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UN VIAJE GALACTICO

Una niña de once años, llamada Zoé, estaba sentada junto a su abuelo, mientras le contaba
un cuento. El abuelo siempre le contaba historias fascinantes y maravillosas, pero aquella
noche, Zoé tenía algo en mente.

Zoé preguntó: "Abuelo, puedes contarme un cuento sobre una aventura espacial? Quiero
saber sobre viajes a otras galaxias, planetas exóticos y enemigos alienígenas". El abuelo
sonrió y dijo: "Sí, claro, pero primero debes hacer algo". "¿Qué?", preguntó Zoé.

"Tienes que cerrar los ojos y imaginar un universo lejano. Imaginá un lugar lleno de galaxias
brillantes y estrellas plateadas. Siente el silencio del vacío del espacio y mira hacia arriba.
¿Puedes imaginarlo?" Zoé asintió y cerró los ojos. "Excelente. Ahora escucha con atención,
porque esta historia va a empezar...".
De repente, se oyó un gran estruendo. Era como si todo el universo estuviera temblando.
Zoé abrió los ojos y vio una nave espacial que volaba rápidamente hacia ella. La nave era
negra como la noche y tenía forma cilíndrica. Zoé estaba asustada y no sabía qué hacer.
¿Qué iba a pasar?

De pronto, la nave alienígena se detuvo en medio del vacío del espacio. Un portón de la
nave se abrió lentamente y Zoé vio una luz verde que la atravesó. El interior de la nave era
oscuro y reluciente, y el aire estaba impregnado de un aroma extraño y dulzón. Una figura
se acercó lentamente a Zoé.

re ven"Hola, niña", dijo la figura. Su voz sonaba suave y cálida, y sus ojos eran grandes y
amables. "No tengas miedo. Soy tu amigo". Zoé miró a la figura con cautela. "¿Quién eres?",
preguntó. "Soy un amigo, aquí para ayudarte. Llevo un mensaje de tu familia
Zoé estaba asombrada. "¿Cómo conoces a mi familia?", preguntó. "Los conozco porque
conozco a todos los seres humanos", dijo la figura. "Somos amigos y estamos aquí para
ayudarte. Tienes que hacer una importante misión, una misión que involucra tu futuro y el
de toda la humanidad".

Zoé estaba intrigada y asustada. "¿Qué tipo de misión es?", preguntó. "Vamos a visitar otros
planetas. Tienes que reunir a otros seres humanos para emprender un viaje de
descubrimiento a través del espacio. Hay otros seres en el universo que nos necesitan. Si no
te apresuras, no podremos ayudarlos".

Zoé sabía que esto era algo importante. "Pero ¿por qué yo? Soy solo una niña", dijo.
"Porque eres fuerte, y eres una niña curiosa y brillante. Tienes todas las cualidades
necesarias para llevar a cabo esta importante misión. La humanidad necesita tu ayuda", dijo
la figura. "¿Y si digo que no?", preguntó Zoé.

"Esa no es una opción", respondió la figura con una sonrisa. "Tu misión es demasiado
importante para no realizarla. No te preocupes, estarás acompañada. Te presentaré a otras
personas que formarán parte de tu equipo". "¿Cómo te llamas?", preguntó Zoé. "Me llamo
Terk", dijo la figura.

"Terk, ¿cuál es tu misión?", preguntó Zoé. "Mi misión es encontrar a personas como tú, y
darles una misión que cambiará su vida y la de muchos otros seres humanos. Ahora, debes
venir conmigo. La Tierra necesita tu ayuda". "Pero ¿y mis padres?", preguntó Zoé.

"Tus padres van a estar bien. Sólo tienes que confiar en mí. Ven conmigo. Tenemos mucho
trabajo por hacer", dijo Terk, con una sonrisa en su rostro. Zoé estaba asustada pero
curiosa. "De acuerdo. Voy contigo", dijo.

Terk extendió su mano y tocó la mano de Zoé. De repente, todo a su alrededor comenzó a
girar y a desvanecerse. Cuando despertó, Zoé estaba en una habitación extraña. Tenía
paredes blancas, con muchos interruptores y botones. Y había una puerta enorme en el otro
lado de la habitación.

La puerta estaba cerrada, pero Zoé sabía que debía pasar por ella. Al acercarse, la puerta se
abrió, revelando un pasillo largo y oscuro. Al final del pasillo había otra puerta, y en ella se
veía la forma de una galaxia. Era como si estuviera flotando en el vacío del espacio. "Es hora
de empezar", dijo Terk.

Zoé tenía miedo, pero sabía que tenía que hacer esto. "Sigamos", dijo con voz temblorosa.
Terk y Zoé caminaron por el pasillo, hacia la puerta a la galaxia. Cuando llegaron, Zoé vio que
la puerta estaba hecha de un material brillante y resplandeciente. Al acercarse, la puerta se
abrió.

A través de la puerta, Zoé vio la galaxia. Era enorme y parecía que se extendía hasta el
infinito. Entonces, vio una luz brillante que venía directamente hacia ella. Al acercarse, la luz
se transformó en una mujer brillante. La mujer le sonrió y dijo: "¡Bienvenida, Zoé!".

"Gracias", respondió Zoé. "Me llamo Claret, y soy una criatura celestial. Estoy aquí para
guiarte en tu misión". "¿Y qué es mi misión?", preguntó Zoé. Claret le contestó: "Tu misión
es unir a la humanidad para que pueda enfrentar un gran desafío. Pero antes, debes
enfrentar tus miedos y dudas".

"¿Por qué debo hacer esto?", preguntó Zoé. "Porque la humanidad está al borde de un
precipicio", respondió Claret. "Para enfrentar el futuro que se avecina, necesita ser unida y
fuerte. Y tú, Zoé, eres la llave que hará que todo esto sea posible". Zoé se sentía sorprendida
y emocionada.

"¿De verdad que soy la llave?", preguntó Zoé. "Sí, eres la chica correcta para esta misión",
respondió Claret. "Pero antes de empezar, debemos enfrentar tus miedos". "¿Cómo voy a
hacer eso?", preguntó Zoé. "Vamos a viajar a tu mente y a enfrentar tus demonios
internos", respondió Claret.

Claret extendió su mano y la tomó a Zoé de la mano. De repente, Zoé sintió una sensación
extraña, como si se estuviera elevando. Luego, se encontró en un espacio sin forma, un
vacío infinito. "Estamos en tu mente, en tu subconsciente. Aquí es donde guardas tus
miedos y tus traumas.

En el vacío, Zoé vio una escena. Era su primera escuela, cuando tenía ocho años. Estaba
corriendo por el patio, cuando dos niños la empujaron y cayeron todos juntos. Ella salió
lastimada y los niños se rieron de ella. Sentía el dolor y la vergüenza de ese día. "¿Estás lista
para enfrentarlo?", le preguntó Claret.

Zoé tomó una profunda respiración y asintió con la cabeza. Miró a los dos niños y les dijo:
"Está bien. Los perdono". Los niños se desvanecieron, y el patio también se esfumó. "Muy
bien, has pasado la primera prueba", dijo Claret. "Pero la próxima prueba será más difícil".

De repente, Zoé se encontró en un mundo de llamas y humo. Vio a un grupo de personas


gritando y corriendo. Los edificios se venían abajo y era como si el mundo se estuviera
acabando. "¿Qué es esto?", preguntó Zoé, sintiendo miedo. "Esto es el pasado, tu pasado",
respondió Claret. "Es la noche en la que tu casa se incendió".

De repente, el mundo en llamas se esfumó y Zoé vio una escena más tranquila. Estaba
sentada en una cama y su madre le estaba leyendo una historia. La escena estaba envuelta
en una luz blanca y cálida. "Esto es lo que realmente importa. Lo que importa son las
personas que te aman", dijo Claret.
"Zoé miró a Claret y dijo: "Gracias. Gracias por mostrarme que la vida es una lucha entre el
bien y el mal, pero que al final, la bondad siempre gana". Claret sonrió y le dijo: "Por favor,
recuerda esto siempre. Tienes una misión importante y eres la única que puede hacerla".

Zoé sintió una nueva sensación, como si algo dentro de ella hubiera cambiado. Su corazón
se sentía cálido y abierto. Con confianza, dijo: "Ya estoy lista para enfrentar lo que venga".
Claret le dio un último abrazo y dijo: "Te quiero, querida. Y siempre estarás en mi corazón".
Luego, todo se volvió negro.

Cuando Zoé volvió en sí, estaba en su cama, su madre le estaba leyendo un cuento y las
luces estaban prendidas. Fue un sueño muy realista, pensó. Pero por alguna razón, se sentía
diferente. Le sonrió a su madre y se durmió. Y nunca volvió a olvidar lo que aprendió en su
sueño: La bondad y el amor siempre vencen al mal.

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