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Actividad N° 2 TRABAJO Y

MATERIA:

PLAN DE CONTINUIDAD PEDAGOGICA


CIUDADANÍA
ESTABLECIMIENTO: EES Nº 11 CURSO: 6to. B

ERNESTO “CHE” GUEVARA Profesor: Santiago N. Ibarra

CONSULTAS Y DUDAS: Fecha de envío: 5/4/2021

Contacto: ibarrasn@gmail.com

2392 – 480268

Actividad N° 2
El Trabajo (2da. Parte)
La masificación del
trabajo asalariado tal
cual hoy conocemos
debe su origen a una
modificación recuente en
las relaciones sociales
que se introducirán en el
siglo XVIII. Sin embargo,
las habilidades
productivas durante la
Edad Media y el
Renacimiento
experimentarán una gran
diversificación, y aquellos
súbditos que
inicialmente estaban
obligados a la actividad
agrícola establecerán estrategias de diferenciación para acceder a nuevos
derechos.

En esta oportunidad continuaremos revisando la historia del trabajo.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

* Resolución correcta de las consignas de síntesis y argumentación.

* Presentación de las producciones escritas solicitadas en forma parcial o como cierre


de un itinerario, entendiendo este como el recorrido de estudio realizado respecto a
una propuesta de enseñanza, acordada como forma de reelaboración crítica de los
contenidos estudiados.

* Coherencia entre la resolución de las consignas y los recursos trabajados.

* Análisis crítico respecto de las condiciones históricas, económicas, sociales, políticas


y culturales que posibilitan la emergencia del poder y de las resistencias.

Objetivos de enseñanza:

• Presentar dilemas que interpelen el pensamiento crítico a partir de


situaciones contemporáneas se históricas referidas a la cultura
hegemónica y sus mecanismos de construcción de legitimidad y a las
demandas por la exigibilidad y expansión de derechos de jóvenes y
trabajadores.

• Promover la contrastación de ideas y puntos de vista y la


argumentación a fin de comprender la lógica de demandas sociales en
diferentes contextos socio-históricos protagonizadas por trabajadores y
jóvenes.

Objetivos de aprendizaje

• Comprender de manera crítica los mecanismos de construcción de


legitimidad del poder en diversos contextos socioculturales y en distintos
tiempos históricos presentes en las luchas sociales protagonizadas por
jóvenes y trabajadores, con énfasis en aquellos procesos que han llevado
a la configuración de la situación argentina.

• Analizar y comprender las luchas sociales protagonizadas por jóvenes


y/o trabajadores en relación a los derechos de ciudadanía que
produjeron o relegaron.
• Visualizar las situaciones de vulneración de derechos de jóvenes, niños
y trabajadores y los mecanismos de exigibilidad de su cumplimiento en
las actuales condiciones laborales.

CONSIGNAS

1) ¿Qué diferencias existían entre la actividad económica de los burgos y el


señorío feudal?

2) ¿Por los burgueses lograron una acumulación de capital?


3) Los constructores de catedrales en la Edad Media. Lean el texto y respondan:
a) ¿Por qué eran importantes las catedrales en la Edad Media?
b) ¿qué era una loggia?
4) a) Investiguen en la web. ¿Existen otros significados sobre la palabra logia?
¿por qué?
c) ¿Qué conocimientos consideras que deben ser reservados actualmente?
Fundamenta.
Evolución del Trabajo (segunda parte)
El trabajo en la Antigüedad
En América el Imperio incaico dominaba a otros pueblos aborígenes -que no
aceptaban la sumisión al inca- cómo yanaconas, los que debían realizar los
trabajos más pesados, y mucha servidumbre era hereditaria. Los aztecas
también tenían esclavos originados en guerras, ociosidad o falta de pago de
deudas, pero no era una condición hereditaria. Con la conquista se sometió a
los indígenas a trabajos forzados, por medio de la mita, el yanaconazgo y la
enmienda, y se trajo a cautivos africanos quitándoles el atributo} de
personas, traficándolos como esclavos para realizar los trabajos más duros
en las plantaciones tropicales. Los africanos islamizados, de la nación
Mandinga, fueron los que llevaron adelante las más importantes rebeliones
contra la explotación del blanco, no les asimilaron la palabra 'mandinga' a
'diablo'. Los amerindios también lucharon contra españoles y criollos; las
epopeyas más conocidas fueron en un principio las resistencias de
Cuauhtémoc en México y las de Lautaro y Caupolicán en Chile (siglo XVI), las
guerras calchaquíes (siglo XVII) y la rebelión de Túpac Amaru en todo el
Antiguo imperio incaico (fin del siglo XVII).

En la Edad Media europea (siglos V al XV) surge el feudalismo, sistema en el


cual el rey concedía a los señores el control de las tierras de los lugareños
vecinos, que se convertían en sus vasallos mediante un sistema de
intercambio. En una economía esencialmente rural, la población acosada por
invasores extranjeros se congregaba en los alrededores del castillo del Señor
feudal, en búsqueda de protección. Con esa mano de obra asegurada los
esclavos fueron reemplazados por los siervos de la gleba o vasallos, que no
estaban sujetos al amo sino a la tierra. Los campesinos no eran esclavos ni
recibían un salario por su trabajo, y hacían producir la tierra; podían usar
parte de la producción y parte de bien entregársela al señor como tributo.
Cuando no estaban ocupados con la producción agrícola elaboraban
productos para usar o permutar entre las familias en las ferias dominicales.

En el siglo XII las ciudades o “burgos” crecían en importancia. Así se


incorporan las personas al trabajo familiar artesano, surgiendo una forma de
trabajo basada en un régimen jerárquico. Con maestros, compañeros y
aprendices se creó una organización en gremios, realizando los talleres, una
actividad restringida a los miembros autorizados. Los maestros tenían
discípulos a los que les enseñaban el oficio, cuidaban de su educación y
vivían con ellos, recibiendo a cambio una retribución posteriormente. Los
aprendices podían llegar a ser compañeros, y aspirar a ser maestro -si tenían
la aprobación de la corporación- que con el tiempo fue cada vez más
restrictiva con las autorizaciones, muchas veces revirtiendo carácter
hereditario.

Los burgueses, para eludir los controles y las trabas de los gremios que
operaban en las ciudades, daban trabajo los campesinos para las épocas en
que no tenían labores rurales, comerciando estos productos y trayendo
otros de oriente para vender, lograron así acumular capital. Entonces, la
acumulación originaria capitalista tuvo lugar debido a la separación del
trabajador de los medios de producción. El trabajador no siempre es
propietario de las herramientas y las máquinas con las que se produce.
Tanto unas como las otras pasan a ser provistas por los capitalistas y así el
jornalero deja de ser dueño de lo que produce. El feudalismo como sistema
social de dominación recién cayó en la edad contemporánea a partir de la
Revolución Francesa. Así los trabajadores fueron quienes hicieron posible la
victoria de la burguesía, lograron la igualdad ante la ley y, en dramáticas
revueltas en algunos casos, lograron poseer los títulos de las tierras que
trabajaban desde tiempos inmemoriales.
LOS CONSTRUCTORES DE CATEDRALES
EN LA EDAD MEDIA

Ochenta catedrales, varios centenares de iglesias imponentes y


millares de pequeños santuarios locales: tal es el balance de lo realizado por
los constructores que trabajaron en las canterías de la Edad Media entre los
s. XI y XIV. La cátedral era el núcleo espiritual y social de la ciudad. En él se
rezaba, se enseñaba y se santificaban las fiestas. La edificación de una
catedral traducía la voluntad de reunir a los cristianos, al mismo tiempo que
la devoción, y también cierta ansia de prestigio.

Así, la construcción estaba reservada a especialistas altamente


cualificados, reunidos en cofradías cuyas tradiciones iniciáticas y técnicas se
remontaban el Antiguo Oriente. La existencia de las canterías y el
nacimiento del «blanco manto de las catedrales», que se extendió sobre todo
el Occidente, fueron el fruto de una estrecha asociación entre los obispos, los
canónigos y los maestros de obra.

En los gremios reinaba una rigurosa jerarquía, que iba desde el


arquitecto al peón. Este último no formaba parte de la comunidad de los
constructores propiamente dicha, que no comprendía más que oficios
enseñados por maestros: talladores de piedra, escultores, diseñadores,
carpinteros y vidrieros. En las logias construidas a pie de obra aprendían el
arte y compartían la comida.

Los constructores eran hombres libres, y acogían en sus cofradías a


individuos procedentes de todas las clases sociales. Los miembros del clero
y de la nobleza desempeñaron un importante papel en la financiación, e
incluso en la dirección, de los trabajos.

También un individuo de condición modesta podía, después de haber


pasado por los estadios de peón y de aprendiz, acceder a las más altas
responsabilidades. Hay que desechar la leyenda de un trabajo benéfico
realizado con entusiasmo por los creyentes. En sus talleres cerrados con
empalizadas y de acceso prohibido a los profanos, los maestros sólo
admitían a profesionales.
Cada oficio tenía su loggia, palabra que se relaciona frecuentemente la
designación de ‘galería’, mientras que otros encuentran su origen en el
griego logos, que señala ‘defensa, argumentación, verbo, palabra’. La logia
reagrupaba a todos los artesanos, y cada logia tenía su reglamento, que
todos debían respetar. Los miembros de la logia quedaban bajo la
responsabilidad del maestro de obras, del arquitecto y de un capítulo que
controlaba y dirigía en ausencia del maestro. Estaban obligados a cumplir
toda una serie de normas de conducta: asistir a misa, confesar, pagar una
cantidad fija para la ayuda mutua, no dedicarse al juego, no vivir en
concubinato, etc. En el seno de la logia se comunicaban entre sí los
renombrados secretos. En ella se conservaban todos los secretos del trabajo
del constructor.

Más bien habría que hablar de secretos, tanto técnicos como


iniciáticos. El plano de una catedral era una combinación de figuras sencillas
(círculos, cuadrados, triángulos) anotadas con indicaciones codificadas. El
conjunto constituía un lenguaje geométrico legible solamente para los
iniciados, quienes podían levantar el edificio a partir de una representación
plana. Un reglamento de los talladores de piedra del s. XV prohíbe
comunicar a cualquiera que no forme parte del oficio «cómo deducir el
alzado del plano». El conocimiento de los materiales, la ciencia de las
proporciones armónicas y las leyes de cada oficio, se conservaron también
celosamente en secreto. Con tal finalidad, se limitaba estrictamente el
ingreso de aprendices en las logias. Además, ritos iniciáticos, también
mantenidos en secreto, debían permitir transformarse al individuo para que
fuese capaz de construir su propio templo interior, al tiempo que
participaba en la edificación de la catedral.
Sin embargo, frente a la jerarquía eclesiástica, los constructores no se
presentaban en modo alguno como librepensadores, aunque tampoco
renegaban de su independencia de espíritu. Trabajando para mayor gloria
de Dios, edificaron las catedrales con el apoyo espiritual y material del clero,
alguno de cuyos miembros formaba parte también de sus cofradías.

(Extraído del artículo del mismo nombre, en el sitio web Historias y


biografías)

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