor
redondo, en tanto que los efectos de comercio, correspon-
diendo a operaciones dadas y diferentes las unas de las otras,
tienen valores irregulares. Por otra parte, la moneda tiene curso
forzado, vale por ella misma y la confianza que ella inspira
corresponde a la confianza en los destinos de la na- ción, en
tanto que el efecto de comercio vale primero por la firma de
aquel que se obliga. En fin, la moneda representa por naturaleza
un valor vencido o, más exactamente, posee un valor
extratemporal, en tanto que el efecto de comercio tiene un valor
limitado en el tiempo y medido en el tiempo: limitado, porque
él no valdrá nada después de cierto lapso; medido, porque
corrientemente no da derecho al pago de la suma indicada sino
a la llegada de una fecha de vencimiento. Esta última diferencia
parece la más característica. Cuando el comprador de un
establecimiento de comercio paga a su vendedor suscribiendo
pagarés de valor igual, por ejemplo de $ 100.000 pagaderos de
mes en mes, el 15 de cada mes, y cuando esos pagarés son
garantidos o avalados por un gran banco, las dos primeras
diferencias se escurren. Queda la tercera, que parece entonces
esencial. Sin embargo, todo efec- to de comercio no comporta la
estipulación de un término: así, por ejemplo, el cheque; pero el
valor del cheque está ligado a la provisión constituida por el
librador; y encontra- mos aquí una diferencia que
anteriormente parecía secunda- ria: la inseguridad relativa del
efecto de comercio en relación con la moneda.
Es bastante difícil pasar por un análisis más estricto la
noción de efecto de comercio 13. Respondiendo a los caracteres

13El librador de una letra de cambio queda obligado de igual manera que: El aceptante de
una letra de cambio
Si la letra de cambio no tiene fecha de vencimiento Se entiende pagadera a su vista
Los comerciantes deben inscribir en el registro de comercio Las sociedades mercantiles
que constituyan / Los poderes que otorgan a sus gerentes o factores de comercio
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que hemos indicado más arriba, el efecto de comercio no debe
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en definitiva parecerse mucho a la moneda. En resu- men, la
diferencia irreductible es de orden psicológico: emtor
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tir, suscribir, firmar un efecto de comercio es un acto normal en
la vida de un comerciante; recibir un efecto de comercio no
equivale en absoluto, en el espíritu del accipiens, a la segu- ridad
de un pago hecho en moneda.39

31. Diferentes efectos de comercio. En nuestro país, los


efec- tos de comercio más conocidos son: la letra de cambio, el
pagaré, el cheque y la carta orden de crédito. No existe, como
en otros países, la factura protestable, aun cuando en un
proyecto de ley sobre instrumentos negociables está pre- vista
su creación.
En los capítulos IX y X estudiaremos en particular los
aspectos principales de los efectos de comercio que hemos
mencionado.
En fin, hemos señalado que las personas jurídicas emiten
títulos que confieren derechos de asociados o de acreedores,
denominados “valores mobiliarios”, que son susceptibles de
una negociación fácil, de una cotización en bolsa de valores y
que, al igual que los otros instrumentos que hemos analiza- do,
facilitan la circulación del crédito y de la riqueza.

32. Títulos causales y abstractos. Atendiendo a los efectos


que la causa tiene en la vida del título, pueden clasificarse en
causales y abstractos 14.

14en el ámbito comercial, la primacía normativa la tiene: a.La costumbre praeter legem, bEl
código civil , cEl acto de comercio, d La legislación mercantil complementaria al código
de comercio, eEl código de comercio
las costumbres mercantiles, conforme al código de comercio (art 4) son especialmente
aquellas denominadas doctrinariamente: a.costumbres contra legem, b.costumbres
secundun legem, c.costumbres proeter legem
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