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Hechos y actos jurídicos

15 de abril de 2008 Publicado por Hilda

Todo suceso o
acontecimiento, ya
sea producido por
la naturaleza o por
el hombre son
hechos. En el
primer caso serán
hechos naturales
(la lluvia, el
terremoto, el
eclipse), en el segundo, serán hechos humanos (pintar una casa, tomar
un medio de transporte, conducir un automóvil).

Estos hechos pueden no tener ninguna consecuencia jurídica, y en ese


caso se denominan hechos simples, como por ejemplo cuando nace un
león en medio de la selva, pero cuando producen ese tipo de efectos, por
crear, modificar o extinguir un derecho, toman el nombre de hechos
jurídicos. Si tomamos el mismo ejemplo, pensemos ahora en el
nacimiento de un león, pero ahora la madre es de propiedad del dueño
de un circo. Aquí sí hay consecuencias jurídicas pues el dueño de la
madre leona será también dueño del cachorro (adquirirá sobre él un
derecho de propiedad)
En el caso de los hechos jurídicos se trata de hechos como fuente de
derecho y no de un hecho como objeto de prestación. No siempre son
hechos humanos, como cuando alguien daña la cosa de otro, lo que
motiva a que éste reclame por el perjuicio, sino que también pueden
ocurrir por hechos externos o accidentales, ajenos a la actividad humana,
como los terremotos, que pueden por ejemplo, extinguir el derecho de
propiedad de una cosa, por su destrucción.

Dentro de los hechos humanos, hay que distinguir los voluntarios


(realizados con discernimiento, intención y libertad) de los involuntarios
en los que se carece de alguno de esos elementos.

El discernimiento implica la comprensión del hecho que se ejecuta. Los


menores impúberes o los dementes no podrían realizar hechos
voluntarios, por suposición legal.

La intención significa el deseo de realizar el hecho, y excluye a los que


se realizan por error, pero para que el hecho se repute involuntario debe
tratarse de un error esencial, que de no haber existido el hecho no se
hubiera llevado a cabo.

Libertad: Alguien actúa libremente cuando lo hace sin coacción. La


violencia física o moral, transforma al acto en involuntario.

Los hechos involuntarios no generan para su autor responsabilidad. Los


hechos voluntarios pueden tener consecuencias inmediatas, que
suceden por una razón natural y lógica. Si una persona arroja al suelo
una cosa frágil, lo normal es que se rompa. Esto le acarreará hacerse
cargo de las consecuencias de su accionar.

Otras consecuencias son mediatas, pues requieren otro hecho que se


sume al hecho primitivo para producir la consecuencia. Por ejemplo, una
persona está obligada a cuidar una casa, y deja la ventana abierta para
que se ventile mientras hace un mandado. En ese lapso, un ladrón
ingresa al domicilio y comete un hurto. En este caso también deberá
responder por su negligencia, según las circunstancias. Las
consecuencias mediatas hay que evaluarlas en cada caso particular,
observando si se tuvo en cuenta el deber de prudencia. Es imaginable
que si en el caso planteado uno deja la ventana abierta en forma
considerable, es probable que alguien pueda por allí ingresar, pero no
sería tan evidente si uno la deja abierta unos pocos centímetros y
valiéndose de esta pequeña abertura, el delincuente utiliza algún
elemento para forzar la entrada. En este caso no generaría
responsabilidad al cuidador. Las consecuencias casuales o remotas no
son imputables. Por ejemplo si me dejan una mascota a mi cuidado, y se
muere por una enfermedad natural, contraída por haberla llevado al
parque con todos los cuidados del caso.

Todos los hechos humanos voluntarios, se llaman actos. Además, los


hechos voluntarios (actos) pueden ser lícitos o ilícitos, según sean o no
realizados de acuerdo a la ley. Un contrato de locación con fines de
poner un comercio de venta de ropas es un hecho humano voluntario
lícito. Un contrato celebrado con el fin de cometer un robo es un hecho
humano voluntario ilícito.
Cuando una persona realiza un hecho voluntario lícito, que tiene por
finalidad crear, modificar, conservar, transferir o extinguir algún derecho,
como finalidad inmediata, decimos que se trata de un acto jurídico, o un
negocio jurídico, siguiendo la interpretación romanística.

La denominación de actos jurídicos, también es la usada en Francia,


pero en Alemania e Italia, se hace una distinción entre acto jurídico y
negocio jurídico, considerándolos una relación de género a especie. La
totalidad de los actos realizados voluntariamente, y con contenido lícito,
son actos jurídicos, mientras los que persiguen un fin o efecto jurídico, se
los llama negocios jurídicos. Así se manifiestan, entre otros, Savigny y
Windscheid.

En otros artículos trataremos de los elementos del acto jurídico, de la


clasificación de los actos jurídicos y de la nulidad de los actos jurídicos.

Clasificación de los hechos jurídicos


18 de diciembre de 2013 Publicado por Hilda

Los hechos jurídicos son aquellos que


tienen consecuencias en el ámbito del Derecho, y podemos clasificarlos
de acuerdo a diferentes criterios:
1. Según su agente productor:

Naturales: cuando son obra de la naturaleza, como un rayo, el granizo o


un terremoto, que para ser jurídicos tienen que engendrar algún derecho
u obligación, como en el caso de un auto deteriorado por el granizo cuyo
dueño contrató un seguro que cubre ese riesgo. También el hombre
puede actuar como agente natural sin participación de su voluntad, y no
acarrear por ello consecuencias jurídicas, por ejemplo, quien comete un
daño estando bajo los efecto del sonambulismo. En este caso es un
hecho natural, pero no jurídico.

Humanos: cuando son obra del actuar del ser humano con voluntad no
viciada. Estos hechos humanos voluntarios reciben la denominación de
actos y pueden ser lícitos, como por ejemplo un contrato; o ilícitos, como
robar, estafar o matar.

2. Según necesiten para concretarse uno o más sucesos:

Simples: Cuando sólo necesitan un acontecimiento, por ejemplo la


muerte o el nacimiento de alguien, para generar en el primer caso
derechos sucesorios, o en el segundo, la patria potestad.

Complejos: cuando se necesitan más de un suceso, por ejemplo, para


que se adquiera la posesión se necesita el corpus y el animus.

3. Según si consisten en una acción o en una omisión se clasifican


en:

Positivos: por ejemplo: matar a alguien requiere un hacer


Negativos: el abandono de persona requiere un omitir.

4. Según se necesite un solo suceso o varios, pero que ocurran en


un solo momento; o se necesite que se sucedan los hechos en el
tiempo, se clasifican en:

Simultáneos: ocurre en un solo lapso temporal, por ejemplo, un


homicidio

Sucesivos: por ejemplo, en el caso del agravante que prevé el artículo


142 del Código Penal argentino, para quien privare a otro de su libertad
por más de un mes, supone que el hecho de privar de la libertad se
extiende en el tiempo.

5. De acuerdo a las consecuencias previstas por la ley, podemos


dividirlos en:

Extintivos: ejemplo, el pago da por terminada la obligación

Constitutivos: el contrato hace nacer una obligación

Impeditivos: Obstaculizan al nacimiento de los derechos u obligaciones:


por ejemplo, un vicio de la voluntad que hace anulable el acto.

Validez de los actos jurídicos


1 de diciembre de 2011 Publicado por Hilda
Cuando hablamos de validez de los actos
jurídicos hacemos referencia a que el acto jurídico llegue a tener efectos
legales. Existen actos jurídicos que no poseen los elementos esenciales
requeridos para su constitución, y por lo tanto son nulos e inválidos
desde su inicio. Declarada la nulidad del acto se reputa que nunca
existió. Esto sucede en ausencia de acuerdo de voluntades o
consentimiento entre partes, si el acto careciera de objeto, o no contara
con acuerdo sobre la causa como finalidad socioeconómica (alguien
quiere vender y el supuesto comprador cree que le están donando el
objeto) o las formas legales requeridas.

El vicio de alguno de los elementos mencionados, como la capacidad de


las partes que afecta el consentimiento, o los vicios de la voluntad, como
el error, el dolo o la violencia, permiten que el acto jurídico sea válido, o
sea, pueda tener efectos hasta que la nulidad sea declarada a petición
de parte interesada.

Según el Código Civil español refiriéndose a los contratos (especie


predominante dentro de los actos jurídicos) no habrá contrato y por lo
tanto no tendrá validez si no hay consentimiento, objeto cierto y causa
(art. 1.261).
Según el artículo 948 del Código Civil argentino, la validez o nulidad de
los actos jurídicos inter vivos o mortis causa, se rige por las leyes del
domicilio de las partes en cuanto a su capacidad o incapacidad de hecho;
pero los vicios del acto y su objeto, y la capacidad de derecho, se regirán
por el Código Civil argentino (art. 949).

Se consideran actos anulables (conservan su validez hasta la


declaración de nulidad) según el artículo 954, los que sufran error, dolo,
violencia, simulación o intimidación, o haya aprovechamiento
desproporcionado e injusto de una de las partes hacia la otra. El artículo
1045 agrega como causas de anulabilidad: la falta de razón, la ausencia
de conocimiento de la incapacidad al suscribir el acto, o si la prohibición
del objeto requiriera una investigación para ser conocida.

El artículo 976, establece la nulidad del acto ab initio, en caso de falta de


la forma legalmente establecida.

El artículo 1040, requiere la capacidad de las partes para que el acto


tenga existencia, de lo contrario, aún cuando surta efectos de hecho
hasta la declaración de nulidad, la nulidad declarada tendrá efecto
retroactivo. También se dará esta situación cuando se haya realizado el
acto con simulación o fraude que la ley presuma, el acto tenga un objeto
prohibido o no se sigan las formas legales.

Estos casos de nulidad absoluta pueden y deben ser declarados de oficio


por el juez (Art. 1.047).
Clasificación de los hechos jurídicos
18 de diciembre de 2013 Publicado por Hilda

Los hechos jurídicos son aquellos que


tienen consecuencias en el ámbito del Derecho, y podemos clasificarlos
de acuerdo a diferentes criterios:

1. Según su agente productor:

Naturales: cuando son obra de la naturaleza, como un rayo, el granizo o


un terremoto, que para ser jurídicos tienen que engendrar algún derecho
u obligación, como en el caso de un auto deteriorado por el granizo cuyo
dueño contrató un seguro que cubre ese riesgo. También el hombre
puede actuar como agente natural sin participación de su voluntad, y no
acarrear por ello consecuencias jurídicas, por ejemplo, quien comete un
daño estando bajo los efecto del sonambulismo. En este caso es un
hecho natural, pero no jurídico.

Humanos: cuando son obra del actuar del ser humano con voluntad no
viciada. Estos hechos humanos voluntarios reciben la denominación de
actos y pueden ser lícitos, como por ejemplo un contrato; o ilícitos, como
robar, estafar o matar.
2. Según necesiten para concretarse uno o más sucesos:

Simples: Cuando sólo necesitan un acontecimiento, por ejemplo la


muerte o el nacimiento de alguien, para generar en el primer caso
derechos sucesorios, o en el segundo, la patria potestad.

Complejos: cuando se necesitan más de un suceso, por ejemplo, para


que se adquiera la posesión se necesita el corpus y el animus.

3. Según si consisten en una acción o en una omisión se clasifican


en:

Positivos: por ejemplo: matar a alguien requiere un hacer

Negativos: el abandono de persona requiere un omitir.

4. Según se necesite un solo suceso o varios, pero que ocurran en


un solo momento; o se necesite que se sucedan los hechos en el
tiempo, se clasifican en:

Simultáneos: ocurre en un solo lapso temporal, por ejemplo, un


homicidio

Sucesivos: por ejemplo, en el caso del agravante que prevé el artículo


142 del Código Penal argentino, para quien privare a otro de su libertad
por más de un mes, supone que el hecho de privar de la libertad se
extiende en el tiempo.

5. De acuerdo a las consecuencias previstas por la ley, podemos


dividirlos en:
Extintivos: ejemplo, el pago da por terminada la obligación

Constitutivos: el contrato hace nacer una obligación

Impeditivos: Obstaculizan al nacimiento de los derechos u obligaciones:


por ejemplo, un vicio de la voluntad que hace anulable el acto.

Clasificación de las leyes


17 de agosto de 2009 Publicado por Hilda

Una primera clasificación de las


leyes, es en sentido material y en sentido formal, según nos interesen las
características del contenido (que sean generales, y obligatorias) o su
forma (que emanen del poder legislador y que siga el procedimiento
fijado para la sanción de las leyes). Hay algunas que reúnen ambos
requisitos como las leyes sancionadas por las legislaturas nacionales y
provinciales con carácter general.

Ocupándose de las leyes en sentido material, o sea, aquellas reglas de


conducta dictadas para todos y coercibles, podemos decir que de
acuerdo a su sanción pueden ser perfectas, imperfectas, menos que
perfectas y más que perfectas.

Las imperfectas las erradica del concepto de leyes en sentido material,


pues es una característica de estas normas poseer sanción. Son meras
recomendaciones, ya que si bien prohíben ciertos actos, en caso de
ejecutarlos son igualmente válidos y no poseen sanción. En la antigua
Roma tuvo este carácter la Ley Cincia de donis et muneribus, un
plebiscito del año 204 antes de la era cristiana que prohibía las
donaciones por encima de cierta cantidad, salvo excepciones.
Actualmente solo podemos hallarlas en el ámbito del Derecho
Internacional, donde se dan recomendaciones a los Estados pero sin
sanciones, para no entrometerse en su soberanía.

Las leyes perfectas tienen como sanción anular lo obrado, si está en


oposición al precepto legal, por ejemplo la venta de una cosa que se
halla fuera del comercio, es nula.

Las leyes menos que perfectas dejan subsistente el acto, pero lo


castigan con alguna otra cosa o sanción menor, por ejemplo imponiendo
daños y perjuicios, por ejemplo en caso de dolo incidental, que no fue
causa eficiente del acto, que castiga al autor con el resarcimiento de los
daños (Art. 934 C.C. argentino).

Son leyes más que perfectas las que además de anular el acto imponen
el resarcimiento de los daños, como por ejemplo el acto ejecutado
mediando violencia (Arts. 938 y 941 CC. argentino).
Por el sentido de la norma, hay leyes prohibitivas, que consisten en
prescribir un no hacer. Por ejemplo el artículo 839 del C.C. argentino dice
que no se puede transigir a nombre de otra persona salvo con poder
especial. Si no se prevé ninguna sanción específica en la norma
prohibitiva, se aplica la sanción de nulidad, por efecto del artículo 18 del
mismo cuerpo legal, que dice que son de ningún valor los actos que las
leyes prohíben si no poseen sanción específica.

En sentido opuesto las dispositivas establecen comportamientos


positivos, de hacer determinadas cosas. Por ejemplo la obligación de
hacer escritura pública en la transmisión de inmuebles o el requisito de la
firma en los instrumentos privados, o la entrega voluntaria del documento
para que proceda la remisión de la deuda, etcétera.

Según el grado de rigurosidad de la sanción se distinguen las leyes que


pueden dejarse de lado por la voluntad de las partes, rigiendo solo en
forma subsidiaria, si ellas no se expresaron al respecto, que son las
llamadas normas supletorias, que rigen en general en materia
contractual. Por ejemplo la que dispone donde debe hacerse el pago,
que es en el domicilio del deudor si las partes no dispusieron otra cosa
(Art. 747 C. C.).

Las leyes imperativas no dejan lugar a los particulares a expresarse en


forma contraria a las mismas, pues son de interés general. Por ejemplo el
requerimiento de que determinados actos consten en escritura pública, o
los casos en que el tutor necesita autorización judicial en el ejercicio de
sus funciones, o las obligaciones alimentarias. En este caso, el artículo
374 del C.C dispone que la obligación alimentaria no puede
compensarse con otra obligación, ni transarse, ni puede renunciarse
el derecho a alimentos.

Clasificación de los hechos jurídicos


18 de diciembre de 2013 Publicado por Hilda

Los hechos jurídicos son aquellos que


tienen consecuencias en el ámbito del Derecho, y podemos clasificarlos
de acuerdo a diferentes criterios:

1. Según su agente productor:

Naturales: cuando son obra de la naturaleza, como un rayo, el granizo o


un terremoto, que para ser jurídicos tienen que engendrar algún derecho
u obligación, como en el caso de un auto deteriorado por el granizo cuyo
dueño contrató un seguro que cubre ese riesgo. También el hombre
puede actuar como agente natural sin participación de su voluntad, y no
acarrear por ello consecuencias jurídicas, por ejemplo, quien comete un
daño estando bajo los efecto del sonambulismo. En este caso es un
hecho natural, pero no jurídico.
Humanos: cuando son obra del actuar del ser humano con voluntad no
viciada. Estos hechos humanos voluntarios reciben la denominación de
actos y pueden ser lícitos, como por ejemplo un contrato; o ilícitos, como
robar, estafar o matar.

2. Según necesiten para concretarse uno o más sucesos:

Simples: Cuando sólo necesitan un acontecimiento, por ejemplo la


muerte o el nacimiento de alguien, para generar en el primer caso
derechos sucesorios, o en el segundo, la patria potestad.

Complejos: cuando se necesitan más de un suceso, por ejemplo, para


que se adquiera la posesión se necesita el corpus y el animus.

3. Según si consisten en una acción o en una omisión se clasifican


en:

Positivos: por ejemplo: matar a alguien requiere un hacer

Negativos: el abandono de persona requiere un omitir.

4. Según se necesite un solo suceso o varios, pero que ocurran en


un solo momento; o se necesite que se sucedan los hechos en el
tiempo, se clasifican en:

Simultáneos: ocurre en un solo lapso temporal, por ejemplo, un


homicidio

Sucesivos: por ejemplo, en el caso del agravante que prevé el artículo


142 del Código Penal argentino, para quien privare a otro de su libertad
por más de un mes, supone que el hecho de privar de la libertad se
extiende en el tiempo.

5. De acuerdo a las consecuencias previstas por la ley, podemos


dividirlos en:

Extintivos: ejemplo, el pago da por terminada la obligación

Constitutivos: el contrato hace nacer una obligación

Impeditivos: Obstaculizan al nacimiento de los derechos u obligaciones:


por ejemplo, un vicio de la voluntad que hace anulable el acto.

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