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Epidemia que arraso con más de


50 millones de europeos: Peste negra
La peste negra o muerte negra fue la pandemia más devastadora de la historia de la
humanidad en el siglo XIV.
En la Edad Media no existían las vacunas ni medicamentos eficaces, Por lo que los alimentos
y la salud tampoco eran adecuados por lo tanto era común las enfermedades al igual que las
epidemias. A mediados del siglo XIV, estalló la mayor epidemia de peste de la historia de
Europa, fue la pandemia de peste más devastadora de la historia de la humanidad, que
afectó a oriente porque en lo barcos que comerciaban con Asia abundaban dichos roedores.
en 1347 la población del sur del actual territorio de Italia se contagió de peste y hacia finales
del siguiente año se extendió por toda la región, La enfermedad era letal: en unos meses
mato tres cuartas partes de la población de Venecia.

Antecedentes
Realmente, la peste negra no cuenta con antecedentes, debido a su carácter multicontinental.
Griegos y romanos relataron infinidad de pestilencias, algunas de gran mortalidad o
morbilidad, como la que debió asolar el norte de África hacia 125 a. C.; (Gonzálves Cravioto,
2003, p. 44) pero eran epidemias muy localizadas en una ciudad o región concretas. La peste
negra fue un mal que atacó el norte de África, Asia, Oriente Medio y Europa, excepto
Islandia y Finlandia,4 con una mortalidad no alcanzada después por las más graves epidemias
como la viruela, diezmadora en América, o la pandemia de gripe de 1918.5

Situación política
La situación política encontrada por el agente infeccioso fue de relativa estabilidad comparada con lo
vivido siglos antes en Europa y en buena parte de Asia. Por una parte, las grandes migraciones con sus
saqueos y ataques se habían detenido, los vikingos, vándalos, húngaros o árabes se asentaron en
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distintos territorios de una forma más o menos definitiva.6 En Asia, el imperio mongol se había dividido
en dos reinos que se despreciaban, indicando la poca cohesión interna según Solar (2001, p. 52). Por su
parte, toda la costa mediterránea de África ya no sufría los envites de cristianos en forma de Cruzadas o
invasiones provenientes de la península arábiga, pues Bagdad había perdido el poder político tras los
ataques de Gengis Kan

Situación demográfica
La situación demográfica por su parte también aparentaba cierta prosperidad. Tras vivir
varios años de un clima benigno y buenas cosechas, la población en el Viejo Continente
aumentó hasta los 80 millones de habitantes aproximadamente. A esto también
contribuyeron las nuevas técnicas y artes agrarias, Walter de Henley (1971) indicaba varias
como el empleo de caballos en lugar de bueyes, la utilización del arado con reja de hierro y
la división de la tierra en tres cultivos en lugar de dos, lo que se denomina cultivo de
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alternancia trienal, Sin embargo, esta situación tan benigna cambió en torno al 1300.
Autores como Jacques Le Goff (2002, p. 264 y siguientes) indicaban que dicho modelo
comenzó a presentar signos de agotamiento por la necesidad de más tierras y más caballos
disponibles para lograr alimentar a toda la población, el cultivo trienal no lograba
regenerar totalmente los campos.

Situación económica
La economía por su parte había recibido cierto empuje debido a las buenas producciones
agrarias, a la reanudación constante de las caravanas comerciales por la Ruta de la Seda
gracias al control territorial de los mongoles y, dato de gran importancia para la propagación
de la enfermedad, la mejora de las técnicas de navegación y construcción de navíos, con las
que poder transportar cargamentos de gran tamaño desde puertos en mar Negro o el
Mediterráneo hasta Barcelona, Marsella o las ciudades italianas.6 Este aumento de la
riqueza se puede constatar en las construcciones de importantes catedrales europeas cada
vez más grandes y más altas.

Situación social
En el aspecto social, la llamada época del gótico trajo el crecimiento de las
ciudades respecto del campo, así como el progresivo desprecio a las personas
que no vivían en ellas, como eran los buhoneros, los pastores trashumantes y
los gitanos que aparecen por primera vez en la Historia de Occidente. Otro
cambio importante en las consecuencias traídas por la peste fueron las
costumbres de diferenciar a los grupos sociales por la indumentaria. Así la
casada, la soltera y la barragana pasarían a vestir de forma diferente; también
los cristianos de los judíos, para desgracia de estos últimos.

Ciencia
Por lo que a la ciencia se refiere, realmente no existía como tal. La medicina poseía cierta independencia
de la filosofía en cuanto a disciplina impartida en las universidades, pero era más empírica que científica y
seguía influida en buena medida por los conocimientos aportados por otros autores griegos y latinos
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como Galeno de Pérgamo. El supuesto desarrollo se realizaba de una forma reflexiva, partiendo de los
textos clásicos, y no científica, basada en la experimentación metodológica.

Religión
Por último, la religión seguía unificando a Europa bajo la Iglesia Católica, si
bien existía cierta desafección debido al traslado de la corte papal a la ciudad
francesa de Aviñón y al consentimiento de Clemente VI a la hora de perder su
autonomía en aras de la seguridad brindada por el rey Felipe VI de Francia,
como lo habían hecho los tres pontífices anteriores en el Papado de Aviñón.
Por otra parte, muchos clérigos, obispos e incluso los propios papas eran
dados a los placeres mundanos, poseer y pasearse con concubinas o aceptar la
simonía.

La enfermedad
No termina de haber acuerdo entre los historiadores, médicos y biólogos sobre
qué agente infeccioso causó la enfermedad, por lo tanto, no hay consenso si fue
o no una variedad de la peste bubónica u otra enfermedad distinta, como el
carbunco, la llamada peste negra. En aquel tiempo la medicina no estaba
preparada, no ya para tratar la enfermedad, ni tan siquiera para investigarla,
pese a los heroicos esfuerzos y sacrificios de personas como Juan Tomás
Porcell. No obstante, la mayoría de variedades de Yersinia pestis se han
encontrado en China, lo que sugiere que la epidemia podría haberse originado
en esa región.

Síntomas y mortalidad
Varios cronistas de la época indican la brusquedad con la que aparecían los síntomas. Una persona podía
estar sana por la mañana y tener fiebre alta por la tarde para morir al llegar la noche. Según la literatura
médica y de otra índole, los afectados padecían todos o varios de los siguientes síntomas según Giovanni
Boccaccio (2013) y otros autores:

 Fiebre alta incluso superando los 40 grados.


 Tos y esputos sanguinolentes.
 Sangrado por la nariz y otros orificios.
 Sed aguda.
 Manchas en la piel de color azul o negro debido a pequeñas hemorragias cutáneas.
 Gangrena en la punta de las extremidades.
 Aparición de bubones negros en ingle, cuello, axilas, brazos, piernas o detrás de las orejas,
debido a la inflamación de los ganglios linfáticos.
 Rotura de los bubones supurando líquido con un olor pestilente.
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Giovanni Boccaccio y otros autores describen un tipo de peste casi asintomático que provocaba la muerte
a las 14 horas aproximadamente. El calificativo negra se debe a las manchas, bubones y al aspecto
producido por la gangrena en los dedos de manos y pies. La connotación de mal olor que posee la palabra
peste 15 la dieron los hedores emanados al romperse los bubones, ganglios linfáticos inflamados. Según
varios testimonios, el surgimiento de dichos bubones y de las manchas negras terminaba con la muerte
del paciente en la inmensa mayoría de los casos.

El agente infeccioso
Hasta el siglo XIX no había una propuesta sólida sobre qué organismo habría
causado tal mortalidad sin comparación. Sin embargo, ese consenso se rompió
en la década de 1980 y en el siglo XXI aún perduran las discrepancias por
distintos motivos. A principios del siglo XXI, no existía consenso sobre si la
peste negra fue una enfermedad emergente o reemergente. Para Christopher
Duncan pertenecería al primer tipo proveniente quizá de mamíferos africanos.

Expansión de la enfermedad
El, en ocasiones, calificado «peor desastre biológico de la historia de la Humanidad»,13 posee un
origen desconocido. En India y China no hay datos de una epidemia especialmente relevante hacia el
siglo XIV, en este último país la referencia más antigua data del siglo VII, pero como descripción
sintomática, no epidémica y en la gran Enciclopedia de China no se menciona hasta la década de
1640, pese a que Lien-Tê Wu (1936, p. 47) atribuye un origen chino a la enfermedad hacia 1346. Por
lo tanto, solo existen hipótesis sobre si apareció en el desierto de Gobi23 o en su llamada «patria
ancestral»,24 es decir, los actuales Yemen, Kenia y Uganda. Los árabes dan referencias de primera
mano y en especial Abu Halfs Umar Ibn al-Wardi quien indica que la epidemia surgió en la Tierra
Oscura,nota 10 pero sin precisar. El también musulmán Muhammad al-Maqrizi es más detallado al
indicar su aparición en Kanato a lo largo del año 742 de la Hégira (1341-1342 d.C.).25 Es Gabriele de
Mussis quien da un lugar exacto para constatar la propagación de la plaga cuando nombra la ciudad
de Caffa como el primer foco y cuenta la historia según los ejércitos mongoles que asediaron el
enclave genovés lanzando cadáveres infectados con catapultas dentro de la ciudad para propagar la
enfermedad y acelerar su caída

Interpretación histórica
Al margen del análisis de sus causas obvias, tales como la presencia del bacilo Yersinia
pestis, los historiadores han buscado, desde diversas perspectivas, el significado de este gran
acontecimiento. Corrientes herederas del marxismo y estudiosos como el francés Guy Bois
atribuyen a esta epidemia el papel de demostración de la crisis del sistema feudal. Sin
embargo, también murieron muchísimos representantes de la nobleza. Reyes como Alfonso
XI de Castilla o Juana II de Navarra murieron de peste negra, así como Margarita de
Luxemburgo, la reina consorte húngara esposa de Luis I y Felipa de Lancaster, la reina
consorte portuguesa de Juan I de Portugal. Lo que contradice la teoría de Guy Bois, ya que
no era la pobreza el lugar exclusivo donde atacaba la «peste», sino que nadie estaba a
salvo.
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Así, el gran crecimiento demográfico que el mundo feudal había vivido durante la Plena
Edad Media había puesto en cultivo tierras cada vez de menor calidad y de bajo
rendimiento, lo que provocó una paulatina caída de la productividad y una creciente
malnutrición. En este contexto llegó un bacilo que en otra situación habría sido recibido con
fuertes defensas fisiológicas y no habría provocado gran mortandad, pero que esta vez
encontró un sistema inmunitario debilitado.

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