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FACULTAD DE INGENIERÍA DE MINAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERU

POZAS DE SEDIMENTACIÓN

1.1. UBICACIÓN Y TAMAÑO

Las pozas de sedimentación son las últimas estructuras que se disponen en la cadena
de la erosión. Sus funciones son: retener las aguas durante un período de tiempo
suficiente que permita clarificarlas al decantarse los sólidos que arrastran en
suspensión y posibilitar el almacenamiento de esos materiales hasta que se realice la
limpieza de dichas estructuras.

Las pozas que más se utilizan son de dos tipos: Las excavadas en el propio terreno,
con o sin revestimiento, y las construidas como pequeñas presas de tierra. Estas úl-
timas, son las más fáciles de hacer, siempre que la topografía lo permita, ya que en
casi todas las explotaciones se dispone de materiales estériles.

La ubicación de estas estructuras suele elegirse aguas abajo y en las proximidades


del área donde se realizan las actividades extractivas o el vertido de los estériles. Se
debe procurar que la interferencia con esos trabajos sea mínima y que exista un buen
acceso a las pozas para realizar las labores de mantenimiento y limpieza.

En cuanto a la capacidad de las pozas, ésta debe ser tal que permita retener un
determinado porcentaje de los sólidos en suspensión y, simultáneamente, un
volumen suficiente para su almacenamiento durante cierto período de tiempo. Guy
(1979) recomienda un volumen de diseño capaz de albergar los sedimentos
producidos durante 3 años, estimándose estos a partir de la Ecuación Universal de
Pérdidas de Suelo o cualquier otro método empírico; o 300 m3 por cada hectárea de
terreno afectada que se drena y un volumen mínimo de 100 m3, si se demuestra que
la eliminación de sedimentos por otros sistemas de control es igual al volumen de
almacenamiento reducido. Pueden emplearse mayores capacidades de alma-
cenamiento cuando se desee reducir la frecuencia de las labores de limpieza.

El procedimiento a seguir en el cálculo detallado de la capacidad de las pozas es el


siguiente:

1º. Se obtiene la distribución granulométrica de las partículas de sólidos en


suspensión que pueden afluir a las pozas.

Tabla 1
PARTÍCULA DE INTERVALO DE
SUELO DIÁMETROS (mm)
Arena muy gruesa 2-1
Arena gruesa 1-0.5
Arena media 0.5-0.25
Arena fina 0.25-0.10
Arena muy fina 0.10-0.05
Limo 0.05-0.002
Arcilla < 0.002

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2º. Se determina el tamaño medio de las partículas que han de depositarse en las
pozas hasta alcanzar la concentración en sólidos permitida para el vertido del
efluente en un cauce exterior.
3º. Se calcula la velocidad de sedimentación de las partículas, en función del
diámetro de estas. De acuerdo con la Ley de Stokes esta se determina con la
expresión:

Vs = g (S-1). D2
18

donde:

Vs = Velocidad de caída de la partícula (cm/s)


g = Aceleración de la gravedad (981 cm/s2)
 = Viscosidad cinemática del fluido (cm2/s)
S = Peso específico de la partícula.
D = Diámetro de la partícula supuesta esférica (cm)

Las partículas más pequeñas que pueden decantarse en la práctica son las de
limo (0.002 mm), que descienden unos 17 cm en 24 horas cuando el agua se
encuentra a 0°C. Las partículas de arcilla pueden tardar en decantarse desde 30
horas hasta incluso años.

La viscosidad cinemática del agua depende de la temperatura de ésta, pues


conforme se enfría se vuelve más viscosa. Tabla 2.

Tabla 2
VISCOSIDAD CINEMÁTICA 
TEMPERATURA °C
(cm2/s)
0 0.01792
5 0.01519
10 0.01308
15 0.01141
20 0.01007
25 0.00897
30 0.00804

4º. Se determina el caudal que llegaría a la poza conociendo la superficie a drenar y


la precipitación máxima esperada para un tiempo de retorno dado. Normalmente,
se considera el caudal generado por la precipitación máxima en 24 horas para un
período de retorno de 10 años.
5º. Se calcula el área de la poza.

A= Q
Vs
Dónde:

A = Área de la poza requerida (m2)


Q = Caudal máximo que llega a la poza (m3/s)
Vs = Velocidad crítica de sedimentación (m/s)
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Ejemplo: Se supone la existencia de una mina donde la precipitación máxima en 24


horas para un período de retorno de 10 años es de 127 mm. El suelo tiene una textura
franca limosa en el que se estima un coeficiente de escorrentía de 0.53. La superficie
total a drenar es de 12.5 ha.

El volumen máximo de agua que llegará a la poza en un período de 24 horas será:

R = 0.53 * 0.127 * 12.5 * 104 = 8,414 m3

esto supone un caudal de 0.0974 m3/s. Sin embargo, este caudal es probablemente
menor, ya que la precipitación tendrá lugar en un tiempo inferior a las 24 horas. Para
estimar el periodo de tiempo durante el cual se producirá la máxima precipitación
puede emplearse la siguiente fórmula:

T = 236(Es – 5)

siendo:

T = Duración intensa de la precipitación (s).


Es = Precipitación total en mm en 24 horas y un periodo de retorno de 10 años.

Resulta pues:

T= 236(127- 5) = 28,792s

El caudal máximo se calcula ahora dividiendo el volumen total de agua “R” por la
duración de la precipitación máxima “T”.

Q = R = 8,414 m3 = 0.292 m3/s


T 28,792 s
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La superficie de agua que se necesita para la poza con el fin de eliminar todas las
partículas sólidas con un diámetro mayor o igual a 0.005 cm se calcula con A = Q/Vs
como:

Vs = 981 (2.65 - 1)*(0.005)2 = 0.132 cm/s


18*0.017

resulta:

A = Q = 0.292 = 221.2 m2
Vs 0,00132
Como en la realidad las partículas no son esféricas y agua no está en reposo, se aplica a
la superficie necesaria un factor corrector de 1.2, con lo que:

A = 221.2 m2*1.2 = 265.45 m2

La profundidad mínima de la poza será entonces:

H = R = 8,414 m3 = 31.7 m
A 265.45 m2

Como esa profundidad calculada sería muy difícil de conseguirla en la práctica, se


aumentará la superficie ocupada por la poza en aras a alcanzar un diseño más viable
y operativo. Así, por ejemplo, si se piensa en una superficie de 1,700 m2 la profundidad
que se necesitaría sería de 4.95 m.

Esta nueva profundidad será más práctica y permitiría reducir la turbulencia del agua,
incrementar el tiempo de residencia y eliminar partículas sólidas menores que la arena
muy fina.

La profundidad obtenida corresponde a la que ocuparía el agua, por lo que es preciso


incrementarla a continuación con el volumen ocupado por los sólidos decantados y
disponer de un margen de seguridad frente a posibles errores de cálculo, acción del
oleaje, etc. Para evitar el desbordamiento de la presa, el desnivel desde la cota
máxima de la lámina de agua hasta la cota del aliviadero debe ser como mínimo de
30 cm, siempre que esta tenga longitud inferior a los 150 m; cuando la dimensión esté
entre150 m y 300 m se dispondrá de 45 cm de margen, y para más de 300 m de 60
cm.

En la práctica, es frecuente la construcción de diferentes pozas en serie, mejor que una


sola de mayor tamaño. Las razones por las que se utiliza esta disposición son las
siguientes:

 El paso de agua de una poza a otra mejora el tiempo de retención y,


consecuentemente, la eliminación de los sólidos de suspensión.
 La construcción de pozas pequeñas suele ser más fácil que la de una estructura
grande.
 En caso de ser necesaria la limpieza de los lodos de una poza, ésta se realiza con
medios más convencionales cuando tienen dimensiones más reducidas.
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 Los problemas de estabilidad son menores en las pozas pequeñas.

1.2. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS

En las Figuras 1 y 2 se reflejan los principales elementos constructivos de una poza de


sedimentación del tipo presa de tierra.

Figura 1. Esquema en planta de una poza de sedimentación del tipo presa

Figura 2. Especificaciones de diseño de las pozas de sedimentación. (Skelly and Loy, 1979)

El aliviadero principal consiste, generalmente, en un tubo vertical o chimenea de metal


corrugado que se conecta a una tubería horizontal que se extiende por debajo del dique.
La parte superior de la tubería debe ser protegida para evitar su obstrucción por objetos
flotantes y disponer de un dispositivo anti-vórtice, consistente en una tubería concéntrica
cerrada por la parte superior con una placa. Figura 3. El punto de descarga del agua
será debidamente protegido frente a la erosión.
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Figura 3. Dispositivo antivortice

El aliviadero de emergencia sirve para la rápida evacuación de las aguas acumuladas


durante una tormenta o aguacero en el lago de la presa, asegurando el mantenimiento
del resguardo de seguridad. Se recomienda que este aliviadero no se realice sobre
zonas de relleno para evitar el acarcavamiento, que la sección de control tenga al
menos 6 m de longitud y que los taludes laterales del canal sean mayores de 2H:1V.

NUMERO DESCRIPCIÓN <3m DE ALTURA >3m DE ALTURA


25años/24 horas 100 años/24 horas
1 Capacidad de aliviaderos
precipitación de precipitación
2:1 máximo, 5:1 2:1 máximo, 5:1
2 Taludes de construcción
mínimo combinado mínimo 1,5 F.S.
3 Collares antifiltrantes No requiere Requiere
Altura desde el aliviadero principal
4 30 cm mínimo
al de emergencia
Altura desde la coronación hasta la
5 superficie del aliviadero de 30 cm mínimo
emergencia
6 Anchura de coronación de la presa (H+10)/5
7 Realce adicional (m) 0.05H
Capacidad de almacenamiento de 300m3/ha afectada o 3 años de
8
sedimentos sedimentos acumulados
9 Equipo de desagüe Mantenimiento del nivel de sedimentos
Medida desde el tacón de la presa hasta
10 Altura de la presa
la corona

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Los elementos de desagüe para evacuar el área decantada son muy variados. El tipo
más empleado, consiste en una chimenea o torre exenta situada en una zona en la que
se espera que siempre se acumule agua de decantación.

Dispone de unas aberturas a través de las que cae el agua decantada, para luego
circular por una tubería conectada en su base y que atraviesa la base del dique, este
sistema tiene la ventaja de requerir muy poco mantenimiento y a seguir siendo un
elemento de drenaje tras el abandono de la presa. Figura 4.

Figura 4. Detalle de la chimenea de desagüe

Existen otros sistemas de desagüe como es, el de tipo subterráneo, de sifón, etc. Pero
que son más costosos, más caros de mantenimiento y menos prácticos.

Con el fin de aumentar el recorrido del agua contaminada una vez que ésta entra en el
lago de la presa, y evitar la existencia de “zonas muertas” de decantación, se dispone
en ocasiones de pantallas o barreras situadas entre el aliviadero principal y el punto de
entrada del agua a la presa. Figura 5.

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Figura 5. Barreras para evitar las zonas muertas de circulación del agua

Una zona delicada es la de paso de la tubería de desagüe bajo la base del dique, ya
que por defectos de compactación pueden establecerse flujos periféricos al conducto
que den lugar a una erosión de los materiales adyacentes y rotura del dique. Para
evitarlo se colocan dos placas reflectores a una distancia entre el inferior a 14 veces la
dimensión de las placas sobre la tubería. Figura 6. Estos elementos solo se
recomiendan cuando la altura de las pozas es superior a los 3 m o cuando los materiales
del dique son poco arcillosos y el diámetro de la tubería de desagüe es mayor de 25
cm.

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Figura 6. Placas reflectoras en la tubería de desagüe bajo el dique

En cuanto a la construcción de los diques, ésta se llevará a cabo con material limpio de
suelo, raíces, restos de vegetación, desechos de carbón o arenas y gravas muy
permeables. Los taludes máximos permitidos son de 2:1 y la suma aritmética de los
taludes de aguas abajo y aguas arriba no podrá ser menor de 5:1. El talud de aguas
arriba de las pozas es, normalmente, más tendido que el de aguas abajo y está
protegido por escollera frente a la acción erosivas del oleaje que pueda producirse. El
talud de aguas abajo se suele proteger mediante revegetación.

Antes de construir el dique, es necesario limpiar la base del suelo y revegetación, así
como excavar una zanja, de entre 0.6 a 1.12 m de ancho a lo largo de la presa y con
taludes laterales de 1:1.

La altura del dique debe ser, como mínimo, un 5% mayor que la altura del diseño para
permitir la sedimentación si los equipos de transporte del material de construcción se
utilizan para compactar las longadas, de 15 a 20 cm de espesor, se deberá incrementar
la citada altura en un 10% la anchura de coronación no debe ser nunca menor que la
suma de la altura en metros más 10.5 dividido por cinco.

Cuando la altura de diseño de la presa excede de 6 m, el diseño del dique debe ser
proyectado por un técnico para que tenga el factor de seguridad superior a 1.5.

Por último indicar que cuando las superficies afectadas que se desean drenar son
inferiores a las 2 ha, es suficiente con disponer de pequeñas pozas o trampas de
sedimentación temporales con una capacidad de 130 m3/ha En esos casos los
sedimentos acumulados deben retirarse cuando la capacidad quede reducida a la
mitad.

Los taludes laterales, cuando las pozas se construyen excavando pequeños huecos o
cuando se utilizan materiales sueltos compactados, deben ser de 20H:1V como mínimo.

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Un aspecto que no debe olvidarse, es el impedir el acceso a las presas a las personas
ajenas a las explotaciones, y a los propios animales, ya que suelen constituir un lugar
atractivo, especialmente para los niños, y al mismo tiempo peligroso.

Figura 7. Trampa de sedimentos excavada

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Figura 8. Trampa de sedimentos escollera

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