Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE

FACULTAD DE HUMANIDADES
MAESTRÍA EN ESTUDIOS DE LAS MUJERES Y DE GÉNERO

TEMA: Movimientos Transnacionales: Vía Campesina

ESTUDIANTES:
Paula Schiavoni
Juana del Carmen Juarez
María Sol Martín
Mariana Aguirres
Tamara Egea
Cristina Jarkowick
2

Movimiento Trasnacional: VÍA CAMPESINA

Vía campesina es un Movimiento trasnacional, que se funda en el año 1993 y reúne a


pequeños y medianos agricultorxs, personas sin tierra, migrantes y trabajadorxs agrícolas de
todo el mundo. Defienden la agricultura sostenible a pequeña escala, por lo que, se oponen a
la agricultura impulsada por las corporaciones y empresas multinacionales, a las que
consideran, destruyen la naturaleza y atentan contra la vida y la salud de las personas; esto
último, debido al uso intensivo de agrotóxicos utilizados para combatir las plagas en la
agricultura, y que tienen un impacto nocivo para la salud de las personas. Son alrededor de
164 organizaciones locales y nacionales en 73 países de África, Asia, Europa y América, que
representan aproximadamente a 200 millones de agricultorxs. Se consideran un movimiento
autónomo, pluralista y multicultural, independiente de cualquier filiación política, económica
o de otro tipo.

Una de las reivindicaciones centrales que sostiene este Movimiento Antiglobal, es que las
políticas de las áreas de la alimentación no pueden quedar subordinadas a las lógicas del
comercio internacional. En consonancia, frente a la racionalidad de competencia y lucro, la
Via Campesina se presenta como una experiencia de solidaridad y horizontalidad entre
trabajadores campesinos que propone la soberanía alimentaria como medio para asegurar la
supervivencia. Expresa Olivier de Schultter “con la soberanía alimentaria surgió una serie de
nuevos desplazamientos: los movimientos sociales reemplazaron a los gobiernos como
principal fuente de legitimidad; la construcción de comunidades resistentes mediante la
agricultura a pequeña escala y la relocalización de los sistemas agroalimentarios pasó a ser
más importante que la búsqueda de economías de escala y de aumento de eficacia” (Schultter,
p. 220)

La Vía Campesina es un movimiento de carácter mixto, que aloja cantidad de mujeres que se
identifican con la causa campesina y que desde su participación en el movimiento han
propiciado diálogos con otras organizaciones de lucha antiglobalización de los cuales el
feminismo forma parte. Son muchos los aportes que han introducido los feminismos, desde
sus diferentes líneas, siendo uno de estos el cuidado como trabajo esencial para la
reproducción de la vida, los conocimientos sobre agricultura, la defensa del territorio ancestral
y la participación por la recuperación de los territorios, la igualdad ante los compañeros
varones, la lucha por la erradicación de las violencias machistas. Por otro lado, también
3

plantearon la incorporación de la lucha campesina dentro del feminismo. En este sentido, se


tendieron lazos y articulaciones con otras redes feministas.
Para llevar adelante estas reivindicaciones y que sean incorporadas de manera transversal, las
mujeres se fueron agrupando en consejos como metodología de participación. Estas
comisiones de mujeres fueron muy importantes porque propiciaron los intercambios en otras
regiones. Este proceso puede identificar sus inicios en 1994 en el Congreso de la CLOC
(Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo), las mujeres campesinas
reconocen la escasa participación de mujeres y comienzan a demandar de alguna manera
paridad y enfoque de género, a partir de las demandas de participación en el proceso de
articulación y de toma de decisiones, como así también de incorporar las voces y los
conocimientos de las mujeres en torno a los temas que se debatían en el Congreso. Para 1997
generaron en el Congreso un espacio propio desde el cual presentaron las discusiones y
definiciones al conjunto. Se trata de los inicios de un discurso que convirtieron en propuesta
estratégica después.

Acuñan el término de “feminismo campesino y popular” a partir de los diálogos con otras
diversas expresiones de los feminismos: campesino por la identidad propia, y popular por su
génesis de base y de construcción colectiva. La diversidad hacia el interior de las
organizaciones del campo, hizo de estos debates un largo camino de discusión distinto para
cada región. Esta definición de feminismo campesino y popular se asumió formalmente en el
Congreso de la CLOC en el 2015. Como menciona Kathryn Sikkink "Los movimientos
sociales transnacionales son conjuntos de actores vinculados entre si atravesando fronteras
nacionales, con objetivos y solidaridades comunes, que tienen la capacidad de generar
acciones coordinadas y sostenidas de movilización social en más de un país para influir
públicamente en procesos de cambio social” (Sikkink, p. 304-305)

La definición de feminismo campesino y popular concentra una serie de definiciones que


atraviesan la vida común, y por lo cual consideran que es una apuesta y una propuesta del
campo para el mundo. Un feminismo que se plantea una transformación de la sociedad, una
búsqueda y recuperación de otros modos de relación entre los seres humanos y la naturaleza.
Que cuestiona su explotación, el extractivismo tanto de la naturaleza como también de los
saberes. Rescata esos modos de vivir que fueron aniquilados con el desarrollo capitalista.
Rompe con la sociedad patriarcal, al asumir que deben ser tareas compartidas las orientadas a
la reproducción. Y que debe ser reconocido y valorado el aporte de las mujeres en el trabajo
4

productivo. Resaltan que ésta estrategia política aporta en la construcción de autonomía,


emancipación y liberación de las mujeres. Reconocen que es un proceso global pero que va
asumiendo tiempos particulares que deben respetarse, para cada espacio que integra la Vía
Campesina.

Perea Ozerin reflexiona en este sentido, que se crea por un lado el Comité de las Mujeres de
la Vía Campesina que, en 2006 en el Congreso Mundial, en Santiago de Compostela, se
planteaba los siguientes retos: profundizar en el análisis teórico para incorporar la perspectiva
campesina a la teoría feminista; continuar trabajando en la autonomía como referente para la
consolidación del movimiento de mujeres campesinas; y superar el sentimiento de culpa
provocado por la lucha por conseguir mayores espacios de poder frente a los hombres. Por
otro lado se estableció una alianza con la Marcha Mundial de las Mujeres en el Foro por la
Soberanía Alimentaria celebrado en Mali en 2007.

En cuanto a los movimientos locales, la organización que integra la Vía Campesina en


Argentina es el MOCASE- Vía Campesina. Para acercar una breve reseña sobre este
movimiento, según la investigadora María Agustina de Salvo (2014) la mayor parte de la
población rural de Santiago del Estero reside en tierras que fueron abandonadas por la
industria forestal que se desarrolló en esa provincia argentina hasta la década de 1960. Sobre
todo hacia fines de la década del ’90 y principios del 2000, esas tierras, hasta entonces
marginales, se volvieron codiciables para el cultivo de soja. Esto generó focos de conflicto
entre los capitalistas interesados en ellas y la población rural que allí residía. Las familias
afectadas se nuclearon en distintas organizaciones que dieron origen al MOCASE, el concepto
que lidera el movimiento es lograr la soberanía alimentaria. La lucha por la tierra del pueblo
campesino creó una persistente conflictividad territorial, ya que, los límites entre el Estado y
los grandes monopolios se desdibujaron, la ampliación de la frontera agrícola y la inseguridad
en la tenencia de la tierra generaron hechos de violencia.
Los escenarios agrarios y las ruralidades en América Latina asisten a un proceso de transformación con motivo de la aplicación, a partir de la década de 1970, de políticas económicas de corte neoliberal. En Argentina, la liberalización de la economía y la desregulación del Estado representaron las condiciones de posibilidad para el avance del modelo del agronegocio, vehiculizado principalmente a partir de la expansión del monocultivo de soja transgénica. A partir de entonces, se desencadenó un proceso de reordenamiento territorial que evidencia un patrón de ocupación y utilización del espacio, (en principio sin intervenciones de políticas públicas), incompatible con la reproducción de los modos de vida de los sectores subalternos de la estructura agraria argentina (pequeños productores, campesinos e indígenas). En este marco, el 4 de agosto de 1990, surgió el Movimiento Campesino de Santiago del Estero.
A partir de la década de 1970, la provincia fue escenario de desplazamientos y de desalojos judiciales de muchos campesinos, cuando empresas —en su mayoría no radicadas en la provincia— reclaman como propias las tierras ocupadas legítimamente por los pobladores. En dicha provincia del noroeste argentino, una de las más ruralizadas y con mayor presencia del campesinado del país, la implementación de las políticas neoliberales configuró el escenario en donde se manifiestan los conflictos por la propiedad de la tierra: la expansión de la frontera agropecuaria supuso un desplazamiento coactivo de sectores campesinos, los cuales poseían una tenencia precaria de la tierra.

BIBLIOGRAFÍA:
DESALVO, MARÍA A. (2014). El MOCASE: Orígenes, Consolidación y Fractura del
Movimiento Campesino de Santiago del Estero. En
https://revistas.unc.edu.ar/index.php/astrolabio/article/download/5635/8618/21405
5

PEREA OZERIN, IRATXE (2014) “El papel del feminismo en el movimiento


Antiglobalización: contribuciones y desafíos” Revista CIVOD d´Afer Internacionals, (en
línea), N° 105 pp 67-88.

DE SCHUTTER OLIVIER, “Democracia Alimentaria en el sur y en el norte: de la soberanía


alimentaria a las iniciativas de Transición” en Protesta e Indignación Global. Los
movimientos Sociales en el Nuevo Orden Mundial.

SEIBERT, IRIDIANE GRACIELE (2018) “Feminismo campesino y popular- Una propuesta


de las campesinas para el mundo”. Recuperado de: https://viacampesina.org/es/feminismo-
campesino-y-popular-una-propuesta-de-las-campesinas-para-el-mundo/

SIKKINK, KATHRYN (2003) “La dimensión transnacional de los movimientos sociales”en


Elizabeth Jelin, Más allá de la nación: las escalas múltiples de los movimientos sociales pp.
301-335, Buenos Aires, Ediciones El Zorzal.

También podría gustarte