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En sus pasos
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por
nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo
pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no
respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba
la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en
su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros
erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo
de vuestras almas. (1ª Pedro 2:21-25)
Introducción.
¡Bienvenido a un curso más de la Palabra de Dios! En esta ocasión estaremos estudiando acerca de la
vida de Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Nos adentraremos a su vida personal y su intimidad
con el Padre, espero que cada lección pueda ser de gran bendición para tu vi da. Además del
crecimiento espiritual que obtendremos con sus enseñanzas, cada lección nos propondrá el reto de
buscar y ser mejores en nuestra vida diaria, mostrando que realmente andamos “en sus pasos”.
La vida de Cristo es una de las vidas más fascinantes que encontramos en la historia de la
humanidad, no podemos olvidar que Jesucristo ha llegado a ser el personaje central de la historia,
pero más que una biografía histórica estudiaremos los aspectos personales y características que
poseía y que le dieron un lugar preponderante como vida ejemplar hasta nuestros días.
La imitación a Cristo es uno de los llamados del cristiano (1ª Pedro 2:21), todos los
creyentes tenemos una meta: ser como Cristo y andar como el anduvo, siguiendo sus pisadas,
transitando por sus caminos y entrando en las dimensiones espirituales que él nos guía a
través de su ejemplo y de la Palabra escrita.
Para seguir sus pisadas debemos conocer sus motivaciones e intenciones, asimismo debemos
reconocer las convicciones que lo impulsaron a vivir esa clase de vida que no tiene
comparación con los grandes personajes de todos los tiempos. Solamente posee el lugar más
alto y digno de ser imitado, además porque todavía sigue actuando y desarrollando su vida a
través de nosotros y en nosotros.
Dos asuntos importantes; la necesidad de depender del Espíritu Santo para que traiga
revelación y convicción a nuestras vidas de tal manera que obtengamos el poder necesario para
caminar los pasos del Señor Jesucristo. Y lo segundo es que debemos estar dispuestos a
comprometernos en dedicarnos a cumplir con cada una de las metas y retos que las lecciones
nos presenten, no existe mayor fuerza personal que nuestra voluntad, la cual debemos poner a
la disposición de Dios en un compromiso claro y serio de andar en sus pisadas.
Temas:
1. Corazón de siervo.
2. Obediencia radical.
3. Su vida, una señal.
4. Uno con el Padre.
5. Gracia abundante.
6. Liderazgo de excelencia.
7. Celo por las cosas correctas.
8. Congruencia.
9. Pasión y convicción.
Serie: En sus pasos.
Lección 1: Corazón de siervo (parte 1)
Introducción: Jesucristo es el siervo que reina. Situación poco común entre los grandes gobernantes,
definitivamente Cristo vino a establecer un orden diferente en estos asuntos de gobierno y grandeza. Cristo
nos demostró que su corazón estaba dispuesto a servir al hombre, que no le importaba dejar el lugar de hono r
donde todo el universo le serviría, sino que nos dejó ejemplo de servicio.
CORAZON DE SIERVO
1. Cuando Cristo vino a la tierra paso gran parte de su vida ministerial sirviendo a los demás, toda su vida
se caracterizó por servir a aquellos por los cuales moriría al final de su ministerio terrenal. Para Cristo el
servicio no era una carga sino parte de su corazón. En todo tiempo lo encontramos sirviendo de
diferentes maneras, sus acciones demostraron que el servicio era parte de su vida. El servir a los demás
demostraba que no era un Dios que creo a la humanidad y lo dejo a su suerte.
2. Todavía Cristo sirve a su creación, los vemos intercediendo ante el Padre, sanando a los enfermos y
consolando a los afligidos, predicando el testimonio de Dios y trabajando para el establecimiento del
reino de Dios en este tiempo. Su corazón es un corazón inclinado hacia un mundo necesitado de todo lo
que El vino a ofrecer y hacer por nosotros.
2. Otro de los grandes ejemplos de su corazón de siervo lo encontramos en Lucas 9:10-17. Este pasaje nos
habla acerca de su interés de descansar y estar solo, pero cuando un corazón es inclinado hacia el servicio
de las necesidades de aquellos que ama, es capaz de dejar lo que está haciendo y aún en sacrificio personal
decide dedicarle tiempo a los enfermos y hambrientos.
3. Su servicio fue dedicado a las multitudes, su corazón de siervo le llevó a alimentar a aquellos que no
tenían en ese momento algo que llevarse a la boca. Este ejemplo es una señal en el camino, el hijo de
Dios que desea seguir sus pisadas debe entender que primero están los demás, antes que sus necesidades
personales o sus intereses egoístas.
4. Cristo dejó claro que el amor al prójimo no era una ilusión sino una forma de vida que debemos imitar en
El, amar y servir inclusive a aquellos que nos ofenden (Romanos 12:20-21). Esta es una de las medidas
más importantes que nos indican si realmente estamos siguiendo sus pasos en el servicio.
5. El corazón del siervo es uno que está dispuesto a ir donde haya necesidad de sus servicios, el ejemplo de
Cristo lo encontramos en Mateo 8:5-7, el centurión le rogaba que sanara a su criado, las palabras claves
son la respuesta de Jesús ante la necesidad y la oportunidad de servir a todos; “Yo iré y le sanaré”.
¿Cuántas personas no se encuentra en situaciones en las que hay que ir a servirles, quizás nunca vendrán,
quizás nunca toquen a tu puerta, pero habrá que ir y servir?
Serie: En sus pasos.
Lección 2: Corazón de siervo (parte 2)
EL SIERVO QUE ATENDIA LAS NECESIDADES ESPIRITUALES
1. Imaginemos la escena del encuentro de Jesús con la mujer samaritana (Juan 4), analicemos el diálogo y
encontremos la intención de Jesús de servir a las necesidades espirituales de una mujer que se encontraba
frustrada porque el vacío de su corazón no había sido llenado con nada que el mundo ofreciera, ni seis
hombres pudieron llenar su corazón. Fue el momento cuando Jesús decide dejar el descanso para otro
tiempo y sirve las necesidades espirituales de la mujer, se presenta como el Mesías y ella abraza la fe de
tal manera que se vuelve en portadora del mensaje de salvación para toda la ciudad de Samaria.
2. Las necesidades espirituales de este mundo son mayores que las físicas, por todos lados encontramos a
pobres y ricos, hambrientos y saciados, ignorantes y estudiados, necesitados de los principios espirituales
que solamente Cristo puede satisfacer en cada corazón del hombre de todos los tiempos.
3. En Isaías 52:13 hasta el 53:12 encontramos al siervo sufriente, y en el verso 11 encontramos una frase
que refleja el corazón del siervo que poseía Jesús; “Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos y
llevará las iniquidades de ellos”. De esta manera encontramos a Cristo sirviendo a las necesidades
espirituales de la humanidad, redimiéndonos de nuestros pecados y rescatándonos de la muerte eterna.
4. Así por todos los Evangelios encontramos a Cristo sirviendo, aprovechó cada oportunidad que tuvo para
revelar las intenciones de un corazón servicial, sin importar a quién, él sirvió y nos dejó ejemplo. Pablo
reconoce claramente este hecho al declararlo en Filipenses 2:7. No era un siervo, era a quien los ángeles
le servían y toda la humanidad le debe tributo de servicio ante El, pero tomo la decisión de servir.
CONCLUSION.
Para uno que desea andar en las pisadas de Jesús y tener un corazón de siervo no le faltarán las
oportunidades de demostrar la calidad de siervo a la que ha sido llamado e impulsado a vivir, por tal motivo
debemos hacer un compromiso delante de Dios:
Serie: En sus pasos.
Lección 3: Obediencia radical (parte 1)
Introducción: La obediencia no es un tema muy común ni muy aceptado en los tiempos que vivimos, la razón
es que cada uno desea hacer su voluntad, de hecho, las corrientes filosóficas modernas nos bombardean
constantemente sobre el tema de vivir una vida sin restricciones ni obediencia. Lamentablemente la obediencia
se ha reducido a una conveniencia financiera y en todas las áreas de la vida encontramos la semilla de rebeldía
que satanás ha sembrado en el género humano.
Cuando nos comprometemos a vivir una vida que verdaderamente siga los pasos de Jesús, nos encontramos en
la alternativa de responder con una obediencia radical o llevar un cristianismo mediocre, donde preferimos
seguir la comodidad que nos ofrece el establecer nuestro propio estándar de obediencia. Muchos cristianos
han inventado su propio código de leyes espirituales que van a obedecer en lugar de establecerse en la Palabra
de Dios y decidir hacer su voluntad.
La obediencia que manifestó Jesucristo demostró el poder que tiene una vida sometida completamente a
Dios y gracias a esa obediencia nosotros gozamos de gran salvación (Hebreos 5:7-10), por obediencia fue
entregó su vida hasta la misma muerte y exaltado hasta lo sumo, convirtiéndose en el Señor (Filipenses 2:8-
11). Su voluntad se sometió totalmente a la voluntad de Dios aún por sobre su sufrimiento (Mt. 26:38-39).
Los resultados de la obediencia de Jesucristo al Padre son dignos de considerar, en Juan 5:19 al 32
encontramos esas consecuencias que aún nosotros podemos recibir si somos obedientes:
La obediencia al evangelio representa nuestra salvación (Hebreos 5:8-9), el poder del Espíritu Santo y su
presencia se manifiesta en los obedientes (Hechos 5:32), la desobediencia a la Palabra de Dios traerá
consecuencias eternas (2a. Tesalonicenses 1:8), nuestro crecimiento y madurez depende de la clase de
obediencia que damos a Dios (1a. Pedro 1:22).
CONCLUSION:
La rebeldía y el orgullo de hacer cada uno su propia voluntad y no obedecer al Dios amoroso que nos
invita a servirle traerán consecuencias muy graves. Jesucristo es un antitipo de Adán, el primer hombre que
cayó bajo la tentación y desobedeció a Dios. En cambio, Jesucristo es la respuesta de Dios para obtener la
victoria sobre la tentación y sobre satanás.
Serie: En sus pasos.
Lección 5: Su vida, una señal (parte 1)
Introducción: ¿Qué es una señal? Una señal es la evidencia de algo que se posee o se pertenece, es la prueba
visible y contable que da cuenta de que algo existe. Es una especie de marca que representa algo o a alguien.
También la Biblia habla acerca de las señales de los últimos tiempos, son los eventos que preceden a un
acontecimiento importante.
También en la Biblia encontramos personajes que fueron una señal para el pueblo de Israel, como ejemplo
tenemos a los siguientes pasajes: Isaías 8:18 y Ezequiel 12:1-6. De la misma manera Jesucristo es una señal
para nosotros. Debemos reconocer que hizo muchas señales y milagros, demostrando así que era el Hijo de
Dios. Pero en esta ocasión estudiaremos más bien su vida y su carácter y cómo estos fueron también una señal
de que era enviado por el Padre para salvar a los hombres de sus pecados.
2. Debemos reconocer que los seres humanos siempre han esperado de la verdad, que esta sea demostrada
de manera patente. Si predicamos la verdad de Cristo, los seres humanos esperarían que funcione de
manera poderosa, que tenga poder sobre la naturaleza, la enfermedad y la muerte.
3. El problema radica en que también existen personas que solamente buscan las señales que les favorecen
y no tanto las verdades que respaldan. Las señales sirven para glorificar a Cristo y que las personas
busquen a Dios con todo su corazón y de hecho así sucede, salvo algunos casos como el que Cristo
mismo reprendió en aquellos que le seguían por que los alimentaba (Juan 6:60-69).
4. La lección de hoy es ver la vida de Jesús como una señal misma de su origen, su forma de actuar, hablar y
amar nos enseñan claramente que su vida misma era una evidencia de lo que Dios quiere para nosotros
en este tiempo y que también nosotros podemos ser señal de vida para otros.
2. Otra evidencia que debemos mostrar tiene que ver con la integridad, la Biblia enseña que Dios es un Dios de
integridad, que lleva una vida irreprensible, que manifiesta santidad en todos sus actos, desde sus palabras hasta
sus acciones y pensamientos. Como seguidores de Cristo debemos andar como una señal para este mundo que
se auto destruye sus propios valores y ¿qué decir de los eternos? tan alejados que Dios mismo dice que nuestras
palabras y acciones están alejados de Él, así como la tierra de los cielos (Isaías 55:8-9).
3. Somos la sal de la tierra y la luz del mundo, en cierta manera es una señal para el mundo que vive en tinieblas
espirituales, debemos ser para ellos la evidencia de que Dios les ama y tiene un plan maravilloso para sus vidas.
No somos de otra agrupación o secta, en la que nosotros mismos establecemos separación entre los no
creyentes. Somos la Biblia en la que ellos puedan leer la voluntad de Dios para sus vidas.
Serie: En sus pasos.
Lección 7: Uno con el Padre (parte 1)
Introducción: Uno de los grandes secretos de la vida espiritual de Jesucristo, su fortaleza y su entrega a las
cosas verdaderas y rectas, era su intimidad con el Padre. En las Escrituras encontramos repetidamente esta
gran verdad. Jesucristo pasó tiempo en intimidad con Dios y el resultado fue que llegaron a ser uno, esto es
que mantenían una unidad en todos los aspectos.
El creyente genuino y sincero que desea andar en los pasos de Jesús llegará a ser uno con su Padre Celestial en la
medida que comprenda la importancia de estar de acuerdo con El, tener intimidad y hacer aquellas cosas que le agradan.
Nosotros entendemos que Jesucristo es uno con el Padre y con el Espíritu Santo, esto es lo que describe la
esencia de Dios, es la trinidad, Dios en tres personas unidas entre sí, con diferente personalidad, pero
formando la persona Divina, el Dios único, verdadero, invisible, eterno, creador y sustentador del universo. La
Biblia presenta abundantes pruebas acerca de esta verdad.
4. La unidad del Padre con el Hijo llegó a ser tal que las acciones de éste último representaban la voluntad
de su Padre, no podía fallar, la humanidad se estaba perdiendo, había que rescatarla, y el conocimiento de
un Dios amoroso e interesado en la salvación sería la solución, de tal manera que Jesús desempeño a la
perfección su comisión de dar a conocer al Padre por medio de sus acciones, palabras y actitudes. Todo
esto gracias a la unidad que disfrutaba con su Padre.
5. Jesucristo pudo afirmar que la obra que Dios le había encargado era exactamente la que cumplió, el ser
uno con el Padre le permitió conocer esa voluntad y no fallar por amor a las almas, por obediencia a Dios
y por cumplir exactamente los propósitos del Padre.
6. Juan 17:6 nos enseña que Cristo no falló tampoco en poner el nombre de Dios exaltado delante de los hombres.
Jesucristo sabía que el nombre de Dios no debería ser blasfemado ni tampoco ser deshonrado por malas acciones o
palabras equivocadas. El nombre de Dios representa tanto su persona como su Palabra, por eso les dijo a sus
discípulos que, por medio de manifestar el nombre del Padre, ellos conocerían y guardarían la Palabra de Dios.
7. El nombre de Dios es invocado en todos aquellos que siguen a Jesucristo con todo su corazón (Hechos
15:16-17), nuestro comportamiento debe ser digno del nombre que es invocado entre nosotros, tal como
Jesús lo hizo, para que otros no tengan de qué acusarnos (Santiago 2:6-7).
8. Cuando una persona llega a ser uno con el Padre, tiene cuidado que el nombre de Dios sea exaltado y no
blasfemado. En otras palabras, se adquiere el nombre de Dios en nuestras vidas y lo guardaremos en
santidad en todas las cosas que hacemos.
Serie: En sus pasos.
Lección 8: Uno con el Padre (parte 2)
CUANDO UN CREYENTE ES UNO CON EL PADRE, TODAS SON DE DIOS:
1. En Juan 17:7 Jesucristo hace un reconocimiento de quién verdaderamente es el dueño de las cosas que él
poseía y aunque Jesucristo no tuvo muchas posesiones materiales, si tuvo otras cosas de gran valor como
la autoridad sobre sus discípulos, la palabra que les predicó y la fe que ellos pusieron en él. Jesús
reconoce que del Padre es de donde provienen todas las cosas.
2. Cuando se es uno con el Padre, no existe división de las cosas que tenemos, no puede haber dos amos
sobre lo que poseemos, sino un dueño y un administrador y ambos están unidos en un mismo propósito,
el propósito del dueño que es el Padre que nos da todas las cosas.
3. El andar como Jesús anduvo tiene que ver con la rendición de todo lo que tenemos e inclusive n uestra
vida misma, ante Aquel que tiene todo el derecho de tomar lo que le pertenece (Apocalipsis 5:11-12).
4. Al mismo tiempo tenemos que reconocer que Dios nos permitirá disfrutar de las bendiciones que Él tiene
para nosotros, el hecho de que seamos uno con el Padre también nos concede el derecho de participar de
lo que es de Él. Juan 17:10 nos habla acerca de que Dios comparte multitud de bendiciones en la medida
que sus hijos reconocen que todo es de Él y le entregan su corazón y todo lo demás.
LOS CREYENTES MANIFIESTAN SU UNIDAD CON DIOS AL ESTAR UNIDOS ENTRE SI:
1. Una serie de versículos del cap. 17 de Juan que estamos estudiando revelan que así como el Padre y el
Hijo están unidos, de la misma manera los creyentes deben mantener esa unidad. El vers. 11 nos indica
que la oración de Jesús era pedir que los discípulos fueran guardados por el Padre, con el propósito de
que se mantuvieran en unidad.
2. La unidad del Padre debe reflejarse en nuestra unidad y amor hacia aquellos que también son hijos de
Dios, aquellos que son nuestros hermanos, los cuales pertenecen a la familia de la fe. Jesús mismo ora
que seamos perfectos en unidad (vers. 23).
3. Pablo nos hace algunas exhortaciones en Efesios 4:1-6 acerca de la unidad que debemos mantener y el
cómo debe ser realizada: En primer lugar, nos recuerda que debemos ser fieles a la vocación con que
fuimos llamados, y fuimos llamados a formar parte de la familia de Dios, luego Pablo establece algunas
acciones que debemos tomar hacia los demás miembros del cuerpo de Cristo, nos invita a ser humildes y
tener paciencia con los demás creyentes.
4. Pablo también incluye la calidad y característica de esa unión: El vínculo de la paz. Es a través de la paz
que el creyente debe manifestarse a los demás. Finalmente, Pablo establece los fundamentos del porqué
debemos estar en unidad: Porque tenemos un mismo Dios y Padre, porque tenemos una misma creencia
y porque tenemos un mismo destino.
5. Mantener la unidad del cuerpo de Cristo, es una oración que todavía se está realizando, todavía hay
mucho por hacer en cuanto a la unidad, pero, aunque el mundo religioso pueda debatirse en divisiones
egoístas nosotros debemos atender a la exhortación de Pablo de estar en paz con todos (Romanos 12:18).
6. La importancia de la unidad Jesucristo la menciona al hablar de que por medio de ella, el mundo sabría
que Jesús es el Mesías enviado de Dios (Juan 17:22-23).
CONCLUSION: Si tu deseo es ser uno con el Padre y así seguir los pasos de Jesucristo, entonces podrás
deleitarte en la presencia de Dios de una manera especial, tu vida será una vida totalmente transformada y
manifestarás en todo lugar que Dios está contigo.
Serie: En sus pasos.
Lección 9: Gracia abundante (parte 1)
Introducción: Una de las definiciones de la palabra gracia es don o regalo, el término griego “Xaris” significa
favor inmerecido, es algo que recibimos pero que no merecemos, así como la salvación, ningún mérito personal
podrá ganarla. Cuando hablamos de la gracia que manifestó Jesucristo queremos decir que como parte de su
carácter y naturaleza, demostró amor incondicional hacia aquellos que lo ofendían o rechazaban. Los que
rodeaban a Jesús recibieron lo que no merecían.
Vivimos en la era de la gracia, esto es bajo el nuevo pacto que Jesús estableció por medio de su muerte (Mateo 26:26-29).
Antes de Jesucristo, se vivía bajo la ley de Moisés, pero con Jesucristo se manifestó la gracia de Dios (Juan 1:17).
¿Cuáles son los elementos de la gracia de Jesucristo? Somos justificados por medio de la fe en Jesucristo, el
amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, Jesucristo pagó el precio que nosotros deberíamos
haber pagado por nuestros pecados, no pagamos el castigo de nuestros pecados y finalmente somos
reconciliados con Dios (Romanos 5:1-11).
Esto es la gracia de Dios demostrada por Jesucristo, pero el tema que hoy estudiamos tiene que ver más con el carácter de
Jesucristo y su manifestación de la gracia abundante que nosotros debemos imitar si deseamos caminar en sus pasos.
En Mateo 5:1-12 encontramos las bienaventuranzas expresadas por Jesús, las cuales nos dan una descripción
de su propio carácter y que podríamos decir que son algunas de las características del liderazgo de excelencia
que manifestó en su ministerio terrenal.
LAS BIENAVENTURANZAS:
1. Jesús comienza con ellas el famoso sermón del monte, mensaje dado por Jesús en la ladera de una colina y que
Mateo lo presenta en los capítulos 5 al 7 de su evangelio. Jesús dijo las palabras al aire libre, en un lugar
abierto, eso describe la espontaneidad de su mensaje. Estaba sentado entre sus oyentes, era alguien cercano a
ellos. Enseñó en vez de discurrir, su mensaje requería acción. Trajo bendición en vez de reprensión.
2. La palabra “bienaventurado” significa feliz o dichoso y describe dos condiciones diferentes: La primera es
que se usaba para describir la condición social de los ricos, que, debido a sus riquezas, vivían por encima
de las preocupaciones y temores de la gente común. Y, por otro lado, también era usada para describir la
condición de los dioses griegos, quienes, dado que tenían todo lo que deseaban, existían en un increíble
estado de bienestar, satisfacción y contentamiento.
3. Las bienaventuranzas describen el carácter del liderazgo que Jesús ejerció sobre los hombres y en esta
lección estudiaremos tales características.
2. “Bienaventurados los que lloran” Un líder es aquel que se conduele de la tragedia humana. Jesús fue un
hombre sensible ante la necesidad del hombre. Jesús tuvo más que simpatía por el hombre, tuvo empatía.
3. “Bienaventurados los mansos” El líder Jesús fue una persona que tuvo en control sus impulsos de
carácter. Un líder con tacto es aquel que trata a los demás con dignidad y tacto. Jesucristo fue un líder
ejemplar en el trato con sus semejantes.
4. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” Este liderazgo que implica oración, confianza en
Dios, sumisión y disposición. Jesús fue un líder de excelencia al experimentar la satisfacción de Dios en su vida.
6. “Bienaventurados los de limpio corazón” Jesús fue un líder que fue de corazón puro, sin doblez ni
motivos ocultos. La agenda de Jesús era la agenda de Dios. Jesús fue un líder que ejemplificó la verdad.
Como líder de excelencia, Jesús anduvo íntegramente, sin miedo a Dios.
CONCLUSION: Una palabra que describe perfectamente a “liderazgo” es “influencia”, andar en los pasos de
Jesús significa que debemos ser personas de una buena influencia, por lo tanto....
Serie: En sus pasos.
Lección 12: Celo por las cosas correctas (parte 1)
Introducción: Los celos egoístas e infundados son una obra de la carne que Pablo condena en Gálatas 5:19-20,
tales celos son motivados por una desconfianza tal que lleva a las personas a ser posesivas, manipulando de esa
manera a aquellos que están a su alrededor.
Tenemos que reconocer que existe un celo que, si es correcto, aquí tenemos unos ejemplos: El celo por el
deber. El cuidado celoso de aquellas personas indefensas y a nuestro cuidado. La protección cuidadosa de
aquellas cosas que nos han sido encargadas. El celo por las cosas correctas.
Seguramente habrá algunas otras cosas que podríamos decir que el celo tiene cierto sentido correcto y en esta
lección estudiaremos el celo por las cosas correctas que Jesucristo manifestó en los días de su ministerio terrenal.
El celo tiene dos connotaciones importantes: La primera tiene que ver con la competencia, esto es que hay
cosas que nos conducen a entrar en pleito por la primacía de alguna cosa o posición. La segunda tiene que ver
con la sobreprotección nacida de la desconfianza tanto de uno mismo como del caráct er de la otra persona,
auto nombrándonos protectores y dueños de aquellas cosas que no nos pertenecen.
Todo esto tiene que ver con los celos incorrectos, celos malignos y egoístas, que los hombres manifiestan y
que son una obra de la carne (Santiago 3:14-16). Pero por otro lado también tenemos el celo de Dios, como
dueño y protector de lo justo, bueno y verdadero, lo encontramos en diferentes ocasiones manifestando su
carácter al defender estas cosas con toda su pasión.
2. Por otro lado, tenemos a Saúl teniendo celos de David cuando éste regresaba victorioso de las batallas
contra los filisteos, las doncellas le atribuyeron mayor poder y por consiguiente el rey Saúl se llenó de
celos lo cual lo llevó a la protección de su trono de forma incorrecta (1a. Samuel 18:8).
3. Otro ejemplo de celos incorrectos lo encontramos en los judíos que tuvieron celos de aquellos servidores
cristianos que llevaban el evangelio a diferentes partes del mundo (Hechos 13:44-45), los celos llevaban a
los judíos a contradecir las verdades del cristianismo. En Tesalónica y Berea los apóstoles se
enfrentaron a los celos de los judíos (Hechos 17:5 y 13).
EL CELO DE DIOS:
1. En la Biblia encontramos que el celo es uno de los atributos morales de Dios, un celo por la santidad no
nacido de envidia ni competencia. Dios no le tiene envidia a nadie ni tiene celos egoístas, sin embargo en
su Palabra refleja esa parte de su carácter.
2. Uno de los hechos que manifiestan su celo fue la ocasión que llegó al templo y encontró a los cambistas y
vendedores de animales para los sacrificios, cuya falta principal era el abuso que cometían contra aquellos
fieles que venían a ofrecer culto a Dios de manera sincera (Juan 2:13-17). Jesús tuvo un celo por la
santidad del templo de Dios y se propuso en contra de aquellos que hacen de la religión su fuente de
ganancia, tal como Pablo también lo reprendiera (1a. Timoteo 6:3-5).
3. Jesús también mostró celo por hacer la voluntad de Dios (Juan 4:34) y el ejemplo más claro lo
encontramos cuando todavía era un niño de algunos 12 años (Lucas 2:41-49). Para Jesús el hacer la
voluntad del Padre se convirtió en su prioridad, cosa que cuidó de hacer con celo santo. Trabajó con celo
para hacer que la voluntad de Dios se llevara a cabo, era un deber que cuidó de cumplirlo diligentemente,
sin perder tiempo y de manera excelente (Juan 9:4)
4. No podríamos negar que Jesús fue un defensor celoso de la verdad, integridad y sinceridad ya que en
diferentes ocasiones peleo ferozmente contra aquellos que fingían ser santos y religiosos pero en realidad
no vivían de acuerdo con la Palabra de Dios.
2. Celo por enseñar aún con amonestación si es necesario (2a. Pedro 1:13).
6. Celo por vivir en lealtad hacia la obra de Dios (2a. Corintios 11:2, Colosenses 2:1).
CONCLUSION:
Gálatas 4:18 dice: “Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre”. Esto significa que el celo por las cosas
correctas es algo ordenado por Dios y que Jesucristo mostró para que anduviéramos en sus pasos.
Serie: En sus pasos.
Lección 13: Congruencia.
Introducción: Se dice que Jesús manifestó una de las inteligencias más agudas de todos los tiempos, su audacia y la
manera en que presentaba las verdades eternas lo hacen ver poseedor de una mente sobresaliente. De hecho, los
mismos enemigos reconocieron que nadie había hablado con la autoridad con que lo hacía (Mateo 7:28-29).
Congruencia significa aquello en que lo que hacemos va de acuerdo con lo que se enseña, con el propósito y
con el sentido de las cosas establecidas. Cuando hablamos de congruencia, hablamos acerca de la sabiduría con
que actuaba y los mensajes que compartía. Actúo en congruencia con su misión y actúo en congruencia con
todo lo que habló, además fue él mismo el cumplimiento de la voluntad de Dios.
2. Si Jesús es el Hijo de Dios entonces esperaríamos que cumpliera su misión. Juan 17:4. Estando en la cruz
dijo que había consumado la obra que vino hacer (Juan 19:30). Sacrificio completo y perfecto (Hebreos 10:1-12)
3. Si Jesús es el Mesías entonces esperaríamos que se profetizara su venida y obra. Existen cerca de
60 profecías acerca del Mesías cumplidas exactamente en Cristo. Los escritores de los evangelios se
ocuparon en comprobar que Cristo era el Mesías enviado. En Isaías 53 encontramos algunas profecías
que se cumplieron en la muerte de Jesús.
4. Si Jesús es el hijo de Dios debería demostrar poder sobre la muerte. La resurrección de Lázaro
(Juan 11:38-44). Su propia resurrección.
5. Si Jesús era Dios con nosotros entonces esperaríamos un ministerio sobrenatural. Pedro dio
testimonio de sus milagros (Hechos 10:38). Jesús tuvo poder sobre la naturaleza, la muerte, la
enfermedad y los demonios. Las señales que hizo Jesús demuestran que Dios visitó a su pueblo.
6. Si Jesús es el enviado de Dios entonces esperaríamos que hablara la Palabra de Dios. Las palabras
de Jesús son vida (Juan 6:60-63). Las palabras de Jesús han ejercido la mayor influencia mundial. Las
palabras de Jesús siguen vigentes hasta el día de hoy (Mateo 24:35). El hecho de que hoy estemos
leyendo la Biblia nos habla acerca de la vigencia de sus palabras. Las palabras de Jesús han llenado de
consuelo a millones de persones a través de todas las épocas.
Conclusión. De esta manera encontramos que Jesucristo vivió congruente a las cosas que el mismo dijo
que era y que vendría hacer. Los creyentes que hemos decidido andar en sus pasos debemos mostrar
congruencia con aquellas cosas que hemos aprendido y especialmente aquellas que ostentamos o predicamos
ante los que nos rodean y que fijan su mirada en nosotros.
¿Qué se espera de un cristiano nacido de nuevo? No exactamente que haga las cosas que Jesús hizo en el
sentido externo o en cuanto al sacrificio realizado en la cruz sino más bien vivir de acuerdo con lo que es y ha
experimentado de Dios.
Serie: En sus pasos.
Lección 14: Pasión y convicción (Parte 1).
Introducción: Santiago escribe acerca de aquellos que son de doble ánimo y dice que son inconstantes en
todos sus caminos (Santiago 1:8). Tenemos que reconocer que el que vacila en dos pensamientos tarde que
temprano elegirá el que menos convenga o quedará estancado en su vida espiritual. La Biblia habla acerca de Elías
cuando enfrentó el pueblo de Israel que trataba de adorar a dos dioses: Jehová y Baal (1a. Reyes 18:20-21), su
problema básico era su falta de convicción y pasión por Dios que lo llevó a tener una mente y un corazón divididos.
Este estudio nos llevará a estudiar una de las áreas o facetas de la vida de Jesús cuando caminó entre los
hombres y nos referimos a su pasión y convicción. Pasión por Dios y convicciones firmes fueron los que
llevaron a Jesús a cumplir la voluntad de Dios en todas las cosas para las que fue enviado.
Los temas de pasión y convicción van de la mano; no se puede tener pasión si no tenemos una verdadera
convicción por la que daríamos nuestra vida, entonces la pasión nace de la convicción y seguridad de aquello que
creemos y entonces nace esa pasión por ello. Muchos no tienen pasión por Dios porque no están convencidos de
algo o dudan en su fe y por lo tanto no están dispuestos a hacer lo que corresponde a esa convicción.
Jesús fue un hombre lleno de pasión porque tenía convicciones arraigadas en su corazón y estuvo dispuesto a
llevarlas hasta sus últimas consecuencias, de hecho, así tuvo que hacerlo, ya que terminó en una cruz porque
estaba convencido que la obediencia a Dios y la necesidad humana de un redentor eran prioridad para
salvarnos de la condenación eterna.
Los siguientes ejemplos nos demostrarán que Jesús fue un hombre de pasión y convicción.
1. Jesús era un hombre de convicción en cuanto a la santidad de vida.
a) Estaba convencido que la pureza del corazón era una cualidad que Dios apreciaba (Mateo 5:8)
b) Resistió las tentaciones de satanás porque estaba convencido de la santidad (Mateo 4:1-11)
b) Su ayuno de 40 días era con el propósito de tener más de Dios (Lucas 4:1-2, 13 y 14-15)
c) Su pasión por Dios lo llevó a tener plena comunión con El y disfrutar de su presencia.
d) Su pasión por Dios lo llevó a gozar de una plenitud de vida y una vida abundante.
c) La vida de Jesús está llena de propósito, aún su obediencia era con pasión.
CONCLUSIÓN:
Definitivamente ver a Cristo relatado en los evangelios nos permite observar que fue un hombre de pasión y
convicción. El hombre-Dios demostró al mundo que se puede vivir en él con pasión por Dios y convicción por
su palabra y obediencia.
Ahora nos toca a nosotros tomar decisiones respecto a seguir sus pisadas y para esto es necesario que
aceptemos la invitación que Pablo hizo a los cristianos en Filipos respecto imitar a Cristo.