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Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Noveno Semestre
Derecho Mercantil Il.
Jornada Matutina y Nocturna
Sección: “A”, “C”, “Y”
Catedrática: Licda. Eloísa Mazariegos Herrera
Material de Apoyo

INSTRUCCIONES: A continuación, se le proporciona contenido doctrinario relacionado con los títulos de


crédito representativos de mercaderías y su relación con contratos mercantiles, puede consultar los textos
(Instituciones de Derecho Mercantil, autor Dr. Edmundo Vásquez Martínez; Derecho Mercantil
Guatemalteco tomo II, autor Dr. René Arturo Villegas Lara), al final del contenido encontrara un
cuestionario el cual debe realizar o contestar a mano.

TITULOS DE CREDITO REPRESENTATIVOS DE MERCADERIAS Y SU RELACION CON CONTRATOS


MERCANTILES

Los títulos de crédito no son solamente representativos de valores pecuniarios, sustantivos de


dinero, sino que constituyen instrumentos que, con vida propia, enorme utilidad y protección legal permiten
la circulación de la riqueza, y por ello es que el tratadista alemán Einert dijera que representan el papel
moneda de los comerciantes.

Pero no solamente existen títulos de crédito como la letra de cambio y el pagare representan
crédito propiamente dichos, ya que también encontramos al cheque, que constituye un imprescindible
instrumento de pago; los representativos de mercaderías como el certificado de depósito, que con su bono
de prenda facilitan la constitución de gravámenes prendarios sobre las mercaderías depositadas y que
circula de manera independiente de aquel, y el conocimiento de embarque; las obligaciones que para que
la sociedad emisora se allegue de recursos sin necesidad de recurrir al financiamiento bancario, hace
partícipe a los tenedores del crédito colectivo a su cargo; los bancarios, Etc.

En relación con la enorme importancia que representan en tiempos como los actuales de
economías e las que el crédito constituye una opción a la que se accede con gran frecuencia, para
postergar con plena certidumbre jurídica el cumplimiento de las obligaciones en el tiempo, los títulos de
crédito constituyen los insustituibles instrumentos prácticos y flexibles para documentar tales operaciones,
porque el derecho que los protege es cartular, es decir, se encuentra contenido en el propio documento y
no requiere de ningún otro, sin importar inclusive que las mismas se ubique en el comercio exterior, porque
la uniformidad de las legislaciones que los regulan, además de los tratados internacionales suscritos por
casi todos los países en el mundo, otorga certidumbre y seguridad a sus suscriptores.

Por ello Astudillo señala; “en nuestro tiempo priva la economía del crédito, el cual es dentro de la
más simple acepción la obtención de riquezas presentes a cambio de riqueza futura y son precisamente
los títulos de crédito los que tienen la función jurídica de ser representativos de esa riqueza, facilitando su
transmisibilidad y lo que es aún más importante, su negociabilidad”. “Son los títulos y las operaciones de
crédito instrumentos jurídicos que han regulado el crédito y con ello propiciando el crecimiento del cambio
en la economía moderna.” 1

Y Tenas agrega “vehículos de crédito, portadores de toda suerte de valores económicos, palancas
que movilizan de continuo la riqueza social, presente y hasta futura, los títulos de crédito no prestarían tan
alto servicios si una legislación especial, inspirada en el fundamental propósito de proteger su circulación
desde el punto de vista de su seguridad y rapidez, no viniera a disciplinarlos.”2

1. FACTURA CAMBIARIA

La Factura Cambiaria, es una figura jurídica, que reviste mucha importancia para la actividad
comercial, específicamente en la compraventa de mercaderías y la prestación de servicios al crédito. Estas
transacciones deben documentarse y es allí donde surge la necesidad de emitir una factura. Ésta factura
simple carece de un valor jurídico que asegure el cumplimiento de la obligación crediticia, lo que condujo a
convertir esta factura en un título de crédito, en una Factura Cambiaria.

Antecedentes:

A través de la historia, la actividad comercial ha influido en gran medida en el desarrollo humano,


dando origen a una diversidad de instituciones jurídico- comerciales que hubo necesidad de organizar y
codificar. Esos conceptos no se han mantenido estáticos, sino han ido evolucionando y perfeccionándose
con el correr del tiempo.

El mundo moderno marcado por tendencias mercantilistas, ha requerido de instituciones que se


acoplen a nuevos y evolucionados conceptos que respondan a la práctica comercial moderna, la cual
tiende cada vez más a representar la riqueza a través de conceptos jurídicos incorporados en documentos,
esto gracias a una ficción jurídica que permite darles valor a ciertos documentos. Esta ficción jurídica
constituye uno de los fenómenos más importantes de la historia jurídico comercial moderna. Se trata de los
llamados “títulos valores” o “títulos de crédito” que desde su surgimiento dejaron ver sus ventajas por su
circulación comercial rápida y segura. Vivante los define como “una masa superpuesta a las cosas, una
masa que circula con leyes propias sobre el inmenso círculo de cosas muebles e inmuebles, que forman la
riqueza social, y que nos hallamos en una fase económica en la que la riqueza tiende cada vez más a
hacerse representar por títulos de crédito, y a circular económica y jurídicamente por medio de ellos,
creando, sobre la circulación de cosas muebles e inmuebles, una circulación de papel sometida a sus
propias leyes y a sus propias crisis”3

Los antecedentes más remotos del título de crédito los encontramos en el Derecho Comparado,
con la “fattura accettata” del antiguo Código de Comercio Italiano de 1882 que constituía un título
representativo de las mercaderías, concebido a la orden y endosable (que dio origen a la “cambiale
1
ASTUDILLO USÙA, Pedro, op. Cit., pp. 4 y 5
2
TENA, Felipe de J., op. Cit., p 392
3
César Vivante: “Tratado de Derecho Mercantil”, Vol. III, 5ª Edición, Madrid, 1936., p. 549
tratta”); el antecedente uruguayo del “conforme obligatorio”, utilizado comercialmente desde 1915; en el
Derecho Estadounidense, la “trade acceptance”, de uso consuetudinario en las compraventas a plazos, el
“extracto de factura” Portugués, solamente descontable después de ser aceptado (decreto 19. 490 de
1931) en la que se legisla el contrato de compraventa, en donde no se utilizaba ningún otro tipo de crédito
sin el extracto factura, mencionando las características de este título de crédito, que incorpora garantías a
un acto jurídico de carácter patrimonial, y se otorgaba plazo al adquirente para el pago de las
mercancías. ; y las “Facturas Cambiarias” colombianas, incorporadas al Código de Comercio de ese país,
merced a su ley general de títulos valores, 1971”. 4

Es un título de crédito cuyo origen se le asigna al área latinoamericana, pues surgió de la práctica
comercial de nuestros países, aunque no todos tienen legislación sobre la materia.

La factura cambiaria, como título típico en nuestro derecho, no existía en la ley mercantil que
precedió al código vigente. Sin embargo, al elaborarse el anteproyecto de nuevo código para Guatemala,
se tomó en cuenta el proyecto de Ley Uniforme Centroamericana de Títulos Valores, en los que se
encuentra prevista la regulación de este instrumento.5

En el referido proyecto se reconoció haber tomado en consideración al regular la Factura Cambiaria


tres tipos de antecedentes: los que se refieren a la factura comercial en la forma regulada por los códigos
de matiz continental; los que se refieren a la “duplicata” y “factura conformada” de las legislaciones
brasileña y argentina, instituciones “suis gèneris” del derecho latinoamericano; y los usos y costumbres
mercantiles intercentroamericanas.6

 Definición

La figura de la Factura Cambiaria ha sido estudiada desde hace varios años, principalmente en
América del Sur. Dentro de esos autores podemos citar a Carlos Gerscovich y Silvio Lisoprawski con su
obra “LA FACTURA DE CREDITO” donde la definen como “Un título valor de Crédito Cambiario
endosable, de emisión y aceptación legal, obligatoria y típica para las contrataciones a plazos
mencionadas por la ley, que contiene una promesa unilateral de pago, que da derecho a su portador
legitimado al cobro de una suma de dinero, en su caso, por el proceso ejecutivo”.7

Para la Bolsa Boliviana de Valores la “Factura Cambiaria es un documento de compraventa de


mercaderías a plazo, en el cual el comprador acepta el pago en un plazo estipulado por un monto fijo. La
mercadería debe ser entregada real y materialmente al comprador para que la Factura Cambiaria tenga
validez”

4
Carlos Gerscovich y Silvio Lisoprawski: “Factura de Crédito”. Ediciones Depalma, Buenos Aires, Argentina,
1997, p. 13.
5
“Ley Uniforme Centroamericana de Títulos Valores”, Boletín del Instituto Centroamericano de Derecho
Comparado, Nos. 7-8, 1967, Tegucigalpa, p. 180
6
Ibid. p.181
7
Gerscovich, C. y Lisoprawski, S.: “FACTURA DE CREDITO”, Ediciones Depalma, Buenos Aires, Pág. 97
El Doctor Edmundo Vásquez Martínez, define la Factura Cambiaria como: “Título de crédito que
incorpora el derecho a percibir la totalidad o la parte insoluta del precio de una compraventa a plazo de
mercaderías o, si se quiere, como el título de crédito que obliga al comprador a pagar a su vencimiento la
suma que haya quedado a deber en una compraventa a plazo de mercaderías”.8

Héctor Ángel Benélvez, citado por el Doctor Edmundo Vásquez Martínez, define la Factura Cambiaria,
como: “el título de crédito que nace de una compraventa mercantil a plazo, constitutiva de una suma de
dinero representativa del precio de la mercadería y condicionada en sus efectos a los requisitos formales y
materiales determinados en la ley de creación”.9

 Naturaleza Jurídica

La naturaleza jurídica de la Factura Cambiaria no tiene discusión alguna, debido a que esta es
considerada como un título de crédito, por lo tanto, se puede establecer que su naturaleza específica es un
título de crédito de contenido crediticio, es decir, que con este documento se hace efectivo el derecho en él
incorporado, mediante la acción cambiaria.

Origen de la factura cambiaria: Entiéndase la relación jurídica de la que deviene, que se puede decir que el
negocio subyacente de la factura cambiaria es una compraventa de mercaderías al credito, cuando el
pago del precio se difiere para una fecha futura.

Doble función de la factura cambiaria:

1º Como factura, prueba la existencia de un contrato de compraventa de mercaderías al crédito, las que
son descritas en el contenido del mismo.

2º Como factura cambiaria, es un título de crédito constitutivo de la obligación que contrae el comprador,
equivalente a todo o parte del precio dejado de pagar.

Es el título de crédito que en la compraventa de mercaderías el vendedor podrá librar y entregar o remitir
al comprador y que incorpora un derecho de crédito sobre la totalidad o la parte insoluta de la compraventa
mercantil al crédito.

El comprador estará obligado a devolver al vendedor, debidamente aceptada la factura.

No se podrá librar factura cambiaria que no corresponda a una venta efectiva de mercaderías entregadas,
real o simbólicamente.

Excepciones: Quedan exceptuadas del régimen aquí dispuesto, aquellas compraventas documentadas
con letras de cambio, pagares u otros títulos de crédito. (Artículo 592 código Comercio).

Formalización: Una vez que la factura cambiaria fuese aceptada por el comprador, se considerara, frente
a terceros de buena fe, que el contrato de compraventa ha sido debidamente ejecutado en la forma

8
VASQUEZ MARTINEZ, Ob. cit, p. 502
9
Ibid. p. 503
expuesta en la misma. (Art. 593 código Comercio).

Elementos Personales de la Factura Cambiaria.

a) Librador –vendedor o prestador de servicios: es la persona individual o jurídica que, mediante su


declaración de voluntad en forma física o electrónica, la misma provoca consecuencias jurídicas para los
sujetos que intervienen en ese negocio;

b) Librado –comprador o adquirente de servicios: es la persona individual o jurídica obligada a cumplir el


pago de la obligación contenida en el documento mercantil; y

c) Beneficiario es la persona individual o jurídica legitimada activamente, para exigir el cumplimiento de


pago de forma judicial o extrajudicial.

Otros requisitos: Además de los establecidos en el Artículo 386, debe contener:

1º El número de orden del título librado


2º El nombre y domicilio del comprador
3º La denominación y características principales de las mercaderías vendidas.
4º El precio unitario y el precio total de las mismas.

La omisión de cualquiera de los requisitos de los incisos anteriores, no afectara la validez del
negocio jurídico que dio origen a la factura cambiaria, sin embargo, esta perderá su calidad de título de
crédito. (Artículo 594 código de Comercio)

Envió: La factura podrá ser enviada por el vendedor al comprador, directamente, o por intermedio de
Banco o de tercera persona.

De utilizarse intermediarios, estos deberán presentar la factura al comprador para su aceptación y


devolverla, una vez firmada por este, o conservarla en su poder hasta el momento de la presentación para
el pago, según las instrucciones que reciban del vendedor.

Si la factura no acompañase las mercaderías o documentos representativos de estas, deberá ser


enviada por el vendedor en un término no mayor de tres días al de su libramiento, que nunca podrá
exceder en cuarenta y ocho horas al de la entrega o despacho de las mercaderías, cualquiera de las dos
que sea primero. (Artículo 596 código de comercio)

Envió por correo: Si el vendedor enviase la factura cambiaría por correo, deberá hacerlo por correo
certificado con aviso de recepción, en el cual se indicará:

1º Que el envío contiene facturas


2º que el aviso de recepción deberá ser devuelto por correo aéreo. (Artículo 597 código de Comercio)

Envió por otros medios: si el vendedor enviase la factura por otra vía y el comprador no la aceptase
inmediatamente, este queda obligado a firmar en el mismo acto un recibo que utilizará el vendedor como
comprobante de entrega de la factura cambiaria. (Artículo 598 código de Comercio)

Plazos de devolución: El comprador deberá devolver al vendedor la factura cambiaria, debidamente


aceptada. Cuando el vendedor o prestador presenta la Factura Cambiaria al comprador o adquirente de
servicios, el acto que sigue es el de la aceptación de la misma por parte de este, convirtiéndose así en el
principal obligado, pues antes de ello, “no es un obligado cambiario hasta el momento en que por aceptada
se convierte, ya en términos de derecho cambiario, en el obligado principal de la misma” 10 “La aceptación
es un acto jurídico por el cual el comprador, mediante su firma, se incorpora al nexo cambiario como
obligado y principal responsable por el pago de la cambial”11

1º Dentro de un plazo de cinco días a contar de la fecha de su recibo, si la operación se ejecuta en la


misma plaza.

2º Dentro de un plazo de quince días a contar de la fecha de su recibo, si la operación se ejecuta en


diferente plaza. (Artículo 599 código de Comercio)

Negativa a aceptar: El comprador podrá negarse a aceptar la factura.

1º En caso de avería, extravío o no recibo de las mercaderías, cuando no son transportadas por su cuenta
y riesgo.

2º Si hay defectos o vicios en la cantidad o calidad de las mercaderías

3º Si no contienen el negocio jurídico convenido

4º Por omisión de cualquiera de los requisitos que dan a la factura cambiaria su calidad de título de
crédito. (Artículo 600 código de Comercio)

Protesto: La factura cambiaria podrá ser protestada por falta de aceptación o por falta de pago. (Artículo
601 código de Comercio)

La devolución de la factura cambiaria se entenderá como falta de aceptación.

Protesto por falta de aceptación: El protesto por falta de aceptación deberá levantarse dentro de los dos
días hábiles siguientes al vencimiento del plazo estipulado en el Artículo 599 del código de comercio.
(Artículo 602 código de comercio)

Forma del protesto: El protesto por la falta de aceptación, deberá levantarse en la propia factura o en
hoja adherida a ella, acompañando el aviso de recepción postal o cualquier otro documento comprobatorio
de su entrega al comprador o de su devolución por este.

A falta de factura, el protesto se levantará por declaración del protestante o a vista de una copia de la
factura fechada y firmada por el vendedor, siempre que adjunte el aviso de recepción o cualquier otro
documento que prueba que la factura original fue enviada al comprador. (Artículo 603 código de
10
Rodríguez Rodríguez, Joaquín: “Derecho Mercantil”, 17a Ed., Editorial Porrúa, México D.F., 1983, p.. 315
11
Gerscovich C. y Lisoprawski S., op. Cit., P. 226-227
Comercio)

Conservación: Los comerciantes deberán conservar ordenadamente, por el término de cinco años, las
facturas cambiarias que hubieren librado o copias de las mismas. (Artículo 604 código de Comercio)

NOTA: Por medio del Decreto 1-2018 del Congreso de la Republica, el cual contienen La ley de los
Contratos de Factoraje y de Descuento, se reformó el Artículo 591 del código de Comercio el cual queda
de la siguiente manera:

"Artículo 591. La factura cambiarla es el título de crédito, emitido en forma física o electrónica, que en la
compraventa de mercaderías o en la prestación de servicios, el vendedor o prestatario de un servicio libra
y entrega o remite al comprador o beneficiario de un servicio; la factura cambiaría que se emite incorpora
un derecho de crédito sobre la totalidad o sobre parte insoluta de la compraventa o prestación de servicios.

El comprador o beneficiario de un servicio, estará obligado a devolver al vendedor o prestatario del servicio
la factura cambiaría original aceptada en la forma y condiciones que establece este capítulo.

No se podrá librar una factura cambiaria por compraventa .de mercaderías si la mercadería no se ha
entregado real o simbólicamente.

Si se trata de facturas cambiarías que se emiten por prestación de servicios, el prestatario del servicio es
responsable de la veracidad de lo establecido ·en el documento y que sea posible ceder el derecho de
crédito en forma independiente de la obligación contenida en el contrato en virtud del cual se beneficiará
del servicio."
2. CONOCIMIENTO DE EMBARQUE

En la antigüedad este documento no era necesario ya que generalmente el naviero, armador, capitán
y propietario de las mercancías eran una sola persona con lo que las mercancías eran acompañadas por
el comerciante; es por esto que todavía no se veía la necesidad del uso de un instrumento como el
Conocimiento de Embarque. Recién con el desarrollo del comercio marítimo, el aumento de las diferentes
actividades comerciales, aumento de capacidad de las embarcaciones, desarrollo de empresas navieras,
así como el nacimiento del transporte de carga propiamente dicho (es cuando el propietario deja de viajar
con sus mercaderías encargando la custodia y transporte a un tercero-porteador) obligó previo a la
existencia y evolución de otros documentos, al nacimiento del Conocimiento de Embarque.

Si bien no existe acuerdo sobre la fecha en que por primera vez el conocimiento, como tal, se
menciona en una ley sí parece que su primera regulación con cierto detalle se contiene en la Ordennance
touchant la Marine de 1681.

Refiriéndose a sus antecedentes históricos, Cervantes Ahumada refiere “que el conocimiento de


embarque puede considerarse históricamente como el primer título representativo, y que “la institución se
estructura y se abre paso en la práctica antes de que los juristas establecieran lo perfiles de la doctrina
que la explica”; que fue reglamentada en las Ordenanzas de Bilbao de 1737”.12

El Conocimiento de Embarque data del año 1737 en donde las Ordenanzas de Bilbao reglamentaban
el uso de este título valor. Este documento que era la mayor legislación marítima en la península ibérica lo
definía del siguiente modo: "El conocimiento es una obligación particular que un capitán o maestro de
navío otorga por medio de su firma, a favor de un negociante que ha cargado en sus navíos alguna
mercadería u otras cosas para llevarlas de un puerto a otro, constituyéndose a entregarlas a la persona
que se expresó en el conocimiento que a su orden o a la del cargador por el flete concertado antes de
cargarse"

Durante la evolución del Conocimiento de Embarque, comenzó a generalizarse la utilización de


documentos para formalizar el contrato de transporte y, a su vez, dejar constancia escrita de la puesta a
bordo de la carga, así como también de las condiciones, cantidad y calidad de las cosas embarcadas.

No solo vemos el origen del Conocimiento de Embarque en las Ordenanzas de Bilbao sino también en
los instrumentos utilizados por los navieros de la época, en el siglo XIII por ejemplo: El cartolario
"Cartulario: palabra proveniente del latín Chartularium, de Chartula, escritura pública. Es decir, el
manifiesto de carga en su primera acepción" que era un cuaderno el cual se utilizaba para anotar todas las
mercancías cargadas a la nave. Durante esta época se percibe que los comerciantes cuentan ya con
representantes en el destino y ya no es necesario la usual compañía de antes, factores como este llevan a
la creación del Cartolario.

Estatutos de la época como Tablas de Amalfi, Estatuto de Marsella, Ordenanza de Aragón y


Consulado del Mar, dan fe de la existencia del cartulario. Normalmente, era un oficial llamado "escribano"
12
CERVANTES AHUMADA, Raúl, Op. Cit., p. 154.
(personas dotadas de funciones notariales otorgando fe pública a sus anotaciones) el encargado de anotar
tal cual lo indica los comerciantes o clientes que mandaban mercancías. Luego, fue el capitán del mismo
barco quien se encargó de esta tarea. De esta manera, el mismo capitán tomaba la responsabilidad de
transportar la mercancía y entregarla al destinatario señalado en la carta.

Los comerciantes adquirieron la costumbre durante los siglos XV y XVI de mandar lo que se llamaba
una "carta de aviso" al destinatario detallando la mercancía, pero que no legitimaba a la persona frente al
porteador a recoger el envío, lo cual a veces podía causar problemas debido al fraude. Esto se explica por
qué el recibo o carta de aviso quedaba en las manos de los expedidores o cargadores, éstos lo hacían del
conocimiento de los consignatarios a través de guías, muy parecidas a las utilizadas en el transporte
terrestre, los que se prestaban fácilmente para hacer fraudes a los terceros, por lo que se tuvo que
combinar ambos, con lo que nació el Conocimiento de Embarque.

También durante el siglo XVI, época de los grandes descubrimientos, era costumbre el uso de simples
recibos de las mercancías. Estamos hablando desde el Descubrimiento de América en 1492 hasta 1590.

Fue así como alrededor del siglo XVII, se produjo una fusión entre el documento del escribano y el del
capitán con las cartas de aviso que el cargador remitía al destinatario y que dio como resultado el actual
título de transporte circulante.

A partir de ese momento además de la función probatoria inicial, se articuló la función legitimatoria del
Conocimiento de Embarque; para luego a finales de siglo XVII nacer el principio de representatividad del
conocimiento de embarque, posibilitando así la transacción de las mercaderías sobre la base del
documento al que se agrega la cláusula a la orden, pero esta característica fue debatida durante los siglos
XVII y XVIII.

Con la presencia del incremento del comercio mundial durante el siglo XIX, el Conocimiento de
Embarque adquiere fuerza como nunca antes en la historia. La misma revolución industrial que lleva al
crecimiento del comercio, obliga a este título estar presente en las propias leyes prueba de ello es el
Código de Napoleón.

Se logra un consenso en la adopción de las Reglas de La Haya a través del Convenio Internacional de
Bruselas para la Unificación de Ciertas Reglas en Materia de Conocimientos de Embarque, del 24 de
agosto de 1924 entre otras. Con este documento ya se constata esfuerzos internacionales para unificar
esta legislación que hasta la fecha se están realizando.

A partir de fines del siglo pasado se está tratando de unificar internacionalmente este documento para
lograr un mayor beneficio para ambas partes, es decir el transportista y el cliente. Hoy en día nadie discute
la importancia del Conocimiento de Embarque.

A pesar de la peculiar naturaleza jurídica del Conocimiento de Embarque y debido a la gran velocidad
con que avanza la tecnología en la comunicación electrónica que vienen siendo utilizados en el sector
marítimo, integrándola así a la negociación rápida que caracteriza al transporte marítimo se espera que en
un futuro próximo pueda llegar a ser sustituido por medios electrónicos para lo cual ha forzado a las
organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales a estudiar la idea de implementar
reglas que regulen la documentación de transmisión de datos por vía electrónica. Sin embargo, diversos
autores son de la opinión que el hecho de que sea requerida la tenencia legítima del Conocimiento de
Embarque para obtener la mercancía del porteador o transportista en el puerto de destino, hace muy difícil
un reemplazo por tal procedimiento electrónico.

La doctrina dominante admite, que el conocimiento de embarque del transporte marítimo es un título
de crédito, perteneciente a la categoría de los títulos representativos de mercancías.13

Dentro de los llamados títulos representativos de mercaderías se encuentra la Carta de Porte y


Conocimiento de Embarque, cuya vinculación permite que la ley y la doctrina los contemple en forma
conjunta. Estos títulos están ligados a la actividad de la transportación de mercaderías y constituyen
instrumentos que facilitan las relaciones jurídicas que devienen de esa función económica.

El conocimiento de embarque “es el documento expedido por el capitán de un buque mercantil, por el
que reconoce haber recibido determinadas mercancías para su transporte y promete restituirlas al tenedor
legítimo, después de haberlo efectuado”14

El conocimiento de embarque es entonces el documento que suele documentar en el contrato de


transporte marítimo, el contenido de las mercaderías en tránsito, y se debe de entender por el contrato de
transporte de mercancías por agua, aquel en virtud del cual la sociedad naviera o el operador se obliga,
ante el embarcador o cargador mediante pago de un flete, a trasladar mercancía de un punto a otro y
entregarlas a su destinatario o consignatario.

Lo que originariamente se concibió como un documento de recibo que acredite la propiedad de las
mercancías transportadas a grandes distancias y que se efectúan por vía marítima esencialmente,
denominado Conocimiento de embarque, evoluciona y se hace necesario que adquiera características
esenciales de título valor, como lo es su carácter de negociable.

Sin embargo, no sólo se requiere su convertibilidad o negocio, sino también que sea seguro y
garantice al propietario de la mercancía su entrega al destinatario correcto y también para el porteador o
transportador que es responsable de su tránsito, la entrega al consignatario adecuado.

Según se cita del artículo 3 del RECAUCA en cuanto a las definiciones cita: Documento de transporte:
Es el que contiene el contrato celebrado entre el remitente y el porteador para transportar mercancías por
vía marítima, terrestre o aérea o una combinación de estas (multimodal).

Estas y otras necesidades modifican el Conocimiento de embarque o en términos internacionales


llamado Bill of lading a que se disgregue en documentos que asumen diversas situaciones, como al
portador, no negociable, contra entrega previo documento y otros que permiten diversificar el ámbito de
13
Conf. ANTONIO BRUNETI1, Derecho Marítimo Privado Italiano. Traducción de R. Gay de Montellá, Barcelona.
1950. tomo III. págs. 827 Y sigo VIVANTE. Tratado de Derecho Mercantil. traducción de Miguel Cabeza y Anido.
Madrid. 1936. tomo III, pág. 565. GIUSEPPE DONADIO, I Titoli Representativo delle Merci, Milano. 1936, pág. 1.
14
RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Ob. cit., p.405
acción de este documento que crece y se convierte en un título valor de alcance internacional.

La necesidad de tener una legislación uniforme que regulente el comercio internacional, obligó a las
Naciones Unidas a la recopilación e implementación del Convenio de Hamburgo, Convenio de las
Naciones Unidas sobre el Transporte Mercadería por Mar, en el cual se hace precisiones sobre el
Conocimiento de embarque y su aceptación por diversos países, comprometiéndose a incluir dichos
requerimientos en sus legislaciones internas.

En el derecho guatemalteco ocurrió que, por la intervención del maestro mexicano Raúl Cervantes
Ahumada, coautor del código vigente, al tratar estos títulos se les unificó en uno solo, mediante lo que él
llama una “sinonimia legal” lo que viene a ser una variante en relación con los sistemas tradicionales en
donde eran títulos diferentes. La disyuntiva entre ser carta de porte o conocimiento de embarque, la carta
de porte es utilizada para la vía aérea o terrestre y el conocimiento de embarque es utilizado para la vía
marítima.

El código de Comercio únicamente establece este título en sus dos variantes, cuando el transporte de
mercaderías se hace dentro del tráfico nacional; ya que para el internacional la misma ley establece que
se regirá por las leyes aduaneras. Sin embargo, no existiría limitación si una empresa naviera nacional
complementara el régimen de este título con la legislación nacional y con la extranjera, con similares
acciones en cuanto a la carta de porte.

El Conocimiento de embarque es el recibo que prueba el embarque de la mercancía. Sin este título no
se puede retirar la mercancía en el lugar de destino. De acuerdo al medio de transporte toma el nombre
específico (Conocimiento de embarque marítimo o Bill of Lading o conocimiento de embarque aéreo
Airway Bill, guía aérea, si es por vía aérea).

El conocimiento de embarque es el documento por medio del cual se instrumenta el contrato de


transporte de mercaderías por agua. Es el equivalente a la ‘carta de porte’ en el transporte aéreo o
terrestre.

“El conocimiento es título de crédito de tradición o representativo de las mercancías cargadas. Prueba
el hecho de la carga y da derecho a obtener en su día la entrega de las mercancías transportadas.”15

Este título de crédito otorga al tenedor el derecho a reclamar al obligado la entrega de las mercaderías por
él representadas, como consecuencia de su transportación.

3. CARTA DE PORTE (TERRESTRE)

Tuvo su origen en las costumbres de los comerciantes italianos de la Edad Media y se difundió por
el sur de Francia y España. Dada la característica que asumió en su forma primitiva (carta abierta), el más
interesado en la emisión de la misma fue el propio porteador, para descargo suyo ante el destinatario de
los efectos.

15
URIA, Rodrigo. Derecho Mercantil. Pág. 925
Con el tiempo, y dadas las complicaciones del contrato de transporte, se empezaron a emitir
dobles y triples ejemplares del documento, de modo que las partes intervinientes en el contrato tuvieran la
prueba del mismo y la constancia de sus condiciones.

En Francia, la lettre de voiture representa el título del contrato celebrado por el remitente de la
mercadería y el porteador. En España, la doctrina considera que la expedición de la Carta de Porte es de
carácter facultativo. El documento puede o no ser emitido, según la voluntad de las partes. Es práctica
aceptada que el remitente pida al porteador la emisión de la carta, ya que el uso la ha consagrado como
documento justificativo que, a la vez, garantiza los derechos del cargador.

La Carta de Porte era una carta que enviaba el cargador también llamado remitente, dueño de la
mercancía, al destinatario o beneficiario. Esta carta la expide el cargador dándose la al transportista,
después ésta es entregada al destinatario como comprobante de la mercancía.

La Carta de Porte tuvo su origen en las costumbres de los comerciantes de Italia durante la Edad
Media. Paralelamente se propagó su uso por el sur de Francia y España. En sus inicios eran los
transportistas lo más interesados en contar con un instrumento que los ayudara a descargar las
mercancías en conformidad; es decir, originalmente la Carta Porte era pues un documento unilateral;
redactado solo por el remitente, quien entregaba al porteador juntamente con los efectos transportados, en
forma de papeleta o carta abierta; vale decir, una relación o lista detallada de los objetos a transportar.

La Carta contenía las condiciones del contrato, detallaba la mercadería, señalaba la procedencia y
el destino, las personas intervinientes, y las condiciones de entrega. Con este documento el destinatario
podía comprobar que su carga lo recibía conforme.

Posteriormente, con el crecimiento del comercio y sus complicaciones se comenzó a emitir dos o
hasta tres ejemplares del documento para que todas las partes intervinientes dentro del contrato contaran
con su sustento; es decir, una constancia. La Carta se llamaba en ese entonces Lettre de Voiture (carta de
carro). A la vez se le entregaba un recibo de parte del transportista al cargador, llamado Bulletin de
Chargement. (Boletín de Cargamento).

La promulgación de la Ley de 1853 en Francia, de tráfico ferroviario, reglamentó la Carta de Porte


de la siguiente manera: se debía emitir en varios ejemplares, el remitente o cargador debía hacer una
declaración de expedición; el transportista según la ley debía expedir un recibo denominado Recepisse o
recibo de mercaderías contra entrega de la mercadería.

Es documento que justifica el desplazamiento de mercancías y el contenido de las mismas. La


carta de porte debe redactarse en papel o bien en formato electrónico (TEI/EDI).

Según se cita del Artículo 3 del RECAUCA en cuanto a las definiciones cita: Carta de porte: Es el
documento que contiene un contrato de transporte terrestre en el que se consigna la descripción de las
mercancías transportadas, las condiciones en que se realiza el transporte y se designa al consignatario de
ellas.
Contenido de la Carta de Porte: los transportistas, usuarios del transporte de mercancías y
operadores de transporte están obligados a documentar cada uno de los envíos en que se materialicen los
contratos de transporte de mercancías por carretera que celebren en la correspondiente carta de porte u
otra documentación acreditativa, la cual deberá acompañar a las mercancías en su desplazamiento.

Características: Este título acredita un derecho de propiedad sobre las mercaderías objeto del transporte,
su negocio subyacente es precisamente un contrato de transporte de cosas que muchas veces no consta
en un documento escrito; de manera que el titulo funciona como instrumento causal, porque describe los
elementos que se toman en cuenta para concertar un contrato de transporte.

Distinciones:

a) Por ser título representativo, la posesión del título supone la de la mercadería representada;

b) Con el título se puede lograr la transferencia del dominio sobre las mercaderías porque él las
representa;

c) Todo el tráfico jurídico al que se quiera someter las mercaderías u objetos transportados se
pueden hacer por medio del título.

Elementos personales:

a) Porteador o Fletante: También llamado transportador, es la persona individual o jurídica que


se dedica al negocio del transporte permanente, mediante una concesión, autorización o
permiso estatal. Es el sujeto que crea la carta de porte o el conocimiento de embarque. En
nuestro medio se le conoce como “transportistas” se debe tener en cuenta que, para actuar
como sujetos libradores del título, deben ser transportadores autorizados, porque en principio
se considera que tal actividad económica es de naturaleza pública, además, se deben
desempeñar como tales, en forma permanente.

b) Cargador: Es la persona que regularmente remite la mercadería a un consignatario o


destinatario especifico o bien al porteador.

c) Consignatario o destinatario: Es la persona en favor de quien se expide el título, cuando es


nominativo. Este sujeto no surge de inmediato cuando es creado al portador.

Circulación y forma del título: El título puede ser a la orden o al portador, según que exprese o no el
nombre del consignatario o destinatario. Y en cuanto a la forma, debe estarse al contenido de lo que
establece el código de Comercio en los Artículos 589 y 590.

Los porteadores o fletantes, que exploten rutas de transporte permanente, bajo concesión,
autorización o permiso estatal, podrán expedir a los cargadores cartas de porte o conocimiento de
embarque, que tendrán el carácter de títulos representativos de las mercaderías objeto de transporte.

El conocimiento de embarque servirá para amparar mercaderías transportadas por vía marítima.
La carta de porte servirá para amparar mercaderías transportadas por vía aérea o terrestre . (Artículo 588
código de Comercio).

Otros requisitos: Además de los requisitos del art. 386 del código de Comercio la carta de porte debe
contener:

1º El nombre de carta de porte o conocimiento de embarque


2º El nombre y el domicilio del transportador
3º El nombre y domicilio del cargador
4º El nombre y el domicilio de la persona a cuya orden se expide, o la indicación de ser el título al portador.
5º El número de orden que corresponda al titulo
6º La descripción pormenorizada de las mercaderías que habrán de transportarse.
7º La indicación de los fletes y demás gastos del transporte, de las tarifas aplicables y la de haber sido
pagados los fletes o ser estos por cobrar.
8º La mención de los lugares y fechas de salida y destino.
9º La indicación del medio de transporte
10º Si el transporte fuera por vehículo determinado, los datos necesarios para su identificación
11º Las bases para determinar el monto de las responsabilidades del transportador, en casos de pérdidas
o averías.
12º Cualquiera otras condiciones o pactos que acordaren los contratantes.

Las cartas de porte y conocimiento de embarque para tráfico internacional, se regirán por las leyes
aduaneras.
EL CERTIFICADO DE DEPÓSITO MERCANTIL Y EL BONO DE PRENDA O “ WARRANT”

I. ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO

 Antecedentes históricos

Íntima vinculación existe entre el certificado de depósito mercantil, el bono de prenda o warrant y los
almacenes generales de depósito; se ha querido buscar el antecedente de dichos almacenes o “docks” en
los fondacos italianos, pero estos desaparecieron sin dejar mayor rastro.

Los primeros “docks” fueron los de Liverpool; le siguieron los de Bristol. Gosport, Leith y Dublín, para
llegar a principios del siglo XVIII a los de Londres. Estos últimos adquirieron gran importancia. Al principio
servían únicamente para resguardar las mercaderías que se “amontonaban en los mulles del Támesis, de
la intemperie y de los delincuentes y para gozar de algunas concesiones fiscales” (pagar los derechos de
aduna al salir de los almacenes y no al entrar); algún tiempo después surgieron los documentos
representativos de la mercadería depositada y permitir la obtención de crédito. 16 Nacieron así los
documentos llamados “weight note” y “warrant”, certificado de depósito y bono de prenda, conforme a
terminología de nuestra ley.

Posteriormente, se extendieron los almacenes de depósito a Holanda, Alemania y Francia, país este
último en que adquirieron reconocimiento legal en 1848. La institución fue teniendo cada día más auge,
hasta llegar a los años de la guerra de 1914 y al periodo de la post-guerra, que marca su verdadero
apogeo. Es de hacer notar que en todo momento los almacenes de depósito han tenido mayor incremento
en los países sajones que en los latinos.17

En conclusión, puede afirmarse que tanto la institución moderna de los Almacenes Generales de
Depósito como los documentos que están autorizados a emitir, son creaciones genuinamente inglesas.

 Concepto

“…son empresas privadas, que tienen el carácter de instituciones auxiliares de crédito, constituidas en
forma de sociedad anónima guatemalteca, cuyo objeto es el depósito, la conservación y custodia, el
manejo y la distribución, la compra y venta por cuenta ajena de mercancías o productos de origen nacional
o extranjero y la emisión de los títulos-valor o títulos de crédito. Sólo los Almacenes Generales de Depósito
pueden emitir Certificados de Depósito y Bonos de Prenda, los cuales serán transferibles por simple
endoso. Los primeros acreditan la propiedad y depósito de las mercancías o productos y están destinados
a servir como instrumento de enajenación, transfiriendo a su adquiriente la propiedad de dichas
mercancías o productos. Los Bonos de Prenda representan el contrato de préstamo con la consiguiente
garantía de las mercancías o productos depositados, y confieren por sí mismos los derechos y privilegios
de un crédito prendario…” (Artículo 1, Decreto N. 1747).
16
MALAGARRIGA, Carlos: Tratado Elemental de Derecho Comercial, Tomo II, 1 a., p. 426
17
Nueva Enciclopedia Jurídica Seix, Tomo IV, p. 472
Se llaman Almacenes Generales de Depósito, “porque en ellos pueden acogerse mercaderías de toda
clase, lo cual no impide que pueden acoger también mercaderías de una sola especie o de varias
exclusivamente.”18

En nuestro país, dichos almacenes se encuentran regulados por el Decreto Número 1746 del 15 de
abril de 1968, que contiene la “Ley de Almacenes Generales de Depósito”, el Acuerdo Gubernativo M. de
E 20-69 que contiene el “Reglamento de la Ley Almacenes Generales de Depósito”.

En algunos países (Bélgica) es libre la creación de Almacenes Generales. En Guatemala, siguiendo a


la mayoría de las legislaciones, su establecimiento requiere el dictamen de la Superintendencia de Bancos
y la autorización de Junta Monetaria.

Por último, cabe considerar que los Almacenes Generales asumen una doble responsabilidad. La
puramente contractual frente a los depositantes y tenedores de los títulos emitidos (certificados de
depósito mercantil y bono de prenda), que deriva del depósito y se regula por el código de Comercio. Y la
responsabilidad legal frente al Estado por virtud de la autorización y vigilancia a que está sujeto, y
especialmente por lo que hace a los intereses fiscales.

II. TITULOS DE CREDITO QUE EMITEN LOS ALMACENES GENERALES DE DEPOSITO

 Generalidades.

Como una consecuencia de las que podríamos llamar operaciones principales de los Almacenes
Generales, el depósito mercantil de mercaderías y la concesión de préstamos, surgió también la facultad
de emitir títulos de crédito que la doctrina más calificada de “tradición o representativos de mercaderías”.

El legítimo tenedor del certificado de depósito y sus bonos de prenda ejerce dominio sobre las
mercancías o bienes depositados, que puede recoger en cualquier momento contra la entrega del
certificado y los bonos correspondientes (incorporación), siempre que le pague al almacén y al fisco la
renta y demás costos de almacenaje, así como los impuestos correspondientes, respectivamente.

El certificado de depósito y, el bono de prenda, se crean: a) con el objeto de que el depositante pueda
vender o colocar una mercancía que obra en un almacén, sin necesidad de retirarla; b) con el fin accesorio
de poder darla como prenda, también sin tener que desplazarla.

A diferencia del certificado, que crea una relación almacén-depositante, el bono produce una relación
depositante-acreedor. De esta precisión se deducen las diferencias fundamentales entre título principal y
accesorio.

El certificado de depósito permite verificar que su titular es el legítimo propietario de la mercancía que
representa, y que ésta se encuentra depositada en el almacén que lo emitió. Por su parte, el bono permite
comprobar que su titular es el legítimo propietario del certificado y de la parte de mercancía que esté
representada en él; su único cometido es gravar esa parte de la mercancía depositada, mediante la
18
GAY DE MONTELLA, R.: Código de Comercio Español Comentado, Tomo II, p. 433
entrega del bono.

Para Messineo, “el depósito en el Almacén General está preordenado a una ulterior fase o posibilidad:
la de consentir la negociación de las mercaderías (o frutos) depositadas, o la de darlas en prenda, para
obtener de ellas una subvención sobre el valor de las mismas (mutuo pignorativo, apertura de crédito,
anticipo contra prenda, descuento; pero en uno y otro caso, sin necesidad de efectuar la entrega de la
mercadería, o frutos,”19 ya sea al comprador o al acreedor, consiguiéndose con esto una notable
simplificación y economía y haciéndose posible la reiterada negociación o dación de las mercaderías en
prenda sin desplazamiento de las mismas.

Los títulos de tradición que han sido definidos como aquellos “en los que alguien se obliga a la
devolución de ciertas mercancías de tal modo que el titulo entregado por aquel recibe las mercancías, que
legitima para la obtención de las mismas, tiene mediante su tradición los mismos efectos que la tradición
de las mercancías en cuanto a la adquisición de los derechos sobre esta” 20; o, en una forma más sencilla
“aquellos que permiten a su poseedor no solo reclamar la restitución de la mercancía a la que se refiere,
sino disponer de ella como si se tuviese posesión.”21

Garrigues considera que estos títulos representan la última etapa de la evolución espiritualista de la
tradición, que partiendo de la tradición real ha llegado a la formula simbólica de que “la tradición del título
(contrato) tiene la misma fuerza que la transmisión de la cosa”.22

Los títulos que emiten los Almacenes Generales no acreditan simplemente el contrato realizado entre
estos y el propietario de la mercadería, sino que representa a esta de tal manera que permiten hacer con
ellos lo que haría con la propia mercadería. La finalidad con que dichos documentos se han creado es
doble: facilitar la venta y permitir la pignoración, sin desplazamiento material.

Esta doble finalidad dio origen al problema de si debía emitirse un solo título o dos, dándose como
soluciones legales y doctrinales las del título único y las del doble título.

Adoptan el sistema del título único Holanda, Austria y España; se inclinan, por el contrario, por el
doble título Suiza, Francia, Bélgica e Italia.

En las legislaciones que adoptan la solución del título único, el título que emiten los Almacenes
sirve para los tipos de negocios, la venta o enajenación y la pignoración, solo que esta última se verifica
por la entrega del documento, sin que esto signifique que los que se recibe en prenda es el título.

Conforme al sistema del doble título, que, a más de ser más generalizado, es el aceptado por nuestra
legislación, deben emitirse dos documentos: uno que acredita la propiedad de la mercancía depositada y
el contrato de depósito y que recibe los nombres de certificado o resguardo de depósito, y otro que

19
MESSINEO, Francisco: Manual de Derecho Civil y Comercial, Tomo I, p.283
20
RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Joaquín: Curso de Derecho Mercantil, Tomo I, p. 398
21
GARRIGUES, Joaquín: Tratado de Derecho Mercantil, Tomo II, p.761
22
GARRIGUES, Joaquín: Ob. y Tomo Cit., p. 760
acredita un derecho real de prenda sobre dichas mercancías y que recibe los nombres de resguardo de
garantía, bono prenda o warrant.

 Terminología.

Varios son los nombres que reciben los títulos de crédito que emiten los Almacenes Generales de
Depósito. En Inglaterra, como ya vimos, se denominan “weight note” y “warrant”; este último nombre es
aceptado por varias legislaciones, entre ellas la belga. En Alemania, se llaman Lagerschein y
Lagerpfandschein. Finalmente, en los países latinos los nombres usuales son fe, resguardo o cedula de
depósito y fe, resguardo, certificado o bono de prenda.

La legislación guatemalteca ha optado por las denominaciones certificado de depósito y bono de


prenda. Por esta razón y por considerar acertada la denominación.

A continuación se hará el estudio separado de estos dos títulos de crédito, pero antes conviene
señalar que el certificado de depósito y el bono de prenda se incluyen por la doctrina dentro de los títulos
representativos o de tradición y que se les considera como “unos de los más útiles para facilitar e impulsar
la circulación de bienes, ya que producen el singular efecto de evitar la material de las mercaderías,
sustituyéndola por la de los títulos correspondientes”, y se les atribuye como función económica típica
“hacer posible la disposición de las cosas que se hallan en depósito, disponiendo de los documentos
representativos de ellas”.23

Como consecuencia de depósitos de mercaderías, los Almacenes Generales de Depósito


debidamente autorizados, podrán expedir certificados de Depósito y Bonos de Prenda. Art. 584 C. de
Com. Estos títulos de crédito además de estar regulados por el Código de Comercio, también se
encuentran específicamente en el Decreto 1746 del Congreso de la República de Guatemala, que contiene
la Ley de Almacenes Generales de Depósito, y su Reglamento, así como la Ley Reglamentaria de los
Almacenes Generales de Depósito del Crédito Hipotecario Nacional de Guatemala.

4. EL CERTIFICADO DE DEPÓSITO MERCANTIL

 Definición

Definido como el título de crédito “expedido por un Almacén General de Deposito que certifica la
recepción de las mercancías que en él se mencionan, y mediante el cual el tenedor legitimo tiene el
dominio y la disposición de las mismas”.24

“El certificado de depósito es el más típico de los títulos representativos de mercaderías y como tal
incorpora dos tipos de derechos: el de disposición sobre las mercancías amparadas por el título y el de
crédito para exigir del obligado la entrega de las mercancías o el valor de las mismas”.25

23
LANGLE Y RUBIO, Emilio, Manual de Derecho Mercantil Español, Tomo II, p. 91
24
RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Ob. cit., p.400
25
CERVANTES AHUMADA, Raúl, Títulos y Operaciones de Crédito., p. 190
El certificado de depósito puede definirse según Vásquez Martínez “como el título de crédito creado
por un Almacén General de Deposito que acredita la propiedad y depósito de mercaderías o productos e
incorpora los derechos de disposición y entrega de los mismos”.26

EI certificado de depósito es el más típico de los títulos representativos de mercancías. Lo crean los
Almacenes Generales de Depósito, que se encuentra regulado como Título de Crédito, en los artículos del
584 al 587 inclusive, del código de Comercio, y en el Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales de
Depósito.

El mecanismo de operación es el siguiente: el depositario lleva su mercancía a guardar al Almacén


General, y una vez hecho el depósito, el Almacén expide, desprendido de un libro talonario y numerado en
forma progresiva, un certificado de depósito que ampare las mercancías. Al certificado deberá ir anexo un
formato de bono de prenda, para ser utilizado, teóricamente, al constituirse una garantía prendaria sobre
las mercancías amparadas por el certificado.

Según lo establece el artículo 7º del Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales de Depósito, el
certificado de depósito es un título de crédito representativo de la propiedad de los productos o mercancías
depositados en un almacén general de depósito, en el que también se contiene el contrato celebrado entre
depositante y depositario. Esto quiere decir que lo que el titulo representa o acredita es el derecho de
propiedad sobre el objeto depositado; y que, al contener el contrato con sus elementos esenciales, está
dejando constancia del negocio que le da origen al título, de donde deviene en un título de crédito causal.
Este título permite que se pueda traficar con las mercaderías depositadas sin una movilización material de
las mismas, pues basta la transferencia mediante endoso del título, para adquirir el derecho representado
y el dominio sobre las mercaderías. Para este título el sujeto librador solo puede ser un almacén general
de depósito y como la obligación se refiere a la entrega de la mercadería al terminar el plazo, el obligado,
en lo esencial, es el mismo almacén.

Suele afirmarse que el certificado de depósito es un título causal o concreto.27 Históricamente, el


certificado de depósito surge, como todos los títulos de crédito, ligado a una causa típica: el contrato de
depósito mercantil. Ya en la parte de doctrina general observamos que el título representativo incorpora
dos tipos de derechos: a) el derecho de disposición sobre las mercancías amparadas por el título; y b) el
derecho de crédito para exigir del obligado la entrega de las mercancías o el valor de las mismas. 28 En lo
que respecta a la función representativa y al derecho de disposición sobre las mercancías, debe
considerarse que el título es concreto, puesto que ya hemos dicho que la eficacia de la función
representativa depende no sólo del depósito, sino de la persistencia de las mercancías en poder del
suscriptor del título; pero por lo que hace a la función meramente crediticia, o sea a la incorporación del
derecho de crédito contra e! creador del título, para exigir la entrega de las mercancías o su importe, el
título deberá considerarse abstracto, porque al titular no podrá oponérsele como excepción la nulidad o
inexistencia del depósito, o la inexistencia o destrucción de las mercancías.

26
VASQUEZ MARTINEZ, Edmundo. Instituciones de Derecho Mercantil., p. 390
27
ESTEVA RUÍZ, Roberto a., Los Títulos de Crédito en el Derecho Mexicano. México, 1958. página 269.
28
Conf. DONADIO. 1 Títoli Represenlativi delle Merci. Milán, 1936. pág. 92.
El tenedor del título es el depositante, cuyo nombre debe aparecer en el contexto del título, lo que
indica que son nominativos. El depositante tenedor inicial puede hacer circular el título por el
procedimiento de negociabilidad de esta variedad de instrumentos: endoso, entrega material del
documento y cambio de registro en la persona del creador o almacén general.

 Elementos personales del Certificado de Depósito Mercantil

El almacén general de depósito. Es el emisor (deudor cambiario) del título y el que debe restituir la
mercancía contra la presentación del certificado, de los bonos de prenda y del pago del costo del
almacenaje.

El tenedor del certificado. Es el depositante (acreedor cambiario) de la mercancía.

El fisco. Es la entidad que debe recabar los impuestos correspondientes al tipo de mercancía u operación
(acreedor tributario = Superintendencia de Administración Tributaria); no siempre participa en la medida en
que no siempre existe ese tipo de adeudos o créditos.

 Formalidad del Certificado de Depósito Mercantil

Este título, además de sus funciones de tal, también contiene el contrato de depósito mercantil, su
redacción es bastante extensa y se contiene en formatos pre-redactados por la entidad depositaria,
previamente aprobados por la Superintendencia de Bancos tratándose entonces el negocio subyacente,
de un contrato por adhesión.

Requisitos: Deben ser los que establece el artículo 386 del código de Comercio y los especiales según los
Artículos 9 del Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales de Depósito y 12 de su reglamento siendo los
siguientes:

a) Nombre y dirección del almacén emisor y fecha de emisión

b) Indicación clara y precisa de que el título es o no transferible;

c) Nombre y dirección de la persona a favor de quien se emite;

d) Descripción de los productos o mercancías depositadas;

e) Descripción de los riesgos contra los cuales están aseguradas las mercancías y, nombre y dirección
de la entidad aseguradora;

f) Indicación de las mermas, deterioros, riesgos de descomposición o avería a que pueden estar sujetas
las mercaderías.

g) Tarifa del almacenamiento y otros cargos a que pudieran estar sujetas las mercancías.

h) Valor de las mercancías depositadas


i) Declaración expresa de que a la fecha de la emisión del certificado se encuentran libres de
gravámenes, embargo o anotación.

j) Espacio para anotar el monto del crédito directo por el almacén de que se trate

k) Espacio para anotar los endosos y las constancias de los registros legales;

l) Condiciones en que pueden efectuarse retiros parciales de las mercaderías o productos depositados.

m) Expresión de que se han emitido certificados de depósito múltiples en su caso.

n) Numero valor y fecha del bono de prenda, cuando sea emitido;

o) Firmas de los representantes legales del almacén.

Especialidades de este Título:

a) Por ser título nominativo, la sociedad emisora debe tener un registro de certificados en los que irá
anotando los nombres del inicial o sucesivos propietarios del título, cuando entra en circulación.

b) Es un título liberado legalmente de la obligación de protestarlo, por lo tanto, es título ejecutivo para
exigir el cumplimiento de la obligación.

c) Se puede emitir en forma múltiple y como consecuencia de un mismo negocio jurídico, si los bienes
depositados son designados genéricamente y admiten cómoda división. Cada título ampararía una
parte alícuota del objeto depositado;

d) El plazo del certificado (vencimiento) no puede exceder de un año; sin embargo, puede prorrogarse;

e) El título es objeto de circulación jurídica; sin embargo, puede limitarse su movilización si consigna que
“NO ES TRANSFERIBLE”. Sin embargo, hay certificados que por disposición legal no se pueden
negociar; y son aquellos que se emiten cuando el almacén general está actuando como “almacén
fiscal”. Es decir, si el almacén está autorizado para actuar como almacén fiscal, puede recibir
mercaderías que tengan pendiente el pago de impuestos al fisco. Un depósito así le da varias ventajas
al depositante porque, entre otras cosas puede aplazar el pago de la tributación, contar con el dinero
en efectivo para otros negocios o ir pagando los impuestos conforme va retirando la mercadería. Sin
embargo, en este caso, el certificado de depósito no es transferible y no se tiene derecho a que se
extienda bono de prenda. Para que una sociedad pueda actuar como depositaria fiscal, debe tener
autorización específica de la Superintendencia de Administración Tributaria.

f) Si el Almacén General de Depósito se niega a devolver las mercaderías o productos representados


por un Certificado de depósito, el tenedor de éste puede ejercitar la acción cambiaria

Para el ejercicio de la acción cambiaria, no se requiere protesto. A este efecto la Ley de Almacenes
Generales, dispone que los certificados de depósito emitidos de conformidad con la ley y sus reglamentos,
son títulos ejecutivos, sin necesidad de protesto, requerimiento o diligencia alguna, para el solo efecto de
que sus tenedores legales pueden exigir la devolución de los bienes, salvo la simple solicitud que el
depositante debe hacer al Almacén en los formularios de este (Artículo 11 de la Ley de Almacenes
Generales de Depósito).

Al no ser atendido el certificado de depósito de mercaderías lo que procede es presentar la referida


solicitud escrita para que las mercaderías o productos depositados sean devueltos, y si tal solicitud no es
acogida, sin necesidad de protesto ni de ninguna otra diligencia, procede el ejercicio de la acción
cambiaría por la vía del juicio ejecutivo cambiario (Artículos 615 inciso 2º. 617 al 621 y 630 C. de Com, y
327 inciso 4º. Y 329 y siguientes del C.P.C. Y. M.)

5. EL BONO DE PREDA

Generalidades

Vimos ya que en nuestro ordenamiento legal son dos los documentos que emiten los Almacenes
Generales de Depósito: el certificado de depósito mercantil y el bono de prenda.

Es otro título de crédito que proviene de un contrato de depósito mercantil con almacenes
generales de depósito. Se le tiene también como un título representativo de mercaderías; sin embargo, no
representa en si el derecho de dominio sobre la mercadería, sino es para concertar una relación de
crédito; una obligación de pagar una cantidad mutuada, garantizada con un derecho real prendario sobre
la mercadería objeto del depósito.

El mecanismo de emisión se ambos originan en lo que podríamos calificar de contrato subyacente


de depósito. Como consecuencia de este y del hecho real del depósito de mercaderías en un Almacén
General, surge de una parte el título que la representa y la susceptibilidad de efectuar, mediante la fórmula
simbólica de tradición, operaciones de enajenación y de pignoración.

Para facilitar esta última, a la par del certificado de depósito mercantil o resguardo de depósito, se
ha creado un documento de crédito accesorio, que representa a la mercadería para solo efecto de la
constitución del derecho real de prenda.

Joaquín Rodríguez ha definido el bono de prenda como “titulo-valor accesorio a un certificado de


depósito, por el que se certifica la recepción de una cantidad por el dueño del certificado y la entrega en
prenda por este de los bienes o mercaderías a que refiere dicho documento”29

Para Ripert, “es un billete a la orden suscripto por un comerciante que da como garantía de su
firma, mercaderías depositadas en almacén general…” 30 Estima que el mismo título sirve para hacer nacer
el crédito y para constituir la prenda.

Para Vásquez Martínez “se trata de un título de crédito de tradición, a la orden, accesorio, emitido
por un Almacén General de Deposito, en que consta un contrato de mutuo y la constitución de garantía

29
RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Ob. cit., p.403
30
RIPERT, Georges: Tratado Elemental de Derecho Comercial. Tomo III, p. 254
prendaria sobre los bienes depositados”.31

El bono de prenda es un título de crédito expedido por un Almacén General de Depósito que
acredita la constitución de un crédito prendario, sobre las mercancías o los bienes depositados e indicados
en el correspondiente certificado de depósito.

Estos títulos derivan del "warrant" del derecho inglés y del derecho francés. Tienen por finalidad
permitir o facilitar la circulación de las mercancías y de los créditos prendarios que sobre ellas se
constituyan.

 Definición

El bono de prenda es un título de crédito que expide un almacén general de depósito, a solicitud del
depositante, mediante el cual se representa un contrato de mutuo celebrado entre el propietario de las
mercaderías depositadas y un prestamista, con garantía de las mercaderías que el titulo especifica. O sea
que el titulo representa un crédito, razón por la que se pignoran las mercaderías, únicamente para la
constitución de la prenda sin desplazamiento.

Con el bono de prenda se pretende que esté en poder del acreedor prendario sólo por un tiempo: el
que transcurra para que el deudor prendario pague la prestación o la obligación garantizada; si no la
cumple se procederá al protesto del bono y a la ejecución ulterior de la mercancía por él amparada, en el
remate que se detalla más adelante.

 Formalidad

El bono de prenda debe contener los elementos ya indicados con relación al certificado de depósito,
más los siguientes: monto del préstamo otorgado y la tasa de interés que devengue, número de registro
del certificado de depósito con el que tenga relación y, espacio para que se pueda avalar, pagar por
intervención o consignar cualquier otra modalidad permitida por la ley. Este último elemento es importante
porque en caso de aval, la obligación del título estaría doblemente garantizada: prendaria y fiduciaria y,
permite el pago por intervención como medio de liberar la obligación, circunstancia que no es común en
otros títulos de crédito.

 Circulación

Como se entiende en forma nominativa, circulará por endoso, entrega material y cambio de registro.
En todo caso, los almacenes expedirán los bonos, desprendiéndolos de los libros/talonarios en que
insertarán los mismos datos inscritos en el certificado matriz.

 Naturaleza de la garantía

En vista que los bienes a que se refiere el título son mercaderías (bienes muebles), la garantía es
prendaria; con la característica de que este título permite una prenda sin desplazamiento, ya que el

31
VASQUEZ MARTINEZ, Ob. cit, p. 396
acreedor no recibe el objeto dado en prenda, el que sigue en poder del almacén.

 Elemento subjetivo del título

El creador del título es la sociedad depositaria o sea el almacén general de depósito; el obligado del
título, aunque por la misma naturaleza y operatividad del bono no le podríamos llamar librado, es el
depositante de la mercadería, ya que él debe que pagar la cantidad a que se haya obligado por medio del
bono; y el beneficiario es el prestamista que concede la cantidad mutuada por medio del bono.

 Plazo

El bono se puede extender en conjunto o independientemente del certificado; por eso su plazo puede
ser igual o menor al de aquel. Sin embargo, nunca puede exceder del año, a menos que el certificado
fuera prorrogado, por su calidad de título accesorio.

 Función

Este título sirve para cobrar la cantidad mutuada, extrajudicial o judicialmente. En este último caso, el
bono de prenda es título ejecutivo, libre de protesto y de inmediato se hace valer ante los tribunales
ejecutando la prenda. Sin embargo, también puede el acreedor prendario seguir el procedimiento de
remate directo de la prenda a través del almacén depositario, tal como lo establece la ley. Este último
procedimiento, puede considerarse que es contrario a la garantía constitucional del derecho a defenderse,
porque la ley no establece mecanismos adecuados para que el deudor prendario depositante de las
mercaderías tenga participación efectiva dentro del procedimiento de remate extrajudicial. Artículos 17 al
21 del Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales de Depósito con aplicación supletoria de la Ley de
Garantías Mobiliarias.
CUESTIONARIO

1. ¿Qué son los Almacenes Generales de Depósito?


son empresas privadas, que tienen el carácter de instituciones auxiliares de crédito, constituidas
en forma de sociedad anónima guatemalteca, cuyo objeto es el depósito, la conservación y
custodia, el manejo y la distribución, la compra y venta por cuenta ajena de mercancías o
productos de origen nacional o extranjero y la emisión de los títulos-valor o títulos de crédito. Sólo
los Almacenes Generales de Depósito pueden emitir Certificados de Depósito y Bonos de Prenda,
los cuales serán transferibles por simple endoso.

2. ¿Qué ente estatal autoriza la constitución de un Almacenes Generales de Depósito?


Junta Monetaria
3. ¿Qué es el certificado de depósito?el título de crédito “expedido por un Almacén General de
Deposito que certifica la recepción de las mercancías que en él se mencionan, y mediante el cual
el tenedor legitimo tiene el dominio y la disposición de las mismas”.32

4. ¿Cuáles son los requisitos de los certificados de depósito?

Deben ser los que establece el artículo 386 del código de Comercio y los especiales según los Artículos 9
del Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales de Depósito y 12 de su reglamento siendo los siguientes:

p) Nombre y dirección del almacén emisor y fecha de emisión

q) Indicación clara y precisa de que el título es o no transferible;

r) Nombre y dirección de la persona a favor de quien se emite;

s) Descripción de los productos o mercancías depositadas;

t) Descripción de los riesgos contra los cuales están aseguradas las mercancías y, nombre y dirección
de la entidad aseguradora;

u) Indicación de las mermas, deterioros, riesgos de descomposición o avería a que pueden estar sujetas
las mercaderías.

v) Tarifa del almacenamiento y otros cargos a que pudieran estar sujetas las mercancías.

w) Valor de las mercancías depositadas

x) Declaración expresa de que a la fecha de la emisión del certificado se encuentran libres de


gravámenes, embargo o anotación.
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RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Ob. cit., p.400
y) Espacio para anotar el monto del crédito directo por el almacén de que se trate

z) Espacio para anotar los endosos y las constancias de los registros legales;

aa) Condiciones en que pueden efectuarse retiros parciales de las mercaderías o productos depositados.

bb) Expresión de que se han emitido certificados de depósito múltiples en su caso.

cc) Numero valor y fecha del bono de prenda, cuando sea emitido;

dd) Firmas de los representantes legales del almacén.

5. ¿Quién puede emitir el certificado de depósito?


El almacén general de depósito

6. ¿Es necesario el protesto por falta de pago de un certificado de depósito para acudir a la acción
cambiaria?
Para el ejercicio de la acción cambiaria, no se requiere protesto

7. ¿Qué representa esencialmente el certificado de depósito?


derecho de propiedad sobre el objeto depositado

8. Según la clasificación doctrinaria que título de credito es el certificado de depósito.


es un título causal o concreto

9. Mencione las clases de almacenes de depósito.

10. ¿Qué es el bono de prenda?


Es otro título de crédito que proviene de un contrato de depósito mercantil con almacenes
generales de depósito. Se le tiene también como un título representativo de mercaderías; sin
embargo, no representa en si el derecho de dominio sobre la mercadería, sino es para concertar
una relación de crédito; una obligación de pagar una cantidad mutuada, garantizada con un
derecho real prendario sobre la mercadería objeto del depósito.

El bono de prenda es un título de crédito expedido por un Almacén General de Depósito que
acredita la constitución de un crédito prendario, sobre las mercancías o los bienes depositados e
indicados en el correspondiente certificado de depósito.

11. ¿Cuáles son los requisitos del bono de prenda?


Es otro título de crédito que proviene de un contrato de depósito mercantil con almacenes
generales de depósito. Se le tiene también como un título representativo de mercaderías; sin
embargo, no representa en si el derecho de dominio sobre la mercadería, sino es para concertar
una relación de crédito; una obligación de pagar una cantidad mutuada, garantizada con un
derecho real prendario sobre la mercadería objeto del depósito.

12. ¿Qué representa el bono de prenda?


representa a la mercadería para solo efecto de la constitución del derecho real de prenda.

13. Según la clasificación doctrinaria que título de credito es el bono de prenda.


como “titulo-valor accesorio a un certificado de depósito

14. ¿Puede nacer a la vida jurídica el bono de prenda sin que exista el certificado de depósito?
No por ser un documento de crédito accesorio

15. ¿Es negociable el bono de prenda?


No

16. ¿Qué vía procesal se utiliza para el cobro de un certificado de depósito?


el ejercicio de la acción cambiaría por la vía del juicio ejecutivo cambiario (Artículos 615 inciso 2º.
617 al 621 y 630 C. de Com, y 327 inciso 4º. Y 329 y siguientes del C.P.C. Y. M.)

17. ¿Qué vía procesal se utiliza para el cobro de un bono de prenda?


Este título sirve para cobrar la cantidad mutuada, extrajudicial o judicialmente. En este último
caso, el bono de prenda es título ejecutivo, libre de protesto y de inmediato se hace valer ante los
tribunales ejecutando la prenda. Artículos 17 al 21 del Decreto 1746 Ley de Almacenes Generales
de Depósito con aplicación supletoria de la Ley de Garantías Mobiliarias.

18. Defina el contrato de transporte mercantil.


Este título acredita un derecho de propiedad sobre las mercaderías objeto del transporte, su
negocio subyacente es precisamente un contrato de transporte de cosas que muchas veces no
consta en un documento escrito; de manera que el titulo funciona como instrumento causal,
porque describe los elementos que se toman en cuenta para concertar un contrato de transporte.

19. ¿Qué es el conocimiento de embarque?


Es entonces el documento que suele documentar en el contrato de transporte marítimo, el
contenido de las mercaderías en tránsito, y se debe de entender por el contrato de transporte de
mercancías por agua, aquel en virtud del cual la sociedad naviera o el operador se obliga, ante el
embarcador o cargador mediante pago de un flete, a trasladar mercancía de un punto a otro y
entregarlas a su destinatario o consignatario.
20. ¿Quién es el porteador?
También llamado transportador, es la persona individual o jurídica que se dedica al negocio del
transporte permanente, mediante una concesión, autorización o permiso estatal. Es el sujeto que
crea la carta de porte o el conocimiento de embarque. En nuestro medio se le conoce como
“transportistas” se debe tener en cuenta que, para actuar como sujetos libradores del título, deben
ser transportadores autorizados, porque en principio se considera que tal actividad económica es
de naturaleza pública, además, se deben desempeñar como tales, en forma permanente.

21. ¿Quién es el cargador?


Es la persona que regularmente remite la mercadería a un consignatario o destinatario especifico
o bien al porteador

22. ¿A quién equivale el destinatario?


Es la persona en favor de quien se expide el título, cuando es nominativo. Este sujeto no surge de
inmediato cuando es creado al portador

23. ¿Cómo se le conoce a “la carga” en el transporte de personas?

24. ¿Qué es la carta porte? ¿A favor de quién puede ser creada?


Es el documento que contiene un contrato de transporte terrestre en el que se consigna la
descripción de las mercancías transportadas, las condiciones en que se realiza el transporte y se
designa al consignatario de ellas. A favor de: Consignatario o destinatario

25. ¿Cuál es diferencia entre la carta de porte con el conocimiento de embarque?


El conocimiento de embarque servirá para amparar mercaderías transportadas por vía marítima.
La carta de porte servirá para amparar mercaderías transportadas por vía aérea o terrestre

26. Defina la factura cambiaria


es una figura jurídica, que reviste mucha importancia para la actividad comercial, específicamente
en la compraventa de mercaderías y la prestación de servicios al crédito. Estas transacciones
deben documentarse y es allí donde surge la necesidad de emitir una factura. Ésta factura simple
carece de un valor jurídico que asegure el cumplimiento de la obligación crediticia, lo que condujo
a convertir esta factura en un título de crédito, en una Factura Cambiaria.

27. ¿Que representa la factura cambiaria?


Título de crédito, emitido en forma física o electrónica, que en la compraventa de mercaderías o
en la prestación de servicios, el vendedor o prestatario de un servicio libra y entrega o remite al
comprador o beneficiario de un servicio; la factura cambiaría que se emite incorpora un derecho
de crédito sobre la totalidad o sobre parte insoluta de la compraventa o prestación de servicios.

28. ¿Quiénes pueden emitir una factura cambiaria?


Librador –vendedor o prestador de servicios:

29. ¿Cuáles son los requisitos de la factura cambiaria?


30. 1º El número de orden del título librado
31. 2º El nombre y domicilio del comprador
32. 3º La denominación y características principales de las mercaderías vendidas.
33. 4º El precio unitario y el precio total de las mismas.
Articulo 386

34. ¿Cuál es plazo de creación de la factura cambiaria, cuando la misma no es remitida con las
mercaderías?
en un término no mayor de tres días al de su libramiento, que nunca podrá exceder en cuarenta y
ocho horas al de la entrega o despacho de las mercaderías, cualquiera de las dos que sea
primero. (Artículo 596 código de comercio)

35. ¿Qué es la aceptación en la factura cambiaria?


Una vez que la factura cambiaria fuese aceptada por el comprador, se considerara, frente a
terceros de buena fe, que el contrato de compraventa ha sido debidamente ejecutado en la forma
expuesta en la misma. (Art. 593 código Comercio).

36. ¿Cuál es plazo que tiene el vendedor para enviar la factura después de haberla creado?
Un término no mayor a 3 días

37. ¿Qué plazo tiene el comprador para enviar la factura cambiaria después de haberla aceptado?
Dentro de un plazo de 5 días a contar de la fecha de su recibo

38. ¿Cuál es el plazo que tiene el vendedor para protestar la factura cambiaria, cuando la misma no
ha sido pagada?
El protesto por falta de aceptación deberá levantarse dentro de los dos días hábiles siguientes al
vencimiento del plazo estipulado en el Artículo 599 del código de comercio. (Artículo 602 código
de comercio)

39. ¿En qué documento se puede hacer constar la falta de aceptación o de pago de una factura
cambiaria?

El protesto por la falta de aceptación deberá levantarse en la propia factura o en hoja adherida a
ella, acompañando el aviso de recepción postal o cualquier otro documento comprobatorio de su
entrega al comprador o de su devolución por este.
A falta de factura, el protesto se levantará por declaración del protestante o a vista de una copia
de la factura fechada y firmada por el vendedor, siempre que adjunte el aviso de recepción o
cualquier otro documento que prueba que la factura original fue enviada al comprador. (Artículo
603 código de Comercio)

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