Está en la página 1de 91

Programa

2011 - 2015

Plan Insular del Voluntariado


Deportivo

Usuario
[Escribir el nombre de la compañía]
Programa 2011 - 2015
Índice

1. El Voluntario Deportivo 3
1.1 Orígenes del voluntariado 3
1.2 Concepto de voluntariado 3
2. Regulación y organización del voluntariado 5
2.1 Aspectos generales de la normativa canaria 5
2.2 Tipos de organizaciones de voluntariado deportivo 6
2.3 Funciones del voluntariado deportivo 6
2.4 Funciones de las administraciones publicas 7
2.5 Comentarios sobre su aplicación en el ámbito deportivo 8
3. Justificación del plan de voluntariado deportivo 11
3.1 Relación entre deporte y sostenibilidad 11
4. Instrumentos del Plan de Acción 13
4.1 Marco Legislativo 13
4.2 Agentes implicados 14

5. Plan Insular de Voluntariado Deportivo 15


5.1 Ámbitos y estrategias de desarrollo 15
5.2 Objetivos Generales 15
5.3 Metodología para la elaboración del plan 19
5.4 Formación del voluntariado 22
5.5 Sistemas de comunicación 23
5.6 Evaluación y control 24
5.7 Administración y gestión 25
5.8 Marco financiero 26
6. Requisitos personales e institucionales del voluntariado 27
7. Referencias Documentales 30
Anexos 32

2
1. El voluntariado deportivo.
El concepto de voluntariado va ligado al de la participación voluntaria en una organización,
esta característica diferencia el voluntariado de la iniciativa particular, considerándose en este
último caso las iniciativas como ayudas desinteresadas. El voluntariado deportivo por tanto
podríamos definirlo como aquella iniciativa de colaboración voluntaria realizada a través de
una organización en el ámbito deportivo.

1.1 Orígenes del voluntariado.

La empatía y cooperación son características que definen al ser humano, y una de las claves
que explican su supervivencia y evolución. El ser humano tiene la necesidad y capacidad para
vivir en un entorno sociocultural organizado que cubra sus necesidades, en todas ellas están
presentes las relaciones de ayuda y colaboración, el afecto, la protección del grupo, la
aceptación y reconocimiento son componentes de la humanidad, que si bien siempre han
estado presentes no han dejado nunca de evolucionar en sus formas. En la sociedad
contemporánea los países más desarrollados se caracterizan por tener unos modelos de
organización compleja, interdependiente y dinámica, lo que tiende a dificultar las relaciones
sociales y por tanto los sistemas tradicionales de ayuda y cooperación. El voluntariado surge
como una de las posibles respuestas a las necesidades actuales de cobertura social.

Las políticas del bienestar generalizadas en los países Europeos contemplan la responsabilidad
del estado en la cobertura de servicios sociales básicos cómo la salud o la educación, por ese
motivo es habitual que las normas y leyes fundamentales de los estos las contemplen. Aun
con todo las necesidades de cobertura de la población son tan amplias que representan una
inversión económica de personal inasumible por las diversas administraciones lo que ha dado
lugar a la promoción de diversas organizaciones que sin ánimo de lucro colaboran en la
prestación de ayuda social, este trabajo es considerado como actividad de voluntariado.

1.2 Concepto de voluntariado.

De acuerdo con la ley canaria del voluntariado se entiende por voluntariado el conjunto de
actividades, desarrolladas por personas voluntarias en áreas de interés social, que reúnan los
siguientes requisitos1:

 Que tengan carácter altruista, solidario, responsable y pacífico.

1
Ley 4/1998, de 15 de mayo, de Voluntariado de Canarias (B.O.C. 63, de 25.5.1998)

3
 Que su realización sea libre, sin que tenga su causa en una obligación personal o
deber.
 Que se lleven a cabo sin contraprestación económica ni ánimo de lucro.
 Que se desarrollen a través de programas o proyectos de entidades de voluntariado.

En el mismo texto se exponen aquellas actividades no consideradas como voluntarias entre las
que destacan:

 Las desarrolladas como consecuencia de una relación laboral, mercantil o profesional


de cualquier tipo.
 La prestación social sustitutoria del servicio militar o cualquier otra legalmente
establecida.
 Las actuaciones voluntarias aisladas, esporádicas o prestadas al margen de
organizaciones públicas o privadas, sin ánimo de lucro, ejecutadas por razones
familiares, de benevolencia, de amistad buena vecindad.
 Las que generen algún beneficio económico para las personas o entidades que las
realicen.

La propia ley también define la consideración de la persona voluntaria como:

“toda persona física que realice una actividad no obligatoria, de forma no lucrativa,
responsable, continua, solidaria y pacífica, a través de los proyectos o programas de una
entidad que ejerza el voluntariado y dentro de alguna de las áreas de interés social de las
señaladas”.

Por último y atendiendo a los mismos principios la ley en su artículo 5 define la consideración de
los entes de voluntariado como:

”la persona jurídica legalmente constituida que, careciendo de ánimo de lucro, desarrolla
actividades en áreas de interés social de forma ordinaria y permanente, fundamentalmente
a través de personas voluntarias”.

Estas definiciones son validas para el caso del voluntariado deportivo solo que en este caso
limitando el marco de actuación al ámbito deportivo, si bien deja abierta la puerta abierta a
que entidades y voluntarios no deportivos desarrollen su actividad en este ámbito.

4
2. Regulación y organización del voluntariado

2.1 Aspectos generales de la normativa canaria

La ley canaria del voluntariado en su artículo 9 define las obligaciones y características


organizativas que deben poseer las entidades de voluntariado:

 Responder a principios democráticos y participativos en sus órganos y funcionamiento.


 Elaborar un estatuto que precise claramente los fines y desarrollo de la actividades.
 Cumplir los acuerdos adquiridos con las personas voluntarias.
 Responder frente a terceros por los daños y perjuicios causados por los voluntarios.
 Cubrir las posibles contingencias derivadas de la actividad.
 Dotar de medios y cubrir los gastos derivados de la prestación del servicio.
 Informar y orientar adecuadamente a las personas voluntarias
 Formar al voluntariado.
 Garantizar las debidas condiciones en materia de seguridad e higiene.
 Acreditar al voluntariado, registrar y certificar su colaboración.
 Llevar un libro de registro de voluntarios y proyectos
 Velar por el respeto de las funciones asignadas a cada uno de los miembros de los
diferentes programas y proyectos llevados a cabo por la entidad.
 Buscar la rentabilidad social efectuando el seguimiento y evaluación de las actividades.
 Asegurar la continuidad de su actividad.
 Impedir que los voluntarios reemplacen las actividades profesionales.
 Cumplir la normativa en materia sanitaria, laboral, de seguridad e higiene, fiscal, etc.
 Aplicar el patrimonio, en caso de disolución, a otros proyectos de interés general.

En todos los casos queda claro que la acción de voluntariado se caracteriza por desarrollarse
de forma activa y participativa a través de una entidad de interés social. Al margen de la
posibilidad de intervención del voluntariado en cualquier área de interés social en el caso de la
Comunidad Canaria esta prioriza las acciones de:

 Cooperación y solidaridad internacional, sensibilización y educación para el desarrollo,


derechos humanos y pacifismo.
 Servicios sociales y sanitarios.
 Promoción de la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer.
 Inserción sociolaboral de colectivos en situación de desventaja social.

5
 Educación, ciencia, cultura, deportes y patrimonio histórico-artístico.
 Protección civil.
 Protección del medio ambiente y defensa del medio rural.
 Cualquier otra que responda a la naturaleza y fines de las actuaciones voluntarias
ajustándose a lo establecido en la presente Ley.

2.2 Tipos de organizaciones de voluntariado deportivo

En el ámbito deportivo existen diversos tipos de organizaciones que desarrollan una labor de
interés social que precisan o que ya cuentan de una colaboración de personal voluntario.

 En el caso de las entidades deportivas la ley canaria del deporte contempla cuatro
tipos. Los clubes deportivos, agrupaciones deportivas y federaciones deportivas.
Quedan excluidas las Sociedades anónimas deportivas por su carácter de empresas
con ánimo de lucro.
 En cuanto al deporte escolar deberíamos considerar dos tipos de entidades las
Asociaciones de Padres entre cuyos fines se contempla la promoción del deporte
escolar y las universidades que fomentan la práctica de la actividad físicodeportiva en
el ámbito universitario. Ambas tipos de entidades están reguladas por la legislación
educativa
 Existen además otro grupo de entidades sin ánimo de lucro que por ley están
acreditadas para desarrollar la actividad con voluntariado que pueden actuar en el
ámbito deportivo, entre destacan las fundaciones, asociaciones juveniles, de vecinos,
etcétera.

2.3 Funciones del voluntariado deportivo.

El voluntariado deportivo puede desarrollar gran número de actividades entre las que
destacan:

 Como gestores: en labores de dirección y coordinación de programas clubes y


actividades para ello las entidades aparte de su condición de no tener ánimo de lucro
deberán esta reconocidas como de utilidad pública.
 Como técnicos deportivos: en labores de enseñanza o acondicionamiento físico como
monitores o animadores deportivos, señalar que para no solapar las actividades
profesionales, solo podrán desempeñar estas funciones en el ámbito de la promoción

6
deportiva, es decir en los niveles de iniciación y, con reservas, en tecnificación
deportiva, al igual que en el caso anterior la entidad en la que ejerzan debería ser
considerada de utilidad pública.
 Como jueces y árbitros deportivos: la ley no contempla salvo en los casos del deporte
profesional que estas labores requieran un vínculo laboral, por lo que el personal que
las ejerce tiene la consideración de voluntario, todo ello con independencia de que
estos reciban una remuneración compensatoria de gastos por su actividad.
 Como administrativos y personal de apoyo: en este grupo se contemplarían el resto de
funciones que pueden desarrollar los voluntarios y que incluso pueden variar, entre
ellas destacan las labores, como delegados de equipo y campo o de logística general
características de los eventos y en las que se pueden encuadrar multitud de tareas:
seguridad, traductores, guías, repartidores, conductores, etcétera.

Debemos señalar que a diferencia de los contratos laborales que pueden ser o no escritos, en
todos los casos el compromiso de prestación voluntaria debe estar por escrito. El segundo
aspecto de interés a considerar es que se puede retribuir económicamente o en especies como
compensación por gastos derivados o relacionados con el ejercicio de la actividad como son los
de desplazamientos y locomoción, alojamiento y manutención, formación y reciclaje, asi como
las primas de seguro de accidentes y responsabilidad civil. También pueden incluirse los gastos
de viajes, utilización de vivienda y vehículos, una situación habitual en el ámbito de la
cooperación internacional que es bastante común en Canarias por su singularidad como
archipiélago de islas. En cualquier caso conviene recordar que al margen de la relación laboral
la legislación fiscal obliga al pagador a retener el IRPF correspondiente.

En todos los casos la relación del voluntariado con la entidad debe ser reconocida, registrada y
acreditada por escrito especificando los datos identificativos del mismo y de la entidad, la
fecha, naturaleza y duración de las actividades o programas; así como de las funciones,
cometidos asignados y tareas efectuadas por el voluntario.

2.4 Funciones de las administraciones públicas.

La ley canaria del voluntariado señala el papel de las administraciones públicas como
promotoras de las acciones de voluntariado con dos cometidos específicos:

7
 Impulsar la participación de los ciudadanos en las organizaciones de voluntariado
mediante campañas de información y sensibilización que lleven a la opinión pública el
contenido y valor social de las actividades promovidas por dichas organizaciones.
 Potenciar la participación de las entidades de voluntariado en programas o proyectos
de ámbito nacional o internacional, especialmente los orientados a la solidaridad y
cooperación al desarrollo en los países empobrecidos. Para ello la Comunidad
Autónoma de Canarias podrá suscribir convenios de colaboración con entidades de
voluntariado que gestionen o ejecuten acciones de solidaridad, sensibilización,
educación y cooperación al desarrollo en países empobrecidos, de manera que
permita la adscripción voluntaria, previa autorización, del personal al servicio de la
Administración de la Comunidad Autónoma o de sus organismos autónomos y
empresas dependientes, en las condiciones que reglamentariamente se establezcan,
sin que suponga dicha adscripción, la modificación o suspensión de los derechos
estatutarios o laborales, incluidos los de contenido económico.

2.5 Comentarios sobre su aplicación en el ámbito deportivo

Varios aspectos de la ley son especialmente controvertidos cuando se contrastan con la


realidad en el contexto deportivo canario. En cuanto a las asociaciones por un lado debemos
señalar la inexistencia de un tejido asociativo específico en el ámbito deportivo y por otro la
existencia de un amplio tejido asociativo sin ánimo de lucro en forma de clubes deportivos y
AMPAS. Los clubes deportivos en su gran mayoría se han conformado a partir de iniciativas
personales por lo que rara vez cumplen con los principios democráticos y participativos en sus
órganos de funcionamiento, muchas veces no por falta de interés en ello, sino simplemente
porque su estructura se limita a una persona o a un grupo muy reducido que apenas pueden
atender las tareas de gestión administrativa y deportiva de la asociación. Esta situación explica
en buena parte la situación actual de las federaciones deportivas que salvo contadas
excepciones tienen dificultades a la hora de diseñar y gestionar una programación para la
promoción de su modalidad deportiva.

Otra norma polémica que es contemplada en las disposiciones generales de la ley, hace
referencia a diferenciación entre trabajo retribuido y voluntario, si bien esta señala que no se
consideraran actividades de voluntariado aquellas que generen algún beneficio económico
para las personas o entidades que las realicen, no pudiendo en ningún caso sustituir al trabajo
retribuido, ni aun en el caso de conflicto laboral. Este artículo derivado de la propia ley estatal

8
del voluntariado, plantea en el ámbito deportivo algunos interrogantes ya que no es siempre
fácil saber cuando un trabajo es retribuido o voluntario. Hasta la fecha los jueces y magistrados
han interpretado las normas en base a los siguientes criterios:

 Existencia de un compromiso de vinculación del voluntariado social. La firma de un


compromiso donde se definan los derechos y obligaciones de los voluntarios y las
organizaciones indica, en principio, que la relación es de trabajo voluntario. Sin
embargo aunque exista este compromiso el juez puede decidir que la relación es de
trabajo retribuido basado en el contenido real del trabajo
 Retribución. El trabajo voluntario no debe percibir ninguna retribución aunque se le
pueden compensar los gastos en que incurra en la realización del trabajo voluntario,
por ejemplo gastos de transporte. Cualquier retribución que no este relacionada
directamente con un gasto se interpreta como que el trabajo es retribuido y no
voluntario.
 Duración de la colaboración. Cuando la colaboración entre el voluntario y la
organización es la actividad casi exclusiva del voluntario y le ocupa una duración
similar a una jornada de trabajo se interpreta como indicio de trabajo retribuido,
especialmente si se mantiene a lo largo de mucho tiempo.
 Tipo de colaboración. Si el trabajo de un voluntario es retribuido durante un periodo y
voluntario durante otros periodos, realizando las mismas tareas se interpreta que el
trabajo ha sido siempre retribuido.

A continuación analicemos estas premisas con uno de los casos más comunes en el ámbito
deportivo, el de los monitores deportivos y entrenadores de deporte base. Esta labor que
tradicionalmente venia realizándose de una forma voluntaria compensada en algunos casos
con una pequeña gratificación económica paso a considerarse como una actividad profesional.
Se privatizaron las campañas municipales de promoción deportiva y se paso a contratar a
monitores que muchas veces cubren un horario de 12 a 24 horas mensuales por las cuales
llegan a percibir un salario que oscila entre 60 y 120 euros. Desde luego si atendemos a los
criterios seguidos este trabajo no cumple el criterio de duración de la colaboración ya que no
llega a cubrir el mínimo de un trabajo a media jornada. Tampoco el de la retribución ya que el
salario da para poco más que cubrir los costes del trasporte y es que la propia ley contempla
como un derecho el “recibir los medios necesarios para el ejercicio de su actividad y ser
reembolsadas por la entidad por los gastos que directamente les ocasione la actividad
voluntaria”. Por último es más que cuestionable el criterio del tipo de colaboración ya que en

9
este caso es una actividad voluntaria la que se convierte en profesional sin serlo por lo que no
debería considerase como tal si vuelve a ejercerse de forma voluntaria.

En este punto conviene señalar algunos problemas que se derivan de la consideración de la


actividad de promoción deportiva como una labor profesional. La conversión de una actividad
profesional en actividad voluntaria provoca una revalorización económica de toda su
estructura elevando los costes de formación del personal técnico, de las competiciones:
mutualidades y desplazamientos, de forma insostenible.

Otro aspecto indefinido de la ley es el que se refiere a la formación del voluntariado ya que si
bien en las mismas disposiciones generales de la ley se expone que la actividad de
voluntariado no podrá ser considerada como prácticas, aprendizaje o experiencia profesional.
Sin embargo un poco más adelante la propia ley contempla como un derecho del voluntario el
“recibir la formación necesaria para la tarea que vayan a asumir y ser orientados hacia las
actividades para las que reúnan las mejores aptitudes”. En este caso interpretamos que la
formación del voluntariado debe realizarse pero no puede ni debe ser acreditada, reconocida
como aprendizaje o convalidada como práctica, aspecto que sin duda condiciona la captación
de voluntariado.

Por último hay que considerar la problemática inclusión de la formación de los técnicos
deportivos en la oferta de formación profesional reglada, sin tener en consideración la
demanda real de estos como profesionales y el perfil de las personas que desarrollaban esta
actividad. El caso es que después de 10 años salvo en algunos casos puntuales en el futbol y el
baloncesto no se han podido poner en marcha los curso de formación profesional ya que el
coste es elevadísimo y la demanda escasa. Esto se explica por el hecho de que para formarse a
un nivel básico de monitor se requiere un curso escolar completo a media jornada algo
inviable económicamente e incompatible temporalmente para personas que no se dedican ni
pueden dedicarse profesionalmente a esta actividad. La situación actual es que los clubes
carecen de personal y no pueden asumir los altos costes de participación deportiva que
terminan derivándose hacia las administraciones públicas.

Resumiendo la situación de partida del proyecto, nos encontramos sin tejido de voluntariado
deportivo específico, con asociaciones y federaciones carentes de personal, y unas
administraciones públicas que no pueden asumir la escalada inflacionista en el coste de
mantenimiento de los programas de actividades, eventos e instalaciones deportivas.

10
3. Justificación del plan de voluntariado deportivo.

3.1 Relaciones entre deporte y sostenibilidad.

El presente plan nace como una iniciativa de apoyo al desarrollo sostenible en la Isla de
Tenerife, contribuyendo desde la práctica deportiva a la mejora de la calidad de vida en tres
ámbitos: el social, el medioambiental y el económico. Para ello establecemos una iniciativa de
promoción del voluntariado deportivo con dos objetivos fundamentales:

 Favorecer la sostenibilidad de las infraestructuras, programas de actividades y eventos


deportivos.
 Promover a través de la participación deportiva aquellos valores asociados a los
derechos humanos.

La estrategia del plan sigue las recomendaciones de la propuesta a nivel internacional de las
Naciones Unidas, el consejo superior de deportes y el comité olímpico español2 para
desarrollar líneas de trabajo ligadas a la promoción del voluntariado deportivo con tres
finalidades:

 La sostenibilidad social, que es donde el trabajo desarrollado por el voluntariado


manifiesta su auténtica aportación y valor, solamente se puede alcanzar mediante la
consecución de una sociedad civil fuertemente cohesionada, solidaria, honesta y
participativa.

2
UNEP y Oficina de Deporte y Paz

11
 La sostenibilidad económica tiene como vértice la búsqueda del crecimiento
equilibrado y compatible del capital económico, social y natural.
 La sostenibilidad ambiental tiene como fin el mantenimiento del capital natural para
poder vivir de sus réditos dentro de un nivel de bienestar adecuado.

Estas propuestas se deben desarrollar tratando de aprovechar el potencial de beneficios que


las prácticas físico deportivas conllevan:

 El deporte como actividad física que mejora la salud y la calidad de vida.


 El deporte como facilitador de señas de identidad cultural compartidas que favorecen
la integración social.
 La deporte como promotor de valores humanos necesarios para la mejora de la
convivencia.
 El deporte como medio para sensibilizar a la población sobre respeto y cuidado del
medio natural.

Las administraciones públicas en un intento por dar respuesta a la creciente e inasumible


demanda de servicios sociales, tratan de implicar y compartir esa responsabilidad con la
ciudadanía implicándola de forma activa en la acción social. Con esta finalidad se establece el
presente Plan Insular de Voluntariado Deportivo.

12
4. Elementos de articulación del Plan Insular de voluntariado
deportivo

4.1 Marco legislativo

La Constitución Española, en su art. 9. 2., el Parlamento y el Consejo Europeo que en


decisiones de 22 de julio de 2002 nº 466/2002/CE y 1 de marzo de 2002 respectivamente
reconocen el derecho a la participación ciudadana: “Corresponde a los poderes públicos
promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que
se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y
facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y
social.”

La Carta Verde del Deporte Español y la Agenda 21 del Deporte Español, suponen los texto de
básico para desarrollar la Estrategia Nacional sobre Deporte y Sostenibilidad, en el cual
aquellas organizaciones relacionadas, directa o indirectamente, con el mundo del deporte que
lo suscriban, se comprometen a generar programas y proyecto concretos en materia de
deporte y desarrollo sostenible.

La Ley estatal del Deporte 10/1990 de 15 de Octubre, reconoce la importancia de la practicas


de actividades físico-deportivas, el papel de las asociaciones deportivas y la responsabilidad de
las administraciones en la promoción del deporte, dotación de las infraestructuras y medios
necesarios para el desarrollo deportivo. También incorpora la normativa básica de
reconocimiento de titulaciones en el ámbito deportivo.

La Ley canaria del Deporte 8/1997 de 9 Julio, adapta la ley estatal del deporte a la realidad
canaria contemplando entre otros el papel de los Cabildos Insulares como entes públicos
responsables de la promoción deportiva.

La Ley estatal de voluntariado 6/1996 de 15 de Enero que incorpora al ordenamiento jurídico


las iniciativas de actuación de los ciudadanos agrupados con el fin de colaborar en la
satisfacción de los intereses generales, asumiendo que los mismos ha dejado de ser
considerada como una responsabilidad exclusiva del Estado para convertirse en una tarea
compartida entre Estado y sociedad.

La ley canaria del voluntariado Ley 4/1998, de 15 de mayo, que adapta la ley estatal a la
singularidad canaria, creando dos organismos públicos de promoción de voluntariado la

13
Comisión Intersectorial de Voluntariado, adscrita a la Consejería competente en materia de
Asuntos Sociales; y la Oficina de Información y Asesoramiento del Voluntariado.

4.2 Agentes implicados

El mundo del deporte está articulado por un conjunto intrincado y relacionado de organismos
públicos y privados que, a diferentes escalas, poseen distintas responsabilidades en la gestión,
promoción, regulación, investigación, suministro y organización de eventos y prácticas
deportivas. En este Diálogo se han mostrado diferentes experiencias:

 La Union Europea a través de de la Association of Voluntary Service y el European


Volunteer Centre, entidades responsables de la promoción programas de voluntariado
con especial atención los intercambios internacionales.
 El Consejo Superior de Deportes del Gobierno de España, valedor de la Estrategia de
Deporte y Sostenibilidad remarca la importancia del seguimiento de la Carta Verde con
la creación del Observatorio del Deporte.
 El Gobierno de Canarias cabildos insulares y Ayuntamientos como principales entes
promotores de la práctica de la actividad física deportiva nivel autonómico, insular y
local.
 La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como entidad que trabaja
por el cambio de mentalidad hacia una nueva cultura deportiva sostenible,
desatacando su labor de asesoramiento en la planificación, diseño y gestión eficaz y
eficiente de las infraestructuras deportivas públicas.
 SIMPROMI, ONCE y el Comité Paralímpico Español, llevan muchos años trabajando en
una faceta esencial como es la integración social de los discapacitados a través del
deporte.
 Europarc-España trabaja en materia de sensibilización de actividades deportivas y de
turismo activo en Espacios Naturales Protegidos.
 La Comité Olímpico Español como promotor de los valores humanos a través de la
competición deportiva.
 Las Federaciones Deportivas de ámbito estatal autonómico y local como entes de
promoción específicos de las diferentes modalidades deportivas
 La ciudadanía considerada tradicionalmente como destinataria final de los servicios
sociales, y no como artífices y protagonistas de las acciones en pro de la mejora y
solución de problemas socioambientales.

14
5. Plan Insular del Voluntariado

5.1 Ámbito y estrategia de desarrollo

El plan diseña el marco institucional para crear la capacidad de planificar y gestionar


eficazmente las políticas de participación pública. El fin, así definido, se pretende conseguir a
través de la realización de unos objetivos específicos que deberían ajustarse a las necesidades
detectadas a través del análisis de las necesidades deportivas Insulares.

El ámbito de actuación del Plan Insular de Voluntariado Deportivo abarca a la totalidad de la


isla de Tenerife. Este plan comprende un periodo inicial de cuatro años organizados a su vez en
programas anuales. En cuanto al contenido del plan este se asienta sobre dos en dos pilares
fundamentales, el Plan General, que esboza la filosofía del mismo y las líneas generales de
acción y los Proyectos Sectoriales, que son programas específicos dirigidos a cada componente
del sistema deportivo en un intento por cubrir los ámbitos esenciales.

En el último apartado se aborda el marco financiero que posibilitará la realización efectiva del
Plan de Acción del Voluntariado Deportivo para la isla de Tenerife. Finalmente hemos
incorporado en los anexos una relación de los agentes colaboradores y destinatarios
interesados en el desarrollo y ejecución de este plan, así como un esbozo de la estructura y
organización indispensable para la administración y gestión del mismo.

5.2 Objetivos Generales

Los objetivos generales que guiarán y servirán de marco de referencia al Área de Deportes
para desarrollar todas las acciones del plan y sus programas de desarrollo, son los siguientes:

 Crear una estructura organizativa, con las herramientas de gestión y administración


necesarias para apoyar la promoción y el desarrollo del deporte insular.
 Sensibilizar y fomentar la participación social en la en la gestión y el desarrollo del
deporte insular, involucrando a los todas las entidades y personas con iniciativas
interesadas en la promoción y desarrollo del deporte insular.
 Educar para la participación facilitando los conocimientos necesarios para que las
voluntarios y las entidades de voluntariado aprendan a realizar el diagnostico de la
realidad deportiva, mejorando así su capacidad para actuar en la promoción y
desarrollo del deporte insular.

15
PRIMER OBJETIVO
Crear la Oficina del Voluntariado Deportivo como estructura organizativa, con las
herramientas de gestión y administración necesarias para apoyar la promoción y el
desarrollo del deporte insular.
Estrategia
Impulsar desde el área de deportes del Cabildo una estructura administrativa para el desarrollo
del voluntariado deportivo en coordinación y colaboración con otras instancias y
administraciones que también participen en temas de promoción deportiva y participación
social.
Sugerencias de Actuaciones
Integrar la Oficina Insular del Voluntariado deportivo en la estructura orgánica del servicio de
deporte del Cabildo Insular de Tenerife, contando para ello con el asesoramiento de la Oficina
del Voluntariado de Medio ambiente y de la Oficina de Gestión del Voluntariado del Cabildo
Insular.
Dotar a la Oficina del Voluntariado Deportivo del personal y medios materiales necesarios para
realizar sus cometidos.
Colaboración con las diversas federaciones deportivas de ámbito insular para la canalización de
la información a los deportistas y clubes interesados en colaborar con la oficina de
voluntariado deportivo.
Creación del Consejo Insular del Deporte Escolar con la participación de las Asociaciones de
Padres de Alumnos, las organizaciones estudiantiles y los clubes de la isla. Como órgano
consultivo para el desarrollo de las políticas de promoción deportiva en el ámbito escolar.
Colaboración con la Oficina de Voluntariado del Cabildo Insular de Tenerife en la difusión y
dinamización de la información referente al presente Plan; en la captación de voluntariado y
posterior canalización del mismo a la Oficina del de voluntariado deportivo.
Colaboración con los Centros de Servicios al Ciudadano del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife
para la canalización de la información a los ciudadanos y/o entidades que deseen colaborar con
el plan de voluntariado deportivo.
Colaboración con las áreas de deportes de los diversos municipios de la Tenerife para la
difusión de la iniciativa entre los ciudadanos y/o entidades locales que deseen colaborar con el
plan de voluntariado deportivo.
Colaboración con la Comisión Intersectorial de Voluntariado del Gobierno de Canarias para la
consulta y participación en plan canario del voluntariado además de la colaboración en
determinados programas en los que sea requerida la presencia de expertos.
Creación de una base de datos que permita conocer a las entidades que promueven proyectos
deportivos y las necesidades de colaboración.
Estimular investigaciones sobre el tejido asociativo y los agentes implicados en la promoción
deportiva, que permita el reconocimiento de necesidades y posibles áreas de acción del
voluntariado deportivo.
Potenciar acuerdos con empresas que deseen participar en el apoyo o fomento del
voluntariado deportivo.
Colaboración con el servicio de voluntariado europeo, incluyendo el empleo de las líneas de
financiación de la Unión Europea para programas de voluntariado deportivo.
Fomentar acuerdos de colaboración con la FECAM, consorcios y mancomunidades para la
difusión de información sobre los canales de participación en actividades del voluntariado
deportivo.

16
SEGUNDO OBJETIVO
Sensibilizar y fomentar la participación social en la en la gestión y el desarrollo del deporte
insular, involucrando a los todas las entidades y personas con iniciativas interesadas en la
promoción y desarrollo del deporte insular.
Estrategia
Difundir el Plan de voluntariado entre el tejido deportivo y la población en general, utilizando
canales de información existentes o nuevos creados con esa finalidad.
Sugerencias de Actuaciones
Colaborar con la Comisión Intersectorial de Voluntariado, para la promoción, apoyo,
consolidación, supervisión y coordinación de las acciones de voluntariado deportivo que se
desarrollen o promuevan en el territorio de la Comunidad Autónoma Canaria.
Creación de una red insular de voluntariado deportivo a través del consejo insular del deporte
escolar para poder acceder de una forma fácil y rápida a la información, sirviendo, de este
modo, de intermediaria entre la administración y los actores sociales.
Comunicar e intercambiar información con la Oficina de Información y Asesoramiento de
Voluntariado de la Consejería de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias sobre los
proyectos y programas de voluntariado deportivo realizados en Tenerife.
Participación en campañas de sensibilización para el fomento del voluntariado organizadas por
el S.O.P.A. (Servicio de Orientación para el Alumnado) de la Universidad de La Laguna
Promover la difusión de información sobre el voluntariado deportivo entre los clubes
deportivos, las asociaciones sin ánimo de lucro, los centros educativos de bachillerato y
formación profesional las y facultades universitarias de la ULL.
Colaboración con las unidades administrativas con competencia en desarrollo sostenible y
calidad de vida para la implantación de las Agendas 21 locales, apoyando a los ayuntamientos
en el desarrollo de los programas de promoción deportiva.
Potenciar la participación en foros de debate en medios de comunicación, jornadas y cursos
monográficos que versen sobre la participación del voluntariado deportivo, propiciando un
conocimiento sobre la importancia de su actividad en la promoción deportiva.
Colaboración en la producción de material informativo y didáctico en relación con los fines de
los programas de actividades con aquellas entidades interesadas en la promoción del deporte
y/o vinculadas a él.
Promoción del patrocinio, como medida de apoyo a las entidades organizaciones que
promueven programas de voluntariado deportivo.
Colaboración con los programas de promoción deportiva que las entidades colaboradoras
quieran poner en marcha en el ámbito de organización interna o en programas externos.
Organizar jornadas anuales con las entidades colaboradoras para la revisión y evaluación del
Plan
Colaboración con las entidades deportivas y asociaciones para dar a conocer las los cauces de
participación de la ciudadanía en los programas puestos en marcha por aquellas.
Descentralizacion y apertura de los espacios informativos para posibilitar la creación de canales
informales de participación y opinión donde se expongan experiencias, logros, retrocesos,
nuevos campos de acción, dificultades, etcétera.
Potenciar la comunicación entre el propio voluntariado, poniendo énfasis en el carácter
multiplicador de la información manejada por los voluntarios.
Elaboración de materiales divulgativos sobre el voluntariado deportivo y las organizaciones
ciudadanas que lo promocionan, procurando que reconozcan y revaloricen a la figura del
voluntario deportivo.

17
TERCER OBJETIVO
Educar para la participación facilitando los conocimientos necesarios para que las
voluntarios y las entidades de voluntariado aprendan a realizar el diagnostico de la realidad
deportiva, mejorando así su capacidad para actuar en la promoción y desarrollo del deporte
insular.
Estrategia
Suscribir convenios de colaboración entre el Oficina del Voluntariado Deportivo del Área de
Deportes del Cabildo con las diversas administraciones públicas y asociaciones deportivas que
quieran colaborar en el desarrollo de proyectos de promoción deportiva, para la realización
de cursos de formación de voluntariado deportivo.
Sugerencias de Actuaciones
Proporcionar, a los voluntarios que colaboren con las administraciones públicas, la formación
básica, específica y necesaria para desarrollar su labor como voluntarios deportivos en dos
niveles: formación como voluntarios y como gestores de programas de voluntariado.
Facilitar a las entidades de voluntariado la formación en estrategias educativas para la
participación ciudadana y la resolución de problemas, sobre el criterio la responsabilidad
compartida.
Colaboración docente mediante convenio entre el Cabildo de Tenerife, la Escuela Canaria del
Deporte y El Centro Canario de Apoyo de la Dirección General de Deportes del Gobierno de
Canarias para la formación del voluntariado deportivo y la investigación de temas
relacionados con el Plan
Colaboración docente mediante convenio entre el Cabildo de Tenerife, la Dirección General
de Formación Profesional y de Educación de Adultos del Gobierno de Canarias y las
Federaciones Canarias para la formación del voluntariado deportivo
Inclusión del primer ciclo de las titulaciones de técnicos deportivos especialistas como parte
de la oferta formativa para el voluntariado deportivo, expidiendo el titulo de monitor-
voluntario, cualificándolos como para realizar labores de animación y promoción deportiva
Colaboración docente mediante convenio entre el Cabildo de Tenerife y la Universidad de La
Laguna para la formación del voluntariado deportivo y la investigación de temas relacionados
con el Plan.
Participación de alumnos en prácticas de la Universidad de La Laguna en determinados
programas de voluntariado deportivo a través de un convenio subscrito entre el Cabildo
Insular de Tenerife y la Universidad de la Laguna, ofertando distintos programas que pueden
ser convalidados
Participación de alumnos en prácticas en determinados programas de voluntariado deportivo
a través de un convenio subscrito entre el Cabildo de Tenerife y la Dirección General de
Formación Profesional y de Educación de Adultos del Gobierno de Canarias, ofertando
distintos programas que pueden ser convalidados.
Colaboración docente mediante convenio entre el Cabildo de Tenerife y el SIMPROMI para la
formación del voluntariado deportivo para el deporte con discapacitados y la investigación de
temas relacionados.

Estos objetivos generales el Plan General se estructuran a su vez en Proyectos sectoriales y en


una planificación anual que permitirá modificar las líneas de actuación en función de las
necesidades detectadas durante su ejecución.

18
5.3 Metodología para la elaboración del plan

En el proceso de elaboración del plan se ha pretendido tomar en consideración el mayor


número de referencias útiles y, sobre todo, considerar la participación de los diferentes
agentes interesados por la promoción del deporte en la isla de Tenerife, intentando distribuir
ordenar y coordinar las diversas funciones a desempeñar.

A través del mencionado plan se pretende dar cabida a todas las inquietudes que despierta la
creciente conciencia ciudadana acerca del deporte como medio de inclusión y mejora de la
calidad de vida. Con el diseño de un plan participativo tratamos de involucrar a la población en
la mejora de su calidad de vida, asumiendo el principio de responsabilidad compartida,
reduciendo de paso la resistencia social y su desconfianza habitual por el trabajo de las
instituciones.

La riqueza de este Plan depende, entonces, de los aportes de todos los ciudadanos, entes y
agentes implicados, de la información que se consiga hacer llegar y del espacio de
participación que sepamos construir a través del mismo. La participación pública en la gestión
se puede desarrollar mediante las consultas a la población afectada por una política, programa
o proyecto que se va a desarrollar en un área determinada siendo posible:

 Definir los problemas más eficazmente.


 Acceder a la información y comprender la realidad social.
 Identificar las soluciones alternativas que van a ser socialmente aceptables.
 Crear un sentido de pertenencia al programa que facilite la implementación.
 Colaborar en el desarrollo de las estrategias resolutivas de los problemas detectados.

Para generar procesos participativos hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

A) PARTIR DEL ANÁLISIS CONCRETO DE LA REALIDAD CONCRETA

El Plan debe partir del análisis concreto de la realidad concreta. Por ello, debe realizar una
valoración realista de las condiciones de partida, analizando los posibles factores que pueden
facilitar o limitar los procesos de participación del voluntariado deportivo. Éstos, podrían
tratarse de condicionantes legales, institucionales, económicos y/o humanos.

La elaboración de un plan para el fomento de la participación ciudadana a través del


voluntariado deportivo en nuestra Isla, debería ser forzosamente realizada con una

19
metodología basada en la participación de todos los agentes involucrados en la problemática
deportiva.

Una vez detectadas las necesidades, y las posibilidades de cubrir las mismas, se podría
comenzar con la elaboración de proyectos específicos. Ésta es la fase dinámica del Plan, que se
apoya en la estructura previamente articulada y que debería tener una conexión con la
investigación sobre el terreno. Los proyectos específicos pueden comenzar por acciones muy
puntuales o bien ser dictados por circunstancias muy específicas (actividades o eventos
puntales). En cualquier caso las actuaciones que se desarrollen deben partir desde la seguridad
de que la calidad deportiva que se logre alcanzar depende de las actitudes y de la colaboración
de todos los ciudadanos, así como de que la disponibilidad real de medios e infraestructuras es
algo que se debe tener presente.

B) IDENTIFICAR LOS ACTORES POTENCIALMENTE INTERESADOS

A través del Plan se implicará a las personas u organizaciones más relacionadas directamente
con las distintas actuaciones que se desarrollarán a través del mismo. No obstante, el proceso
participativo quedará abierto de forma permanente para cualquier actor social interesado.
Dado que no todas las organizaciones sociales tendrán el mismo interés, se contemplarán
distintas fórmulas de participación con distintos niveles de esfuerzo e implicación.

C) DEFINICIÓN Y APOYO AL DESARROLLO DE LOS ACUERDOS

El equipo dinamizador del plan debe integrar las diferentes aportaciones generadas en la toma
de decisiones que se lleven a cabo junto con los distintos actores sociales, tendiendo a la
definición de acuerdos amplios que respondan a la mayoría y que sean eficaces a la hora de
abordar la tarea en cuestión, generando iniciativas que permitan avanzar hacia situaciones
cada vez más sostenibles. Además, el equipo dinamizador deberá proponer acciones concretas
que permitan llevar a cabo una adecuada implementación de los acuerdos alcanzados,
proporcionando a los agentes sociales que se involucren, además, apoyo técnico o material
para ejecutar los proyectos.

D). FORMULAS ORGANIZATIVAS

Se pueden establecer diferentes niveles, desde la acción directa sobre el territorio cuyo
objetivo es la resolución de una situación deportiva insostenible, hasta la participación en la

20
gestión y toma de decisiones o acciones deportivas indirectas que conllevan a una acción
directa.

Las actividades a realizar se podrían agrupar en dos fórmulas organizativas:

 Redes de voluntarios deportivo. Supone una participación individual voluntaria en la


que existe un compromiso personal para realizar una actividad, por lo que es preciso
contar con un programa creado desde una entidad en el que se puedan integrar.
Generalmente se trata de actividades puntuales contempladas en la planificación de
las administraciones en donde los voluntarios prestan su colaboración. Los proyectos
locales podrían centrarse en la realización de alguna actividad durante un periodo
concreto, siendo tareas habituales las de: organización de campeonatos, cursos o
jornadas, exhibiciones, campañas de promoción de valores o hábitos higiénicos,
etcétera. El papel de las instituciones se centra en apoyar, financiar y supervisar la
actividad en cuestión
 Proyectos de Voluntariado Deportivo A través de esta fórmula se persigue ayudar al
desarrollo, gestión, ejecución y evaluación de los proyectos deportivos, impulsados
desde las asociaciones, clubes deportivos y las unidades administrativas encargadas de
la promoción deportiva. Debe tratarse con grupos de voluntariado mas estables ya que
las actividades a desarrollar son de larga duración. Este modelo posibilita el desarrollo
de tareas complejas durante un mayor periodo temporal, lo que precisa de mayor
autonomía y conocimiento. Los proyectos suelen contemplar la realización de
actividades de voluntariado como la animación e iniciación deportiva, gestión de
instalaciones y actividades escolares, etcétera.

Dependiendo del marco temporal se pueden distinguir dentro del Plan la siguiente pauta de
iniciativas:

 Jornadas deportivas. Son convocatorias abiertas a voluntarios individuales u


organizados para la participación en una actividad en un día concreto.
 Eventos de larga duración. Actividades superiores a un día e inferiores a un mes que
precisan de un gran soporte logístico para su realización como son las fases finales de
competiciones federadas desarrolladas mediante el sistema de concentración.
 Promoción continua Son actividades de larga duración desarrolladas a lo largo del año,
en las que los voluntarios participan implicándose durante más de un mes.

21
 Campus deportivo. Son programas de actividades definidas, formativas y lúdicas, que
incluye estancia de duración variable, desarrollados en ENL, en general, con una
duración reducida, entre 3 y 30 días, en los que participa un grupo de voluntariado.
Estos programas, que pueden ser desarrollados en régimen interno y en un entrono
natural, al incluir estancia durante el tiempo que duran las actividades, facilitan una
profunda relación entre los participantes.

5.4 Formación del Voluntariado.

La formación es un elemento fundamental para mejorar y hacer viable un servicio, y un


requisito imprescindible para el desarrollo de sus tareas. Las necesidades de formación se
tendrán en cuenta fundamentalmente en dos momentos: en el momento de lanzamiento del
proyecto y en el momento de la evaluación. El voluntariado deportivo requiere una formación
específica que debe ser ofertada por las entidades promotoras de esta clase de voluntariado,
debiendo ser realizada por personas cualificadas, tanto en el campo técnico como en el
educativo.

Para ello es importante que las asociaciones que fomenten el voluntariado deportivo cuenten
con la capacidad para organizar la formación específica de los voluntarios que participen en
programas de promoción deportiva, contando bien con recursos propios, bien con ajenos, o
con ambos a la vez.

Paralelamente, deben facilitarse, desde la Administración, los apoyos técnicos, económicos y


administrativos necesarios para la realización de seminarios, encuentros y programas de
formación con el fin de favorecer la actualización y mejora permanente de los citados
proyectos. Además, se deben apoyar las actividades de autoorganización que permitan crear
espacios colectivos para el análisis y la clarificación de las ideas. El plan debe ayudar a facilitar
la formación necesaria de los voluntarios que participen en los programas, de forma
coordinada con los gestores implicados en ellos.

La formación del voluntariado debe estructurarse a través de dos niveles:

 Formación general o básica, referida tanto a sus derechos y deberes como


voluntarios, como a la problemática en la que intervendrán.
 Formación específica con relación a las tareas concretas a desempeñar.

22
Por otro lado, la adaptación del recurso humano al proyecto, constituye un punto clave para
alcanzar el éxito de éstos. Tanto la preparación, como las motivaciones, deben ser reforzadas
por el seguimiento continuo. En la atención a los recursos humanos del voluntariado se puede
distinguir diferentes etapas:

 Captación: Actividades informativas y de sensibilización.


 Capacitación: Abarca actividades de tipo educativo, didáctico y pedagógico. Distingue
entre la capacitación introductoria, específica y permanente.
 Acompañamiento: Se trata de una sesión sobre el terreno donde se llevan a cabo
diferentes proyectos.
 Asesoramiento: Su función consiste en apoyar, evaluar y retroalimentar el recurso
voluntario.

5.5 Sistema de Comunicación

El Plan de Acción de Voluntariado Deportivo debe contar con una identidad propia, que
permita reconocer, tanto a los actores implicados, como a los programas desarrollados y/o
apoyados desde el Área de Deportes del Cabildo.

El logotipo o la imagen corporativa deberán identificar a todas las acciones realizadas por los
voluntarios en el marco del Plan de Acción. Éste, aparecerá de manera conjunta con el resto de
logotipos, distintivos o señas de identidad corporativas, institucionales o de cualquier otra
índole, que sea menester hacer figurar en función de los casos o de las circunstancias que se
presenten.

Por otro lado, desde el Plan se debe propiciar la emisión de mensajes comunicacionales que
permitan utilizar las actividades del voluntariado como soporte publicitario para la promoción
del deporte, así como la implicación de la población en la conservación y mantenimiento de las
infraestructuras deportivas públicas. Entre las líneas de trabajo cabe citar:

 Propiciar el diseño y puesta en marcha de una campaña integral de comunicación


externa en torno al Plan de Acción del Voluntariado Deportivo.
 Diseñar una campaña de comunicación publicitaria dirigida a la sociedad tinerfeña
dando a conocer la existencia del Plan, y que también ayude a fortalecer el concepto
de participación en el voluntariado deportivo.

23
 Diseñar un programa de acciones de marketing directo orientadas a la concienciación
ciudadana a través de la colaboración en actividades como voluntarios deportivos.

Un aspecto importante a tener en consideración, es que se debe reforzar públicamente el


concepto de gratitud hacia la labor social que realiza el voluntario, diseñando una campaña
publicitaria masiva orientada a definir un perfil de “voluntariado” de acuerdo con los objetivos
del Plan y, por extensión, un modelo de “voluntario deportivo”.

Se debe facilitar la información básica tanto de los canales necesarios para participar, como de
la problemática a tratar, lo que permitirá una mayor implicación de los potenciales
interesados. Por otro lado, proporcionar a los participantes información actualizada sobre el
desarrollo de los procesos participativos que refuerzan y crean motivación para la
participación.

Junto con las herramientas divulgativas en formatos impresos y medios de comunicación, se


dispondrá de la aplicación de medios informáticos. Ésta última, desempeña un papel decisivo y
motivador para ofrecer calidad y llegar a todos los sectores sociales. A través de sus canales, la
información puede llegar de manera más fluida, entendiendo ésta no como un fin en sí mismo,
sino como una herramienta de transformación. Además, este canal nos permitiría mantener
una comunicación bidireccional con los sectores interesados.

5.6 Evaluación y control.

La evaluación de los servicios creados es una de las claves del éxito. Sirve para: identificar los
puntos débiles, dificultades y factores de éxito; para mejorar la viabilidad y la calidad del
servicio; anticipar medidas que se deben tomar sobre la base de esta evaluación y extraer
lecciones sobre los éxitos o fracasos para el lanzamiento de otros programas. Así pues,
llevaremos a cabo una evaluación procesal continua, tanto en el ámbito externo como en el
interno.

El Plan de Acción del Voluntariado Deportivo debe movilizar a los agentes implicados en torno
a una evaluación conjunta, pudiendo así jugar un papel de animación, permitiendo que los
distintos actores precisen sus demandas, dificultades y posibilidades, y por tanto, propiciando
la creación de un consenso, e incluso, superar posibles conflictos en el proceso de
participación.

24
Tal evaluación nos debe permitir reconocer el grado en que se logran los resultados deseados,
valorar la eficacia de los recursos y esfuerzos, disponer de la valoración de los distintos agentes
implicados, identificar los factores que actúan como elementos positivos o negativos.

El Plan de Acción contendrá un Plan de Seguimiento a través del cual se hará un seguimiento
de las actuaciones básicas y un seguimiento general del Plan y de los Programas que lo
contienen. Todo ello, se realizará mediante el establecimiento de una serie de indicadores.

5.7 Administración y gestión

El desarrollo del Plan requiere de una estructura organizativa que regule las actividades
desempeñadas por los voluntarios que trabajan en el desarrollo sostenible de la isla. Con este
fin se crea la Oficina de Gestión, Información y Asesoramiento del Plan de Voluntariado
Deportivo, cuyas funciones serán, entre otras que le pueda asignar la Administración, las de:

 Planificación, ejecución, evaluación y difusión de su actividad como Oficina de


voluntariado deportivo
 Gestión administrativa y financiera de los programas de voluntariado deportivo
 Diseño, ejecución, dinamización, seguimiento y evaluación de los programas o
proyectos anuales de voluntariado y participación deportiva, en coordinación con los
gestores de las ENL y las entidades de voluntariado
 Diseño, coordinación, seguimiento y evaluación de la formación de voluntariado
deportivo
 Diálogo sistemático con los diversos agentes presentes en el escenario del
voluntariado deportivo o tangencialmente relacionado con éste
 Promoción y mantenimiento de la presencia del voluntariado como elemento
transversal en políticas, planes, programas o proyectos del Área de Deportes
 Diseño, realización, evaluación y difusión de acciones que favorezcan la interacción
entre las diversas organizaciones que cuentan con voluntariado
 Coordinación y seguimiento de los convenios de colaboración con otras
administraciones y/o entidades públicas
 Oferta de infraestructura y equipamientos materiales para el desarrollo de la acción
voluntaria
 Canalización hacia las entidades de voluntariado organizadas de las solicitudes de
voluntariado individual recibidas

25
 Gestionar los convenios de colaboración con las entidades públicas y privadas con los
que se desarrollan programas de participación y voluntariado deportivo

Fomentar la captación de voluntarios de entre la ciudadanía en general y, en particular, de


entre el tejido asociativo deportivo local.

Como medida de flexibilidad ejecutiva, financiera y laboral, la Oficina de Gestión, Información


y Asesoramiento del Plan podrá tomar la forma de entidad de gestión externa como la de una
empresa o fundación pública a la que la Administración dirigiría, asignando los trabajos
derivados del cumplimiento del Plan.

5.8 Marco Financiero.

Tal y como establece la Ley 4/1998, de 15 de mayo, de Voluntariado de Canarias, las


Administraciones Públicas de Canarias en la labor de promoción y apoyo del voluntariado
pueden usar y desarrollar, entre otras herramientas, la participación en la financiación de los
proyectos a través de las ayudas, subvenciones y suscripción de convenios. El Plan debe
proporcionar una aportación financiera estable, preferentemente dentro del marco de
convenios, y otros tipos de apoyo y supervisión que posibiliten el funcionamiento, desarrollo y
fortalecimiento de los agentes locales de voluntariado.

En cuanto al modelo de gestión financiera, la financiación inicialmente estará obligada a seguir


un modelo mixto, con una aportación sustancial del Cabildo Insular para la iniciación de los
Programas Estructural y Sectoriales, para la formación del voluntariado y para el sostenimiento
básico de la oficina de gestión del plan, si bien, sería deseable que, a medida que se desarrolle
éste, el modelo evolucione hacia una forma de autofinanciación.

La conexión con las empresas y sociedades es una forma de aprovechar estructuras. De este
modo, la participación de las empresas puede ser a través del patrocinio, financiando un
evento, curso programa de promoción deportiva, o simplemente mediante una donación, por
la cual se realiza una aportación económica o en especie con productos de la propia empresa.
Dicha donación es desgravable, de acuerdo con la normativa en materia fiscal, hasta un 10%
según la Base Imponible del Impuesto de Sociedades.

El marco financiero debería responder a las necesidades derivadas de los objetivos y medidas
previstas en el plan, calculando el presupuesto en función de la viabilidad financiera de las
diversas fases de programación.

26
6. Requisitos personales e institucionales del voluntariado.

Los agentes externos destinatarios del Plan de Acción del Voluntariado Deportivo implicados
en el proceso de ejecución son Entidades sin ánimo de lucro públicas y privadas y personas
voluntarias que cumplan con la normativa vigente en materia de voluntariado. Entre los
posibles agentes colaboradores se puede contar con:

 Comisión Intersectorial de Voluntariado de la CAC (Oficina de Información y


Asesoramiento del Voluntariado.
 La Universidad de La Laguna
 Oficinas de voluntariado ambiental de Universidades del resto del Estado
 Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes de la CAC
 Sindicatos
 Empresas
 Oficina de Voluntariado del Cabildo Insular
 Federaciones deportivas insulares y autonómicas
 Ayuntamientos
 Centros Educativos públicos y privados
 Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales
 Clubes deportivos
 Entes de promoción deportiva
 Asociaciones de vecinos, juveniles, tercera edad.
 Asociaciones de voluntariado deportivo.

Dependiendo del destinatario que vaya a participar en el Plan de Acción se establecen unos
requisitos de participación diferentes. La Ley Estatal 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado,
establece en su Art. 12 que “La colaboración de los voluntarios en la Administración General
del Estado y en las entidades de derecho público con personalidad jurídica propia, vinculadas o
dependientes de aquella, que no tengan ánimo de lucro, se ajustará a lo dispuesto en esta Ley
y preferentemente se prestará a través de convenios o de acuerdos de colaboración con
entidades sin ánimo de lucro privadas”. Dicha ley recoge los derechos y deberes que le son
reconocidos al voluntariado. Además, las entidades de voluntariado deberán cumplir con lo
establecido en el Decreto 13/2002, del 13 de febrero, por la que se desarrolla la Ley Territorial

27
4/1998, de 15 de mayo, de Voluntariado de Canarias, mediante el acto de acreditación, por el
que la Administración Pública de la Comunidad Autónoma Canaria garantizará que una
organización reúne las características de entidad de voluntariado y cumple los requisitos
establecidos en la Ley. Una vez acreditada la entidad, se procederá de oficio a su inscripción en
el Registro de Entidades Colaboradoras en la prestación de Servicios Sociales, regulado por
Decreto 63/1986, de 4 de abril, o norma que lo sustituya, con el carácter de entidad de
voluntariado.

Preferentemente se establecerán acuerdos con entidades públicas o privadas sin ánimo de


lucro, al ser éstas las que pueden desarrollar un programa de voluntariado estructurado y las
que logran dinamizar la participación local de manera más eficiente y continuada, al disponer
de un gran número de canales de comunicación con la generalidad de la población. No
obstante, podrán participar personas voluntarias a título individual, el denominado
voluntariado individual, que incluye a las personas mayores de edad, con o sin formación, e
interesadas en dedicar parte de su tiempo de ocio a la participación deportiva, que cumplan
con la normativa vigente en materia de voluntariado, según se ha establecido ya en capítulos
anteriores del Plan. En este caso se encauzarán prioritariamente a la creación de redes de
voluntariado deportivo.

Se redactará por la Administración un Protocolo General de Colaboración que constituya el


marco al que se podrán acoger las personas o entidades interesadas, mediante la suscripción
de la correspondiente acta de adhesión. Adicionalmente, se podrán establecer convenios,
líneas de subvención u otras figuras de vinculación entre la Administración y las entidades de
voluntariado u otras organizaciones, con el fin de que desarrollen campañas tutorizadas desde
la Administración o bien programas propios que impulsen la participación en temas
relacionados con la promoción del deporte y contribuyan a la formación del voluntariado
deportivo. En este sentido se encauzará también a la iniciativa individual, y siempre que el
voluntario lo estime oportuno, a través de entidades u organizaciones, que deberán estar
legalmente constituidas, dotadas de personalidad jurídica propia, carecer de ánimo de lucro y
someterse a la Ley 6/1996, de 15 de enero, de Voluntariado.

Por su parte, el Área de Deporte del Cabildo se compromete a:

 Dotar a los voluntarios de los medios materiales, la información, orientación y


formación necesaria para el ejercicio de su actividad

28
 Proporcionarles una póliza de seguros acorde con las características de la actividad
que desempeñen, cuando no dispusieran de ella
 Proporcionarles la necesaria identificación que les acredite como tales, así como la
certificación oficial de su colaboración.
 Facilitar la dirección técnica para el desarrollo de las actividades de voluntariado
 Establecer convenios de colaboración con la Universidad de La Laguna y con la
Dirección General de Formación Profesional y Educación de Adultos para la formación
del voluntariado deportivo y prácticas de promoción deportiva comprometiéndose
esta a:
o Suscribir un seguro de responsabilidad civil
o Presentar un programa completo de las actividades y programas de formación a
desarrollar

Designar un tutor que junto con un coordinador del Área de Deportes, coordine y realice el
seguimiento y la evaluación de la actividad.

29
7. Referencias Documentales

Cabildo de Tenerife Plan insular de acción del voluntariado ambiental 2004 – 2008. Area de
Medio Ambiente y Paisaje. Tenerife. Publicación Digital:

COI (1998) Informe final del VII Congreso Mundial del Deporte para Todos. El deporte para
todos y los retos educativos a nivel mundial. Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona.
Publicación Digital:
http://www.mujerydeporte.org/documentos/docs/El%20Deporte%20para%20Todos%20y%20
los%20retos%20educativos%20a%20nivel%20mundial%201998.pdf

Comisión de las Comunidades Europeas (2007) Libro Blanco sobre el Deporte. Bruselas.
Comisión Europea. Publicación Digital:
http://ec.europa.eu/sport/whitepaper/wp_on_sport_es.pdf

Consejo Superior de Deportes (2008) Carta Verde el deporte español. Madrid. MEC. Consejo
Superior de Deportes.
http://www.efdeportes.com/efd43/econom.htm

Fundación Baskonia (2002) Manual para organizaciones con voluntariado deportivo en


Euskadi. Documento en línea:

García, M. Puig, N y Lagardera, F. (comps.) (1998) Sociología del deporte. Madrid. Alianza
Editorial.

Gobierno de Canarias Ley 4/1998, de 15 de mayo, de Voluntariado de Canarias. B.O.C. 63, de


25.5.1998. Documento en línea:

Gobierno de Canarias Primer Plan Canario de Voluntariado 2008 – 2012 Consejería de


Bienestar Social, Juventud y Vivienda. Documento en Línea:

Gobierno de España Orden de 11 de octubre de 1994 por la que se regula la actividad de


voluntariado en los centros públicos que impartan enseñanzas de régimen general.

Gobierno de España Ley 6/1996 de 15 de enero, de Voluntariado.

Green Cross (2007) Bases para una estrategia nacional sobre deporte y sostenibilidad.
Publicación Digital: www.greencrossspain.org

30
Heinemann, K.(1999) Sociología de las organizaciones voluntarias. El ejemplo del club
deportivo. Valencia: Tirant lo Blanch.

Hernandez Alvarez, J.L. y Velazquez Buendia, R. (1996) La actividad física y deportiva


extraescolar en los centros educativos. Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid

Mascarell Perez, Ernesto (1999) Estudio para la memoria de la Campaña de Promoción


Deportiva Municipal del Ayuntamiento de La Laguna. Tenerife. OAD de Ayuntamiento de La
Laguna. Documento inédito.

Moral, Luis. Santos, Antonio y Balibrea Enriqueta. Los deportes como medio para la
integración de los jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral. En Revista Educación y
Futuro Digital nº2 Febrero de 2006 Publicación Digital:
http://www.cesdonbosco.com/revista/articulos2005/mayo/luismoralinformej&s.pdf

Vilar Betancort, J.M., (2002) El voluntariado en la isla de Tenerife. Simpromi. Tenerife.

31
Anexos
Ley española del voluntariado

Orden para regulación del


voluntariado en Centros Educativos
Públicos

Ley canaria del voluntariado

Ley Canaria del Deporte

32
LEY 6/1996 DE 15 DE ENERO, DEL
VOLUNTARIADO
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El moderno Estado de Derecho debe incorporar a su ordenamiento jurídico la regulación de las


actuaciones de los ciudadanos que se agrupan para satisfacer los intereses generales,
asumiendo que la satisfacción de los mismos ha dejado de ser considerada como una
responsabilidad exclusiva del Estado para convertirse en una tarea compartida entre Estado y
sociedad.

El Estado necesita de la responsabilidad de sus ciudadanos y éstos reclaman un papel cada vez
más activo en la solución de los problemas que les afectan.

La conciencia creciente de esa responsabilidad social ha llevado a que los ciudadanos, a veces
individualmente, pero, sobre todo, por medio de organizaciones basadas en la solidaridad y el
altruismo, desempeñen un papel cada vez más importante en el diseño y ejecución de
actuaciones dirigidas a la satisfacción del interés general y especialmente a la erradicación de
situaciones de marginación y a la construcción de una sociedad solidaria en la que todos los
ciudadanos gocen de una calidad de vida digna.

Una manifestación fundamental de esta iniciativa social la constituye el voluntariado,


expresión de la solidaridad desde la libertad y el altruismo.

La acción voluntaria se ha convertido hoy en día en uno de los instrumentos básicos de


actuación de la sociedad civil en el ámbito social y, como consecuencia de ello, reclama un
papel más activo que se traduce en la exigencia de mayor participación en el diseño y
ejecución de las políticas públicas sociales.

Esta participación, por otro lado, es la que reconoce expresamente nuestra Constitución a los
ciudadanos y a los grupos en que éstos se integran, en el artículo 9.2, y la que en razón del
mismo articulo, están obligados a promover, impulsar y proteger los poderes públicos.

Abordar legislativamente desde el Estado esta triple tarea supone, de un lado, garantizar la
libertad de los ciudadanos a expresar su compromiso solidario a través de los cauces que
mejor se acomoden a sus más íntimas motivaciones. En segundo lugar, implica, como se ha
dicho anteriormente, la obligación del Estado de reconocer, promover e impulsar eficazmente
la acción voluntaria en sus diversas modalidades.

Finalmente, implica la obligación de respetar el orden constitucional de distribución de


competencias y, por tanto, las normas que sobre esta misma materia hayan dictado o puedan
dictar en un futuro las Comunidades Autónomas.

La presente Ley persigue el logro de esos tres objetivos. En efecto, queda superado el
concepto restringido de voluntario, asimilado con frecuencia a lo puramente asistencial, para
dar cabida también al resto de ámbitos en los que la participación ciudadana es igualmente
valiosa y necesario complemento de la actividad pública. Desde la educación al deporte, de lo

33
cívico a lo asistencial, la Ley recoge lo que viene siendo la práctica habitual de quienes trabajan
de forma altruista en conseguir una sociedad mejor para todos.

El voluntariado así entendido debe superar también el puro voluntarismo, la acción individual,
aislada y esporádica, bienintencionada pero poco eficaz y, por tanto, ha de ser reconducido
hacia las organizaciones, tanto privadas como públicas, con capacidad para aprovechar
sinérgicamente el esfuerzo, el entusiasmo y la dedicación de los voluntarios.

Por lo que se refiere al segundo de los objetivos citados, junto con el reconocimiento del
hecho social del voluntariado, la Ley contempla una serie de medidas de apoyo al voluntariado
tendentes a incrementar su nivel de implantación social.

Finalmente, en cuanto al reparto constitucional de competencias, la promoción y el fomento


del voluntariado no es una competencia exclusiva del Estado, razón por la que la Ley limita su
ámbito de aplicación a los voluntarios y organizaciones que participen o desarrollen programas
de ámbito estatal o supraautonómico, así como a los que participen en programas que
desarrollen actividades de competencia exclusiva estatal.

Recoge la Ley las notas comúnmente aceptadas como definitorias de la actividad de


voluntariado: carácter altruista y solidario; libertad, es decir, que no traiga su causa de una
obligación o un deber del voluntario; gratuidad, sin que exista contraprestación económica de
ningún tipo; y, finalmente, que se realice a través de una organización pública o privada.

La Ley contempla, por tanto, el voluntariado organizado, esto es, el que se desarrolla dentro
del ámbito de una entidad pública o privada, excluyéndose las actuaciones aisladas o
esporádicas realizadas por razones de amistad, benevolencia o buena vecindad.

La acción voluntaria queda con la Ley completamente deslindada de cualquier forma de


prestación de servicios retribuida, ya sea civil, laboral, funcionarial o mercantil.

Esta diferenciación entre voluntario y trabajador asalariado se afianza además con el


establecimiento de un amplio cuadro de derechos y deberes de los voluntarios, que habrá de
ser respetado y observado por las organizaciones y los voluntarios, constituyendo así la
referencia obligada ante cualquier conflicto que pudiera surgir entre unas y otros.

Los derechos y deberes contemplados en la Ley son fiel reflejo de los que con carácter general
se apuntan en las diversas Recomendaciones internacionales sobre la materia, así como los
que se recogen en la "Carta europea para los voluntarios" propuesta por Volonteurope y la
"Declaración Universal sobre Voluntariado", elaborada por los propios voluntarios en el
Congreso mundial celebrado en París en 1990 a iniciativa de la Asociación Internacional de
Esfuerzos Voluntarios. En la misma línea estos derechos y deberes se ajustan a las Cartas de los
voluntarios de las ONGs que en nuestro país cuentan con una mayor tradición en este terreno.

Como ya se señaló anteriormente, la Ley del Voluntariado contempla únicamente aquella


actividad que se realiza a través de una organización privada o pública.

La Ley no distingue donde la realidad no lo ha hecho y contempla el voluntariado en toda su


diversidad sin acuñar nuevas terminologías que en nada contribuirían a clarificar el ya de por sí
complejo y rico panorama asociativo español. En consecuencia, cualquier organización, pública
o privada, que cumpla los requisitos señalados en la Ley (carecer de ánimo de lucro, estar
legalmente constituida, tener personalidad jurídica propia y realizar programas en el marco de

34
las actividades de interés general que la propia Ley menciona) puede contar con la
colaboración de voluntarios, quedando entonces sometida, respecto de ellos, al régimen
jurídico establecido en la Ley.

Con el objetivo de contribuir al fomento del voluntariado la Ley contempla una serie de
medidas.

Con estas medidas se trata de fomentar el voluntariado sin desvirtuar su naturaleza solidaria,
altruista y gratuita, pero reconociendo al tiempo el valor que las actividades voluntarias tienen
para toda la sociedad. Así, por ejemplo, se prevé el fomento, por la Administración General del
Estado, de mecanismos de asistencia técnica, programas formativos, servicios de información y
campañas de divulgación y reconocimiento de las actividades de voluntariado. También se
prevén determinados beneficios para los voluntarios como reconocimiento y valoración social
de su actuación.

Por último, la Ley contempla la situación de los voluntarios en el extranjero extendiendo a los
mismos la aplicación de sus previsiones.

TITULO I - Disposiciones generales

Artículo 1. Objeto

La presente Ley tiene por objeto promover y facilitar la participación solidaria de los
ciudadanos en actuaciones de voluntariado, en el seno de organizaciones sin ánimo de lucro
públicas o privadas.

Artículo 2. Ámbito de aplicación

1. Esta Ley será de aplicación a los voluntarios que participen en programas de ámbito estatal
o supraautonómico, así como a las correspondientes organizaciones en cuanto desarrollen
dichos programas.

2. También será de aplicación a los voluntarios y organizaciones que participen en programas


que desarrollen actividades de competencia exclusiva estatal.

Articulo 3. Concepto de voluntariado.

1. A los efectos de la presente Ley, se entiende por voluntariado el conjunto de actividades de


interés general, desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en
virtud de una relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida y reúna los
siguientes requisitos:

a) Que tengan carácter altruista y solidario.


b) Que su realización sea libre, sin que tengan su causa en una obligación personal o
deber jurídico.
c) Que se lleven a cabo sin contraprestación económica, sin perjuicio del derecho al
reembolso de los gastos que el desempeño de la actividad voluntaria ocasione.
d) Que se desarrollen a través de organizaciones privadas o públicas y con arreglo a
programas o proyectos concretos.

35
2. Quedan excluidas las actuaciones voluntarias aisladas, esporádicas o prestadas al margen de
organizaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro, ejecutadas por razones familiares, de
amistad o buena vecindad.

3. La actividad de voluntariado no podrá en ningún caso sustituir al trabajo retribuido.

Artículo 4. Actividades de interés general

Se entiende por actividades de interés general, a efectos de lo dispuesto en el artículo


anterior, las asistenciales, de servicios sociales, cívicas, educativas, culturales, científicas,
deportivas, sanitarias, de cooperación al desarrollo, de defensa del medio ambiente, de
defensa de la economía o de la investigación, de desarrollo de la vida asociativa, de promoción
del voluntariado, o cualesquiera otras de naturaleza análoga.

TITULO II - Del voluntario

Artículo 5. Concepto de voluntario.

Tendrán la consideración de voluntarios las personas físicas que se comprometan libremente a


realizar las actividades contempladas en los artículos 3 y 4.

Artículo 6. Derechos del voluntario.

Los voluntarios tienen los siguientes derechos:

a) Recibir tanto, con carácter inicial como permanente, la información, formación,


orientación, apoyo y, en su caso, medios materiales necesarios para el ejercicio de las
funciones que se les asignen.
b) Ser tratados sin discriminación, respetando su libertad, dignidad, intimidad y
creencias.
c) Participar activamente en la organización en que se inserten, colaborando en la
elaboración, diseño, ejecución y evaluación de los programas, de acuerdo con sus
estatutos o normas de aplicación.
d) Ser asegurados contra los riesgos de accidente y enfermedad derivados directamente
del ejercicio de la actividad voluntaria, con las características y por los capitales
asegurados que se establezcan reglamentariamente.
e) Ser reembolsados por los gastos realizados en el desempeño de sus actividades.
f) Disponer de una acreditación identificativa de su condición de voluntario.
g) Realizar su actividad en las debidas condiciones de seguridad e higiene en función de
la naturaleza y características de aquella.
h) Obtener el respeto y reconocimiento por el valor social de su contribución.

Artículo 7. Deberes del voluntario.

Los voluntarios están obligados a:

a) Cumplir los compromisos adquiridos con las organizaciones en las que se integren,
respetando los fines y la normativa de las mismas.
b) Guardar, cuando proceda, confidencialidad de la información recibida y conocida en el
desarrollo de su actividad voluntaria.

36
c) Rechazar cualquier contraprestación material que pudieran recibir bien del
beneficiario o de otras personas relacionadas con su acción.
d) Respetar los derechos de los beneficiarios de su actividad voluntaria.
e) Actuar de forma diligente y solidaria.
f) Participar en las tareas formativas previstas por la organización de modo concreto
para las actividades y funciones confiadas, así como las que con carácter permanente
se precisen para mantener la calidad de los servicios que presten.
g) Seguir las instrucciones adecuadas a los fines que se impartan en el desarrollo de las
actividades encomendadas.
h) Utilizar debidamente la acreditación y distintivos de la organización.
i) Respetar y cuidar los recursos materiales que pongan a su disposición las
organizaciones.

TITULO III

De las relaciones entre los voluntarios y las organizaciones en que se integran.

Artículo 8. De las organizaciones.

1. Las organizaciones que cuenten con la presencia de voluntarios habrán de estar legalmente
constituidas, dotadas de personalidad jurídica propia, carecer de ánimo de lucro y desarrollar
programas en el marco de las actividades de interés general recogidas en el artículo 4 de esta
Ley. Los distintos Ministerios, dentro de los créditos habilitados a tal fin, podrán conceder
subvenciones o establecer convenios con las entidades de voluntariado siempre que se
cumplan los requisitos exigidos en la legislación general sobre subvenciones y se realicen de
acuerdo con criterios de transparencia y equidad, de la forma que reglamentariamente se
establezca.

2. Dichas organizaciones deberán, en todo caso:

a) Cumplir los compromisos adquiridos con los voluntarios en el acuerdo de


incorporación a la organización.
b) Acreditar la suscripción de una póliza de seguro, adecuada a las características y
circunstancias de la actividad desarrollada por los voluntarios, que les cubra de los
riesgos de accidente y enfermedad derivados directamente del ejercicio de la actividad
voluntaria, con las características y por los capitales asegurados que se establezcan
reglamentariamente.
c) Cubrir los gastos derivados de la prestación del servicio y dotar a los voluntarios de los
medios adecuados para el cumplimiento de sus cometidos.
d) Establecer los sistemas internos de información y orientación adecuados para la
realización de las tareas que sean encomendadas a los voluntarios.
e) Proporcionar a los voluntarios la formación necesaria para el correcto desarrollo de
sus actividades.
f) Garantizar a los voluntarios la realización de sus actividades en las debidas condiciones
de seguridad e higiene en función de la naturaleza y características de aquellas.
g) Facilitar al voluntario una acreditación que le habilite e identifique para el desarrollo
de su actividad.
h) Expedir a los voluntarios un certificado que acredite los servicios prestados.
i) Llevar un registro de altas y bajas del personal voluntario.

37
Artículo 9. Incorporación de los voluntarios

1. La incorporación de los voluntarios a las organizaciones se formalizará por escrito mediante


el correspondiente acuerdo o compromiso que, además de determinar el carácter altruista de
la relación, tendrá como mínimo el contenido siguiente:

a) El conjunto de derechos y deberes que corresponden a ambas partes, que habrá de


respetar lo dispuesto en la presente Ley.
b) El contenido de las funciones, actividades y tiempo de dedicación que se compromete
a realizar el voluntario.
c) El proceso de formación que se requiera para el cumplimiento de sus funciones.
d) La duración del compromiso y las causas y formas de desvinculación por ambas partes.

2. La condición de voluntario será compatible con la de socio en la misma organización.

Artículo 10. Responsabilidad extracontractual frente a terceros.

Las organizaciones responderán frente a terceros por los daños y perjuicios causados por los
voluntarios que participen en sus programas, como consecuencia de la realización de
actuaciones de voluntariado, en los siguientes términos:

a) Cuando se trate de organizaciones privadas, de acuerdo con lo establecido en el


capitulo II del Título XVI del Libro IV del Código Civil.
b) Cuando se trate de la Administración General del Estado y de las entidades de derecho
público vinculadas o dependientes de ella, de conformidad con lo previsto en el Titulo
X de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

Articulo 11. Régimen jurídico.

Los conflictos que surjan entre los voluntarios y las organizaciones en el ejercicio de las
actividades propias de voluntariado se dirimirán por la jurisdicción competente de
conformidad con lo establecido en las normas procesales.

Artículo 12. Colaboración en las organizaciones públicas sin ánimo de lucro.

La colaboración de los voluntarios en la Administración General del Estado y en las entidades


de derecho público con personalidad jurídica propia, vinculadas o dependientes de aquélla que
no tengan ánimo de lucro se ajustará a lo dispuesto en esta Ley y preferentemente se prestará
a través de convenios o de acuerdos de colaboración con entidades sin ánimo de lucro
privadas.

TITULO IV - Medidas de fomento del voluntariado

Articulo 13. Medidas de fomento.

La Administración General del Estado fomentará el establecimiento de mecanismos de


asistencia técnica, programas formativos, servicios de información y campañas de divulgación
y reconocimiento de las actividades de voluntariado.

38
Artículo 14. Incentivos al voluntariado.

Los voluntarios podrán disfrutar, en los términos y con el alcance que establezcan el Ministerio
o Ministerios competentes, de bonificaciones o reducciones en el uso de medios de transporte
público estatales, así como en la entrada a museos gestionados por la Administración General
del Estado, y cualesquiera otros beneficios que reglamentariamente puedan establecerse
como medida de fomento, reconocimiento y valoración social de la acción voluntaria.

Articulo 15. Reconocimiento de los servicios voluntarios.

1. El tiempo prestado como voluntario podrá surtir los efectos del servicio militar, en la forma
prevista en la disposición final segunda de la Ley Orgánica 13/1991, de 20 de diciembre, del
Servicio Militar.

2. Asimismo, el tiempo prestado como voluntario, debidamente acreditado, podrá ser


convalidado total o parcialmente por el Consejo Nacional de Objeción de Conciencia, por el
tiempo de duración de la prestación social sustitutoria que corresponda proporcionalmente,
siempre que:

Se trate de actividades de voluntariado realizadas con posterioridad al reconocimiento como


objetor de conciencia.

La prestación de servicios se realice por un tiempo continuado de al menos seis meses,


integrado en una entidad u organización que tenga suscrito convenio con el Ministerio de
Justicia e Interior para la realización de la prestación social sustitutoria, en los términos
previstos en la Ley 48/1984, de 26 de diciembre, reguladora de la objeción de conciencia y de
la prestación social sustitutoria, y disposiciones de desarrollo.

Artículo 16. Acreditación de las prestaciones efectuadas.

La acreditación de la prestación de servicios voluntarios se efectuará mediante certificación


expedida por la organización en la que se haya realizado, en la que deberán constar, como
mínimo, además de los datos personales e identificativos del voluntario y de la entidad, los
siguientes:

a) Acreditación de que el sujeto interesado tiene la condición de voluntario.


b) Fecha, duración y naturaleza de la prestación efectuada por el voluntario.

Disposición adicional primera. Voluntarios en el extranjero.

A quienes participen de forma voluntaria y gratuita en programas que se ejecuten en el


extranjero por organizaciones que reúnan los requisitos del artículo 8 de esta Ley, les será de
aplicación lo previsto en la misma.

Disposición adicional segunda. Voluntarios de la cooperación para el desarrollo.

1. Son voluntarios de cooperación para el desarrollo los que, integrados en organizaciones


públicas o privadas sin ánimo de lucro, participen, en las condiciones que se indican en los
apartados 2, 3 y 4 de esta disposición, en la gestión o ejecución de programas de la
cooperación oficial española para el desarrollo.

39
2. Los voluntarios de cooperación para el desarrollo estarán vinculados a la organización en la
que prestan sus servicios por medio de un acuerdo o compromiso formal que contemple,
como mínimo:

a) Los recursos necesarios para hacer frente a las necesidades de subsistencia en el país
de destino.
b) Un seguro de enfermedad y accidente a favor del voluntario y los familiares directos
que con él se desplacen, válido para el período de su estancia en el extranjero.
c) Un período de formación, si fuera necesario.

3. Los voluntarios de cooperación para el desarrollo deberán ser informados, por la


organización a la que estén vinculados de los objetivos de su actuación, el marco en el que se
produce, los derechos y deberes, el derecho a la acreditación oportuna, así como de la
obligación de respetar las leyes del país de destino.

4. Los voluntarios de cooperación para el desarrollo tendrán derecho a las exenciones fiscales,
inmunidades y privilegios que se deriven de los Acuerdos Internacionales sobre la materia,
suscritos por España.

5. En lo no previsto en los apartados anteriores o en las normas reglamentarias de desarrollo


de los mismos, serán de aplicación a los voluntarios de la cooperación para el desarrollo las
disposiciones de la presente Ley.

6. Los voluntarios que participen en programas de cooperación para el desarrollo, cuya


prestación no incluya las prestaciones fijadas en los apartados a) y b) del punto 2 de esta
disposición, en lo referente al seguro de los familiares directos que se desplacen con el
voluntario, se sujetarán al régimen general de la Ley, no siéndoles de aplicación lo dispuesto
en los apartados anteriores de la presente disposición.

Disposición adicional tercera. Extensión del reconocimiento de los servicios voluntarios.

Lo previsto en los artículos 14 y 15 de esta Ley podrá ser de aplicación a los voluntarios que
participen en programas que desarrollen actividades de competencia de las Comunidades
Autónomas o de los Entes locales, en el seno de organizaciones que reúnan los requisitos
previstos en el artículo 8 de la presente Ley.

Disposición transitoria única. Adaptación de las organizaciones.

Las organizaciones que a la entrada en vigor de esta Ley dispongan de personal voluntario
deberán ajustarse a lo previsto en la misma en el plazo de dos años.

Disposición final única. Facultad de aplicación y desarrollo.

Se autoriza al Gobierno a dictar las disposiciones necesarias para el desarrollo y ejecución de la


presente Ley.

Madrid, 15 de enero de 1996,

40
23368 ORDEN de 11 de octubre de 1994 por la
que se regula la actividad de voluntariado en los
centros públicos que impartan enseñanzas de
régimen general.
En la concepción del sistema y las actividades educativas que acoge la Ley Orgánica 1/1990. de
3 de octubre. de Ordenación General del Sistema Educativo. Figura como uno de los fines del
sistema mismo la preparación para participar activamente en la vida social y cultural, y como
uno de los principios de la actividad educativa a que se debe ajustar el desarrollo de la misma,
la relación con el entorno social, económico y cultural.

Estos enunciados ya han tenido reflejo de una manera directa en Reglamentos Orgánicos de
las escuelas de Educación Infantil, de los colegios de Educación Primaria y de los institutos de
Educación Secundaria aprobados, respectivamente, por los Reales Decretos 819/1993, de 28
de mayo, y 929/1993. de 18 de junio, cuyos artículos 76 y 94 hacen mención expresa de
aquellos fines y principios. Pero precisan, para su aplicación en la actividad de los centros,
contar con instrumentos de participación social que coadyuven al logro de mismos,
incardinados para ser eficaces en el correspondiente proyecto educativo del centro y siempre
dentro del principio de autonomía pedagógica del mismo. consagrado en la referida Ley.

Las asociaciones de padres de alumnos, principal cauce de participación de padres en el


funcionamiento de los centros docentes, han sido hasta ahora el principal, y a veces el único
medio de relación entre ellos y el entorno. Ha sido muy importante desde hace años la labor
desarrollada por dichas asociaciones en el apoyo a diversas actividades de los centros y en la
organización de actividades para los alumnos, asumiendo a menudo con "una importante
dedicación personal de algunos padres, un papel complementario de gran valor.

Otro de los medios con los que es posible contar es, sin duda, el constituido por la cooperación
de un voluntariado que, de manera espontánea y desinteresada puede contribuir en muchos
aspectos concretos a hacer realidad en cada centro esos objetivos del sistema.

Se trata de un recurso y un modo de participación social muy directamente relacionado con las
asociaciones de alumnos y de padres de alumnos y que es preciso encajar en el
funcionamiento de los centros docentes para que su actuación se produzca de manera eficaz.

Existiendo ya el cauce legal y reglamentario para el establecimiento de una fórmula de


voluntariado que se pueda prestar en centros docentes públicos, -y sin perjuicio de que la
experiencia permita más adelante perfilar mejor algunos aspectos de tal actividad, sobre todo
cuando se cuente con una legislación general en materia de voluntariado social-, parece
adecuado abordar su regulación esquemática, y sólo en lo más indispensable, por medio de
una Orden que tiene su engarce jurídico en las previsiones de las citadas normas legales y
reglamentarias.

Resulta conveniente tener también presentes a los centros privados que se sostienen con
fondos públicos, en todo o en parte, normalmente a través de conciertos educativos. Aun
cuando el ámbito propio de la libertad y autonomía de estos centros hace innecesaria una
regulación administrativa de un voluntariado semejante al de los centros públicos, su especial
régimen aconseja incluir una mención a este respecto en una disposición adicional especifica.

41
En su virtud con informe del Consejo Escolar del Estado. y en uso de las competencias que el
departamento tiene atribuidas conforme a las disposiciones finales primeras de 105 Reales
Decretos 819/1993. de 28 de mayo, y 929/1993, de 18 de junio, por los que se aprueban.
respectivamente. 105 Reglamentos Orgánicos de las escuelas de Educación Infantil y de 105
colegios de Educación Primaria y de 105 institutos de Educación Secundaria, dispongo:

Primero.-

l. Los centros docentes públicos que impartan enseñanzas anteriores a la universidad. de


régimen general radicados en el ámbito territorial de gestión del Ministerio de Educación y
Ciencia, podrán acoger iniciativas de colaboración ofrecidas por asociaciones y otras entidades
que. por su vinculación con el entorno en que desarrollen su actividad, deseen aportar gratuita
y desinteresadamente su contribución y la de sus miembros al logro de los objetivos del centro
mediante la fórmula de voluntariado que se determina a continuación.

2. El Consejo Escolar del centro será el órgano encargado de estudiar y aprobar las propuestas
que pudieran presentarse para el desarrollo de actividades de Voluntariado. Aquellas que
fueran aprobadas se incorporarán a la programación general anual del centro. El
establecimiento de tales actividades tendrá carácter potestativo para los centros, de acuerdo
con el principio de autonomía que les reconoce la legislación vigente.

3. El voluntariado en centros educativos se regirá por los principios de gratuidad. solidaridad y


complementariedad.

Segundo.-

l. La colaboración voluntaría en centros educativos se llevará a cabo a través de entidades de


voluntariado. que constituyen el cauce organizado de actuación y de relación de los
voluntarios con dichos centros en los términos que se establecen en esta Orden.

2. A los efectos de esta Orden, ostentarán el carácter de entidades de voluntariado:

a) Las asociaciones de alumnos y de padres de alumnos constituidas, respectivamente.


conforme a los Reales Decretos 1533/1986 Y 1532/1986. de 11 de julio, que de
acuerdo con los mismos y con sus Estatutos lleven a cabo, conforme a lo establecido
en la presente Orden, actividades de voluntariado o contribuyan a ellas.
b) Las asociaciones de antiguos alumnos y cualesquiera otras asociaciones o entidades
públicas o privadas. sin ánimo de lucro. que de acuerdo con sus propias normas
estatutarias o reglamentarias. lleven a cabo. Conforme a lo establecido en la presente
Orden. Actividades de voluntariádo o contribuyan a ellas.

Tercero.-

l. Podrán ser consideradas entidades colaboradoras del voluntariado cualesquiera personas


jurídicas privadas que realicen aportaciones económicas o proporcionen, gratuitamente, algún
apoyo en forma de disponibilidad de locales u otros medios materiales para la realización de
actividades de voluntariado en los centros docentes a que se refiere la presente Orden.

2. Tanto las entidades de voluntariado como las entidades colaboradoras podrán disfrutar de
los beneficios previstos por la legislación vigente, en calidad de prestadoras de actividades
educativas.

42
Cuarto.-

l. Podrán llevar a cabo las actividades de voluntariado a través de las entidades mencionadas
en el apartado segundo. las personas físicas mayores de edad y con capacidad de obrar
suficiente que dediquen, desinteresadamente, parte de su tiempo libre a una colaboración con
el centro docente, por la que no reciban contraprestación económica o de cualquier otra
índole y conforme a las pautas que se mencionan en esta Orden.

2. No obstante lo establecido en el apartado anterior. a los efectos de esta Orden podrán


también actuar como voluntarios en centros docentes los menores de edad con capacidad de
obrar suficiente, mayores de dieciséis años que cuenten con la correspondiente autorización
de sus padres o tutores en caso de no estar emancipados y siempre de acuerdo con lo
establecido en el apartado segundo de esta Orden.

3. No podrán ser voluntarios quienes tengan interés personal y directo en asuntos pendientes
con el Ministerio de Educación y Ciencia en vía administrativa o jurisdiccional, cuando el
Director del centro oído el Consejo Escolar considere que esa situación puede afectar al
normal desarrollo del voluntariado.

Quinto.-

l. Cuando de acuerdo con el criterio establecido por el Consejo Escolar del centro se incluya la
previsión de actividades de voluntariado en el proyecto educativo del centro. las asociaciones
o entidades interesadas presentarán por escrito sus iniciativas de participación al Director
documentándolas suficientemente.

El Director presentará las propuestas ante el Consejo Escolar que resolverá sobre ellas
considerando el informe realizado al efecto por el equipo directivo.

2. En todo caso y siempre que se ajusten a los principios y criterios establecidos en el proyecto
educativo tendrán carácter preferente las propuestas realizadas por asociaciones de padres de
alumnos de alumnos o de antiguos alumnos y por asociaciones que integren estatutariamente
a todos los sectores de la comunidad educativa.

Sexto.-

l. Una vez se haya notificado a la asociación o entidad de que se trate la aceptación por parte
del centro de su ofrecimiento de colaboración aquélla asumirá formalmente las finalidades y
funciones que se establecen a continuación.

2. El voluntariado tendrá como finalidades primordiales aumentar y mejorar las posibilidades


de realización de actividades extraescolares y complementarias para todos los alumnos y
contribuir a compensar las desigualdades que pudieran existir entre ellos por diferencias
sociales personales o económicas.

3. De acuerdo con dichas finalidades el voluntariado podrá realizar las siguientes actividades.
Siempre con sujeción á lo que determine el proyecto educativo del centro y con los límites
establecidos en el apartado octavo:

a) Facilitar que el centro esté disponible para la comunidad educativa fuera del horario
lectivo.

43
b) Contribuir a incrementar la oferta y el tiempo de utilización de determinados servicios
escolares. Tales como salas de estudio. bibliotecas. instalaciones deportivas y otros
similares.
c) Prestar asistencia en lo que sea necesario y fuera del horario escolar. a los alumnos
que lo precisen para mejorar sus posibilidades de acceso al centro y de participación
en las actividades extraescolares y complementarias.
d) Colaborar en la organización de las actividades extraescolares y complementarias.
e) Atender a los alumnos durante el desarrollo de las actividades extraescolares y
complementarias. Asumiendo la responsabilidad de su realización o ejerciendo
funciones de apoyo.
f) Cualquier otra actividad acorde con las finalidades perseguidas y que determine la
Secretaría de Estado de Educación.

4. La Secretaría de Estado de Educación podrá establecer que para la asignación de las tareas
que se determinen, el voluntario deba acreditar una formación adecuada para garantizar el
beneficio de los alumnos.

Séptimo.-

l. La actuación de las personas voluntarias en el ámbito de las actividades extraescolares y


complementarias deberá contribuir directa o indirectamente a los objetivos y prioridades
marcados en el proyecto educativo y habrá de estar integrada en la organización y
planificación general del centro. Los Reglamentos de Régimen Interior de los centros docentes
que acojan voluntarios deberán contener precisiones relativas a los siguientes aspectos:

a) Las funciones que pueden ser asignadas a los voluntarios.


b) Las limitaciones a su actuación que se estimen pertinentes.
c) Las relaciones de los voluntarios con los demás integrantes de la comunidad educativa.
d) Los mecanismos para la resolución de los posibles conflictos entre los voluntarios o de
éstos con los demás miembros de la comunidad educativa.

3. El programa anual de actividades extraescolares y complementarias deberá recoger las


precisiones establecidas en el apartado anterior de este número, en relación con cada curso
escolar. En aquellos centros en los que no se haya elaborado el Reglamento de Régimen
Interior. el Consejo Escolar adoptará las decisiones oportunas sobre las cuestiones referidas
que en todo caso deberán reflejarse en la programación general anual.

Octavo.-

Teniendo en cuenta lo prevenido en el número anterior los voluntarios no podrán tener


asignadas en el centro las siguientes funciones:

a) Las que puedan dar lugar a una sustitución total o parcial del personal del centro en el
ejercicio de su trabajo o en la asunción de las responsabilidades que le competen.
b) Labores de mantenimiento de las instalaciones y servicios del centro.
c) Tareas que constituyan el desempeño de una determinada profesión de ejercicio libre.

Noveno.-

l. La asociación o entidad de voluntariado se encargará de allegar oportunamente los medios


personales apropiados para el desarrollo de las actividades concretas que se vayan a realizar

44
procurando la disponibilidad de aquellos de sus asociados o miembros que vayan a
desempeñarlas.

2. Con carácter previo al comienzo de las actividades la entidad de voluntariado deberá


acreditar ante la Dirección del centro que se han cubierto suficientemente mediante póliza de
seguro los riesgos que puedan derivarse de la actividad de los voluntarios.

3. De igual modo. la asociación o entidad de voluntariado deberá acreditar que su propia


participación como tal está cubierta por una póliza de seguros en vigor.

Décimo.-

l. El voluntario recibirá las oportunas indicaciones del Jefe de estudios en las escuelas de
Educación Infantil y en los colegios de Educación Primaria o de quien asuma sus funciones en
los de menos de ocho unidades a efectos de la debida coordinación de sus tareas con las
demás de carácter extraescolar y complementario que se realicen en el centro. Las referidas
indicaciones serán proporcionadas por el Jefe del Departamento de Actividades Extraescolares
y Complementarias, en el caso de los institutos de Educación Secundaria.

2. Los voluntarios tendrán las siguientes obligaciones:

a) Actuar de acuerdo con el carácter educativo de las actividades que tengan


encomendadas.
b) Respetar el proyecto educativo.
c) Respetar las normas de régimen interior del centro.
d) Hacer frente a los compromisos que hubieran adquirido con el propio centro educativo
o con la entidad colaboradora.
e) Atender en todo momento las indicaciones de los responsables de las actividades que
estén llevando a cabo.

3. Las Direcciones Provinciales del Ministerio de Educación y Ciencia y las entidades de


voluntariado podrán organizar para los voluntarios las actividades de formación e información
adecuadas para el mejor desarrollo de la tarea que se les va a encomendar.

4. Cuando como voluntarios participen alumnos del centro desarrollarán su actividad fuera del
horario lectivo.

Undécimo.-

1. Los voluntarios deberán ser provistos, si asi lo solicitan, de una credencial o carné que
acredite su actividad, expedida por el Director provincial correspondiente, a propuesta del
Director del centro, y que le permitirá obtener los beneficios que se establezcan.

La entrega de esta credencial se realizará una vez transcurridos tres meses de colaboración
continuada y cuando el interesado mantenga el compromiso de colaboración.

2. Para ello el Director del centro deberá formalizar con antelación la lista de las personas
aceptadas para esta tarea y la remitirá a la Dirección Provincial correspondiente.

45
Esta cuidará de la impresión material de las credenciales o carnés, de acuerdo con el formato
incluido en el anexo de esta Orden y las remitirá al centro que proceda para que sean
entregadas a los interesados.

Duodécimo.-

1. Los conflictos que puedan surgir en el desarrollo de la actividad del voluntariado, entre su
titular y el centro de que dependa, serán resueltos con arreglo a los mecanismos previstos en
el Reglamento de Régimen Interior del centro, a los que se refiere el apartado séptimo, 2, d),
de la presente Orden.

2. En el supuesto de que esos mecanismos no se hubieran establecido, los conflictos surgidos


serán resueltos por el Director. ,

3. En el caso de conflictos que puedan incidir de modo desfavorable en el desarrollo de la


actividad normal del centro o en las actividades de voluntariado, la Dirección Provincial
adoptará las medidas que en cada caso estime oportunas para garantizar el adecuado
funcionamiento de las mismas.

Decimotercero.-

1. El cese de las actividades de voluntariado se producirá por las siguientes causas:

a) Mutuo acuerdo.
b) Extinción de la personalidad jurídica de las asociaciones o entidades promotoras.
c) Imposibilidad de desarrollar los programas de actividades previstos.
d) Expiración del plazo previsto para la duración de los programas que se hubiesen fijado.

2. Sin perjuicio de lo establecido en el número 1 de este apartado, el Consejo Escolar del


centro podrá proponer al Director la conclusión de las actividades de voluntariado cuando
éstas se realicen con incumplimiento de las obligaciones contenidas en el apartado décimo, de
la presente Orden o en aquellos casos en que se ponga en peligro la seguridad e integridad
física o moral de los participantes, o exista una desviación manifiesta de los fines que
motivaron su establecimiento.

Disposición adicional primera.

Los centros privados concertados podrán contar con la colaboración de personas voluntarias,
en los términos que para los centros públicos se establece en esta orden. Cuando su actividad
esté relacionada con la realización de actividades complementarias y extraescolares a las que
se refiere el artículo 51 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la
Educación se estará a lo que disponga la normativa específica que regule este tipo de
actividades.

Los centros privados concertados adaptarán a su régimen interno lo establecido en esta Orden
en cuanto a la organización y dependencia de los voluntarios.

Disposición adicional segunda.

Hasta tanto se regule su régimen orgánico específico, los centros educativos públicos que
impartan enseñanzas de régimen especial podrán también acoger la colaboración de personas

46
voluntarias, en los términos previstos en esta orden y con las adaptaciones necesarias a su
organización interna.

Disposición final primera.

Se autoriza a la Secretaria de Estado de Educación para dictar las instrucciones que sean
precisas en el desarrollo de lo establecido en esta Orden.

Disposición final segunda.

La presente Orden entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial


del Estado».

Madrid, 11 de octubre de 1994.

SUAREZ PERTIERRA

Excmo. Sr. Secretario de Estado de Educación e Ilma.

Sra. Directora general de Centros Escolares.

47
Ley 4/1998, de 15 de mayo, de
Voluntariado de Canarias
(B.O.C. 63, de 25.5.1998)
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El desarrollo de una sociedad del bienestar basada en los principios de solidaridad, justicia,
tolerancia, respeto al medio ambiente, etcétera, requiere la participación de los ciudadanos,
tanto individualmente como en grupos organizados, entre los que necesariamente son de
destacar las entidades de voluntariado.

La existencia de entidades de voluntariado y la iniciativa social es consustancial a toda política


social, no para sustituir la acción de los servicios públicos, sino teniendo en cuenta que, por el
contrario, éstos han venido a incorporarse a la labor desarrollada históricamente por la
iniciativa social en el campo de la satisfacción de las necesidades humanas, capitalizando para
el bien común actitudes, esfuerzos y recursos personales. La trascendencia de esta labor ha
sido hasta tal punto valorada por la comunidad internacional, que la propia Asamblea General
de las Naciones Unidas, en su sesión de 17 de diciembre de 1985, proclama el día 5 de
diciembre de cada año como Día Internacional de las Personas Voluntarias para el Desarrollo
Económico y Social.

Esta participación de las personas voluntarias en la vida social se halla consagrada en la


Constitución española de 1978, en preceptos como el artículo 9.2: “Corresponde a los poderes
públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos y de los
grupos en que se integran sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o
dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política,
económica, cultural y social”.

También la Carta Social Europea del 18 de octubre de 1961, ratificada por España el 29 de abril
de 1980, obliga al Estado español a fomentar la participación de los individuos y
organizaciones en los Servicios Sociales.

El marco regulador de promoción de actuaciones voluntarias se ha venido completando con


preceptos aislados de las leyes estatales. Así, la Ley de Integración Social de Minusválidos
(Ley13/1982, de 7 de abril) contiene por primera vez en nuestro Derecho, en su artículo 64,
una referencia expresa al voluntariado: “El Estado fomentará la colaboración del voluntariado
en la atención de los disminuidos, promoviendo la constitución y funcionamiento de
instituciones sin fin de lucro que agrupen a personas interesadas en esta actividad a fin de que
puedan colaborar con los profesionales en la realización de actuaciones de carácter vocacional
en favor de aquélla ...”.

En fechas más recientes, se ha concretado la incorporación al ordenamiento jurídico estatal de


la Ley 6/1996, de 15 de enero, del Voluntariado, que regula las actuaciones de los ciudadanos
que se agrupan para satisfacer intereses generales, cuando éstos participen en programas de
ámbito estatal o supraautonómico, así como la actividad de las correspondientes
organizaciones en cuanto desarrollen dichos programas, o cuando voluntarios y organizaciones
participen en programas que desarrollen actividades de competencia exclusiva estatal.

48
El surgimiento del Estado de las Autonomías ha propiciado que las Comunidades Autónomas,
en el ejercicio de sus competencias, presten especial atención al tema del voluntariado. Los
correspondientes Estatutos de Autonomía aluden en su articulado a la necesidad de promover
actuaciones solidarias.

El Estatuto de Autonomía de Canarias establece a este respecto en su artículo 1, párrafo 2º:


“La Comunidad Autónoma de Canarias, a través de sus instituciones democráticas, asume
como tarea suprema la defensa de los intereses canarios, la solidaridad entre todos cuantos
integran el pueblo canario, del que emanan sus poderes, el desarrollo equilibrado de las Islas y
la cooperación con otros pueblos, en el marco constitucional y estatutario”.

El mismo Estatuto fundamenta en su artículo 30 las competencias en cuyo ejercicio se dicta la


presente Ley, al proclamar que la Comunidad Autónoma de Canarias tiene competencia
exclusiva en materia de asistencia social y servicios sociales, fundaciones y asociaciones de
carácter docente, cultural, artístico, benéfico, asistencial y similares, en cuanto desarrollen
esencialmente sus funciones en Canarias.

Por su parte, la Ley 9/1987, de 28 de abril, de Servicios Sociales hace referencia a lo largo de su
articulado a la participación del voluntariado, ya sea a título individual, ya a través de sus
organizaciones. Así, el preámbulo 2, párrafo 13 señala: “Las entidades privadas sin fin de lucro,
el voluntariado y los ciudadanos en tanto que tales y especialmente como usuarios, están
llamados a potenciar la capacidad de acción de los Servicios Socia les, tanto en orden
cuantitativo como cualitativo, participando y colaborando en la planificación, gestión y control
de los Servicios Sociales a través de los órganos que se regulan en la presente Ley”; el artículo
6.3.b): “... potenciar la vida de la comunidad, facilitando la participación en las tareas comunes
e impulsando la vida social, primordialmente el voluntariado, el asociacionismo y favoreciendo
el desarrollo de las zonas deprimidas, urbanas y rurales, promoviendo el esfuerzo de la
comunidad y administración para elevar el nivel y la calidad de vida de las mismas”; el artículo
13.1.j: “Fomento de la participación ciudadana en la prevención y resolución de los problemas
sociales detectados en su territorio”; el artículo 13.1.k: “Fomento y ayuda a las iniciativas
sociales no lucrativas que se promueven para mejorar la calidad de vida de los habitantes del
municipio”; el artículo 15.2: “Serán objeto de una especial atención por parte de las
Administraciones Públicas, las fundaciones, las asociaciones de heteroayuda y ayuda mutua y
el voluntariado cuyos objetivos y actividades convengan mejor a los principios de prevención,
normalización y rehabilitación y promoción social”; el artículo 20: “Con independencia de los
Consejos que se regulan en los artículos 16, 17 y 18, el personal profesional, los voluntarios y
los usuarios de los centros y programas participarán en la gestión de los mismos, mediante las
fórmulas que se establezcan reglamentariamente.”

La Ley pretende inspirarse, además, en los principios fundamentales del voluntariado


recogidos en la Declaración Universal sobre el Voluntariado elaborada en el Congreso Mundial
LIVE’90, en París:

“Reconocer el derecho de asociación a todo hombre, mujer o niño, cualquiera que sea su raza o
religión, su condición física, económica, social y cultural; respetar la dignidad de todo ser
humano y su cultura; ofrecer ayuda mutua desinteresada y participar, individualmente o en
asociaciones, con espíritu de compañerismo y de fraternidad; estar atentos a las necesidades
de las comunidades y propiciar con ellas la solución de sus propios problemas; tienen como
meta hacer del voluntariado un elemento de desarrollo personal, de adquisición de
conocimientos nuevos, de ampliación de sus capacidades, favoreciendo la iniciativa y la
creatividad, permitiendo a cada uno ser miembro activo y no solamente beneficiario de la

49
acción; estimular la responsabilidad social y motivar la solidaridad familiar, comunitaria e
internacional.”

Por otro lado, los trabajos del voluntario recogidos en la presente Ley se realizan de forma
desinteresada y benevolente, excluyendo a aquellas personas que realicen dicha actividad
mediante una relación laboral. Así, el Estatuto de los Trabajadores y la Ley General de la
Seguridad Social excluyen de su ámbito de aplicación los trabajos realizados a título de
amistad, benevolencia o buena vecindad y a aquellos servicios por cuenta ajena que no sean
retribuidos.

La Comunidad Autónoma de Canarias no puede mantenerse ajena a la acción voluntaria que se


ejerce en su seno. En función de su cuota de responsabilidad social, debe colaborar en su
promoción y desarrollo y, sobre todo, coordinar la labor desarrollada por las entidades de
voluntariado con el fin de cubrir todas las áreas en que sea posible la participación activa de las
personas voluntarias, pues, a pesar de que el voluntariado se desarrolla principalmente en el
área de servicios sociales, existen otras no menos importantes donde la participación
ciudadana va incrementándose, como medio ambiente, educación, cultura, pacifismo,
protección civil, etcétera. En este sentido, la Ley del Voluntariado viene a contemplar las
mejores condiciones de funcionamiento del mismo en todas las áreas cívicas y sociales en las
que la presencia del voluntariado sea necesaria para desarrollar o completar servicios básicos
para la comunidad.

Este primordial objetivo de coordinación de las actuaciones de las personas voluntarias,


entidades de voluntariado e instituciones públicas para la consecución de una sociedad más
solidaria, que no ha de suponer la reducción de las cotas de libertad de elección y actuación de
las personas voluntarias, ni de la autonomía de decisión de las entidades de voluntariado,
viene acompañado en la presente norma de otras pretensiones como son las de fomentar la
participación ciudadana apoyando las iniciativas sociales no lucrativas y cuidando la no
eliminación de los valores altruistas en que las actuaciones voluntarias se amparan, suprimir
los obstáculos que impidan a cualquier persona realizar tareas de voluntariado, aclarar
conceptos difusos en torno al campo en cuestión y procurar la desaparición de actuaciones
fraudulentas que a su amparo puedan realizar determinadas personas o entidades.

El hecho de que una norma con rango de ley reconozca y potencie la labor del voluntariado
introduce nuevos elementos de compensación de las desviaciones insolidarias que el orden
económico establecido genera en todos los ámbitos de la organización social, facilitando la
participación de los ciudadanos no sólo en la mejora de las condiciones de vida de la población
en Canarias sino también en la esfera de la Solidaridad y Cooperación Internacional, todo ello
de conformidad con los valores superiores que en tal sentido se desprenden de la Constitución
española y con las tareas supremas asumidas en la normativa estatutaria canaria.

CAPÍTULO PRIMERO
Disposiciones generales

Artículo 1. Objeto.

La presente Ley tiene por objeto el reconocimiento, la ordenación y la promoción de la acción


voluntaria como expresión de solidaridad y pluralismo, así como fomentar la participación de
los ciudadanos y ciudadanas de Canarias en organizaciones sin ánimo de lucro y facilitar las
relaciones que se entablen entre las Administraciones públicas, las entidades que desarrollen
actividades de aquella naturaleza y las personas voluntarias que participen en su ejecución.

50
Artículo 2. Ámbito de aplicación.

1. Esta Ley será de aplicación a las personas voluntarias y a las entidades que impulsen o
participen en programas o proyectos a través de los que se desarrollen actividades de
voluntariado en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias,
independientemente del lugar donde radique su sede social, de su titularidad y de que su
actividad se centre exclusivamente, o no, en el voluntariado.

2. Será también aplicable la Ley de Voluntariado a aquellas entidades de voluntariado que,


teniendo sede o delegación permanente en el territorio de la Comunidad Autónoma de
Canarias, participen o promuevan en el archipiélago actividades encaminadas a la solidaridad,
sensibilización, educación y cooperación al desarrollo de los países empobrecidos.

Artículo 3. El voluntariado.

1. A los efectos de la presente Ley, se entiende por voluntariado el conjunto de actividades,


desarrolladas por personas voluntarias en áreas de interés social, que reúnan los siguientes
requisitos:

a) Que tengan carácter altruista, solidario, responsable y pacífico.


b) Que su realización sea libre, sin que tenga su causa en una obligación personal o
deber.
c) Que se lleven a cabo sin contraprestación económica ni ánimo de lucro.
d) Que se desarrollen a través de programas o proyectos de entidades de voluntariado.

2. No se consideran actividades de voluntariado:

a) Las desarrolladas como consecuencia de una relación laboral, mercantil o profesional


de cualquier tipo.
b) La prestación social sustitutoria del servicio militar o cualquier otra legalmente
establecida.
c) Las actuaciones voluntarias aisladas, esporádicas o prestadas al margen de
organizaciones públicas o privadas, sin ánimo de lucro, ejecutadas por razones
familiares, de benevolencia, de amistad o buena vecindad.
d) Las que generen algún beneficio económico para las personas o entidades que las
realicen.

3. La actividad de voluntariado no podrá en ningún caso sustituir al trabajo retribuido, ni aún


en caso de conflicto laboral, ni ser considerada como prácticas, aprendizaje o experiencia
profesional.

Artículo 4. Las personas voluntarias.

A los efectos de lo dispuesto en la presente Ley, se considera voluntario a toda persona física
que realice una actividad no obligatoria, de forma no lucrativa, responsable, continua, solidaria
y pacífica, a través de los proyectos o programas de una entidad que ejerza el voluntariado y
dentro de alguna de las áreas de interés social de las señaladas en el artículo 6 de esta Ley.

Artículo 5. Las entidades de voluntariado.

51
Se considera entidad de voluntariado la persona jurídica legalmente constituida que,
careciendo de ánimo de lucro, desarrolla actividades en áreas de interés social de forma
ordinaria y permanente, fundamentalmente a través de personas voluntarias.

El personal remunerado que preste servicios en las mismas, realizará las actividades
estrictamente necesarias para el funcionamiento estable de la entidad.

Artículo 6. Áreas de interés social.

Se consideran áreas de interés social las siguientes:

a) Cooperación y solidaridad internacional, sensibilización y educación para el desarrollo,


derechos humanos y pacifismo.
b) Servicios sociales y sanitarios.
c) Promoción de la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer.
d) Inserción sociolaboral de colectivos en situación de desventaja social.
e) Educación, ciencia, cultura, deportes y patrimonio histórico-artístico.
f) Protección civil.
g) Protección del medio ambiente y defensa del medio rural.
h) Cualquier otra que responda a la naturaleza y fines de las actuaciones voluntarias
ajustándose a lo establecido en la presente Ley.

CAPÍTULO II
De los voluntarios

Artículo 7. Derechos de las personas voluntarias.

Las personas voluntarias tienen los siguientes derechos en sus relaciones con la entidad en la
que prestan sus servicios:

a) Ser informadas de las actividades, programas o proyectos en los que vayan a


participar, así como de la organización, funcionamiento, fines y objetivos de la entidad
en la que colaboren.
b) Recibir la formación necesaria para la tarea que vayan a asumir y ser orientadas hacia
las actividades para las que reúnan las mejores aptitudes.
c) Participar activamente en la entidad en la que se inserten y en el diseño, desarrollo y
evaluación de las actividades de la misma.
d) Formar parte de la dirección de la entidad de acuerdo a sus estatutos o normas de
funcionamiento.
e) No ser asignadas a la ejecución de tareas ajenas a los fines y naturaleza de la entidad
ni a otras con fines fraudulentos.
f) Recibir los medios necesarios para el ejercicio de su actividad.
g) Obtener el cambio de la actividad en la que participen cuando existan causas que lo
justifiquen.
h) Ser reembolsadas por la entidad por los gastos que directamente les ocasione la
actividad voluntaria.
i) Tener cubiertos los daños y perjuicios que pudieran ocasionárseles en el correcto
desempeño de su actividad.
j) Tener garantizadas unas condiciones mínimas higiénicas, sanitarias y de seguridad
similares a las exigidas en la normativa laboral vigente para quienes desarrollan una
actividad laboral.

52
k) Disponer de una acreditación identificativa de su condición de personas voluntarias y
recibir certificaciones de su participación en las diferentes actividades de voluntariado.
l) Ser tratadas sin discriminación por cualquier razón o circunstancia.
m) Obtener el respeto y reconocimiento a su contribución a la sociedad.
n) Todos aquellos otros que se establezcan derivados de la presente Ley y del resto del
ordenamiento jurídico.

Artículo 8. Deberes de las personas voluntarias.

Las personas voluntarias están obligadas a:

a) Desarrollar la actividad a que se hayan comprometido con la máxima diligencia y


conforme a las exigencias del principio de buena fe, en los términos del compromiso
aceptado y de las indicaciones que para el cumplimiento de la misma pudieran recibir
de la entidad en que colaboren.
b) Participar en aquellas actividades de formación que les indique la entidad, al objeto de
capacitarles para un mejor desempeño de su tarea.
c) No interrumpir bruscamente su actividad si ello produjera perjuicios para los
beneficiarios del programa o proyecto al que estuvieran adscritas.
d) Observar las medidas de seguridad e higiene adoptadas con carácter general por la
legislación vigente en la materia así como las indicadas por la entidad en que se
participe.
e) Cuidar con diligencia los recursos que ponga a su disposición la entidad.
f) Mantener la debida confidencialidad de la información recibida y conocida en el
desarrollo de su actividad.
g) Respetar los derechos de los beneficiarios de la actividad voluntaria.
h) Rechazar cualquier tipo de contraprestación material en el desarrollo de su actividad.
i) Utilizar debidamente la acreditación identificativa de su condición de voluntarias y los
distintivos de la entidad de voluntariado con la que colaboren.
j) Cooperar con espíritu de solidaridad y comprensión con todos los miembros de la
entidad de voluntariado en que participen.
k) Respetar las normas de organización y funcionamiento interno de la entidad.

CAPÍTULO III
De las entidades de voluntariado

Artículo 9. Deberes de las entidades de voluntariado.

1. Las entidades de voluntariado habrán de estar legalmente constituidas, dotadas de


personalidad jurídica propia, carecer de ánimo de lucro y desarrollar actividades en las áreas
de interés social dispuestas en el artículo 6 de esta normativa.

2. Dichas entidades deberán, en todo caso:

a) Responder a principios democráticos y participativos en la composición de sus órganos


y en su funcionamiento.
b) Elaborar un estatuto que precise claramente los fines de las mismas y regule el
desarrollo de la actividad a la que se dediquen, así como la relación entre la entidad y
las personas voluntarias que en ella se integren. Este estatuto contendrá en todo caso
los derechos y deberes de voluntarios y entidades de voluntariado recogidos en la
presente Ley.

53
c) Cumplir los acuerdos adquiridos con las personas voluntarias en el compromiso de
incorporación a los programas o proyectos de la entidad.
d) Responder frente a terceros por los daños y perjuicios causados por los voluntarios
que colaboren con la entidad en el desempeño de sus actividades de voluntariado, en
los términos establecidos en el Capítulo II del Título XVI del Libro IV del Código Civil. Si
el daño o perjuicio fuera causado por personas voluntarias que obrasen de mala fe o
haciendo caso omiso de las instrucciones concretas que para el desarrollo de su
actividad les hubieran sido indicadas por la entidad, podrá repercutir ésta las
consecuencias de su responsabilidad en dichas personas voluntarias.
e) Tener cubiertas las posibles contingencias que pudieran ocasionar a las personas
voluntarias cualquier daño o perjuicio, causado por eventuales accidentes y
enfermedades relacionadas directamente con el ejercicio de la actividad voluntaria.
f) Cubrir los gastos derivados de la prestación del servicio y dotar a las personas
voluntarias de los medios adecuados para el cumplimiento de sus cometidos.
g) Informar y orientar adecuadamente a las personas voluntarias que colaboren con la
entidad, sobre la organización y funcionamiento de la misma y sobre las actividades
que en ésta hayan de realizar aquéllos.
h) Proporcionar a las personas voluntarias la formación necesaria para el correcto
desarrollo de sus actividades.
i) Garantizar las debidas condiciones en materia de seguridad e higiene en la realización
de las actividades, instruyendo a las personas voluntarias acerca de los riesgos que
pudieran afectarles y fomentando la cooperación entre los miembros de la entidad
para mantener dichas condiciones de forma adecuada.
j) Facilitar a la persona voluntaria una acreditación que le habilite e identifique para el
desarrollo de su actividad.
k) Expedir a las personas voluntarias un certificado que acredite la colaboración prestada,
en el que deberá constar, como mínimo, además de los datos personales e
identificativos de la persona voluntaria y de la entidad, la fecha, duración y naturaleza
de las actividades o programas en los que han participado.
l) Llevar un libro de registro de altas, bajas y otras incidencias en que se encuentre el
personal voluntario, expresivo además de la fecha, duración y naturaleza de los
servicios efectuados por el mismo.
m) Velar por el respeto de las funciones asignadas a cada uno de los miembros de los
diferentes programas y proyectos llevados a cabo por la entidad.
n) Efectuar el seguimiento y evaluación de las actividades programadas, garantizando la
consecución de los objetivos previstos conforme a los principios de eficacia y
rentabilidad social.
o) Prever mecanismos que posibiliten la continuidad de la actividad desarrollada por
algún miembro de la entidad, en el supuesto de cesar éste en su labor.
p) Impedir que se reemplacen a través de las actividades que realicen las personas
voluntarias puestos de trabajo que debieran ser retribuidos.
q) Cumplir la normativa general en materia de asistencia sanitaria, laboral, de seguridad e
higiene, fiscal, etc.
r) Aplicar su patrimonio, en caso de disolución, a la realización de proyectos y programas
de interés general análogos en sus fines a los que la entidad viniera persiguiendo
mediante su actividad.

Artículo 10. Derechos de las entidades de voluntariado.

Tienen derecho las entidades de voluntariado a:

a) Obtener el respeto y el reconocimiento de la sociedad por la labor que realizan.

54
b) Participar, a través de la comisión intersectorial a la que hace referencia el artículo 18
de la presente Ley y a través de cuantos otros cauces de representación se establezcan
en la normativa que desarrolle la misma, en toda actuación que pretenda llevar a cabo
el Gobierno de Canarias relacionada con la promoción de actividades de voluntariado.
c) Elaborar sus propias normas de funcionamiento interno, que deberán ajustarse a lo
establecido en la presente Ley.

Artículo 11. Acceso de las personas voluntarias a los programas y proyectos de las entidades.

El acceso de las personas voluntarias a los programas y proyectos de las entidades de


voluntariado se produce mediante la suscripción, por escrito, del compromiso de
incorporación, cuyo contenido mínimo será el siguiente:

a) El conjunto de derechos y deberes que corresponden a ambas partes, que en todo


caso deberá respetar las prescripciones de esta Ley, y establecer que tanto voluntarios
como entidades respetarán los derechos individuales y la libertad de los beneficiarios
de sus actividades, estimulando, en su caso, su capacidad de autoayuda.
b) El contenido general de las funciones y actividades que desarrollarán las personas
voluntarias.
c) Los fines y objetivos de la entidad en que se integran.
d) El proceso de formación previo o simultáneo que, en su caso, se requiera para el
desempeño de la actividad a realizar.
e) La duración del compromiso y las formas de desvinculación por ambas partes.
f) La determinación del carácter altruista de la relación.

CAPÍTULO IV
Acreditación, registro y pérdida de la condición de entidad de voluntariado

Artículo 12. Acreditación y registro.

1. La acreditación es el acto por el que el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería


competente en materia de Asuntos Sociales, garantiza que una organización reúne las
características de una entidad de voluntariado y cumple los requisitos establecidos en la
presente Ley.

2. A fin de determinar la capacidad para acceder a cualquier medida de fomento o


reconocimiento que contemple esta normativa, o las disposiciones que desarrollen la misma,
las entidades que realicen o pretendan realizar actividades de voluntariado deberán solicitar
su acreditación como entidades de voluntariado a la Consejería competente en materia de
Asuntos Sociales, que verificará que la entidad reúne los requisitos establecidos en la presente
Ley, concederá la acreditación, en su caso, e inscribirá de oficio a la entidad acreditada en el
registro de entidades colaboradoras en la prestación de servicios sociales con el carácter de
entidad de voluntariado.

Artículo 13. Pérdida de la condición de entidad de voluntariado.

1. Serán causas de la pérdida de la condición de entidad de voluntariado:

a) La petición expresa de la entidad en tal sentido.


b) La extinción de su personalidad jurídica.

55
c) La revocación de la acreditación por incumplimiento de las obligaciones establecidas
en la presente Ley y su desarrollo, en especial cuando se promovieren actividades
consideradas con fin de lucro, se constatara la existencia de remuneraciones o puestos
de trabajo encubiertos, o se estuviera llevando a cabo cualquier tipo de
contraprestación para compensar actuaciones consideradas voluntarias.

2. En tal caso, el Departamento competente en materia de Asuntos Sociales procederá de


oficio a la cancelación de la inscripción registral de la condición de entidad de voluntariado que
ostentaba la entidad que haya perdido esa consideración en aplicación de lo regulado en el
apartado anterior.

CAPÍTULO V
Del fomento del voluntariado

Sección 1ª Funciones de las Administraciones Públicas de Canarias

Artículo 14. Desarrollo de funciones. Las Administraciones Públicas de Canarias, dentro del
ámbito de su competencia territorial, desarrollarán complementariamente con las entidades
de voluntariado y como colaboración con la labor que éstas llevan a efecto, el ejercicio de las
siguientes funciones:

a) Impulsar campañas de sensibilización, información y fomento del voluntariado,


utilizando entre otras posibles vías las difusiones a través de los medios de
comunicación social.
b) Informar sobre los recursos existentes en la comunidad relacionados con la acción
voluntaria.
c) Promover investigaciones y estudios sobre voluntariado.
d) Colaborar con las entidades de voluntariado y cualquier entidad privada en la
organización de cursos de formación y perfeccionamiento, tanto de carácter genérico
como específico, para las personas voluntarias.
e) Promover intercambios formativos y culturales con voluntarios y entidades de
voluntariado de otras nacionalidades españolas y extranjeras.
f) Potenciar el reconocimiento público de la labor desarrollada por las entidades de
voluntariado.
g) Asegurar que en los programas educativos definidos bajo la competencia del
departamento correspondiente, se potencie la formación en los valores inherentes al
compromiso de solidaridad y cooperación de toda actuación voluntaria.
h) Participar en la financiación de proyectos de iniciativa social en régimen de
voluntariado en las distintas áreas de interés social contempladas en el artículo 6 de
esta Ley.
i) Prestar asesoramiento jurídico y administrativo a las entidades de voluntariado.
j) Cualquier otra acorde con su naturaleza.

Artículo 15. Relación del voluntariado con la Administración Pública.

La colaboración del voluntariado con la Administración Pública no supondrá la existencia de


vínculo laboral, administrativo o mercantil alguno, se ajustará a lo dispuesto en esta Ley y se
desarrollará siempre a través de entidades de voluntariado.

Sección 2ª Ayudas y subvenciones

56
Artículo 16. Criterio para la concesión.

En las ayudas y subvenciones que, dentro de las áreas de la acción social a que se refiere el
artículo 6, se concedan por la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias,
deberá tenerse en cuenta como uno de los criterios de priorización que han de servir de base
para su otorgamiento el que la actividad a que se destinen sea desarrollada por entidades de
voluntariado debidamente acreditadas que persigan fines de interés general en alguna de
dichas áreas.

Artículo 17. Actividades de solidaridad, sensibilización, educación y cooperación encaminadas


al desarrollo.

Las entidades de voluntariado que, teniendo sede o delegación permanente en el territorio de


la Comunidad Autónoma Canaria, gestionen o ejecuten en el archipiélago actividades de
voluntariado encaminadas a la solidaridad, sensibilización, educación y cooperación al
desarrollo, podrán acogerse a las medidas de fomento que se regulan en la presente Ley, así
como a las que se contemplen en la normativa que desarrolle la misma, sin perjuicio de que se
efectúen las deducciones correspondientes a las ayudas, subvenciones o beneficios que para el
mismo proyecto o programa hayan recibido de otros organismos de cualquier Administración
Pública. Se priorizará en las concesiones de tales medidas a aquellas federaciones que agrupen
o engloben a distintas entidades de voluntariado unidas a los fines de la contribución al
desarrollo.

Sección 3ª De la Comisión Intersectorial de Voluntariado

Artículo 18. Funciones y composición.

1. Se crea la Comisión Intersectorial de Voluntariado, adscrita a la Consejería competente en


materia de Asuntos Sociales, que tendrá las siguientes funciones:

a) Impulsar iniciativas orientadas al fomento y reconocimiento de las acciones de voluntariado.

b) Coordinar las relaciones que surjan entre las entidades de voluntariado y las
Administraciones Públicas de Canarias.

c) Promover la formación integral de las personas voluntarias a través de sus organizaciones.

d) Elevar observaciones al Consejo General de Servicios Sociales, para que éste informe al de
departamento del Gobierno de Canarias con competencias en el área de Asuntos Sociales, al
respecto de aquellas acciones realizadas por personas voluntarias o entidades de voluntariado,
que pudieran constituir infracción de los preceptos contenidos en la presente Ley o en el resto
del ordenamiento jurídico.

e) Velar por la coordinación de los distintos programas y la calidad de los mismos.

f) Participar en la elaboración de propuestas de desarrollo normativo de la presente Ley.

g) Aquellas otras que reglamentariamente se establezcan.

57
2. La composición de la Comisión Intersectorial deberá incluir a representantes de las
entidades de voluntariado, de las personas voluntarias, de la Administración de la Comunidad
Autónoma de Canarias, de los Cabildos y de los Ayuntamientos del archipiélago.

Sección 4ª Información y participación

Artículo 19. De la Oficina de Información y

Asesoramiento del Voluntariado. La Administración Pública de la Comunidad Autónoma de


Canarias creará una Oficina de Información y Asesoramiento del Voluntariado, a la que podrán
dirigirse aquellas entidades de voluntariado que precisen orientación y apoyo técnico, y todas
aquellas personas que deseen informarse acerca de las entidades, programas, proyectos y
actividades relacionadas con el voluntariado que se realicen en la Comunidad Autónoma de
Canarias.

Artículo 20. Impulso y promoción de la acción voluntaria.

1. La Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias impulsará la participación


de los ciudadanos en las organizaciones de voluntariado mediante campañas de información y
sensibilización que lleven a la opinión pública el contenido y valor social de las actividades
promovidas por dichas organizaciones.

2. Asimismo, potenciará la participación de las entidades de voluntariado en programas o


proyectos de ámbito nacional o internacional, especialmente los orientados a la solidaridad y
cooperación al desarrollo en los países empobrecidos.

Artículo 21. Catálogo de entidades de voluntariado.

La Consejería competente en materia de Asuntos Sociales mantendrá actualizado un catálogo


de entidades de voluntariado, especificando las actividades que realiza cada una de ellas y su
respectivo ámbito territorial. Los Cabildos Insulares y los Ayuntamientos tendrán acceso
permanente a ese catálogo.

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera. Contenido de los programas y proyectos. Los programas y proyectos de las entidades
de voluntariado deberán contener además de los datos de las entidades que los promuevan
los requisitos que se establezcan reglamentariamente.

Segunda. Participación del personal al servicio de la Administración de la Comunidad


Autónoma de Canarias o de sus organismos autónomos y empresas dependientes en
actividades de solidaridad, sensibilización, educación y cooperación encaminadas al desarrollo.

La Comunidad Autónoma de Canarias podrá suscribir convenios de colaboración con entidades


de voluntariado que gestionen o ejecuten acciones de solidaridad, sensibilización, educación y
cooperación al desarrollo en países empobrecidos, de manera que permita la adscripción
voluntaria, previa autorización, del personal al servicio de la Administración de la Comunidad
Autónoma o de sus organismos autónomos y empresas dependientes, en las condiciones que
reglamentariamente se establezcan, sin que suponga dicha adscripción, la modificación o
suspensión de los derechos estatutarios o laborales, incluidos los de contenido económico.

58
Tercera. Modificación de la Ley de Servicios Sociales.

1. Se modifica el artículo 5 de la Ley 9/1987, de 28 de abril, de Servicios Sociales (1), que


quedará redactado con el siguiente tenor:

“Artículo 5. Niveles de organización. El sistema de servicios sociales se estructura de


conformidad con los niveles funcionales siguientes:

a) Servicios sociales generales o comunitarios.


b) Servicios sociales especializados.
c) Programas integrados por áreas, sectores y ámbitos espaciales.

Las Administraciones Públicas deberán cubrir, como mínimo, los servicios básicos
correspondientes a los tres niveles anteriores, bien a través de su propia red, utilizando los
sistemas de contratación previstos legalmente para la contratación de servicios por las
Administraciones Públicas o en concertación estable con los de los servicios de iniciativa social
no lucrativa.”

2. Se modifica el artículo 11 de la Ley 9/1987, de 28 de abril, de Servicios Sociales (1), que


quedará redactado con el siguiente tenor:

“Artículo 11. Comisión especial delegada.

1. Se crea una Comisión especial delegada por la Comunidad Autónoma de Canarias, al objeto
de implementar acciones integrales conducentes al logro de una eficaz política de los servicios
sociales.

2. Dicha Comisión, presidida por el Vicepresidente del Ejecutivo o Consejero designado al


efecto por el propio Gobierno, estará integrada por aquellos Altos Cargos con competencias
concernientes a áreas y sectores de la política social, pudiendo formar parte de ellas asimismo
los Presidentes o Consejeros Delegados en el área social de los Cabildos Insulares.

3. Serán sus funciones básicas:

a) Coordinar las diferentes políticas sectoriales con incidencia en la política de Acción Social.

b) Racionalizar y optimizar los recursos disponibles, proponiendo al Gobierno programas


integrados.”

DISPOSICIÓN TRANSITORIA

Plazo de adecuación a la norma.

Las entidades colaboradoras ya existentes que no reúnan las condiciones previstas en esta Ley
dispondrán de un plazo de seis meses a partir de su entrada en vigor para ajustarse a lo
previsto en la misma.

DISPOSICIÓN DEROGATORIA

Derogación de disposiciones.

59
Quedan derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto
en la presente Ley.

DISPOSICIONES FINALES

Primera. Facultades de desarrollo.

El Gobierno de Canarias queda facultado para desarrollar reglamentariamente la presente Ley


en el plazo de un año (2).

Segunda. Entrada en vigor.

La presente Ley entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial de


Canarias.

60
Ley 8/1997, de 9 de julio, Canaria del
Deporte.
Sea notorio a todos los ciudadanos que el Parlamento de Canarias ha aprobado y yo, en
nombre del Rey y de acuerdo con lo que establece el artículo 12.8 del Estatuto de Autonomía,
promulgo y ordeno la publicación de la siguiente Ley:

Exposición de motivos

Entre los principios rectores de la política social y económica, cuya actuación incumbe a los
poderes públicos, el artículo 43.3 de la Constitución española incluye el fomento de la
educación física y el deporte. En esta materia el artículo 148.1.19 del propio texto
constitucional prevé que las comunidades autónomas puedan asumir competencias, de
conformidad con lo establecido en sus respectivos Estatutos en todo lo relativo a la
“promoción del deporte y a la adecuada utilización del ocio”.

Por lo que se refiere a la Comunidad Autónoma de Canarias, el artículo 30.20 de nuestro


Estatuto de Autonomía reconoce a la misma competencias plenas en materia de deporte. Por
otro lado, el deporte se ha convertido en nuestro tiempo en un fenómeno social y universal,
constituyendo un instrumento de equilibrio, relación e integración del hombre con el mundo
que le rodea. Los aspectos que el deporte lleva implícitos ayudan al desarrollo integral de la
persona y al desarrollo de la igualdad entre los ciudadanos. Todo esto hace que el deporte
forme parte de la actividad humana desde la infancia hasta la tercera edad y sea un elemento
educativo tanto para los deportistas de élite como para los que se sirven de él como
instrumento de equilibrio psicofísico de la persona.

Esta ley contiene, en primer término, los objetivos que se pretenden y los principios básicos a
los que adecuarán su actuación los poderes públicos canarios. La ley se construye a partir de
un triple orden de consideraciones: de un lado, la educación física y el deporte son factores
de realización de todas las personas integrándose en el ámbito de la educación y de la
cultura; de otro, se define el modelo deportivo de la Comunidad como resultado de la
complementariedad entre el sector público y el privado de la organización deportiva, puesto
que la participación de los deportistas y el asociacionismo son instrumentos indispensables
para el éxito de toda política de fomento y ordenación del deporte. Finalmente, nuestra
insularidad territorial es de primordial importancia en la ordenación y organización deportiva,
que procurará paliar los desequilibrios que tal situación produzca. En este sentido, la
planificación de la política autonómica y su coordinación habrá de tener en cuenta las
necesidades de cada isla y sus medios. Para ello, los cabildos insulares y ayuntamientos
canarios ejercerán competencias, como partícipes en la política del archipiélago e
interlocutores más próximos al ciudadano en materia deportiva.

En esta ley se afronta de forma más participativa cuanto afecta a la estructura organizativa
del deporte en la Comunidad Autónoma de Canarias, recogiendo los principios básicos
pertinentes e introduciendo algunas novedades. En este sentido, se produce por primera vez
un intento de deslindar legalmente las esferas pública y privada de las federaciones
deportivas, mediante el establecimiento de las distintas vías de impugnación de los actos
federativos.

61
Asimismo, se regula el régimen de competencias de las Administraciones públicas canarias en
materia de deporte, a partir de los criterios que para la Comunidad Autónoma de Canarias se
fijaron en el Estatuto de Autonomía y en la Ley 14/1990, de 26 de julio, de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas de Canarias. Esta ley respeta el diseño estructural contenido
en el Estatuto y en la citada ley, estableciendo unos criterios de distribución de competencias
que garantizan la ausencia de planteamientos rígidos y permiten la efectividad de la
autonomía local y de la doble consideración de los cabildos como entidades locales e
instituciones de la Comunidad Autónoma. A ello se une, con el fin de institucionalizar la
participación ciudadana en la política deportiva canaria, la creación del Consejo Canario del
Deporte en calidad de órgano colegiado de debate sectorial en esta materia.

Nuestras singularidades históricas determinan un interés especial en la recuperación,


mantenimiento y desarrollo de los juegos y deportes autóctonos y tradicionales canarios,
como ancestral expresión cultural del pueblo canario. La difusión y conocimiento de los
juegos y deportes autóctonos y tradicionales, es, por ello, prioritaria y, a la vez, irrenunciable
como instrumento de identidad propio. Los principios rectores de la política deportiva canaria
garantizan como materias de especial atención los juegos y deportes autóctonos y
tradicionales canarios y sus facetas referidas a la organización de actividades, la planificación
de instalaciones, la formación técnica, la investigación científica, la divulgación y la iniciación
a edades tempranas, así como la financiación preferente para las entidades deportivas que
los fomenten y regulen.

Por otra parte, la ley regula cuanto afecta al régimen económico, ayudas e infraestructura
deportiva. El ejercicio por parte de la Comunidad Autónoma de Canarias del fomento de la
actividad física y el deporte, se regula mediante el establecimiento de normas generales para
la concesión de ayudas y subvenciones, velando por la eficiencia en la asignación de fondos
públicos para tales acciones. Por lo que se refiere a infraestructura deportiva, con el empleo
de técnicas e instrumentos previstos para la ordenación del suelo se pretende lograr un grado
de utilización polivalente, tratando a su vez de dar un sentido pragmático a la colaboración
con otras entidades para la promoción y utilización de instalaciones deportivas. Como
instrumento de planificación en esta área, se establece la figura del Plan Regional de
Infraestructuras Deportivas de Canarias, que junto con los Planes Insulares de
Infraestructuras Deportivas forman ya necesidades imprescindibles.

Conscientes de que se considera irrenunciable la protección del sistema deportivo en


materias como la disciplina deportiva y la justicia electoral por órganos independientes, la ley
aborda esta cuestión a través de las propias estructuras asociativas y federativas, que
culminan en el ámbito administrativo en el Comité Canario de Disciplina Deportiva y en la
Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte; se ofrece además un órgano
institucionalizado dedicado a la mediación y arbitraje en materia deportiva, el Tribunal
Arbitral del Deporte Canario. Asimismo, se establece una regulación clara y precisa del
régimen disciplinario.

No podemos olvidar la íntima relación entre el deporte y la salud, concretada en esta ley en
los artículos referentes al Centro Canario de Apoyo al Deportista y en la Comisión Antidopaje
de Canarias, en los que esta norma es vanguardista con respecto a las de su género en
nuestro país. Asimismo se regula el deporte en relación a la edad escolar mediante la
asignación de competencias para su planificación, ejecución y la colaboración de otras
entidades.

62
También se pretende acometer la creación de la Escuela Canaria del Deporte, como servicio
administrativo en el que se concentrarán las competencias en materia de formación y
titulación de técnicos deportivos.

Por último, se expresa el deseo de fomentar el acceso al deporte de determinados grupos


sociales con dificultades, tales como las personas con minusvalías físicas, psíquicas y
sensoriales, así como de la mujer y de las personas mayores como acciones de especial
interés para las Administraciones públicas canarias.

TÍTULO I
ÁMBITO DE APLICACIÓN Y PRINCIPIOS RECTORES

Artículo 1.- Objeto y ámbito de aplicación de la ley.

La presente ley tiene por objeto el fomento, promoción y ordenación de la actividad física y
del deporte en el ámbito territorial y marco de las competencias de la Comunidad Autónoma
de Canarias. Artículo 2.- Líneas generales de actuación.

1. Se reconoce el derecho al conocimiento y a la práctica del deporte en plenas condiciones


de igualdad.

2. Las Administraciones públicas canarias, en el ámbito de sus competencias, garantizarán la


práctica de la actividad físico-deportiva mediante:

a) La promoción del deporte en todas sus expresiones.

b) El fomento, protección y regulación del asociacionismo deportivo.

c) La planificación y promoción de una red de instalaciones deportivas suficiente y


racionalmente distribuida.

d) La formación del personal técnico y el fomento de la investigación científica del


deporte.

e) La consecución de una práctica deportiva saludable, exenta de violencia y de todo


método extradeportivo.

f) El reconocimiento del deporte como elemento integrante de nuestra cultura, así


como la recuperación, mantenimiento y desarrollo de los juegos y deportes
autóctonos y tradicionales.

g) La asignación de recursos para atender, con carácter global, las líneas generales de
actuación.

h) Políticas que se adapten a las limitaciones de los recursos naturales y a los principios
del desarrollo sostenible y del respeto a los valores de la naturaleza.

Artículo 3.- Colectivos de atención especial.

En el fomento de la actividad física y del deporte se prestará especial atención a los niños,
jóvenes, mujeres, personas mayores, a los minusválidos físicos, psíquicos, sensoriales y
mixtos, así como a los sectores de la sociedad más desfavorecidos, teniendo especialmente

63
en cuenta aquellas zonas o colectivos a los que la ayuda en estas actividades pueda suponer
una mejora en su bienestar social.

TÍTULO II
LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS CANARIAS Y EL DEPORTE

Artículo 4.- Principios generales.

La organización institucional del deporte en Canarias se inspira en los principios de


descentralización, coordinación, cooperación y eficiencia en el ejercicio de sus respectivas
competencias por las Administraciones públicas canarias y participación y colaboración de las
entidades deportivas y de cualesquiera otras entidades públicas o privadas.

Artículo 5.- Planificación de la política deportiva.

La planificación de la política de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de


Canarias en materia deportiva y su ejecución, tendrá en cuenta las necesidades y medios de
cada isla.

Artículo 6.- Competencias en materia deportiva.

1. Corresponde a la Comunidad Autónoma de Canarias ejercer en materia de actividad física y


deporte todas las facultades y competencias reconocidas en el artículo 30.20 del Estatuto de
Autonomía de Canarias.

2. Incumbe a la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias la


coordinación de todas las entidades públicas canarias con competencia en materia de
promoción y difusión de la actividad física y del deporte.

3. Las competencias de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias


serán ejercidas por la consejería competente en materia de deporte.

Artículo 7.- Competencias comunes de las Administraciones públicas canarias.

Las Administraciones públicas de Canarias están facultadas para:

a) Formular en cada momento las directrices de la política de fomento y desarrollo del


deporte en sus distintos niveles.

b) Gestionar, directamente o mediante los sistemas previstos en el ordenamiento


jurídico, los servicios asumidos como propios de acuerdo con lo establecido en esta
ley.

c) Velar y promover la recuperación, mantenimiento y desarrollo de los juegos y


deportes autóctonos y tradicionales.

Artículo 8.- Competencias de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de


Canarias.

1. Corresponden a la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias las


siguientes funciones:

64
a) La potestad reglamentaria.

b) La alta inspección del ejercicio por parte de los cabildos de las competencias transferidas
y delegadas, en los términos establecidos en la Ley 14/1990, de 26 de julio, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas de Canarias.

c) El fomento, coordinación, tutela e inspección del deporte federado.

d) La regulación de la formación y titulación de técnicos deportivos que no corresponda a


profesiones con titulación académica.

e) La organización y promoción de actividades deportivas cuyo interés exceda del ámbito


insular.

f) La aprobación del Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias.

g) La construcción, mejora y gestión de instalaciones deportivas singulares de interés


suprainsular.

h) El fomento del deporte de alto nivel.

i) La planificación y reglamentación del deporte en edad escolar.

j) La divulgación del conocimiento relativo a las ciencias del deporte.

k) El reconocimiento oficial de nuevas modalidades deportivas en el ámbito de la


Comunidad Autónoma.

l) La autorización de competiciones deportivas no oficiales de ámbito suprainsular.

m) La regulación de los requisitos de las instalaciones y establecimientos destinados a la


enseñanza o práctica de cualquier clase de actividad físico-deportiva.

n) La planificación y coordinación de los centros de apoyo al deportista dependientes de las


Administraciones públicas

o) La coordinación de la actividad física-deportiva entre las universidades canarias.

p) Las demás funciones que esta ley le atribuye.

2. Las competencias señaladas en la letra g) del apartado anterior podrán ser objeto de
delegación en los cabildos insulares.

Artículo 9.- Competencias de los cabildos insulares.

1. Son competencias de los cabildos insulares aquéllas que les atribuye la legislación de
régimen local y las transferidas en virtud de la Ley 14/1990, de 26 de julio, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas de Canarias y demás disposiciones legales de la
Comunidad Autónoma de Canarias. 2. Además de aquéllas señaladas en el apartado anterior,
son competencias de los cabildos las siguientes:

a) La promoción de la actividad física y deportiva, fomentando especialmente el deporte


para todos.

65
b) La determinación de la política de infraestructura deportiva de cada isla, dentro de los
parámetros del Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias, llevando a cabo
la construcción y mejora de las instalaciones deportivas, directamente o en colaboración
con los ayuntamientos.

c) La gestión de las instalaciones deportivas de titularidad pública, cuando éstas no sean de


titularidad municipal o, por su carácter singular e interés suprainsular, se las haya
reservado la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias.

d) Velar por el cumplimiento de las condiciones reglamentarias de seguridad e higiene de las


instalaciones y competiciones deportivas de ámbito insular.

e) Velar, en el marco de sus competencias referidas a la ordenación del territorio insular,


por el cumplimiento de las previsiones urbanísticas sobre reserva de espacios y
calificaciones de zonas para la práctica del deporte y el emplazamiento de equipamientos
deportivos.

f) El otorgamiento de licencia para la instalación y explotación de establecimientos


destinados a la enseñanza o práctica de cualquier clase o modalidad de actividad
deportiva.

g) Aquellas otras competencias que le sean atribuidas, transferidas o delegadas.

Artículo 10.- Competencias de los ayuntamientos canarios.

1. Son competencias de los ayuntamientos canarios aquéllas que les atribuye la legislación de
régimen local.

2. Además de las señaladas en el apartado anterior, son competencias de los ayuntamientos


canarios las siguientes:

a) La promoción de la actividad deportiva en su ámbito territorial, fomentando


especialmente las actividades de iniciación y de carácter formativo y recreativo entre los
colectivos de especial atención señalados en el artículo 3 de esta ley.

b) La construcción o el fomento de la construcción por iniciativa social, mejora y gestión de


las infraestructuras deportivas en su término municipal, velando por su plena utilización,
sin perjuicio de las competencias de la Administración de la Comunidad Autónoma y el
cabildo respectivo, con los que habrá de coordinarse.

c) Velar por el cumplimiento de las previsiones urbanísticas sobre reserva de espacios y


calificaciones de zonas para la práctica del deporte y el emplazamiento de equipamientos
deportivos.

d) Velar por el cumplimiento de las condiciones reglamentarias de seguridad e higiene de las


instalaciones y competiciones deportivas locales.

e) La cooperación con otros entes públicos o privados para el cumplimiento de las


finalidades previstas por la presente ley.

f) Aquellas otras competencias que les sean atribuidas o delegadas.

66
Artículo 11.- Relaciones interadministrativas.

1. Principios generales y técnicas instrumentales.

Las competencias en materia de actividad física y deporte de las diferentes Administraciones


públicas canarias se ejercerán bajo los principios de colaboración, coordinación e información
multilateral.

En aplicación de tales principios se utilizarán las técnicas previstas en la legislación vigente,


especialmente la celebración de convenios y de conferencias sectoriales, el establecimiento
de consorcios y la elaboración de planes de infraestructuras deportivas.

2. Conferencias sectoriales de responsables en materia de deporte.

El Gobierno de Canarias regulará las conferencias sectoriales, que estarán presididas por el
titular de la consejería competente en materia de deporte y de las que formarán parte, en
todo caso, los cabildos insulares y una representación de los municipios.

Artículo 12.- El Consejo Canario del Deporte.

1. El Consejo Canario del Deporte, que estará adscrito al departamento competente en


materia de deporte, será el órgano colegiado de debate en materia deportiva.

2. El Consejo estará integrado por expertos designados en razón de su competencia, por


representantes de las Administraciones autonómica, insular y municipal, por deportistas y,
por representantes de las universidades y de las federaciones deportivas canarias.

3. La composición concreta, el sistema de designación de sus miembros, competencias,


organización y régimen de funcionamiento del Consejo Canario del Deporte serán
establecidos reglamentariamente. TÍTULO III

LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
CAPÍTULO I
LAS COMPETICIONES DEPORTIVAS

Artículo 13.- Tipología de la actividad deportiva.

La actividad deportiva podrá ser federada y de recreación deportiva:

a) Se considerará federada la practicada por personas físicas individualmente o integradas


en entidades debidamente legalizadas, adscritas a la federación respectiva, bajo su
dirección y supervisión y en el marco de competiciones y actividades oficiales.

b) Se considerará de recreación deportiva la practicada al margen de la organización


federativa.

Artículo 14.- Clasificación de las competiciones.

1. A los efectos de esta ley, las competiciones y actividades deportivas se clasifican en:

a) Oficiales y no oficiales, atendiendo a su naturaleza.

67
b) Municipales, insulares, interinsulares, autonómicas, estatales e internacionales,
atendiendo a su ámbito territorial.

2. Los criterios para la calificación de las actividades y competiciones deportivas de carácter


oficial serán establecidos en las disposiciones de desarrollo de esta ley.

3. La denominación de actividad o competición oficial se reserva exclusivamente a las


calificadas como tales de conformidad con lo previsto en las disposiciones de desarrollo de
esta ley.

Artículo 15.- De la seguridad en las competiciones deportivas.

1. En toda competición deportiva oficial, y sin perjuicio de las competencias del Estado sobre
la materia, se deberán adoptar las medidas necesarias para garantizar:

a) La cobertura de los riesgos que conlleva la práctica deportiva.

b) El control y la represión de prácticas ilegales para aumentar el rendimiento de los


deportistas.

c) Los cauces necesarios para la aplicación del régimen disciplinario en las condiciones
establecidas en esta ley y sus disposiciones de desarrollo. d) La necesaria seguridad que
prevenga cualquier tipo de manifestación violenta por parte de los participantes activos o
pasivos.

e) La exigencia de un contrato para el ejercicio de la actividad deportiva que cubra la


responsabilidad civil, siempre que tal actividad genere un riesgo para terceros.

2. En toda competición deportiva no oficial se deberán adoptar, al menos, las medidas


necesarias para garantizar lo establecido en los subapartados a), d) y e) del apartado anterior.

Artículo 16.- El deporte de alto rendimiento.

La Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias apoyará, tutelará y


promoverá el deporte de alto rendimiento, ayudando a los deportistas que merezcan tal
calificación, mediante su inclusión en programas de tecnificación deportiva y planes
especiales de preparación.

La consejería competente en materia de deportes elaborará un censo de deportistas canarios


de alto rendimiento, previa audiencia a las federaciones deportivas canarias.

Los criterios y procedimientos de calificación de deportista de alto rendimiento serán


establecidos reglamentariamente, sin perjuicio de la calificación estatal de deportista de alto
nivel que efectúe el órgano competente del Estado.

CAPÍTULO II
LOS JUEGOS Y DEPORTES AUTÓCTONOS Y TRADICIONALES

Artículo 17.- Principios rectores.

68
La actividad de las Administraciones públicas canarias estará inspirada en los siguientes
principios rectores, con vistas a la recuperación, mantenimiento y desarrollo de los juegos y
deportes autóctonos y tradicionales como parte integrante de nuestra cultura:

a) La organización de actividades deportivas que contribuyan a fortalecer la identidad


propia.

b) La planificación y promoción de una red de instalaciones deportivas en Canarias,


suficiente y racionalmente distribuida.

c) La formación y titulación de técnicos deportivos, árbitros y jueces.

d) El establecimiento de programas dirigidos a la iniciación deportiva de los jóvenes en edad


escolar. e) La divulgación y enseñanza de estas modalidades en el ámbito canario y en el
exterior de la Comunidad Autónoma de Canarias, con especial atención a aquellos países
con componente migratorio canario.

e) El establecimiento de líneas de financiación preferente a las federaciones deportivas


canarias que incluyan juegos y deportes autóctonos y tradicionales.

f) El fomento de la investigación histórica, científica y técnica.

Artículo 18.- Modalidades.

A los efectos de esta ley, los juegos y deportes autóctonos y tradicionales de Canarias son
lucha canaria, vela latina canaria (de botes y barquillos), bola canaria, juego del palo, lucha
del garrote, arrastre, pelota-mano, salto del pastor, levantamiento y pulseo de la piedra,
levantamiento del arado, calabazo y aquellos otros que en el futuro sean reconocidos
oficialmente por el Gobierno de Canarias.

CAPÍTULO III
DEPORTE Y SALUD

Artículo 19.- La asistencia médica y sanitaria de los deportistas.

1. Las directrices generales de la política de la Administración pública de la Comunidad


Autónoma de Canarias en materia de asistencia médica y sanitaria de los deportistas, serán
establecidas por el Gobierno, a propuesta de las consejerías competentes en materia de
sanidad y deportes.

2. La planificación de la asistencia médica y sanitaria de los deportistas deberá encaminarse:

a) En el campo de la medicina preventiva:

 A la adopción de medidas que permitan el control de la aptitud física para la


práctica del deporte especialmente en edad escolar.

 Al mantenimiento de niveles óptimos de salud durante la vida deportiva


intensa.

 Al retorno a la actividad normal con perfecta integridad de las facultades


psicofísicas.

69
 A las condiciones de higiene y sanidad de las instalaciones.

 Al establecimiento de los requisitos de carácter médico y de cobertura


asistencial para el otorgamiento de licencias.

b) Al impulso a la formación de personal médico y sanitario, y ayuda al desarrollo de


unidades asistenciales especializadas en la atención al deportista.

c) A la promulgación, en colaboración con las federaciones deportivas, de cuantas normas


garanticen la salud y la prevención de accidentes en las competiciones, según la
naturaleza y características de cada modalidad deportiva.

d) A la adopción de cuantas medidas tiendan a la mejora de las condiciones psicofísicas de


los deportistas.

e) A la exigencia, con carácter preventivo, de garantías médico-sanitarias de que no existe


impedimento para la práctica de la respectiva actividad física y modalidad deportiva por
parte del deportista.

3. Para la prestación de la asistencia sanitaria a los deportistas, el departamento competente


en materia de sanidad podrá suscribir convenios o conciertos con las entidades y
mutualidades deportivas, en los que se establecerán las prestaciones y condiciones
económicas de dicha asistencia.

Artículo 20.- El seguro obligatorio.

Las federaciones deportivas canarias, así como las entidades públicas o privadas
organizadoras de actividades físicas y deportivas, habrán de asegurar los riesgos que conlleva
dicha actividad para los participantes, en los términos fijados en la normativa legal vigente.

Artículo 21.- El Centro Canario de Apoyo al Deportista.

1. El Centro Canario de Apoyo al Deportista es un servicio administrativo de carácter regional,


sin personalidad jurídica, del departamento competente en materia de deporte, a quien se
atribuye el asesoramiento, evaluación y control integral para los deportistas canarios de alto
rendimiento.

2. Sus competencias, organización y régimen de funcionamiento así como la posible creación


de centros insulares de apoyo al deportista serán establecidos reglamentariamente.

Artículo 22.- Prevención del dopaje.

1. La Administración pública de la Comunidad Autónoma preverá, controlará y perseguirá, en


la forma que reglamentariamente se establezca, la utilización por los deportistas de
sustancias y métodos prohibidos que alteren indebidamente la capacidad física o los
resultados deportivos, siendo considerados como tales los que integren las listas elaboradas
por el órgano competente de la Administración del Estado, de conformidad con lo previsto en
la legislación aplicable. 2. Todos los deportistas con licencia para participar en competiciones
deportivas de ámbito autonómico tendrán la obligación de someterse a los controles
referidos en el párrafo anterior.

70
3. La negativa a someterse al control antidopaje será considerada como resultado positivo, a
los efectos de incoación de expediente disciplinario.

Artículo 23.- La Comisión Antidopaje de Canarias.

1. El órgano colegiado de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias


competente en materia de control de dopaje será la Comisión Antidopaje de Canarias, que
estará adscrita al departamento competente en materia de deporte.

2. Sus competencias, organización y régimen de funcionamiento serán establecidos


reglamentariamente.

CAPÍTULO IV
LAS TITULACIONES Y LA INVESTIGACIÓN DEPORTIVA

Artículo 24.- Las titulaciones deportivas.

1. Para la realización de actividades de enseñanza, dirección, gestión, entrenamiento y


cualesquiera otras relacionadas con la actividad física y con el deporte, se exigirá la titulación
establecida en cada caso en las disposiciones vigentes.

2. La Administración de la Comunidad Autónoma de Canarias, sin perjuicio de las


competencias del Estado en materia de títulos académicos y profesionales, expedirá las
correspondientes titulaciones deportivas, en función de los diferentes planes de estudio
aprobados por el órgano competente.

3. Las titulaciones deportivas comprenderán diversos grados en función de los diferentes


niveles de formación y del número de horas de enseñanza requeridos para cada uno de ellos
por las disposiciones legales y reglamentarias correspondientes.

4. Las federaciones deportivas canarias colaborarán con la Administración autonómica en la


formación de técnicos deportivos.

Artículo 25.- La investigación deportiva.

La Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias, directamente o a través


de convenios con toda clase de entes públicos o privados, impulsará y gestionará el desarrollo
de la investigación científica y técnica relacionada con la actividad físico-deportiva. Artículo
26.- La Escuela Canaria del Deporte.

1. La Escuela Canaria del Deporte es un servicio administrativo, sin personalidad jurídica, del
departamento competente en materia de deporte, al que corresponde la formación de los
técnicos deportivos, en los términos fijados en el artículo 24.2 de esta ley.

2. Reglamentariamente se determinarán la organización, estructura, competencias y


funcionamiento de la Escuela.

CAPÍTULO V
EL FOMENTO DEL DEPORTE

Artículo 27.- Las subvenciones y ayudas.

71
1. Las Administraciones públicas canarias promoverán y fomentarán la actividad física y
deportiva mediante el establecimiento de las ayudas y subvenciones que
presupuestariamente se asignen.

2. Reglamentariamente se establecerán las condiciones de su otorgamiento y aplicación.

3. En materia de subvenciones, las federaciones deportivas canarias disfrutarán de las


facultades, beneficios y exenciones otorgados a los entes instrumentales de la Comunidad
Autónoma de Canarias.

Artículo 28.- Premios y recompensas.

La Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias podrá efectuar


convocatorias de carácter autonómico para otorgar distinciones, premios, trofeos o ayudas a
determinadas actividades, personas o entidades particularmente cualificadas en la promoción
del deporte canario.

TÍTULO IV
LA INFRAESTRUCTURA DEPORTIVA

Artículo 29.- Normativa en infraestructura deportiva.

Las disposiciones reglamentarias que en materia de instalaciones deportivas dicte la


Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias en desarrollo de la presente
ley deberán prever:

a) La infraestructura deportiva básica en el ámbito de la Comunidad Autónoma en función de


los objetivos y prioridades que se definan.

b) Las normas básicas que hayan de regular su construcción, funcionamiento, gestión, uso y
mantenimiento. Artículo 30.- El Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias.

1. El Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias será elaborado por el Gobierno


de Canarias a propuesta del consejero competente en materia de deporte para su posterior
remisión al Parlamento de Canarias, a los efectos de su tramitación reglamentaria.

Una vez que el Parlamento se haya pronunciado, el Plan Regional de Infraestructuras


Deportivas de Canarias será aprobado por Decreto del Gobierno de Canarias.

2. El Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias determinará las directrices


generales de las instalaciones y equipamientos deportivos, señalará su carácter básico o
prioritario, establecerá las determinaciones técnico-deportivas de las instalaciones, y fijará las
líneas de subvención o transferencias de la Administración pública de la Comunidad
Autónoma de Canarias dirigidas a cofinanciar los Planes Insulares de Infraestructuras
Deportivas.

3. Las entidades locales, los demás organismos públicos y entidades privadas, así como las
entidades deportivas canarias, deberán facilitar a la Administración pública de la Comunidad
Autónoma de Canarias la documentación y la información pertinentes para redactar el Plan
Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias.

72
4. El Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias tendrá una duración mínima de
cuatro años, siendo revisable cada dos años.

Artículo 31.- Los Planes Insulares de Infraestructuras Deportivas.

Los cabildos insulares determinarán, mediante los Planes Insulares de Infraestructuras


Deportivas, la política sobre infraestructura deportiva de cada isla, dentro de los parámetros
del Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias, llevando a cabo la construcción
y mejora de las instalaciones deportivas, directamente o en colaboración con los
ayuntamientos.

Artículo 32.- La autorización administrativa.

1. Quedan supeditadas a la obtención de la correspondiente licencia administrativa, la


instalación y explotación por cualquier persona natural o jurídica de establecimientos
destinados a la enseñanza o práctica de cualquier clase o modalidad de actividad física y
deportiva.

2. La licencia se otorgará por el órgano de la Administración deportiva competente según el


procedimiento y de acuerdo con los requisitos de idoneidad de las instalaciones, titulación del
personal docente, higiene, cobertura de los riesgos derivados de la práctica de la actividad
física y deportiva, seguridad y asistencia médica y sanitaria que reglamentariamente se
determinen.

3. Los ayuntamientos no podrán expedir ninguna licencia de apertura de un establecimiento


de los mencionados en este precepto, si previamente no se ha otorgado por la
Administración deportiva competente la licencia administrativa.

Artículo 33.- La utilización polivalente.

Las instalaciones deportivas deberán proyectarse de forma que se favorezca su utilización


físico-deportiva polivalente, y se consideren las necesidades de accesibilidad y adaptación de
los recintos para personas con movilidad reducida y se impidan o limiten las posibles acciones
de violencia.

Artículo 34.- El Censo de Instalaciones Deportivas de Canarias.

1. La Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias llevará un censo de las


instalaciones deportivas establecidas en su territorio, con sus características técnicas.

2. Las corporaciones locales, las entidades deportivas y los demás organismos públicos y
entidades privadas deberán facilitar a la Administración pública de la Comunidad Autónoma
de Canarias la documentación y la información pertinentes para mantener actualizado el
Censo de Instalaciones Deportivas de Canarias.

TÍTULO V
LAS ENTIDADES DEPORTIVAS
CAPÍTULO I

GENERALIDADES

73
Artículo 35.- Concepto legal.

1. Son entidades deportivas las asociaciones privadas formadas tanto por personas físicas
como jurídicas, dotadas de personalidad jurídica propia y capacidad de obrar, con sede en la
Comunidad Autónoma de Canarias, que tengan por objeto primordial el fomento y la práctica
del deporte y figuren inscritas en el Registro de Entidades Deportivas de Canarias.

2. Se reconoce a las entidades deportivas el derecho a la autoorganización y, en


consecuencia, a regirse por lo fijado en sus estatutos, los cuales deberán respetar el
contenido mínimo que determine esta ley y sus disposiciones de desarrollo. 3. La estructura
interna y el régimen de funcionamiento de las entidades deportivas se inspirarán en criterios
democráticos, garantizando la igualdad de derechos y obligaciones de todos los asociados, el
control de la actividad social, la posibilidad de presentar mociones de censura y estableciendo
la igualdad de oportunidades para el desempeño de los cargos sociales, mediante la elección
de todos los órganos de representación y gobierno a través de sufragio universal, igual, libre y
secreto de todos sus socios.

4. Entre las entidades deportivas a las que se atribuye el ejercicio de funciones públicas, sólo
las de ámbito autonómico podrán utilizar las denominaciones «canario», «canaria» y «de
Canarias».

Artículo 36.- Clasificación de las entidades deportivas.

Las entidades deportivas se clasifican en clubes deportivos, grupos de recreación físico-


deportiva, clubes registrados por entidades no deportivas, sociedades anónimas deportivas,
federaciones deportivas canarias y federaciones deportivas canarias de los juegos y deportes
autóctonos y tradicionales.

Artículo 37.- Carencia de ánimo de lucro.

Las entidades deportivas, salvo las sociedades anónimas deportivas, no tendrán ánimo de
lucro, por lo que no podrán repartir dividendos entre sus socios.

CAPÍTULO II
LAS ENTIDADES DEPORTIVAS BÁSICAS

Artículo 38.- Los clubes deportivos.

1. A los efectos de esta ley, son clubes deportivos las asociaciones privadas sin ánimo de
lucro, con personalidad jurídica y capacidad de obrar formadas por personas físicas, y cuyos
objetivos básicos son el fomento, el desarrollo y la práctica continuada de la actividad física y
deportiva dentro, o, en su caso, al margen del ámbito federado.

2. Los clubes deportivos se regirán por la presente ley, por las disposiciones reglamentarias
que la desarrollen y por los propios estatutos y reglamentos de régimen interno dictados en
su desarrollo. Además, y siempre y cuando esos clubes deportivos se integren en las
federaciones deportivas de Canarias que correspondan, reconocerán y acatarán los estatutos
y reglamentos federativos territoriales respectivos o, en su defecto, los propios de las
federaciones nacionales homónimas.

74
3. Para la constitución de un club deportivo, sus fundadores deberán inscribir en el Registro
de Entidades Deportivas de Canarias el acta fundacional. Esta acta deberá otorgarse por, al
menos, cinco fundadores y recoger la voluntad de éstos de constituir un club con exclusivo
objeto deportivo, identificar a los fundadores, así como incluir la denominación de la entidad,
el domicilio social y el expreso sometimiento a la presente ley y disposiciones de desarrollo y
a las que rigen la modalidad de la federación deportiva correspondiente. Dicha acta irá
acompañada de los estatutos del club con el contenido mínimo que reglamentariamente se
determine.

Artículo 39.- Los grupos de recreación deportiva.

1. Son grupos de recreación deportiva, a los efectos de esta ley, las entidades deportivas con
personalidad jurídica propia que tengan como fin primordial la promoción o práctica del
deporte entre sus asociados al margen del deporte federado.

2. Para la constitución de un grupo de recreación deportiva, con primordial objeto deportivo,


sus fundadores deberán solicitar la inscripción en el Registro de Entidades Deportivas de
Canarias mediante la presentación de la correspondiente acta fundacional. El acta deberá
otorgarse por, al menos, cinco fundadores y recoger su voluntad de constituir un grupo de
recreación deportiva con primordial objeto deportivo, identificar a los fundadores, así como
incluir la denominación de la entidad, el domicilio social y el expreso sometimiento a la
presente ley y disposiciones de desarrollo. Dicha acta irá acompañada de los estatutos del
grupo con el contenido mínimo que reglamentariamente se determine.

Artículo 40.- Los clubes registrados por entidades no deportivas.

1. Las entidades públicas o privadas, dotadas de personalidad jurídica, con sede en la


Comunidad Autónoma de Canarias, que se hayan constituido de conformidad con la
legislación correspondiente, podrán acceder al Registro de Entidades Deportivas de Canarias,
cuando desarrollen actividades deportivas de carácter accesorio en relación a su objeto
principal.

2. A los efectos previstos en el apartado anterior, la entidad deberá otorgar escritura pública
ante notario en la que, además de las previsiones generales, se indique expresamente la
voluntad de registrar un club deportivo, que no tendrá personalidad jurídica diferenciada,
incluyendo lo siguiente: estatutos que acrediten su naturaleza jurídica, identificación del
responsable del club y régimen del presupuesto diferenciado.

Artículo 41.- Las sociedades anónimas deportivas.

Las sociedades anónimas deportivas con domicilio en la Comunidad Autónoma de Canarias se


regirán por la legislación estatal específica en la materia.

CAPÍTULO III
LAS FEDERACIONES DEPORTIVAS CANARIAS

Sección 1ª Generalidades

Artículo 42.- Las federaciones deportivas canarias.

75
1. Las federaciones deportivas canarias son entes asociativos de segundo grado, que
organizan, promueven y reglamentan, dentro de su ámbito de incidencia territorial, uno o
varios deportes con el fin de que todos los agentes activos implicados en el mismo puedan
desarrollarlo y llevarlo a la práctica.

2. Sólo podrá existir una federación canaria por cada modalidad deportiva, salvo las
polideportivas para personas con minusvalía y aquéllas dedicadas a los juegos y deportes
autóctonos y tradicionales canarios, si así se recoge en la normativa reglamentaria de
aplicación a las mismas. En ningún caso podrán existir varias federaciones canarias de una
misma modalidad deportiva.

3. Las federaciones deportivas canarias deberán ajustar su organización y funcionamiento a


las previsiones de la presente ley y disposiciones que la desarrollen, a sus estatutos y
reglamentos de régimen interno y a los acuerdos válidamente adoptados por sus órganos de
gobierno y representación.

Artículo 43.- Las funciones de las federaciones deportivas canarias.

Las federaciones deportivas canarias, además de sus funciones propias en el ámbito interno,
ejercen, por atribución expresa de esta ley y bajo la tutela de la Administración pública de la
Comunidad Autónoma de Canarias, las siguientes funciones públicas de carácter
administrativo, actuando, en este caso, como agentes colaboradores de la Administración
pública de la Comunidad Autónoma de Canarias:

a) Calificar y organizar o tutelar, en su caso, las actividades y competiciones deportivas


oficiales cuyo ámbito no exceda del territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias.

b) Promover y ordenar su modalidad deportiva en todo el territorio de la Comunidad


Autónoma de Canarias.

c) Diseñar, elaborar y ejecutar los planes de preparación de los deportistas de alto nivel en
su respectiva modalidad deportiva, de acuerdo con el desarrollo normativo
correspondiente. d) Colaborar con la Administración deportiva de la Comunidad
Autónoma en la formación de técnicos deportivos, y en la prevención, control y represión
del uso de sustancias y grupos farmacológicos prohibidos y métodos no reglamentarios
en el deporte.

d) Ejercer la potestad disciplinaria en los términos establecidos en la presente ley y sus


disposiciones de desarrollo.

e) Colaborar en el control de las subvenciones y ayudas que se asignen a sus asociados en


los términos establecidos en las disposiciones de desarrollo de la presente ley.

f) Ejecutar, en su caso, las resoluciones de la Administración pública de la Comunidad


Autónoma de Canarias, el Comité Canario de Disciplina Deportiva y la Junta Canaria de
Garantías Electorales del Deporte.

g) Colaborar con las Administraciones públicas en la organización de las actividades y


competiciones del deporte en edad escolar.

h) Establecer y aplicar el régimen para la elección de sus órganos de gobierno y


representación.

76
Sección 2ª Reconocimiento y organización

Artículo 44.- Reconocimiento.

1. Corresponderá a la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias el


reconocimiento y la autorización de la inscripción registral de las federaciones deportivas
canarias, en función de criterios de interés deportivo autonómico, viabilidad económica y de
la implantación real de la modalidad deportiva en la Comunidad Autónoma de Canarias.

2. El reconocimiento de una federación deportiva canaria por la Administración pública de la


Comunidad Autónoma de Canarias, llevará consigo el que ostente la representación del
deporte canario, en la modalidad de que se trate, en todos los ámbitos.

3. El reconocimiento de una federación deportiva canaria de nueva creación será provisional,


por un tiempo de tres años, debiendo ratificarse o revocarse tras ese período.

4. La revocación del reconocimiento de las federaciones deportivas canarias se producirá por


la desaparición de los motivos que dieron lugar a dicho reconocimiento. Artículo 45.-
Organización interna y territorial.

1. Las federaciones deportivas canarias regularán su estructura interna y funcionamiento de


acuerdo con los principios de representación democrática y de descentralización de
funciones.

2. Asimismo, garantizarán la participación en las asambleas federativas de los representantes


de los clubes deportivos, jueces, árbitros, técnicos, deportistas y otros colectivos interesados
e integrados en su organización.

3. Serán órganos electivos necesariamente, el presidente y la asamblea general. Asimismo, la


junta electoral deberá ser designada por la asamblea general.

4. La organización territorial de las federaciones deportivas canarias se ajustará a la


configuración insular de esta Comunidad Autónoma. Excepcionalmente, la Administración
pública de la Comunidad Autónoma de Canarias podrá autorizar, por un tiempo o plazo
determinado, una estructura territorial singular, siempre que concurran circunstancias
extraordinarias que así lo aconsejen.

5. Los órganos competentes de las federaciones deportivas canarias ejercerán las facultades
de tutela señaladas en el artículo 48 de esta ley sobre las federaciones de ámbito territorial
inferior integradas en las mismas.

6. La potestad reglamentaria en los órdenes competicional, disciplinario y electoral será


competencia de la asamblea general de la respectiva federación deportiva canaria.

7. Cuando en una isla no existiese organización federativa integrada en la correspondiente


federación canaria, ésta podrá establecer una delegación que gestione la actividad federativa
en dicho territorio.

Sección 3ª Régimen económico-financiero

Artículo 46.- Régimen económico-financiero.

77
1. Las federaciones deberán adaptar sus cuentas al Plan General Contable que
reglamentariamente se determine.

2. Estarán sujetas al régimen de presupuesto y patrimonio propio, debiendo practicar al


menos cada dos años una censura de cuentas en la forma que reglamentariamente se
determine.

3. Las federaciones deportivas canarias tienen su propio régimen de administración y gestión


de presupuesto y patrimonio, siéndoles de aplicación, en todo caso, las siguientes reglas:

a) Pueden promover y organizar actividades y competiciones deportivas dirigidas al público,


debiendo aplicar los beneficios económicos, si los hubiere, al desarrollo de su objeto
social.

b) Pueden gravar y enajenar sus bienes inmuebles, tomar dinero a préstamo y emitir títulos
representativos de deuda o de parte alícuota patrimonial, siempre que dichos negocios
jurídicos no comprometan de modo irreversible el patrimonio de la entidad o su objeto
social. Cuando se trate de bienes inmuebles que hayan sido financiados, en todo o en
parte, con fondos públicos, será preceptiva la autorización de la Administración pública
de la Comunidad Autónoma de Canarias para su gravamen o enajenación.

c) Pueden ejercer, complementariamente, actividades de carácter industrial, comercial,


profesional o de servicios y destinar sus bienes y recursos a los mismos objetivos
deportivos, pero en ningún caso podrán repartir beneficios entre sus miembros.

d) No podrán comprometer gastos de carácter plurianual sin autorización de la


Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias, cuando la naturaleza del
gasto o el porcentaje del mismo en relación con su presupuesto vulnere los criterios
establecidos reglamentariamente.

e) Deberán someterse a auditorías financieras y, en su caso, de gestión, así como a informes


de revisión limitada, sobre la totalidad de los gastos. Estas actuaciones podrán ser
encargadas y sufragadas por la Administración pública de la Comunidad Autónoma de
Canarias.

4. En caso de disolución de una federación deportiva canaria, su patrimonio neto, si lo


hubiera, se aplicará a la realización de fines análogos, determinándose por la Administración
pública de la Comunidad Autónoma de Canarias su destino concreto.

Sección 4ª Régimen electoral

Artículo 47.- Régimen electoral.

1. Las federaciones deportivas canarias elegirán sus órganos de gobierno y representación


mediante sufragio de las personas físicas y jurídicas afiliadas a las mismas, en los términos
que establezcan las disposiciones de desarrollo de esta ley y los reglamentos electorales de
aplicación. 2. La consideración de electores y elegibles para los órganos de gobierno y
representación se reconoce a:

a) Los deportistas mayores de edad para ser elegibles, y no menores de 16 años para ser
electores, que tengan licencia en vigor, homologada por la federación deportiva canaria
en el momento de las elecciones y la hayan tenido durante la temporada deportiva

78
anterior, siempre que hayan participado en competiciones o actividades de la respectiva
modalidad deportiva, de carácter oficial. En aquellas modalidades donde no exista
competición o actividad de dicho carácter, bastará la posesión de la licencia federativa y
los requisitos de edad.

b) Los clubes deportivos inscritos en la respectiva federación, en las mismas circunstancias


señaladas en el párrafo anterior.

c) Los técnicos, jueces y árbitros y otros colectivos interesados, asimismo en las mismas
circunstancias a las señaladas en el precitado párrafo a).

3. En todas las federaciones deportivas canarias existirá, como mínimo, una junta electoral
que velará, en la instancia federativa, por el ajuste a derecho de los procesos electorales de
los órganos de gobierno y representación federativos.

Sección 5ª Tutela de la Administración

Artículo 48.- Facultades de tutela de la Administración.

1. Con el fin de garantizar el cumplimiento efectivo de las funciones públicas atribuidas a las
federaciones deportivas canarias, la Administración pública de la Comunidad Autónoma de
Canarias podrá llevar a cabo las siguientes actuaciones, que, en ningún caso, tendrán carácter
de sanción:

a) Inspeccionar los libros y documentos oficiales y reglamentarios.

b) Convocar los órganos colegiados de representación, gobierno y control, para el debate y


resolución, si procede, de asuntos o cuestiones determinadas, cuando aquéllos no hayan sido
convocados por quien tiene la obligación de hacerlo, en tiempo reglamentario.

c) Suspender motivadamente al presidente o a los demás miembros de los órganos


federativos, de forma cautelar y provisional, y a los efectos de garantizar la eficacia de la
resolución final que pudiera recaer, cuando se incoe contra los mismos expediente
disciplinario como consecuencia de presuntas infracciones muy graves y susceptibles de
sanción tipificadas como tales en la presente ley y sus disposiciones de desarrollo.

2. En los casos de notoria inactividad o dejación de funciones por parte de una federación o
de sus órganos, que suponga incumplimiento grave de sus deberes legales o estatutarios, la
Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias podrá subrogarse en el
ejercicio de sus funciones mientras sea necesario para que se restaure el funcionamiento
legal y regular si efectuado el previo requerimiento de la Administración, éste no fuera
atendido en el plazo que se determine reglamentariamente.

3. Todo lo previsto en los apartados anteriores se entiende sin perjuicio de las


correspondientes sanciones que, en su momento, pudieran recaer por las irregularidades
observadas.

CAPÍTULO IV
LAS FEDERACIONES CANARIAS DE LOS JUEGOS Y DEPORTES AUTÓCTONOS Y
TRADICIONALES

79
Artículo 49.- Generalidades.

1. Las federaciones deportivas canarias de los juegos y deportes autóctonos y tradicionales,


dedicadas a la promoción y práctica de los deportes y juegos autóctonos y tradicionales de
Canarias, impulsan, ordenan y organizan en el ámbito de la Comunidad Autónoma las
especialidades propias de su modalidad deportiva.

2. En cuanto a su organización y funcionamiento, se estará a lo establecido en las normas


reguladoras de las federaciones deportivas canarias y estatutarias específicas.

CAPÍTULO V
EL REGISTRO DE ENTIDADES DEPORTIVAS DE CANARIAS

Artículo 50.- El Registro de Entidades Deportivas de Canarias.

1. Dentro del plazo reglamentariamente establecido, las entidades deportivas, cualquiera que
sea su forma, deberán inscribirse en el Registro de Entidades Deportivas de Canarias,
dependiente de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias, sin cuyo
requisito no tendrán derecho a los beneficios previstos en la presente ley.

2. El reconocimiento a efectos deportivos de una entidad deportiva se acreditará mediante el


correspondiente Certificado de Identidad Deportiva, expedido por el Registro de Entidades
Deportivas de Canarias. 3. El régimen jurídico de dicho Registro y del acceso de las entidades
deportivas al mismo será desarrollado reglamentariamente.

4. Solamente las entidades deportivas inscritas en el Registro de Entidades Deportivas de


Canarias tendrán identidad deportiva y posibilidad de participación en competiciones y
actividades oficiales.

5. La denominación de las entidades deportivas que deseen acceder al Registro de Entidades


Deportivas de Canarias no podrá inducir a error o confusión sobre la naturaleza y actividades
de dichas entidades o sobre la identidad con otras entidades ya inscritas.

6. El Registro de Entidades Deportivas de Canarias comunicará, en los términos en que


reglamentariamente se establezca, a los cabildos insulares las entidades deportivas inscritas
en su ámbito territorial, así como al Registro de ámbito estatal de Asociaciones Deportivas.

TÍTULO VI
LA JUSTICIA DEPORTIVA
CAPÍTULO I
LOS RECURSOS EN EL ÁMBITO DEPORTIVO

Artículo 51.- Tipología de los recursos.

Los actos y resoluciones dictados por los órganos competentes de las federaciones deportivas
canarias que hayan agotado la vía federativa, serán recurribles según el régimen siguiente:

a) Las resoluciones dictadas en el ejercicio de funciones públicas de carácter administrativo


no relativas a la materia disciplinaria y electoral, serán recurribles ante el órgano
competente de la consejería de la Comunidad Autónoma de Canarias con atribuciones en

80
materia deportiva, en la forma y plazos establecidos en la legislación vigente para el
recurso administrativo ordinario.

b) Las decisiones emanadas en materia disciplinaria deportiva serán recurribles ante el


Comité Canario de Disciplina Deportiva en la forma y plazos establecidos en sus normas
reguladoras específicas.

c) Las decisiones referentes a los procesos electorales de los órganos de gobierno y


representación de las federaciones deportivas canarias y de las federaciones en ellas
integradas, serán recurribles ante la Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte
en la forma y plazos establecidos en sus normas reguladoras específicas. d) El resto de
decisiones o resoluciones serán directamente impugnables ante el orden jurisdiccional
competente, sin perjuicio de lo establecido en la presente ley para la resolución
extrajudicial de conflictos en el deporte.

Artículo 52.- Actos que agotan la vía federativa.

1. Agotan la vía federativa los siguientes actos:

a) Los dictados por los órganos disciplinarios en aquellos asuntos en los que conozcan en
única o segunda instancia.

b) Los dictados por los comités jurisdiccionales.

c) Los dictados por las asambleas y por los presidentes y juntas de gobierno.

d) Los dictados por las juntas electorales en aquellos asuntos en los que conozcan en única o
segunda instancia.

e) Los dictados por aquellos otros órganos federativos no susceptibles de recurso según las
normas vigentes en cada federación.

f) Los actos resolutorios de recursos interpuestos en el seno de la federación.

2. Si los actos enumerados en la letra f) del apartado anterior no fueran expresos, debe
considerarse agotada la vía federativa conforme a la normativa vigente en cada federación.
Supletoriamente se aplicará lo dispuesto en la legislación reguladora del procedimiento
administrativo común sobre los actos presuntos.

CAPÍTULO II
LA DISCIPLINA DEPORTIVA

Sección 1ª Generalidades

Artículo 53.- Ámbito de la disciplina deportiva.

El ámbito de la disciplina deportiva, a los efectos de la presente ley y cuando se trate de


actividades o competiciones de ámbito canario o afecte a personas que participen en ellas, se
extiende a las infracciones de reglas del juego o competición y normas generales deportivas
tipificadas en esta ley, en sus disposiciones de desarrollo y en las estatutarias o
reglamentarias de las entidades deportivas con domicilio en la Comunidad Autónoma de
Canarias. Artículo 54.- Concepto.

81
1. Son infracciones de las reglas del juego o competición las acciones u omisiones que,
durante el curso del juego o competición, vulneren, impidan o perturben su normal
desarrollo.

2. Son infracciones a las normas generales deportivas las demás acciones u omisiones que
sean contrarias a lo dispuesto por dichas normas.

Artículo 55.- Potestad disciplinaria.

La potestad disciplinaria atribuye a sus titulares legítimos la facultad de investigar y, en su


caso, sancionar o corregir a las personas o entidades sometidas a la disciplina deportiva,
según sus respectivas competencias.

Artículo 56.- Ejercicio de la potestad disciplinaria.

El ejercicio de la potestad disciplinaria deportiva corresponderá:

a) A los jueces o árbitros, durante el desarrollo de los encuentros o pruebas, con sujeción a
las reglas establecidas en las disposiciones de cada modalidad deportiva.

b) A los clubes deportivos y grupos de recreación deportiva, sobre sus socios o asociados,
deportistas o técnicos y directivos o administradores.

c) A las federaciones deportivas canarias, sobre todas las personas que forman parte de su
propia estructura orgánica; los clubes deportivos y sus deportistas, técnicos y directivos;
los jueces y árbitros y, en general, todas aquellas personas y entidades que, estando
federadas, desarrollan la actividad deportiva correspondiente en el ámbito canario.

d) Al Comité Canario de Disciplina Deportiva, sobre las mismas personas y entidades de los
apartados anteriores y sobre las federaciones deportivas canarias.

Artículo 57.- Contenido mínimo de la normativa disciplinaria.

1. Las disposiciones estatutarias o reglamentarias de las federaciones deportivas canarias,


dictadas en el marco de la presente ley, deberán prever, inexcusablemente y en relación con
la disciplina deportiva, los siguientes extremos:

a) Un sistema tipificado de infracciones, de conformidad con las reglas de la


correspondiente modalidad deportiva, graduándolas en función de su gravedad. b) Los
principios y criterios que aseguren la diferenciación entre el carácter leve, grave y muy
grave de las infracciones, la proporcionalidad de las sanciones aplicables a las mismas, la
inexistencia de doble sanción por los mismos hechos, la aplicación de los efectos
retroactivos favorables y la prohibición de sancionar por infracciones no tipificadas con
anterioridad al momento de su comisión.

b) Un sistema de sanciones correspondiente a cada una de las infracciones, así como las
causas o circunstancias que eximan, atenúen o agraven la responsabilidad del infractor y
los requisitos de extinción de esta última.

c) Los distintos procedimientos disciplinarios de tramitación e imposición, en su caso, de


sanciones.

82
d) El sistema de recursos contra las sanciones impuestas.

2. El resto de entidades deportivas, salvo las sociedades anónimas deportivas, deberá regular
en sus normas estatutarias o reglamentarias los extremos señalados en el apartado anterior
o, en su defecto, manifestar de forma expresa la aplicación supletoria del régimen
disciplinario deportivo de alguna de las federaciones deportivas canarias a las que esté
adscrito.

Sección 2ª Clasificación y tipificación de las infracciones

Artículo 58.- Clasificación de las infracciones.

Las infracciones a las reglas de juego o de la competición o a las de la conducta deportiva


pueden ser: muy graves, graves y leves.

Artículo 59.- Infracciones muy graves.

1. Se consideran infracciones muy graves:

a) El abuso de autoridad y la usurpación ilegítima de atribuciones o competencias.

b) La inactividad o dejación de funciones de los miembros de los órganos disciplinarios o


electorales deportivos que suponga incumplimiento muy grave de sus deberes legales y
estatutarios.

c) El reiterado y manifiesto incumplimiento por parte de las entidades deportivas afiliadas a


las federaciones correspondientes de las previsiones reglamentarias de la Administración
o de las normas estatutarias federativas relativas a la idoneidad de las instalaciones de su
titularidad destinadas a la práctica o enseñanza deportiva. d) La realización o prestación
de servicios de forma reiterada relacionados con la enseñanza, formación, dirección,
entrenamiento o animación de carácter técnico-deportivo sin la titulación
correspondiente, de acuerdo con las normas establecidas por la Administración y por las
federaciones deportivas en materia de titulaciones deportivas.

d) El quebrantamiento de sanciones impuestas por falta grave o muy grave.

e) El acto dirigido a predeterminar, mediante precio, intimidación, indemnización o ventaja,


o simple convenio, el resultado de un encuentro, prueba o competición.

f) La promoción, la incitación al consumo o el consumo de sustancias prohibidas o la


utilización en la práctica deportiva de métodos legal o reglamentariamente prohibidos y,
cualquier acción u omisión que impida el debido control de aquellas sustancias o
métodos.

g) La agresión, intimidación o coacción a jueces, árbitros, deportistas, técnicos,


entrenadores, delegados, directivos y demás personas pertenecientes a cualquier otro
estamento de la federación y al público en general, motivadas por la celebración de un
evento deportivo.

h) La protesta o actuación colectiva o tumultuaria que impida la celebración de un


encuentro, prueba o competición o que obligue a su suspensión temporal o definitiva.

83
i) La protesta o actuación individual airada y ofensiva o el incumplimiento manifiesto a las
órdenes e instrucciones emanadas de jueces, árbitros, técnicos, entrenadores, directivos
y demás autoridades deportivas, con menosprecio de su autoridad.

j) La falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas


autonómicas.

k) Las declaraciones públicas de deportistas, técnicos, entrenadores, jueces, árbitros,


directivos o socios que inciten a los equipos o a los espectadores a la violencia.

l) La organización y colaboración en la realización de actividades deportivas que incumplan


las determinaciones que en materia de seguridad y cobertura de riesgos en las
actividades deportivas se establezcan reglamentariamente, cuando la realización de la
actividad genere muy graves riesgos para terceros.

2. Asimismo, se consideran infracciones muy graves de los presidentes y directivos de las


federaciones deportivas de Canarias las siguientes:

a) El incumplimiento de los acuerdos de la asamblea general y demás órganos federativos,


así como los reglamentos electorales y demás disposiciones estatutarias o
reglamentarias.

b) La no ejecución de las resoluciones u otras órdenes y requerimientos de la


Administración deportiva autonómica, del Comité Canario de Disciplina Deportiva y de la
Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte adoptados en el ejercicio de sus
funciones.

c) La no convocatoria en los plazos y condiciones legales, de forma sistemática y reiterada,


de los órganos colegiados federativos.

d) La incorrecta utilización de los fondos privados o de las subvenciones, créditos, avales y


demás ayudas concedidas por entes públicos.

e) El compromiso de gastos de carácter plurianual del presupuesto, sin la autorización


reglamentaria.

f) La no expedición, sin causa justificada, de las licencias federativas siempre que hubiera
mediado mala fe.

g) La colaboración, patrocinio o autorización de actividades deportivas que incumplan las


determinaciones que, en materia de seguridad y cobertura de riesgos en las actividades
deportivas, se establezcan reglamentariamente.

h) El incumplimiento de los deberes o compromisos adquiridos formalmente con la


Administración autonómica.

3. Serán también infracciones muy graves a las reglas de juego o competición y a la conducta
deportiva aquéllas que con tal carácter establezcan los clubes y federaciones en sus
respectivos estatutos y reglamentos, en función de la especificidad de su modalidad
deportiva.

Artículo 60.- Infracciones graves.

84
Se considerarán, en todo caso, infracciones graves a las reglas de juego o competición o a las
normas deportivas generales las siguientes:

a) El quebrantamiento de sanciones impuestas por infracciones leves.

b) La inactividad o dejación de funciones de los miembros de los órganos disciplinarios o


electorales deportivos, que no supongan incumplimiento muy grave de sus deberes
legales y estatutarios.

c) El incumplimiento, por parte de quienes no sean directivos, de los reglamentos


electorales y en general de los acuerdos de la asamblea general y demás disposiciones
estatutarias o reglamentarias.

d) El incumplimiento por parte de las entidades deportivas afiliadas a las federaciones


correspondientes, cuando no revista el carácter de falta muy grave, de las previsiones
reglamentarias de la Administración o de las normas estatutarias federativas relativas a la
idoneidad de las instalaciones de su titularidad destinadas a la práctica o enseñanza
deportiva.

e) La realización o prestación de servicios, cuando no revista el carácter de falta muy grave,


relacionados con la enseñanza, formación, dirección, entrenamiento o animación de
carácter técnico-deportivo sin la titulación correspondiente de acuerdo con las normas
establecidas por la Administración y por las federaciones deportivas en materia de
titulaciones deportivas.

f) Los insultos y ofensas a jueces, árbitros, técnicos, entrenadores, directivos y otras


autoridades deportivas o jugadores y contra el público asistente a un encuentro, prueba
o competición.

g) La protesta, intimidación o coacción colectiva o tumultuaria que altere el normal


desarrollo del juego, prueba o competición.

h) La protesta o el incumplimiento de órdenes e instrucciones emanadas de jueces, árbitros,


técnicos, entrenadores, directivos y demás autoridades deportivas que hubieran
adoptado en el ejercicio de sus funciones, cuando no revistan el carácter de falta muy
grave.

i) La organización de actividades, pruebas o competiciones deportivas, con la denominación


de oficiales, sin la autorización correspondiente.

j) Los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad y al decoro deportivo.

k) El ejercicio de actividades públicas o privadas declaradas incompatibles con la actividad o


función deportiva desempeñada.

l) Las que con dicho carácter establezcan las federaciones en sus respectivos estatutos y
reglamentos, en función de la especificidad de su modalidad deportiva.

m) La organización y colaboración en la realización de actividades deportivas que incumplan


las determinaciones que, en materia de seguridad y cobertura de riesgos en las
actividades deportivas, se establezcan reglamentariamente cuando la realización de la
actividad no genere riesgos muy graves para terceros.

85
Artículo 61.- Infracciones leves.

Se considerarán, en todo caso, infracciones leves a las reglas de juego o competición o a las
normas deportivas generales las siguientes:

a) La formulación de observaciones a jueces, árbitros, técnicos, entrenadores y demás


autoridades deportivas, jugadores o contra el público asistente de manera que suponga
una leve incorrección.

b) La adopción de una actitud pasiva en el cumplimiento de las órdenes e instrucciones


recibidas por los jueces, árbitros, técnicos, entrenadores y demás autoridades deportivas
en el ejercicio de sus funciones.

c) Las conductas claramente contrarias a las normas deportivas, que no estén incursas en la
calificación de muy graves o graves.

d) Las que con dicho carácter establezcan los clubes y federaciones en sus respectivos
estatutos y reglamentos, en función de la especificidad de su modalidad deportiva.

Sección 3ª

Artículo 62.- Causas modificativas o extintivas de la responsabilidad.

1. La reincidencia y el precio serán considerados, en todo caso, como circunstancias


agravantes de la responsabilidad en la disciplina deportiva.

2. Son, en todo caso, circunstancias atenuantes para las infracciones del juego o competición,
el arrepentimiento espontáneo y la provocación suficiente, inmediatamente previa a la
infracción.

3. Se considerarán, en todo caso, como causas de extinción de la responsabilidad disciplinaria


deportiva, el fallecimiento del inculpado, la disolución de la entidad sancionada, el
cumplimiento de la sanción y la prescripción de la infracción o de la sanción impuesta.

Sección 4ª

Artículo 63.- Sanciones.

1. Las sanciones susceptibles de aplicación por la comisión de infracciones deportivas


correspondientes serán las siguientes: a) La inhabilitación, suspensión o privación de licencia
federativa, con carácter temporal o definitivo, en adecuada proporción a las infracciones
cometidas.

b) La sanción económica en los casos en que los deportistas, técnicos, jueces o árbitros
perciban retribución por su labor, debiendo figurar cuantificadas en el reglamento
disciplinario correspondiente.

c) La clausura de recinto deportivo, pudiéndose prever, en este caso, a petición de parte, la


suspensión provisional de la ejecución de la sanción hasta que se produzca la resolución
definitiva del expediente disciplinario.

86
d) La prohibición de acceso al recinto deportivo, pérdida de la condición de socio y
celebración a puerta cerrada de la competición o actividad deportiva.

2. Por la comisión de las infracciones enumeradas en el artículo 59.2 podrá imponerse la


sanción de inhabilitación temporal de dos meses a ocho años y amonestación pública.

3. Con independencia de las sanciones que puedan corresponder, los órganos disciplinarios
tendrán la facultad para alterar el resultado de encuentros, pruebas y competiciones por
causas de predeterminación mediante precio, intimidación o acuerdos, del resultado de la
prueba o competición, en supuestos de alineación indebida y, en general, en todos aquellos
casos en los que la infracción suponga una grave alteración del resultado del encuentro,
prueba o competición.

Sección 5ª

Artículo 64.- Prescripción.

1. Las infracciones prescribirán a los tres años, al año o al mes, según se trate de las muy
graves, graves o leves, comenzándose a contar el plazo de prescripción al día siguiente a la
comisión de la infracción.

2. El plazo de prescripción se interrumpirá por la iniciación del procedimiento sancionador,


con conocimiento del interesado, pero si éste permaneciese paralizado durante un mes por
causa no imputable a la persona o entidad sujeta a dicho procedimiento, volverá a correr el
plazo correspondiente.

3. Las sanciones prescribirán a los tres años, al año o al mes, según se trate de las que
correspondan a infracciones muy graves, graves o leves, comenzándose a contar el plazo de
prescripción desde el día siguiente a aquél en que adquiera firmeza la resolución por la que se
impuso la sanción, o desde que se quebrantase su cumplimiento si éste hubiera comenzado.
Sección 6ª

Sección 6ª Procedimiento

Artículo 65.- Condiciones mínimas del procedimiento.

1. Son condiciones generales y mínimas de los procedimientos disciplinarios las siguientes:

a) Los jueces o árbitros ejercen la potestad disciplinaria durante el desarrollo de los


encuentros o pruebas, de forma inmediata, pudiéndose prever, en este caso, un
adecuado sistema posterior de reclamaciones.

b) En las pruebas o competiciones deportivas cuya naturaleza requiera la intervención


inmediata de los órganos disciplinarios para garantizar el normal desarrollo de las
mismas, deberán preverse los sistemas procedimentales que permitan conjugar la
actuación perentoria de aquellos órganos con el trámite de audiencia y el derecho a
reclamación de los interesados.

c) El procedimiento ordinario aplicable para la imposición de sanciones por infracción de las


reglas del juego o de la competición deberá asegurar el normal desarrollo de la

87
competición, así como garantizar el trámite de audiencia de los interesados y el derecho a
recurso.

d) El procedimiento extraordinario, que se tramitará para las sanciones correspondientes al


resto de las infracciones, se ajustará a los principios y reglas de la legislación
sancionadora general, siendo imprescindible la audiencia previa y concretándose en el
reglamento de desarrollo de la presente ley todos los extremos necesarios.

2. Las actas suscritas por los jueces o árbitros del encuentro, prueba o competición
constituirán medio documental necesario en el conjunto de la prueba de las infracciones a las
reglas y normas deportivas y gozarán de presunción de veracidad respecto de los hechos
reflejados en las mismas, salvo prueba suficiente en contrario o error material manifiesto.

Artículo 66.- Ejecutividad de las sanciones.

Las sanciones impuestas en materia disciplinaria deportiva serán ejecutivas, sin que las
reclamaciones o recursos interpuestos contra ellas paralicen o suspendan su ejecución, salvo
que el órgano a quien corresponda resolver el recurso acuerde su suspensión.

Artículo 67.- Compatibilidad de la disciplina deportiva.

1. El régimen disciplinario deportivo es independiente de la responsabilidad civil, penal,


administrativa o laboral que se regirá por la legislación que, en cada caso, corresponda. En
todo caso, los órganos disciplinarios deportivos competentes deberán, de oficio o a instancia
del instructor del expediente, comunicar al Ministerio Fiscal aquellas infracciones que
pudieran revestir caracteres de delito o falta penal. En este caso, se acordará la suspensión
del procedimiento, según las circunstancias concurrentes, hasta que recaiga la
correspondiente resolución judicial, debiendo adoptarse, si fuere procedente, las
correspondientes medidas cautelares que aseguren la eficacia de la resolución final que
pudiera recaer en el procedimiento.

2. La imposición de sanciones en vía administrativa, conforme a lo previsto en las normas


reguladoras de la prevención de la violencia en los espectáculos deportivos, no impedirá, en
su caso, y atendiendo a su distinto fundamento, la depuración de responsabilidades de índole
deportiva a través de los procedimientos previstos en esta ley y sus disposiciones de
desarrollo, sin que puedan recaer sanciones de idéntica naturaleza.

Sección 7ª El Comité Canario de Disciplina Deportiva

Artículo 68.- Generalidades.

1. El Comité Canario de Disciplina Deportiva es el órgano superior en materia de disciplina


deportiva, adscrito orgánicamente al departamento competente en materia de deporte, en el
ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias que, actuando con total
independencia, decidirá en última instancia administrativa sobre las cuestiones de su
competencia conforme a las reglas establecidas en la presente ley y disposiciones que la
desarrollen.

2. Las resoluciones del Comité Canario de Disciplina Deportiva agotarán la vía administrativa y
podrán ser objeto de recurso ante la jurisdicción contencioso-administrativa.

88
3. Las competencias, organización y funcionamiento del Comité Canario de Disciplina
Deportiva se determinarán reglamentariamente.

Artículo 69.- Composición.

1. El Comité Canario de Disciplina Deportiva estará integrado por cinco miembros, licenciados
en Derecho y con experiencia en materia deportiva, de entre los que se designará un
presidente y un vicepresidente.

2. Los cinco miembros del Comité Canario de Disciplina Deportiva serán designados por la
consejería con competencia en materia de deporte de la forma siguiente:

a) Cuatro miembros, de entre los propuestos por los cabildos insulares, las universidades
canarias y las federaciones deportivas canarias.

b) Un miembro, de libre designación por la Administración deportiva autonómica.

3. El Comité Canario de Disciplina Deportiva estará asistido por un secretario, que deberá ser
también licenciado en Derecho, con voz pero sin voto, designado entre los funcionarios de la
Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias.

CAPÍTULO III
LA JUNTA CANARIA DE GARANTÍAS ELECTORALES DEL DEPORTE

Artículo 70.- Generalidades.

1. La Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte, adscrita orgánicamente al


departamento competente en materia de deporte, velará, con total independencia, de forma
inmediata y en última instancia administrativa, por la adecuación a Derecho de los procesos
electorales y mociones de censura de los órganos de las federaciones deportivas canarias.

2. Las resoluciones de la Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte agotarán la vía
administrativa y podrán ser objeto de recurso ante la jurisdicción contencioso-administrativa.

3. La organización, competencias y funcionamiento de la Junta Canaria de Garantías


Electorales del Deporte se determinarán reglamentariamente.

Artículo 71.- Composición.

1. La Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte estará integrada por cinco miembros,
de entre los que se designará un presidente y un vicepresidente.

2. Los miembros de la Junta serán designados entre licenciados en Derecho, preferentemente


con experiencia en materia deportiva, por la consejería con competencia en materia de
deporte de la forma siguiente:

a) Cuatro miembros, de entre los propuestos por los cabildos insulares, las
universidades canarias y las federaciones deportivas canarias.

b) Un miembro, de libre designación por la Administración deportiva autonómica.

89
3. La Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte estará asistida por un secretario, que
deberá ser también licenciado en Derecho, con voz pero sin voto, designado entre los
funcionarios de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias.

CAPÍTULO IV
LA RESOLUCIÓN EXTRAJUDICIAL DE CONFLICTOS EN EL DEPORTE

Artículo 72.- La conciliación y el arbitraje.

1. Con objeto de facilitar la solución de litigios de carácter privado, surgidos de la práctica o


desarrollo del deporte y, en general, de cualquier actividad relativa al deporte, los
interesados podrán aplicar las fórmulas de conciliación y arbitraje, en los términos y bajo las
condiciones de las leyes del Estado sobre la materia.

2. Los laudos dictados en estos procedimientos tendrán los efectos previstos en la Ley de
Arbitraje.

Artículo 73.- El Tribunal Arbitral del Deporte Canario.

1. Se crea el Tribunal Arbitral del Deporte Canario, adscrito orgánicamente al departamento


competente en materia de deporte, como órgano institucionalizado dedicado a la mediación
y arbitraje en materia deportiva.

2. Su constitución, composición, organización y régimen de funcionamiento se determinarán


reglamentariamente.

DISPOSICIONES ADICIONALES

Primera.- De conformidad con lo establecido en el artículo 44 de la Ley 14/1990, de 26 de


julio, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas de Canarias, las competencias
contenidas en el artículo 9 de la presente ley quedan transferidas a los cabildos insulares,
produciéndose su asunción efectiva con arreglo al procedimiento previsto en la disposición
transitoria tercera de la citada Ley 14/1990.

Segunda.- La Administración deportiva de la Comunidad Autónoma de Canarias podrá


autorizar excepcionalmente un régimen electoral singular a aquellas federaciones en las que
el número de deportistas con derecho a sufragio sea desproporcionadamente inferior en
relación con el número total de afiliados a las mismas.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Primera.- Las entidades deportivas creadas con anterioridad a la entrada en vigor de la


presente ley, deberán adaptar sus normas estatutarias y reglamentarias a las previsiones
contenidas en la misma y a las disposiciones reglamentarias que se dicten en su desarrollo, en
el plazo que éstas fijen al respecto. Segunda.- El Comité Canario de Disciplina Deportiva y la
Junta Canaria de Garantías Electorales del Deporte procederán a la renovación de sus
miembros conforme a lo previsto en esta ley, una vez hayan finalizado los mandatos de sus
actuales componentes.

DISPOSICIONES FINALES

90
Primera.- Se autoriza al Gobierno para que dicte las disposiciones reglamentarias necesarias
para el desarrollo y ejecución de esta ley.

Segunda.- Mientras no se dicten las disposiciones de carácter general a las que hace
referencia la disposición final primera, continuará en vigor la reglamentación jurídico-
deportiva vigente en la Comunidad Autónoma de Canarias en el momento de la promulgación
de la presente ley, en todo aquello que sea compatible.

Tercera.- El Plan Regional de Infraestructuras Deportivas de Canarias será elaborado,


tramitado y aprobado en el plazo de un año a partir de la aprobación de la presente ley.

Cuarta.- El Gobierno elaborará un reglamento específico en el que se establezca el régimen


jurídico de los juegos y deportes autóctonos y tradicionales de Canarias, así como el
desarrollo de los aspectos culturales y educativos de los mismos.

Quinta.- La presente ley entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial
de Canarias.

Por tanto, mando a los ciudadanos y a las autoridades que la cumplan y la hagan cumplir.

Santa Cruz de Tenerife, a 9 de julio de 1997.

EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, Manuel Hermoso Rojas.

91

También podría gustarte