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Sefirot en desequilibrio.

Parte I

Los Sefirot y el origen de la enfermedad.


El Árbol de la Vida de la Cábala es una representación de todo lo creado.
Cada una de las 10 esferas -o sephirot- de este mandala constituye una energía o dimensión
del Universo creado.
El Árbol de la Cábala contiene la clave para comprender todos los procesos y
acontecimientos que ocurren en el Universo.
Cuando estudiamos al ser humano, el Árbol cabalístico se muestra como un extraordinario y
preciso mapa del alma y del cuerpo humano.
Conocer el significado de cada sefirot nos ayuda a comprender cuando aparece un
desequilibrio –enfermedad- así como a obtener claves para su resolución.
¿Qué es la enfermedad?
La Organización Mundial de la Salud – OMS- define la salud como el estado de bienestar
físico, emocional, mental y social.
En el diccionario de la RAE definen salud como estado en que el organismo realiza todas sus
funciones.
Como vemos en ambas definiciones, la salud es un estado, es decir, una circunstancia puntual
que puede variar de un momento a otro.
La enfermedad, en la RAE, se define como una alteración leve o grave del funcionamiento
normal de un organismo o de alguna de sus partes debida a una causa interna o externa.
En medicina holística se plantea la unificación de las causas, ya que el adentro y el afuera, en
última instancia, son lo mismo y no hay división.
Pero no yéndonos a un plano metafísico, simplemente indicar que aunque un síntoma se
presente en el cuerpo físico, el origen es siempre un desequilibrio en otros planos.

El origen de la enfermedad.
El Dr. Bach, creador del sistema terapéutico floral, establecía que la enfermedad se origina
siempre en planos profundos de nuestro ser.
La enfermedad es, para Bach, el resultado de un conflicto entre nuestro Yo espiritual y
nuestro Yo mortal –entre el alma y la personalidad-.
Mientras estos dos estén en armonía, gozaremos de una perfecta salud; pero cuando hay
desacuerdo, aparece lo que conocemos como enfermedad.
Este conflicto puede manifestarse en el plano almico o psíquico, y se expresa como los
síntomas emocionales y mentales tales como ansiedad, melancolía, histeria, depresión, fobias
o incluso cuadros más graves como esquizofrenia o psicosis.
Pero también se pueden manifestar como síntomas en el plano físico.

La enfermedad como símbolo: Biodescodificación –


Metamedicina.
El cuerpo es símbolo: es una representación energética de nuestro patrón de especie.
El cuerpo expresa a través del síntoma el conflicto energético que se está desarrollando en
otros planos del ser.
Este concepto del síntoma como símbolo está desarrollado ampliamente por autores como
Ruediger Dethlefsen,Thorwald/Dahlke, en su obra La enfermedad como camino.
También se describe el síntoma físico como mensajero en el trabajo de la Dra. Rainville,
denominado Metamedicina, que basa su estudio sobre las aportaciones de Louis L. Hay.
La Biodescodificación es una rama nueva de las terapias alternativas que también aborda la
enfermedad de esta manera.
Pero toda esta corriente humanista tiene en verdad su origen en muchos siglos atrás, donde
los cabalistas y los alquímicos ya describieron en sus tratados la relación directa entre los
males del cuerpo y los males del alma.
Las culturas indígenas también dan cuenta de ello en sus métodos de curación basados en
experiencias psicomágicas y en la comunidad como fuerza de sanación.

Todo tiende al equilibrio: Homeostasis


La adaptación es un proceso por el cual un organismo se ajusta activamente a su entorno y a
los cambios que tienen lugar en éste.
La psique es un sistema orgánico que funciona, como todo en el Universo, con las mismas
leyes naturales.
La psicología analítica, creada por Jung, sostiene que la energía psíquica sigue la primera y la
segunda ley de la termodinámica, esto es, que tiende a la homeostasis.
La homeostásis es el principio de autoregulación. Es el medio del que se sirven los
organismos biológicos para mantenerse en equilibrio en beneficio de la supervivencia.
Los egipcios y griegos así como los chinos taoístas de la Antigüedad eran conocedores de la
importancia de la homeostasis en el organismo humano.
La regulación homeostática puede observarse a todos los niveles de vida, desde las moléculas
hasta las comunidades y biosfera.

Jung estaba convencido de que la psique, al igual que el cuerpo, era un sistema autoregulado
que se esfuerza constantemente por mantener el equilibrio entre propensiones opuestas, al
tiempo que busca su individuación.
El cuerpo físico posee sus mecanismos para compensación y mantenimiento del equilibrio de
sus funciones. La psique también tiene sus mecanismos de autoregulación a través de los
sueños.
Desequilibrio y enfermedad
Llegados a este punto, podemos sospechar que el estado de enfermedad es un estado de
desequilibrio.
Según la naturaleza del agente interno o externo, a veces un segundo de exposición es
suficiente para generar patología, como por ejemplo, un accidente de automóvil.
Sin embargo, otras circunstancias requieren de un periodo más largo de desequilibrio que
desemboca, finalmente, en un síntoma físico o psíquico.
En la Cábala se concibe al ser humano como una unidad de cuerpo, mente y espíritu, por lo
que lo que sucede en un plano afecta al resto.
Los desequilibrios pueden verse también como herencias kármicas de otras vidas que
venimos a resolver en esta existencia.
Comprender la naturaleza del desequilibrio nos ayuda a conocer y concretar el aspecto de
nosotros que requiere ser sanado.
Sephirot y salud: equilibrio de energías.
Un sefira es una dimensión de la creación donde operan energías de una naturaleza concreta.
Un sefira o esfera es una condensación de un tipo de energía o de característica natural. Esta
energía tiene una función concreta en el Universo.
Cuando se produce un desequilibrio en un sephira, el resto de esferas generan el proceso de
compensación necesario para mantener la homeostásis natural.
A continuación vamos a indicar brevemente en qué consiste la función de cada sefira, siendo
que en otros artículos extendemos la explicación de sus desequilibrios.
Keter-Jokmáh-Binah
Los tres primeros sefirot (Keter-Jokmah-Binah) constituyen el triángulo superno, y se
corresponden con las funciones mentales superiores: ideación, creatividad, imaginación,
síntesis, metafísica, ordenación, plasmación, concreción, inventiva, gestión, etc.
Los desequilibrios en estas esferas nos llevan a procesos que afectan, en el plano físico, con
el área de cara, cabeza, cuello y cerebro.
A nivel psicológico aparecen procesos de locura, desconexión con la realidad, exceso de
dogmatismo y rigidez, tiranía y falta de propósito vital-depresión.
Jesed-Geburáh-Tifaret
Estos tres sefirot centrales se corresponden con las funciones del centro emocional superior, y
trabajan el proceso de individuación al que se refiere Jung.
Los desequilibrios físicos afectan a toda la zona del tronco y brazos: pulmones, corazón,
espalda, sistema digestivo alto (hígado, páncreas, estómago).
A nivel psicológico observamos cuadros de narcisismo, incapacidad para comprometerse en
relaciones de pareja, exceso de dar o pedir, incapacidad para poner límites y/o defenderme,
exceso de apego al poder y a la ambición, severidad y despotismo.
Netzaj-Hod-Yesod
Estos sefirot se corresponden con el área de la mente inferior o mente animal. En ellos se
ubica el Ego y todas las funciones que se relacionan con él como adaptación al medio y
capacidad para obtener el sustento vital.
Los desequilibrios a nivel físico se aprecian en extremidades inferiores, aparato sexual,
intestinos y ano, sistema renal y linfático así como todos los problemas que se manifiestan en
la sangre.
A nivel psicológico se desarrollan desequilibrios en las emociones –celos, envidia, rabia,
tristeza, miedo, aprensión, asco, etc.-, en la mente concreta –incapacidad para fijar metas,
dispersión mental, confusión, volubilidad, etc.- y en la relación con los demás –exceso de
dependencia de las relaciones o su contrario-.
El estudio de tu Árbol de la Vida personal marca la carga con la que has venido en cada
esfera.
Esta información es de gran utilidad para saber si tienes tendencia a expresar esa energía en
exceso, en equilibrio o en defecto.
La información de tu configuración energética te ayuda a saber cómo eres y conocer cuales
son las condiciones que te favorecen para obtener un estado de equilibrio y paz en tu vida.

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