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Recordemos que para que una regla de conducta sea derecho no basta con que
aparezca respaldada por la coacción, sino que además, ha de realizar el valor de
justicia, entendida como la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo
suyo. Estas reglas que regulaban el poder político se denominaban leyes
constitutivas de la comunidad política.
Los presupuestos ideológicos del mismo de carácter mediato son los propios de la
civilización occidental. Por su parte, los presupuestos ideológicos de carácter
inmediato son la trasposición del principio democrático del ámbito religioso al
político, el racionalismo, individualismo, contractualismo y liberalismo.
●Revoluciones atlánticas:
-Inglesa: La revolución inglesa cuenta con dos fases. La primera de ellas, 1640 a
1659, es la revolución puritana dirigida por Comwell, que triunfó inicialmente hasta
el punto de abolir la monarquía, organizándose como CommonWealth. Sin embargo,
las disidencias inevitables en todo el proceso que surgieron con la muerte de
Cromwell determinaros la restauración de la monarquía, contra la que se dirigió la
segunda fase de la revolución.
-En la concepción de que el único régimen político en el que los hombres pueden
vivir es el régimen constitucional, porque en este el poder de los gobernantes es
controlado, limitado y supervisado por los gobernados a través de la democracia, la
división de poderes y las Lib. Pbs.
-En la concepción de que una constitución solo puede existir como norma jdca
superior. Esto determinó que algunas constituciones de entreguerras consagraran el
carácter de norma suprema de las mismas y optaran por su defensa jdca a través
de las correspondientes TC.
-En la solución federalista, el poder debe ser distribuido territorialmente entre todas
las partes del mismo.
-De otro, el movimiento constitucional tiene por objetivo preservar esa igualdad
entre los ciudadanos, así como el resto de sus ddfff, mediante la propia
constitución.
Podemos definir convencionalmente una constitución como el pacto entre todos los
ciudadanos de una sociedad por el que se establece el proyecto político, social y
económico de convivencia de dicha sociedad inspirado en la separación de poderes,
la democracia representativa y los derechos fundamentales y libertades públicas.
Aceptando como valido este concepto, se deducen las siguientes consecuencias:
-En segundo lugar, dicho pacto tiene un contenido específico que es la ordenación
política de la sociedad. En este sentido, el Profesor Garrorena Morales ha podido
señalar que esas fases distinguibles en la evolución del constitucionalismo serian
las siguientes:
-El triunfo de la Rev. Bolchevique de 1917 que supone la aparición de una nueva
forma de estado desconocida hasta entonces que se ofrecía como alternativa real y
efectiva a los modelos políticos y económicos existentes y que abría horizontes
inéditos al determinar cómo sus objetivos principales la abolición de la explotación
del hombre por el hombre, el establecimiento de una sociedad socialista y la
victoria del socialismo en todos los países.
-La propia incapacidad del sistema capitalista como sistema de producción cuyas
contradicciones internas habían precipitado su propio hundimiento, como
evidenciaba la Gran Depresión.
Estas tres causas determinaron que los estados constitucionales, hasta entonces
meros estados liberales que comparecían como expresión institucionalizada del
sistema capitalista, introdujeran una serie de correctivos para corregir los
desajustes económicos y sociales generados por la infraestructura económica
capitalista.
b) derecho a la educación.
c) derecho al trabajo.
d) derecho al descanso.
f) protección de la juventud.
Siendo ello esencialmente cierto, tal como se recoge en la mayor parte de las
constituciones de nuestro entorno, no es menos cierto que las propias
constituciones limitan la eficacia de sus preceptos que recogen derechos de
contenido social, económico y cultural, tal como sucede con la CE de 27 de
diciembre de 1978.
I Raptos de la constitución
II Identificación de la Constitución
-Leyes constitucionales, que son el tipo normativo que la propia constitución suele
reservar para algún contenido materialmente importante y para cuya aprobación
impone un procedimiento semejante al establecido para reformar el texto
constitucional.
-Las normas constitucionalizadas por reenvío, que son aquellas leyes de derecho a
las que la constitución atrae con la intención de someter a ellas su propio
ordenamiento.
-Su eficacia como norma fundacional de la comunidad política, esto es, su condición
como única que funda a la comunidad y la hace existir para el derecho.
-Su cualidad como derecho fundamental del estado, es decir, como único derecho al
que le corresponde fijar las reglas básicas del sistema político y del modelo
institucional de convivencia.
-Su posición como derecho superior al resto del derecho, cualidad jurídica que la
sitúa por encima de las demás normas y la hace prevaler sobre ellas.
En segundo lugar, es una norma abierta, con esta expresión solemos aludir al alto
grado de elasticidad que poseen la mayoría de sus preceptos. Por eso en la
constitución abundan los enunciados cuyo formato no reproduce la estructura
habitual de las normas sino que se concreta en formulaciones de principio y en
IV Interpretación de la Constitución
En principio, las normas constitucionales son normas igual que las demás, con lo
cual es lógico que valgan para su interpretación los mismos métodos que desde
siempre hemos venido aplicando a la interpretación de tales normas. Por lo tanto en
la interpretación de las normas constitucionales es común recurrir al método
gramatical, interesado en buscar el sentido literal de las palabras.
Al método histórico, que trata de entender las normas a la luz de sus antecedentes.
Al método sociológico, que estima que el derecho debe leerse poniendo en
conexión con la realidad a la que va destinado. Al sistema sistemático, que parte
del presupuesto de que el ordenamiento jdco es un conjunto ordenado y coherente
de normas. Al método teleológico, partidario de interpretar las normas en atención
al fin que persiguen, es decir, el fin querido por el legislador según lo entiende la
concepción subjetiva.
V Eficacia de la Constitución
de normas. Define los principios que determinan el modo de relación entre tales
normas.
Según esta la constitución es aquella norma a la que el juez y los demás operarios
jdcos deben recurrir a la hora de determinar el sentido constitucional en el que
deben interpretar y aplicar las demás normas jdcas.
El deseo de llegar hasta ahí comenzó a manifestarse con claridad en toda Europa a
la salida de la II GM debido a la sensación que por entonces se tuvo de que la
ausencia de reconocimiento de valor aplicativo a las constituciones podía haber
estado entre las causas que facilitaros el cómodo avance de las fuerzas contrarias
al orden constitucional durante los regímenes totalitarios y fascistas, al no tener la
sociedad razón alguna para ver en tales textos una garantía eficaz de sus derechos.
En segundo lugar, tenemos las normas de aplicación aplazada, cuya estructura deja
diferida la concreción de alguno de los elementos que permitirían su aplicación a la
adopción de una norma posterior que la compete. Dentro de este grupo se incluyen
los mandatos al legislador, las normas programáticas y las normas orgánicas
incompletas.
-Según la solución italiana, el problema que nos ocupa debe plantearse como un
conflicto jerárquico de normas, esto es, como una colisión entre normas de
diferente rango y jerarquía, razón por la cual la verdadera causa de la nulidad de
ese derecho viejo no hay que buscarla en la condición de la constitución como ley
posterior sino en su calidad como ley superior.
Así planteada la cuestión, podría parecer que la misma carece de entidad, ya que, a
la postre, tanto da que ese derecho viejo pierda su vigencia porque se considere
derogado como porque se declare su inconstitucionalidad. Sin embargo, esto no es
del todo así ya que será una u otra la instancia encargada de resolver el problema,
lo que no es en absoluto indiferente.
VI Reforma constitucional
Sin embargo, al lado de ello es igualmente cierto que la vida de toda sociedad
historia, es cambio, y que, en consecuencia, las condiciones de su existencia están
sujetas a variaciones y mudanzas, con lo cual las constituciones que las rigen no
pueden ser tan rígidas que no quepa modificarlas cuando sea preciso.
más frecuentes de tales agravaciones consisten en hacer que la reforma tenga que
ser elaborada por una Asamblea distinta del Parlamento ordinario u convocada solo
para este fin y en imponer que en la reforma intervengan dos parlamentos
sucesivos a fin de que el primero de ellos los acredite y el segundo la confirme, en
exigir que la reforma se apruebe por mayoría reforzada y que se ratifique por los
ciudadanos.
No lo hacen porque se presente ante ellos una demanda cuyo objeto directo sea
dilucidad tal cuestión, sino porque, al hilo de un proceso del que el juez está
conociendo y que va a otras pretensiones, alguna de las partes le plantea la
excepción de inconstitucionalidad, esto es, la pretensión de que no aplique al caso
una determinada norma por considerarla inconstitucional.
Lógico riesgo de este modelo es el que acabe surgiendo entre ellos una
jurisprudencia contradictoria. No obstante, este peligro lo evita la existencia de un
TS que, al cesar o revisar las sentencias de los tribunales inferiores, consigue
unificar criterios, lo cual hace que sus decisiones sean la última y más valida
jurisprudencia constitucional del sistema.
La solución consistió en crear una jurisdicción específica para tal fin y además
concentrada en un único tribunal el TC, en cuyo nombramiento se reservaba incluso
un derecho a invertir la propia clase política y cuya independencia había que salvar
por otras vías. Ante este TC se preveía que pudieran presentar su demanda de
inconstitucionalidad aquellos concretos órganos del estado a los que la constitución
hubiera atribuido tal facultad y el TC la resolvería en una sentencia cuyo efecto
sería la nulidad de aquella.
●Ampliación funcional de los TC: Entre otros procesos que las constituciones
suelen atribuir a la jurisdicción constitucional están:
-La resolución de los conflictos de competencia entre el estado central y los estados
federados, donde este sea el caso, lo que es bastante lógico porque, al ser la
constitución la norma que realiza la distribución de competencias entre ellos, es
natural que sus desajustes sean juzgados desde ella y por el juez de la
constitucionalidad.
Tema 4: Caracterización de la CE
I Caracterización
-En ese tiempo, la clase política había protagonizado la etapa previa a 1936 y había
desaparecido de la escena.
-El considerable desarrollo económico y técnico habido sobre todo a partir de los
años 60 del pasado siglo producía como efecto una neta amortiguación de los
conflictos sociales.
II Constitución de ruptura
cualquier caso esta inusual formula de reforma-ruptura cumplió con sobrado éxito
su cometido histórico.
●Consenso como técnica: Esta calificación nos informa sobre la técnica utilizada
en su elaboración. Esa técnica que trata la búsqueda constante y negociada de
acuerdo de todas las fuerzas constituyentes en unos criterios comunes. Tal vez
debamos admitir que durante aquella etapa se produjo un cierto exceso en la
utilización de esa técnica. La conclusión seria que el recurso a la técnica del
consenso comunico a la labor de nuestros constituyentes un sentido de
colaboración que resultaba impagable.
Solo así la CE puede operar como autentica norma común, que permite la tolerancia
con el contrario y posibilita el existir en pluralidad. La CE solo opera como norma
fundamental cuando expresa el autentico consenso de todos en los fundamentos
que le son comunes. Pero ese valor se debe pagar al precio de determinado
disvalores constituidos como consecuencias negativas del consenso.
Para empezar, habría que recordar que esa técnica afecto incluso a determinados
aspectos del propio proceso constituyente, como la labor de trastienda que resto la
debida publicidad a los debates parlamentarios habidos sobre su texto y aun redujo
su conveniente altura teórica. Además el consenso fue causa de determinadas
deficiencias técnicas nacidas de la necesidad de detener la redacción de un
precepto allí donde el acuerdo comenzaba a ser imposible.
El ser una constitución legitimada por refrendo popular nos informa sobre el soporte
último de legitimidad que dicha norma posee. En efecto, una vez aprobado
definitivamente por Congreso y Senado el texto del proyecto, el mismo fue
sometido a referéndum. La consulta se celebró el 6 de diciembre de 1978 y en ella
la CE obtuvo el 88.54% de votos a favor y un 7.89% de votos en contra, siendo el
resto de votos nulos o en blanco. Ese resultado expresa la extensión del respaldo
popular con el que contó la actual CE en su punto de partida.
I Estado de derecho
Y puesto que la exigencia fundamental del imperio de la ley es que todos los
poderes del estado actúen sometidos al ordenamiento jdco, a esta premisa hay que
considerar que responden aquellas normas en las que la CE intenta alcanzar tal
resultado. A partir de ahí, la CE ha acogido también todos y cada uno de esos
presupuestos que constituyen su sustancia ideológica: el principio de soberanía
nacional, la separación de poderes y la garantía constitucional de las libertades
fundamentales.
II Estado democrático
-Principio democrático como principio radical del poder: Aquí actúa como
aquel principio al que la CE encomienda la legitimación originaria del modelo.
Significa ello que solo la referencia al consentimiento fundacional de los gobernados
legitima todo el orden de las autoridades del estado y todo el orden de
prescripciones del derecho que ese estado produzca.
Sin embargo, nuestro derecho ha ignorado esta clara y simple lógica y ha decidido
exigir a los elegidos, como segunda y adicional condición de la que hace depender
la plena adquisición de sus mandatos, el juramento o promesa de acatamiento a la
CE. La doctrina subyace a tan singular exigencia suele partir de la consideración de
que el elegido está implicado en una doble relación: en una relación representativa
y una relación orgánica.
-Titularidad del mandato: Visto de nuevo el art. 23.1 y advertido que entre
nosotros la única causa de adquisición del mandato es la elección, parecería
evidente que la relación representativa que de ahí se deriva se establece tan solo
entre electores y elegidos, únicos sujetos que tienen derecho a considerarse parte
de la misma. Traído ello al terreno que aquí nos ocupa, significa que el mandato solo
puede pertenecer a la persona del elegido, único titular del mismo.
El mandato es de los diputados y de los senadores, según los arts. 68.4 y 69.6 CE.
En nuestros días, no obstante, esta elemental conclusión se complica en la medida
en que son los partidos quienes realmente monopolizan la oferta electoral y reciben
la confianza de los electores. Lógicamente ello explica que estas organizaciones
pretender tener algún título sobre la representación lograda bajo sus siglas y que se
haya llegado a sostener que el mandato pertenece al partido y no al rpte individual.
De ahí que nuestro TC haya abierto una cierta brecha en su jurisprudencia para
intentar reconocer el referido efecto modificador del principio democrático sobre la
comprensión liberal del mandato rptvo: Algunas de sus sentencias han venido a
matizar la condición nacional de dicho mandato, reconociendo que si bien es cierto
que los elegidos son representantes del cuerpo electoral en su conjunto, eso no
debe ocultar que los mismos son también representantes de sus electores.
●Democracia directa:
-El proceso se inicia con la creación de una comisión promotora, la cual elaborara el
texto de la proposición de ley correspondiente.
-La Mesa del congreso debe pronunciarse en el plazo de 15 días sobre su admisión a
trámite.
-Comprobadas las firmas por las juntas electorales provinciales, el art. 13.1 de la LO
y el art. 127 del reglamento del congreso hacen preceptivo que todavía queda un
paso más: la sumisión de la proposición de ley al trámite de toma en consideración
por el pleno del congreso.
De estas tres modalidades, únicamente la del art. 92 existe como tal figura general
y nos da la efectiva medida de la aceptación constitucional del referéndum. La
facultad para convocar esta modalidad la comparten, según el art. 92.2, los
siguientes órganos del estado: El presidente del gobierno, a quien le corresponde
proponer su celebración; el Congreso, que deberá autorizar o no autorizar esa
propuesta haciendo que la concurrencia de su voluntad sea igualmente necesaria a
tal fin; el Rey, a quien le compete formalizarla.
-La reforma de los estatutos de autonomía cuya primera aprobación hubiera tenido
que hacerse en referéndum, art. 151.2.
Como tercera posibilidad los arts. 167.3 y 168.3 contemplan al referéndum como un
traite opcional del procedimiento a seguir para la reforma parcial de la CE y como
un trámite necesario de su reforma total.
Como hemos visto la creación de los partidos políticos es libre, pero no obstante, la
ley ha sometido la creación de los partidos a dos condiciones, la primera, que sus
promotores sean españoles y que se inscriban en el Registro de partidos políticos
que se lleva en el Ministerio del Interior, a cuyo efecto quienes lo promuevan
deberán presentar en dicho registro la documentación correspondiente, acta
fundacional y estatutos en todo caso.
LOREG; y las subvenciones que les corresponda como grupo parlamentario según
los reglamentos de las Cámaras como en los Parlamentos autonómicos.
La suma de los dos contenidos antes mencionados constituye lo que hemos dado en
llamar la constitución económica. El concepto fue acuñado en Alemania para definir
el orden de decisiones básicas que determinan cual es el concreto sistema
económico que una constitución asume como propio. Sin embargo, la promulgación
en 1948 de la actual constitución de Alemania, la Ley fundamental de Bonn dio
lugar a que el TC sentara una tesis de neutralidad de la constitución.
No se trata de dos posiciones distintas ya que lo único que las separa es que el
tribunal alemán ha utilizado una nomenclatura bastante desafortunada al hablar de
neutralidad económica para referirse a lo que no es sino simple introducción de
correctivos en un modelo económico, la economía libre, cuya constitucionalizacion
nadie discute.
●Corrección social del modelo: Sobre la aceptación de ese pirus que es ese
modelo de economía libre, el estado social supone la previsión de un determinado
conjunto de medidas orientadas a alcanzar su corrección en sentido solidario y
publico, esto es, a contener la natural inercia de dicho sistema a actuar en la sola
dirección del egoísta espíritu del lucro. A ello apuntan en el caso español las
siguientes previsiones:
Finalmente, el art. 129.2 ha dado acogida a las formas propias de una economía
social al establecer la posibilidad de que el estado promueva la existencia de
empresas cooperativas y de otras formas de participación de los trabajadores de la
empresa, ahí incluidas aquellas medidas que faciliten el acceso de los trabajadores
a la propiedad de los medios de producción.
-Se discute si pueden servir para impedir la disminución del nivel ya logrado por
ciertas conquistas sociales relacionadas con ellos.
Por razones obvias, el principio de jerarquía suele bastar para explicar la ordenación
del sistema de fuentes en los estados unitarios o centralizados en los que existe un
solo orden de instituciones, las del estado central, y por lo tanto un solo orden de
productores del derecho.
●Addenda. Título preliminar del CC: El CC sigue conteniendo hoy día un título
preliminar denominado de las normas jdcas, su aplicación y su eficacia, norma que
es a todas luces pre-constitucional pero a la que no ha afectado para nada la
entrada en vigor de la CE. Por lo que hace al contenido de la regulación, hay que
puntualizar que el mismo es complementario y solo complementario del que la CE
establece.
Sobre su rango hay que añadir que aunque por su contenido estas disposiciones
sean constitución en sentido material eso no las convierte en constitución en
sentido formal, con lo cual las mismas no ven alterada en absoluto su posición en el
ordenamiento jdco, que sigue siendo la que corresponde por ley ordinaria.
Ello significa que la regulación relativa a las fuentes que el título preliminar
establezca no puede contravenir lo previsto sobre las mismas en el texto
constitucional y que, como tal ley ordinaria, otra ley posterior podrá excepcionar
cualquiera de sus previsiones para supuesto o materia especifica sin causar por ello
su derogación como regla general.
El art. 9.1 parece haber querido explicitar esta doble condición al decir que los
ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la CE y al resto del ordenamiento
jdco, enunciado con el cual intenta significar que ella misma forma parte del
ordenamiento y que posee además una indiscutida posición de preeminencia sobre
el resto de normas.
-El congreso con una proposición de ley de reforma constitucional aprobada por 1/5
del total de diputados.
-El senado con una proposición de ley de reforma constitucional respaldada por 50
senadores.
-Las asambleas de las CCAA las cuales podrán optar entre una doble vía, o bien
solicitar del gobierno la adopción de un proyecto de reforma o bien requerir del
congreso la aprobación de una proposición de reforma.
-Si el texto aprobado por el senado no coincidiera con el adoptado por el congreso,
se designara una comisión mixta de diputados y senadores que elaborara un texto
común, donde deberá obtener la mayoría de 3/5 no conseguida la primera vez.
-Si esa mayoría de 3/5 no se obtiene en el senado, el congreso podrá compensar tal
defecto y aprobar la reforma por mayoría de 2/3, superior por tanto a la
inicialmente exigida. Para ello se requiere que la mayoría obtenida en el senado no
haya sido inferior a la mayoría absoluta.
La segunda reforma, la total, está regulada en el art. 168 y se considera como tal a
aquella que afecta a la totalidad del texto constitucional, es decir, a aquella que se
concreta en la presentación de un proyecto completo de nueva constitución o a
aquella reforma parcial que queda asimilada a la reforma total por afectar a los
derechos fundamentales o a la Corona. Su procedimiento es el siguiente:
-La reforma debe iniciarse con la aprobación en cortes, por mayoría de 2/3 en cada
cámara.
-En nuestro derecho, tal espíritu está recogido en el art. 1.1 CE, el cual declara
valores superiores de su ordenamiento la libertad, la justicia, la igualdad y el
pluralismo político. La cuestión es saber si este art. está protegido por una clausula
implícita de irreformabilidad.
-La única limitación no expresa que cabe derivar de la CE tiene que ver con la
habilitación por la misma de dos procedimientos distintos de reforma y consiste en
la imposibilidad de utilizar el procedimiento menos agravado para producir
modificaciones que solo deben alcanzarse por el procedimiento agravado.
●La jurisprudencia del TC como fuente supralegal: En relación con las fuentes
del derecho que tienen un rango superior a la ley debemos incluir la jurisprudencia
del TC, esto es, la doctrina que el mismo sienta en sus sentencias, en la parte en la
que se fija el sentido y el alcance de sus preceptos. La razón por la cual cuando la
jurisprudencia del Tc opera en este segundo sentido adquiere una fuerza de obligar
que la sitúa en una posición próxima a la CE y superior a las leyes.
I Teoría de la ley
Esta concepción material de la ley determina además el tipo de vinculación que los
demás poderes del estado deban mantener respecto de ella y explica su particular
versión del principio de legalidad. Basta con que esa acción del ejecutivo no
desconozca lo establecido por la ley para que la misma sea posible.
Así entendida, esta singular concepción de la ley se extiende a las relaciones que
esta mantiene con el reglamento. Puesto que la ley queda aquí referida a las
concretas materias que la CE le atribuye, al lado de la reserva de ley, quedan
ciertos espacios exentos de ley que el reglamento puede ocupar con legitimidad
propia.
-La concepción monista de la ley como ley formal, trata una estructura con un
único órgano que dispone de legitimidad originaria, razón por la cual los demás
órganos del estado han de apoyar sobre él la legitimidad de sus actos. En
consecuencia, aquí lo que caracteriza a la ley no es su contenido sino su forma, de
ahí que la ley se conciba como ley formal, es decir, como la forma que adoptan los
mandatos del Parlamento en los que este expresa una voluntad irrefrenable a cuya
fuerza ninguna materia se pueda sustraer.
-No hay en la CE un precepto que reúna o codifique todas las materias propias de
ley, lo que ya es un indicio de que nuestra CE no tiene de la misma una visión
material.
-Igualmente útil resulta constatar que la CE tiende a identificar a esta por referencia
a su imperium, esto es, a la intensidad de su fuerza, lo que no es disociable de su
forma y de la cualidad singular de la potestad que la crea.
-Sentido y alcance de la reserva de ley: Nos queda tan solo averiguar qué
sentido tiene entonces el instituto de la reserva de ley en nuestro sistema, habida
cuenta de que la CE exige en bastantes preceptos que la materia mencionada por
ellos sea regulada por ley, con lo cual parece estarla reservando a dicho tipo
normativo.
Está claro que la función de la reserva no puede ser la de delimitar el total dominio
propio de ley porque esa es una tarea que este instituto solo asume en un modelo
dualista y porque en un sistema de ley formal como es el nuestro, dicho cometido lo
cumple ya por vías coherentemente no materiales el principio de legalidad al
reservarle la creación primera de toda regla de derecho.
La reserva de ley actúa a veces en la CE como reserva de tipo de ley, en este caso,
su intención no es acotar el ámbito propio de ley sino indicar a qué tipo de ley está
reservada la materia correspondiente. Otras veces, la reserva de ley opera como
reserva reforzada con la imposición de determinados contenidos.
En fin, la mayoría de las reservas de ley que la CE incluye actúan como reserva de
procedimiento parlamentario destinada a operar frente a ciertas decisiones
deslegalizadoras que pudiera adoptar el propio legislador. Lo que pretende la CE
con tales reservas no es vetar al gobierno sino evitar que el parlamento pueda
dictar preocupantes leyes de deslegalización.
normas son juzgables respecto del derecho que le es superior. Sin embargo, en esta
enjuiciabilidad, la ley se beneficia de un privilegio que no poseen las demás normas,
su presunción de legitimidad.
El art. 81.1 especifica que materias deben ser objeto de LO. Según su
enunciado, están reservadas a dicha categoría las leyes relativas al desarrollo de los
derechos fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueban los estatutos
de autonomía, las que establecen el régimen electoral general, las que regulan
ciertos altos órganos del estado, las que afectan a los estados de excepción, alarma
o sitio, las relativas a determinadas cuestiones que tienen que ver con la
organización territorial del estado y las que sirven para formalizar ciertos actos
caracterizados por su especial importancia.
-El postulado general del que debemos partir consiste en aceptar el indesplazable
valor del principio de competencia como criterio fundamental y primero al que
recurrir para entender las relaciones entre LO y LOR, ya que mantener otra cosa
supondría desconocer la evidente condición material de las LO e ignorar así la
necesidad de resolver sus colisiones con la LOR.
-Acto seguido debemos añadir a este postulado general dos reglas o excepciones
que apuntan a la eficacia complementaria del principio de jerarquía: la primera de
esas reglas alude al hecho de que no todas las LO son idénticas ni cumplen la
misma función, de tal modo que si bien la mayoría de ellas desempeñan estrictas
funciones del desarrollo de la CE o de concreción de la CE.
●Decreto ley: Por decreto ley debemos entender a aquella disposición de carácter
general que es dictada por el gobierno por razón de urgencia y a expensas de su
posterior convalidación parlamentaria. Está regulado por el art. 86 CE el cual
autoriza al gobierno a adoptar disposiciones legislativas provisionales que tomaran
la forma de decretos leyes, siempre que concurran determinadas circunstancias que
lo hagan necesario.
También el régimen de las CCAA y el derecho electoral general, mención que debe
entenderse en el sentido de excluir del decreto ley toda norma referida a los
elementos esenciales del régimen electoral general, cualquiera que sea el ámbito
territorial de las elecciones afectadas, espacio que legítimamente corresponde
ocupar a la LOREG.
-La no convalidación, decisión que comporta la nulidad del mismo y que plantea el
delicado problema de los efectos producidos durante su periodo vigente.
-La tramitación del decreto ley como proyecto de ley por el procedimiento de
urgencia. Posibilidad que se pensó para aquellos casos en los cuales el Parlamento
no desee ni convalidar el texto ni dejar sin norma una materia que lo necesita.
-El otorgamiento de la delegación que la ley de bases realiza debe ser expreso.
-Y debe hacerse con delimitación clara de las bases, a las que la misma queda
sometida, sin que valgan las delegaciones legislativas en blanco.
VI Reglamentos parlamentarios
Traído este planteamiento al terreno de las fuentes del derecho, eso significa que la
constitución convierte a tales disposiciones pertenecientes al sistema estatal en
normas sobre el sistema autonómico de normas, esto es, en el derecho que rige la
producción del derecho de las CCAA lo que nos avisa de su carácter cuasi-
constitucional y de su superioridad sobre dicho derecho autonómico.
A partir de aquí, tanto la doctrina como el TC se han preguntado si cabria que los
Estatutos añadieran a este contenido necesario otros contenidos no contemplados
en dicho precepto. Y la respuesta tanto de aquella como de este ha terminado
siendo positiva porque, según la opinión más generalizada, el art. 147.2 solo ha
-En todos ellos se prevé una fase primera, de iniciativa de la reforma y adopción de
la propuesta que vaya a ser elevada a las CG, que queda siempre al final a cargo
del Parlamento de la CCAA.
-Y solo para los estatutos de aquellas comunidades a las que se lo impone el art.
152.2 está previsto que exista una fase de ratificación, en la que la aprobación de la
reforma se hace depender del referéndum favorable de los electores de la CCAA
correspondiente.
Pero en definitiva, los caracteres que definen como tal tipo singular son los
siguientes:
-Los estatutos son derecho autonómico al título más elevado porque son la norma
institucional básica de la CCAA sobre la que esta funda y legítima su existencia.
-Los estatutos son también normas de derecho estatal. Lo son en el doble sentido
de que la voluntad del estado interviene necesariamente en su producción y de que
el estado los asume como parte integrante de su ordenamiento jdco.
-Esta doble posición de los estatutos nos aboca a la existencia de un tercer rasgo
que es el que constituye la clave de toda su singularidad. Ese rasgo no es otro que
su alto ingrediente de bilateralidad, que se crea mediante la concurrencia de la
voluntad del estado y de la CCAA.
●Leyes marco: Están previstas en el art. 150.1 y se caracterizan por ser leyes de
las CG aprobadas por mayoría simple que atribuyen a todos o a algunos de los
parlamentos autonómicos la facultad de dictar leyes sobre alguna materia de
competencia estatal, siempre que lo hagan en el marco de los principios, bases y
directrices que esta ley estatal les fija.
unos principios armonizadores a los que las disposiciones de las CCAA afectadas
habrán de adaptarse, pero sin que ello comporte la modificación de sus estatutos ni
la perdida de la titularidad de sus competencias; que la adopción de una ley de
armonización solo cabe cuando no se pueda llegar al resultado deseado por ningún
medio establecido en derecho y que su utilización es imposible si no la justifica la
existencia de un interés general motivado y muy estricto.