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Esta situación no es ajena a los títulos valores, al ser instrumentos que se utilizan
en el mercado con el fin de agilizar la actividad económica. Y es precisamente en
el desarrollo del comercio en que radica la importancia de que dichos instrumentos
estén revestidos de legalidad para que gocen de la confianza de los agentes
económicos -vale decir, que se garantice a los acreedores que esos títulos podrán
hacerse efectivos llegado el momento- y puedan ser utilizados en los negocios
internacionales sin miramientos.
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Ver: Ley de los Títulos – Valores Vigente en el Perú (Ley Nº 27827)
Por tanto, se manifiesta una directa relación entre el desarrollo del comercio y la
existencia de una normatividad efectiva para la solución de conflictos en materia
de Derecho Internacional Privado. Pues, de surgir un conflicto en supuestos de
relaciones jurídicas internacionales, se recurrirá a dichas normas a efectos de
determinar la ley aplicable en la solución del mismo.
En este sentido, encontramos que la doctrina señala que si bien los créditos
comerciales otorgan a sus titulares determinados beneficios que no se confieren
en el ámbito del Derecho Civil, se hace necesario, dada la movilización propia del
Derecho Comercial, que el acreedor pueda disponer fácil y rápidamente del
derecho que le concierne y que pueda permitirle liberarse de otras obligaciones
transfiriendo a su acreedor el crédito del que él, a su vez, es titular frente a
terceros.
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El primer autor que dio una definición de los títulos valores fue Brunner, para quien "el título de crédito es
un documento de un derecho privado que no puede ejercitarse si no se tiene el título a su propia
disposición".
En la Doctrina Nacional indica que la palabra "título" alude al documento
acreditativo de un derecho y, unida a la palabra "valor", significa que ese derecho,
que puede no ser únicamente crediticio, está contenido en el documento, como
transfundido en él, resultando una unidad indisoluble, de modo que resulta el
elemento indispensable para ejercer los derechos que incorpora.
Garrigues sigue esta definición diciendo que: "el título valor es un documento
sobre un derecho privado cuyo ejercicio y cuya transmisión está condicionada a la
posesión del documento".
Ascarelli dio luego otra definición señalando que título de crédito es aquel
documento escrito y suscrito, nominativo, a la orden o al portador, que menciona
la promesa (o la orden) unilateral de pago de una suma de dinero, de una cantidad
de mercadería con vencimiento determinado o determinable o la entrega de
mercaderías (o títulos) especificados y que sea solamente destinado a la
circulación, así como aquel documento que constate, con la suscripción de uno de
los administradores, la calidad de socio de una sociedad por acciones.
Pérez Fontana define al título valor como el "documento necesario para investir y
legitimar al tenedor del derecho literal en el mencionado para el ejercicio de ese
derecho". En esta definición se incluye el carácter necesario del documento, su
literalidad, la investidura del derecho que deriva de la tenencia del documento. Se
suprime el carácter de la autonomía por cuanto se explica que este carácter fue
acuñado en las definiciones para resaltar la inoponibilidad a las excepciones
personales.
Para Messineo, el título de crédito (título valor) es un documento consistente en un
escrito que anuncia una determinada obligación, y por este motivo, un derecho
subjetivo. El documento asume el carácter de título solamente cuando en él, el
derecho está incorporado, como transfundido, de tal modo que documento y
derecho (promesa) están en conexión permanente, por lo cual puede invocarse el
derecho en cuanto se encuentre en una cierta relación jurídica en el documento.
El título - valor tiene una doble función que cumplen en el tráfico mercantil, que a
continuación se detalla:
Por ello, la importancia de los títulos valores es indiscutible, pues hacen posible la
circulación de los derechos de crédito en forma muy ágil y segura, ya que para su
trasmisión basta con el endoso que consiste en la sola firma del tenedor del
documento y si es el caso de que esta extendido al portador bastara con la simple
entrega del mismo.
Hay una preocupación en los países del continente americano por modernizar sus
leyes mercantiles, y en general aquellos ordenamientos jurídicos reguladores de
la actividad económica y financiera. Algunos han abordado el problema con
carácter integral, otros de manera parcial; esto obedece, más que a un concepto
técnico jurídico, a las presiones y exigencias de su desarrollo económico.
Las dos corrientes son bien definidas. Unos países tienden a reformas totales
mediante la promulgación de nuevos códigos. Otros abandonan el sistema de los
códigos y distribuyen las instituciones mercantiles en varios cuerpos de leyes
dándoles, hasta cierto punto, cierta autonomía legislativa e institucional.
El ambiente muestra que las legislaciones mercantiles vigentes son muy viejas, y
es necesario cambiar radicalmente los códigos promulgados en el siglo pasado o
inspirados en modelos anticuados.
El proyecto está dividido en dos partes, una general, relativa a los principios
generales para fijar a naturaleza y definición de los Títulos Valores y sus notas
características fundamentales y esenciales. La segunda parte esta subdividida, a
su vez, en dos partes, conteniendo la primera los Títulos más usuales, tales como
los nominativos no a la orden, nominativos a la orden, títulos al portador, letra de
cambio y pagare, cheques, etc.
Por ejemplo: “Me ofrecieron un televisor usado muy barato, pero sin garantía”, “El
delantero camerunés es una garantía de gol para el equipo italiano”, “Tengo que
llamar al servicio técnico, ya que el lavarropas todavía tiene la garantía
vigente”, “Necesito una garantía para poder alquilar un departamento e irme a vivir
solo”.
Se conocen hasta tres garantías: Los privilegios, las personales y las reales. En el
desarrollo del presente trabajo, estudiaremos las garantías personales,
específicamente: del aval y de la fianza.
En el ámbito de las garantías tenemos las CAMBIARIAS: son las que garantizan el
pago del título como tal y aparecen en su literalidad y las EXTRACAMBIARIAS,
que no están comprendidas en las disposiciones de la ley cambiaria, sin embargo,
se acude a ellas para garantizar el cumplimiento de cualquier obligación
cambiaria.
Las garantías extra cambiarias pueden ser de carácter personal o real. Por la
personal una persona es la que se obliga a pagar la obligación de su garantizado
en caso de incumplimiento de éste. Por ejemplo, la fianza, el aval, la solidaridad
pasiva; por la real, se asegura una obligación afectando un bien determinado. Por
ejemplo, la prenda, la hipoteca, anticresis, derecho de retención.
A) EL AVAL:
Con excepción del obligado principal, el aval puede ser otorgado por cualquiera de
los que intervienen en el título valor o por un tercero. Si es otorgado por uno de los
intervinientes, éste debe señalar en modo expreso su adicional condición de
avalista.
Tal como establece GARCÍA GARCÍA las diferentes definiciones que han ofrecido
los autores del aval pueden agruparse en torno a dos ideas:
Respecto a los autores cuyas definiciones se les puede considerar dentro del
segundo grupo, tenemos a: LANGLE "Es una singular garantía (cambiaria) del
pago de la letra que, después de haber sido ésta creada, prestase por escrito en la
propia cambial, en forma ilimitada o limitada". LOPEZ ZANZ: "Es una declaración
cambiaria hecha con la finalidad única, concreta y clara de garantizar la obligación
asumida por cualquier responsable cambiario del pago de la letra". HUGUET:
"Avalar un documento es garantizar su pago, obligándose el avalista solemne y
voluntariamente a satisfacer en caso de que no lo efectuase la persona de cuya
solvencia responde".
Por su parte, el Dr. ULISES MONTOYA MANFREDI "El aval es una declaración de
voluntad por la que una persona llamada "avalista!" o "avalante" se obliga a pagar
la letra en el lugar y en el grado del obligado o quien garantiza, y a quien se llama
"avalado". Se trata de un negocio jurídico que reviste las siguientes
características: a) documental; b) unilateral; c) abstracto; d) no recepticio; e) de
garantía; y f) autónomo".
a. CARACTERISTICAS:
h.- SOLIDARIDAD DEL AVAL; ya que al avalista queda obligado de igual modo
que aquél por quien prestó su aval; su responsabilidad subsiste, aunque la
obligación causal del título valor avalado fuera nula.
c.1. EL AVALISTA:
Como se sabe la persona que presta el aval se denomina avalista, y hoy en día
puede serlo cualquier persona con capacidad de obligarse cambiariamente, ya
que en el primer párrafo del Art. 57 se establece que el aval "puede ser otorgado
por cualquiera de los que intervienen en el título valor o por un tercero". No
obstante ello, la propia LTV prevé que sólo el obligado principal no puede otorgar
aval. Y en caso que el aval sea otorgado por cualquier interviniente, éste debe
señalar de modo expreso su adicional condición de avalista.
d. EL AVALADO:
La indicación de la persona del avalado es para impedir que la firma del avalista
en el anverso se confunda con la de un colibrador o un co - aceptante. Con tal fin
se presume que la sola firma puesta en el anverso de la letra se considera aval,
salvo, desde luego, que se trate de la firma del girador.
El aval debe mencionar la persona del avalado, pero si falta esta indicación, se
entiende que fue otorgado a favor del obligado principal; o, de ser el caso, del
girador.
El avalista queda obligado en los mismos términos que su avalado; contrae una
obligación solidaria con los demás firmantes del título valor, y la obligación que
asume es sucesiva, no es un co - obligado aunque su obligación sea idéntica a la
del avalado. El avalista puede asumir las obligaciones en forma indefinida, para lo
cual no será necesaria su participación en las renovaciones que acuerde el
avalado y el tenedor del título. Para ello deberá insertarse la cláusula "aval
indefinido" o Aval permanente". No obstante ello, la inclusión de ésta cláusula no
es necesaria en los títulos valores que contengan la cláusula de prórroga
Si el avalista paga, adquiere los derechos resultantes del título valor contra el
avalado y los obligados, subrogándose en todas las garantías y derechos que
otorga dicho documento. En este sentido, el avalista adquiere derechos
cambiarios contra el propio avalado, pues al pago hecho por el avalista no origina
los resultados del pago ordinario y, en consecuencia, no extingue la obligación. El
avalista de un obligado de regreso adquiere derechos frente al girado aceptante,
como obligado principal, y a su eventual avalista, y también frente a los otros
obligados de regreso que preceden en la relación cambiaria a su avalado.
B) LA FIANZA:
A diferencia del aval que es una garantía objetiva, ya que compromete el pago,
aunque la obligación principal no sea válida, la fianza se considera como una
garantía subjetiva, para su eficacia es necesaria la validez de la obligación
principal.
La fianza puede ser otorgada por El aval puede ser otorgado por
cualquiera de los intervinientes, e cualquiera de los intervinientes en el
incluso por un tercero, excepto por el título valor o por un tercero. Sólo el
obligado principal. obligado principal no puede otorgar
aval.
El fiador puede oponer al tenedor del El aval no puede oponer al tenedor del
título valor, los medios de defensa título valor, los medios de defensa
personales de su afianzado. personales de su avalado.
El fiador que paga el título valor queda El avalista que cumple con la
subrogado en los derechos que el obligación garantizada, adquiere los
tenedor tiene contra el afianzado derechos resultantes del título valor
contra el avalado y los obligados a
favor de éste en virtud del título valor, y
se subroga en todas las garantías y
derechos que otorgue dicho título.
CAPITULO VIII
En lo que se refiere a las garantías reales, estas deben guardar las formalidades
establecidas en la legislación sobre la materia para su constitución. Cuando dichas
garantías aseguren el cumplimiento de las obligaciones frente a cualquier tenedor,
debe señalarse en el mismo título o en el respectivo registro, la existencia de tales
garantías y, en su caso, las referencias de su inscripción registral.
Para que la transferencia del título tenga plena eficacia sin requerirse del
asentimiento del obligado ni del constituyente de la garantía, debe señalarse en el
mismo título o en el respectivo registro, la existencia de tales garantías y, en su
caso, las referencias de su inscripción registral según se entiende del art. 63°.2.
6.2. CARACTERÍSTICAS:
- Son derechos indivisibles: porque recaen sobre todo el bien para asegurar
la obligación garantizada hasta su cumplimiento, por esta razón no procede a
solicitar la cancelación parcial de la hipoteca, por el hecho de haber cancelado
parte de la obligación.
En las garantías reales, una o varias cosas de propiedad del deudor quedan
afectadas en forma especial para asegurar el cumplimiento de la obligación así
garantizada. Esas cosas son gravadas con derechos reales a favor del acreedor.
Ejemplo: hipoteca, la prenda, la anticresis. Con esto se disminuye notoriamente el
riesgo que el que dejan subsistente las garantías personales.
A) LA HIPOTECA
La hipoteca se extiende a todas las partes integrantes del bien hipotecado, a sus
accesorios y al importe de las indemnizaciones de los seguros y de las
expropiaciones, salvo pacto distinto.
- CARACTERÍSTICAS DE LA HIPOTECA
Carácter inmobiliario: puesto que solo pude ser constituida sobre bienes
inmobiliarios determinados.
Publicidad: puesto que todos los derechos inmobiliarios solo son oponibles
a terceros después de la inscripción, por lo que el derecho de preferencia y
persecución quedan supeditados a la inscripción. En consecuencia, la inscripción
es fundamental para la existencia de la hipoteca como derecho real.
Es importante precisar que el objeto de la hipoteca debe ser un bien inmueble que
se encuentre en el comercio y esté debidamente delimitado y matriculado en los
libros de registro. Por lo expuesto se infiere que un inmueble no inscrito en el
registro no es susceptible de hipoteca.
Por otro lado, existen bienes que no son susceptibles de ser hipotecados, como
por ejemplo:
- Los bienes que componen el dominio público del Estado, de los municipios,
etc.
La hipoteca solo puede constituirse mediante una forma solemne, ya sea por
escritura pública (propias de las hipotecas voluntarias, no existiendo en las
legales); y por la inscripción en el registro de Propiedad Inmueble (por lo que la no
inscripción ocasiona la ineficacia absoluta frente a terceros y entre las partes).
- EXTINCION DE LA HIPOTECA
La hipoteca se extingue:
- LA GARANTIA MOBILIARIA
La prenda fue conceptuada por el derecho romano como el hecho por el cual el
acreedor recibía del deudor o de un tercero una cosa mueble o inmueble en
garantía de un crédito, devolviendo el objeto prendado al deudor tan pronto se
pagaba la deuda.
En el Perú, la prenda estuvo regulada entre los art. 1055 al 1090 del código civil,
los que han sido derogados por la “Ley de Garantías Mobiliarias” (ley 28677). En
la que mantiene los principios inherentes como derecho real de garantía, como
son, el principio de persecución, de preferencia y el de enajenación o venta.
Comprende, salvo pacto distinto, la deuda principal, los intereses, las comisiones,
los gastos, las primas de seguros pagadas por el acreedor garantizado, las costas
y los costos procesales, los eventuales gastos de custodia y conservación, las
penalidades, la indemnización por daños y perjuicios y cualquier otro concepto
acordado por las partes hasta el monto del gravamen establecido en el acto
constitutivo.
- ¿Qué se asegura?
El monto de las obligaciones garantizadas puede ser variable, siempre que sea
determinable. No será exigible la indicación de un monto determinable cuando se
acuerde que garantiza todas las obligaciones presentes y futuras asumidas con el
acreedor garantizado.
En la garantía de titulo valores, se debe tener en cuenta que solo puede recaer en
los créditos que consten en el documento, los mismos que deben de ser
entregados al acreedor. En suma, el derecho real de garantía mobiliaria excluye
todo bien inmobiliario recayendo únicamente sobre bienes muebles establecidos
en el art. 886 del código civil y el art.4° de la ley de Garantas Mobiliarias.
Asimismo, la ley se encarga de exceptuar los bienes muebles que no pueden ser
objeto de garantía real mobiliaria, que, por convenir a su individual naturaleza, las
enumeramos a continuación:
Ahora bien, si surge oposición en este proceso, la admitirá solo cuando el deudor
acredite, con documento que demuestre de manera fehaciente e indubitable el
pago de la deuda, pues mientras subsista una obligación o parte de ella, la
prenda o la garantía mobiliaria no se extinguirá; pero una vez cumplida dicha
obligación en su totalidad, esta recién se extingue conjuntamente con el derecho
real accesorio de prenda.
- LA ANTICRESIS
El concepto de Anticresis deriva del griego “anticresis” que significa “contra goce”
o “contra uso”. Ante ello, Borda nos dice: refiriéndose al significado etimológico,
que con ello se quiere significar la idea de que contra uso del capital que tiene el
deudor, este entrega el uso de la cosa a favor del acreedor. Estamos ante una
institución nacida en Grecia donde se la entendía como el acuerdo de frutos por
intereses, es decir, el deudor anticrético entregaba una cosa a favor del acreedor
anticrético, con el objeto de que se hiciera pago de los intereses con la percepción
de los frutos que la cosa entregaba en anticresis, generaba
CAPITULO IX