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PREGUNTAR, Una pregunta puede ser bien una expresión lingüística utilizada para realizar
una solicitud de información o el pedido mismo realizado por dicha expresión. La
información solicitada puede ser provista mediante una respuesta. Una pregunta
argumentativa es aquella que lleva un argumento de un tema en concreto es decir, la
pregunta en sí posee una deducción o inferencia con lo que se espera que el interrogado
confirme el argumento. Argumentar es presentar razones para fundamentar alguna idea u
opinión sobre un tema. Cuando se argumenta hay un interés de convencer a nuestro/a
receptor/a. Desde luego, tenemos que estar muy seguros/as de la idea que defendemos. A
esa idea se le llama tesis y es la idea central o eje del texto argumentativo.
Un argumento debe contener premisas y una conclusión. Las premisas deben ser
explícitamente diferenciables de esa conclusión. Gráficamente se vería así: Entonces,
antes de escribir un argumento debemos pensar explícitamente qué queremos probar y qué
razones tenemos para concluir que eso es cierto.
En Inglaterra, en el año (1958), Toulmin publicó The Uses of Argument, en donde propone
un esquema conocido como el modelo argumentativo de Toulmin, el cual describe la
argumentación monologal, que define como una "constelación de enunciados ligados en un
sistema, que otorga al discurso una forma de racionalidad" (Plantin, 2012, p. 8). Toulmin
aporta una visión de la argumentación desde la formalidad y la lógica. Esta alternativa
argumentativa ha sido denominada "La argumentación como operación intelectual", pues
sitúa la racionalidad en la estructura del esquema. Para este desarrollo, el autor propone
un modelo representado a continuación en la siguiente gráfica:
Este modelo presenta el discurso argumentativo como un conjunto o sistema, formado por
varios elementos, que parte de unos datos para llegar a una conclusión avalada por una ley
de pasaje o justificación, apoyada por un respaldo. Los calificadores modales aportan un
comentario implícito de la justificación, pero señalan las circunstancias en las cuales las
justificaciones no son ciertas, es decir, la refutación. Según este modelo, en una
argumentación se debe partir de datos obtenidos y fenómenos observados que se justifican
en función de razones fundamentadas, lo cual se conoce como conocimiento científico
aceptado. En el paso que se da entre los datos y la conclusión es donde ocurre el proceso
argumentativo, ya que se desarrollan los distintos argumentos o topoï.
El modelo argumentativo propuesto por Toulmin fue criticado por Ducrot, a quien se le
atribuye la renovación del concepto de argumentación para organizar un campo de
investigación en las ciencias humanas, en especial en las ciencias del lenguaje,
CLASES DE PREGUNTAS:
Existe una amplia gama de tipos, estilos y formas de preguntar en el diseño de una
evaluación, guía, taller o tarea, algunas son:
Las preguntas explícitas son para averiguar informaciones objetivas y descriptivas sin
ningún tipo de opiniones o creencias. Estas preguntas revisan el plano explícito de cualquier
tipo de texto. Algunos ejemplos de esta clase de preguntas pueden ser: ¿Qué día es hoy?
¿Cuál es tu nombre? ¿Con qué tipo de pintura haces tus obras de arte? ¿Dónde naciste?
¿Cuál es la dirección de tu residencia? ¿Cuál es el número de tu teléfono?
Las preguntas interpretativas permiten leer entre líneas un texto, hacer lectura pragmática
y oculta sobre una información determinada. Las preguntas interpretativas conducen al
lector hacia la comprensión de la intención del texto. Generalmente los medios de
información masivos (radial, audiovisual, escrita y visual) poseen una fuerte carga de doble
información o documentación oculta manipulada con una intención ideológica o política
determinada que es posible desenmascarar o poner de manifiesto con esta serie de
preguntas interpretativas: ¿Cuál es la intención del texto cuando expone...? ¿Qué pretende
el texto con la exposición sobre ...? ¿Dónde radica el problema...?
Las preguntas hipotéticas averiguan sobre las fuentes, las hipótesis, las tesis o teorías
ocultas, ideologías, paradigmas, experiencia, acción, fenómeno o texto de cualquier
naturaleza (escrito, oral, audiovisual, visual) en un contexto determinado. Algunos ejemplos
de estas preguntas pueden ser: ¿Cuál es la teoría de salvación expuesta en la cinta “La
Sombra del Amor”? ¿Qué tipo de modelo pedagógico predomina en la Institución
Educativa?
Las preguntas de mayor simpatía entre niños, adolescentes y jóvenes son las preguntas
valorativas o apreciativas por la libertad y flexibilidad con que se presentan. Las preguntas
valorativas, a diferencia de las anteriores, son de opinión. Aquí se puede creer, considerar
en forma subjetiva, opinar libremente e incluso proponer. Anulando la subjetividad en las
preguntas valorativas, se podría trabajar sin problema el tercer nivel de los atributos de las
competencias. Las preguntas valorativas se pueden plantear así: ¿Qué te pareció la cinta
que acabamos de observar? ¿Por qué no te gustó la actuación de...? ¿Qué es lo que más
te impactó de...? ¿Qué título, qué comienzo y qué final le pondrías al texto que leíste?
¿Cómo transformarías el texto sin cambiar la intención del texto? ¿Qué fotografía de la
cinta… te impactó más?
Preguntas propositivas: son aquellas que permiten inferir, diseñar, proponer o crear
situaciones a partir de un texto o de una experiencia de improvisación.
Una pregunta propositiva puede nacer de la respuesta de una pregunta apreciativa como
esta experiencia. Después de ver la cinta: La vida es bella, se les había preguntado a niños
de tercero de primaria ¿Qué les pareció la historia? Uno de ellos respondió que le había
gustado pero no el final; entonces se le hizo una pregunta propositiva: ¿Qué final le pondrías
tú? El niño respondió, yo no dejaría que su padre muriera, él es quien debió entregar el
tanque de guerra a su hijo y quedar nuevamente toda la familia reunida. No me gustó que
el haya muerto, qué mal gusto el del autor de esta historia titulada La Vida es bella.
Comprender la dinámica compleja que aquí hemos planteados sobre los procesos de
pensamiento, sus habilidades y sus estilos, es comprometerse con una mejor dinámica de
enseñanza y aprendizaje significativo, donde el descentramiento (ponerse en el lugar de
cada niño y valorar a cada uno) adquiere sentido y se convierte en un proceso cotidiano
cierto y efectivo.
PREGUNTAS CON OPCIONES: Son preguntas cerradas que presentan desde dos hasta
ocho opciones.
PREGUNTAS DE HECHO: Son las que tratan sobre cuestiones concretas y tangibles.
Toda pregunta deberá formularse de manera oral y versará sobre un hecho específico. En
ningún caso se permitirán preguntas ambiguas o poco claras, conclusivas, impertinentes o
irrelevantes o argumentativas, que tiendan a ofender al testigo o peritos o que pretendan
coaccionarlos.
Las preguntas retóricas no tienen como objetivo despejar dudas, sino dar cierto énfasis a
lo que se expresa o sugerir una afirmación. Así, cuando lanzamos una pregunta retórica,
no hay como objetivo esperar una respuesta, ya que está implícita en la propia pregunta,
dando a entender un punto de vista que funciona como una afirmación, sugerencia o
énfasis.
Las preguntas retóricas son también una estrategia discursiva y argumentativa que se
emplean en debates, ante una audiencia o el público con el fin de simular un diálogo que
invite a reflexión entre los interlocutores, además de persuadirlos para moverlos a la acción
o cambiar de parecer. Las preguntas retóricas se emplean para hacer una observación más
que para encontrar una respuesta. También pueden utilizarse para iniciar una discusión
cuando la pregunta es demasiado difícil de responder de forma sencilla. Por ejemplo, "Las
vacaciones, ¿quién las necesita?".
Cuestionarse uno mismo
A través de preguntas como: “¿Qué me ocurre hoy?”, “¿Por qué siempre cometo los mismos
errores?”. Estas cuestiones no tienen una respuesta inmediata e inducen a la reflexión.
En una argumentación
Las preguntas retóricas no tienen como finalidad que el receptor piense en una respuesta
para enunciarla, sino generar con esa misma interrogación retórica una respuesta más para
lo que se está buscando decir. Por ejemplo:
En un sermón
Es habitual que las familias se hagan preguntas retóricas en situaciones tan cotidianas
como regañar o dar un sermón a los niños por un comportamiento inesperado o
inapropiado, sobre todo si les hacen perder la paciencia, en un ejercicio de evitar lo que se
está pensando. Por ejemplo: “¿Cuántas veces te lo tengo que decir?”
Las preguntas retóricas se hacen normalmente sin esperar una respuesta inmediata por
parte del interlocutor, ya que es el mismo ponente quien la responde.
Sin embargo, las preguntas capciosas se hacen con el objetivo de que el interlocutor se
confunda o dé una respuesta que no tenía como objetivo en un primer lugar, con el fin de
dejarle en evidencia.
“¿Sabes qué pasó ayer entre las 18 y 19 horas en Tanzania?” (respuesta: una hora)
“Un tren eléctrico se dirige al oeste a 80 kilómetros por hora. El viento sopla dirección norte.
¿Hacia dónde se dirige el humo?” (respuesta: hacia ningún lado, ya que los trenes
eléctricos no generan humo al desplazarse).
De este modo, podemos afirmar que las preguntas capciosas tienen como fin confundir al
interlocutor, ya que esconden la respuesta a través de recursos retóricos. Las preguntas
capciosas también se pueden ver en los juicios como una táctica de confusión que lleva a
cabo la parte contraria para conseguir una respuesta específica que favorezca a su cliente
en detrimento de la otra parte. Para ello, se apelan a cuestiones íntimas y a hechos
sensibles que puedan alterar a la persona con el fin de favorecer una confesión de los
hechos por la que se la condenan.