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Cap. 4 Las Psicosis Periódicas Maniacodepresivas
Cap. 4 Las Psicosis Periódicas Maniacodepresivas
\
CAPÍTULO/V
HISTORIA
Si bien desde la antigüedad se observó la existencia de una relación entre los acce -
sos de man iª--Y-1os de me la ncQ.)j 11., estas_g_q.s__.:_c..w i.s.'.:_[~o..o_c..a.ns.idcr..ad.as..-ba~ta-
comienzos del siglo x¡~. " cnfcrmedac,ks" inde pendien tes, Ql,!..C.....CJLo.do_casa pacha.n
alternar o com plicarse ocasionalmente. Este punto de vista era compartido todavía
por Pincl y por Esquirol. "No ·es raro". escribía este último en 1816, "ver alternar de
una manera regular la manía con la tisis, la hipocondría y la lipemanía".
J. P. Falr?t Eue en 1854 cua ndo J.-P. Falrct y BaiUarger dcsc rjbicron, casj al misma tiempo.-
y Baillnrgtr. una misma enfermedad, denominada por el primero locura circular (caracterizada
por la reproducción sucesiva y regular del estado maniaco, del estado melancólico
y de un intervalo lúcido, mñs o menos largo) - }!._J2gJ e) segundo Locura de ,iob/,e~. .
forma (caracterizada "por la ~ucesión de dos periodos, el uno de excitación y el otro
de depresión")-. En 1883. apareció el tra bajo de Ritti que, en Francja. co nsag ró In
noción de una afección única, caracttrizada po r la sucesión de crisis de mania o de
m,cl;-n~ ia en un mismo indivrduo.
Kra~~lin. En Alemania, numerosos autores estudiaron la nue va entidad co n el nombre de..
psicosis periódicas. Pero-fue Krncpcljn, qujcn, en !899, ~ms_deJa.dcs.c.r.ipci.ón dc.l..
análisis minucioso de los estados de transición y de las imbricaciones de las crisis
. maníacas y melancólicas, llegó a la nocjón de estad!J.LD.li.uoJ ~mustr.an.d.a._asiJ¡\.
Psic'Osis jdentidad profunda de estas dos formas de trastorno s. Krncp~eli ~ _englobó erllQ.~e$.
~ s~ncialm~nt~
todas las psi.cosi~ _descritas precedentemente con las denominaciones de i111er111itc11-
constifllcional
O ""'Óf~110. te_s_, circulares, periódicas, de doble forma, alternas, en un a. cnfcun edll.d fuodnmcn-
~gún los tal y_p ropuso colocarlas dentro del cuadro de la locura man iacodepres fr a, que co n-
clásicos. sideraba como una psicosis escnc jnlmentc e11dóu11a Ca coo s1i111 cia onl).
Más recientemente se ha comprobado una disminución de la frecuencia de los
E/pu1ttod~ accesos maniacodcpresivos y parnlelamentc una disminución del intercs concedido
'listad~ la por los autores a esta enfermedad.
sociopsiquiatria
~n la bisroria En Nueva York, en 1928, existían IO primeras nuevas admisiones ele maniaco-
d~ la ~lffum~dad depresivos por cada 100.000 habitantes. En 1947, 3,7 por cada 100.000 ,habitantcs.
maniacod~n.sfra.
El porcentaje de las primeras admisiones para m:u,iacodcprcsivos en 1928 era el
257
e LAS PSICOSIS PERIÓDICAS
13.5% de todas las admisiones. En 1947, este porcentaje habia descendido a 3,8 . De
esta forma en un periodo de 30 años la enfermedad maniacodepresíva. en Nueva
York. se redujo aproximadamente en un tercio.
·'...-· Los psiquiatras culturalistas americanos su primen prácticamente los factores
endógenos maniacodepresivos y admiten que la proocnsión a los a,c~s.os.....s.c...pJoducc
por ex periencias infantiles y determinaría personalidades pre psicóticas o premaniaco- _
de12resivas (Arieti, American Handbook of Psychiatry, t. I. pág. 446).
~- Sin embargo, el gru po de psicosis maniacodepresivas -plantea aú.n~...mbkmás..
siem pre en discusión ; ¡.. ·
• l .t _ El rá 1co de su delimitación res ecto a las sicosis de ero-
/11cio11 cro111ca. ste pro ema es esencia mente e . e as re laciones entre ciertas fo r-
ñ1as más o menos crónicas o más o menos deficitarias de psico-sis periódicas y las
formas cíclicas o intermitentes de esquizofrenia (tesis de Rouart. 1934).
' 2 º El aroblema etiológico planteado por la melancolía de involución, /qs mania.s
Y las melancoliás sintom atjcas y las fo rmar reacw•as. En efecto, las opiniones siguen
divididas en lo que concierne a la integración en las psicosis maniacodepresivas de la
melancolía de involución, de la depresión neurótica o reactiva o incluso de los esta-
dos melancólicos que se observan.en el curso de determinadas afecciones cerebrales o
generales.
ETIOLOGÍA Y PATOGENIA
'
~er "~f~~=r'.~}:~~
~~:l~~~~a on ~~ d _ r c1 l' íl~e~~~ •
[lQí uoa_tc~1d~~ia Illoti~a µ~ofum~ ·
st.101c ....cs1íl ngc1on de " psi~ cndo-
.s. J;JWl.UC -
gc.na" no puede ser sino rclfll ÍV íl, pue sto que. incl USQ ptJp~numcwsas.J;n.m se r más
los estado s man1ncodepre s1vos proced en de un oroccsoJ1erediL1rio. pueden
cnos;·.
o meno_s _dire~ me; te_ c_q_ñdicioñci_do~~~o clcsencn-dena~o,s_por~'factores_eJCóg
e11docr í11a.r y meta-
Considtrnblt (a[<!cciones cerebrales, procesos tnxií11/cccioso s, perturbaciones
rcs
imrortoncio bólicas-aaquiridas y·tam6i"é-i1 por agresiones psíquicas). Es vcrd nd que estos focto
de los factorts prcpsic ótico, lo cu a1
c ircu nstáñcia Íes o ambientales plantean la _cuestión _del car áctcr
constitucionalts e f2:C tl Ís -
nos. re~i~e ~~ nuevo al punto de partidn, es decir a los fne to res endógen os d
.r hereditarios.
~-º-sicj ón que, a.fin de cuentas, aparecen como cle!erm ina ntcs.
~
A.,,.:... H ERENCJ A
_ ,.
ero -
Los trabajos consagrados a la herencia de la psicosis pcr iódic ;i so n mu y nu m
ín utla he-
sos. Citemos especialmente los de R. Vogt (1910), p.l rn quien se trn tnr e.le
csctit lfl
rencia recesiva; los de Ph . Jolly ( 1913). HoíTmann ( 191 9). Rüdi n ( 1923) y In
r lo ge ne ral. hon admit i-
del Instituto de Munich (Luxemburger. 1932). los cua les. po
úc
do que la arección se transmite en forma dominante. Cite mos t.1mbié n el estudio
m:1 nn
Br~usseau (1936), la tesis de Dcslrnies (1937). el 1r:-1 b.1jo cstndis tico e.le Knll
ri111lo (1 \le co nsngrn 111os ,nfrn
( J950) y tos trabajos de Stenstcdt ( 195 3). En el c:i
me nta les
adelante a los problemas generales de In hercnc in en ln s cnfcrm edndcs
(véase pág. 656) insistiremos en este importante problem a.
c
Efectivamente, es en la afección mániacodcp rcsi vn. donde re sulta más cvidc,H
el determinismo heredogcnético.
or de
En tanto que el riesgo maniacodeprcsivo cs. en la población media, alreded
0,4% (Slatcr y Lange), para los hijos es, según los autore s. de 24 a 50% (Jf offm ann,
r, Kall·
Luxemburger), para los gemelos hcterocigotos de 12 a 23 Yo (von Vcr,;ch uc
1
Estas
mann) y en los gemelos homocigotos de 75 a 95% (Kallmann, Lu xcmburgcr).
cifras son lo bastante significativns como para que sobren come nrn ríos:, la
e,sícos/.r
maniacodepresiva depende i1111egahleme111e de/ actores genéticos.
y se
Los trabajos más recientes sobre este problema se deben a Stenstcd t ( 19.5 3)
rda n por
han realizado sobre un grupo de población sueca. Estos trabajos concue
idad en los pmJrcs,
otra parte con los trabajos anteriores para fijar la tasa de morbil
riesgo uc
los hermanos, hermanas e hijos de los enfermos entre el I O y el 15 %. El
ha iitl o
morbilidad de la población general de donde han sido tomada s la s muc,n rns
considerado en el 1% .
En conclu sión se admite gue la herencia de; la p~icQsj~ mooiacQd.c.PE,.1ha..Q.JJc.
-~sr
jiB,9 í\U\QSÓ mjco dom ina nte ccw_unapc nclr1Jlcia inconi é.1:1~.1_ l~~J r_;i_n~c;: ía-f'!~~c
completa, las cifras que se deberían cncont r-au erjan el 50%
e l.AS PSICOSIS PERIÓDICAS
261
~ la g_gcjon ck hc,rcnc1'7C.'-LÍ. vinc 11.l a~a la....d c "co.ns.titución .. (dísposic~on~s afec- F.lrorÓ<'ttr
tivns. tcmr,cramcnto) .R::, meJor la de b1ot1Ro (morfolog,c~. humornl. Y. ps1qu1co). Jil _1•sl1'.lñnfco ~, hihlipo
bjotipo que hn sitio obic to de un- ma yo r numero de traba1os y~ stad,s!lCM en lo que pi~í(n.
se rclierc ni problema de sus rcl:tcioncs con las psicosis maniacmJcprcsívas ~ tras el
t rnhajo fu ndnmentnl de K rctschmcr ( 192 1). el tipo pícnico, hrcvjli neo. 'J;.cchoncJw:: :¡ --
.. i:_cd<~n.Qcado .. desde el punto de vista morfológico. y si111óníco dcsd~LP..Y.!!lº Qt_ '!_Í~ta _
p~iguico. La bioti olo ia icnica misma estil. pues, en relación con disposiciones
instintivonfcctivns. gue ponen al sujeto en "sínto ma" con .el r~~ 19_ext9 riér.. Bioti6o
picnic~ ac' · · 1·c. f rma en con ·unto la constttu c,o n c1c/011m1ca _( rccor -
emos que para Kretschmer el picnico ciclotímico se opone al leptosomático esquizo-
timico. !nito, delgado, y replegado sobre sí mismo 1). Existe, en efecto, u na correlación
significativa entre el biotipo pícnico k retschmeriano y la psicosis maniacodepresíva :
64 % de los maniacodepresivos son de biotipologia picnica (Mauz, 1930; Luxembur-
ger, 1939).
/~
, -FACTORES ETI OLÓGICO S ORGÁNICOS Y PSÍQU ICOS
- -- ---- - - - - --- - ·-· ---- - - - -
Los factores recede111cs herencia. constitución determinan el um bral de re - EJprobl,mn
11 ( lo i ar o·. las co11dicio11es biológicas accíde111 ales cons.titu~....JJ.U. . d, los/oc-taus
~ &YJJ.ill)...ll\.lPQ de factores etiológicos complcmCnt a~ io~3 particularmente importan- ..,_rogf'no.,"._
tes en las "manias y melnncolias sintomáticas" de las lesiones cerebrales, las afeccio-
nes endocrinas. las pert~rbacioncs m_etab_ólicas, las intoxicaciones. los shocks emo-
tivos, etc. _ ..
~ñadamos q.ue Borensle~n Y. Dabb~h (1959) ~an concluido de .sus estudios ,wumoenafa-
/ogrqficos, refer_ad.os • l1t ps1cos1s mamacodepres1va. que l.,.s imágeocs aéreas son norma tes
en !º' acce~s t.•pacos; por el contrario, en los accesos atípicos (con aspecto paraJlOide. marua
~~r.t0sa), 1~ ama&enes ion ~•tológicas; asimismo, se observan imágenes igualmente patológ,i-
cas en lo~ carros c:n 4ue se instala un estado crónico de manía o de melancolia.. Estos auwrc:s
LAS PSICOSIS Pl:.'RIÓDIC,tS 263
estimu1~· que es posible, grncins n la tcc nlcu
ncumocncefnlo¡;ri1flcn, prever, cuun~o ac
unn imngen p~lológicu en un cnrcrmo que cnc~entra
presenta uno psicosis n111nlncodepresiv~,
1
lfl hllllrJ.•,lo nll ,r11t1l,dflW , Con IP intención d<, prccisítí su relación con
loll @QíHUIQ8 m11nlttoo11 y m!SIAnQ61iaos IH\ll sido rcnll1.adns, tanto reciente como anti-
Qll1tnl4IH", lllllllf'fOllflli lnvo~tlgnolo nes biológicos en este sentido. Lns mits nntigun-
nHrnlil o~ rlcmu:ht!i h1tn ~Ido llls ftrnc:ic>nc.S hepnticns y lns rc11nlcs (nndonncl, 1924;
l, omlmlO hn Taraowht y l. . ttmaghe, 19 l7; Wuth, 1932; Mnssnut, 1932, cte.). Pero es dificil
j/1(,'fllih/(I ('(111 J)l'tlAla!H ol VAior píltP8énlco d~ lns modiílcncio11cs orgi1nicns así observadas, pues
/(lf {f'fl.fll)fl/Of m11alH111, on l't'líllldiul, no son primitivos. ·
"' 111
110111~11.
f/11 ,w , L.o mi,m10 puat.lQ dealrsf.l , 1:ir1 el estndo actual de lns invcstigucioncs, de toda~ lns
pon11rb1H:hrnu mcrnh61icas : próUdo~, glt'1cldos, metabolismo de base, equilibrio
ftcldobhRICQ, t.llC, Urrn C>HJc, lente exposición de estos trnbAjos, desde 19 30 hastn los
1'1hl1110~ 1iílo~, ~e ~nc:CJn trnrlt en el estudio de Mnssnut (J. beige de N. et P., 1932),
en el de Diud (J. qf mm,. and me111. Dl$eases, 1945). en el libro de ílellak
( 19$2) y on lu monogrnl'in dQ Loukomsky (la P,sychose ma11iaco-dépressfre, ed.
Mcdl zi no, Mo~eú, 1964),
Loli trnsLornos de lo~ pr6tidos, puestoi, en evidencia por los autores antiguos
(Serse t unéo, 1912), han sido nctualizndos por H. Schou y C. Trolle ( 1944). Según
estos últimos puto res, que hun estudiado especialmente In concentración de los ami-
nohcldos y del nitrógeno no proteico en el plasma, estas perturlmciones dependen de
un di 31\JncionnmicnLo hlpofísnrio.
En c3pcclol, han sido estudiados los glúcidos. Kooy, di Renzo, Targowla y Henrí
Ey seña lnrnn, hace 30 años, la hiperglucemia. Según Mac Gowan ( 1936), tiene un
pronóslico fovornhlc. Lockwood (1932) ha insistido sobre las variaciones paralelas
del colc11tcrol y de In glucemia.
Mit11 recientemente, los autores soviéLicos (Prolopopov y su escuela) han obser-
vado igualmente una elevación de la tasa de azúcar sanguíneo y de los fosfatos
esteríílcados ♦ un descenso de la tasa de serina y un aumento de la cifra de l~s globu-
linas, y modificaciones del tono neurovegetativo en el sentido de una hipcrsimpa-
ticotomía. Todas estas modificaciones traducían u na excitabilidad exagerada de la
regi6n hipotalámica.
Finalmente, se pueden relacionar con estas perturbaciones metabólicas las
observaciones clínicas de acceso:ii maniacodepresivos durante las curas de adelgaza-
miento.
4,' Factorc1 tóxico Numerosas sustancias tóxicas pueden dar lugar a cua-
dro3 _clfoicoa r ac 11s a
c9éaína, el protóxido de njtrógeno. Deben citarse especialmente las mnnias sintomá-
ticas provocadas por · medicamentos recientes, tales ·como las amfetamjna s, la
atcbrina. la hid1.ac.ida.~ J_,ácjdj)_oj,cotinis;p (Alliez y Savy, 1954). Puede encontrarse
algunas indicaciones más o menos hipotéticas sobre observaciones o experiencias
recientes, en los trabajos consagrados n las psicosis experimentales ("Model-Psy-
chosis").
S.• P1rtur/Jtu:lonu del m, taboll1mo d, 101 mtdladoru ,n la p.dco1l1 manlcrc°1
!lqr11l,4J El criterio más importante que poseemos de In organicidad de los estados
tímícos, especialmente de las depresiones, nos es suministrado por el estudio del
metabolismo de los grandes mediadores químicos que son In scrotonina y las cateco-
laminas (adrenalina, noradrenalina).
Los trabajos de la egcucla De Ajuriaguerra en particular han demostrado que se
encuentra en los sujetos afectos de depresión endógena un aumento de In eliminación
de los metabolítos de estos dos mediadores.
Ahora bien, se sabe que la serotonina ejerce una acción importante, aunque mal
conocida, sobre el funcionamiento cerebral. Medicamentos como la rcserpina y el
LAS PSICOSIS PERIÓDICAS 265
grupo de inhibidores de la monoaminooxidasa (l. M. A. O.) poseen una acción sobre Strn/n11inn
el metabolismo de la serotonina. r 1lflrndrrnnli11a
·.m,, q/rcrndn<
La rcscrpina provoca una liberación de la serotonina a nivel d(.J sistema nervio-
por lo.t
so. La deplcción tisular en scrotonina bajo el efecto de la rescrpina se expresa por m,dicnmr11tM
un aumento de la eliminación urinaria de su metabolito. el Y-H 1 1 A. Se explica la I.M.11 .0 .
acción sedativa y depresiva de ·ia reserpina por esta dcpleción tisular en serotonina.
Por el contrario, los inhibÍdores de la monoaminooxidasa .(l. M. A. O.) poseen
una acción inversa a la de la reserpina: disminuyen la velocidad de degradación de la
scrotonina de la que provocan un enriquctimiento relativo de los tejidos.
Desde el punto de vista terapéutico y farmncológico. existe una diferencia clara
entre los l. M. A. O. '¡ los antidcpresores tipo Tofranil. Los T. M. A. O. poseen una
acción sobre el metabolismo de la serotonina y de las catecolaminas: inhiben la mono-
aminooxidasa que es la enzima encargada de destruir tanto la serotonina como las
catecolaminas. mientras que el Tofranil y los otros antidepresores no poseen ninguna
acción sobre estos mediadores.
En suma, tras esta larga enumeración de factores orgánicos observados én la
psicosis maniacodepresiva. parece que se puede decir que existen variaciones del
medio interior que provocan una respuesta del sistema nervioso: la oscilación timica
del humor. Pero conviene recordar que tenemos pocos medios de investigación en lo
que concierne a la fisiología y la bioquímica cerebrales propiamente dichas. El elec-
troencefalograma es manifiestamente un método global y burdo. No hay que olvidar
que fo que sucede en el escalón molecular de la célula cerebral es realmente muy dife-
rente de lo que sucede en el medio interior general. Ademas. existe una gran distancia
entre los fenómenos biológicos que acabamos de recordar y los fenómenos clínicos
psiquiátricos.