Se dice que en el policial suele haber dos narradores:
a) Un narrador del marco de la historia que cuenta hechos sucedidos desordenadamente b) El narrador detective que ordena los hechos, deduce lo que se ocultaba y da una explicación lógica, verosímil, creíble a lo sucedido. En el caso de “Un crimen casi perfecto”, de Roberto Arlt estos dos narradores se unen en uno solo que es el detective porque él es el narrador protagonista de los hechos, narra en 1ra persona: él aporta el marco de la historia (crimen, perfil de los hermanos y los otros sospechosos, etcétera) y después tiene una revelación (episodio del bar en el que cuando ve los cubitos de hielo, él ve en ellos el envase que había estado buscando para el veneno). Después con el químico y el juez, confirma que esta hipótesis es la correcta, la que nos da la verdad que busca todo relato policial clásico.
Historia y relato
El argumento o historia es la narración cronológica (momento a momento) según
sucedieron los hechos. La trama o relato es cómo se narra lo que pasó, se altera el orden y se suprime la narración de hechos que hasta ese momento quizás no se conocían. La ruptura cronológica en la trama puede darse por: Analepsis (“flashback”): salto hacia atrás (en el policial puede ser descubrir en el final causas del crimen). En “Un crimen casi perfecto” hay un flashback cuando en el final, se cuenta el episodio de que el hermano Pablo había ido a reparar el refrigerador y puesto el veneno. Prolepsis (“flashfoward”): salto hacia adelante (sucede cuando se adelanta un hecho que según lo que se viene contando, aún no había sucedido).
El género policial en su contexto
Policial inglés, clásico o de enigma o de guante blanco: triunfa el orden y la justicia a
través del razonamiento del detective que descubre lo que sucedió realmente. Algunos de sus mayores autores son: Conan Doyle, Agatha Christie y Chesterton.
Policial negro: la ley no garantiza justicia, hay corrupción, ya no basta el razonamiento.
El policía o detective también es corrupto, víctima del contexto, como los criminales. Esto surge a partir de la primera guerra mundial