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Teoría de la placa tectónica

Es la teoría científica que establece que la litosfera está fragmentada en una serie de placas
o baldosas que se desplazan sobre el manto terrestre fluido. Esta teoría también describe el
movimiento de las placas, sus direcciones e interacciones. Las placas interaccionan unas
con otras a lo largo de sus fronteras o límites provocando intensas deformaciones en la
corteza de la Tierra, lo que da lugar a grandes cadenas montañosas, por ejemplo, los Andes
y Alpes. Y grandes sistemas de fallas asociadas con estas, por ejemplo, el sistema de fallas
de San Andrés. El contacto por fricción entre los límites de las placas es responsable de la
mayor parte de terremotos.

Plegamientos o pliegues

Son cualquier curva u onda pronunciada en las capas de una roca que resultan de las
deformaciones plásticas, debido a las presiones en el interior de la Tierra se caracterizan
como anticlinal y sinclinal.

Fallas geológicas

Son fracturas de las rocas, sus lados se desplazan, se producen cuando las fuerzas aplicadas
sobre las rocas superan su resistencia y se rompen, las principales fallas que se pueden
encontrar son la de tipo Normal, la inversa y la transcurrente u horizontal.

Epirogénesis o epirogenia

Los movimientos epirogénicos de hundimiento dan lugar a la formación de grandes


depresiones, como la del Mar Negro y el del Mar Mediterráneo y la Cuenca de Maracaibo.

Orogénesis u orogenia

Se llama así el conjunto de los procesos mediante los cuales se forman las grandes cadenas
montañosas. Los movimientos orogénicos suelen iniciarse en los geosinclinales.

Teoría de la Derivada Continental

Desarrollada por el alemán Alfred Wegener. Lo que él quería demostrar era que todos los
continentes de la Tierra habían estado unidos en algún momento en un único ‘super-
continente’ al que llamó Pangea.

Pangea empezó a fragmentarse hace unos 200 millones de años, primero en dos super-
continentes menores “Gondwana al sur”(que comprendía lo que ahora es Sudamérica,
África, Australia, la Antártida y la India) y “Laurasia al norte” (Norteamérica, Europa y la
mayor parte de Asia) y a continuación en los actuales continentes, que empezaron a
separarse. Este episodio de la deriva continental recibe a veces el nombre de ‘deriva de
Wegener’, por el autor de la teoría. Para avalar su teoría Wegener aportó varios argumentos
científicos de peso. A continuación detallamos los más importantes:

 La forma de las costas de los continentes. Se las puede empalmar como las piezas
de un rompecabezas. Esto es particularmente llamativo en la coincidencia que se
observa entre Sudamérica y África.
 La existencia de los mismos fósiles en los distintos bloques siálicos. La fauna y la
flora del Carbonífero son idénticas en África, Sudamérica, India, Australia y
Antártida.

Wegener justificó su Teoría de la deriva continental basándose en varios tipos de pruebas:


Pruebas geográficas. Pruebas geológicas. Pruebas paleontológicas.

1. Geográficas y Geológicas: Se apreciaba una coincidencia entre las


costa de África y Sudamérica, con las mismas estructuras geológicas y
rocas, como ocurre con las minas de diamantes de Brasil y Sudáfrica.
2. Paleontológicas: Son idénticos los fósiles de la Flora y Fauna de
continentes tan alejados como Australia y Sudamérica.
3. Paleoclimáticas: Aparecen depósitos glaciares de la misma época en la
Patagonia y la India, o depósitos de carbón en Europa y Norteamérica.

A partir de esas pruebas se podía reconstruir la evolución de la corteza, desde la


posición de Pangea, hace 200 millones de años, hasta la actualidad. Sin embargo,
esta teoría fue desechada, ya que no se podía explicar el mecanismo por el que
se movían los continentes.

Teoría del Ciclo de Wilson

El ciclo de Wilson es un modelo en el que una grieta continental rompe un continente, lo


que lleva a la formación de una cuenca oceánica entre dos placas tectónicas. La separación
de las dos placas es seguida más tarde por la convergencia o subducción que conduce al
cierre de la cuenca oceánica y, finalmente, a la colisión de los dos bloques continentales.
Cuando la corteza comienza a adelgazarse nuevamente, comienza otro ciclo. Podemos
definirlo o explicarlo de manera concisa como ‘La apertura y cierre de un cuenca oceánica’.

Un ciclo de Wilson rara vez se sincroniza con el momento de un ciclo super-continente. Sin
embargo, tanto los ciclos super-continentes como los ciclos de Wilson estuvieron
involucrados en la formación de Pangea y de Rodinia.
Fases

1. Extensión inicial previa a la deriva


2. Fase de grieta a deriva, apertura inicial de una cuenca oceánica
3. Expansión del fondo marino
4. Ensanchamiento de la cuenca
5. Subducción de la litosfera oceánica, cierre de la cuenca
6. Colisión continente-continente

Ciclo de Wilson

La distribución de las placas y por tanto, de los continentes, ha cambiado a lo largo del
tiempo, ya que pueden fragmentarse y unirse unos con otros. El Ciclo de Wilson, propuesto
por Tuzo Wison, nos explica de forma ordenada, el proceso de apertura y cierre de los
océanos, y la fragmentación y posterior unión de los continentes, que provoca la formación
de cordilleras, y resume todo lo que suecede en los bordes constructivos y destructivos
sobre la litosfera.

En el ciclo se pueden distinguir las siguientes fases:

El continente se fragmenta por acción de puntos calientes que abomban y adelgazan la


corteza hasta romperla, originándose un rift continental (como el Rift africano).

En la línea de fragmentación se empieza a formar litosfera oceánica (borde constructivo)


que separa los fragmentos continentales. Si continúa la separación el rift es invadido por el
mar y se va transformando en una dorsal oceánica. Los continentes quedan separados por
una pequeña cuenca oceánica (como el actual mar Rojo).
El proceso continúa y los continentes se separan progresivamente. Entre ellos aparece una
cuenca oceánica ancha, con una dorsal bien desarrollada (como el Océano Atlántico actual).

Cuando la cuenca oceánica alcanza cierto tamaño y es suficientemente antigua, los bordes
de contacto con los fragmentos continentales se vuelven fríos y densos y comienzan a
hundirse debajo de los continentes y se genera un borde de destrucción. En esta zona se
origina una cadena montañosa que va bordeando al continente (orógeno tipo andino, como
la cordillera de los Andes). La corteza oceánica se desplaza desde el borde constructivo al
de destrucción como una cinta transportadora, por lo que la cuenca oceánica deja de crecer
(como el Océano Pacífico).

Dada la forma esférica de la Tierra, otros bordes constructivos pueden empujar a los
fragmentos continentales en sentido contrario, con lo que la cuenca oceánica se va
estrechando (como en el Mar Mediterráneo).

Finalmente al desaparecer la cuenca oceánica las dos masas continentales chocas


(obducción) y se origina un continente único (supercontinente), y sobre la sutura que cierra
el océano se forma una cordillera (orógeno tipo himalayo, como la cordillera
del Himalaya).

El desplazamiento de las placas se realiza sobre una superficie esférica, por lo que los
continentes terminan por chocar y soldarse, formándose una gran masa continental,
un super-continente (Pangea como lo llamó Wegener). Esto ha ocurrido varias veces a lo
largo de la historia de la Tierra. El super-continente impide la liberación del calor interno,
por lo que se fractura y comienza un nuevo ciclo.

Así pues, las masas continentales permanecen y unen y fragmentan en cada ciclo, mientras
que las cuencas oceánicas se crean y destruyen.
Expansión del océano

Luego de la guerra, Harry Hess reunio todas las ideas y evidencia que necesitaba. Él retomo
la hipótesis de la dervivada continental de Wegener reviso la idea de la convención del
manto. Pensó en las características batimétricas y los patrones de la polaridad magnética del
fondo marino. En 1962, Hess publico una nueva idea llamada expansión del fondo marino.

Hess escribió que el magma caliente sube por las fosas tectónicas a las dorsales centro
oceánicas. La lava se enfría y forma nuevo fondo marino. Luego más lava erupciona en la
dorsal, la nueva lava empuja el nuevo fondo oceánico horizontalmente lejos del eje dorsal.

La magnetita en la lava apunta en la dirección el polo norte magnético. La diferente


polaridad de las bandas magnéticas revela las diferentes edades del fondo marino.

En algunos lugares, la corteza oceánica llega hasta un continente. La corteza en


movimiento empuja ese continente lejos del eje dorsal. Si la corteza en movimiento llega
hasta una fosa oceánica, se hunde en el manto. La creación y destrucción de corteza marina
es la razón del desplazamiento de los continentes.

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