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Concepto
En temas anteriores hemos abordado lo referente a la jurisdicción y al proceso,
es decir, se ha señalado que el Estado mantiene el monopolio de
la administración de justicia (jurisdicción) ya que los ciudadanos no pueden
tomarla y ejercerla a su voluntad; así, es el Estado el encargado de
esta función pública, la cual realiza a través o por medio del proceso, pero
para que el Estado pueda ejercer su función mediante la tramitación de un
proceso, se requiere que el individuo solicite la tutela jurídica, ya que el
proceso funcionará en la medida que la parte lo inicie, todo en función de
los principios romanos «nemo iudex sine actore» y «ne procedat iure ex
officio», y ese ejercicio o iniciativa de reclamar el poder o la tutela
jurisdiccional es denominado acción.
El vocablo acción proviene del latín actio, que significa ejercer, realizar, el
efecto de hacer, posibilidad de ejecutar alguna cosa.
En el ámbito jurídico, la palabra ha tenido diversas acepciones; así,
encontramos acción utilizado para referirse a la realización de un hecho
punible; para diferenciar las diversas ramas de derecho, bien procesal, laboral,
penal, de niños y adolescentes, contencioso administrativo; para determinar
la clase de derecho material que se hace valer en el proceso, tales como acción
reivindicatoria, acción posesoria, de nulidad entre otras, suele utilizarse para
calificar la clase de bien sobre la cual recae la relación jurídica material
ventilada, tal como acción mobiliaria o inmobiliaria; y finalmente, suele
utilizarse según la persona o los bienes, acción real o personal.
Para VÉSCOVI, la acción consiste en el poder (abstracto) de reclamar
determinado derecho (concreto) ante la jurisdicción (el Poder Judicial o
tribunales), y ese poder determina la obligación del órgano jurisdiccional de
atenderlo, de darle movimiento, de poner en marcha el proceso, por lo que en
definitiva quien ejerce el poder tendrá respuesta: la sentencia.
Sigue diciendo el autor, que la acción consiste en reclamar un derecho ante el
órgano jurisdiccional y obtener, como resultado, el proceso, que debe terminar
con una sentencia, por lo que la finalidad, es tener acceso a la jurisdicción,
siendo el famoso derecho de acceso al tribunal, a ser escuchado, a que se
tramite un proceso para dilucidar la cuestión planteada.
Concluye el autor conceptuando a la acción, como un derecho subjetivo
procesal, y por consiguiente, autónomo e instrumental, o el poder abstracto de
reclamar ante el juez (el órgano jurisdiccional del Estado) un determinado
derecho concreto, éste sí, que se llama pretensión.
ACCION. PRETENSION.
DEMANDA. CONTESTACION
PRIMERA SECCION
PROHIBICION DE LA AUTODEFENSA. ORIGEN.
EVOLUCION
La acción surge como una necesaria consecuencia de la prohibición que tienen
las personas de ejercer la autodefensa de sus derechos, lo cual constituye uno
de los basamento del Estado moderno. Se halla consagrada en la Constitución,
que expresa: "Nadie podrá hacerse justicia por sí mismo ni reclamar sus
derechos con violencia, pero se garantiza la le¬gítima defensa" (Art. 15 CN).
2. AUTONOMIA DE LA ACCION
La doctrina inicialmente identificó a la acción y al Derecho material. Se decía
que la acción era el derecho en movimiento o el derecho con casco y armado
para la guerra ("armée et casquée en guerre").
Una célebre polémica surgida entre dos conocidos juristas respecto del
contenido de la "actio" romana y de la «anspruch» germana, culminó con el
reconocimiento de que la acción y el dere¬cho no eran la misma cosa.
Esta notable distinción determinó la autonomía de toda una rama del derecho:
el Derecho procesal. A partir de allí adquirió personalidad propia,
desprendiéndose del viejo tronco del Derecho civil.
3. ORIENTACIONES MODERNAS
Inspirada por CARNELUTTI, dice que la acción tiene por objeto provocar la
actividad jurisdiccional y es independiente del derecho material, pero no es un
derecho potestativo, sino derecho a una pretensión determinada: la actividad
jurisdiccional. La ac¬ción sería así un derecho a la jurisdicción.
Expuesta por COUTURE, quien define la acción como el poder jurídico que
tiene todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos jurisdiccionales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión. Sostiene que la acción como
poder jurídico de acudir a la jurisdicción, existe siempre, con derecho material
o sin él; con pretensión o sin ella, pues todo individuo tiene ese poder jurídico,
aun antes de que nazca su pretensión concreta.
3.7. Conclusión
De acuerdo con la evolución doctrinaria se puede concluir que existen tres
definiciones fundamentales sobre el moderno con¬cepto de la acción, que se
resumen en:
5.1. Acción
Como se señaló precedentemente, la acción es el dere¬cho subjetivo (poder)
de reclamar ante el órgano jurisdic¬cional un derecho determinado.
5.2. Pretensión
5.3. Demanda
6.2. Interés
Se trata del motivo, la razón, el móvil que tiene la parte para ejercer la acción;
por ello se dice que sin interés no hay acción.
Pero, a veces, también puede ser moral o de otra índo¬le, es decir, sin un
contenido patrimonial propiamente dicho, V.g.: la acción del cónyuge para
que el otro deje de usar su apellido, la destrucción de una obra, etc.
El interés invocado por el accionante debe ser directo, legítimo y actual. .
6.3. Legitimación
7. ELEMENTOS DE LA PRETENSION
Por diversas razones será necesario que los elementos subjetivos y objetivos
de la pretensión sean identificados, a fin de conocer cuándo estamos ante un
proceso idéntico a otro proceso y cuándo no.
7.1. Sujetos
Los sujetos de la pretensión y del proceso son los que actúan en él, aunque no
sean los que hubieran debido actuar (legitimados) para que se juzgue
eficazmente determinada si¬tuación jurídica.
Las partes serán siempre dos, aunque una de ellas pue¬da ser plural como se
da en el fenómeno del litisconsorcio. También, en el proceso pueden
intervenir terceros, pero en ese caso habrá, generalmente, una nueva o
diferente preten¬sión de la original; una nueva litis, como dice
CARNELUTTI.
7.2. Objeto:
El elemento objetivo de la pretensión es el "bien de la vida" que se pretende
como dice CHIOVENDA, y por lo tanto solicita el actor.
7.3. Causa:
8. ACUMULACION DE PRETENSIONES
8.1.1. Requisitos
8.1.1.3. Unidad de trámites: Las pretensiones deben poder sustanciarse por los
mismos trámites, v.g.: es improcedente la acumulación de una acción
ejecutiva a una ordinaria, o de ésta a otra que se sustancie por un
procedimiento especial, a menos que el actor renuncie al proceso ejecutivo o
especial y opte por el proceso ordinario.
La acumulación de pretensiones es procedente aun cuando las mismas tengan
diverso origen. Siendo así, pue¬den emerger de un derecho original como
adquirido por ce¬sión. Pero no será admisible acumular una demanda de
di¬vorcio, en que es competente el juez en lo civil y una de¬manda por
régimen de relacionamiento de menores en la que será competente el juez de
la niñez.
La acumulación objetiva de pretensiones será admisible formalmente también
en los procesos sumarios, de ejecución y de menor cuantía siempre que se
cumplan las condiciones re¬queridas por la ley para su procedencia.
Las pretensiones son conexas por el título (causa) y el objeto, v.g.: cuando se
demanda por reivindicación contra varios poseedores de un mismo inmueble,
cuando el propie¬tario promueve el desalojo del inmueble ocupado por varios
inquilinos, etc.
Las acciones reales son las que pretenden permitir usar, gozar o disponer de
una cosa propia o ajena. Derivan de los derechos reales establecidos en el
derecho sustancial.
Las acciones reales y personales son patrimoniales y se diferencian de las
acciones que protegen los derechos personalísimos (estado, nombre, etc.) que
por tener dicho carácter se rigen por principios especiales
(intransmisibilidad).
SEGUNDA SECCION
l. DEMANDA. CONCEPTO
2. REQUISITOS
Los requisitos de la demanda son, en general, los que corresponden a todo
acto procesal escrito:
2.1. Redacción por escrito
El escrito de demanda no requiere fórmulas sacramentales; basta con que sus
términos sean claros y pre¬cisos (Art. 215, 1er. p. la. p. CPC).
2.2. Idioma castellano
Las actuaciones judiciales deben ser redactadas en idio¬ma castellano. Esta es
la denominación correcta, no español, como dice el Código Procesal Civil
(Art. 105, 1 a p. CPC). La Constitución establece: "El Paraguay es un país
pluricultural y bilingüe. Son idiomas oficiales el castellano y el guaraní. La ley
establecerá las modalidades de utilización de uno y otro. Las lenguas
indígenas, y las de otras minorías forman parte del patrimonio cultural de la
Nación". (Art. 140 CN)
2.3. Mecanografiada o manuscrita
El escrito de demanda debe redactarse con tinta oscura e indeleble (Art. 106,
la p. CPC). Puede también imprimirse por cualquier medio mecánico o
tecnológico.
2.4. Prueba documental
Se debe distinguir el documento del instrumento. El documento es toda
representación objetiva de una idea, la que puede ser material o literal, v.g.: un
monumento.
El instrumento es el documento literal, escrito, destina¬do a constatar una
relación jurídica o una manifestación de voluntad susceptible de producir
efectos jurídicos. Siendo así, el documento es el género y el instrumento la
especie.
La norma procesal prescribe, como regla general, que el actor al promover la
demanda debe acompañar la prueba documental que tuviere en su poder (Art.
219, 1 a p. CPC).
La misma carga procesal tiene el demandado, que ha de cumplirla cuando
contesta la demanda (Art. 236 CPC) y cuando, en su caso, reconviene (Art.
237, 1 a p. CPC).
Igual carga tiene quien deduce una excepción previa (Art. 227 CPC) o un
incidente (Art. 183 CPC). También en el proceso de conocimiento sumario
(Art. 683, inc. c) (CPC) Y en el juicio ejecutivo cuando se oponen
excepciones (Art. 460, 3er. p. CPC).
La prueba documental que deberá acompañarse va más allá de los
instrumentos públicos o privados del C. Civil si extiende a todo objeto en el
que los hechos se encuentren regis¬trados o testimoniados pudiendo ser de
distintas clases y tipos.
La exigencia de adjuntar al escrito de demanda – y a los escritos de
contestación, reconvención, excepción e incidente ¬toda la prueba documental
que se tuviere, está fundada en el Principio de moralidad y buena fe que debe
regir el proceso, en cuya virtud el mismo debe substanciarse con lealtad y no
puede constituirse en una trampa donde pueda sucumbir la verdad.
2.5. Firma
Un requisito de fundamental importancia es la firma. El C. Civil declara -
refiriéndose a los instrumentos privados que será indispensable para su
validez, sin que pueda ser sustituida por signos, ni por iníciales de los nombres
o apellidos" (Art. 399 CC).
La firma se define como el trazado gráfico que contiene habitual¬mente el
nombre, apellido y rúbrica de una persona, con el cual se suscriben los
documentos para darles autoría y obligarse a lo que en ellos se dice.
Los escritos judiciales deben estar firmados por las personas que en ellos
intervienen (Art. 106, la p. in fine CPC). Siendo así, el escrito carente de firma
será un acto jurídicamente inexistente y aje¬no, como tal, a cualquier
posibilidad de convalidación posterior. Véase el apartado. 7 del Capitulo XV.
2.6. Copias
La copia es la reproducción fiel de un documento original.
La norma procesal dispone que de todo escrito de que deba darse traslado, de
sus contestaciones y de los documentos con ellos agre¬gados, deberán
acompañarse tantas copias firmadas como partes in¬tervengan (Art. 107, 1ª p.
CPC). Véase el apartado 8.3 del Capítulo XV
3. CONTENIDO
La demanda, dice la norma procesal, será deducida por escrito y contendrá
(Art. 215 CPC):
3.5. Petición
La petición en términos claros y positivos, formulada con precisión en la
petitoria. Contribuye a determinar el objeta del litigio. Puede ser:
Principal: Referente a la que se reclama al demandada.
Accesoria: cama las dañas y perjuicios, las intereses, las cas¬tas.
4. EFECTOS
Cada demanda produce, en general, diversas efectos jurídicos sustanciales y
procesales, sea por la presentación al tribunal, su admisión por éste a por la
notificación al deman¬dado.
4.1.1. Procesales:
4.1.1.1. Queda abierta la instancia y el actor tiene la carga de proseguirla.
4.1.1.2. Queda fijada la competencia del juez can relación al actor.
4.1.1.3. Caduca la facultad del actor de recusar sin expresión de causa.
4. l .1.4. El juez asume el deber de:
4.1.1.4.1. Conocer la demanda o rechazada de oficio.
4.1.1.4.2. Pronunciarse sobre su competencia.
5. IMPORTANCIA
La demanda es el acto central del proceso y el prime¬ro, salvo las diligencias
preparatorias si las hubo.
De los efectos señalados precedentemente, surge la fun¬damental importancia
que la misma posee, dada su profunda influencia en la constitución y posterior
desarrollo del pro¬ceso y en la sentencia.
Por ello, su redacción y formulación requieren sumo cuidado y atención ya
que constituye la base del juicio y de ella depende, en gran medida, el éxito o
el fracaso de la pre¬tensión deducida.
6. CONTESTACION DE LA DEMANDA
6.1. Concepto
La contestación de la demanda es la respuesta que da el demandado a la
pretensión del actor contenida en la deman¬da. La contestación significa para
el demandado la facultad de pedir la protección jurídica del Estado y el
ejercicio de una acción. La contestación es la forma civilizada que asume la
defensa.
6.2. Importancia
La contestación tiene para el demandado similar importancia que la demanda
la tiene para el actor.
Con la contestación se integra la relación procesal, se fijan los hechos sobre
los que versará la prueba y se especifica la carga de ella, se centran los
términos de la litis y se establecen los límites de la sentencia. Por todo esto,
surge la importancia que asume la demanda en la constitución y en el
desarrollo del proceso.
6.3. Carga procesal
Lo que distingue y caracteriza al contenido de la con¬testación de la demanda
es la carga procesal que tiene el de¬mandado y que consiste en reconocer o
negar categóricamente cada uno de los hechos expuestos en la demanda.
Consecuencia lógica de lo anterior es también la car¬ga que pesa sobre el
demandado en el sentido de tener que reconocer o negar, en la misma forma,
la autenticidad de los documentos acompañados que se le atribuyen y la
recep¬ción- no el contenido- de las cartas, telegramas e instrumen¬tos a él
dirigidos cuyas copias se hubiesen acompañado.
La negación debe ser categórica y concreta. Deben distinguirse los hechos
personales y los que tiene el deber de conocer, de los que no lo son o son
hechos de terceros. En estos últimos casos puede el demandado simplemente
decir que no le constan.
7. REQUISITOS:
Los requisitos de la contestación de la demanda pueden ser extrínsecos,
referidos a la forma; e intrínsecos, relativos al contenido.
De estos documentos se dará traslado al actor por seis días, con copias,
debiendo notificársele por cédula (Art. 133, inc. a) in fine CPC).
La pretencion, concepto y diferencias con del derecho de acción
Posted on 26/06/2013 by D. Fernando Ospina
Tal parece que aunque son parecidas, no son iguales, El caso es que desde mi
punto de vista el derecho de acción (derecho a pedir ante un tribunal),
comparte una semejanza casi sinónima con la pretensión (posibilidad de pedir
ante un tribunal), en mi opinión la diferencia es muy difícil de conocer si solo
nos basamos en el concepto.
La pretensión busca dar lugar a que nazca (surja) un proceso judicial que
permita ejercitar la pretensión, mientras que la pretensión lo que busca es
lograr la satisfacción de un interés (un veredicto o sentencia positiva)