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Proyectar la gran escala : lectura, interpretación y proyecto en los territorios de borde

urbano: periurbanización y metropolización / Fernando Díaz, Román Caracciolo Vera,


Mariana Debat, María Elisa Pulido, Nazario Páez Ferreyra; adaptado por Fernando
Díaz ... [et al.].
1a ed adaptada. - Córdoba: Fernando Díaz, 2020.
112 p. ; 20 x 20 cm.
ISBN 978-987-86-3912-3
1. Urbanismo. 2. Planificación Urbana. I. Díaz, Fernando II. Díaz, Fernando, adap.
CDD 710

© EDICIÓN, 2020
Revisión, marzo 2022
Obra registrada en la Dirección Nacional del Derecho de Autor.
Hecho el depósito que marca la Ley No 11.723.
Libro de edición argentina. Impreso en la Argentina. Printed in Argentina.
ISBN: 978-987-86-3912-3
Ø PROHIBIDA LA FOTOCOPIA (Ley No 11.723). El editor se reserva todos los derechos sobre esta obra,
la que no puede reproducirse total o parcialmente por ningún método gráfico, electrónico o mecánico,
incluyendo el de fotocopiado, el de registro magnetofónico o el de almacenamiento de datos, sin su expreso
consentimiento.
Primera edición. Diseño editorial y tapa: Nazario Páez Ferreyra
Esta obra se terminó de imprimir en ÍCONOS, en los talleres de Independencia 11´58, Córdoba, Argentina.
Indice

Prólogo 7

Nuevos temas del urbanismo 11


1. Las actuales condiciones de la ciudad y el territorio. 12
2. Lo urbano hoy en la Carrera de Arquitectura 17
de la FAUD - UNC.
3. Aproximaciones conceptuales para la construcción 19
del un enfoque.

Documento 01 De la ciudad al territorio 23


Parte I. Una “trilogia operativa”. 24
Parte II. El proceso de construcción del territorio 30
cordobés.

Documento 02 El territorio en la gran escala 45


Parte I. Los territorios de borde urbano. 46
Parte II. Algunos lineamientos para un territorio de 58
borde urbano.

Documento 03 El proyecto del territorio 63


Parte I. Preparar el territorio. 64
Parte II. Criterios para el desarrollo del Plan de Sector. 74

Documento 04 El territorio y sus partes 79


Parte I. Conceptualización del Proyecto Estratégico 80
Territorial.
Parte II. La gestión urbana. 100
Parte III. Proyecto Estratégico Territorial para un 107
sector de la periferia de Córdoba.
Equipo de Cátedra

Profesor Titular:
Dr. Arq. Fernando Díaz Terreno

Profesor Adjunto:
Mgter. Arq. Román Caracciolo Vera

Profesores Asistentes:
Dra. Arq. Mariana Debat
Arq. María Elisa Pulido
Arq. Héctor Nazario Páez Ferreyra

Adscriptos Egresados: Alumnos Adscriptos:


Arq. Juan Ignacio Celli Denise Borgatta
Arq. Joel Gudiño Onella Vera Caffettaro
Arq. Naila Julián Rodrigo Choque Alonzo
Arq. Maximiliano Lasso Ignacio Herrera Arvay
Arq. Romina Narváez Paloma Herrera
Arq. Pablo Pusetto Aldana Pérez
Arq. Oriana Righetti Delfina Ruiz
Arq. Maximiliano Riquelme Agustina Torres
Arq. Cristian Romero Victoria Urbani
Arq. Agustina Tissera Julián Vergara
Arq. Carla Varas Rebeca Zaracho
Prólogo
Desde finales del siglo XIX la disciplina urbanística se nutre de aquellas propuestas
que imaginan la solución de los problemas de la ciudad por fuera del ámbito espacial
que históricamente las definía. Lejos de aquellos primeros planteos del socialismo
utópico y de arcadias comunitarias autosuficientes, la descongestión, tanto de pobla-
dores como de fuentes de trabajo, fue vista como una solución radical a los impactos
sobre la ciudad producidos por los procesos de industrialización. La ciudad lineal, la
ciudad-jardín y más adelante las new towns -en sus diferentes versiones-, los corredores
de desarrollo y polos de crecimiento expresaron la idea de un funcionamiento territorial
de la ciudad planificado en formas y relaciones. Así, el salto de escala de la ciudad,
traducida a una organización constelar de centros urbanos en estrecha relación a una
ciudad-madre, fue la expresión espacial de la metrópolis que irá a asumir diversas
configuraciones según los contextos territoriales.

En las últimas décadas, aquellas organizaciones espaciales se han visto fuertemen-


te alteradas por las profundas transformaciones macroeconómicas y productivas que
vienen impactando en el orden social y su expresión espacial. Los territorios se vienen
reconfigurando en procesos que, en algunos casos, son inéditos, en otros, constituyen
la agudización de procesos de antigua data. De una u otra forma se trata de territorios
en los que la dispersión es el patrón más reconocible, y la metrópolis, el nuevo marco
espacial en los que enfocar miradas y abordajes que invitan a formular nuevos ejes de
proyecto.

Estos temas integran los contenidos curriculares de Urbanismo 2B, en la FAUD-


UNC, desde su inicio como espacio académico en el año 2014, donde el abordaje pro-
yectual de las escalas territoriales es parte de su cometido. Se trata de un enfoque que
se nutre de una serie de líneas de pensamiento, en particular, la de la escuela catalana,
que nos llega principalmente través de la figura del Prof. Joaquín Sabaté y los diversos
intercambios por él propiciados entre la UNC y la Universidad Politécnica de Catalu-
ña, desde finales de los años 90.
“Proyectar el territorio” es, de alguna manera, diluir los límites entre los estudios
urbanísticos y el proyecto, y otorgar a la descripción y el análisis del territorio atribu-
tos intrínsecamente propositivos. En este abordaje, los criterios e instrumentos de
transformación territorial y los métodos de intervención están presentes en forma
embrionaria desde las primeras lecturas del territorio, con el convencimiento de que
un reconocimiento atento del mismo pone en relieve su vocación y las claves de su
reproposición.

Este posicionamiento disciplinar apuesta a definir nuevas relaciones entre el plan y


el proyecto, entre el urbanismo y la arquitectura. El proyecto aquí es concebido como
el eje de la enseñanza urbanística al nivel de la formación de Grado, y como aporte
específico del arquitecto a la condición multidisciplinar del urbanismo. Pero tam-
bién, como un ámbito de investigación en sí mismo, que atraviesa todas las etapas del
abordaje territorial: lectura, interpretación y propuesta, lo que denominamos “trilo-
gía operativa”, en el sentido que constituyen instancias de naturaleza prospectiva que,
desde el inicio del proceso, alimentan un pensamiento anticipatorio con objetivos de
intervención.

En definitiva, el trabajo que aquí se presenta (una adaptación de la publicación del


2018) persigue dos cometidos fundamentales. En un sentido, retomar aquellas tradi-
ciones en planificación que bregan por un conocimiento más riguroso del territorio
-en este caso, las periferias urbanas de Córdoba-, a través de historizar el espacio e
interpretar sus procesos de transformación para, de esta manera, encontrar sus alter-
nativas futuras de desarrollo. En otro sentido, compartir este conjunto de ideas entre
colegas y alumnos, así como discutirlas y confrontarlas en su puesta en práctica en los
talleres de proyecto.

Finalmente, quiero agradecer al equipo de Cátedra, sus profesores y numerosos


adscriptos que, con pasión, compromiso y excelencia, realizan año a año esta inva-
luable tarea de repensar la enseñanza de la disciplina urbanística en nuestro medio.

Fernando Diaz Terreno


Profesor Titular Urbanismo 2B, FAUD-UNC
Doctor en Urbanismo
Berlín Hauptstadt , Alison y Peter Smithson. 1957
LOS NUEVOS 11

FOLIO DE SECCIÓN
TEMAS DEL
URBANISMO
El enfoque proyectual
1. LAS ACTUALES CONDICIONES DE LA Como diría Viganó (2005:71), “el territorio está
CIUDAD Y EL TERRITORIO. cambiando y a cada una de nuestras nuevas mi-
radas responde con modificaciones inesperadas,
La ciudad como territorio de la dispersión. con frecuencia difíciles de reconocer y descifrar.”1
La necesidad de una interpretación crítica Esta afirmación de la urbanista italiana nos advier-

A
te sobre la necesidad de atender a las condiciones
sistimos a una serie de transformacio- generales en las que el urbanismo se desenvuelve,
nes macroeconómicas y productivas como exigencia para leer, interpretar e intervenir
que impactan en los modos de organi- sobre los actuales fenómenos espaciales.
zación social y su expresión espacial.
Su comprensión no siempre es directa y, aunque En mayor o menor medida existe un consenso
son procesos a escala global, no impactan de la en que dichas condiciones se encuentran gene-
misma manera en sociedades y geografías. Sobre radas por tres grandes factores: 1) los nuevos pa-
algunas de estas transformaciones no contamos, trones de urbanización que dificultan el discerni-
incluso, con la suficiente perspectiva temporal miento entre la ciudad y su región y que invitan a
como para construir el armazón crítico-instru- formular una concepción transescalar del espacio;
mental que nos permitiría abordarlas desde cierta
solidez conceptual y técnica. 1. VIGANÓ, Paola (2005) El territorio del urbanista. Font, A. et
al, edits. Los territorios del urbanista. Barcelona: UPC.
2) la aceleración de las transformaciones espacia- ∞ Renovación de tejidos tradicionales;
les que nos enfrenta cada vez más con escenarios “desaparición” de barrios históricos;
cambiantes o inestables, obligando a aguzar la ob- gentrificación;
servación y a entrenarse en la crítica; y 3) una de- ∞ Fragmentación socioespacial: barrios
manda de concreción que exige pensar en nuevas privados e informalidad. Guetificación
formas de articulación entre el análisis, el proyec- urbana;
to y la gestión. Se trata, pareciera, del reclamo de ∞ Avance del espacio privado; nuevas 13
un tipo de urbanismo supramunicipal, con instru- formas del espacio público
mentos más flexibles, menos deterministas, y una ∞ Pérdida del paisaje no urbanizado;

FOLIO DE SECCIÓN
visión más estratégica y diversa. ruralidad metropolitana; espacios de
reserva;
Asimismo, los nuevos contextos productivos y ∞ Nuevas arquitecturas urbanas:
formas de entender la vida urbana se traducen en artefactos de la globalización
reconfiguraciones territoriales que resultan, en
algunos casos, inéditas y en otros constituyen la Si bien estos temas expresan fenómenos que
agudización de procesos de antigua data. De una vienen desarrollándose hace más de dos décadas,
u otra forma, proponen nuevos temas de proyec- persisten en la agenda de los temas pendientes,
to que nos obligan, de alguna manera, a ajustar en parte debido a que la planificación local -fo-
-cuando no a renovar- los abordajes habituales. En calizando en Córdoba- no ha sabido aún elaborar
esa línea, los territorios de la dispersión y las nue- prácticas políticas, culturales y técnicas acordes a
vas facetas que muestra la metrópolis parecieran ellos, entre otras cuestiones, por haberse centrado
constituir un cuadro macro donde se inserta una más en las escalas urbanas que en las escalas te-
serie de fenómenos actuales que expresan las pro- rritoriales, y por haber persistido en enfoques no
blemas de la ciudad, pero que, a su vez, se encuen- ajustados a nuestra realidad. Ello evidencia la ne-
tran implicados en una renovación de miradas y cesidad de un salto de escala en la interpretación de
abordajes. Algunos de los temas emergentes son los los fenómenos urbanos, pero también el imperativo
siguientes:2 de estudios más específicos.

∞ Ciudad metropolitana discontinua; Los temas asociados a los territorios de la dis-


formas de urbunización en “islas”; persión vienen generando nuevos campos de in-
∞ Protagonismo de la movilidad; vestigación urbanística, pero también de experi-
deslocalización de las actividades; mentación proyectual. Sin duda, colabora en ello
∞ Crecimiento expansivo a baja densidad; el carácter de reestructuración permanente del
ausencia de formas de densificación
intermedias; 2. En base a: CICCOLELLA, Pablo, MIGNAQUI, Iliana. (2009)
Capitalismo global y transformaciones metropolitanas: enfo-
∞ Reconfiguración de los territorios ques e instrumentos para repensar el desarrollo urbano, en
periurbanos Poggiese, H., Cohen Egler, T., comp. Otro desarrollo urbano.
∞ Policentralidad; reinvención del centro Buenos Aires: CLACSO. También FONT, Antonio y SABATÉ, Joa-
quín, en sendos artículos de (2005) Los territorios del urbanista.
∞ Espacios obsoletos de la ciudad fordista; Barcelona: UPC.; y FERNÁNDEZ, Roberto (2003) Arquitectura y
terrain vague; ciudad. Del proyecto al eco-proyecto. Córdoba: TIPU, FAUD, UNC.
Región de Los Ángeles. La metrópolis extensiva, fragmentada y compleja
territorio en el marco de una época que, algunos bre la apreciación crítica de la apropiación de las
autores, definen como de “transición generaliza- ideas” (1998:250). En parte, se trata de un atributo
da”.3 En este contexto, es importante reinstalar la del urbanismo: su estado de permanente investi-
necesidad de recuperar la observación de las formas gación.
locales en que se manifiestan las tendencias globales.
Friedmann nos dice que, Otros debates. Ética, utopía y mirada proyectual
15
(…) “nos estamos moviendo hacia un mundo A este panorama se suma un contexto de descré-
no euclidiano de numerosas geografías espacio- dito de la planificación, donde tanto la sociedad

FOLIO DE SECCIÓN
temporales, y es el reconocimiento de este hecho en general, como los gobernantes en particular
lo que nos obliga a pensar en modelos nuevos y parecieran no encontrar los caminos adecuados
más apropiados (…) necesitamos pensar en un por los que encausar el devenir de la ciudad en el
modelo de urbanismo no euclidiano donde el con- mediano y largo plazo. Más aún, desde algunas
tinuo espacio-tiempo esté compuesto de tiempo órbitas de la administración pública, la planifica-
real -el presente- y de espacio local -las ciudades, ción de la ciudad no supera lo discursivo, lo que
las regiones-” (1998:248).4 explica la ausencia de políticas coordinadas sobre
el territorio. Frente a la renuncia a planificar, se ins-
La velocidad y diversidad de los cambios a los tala una especie de “se hace como que”, o sea un
que venimos asistiendo parecieran demandar, en- simulacro que esconde el desinterés por pensar
tonces, un mayor esfuerzo de interpretación de los la ciudad en términos integrales, y que se eviden-
procesos locales, en combinación con una actitud cia en esferas muy diversas como, por ejemplo, el
crítica conducente a formular preguntas adecua- desmantelamiento de los equipos técnicos de las
das, incluso, sabiendo que no siempre se arribará áreas responsables de tal cometido. Se instala, así,
a respuestas certeras.5 Friedmann ya lo advierte una idea de que la ciudad se desarrolla al margen
cuando afirma que “el urbanismo cada vez versará del urbanismo.
menos sobre asuntos técnicos y cada vez más so-
La ineficacia de la planificación tradicional se fun-
dó en su esquematismo, en la inclinación norma-
3. CICCOLELLA; MIGNAQUI, 2009, op. cit tivista, la reproducción de los mecanismos de ge-
neración de suelo urbano que decía combatir y su
4. FRIEDMANN, John. Planning theory revisited, European Plan- tendencia homogeneizadora. En conjunto, reforzó
ning Studies. Vol. 6, 1998, citado en Whitney, D., Davoudi, S. La
enseñanza del Urbanismo en Gran Bretaña: pasado, presente y la idea de que la ciudad seguía sus propias lógi-
futuro. Urban (Madrid) Nº 10 cas de configuración y que la planificación sólo
podía incidir de manera correctiva y acotada. En
5. Con “interpretación” nos referimos a un tipo de operación el contexto cordobés, la planificación estratégica
racional que no altera o distorsiona una realidad para ajustar-
la a propósitos particulares. Mucho menos, alude a un código de los ’90 no contribuyó a revertir aquel estado
autorreferencial que adquiere autonomía del objeto observado y del urbanismo, puesto que no alcanzó a definir
de los datos que le dieron origen. Por el contrario, interpretar es instrumentos eficaces en redireccionar procesos,
poner en evidencia las cosas a partir de una descripción lo más
profunda posible, valorativa y pertinente a su contexto, sin crear acentuando la tendencia fragmentaria de las ac-
realidades paralelas. tuaciones sobre la ciudad. Este paradigma plani-
ficador flexible y operativo, centrado en la gestión los modos de habitar. En otros términos, una con-
y en la integración de actores, aunque reposicio- cepción ampliada y actualizada del ya clásico “de-
nó el rol del proyecto arquitectónico en la idea de recho a la ciudad” de Henri Lefebvre.
ciudad, persistió en lo genérico a la hora de inter-
pretar los fenómenos urbanos, en parte, debido Respecto a “promover un ideal”, cabe agregar
a que soslayó la dimensión física del territorio y, un componente disciplinar básico: la dimensión
en consecuencia, sus particularidades. A posterio- espacial de los fenómenos urbanos. En esa línea,
ri, hubo otras instancias planificadoras (IPUCOR; recuperar el sentido utópico del urbanismo y, des-
Plan 2020), pero en definitiva, en Córdoba ha per- de allí contribuir al cambio de las estructuras so-
sistido la dificultad para entender la evolución de ciales, de ningún modo debiera producirse a través
sus propios problemas urbanos y de reaccionar de la renuncia de la lectura y la acción dentro del
con relación a ellos. marco espacial de la ciudad. El componente espa-
cial del urbanismo conlleva una carga explicativa
Aquí se abren dos discusiones que, si bien ex- de los fenómenos urbanos insustituible, que a la
ceden el propósito de esta introducción, merecen vez es indicativa de las actuaciones a implementar
una simple mención, puesto que incidirán en la (M. de San Vicente, 2004).7 Y esto conduce a otro
posterior formulación de enfoques y aproximacio- tipo de planteo que se vincula con la relegitimación
nes. Una, tiene que ver con la ética urbanística y la del rol del arquitecto en la disciplina, como profesio-
otra, con la legitimación del rol del arquitecto en la nal que cuenta con la preparación adecuada para
construcción de la ciudad y el territorio. comprender los procesos espaciales y operar sobre
ellos.
La idea de “renuncia a pensar la ciudad” condu-
ce a la reflexión sobre el papel del urbanismo y su Recentrar al urbanismo en su componente es-
componente ético, asociado a sus orígenes de re- pacial y reclamar la presencia del arquitecto des-
forma social y redistribución. Desde hace mucho de su especificidad disciplinar es restituirle a la
tiempo, sabemos, que el urbanismo se encuentra disciplina su dimensión proyectual. Se trata, por un
cuestionado y muchas veces persiste en mostrar lado, de atender al reclamo de relacionar la plani-
facetas contrarias a los objetivos pretendidos. Son ficación con su implementación y acercarla a una
ya conocidas aquellas imágenes del naufragio de posición de mayor incidencia en la realidad; y por
los objetivos de bien común frente a un pragma- otro, de concebir a la intervención física del territo-
tismo inmediatista, así como, la acusación, en pa- rio como la acción capaz de integrar las otras dimen-
labras de Dupuy, de “perderse en los detalles de un siones del urbanismo (económicas, sociológicas,
tecnicismo sobreestimado, en lugar, de promover ambientales, técnicas o de gestión).
un ideal” (1998:25).6 Repensar lo que Solà-Mora-
les denomina “propuesta moral” del urbanismo, 6.DUPUY, Gabriel (1998) El urbanismo de las redes. Teorías y mé-
todos. Barcelona: Oikos-Tau [1992]
es adentrarse sin dudas en la equidad territorial, la
equidad medioambiental, la inclusión ciudadana y 7. MARTÍNEZ DE SAN VICENTE, Isabel (2004) Políticas y planes
los espacios sociales de articulación, tanto como urbanos ¿figuras técnicas de un proyectos en transformación
o expresiones de un “deber ser”?, en Cuenya, B. et al, coords.
en los temas relacionados con la identidad del te- Fragmentos sociales. Problemas urbanos de la Argentina. Buenos
rritorio y la heterogeneidad de las formas urbanas y Aires: Siglo Veintiuno.
En otros términos, el carácter pluridisciplinar
del urbanismo no debe diluir la responsabilidad
del arquitecto, su potencial rol de liderar el trabajo
sobre el territorio y su capacidad para leer y operar
sobre la espacialidad y la cultura material urbana.

El urbanismo es multidisciplinar, pero su carácter 17


propositivo es de naturaleza proyectual. Según cómo
se los implemente, el análisis y las lecturas de los

FOLIO DE SECCIÓN
fenómenos urbanos reúnen en sí mismo el em-
brión de la propuesta. Más aún, la investigación
y la generación del pensamiento crítico pueden
desarrollarse tomando como eje al proyecto. Y
éste, en su mejor versión, esconde un núcleo mul-
tidimensional que sintetiza las diversas facetas de
toda problemática urbanística.

2. LO URBANO HOY EN LA CARRERA


DE ARQUITECTURA, FAUD - UNC

La Carrera de Arquitectura cuenta con dos asig-


naturas específicas destinadas a la enseñanza de
la disciplina urbanística, Urbanismo I y Urbanis-
mo II, en los niveles IV y V, respectivamente. Según
el Plan de Estudio 2007, Urbanismo I versa sobre
conceptos introductorios acerca de la relación es-
pacio-sociedad-ambiente, para avanzar sobre la
escala, los métodos y los instrumentos de la inter-
vención urbanística, desde el diseño urbano hasta
la planificación, aplicados a escala del fragmento
urbano. Urbanismo II, amplía la escala del abor-
daje para analizar la ciudad con relación a su con-
texto territorial -regional y metropolitano-, e inda-
gar sobre las teorías y modelos, la planificación y
programación, la ciudad como escenario y agente
económico, la dimensión político-institucional, el
proyecto urbano y la gestión estratégica.8
8. (2008) Plan de Estudios 2007 adecuado a la Resolución MECyT
Nº 498/06 y Régimen de transición. Carrera de Arquitectura. Cór-
doba: FAUD, UNC.
Plan, Alison
Berlín Hauptstadt Regulador y de Extensión
y Peter Smithson. 1957 para Córdoba, Benito J. Carrasco, 1927
19
No obstante, lo urbano se encuentra presente instalar la planificación estratégica, y una meto-
-de manera transversal- en los contenidos de las dología descontextualizada de tradiciones urba-

FOLIO DE SECCIÓN
asignaturas de Arquitectura. En la instancia inme- nísticas y ámbitos específicos de aplicación. Y
diata anterior (Nivel 4 de la Carrera), Arquitectu- por otro, la persistencia de una especie de con-
ra Paisajista, aporta los conocimientos respecto a fusión didáctica que entiende que una metodo-
los espacios abiertos urbanos públicos, los siste- logía de enseñanza del urbanismo es enseñar la
mas naturales, el desarrollo urbano sustentable metodología de un plan urbano. A nuestro cri-
y la identidad del territorio. Arquitectura IV, por terio esto no es menor y constituye un impor-
su parte, aborda el reconocimiento urbano, sus tante malentendido, puesto que la aplicación
atributos de lugar y escalas, para un correcto en- mecánica de un instrumento de la planificación
caje del objeto arquitectónico, en la idea de que no garantiza la comprensión de la complejidad
la arquitectura debe contribuir a la construcción del hecho urbano, ni la adquisición de las herra-
de hábitats socialmente integrados. Asimismo, la mientas críticas mínimas por parte de un alum-
relación de los Urbanismos con la enseñanza de la no que, en el Ciclo Superior de la Carrera, debe
Historia de la Arquitectura dentro de la FAUD, me- articular los contenidos de Urbanismo II con
rece un desarrollo particular del que solo destaca- Arquitectura V y, posteriormente, con su Tesis
remos que han existido diferentes apuesta a incor- de Grado.
porar en las asignaturas sociales procedimientos
de abordaje que incorporan la dimensión cultural 3. APROXIMACIONES CONCEPTUALES
de la ciudad y su construcción histórica. PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN
ENFOQUE
Sin embargo, algo de esto pareciera haberse
perdido. Hay un retroceso de una mirada cultu- Aproximación Cultural. El urbanismo cuenta con
ral de la ciudad en la enseñanza del urbanismo una larga historia de posicionamientos y debates,
que -y no es coincidencia- va de la mano de la avalados por una casuística amplia y diversa, que ar-
ausencia de los estudios de casos, entre otros man un abanico de miradas sobre la ciudad y el te-
motivos, porque toda casuística remite a la rritorio, desde contextos intelectuales y técnicos que
comprensión de contextos espaciales, tempora- han ido variando en el último siglo y medio. Introdu-
les, intelectuales y técnicos específicos. Precisa- cir un panorama de la cultura urbanística, es la po-
mente, los riesgos en Urbanismo II se deslizan sibilidad de que los alumnos avancen en el armado
en dos direcciones. Por un lado, la de sostener de una perspectiva desde donde analizar y proponer,
aquella lógica distanciada de los atributos es- desde donde confrontar las ideas, los instrumentos y
paciales del territorio, alejamiento que vino a los proyectos entre sí, en definitiva, de construir un
pensamiento crítico que, apoyado en ideas ya sedi- Aproximación Multiescalar. De la misma manera
mentadas o actuales del urbanismo, habilite a com- que para el análisis y el proyecto sobre un “lugar”
prender y evaluar los fenómenos territoriales de la se indaga en su marco espacial mayor, la escala te-
época en que les toca operar y discernir la naturaleza rritorial demanda comprobar las ideas de proyecto
diversa de los contextos de actuación. y sus impactos en lugares específicos y acotados.
¿Cómo evitar transitar de una escala a otra cuan-
Aproximación Territorial. _“¿Qué habitamos do, incluso, más que antes, los procesos territoria-
hoy? ¿Habitamos ciudades? _No. Habitamos les así lo reclaman? Internalizar en la enseñanza
territorios.” De manera irónica -y un poco es- del urbanismo este salto de escala que nos lleva de
céptica- Massimo Cacciari plantea en este diá- la ciudad al territorio y del territorio a la ciudad, es
logo la discusión sobre el cambio de escala en la capacitar en un ejercicio pendular de una escala
idea de ciudad.9 La noción de ciudad-territorio a otra, entendiendo que, si bien, cada una conlle-
no es nueva, lo que emerge como innovador es va competencias específicas, son dependientes y
el tipo de procesos que actualmente la definen complementarias entre sí. Esto contribuye a una
como tal. Reforzar la presencia de esta nueva mirada integral en la que, además, se desdibujan
dimensión en la enseñanza del urbanismo es los límites rígidos entre el plan y el proyecto.
adentrarse en los debates más actuales sobre
la ciudad, y asumir que una parte sustancial de Aproximación Proyectual. Situar al proyecto
sus problemáticas se dirimen en un contexto es- como eje de la formación en urbanismo, en una
pacial mayor. El territorio es contexto pero tam- Carrera de Arquitectura, es reivindicar el papel del
bién es proyecto, revisitando a Gregotti, en su arquitecto en la planificación urbana, por contar
invitación a entender al territorio como una es- con las capacidades adecuadas para comprender
tructura formal y, en consecuencia, como mate- los aspectos espaciales, organizativos y multies-
rial del proyecto y, a la vez, objeto del mismo.10 calares de la ciudad. No es ignorar las otras di-
mensiones del proceso de producción de ciudad,
Aproximación Integral. La integralidad es una sino recuperar y profundizar el aporte específico
condición necesaria del urbanismo, que reside del arquitecto a la naturaleza multidisciplinar del
en su carácter multidisciplinar, pero sobre todo, urbanismo. Aunque no autónomo de otras fuen-
en la síntesis que subyace en la dimensión físi- tes, el proyecto es un campo de investigación en sí
ca de la ciudad. El conocimiento del territorio a mismo que, de diferentes formas, atraviesa todas
través de aquellas organizaciones espaciales que las etapas del abordaje territorial. Así, lectura, in-
explican tanto la ciudad como su espacio ma- terpretación y propuesta constituyen una “trilogía
yor, favorece la integración de escalas y diversas operativa”, en el sentido que se conciben como ac-
formas espaciales. Precisamente, se propone in- tividades prospectivas desde el inicio, como parte
troducir, como abordaje didáctico, la noción de de un pensamiento anticipatorio y que persiguen
Sistemas Urbano-Territoriales que invita a una objetivos de intervención.
comprensión integradora de la ciudad-territorio,
tanto desde su análisis como desde su propuesta 9. CACCIARI, Massimo. (2009) La ciudad. Barcelona: Gustavo Gili.
(Ver Documento 1). Asimismo, recuperar la idea 10. GREGOTTI, Vittorio (1972) El territorio de la arquitectura.
Plan como instrumento de coherencia territorial. Barcelona: Gustavo Gili [1966].
21

Plan para Berlín. 1950 FOLIO DE SECCIÓN


Plano de la Ciudad de Córdoba, Departamento Topográfico de la Provincia, 1924
Documento I

DE LA CIUDAD 23

FOLIO DE SECCIÓN
AL TERRITORIO
Los objetivos de este documento son:

Introducir el manejo de la complejidad del territorio, desde Córdoba-ciu-


dad a Córdoba-metropolitana, para el análisis y la formulación de propuestas
sobre aquellas escalas mayores a las de la arquitectura.

Analizar los procesos de ocupación del territorio, en el marco del contexto


histórico en que se produjeron, para comprender los modos en que se fue
configurando Córdoba y su entorno territorial.

Iniciar el entrenamiento en un conjunto de procedimientos gráficos,


orientados al reconocimiento del territorio, sus particularidades, sus ele-
mentos y las formas que finalmente asume, mediante el análisis cartográfico
y el dibujo interpretativo, con el fin de añadir un conocimiento renovado de
la dimensión físico-espacial del espacio que habitamos.

Ensayar una mirada integral y sintética sobre el territorio, visualizándolo a


través de los Sistemas Urbanos Territoriales que lo componen.
Parte I

UNA “TRILOGÍA
OPERATIVA”

1. DESCRIBIR, INTERPRETAR Y territorial. El análisis de esta complejidad impli-


PROPONER 11 ca un conocimiento adecuado de la construcción
histórica del territorio, es decir, de la proyección
“Mejorar la descripción es ya proponer” cultural que una sociedad hace sobre un espacio
Manuel de Solà-Morales, La identitat del territori, determinado y su consiguiente transformación en
1981 paisaje.

E
l rasgo sobresaliente de la planificación Los paisajes que habitamos son territorios a des-
es la complejidad de su objeto: el territo- cifrar. Emergen de procesos que se extienden en el
rio -y la ciudad como una de sus escalas-. tiempo y que responden a lógicas no siempre posi-
La síntesis de dimensiones espaciales y bles de ser leídas a primera vista, ni ser aprehendidas
temporales que el territorio expresa cuando una simplemente por la experiencia directa. Así, la pro-
sociedad (y las múltiples voluntades que de ella longada construcción del territorio es perceptible a
emergen) opera sobre una geografía puede sinte- partir de la comprensión y explicitación de la trama
tizarse en dos grandes acciones-objetivos: por un de los procesos involucrados. Ello requiere de un es-
lado, transformar el espacio principalmente con fuerzo de interpretación a través de lecturas del es-
fines productivos; por otro, adecuarse al medio pacio objeto de estudio, que decodifique su síntesis
natural y a las posibilidades y resistencias que este de pasado y presente, y permita descubrir sus legados
opone. Una y otra operación, indisolubles, están históricos, las continuidades, las rupturas y los diver-
siempre presentes en el proceso de apropiación sos estratos de territorio superpuestos entre sí.
Describir para interpretar, interpretar para cono-
cer y conocer para proponer constituyen tres ins-
tancias que integran un proceso de planificación
atento a las particularidades del territorio, que alu-
de a abordajes, instrumentos y propuestas ajusta-
dos a una realidad espacial concreta.
25
2. EL VALOR DEL DIBUJO.
EL “RELATO” GRÁFICO EN CAPAS

FOLIO DE SECCIÓN
TEMPORALES

“Todo relato es un relato de viaje, una práctica del


espacio”. Michel De Certeau, La invención de lo
cotidiano, 1980.

Esta metodología -que en este caso se aplica a


Córdoba y su entorno- pretende otorgar un orden ló-
gico a la secuencia de hechos y procesos que confor-
maron el espacio metropolitano e indagar sobre las
motivaciones que le dieron origen. Constituye una
Aquellas lecturas son interpretativas, es decir, especie de relato del territorio en el tiempo, que se
constituyen una descripción intencionada. Nun- inicia con una descripción gráfica de los primeros
ca son neutras; por el contrario, deben indagar procesos de ocupación de los valles centrales de Cór-
sobre aquella información que se intuye relevan- doba hasta los fenómenos espaciales más actuales.
te, tanto para comprender de manera profunda En otros términos, lo que se persigue es una “apro-
los procesos que modelaron el territorio, como piación” del territorio mediante el dibujo.
para reconocer en su estructura física posibles hi-
pótesis de proyectos futuros y nuevos criterios de El recurso gráfico, entonces, es el principal
ordenación. De esta manera, la descripción gráfi- instrumento para las lecturas e incluye tanto la
ca se torna en interpretación, puesto que añade cartografía histórica, como la actual disponible,
un nuevo conocimiento acerca del territorio a la permitiendo diferentes tipos de descripciones:
información ya existente y, en dicho proceso, va aquellas referidas a la organización del territo-
definiendo su posible reformulación. rio y su estructura física; la localización de los
elementos que lo componen (caminos, trazas
varias, poblados, artefactos arquitectónicos, in-
fraestructuras); las transformaciones ocurridas
11. En base a DÍAZ TERRENO, Fernando. “Describir el terri- y secuencias espaciales; o las variaciones en el
torio, interpretar la cultura. Marco teórico y consideraciones posicionamiento de dichos elementos, entre
metodológicas”, en Constelaciones rurales serranas. Lógicas de
ocupación del territorio y modelos de orden. Tesis del Doctorado otros. Es decir, el objetivo es construir tanto un
en Urbanismo, Capítulo I, DUOT, ETSAB, UPC, 2013. mapa que evidencia la localización totalizadora
de las operaciones territoriales, como una se-
cuencia de mapas que muestra los procesos que
han ido encadenando aquellas operaciones.

De este modo, el dibujo se convierte en una im-


portante herramienta de descripción y, el mapa un
instrumento del proyecto. La mirada “desde arriba”
brinda el orden de los espacios y sus elementos y,
aunque tome distancia de lo humano en el sentido
de su corporalidad, lo que atañe al hombre y su cul-
tura está presente en la voluntad de una sociedad de
construir un territorio con sus recursos técnicos dis-
ponibles. De lo más abstracto a lo más tangible, el
dibujo nos reencuentra con la dimensión física del
espacio y con las formas en que el habitante lo mode-
la a sus necesidades: en palabras de Massey, el mapa
es lo “eternamente verdadero”.12
Corredores ferroviarios - vacancias FF/CC - Corredores Viales
3. LOS SISTEMAS URBANOS
TERRITORIALES. LA IDEA DE SISTEMA
COMO APROXIMACIÓN ESPACIAL

“El territorio es mucho más que un escenario,


porque es un sistema”. Ramón Folch, El territorio
como sistema, 2003.

Tradicionalmente, para la disciplina urbanísti-


ca, los sistemas urbanos son tipos de organización
de redes de ciudades interrelacionadas entre sí, en
donde es posible establecer roles y jerarquías entre
los componentes que los integran, así como sus al-
cances espaciales (sistemas nacionales, regionales
o internacionales). Sin embargo, otro enfoque que
permite aproximarnos a la comprensión del terri-
torio es aquel que lo describe e interpreta a través
de otros tipos de componentes: los Sistemas Urba-
nos Territoriales, que adquiere un sentido diferen-
te al tradicional.
Corredores hídricos de la cuenca / Corredores Viales
12. MASSEY, Doreen. For Space, Sage, Londres, 2005.
27

FOLIO DE SECCIÓN
Área Metropolitana de Córdoba / Sistemas Urbanización / Centros urbanos eslabonados /
Urbanos-Territoriales Corredores viales

Espacios obsoletos / Vacancias Industriales / Espacios no urbanizados: reservas, corredores


Corredores Viales ecológicos, espacios rurales
Córdoba y su contexto metropolitano
Una noción estándar de “sistema” es aquella ¿Cómo definimos “Sistema Urbano Territorial”
que lo define como conjunto de elementos que en el AMC?
pueden diferenciarse del medio en que se en-
cuentran y que interactúan activamente, cuya Como configuraciones espaciales que se carac-
complejidad depende tanto del número de terizan por su condición de espacios con compe-
elementos, como de la cantidad de interaccio- tencias compartidas entre la ciudad de Córdoba y
nes. 13 Concebido así, el territorio es un siste- su entorno metropolitano, que expresan la com- 29
ma complejo que, como diría Folch, se resiste plejidad supramunicipal (que exceden a un único
a toda percepción reduccionista, en el sentido municipio) y la diversidad de sus manifestaciones

FOLIO DE SECCIÓN
de que ninguna aproximación sectorial lo ex- espaciales: diversidad en escalas, formas de suelo,
plica. 14 La noción de sistema es consustancial usos y ocupación, tipos residenciales, roles funcio-
al enfoque de la Asignatura Urbanismo II B, nales, identidades locales y jurisdicciones, entre
que se construye a partir de una serie de apro- otras. Asimismo, son estructuras urbanas “en rela-
ximaciones disciplinares, entre ellas: 1) una ción”, ámbitos que pueden encausar gestiones de
aproximación territorial; 2) una aproximación cooperación interna, en el sentido que involucran
integral; y 3) una aproximación multiescalar. intereses de diversas administraciones al interior
del Área Metropolitana, que pueden verse reforza-
La primera refiere a la necesidad de un cambio das y enriquecidas a partir de la gestión de los te-
de escala en la comprensión de lo urbano que nos mas comunes, contribuyendo a la vertebración de
conduce a la idea de ciudad-territorio que, en el la región y a la activación de su capital territorial.15
caso de Córdoba, constituye el nuevo marco que Nos referimos a corredores ecológicos, reservas
entiende que una parte sustancial de sus proble- y cuencas hídricas, corredores viales, corredores
máticas se dirime en su contexto espacial mayor. de densificación, corredores ferroviarios, conur-
La segunda, remite a aquellas organizaciones es- baciones y eslabonamiento de centros urbanos,
paciales que explican tanto la ciudad como en- espacios libres no urbanos, continuidad de vacíos
torno metropolitano, de manera prácticamente urbanos obsoletos, grandes equipamientos, entre
indivisible. La tercera, insiste en que los fenóme- otros.
nos territoriales deben entenderse a partir de un
ejercicio pendular de las escalas: de la ciudad al
territorio y del territorio a la ciudad.

Lo anterior confluye en una aproximación espa-


cial de la ciudad y su territorio, sintetizada en la
noción de Sistemas Urbanos Territoriales, aplica-
da a Córdoba y su Área Metropolitana (AMC).
14. FOLCH, Ramón. “Los conceptos socioecológicos de partida”. En
Folch, R., coord. El territorio como sistema. Conceptos y herramientas de
13. TORRES, Pere. “Las metrópolis: equilibrio interno y proyección ordenación. Diputació de Barcelona, 2003.
global. Los sistemas complejos adaptativos y los procesos de pla-
nificación territorial”, en Folch, Ramón (Coord). El territorio como
sistema. Conceptos y herramientas de ordenación, Diputació de Bar- 15. DIAZ TERRENO, Fernando. Propuesta pedagógica para Urbanismo II
celona, 2003. B, febrero 2014.
1. Movilidad.
Parte II
Incluye, por un lado, el sistema de corredores
viales, fundamentalmente, las rutas y autopistas
EL PROCESO DE que integran la Red de Acceso a Córdoba (RAC)
y que estructuran un esquema de movimiento
CONSTRUCCIÓN radial, y aquellos caminos secundarios más rele-
DEL TERRITORIO vantes y sistema viales anulares que materializan
las vinculaciones transversales. Es un tipo de sis-
CORDOBÉS tema que por su condición de conectividad, arti-
cula parte de los restantes sistemas urbanos te-
rritoriales. Por otro lado, se encuentra el sistema
de corredores ferroviarios. La extensa red de fe-
rrovías, que más allá del desuso o subutilización,
configura un entramado de movimiento que se
superpone a los corredores viales, respondiendo
a otras lógicas de trazado. Incluye los predios, sus

E
instalaciones y estaciones ferroviarias.
l trabajo consiste en mapeos y dibujos or-
ganizados en capas (layers) en las que se
2 . Asentamiento y actividades.
busca reconocer minuciosamente la for-
ma del territorio, su estructura física, la
matriz ambiental y el sistemas de espacios abiertos, La mancha urbana de la ciudad central, su
el soporte de la movilidad, los diversos tipos de tra- continuidad interna en los valles aledaños, con-
zados e infraestructuras, los asentamientos huma- figurando sistemas conurbados, o su disconti-
nos y las actividades económicas. Las capas gráficas nuidad en fragmentos o islas urbanas. En ellos,
se corresponden con momentos de la historia del los centros urbanos menores del área metropo-
territorio, a modo de cortes temporales, de cuya su- litana, eslabonados por corredores viales y ferro-
perposición irá a emerger el territorio metropolita- viarios. Se incluye tres componentes territoriales
no actual. El objetivo es establecer la relación entre más: a) equipamientos comunitarios de escala
contexto cultural y transformación del espacio. (educativos, deportivos, recreativos, sanitarios);
b) actividad productiva ligada al asentamiento,
Asimismo, se deberá arribar a una comprensión es decir, usos industriales que se expresan en
general de los Sistemas Urbanos Territoriales como edificaciones y/o infraestructuras, ya sean aque-
síntesis de las interpretaciones gráficas realizadas. llos relacionados con la producción (estableci-
Esto va a permitir comprender el conjunto de orga- mientos de procesamiento de materias primas),
nizaciones espaciales que derivaron de la construc- la minería o actividad extractiva (yacimientos,
ción histórica del territorio. Se trabajará con cuatro canteras e infraestructura acompañante), o es-
Sistemas Urbanos Territoriales (subsistemas), com- tablecimientos industriales de cierta compleji-
plementarios e interdependientes entre sí. dad (por ej. metalmecánicos, alimenticios, en
31

FOLIO DE SECCIÓN
Córdoba - Proceso de crecimiento urbano -
parques industriales o no etc.). También, nodos aquellas áreas no urbanizables -de dominio público
de producción terciaria (comerciales, de abaste- o privado- (que no sean destinadas a la actividad agro-
cimiento; también, polos educativos tecnológi- pecuaria), cuya continuidad es la primera condición
cos, parques empresariales, etc.); y c) vacancias para responder a una función ecosistémica.
o áreas de oportunidad, es decir, los grandes
espacios con roles obsoletos y desafectados par-
4. Producción rural.
cial o totalmente de sus funciones originales
(predios ferroviarios, industriales, extractivos)
o espacios no ocupados aún, pasibles de alojar Refiere al sistema de espacios rurales, específica-
nuevos programas. En en general, estos compo- mente, las áreas agrícolas y/o ganaderas, asociadas o
nentes se encuentran asociados a los sistemas no al Cinturón Verde de Córdoba y a su producción
de movimientos (vial y ferroviario). frutihortícola, cuya estructura territorial difiere de
la estructura de los ámbitos propios de la ciudad.
Incluye, organizaciones tipo colonias agrícolas del
3. Espacios verdes y naturales.
entorno metropolitano.

Incluye el sistema de espacios públicos recreativos El cometido es doble: por un lado, el de confec-
(parques, paseos vedes, plazas, bordes de canales, cionar el registro gráfico de aquellos Sistemas Ur-
reservas urbanas) y aquellos espacios abiertos que banos Territoriales que caracterizan el espacio me-
integran la matriz biofísica (componentes de cuen- tropolitano de Córdoba; por otro, la comprensión
cas hídricas -ríos, arroyos escorrentías-, piedemon- de su funcionamiento y organización con miras a
tes, bosques nativos, reservas naturales, etc), facti- promover una mirada propositiva, tendiente a la
bles de integrar corredores ecológicos y ámbitos de elaboración de futuros proyectos para el ámbito
amortiguación ambiental, en complementación con de estudio.
33

FOLIO DE SECCIÓN
Plano de Usos del Suelo en el AMC, IPLAM, 2012
Las capas históricas y sus cartografías

Mapa 1.
La situación de origen. La morfología del territorio
(previo a 1573)

La ciudad de Córdoba se irá a emplazar en un territorio


de transición entre los cordones montañosos de las Sierras
Pampeanas y la llanura de la Pampa Húmeda, en un valle
fértil regado por diversos cauces de agua. Previo a su funda-
ción (en las actuales barrancas de barrio Yapeyú), la pobla-
ción originaria de las sierras y valles centrales se organiza en
pequeñas aldeas integradas por clanes familiares, próximas
unas a otras, sin gran alteración del medio natural. Nos re-
ferimos a los valles de Quisquisacate (estructurado por el río
Suquía y modelado por el arroyo de La Cañada y las barran-
cas), el de las actuales Sierras Chicas, el de Punilla y el de
Paravachasca
35

FOLIO DE SECCIÓN
Cartografia elaborada por alumnos: Bartolucci, Dalmaso, Garcia, Maita, 2015
Mapa 2.
La ciudad indiana y su territorio.
El claustro entre barrancas (1577-1870)

La ciudad colonial se organiza en torno a su segundo em-


plazamiento, entre el río y la Cañada (cuyo nodo central es
la actual plaza San Martín). Constituye una ciudad-territo-
rio, de lo urbano a lo rural, en estrecha relación entre uno y
otro: la ciudad opera como un centro de servicios que domina
un extenso espacio del que se provee para su existencia. Su
condición mediterránea y de punto estratégico de comuni-
cación entre diversas regiones de la organización territorial
colonial, definen una estructura urbana desde su origen a la
actualidad, que se traduce en un esquema de conectividades
radiales hacia todas las direcciones, en el que destaca el Ca-
mino Real que une Buenos Aires con el Alto Perú y su siste-
ma de postas. Es un momento en que la ciudad se vincula
económica y culturalmente con su territorio serrano (norte y
oeste provincial, las áreas más pobladas) y el polo potosino
(actual Bolivia). Córdoba es una ciudad modesta, rodeada
de barrancas, en la que destaca su universidad y sus iglesias.
Apenas se alcanza a ocupar su planta fundacional en los res-
tantes tres siglos de existencia. En su extenso entorno rural
la población se concentra en núcleos productivos, de los que
sobresalen las estancias jesuíticas, motores de la economía
regional (Jesús María, Colonia Caroya y Alta Gracia, las más
próximas). Durante el período de la Independencia y, en ge-
neral, en la primera mitad del siglo XIX, la ciudad no cambia
sustancialmente, el espacio rural se subdivide y se multipli-
can los núcleos productivos, y lentamente se invierten las re-
laciones territoriales, desarrollándose el sureste provincial y
priorizando las relaciones con el puerto de Buenos Aires.
37

FOLIO DE SECCIÓN
Cartografia elaborada por alumnos: Bartolucci, Dalmaso, Garcia, Maita, 2015
Mapa 3.
Modelo agroexportador. Modernización urbana y rural
(1870-1930)

La organización nacional inserta al país en la econo- cia. En 1893 se define el ejido municipal en un cuadrado de
mía mundial, como gran proveedor de materias primas; 24 kilómetros de lado. Las vías ferroviarias se suman a los
a la par, pone en funcionamiento un ambicioso programa caminos y corredores, facilitando los movimientos y el con-
inmigratorio destinado a poblar porciones enteras de la lla- trol del espacio a una gran escala, además de definir nuevas
nura pampeana e incrementar la población urbana de las líneas ordenadoras del territorio y establecer nuevos nodos:
principales ciudades de la región. La ciudad de Córdoba estaciones ferroviarias, como puntos de acopio, como ori-
se ve impactada por la llegada del ferrocarril (1870), que gen de poblados y con nodos de acceso a balnearios que da
transporta personas, bienes y productos entre el interior y el inicio a la actividad turística en la región (clases altas). El
puerto de Buenos Aires. Se conforman numerosas colonias ferrocarril llega a Sierras Chicas a través de la conexión
agrícolas que van dominando el espacio rural, dinamizan- Guiñazú- Villa Allende y desde allí a Mendiolaza y Unquillo.
do la economía provincial. Córdoba cuadruplica su pobla- El espacio rural se dinamiza: se va conformando un cintu-
ción entre 1869 y 1914 (de 36 mil a 135 mil habitantes), rón verde productivo en torno a la ciudad. Se construyen
y se moderniza de la mano de nuevas infraestructuras de importantes obras de ingeniería para el abastecimiento de
servicio, la obra pública y la nueva arquitectura del Estado. agua y riego para la ciudad y su entorno rural (diques San
Por primera vez, desde su fundación, surgen asentamientos Roque y Mal Paso -1890- y los canales maestros sur y norte
que sortean el río y las barrancas: los denominados “ba- y sus derivaciones). A la vera de los causes de agua, surgen
rrios pueblos”, emplazados fuera del “claustro urbano”, las usinas eléctricas (Molet, Bamba y otras) y, en combina-
inicialmente, con cierta autonomía, aunque rápidamente ción con el ferrocarril, las fábricas de cal y cemento y sus
incorporados como partes de la ciudad “central”. Como correspondientes canteras (Bialet Massé, Dumesnil, Mala-
extensión de la ciudad existente, se proyecta Nueva Córdo- gueño) y los imponentes molinos cerealeros y harineros (Río
ba y el Parque Crisol (actual Sarmiento). Hacia el noroeste de la Plata, Centenario, Letizia, Minetti). Modernización,
(Argüello, Villa Warcalde, Villa Allende), la burguesía local “progreso” y avance tecnológico se combinan para para
construye sus casas veraniegas, próximas a los entornos se- modelar una nueva fisonomía urbana y dominar el medio
rranos; más adelante, también lo hará en las Sierras Chicas natural para transformarlo en espacio productivo, configu-
(Unquillo, Río Ceballos, Ascochinga) y el área de Alta Gra- rando paisajes inéditos.
39

FOLIO DE SECCIÓN
Cartografia elaborada por alumnos: Bartolucci, Dalmaso, Garcia, Maita, 2015
Mapa 4.
La ciudad industrial (1930-1980)

Inicialmente, la Primera Guerra Mundial, y posterior- dustrial automotriz del interior del país, a la vez que se con-
mente, la Crisis del ’29 obligan a repensar aspectos de la solida como polo universitario, incrementando su población
base productiva regional, orientándose al desarrollo de una a más de 500 mil habitantes en 1960. A las expansiones del
industria de sustitución importaciones. En 1927 se insta- siglo XIX, consolidadas en las décadas del 20 y 30, se le su-
la en la ciudad de Córdoba la Fábrica Militar de Aviones, man numerosos barrios, en gran parte, de vivienda social,
con el objetivo de desarrollar la industria metalúrgica y que alojan a los nuevos habitantes, y que en conjunto irán
aeronáutica, inaugurando una amplia área que irá a con- definiendo una mancha urbana “en forma de aceite”, típica
formar la primera periferia industrial. La ciudad completa las ciudades industriales del fordismo de mediados del siglo
las expansiones “planificadas” a finales del siglo XIX, con- XX. Los bordes urbanos se expanden y deforman en diversas
solidando la mancha urbana, y dotando a dichos barrios direcciones, configurando una periferia anodina y de bajos
de equipamientos e infraestructura. De igual manera, se estándares (para finales de la década del 70, presenta áreas
va configurando la expansión hacia el noroeste como una muy degradadas, con bolsones de pobreza y marginalidad).
suma de barrios residenciales, a la par que las áreas serra- La dinámica industrial de la ciudad tiñe el conjunto del te-
nas se van perfilando como ámbitos de veraneo y recrea- rritorio en torno a la misma. En algunos casos, se trata de
ción. El sistema viario y ferroviario se desarrolla en la me- pequeños poblados agrícolas-ganaderos que receptan de-
dida que así lo demanda la conectividad de una ciudad que rivados de la industria metalmecánica, orientada a la tec-
va camino a transformarse en el polo industrial del interior nificación del medio rural (Rio-Segundo, Pilar Jesús María
del país. La población de la ciudad asciende a alrededor de o Río Primero, tensionados a su vez por la relación entre
380 mil habitantes en 1947 (tres veces más que 1914). Este Córdoba y ciudades menores de la región: Villa María, San
aumento demográfico se relaciona en parte al inicio de un Francisco, Río Tercero o Cruz del Eje). Asimismo, los pobla-
segundo proceso de sustitución producto de dinámicas que dos de los valles serranos se transforman en receptores de
requiere de alta tecnología y un mayor desenvolvimiento in- masivos flujos de turismo sindical, poblándose de colonias
dustrial entre empresas filiales de capital extranjero y las de vacaciones y hotelería, desarrollando servicios orienta-
empresas nacionales. En 1952 se crea IAME (Industrias Ae- dos a esta nueva base económica regional (Valle de Punilla;
ronáuticas y Mecánicas del Estado), pionera en la industria Unquillo, Río Ceballos, Salsipuedes y otros, en las Sierras
pesada nacional, que estimula la radicación de empresas Chicas). El sistema urbano en torno a la ciudad de Córdoba
automotrices internacionales (FIAT, Industrias Káiser Ar- se consolida, iniciando ya en la década del 70 un incipiente
gentina y otras) transformando a la ciudad de Córdoba en proceso de metropolización. Para 1980 la ciudad alcanza
una Detroit argentina. La ciudad pasa ser el gran centro in- casi el millón de habitantes (990 mil).
41

FOLIO DE SECCIÓN
Cartografia elaborada por alumnos: Bartolucci, Dalmaso, Garcia, Maita, 2015
Mapa 5.
Córdoba y su Área Metropolitana. La ciudad
posindustrial. Pérdida de unidad, dispersión y salto de
escala (1980-2016)

Córdoba inicia la década del 80 impactada por diversas se potencia aún más: en algunas direcciones, la alternancia
crisis económicas, el desmantelamiento de la industria na- campo-ciudad-campo desaparece para conformar un conti-
cional y la destrucción del tejido social y cultural produci- nuum urbano (el sistema de centros conurbados Córdoba-La
do por la dictadura militar ’76-’83, (que se encuentra en su Calera; Córdoba-Villa Allende; y los centros eslabonados de
fase final). En el inicio del período democrático se impulsan Punilla y las Sierras Chicas); en otros, se trata de nodos de
diversas políticas urbanas de atención a las periferias, pro- actividades especializadas (recreativas, educativas, empre-
visión general de equipamientos urbanos, recuperación del sariales y de servicios) aislados de las centralidades barria-
sistema del río y el espacio público en general. Pero a la vez, les. Éstas, como el Área Central, ingresan en una etapa de
es una etapa que coincide con un reordenamiento de los te- crisis pero también de competencia frente a embrionarias
rritorios según los nuevos contextos macroeconómicos mun- nuevas centralidades. La ausencia de planificación genera
diales, que impacta también en el ámbito local: creciente un avance inédito de la urbanización sobre suelo no urbano,
desindustrialización y deslocalización de las fuentes de tra- que produce una drástica reducción del Cinturón Verde pro-
bajo, disminución de los niveles de crecimiento poblacional ductivo y del bosque nativo, así como la ocupación indebida
de las grandes ciudades a favor de las medianas y pequeñas, de laderas de montaña, lechos de ríos y franjas inundables
descentralización de funciones urbanas y el inicio de una dis- (un caso que ejemplifica lo mencionado es la gran inunda-
persión que puede entenderse como la pérdida de unidad de ción de las Sierras Chicas en febrero de 2015, con conse-
la ciudad tradicional y la metropolización del sistema urba- cuencias trágicas en pérdidas de vida y bienes materiales); el
no. Se desdibujan los bordes urbanos y se debilitan los cor- desplazamiento de la frontera agrícola -causado por la soji-
dones industriales; surgen fenómenos de rururbanización zación del medio rural-, provoca la desaparición de amplias
y se agudiza la expansión de la ciudad, sea en modalidad porciones de bosques naturales y el empobrecimiento de
urbanización continua o de fragmentos aislados. Aparecen suelos fértiles. Este conjunto de malas prácticas territoriales
diversos tipos de guetos: countries y barrios cerrados y, en el genera un incremento exponencial del deterioro del soporte
arco opuesto, villas de emergencia y, más recientemente, los natural y de los riesgos ambientales consecuentes. Los fenó-
denominados “barrios-ciudades”. El desmantelamiento del menos antes descriptos demandan una comprensión a otra
ferrocarril deja en un lugar central a la conectividad vial que escala: de la Córdoba-ciudad se pasa a la Córdoba-metropo-
estimula los procesos de dispersión: en los años 90, la RAC litana, un conglomerado que arriba a 1,6 millones de habi-
(Red de Acceso a Córdoba) configura un sistema radial de tantes y que constituye el nuevo escenario en donde dirimir,
rutas y autovías, complementado con el sistema anular de tanto sus problemáticas espaciales actuales como su agenda
Circunvalación que, en conjunto, hacen realidad la confor- de proyectos futuros. A partir de la creación del Instituto de
mación del Área Metropolitana de Córdoba (AMC), intensi- Planeamiento del Área Metropolitana (IPLAM) se comienza
ficando las relaciones entre los diversos centros urbanos que a repensar el espacio regional del entorno de la ciudad de
la integran y la “ciudad-madre”. El estímulo a la dispersión Córdoba.
43

FOLIO DE SECCIÓN
Cartografia elaborada por alumnos: Bartolucci, Dalmaso, Garcia, Maita, 2015
Foto satelital. Sector Sur de la ciudad de Córdoba
Documento II

EL TERRITORIO 45

FOLIO DE SECCIÓN
EN LA GRAN
ESCALA
Los objetivos de este documento son:

Profundizar la comprensión de las escalas territoriales, a través de la mira-


ra integral que ofrece la noción de Sistemas Urbanos Territoriales, con énfa-
sis en los aspectos físico-espaciales.

Formular una serie de hipótesis de escenarios futuros, como mecánica


que ejercita la reflexión sobre las posibles lógicas que impactarán sobre el
espacio metropolitano cordobés y los territorios de borde urbano, y evaluar
críticamente tales hipótesis previendo las ventajas y desventajas de cada una.

Esbozar un conjunto de lineamientos generales que confluyan en un con-


junto de objetivos para orientar la transformación del sector periurbano en
estudio, con arreglo a posibles roles futuros que dicho sector deberá cumplir.

Confeccionar un marco general para el ordenamiento territorial del sector


periurbano en estudio
Parte I

LOS TERRITORIOS
DE BORDE URBANO

1. INTRODUCCIÓN

A
Por un lado, la valoración de la dimensión física
lo largo del siglo XX los planes de or- del territorio -parte del enfoque de la Cátedra de
denamiento del territorio han puesto Urbanismo II B-, viene a suscribir las ideas de “la
énfasis en la transformación física del identidad del territorio como su propia alternati-
espacio para su adecuación a nuevas va” (donde la identidad se encuentra fuertemente
dinámicas poblacionales y de desarrollo indus- asociada a la realidad física) y, la de “la forma del
trial, utilizando el zoning y el proyecto de grandes territorio como criterio de ordenación” (Sabaté et
infraestructuras como instrumentos fundamenta- al., 1994).16 Así, la detección de los rasgos identita-
les, en lo que planificar era, entonces, reorientar rios emergentes de los procesos de construcción
acciones, evitar desequilibrios y prever las conse- del territorio y la lectura de la forma que éste asu-
cuencias del crecimiento. Sin embargo, este enfo- me como resultado de dichos procesos, se convier-
que de carácter más bien funcionalista, pareciera ten en insumos de la ordenación física, debido a
necesitar de otros discursos complementarios, que sugieren pautas de proyectos que vendrán a
orientados a una concepción de desarrollo territo- cualificar y consolidar la estructura espacial, en
rial en términos más amplios. este caso, del sector urbano en estudio. Por otro
lado, con la noción de Sistemas Urbanos Terri-
toriales se incorpora una aproximación integral
16. SABATÉ, Joaquín y CCRS Arquitectos. Plan Insular de Orde-
nación del Territorio (PIOT). Avance, Excelentísimo Cabildo Insu- del territorio, que pone en evidencia que aquel se
lar de Tenerife, 1994. configura por estructuras urbanas “en relación”,
urbanización y pensar la vocación futura del terri-
torio a la luz de la perspectiva de su propia historia.

Sobre la base de ese conocimiento ya adquirido


sobre el AMC, en el presente Documento se expo-
nen sinteticamente un conjunto de nociones que
deberán abordarse para un conocimiento más aca- 47
bado del sector en estudio.

FOLIO DE SECCIÓN
Uno de ellos es la cuestión periférica. Desde
la teoría urbana son numerosos los aportes con-
ceptuales que intentan definir la periferia. Las
variadas denominaciones que recibe, tales como
franja o ámbito periurbano, rururbano, interfa-
ce ciudad-campo, ecotono urbano-rural, área de
reserva, zona difusa, entre otros, indican la difi-
cultad de una apropiación nominal, debido a la
complejidad y variabilidad de los procesos que
deben considerarse para su análisis. Las diversas
conceptualizaciones sobre la periferia, parecie-
ran oscilar entre el criterio localizacional -donde
dependientes entre sí, en las que intervenir sobre es vista como suelo urbano o rural que bordea la
una de ellas requiere una mirada general que eva- ciudad- o la visión en gradiente, que le atribuye
lúe el impacto sobre las restantes. escasos valores urbanos, en directa proporción a
la distancia con la centralidad. Otro criterio, es
En el Documento 1 se abordó los aspectos ante- considerar la periferia como espacio transicional
mencionados: la construcción del territorio en el entre la ciudad y el territorio rural, donde apare-
tiempo y la configuración de los sistemas urbanos ce despojada de cualidades propias; o bien como
territoriales en la escala del Área Metropolitana territorio residual, en donde se configura a partir
de Córdoba (AMC), con el objetivo de un recono- de lo que la ciudad expulsa. Estos criterios evi-
cimiento más profundo del espacio en donde, a dencian una comprensión de la periferia de base
posteriori y sobre una porción menor, se irá a in- dicotómica que, al considerarla “lo opuesto de”,
tervenir. Pero también se buscó alimentar una vi- no permite dar cuenta de su especificidad (Díaz,
sión más amplia de la ordenación del territorio, en Caporossi, 2003).17
donde contrarrestar desequilibrios socioeconómi-
cos, impactos ambientales, consolidar estructuras 17. DÍAZ TERRENO, Fernando, CAPOROSSI, Celina. “La peri-
urbanas precarizadas y reforzar roles territoriales feria como desafío proyectual: el Borde Este de la Ciudad de
específicos, van a exigir incorporar infraestructu- Córdoba”, Ponencia para el X Seminario de Arquitectura Lati-
noamericana (SAL). La ciudad latinoamericana, Facultad de Ar-
ras, asignar nuevos usos del suelo y reordenar los quitectura, UDELAR, Intendencia Municipal de Montevideo y
existentes, amortiguar los efectos negativos de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, Montevideo, 2003.
Las interpretaciones antemencionadas escon- ciudad se forma mayoritariamente en las periferias
den, además, otra condición: la mirada negativa metropolitanas, y se revela como un juego inevita-
hacia el fenómeno periférico, originada en el an- ble de fuerzas incipientes fragmentarias. Cada vez
tagonismo centro-periferia, que reproduce, según más, la ciudad es su periferia, espacio propio de
Dematteis (1998), la estructura jerárquica y clasis- un crecimiento ineludible.” 19
ta de la fase fordista del desarrollo urbano, mode-
lo en el que las relaciones tanto sociales como geo- En ese sentido, en una lectura del territorio es
gráficas son asimétricas, pero complementarias importante indagar sobre determinados aspectos
en cuanto a que se definen tanto en las diferencias que atañen a la configuración de los territorios pe-
funcionales y espaciales, como en la construcción riurbanos, como por ejemplo, la incidencia de las
de significados.18 Más recientemente, en el contex- dinámicas originadas en las escalas territoriales
to europeo los nuevos fenómenos de metropoli- supramunicipales y suprametropolitanas; las lógi-
zación y redes macroterritoriales reconvierten la cas de ocupación del territorio y sus resultados es-
idea de periferia reubicándola como un ámbito paciales; y la interpretación específicay el proyecto
posible de contener las nuevas formas de relacio- que residen en la noción de Plan de Sector, que se
nes sociales y productivas, no ya desde el centro desarrollará en el Documento 3.
sino como espacio capaz de absorber y contener
los cambios en un escenario más complejo, dis- 2. PERIURBANIZACIÓN Y
tinto que en la ciudad jerárquica. En nuestro con- METROPOLIZACIÓN 20
texto, en cambio, persiste la imagen de la periferia
como expresión desfavorable de la modernidad En las últimas dos décadas, Córdoba asiste a
urbana que le dio origen y ubicada en las antípo- una transformación de sus periferias urbanas dis-
das de la ciudad tradicional, tanto por su escasa le- tante de las formas típicas ligadas a la localización
gibilidad formal y propiedades identitarias, como industrial y la clásica urbanización consolidada.
por su construcción a partir de lógicas actuantes Emergen, así, una importante diversidad de con-
desarticuladas. En ambos contextos, los bordes de figuraciones urbano-territoriales que tiene como
la ciudad se vienen configurando ya no solo por escenario preferencial los territorios de borde ur-
decisiones respecto de la organización urbana in- bano, cuya conformación se vincula a la intensifi-
terna, sino también por las relaciones que las ciu- cación de las relaciones entre la ciudad de Córdo-
dades establecen con sus áreas metropolitanas y ba y su entorno metropolitano, sobre todo, a partir
regiones urbanas mayores.

Como sea, las nuevas formas que asume lo ur- 19. BUSQUET GRAU; Joan, SERRA RIERA, Enric. “Taller Barce-
bano tienen a las periferias como espacios prota- lona. Los enigmas del nuevo puzzle”, en UR Revista de Urbanis-
mo Nº 9-10, Proyectar la periferia, LUB, UPC, Barcelona, 1992.
gónicos de las últimas transformaciones espacia-
les. A decir de Busquet y Serra (1992:40) “la nueva 20. En base a DÍAZ TERRENO, Fernando; TAMIS, Josefina. Te-
rritorios de borde urbano en Córdoba. Problemáticas y abordajes
18. DEMATTEIS, Giuseppe. “Suburbanización y periurbaniza- en estudios técnicos sobre periurbanización, ponencia presenta-
ción. Ciudades anglosajonas y ciudades latinas”, en MONCLÚS, da en el 4° Congreso Latinoamericano de Estudios Urbanos:
FRANCISCO JAVIER (edit), La ciudad dispersa, Centro de Cultu- “Transformaciones metropolitanas en América Latina”, UNGS,
ra Contemporáneo de Barcelona, 1998 Buenos Aires, octubre de 2019
49

FOLIO DE SECCIÓN
Esquemas de lineamientos por Sistemas Urbanos. Alumnos: Rinero, Cordoba, Vizzotto, Vizzotto. 2018
de los años 90 con la construcción de la Red de sus prácticas sociales. Para Ciccolella, estas trans-
Acceso a Córdoba (RAC) y el estímulo a la migra- formaciones estructurales están en la base de lo
ción poblacional desde la ciudad mayor a los cen- que, en un sentido amplio, denomina transición
tros urbanos más pequeños de su entorno. Podría del proceso de urbanización, que “está generando
suponerse, entonces, que la transformación de nuevas formaciones territoriales -particularmen-
los territorios periurbanos se encuentra en estre- te en las regiones metropolitanas- como produc-
cha relación con las tensiones generadas entre la to de la alteración de las condiciones espaciales y
propia ciudad y los espacios regionales mayores, temporales de producción, circulación y consumo,
generando una diversidad de configuraciones es- derivadas del proceso de cambio tecnológico que
paciales que combinan lo nuevo y lo preexistente. caracteriza al nuevo régimen de acumulación y a
su modelo productivo dominante” (2014:44).22
Entendemos por periurbanización a aquellos
procesos económicos que se despliegan en los Por otra parte, existe un universo amplísimo de
bordes de la ciudad, en esa interfase en la que estudios sobre los procesos de metropolización,
cada vez más se desdibuja la antigua dicotomía fenómenos que implican dinámicas de crecimien-
ciudad-campo, y que alteran su configuración te- to demográfico, espacial y funcional de ciudades
rritorial preexistente en transición a nuevas confi- grandes o intermedias, y que se caracterizan por
guraciones, sobre la base de lo que Garay sostiene generar complejidades territoriales a gran escala.
como “la incorporación real o potencial” del suelo El proceso más evidente es la expansión urbana so-
rural al suelo urbano (Garay, A. citado por Barsky, bre amplios espacios del entorno de la ciudad-ma-
2005:3).21 Pareciera que en las últimas décadas la dre, por lo general, asumiendo como eje de creci-
condición de transición es uno de los rasgos que miento la estructura vial primaria preexistente que
caracteriza a estos espacios, en el sentido que se parte de la ciudad hacia su entorno microregional.
encuentran en mayor o menor estado de perma- Este avance sobre los espacios “extramuros” se
nente transformación. puede manifestar como crecimiento de las pro-
pias periferias urbanas (crecimiento en “mancha
Ahora bien, como sabemos los procesos de de aceite”); como formas de urbanización en “isla”
periurbanización se han visto complejizados en (crecimiento en “salto de rana”); o como corredo-
años recientes por los cambios en los paradigmas res que aglutinan diversas actividades productivas
socioeconómicos en el marco de un capitalismo y de servicios, entre otras configuraciones. En mu-
global y flexible y la omnipresencia del neolibe- chos casos, estos procesos terminan absorbiendo
ralismo que tiñe las políticas de Estado en esta los pequeños centro urbanos del entorno, produ-
nueva fase de acumulación capitalista, pero tam- ciendo un continuum urbano o conurbación, así
bién por la definición de nuevas formas culturales como un consumo irracional de suelo rural y natu-
que impactan sobre la vida de las poblaciones y ral, alterando paisajes y ecosistemas. La vialidad a

21. GARAY, Alfredo, citado por BARSKY, Andrés. “El periurbano


productivo, un espacio en constante transformación. Introduc- 22. CICCOLELLA, Pablo. “Reestructuración económica, trans-
ción al estado del debate, con referencias al caso de Buenos Ai- formaciones territoriales y metropolitanas”, en Ciccolella, Pa-
res”, en Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias blo. (Comp.), Metrópolis latinoamericanas. Más allá de la globali-
Sociales. Vol. IX, núm. 194 (36), 2005. zación, Café de la Ciudades, Buenos Aires, 2014.
51

FOLIO DE SECCIÓN
Dianóstico Tentativo y Alternativas de Desarrollo Físico de Córdoba, 1973

Plan de Desarrollo Metropolitano de Córdoba, PLANDEMET, 1980


gran escala, los sistemas de transporte masivos y, secuencia, el predominio de relaciones sociales
más recientemente, las nuevas tecnologías de co- fragmentadas, entre muchos otros.
municación han estimulado la expansión física de
la ciudad y, en consecuencia, la deslocalización de En Córdoba algunos de los aspectos mencio-
las actividades económicas; ello se combina con nados caracterizan hoy a porciones importantes
otro tipo de motivaciones como la inseguridad ur- de los espacios de borde urbano, en los que los
bana, la búsqueda de “entornos más ligados a la procesos de metropolización, intensificados en
naturaleza” y los altos costos que conlleva la vida los últimos años, han acelerado los modos tradi-
en el corazón de las ciudades. Finalmente, estos cionales de configuración periférica en combina-
procesos suelen ir acompañados de grandes alte- ción con procesos territoriales inéditos. Aquella
raciones en la base productiva de los centros urba- periferia típica de nodos industriales y barrios en
nos involucrados. torno a ellos se viene reconfigurando como expre-
sión local del cambio de los paradigmas económi-
Sobre la cuestión metropolitana, Pírez aborda cos globales. La periferia de Córdoba reúne en la
otro de los temas que involucra aquellos proce- actualidad un conjunto de elementos y configu-
sos: la convivencia de diversos espacios jurisdic- raciones diversas que expresan fenómenos y vo-
cionales. Por su estructura jurídica, Argentina no luntades superpuestas, yuxtapuestas a la periferia
cuenta con un marco institucional que “permita clásica -pocas veces, bajo una mirada integrado-
reconocer gubernamentalmente el fenómeno ur- ra-, que arman un paisaje cada vez más complejo
bano de la metropolización” (2001:3).23 Ello im- compuesto por infraestructuras, grandes artefac-
plica un verdadero obstáculo a la hora de abor- tos y fragmentos urbanos de diversa naturaleza.
dar las problemáticas metropolitanas (comunes Así, la red vial de borde que atiende a diversas
en muchos casos con las realidades de los terri- escalas -desde la local a lo macroregional-, su-
torios periurbanos), constituyendo verdaderos perficies con funciones logísticas, recreativas,
desafíos para la planificación y el proyecto, por comerciales o industriales de nueva generación
ejemplo: una inadecuada utilización del suelo; se mezclan con urbanizaciones de baja densidad,
la ocupación de áreas sensibles para el funciona- que desplazan los espacios agrícolas del cinturón
miento ecosistémico; el corrimiento de las áreas verde sin que se genere una productividad equi-
productivas intensivas que proveen el alimento valente en ese nuevo suelo urbano. Estas urbani-
de proximidad; el déficits en la provisión de ser- zaciones, mayormente residenciales, suelen espa-
vicios básicos y en la gestión de los residuos; la cializar una creciente desigualdad y polarización
discontinuidad de entramados conectivos y la social: por un lado, aquellas producidas por me-
escasa capacidad de la red vial para canalizar la canismo socioeconómicos expulsivos de la ciu-
demanda de movilidad; la ausencia de espacios dad consolidada, la mayor de las veces con bajos
públicos, especialmente, recreativos; la presencia estándares de urbanización, a los que se suma la
de sectores urbanos poco integrados y, en con- acción del Estado que reproduce tales mecanis-
mos en planes sociales y relocalización de asen-
23. PÍREZ, Pedro (2001). “Cuestión metropolitana y gobernabi- tamientos informales, sin el acompañamiento
lidad urbana en Argentina”, en Vásquez Barquero, Antonio; Ma-
doery, Oscar (Comps), Transformaciones globales, instituciones y adecuado de servicios, en áreas degradadas y en
políticas de desarrollo local, Homo Sapiens, Rosario. condiciones ambientales de riesgo. Por otro lado,
53

FOLIO DE SECCIÓN
Lectura e interpretación del territorio para Sierras Chicas. Alumnos: Rinero, Cordoba, Vizzotto, Vizzotto, 2019.
“urbanizaciones residenciales especiales”, barri-
os cerrados en diversos formatos, bien servidos y
con atributos de calidad paisajística y ambiental.

3. ¿PARA QUÉ PLANIFICAR?

Aunque parezca una obviedad, es importan-


te saber que en la práctica no existe un consenso
acerca de la importancia de planificar: mientras
hay sectores sociales que se resisten a algún tipo
de regulación que limite las acciones sobre el terri-
torio, otros defienden la necesidad del plan urba-
no y/o territorial como el único instrumento que
puede garantizar una coherencia de las actuacio-
nes sobre el espacio. Córdoba es una muestra de
la ausencia de tal consenso: en las escalas supra-
municipales las instancias de planificación han
sido escasas y sin resultados relevantes hasta muy
recientemente, cuando la creación del Instituto
de Planificación Metropolitana (IPLAM), en el año
2007, inicia un proceso inédito en materia de estu-
dios y formulación de propuestas sobre el territo-
rio del entorno de la capital cordobesa.24

Como fuere, en los asentamientos humanos,


a lo largo de la historia siempre ha existido un
conjunto de reglas de juego que regularon las nor-
mas de convivencia. En ese sentido, parecería ló-
gico que existan regulaciones consensuadas, en
el marco de una planificación que armonice las
actuaciones individuales, prevea las implicancias
para el conjunto del territorio y programe las in-
tervenciones colectivas que sean necesarias (Tra-
pero, 1994).25 Sin embargo, la planificación no se
justifica per se: debe haber motivaciones que argu-
menten su necesidad, problemáticas ya desplega-
das que demanda resolución o situaciones futuras
Lineamientos y estrategias de intervención. Relaciones con el AMC
que el territorio debe “absorber” y que se vislum-
y el Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnos: Giannantonio, bran como generadoras de conflictos, en caso de
Lorenzo, Pesci y Soto Porporatto, 2015. no prever sus consecuencias.
El rol del territorio. Los territorios de borde urbano suelen al-
bergar enormes porciones con grandes déficit
La ordenación del territorio debe sintetizar estructurales, bajos estándares de urbanización
sus alternativas futuras, a partir de establecer en general, necesidades básicas insatisfechas
el rol que puede desempeñar en su contexto me- y riesgo ambiental. En ese sentido, adquiere
tropolitano. valor la idea de preparar el territorio para asu-
mir los escenarios que el propio territorio de- 55
¿Qué es rol? Papel que algo o alguien desem- berá enfrentar a futuro, por lo que es necesario
peña. El “rol territorial” es la función que cum- evaluar sus atributos negativos (debilidades) y

FOLIO DE SECCIÓN
ple un territorio en un contexto mayor (ciudad, atributos positivos (fortalezas) para establecer
área metropolitana, región, macro-región). Pue- cuáles serán los criterios de intervención que
de circunscribirse a una única función o cum- transformarán el territorio en pos de mejorar
plir diversas funciones simultáneamente. En sus condiciones territoriales actuales.
general se trata de funciones económicas (de-
sarrollos productivos especializados; comple- Eckert (1996) plantea el arribo a un conoci-
mentarios -eslabón- de una cadena productiva miento del territorio a partir de las respuestas
mayor; competencia entre nodos productivos); a una serie de preguntas clave: ¿qué se hace en
funciones ambientales (espacios de amorti- este territorio?, ¿con quién se relaciona?, ¿para
guación, regeneración ecológica, protección qué sirve?, ¿quién lo moviliza?, ¿con qué me-
natural, etc.); funciones socio-territoriales (cre- dios se desarrolla?, ¿hacia dónde va? Este últi-
cimiento urbano con determinadas caracte- mo interrogante, ¿hacia dónde va el territorio?,
rísticas; incorporación de población; encauce asume una importancia particular, puesto que
de flujos de movimiento, conectividad), entre invita a imaginar su realidad futura, demandan-
otras y combinadas entre sí. Para ello es funda- do clarificar cuáles son las tendencias actuales
mental visualizar los escenarios futuros que im- que pueden incidir en ella y cuáles son los con-
pactarán en el territorio. La confrontación entre textos presentes y los por venir a los que el terri-
condiciones territoriales actuales y escenarios torio deberá prepararse para responder.26
futuros pone en evidencia la capacidad o inca-
pacidad del territorio para enfrentar aquellos En esa línea, resulta de interés confrontar el
procesos socioeconómicos venideros. ámbito de estudio con una hipótesis de esce-
nario futuro, cuyo impacto redundará en trans-
formaciones espaciales positivas o negativas
24. El Instituto de Planificación Metropolitana se crea por según cómo se acondicione tal ámbito para re-
Ley 9544/07, Art. 50, promulgada por la Legislatura Provincia. ceptar y aprovechar las nuevas oportunidades
Desde ese momento a la actualidad, de sus diversos estudios
se han convertido en ley el Plan Vial Metropolitano (Ley Nº que se abren, y que resultan de alto valor es-
9687/09) y el Plan Metropolitano de Usos del Suelo -primera tratégico para la ciudad Córdoba y su entorno
etapa- (Ley Nº 9841/10). metropolitano.
25. TRAPERO, Juan J. “La práctica del planeamiento urbanís-
tico en España”, en Moya González, Luis (edit). La práctica del 26. ECKERT, Denis. Évaluation et prospective des territoires, Do-
planeamiento urbanístico, Síntesis, Madrid, 1994. cumentation Française, París, 1996.
4.¿QUÉ ES UN ESCENARIO?

“Es un conjunto formado por la descripción 2. La percepción del futuro probable. ¿Para dónde
de una situación futura y el proceso que marca vamos?, es decir, un análisis retrospectivo del fe-
la propia evolución de los acontecimientos, de nómeno, indagando sus mecanismos evolutivos,
manera que permitan al territorio pasar de la invariantes (factores constantes en el horizonte
situación actual a la situación futura” (Gabiña, temporal determinado) y tendencias profundas a
1999).27 Un escenario no es la realidad que está largo plazo; el examen de las estrategias de los ac-
por venir, sino una representación de aquella, tores involucrados, exploración de elementos que
una imagen, una simulación, de manera tal revelen un hecho transformador o un germen de
que permita visualizar mejor las actuaciones cambio. En otros términos, se trata de una “inter-
del presente con relación a futuros posibles y pretación” sobre datos de la realidad actual que
deseables. configura un escenario tendencial.

Un escenario no tiene un fin en sí mismo, 3. El diseño del futuro deseable. ¿Hacia dónde
sólo es útil si sirve para elegir opciones estra- queremos ir?, que implica la elaboración de esce-
tégicas, a través de poder responderse interro- narios alternativos a partir de las evoluciones más
gantes tales como: ¿Qué hacer si sucede tal probables, la interacción de los actores y las trans-
cosa? ¿Cómo hacer para contrarrestar, amor- formaciones que puedan emerger. En otro térmi-
tiguar, armonizar tal o cual proceso? O, por el nos, constituye el escenario deseable a futuro, por
contrario, ¿cómo hacer para generar, estimular, ejemplo, a veinte años, que servirá de base para el
promover tal o cual fenómeno? “proyecto” del territorio.

En otros términos, los escenarios emergen


como una reflexión previa sobre lo tendencial,
lo deseable o lo ineludible, y deben orientar la
definición de lineamientos estratégicos como
opciones posibles frente a aquellos desafíos.

Siguiendo a Soms García (2005), los escena-


rios se construyen a través de: 28

1. La percepción del presente. ¿En dónde esta-


mos?, es decir, la delimitación del fenómeno o
problema a estudiar y su contexto, el horizon-
27. GABIÑA, Juanjo. Prospectiva y planificación territorial, Alfao-
te temporal del estudio y la formulación de al- mega-Marcombo, Bogotá 1999.
gunas conjeturas iniciales sobre las variables
principales, internas y externas. En otros tér-
28. SOMS GARCÍA, Esteban et al. Cuaderno 3. Prospectiva y cons-
minos, es la “lectura” de la situación actual del trucción de escenarios para el desarrollo territorial, Fundación
territorio a planificar o reproyectar. Eduardo Frei, Santiago de Chile, 2005.
Córdoba por Censos

57
Córdoba por período intercensal

FOLIO DE SECCIÓN
Cuadro Nº 1: Síntesis del crecimiento poblacional de la ciudad de Córdoba.

Escenarios y lineamientos para Sierras Chicas. Alumnos: Terreno, García Vélez, Giordano, 2018.
Parte II

ALGUNOS
LINEAMIENTOS
PARA UN
TERRITORIO DE
BORDE URBANO

En el territorio de estudio que se aborde se tra- contemplarse aquellos proyectos de conectivi-


bajará sobre cuatro aspectos coincidentes con los dad en cartera del municipio y la provincia, a
cuatro subsistemas urbanos territoriales que se partir de una mirada crítica sobre sus costos
vienen analizando desde el Documento 1 (movili- y beneficios; así como incorporar, ampliar y
dad; asentamientos y actividades; espacios verdes revisar las posibles propuestas de transporte
urbanos y naturales, y producción rural), a los que del IPLAM. Se debe formular nuevas modos
se agregará un quinto subsistema (clasificación de desplazamiento, tanto individual (peatón,
del suelo). Para todos los subsistemas se definen bicicleta) como público-masivos (BRT, tranvía,
aquí una serie de criterios a tener en cuenta: tren ligero, ferrourbano, etc.). Asimismo, incor-
porar trazas desafectadas al nuevo entramado
● Movilidad. Aspirar a la configuración de propuesto (por ejemplo, los bordes de los cana-
un entramado vial armónicamente interconec- les maestros, etc.).
tado, continuo, respetuoso de las jerarquías
viales y de las transiciones entre ellas (evitar ● Asentamientos y actividades. Con el crite-
saltos abruptos, por ejemplo, de corredores rio de establecer un freno a la extensión de las
regionales a calles barriales), que contemple manchas urbanas y un control de las urbani-
nuevas conectividades y sus obras viales acom- zaciones dispersas, deberá desestimarse pro-
pañantes bajo un criterio integral con otros puestas de urbanizaciones residenciales espe-
aspectos espaciales de los entornos afectados. ciales (countries, barrios cerrados), así como,
Así, la eficiencia no puede producirse sacrifi- eliminar las áreas de urbanización diferidas. Se
cando el espacio público, el paisaje urbano y favorecerse el estímulo de formas residencia-
las vinculaciones entre sectores internos. Debe les densas, compatibles con el paisaje y el so-
59

FOLIO DE SECCIÓN
Plan para el Gran Londres, 1944
Plan General Metropolitano de Barcelona, 1976
porte natural (contemplar áreas inundables); y articulados a los corredores ecológicos trans-
el relleno de intersticios y renovación de áreas versales. Puede admitirse también, algún tipo
que admiten una reforma (renovación) urba- una ocupación residencial rurubana (vivienda
na. Promover la diferenciación de usos y ocu- productiva en macroparcela, por ejemplo).
paciones sobre corredores (actividades tercia-
rias y de servicios de escala metropolitana) de ● Clasificación del Suelo. Clarificar el ré-
aquellos situados en el interior de los asenta- gimen legal y la condición de ocupación de 61
mientos (actividades ligadas a la centralidades cada porción del territorio, sobre la base de
locales y la residencia), así como generar amor- tres clases de suelo: a) Suelo Urbanizado: es

FOLIO DE SECCIÓN
tiguaciones entre la industria y la residencia, aquella parte del suelo urbano fraccionado
así como reordenar la actividad industrial y los y provisto de infraestructura mínima, que
usos complementarios en lugar de erradicarlos alberga las actividades propias de una ciu-
(siempre y cuando sea factible la convivencia dad. En otros términos, es la parte del suelo
este estas actividades y sus entornos. Tender al urbano que no es rural; b) Suelo Urbanizable:
re-uso de los grandes predios desafectados de es aquel territorio apto para ser urbaniza-
sus funciones originarias (industrias, galpones, do, vinculado a la aplicación de políticas de
ferrocarril) para su reincorporación a la activi- completamiento y crecimiento de la urbani-
dad urbana. Generar centralidades barriales o zación existente, a través de procesos de ur-
secundarias que no entren en competencia con banización programados o condicionados,
las centralidades tradicionales o históricas. dependientes de las preexistencias y exigen-
cias de infraestructuras, equipamientos y
● Espacios verdes urbanos y naturales. Si es servicios urbanos. En otros términos, es el
posible, ampliar las áreas protegidas con dife- suelo rural o natural a urbanizar de manera
rentes niveles de protección; configurar corre- prioritaria por sus condiciones y las oportu-
dores ecológicos transversales y articularlos nidades que en él residen. Puede contener
con corredores productivos rurales; considerar diversas actividades y diferentes grados de
el funcionamiento de cuencas hídricas y cana- densidad y tipologías de tejidos, en función
les, así como estudiar la posibilidad de reser- de cada proyecto; c) Suelo No Urbanizable: es
vas hídricas. Ampliar las áreas verdes recreati- el no apto para ser urbanizado y sólo admi-
vas bajo la concepción de sistema, tendiendo te operaciones de subdivisión con destino
a configurar parques metropolitanos que am- al uso rural, relacionado con la producción
plíen las áreas libres y vinculen los corredores agropecuaria, forestal y frutihortícola; o ac-
ecológicos entre sí. Incorporar el sistema del ciones relacionadas con algún nivel de pro-
Río Suquía y del arrollo la Cañada, así como es- tección por sus condiciones naturales, pai-
correntías y cauces menores. sajísticas o ambientales. En otros términos,
es aquel cuya urbanización para el asenta-
● Producción rural. Ampliar y/o conservar los miento poblacional queda postergada y las
espacios sobrevivientes de producción fruti- edificaciones se encuentran totalmente res-
hortícola, compatible con la urbanización, en tringidas o deben ser mínimas en relación a
convivencia con los “parches” de bosque nativo los espacios abiertos.
Ville Spatiale. Yona Friedman. 1964
Documento III

EL PROYECTO 63

FOLIO DE SECCIÓN
DEL
TERRITORIO
Los objetivos de este documento son:

Profundizar en un enfoque proyectual del Urbanismo, a través de lo que


denominamos “trilogía operativa”: leer, interpretar, proponer, iniciando su
fase propositiva, orientada al desarrollo del Proyecto del Territorio / Plan de
Sector.

Ejercitar en el instrumento urbanístico del Plan, en este caso Plan de Sec-


tor, como una de las herramientas para abordar las problemáticas específicas
de un área urbana, sin perder la noción de integralidad con las otras escalas
de la planificación (plan urbano, plan metropolitano, etc.).

Aproximar al conjunto de aspectos que deben considerarse en la elabora-


ción de un Plan, y entrenar en procedimientos metodológicos para el abor-
daje interescalar del territorio, la diversidad de variables a considerar y la
complejidad que subyace en una concepción integral de la planificación del
espacio.
Parte I

PREPARAR EL
TERRITORIO

1. INTRODUCCIÓN

E
n el Documento 2 intentamos brindar de vida típicas de capas medias-altas en térmi-
un sucinto marco conceptual sobre los nos socioeconómicos. Todo ello, atravesado por
territorios periurbanos y esbozar –en las tensiones entre la ciudad y su entorno me-
un sentido amplio- unos lineamientos tropolitano.
generales para reorientar su desarrollo futuro, a
través de la reproposición de una serie de aspectos En ese contexto, la idea de preparar el territorio
que hacen a la estructura territorial. adquiere valor para asumir los escenarios que los
sectores en estudio deben enfrentar a futuro. Así, de
Como se sabe los territorios periurbanos son la confrontación de los escenarios (explicados en el
en general espacios de fragilidad en términos Documento 2) con las debilidades y fortalezas del
de estructura urbana, con usos y formas de ocu- propio sector, emanarán los criterios de interven-
pación que no han sido planificados de manera ción para transformar el territorio con el objetivo de
integral, que albergan actividades que la ciudad mejorar sus condiciones generales. El Plan de Sector
consolidada tiende a expulsar, fricciones entre se erige, entonces, como el instrumento que viabili-
diversas escalas espaciales, conflictos ambien- zará ese proceso de acondicionamiento del territorio
tales, incompatibilidad de usos y episodios de para enfrentar las dinámicas socioeconómicas futu-
informalidad urbana en convivencia con formas ras que le impondrá su región de inserción.
2. ¿QUÉ ES UN PLAN DE SECTOR?

Para Esteban (2011) el Plan de Sector es un instru-


mento que convertirá una ordenación general en una
ordenación detallada, como proyecto de ordenación
que sigue una lógica propia, pero que se sumará de
forma positiva a un planteo más integral de las esca- 65
las urbanas y metropolitanas.29

FOLIO DE SECCIÓN
De Corti (2015) se puede inferir que un Plan
de Sector goza de las mismas propiedades de
un Plan Urbano en general, salvo la referencia
a una escala más acotada. En ese sentido, es un
documento que anticipa, sistematiza y perfec-
ciona las actuaciones urbanas y territoriales en
el tiempo y en el espacio, y que constituye un
conjunto organizado y coherente de las políticas
urbanas, programas y proyectos establecidos para
una ciudad (o sector), en uno o varios de sus
componentes o en su integralidad.30 Para este
autor, un buen Plan debería dar respuestas rea-
listas a cuestiones tales como:

∞ Dónde vivirá la población del sector,


tanto la actual, como la que se
29. En este tramo del Documento se sigue a ESTEBAN, Juli. incorporará en un futuro previsible;
La ordenación urbanística: conceptos, herramientas y prácti- ∞ Cómo se asegurará una calidad
cas, UPC Postgrau, Barcelona, 2011; y a CORTI, Marcelo. La
ciudad posible. Guía para la actuación urbana, Café de las razonable de su vivienda;
Ciudades, Buenos Aires, 2015. ∞ Dónde trabajará dicha población, dónde
se educará, hará sus compras diarias,
30. Corti ejemplifica la tríada política, programa y proyec- periódicas u ocasionales;
to con los siguientes ejemplos: a) una política de vivienda ∞ De qué atributos ambientales y urbanos
puede incluir programas de vivienda nueva, de mejora-
miento de barrios, de recuperación de viviendas existen- disfrutará;
tes o de provisión de lotes con servicio, y cada uno de esos ∞ Cómo se trasladará de una actividad a
programas incluirá una cantidad de proyectos concretos a otra y qué tiempo le insumirá;
ejecutar; ó b) una política de movilidad y transporte puede
incluir programas de transporte público, de promoción de
la peatonalidad, de impulso al uso de la bicicleta y de seña- En definitiva, se trata de cómo el Sector ofre-
lética, y, por ejemplo, el programa de impulso al uso de la cerá una ampliación de opciones de mayor cali-
bicicleta puede incluir proyectos concretos de bicisendas,
de alquiler de equipos, de educación vial para ciclistas, en- dad a las existentes para sus habitantes actuales
tre otros (2015). y futuros.
Esquemas de intervención para el Plan de Sector en el borde Este de la ciudad de Córdoba.
Alumnos: Bartolucci, Dalmaso, García y Maita, 2015
FOLIO DE SECCIÓN
67
Finalmente, dos aspectos a considerar: por un puede expresar una dimensión temporal espe-
lado, un Plan debe establecer un horizonte tempo- cífica del espacio;
ral (entre quince y veinticinco años resulta razona- ∞ Un recurso organizativo del proyecto y
ble), entre otros motivos, porque en esos lapsos de un instrumento didáctico para su comuni-
tiempo una mayoría de la población podrá sentir cación.
que está involucrada en el futuro previsto, o que al
menos lo estarán sus descendientes directos (Cor- Para el abordaje del Plan de Sector, definiremos
ti, 2015). Por otro lado, un Plan debe constituir un las siguientes capas del plan:
instrumento legal, con fuerza de ley u ordenanza,
que comprometa al municipio (o municipios) a su 1. Límites del Plan.
concreción, seguimiento y actualización. Determina el recorte espacial concreto que
expresa la extensión de territorio sobre la que
3. LAS “CAPAS” DEL PLAN DE SECTOR se aplicará el Plan de Sector. No excluye la con-
sideración de los impactos hacia y desde sus
En esta instancia incorporaremos otras “capas” entornos. La definición de los límites del área
territoriales, más pertinentes a la escala del Plan del Plan puede responder a diversos criterios:
de Sector. Ahora bien, ¿a qué se denomina “capas jurisdiccionales, históricos-identitarios, ho-
del plan”?3 No es otra cosa que un método que con- mogeneidad urbana, presencia de accidentes
siste en trabajar con los “estratos” del territorio, naturales y/o cambio en rasgos territoriales,
tanto en las lecturas espaciales de los entornos entre otros.
de actuación como en el propio proceso de pro-
yectación. Contribuyen a sintetizar la complejidad 2. Clasificación del suelo.
de los componentes que actúan en simultáneo en Determina el régimen legal y la condición de
una realidad territorial y, si bien no son necesaria- ocupación de cada porción del territorio. Como
mente secuenciales, todas las capas juntas, rear- ya se mencionó en el Documento 2, los suelos
man el resultado final del territorio diagnosticado pueden clasificarse de la siguiente manera: Suelo
o propuesto.31 Urbanizado, Suelo Urbanizable y Suelo No Urbani-
zable.
En ese sentido, “leer, interpretar y proponer” el
territorio a través de sus capas constituye: 3. Áreas Homogéneas.
Determina y caracteriza el tipo de áreas, sean éstas
∞ Un abordaje que permite acceder a la consolidadas, no consolidadas, intensamente mixtu-
complejidad de la construcción del territo- radas o no, degradadas, incompletas, en transición,
rio, habilitando su comprensión y sugirien- vacantes o expectantes, disponibles para el creci-
do, en simultáneo, pautas proyectuales; miento, etc., según variables como usos del suelo y
∞ Un mecanismo para detectar los compo- funciones urbanas (residencia, comercio, industria,
nentes del territorio, ordenarlos y jerarqui- servicios, administración, espacio público; espacio
zarlos, poniéndolos en relación entre sí;
∞ Un momento que introduce una cualidad 31. DIAZ TERRENO, Fernando. Propuesta pedagógica para Urba-
narrativa en el territorio, puesto que cada capa nismo 2B, febrero 2014.
69

FOLIO DE SECCIÓN
Plano de reconocimiento del sector

Plano de propuesta

Propuesta de Plan de Sector Noroeste de la ciudad de Córdoba y sur de Sierras Chicas.


Alumnos: Morán, Perdomo, Soler, Vallejos, 2017
productivo rural, centralidades, espacios patrimo- cambios, caudales e intensidad, adaptación, trans-
niales, corredores ambientales, reservas urbanas y formación y mejora de los existentes).
naturales, entre otros) y patrones urbanos y edilicios
que pueden variar independientes del uso, (tamaño 5. Matriz de infraestructuras.
y característica del parcelario, formas de ocupación, Determina parte de las condiciones de ca-
posicionamientos de la edificación en la parcela, re- lidad del Sector y de su capacidad para recep-
tiros, alturas, tipos edificatorios y de tejidos, entre tar nuevos actividades. Implica la provisión de
otros). Las áreas homogéneas reúnen aquellas por- servicios; generación, ampliación y/o manteni-
ciones de territorio con rasgos comunes entre sí y, en miento de redes de energía (electricidad), sani-
general, siempre cuentan con algún nivel de mixtu- tarias (cloaca), gas, telecomunicaciones, logísti-
ración interna. cas, entre otras.

4. Matriz de movilidad. 6. Sistema de espacios abiertos.


Determina el nivel de accesibilidad y conec- Determinan un “contrapunto” espacial con el sue-
tividad interna del Sector, y de éste hacia los sis- lo ocupado y pueden operar como un factor de equi-
temas urbanos generales. Se compone por: a) la librio en el territorio. A grandes rasgos, definimos
estructura conectiva existente ( jerarquías, forma, tres tipos de espacios abiertos: a) natural; b) rural; y c)
relación con las actividades, diversidad de escalas) espacios públicos urbanos. En todos los casos varían
y propuesta (nuevos trazados, completamiento, según la función urbana y territorial, el tipo, la escala,
continuidad); y b) la infraestructura de transporte la jerarquía, y uno de los rasgos más deseables en su
(sistemas, tipos, modo de desplazamiento e inter- configuración es la “continuidad” espacial.
71

FOLIO DE SECCIÓN
Capas del Plan del Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnos: Berger, Mollinedo y Vila, 2015.
Capas del Plan del Sector Este de la ciudad de Córdoba,
alumnos: Olmos, Martí, García, Tochi, 2015.
9. Gestión.
Determina los mecanismos de implementa-
ción del Plan de Sector y de los Proyectos Es-
tratégicos Territoriales que de él emanen, invo-
lucrando: instrumentos urbanísticos posibles
de aplicar; actores intervinientes y procesos de
participación ciudadana, la etapabilidad, los 73
recursos financieros, es decir, un conjuntos de
aspectos que garantizan la concreción del Plan.

FOLIO DE SECCIÓN
10. Áreas de Actuación.
Se corresponden con las Áreas de Oportu-
nidad emanadas del diagnóstico. Constituyen
porciones de territorio que, por sus condiciones
previas o potenciales, tienen la capacidad de al-
bergar proyectos que irán a repercutir positiva-
mente y de manera decisiva en la trasformación
7. Sistema de equipamientos / del área objeto del Plan de Sector. En otros tér-
Nodos de actividades. minos, las áreas de actuación alojan los Proyec-
Determina situaciones de referencia urbana y te- tos Estratégicos Terrirotiales (PET).
rritorial, por su carácter de actividades convocantes y
por constituir una importante concentración de fun- Finalmente, ¿a qué denominamos Proyecto
ciones. Sean de titularidad pública o privada, consti- Estratégico Territorial (PET)? Si bien esto se ex-
tuyen elementos estructurantes en el territorio, y su plicara de manera detallada en el Documento 4,
localización y la forma de agruparse, relacionarse o se trata de conjunto de actuaciones dentro de
posicionarse son determinantes, tanto como su área un fragmento de territorio; el “proyecto de la
de cobertura y la naturaleza de sus funciones princi- parte”, entre la ciudad y la arquitectura. Cons-
pales. Pueden ser: equipamientos educativos, depor- tituye un componente desagregado y autónomo
tivos, sociales, culturales y administrativos; clusters de un programa o de una política urbana, aun-
comerciales, de negocios y de servicios; distritos para que coherente con las escalas mayores donde
el ocio y el turismo; espacios para la producción e in- se emplaza, que involucra la realización de una
vestigación, entre otros. obra o trabajo específico y acotado, de acuerdo
a unas normativas y condiciones generales a las
8. Patrimonio. que debe atenerse, entre las cuales se encuen-
Determina un potencial componente en la organi- tran el tiempo de ejecución, las etapas previstas
zación del territorio a partir de las posibilidades que y el presupuesto destinado (Corti, 2015). El plan
abre la estructuración de sus recursos culturales. Es de masas, la formalización del fragmento espa-
condicionante y posibilitante de acciones de proyec- cial y la arquitectura adquieren en esta escala
to. Abarca el patrimonio natural, rural, paisajístico, un protagonismo particular.
cultural construido y cultural intangible.
Parte II

CRITERIOS PARA EL
DESARROLLO DEL
PLAN DE SECTOR

LOS TÉRMINOS DE REFERENCIA (TDR) tener componentes estructurales del territorio.


DEL PLAN DE SECTOR
c. En cuanto a los espacios abiertos.
Los TdR constituyen las condiciones de base Vemos fundamental contar con un razona-
que deben considerarse en el proceso de elabora- miento específico sobre los espacios naturales, los
ción del Plan de Sector, en los que subyacen cri- espacios rurales y los espacios abiertos en gene-
terios de intervención y posicionamientos acerca ral. En ese sentido, se deberá procurar coherencia
de lo que se aspira como territorio futuro. Los TdR con los lineamientos para los territorios de borde
abordan los siguientes aspectos: comentados en el Documento 2, siempre promo-
viendo la preservación de las áreas naturales, el
a. En cuanto al horizonte temporal. funcionamiento de las cuencas hídricas, las ca-
El Plan de Sector se planteará con una proyec- racterísticas del suelo y su aptitud para la edifica-
ción de veinte años. Este dato resulta fundamen- ción de cierta densidad, los canales, y prestando
tal para la consideración de las tendencias de cre- especial atención a las franjas de fricción entre los
cimiento demográfico. espacios naturales, los espacios rurales y las áreas
urbanas. Asimismo, se promoverá una con¬tinui-
b. En cuanto a los límites del Plan. dad entre los espacios abiertos preexistentes y los
Todo Plan tiene un área de referencia, a la que propuestos, así como la continuidad ecológica en-
se circunscribe sus lineamientos y propuestas. Es tre espacios naturales, rurales y públicos abiertos.
el espacio administrativo de aplicación del Plan,
que deberá responder a la necesidad de integrar d. En cuanto a la movilidad y el transporte.
si¬tuaciones que se consideren fundamentales Se deberá procurar coherencia con los linea¬-
para la consecución de sus estrategias generales. mientos para los territorios de borde comentados en
Los límites deben ser precisos y, en definitiva, con- el Documento 2. Es importante propender a una es-
bilitadas; e) en todos los casos promover la mixtura
de usos, tipológica y social, contemplando la compa-
tibilidad armónica de usos.

f. En cuanto a las áreas residenciales.


Considerar las siguientes condicionantes:
1. Uso residencial y soporte natural: se debe pres- 75
tar especial atención a: a) la resolución de bordes
en áreas urbanas colindantes a espacios naturales

FOLIO DE SECCIÓN
y rurales; b) la ocupación de área involucradas en
el funcionamiento del sistema hídrico y de super-
ficies inundables.
2. Áreas prioritarias para el completamiento de la
mancha urbana: a) bordes no definidos de barrios
existentes; b) completamiento de la mancha urba-
na en áreas aún no consolida¬das o en bolsones
tructura conectiva en red, debidamente ar¬gumenta- que así lo admitan dentro de áreas que presentan
da, proponiendo conectividades dónde fuese necesa- alto nivel de consoli¬dación; c) completamiento
rio para una mejor accesibilidad a las actividades y un de urbanizaciones insulares.
más equilibrado funcionamiento del Sector (ej. co- 3. Densidades admitidas: equivalentes a un ran-
nectividad transversal este-oes¬te). Algunas situacio- go entre 60 y 120 viviendas por hectárea (distribu-
nes posibles a proponer: a) incorporación de nuevas ción se-gún criterio de proyecto). Deberá justifi-
trazas, prolongación y/o modificación de trazas ac- carse las densidades menores o mayores al rango
tuales; b) calibrado de trazas de acceso a áreas indus- establecido.
triales y nodos logísticos de transferencia; c) soterra- 4. Consideraciones demográficas según datos
mien¬to o elevación de calles y trazados ferroviarios. tendenciales: a) se toma como referencia pri¬me-
En cuanto al transporte, en específico contemplar: ra la cantidad de población que la ciudad incor-
a) incorporación de trazas troncales y barriales para porará en los próximos veinte (20) años y estimar
la sistematización del transporte público existente y el porcentaje que el sector albergará. La incor-
otros medios a proponer; b) escenarios de intermo- poración de nueva población podrá responder a
dalidad y nodos intercambiadores de transporte. otras for¬mas alternativas de ocupación sin re-
currir a la expansión urbana. Por ejemplo: con-
e. En cuanto a los usos del suelo generalizados. solida¬ción, renovación o transformación urba-
Considerar las siguientes premisas: a) prohibir la na. La utilización de cada una de ellas debe estar
extensión de usos urbanos en detrimento de espacios jus¬tificada en función de objetivos y estrategias
rurales o naturales; b) fomentar el completamiento generales para la transformación del sector.
y reno¬vación de la mancha urbana existente; c)
contem-plar los diferentes roles territoriales involu- g. En cuanto a las áreas industriales.
crados en el sector; d) reforzar centralidades preexis- Se deberá considerar la tendencia a la concen¬-
tentes (barriales o de corredor) sean incipientes o de- tración planificada de la producción bajo las fi¬-
guras de parque industrial, parque tecnológico o
área logística. Como recomendación general, es-
tos espacios deben estar en relación con corredo-
res de movilidad (vial y/o ferrovial) que favorezcan
la accesibilidad; asimismo, deberán incorporar
franjas o áreas “fuelle” que separen estos espa-
cios de otras actividades, fundamentalmente, la
residencia (particularmente en los casos en que
la actividad industrial se considere incompatible
con otras actividades, sea por el grado de contami-
nación sonora, visual, auditiva, etc.).

h. En cuanto a los Nodos o Ejes de Equipamientos /


Servicios / Comercios.
Se deberá procurar coherencia con los linea-
mientos para los territorios de borde comentados
en el Documento 2. Asimismo, se preverán dife-
rentes escalas (territorial, urbana, sectorial/ba-
rrial), respecto tanto al alcance como al impacto
de la actividad. Se tendrá en cuenta la relación de
aquellas con la matriz de movimiento y la relación
nodo-corredor que estás actividades puedan gene-
rar. Respecto a las centralidades, ver ítem e.d)

i. En cuanto a las áreas productivas rurales.


Promover la conservación de los escasos espa-
cios rurales productivos o, en caso de ser incom-
patibles con las tendencias del Sector (producción
extensiva, por ejemplo), proponer su reconversión
en área de producción intensiva compatible con la
residencia y demás usos urbanos.

j. En cuanto a las Áreas de Actuación u Oportu¬nidad.


Son aquellas que alojarán los Proyectos Estra-
tégicos Territoriales (PET) y que deberán tener la
capacidad de admitir la localización de nuevos
proyectos de escala y/o la apli¬cación de procesos
de reconversión, renovación o mejora urbana so-
bre la base de una suma de proyec¬tos medianos
y pequeños. Foto satelital. Sector Sur de la ciudad de Córdoba.
FOLIO DE SECCIÓN
77
Roma Interrotta 1978
Documento IV

EL TERRITORIO 79

FOLIO DE SECCIÓN
Y SUS PARTES

Los objetivos de este documento son:

Indagar en la relación Plan – Proyecto, como dos instancias de un mismo


proceso que se retroalimentan entre sí, cada una con sus escalas, complejida-
des, implicancias específicas.

Ejercitar la comprensión del fragmento urbano con relación al Plan de


Sector, avanzando en aproximaciones escalares menores -Proyecto Urbano-,
relacionadas con el componente arquitectónico del urbanismo.

Comprender la dimensión operativa del urbanismo, orientada a la inter-


vención física y a la transformación material de la ciudad y el territorio, así
como ensayar mecanismos de gestión, con énfasis en la participación de ac-
tores urbanos y en los instrumentos urbanísticos disponibles.
Parte I

CONCEPTUALIZACIÓN
DEL PROYECTO
ESTRATÉGICO
TERRITORIAL

1. LA CIUDAD POR PARTES 32 co para definir un mecanismo innovador de cons-

P
trucción de ciudad y una metodología que garan-
royecto Estratégico Territorial (PET) es tizaría la materialización de proyectos. Algunas
una noción que usa la Cátedra de Urba- experiencias de las décadas del 60 y 70 sirvieron
nismo 2B para hacer refe­rencia a aquel para poner en práctica el concepto de “ciudad por
proyecto de escala intermedia (entre la partes”, como una forma de hacer frente a la esca-
ciudad y la arquitectura), localizado en una de las sa operatividad de las visiones totalizadoras cen-
Áreas de Actuación u Oportunidad detectadas en tradas en la figura del Plan Regulador. Proyecto,
el Plan de Sector (Documento 3). Es “estratégico” proceso de concreción y producto visible, enton-
y “territorial” porque reúne una serie de acciones ces, aparecieron en el escenario de la planificación
me­ditadas y encaminadas hacia un fin determina- urbana como instancias que integrarían aquella
do, y porque su desarrollo supone un efecto po- modalidad de resolver los problemas que presen-
sitivo más allá de los propios límites de la inter- taba la ciudad de finales del siglo XX.
vención, es de­cir, para el conjunto del Sector. En
la tradición ur­banística, el abordaje de la escala Nociones en torno al proyecto urbano
intermedia, a los fines de su intervención, es en-
cuadrada dentro de lo que habitualmente se deno- Diferentes autores coinciden en destacar cier-
mina “Proyecto Urba­no”. En tal sentido, el Proyec- tas características que hacen al proyecto urbano
to Estratégico Territorial reúne las características del y lo identifican de otras operaciones sobre la ciu-
Proyecto Urbano, pero con una definida vocación de dad. Implicaría, por un lado, una reivindicación de
impacto territorial..
32. Los ítems 1 y 2 se desarrollan en base a DÍAZ TERRE-
NO, Fernando. “Nociones teóricas sobre Proyecto Urbano”,
Desde la década del 80, el término “proyecto en Lógicas espaciales de la productividad urbana, Informe de
urbano” es cita obligada en el discurso urbanísti- Investigación 2004, SECYT, UNC, 2005
81

FOLIO DE SECCIÓN
la dimensión proyectual del fenómeno urbano, en nos exclusivos sobre el objeto arquitectónico, pero
tanto el proyecto como fuente insustituible en la tiene la capacidad de afectar a lo primero y el im-
generación de teorías y de prácticas; por otro, una perativo de resolver lo segundo. En ese sentido,
reconceptualización de la escala de intervención, se trataría de concentrar las acciones en un sec-
en donde, más que a parámetros cuantitativos, tor de la ciudad para transformar su fisonomía, su
pareciera aludir a las complejidades específicas y, comportamiento y su significado en el imaginario
a la vez, abarcativas del conjunto urbano, capaces colectivo, con consecuencias en su área inmediata
de residir en un fragmento de ciudad, siendo esta y en el desarrollo de tendencias que impactarán
doble condición -lo particular y lo genérico- la que sobre la estructura general, detrás de una idea de
se expresarían en una escala intermedia, a través ciudad que admite ciertos niveles de autonomía
de operaciones urbanas que articulan lógicas más de las partes, pero que se entiende en la articu-
generales con modalidades particulares de confi- lación de las mismas, identificando a cada pieza
guración de espacios y edificaciones. En esa línea, como parte constitutiva de un todo (Garay, 2004).34
el economista salvadoreño Mario Lungo aproxima En lo antemencionado subyace una nueva
una definición de esta escala de proyectos y las re- relación dentro del urbanismo, entre escalas e
laciona con “operaciones urbanas que asumen la
forma de programas de intervención a través de 33. LUNGO, Mario. 2004. “Proyectos urbanos: una visión gene-
ral”, en Lungo, M. (comp.) Grandes proyectos urbanos. Lincoln
un conjunto de acciones urbanas de nivel inter- Institute of Land Policy - UCA Editores, Universidad Centroa-
medio que, por su integración, tiene un profundo mericana José Simeón Cañas. San Salvador.
impacto en el desarrollo de la ciudad” (2004:17).33
34. GARAY, Alfredo. 2004. “El montaje de una intervención ur-
bana”, en Lungo, M. (comp.) 2004. Grandes proyectos urbanos.
Es otros términos, el proyecto urbano no opera Lincoln Institute of Land Policy - UCA Editores, Universidad
sobre una totalidad urbana ni tampoco en térmi- Centroamericana José Simeón Cañas. San Salvador.
Parque de la Villette, Bernard Tschumi. 1982
83

FOLIO DE SECCIÓN
instancias operativas: se diluye la dicotomía en- ción de articulador de arquitectura y ciudad, y
tre plan–proyecto. Mientras el plan decantó en lo convierte en un instrumento técnico que abor-
una postura distanciada de la formalización de da la complejidad urbana, y una forma de conoci-
la ciudad, que supeditó su organización a una miento sobre el modo de operar en la ciudad y el
secuencia gradual de escalas de intervención territorio, trascendiendo el propio ámbito de in-
que, por lo general, no llegaba a abordar la re- tervención, con programas en los que domina el
solución de las formas, el proyecto desatendió espacio público y lapsos de tiempo lógicos para
la estructura de inserción detrás de una excesi- su concreción.35 Como instrumento, es específi-
va autonomía de la arquitectura, sin contemplar co en su respuesta a las condiciones del lugar y
el impacto sobre el conjunto y negando la capa- del programa, y es flexible frente a la contingen-
cidad reestructuradora que alberga toda pieza cia y a las demandas cambiantes.
anclada coherentemente en un configuración La incorporación de la noción de temporali-
general. De allí, que el proyecto urbano supon- dad en las actuaciones urbanas es una deriva-
ga la existencia de un plan más abarcativo, en
donde el proyecto pueda convertirse en uno de
los ejes para repensar la ciudad y transformarla 35. FONT, Antonio. 2003. “L’evolució històrica dels ensenya-
en consecuencia. ments d’urbanisme i perspectives de futur”, en Informe del
Seminari de Reflexió sobre els Ensenyaments d ’Urbanisme i Or-
El plan, en esta línea, adquiere un nuevo denació del Territori a les Universitats Catalanes, Barcelona, sep-
valor: relanza al proyecto urbano en su condi- tiembre de 2000 / enero de 2002.
ción del imperativo de construir lo proyectado nos -al menos como enunciado- una importante
que, combinado con el papel de la gestión, exige presencia de programa públicos, que garantiza
definir objetivos, etapas y actores para cada tra- permeabilidad urbana, articulación con entornos
mo del proceso de concreción del proyecto, así inmediatos y apropiación ciudadana.
como los aspectos económicos y los criterios de
inversión que aseguren su viabilidad financiera, 2. EL CONTEXTO DEL SURGIMIENTO
asumiendo este conjunto de aspectos dentro de DEL PROYECTO URBANO. Rupturas y
la práctica urbana como cuestiones claves de la continuidades históricas
transformación material de ciudad. De esta ma-
nera, la nueva relación entre plan y proyecto se A fines de la década del 60 se hace evidente una
presenta como un encadenamiento de instan- crítica radical a las doctrinas y prácticas de la pla-
cias que conforman un adecuado mecanismo nificación tecnocrática y centralizada que se venía
de transformación y control de grandes áreas desarrollando desde el inicio de la segunda pos-
urbanas, reuniendo planteos teóricos, procesos guerra. Fue una instancia de decantación, un mo-
de consulta ciudadana, promotores y arquitec- mento en que, en palabras de Novick (2003), “la
tos. En esta dimensión compleja del proyecto primera modernidad dejó de ser vanguardia para
urbano convergen así espacialidad y tempora- transformarse en experiencia evaluable”38. Algu-
lidad, es decir, la relación dialéctica entre ho- nas cuestiones a considerar:
rizontes de espera y espacios de experiencia.36
∞ La crítica al Plan Regulador implicó el re-
Podría señalarse, entonces, que la visión del chazo de su carácter abstracto, poniendo en
proyecto urbano como proceso en sí mismo y la tela de juicio el modelo del zoning y despla-
constatada larga duración de las transformacio- zando la homogeneidad de los programas
nes de la ciudad alejan definitivamente la idea del habitacionales hacia un plan que iría incor-
proyecto en su concepción objetual, y pone énfasis porando la forma y la espacialidad y no sólo
en su capacidad para absorber los cambios en con- la función y la estructura. Así, la crisis de la
textos de incertidumbre y de adecuarse a diversas planificación tradicional, el fracaso de las vi-
demandas, incluso aquellas derivadas de diversas siones totalizadoras, y cierta dispersión dis-
instancias de participación ciudadana. Esta flexi- ciplinar favoreció en los años 80 el desarrollo
bilidad programática se traduciría en un planteo de lo que se denominó “planificación estraté-
abierto de actividades mixturadas, que a su vez
abre el juego a una multiplicidad de actores y a la
36. MIGNAQUI, Iliana. 2000. "Política de recuperación urba-
agregación de diferentes tipos de iniciativas. Asi- na", en Revista de Arquitectura N° 205, SCA, Buenos Aires.
mismo, el carácter público-privado de la mayoría
de los proyectos urbanos produce una alteración 37. ORDEIG CORSINI, José M. 2004. Diseño urbano y pensamiento
del esquema tradicional, donde el plan se conce- contemporáneo. Instituto Monsa de Ediciones. Barcelona.
bía como público y el proyecto como privado, para
admitir diversas combinaciones de actores y di- 38. NOVICK, Alicia. 2004. “Espacios y proyectos: oposiciones,
hegemonías e interrogantes”, en Revista Vitrubio, Arquitextos,
seños específicos de gestión.37 En este marco, sin Nº 054.01, año 05, noviembre. Recuperado el 28/8/17 (http://
embargo, prevalece en numerosos proyectos urba- www.vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/05.054/524)
85

FOLIO DE SECCIÓN
Ciutat dels Motors, Josep Lluís Sert, 1945
Plan Amsterdam Sud, H.P. Berlage, 1917

Plan de Expansión General de Amsterdam, Cornelis van Eesteren, 1934


gica”, como paradigma planificador flexible Si bien hoy el proyecto urbano es una herramienta
y operativo, centrado en la gestión y en la in- de transformación de la ciudad, la idea de la transfor-
tegración de actores, que brindó al proyecto mación urbana, la idea de operar en fragmentos y la
urbano un lugar de privilegio. preocupación por la materialización formal de las ciu-
dades no es nueva en la historia urbana. Incluso, en el
∞ El repliegue de “lo público” en la construc- siglo XX ha habido momentos de convivencia con la
ción de la ciudad fue clave en aquel proceso. planificación tradicional. Es decir, el proyecto urbano 87
La intervención pública se tornó más selectiva, es deudor de una extensa cultura urbanística sobre
disminuyendo su intervención en el mercado la cual se asienta y, en tal sentido, puede entenderse

FOLIO DE SECCIÓN
del suelo y en el capital fijo urbano. En ese con- como un reposicionamiento en escena de ciertas tra-
texto, no se visualizaba como prioridad la ex- diciones, en otros macrocontextos de actuación.39
tensión física de la ciudad, sino las operaciones
puntuales más sinérgicas, que lograran motori- Diversos autores mencionan distintas instancias
zar el desarrollo urbano. en donde la intervención en la escala intermedia
ejemplifica momentos de transformación de la ciu-
∞ El impacto de los procesos de desindustriali- dad, las denominadas “generaciones de proyectos
zación se suma a lo antemencionado, viniendo urbanos”.40 A continuación, planteamos un recorrido
a definir lo que se denominó “condición urba- posible de las continuidades y rupturas en operacio-
na posfordista” que, al interior del espacio físi- nes de fragmento urbano a lo largo del siglo XX.
co de la ciudad, se expresó en numerosas áreas
vacantes (predios industriales, parrillas ferro- Momento 1.
viarias, áreas portuarias, etc.), vistas como es- Periodo: 1890 - 1920
pacios problemáticos, que requerían encontrar
una respuesta para su reinserción urbana. Asi- Rasgos generales: aparición de un pensamiento
mismo, una parte del capital industrial, frente renovador con doble mirada: hacia el pasado y hacia
a dicho contexto, se ve obligado a un tipo de re- el futuro. El arquitecto pone el acento en el “hacer” y
conversión del sector que se caracterizó por su no en un proyecto abstracto: la ciudad no deber ser
desplazamiento a los negocios inmobiliarios. un producto burocrático meramente mecánico.41 La
monumentalidad es el punto de confluencia, en una
∞ La probada inoperancia de la planificación combinación de elitismo y esteticismo depurado. Te-
tradicional es contrarrestada con una fuerte de-
manda de concreción de las transformaciones 39. SOLÁ MORALES, Manuel de. 1987. “La segunda historia del
proyecto urbano”, en Revista UR N° 5. Barcelona
urbanas. El proyecto urbano aparece como una
nueva escala de ciudad, por lo cual los gobier-
40. EZQUIAGA, José María. 2001. “Projetos de transformaçao
nos la visualizan como instrumento de control urbana na madri do fim do século”, en Abramo, P (org.) Cidades
de suelo que van ampliando y sofisticando sus em transformaçao: entre o plano e o mercado, IPPUR-Universida-
dispositivos (instituciones, instrumentos y pro- des Federale do Río de Janeiro, Río de Janeiro.
cedimientos).
41.SITTE, Camillo. 1889. Construcción de ciudades según
Los anclajes históricos del proyecto urbano principios artísticos, citado en Schorske, C. E. 1981. Viena Fin-
de-siècle. Política y cultura, Gustavo Gili. Barcelona.
Proyecto Lakefront de Chicago.
E. Saarinen, 1922 Plan Voisin, París, Le Corbusier, 1925

Hook New Town, Smithson, años 50

Hook New Town, Smithson, años 50 Plan Lijbaan, Rotterdam, J. Bakema y J. Van den Broek, 1956
89

FOLIO DE SECCIÓN
mas y actores: a) centros cívicos y el movimiento de la Ejemplos: Plan Voisin, París, (Le Corbusier, 1925);
city beautiful, con desarrollos a cargo de comisiones Proyecto Lakefront de Chicago (E. Saarinen, 1922).
de planificación del sector privado;42 b) expansión
urbana y solución habitacional con servicios, donde Momento 3.
prevalece lo público en la construcción de las perife- Periodo: Segunda posguerra, décadas del 50 y 60.
rias residenciales. En ambos casos, subyace una he-
rencia haussmanniana en la forma de componer el Rasgos generales: “Primera generación de pro-
espacio urbano. yectos urbanos”. La discusión sobre el diseño del
Ejemplos: Propuestas insertas en el Plan de Chi- espacio público y la formalización urbana: las pie-
cago (D. Burnham, 1909); Plan Ámsterdam Sud (H. zas urbanas y su articulación con el resto de la ciu-
Berlage, 1915-1917). dad. Las escalas intermedias entre el gran edificio y
el soporte-ciudad: la preocupación de los espacios
Momento 2. de relación. Flexibilidad y reinvención de los espa-
Periodo: Entreguerras, décadas del 20 y 30 cios urbanos. Escalas manipulables que atienden
tanto a lo particular como a lo general y facilitan di-
Rasgos generales: contexto del Movimiento versas convivencias.44 Espacio público y movilidad:
Moderno. Mirada de la arquitectura a la ciudad. La ruptura de idea de ciudad sobre la base de hipótesis
ciudad formalizada. La continuidad de la noción fijas. Valoración del paisaje que va creando una sen-
de proyecto como imagen-síntesis. La arquitectu- sibilidad por lo medioambiental.
ra como unidad y la ciudad como máquina. Puntos Ejemplos: Plan Lijbaan, Rotterdam (J. Bakema y J. Van
de contacto con contexto capitalista actual: lim- den Broek, 1956); Plan para Berlin (P. y A. Smithson, 1960).
pieza de áreas, control social, dominio del artefac-
to arquitectónico.43
43 ZAERA POLO, Alejandro. 1994. “La organización material del capi-
talismo avanzado”, en Revista Dominó, N° 2, Marzo de 1998. Facultad
42. Ver MANIERI-ELIA, Mario. 1975. “Por una ciudad imperial. de Arquitectura, Universidad de la República, Montevideo.
Daniel H. Burnham y el movimiento City Beautiful”, en Cucci,
G.; Dal Co, F; Manieri Elia, M; TAFURI, M. 1975. La Ciudad Ameri-
cana. De la guerra civil al New Deal, Gustavo Gili, Barcelona. 44. ORDEIG CORSINI, J. M. Op. Cit.
Momento 4. Momento 5.
Periodo: década del 70 hasta mediados de los Periodo: mediados de la década del 80, inicios del
años 80. siglo XXI

Rasgos generales: “Segunda generación de Rasgos generales: “Tercera generación”: auge


proyectos urbanos”. Abandono definitivo del zo- del proyecto urbano. Contexto de la planificación
ning y rechazo a la ciudad mecanicista. La “vuel- estratégica y el “relanzamiento” de las ciudades.
ta” a la ciudad. La recomposición urbana pasa Relación no jerárquica con el Plan. Distintos
por la definición de las partes que recomponen abordajes del proyecto urbano: de lo particular a
el conjunto. El plan debe incorporar la forma. La lo general (abordaje empirista) y desde visiones
necesidad de dar forma precisa a la intervención globales para arribar a concreciones particula-
urbana y el requerimiento de flexibilidad: el tipo res (abordaje racionalista).45 Nuevos programas,
edificatorio (Saverio Muratori y Carlo Aymonino). nuevos mecanismos de organización de las in-
El proyecto del fragmento como fin y no como tervenciones. Proyectos emblemáticos, solución
medio. Rechazo a las “islas” autosuficientes. Va- a vacancias urbanas de localización estratégica,
lorización de las condiciones del lugar: la identi- equilibrio de déficits urbanos de centralidades.
dad, la historia, las “preexistencias ambientales” Liderazgo del Estado en operatorias urbanas.
(Ernesto Rogers). La arquitectura como organiza- Discusión sobre la segregación socioespacial.
dora de la ciudad (Aldo Rossi). Ejemplos: ZAC Bercy, París (década del 80); Plan
Ejemplos: Plan Regulador para el Centro Histórico Especial del Port Vell, Barcelona (1987-1989);
de Bolonia (Tendenza Italiana, 1971); Parque de La Puerto Madero, Buenos Aires (1989).
Villette, París (B. Tschumi, 1982).
45. ORDEIG CORSINI, J. M. Op. Cit.
91

FOLIO DE SECCIÓN
Parque de la Villette, Bernard Tschumi. 1982 Plan Regulador para el Centro Histórico de Bolonia, Tendenza Italiana, 1971

Puerto Madero, Buenos Aires, 1989


Cuadro Nºº 2: Tipos de proyectos urbanos según programa, contexto y localización (Portas, 2003).
3. TIPOS DE PROYECTOS URBANOS.
Rasgos actuales e impactos

A finales de la década del 90, en su artículo “El


surgimiento del proyecto urbano”, Nuno Portas
realiza una clasificación de proyectos urbanos, en
un momento en que ya se contaba con numero- 93
sos casos que permitían arriesgar una evaluación
sobre el tema. La gran diversidad de operaciones

FOLIO DE SECCIÓN
responden a distintas naturalezas de problemas:
en Estados Unidos, el proyecto urbano se asocia a
megaproyectos y a grandes infraestructuras urba-
nas; en Francia, asumen un carácter procedimen-
tal a través de la figura de la ZAC (Zone d’Amé-
nagement Concerté); en España, se apuesta a la
capacidad inductiva de los proyectos, arribando
a intervenciones emblemáticas; en América Lati-
na, la diversidad de tipos y objetivos expresa la
dependencia de las operaciones urbanas de la
historia, las prácticas urbanísticas y los marcos
jurídicos de cada lugar.

El Cuadro Nº 2 intenta ordenar aquel panora-


ma diverso, a partir de cruzar tres variables: a) el
objetivo o problema que se quiere resolver con el
proyecto urbano (programa principal); b) la situa-
ción exógena que lo desencadena o lo hace posi-
ble (el tipo de ocasión); y c) el contexto territorial
de emplazamiento (tipo de localización).46

Síntesis de las características del proyecto


urbano contemporáneo 47

Se asume que el proyecto urbano se ha insta-


lado como escala de actuación en la ciudad. Su
novedad reside en que puede mediar entre las exi-
46. PORTAS, Nuno. 2003. “El surgimiento del proyecto urba-
no”, en Perspectivas Urbanas Nº 3, Universidad Politécnica de gencias espaciales de las inversiones económicas
Cataluña. [1998]. en las ciudades y el propio requerimiento de éstas
de transformación urbana. Una síntesis del pro-
47. En base a LUNGO, M. Op. Cit. yecto urbano en la actualidad es la siguiente:
Cuadro Nº 3. Impactos favorables y desfavorables de una operación urbana de envergadura (sobre la base de Lungo, 2004).
● Nueva relación entre plan y proyecto. En el pensa- del zoning); b) a la mezcla de sectores sociales (ej.
miento tradicional la idea el proyecto es concebido operaciones típicas de mercado inmobiliario con
como la etapa final dentro de una agenda de pro- vivienda de protección social; c) a la garantía de es-
gramas y proyectos, que por lo general nunca se de- pacios públicos aglutinadores de diversidad.
sarrollaban y se mantenían en altos niveles de abs-
tracción. En la cultura urbanística actual, donde la ● Nuevas formas de gestión. Responde a la deman-
arquitectura viene ocupando un lugar privilegiado, da de concreción de los proyectos, que implica un
el Plan incorpora la forma y la espacialidad, y no encadenamiento de instancias y mecanismos (con- 95
sólo la función y la estructura. Hay una voluntad cepción de la iniciativa, programación, diseño y eje-

FOLIO DE SECCIÓN
de hacer “arquitectura de la ciudad”. Asimismo, la cución). Las intervenciones sobre grandes predios
escala intermedia resulta más susceptible de ser o sobre fragmentos de ciudad se presentan como
ejecutada en pocos años. oportunidades para articular la capacidad de inter-
vención de diferentes actores (públicos y privados)
● Carácter estratégico de la localización. Más allá de en el marco de instituciones de cierta complejidad.
los diferentes tipos de localizaciones, se sitúan en El proyecto urbano es un proceso en sí mismo, pero
espacios que revisten el carácter de “áreas de opor- siempre es específico, con pautas y concertaciones
tunidad”. El proyecto urbano es un ámbito de con- específicas, en un área específica.
centración de capital por lo que su localización es
decisiva. Esto ya sea en términos de inversión eco- ● Rol promotor en el desarrollo urbano. El proyecto
nómica y so­cial o por las posibilidades de generar urbano actúa entre las exigencias de inversiones
efectos territoriales más allá de su área de actua- económicas (rentabilidad privada o de empresas
ción. estatales, caso Medellín) y el proceso de transfor-
mación de la ciudad. Asimismo, el componente
● Carácter “complejo” desde su concepción. La supe- público debe ser importante, tanto en la inversión
ración de la monofuncionalidad, el requerimiento como en los programas.
de involucrar una diversidad de actores y el man-
dato de concreción, demanda no solo mix de usos, Síntesis de impactos favorables y desfavorables del
sino también de usuarios y de tiempos de materia- proyecto urbano
lización.
Todo proyecto urbano conlleva impactos urbanos
● Mixturación programática y flexibilidad. El progra- y medioambientales. Preverlos, permite adoptar me-
ma es un tema clave, atraviesa prácticamente todas didas de mitigación, modificación u optimización del
las instancias del proyecto urbano y es uno de los proyecto desde su concepción y en las diferentes eta-
aspectos que más se modifican a lo largo del pro- pas de su concreción. Y está de más decir que parte
pio proceso concreción de la idea. Debe admitir la del éxito de un proyecto urbano radica en la dominan-
flexibilidad para afrontar las incertidumbres pro- cia de impactos favorables, así como en el incremento
pias de dicho proceso. Se trata de “programas ur- de efectos positivos. La experiencia demuestra de que
banos” que superan significativamente la escala de esto se cumple si el proyecto urbano se encuentra en
la parcela, capaces de generar efectos en cadena. relación con un plan integral de desarrollo urbano.
La mixturación se orienta: a) a la mezcla de usos Tomando como base a Lungo (2004), el Cuadro Nº 3
y programas complementarios (toma distancia sintetiza un conjunto de impactos posibles.
Proyecto Estratégico Territorial en el Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnas: Berger, Mollinedo y Vila, 2015.
FOLIO DE SECCIÓN
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Proyecto Estratégico Territorial en el Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnas: Berger, Mollinedo y Vila, 2015.
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Proyecto Estratégico Territorial en el Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnas: Berger, Mollinedo y Vila, 2015.

Proyecto Estratégico Territorial en el Sector Este de la ciudad de Córdoba. Alumnas: Berger, Mollinedo y Vila, 2015.
Parte II

LA GESTIÓN
URBANA

1. CONCEPTOS GENERALES

La reflexión sobre la gestión urbana se remonta Más específicamente y según el aspecto que
a la década del 60 del siglo XX, con la crisis del Es- se trate, la gestión urbana admite diferentes ti-
tado de Bienestar y de la planificación tradicional, pos de definiciones. Unas más generales que la
ésta basada en predicciones con arreglo a los prin- conciben como interfaz entre la idea y la acción,
cipios de modernización de la vida social, raciona- es decir, como proceso relacional que conecta la
lización de los procesos y secularización de las ac- potencia de la idea con la fuerza de la realización
tividades humanas (Carreño; Durán, 2015).48 Este (Ortega, 2008)49 o como “la suma de las muchas
paradigma dominó el escenario de la planificación formas en que los individuos e instituciones pú-
en las primeras dos décadas de la posguerra hasta blicas y privadas planifican y administran los
los años 70, momento en que se replantean drásti- asuntos comunes de la ciudad” (GEUR, 2012, p.
camente los postulados del Plan Regulador, insta- 3).50 Otra definición más abarcativa, entiende a la
lándose de manera creciente la noción de gestión gestión urbana como el conjunto de instrumen-
urbana en la planificación de las ciudades y el te-
rritorio. 48. CARREÑO Claudia I; DURÁN, Armando. 2015. “Reflexiones so-
bre la enseñanza de la gestión urbana: un ejercicio necesario para
construir la ciudad”, en Urbe. Revista Brasileira de Gestão Urbana
El término “gestión” se asocia a las siguien- (Brazilian Journal of Urban Management), Nº 7, ene/abr., 136-147.
tes acciones: a) llevar adelante una iniciati-
va o un proyecto; b) ocuparse de la administración, 49. ORTEGA, Cristian. 2008. “Algunas consideraciones sobre la de-
organización y funcionamiento de una empre- finición, importancia y complejidad de la gestión urbana: a manera
de introducción”, en Grupo de Investigaciones. La gestión urbana: de-
sa, actividad económica u organismo; c) manejar o bates y aplicaciones, Universidad Piloto de Colombia, Bogotá, 11-23.
conducir una situación problemática. Citado por CARREÑO, C. y DURÁN, A., Op. Cit.
101

FOLIO DE SECCIÓN
tos, mecanismos e iniciativas para la normaliza- venios); aspectos políticos (mandatos, periodos de
ción de la ocupación y el uso del suelo urbano y gobierno, relaciones entre los poderes del Estado
rural (gestión territorial), articuladas por fuerzas y los niveles jurisdiccionales, participación) y as-
políticas e iniciativas de la sociedad local (gestión pectos técnicos (proyecto, ejecución, sustentabili-
política) y que tiene como final la generación de dad). La gestión urbana y del territorio se aplica
procesos de planificación urbanística que debe- en los diferentes niveles del Estado -nación, pro-
rán asegurar la preservación del interés público vincia y municipio-, según el espacio físico que se
frente al privado (gestión urbanística).51 administra y las implicancias jurisdiccionales que,
incluso, pueden involucrar ámbitos descentraliza-
Para Corti (2015), gestión urbana es el conjunto dos, metropolitanos y regiones internacionales.52
de tareas y procedimientos que permiten concre- A partir del último cuarto del siglo XX, el urba-
tar en la práctica las políticas, planes, programas nismo procura especialmente incorporar la gestión
y proyectos elaborados por los equipos técnicos como elemento básico de su tarea, lo que se denomi-
a cargo de la planificación general o sectorial, y
que involucra aspectos económico-financieros
(disponibilidad de financiamiento, distribución
50. GEUR (2012). Guía básica de Gestión Urbana. (http://www.geur.
de ingresos y egresos en el tiempo, recuperación, com.mx/ geur/guiabasica.pdf).
elaboración presupuestaria, manejo de partidas),
aspectos administrativos (programación de acti- 51. https://es.wikipedia.org
vidades, procesos licitatorios, actos administrati-
vos), aspectos legales (normativas, tratados, con- 52. CORTI. M. Op. Cit.
Corte esquemático y planimetría del proyecto de La Sagrera, Barcelona.
nó, el “paso del plan-libro” a la planificación estraté-
gica y a la programación. Como ya se mencionó, en
este contexto el proyecto urbano adquiere protago-
nismo, como instrumento que viene a brindar ciertas
garantías de concreción de las ideas de transforma-
ción de la ciudad.
103
2. EL MONTAJE DE UN PROYECTO
URBANO 53

FOLIO DE SECCIÓN
Como articulador entre la arquitectura y la ciudad,
el Proyecto Urbano (que, como aclaramos en Urba-
nismo 2B, denominamos “Proyecto Estratégico Te-
rritorial”) adquiere un nuevo estatuto como instru-
mento técnico que puede abordar la complejidad de
la ciudad y una herramienta de conocimiento sobre
el modo de operar en situaciones urbanas y territo-
riales. Garay (2004) sostiene que hay que desmante-
lar el mito de que la implementación de un proyecto
urbano es altamente complejo y oneroso, y que solo
es viable en grandes metrópolis o países centrales. Sí,
advierte sobre la necesidad de políticas urbanas con-
sistentes, de una voluntad de continuidad y un rol de
liderazgo de los municipios.

Tanto Garay como Corti establecen una serie de


pasos para la concreción de un proyecto urbano,
cuya síntesis desarrollamos a continuación:

I. La concepción. Debe producirse una coincidencia


entre lógicas y oportunidades.Por un lado, a) la ló-
gica de la necesidad (de vivienda, espacios verdes,
movilidad, saneamiento) o de índole social, eco-
nómica, política (generación de empleo, reactiva-
ción o reconversión de la economía, integración
de grupos sociales, etc); b) la lógica de la ganancia
(valorización del suelo y/o de la ganancia de las

53. Aquí se sigue a GARAY, A., Op. Cit., 2004 y a CORTI, M., Op.
Cit. , 2015.
Programa de Actuación y Renovación Urbanística Portal del Abasto, Municipalidad de Córdoba / TIPU-FAUD-UNC, 2004

empresas constructoras y los desarrolladores o de gestionar la operación? El objetivo del segundo


promotoras inmobiliarias); c) la lógica del deseo paso es realizar una formulación correcta.
(de representación, de calidad de vida, de integra-
ción o segregación, de seguridad, etc.). Por otro III. Formulación del proyecto. La primera inversión
lado, a) la oportunidad espacial (existencia de área es un dossier con la iniciativa correctamente for-
disponible o en condiciones de serlo); b) la oportu- mulada (contenidos, objetivos, acciones e instru-
nidad política (contexto favorable); c) la oportuni- mentos a utilizar y efectos); una evaluación cuan-
dad económica (disponibilidad de financiación y titativa (superficie de área afectada, volumen a
capitales para la inversión). Asimismo, la iniciativa edificar, costos de infraestructuras, costos y bene-
puede ser estatal, privado, social, técnico-profesio- ficios de la inversión, incluyendo los efectos en la
nal. El objetivo del primer paso es diseñar meca- valorización de los entornos urbanos); y una ima-
nismos tendientes a persuadir a otros actores para gen-objetivo. El objetivo del tercer paso es soste-
su involucramiento en la operación. ner la iniciativa, provocar reacciones y soportar los
debates, además de encarar las prefactibilidades.
II. Las “contraseñas”. El predio, la financiación,
la rentabilidad y la gestión. Preguntas claves que IV. Evaluación de factibilidades. Se trata de un
debe responderse: ¿Quién o quiénes son propieta- conjunto de estudios: factibilidad ambiental
rios de los predios y cómo se incorporarán al pro- (capacidad de soporte natural o construido
yecto? ¿Quiénes financiaran la operación? ¿Cómo con anterioridad al proyecto físico de la ope-
se recuperará la inversión? ¿Quién estará a cargo ración); factibilidad económica-financiera;
gularización y transferencia de la propiedad del
suelo); d) formular el plan maestro o esquema
director (estudio de preexistencias paisajísticas
y construidas, presencia de infraestructuras, ca-
talogación del patrimonio, relación con entor-
nos, lineamientos del proyecto). Los aspectos
centrales del proyecto urbano en esta instancia 105
son: a) proyecto del suelo (dominios, valoración
de preexistencias, relación con entornos, suelo

FOLIO DE SECCIÓN
privado y público, reparcelamiento, conectivi-
dades, infraestructuras, generación de espacio
público); b) programación (tipo y escala de las
actividades, mix de usos); c) plan de masas (lle-
nos y vacíos, edificabilidad, pautas normativas);
y d) la arquitectura del fragmento. Finalmente,
la selección de los equipos profesionales o aper-
tura de concurso público de proyectos. El obje-
tivo del quinto paso es definir un organigrama
interno, acceder al dominio del suelo, manejar
herramientas que garanticen el proceso y defi-
factibilidad técnica (provisión de infraestruc- nir una estrategia (actores, recursos y tiempos)
turas, resolución de transporte y movilidad, y los aspectos centrales del proyecto.
disponibilidad de agua, dificultades geológi-
cas, etc.); factibilidad jurídica (acuerdos entre VI. Instancias de legitimación social y técnica. Pre-
sectores públicos y privados, situación catas- sentación y discusión pública del proyecto (permi-
tral, normativa existente o adecuación de la te involucrar al ciudadano de manera activa en el
misma); factibilidad política (repercusión po- proceso, abre alternativas de negociación y permi-
lítica, posibilidad de realizarla en los términos te corregir aspectos discutibles del proyecto.
de una mandato, acompañamiento legislativo,
opinión de la sociedad). El objetivo del cuarto VII. Plan de comercialización. Estudios de mercado,
paso es viabilizar el proyecto y eliminar posi- diversificación del producto, política de comuni-
bles obstáculos, así como definir el panorama cación.
de disconformes y aliados.
VIII. Plan de obras y plan financiero. Selección de
V. Diseño de la operación y la gestión. Implica: a) tecnologías, definición de etapas (las acciones pri-
constituir la entidad promotora (quien liderará meras que desencadenan las otras), módulos de
el proceso sucesivo de la operación); b) definir proyectos (que ofrezcan alternativas de financia-
el programa (debe responder a diversas prue- miento de las obras), sistematización de detalles,
bas: eficacia, viabilidad y visibilidad); c) forma- ajustes. Asimismo, redistribución de ganancias en
lizar el dominio de la tierra (saneamiento, re- otros proyectos u operaciones urbanas.
Proyecto Estratégico Territorial “HUB Malvinas Argentinas”, Sector Este de la ciudad de Córdoba.
Alumnos: Amerise, López, Pites, Sirur y Zatta, 2016.
Parte III

PROYECTO
ESTRATÉGICO
TERRITORIAL PARA 107

UN SECTOR DE

FOLIO DE SECCIÓN
LA PERIFERIA DE
CÓRDOBA

1. INTRODUCCIÓN

El presente Documento tiene por objetivo dar a) El Proyecto del suelo (dominios, valoración de
un marco y brindar una serie de pautas para el preexistencias, relación con entornos o encaje te-
desarrollo de Proyectos Estratégicos Territoriales rritorial, suelo privado y público, reparcelamiento,
(PET), como la última escala de trabajo en Urba- conectividades, infraestructuras, generación de es-
nismo 2B: la escala intermedia o del fragmento ur- pacio público);
bano, que se corresponde con alguna de las Áreas
de Actuación o Áreas de Oportunidad definidas en b) La Programación (tipo y escala de las activida-
el Plan de Sector, caracterizada por su vacancia o des, mixtura de usos);
su condición de área expectante.
c) El Plan de masas (los llenos y vacíos, edificabili-
Un aspecto inicial en el desarrollo del PET es dad, pautas normativas); y
la definición de los límites del área de interven-
ción, puesto que será el ámbito objeto del mon- d) La Arquitectura (configuración volumétrica del
taje del proyecto, que trabajará sobre parcela- fragmento).
rios y dominios específicos, impactará sobre
entornos inmediatos precisos y que requerirá La formulación del programa de actividades
del diseño de una gestión particular. que contemplará el proyecto, se define en fun-
ción de las vocaciones del lugar, las preexisten-
Los temas centrales del PET son, entre otros: cias y los requerimientos del Sector, con el fin
de solucionar las problemáticas y déficits detec- tipos urbano-arquitectónicos y tipos de opera-
tados y de contribuir a preparar el territorio para torias (publica social; desarrollo inmobiliario;
afrontar los escenarios futuros. Dicho en otros en cooperativa u otra).
términos, es el eje de transformación estratégi-
ca del Sector. g) Se prestará una especial atención al espacio
abierto público, a los bordes urbanos, a la ar-
En tal transformación es clave no perder una vi- ticulación de grandes piezas aisladas y a la va-
sión integral de la intervención, en la que debe existir loración de la identidad natural y cultural del
un ajuste interescalar que garantice la coherencia te- lugar.
rritorial entre el PET y el Plan de Sector y los linea-
mientos generales que pudieran haberse planteados
para el Área Metropolitana de Córdoba. 2. Temáticas sugeridas

Con relación a los sistemas naturales: saneamien-


2. TÉRMINOS DE REFERENCIA to de paisajes degradados, corredores hidráuli-
cos-parques lineales (defensas hídricas, respuesta
Algunas condiciones para la definición y desa- a la inundabilidad), parque metropolitano, reser-
rrollo del PET son las siguientes: vas naturales, reservas forestales, corredores eco-
lógicos, buffers naturales de amortiguación, etc.
1. Localización, delimitación y contexto
Con relación a los sistemas de movilidad e infraes-
a) Deberá constituir un proyecto de impacto te- tructuras de servicios: nuevos trazados y mallas
rritorial positivo para el impulso del desarrollo conectivas, corredores de transporte alternativos,
general del Sector. estaciones intermodales y de transferencia, etc.
(relaciones con centralidades).
b) Involucrará los distintos Sistemas Urbanos
Territoriales que lo componen (sistema natu- Con relación al sistema productivo rural: par-
ral, de movilidad, rural, de nodos, etc). ques agrarios, “parches” y/o corredores agríco-
las, sistema de huertas urbanas (consideración
c) Los límites deberán ser precisos y relaciona- de los canales de riego).
dos con líneas preexistentes (trazas de calles o
canales, accidentes naturales u otros), además Con relación al sistema productivo industrial: par-
de considerar la estructura parcelaria. ques industriales cerrados o parques industriales
a cielo abierto (consideración de industrias lim-
d) Involucrará una multiplicidad de actores (pú- pias / corredores de movimiento / buffers o área de
blicos - privados - sociales). amortiguación).

e) Deberá garantizar mixtura de usos y mixtura social. Con relación al sistema productivo terciario/cua-
ternario: parques empresariales, parques logísti-
f) Deberá incorporar la residencia en diferentes cos, clusters educativos tecnológicos y/o de inves-
tigación (consideración de los con corredores de
movimiento).

Con relación al sistema de patrimonio natural y


cultural: parques patrimoniales, recuperación de
nodos o corredores históricos, entramado de re-
corridos patrimoniales, miradores naturales, cen- 109
tros de visitantes / museos, nodos de alojamiento y
servicio al turismo y la actividad cultural.

FOLIO DE SECCIÓN
Proyecto Estratégico Territorial “HUB Malvinas Argentinas”, Sector Este de la ciudad de Córdoba.
Alumnos: Amerise, López, Pites, Sirur y Zatta, 2016.
Roma Interrotta, 1978
111

FOLIO DE SECCIÓN
La presente edición de Proyectar la gran escala se
revisó en el mes de marzo de 2022 y se presenta en
formato digital. Córdoba, Argentina.

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